Está en la página 1de 2

Los malos trabajos matan

Por Terri Gerstein

Hace unos años, un trabajador con salario mínimo de medio tiempo en un McDonald’s del
norte del estado de Nueva York sospechaba una fuga de gas. Cuando alertó a sus
supervisores, le dijeron que lo ignorara o lo despedirían. Decidió llamar al departamento de
bomberos y sucedieron dos cosas. Los bomberos encontraron la fuga y cerraron el
restaurante por el resto del día. Y el trabajador fue despedido.

Cuando la gente tiene malas condiciones laborales y no tiene voz en el trabajo, obviamente
es malo para ellos. Pero el impacto de los malos empleos - aquellos con salarios bajos,
largas jornadas, mal trato o sin voz de los trabajadores - irradia mucho más allá. Los
terribles empleos de otras personas afectan nuestra salud, seguridad y bienestar colectivos.
Esta poderosa conexión entre la vida laboral y el bienestar público en general ha sido
innegable en la pandemia, ya que los grupos de empleados con el coronavirus en el lugar de
trabajo a menudo han provocado la propagación en la comunidad. A muchos empleados de
las empacadoras de carne, por ejemplo, se les exigió trabajar juntos sin la protección
adecuada. ¿El resultado? Llevaron el virus altamente contagioso a casa.

En la atención de la salud, innumerables ejemplos demuestran cómo las condiciones de los


trabajadores, tanto buenas como malas, afectan los resultados de los pacientes. Las
proporciones inadecuadas de personal en hospitales y residencias de ancianos causan estrés
y dificultades a los trabajadores; también perjudican la atención al paciente. Y durante la
pandemia, se encontró que las casas de ancianos con empleados sindicalizados tenían tasas
más bajas de mortalidad por covid-19 que aquellas sin sindicatos.
En las carreteras, los pagos bajos de camioneros y las largas jornadas que trabajan para
ganar más han creado verdaderos peligros. En el 2019, 5.005 personas murieron y 159,000
resultaron heridas en accidentes de tráfico con camiones grandes.
La fatiga resultante es peligrosa para todos en la vía. Cuando los conductores de camiones
son mal remunerados y tienen exceso de trabajo, es malo para ellos y también malo para
nosotros.

Algunos investigadores han encontrado conexiones interesantes entre las malas condiciones
laborales y problemas sociales al parecer independientes. Por ejemplo, la mayoría de las
personas no piensa en la crisis de opioides como un asunto laboral, pero la investigación ha
demostrado una conexión entre los trabajos con altas tasas de accidentes, como la
construcción, y las muertes por sobredosis por opioides. (Las personas sufren heridas en su
trabajo; dada la falta de días libres por enfermedad, toman opioides para poder trabajar y
soportar el dolor).
Al mismo tiempo, mejores condiciones laborales se correlacionan con una serie de
beneficios sociales aparentemente no relacionados, desde una reducción en la incidencia de
bebés con bajo peso al nacer hasta una disminución en las tasas de suicidio.
Y cuando los trabajadores sindicalizados luchan por mejores condiciones, las mejoras a
menudo contribuyen al beneficio de todos nosotros. Hace décadas, la Asociación de
Auxiliares de Vuelo luchó para prohibir fumar en los aviones. Todos respiramos mejor
debido a esa batalla. Más recientemente, las huelgas y protestas de maestros en varios
estados en 2018 lograron no solo salarios más altos, sino también un mayor financiamiento
para la educación. Tomando un enfoque llamado negociación por el bien común, los
maestros buscaron soluciones que los beneficiaran no solo a ellos, sino también a los
estudiantes y a toda la comunidad.

A los trabajadores sindicalizados les fue mucho mejor durante la pandemia: los sindicatos
ayudaron a garantizar que tuvieran el equipo de protección que necesitaban, días de
enfermedad pagados y más. Esto facilita por ejemplo el que puedan vacunarse usando
alguno de esos días.

Deberíamos preocuparnos por los derechos de los trabajadores como una cuestión de
justicia social y humanidad básica. Estos poderosos y variados efectos en cadena sugieren
que todos, no solo los trabajadores con salarios bajos o los activistas sindicales, tienen
interés personal cuando hablamos de aumentar el salario mínimo o aprobar leyes de
licencia por enfermedad remunerada o facilitar que las personas se afilien a un sindicato.
Nos beneficia a todos si las personas que realizan un trabajo esencial en toda nuestra
economía tienen buenos trabajos, una voz colectiva y un trato digno en el trabajo

Gerstein, T. (13 de septiembre de 2021). Los malos trabajos matan. El colombiano.


Recuperado de: https://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/los-malos-trabajos-
matan-LA15626481

También podría gustarte