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r _ CIENCIA - POUTIC

x.o te cc\ d N Al A ~ \j
o ~tc.
~ ~ A-~ ~ \} S<J A; CA-~éf't\ \ ÜJ
El análisis de los discursos teóricos acerca del castigo pone
en movimiento un enrejado de inteligibilidad sobre la totalidad
del cuerpo social y las formas del poder en sus cambiantes
condiciones históricas. Las distintas versiones de las tesis retri-
~ La problemáf ea
uJ
bucionista y utilitarista, incluso la muy reciente del Grupo de
Chicago, sólo pueden ser comprendidas si se las relaciona con
el modelo de sociedad que las sustenta, con las prácticas puniti-
vas que interrogan, proponen u ocultan, con las opcionespolíti-
~ del castigo
~
cas que las generan y las estrategias de poder en las que se :2
inscriben. En el marco de una sociedad transparente y contrac- tU
..J El discurso de Jeremy Bentham y Michel Foucault-
tual el.Iluminismo intentó salvar la distancia entre discurso al
teórico y práctica del castigo. Jeremy Bentham pensó así su O
!t
Panóptico, sencillo diagrama de arquitectura donde se entre- a.
cruzan los sueños de la reforma política y la filantropía con los ~
.J
principios del liberalismo económico. En él queda sellado el
pacto entre el castigo, las demandas de la economía y el sistema
político-social. La lectura que Michel Foucault =-asíduo inves-
tigador de 20sdispositivos de control y sometimiento- realiza
Enrique Eduardo Marí
del modelo de Bentham, y su análisis del proceso que en las
sociedades occidentales conduce a la prisión, lo llevan a enfocar
esta última como forma de transformación disciplinaria de los'
individuos y matriz de los distintos mecanismos de vigilancia y
coerción que las otras instituciones reproducen.
Enrique Eduardo Marí, abogado y licenciado en Filosofía de
la Universidad Nacional de Buenos Aires, ha sido profesor
adjunto de las Facultades de Derecho y Ciencias Sociales y de
Ciencias Económicas de esta Universidad, y profesor invitado
por la Universidad de Bielefeld de Alemania Federal. Ha
publicado en revistas cientificasdiversos trabajos sobre episte-
mología de las ciencias sociales y teoría del derecho. Es autor
de El Discurso Jurídico. Perspectiva psicoanalítica y otros
abordajes epistemológicos (obra colectiva, Hachette) y de
eopositivismo e Ideología (Eudeba).

,
HACHETTE
Enrique Eduardo Mar!
CIENLlA - POLITICA - SOCIEDAD
Librería Jurúdka YNY
Aldo Neri www.yny.com.ar
Salud y Politica Social
(54-11) 4373- 5102
Enriq ue Marí AÑo 2013
La problemática del castigo. El discurso de Jeremy Bentham y Michel
Foucault
LA PROBLEMATICA
Próxima aparición:
DEL CASTIGO
Jorge E. Dotti
Dialéctica y Derecho. El proyecto ético-politico hegeliano
Pierre-Francois Moreau
La u topia - Derecho natural y novela del Estado El discurso de Jeremy Bentham y
Rayrnond Boudon y Francois Bourricaud Michel Foucault
Diccionario critico de sociologia

~ ...,...:,
ItÁCHETTE
- •••• ' ~¡-~' .• " .~~::- •• -::
.•. ~,,,": ';'~~-.
En recuerdo de mi madre.
A mi mujer y mis hijos, sin los cuales
nada me sena dado mirar.

© LIBRERIA HACHETTE
Rivadavia 739, Buenos Aires

Hecho el depósito que marca la ley 11.723


ISBN 950·006-022.1
PRIMERA EDICION: Junio de 1983

IMPRESO EN ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA


LA PROBLE1'dATICA DEL CASTIGO

teóricas y poner más bien en contacto éstas, con la práctica del castigo. Como
lo anuncié, divido este problema en dos partes: el Panóptico en el texto de Ben-
tham y el Panóptico en el texto de Michel Foucault.
De la correlación de lo que se ha visto en este capítulo que alcanza su fin,
con lo que se desenvuelve en los siguientes, o sea partiendo de la correlación
entre el pensamiento teórico de Bentharn y su tecnología práctica, espero de-
mostrar el recambio y transformación del primero por la segunda. LA PRACTICA DEL CASTIGO

128
()
e
ID
EL PA1'lOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

1. Bentham y el sueño del Iluminismo


En una herrnosa mañana de un mes de agosto, en Bicétre, un condena-
do a muerte es despertado p-or su carcel&rQ-y_ex-Rfesasu azoramiento de es-
--1LI.!!.Q.dQ: "Abrí los ojos, me levanté espantado en mi asiento. En ese IDO=-
mento por la estrecha alta ventana de mi celda, vi en el techo del corredor
vecino, único cielo que me era dado entrever, ese reflejo amarillo en el que
los ojos habituados a las tinieblas de una prisión, saben reconocer tan bien al
sol. Yo amo el sol".
\En El último d¡'a de un condenadol Víctor Hugo des.cribe.llsitfo~ dispo-
_.§icion dejas Qiedras, unaorganjzación ,g~los~a,"iQ.s en la que-yace el sueño
irr~ado de~ Iluminismo. Es el tercer día de internación. A medida que avan-
ce el tiempo el prisionero tendrá de laluz más el recuerdo que la tibia percep-
c\{ln. Los muros se elevan compactos, sólidos, rectangulares, Por -la estrecha
ventana no entran fulgores. L~ no resplandece ni centellea. Es apenas un
reflejo marchito con forma de ceniza.De mirarse a través de la ventana no se
vería más que el secreto y las tinieblas envolviendo en una única superficie
de contacto a los cuerpos sometidos a depósito y secuestro .
.No era éste el destino que hab ían pensado los hombres 'del Siglo de las Lu-
ces ·-para las piedras y la prisi9ll.."Eñ su modo de diseñar el castigo, abatida
la tiranía y el despotismo del Anden Réifiñe, tg90 tenía que ser transparen-
.te. La transparencia. es ~L ~onyapg9~L dJ<.I_0~curan!ign9_:La transparencia
.esIa sociedad contractual, el nuevo modelo político, "la Razón". En el len-
, .guaje de~ousseau\ por ejemp-1Q,tarWIño'lO Interpreta lean Starob in ski , Ja~
"'tr,ansparen~~ caracteres casi místicos. El discurso sobre las ciencias y
1 las artes comienza pornposamente, dice," por un elogio de la cultura. Nobles
frases abrevian la historia entera del progreso de las Luces. Pero de repente,
una media vuelta nos pone en presencia de la discordancia entre el ser y el
parecer: "Las ciencias, las letras y las artes extienden guirnaldas de flores
sobre las cadenas que cargan los hombres"? .

1 Victor Hugo, Le demier jour d'un condamné, Romans; t" l, París, 1963, Seuil, p. 216.
2 Jean Starobinski, 1.J. Rousseau. La transparence et l'obstacle, Pa;Ís,~Gallimard,
1971, capítul o X, "La transparencia del cristal", p. 310. Véase asimismo Cap, l "Discurso
sobre las ciencias y las artes", p. 13.

131
LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

En este "bello efecto de retórica'i,~ tá presente no sólo la discordancia poder. Que más que extendery aplicar el modelo político global a uno de los
entre el ser y el parecer sino toda la' contradicción entre las id~2.§.d~ las Lt¿:. -capítunss---u-e-hrsucimlacr,~ón) sería ésta el indicador del modelo global
ces y l~§--.J..Ilªrgenes~s!e.
suefectíva realizaciüñ-:-No es casuaCque la discordan- y. su .!l1ás f!rta.-<ieJiI1jeién Y2....9uela distancia entre uno y otro modelo no es
. cÍa--recaiga aquí en las cadenas que cargan los hombres, una metáfora del sino la distancia entre el ser y el parecer, entre las contradicciones internas de
lenguaje de Rousseau para distintas formas de la alienación social, pero tam- esa misma-sociedad que los hombres de las Luces querían cubrir con la forma
bién una forma real del castigo. Guirnaldas de flores para las cadenas con que de la transparencia.
los hombres son cargados; demasiado hermoso para ser verdadero. Por eso Esa----ºistancia-:-subsistía con todo el realismo de la denuncia de Beccaria
Starobinsk i elige de inmediato una frase con la que Rousseau, como si us~ra en el punto VI "De la Q..Jjsión"de su Tratado de los delitos y de las penas:
una varita mágica, invierte la imagen brillante que había puesto un decorado "Aún persisten en el pueblo_, en. las costumbres y en las leyes, siempre más
mentiroso bajo nuestros ojos: "Qué dulce sería vivir entre nosotros si el aspecto de un siglo atrasadasen bondad a las luces actuales de una nación, aún persis-
exterior fuese siempre la imagen de disposiciones del corazón". ten las bárbaras huellasyIas feroces ideas de nuestros antepasados los caza-
Junt2-LR_ouss~all, eL ~inisn;~ s0i2.,ó
.~ganiza~ la pgsión_ con piedras dores del Norte".
tra'pspa~!).te~ como.zel.ccristal. "Transparente como el cristal: porque, entre Beccaríahab ia escrito el Tratado luego visitar los horribles calabozos
todas las piedras, sólo el cristal es inocente: íposeeJa duLeza !ie la piedra pero. de Milán y no es casual que hiciera preceder su discurso u . itarlsta con esta
<teja pasar la luz, La mirada lo atraviesa pero él mismo es una mirada pura que denuncia que fuera en realidad el leitmotiv de su obra: '\J..o.s~-
penetra y atraviesa los cuerpos circundantes: El ~ris~~!es unamir~da petrifica- racterizadoLpOLllLse.veridad-de-1os-castigoLSQn-.2.i1!D1PJe -ª-q~]º-Le.n..~~
.da, ¿Es un cuerpo en el estado puro o un alma solidificada?" 3. cometen las-más sangrientas'e inhumanas acciones, pues la mano. del asesino
i ara inundar de transparencia las prisiones, para llevar a cabo el nuevo mo- y la mil.!!.º-.del legislador están.dirigidas por el mismo espíritu de ferocidad;
delo pol7fiC;tªe- sociedad delIluminismo en-19!. s~terrlas de. castigo" no pasta: , El crimen se debe aJªs_mismasJeyes.-EUin del castigo es prevenir que...el cri:..
ban las Ideas se necesitaba la tecnología. Si no era posible construir con cris- ~-;';al cometa. nuevas .injurias a la sociedad y prevenir que otros noIasco-
tales, habI~..9.~ jnve1:ltai.un medio.cte·distribución d~)as_pied!~ ue dieñCa, metan" ....Por otro lado, las más "bárbaras huellas" a que alude habían tenido
éstasla misma dureza y visibilidad de os.crístales. Algo que mantuviera la su- . registro en informes que miembros del movimiento de reforma de las prisio-
jeción de los hombres extendiendo guirnaldas de flores sobre ellos. \Alg2..q~ nes producían una y otra vez. Por ejemplo, cuando John Howard escribe: "Si
permitiese alpoder hacerse dueño de los hombres .. erQ.~no_ya.po[ lajuerza fuese la intención de los magistrados causar la destrucción presente y futura de
o .1~_~~tª-yiillcl,sino Po¡iñ~d!o' de l~§..gispo~icÍilli~s ue Jos ro<lean, .porIas los jóvenes delincuentes, ellos no podrían haber ideado un método más efecti-
impresiones .que les producen su inserció.n~rU2.~ esp~ios , vo que el de confinarlos a nuestras prisiones, esos lugares y seminarios de en-
¿Puede la arq!lnectwa_s~I!@ist~ar semejallte..maguinaria que sin destruir fermedad y todo vicio". O cuando el presbítero católico Ullathorne relata
los cuerpos ni degradados, fuese apta para instaurar un medio de control de conmovido su patética experiencia en New South Wales, en ocasión deasís-
los que atentan contra el trabajo, contra sus frutos y contra el orden que tir al penal para consolar a los prisioneros antes de ser ajusticiados: "Es.un,
los preserva? ¿Existe en la arquitectura un diseño que al mismo tiempo que hecho remarcab1e que cuando yo mencionaba los nombres de aquéllos que de-
garantice la dureza yseguridad de'las piedras-Cele Íos muros) permita una mi- bían morir;-uno-'detfas·de'otro;'a mecrida: que eran mencionados caían de ro-
rada única que los atraviese y, en el límite, convierta a esas piedras en la mirada dillas y daban gracias al-Señor que los libraría de ese horrible lugar, mientras
única y pura que vigila y penetra los cuerpos circundantes?\Y si ese diseñ~xis- que los que debían seguir en prisión permanecían mudos y llorosos. Fue la
te ¿quié.n es ~L~rquitecto.que_va)Uls!'yarl9_a.li!.-prácti1;~ y ¿P9r q~la práctica ~ más horrible escena que jamás presencié"."
de ese diseño, tien~.q¿J~ yer_conJaJey.- con.el.derecho .J'-CQl).l~pblíttsaL-I .Se necesitaba, entonces, y. con la_mayor ul.geng~rnbo del arquitecto
He aquí un roblema central planteadQ.a1 Iluminismo al tener ue .!9poner, _que supiera, cubrir~a _distan_ciª-~q1!..L..alcubri.r:I!,.generara una <.!ill§porade
~o alternahvo de c.¡¡.s1igQ..Jr~I1teJÜasbrutalidades del antig~ig!men maravillosos efectos: educación, reforma moral~ asl.quisición de hábitos de-
que vení~~ªp--ªílr.., y frente aJa1~as @cJica.s <tel!pi~nw~. E111umi;. 1rabaj.o....asalariª~tQ>,. coacciones del castigo J?ajo__~l_mod~~~ en~auzamientº-
nismq e!3.~coI!QieI11e_@edetr~~&l'roblem~ del castigo estaba e.~ha<t!l~_sJl~~:.. de la conducta y guiadeIavoluntad, claridad.de la administración Y-produc-,
te ñiig!}!L.<!.~~U~o9.~.2!f.tico en relación áIiif[Oñnas abs·olutas del QQ.c!~.r. ti.'6dad.;en síntesis, el.saber º-.0!}10una formlUluo~L. La prisión nació mar.:..
~ió.n..de..lª--iociedad contractual y el porvenir mismo del racio- §dU<m..lo abusos del P.Qcl.er.El ppdeLte.Dia .qu~ re convertir a la prisión en un
nalismo, todo es!gtía_sus~ndidQ..y_p-roYis.o.rio..hasta tantQ..J)o_ganaroll-la-hatala opera~or_n:~ltiple de efectos útile$¿_ ~
·ailí en éi~a
-
del encarcelamiento, en el vientre mismo de a licación del
~ :__ -;- - ----- ~ i _ _.

4 James V. Bennett, I chose prison, New York, Alfred A. Knopfed. 1970, cap. V "1700
3 Jean Starobinski, op. cit. p. 303. Iashes", p. 67.

132 133
LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

La paradoja estaba planteada en sus .más estrictos términos:~l ,~r uit~~ .. 2. El Panóptico y el principio de inspección
que s~~~a teníasue P?seer ~I1su vlsual,.planos con~t~ctlva el secretQ. En la apertura misma de la W1emoria del Panóptico ~a defmida el
~ ~ l!~~encia:'l;eq uerida jJ~r_Ios planos y planes ,_ejdíseño yla~structura ,alma-.dcl_p..!Q)'ecto en una sola frase en la que Bentham expresa el deseo del
del cuerno social. -- _po_d.eLdel..1l.uevo._PQct~r>
del. poder.de la.tra.t}~parencia, casi con el sentimiento
.,) - ¿Quién sino un arbitrista, un proyectista de ~a raza .de~cripta p.~r ~amke ~ de un alquimista, o de un cabalista: "Si se hallara un medio de ha~~o __
V" 1, ,;;::P?rSornbart , podía ser capaz de propo~er semejante dlsen~? ¿.~Ulen sino .el fi-
de todo lo que puede suceder a un cierto _IllÍme[9-º-~J).Ombres, d~_<li~poner
I un..0C,,- lósofo provisto del mayor celo y el mejor don para la aplicación de sus Ideas de t~º lo 9.~.~.)eS r~-d-~~-_demodo que hiciese .en eJIQs la:impre~~ón_q~
al cambio de las instituciones? ¿Quién sino el que veía que "en el campo total quiere producir, de .ase.gl:lr9:rsede sus acciones, desusconexíones.jyde todas
del pensamiento y la acción no hay un sólo lugar ~ue pertenez~a a uno só~o las circunstancias de su vjda, de manera que nada pudiera ígnorarse , ni con-
.~ de ellos con exclusión del otro? ¿Quién sino el moralista que consideraba vacro trariar el efectü- aeseado, no se puede dudar que _un_Jnstn}@ento de esta es-
y carente de sentido a todo discurso sobre el castigo que no contara con una pecie sería un inst~lll~rÍio muy enérgico y muy útil que lós gobiernos po-
tecnologia en la que el mismo acto de asegurar el control de los cuerpos (la dnan aplicara diferentes objetos de la mayor importancia."
obediencia) fuese el modo de destilar su utilidad? Hallar un ñ1edio dé hacerse dU"y_ño de tQ9J2JO_R.ue._pue_des1,l.c.~.der
a_~J1sie~.:
--,;- !Bentham respondió a estas exígencías del I~minismo:_ más aún fue consti-
to número de hombres, es, por supuesto, crear un estaQkGiJnj~Il!P_para,gUJ~r-
tutivo de ellas al depositar en su propuesta de construcción de las prisiones to-
.dar los resos con más ~guridª-<LY~Q.nomia Y-l2!!..ra_tr.@ªj~Lal..pllsmo-tiempo
do el honor de la causa política del Iluminismo. En esta causa concurren y se en su reforma moral con medios de asegurarse de su buena conducta, y proveer
combinan las razones de humanidad con las de economía del sistema para el a su subsistencia luego de su soltura. Hall.ar un medio de hacerse dueño de todo
que creaba teoría. Bentham está en la línea del pietismo cuáquero, en la línea.
kuIlltLQ.!,le.desuceder a U1w:iert~_núm~ro d_e~hombIes es, por cie~º, ~a1J.a~
de Franklin y de Rush, pero la supera al erigir en el Panóptico un instrumento
modelo de prisión. I:eL~ni las demandas del Ilul11Ít!ismo~n modestas ,..!!,i_
de seguridad, de economía y trabajo. Está en el liberalismo económico de
Bentham hubiera r~z~~ el vuelo"'yerbal_~~~ Te.tafísic':,.para ~E~~~,.Q~~
Adam Smith, pero lo excede al ponerlo en uso práctico allí donde se debe con-
'enzo, su deseo de satisfacer esa estrecha medidal;Hallar un mediQ de hacers~
trolar a ios hombres y su productividad. dueño de los hombres, de sus conexiones yJaLcir~JJIl§1:ancias de sus vid2S, es
Si las cárceles son moradas infectas y hacinamiento de todas las miserias, hallar un medio de aplicación ~Ja-le.y .criminal, per<?.!~!e-1()d() hallar un
imposibles de visitar s~ temblar, ha?~a que ~ventar un r;;edio que, barrien~,o l~ ¡;riñClPlO,un verctadenrpriIrC'ípio de gobierno aplicable a los más diverwsaomi-
indiferencia de los gobiernos, permitiera el mgreso del generoso Howard . SI
nios, "á la economíª-, como á lo hospi~~~~Lá l<l:.sJ,fuicas, á ias casas.de.educa-
con el generoso Howard se preservaba a los cuerpos del mal trato ilegítim.o, ha-
cíón, á los cuarteles de la tropa, en fin, á todos los establecimientos en que un
bía que inventar un medio en el que el castigo reuniera todas las ventajas de f-'
hombre solo .esté encargado del cuidado de muchos":::¡
.~ ;~'
"una economía superior". .}
Por eso Bentham ,más ue el objeto de una c~_I!.cia _p~niteE9ª-ria .2IQp.9.ne~
'\
--.:>.2..( Esta invención cree hallaría Bentham en 10 que llama "una idea sencilla de -son sus palabras expresas- "t~LQj(,l.to- e una ciencia politica.xsoe no busca
arquitectura". A su redacción le dedicó tres ~ en doceavo extract~dos en sino_ la luz, que nada qui~r~~cJ1!.sive:-Y- g)le ~noºonoce medio más segllio
una memoria enviada en 1791, según Dumont, a Garran de Coulon, rruembro d..u~roporcionar bmetlcios que el de hacerparticipar de~llos á..ioda a g~
de la Asamblea Legislativ~cesa y de una comisión encargada de la reforma familia cteñaCiones"! '-- - - -.-.- - .
de las prisiones. -P;¡'o cómollegar a la luz, mejor dicho, ¿cómo lograr que esta metáfora ()
Para ver en qué co~siste y t.odo lo que está incluido en esta ."i~ea sencilla del Iluminismo se hiciera realidad en su modelo de cárcel y alcanzara su ma- 1
de arquitectura" , conviene seguir de cerca el texto de esta memoria. yor perfección, erigiéndose luego en principio del orden y de su conservación? (
Bentham cree haber encontrado la clave en "el -principjº-de_l!tspe~citlJi',
gnajnsp-e.c.ción ~euñnuevo género que af~~ta y o~~ mj!_~ob~.l.lL
imaginación (}c~sob~os sentidos,..Y..,g,uepone a centenares de hombres baj2
s Para la Memoria del Panoptico, sigo el texto que reproduce F. Ferrer y Valls de Princi- fade~~ de uno SüiQ,uan o a éste p~ésel1cia univer_~a.re::-ñ~~Lr.eónto de
pios de Legislación y Codificación de Jeremy Bent~am, Madrid 1834, TO ~' Como este
texto no contiene el comentario final agregado al mismo, complemento la CIta con el re-
su domirlio. Una idea nueva tendría que dar a un hombre sólo un poder de
vigilancia que superara el de las fuerzas reunidas de un gran número de perso-
oroducido por El Panoptico, El ojo del poder, ed. La Piqueta, Madrid, 1979, de "Tratados
.d~ legislación civil y. penal " , imprenta de D. FermÍn Villapando; Madri~, 1822. Este. .. n~., suy? ,~uce.sióninterrumpe la unidad de las instrucciones. t)~.. consecuen-. ... ;.' _
texto contiene-corrio Introduccíón una entrevista de Foucault con Jean-P~e~:e Baron y cia de-los-rñétodos. Este ojo universal es el producto de la "sigtliente idea sen- .".
otros. María Jesús Miranda lo cierra con su artículo "Bentham en Espana . Las citas cilla de arquitectura, de la siguiente forma de distribución de las piedr ast.Ug;
conservan la escritura original. edificio circular, o mejor dicho, dos edificios, la construcción periférica y la
--.-.-- . --..... -'-'-

l34 135
1/
,.-...)ir.

te:' C--' EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JERElvIY BENTHAM


LA PROBLEMA TICA DEL CASTIGO

/; . t.orre central, encajados uno en otro. La construcción periférica está dividida


Q \,(2.¡\.9l~ que ocupan toda la anchura de la construcción en seis altos. Los cuar- _)':Q.>-pero
ª~
_ciones de decir res2ecto de su _~p"~~t.9 condena: '~!:!asta ahora intervine
de.aquí en .ag~la,~kel ~par.a!oJ!!!!ciº~.a .~lcC, -
.--- tos de los pre~stáJLahiertos eIllª-Rarte inferior porque uI}9.-reja.d~o Hay también otro rasgo de semejanza entre estos textos, que el lector de
bastante ancha los expone ent~em~Ja vista e_En cada alto una galería Kafka podrá detectar de inmediato sin dejar de impresionarse: en las antípo-
sirve para la comunicación y cada celda tiene una puerta que se abre hacia das de la personalidad del diabólico antiguo comandante .de la colonia, Ben-
esta galería. tham, pura benevolencia, anhela como él concentrar en sí todas las cualida-
En el.s?n!ro está la torre cj).!U'Ll1abitación de 10SftR~.4 La torre des: ser soldado, juez, constructor, químico y dibujante. Detrás de personali-
está dividida en tres altos de modo que cada uno domina de lleno dos líneas dades tan opuestas un mismo arrebato creativo, una misma automaticídad de-
de celdas. También una galería cubierta domina y rodea a la torre central positada en los dispositivos creados. ¿No será que en el límite la transparencia
con una celosía transparente que permite al inspector registrar todas las celdas se co~ierte en la perfección de la invisibilidad? ¿No será que la luz ciega, en-
sin que le vean: ,Detal_manerª-puede con una~(~!:Ja-terc.e.ra..p.arte.-de candila ~ ser y lo anula en provecho de un poder que, libre de sus apariencias
sus presos y moviéndose en :tUL.COrtOtrecho puede~Yjllot..a t()~tos: He_aqui_ y convertido en invisible, borra incluso sus propios límites?
.1Lcla~ de, ~a mirada: aunque. esté ª-use.nt~, tan eficaz como su presencia Pero no nos dejemos arrastrar por las similitudes . .Exíste, por cierto, un
misma; eslacreencia u opinión de su presencia. Así todo el edificio es como 12unto crucial en ue los sueñosde JO-L~ uitectos ~k!utQillalici~~d ~_~
una colmena cuyas "celdillas pueden verse de~d;,úllPunto~c~gtraJ.~~' aparatos se entre cruzan y confunden. Sin embargo, uno -Yotro proyecto ,p~r: _
el inspector reina como un espíritu; pero en caso de necesidad .m!.ede este .-:::: ! te~ºen a d1s1IntiiSCafegorías pof!ti~s-,-EI aparatodela colonia pe.niten~ari~
e"splrltu dar inmediatamente la prueba ~"(!su presencia real.:,.Esta casa de peni- J A' ~or así decirlo, prebeccariano, y, en última instancia, un ~ímbQlo_ y.UP1L
!l~.-escxiturari~~<ieL~a§(igo. re.tribJ.ltiYQ.En él, el ojo por ojo, el diente por
tencia.E~..!J.a llamll!!eJ~ªl1-2pti~_p.a~ ~xpresi~~og un} ~o~Ealabra su uÜli-
dad esencial que esla facultad de ver C.2.Ilu~ mÍ!:aia~o cuanto.se.hacg f/1)
'f,

I
,;-
I diente y la mano pór la mano del discurso retribucionista kantiano, se h.acen li-
teralmente discurso. En él, la vieja querella gue divid_e_endOª.ffiundos irrecon-
~.~,\ en ella." \ !
'\: Bentham llega de este modo a las puertas del sueño iluminista; si no las pie- ,~l,~ c!Jiab1.esJa-tesis !ll_ate_ri~istaª-()!?!.eJa_"s.e2e.raci9.!L~j!l·-ª~2~md~I)cia
Q.~Ue..ng]gj_e
I dras de cristal, el cristal de las piedras distriouícIas en una mirada petrificada,
, ~IJ y..J,e realidad, y la tesis idealista que sostiene la.ídentídad.Jnclína.snbalgnza;
en un cuerpo en estado puro, en una alma solidificada. I
, 'ií -eILfaYor Oéf'iOealjsm-º. Sartre tenía razón: había que esta! siempre en guardia
-i,.. 'Unid--ªd'!.s"~sp~ciales que permiten ver sin cesar, inducción en el detenido
'~ i d/ sobre las trampas que nos tiende el idealismo. En la colonia penitenciaria la
de una permanente transparericÜ¡·para que éste-pierda el poder de hacer 'el
,Jf / realidad del castigo es lenguaje, y el lenguaje es realidad. El aparato del ea-
U./ mandante de la colonia penitenciaria es un aparato metafísico y una tram-
riüilyeasi el pensariiiento de Hacerlojrriaquína de luz que garantiza enuncio-
namiento ~ut~mático. del poder ,\ en '~ máqu_~ar:~p!i~~eL ~~~I!!.!!~.P2-tie.:
e 6 pa. ¿Será también una trampa la luz del aparato de Bentham, ~O~? .afirma
~, \.\ Foucau1t? -
~or __quejmorar m entrever la luz como un reflejopara OJos en p$.rpetua ,,\;. -J 'El~El,rato de la colonia, recordemos, está compuesto dem~ partes con so-
tiniebla. 1, • -~.~
,"'; brenombres poimlaies: Ia Cama.donde se colocaba boca abajo sobre eI"i1'godón
Al introducir la versión española del Panóptico F. Ferrer y Valls escribe ./ 'al condenado, el Diseñador de igual tamaño y elevado a uno o dos metros sobre
sobre Bentham y la legislación con una retórica del siglo pasado que pudo
muy bien !lsar en referencia al modelo carcelario que prologaba: " ... bien
3: (2; ella, oscuros cajones le 'ITi'¡Íderaunidos por cuatro barras de bronce y con bate-
. ,~ " rías para accionar Ia-Rastraj-sobre los cajones la Rastra, la cinta de acero con
pronto desaparecerán 'todas las nubes de la dificultad, descansará el espíritu r .) (~ las agujas. La puesta en marcha del engranaje es un operador de sígnificantes
y el alma _sentirá un placer purísimo al verse elevada a una región superíor ~ -::~'V escritujarios retrib ucionístas ')/a que "la ·senfencia - cons{iié-eñ-gráiJa!" 'sobre el
donde se respira el aire de la claridad, y alumbra la suave, radiante y hermosa '.j cuerp-¿-der condenado, mediante la' Rastra, la' disposición que él mismo ha vio-
luz de la verdad". J (::: lad~n-el caso del soldado condenado por desobediencia las palabras inscri-
En el punto límite, la transparencia de la máquina asegura su funcionamien- .I·~ ,~ tas serán "Honra a tus superiores", eLc.ondenado no conoce la sentencia, me-
to con un solo carcelero, y es sabido que al enviar el proyecto al señor Ga- \u r-- _j.oL4icl!.QJa leeno con los_ojos'~esdifícil hacerlo así; se notifica de ella con su
rran, }i@tham, para. .demQl'JnLsu_pe.r.§.uasi<iIUQ9.!~~ importancIa aeL~n ~ ,(.~ propia sangr:..la descifra consusheridas. Hacerlo cuesta mucho trabajo,-nece:-.
de ref9!IDji y }Qídellc.es_resultados .que_p_()~ia_n_es.perarse
de él, se ofr~ió ~ ~ sita seis horas por lo menos, pero ya la Rastra 10ha atravesado completamente
. ra cubrir el Euesto: "Dejadmeccnstruir una prisión con arreglo a este ..mo- N y lo arroja en el hoyo donde cae en medio de la sangre, y el agua y el algodón .
delo , y ):'0 seré el ciuceleIO:..de'ella" ~ ~ ~,eIlci~.E1mmido . - ~ ~'. _'- ;.;-'¿. -:h..~.:-~~~.' ~ ".= -x
-- -._-- >

~ El castigo en la colonia es la escritura; la escritura es castigo. Entre ofensa,


,> __

Puede sospecharse, empero, que.si.Bentham hace este ofrecimíento es por-,


.que, iguiiI que eIOfícial de la colonia penite-nciaria de Kafka;'está-en condi- castigo y escritura tiene que existir una relación de simetría. El alma misma de
~-.~-----
136 137
LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PA~OPTICO EN EL TEXTO DE JERElv!Y BENTHAIi1

la tesis retributiva elevada a discurso. La paradójica puesta en discurso del


discurso retríbucíonísta. -Qué =dijo el guardián.
-¿Esto es un interrogatorio o un juicio?
Un modo escriturario del castigo, una metamorfosis discursiva cuyo conte-
nido retributivo parece haber sido tomado por Kafka de su forma más pura -Era el juicio =dijo el guardián': 7
presente en las punciones, estigmas y marcas del léxico del tormento de E.A. Como Sartre , Beccatia sabía también que este tipo de procedimientos
Rauter: "Monedas a los falsífícadores, astas de atraque a los desertores de los tenía más ejemplares empíricos en la historia que narraciones en la literatura,
barcos, cuernos de ciervo a los cazadores furtívos, herraduras a los sodornitas, y escribió sus mejores páginas para denunciar las acusaciones secretas, el pro-
órganos sexuales a 103 seductores, dados a los jugadores de ventaja, la figura cedimiento inquisitorial, las preguntas capciosas, los juramentos de veracidad,
de un hombre sin cabeza a los homicidas, dibujos de tabernas a los que ingerían las "pruebas" legales, las interpretaciones extensivas y otras secreciones de los
bebidas alcohólicas"." siglos bárbaros como el uso de la tortura para constreñir la confesión de un acu-
(El Panóptico,-..e.n cambio, es un aparato utilitarisE, i!.0 retribucionista~ ,. sado. Sin sospechar su difundida supervivencia actual en los llamados "esta-
..Jill!i21eadohac.a el interior de sí rrÜsm01.en la administración de justicia es .'l-y~0dos civilizados", .escribe._gJ,le_Jd.n h0.II1~~._!10puede 1er,considerado culpable an-
suceptible deuna perfecdÓñ sin eje~, que -jJnpiclejiter¡llinente la~2Ús~~ ,"K' i~ªJ>entenci(i del Ü.l_e~"ni la sociedad puede quitarlela pr9~e-º.ció!lpú~bli_ca
de, un 'Qi:Qcidliniento como .el que~ sesigue.ea.la.colonía ..penítencíaria.donde. ,!J. '.' .;;:..;,has.!~~e se haya decidido que violó los pactos ~Cll! losque ali.u~lla Q.rgj:~¡¿ci~n
la culpa nunca se somete a prueba, donde sie.mprsLes.irr.Nutl!.1?kJ20r~ .?/ .\c;\. le fue acordada. Que es querer confundir todas las relaciones "exigir que un,
.leza, y donde la_~ol]dena Y. ~1_e1!ºade!J._a@eP1Q.i:let911pa.Qle ~!guen espontánea- - ., L.: .¡ hombre ;~; ~ rdsmo tiempo acusador y acusado; que el dolor se convierta en
.IIlm!~J~accusación del capitán: "Estas son las pruebas. El capltáñ vIno a ver- crisol de la verdad, como si el criterio de ella residiera en los músculos y en los
me hace una hora; tomé nota de su declaración y dicté inmediatamente la sen- nervios de un desgraciado"; considerando a este infame régimen de la verdad,
tencia. Luego hice encadenar al culpable. Todo esto fue muy simple. Si prime- un monumento subsistente de la salvaje legislación de los juicios de Dios, Ias
ramente lo hubiera hecho llamar y lo hubiera interrogado, sólo hubiera surgido pruebas del fuego y del agua hirviente.
confusión. Habría mentido, y si yo hubiera querido desmentirlo, hubiera refor- \En el Pan<h?tico, por el contrario, dacusado y. el acusador son dos Qerso~
zado sus mentiras con nuevas mentiras y así sucesivamente. En cambio, así lo -distintas y..el-criterio.de.la Y.er4ad nc: es!~,enlas l].eº<i~l~sIi.laRastra, ni en 19~
tengo en mi poder, y no se me escapará". ¿Está todo dicho o hay que aclar- . o·OS_9...lJ_~I!Q
..yen, ni en 10slDilJc:u!Qsy los nervios delo ..s sIetenidos. ?Jl'~2I'.Eco_.
lo? ~ne otro rég!:!neJl._P91fu~0de. .la verdad, Su criterio está en la transparencia.
\J:QdQ en la colonia es muy simule. Tan simple como la sentenciaa m.uerte Allí en las pupilas del inspector central que, como el Blow. up de Antonioni,
de los vencidos en la guerra civil españ¿¡a queños'reláiaSartre-eñ"E{muro. En amplía las fotografías. E!L&!'anQptico el lugar de la verdad es el lugardonde
una mesa cuatro funcionarios preguntan al prisionero su nombre y su profe- todo_~y.~~!n _~eLvisto, según el. mérito que le.flt:dl:J}!Y!!-ª~nth~: "Los delitos
sión. La mayoría de las veces no iban más lejos. Vueltos al corredor, el prisio- serán conocidos en el acto mismo en que s~-ªn_comeji<:lº~ elacusado;~l.3cusa··
nero pregunta al guardia: d;~,lo¿testigos, los fu-e~es, todº-~éstán :pres~l}tes,_y_etp,r9_cesº_,l~j¡!)nte.iiCfi-
u_¿ Y ahora? y -la_~j~C2uEiónde..iUa uede.n ';erifi~~se SID pg:gpit.a.f.iQJ.:LY siI!i!1j~sticias ~
el fnt~rvalo d~.a1gunos rninutos'L!
iEntre un h!_~hQX~l_~j.<?"que2.igil~rJ9 _~2.IE2E~e.E..~~~ne ~g~ ~xi-4~ÍI1~ m.ej~.r
~ Elhecho desliza en ~l ojoJAsumA.t2ta,.I_c!e.Jl.uj~~scJf.rado . .t.lI?J<J ilUI!:i=-_
6 F_ Kafka, En la colonia penitenciaria, Barcelona, Editorial Labor, 1976, con materiales
na todas las instanEia.s que .h•.acen íncognoscíble ..al.hecho...-1
de Klaus Wagenbach. De acuerdo con el texto, Kafka tenía conocimiento, por haber esta-
do en 1911 en una conmemoración de la Comuna de París, de la deportación de los Mérito de lo visible que permite a Bentham corroborar, esta vez a nivel tec-
Comunards a Nueva Caledonia, como también de la Isla del Diablo por el affaire Dreyfus. nológico, la tesis ..Beccaria sobre el incremento de la disuasión no con la severi-
Entre otras fuentes de inspiración para el cuento de Kafka se citan El jatdin de los tor- dad de la pena, sino con la certeza del descubrimento y condena: "Las penas
mentos de Octave Mirabeau, El Alcorque y el péndulo de Edgar A. Poe, La Isla de Ellis, de pueden ser tanto menos severas cuanto mayor es su certidumbre, y esta misma
Arthur Holitscher y el citado Léxico del tormento de E. A. Rauter.·
Sobre el manejo del espacio en Kafka y, en especial en el tribunal de El Proceso ver certidumbre hará muy raros los delitos".
Gesine Frey, Der Raum und die Figuren in Franz Kafkas Roman "Der Prozess", Marburg, Lo visible tiene también otros méritos rnúltíples, aunque Bentham 19.:3)1'013.
Elwert Verlag, 1969. "Patio interior del edificio del Tribunal" y "La escalera del edificio", ventajas éOfaterale~11:reñCia~- por ejemplo, d~ío .lleoé~r!.~ en..~ ~
p.49-51. yenOtrOSfecÍ.!!t~~2 el! ~l PanS.Rtico.1!Q.se~puedell.cometeUlI21trarie<1ad..§s.9t:L
• La.relación entre la justicia.y el deseo enKafka ha sido puntualizada por Gilles Deleuze
en Kafka, pour.une littératúre mineure, París, Minuit, 1966. Véase ai 'respé()to~"-'Del¡mze, .._...., ..p.ersQI)¡¡J.~t12~t!.lJJ.O,pues los subm.spectores ~Se!L~j~t~~la ¿nl~n~ ~s-.;:.'::-::;.~
de una lógica del sentido a una lógica del deseo", de Tomás Abraharn en Revista Argentina
de Psicologia Ne 25.
7 Jean Paul Sartre, El muro, Buenos Aires, Losada, 1978, p. 20.

138 139
/ \ ¡\ r\)', '
.

LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

~ción~qu~_10,LP1~S, de-c~~!a_que D-ªd-ª-p~~li§n.hacerJlu~_v~!!!~ el carcelero ~tá l?re~r~~o e3!~recibir, se pueden establef~ vi~~¡¡~..8!p- hora
,.íor jefe._Los ojos de éste están en todas partes y allí no cabe ni tiranía subalter- fija de un individuo. alternativo del tribunal o de diputados.que asistirían a las
_ na, ni J1!altratos secretos-:-Xamp()co los presos pueden injuriara los guardiall---e8, éomidas (le'-Íos-presos, visitarían sus ropas, camas y encierros, cuidarían de la
COlÜO ,gue se consigue'!"!efectos gramaticales y jurídicos: el idioma se cultiva, limpieza, darían noticia al magistrado de las quejas fundadas, los sostendrían
decrecen los delitos y se previenen las faltas recíprocas. El~.sIDta~ p~icoJí.na: en sus miserias y velarían incluso por la inversión beneficiosa del producto de
lítico es claro: las pulsiones, agresiones y energías motrices se absorben en la: su trabajo. Los viaj~J:9s,los curiosos, los amigos, los parientes, en un nivel, son
mejor dirección de las o_rae-llinzas Y reglamentos; natura 'rota en cultura, los· _exactament~eso:-..viajeros, curiosos, amigos, parientes, individuos. Pero en el
hipoinsultos son el espejo y la medida del Superego. Los detenidos pierdenla • Pan óptico no hay lugar para las tautologías. A nivel de transparencia la mirada
mirada y la voz, pero c0I!.servanl<!. yoz del inconciente. En el Panóptico, todo lo ,_. Jle-estosrndiViduos es una mirada "colectiva":ES1il'iilliadii- y el co·ñtrol 4.bli-
resuelve la. !eol()gía._La,JransQaren~iª~sJ,ukyYaz"-El Panóptico, una Arcadia ~ m~llsible de.la sociedad contractual. 'Esef úriIn1ó punto-¡fe la subor-:-
universal del Versohnung. dinación interior: Jos eJl1..P~~s se ~!ljetaIL-ª-laautoridad del jefe, .eljefe.mismo,
Con este establecimiento desaparece, asimismo, la natural repugnancia de .a.los.ojos.del.público "y pl:lp_lic!dades la primera dejas fianzas, ella lo perfec-
los jueces y magistrados a visitar las cárceles, repugnancia originada en 'el coñ-' ciona todo, y éste .~~ el mejor medio de poner en acción.todos los.motivos
traste entre la infección y fetidez de esas "mansiones" y el buen gusto ),"la ffiQIares::s tcdos.los recursos intelectuales para que se cumpla conel grande
.inglesa elegancia de su vida ordinaria. En elPanóptíco, como en los navíos qQj~ de la instituc19!1':, Esla gEn~Q.misiQ.n...<!el público y su Qpi,nK).n.ª-la..9.~~_
de Cook, no _hay margen para el desaseo y la contaminación ambiental. El el Il1!!Pinism.o_confiaba la perfección de los establecimientos sujetos a_su yigi-.
Panóptico es un edificio de abluciones perpetuas, sin detritus'[ lina_cons!!:!Íc- lancia 'j penetraciónJº-que -detrás de estas visitas- está en juegc.El p,aJlQpJi:......
ción moral y ecológica, ascética y ascéptica., ¿Con la luz, de dónde podía CQ" una Arcadia universal de la opinión pública.
venir la infección y cuánto podía durar? El Panóptico, una Arcadia universal El mismo principio de inspección es el que asegura la casa contra las tentati-
del partido Verde. vas internas y los ataques hostiles de afuera. En el interior, todo, una miríada
Instalados los jueces en el Panóptico, ya no será necesario abrir cuarto por de detalles está dibujada para la seguridad: el aislamiento de la torre central, las
cuarto, repetir las mismas preguntas a los habiiarites de cada celda, consumir formas de las celdas, los pasos estrechos, la individualización, clasificación y
díasen y~r un limitado número de, ellos. Ya no cabe prevenir yamenazar a los' distribución de }9.,spresos en compañías formadas por conveniencias morales,
.presos, ni dictarles las respuestas. Ya no hay tiempo para disimular ~l verdadero de modo que nada permita una sociedad general y confusa donde pudiera bro-
estado de cosas, arreglando y componiendo una celda. mientras se, examina la " tar la idea de la fuga o destruirse en un momento los bienes alcanzados. !§l Pa-
,_oj:ra. ¿Para qué abrir unos cuartos continuamente abiertos y patentes a la Vista? ~'-D.Ó.ptico no .JC.Suna cloaca de amontonamiento y acumulación. L!Lc:eld~~!_
Con la transparencia no hay lugar para el disimulo.EU'anóptico, una Arcadia \- , /' ....los hombres no son las de las mujeres, los jóvenes no van con los viejos, ni los
universal de la información. ' I l~drones con os as~§~:s,' o lo-S-Cféüd'6res con'-¡6sj:ieI!hcu~Eie!: ¿Qlúf ¿óñspr.-
Además de los jueces, habrá viajeros, curiosos, amigos y parientes de los pre- ',------- ración podría triunfar contra la individualización, la clasificación y la diversifi-
sos, conocidos del inspector que por diversos motivos vendrán a añadir fuerza ~~~I!?f',J')h))! •.}), ·-U)~·:l,
- -1
;j~.'_\'
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"(' J'~)'!2 c. .
0' - (- .
al principio saludable de la inspección y celarán a los jefes, como éstos a los '#'

._,- -, -- -----~ ._---


subalternos." En lugar de esa~ visitas pomposas, insignificantes y periódicas que

tes defienden esta práctica por razones diferentes, y por razones diferentes en casos di-
8, Entre los viajeros y curiosos que visitarían al Panóptico, no podrían quedar afuera los ferentes y en circunstancias diferentes ... " Recuérdese, al respecto, los ejemplos de
filosofos, en particular aquellos que como 1. Wittgenstein se preocuparon como Bentham Fouché y Saint Just.
por la arquitectura y quien no sólo construyó su propia casa en Viena sino que además Nietzsche puntualiza relaciones entre la arquitectura y la teoría del poder en El ocaso
mantuvo vínculos con el arquitecto Adolf Loos que Paul Engelmann puntualiza en Ludwi~ de los Dioses, Barcelona, Tusquet 1972, p. 71: "Los hombres poderosos han inspirado
wittgenstetn, Briefe und Begegnungen. Viena, ed. B:F. Mc. Guiness, 1970, p. 10 y ss. siempre a los arquitectos; la arquitectura ha estado siempre bajo la sugestión del poder. En
Wittgenstein se refirió al castigo en forma muy esporádica. En "Conversaciones sobre la construcción se aseguran el orgullo, la victoria sobre la pesantez, la voluntad de poder, la
Freud", incluido en Lecons et conversations, seguido de "Conferencia sobre la ética" París, arquitectura es una especie de elocuencia del poder en las formas, a ratos convincente,
Gallimard, 1971, tiene un pasaje en donde alude a las tesis retribucionista (en su forma de aduladora o simplemente imperativa".
la venganza) y utilitarista, y lo hace con un criterio muy similar al que he defendido antes Nietzsche, como se observa, apoya la relación en "la voluntad de poder", más que en
. b~~o en Foucault.,« sea su uso estratégico, .Qic~Wjttgenstein así: "Vea a título de'com-. -,,.:: ':,~"'" una teoría sobre el poder, como la.que Foucault atribuye a Bentharn o que en las carac-
a
paración este problerña: 'Por qué castigamos 10s crilninaIes?' ¿EipoÍ deseode venganza 1'>,•. =~ terísticas desti teoría de1-1,óder.••·El",párrafo=pareéer1a estar más'e'n con~ 'cO'ñ-'1aS"'g'f'[ti-
¿Es, pm;a.prevenir una rep,etición del crimen?' y asi seguido. La verdad es que no hay una des obras de la arquitectura que, como demostración de imperio, fueron tan caras a los
razon unica. Hay una practica establecida -el castigo de los criminales. Gentes diferen- regímenes totalitario s.

140 141
LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

Las rupturas y las discontinuidades en el control no son captadas por las ria, defendieron esta línea del castigo. Al seguirlos en la Memoria pudimos
lentes de los presos. Aunque la vigilancia no se actualice, en los hechos se les comprobar, sin embargo que, modulados por el principio de inspección, éstos
ha inducido una permanente visibilidad. ~ ha guitado, con ello, la idea ya no son los mismos. Ya no se conservan en estado puro. Que tienen diferen-
n:i~ma de, que p~eden no estar vigilados, se les quita ahora, y con igual prin- cias cualitativas no sólo con los propuestos por moralistas y filósofos encolum-
cipio, lfLJdea..JnlLma de una SlJbI;.~~i9J1--2-proyectq de eva~~~ ..;¿Para gu~ nados en la larga serie utilitarista, sino también con los desenvueltos por el
-!~a~ p~~y~~_t..?+-.s~~~~?~~ep~rc~~~_,1~_,ÍII!PQsibiUda~L<t~_$.i~~~7J;ILeL propio Bentham en sus escritos sobre la ley criminal de An introductton to
the principles of morals and legislation y otros textos. '
_!il!.e~~i~! _~'!..flOPtJCO:
la; obediencia es forzada ,SÍ!}Jl¿~_~z:~,La ~r.9-l!Hec~
10~,-~I]-~uc~~ una S21mI,slOnnatural y maquinal, El P~noptJco es una suma' LA! incorporar la tecnología, Bentham incrusta en la.P1"!§,!óJL~!la sola mirada
de mdu~~l -----" ._--- . gue transforma todo el aparato en único campo de sensaciones. El efectOdees-
Una fortificación da a la plaza la seguridad exterior y la fuerza contra to e~lLc1"eakiQn_(k,uñalÍiáquIiúic~iía:? dé"sQsteger 'un poder independiente del'-
"una insurrección momentánea y contra un movimiento popular; sin ha- q!l~l~~je~,~. LQs portadores de este poder, los trdger, sordos propios deteill:
cer de ella una fortaleza peligrosa podrá resistir a todo como no sea el ca- dos envueltos en una relación de dÜminio que ellos mismos trañsiníféf . irúihf:
'------- ,."-' '9" " ,," "" - -' " '
ñón", plican y reproducen. _Q~~se extienga a todo el cuerpo sócüi(pero no
El, filántropo sabe que "las clases peligrosas" poblarán el Panóptico y ~~jºl-ªJ~l!1-ª_d~Ja represión del antiguo régimen poUÜc~ o (le-fa cªlonia perii::-
estarán afuera de él. Para resistir contra este enemigo común de adentro o tencíaría, sinoª~l~ gestión, no conlos procedimientos de .exclusíón SInO de
afuera, nada mejor, cuando el ojo no alcanza, que acudir a la más precursora normalización, ~e_.a3uí el proyecto políti<:p de una nueva sociedad, 'de l~ que
aplicación del principio de subsidiaridad. las pedagógicas indicaciones del el novumde c~tr~l,Qef,Pañóptico~fue: aunque fallido, su mejor sfmbolo. Es
arte militar. ésta la tesis defendida por Michel Foucault en Vigilar y Castigarl en la que
~ .fortlfic~~i~D3S ,el ~~dio or.diEar!()d~_resguardo de los establecimientos incluyo el siguiente resultado teórico: al incorporar la tecnología a su discurso
C.~.!:.~~lanos;.
mas si el.!'~nóptic9_~ hizo, .sehizo para agregar e iririovar:-Á1frente utilitarista Bentham produce un corrimiento de éste no advertido por la inter-
de la entrada, ya lo largo del camino real, se'Incorpora la novedad benthamita: pretación tradicional benthamita. C.oJL!~L~llóptico, Bmthamdesplazasu dis-
una muralla de protección que ~!!ve de _apoyo a los que estando en esa casa curs~~_IE~rco ge~L~tilit~r!~a y d~~prop.io dis_cu~soy'Rrgdüéi-i!nrÍi'Q-;'
ª!ac~da_~uis~er~n pas~i sin mezclarse'~)1his hostilidades'. (No h~yqu~-;;~esgar vi@~nto_-ª~_.!edefuJ.i<;Jón,o_reinterp¡;~taciÓn...enJérminos de" una,JS:_QdLO,eL
una ca~Icena inconsiderada ni castigar al inocente con el culpable.) poder. El Panóptícomas el discursoutilitaristano es la simple conj],mción de la
~!!~l!lPOS de guerra, el Panóptico .es un bunker donde los bien intencio- p§ctica con la teoría. No lo es, al menos en el sentido del agregado de una
E~d_os ~ .n~ b~~~erall~es pued_~I1.,ajenos al conflicto, pasear al -abrig;-d~J ¿~~ tecnología a un discurso teórico en el que la primera obraría como el ejemplar
mento,~,S)fiJ~ m~sI?~Jinez~ y tranquilidad con la que jugaban. al tenis y.pa- empírico del segundo, o como una propuesta de aplicación práctica que deja
seaban en S~)ardlñ 'los Finzi Contini," .. en tiemp~<!.u~~"-_ intangible a-ese discurso en su óptica doctrinaria oficial.
lJ:rQ,.qUlen, se atrevería nunca a atacar la prisión si toda la construcción es \m Panóptico ~~JJJUlparato_materi-ªl, pero también una máquina espiritual,
~,~á3ujn~ de. inducir que no habrá triunfos .en ;CatAql!e, q~~-i9s-aieñtados _una herramien_~ lógica~Pllra entenderla estIucJ)l:raj~ar. ',' ,~--"
~~!..I!l¡:>2:.a_~!i.(;~,b.l~~.
LQs..m,s.t~J!l.!!lt().sd_el_PaI2~pticoson como los d-~-i;;-T~sti~ CEn la c~sición de este enrejado de inteligibilidad intervienen dos fra\::..
j:!.? En tanto no Junt~n la imprudencia a la ,c::r!l.eldad,'desalientan a-los aes- -CÍ..OlWl, Ya hemos VIsto la primera, el principio de inspección y las <;:ongi9sllies
tructcres la más remota audacia criminal. El Panóptico es un intensificadOr de su funcionamiento esencial: en la torre central se ve todo sin ser visto nun-
dejnducciones. Ye! haz de estas inducciones constituye ia,cl~Ye-éfe~s~';uto- ~ en las galerías, en la circunf~éncla -penfériéa,s'e;~~to si~rnpr; -si"ilvú'
maticidad. ,_ jamás. Así, visible e inverificable la máquina arquitectónica automatiza y
La segunda parte de la Memoria comienza con un recuento sumario de los .Jksinvidu~rpodeCErlé1~espaCió 'ciiéUIÚ:-üñ'oJo-úllié-ü,soHtario doñde
o,bjetos que según BenthéllJl, podían satisfacerse con esta institución automá- inunda la luz. ¿Peró7n qué otra cosa puede convertirse este principio sino en
tica, a saber. prevenír 191> delitos de los p.re_s9~,relrji?dQ~de1.mal_ejemj)lo, con- el juego onírico de un universo borgiano, el del Aleph, cuyo "centro está en
servar §uA.ecen.cla; salud J',lim~ie:?a,-que es parte de ella->, estor¡;;r sü' fug~:- todas partes y la circunferencia en ninguna"? En este punto del tiempo, aplica-
darles las instrucciones ne~e~anas, procurarles medios de subsistencia para su do al espacio donde están todo el pasado, todo el presente, todo el porvenir.
~Ierr:~odeJib.ert,!,d, hacerlesadquírir hábitos virtuosos, presef~;;rfes'2ie'tOdomáJ
ílegjtimo.jlarles todo el bien compatible con su situación.
~\ ",;; Son ,t0dos fm~del~~\Iro utilitarTimo y con una u otra' variante-'-réf'ori"2;~"~i,;;l,;¿,-~"",. -..~:,~Vl!~~E!P,IgJ-le~d.oa,la pant~a~?bre el fenómeno de l.o~i?te:~o,~~~}:~~\•qr~~~~~e;
. , ',,'" r"
-~:";,, •• y. ~~ .. - -e ,-~,- ",,=-,,'
- ,,' l; -, :.,' " ~ ~_."",',sé"lf~dores de 'las relacíonés de poder de la admmlstraclOn,'.51ende'<e~c'ó¡:¡:ea._~ ~ ~
ma,, prevencion
di' y fuerza educativa- pueden ser segmentos , de discurso de cual-• de transmisión las relaciones comerciales,es el del filme germánicoE/ proceso de bruta-
q~~_~_o~_p~n~,ado~~e, des~.e Platón en adelante ya lo largo de la histo- lización de Blun. (Die Verrohung des Franz Blum}.

143
LA PROBLEMA T!C'A DEL CASTIGO
\ EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

En el punto donde convergen todos los puntos. En ese microcosmos metafí- to, en la Biblioteca de Santos, Borges atribuye a Pedro Henriquez Ureña. al
sico donde, sin confundirse, están todas las conductas y todos los lugares del finalizar su relato: el espejo de Iskandar Zu Karnayn o Alejandro Bico~e
orbe, vistos desde todos los ángulos. Allí, en ese sótano donde Borges puede de Macedonia con su cristal reflejando el mundo entero, la séptuple copla de
decir: "Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de Kai Josrú, el espejo que Tarik Benzeyad encontró en una torre (1001 Noches,
América ... vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mi como en un 272), el espejo que Luciano de Samosata pudo examinar en la luna, la lanza
espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó ... " En ese punto especular que el primer libro del Satyricon asigna a Júpiter, el espejo Univer-
donde Bentham puede contestar igual que él la pregunta ¿pero, no es muy sal de Merlin, redondo y hueco y semejante a un mundo de vidrio.
oscuro el sótano?, diciendo: "La verdad no penetra en un entendimiento Mas Borges (como Bentham) conoce que estos Aleph, además del defecto
rebelde. Si todos los lugares de la tierra están en el Panóptico, ahí estarán de no existir, son meros instrumentos de óptica y lo busca en una disposi-
todas las luminarias, todas las lámparas, todos los veneros de luz". ción de las piedras; en la mezquita de Arnr, en el Cairo, cuyos fieles saben
En qué otra cosa se puede convertir el Panóptico, si no fuese que Bentham, muy bien que el unvierso está en el interior de una de las columnas que rodean
a diferencia de Borges, soñara ~n. cosas más concretas, soñara por ejemplo el patio central. Borges recuerda las curiosas palabras de Abenjaldún: "La
con la economía. Es la economía, en efecto, -lo que Bentham llama regla de mezquita data del siglo VII; las columnas proceden de otros templos de reli-
economía y principio de administración=, la segunda fracción del enrejado de· giones anteislárnicas, pues como ha escrito Abenjaldún: "En las repúblicas
inteligibilidad que convierte al Panóptico en modelo de la sociedad. fundadas por nómadas, es indispensable el concurso de forasteros para todo
Del mismo modo que en el caso del principio de inspección, veamos como lo que sea albañilería". Y termina preguntando: "¿Existe ese Aleph en lo ínti-
funciona este 'principio en ~I!!emoria. mo de una piedra?".
Qué mejor que contestarle: ... Sí. ¡Existe! Es~ptico, lln templo de
..religión_utilitarista,.-yl§!]IDyjkntha!!Lel albañil muY.lnWs dLuna .J~p.úblicq_
3. ElPrincipio de economía. El proble~a de l~p.~!'!.~~~.y.
el trn~o al ~trial fundada or no nómad<!s. Porque, en última instancia, la idea -exp
proye~arseeIP~óptico~._ . presada por Borges en el "Biathanatos" de Otras Inquisiciones-: "de un Dios
__ 1\1.-ªnalizar 'los planes fuue se hacen en s"Uépoca-para liCleJpJ1l1a_d~crr:- que fabrica el Universo para fabricar su patíbulo", ¿no es, acaso, el reverso de
la idea de Bentham que fabrica su prisión para fabricar su Dios? ,/
',.\, ,~le~ B~s crit~cq'~ coñsi~J.~ derectuoSQ§..piUíQ.Lmotivos=Illi.~~~I),;"
v;;,:(1.I}.J.;AJ:ran..ublCaClO!l~!l.IQs
__siguientes ..\¿arriles: a) p-or exceso de severidad e indulgen- Es sabido, no obstante, que este Dios no es extraterreno. Este Dios es el
( '" ~).,))Gf.-exageración enJQ.s..gastos. En el primer caso, está lp;.,que Bentham ~ercantifumQ_q]J.~...sc.IU1Jnueva fase fabril penetraen el Panóp~uy';~@-=
\. W":ll
'~am~' am~ ~e.ver- d.L h_m:~¡¡lJU
id ao, laI1Jl~nte y_QR~rª_cºmo corrector de .las aristas .más especulatívas.delpríncipjo
~:.
\'I,.l.~h ,.l"
, en e1 segun d o, Io que TI ama '~(J. deber de_ec.Q:
~u. _ !!Q..I!!1~ . Bentham atnbuye a estos defectos el que esos planes se hayan malo- de vigi!ancia. Lo hace combinado con el deber de humanidad, bajo el título de
grado, y pr~20ne re las par'h-evitaLt-ale-s;,e.r-f€)f.es.i\~ l'.' PLn.u..Q..,,,3 \.\.o;C'.l\ \.J..\)l~~i ,c.d.-o regla de economía,' en un' marco que excedé largamente el fin anunciado por
Todo lo que Bentham dice al desarrollar estas reglas y tratar estos temas Bentham de "reducción de costos" en su referida crítica a los planes de refor-
es sumamente relevante para comprender su proyecto ya que, al transportar ma carcelaria.
esas reglas el principio de economia, se evita el riesgo de aislamiento del prin- Bentham desarrolla tr~.L!<f.glªs:reglª_A~ulzura,~gla de severidad y regla
cipio de inspección en una nube de abstracciones. J.a originalidad del sistema de economía. ---
~aJIL. por el contrario, cQmiste e.tLP-r~miciar~JmcturéLq.lle. •...
a.J.!E- .1,'Ln~gradedl!LzuL'!..\lic~que l~.cºI}.d~!Q!1ord~a de un reso condenado a
vés de la articulacióJLd~.'yigil~nc@..Y.~kQnoTlJí.a, fuese capaz Jle._p.LO.ducirel .un trabajQ.íoIzadQ_p_oJ.lª-IgQ tie!!!PSLn-º---debe_~.stacacQillP-ª-ij<!<i!.iI~ malos...!!.!!-
'~tipo hum_~' requerido _ROLla_socie.dad._glohal: el.jrabajadoriasalariadc, tamientos corporales, pemiciqsos o peligrosos para S!Lvi<l.'!º-s~]Jd~_ ¿Qué
LEI principio de economía no d_~2Jaza el princiPi9 de in~~cióIl;jo ir¡te- necesidad existe de rigores absolutamente perdidos para el objeto de las penas?
g!~~E..:m disI:'0sit}~~.do!1i~ g~~lmente . va adquiriendQ...!J:@Y..2Lc<2!lP:~ción. APli990S en el secreto <i5!~~J..p.o_servirá_n~d.e_~j§mplo_y> al.eX:PQI1eIJL
Resaltar desde un punto de vista general el principio de economía, o sea viaa deJ.()~ Ilre.~.s...enla prolong~~i.§!!~~Uiempº_,.Mllliyale.n_a._un-ª-p~r¡a9l,Rital
hacerlo antes de entrar en el detalle de este dispositivo -en el cual el trabajo disimulada en su nombre:- -:J .
es también tramo calificador- es pues muy importante, Y nada mejor para ello, . -Deesté' modo-, la regla de dulzura parece una pura ex resió del deber de
a riesgo de insistencia, que reiterar las analogías del Panóptico con el mundo humanidad. Sin embargo, humarudad y economía, razón e interés económico,
de Borges a fin de que esa importancia surja espontáneamente por contraste están en Bentham íntimamente imbricados: "El principio general -dice- es el
oon las ficciones del principió-de if¡s¡1éG~iófu.üsla.dó:··,~ - ,;, ..\-~:.' , .:"'.... """"1:;: --:~', ~~I2ªIa....aseg1!:ar.~ " ~les ,·de,,;J.¡¡~,@i,<iad •. Y11os~ .:.e.~eC;-~ilwníá,;;:
Como simple resultado lumínico, nada más justo, en efecto, que incorpo- De-ªh.!...gue la re~<: ~~ dulzu!~~IlCll~Dt&SU contrapartida en la regla de ..seve-
rar el Panóptico a la lista de candidatos de posibles Aleph, cuyo descubrimien- ~~egún la cu~Jas.~.diciones int~_mas._dLIL'Óda ~ los presos, las moda-

144 145
LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO
EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

lidades en su tratamiento y la organización de su actividad laboral quedaban


condJclOnadasj)OLlQ~- fac!or iIi12~esto desde él exterior: ñopodíad~~r me~- preso ~eb~ concedérsele como su consuelo y un placer, y efectivamente es dul-
severas que las qu.e re~l~~a.~~~ condícíones de vida libre. La regla diceque,a .ce en SI.nnsma c_omp.ar-ªdª-º-o1!J-ª-.9~i.osid~djºI~adaJ.~~~to le da un dO:
salvo los miramientos debidos al bienestar físico, el preso que sufre la pena para ble-sabor, El t:ab.ajo, p-adr~ de la riqueza: el. trabajo es eLma~JUos bie-
nes ... ¿por que Rmta.rlLcomo una maldici.Qn?""
delitos "que casi siempre se cometen por individuos de la clase más pobre, no
debe gozar de una condición mejor que la de los individuos de la misma clase al o. más de cuare.!!..!.?años~sPJ:.l!s~.pEmer e!.CL~eI].a
d~IRanóptico_-tra-
que viven en estado de inocencia y libertad". zado pnrnero, e,n 1791 en Rusia, por un hombre muyducho enartes mecáni-
La r~la de s.e.Y.eridad_~~sencial. El proletariado ("los individuos de la clase cas, su hermano Saml!~ Benth,am- León Faucher comienza su libro D~'ia·r¿-
más baja") provee .!TI-ªY..9~~nte Ja población penal. Si se ofreciese a.uru; . forme ~es f..nsons ~;ciendo notar que ~l sistema. p-enitencj¡¡~io~iLo.~p.\lejI~'·~~~·
concebido a. p~<:m por ser una inducción de} estado ~oº-aJ, y logra dar forma
tr~baiador, enJ~cÉcel (trabajo forzadO) una situación mejor que en su "con-
d~ció~_o!.~~~a en el e~a~q_<l~m2.~íi:Cia" (trabajo libre ásaJ.a.ri-ªdQ),_s.ería.unL. exact'!-ª ..l!-I},ª-
frase que parece ser la continuación.natural, de la .transcripta de
tentación qu_e liaría pe.!d~ eL car-ª~te~de intimidación a la pena. ¿Tentación_ B,entham, y e.nJ'!..que está todo lo expreso y lo latente desuespíritu ¡¡rquite~-
para quién? Para "los hombres flacos y desgraciados", responde Bentham. tonic?: "EU.rªb-ªjo~debe ser la religión delas prisiones, Una sociedad maquína
~e~ql!.:..~t.~qnd~nado se sienta en Ia ppsj{ln!llá.s m--ªLque.~n_sll º-ag~ !1ec~a del2.s..E!~dJosde reforma puram~n!.e..m~.cánisos".!~ .
memo de desactivar el aUcien1~~Jielin ujI:..;Peroel Panóptico no es una sim le' ELpJan~qrigip& de S~a~u.el_era.,precisamente, eIde UIl~ gr'!ll ~ª~'!
12ª@..2~!_
i!1stiiu~ióñ' pro correctione. _Es un modelo de()~~~~!ón s-odal-;-porJQJil!e [a Q.c~ ad~ or _workmen, ,dISpUeS!osde manera de quedar.sujetos.,a constante
interconexión en su interior de eC'ofiomíaYllumanidad -eL1ip-o de xincuio en- _~~ilan9a., El paso del reg~en. manufacturero al de las grandes.fábricas yja-;
tre lo ue Ben.tham llama reglas de dulzura, de.severidad .y_ econºmí~- tiene ll;:es habIaplantead~ la necesidad de un cambio cualitativo en este pr.9J¿l~~,
. ue ha~se :E_ función .del cuadro de la socíedad.libre , Entre el Panóptic.o y. cOIno¡Io pone de relieve Foucault. En la manufactura, la vigilancia se hacíá'
desde el, ~xteriór con los inspectores encargados de aplicar los reglamentos.
la sociedad hay un continuum en que la articulación economía-humanídad esta
guiada-por el cometido -;;(; s610 d~ apartar, de excluir, siñó ·de.crear~pa;a la so- ~~ cuestIO~ era lo~ar ahora o.tro tipo que, a lo largo del proceso de produc-
ciedad el "tipo humano" requerido por su forma de producir. Si esto es así, cron recornese ~o solo lo refendo a la producción (materias primas, calidad de
se entiende fácilmente que el nivel de subsistencia, las condiciones laborales los productos) sino también la actividad, destreza y conducta de los hombres,
y el régimen de empleo asalariado, constituyan el techo de las condiciones de A medUiLq.u.LeLp.ro~ce,s.o~d~PIQduccjnn_sevaJ).ac~á~ comt'~jo, vigilar;
vida y situación de trabajo propuestas por el modelo benthamita. De ahí . pasa a fo.rrnar_p-ª.rre mte!lO~ante_~lLlºda.JLu ..duración.i'La vigilancia pasa a
que la disciplina tenga en el Panóptico una doble función: por un lado pro- __~eLun ope~r ec~n~~~. deci~i!,º, en la medida que es a la }fez una pieza
l!Ú~@~n_eLaparat9_dcpI.Oducción y un engranaje especificado" del poder
l~ngar la disci?lina social en su forma abstracta, "la forma fábrica", o sea ser-
disciplinario" ..
vir de mecarusmo de entrenamiento y polea de transmisión de la disciplina
productiva del taller; por otro lado, evitar una ruptura del equilibrio entre la .E~:,:,- !~br!~a~.9Y~ ~Rar~~n JlJ~~j,etsiglo XVIII, Q.§ea en la época en que
disciplina general libre y la disciplina-castigo segregante en provecho de esta .euañQ!ID.ko es concebido">el modo técnico de advenir a esa especificación es
última, a fin de que sus razones de intimidación conserven valor. l~ _~~9n_~n zonas individualizantes con I~ªción a}a_scüáies la'árguiteciurá~
En su referencia al trabajo Bentharn lo señala expresamente con su lenguaje
tiene.qua.proveer un sistem<Lde_aislamiento_y,JocalizaciÓn" pero·
también de
ajuste de esa distribución a las exigencias del aparato productor. LiLarguitec-
peculiar, separando la disciplina-castigo de la disciplina-trabajo: ~Una falta que
tura está llamada ª-J!.aE.correlaci~n _entre la forma de,jisJribuciQf! ~acial de
debe decirse porque es común, es imaginar que se debe condenar a los presos
a ciertos trabajos rudos y penosos frecuentemente inútiles, sólo por fatigarles. ~te aparato y_las formas de actividad en su interior, de acuerdo con 1;ubica-
Howard habla de un carcelero que había hecho un montón de piedras en un ción ~e.los .puestos: "Recor~endo el pasillo central del talle~ es pos'ibi;;'ejercer
extremo ,del patio de la cárcel, y mandaba a los presos llevarlas al otro extremo; u,~a vigilancia gener~l e individual a la vez; comprobar la presencia y la aplica-
después necesitaban volverlas a su primer lugar, y así continuaba todo el día. cien del derecho aSI como la calidad de su trabajo; comparar a los o breros en-
Cuando se le preguntó el objeto de esta graciosa industria, dijo que era por ha- tre sí, clasificarlos según su habilidad y rapidez, y seguir los estadios sucesi-
cer rabiar a todos aquellos pícaros. vos de la fabricación. Todas estas disposiciones en serie forman un cuadricu-
E~ una imprudencia muy funesta la de hacer odioso el trabajo, presentar en lado permanente en el que se aclaran las confusiones: es decir que la pro-
él un espantajo a los delincuentes e imprirnirle una especie de infamia. El ho-
rror de una prisíón=notdebe recaercsobre la.ídeazdel tr.abajo sino sobre la seve-
ridad de la disciplina, sobre un vestido humillant~: ~Q~re un alimento grosero,
..
'.
10 Ver las. citas de ~e?n Fa~cher en Vigilary ~astigar, México, Siglo XXI, 1966, p.p. 14 Y
252: ~ ~ssD?~~uu:,co~¡e~ ?~ ~A~e ertP':.~ucontribución citada "La Invención,
peníténciaria: la experiencia de los EE.UU. en la primera mitad del siglo XIX" consignan-
sobre la privación de la 1ibertad.'\La ocupación en vez de ser un castigo
------..,,~ para el
... -,---- ....-. do la frase de Faucher como epígrafe. Pavarini M. y Melossi D Cárcel y fábrica México
Siglo XXI, 1980. ' ' "

146
147
LA PROBLE!VlATICA DEL CASTIGO ,/ EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAlV!

...
';.~j

ducción se divide y el proceso de trabajo se articula por una parte según sus de "la clase más pobre",ya su h~~o Samuel diseñar originariamente el
fases, sus estadios y sus operaciones elementales, y por otra, según los indi- .~anóptjco p.anÚrab~a ores gu~deJ¿íªn ser su'et9s a constante vigilancia. Cuáñ"
viduos que lo efectúan: los cuerpos singulares que a él se aplican. Cada varia- do Jeremy tropieza con la idea de su heI1D@~ hace en un momentOñiiJy-
ble de esta fuerza -vigor, rapidez, habilidad, constancia- puede ser observa- particular. Aquel gu~, enel conjunto d~ reformas en qu~s~ habLa em12arcado,
da y por lo tanto caracterizada, apreciada, contabilizada, y referida a aquel dos de ellas atraían fuertemente sll atención. la reforma fllantrópica d~l~pri-
que es su agente particular. Rotulando así de manera perfectamente legible siones utgran..J~Jlla del pauperisrqo. El Panóptico es, en realidad, ~tproductó
toda la serie de los cuerpos singulares, la fuerza de trabajo puede analizarse de] entrecruc~~tos dos .erobl~!]1as.· --.
en unidades índívíduales".'! En The English Ütilitarian, leslie Stephen relata la historia del pauperismo
('Aislar y localizar son asimismo verbos del mecanismo Ranóptico cuya ar- en Inglaterra, la actitud de los utilitaristas a su respecto, y...rl..p.unto de inci·
. ticulación también aquí ~spond~_ en sl fQndo a_exigtmcj~ue, aunque bina-" dencia de este probiemª~~91J el de~la.reJQnna_c-ª-tc.elari_a_en_elJ~ªnóp.!i~g.Ste=-
rias, son del mismo..i~teréL en .las fábricas el proceso de produc~ión ~~ phen se documenta en un libro publicado en tres tomos por Frederick Morton
pan6ptico -la disciplina para la producción, la crel!ción_d~_hábitos de inserci2~ Eden a quien Bentham consideraba discípulo declarado y amigo de alta estima.
• . • •. ----- ----.-- 1
.de.sus cuerpos en el mismo sistema de.relaciones, El extenso título del libro que data de 1797, es muy expresivo en cuanto al
~L~gila!1G_ia es exhaustiva y_coextensiY¡LC_Qn~te_o[den. Aquí también ais- propósito que persigue: La Condición del PObré, o una Historia de las clases
lar y localizar es individualizar, e individualizar es definir en el trabajo el me- trabajadoras de Inglaterra desde la Conquista Normanda al presente periodo; en
dio de transformación penitenciaria y, en el aislamiento individualizado, definir la cual se considera particularmente su economia doméstica en relación a la
el medio de aprendizaje de ese trabajo. dieta, la vestimenta, combustible y vivienda; y los diversos planes que se han
~a ello hay que dispersar las malas consecuencias q,:~ provoca el reunir propuesto y adoptado para el socorro de los pobres.
en un ñUsrrí(;lugar3icondena4.o.,s~!nlifetent~s.-oillfel conglomerado sea una ELp..rim..~o de los volúmenes se remonta a dos centurias precedentes. La
- escuela de- delitos en la que los menos pervertidos se prefeccionarían en el ar- ...Q.ondiciónsocial del obre en el medioevo esco-;oci~a~ La::-p.Qbfezilt1~ ll~-
te de la maldad con las lecciones de los que tienen una larga práctica de ella, ~eligioso. Unaeconomía predomínantemente .agraria y 1<;1 produccJón-ª..r:
es ésto lo q~..2r~~n~_.e!. Panóptico dividiendo, c1asifica_nd9~ W_dividualizan- tesanal con el régimen de corporaciones y gremios (Zunft) secrejanjgpobreza,
~ -dQJos presos en diferentes clases ~egún el &~ád~ e ~uj~to,1~2erversLdad_q~ por fálta-ae m-.9Yili.!-.d_·s~i.,!-lc.2fI!9 un"::-fenó_meno.espontaneo .. e ·ne~.tab(e:-
manifiestap.,Jªs~señaJ.es-que deñ de arrepentímíentoy enmi~Il~Y- sgb.!D9.d.Q,
~su..a.pl!cación al__!Jªºajo.:'. Ya que bien poco inteligente e inaplicado sería el
inspector si, en poco tiempo, no conoce el carácter de sus presos lo suficiente
para combinarlos de tal manera que su asociación " ... resulte un freno natu-
--
~meE..0~bién ~s iusto.. pues la estratificación sogal refleja .el orden
divino. Socorrer a los pobres deviene así la ocasión para las instituciones ecle-
---- - - .
siásticas de ejercer la caridad y cumplir con los !lla~~ts~~. de laprovidencia.
·-.giflíL Eda<:J..:Mediá,el trabajador era considerado todavía como un siervo
- --

ral y un motivo de subordinación y de industria". Acorde con ello r-ecorde- y quien abandona la ciudad tratado como un f.ugÜÍY..Q. El vagabundo, sin embar-
mos ahora la definición del J>anóptico de Bentham\ en su carta a Brissot: A gO,_Jiediferenciaba del poor, del indigente. La ayuda eclesiástica al pobre, el
mill for grinding rogues honest, and idle men industrious. La ambigüedad _ poor-relief comienza a canalizarse muy incipientemente en la forma del horne-
semántica de las palabras inglesas mill traducible tanto por molino o fábrica, relief y brotan los gérmenes de lo que van -aser instltucioñesCci;;o las alm-
grind, traducible tanto para moler, pulir o gravar, oprimir, molestar, y rogue houses, las poorhouses, el household (la ayuda doméstica para los residentes en
traducible tanto por pícaro, bribón o vago, hace intercanjeable esta traduc- ~rroquias) muchas de las cuales habrán de convertirse en hospitales y
ción por la de ;'~para_trª-nsformar (molestando) bribones en ho- asilos para indigentes .sin r~curso.y' que cart:.cen, en su origen, de funCIÓn
nestos y ociosos-en-laborioso '. ¿Puede dudarse ahora e que, cualquiera segregativa. No hay todavía motivo de preocupación ·sociai. Ya están, por
fUerel~ducción preferida, la definición de Bentham no es un mero efecto cierto, delineadas las categorías del pobre-culpable (pauper) y pobre-ffiCUl-=-
de retórica? ¿Puede sorprendemos que esta definición haya sido comuni- pabTe(pooY);··pefo·-son -pobres, no clases marginales que _exigteZél_nfº~'!.sr
cada a quién unos diez años antes en su Théorie de lois .criminelles, 1781, generales punitivas de control sociaqCon el paso de la economía. agraria a la
decía: "No se logrará nada encerrando a los mendigos en unas .prisiones infectas .manufacturera la decadencia de las antiguas instituciones, se o era una
que son más bien cloacas; habrá que obligarlos a trabajar. Utilizarlos es el me- _ transformación La proletarización .délos 'c~!!1p~siEose~g_eñdramasas ~~~
jor medio de castigarlos" .12 zantes de tra..b.ajadores agncolasy 13:---------
------
llamada "fuga del campo":
- --
los
-
vag~bU:!1-
- ....,¡
Hemos visto hablar a Bentham, en esta regla ~ severidad, de los individuos . " ~ ,,~.J~-!Il~,;~p,lican en bandidos y ?~<i0Jero~-~~.$eí90~lli~A·ad ~ agri· ..
~_;?~ '?;~r~ ' _ .....;.~~ . ~ '. \_":
.. ~~J_ .••, •. ~.f.'""'"":" iiY. ~:._ .
;';:~-.'- _.ola.~I1..o_1!i-ª optar entre el vagabundaje o. la l~clpliña - ~jo ~ fL:.'
11 Michel Foucault, op. cit., p. 149. Empero, las dificultades de la absorción de mano de obra inunda e infecta de
12 Idem, p. 110: Brissot, Théorie de lois criminelles, 1781, TO 1, p. 258. malvivientes los caminos. -. ' . - .- ..
.....- - ---

148 149
LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

"1!

En 1601 el estatuto de.Elízabeth fija las líneas princiQales de una Poor-law, (law of settlement) ~a zanjar y dec!~~-ª qué parroquia perÉnece \!!LP_~>-br~ ..
d.e un sist~,m<Lde_asis.1~nQa~l~~~vía. es_ta.tajigeI!.t~, en el siglo.XV!!L G.l:1i1n:,_ En este controvertido contexto.i.Ia Jey se, transforma.de..ínmedíato en
do el trabajador deja de ser. siervo las institucionesreligiosas creadas para man- ~nruuiUUlg!o..L=que perdura hasta lamitad.del sig~_y_ en.Ia :~ás-
tener al pobre o auxiliar al mendigo, comienzan a desintegr?r~. ELéstatütO" in21),oftanteJuenle"A~ingre_sos_en Inglaterra para los abogados. Eden mencio-
ísabelíno les dauna nueva o¡)óitúnidad para que tramiten, canalicen y formulen" na un promedio de ganancias para'183·4, año en que se'-Jicta-la-ñueva poor-law
sus reclamos de vida en el contexto de sus reglas. E.Le.~ll.!ldam~j.~~s!¡¿ de doscientas mil a trescientas mil libras esterlinas. \La leyes criticada por
estatuto es la presunción de que cada hombre es un miembro de un limitado. Adam Smith como una violación de la libertad naturafY.la justi¿iª-:<fe:(;lar<Úl-
círculo .socíal, El áñibito' de 'pertenencia 'dei pobre es la ,P~lro·q~raj~CR~bie do qUUUllás d1Dé.!lJíAÍa'un li,orribre~pob~e cruzarloslímites artJfic@.l,y_;de .
corresponde a SU parroquia yson sus compañeros 'de parroquia quienes están" suparroquia que cruzaruna .. cordillera Q un brazo del mar. \Para SmithIa .
obligados a socorre¡Jos.J~Lq'4~~d¡¿scªr¡jS)" el rebelde, el masterless, pi~r:~.t.Su. leyseOponTá a la
libre contratación de la fuerzalaborale impFdúi"aJ hOJl1:
Iegítimo lugar comunitario y se convierte en una excrecencia en su propio' br~=-o~~' r§o(pie"cio'. Un personaje, el overseer, inspector contratado
_circulo~._" - ~ .-- - , . '" por las juntas parroquiales para verificar la real situación de trabajo del pau-
Deesta manera el vagabundo podía ser azotado, encarcelado o sometido aun per, se hace particularmente odioso, transformándose en un pequeño tirano
apenas, más graves como la horca (gallow l. En épocas agudas y de crisis no era- de las workhouses. A fin de complacer al sufragante de impuestos, el inspec-
difícil tropezar con largas mas de ahorcados sobre todo en los caminos y en tor tiende a despoblar la parroquia; para complacer, a su vez, a sus propios
las colonias penitenciarias, verdaderas reminiscencias de las columnas de escla- intereses, coloca a los trabajadores en las workhouses bajo el terror de un ru-
vos crucificados en la vía Appia durante la Roma consular. A veces se produ- fián (bully). Busca a cualquier costo disminuir las cargas a expensas de la mo-
cían revueltas pero carentes de todo contenido político. La ausencia de Es- ral y condición del pobre.
partaco tenía su contrapartida en el bandolerismo, los robos y los anárqui- ./"'0¿Pero en qué consiste la novedad de una workhouse para cuya construc-
cos incendios de sernbradfos y destrucción de máquinas. Sin embargo, no sien- ;ción Samuel Bentham diseñará el primitivo plan del Panóptico?
do la mayor parte criminales, los filántropos comienzan a sugerir medidas a <, 'Las workhouse~J.gc~n en eL§jgl9-J0'Jl, sien@JiLPr:tmera_~()nstruccióD.Jlli..
la Legislatura. 1676 obra.Q~_ .2.~!:..<?~f!1jE!~Jl9,ThornasFirmin, Supropósito es Pf.9Q9fº-i911JlJ
Conviene precisar la doble función de la parroquia porque es en ella donde tra.baj~ P2}2.,-laboti..~0 ma~ lJQX~ ~~o mediode atender su yiQil, .§inC.!-.S2:...
se van a suscitar bien pronto los conflictos. ~r un lado, I<!..Pj!1J.Q uia es el fu- mo proiuct~_Lj~~nale_s."Se autorizó ~111722.a las parroquias a ,erigir~!) iCJ.!..-
gar-riaturalAºiic!~_~Ú~,9.bIu?@ntea sus.1l.§cesiqades ydebe sersocorrido Pero ... ma pura o combinada workhouses, y hacer .la lista. de.aquellaspersonas queje ,
esto-'n'o·se-hace sin costo, y la parroquiase convierte en una \mid.'!.dA~sargas ~ehusaban a éntriu- én_eila-s. ¿Por qué hacer estas listas? Leamos la explicación
<i~coñ1!:ibuciones';-enIá-uni4ad .farmacia,_por las personas=-en si:!_mayo(~parte- e-;;-la contrí6iJción '-d'e Darío Melossi a Cárcel y fábrica. Los orígenes del sis-
p~queños comerciantes y agricultQres- en los que recae el gravamen .de soste- tema penitenciario.t" "Las condiciones tde VIda y' de 'trabajo en esas casas eran
nimiento7rate). C~ª-ají~q~~La,Jiene, pues un inteJés~g1!§!!!Í~_Q_.e~2egfif2 de tal naturaleza, que nadie, fuera de una extrema necesidad, aceptaba hacerse
,y_esto.anuncia conflicto de intereses.:-: internar en ellas. Las palabras de los mismos comisarios son claras en este sen-
~on el !.~!ll~n~'0!.~l payperisIllQ., seacrecientan las di[ic!!Itades_eson6n1Íc~~ tido: En una casa así, nadie entrará voluntariamente; el trabajo, el aislamiento
2.<?!...mul.!ip!icación nat~E~j~J::ls.famas. y _es fácil de e~nt§nd~.rquelos :''r:a~pa; y la disciplina aterrorizarán al indolente y al malvado, y nadie, si no se en-
yers" que form@-~~ j}l~taJvestry), procurenendosar los pobres de.su.parro-. cuentra en absoluta necesidad, obtendrá lo que necesita, pagando como precio
qlli~~~ÍI}as.~:_-! . la renuncia de la libertad de contratarse, por sí mismo, y del sacrificio de la gra-
La expulsión del que se ha convertido .en una dura carga adoptada en una tificación y de las prácticas habituales.
pairo-=q!lünjeñe'.c,oWP..fop~lato, en la vecina, la resistencia por. todo.los me- "El fin de la casa de trabajo, era una vez más forzar al pobre a ofrecerse a
~!a i~grad!?,Il,_d~._t~a~,~i.l!.d2r~s.En 1662 se dicta la Iey.deasentamíento , quienquiera que quisiera darle trabajo en las condiciones que fueran. Para eso
era necesario que la casa ofreciera, como modo de vivir, un nivel más bajo que
13 Compárese ia situación de las parroquías inglesas, con idénticos problemas de inmi-
el que podía ofrecer el trabajador libre del más bajo estrato social. El interna-
gración descriptos por Pavarini en su texto sobre los EE.UU. Véase asimismo Foucault. miento en la casa de trabajo actúa sobre el mercado, pero a diferencia de 10 que
Historie de la Folie, París, Gallirnard, 1972, p. 72. Dice un pasaje de este texto: "La iglesia pasaba antes, en que un sector de la producción funcionaba a un costo muy
ha tornado partido; y al hacerlo ha dividido el mundo cristiano de la miseria que el medio- bajo debido al trabajo comprimido, ahora debido al carácter de terror que com-
evo santificóen su totalidad. Habrá por un lacio la r~gi6n;¡g~1bienq ue es ~ de la pobreza :" ..:;; ~,-~_.~:. .._ -...•. ,~~_, •.... ,..+;~~j~;;">t~·k .. ~·i·._<~_·~_~r, _,;,~.
sometida y conforme al orden que se le propone, por' el otro;li regióndermal, es decir de
la pobreza insurnisa, que intenta escapar de este orden. La primera acepta el internamien-
to y encuentra aquí su reposo: la segunda lo rechaza, y en consecuencia lo merece". 14 Darío Melossi, op. cit .. p.60.

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

porta, el trabajador evita caer en las garras de la institución cueste 10 q~e le resultaban también familiares sus planes de reforma. Cuando Bentham
cueste." alude a él habla del amigo que vivió como un apóstol y murió como un már-
Es en este marco en que se plantean las objeciones levantadas por Defoe en tir" .15
Giving Alms no Charity, considerando a la workhouse una institución competi- En 1778, Blackstone con la ayuda de William Eden preparó la "Hard Labour
tiva con las industrias normales. Los abusos de los ratepayers, efectivamente, Bill" criticada por Bentham. La medida fue aprobada en 1779 y dispuso la
habían transformado el primitivo espíritu de caridad en beneficio para sus pro- creación de dos penitenciarias para alojar convictos, ya que el castigo habitual
pios bolsillos canjeando el empleo de trabajadores independientes con trabajo de la deportación a América había cesado con motivo de la guerra de la inde-
de mendigos e indigentes [beggars, rate-supported pauper), en condiciones que pendencia.
presionaban a la baja de la tasa de salarios libres. En el negocio de la pobreza Howard, encargado de llevar a cabo la erección, renunció por disidencias con
ya no concurren pues solamente lawyers y overseers, sino también ratepayers, otros comisionados, lo mismo que William Blackburn otro arquitecto contrata-
o sea el todo el orden social. do que gozaba de su confianza. Fue esa la oportunidad que vio Bentham para
Retornemos a la regla de la severidad del Panóptíco: "la clase más pobre no proponer el Panóptico transformando el primitivo plan de su hermano Samuel
debe gozar de una condición mejor que la de los individuos de la misma clase de una "workhouse" en una prisión. En 1792 propuso a Jorge III hacerse car-
que viven en estado de inocencia y de libertad". Bentham, vimos, la fundamen- go de mil convictos. Dos años más tarde el Parlamento aprobó un reglamento
ta como un medio de evitar la tentación de hombres ''flacos y desgraciados" a para adoptar su proyecto y Bentham consiguió recuperar parte del dinero in-
delinquir. En el contexto socio-económico en que escribe se echa de ver, vertido en modelos y planes de arquitectura elaborados, con la ayuda de Reve-
ahora, con más claridad el doble sentido de la disuasión en su discurso utilita- ley, a quien conociera en Constantinopla. Estos planes modificaron el primitivo
rista: que el Panóptico sea un medio de prevención general y, además, un meca- diseño de Samuel. ¿Por qué Bentham se apartó de él? Las workhouses habían
nismo de intimidación para que el pauper acepte el régimen de trabajo libre. fracasado en aportar una solución al problema y se les criticaba -como tam-
Pero se comprende también que, Bentham, guiado por sus ideales filantrópicos bién, a los planes de reforma- fundamentalmente el déficit de las administra-
y para evitar críticas como las de Defoe, haya acudido paralelamente a un jue- ciones locales en la gestión, el alto costo de la vigilancia y la escasa productivi-
go de equilibrio entre la regla de dulzura y la regla de severidad, juego en el que' dad del trabajo de los alojados, consecuencias, quizá, de los abusos de los kee-
el trabajo cumple un papel determinante. ,pers. Bentham se enfrenta con el problema de encontrar un sistema más econó-
Es, pues, en esta coyuntura signada por un estado histórico especial del pau- mico de administración y de aumentar la productividad del trabajo. Todo esto
perismo, cuando Bentharn propone su plan: de una categoría de socorro y cari- habrá de aparecer en el Panóptico.
dad, el pauperismo se había traneformado en un problema de control social Por esa época el crecimiento del pauperismo era motivo de alarma para el
en el que se leen tres pasos. De la ayuda y el socorro comunitario al pobre, gobierno y Bentharn, 'que había contribuído sobre el tema con Arl~ur Y.oupg
a la hostilidad intercomunitaria para desprenderse de él; de la hostilidad inter- en Annals of Agriculture, creía que el Panóptico era la panacea esperada en
comunitaria y reglas de asentamiento, a la explotación de la pobreza en la' los dos puntos de convergencia: the prisioner branch and the pauper branch.
prisión. Como institución segregante ésta aloja a delincuentes, pobres rebelo. En este sentido, lo presentaba como un sucedáneo o una salida alternativa
des (masterless) que no doblegan su resistencia a aceptar las condiciones libres para la fracasada Poor-law Bill de Pitt, criticada por Bentham en 1797.
de oferta laboral y lunatics. En realidad, este proceso de acumulación implica a Paralelamente, se había unido a su hermano Samuel en circunstancias en
los grupos más heterogéneos: deudores, paupers, pequeños infractores (felons), que éste trataba de lograr una máquina a vapor. Se les ocurrió entonces emplear
hombres, mujeres y niños, locos y criminales. Un mismo hilo de inteligibilidad convictos en lugar de vapor y combinar, de este modo, filantropía y negocios.
explica el uso común del castigo: han quedado fuera de los circuitos de la ¿Es posible suponer que Bentham pudiera prescindir de esta combinación
producción. en el régimen de explotación del Panóptico? En Bentham, lo sabemos, lo
Los keepers obtienen en algunas workhouses el arrendamiento del trabajo intelectual y lo práctico, la tecnología y el interés privado, las reformas polí-

de los detenidos (farm} y lucran en las prisiones a través de los mayores sub- tic as y los códigos, son, todos tramos de una misma racionalidad. Esta racio-
terfugíos: prolifera el negocio del licor, del juego [gambling}, de la provisión nalidad es el punto de unión de su visión iluminista y utilitarista del mundo.
abusiva de elementos a los presos que, convertidos en sus deudores directos, El Panóptico, su obra maestra de combinación. Veamos, pues, la regla de "eco-
multiplican el tiempo de su detención aún antes de la condena por el tribunal, nomía", en el texto benthamita que transporta esta combinación, y que al ~
de la exhibición de las rarezas de los lunático s a los visitantes por precio. _ . . •. . mismo tiempo intenta corregir los s~~alados defectos de las w._~r~~ouse.s"e z: ", ~~' •

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'.<üLas~cIíticas_deBoward sobre todos estos abusos, sus reiteradas denuncias eI!;': ~:_.=_.f",c_,,~
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su Esiiidó de lás-p~risiones en Inglaterra y Gales (1779) e Informe sobre los prin- 15 Leslie Stephen, The English Utilitarians, London. The London Schoo! of Economics
cipales lazareto s en Europa (l789) eran conocidas por Bentham, a quien and Political Science, 1950 Vol. 1, p. 105-106.

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LA PROBLEMA TICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

4. La regla de "economía" bia, y la novedad se borra; pero el interés pecuniario se hace más fuerte y más
ardiente con la edad" ,17
La importancia que la Memoria acuerda a la regIa de economía se aclara en
La creencia de Bentham en que la utilidad privada, el interés de los presos y
el cotejo que el texto hace entre ella y las otras dos regIas. Preservada la vida y
el público tienen una misma raíz está tan arraigada que afirma que el empresa-
el bienestar físico de los presos, la economía, dice, "debería ser una atención
rio se vería precisado a hacer en el Panóptico por su propia utilidad 10 que no
de primer orden en todo lo que concierne a la administración, de consiguiente
está dispuesto a emprender por la de las personas confiadas a él. Y, en reali-
ni por motivos de severidad se debe rechazar ganancia alguna, ni tampoco ad-
mitir gastos por motivo de indulgencia". dad, una recorrida de los pasajes de la Memoria sobre "la regla de economía"
en su sentido lato; es el medio más idóneo para corroborar la más perfecta
La Memoria usa la palabra "economía" en el sentido de reducción de gastos, concordancia entre este principio y los detalles relativos a las condiciones de
que, por lo demás, era uno de los problemas que el Panóptíco intentaba resol- vida interna, El caso del alimento, por ejemplo, no por colorido deja de ser ilus-
ver. Pero bien pronto gira este uso al significado más lato de regIas del sistema trativo de esa identificación de interés: El alimento debe ser el más común y el
de propiedad. Lo hace al formular la pregunta sobre cómo conseguir esa reduc- más barato que dé el país, Ninguna mezcla "porque no conviene escitar su
ción. El principio de vigilancia, con la limitación del número de inspectores al apetito", Pan, si el pan es el alimento más económico yagua por única b ebi-
ojo perfecto de uno sólo, era uno de los puntos extremos de respuesta. Si vi- da, "Pero el pan ya es un objeto de fabricación y la tierra nos da alimentos
gilar forma parte del proceso de producción, vigilar es parte, también, del pro- abundantísimos y muy sanos que no necesitan ser manufacturados, ¿es dé-
ceso de minimización de gastos. Pero ahora la respuesta se da en otro nivel, bil y degenerada la raza de los irlandeses que no comen más que patatas?, ¿el
en el que Bentham contesta corno el más puro teórico de la economía liberal: montañés de Escocia que no se alimenta sino con harina de habena es tímido en
Por qué medios conseguir la economía: "Por los mismos medios que la hacen la guerra?"
reinar en un obrador, o en una fábrica. Los establecimientos públicos están ex- Sin embargo, este pintoresco "pan yagua" mejor dicho "avena y agua" , de-
puestos á descuidos o á robos; pero los establecimientos particulares prosperan be dejarse de lado en un caso especial: aquel en que los presos pueden por su
bajo la custodia y vigilancia del interés personal, luego se debe á la vigilancia trabajo comprar alimentos más variados y sustanciosos conforme a la libertad
del interés personal la economía de las casas de penitencia". de contratar, "porque la mejor especulación aun para la eccnomía, es escitar
¿Qué papel le queda reservado al Gobierno, si es que le queda alguno?: la industria con una recompensa" .18
El de revisar las cuentas del empresario y obligarle a su publicidad. En materia de instrucción, toda casa de penitencia debe ser una escuela,
Dos son los sistemas entre los que se puede optar: a) la administración por subordinándose la educación al fin de la industria, El dibujo, es el ramo preferi-
contrato; b) la administración de confianza.l" En la primera el empresario se do por su carácter lucrativo, y los domingos que ofrecen un espacio vacío que
encarga de guardar y mantener los presos a tanto por cabeza y aplica la indus- llenar, nada mejor que volcarlos al cálculo presentando las "cuestiones que
tria y el trabajo de ellos en beneficio' personal, corno lo hace un maestro con desenvuelven los productos del comercio, de la agricultura, de la industria y del
los aprendices. En b), la administración está a cargo de una sola persona o de trabajo", Puesto que no hay maestro que tenga un interés tan grande como el
una junta oficial que hace los gastos a costa del público y pone en el erario los empresario en los progresos de sus discípulos, "si el jefe de una casa semejan-
productos del trabajo de los detenidos. te juntaba a una idea exacta de su interés una cierta medida de ardor y de inte-
ligencia, bien pronto hallaría su ganancia en desenvolver las diferentes capaci-
En el modo con que Bentham plantea las preguntas sobre estos sistemas,
dades de sus presos, y no podría hacer su bien particular sin hacer igualmente el
están contenidas las inevitables respuestas: ¿de quién se puede esperar celo y
de ellos",
vigilancia?, ¿del que tiene mucho interés en prosperar, o del que no tiene nin-
guno? "El amor al poder (que podía guiar la intervención oficial) está sujeto
a dormitar, el interés pecuniario nunca se duerme: el espíritu público se enti- 17 En cierta medida Bentham se aparta aquí de la manera en que define los placeres del
poder en An Introduction, en el cap, V, "Tipos de placer y dolor', NO 8, p. 44: "!--os
placeres del poder son placeres que acompañan la persuasión de un hombre que esta en
condiciones de disponer qué gen te - a través de sus esperanzas y tem ores- 1 e dan el ~e-
16 Pavarini, op. cit., enumera los principales sistemas de empleo de la fuerza de trabajo neficio de sus servicios: esto es por la esperanza de algún servicio, o por el miedo de algún
carcelario conocidos en EE.UU.: 1) public account; 2) contract; 3) piece·price; 4) lease; daño que él cuenta con la posibilidad de h acerles".
5) state-use, 6) public works, y describe sus características respectivas. Las principales
variables que hicieron predornínar un sistema sobre el otro-fueron: 1) la presión de la, 1,8.Los ei.~~S de este tipo se repíten.a lo laJ§.odela"Memoria, Un punto, "~conoIJ1Ía,",.,;"~~: ...."_.,
. - clase empr~sariaf;-'2),rr1é ISfe'ncia de las órgarJizaciom"tiliíTa "Cláseobrera; 3) las dificul- -'- --resu~ asenf'ajas que 'Bentham,'aú[buÍá a su' pr"OyéCtoen este aspectó:~eéláas'-C'dn::tli'&r~"~'"'""- ~"<"',,;
tades económicas; 4) la emergencia de actitudes pretendidamente filantrópicas y huma- sas funciones, allOIIO de medidas como paredes gruesas, por la imposibilidad de abrir bre-
nitarias que querían consolidar la naturaleza reeducativa y medicinal de las cárceles. chas; disminución asombrosa del número de empleados, etcétera,

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE JEREMY BENTHAM

Que al ocuparse del trabajo Bentham consuma y da término perfecto al En el Panóptico el ojo del inspector está oculto; el ojo del encarcelado en
proceso de transformación del valor medieval y religioso de la pobreza mután- Cherry HilI.
dolo en el laico, utilitarista y de deber principal del régimen asalariado, se per- Contra Cherry Hill, Bentham escribe en humanista y empresario: "La sole-
cibe confrontando los matices que introducen las normas de confinamiento dad absoluta, tan contraria a la justicia y a la humanidad, cuando se hace de
del Pan óptico en relación al llamado separate system llevado a la práctica por ella un estado permanente, es también por fortuna combatida por las más fuer-
los cuáqueros en Walnut Street, y al solitary confinement del sistema penitencia- tes razones de economía, porque exige un gasto enorme de edificios: dobla
rio de Filadelfia de Cherry Hill. los gastos para alumbrar, conservar la limpieza y renovar el aire, y limita la
En el conocido modelo de cárcel de Walnut Street las notas más decisivas elección de los trabajos estrechando demasiado la extensión de las celdas, y
que componen la estructura de la pena son la afirmación de su contenido excluyendo las profesiones que exigen la reunión de dos o más trabajadores" .
ético-religioso: aislamiento celular, aunque sin confinamiento total, obligación Economía y humanidad, filantropía e interés definen el proyecto del Pa-
de silencio, meditación, oración. En este sistema revive, en cierta medida, el nóptico. No deja de ser parte de la historia del Panóptico que la ubicación de
ergastulum, la forma canónica de cárcel donde el trabajo no es dato de la estas dos últimas cualidades por parte de Bentham en cabeza propia y de su
realidad. No es dato, no en el sentido de que el trabajo no exista. En realidad, hermano haya sellado la suerte negativa de su proyecto.
el sistema, que reproduce el modelo de Gante y de Gloucester, exige ocupa- En 1799 Bentham adquirió un fundo en Millbank que consideró apropia-
ción constante de los presos y trabajo obligatorio en los talleres, pero su pa- do para la construcción.
pel es más bien la financiación de la prisión y la reinserción del preso en el En 1811 un comité oficial designado para informar sobre el proyecto y la
mundo de la virtud. El individuo está sometido a la soledad y la reflexión y oferta de los Bentham de constituirse en los empresarios privados de la ad-
de acuerdo con el primer informe de los inspectores de esta prisíóri'" los ministración del Panóptico, hizo notar con mucha elegancia para no herir
cuidados espirituales son el objeto determinante: "Se suministran Biblias y susceptibilidades, una debilidad esencial: el sistema completo convertía el
otros libros de religión práctica; el clero de las diferentes obediencias que se trabajo de los criminales en provecho de Bentham y su hermano y, por inta-
encuentran en la ciudad y los arrabales presta el servicio una vez por semana, chable que pudiera ser el carácter de los fundadores, el esquema podía condu-
y toda otra persona edificante puede tener en cualquier momento comunica- cir a abusos en manos de sus sucesores. En Millbank se levantó, según la Hard
ción con los presos". Labor Law , una penitenciaría en 1816. Una penitenciaría sin luz, sin transpa-
Los muros del Panóptico ponen al preso delante del inspector central, los rencia, sin filantropía, sin empresarios. Bentham fue índemnízado."
muros cuáqueros lo ponen frente a si mismo. En la geometría del Panóptico Un siglo y medio más tarde, sobre el polvo de esta historia desciende una nu-
el ser-visto del preso es un no-ver, en la de Walnut Street un verse a sí mismo. be: Michel Foucault.
La luz del Panóptico es la de la Razón, la del Walnut Street la luz de la concien-
cia y el interior.
A su vez, en el sistema filadelfiano del solitary confinement el aislamiento es
absoluto, diurno y nocturno. El peligro de "contaminación" entre los presos
y otros encarcelados y el mundo externo se debe impedir por todos los
medios: fuera de los cuatro muros de la celda el encarcelado podrá moverse,
por exigencias de la administración, solamente "vendado" o "encapuchado".
El detenido pierde su noción objetiva, física y el tiempo se hace concien-
cial. El trabajo también existe pero se llega a él por inducción obligada. Sin
fines económicos, expresa sencillamente un menor grado de expíacíón.'"

19 Véase la descripción completa de estos sistemas, Foucaul t, op. cit., p.130 y los trabajos
citados por Bennet, Melossi y Pavarini, Gresham M. Sy kes y J. Th orsten Sellin. Respecto
de los famosos antecedentes carcelarios de Amsterdam, Rasphuis y Spinh uis, Hilde Kauf-
mann, Ejecución penal y terapia social, Buenos Aires, Depalma, 1979, apéndice p. 339.
También se ocupa la autora del establecimiento penal como "organización total" en el
senti~o de Go~f~an, P~·.~.o.·
..e~i:!" ". ¡. _ ..:~.t."i
•.. ¡. , ~~ -:"tii;';:'~.,'i:i~~~··6 _~;:~~> . ~"-'~" , ~...:;;~~{itl~Z~~!·
21 Leslie Stephen, op. cit., cap. V, "Bentham'slife", punto III. The Panopticon, p. 193.
20 Melossi y Pavarini, p. 195. op. cit. Y ss.

156 157
EL lPANOlPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

1. El internamiento y la prisión

La práctica de depositar hombres en custodi-ª, de se regados del cuerpo


social enespacios re~dos, e_stan. ~~!ig~,!~s~mQ".!<,l
sociedad j1JÍsrpa"La prác-
tica de lª fisión o sea !ULás!i.~a d(L)lSar.~sily~egregación corno.un medío.es-
p~cífic?~~~ c~~sligº~!!º~~upera,_~f!._c_al!lºi~_lQs_últimos trescientpLal'Lo..s...LLa
prisión S9.!!s.~bida cOJl)o~pena directa-es, pues, hístóricam ..eJ1t~.JecieJ1t~. En
éE.0~ }}1t~ri_ore~~l..~I!.ci~rr_oera considerado. comQ_un..a~~~ ..d_eJP.r(;>-c~sQ en _
~~.!!!l~~ ~U!l!2~9. I~,º..§.e_!:.!!lI~I!.taÚa_con.la
prolongacíón.por.vídao ,
tempor~¿!.E!~~k.rr.o, sino con o1rouastigoLC.()'IJ1o.-lLIpJl..~r:!~,~!~I!ura_
-º.la 4(;lR9..rta<jQn
Diversos expertos en-régimen penÍtenciario, de diferente origen, han pun-
tualizado a la vez este carácter biso_ño~ ..Jª-2risió~istinta fun~r
.enci~Ilo~IlOcaUJ1t.WQL§..jAsí por ejemplo el norteamericano 1. Thors-
ten Sellin! recuerda que todavía en 1771 el jurista francés Jousse podía expre-

1 Ver la cita de Sellin en Gresham M, Sykes, The Society of captives, Princeton, New
Jersey, 1958, Cap. 1, p. XI.
Sin' embargo, no es ésta la opinión personal de Sellin. En Slavery and the Penal Sys ..
tem, ed. cit., p, 15, la expresa así: "Los historiadores de la justicia criminal han concor-
dado en que la prisión como modo de detención preventiva de personas acusadas de un cri-
men o de aguardar la ejecución de una sentencia ha existido siempre de una u otra manera,
pero han sostenido en general que como castigo para crímenes comunes es una invención
relativamente moderna. Este punto de visa es erróneo y se basa en una ficción legal que es-
pero poder demostrar con amplitud en este libro. La prisión como detención fue usada
en Atenas como en cualquier parte. Personas acusadas de crímenes para ser juzgadas en los
tribunales, fueron guardadas en la cárcel de la ciudad y del mismo modo se trató a aquellos
que esperaban la ejecución desus sentencias-de.lo.que es.un testimonio el.caso: de..Sóclátt:;S
También se usó la detención para constreñir a un ofensor convicto a pagar üiu"muúa y se
podría prolongar indefinidamente si tal pago no se pudiera sufragar. En el último caso al-
gunos autores sostienen que la prisión era una alternativa real de castigo".

159
LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCA ULT

sar que el encierro era sim le ente el medio de retener al criminal sospechoso Chi legge: Alcuni avanzi di leggi, di un antico popoZo conquistatore, fatte como
frente ~ tri un y no un mé Qdo_dccastigº-,..y que hasta comienzos del siglo pilare da un príncipe, che dodici secoli fa regnava in Constantinopoli ... ':
XIX la prisión no se había impuesto como la sanción penal mayor. En la misma Las luces del Siglo comienzan a refractar sus mejores transparencias, aunque
Francia, Catherine Duprat señala que lfit~c,on la Revolución que nació la pri- cuatro décadas más tarde Hugo en su alegato contra la pena de muerte llama a
sión contemporánea al convertirse en una ma}soIujell~eirLes. La Revolución, su obra l'utopie sublime de Cesare Bonessana.
pues, no inventoel encierro-;-fenómeno más bien trivial del Antiguo Régimen, ¿Pero. ué hay~ d~t~ás de la co!!stituc!?n de ~ pti~lQn, de esta form!;:.Cast!-
por el contrario, le pone fin." . go, de ~t~~egtr~aci.ón y absorción por ella de la mayor parte de las punt,
~~.de la Revolución existían formas ordinarias q~_pr~isi~n.:el Hospital dones, de este sistema que paradójicamente pone fm al "encierro" ence-
General, eldepósito de mendigos, la relegación en los conventos, la detención .rrando? --
en bastillas-y prisiones del Estado. En~·él siglo y mediO que í~precede, Bi- - ¿Eñ ué consiste la lógica.Ta "ratio" ~ rometida_p~Qr.~staJe{orma_q~e_
cétre , la Salpetriére y las Zuchthausern (Casas de corrección), formulan una juega todilru nünÍcí'a la recuperación y el reempleo de una practica, el ínter-
respuesta práctica a los problemas que Hume y otros filósofos y teólogos se namiento, precisamente desacreditada?
habían planteado sobre la interconexión entre las esferas del crimen, del vicio Cómo explicar que este método de privar a los hombres de su espacio y
y del pecado. Si los filósofos son capaces de dudar acerca de ella y, en caso de tiempo en sociedad, constituya la antesala de su continuidad. ¿En qué puede
reconocerla, acerca de sus causas y modalidades, muros adentro se provee un apoyarse una innovación del régimen punitivo que reproduce el principio que
denominador común para los proscriptos de la región del bien! En los registros I viene a reemplazar?
-p~e estas instituciones, criminales, libertinos, pródigos, disip~qoreL.19c~_y_ ::.,.: Para contestar estos interrogantes se tiene a mano una respuesta casi obvia:
prostitutas, forman con los delincuentes un dominio único e indiferenciado. '?el encierro era uIl~~daª- ag.9..~!rida_de~de-ªntailQ.,pero J:1sa,daal margen de.
Los guardianes que escrutan sus sombras ·no pueden precisar si sons¡:¡-S~~ ]~:peñiili.aa"d regular y s~Jo_!.I!_c~t.~das...0~i9~S como un.ejemplar ge la ~
los que han violado las leyes penales o las costumbres morales, o son sus almas ma. Qué mejor que integrar encierro y sistema penal normal, qué mejor que
las merecedoras de expiación y penitencia. Su misma heterogeneidad los I1aCer de ambos una ecuación para que este sistema gozara del aporte de una
convierte en una categoría abstracta, la de aquellos que no pueden soportar institución con experiencia cumplida, a condición de que ésta perdiera las aris-
su propia existencia. tas arbitrarias que se le reprochaban,"
'.Jero no se trataba de penas propiamente dichas, y en la_IJ1--ª,yoríade los "--No es ésta la explicación más satisfa.c.tm:iª-..para Míchel Foucault, aunque
,9.SQ§ eUIi9.err~ no derivaba de sentencias judiciales sino de decisioñes-ad~~ aparezca recubierta con las mejores evidencias. Hacer, pues, la historia de es-
.mínístratívas, medidas de policía y lettres de cachet? ~Sírñholo de fa arbitra- . te capítulo del castigo, orientándola en el tipo de cálculo, en la ratio aplicada
riedad del Antiguo Régimen, las lettres de c~~h~et~-I;odíanser autorizadas a en la reforma del sistema penal, considerarla en síntesis como un tracto ~g.e la
simple pedido de las familias, los amos, los notables, los párrocOS y aún los razon punitiva, es ésta la tarea que asume e!Ul.igilar y Castigar.
veciÍÍos, por 10 cual la libertad de los individuos quedaba en t~taCdes~Qªro. Esta tarea se compone de dos fases sígnífícatíyas ycomplementarías: a) el ~
-S..ecomprende su desprestigio político en vísperas de la Revolución en los sec- an-ª1iSfs~dtLlaf9rIl1.ag~nera[¡re~sa~i~nto con la.que.el nuevo sistema penal ~
tores que iban a motórÍzar:la. éon la Revolución desaparecen estas institucio- hace__ 1!lu~Q.l.Q..~ESl,l» la identificación.de lQs.mQQ~19.~~!!._m!~~.!§.i.91!!lª_ge.!le-
_~.
nes. La declaración-'de ~1789 conv[ért-e a la libertad de los iñcÜviduos en er ral se apoya,
primero de los derecho~ del hombre, desaparece la reclusión indiscriminada, y ~a), F_Qucault de~ribe ~~~_~dl2-A§_la_soci~d-ªQ_p.9st-revolucionªrj-ª-'-ª.la
el_procedimiento inquisitorialy secreto. Nace la prisión como forma-castigo. .q!le llama "sacíe.dad.disciplinaria;', cuya..razón_punitiY.a_t.iwe_stLnúc1eo en el
Filósofosyreformadores abren un debate esencial: el del castigo enmarcado en reemplazo .de..Ia tOl!La...Qr.!!.t'!LRºrJa_tom'Lt~cWca_del_c.9mportaJ¡l.ienJo~<!elos
. la-le :, el-de la detención como resultado finaCie_~onductas culpables según jndividuo_~ En b).-Aesp}iega_un,2 ~~ie_d_e_modelos~d_e~g~gr1!~t':!!.a globa!,
nQf..masanalizadas en procedimientos formales. \ . - ~ ~ segúnjos m~.anisIl}Qs~y r~glame.!1.!Q.s vigentes.en distintaLc~hüas...de control.
\gL~~!.echo penal liberal nace y sacude todosJo§~s.p~íritus ..Beccar ia pronun- de los individuos: talleres, cuarteles, conventos.icolegios.y.prisíones.
cia al lector las primeras e imborrables palabras de Dei delitti e delle pene: "A La racionalidad que impregna en a) a la sociedad disciplinaria es una racio-
nalidad tecnológica. Los modelos que en b) sirven de testigo a esa racionalidad
son aparatos de disposición de conductas en donde se ejerce el poder, díagra-
2 Catherine Duprat, "Punir et guérir. En 1819, la prison des philanthropes", incluido en mas que permiten ordenar multiplicidades humanas. Allí donde un,grupo,~eJa. '.,." '.-
L 'impossible prison; p. 64-66, y ss. \..:.•.",f..:-.,.,j,;; ..• ~.~~~'.\ ••"~·fl ' - 7::;t:.~. ~;-' .~...~
- :.,.
. ..:, . .~? Q~;"-,,~'
3 La lettre de cachet era un pliego cerrado con el sello del Rey que disponía una orden
de prisión, pero podía ser también de exilio. 4 Ver Michel Foucault, "La Poussiére et le nuage", en L 'impossible prison, p. 2.

160 161
EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT
LA PROBLEJllIATICA DEL CASTIGO

2.u sociedad disciplinaria y su nueva racionalidad punitiva.


_20blación debe ser sometido a coexistencia aislada ycontrol, PQLdiversos~
tívos, el sabertIene-queaplitarse-siemprecoIDo medio de ejercer el dominio y
a) El castigo prerrevolucionario.
obtener determinados resultados.-Sin-emhargo el saber no es una !!1~LaJpJ)E~
__instr-umental delpo_<kr..".Nolo acompaña desde afuera. Esti.eílelcentr,o ..de los En Gorgias, recordemos a Platón, Sócrates trataba de persuadir a Polo que
.procedimientos que constituyen a un individuo en efecto y objeto del pode'r. el hombre culpable, el hombre injusto, es más desdichado si no paga sus culpas
-E.n:t.@_pod§LY.J.ªberh~y un~ articulación perm'aneñte~-TQdo saber-aÍr;¡iia_ekc.: y no sufre castigo. Lo es menos, por el contrario, si es castigado porlos dioses y
_tQS_dLP~4~r_~i!1ver~é!J!l~nté-el eje[ciciü-def poCIercrea perpetuamente saber. los hombres. Cometer una injusticia es peor que sufrirla.
Razón y tecnología, saber y poder:ñOConstituy-en, pueS:-dÜsférminos a ser Extraña teoría para Polo. Entre otras razones porque el sufrimiento puede
acoplados cada uno en su singularidad, sino un solo objeto de coacción fun- ser un arte de las sensaciones insoportables. En un pasaje del diálogo, Polo enu-
cional. En el punto de enlace están prendidos los cuerpos, al convertirse en mera algunas de las prácticas en que ese arte se ejercía: "¿Qué dices? He aquí
blanco para el poder y abrirse a novísimas formas del saber. El estudio de la un hombre detenido en el momento en que procura criminalmente derrocar un
sociedad disciplinaria remite por ello más que a una economía política, a una tirano. Inmediatamente de ser apresado se lo tortura, se le cortan los miembros,
anatomía política. se le queman los ojos y después que ha visto a sus hijos y su mujer sujetos a los
Si lo racional y 10 tecnológico son figuras en Foucault de un mismo enreja- mismos suplicios, se termina por crucificarlo o untarlo con resina y quernarlo
do de comprensión ¿puede extrañamos que atravesando su camino haya dado vivo: y este hombre sería más feliz que si hubiese podido escapar, convertirse
con Bentham, el filósofo inglés para quién la razón y la tecnología se inter- en tirano, gob ernar la ciudad toda su vida entregándose a todos sus caprichos,
pelan recíprocamente? objeto de envidia y admiración para todos los ciudadanos y extranjeros? Mira
Si lo que busca Foucault es, además, un modelo en donde los procedimien- la tesis que dices irrefutable" (Gorgias 473 a)S
tos técnicos determinen un modo de existencia singular en el que, con el Que este arte de las sensaciones insoportables tenga, como 10 insinúa el pasa-
menor gasto, la fuerza del cuerpo quede reducida como fuerza "política" y je, un turbio parentezco con el uso político del castigo, y que la humanidad
maximizada como fuerza útil ¿atribuiremos al azar que haya exhumado el haya considerado después un "acto de civilización" la abolición de los supli-
Panóptico, laboratorio de poder y multiplicador de producción, como el cios, en éste como en cualquier otro de sus. niveles, es un dato de la realidad.
paradigma ideal? Es ésto 10 que a su manera intenta decir James V. Bennett, en 1 chose
y si al entrar con Bentham los cuerpos en el Panóptico, entran con ellos las prison, al relatar que reconoció progresos en la administración de justicia en el
fuerzas del castigo y las fuerzas de la economía en su noción más lata, la apli- mundo occidental, durante los tres últimos siglos, desde que un marinero
cación del diagrama de arquitectura al discurso utilitarista penal de Bentham, náufrago, arrastrándose en las costas de Inglaterra y espiando las horcas y pi-
por parte de Foucault, ¿lo iba a dejar intangible o, por el contrario, lo retradu- cotas en una colina cercana, exclamara: "Gracias a Dios por traerme a salvo a
ciría sacándolo del marco habitual de una teoría de justificación jurídica o una tierra civilizada y cristiana?"
moral del castigo?
Foucault no se plantea en forma expresa este interrogante, aunque la res-
puesta al mismo en el sentido que he sugerido sobre la existencia de esa trans-
s Décimo Junio Juvenal en sus Sátiras, México, UNA!vl, 1974, trae diversos casos de tor-
formación, sea el resultado natural del enlace que Foucault efectiviza entre el
turas en sus notas a la "Sátira VIII". La nota 60 está referida al siguiente pasaje: "Si se
principio del panoptismo y la sociedad disciplinaria. concedieran elecciones libres al pueblo, ¿quién sería tan malvado que dudara en preferir
Que el propio Bentham haya visto quizás en su modelo de prisión una mera Séneca a Nerón, para cuyo suplicio debieron tener preparados más de una sola mona, de
aplicación de su discurso utilitarista criminal, que no haya tomado en cuenta todo una sola serpiente, y de un solo saco de cuero?". Dicha nota dice: "El castigo de los pa-
el caudal de innovaciones que su plan técnico injertaba en su propio discurso rricidas según el mos maiorum consistía en azotarlos, encerrarlos en un saco de cuero
teórico, y que los utilitaristas que 10 sucedieron no hayan visto en el Panóptico con un perro, un gallo, una víbora y un mono, y arrojarlos al mar" (Cfr. XIII, 154-6;
Cicerón, En favor de Roscio A merino, p. 62-73).
más que un objeto del desván de las curiosidades, no hace cosa juzgada sobre La nota 70 es referida al siguiente pasaje: " ... sin embargo, vosotros preparáis de
el cambio de atmósfera y el nuevo universo político resultante de ese entron- noche armas y teas para vuestras casas y templos, como hijos de los bragado s y descen-
que, aun cuando dicho plan haya sido uno de los más grandes jalones en la dientes de los senones, osando algo que debiera ser castigado con la túnica molesta". La
historia de la utopía. . nota aclara sobre esta túnica: "Ciertos reos eran condenados a ser cubiertos con una tú-
nica tejida e impregnada con sustancias inflamables, a la cual se le prendía fuego" (Cfr.
Para precisar esa articulación entre sociedad disciplinaria y Panóptico, siga-
Séneca, Cart~s, XIV, p. 5). ~. . _
mos a Foucault en dos secciones separadas y respectivas. 6 . - ••. ~ ••. _:...-~~ "'~." .• -"':. .:..;':' -,--:-;.,-::",~;:¡,-

James V. Bennet, 1 chose prison, 1970, New York, p. 61. El autor, director del Fede-
ral Bureau of Prisons durante tres décadas, hace una muy buena descripción de la labor de

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162
LA PROBLEMATTCA DEL CASTTGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

Pero que, por el contrario, y como una reminiscencia de barbarie este ar- de los fenómenos naturales, aun cuando viniera acompañado de maravillas, de
t~, haya reaparecido y reaparezca insidiosamente con recurrencia histórica, tam- prodigios.
b~en es otro.dato per:rertido ,de la realidad, especialmente política, de nuestros En el castigo-suplicio que describe Foucault la muerte sólo puede ser anun-
días, esco~dldo en la ideología de la "seguridad nacional" y otros eufemismos. ciada por una manera, el dolor. No hay como en Chateaubriand una muerte y
De ahí que parafraseando y modificando la conocida fábula de Nietzsche mil maneras de anunciarla sino mil muertes en las que el dolor retiene la vida.
sob.re el conoc~ento, podría decirse muy bien que en algún apartado rincón del No hay como en Chateaubriand una premonición, un prodigio por el que la
Universo extendido en el resplandor de innumerables sistemas solares, hubo misma muerte se anuncia al moribundo, es el moribundo el que anuncia su
una ve~ ~na est,re~a en la cual animales inteligentes resolvieron la supresión muerte a todos por el prodigio estentóreo del dolor. La muerte no es silenciosa,
de suplicios a SI rrusmos. Fue el minuto más arrogante y más mentiroso de la ni misteriosa, tiene que exhibirse a plena luz. El dolor inscribe al cuerpo del
"historia universal". Apenas algunos suspiros de la historia y los animales supliciado en un ceremonial público en el que la justicia se manifiesta en su
inteligentes volvieron a poner en uso su arte.? fuerza. Los gemidos y los llantos del que sufre no son un accidente que empañe
Ub~quémon?s, empero, ya que lo tuvimos y se lucha por recuperarlo, en este ceremonial, lo expresan, lo realzan. Nada de dolores hurtados al oído pú-
ese .mmuto m.as arrog~t.e y mentiroso, pero también sin duda el de mayor blico ni de cuerpos "desaparecidos" a la mirada. El fin del suplicio no es disi-
glona de la histona civilizada del castigo. Emplacemos el estudio entonces mular la condena ni restablecer la justicia, es re activar el poder.
a fi~es del si~lo ~VIII y comienzos del XIX, período en el que 'el suplici; Por eso necesita de una ceremonia en la cual la publicidad del ritual mani-
(no lmport~ SI ?aJo la forma. d~ la rueda, la picota, el azote, las hogueras o
fieste su sobrepoder.
el descuartizamiento) es sustituido por la prisión donde lo que se extorsiona Dice Aries que a fines del siglo XIX, una nueva imagen reemplaza el tema,
es el tiempo del culpable. aún vigente en ese siglo y el anterior, de la buena muerte. Con esta nueva ima-
Dos fo~~s de castigar, dos estilos penales distintos. En el primero se jue- gen la muerte natural no sólo provoca miedo por su negatividad absoluta, sino
ga ~a tradición del despotismo absoluto; en el segundo las definiciones de la como espectáculo nauseabundo. Al igual que los actos biológicos del hombre y
SOCIedadcontractu,al. De un arte de las sensaciones insoportables, el castigo pa- las secreciones de su cuerpo, resulta inconveniente e indecente hacerla pública.
sa a una economia de los derechos suspendidos. La relación castigo-cuerpo No se tolera más dejar entrar a cualquiera en el cuarto del moribundo, sólo
sufre una mutación esencial. pueden hacerlo algunos íntimos capaces de soportar su desagrado. La muerte es
En e~ castigo-suplicio '. ~l, dolor físico no es un complemento de la pena, fea y ocultada, y es ocultada porque es fea y sucia. La muerte sucia es una ima-
la .constltu'ye. Es su CO~dlcl0n de posibilidad. Hay en este castigo-suplicio dos gen de Tolstoi y de Flaubert quien no nos ahorra ninguna náusea de la agonía
pnm~ras figuras a considerar: el cuerpo del supliciado y la resonancia del cere- desfigurada, aunque breve, de Ernma Bovary. En cambio, en las narraciones de
monial. Entre uno y otra existe una interrelación en provecho del poder La Ferronays y las hermanas Bronté, la suciedad de las grandes enfermedades
. Philippe Aries, en L 'homme devant la mort.i recuerda que Chateaubriand finales no aparecía nunca; el pudor victoriano eludía evocar las erupciones del
habla de la muerte en El genio del cristianismo como de un lindo folklore: "La
cuerpo.
muerte tan poética porque concierne a las cosas inmortales tan misteriosa a Por oposición a la muerte natural, la muerte-suplicio de Foucault no es la
ca~sa de su silencio, deb ía tener mil maneras de anunciarse". Para Chateau- muerte victoriana, ni la muerte breve de madame Bovary, ni la muerte de Ivan
briand , esas mil maneras son todas maravillosas: el tañido de una campana que Ilitch ("En nombre de Cristo, dejadrne morir en paz"), ni la de Melisande en
s~naba por sí misma, los tres golpes que el hombre que debía morir oía en el la pluma de V. Jankélevitch ("Yo no he visto nada ... no he oído nada ...
pISOde su cuarto. El anuncio de la muerte, su premonición pertenecía al orden Tan rápido, tan rápido ... todo de repente ... Ella se va sin decir nada").
La muerte-suplicio debe ser retenida, extensa, y perpetuarse después de la
muerte (cadáveres quemados, cenizas arrojadas al viento, cuerpos expuestos al
Beccari~,. Howard, ~conochie, Franklin. B. Rush, W. Bradford y otros reformadores, borde de los caminos), El supliciado no debe morir en paz. El supliciado
~ ,del regunen carcel~lO e.n ~alnut .Stree.t, Cherry Hill, Auburn Penitenciary y la construc- tiene que hacer resonar su culpa para que todos la comprueben. Su muerte es
cien de la nueva penitenciaria de Sing Smg emprendida por el capitán Lynds con el traba-
JO de reclusos. sucia, su celda es tan nauseabunda como la habitación del gran enfermo, pero
su suciedad no debe ser secreta sino pública. En el más puro sentido de la
7 Nietzsche, Friedrich, "Introducción teorética sobre la verdad y la mentira en el sentido palabra la muerte-suplicio es una muerte pornográfica: debe hacer conocer a
ex~arnoral", punto 1, incluido en Das Philosophen Buch, ed. bilingüe Aubier Flarnmarion todos a voz en cuello con su dolor, la verguenza y la prohibición del delito, tie-
Pans, 1969. '
-8 -,.....•• :1'" - ,. .•.
n~-q\{e:;.poI)eren alto y en claro la disimétrica relación de fuerzas entre .el !Jd2:.,;~.--=.
P)hilippeAries, L 'homme devant la mort, París, Seuil, 1977, p. 15 (La muerte domesti- de la ley y el poder del crímen. Todo delito, al afectar la ley del soberano, es -.
ca da . en el fondo un regicidio-parricidio: He aquí el sentido último de la fiesta del

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

patíbulo, con el verdugo, campeón del Rey. Los Samson, esa dinastía de pro- condenadoe1 2 de marzo de 1757 "a pública retractación ante la puerta prin-
fesionales, no tienen identidad propia, son una extensión de la autoridad real cipal de la iglesia de París", y el ritual, la ceremo~ia dejana ~e ser uno de los
no para aplicar la ley sino como agentes de una violencia en algo que tiene de modos en que se manifiesta el poder si no contuviera una sene de pasos regla-
justa, de torneo? . dos como detención en las calles, desfiles, alto en los cruces, lectura pública
La publicidad de la ceremonia es tan importante como el mismo vínculo de la sentencia, declaración en voz alta de arrepentimiento por la ofensa hecha
entre falta y castigo bajo la forma de la atrocidad. Para que la ceremonia sea a Dios y al Rey. El suplicio se instaura como un momento de la verdad.
completa y lograda hay algo que debe reforzar y exaltar 10 que expresa por Hay, en efecto, un instante clave del procedimiento penal pre-revolucio-
su lado el dolor físico: el remordimiento y la constricción en alta voz. nario en que se formaliza una oscura alianza entre el castigo y la verdad. Con
Es cierto, en alguna medida, 10 que escribiera Nicole Castan en su tésis esta alianza el uso del castigo, como régimen de verdad, deja fuera de juego
universitaria Criminalité et Subsistances dans le ressort du Parlement de Toulou- tanto a la tesis retribucionista como a la utilitarista. El castigo no es ya retri-
se (1690-1730) sobre la actitud general del supliciado, basada en los documen- butivo ni preventivo, educativo o reformador; es una forma de interrogación:
tos judiciales de ese Departamento de Toulouse: "El hombre del siglo XVII "Cuando se había llegado a cierto grado de presunción se podía, por lo tanto,
expresa una menor sensibilidad (que la nuestra) y hace prueba de una resig- poner en juego legítimamente una práctica que tenía doble papel: comenzar
nación y de una resistencia sorprendente: quizá esto se deba al formalismo de a castigar en virtud de las indicaciones ya reunidas, y servirse de este comienzo
los juicios orales, pero nunca un condenado reclama por un apego particular a de pena para arrancar el resto de verdad que todavía faltaba. La tortura judi-
la vida o grita su repugnancia a morir ... El criminal da mayor testimonio en cial, en el siglo XVIII, funciona en medio de esta extraña economía en la que
general de un miedo al más allá que de una confianza en este mundo ... El mo- el ritual que produce la verdad corre parejo con el ritual que impo~e e.l,casti-
ribundo da la impresión de aceptar la fatalidad" io go. El cuerpo interrogado en el suplicio es a la vez el punto de aplicación del
Esta impresión, incluso, puede corroborarse con la lectura de la pieza castigo y el lugar de la obtención de la verdad. Y de la misma manera que la
original del procedimiento judicial llevado a cabo contra Robert-Francoís presunción es solidariamente un elemento de investigación y un fragmento .de
Damíens!' en ciertos pasajes: "El señor Le Breton se le volvió a acercar y le culpabilidad, por su parte el sufrimiento reglamentado es a la vez una medida
preguntó si no quería decir nada; dijo que no. Unos cuantos confesores se acer- para castigar y un acto de informacíón'U? . ., '
caron y le hablaron buen rato. Besaba de buena voluntad el crucifijo que le pre- . Este momento clave del procedimiento penal tiene también su momento
sentaban, tendía los labios y decía siempre, Perdón Señor". semántica. En la lengua francesa, la palabra question significa a la vez 1) pre-
Pero esta aceptación de la fatalidad, no es compatible con una ceremonia gunta que se dirige a alguien con el fin de aprender algo de él. Interr?gac~~n.
que quedaría inacabada si el culpable no se constituyera en pregonero de su 2) Conocimiento incompleto o incierto que puede dar lugar a discusión.
propia condena. La propia pieza judicial señala eso al decir que Damiens fue 3) tortura infligida a los acusados o a los condenados para arrancarles c0t;~e-
síones.l? Vóltáire , en su Diccionario filosófico -prueba de la preocupacion
de los hombres de la Ilustración por este procedimiento judicial- dedica un
9 La "profesionalización" del oficio de verdugo puede introyectarse en tal grado, que se artículo a esta extraña semántica: "Aunque hay pocos artículos de jurispru-
relata el caso de uno de ellos que, perseguido por la gente luego de un cambio histórico, dencia en estas honestas reflexiones alfabéticas, hemos de decir sin embargo
no podía entender el motivo y cuál era su culpa. En El jardín de los tormentos, Octave una palabra de la tortura, llamada por otro nombre question (pregun.ta, tortu-
Mirabeau contiene la narración de un viajero francés sobre las quejas en China de otro ver-
ra, tormento). Es una extraña manera de interrogar a los hombres. Sin embar-
dugo oficial, con motivo de cambios semejantes: "En ese momento la horca arrojaba una
sombra oblicua violeta sobre el cuerpo del verdugo. -Fíjese, usted, señora -siguió el ver- go, no fueron unos simples curiosos quienes la inventaron; todo in~lina a cree.r
dugo charlatán-, nuestro oficio, igualque nuestra bella porcelana china, que nuestra pre- que esta parte de nuestra legislación debe su origen a un ladron de carru-
ciosa seda bordada, o nuestros trabajos artísticos en laca, cada vez están menos de moda. nos ... "14
Hoy ya no se sabe qué es en realidad un verdadero verdugo. Por mucho que me esfuerzo Una palabra nada más de Voltaire, pero más allá de ella, por encima del.es-
en conservar nuestras auténticas tradiciones, me siento sobrepasado".
panto y de la prédica de humanización de las penas, enraizada y obscurecida
10 Ver cita en Philippe Aries, op, cit., p. 34. Véase, asimismo, de Nicole Castan, "Delin-
cuencia y represión crítica al fin del Antiguo Régimen en la región Languedoc", inclui-
do en L 'impossible prison, p. 147. 12 Michel Foucault, op, cit., p. 48.

11 Michel Foucault, Vigilar y castigar, ed. cit. p. 11. Foucault reproduce las piezas del pro- 13 Diccionario Petit Robert, París, 1976, p. 1.43.1: "Question ". ~
cedimiento .instaurado en 1Tl 5, .uno de los más impresionantes textos sobre el suplicio'. ..
.•.;;::.'. -",

Damiens fue el autor de un atentado contra la vida de Luis XV, al que alcanzó a herir, 14 Francois Marie Arquet Voltaire, Diccionario filosófico, México, Colección Ideas,
condenado por regicida a muerte y descuartizado. 1967, voz "Torturas".

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTlCO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCA ULT

a la vez en la crítica que bajo la forma de "la verguenza" la sucede, va a apare- res y dos alienados. ¡Poca cifra para tanta historia! Sin embargo, en esta cifra
cer el concepto de "hombre" de la Ilustración y el de la reforma como teoría está todo el valor simbólico del advenimiento de la Libertad. Tres días más tar-
penal y como nueva estrategia del poder de castigar: " ... Esto no ha ocurrido de uno de los allegados de Louis XVI, el duque de Dorset, dice en ocasión de la
en el siglo XIII o en el XIV, sino en el XVIII. Las naciones extranj eras juzgan a visita del Rey al Hotel de Ville para saludar la nueva municipalidad dirigida por
Francia por los teatros, por las novelas, por los lindos versos; por las bailar~as Bailly: "En este momento, podemos mirar la Francia como un país libre, el
de la Opera, que tienen unas costumbres muy agradables; por nuestros baila- rey como un monarca de poderes limitados, y la nobleza como reducida al
rines de la Opera que son graciosos; por la señorita Clairon que declama los nivel del resto de la Nación".1 s
versos de manera arrebatadora. No saben que no existe en el fondo nación Ilusión pasajera de quien no veía en la limitación del poder todas las mar-
más cruel que la francesa" . cas de su sustitución. Sin embargo, en el gesto que embiste la prisión ya esta-
La protesta contra los suplicios en la segunda mitad del siglo XVIII se en- ba escrupulosamente prefigurado el relevo del poder. Y en el gesto del Rey
cuentra en todas partes. Se la ve entre los hombres de la Ilustración y entre reconociendo la soberanía popular, simétricamente consignado todo el cam-
juristas y curiales, se la vive en las asambleas, se la percibe en la cólera ,del pue- bio en la economía de castigar. No son feuilletons sueltos de la época, ni es tam-
blo que cada vez más declina participar en el fasto punitivo. No pasara mucho poco producto del azar que en el aire y la luz para siete tristes forajidos, haya
para que estalle en el verbo de Saint-Just: "Pronto las naciones ilustradas comenzado una nueva sociedad y con este comienzo una nueva razón punitiva.
procesarán a quienes las han gobernado hasta ahora. Los reyes serán enviados A esta nueva razón punitiva, a este inédito modo de castigar, no se llega, por
al desierto a hacer compañía a las bestias feroces a las que se parecen, y la cierto, a través de una historia "cuéntame-los-reyes-de-Francia", como dice la
naturaleza recobrará sus derechos". feliz frase de Guattari. Se llega a lo largo de un proceso en el que, a fines del
Unos años antes Diderot publicaba en L 'encyclopédie (1745 -1772), su ar- siglo XVIII, convergen, entre otros, los siguientes episodios: relajación de las
tículo "Autoridad Política", considerado subversivo por P. Berthier en Le penalidades, disminución de los crímenes de sangre, derivación de esta criminali-
Joumal de Trévoux: "... El poder que se adquiere por la violencia no es dad en una delincuencia de fraude, mayor conciencia jurídica y moral, una co-
más Que una usurpación y sólo dura en tanto la fuerza del que gobierna pre- dificación más clara, labor de filántropos y reformadores que plantean la trans-
domina sobre la de aquellos que obedecen; de modo que si estos últimos formación humanitaria de los tipos de control social.
se convierten a su turno en más fuertes y sacuden el yugo lo hacen con tanto La exigencia "hay que castigar de otro modo" , no tiene pues lectura exclusi-
derecho y justicia como aquel que se las había impuesto. Entonces, la misma vamente criminológica, jurídica o moral. Tiene instancias múltiples que cubren
ley que hizo la autoridad la deshace: es la ley del más fuerte". Subversivo, sí. el cuerpo social en toda su extensión. No plantea un simple cambio en la esca-
Pero común a un lenguaje que brotaba por doquier. Son casi las mismas pala- la de la sensibilidad, plantea objetivos ligados a otra tecnología de poder. Fou-
bras con que Rousseau comienza su Contrato Social. (1788): "El hombre ha cault los resume así: "Definir nuevas tácticas para dar en un blanco que es aho-
nacido libre y en todas partes está encadenado ... Si sólo considerase la fuerza ra más tenue, pero que está más ampliamente extendido en el cuerpo social.
yel efecto que de ella se deriva, diría: mientras un pueblo se ve obligado a obe- Encontrar nuevas técnicas para adecuar los castigos y adaptar los efectos. Fijar
decer, y obedece, obra bien; tan pronto como puede sacudir el yugo, y lo sa- nuevos principios para regularizar, afirmar, universalizar el arte de castigar. Ho-
cude, obra mejor aún, pues, al recobrar su libertad por el mismo derecho con mogeneizar su ejercicio. Disminuir su costo económico y político aumentando
que le fue arrebatada, o tiene razón para reivindicarla, o no la tenían para su eficacia y multiplicando sus circuitos. En suma, constituir una nueva econo-
quitársela. Pero el orden social es un derecho sagrado que sirve de base a mía y una nueva tecnología del poder de castigar: tales son, sin duda, las razo-
todos los demás. No obstante este derecho no procede de la Naturaleza; luego nes de ser esenciales de la reforma penal del siglo XVIII".
se funda en convenciones ... ". En esta reforma mucho tiene que ver la teoría general del contrato. El ciu-
En' el abandono de los suplicios y de su liturgia, que acompaña el programa dadano que ha aceptado las leyes de la sociedad y las inflige ha violado el pac-
de la Ilustración -nos sugiere Foucault- no creamos ver sólo un cambio huma- to y, al hacerla, se convierte en el enemigo de un cuerpo entero en cuyo poder
nitario en el blanco de la intervención penal. Toda una causa política, la del de castigo participa paradójicamente. La pareja "poder personal del soberano-
hombre del contrato, se enraiza en ella, La lucha por las fronteras legítimas del derecho de castigar", se desintegra, y este derecho se generaliza y se hace co-
castigo, la lucha por desprender los cuerpos de la venganza desmesurada del extensivo a todo el cuerpo social.
príncipe, es una lucha de limitación-liquidación de su poder. Cuando el 14 de En este cambio mucho tienen que ver también los reformadores: frente al
julio de ~789, novecientos cincuenta y. cuatr() hombres, ql}e un año después ',. desproporcionado lucro de extracción del dolor; nadie puede dudar de su in:, '. ,> "

. recíbeñrél título' de vainquer 'de la :Bastille,:'t;onsiguen -dominada; en la-vieja. , '~',:, :; <. ~::~.-;,,·"fluenciaen favor del 'nuevo régimen de'benigríídad dé'las penas~:"'."J."~.•,:¿.~:-;'t1;;.:.?Ji:i.,;.}"~·'"
prisión de Estado cuya masa sombría descendía sobre el Faubourg Sainte An-
toine, apenas si moraban siete prisioneros de los cuales cuatro eran falsificado- 15 Huber Méthivier, La fin de l'ancien régime, París, P.U.F., 3a ed. p. 102.

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LA PROBLE/VIATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCA ULT

En esta reforma, mucho tiene que ver, en fin, la relación de los regímenes Ahora bien, ¿cuál es la posición de Foucault con respecto a estos tres fac-
punitivos con los sistemas de producción de donde absorben sus efectos. Se sa- tores, la teoría jurídica del liberalismo, el reformismo humanista, y la conexión
be que George Rushe y atto Kirchheimer son los autores que en Punishment entre los sistemas penales y el tipo de mercado de trabajo? ¿Cómo se ub ican
and Social Structure desenvuelven esta tesis en su forma más lograda: "Que for- ellos en el paso de la sociedad del castigo a la sociedad de vigilancia, en el na-
mas específicas del castigo corresponden a un estudio dado del desarrollo eco- cimiento de la prisión, mecanismo-forma, mecanismo general de punición don-
nómico es un truismo. Es autoevidente que la esclavitud como forma del casti- de lo que se degrada no es ya el cuerpo, sino la honra y la disposición de los
go es imposible sin una economía de régimen esclavista, que el trabajo en la pri- bienes, donde 10 que anonada no es el dolor increíble sino la captura del tiem-
sión es imposible sin manufactura o industria, que las multas monetarias para po propio?
todas las clases de la sociedad son imposibles sin una economía monetaria. Por Foucault no desconoce ninguno de los principios que sea por la vertiente
otro lado, la desaparición de un sistema dado de producción hace inaplicable contractual o por la utilitarista se plantean el problema de la racionalidad del
sus correspondientes castigos. Sólo un específico desarrollo de las fuerzas cálculo de la pena. Llama "regla de la cantidad mínima" a la norma de Becca-
productivas permite la introducción o el rechazo de las penalidades correspon- ria: "Para que el castigo produzca el efecto que se debe esperar de él basta que
dientes. Pero antes de que se puedan introducir estos métodos posibles, la so- el daño que causa exceda el beneficio que el culpable ha obtenido del crimen".
ciedad tiene que estar en posición de incorporarlos como parte integrada del y "regla de idealidad suficiente" al eje del modelo económico de Bentham: "Si
todo social y el sistema económico. Así, si una economía esclavista encuentra el motivo de un delito es la ventaja que de él se representa, la eficacia de la pe-
el abastecimiento de esclavos escaso y la demanda apremiante, no puede des- na está en la desventaja que de él se espera".
cuidar la esclavitud penal. En el feudalismo, por su parte, no sólo esta forma Producir el efecto que se espera, representarse la ventaja del delito o la des-
de castigo ya no pudo ser usada, sino que ningún otro método fue descubierto ventaja de la pena ... : la pena funciona en "el corazón" como una idea, como
para el uso adecuado de la fuerza de trabajo del convicto. De ahí la necesidad una representación. El castigo no tiene que emplear el cuerpo, sino la represen-
de una vuelta a los viejos métodos, pena capital y corporal, desde que la intro- tación. O mejor dicho, si se usa el cuerpo no es como sujeto de un sufrimiento
ducción de las multas monetarias de todo tipo fue imposible por motivos sino como objeto de una representación. El recuerdo de un dolor puede evitar
económicos. Las casas de corrección alcanzaron la cima bajo el mercantilismo
y dieron gran impulso al desarrollo de un nuevo método de producción. La
importancia económica de las casas de corrección desapareció pues con el cre- contras las prescripciones. De este modo las técnicas del video y las antenas de televisión
cimiento del sistema fabril ... La transición a la moderna sociedad industrial, (cuya particularidad entre otras consiste en ofrecer, al mismo tiempo, posibilidades de
que requiere de la libertad de trabajo como una condición necesaria para el emisión y recepción) despiertan asociaciones con la visión de George Orwell de 1984,
que generaliza al sistema social total, el principio de la vigibilidad de una prisión". De
empleo productivo de la fuerza de trabajo, redujo el papel económico del acuerdo con esto, el video habría llevado a la realidad el ojo único del inspector de Ben-
'trabaje del convicto a un mínimo" .16 thm, según la descripción deOrwell en 1984: "The telescreen received and transmitted
simultaneously, Any sound that Winston made, above the level of a very low whisper,
would be picked up by it moreover, so long as he remained within the field of vision
which the metal pleque commanded, he cculd be seen as well as heard. There was o] cour-
16Georg Rushe y atto Kirchheimer, Sozialstruktur und Strafvollzug, Frankfurt, se no way of knowing whether you were being watched at pny given moment" (George
(EVA) 1974. La obra, concebida en la línea de la Escuela de Frankfurt, constituye un Orwell, Nineteen Eighty-four, Penguin Books, New York, 1949, p. 6: "La pantalla recibta
clásico en la materia. Fue traducida al inglés con el título Punishment and Social Struc- y transmitía simultáneamente, Cualquier sonido que Winston hiciera más allá de un le-
ture y contiene un prefacio de 1. Thorsten Sellin, New York, Columbia University Press, ve murmullo, podía ser captado por ella: por otra parte, mientras él permaneciere en el in-
p.5. terior del campo de visión que comandaba la placa de metal, podría ser a la vez visto como
Para una buena bibliografía en esta materia, en lengua alemana, consú!tese Michel oído. No había, por cierto,modo de conocer si uno estaba siendo vigilado en cualquier mo-
Foucault und Das Gefdngnis, Kriminalsoziologische Bibliografie, op. cit., 1978, pp. 96- mento dado"). Vemos aquí no sólo el principio del Panóptico sino también el del panacús-
118. Asimismo de Dietmar K. Pfeiffer y Sebastián Scheerer, Kriminalsoziologie, Urban tic o que Bentham también consideró ,en la Memoria: "Unos tubos de hoja de lata corres-
Taschenbuch, Stuttgart, Hohlarnmer, Band. 291. Esta obra en el Cap. 7, punto 7.2.2. ponden desde la torre de inspección central a cada celdilla, de manera que el inspector
"Fahndung und Übelwachung" (Pesquisa y vigilancia) analiza el uso y la generalización sin esforzar la voz y sin incoinodarse puede advertir a los presos, dirigir sus trabajos, y ha-
de los medios técnicos de la televisión como formas de instancia de control social, a tra- cerles ver su vigilancia. Entre la torre y las celdillas debe haber un espacio vacío o un pozo
vés de su implantación en las cárceles. La cárcel -es la tesis- se convierte en el Panóptico circular, que quita a los presos todo medio de intentar algo contra los inspectores".
en el sentido de Bentharn: "Durch die Fernsehkameras, die überall im Gefángnis aufges- Sin embargo Bentharn renunció a este principio, por no poder contar con la asimetría
tellt sind, kann ein einzlger Wlirter das ganze Gefdngnis im Auge behalten", A través que le garantizara impedir a los presos oír al inspector, según lo puntualiza F oucault,
", 4e las cámaras ·d!i~t:1~isgm, colocadas por todas ,partes en lacárcel, un solo inspector,
puede tener la pñsión completa bajo su vista", y agréga: "Cada preso sabe que él en cuan- --·.••~!1We~~~~~li~~~ión del panacústlCo;eñ iiis cárceles dé Alemfiifa'Fédehiv~á~i,:i::-;;-~·"'~"!iI··'¡¡·_¡j·
c~t,1i:"~'
to se detiene en el corredor, en la enfermería, en el lavabo o en el patio, es observado y el trabajo de René Major "Le Panocousticon, simulation d'un Etat freudien", en revista
controlado. De este modo se toma imposible cualquier movimiento o cualquier infracción Traverses NO 10, Ed, Minuit, febrero 1978, número dedicado al simulacro.

170 171
LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO
EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCA ULT
• I

la recaída -prevención especial- así como el espectáculo aún artificial de una


imaginar!- Pregunta: - ¿Se resiente tu salud por ello?- Respuesta: -No, de sa-
pena física puede obstaculizar el contagio del crime~; preve~ció~ general. Pero no lud estoy bien, pero mi alma está enferma .. '._ ,,17
es ahora el dolor en sí mismo .Ia realidad corporal, sino la eficacia de crear la cade-
Para Foucault, empero, en el trasfondo de este pensamiento de las Luces, en
na de asociaciones psicológicas que lleven al máximo su idea y representación.
el trasfondo de una historia del castigo fundada en ideas morales o en estructu-
Foucault sabe muy bien, por la regla de la certidumbre absoluta, que todo ras jurídicas, está la historia de los cuerpos. La historia de la penalidad, de la
régimen punitivo, inserto en el nuevo estilo de castigar, tiene ~ue de~e~d~r de economía del castigo en su nueva fase, es una historia política de los cuerpos.
un cierto número de medidas precisas y que es orgullo de la sociedad individual En esta nueva fase los cuerpos son controlados y manejados por la serie de téc-
que todo miembro pueda deducirlas de la ley, obedeciendo la verificación. de nicas que Foucault llama disciplinas.
cualquier crimen a los criterios generales de toda verdad. No desconoce la lID- Foucault propone cuatro reglas metodológicas para encarar este estudio:
portancia de las teorías jurídicas y morales de justificación del cas~igo. Pero
Regla 1. Considerar la penalidad como una función sociat compleja. No cen-
rota su sentido al inscribirlo en el punto de las prácticas sociales del mismo.
trar el estudio de los mecanismos punitivos sólo en sus efectos represivos, sino
Las clásicas preguntas del retribucionismo, ¿por qué se castiga? y del utilita-
también en los efectos positivos que esos mecanismos puedan inducir.
rismo ¿para qué se castiga?, contestadas respectivamente con vistas al pasado
Regla 2. Encarar la penalidad con la perspectiva de la táctica política. Los
(porque se cometió una ofensa) y al futuro (para lograr tales efectos de preve~-
sistemas punitivos son fenómenos sociales de los que no pueden dar razón la
ción), dejan su lugar a otra pregunta: ¿cómo se castiga? contestada no con dIS-
sola armazón jurídica de la sociedad ni sus opciones éticas fundamentales.
cursos jurídicos o morales, sino con vista a las condiciones históricas de consti-
Regla 3. No tratar la historia del derecho penal y de las ciencias humanas
tución de esos discursos. No es difícil advertir la fecundidad que compor-
como dos series. separadas. Buscar una matriz común, la tecnología del poder,
ta esta remisión: conocer el modo histórico del castigo es conocer el mode-
en la que se sitúe tanto la humanización de la penalidad, como el conocimien-
lo social en cuyo subsuelo se asienta el mismo. Conocer las prácticas punitivas es,
to del hombre.
además, indagar en qué instancias y con motivo de qué opciones políticas se
Regla 4. Ligar las metamorfosis de la penalidad que comprenden la entrada
han producido las elecciones teóricas de estos discursos, el sentido de su enfren-
del alma en la escena de la justicia penal, con las transformaciones en que el
tamiento, los límites y las condiciones de su intervención aislada o combinación.
cuerpo mismo está investido por relaciones de poder.
En el abandono de la anatomía punitiva y en la imposición de benignidad en
No es poco lo que encierran estas tesis. Está aquí, por supuesto, la propues-
el aparato judicial está la influencia de los reformadores. Atenerse a ella, co.mo
ta a tratar la economía del castigo al costado del discurso jurídico y moral, no
a la evolución de las reglas del derecho o los procedimientos penales, consíde-
porque hayan entrado en desuso, sino porque se trata de discursos ideológicos,
rar a esa influencia y a esa evolución los puntos absolutos de partida y desarro-
en el sentido de la pureza con que han limpiado las condiciones de su existencia
llo de los cambios en la intervención penal, es depositar en la sensibilidad colec-
histórica. 'También está aquí la propuesta a eliminar del texto carcelario, las re-
tiva, en el progreso del humanismo y el desarrollo de las ciencias huma~as .el
ferencias antropológicas del sujeto del humanismo, no porque los reforrnadores
sentido total de una metamorfosis del castigo, con prescindencia de lo mas SIg-
hayan sido ineficaces o hayan calibrado. mal su lucha por perfilar un respeto
nificativo para Foucault: su nueva tecnología del poder.
nuevo a la humanidad de los condenados, sino porque los mecanismos del cas-
Esta tecnología de poder es una tecnología del cuerpo, algo muy distinto de
tigo, cuya estructura doblaba y reproducía la del cuerpo social, prescrib ía téc-
10 que habían pensado los hombres de la Ilustración al defender una penalidad
nicas afinadas, correlaciones de poder que circunscribían en el nombre "huma-
de lo incorporal, un sistema de representaciones, una penalidad del alma. Para
nidad" lo respetuoso de la designación de una nueva tecnología de control.
estos hamo res, si el cuerpo no es la presa del castigo en su más extrema severi-
En esta tecnología de control el propio proyecto de la institución carcelaria,
dad, qué otra cosaresta al alma, el segundo término del clásico dUalis,mo..G. de
con todo lo que supone de instalación de un poder específico de gestión de la
Mably ya lo había dicho: "Que el castigo si se me permite hablar aSI, caiga so-
bre el alma más que sobre el cuerpo". Y Alexis de Tocqueville -que junto con
Gustave de Beaumont recorriera en 1831 y encuestara la cárcel de Filadelfia- 17 Sobre este punto consúltese M. Foucault, op. cit., p. 24, Apéndice 1 de Massirno ~ava-

recogió este lenguaje de Mably al decir que las repúblicas burguesas, a diferen .. rini, op. cit., p. 219 Y SS., que reproduce el informe de Beaumont y Tocqueville y la ínte-
cia de las monarquías, no violentan el cuerpo, sino que embisten directamente resante conversación mantenida con estos por el capitán Linds de la penitenciaría de Sing
Sing, quien se inclina por la función educativa del utilitarismo: "Al contrario, mi modesta
contra el alma del mismo modo que las penas de este ordenamiento agreden al opinión es que un buen porcentaje de criminales pueden convertirse en buenos trabajado-
alma. Tocqueville recordaba, quizás, las respuestas del internado 41 que trans-.
-, ~':'-'.eríbe textualmente su.~lrÍ.forme:j'p.rcigu.Ílta>~ ¿Te es difícil soportar la-sole- .•.•.~"'''''
dad?- Respuesta: - ¡Ah, señor, ése es el castigo más horrible que se puede uno
r'< res en la medida en que en la cárcel hayan aprendido un oficio útil y contraído la cost~m-.
.'.:<br.e.de-un cons.t:iJlf \y~i$dplina9.o.traQajo subordinado. Esta esla única réi"-oprrifl.qtréj)f&:4···
tendo realizár aquí adentro y que, creo, es la única que la sociedad puede esperar". Sobre
!I,,,,,

la relación cárcel-alma, véase el punto de vista de Max Horkheimer y Theodor W. Adorno,


Dialéctica del iluminismo, Buenos Aires, 1969, "De una teoría del delincuente", p. 266.

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCA ULT

pena, comporta un hecho que retransforma el llamado de los filántropos ..Al sino que, mutilado su cuerpo, un poco de sangre te proporcionará un placer
hacer la historia de la "Sociedad Real de las Prisiones", Catherine Duprat dice odioso. Pero la venganza es un bien más agradable que la vida misma. Cierto,
que una nueva etapa decisiva se puso en marcha con la llegada al Ministerio
del Interior de Decazes y la creación de esta sociedad en 1819 única obra fílán-
! así dicen, los ignorantes, cuyas entrañas puedes ver ardiendo por causas leves,
a veces por ninguna. Cualquier ocasión, por mínima que sea, es suficiente para
la ira. Crisipo no diría lo mismo ni el delicado ingenio de Tales, ni el anciano
tropica de iniciativa gubernamental que quería testimoniar' la preocupación
del rey por sus sujetos más infortunados, y desautorización simbóÚca de las cár-
r vecino del dulce Himeto, quien habría rehusado en su cruel prisión a dar a su

I
celes del Terror y del despotismo. Bigot de Préameneu, uno de sus miembros acusador parte de la cicuta que recibió ... La venganza, en efecto, es siempre el
más importantes, resume así el sentido del discurso humanitario: "Hay que placer de un ánimo débil, enfermo y mezquino .. .'. 19 Tampoco tiene la ven-
aprovechar del hecho de que, por su vida precedente, los condenados eran aje- ganza el carácter de una "reparación" ligada a una contabilidad de los males
nos a las ideas de justicia: la que se ejerce a su favor abre su alma a la pureza que cede a un vértigo incontrolado como el de Aquiles analizado en el capítulo
de este sentimiento. Hacerlos disfrutar de este modo de los derechos de la hu- II. Tiene, en cambio, el efecto de otro cálculo: la intensidad de un terror" desti-
manidad, es acordarles la esperanza de una suerte mejor, es disponerlos a salir nado a imponer la presencia física del soberano y el carácter incontestable de su
de su estado de depravación. Ellos no pueden desconocer la justicia que los ha poder. Es la práctica reglamentada de una revancha personal y pública al mis-
condenado cuando, durante su detención, ella está siempre presente para escu- mo tiempo, en donde el cuerpo anulado manifiesta la salvaje presencia del
char sus quejas". En el interior de la prisión, leyes y reglamentos van diluyen- poder.
do y recubriendo, sin embargo, el propósito de igualdad y represión de los abu- En el proyecto de los juristas reformadores, por su parte, el castigo es un
sos por una multiplicación de prescripciones nuevas cuyo fin se adjunta y des- procedimiento que tiende a recalificar a los individuos como sujetos de dere-
plaza al otro: instaurar un orden específico. Que la prisión no pudiera a la vez cho. Las marcas son reemplazadas por signos, por conjuntos de representacio-
producir, curar y castigar, concluye Duprat, era algo de lo que los parlamentos nes que garantizan la difusión y la aceptación más universal posible.
de los años cuarenta, al rechazar los proyectos de ley penitenciaria, ya estaban Ni un castigo, el monárquico, ni el otro, el de los juristas reformadores, se
persuadidos. Muy temprano había sido expresada: desde 1833, Tocquevílle de- asemejan al proyecto de la administración, al proyecto de la institución caree-
nunciaba las ilusiones de algunos filántropo s sobre el sistema penitenciario y les laria en donde se construye día día la técnica de coerción de los individuos,
op~?ía un principio bien simple: "¿Cuál es el objeto principal de la pena en re- de sometimiento del cuerpo, donde no priman los signos, sino los hábitos del
lación al sujeto que la sufre? .. Antes que nada enseñarle a obedecer" .18 comportamiento. "El soberano y su fuerza, el cuerpo. social, el aparato admi-
No est~mo~ sin embargo frente a un tipo clásico de "obediencia", por ejem- nistrativo. La marca, el signo, el rastro. El enemigo vencido, el sujeto de dere-
plo, obediencia para obtener respeto, sumisión, sujeción. Se trata de una obe- cho en vías de recalificación, el individuo sujeto a una coerción inmediata. El
diencia particular, obediencia pa~a .hacer los cuerpos más útiles y utilidad de cuerpo social del suplicio, el alma cuyas representaciones se manipulan, el cuer-
po que se domina".20._.. .
los cuerpos ,para hacerlos más obedientes. La utilidad y la obediencia son ope-
radores reciprocos; entre una y otra, un único resultado: el hombre de las dis- . Tn;s modos del castigo, tres tecnologías del poder. La soberanía absoluta
ciplinas, no el hombre del servilismo, ni el hombre libre del contrato. busca colocar por encima de su propio cuerpo de leyes, el desborde del poder
Nada más apropiado", entonces, que confrontar el proyecto de los reformis- para hacer abortar desde su origen cualquier contestación. Aquí se hace válida
tas con la prá~tica de los administradores y gestores de la prisión, para entender la cita de Rousseau de la "muy sabia" respuesta de un rey de Lacedernonia a
el exacto sentido de esa "obediencia" y los motivos por los cuales está práctica los que alaban frente a él la extremada bondad de su colega Carilo: " ¿Y cómo
responde a otro modelo que se impuso sobre el coercitivo corporal y sobre el sería bueno -les dijo- si no sabía ser terrible con los malvados?"."
de las representaciones de juristas y humanistas. El plan de los reformadores intenta reconstituir los individuos como sujetos
, En ~l derecho monárquico el castigo es una ceremonia que impone la sobera- del pacto social. "Me parece cierto, pues, que no sólo los gobiernos no han co-
fila, bajo la forma del ritual coparticipado. En ese ritual entran las marcas de la menzado por el poder arbitrario, que no es más que su corrupción, el término
venganza. No se trata de la venganza placer-odioso-de-los-díoses. De ese tipo de
venganza que no va más allá de las fronteras del rencor, que se alimenta con sus
TI.amasy nunca se apaga en cenizas. De esa venganza a la que llegaban las crí- 19 Juvenal,op. cit., Sátira XIII, p.106.
ticas de Juvenal en su Sátira XIII: "Supon que ese hombre es cogido súbita-
mente con pesadas cadenas y ~ ¿qu~ más quisiera tu ira? - muerto según nues- 20 Michel Foucault, op. cit., p. 136.
~"-'..-""trocapricho.scon todo;la.:pérdida queda igual y nunca se-salvará tu •.aepom-og" :~.m;¡r-.tz. ·-y.~~1U""':'~ ~-:::~~ -. '. - ,,- ••..•.- • .;.. ,".'" ,"",,-"--"""<'~ • .'~ ~-'''.,..s _ '-. •
.J.Rousse1ilt, "Discurso sobre el origen" y ·lÓS~fuÍldamentos-¡¡;'':E~lfes( "~~eritre'F~ ~
los hombres", incluido en Discursos a la Academia de Dljon, Salamanca, í977, nota a la p.
18 Catherine Duprat, op. cit., p. 105. 98.

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

extremo que les lleva, finalmente, a la única ley del más fuerte, de la cual fue- les transportan rasgos de su origen en el castigo esclavista ... Ser castigado sig-
ron originariamente el remedio; ... Sin entrar ahora en las investigaciones que nifica ser tratado como un esclavo. Esto fue subrayado simbólicamente en los
aún hay que realizar acerca de la naturaleza del pacto fundamental de todo go- viejos tiempos cuando al azote se le agregó la tonsura porque la cabeza rapada
bierno, me limito, siguiendo la opinión común, a considerar aquí el estableci- era la marca del esclavo ... La disminución del honor que corresponde en for-
miento del cuerpo político como un verdadero contrato entre el pueblo y los ma inextirpable hasta hoy en día, deriva del castigo esclavista,,?3
jefes que él elige, contrato por el cual las dos partes se obligan a observar las le- Mucho habría que decir sobre esta sobrevivencia, y mucho también sobre los
yes que en él se estipulan y que forman los lazos de su unión". (Rousseau, Dis- cambios acaecidos. Ya en el siglo XVIII la relación de esclavitud, vivía sus ester-
curso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad de los hombresy' 2 tores y basta leer algunos párrafos del detallado libro de 1. Jean Hecht, Los sir-
En la tecnología de la administración, otras son las modalidades de la ges- vientes domésticos en el siglo XVIII en Inglaterra, para percibir las diferencias
tión de la pena: si el cuerpo se domina, lo será con rastros que crean hábitos allí en un estrato social que, aunque libre, podía dar prueba más sensible de los
de obediencia. Ni el código jurídico del dolor, ni el código jurídico del con- . rastros a que se refiere Radburch: "El espíritu de la clase se revela bien, en una
trato: la minucia de los reglamentos, la mirada central analítica y puntillosa nota escrita en 1745 al reverendo Richard Lardner por un doméstico encoleri-
del inspector de Bentham, la sujeción de las mícropartículas de la vida. zado: -Señor ... cuando estoy en falta deseo que se me lo diga, pero no que se
Tres formas de castigo, tres tecnologías: a) el Soberano y su fuerza, la mar- me lo diga por otra gente, Betty es demasiado buena sirvienta para usted, nun-
ca, la ceremonia, b) el cuerpo del contrato social, el signo y la representación; ca la ha tenido mejor, ni la volverá a tener, ella comprende su oficio mejor que
e) el aparato administrativo, el rastro y el ejercicio (los hábitos). usted puede enseñarselo , y espero que se me pague el medio año que he estado
En a) el enemigo vencido, el cuerpo sometido al suplicio; en b) el sujeto re- sin sábanas.
calificable, el alma y sus representaciones; en e) el cuerpo que se domina. Tres "La insubordinación de los domésticos se muestra por numerosas vías; el ca-
dispositivos, afirma Foucault, irreductibles a teorías del derecho (aunque se tálogo de quejas erigidas contra ellos en esta controversia fue extenso. Pero su
correlacionen con ellas), no identificable s a aparatos o instituciones (aunque impaciencia se demuestra más vívida por su rechazo a someterse a correccio-
se apoyen en ellos), no derivables de opciones morales (aunque encuentren en nes físicas, que por cualquier otra forma. De acuerdo con la teoría preceden-
ellas justificación). te, una parte esencial de la prerrogativa del amo era el derecho de ejecutar
Si la modalidad c) llega a imponerse es en base a las manipulaciones de las la disciplina por el azote; y diversos sirvientes de ambos sexos fueron liberal-
disciplinas, a las técnicas que ellas generan sobre el control del cuerpo. Estas mente despedidos, insultados y abofeteados. El trato de Swift a su lacayo
disciplinas y estas técnicas son el eje de la explicación de Foucault y la puerta Patrick es un caso de esto. En l711, en una ocasión, por ejemplo, él subió,
de ingreso del Panóptico de Bentham en su problemática. golpeó la puerta de la habitación y le dio dos o tres bofetones en el oído ... "
La ley permitía este tipo de castigo, pero aun cuando la autoridad del amo .
b] Los disciplinas para administrar estos golpes estaba aceptaba tanto por la ley como por las
En toda sociedad, el cuerpo queda aprisionado, aprehendido en el interior costumbres, muchos sirvientes se rebelaban contra ella. De ahí que Archenhólz
de poderes que le imponen conductas, prohibiciones, interdicciones. Si la socie- en Pictures of England haya podido escribir, comentando la estructura social
inglesa, que "El primer hombre del reino es cauto en golpear a sus domésticos,
dad es esclavista, la relación del poder con el cuerpo es una relación de apropia-
ción. Artículo poseído, mera cosa, el esclavo es objeto de compraventa, de he- pues ellos pueden comenzar una acción ante los tribunales de justicia y c0!1
rencia y de mercado. Forma parte, como instrumento "animal" de producción, seguridad seguirán consecuencias desagradables". Y es que, aunque la ley sos-
de la fuerza de trabajo disponible con la que el amo elabora su riqueza. De ser tenga al amo en el ejercicio de sus facultades disciplinarias, ella instauraba
límites que no se podían infringir con impunidad.é"
sospechado en delito, el amo puede torturarlo a él y sus compañeros para ob-
Sea que esto haya ocurrido con mayor o menor frecuencia, acorde con
tener la confesión o evidencias corroborantes. La forma más común del castigo,
la mayor o menor demanda del mercado de trabajo, lo cierto es que la rela-
para lograr la disciplina era, en este régimen, el flagelamiento, pero también se
ción de sumisión fue experimentando transformaciones que repercutieron fuer-
lo podía mutilar, llevar a la furca, marcarlo a fuego y, si la ofensa era grave,
ejecutado y aún enterrarlo vivo. Sellin, recuerda el esclavo del Satiricón de Pe-
tronio que habla del "suave fuego, la más cruel de las muertes, con la que la
ira del amo puede sentenciar al esclavo". De acuerdo con la tesis de Gustav 23 Gustav Radburch, "Der Ursprung des Strafrechts aus dem Stande der Unfreien", re-
impreso en Gustav Radburch, Elegantiae juris criminalis, Basilea, Verlag für Recht und
Radburch, cuya validez Sellin examina: "Hasta hoy en día, las leyes crirnina-
G.e~e.1ls::haft,}.:~, ;it~ porSellin opc;it, prefacio. ..i.i :...'<-. . _~.' ~~.,.; .. -
-:;: ~ ~ . • : •••••.'4 " ~ • - ....'" ••.. '.. .~,. ~:tr "
24J. lean Hecht, The domestic servant in Eighteen Century, England, London. Rout-
22 ].J. Rousseau, id. p. 222. ledge and Kegan Paul, 1965, p. 78-80.

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LA PROBLEMA TICA DEL CASTIGO EL PANOPTlCO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

temente en el ejercicio del castigo. Hay un momento histórico en que desem- nificado simbólico. Algo así como si el gran libro del poder, del control y del
bocan estas transformaciones y aparecen las disciplinas. En las disciplinas la castigo, estuviera escrito con caracteres matemáticos. Algo así como si el prin-
relación de subordinación es distinta a la violenta de la esclavitud, a la domes- cipio del poder fuese una paráfrasis del famoso Saggiatore de Galileo: "La cien-
ticidad , a la codificada del vasallaje que atañe más a los frutos del trabajo que cia natural está escrita en este gran libro, que se encuentra siempre abierto ante
a las operaciones sobre el cuerpo, a la monacal que tiene más por función cas- nuestros ojos -me refiero al Universo- pero no lo podréis entender hasta que
tigar las herejías y garantizar las renuncias del cuerpo que su puesta en utili- no lleguéis a comprender su lenguaje, y hasta que no conozcáis los símbolos en
dad. . que está escrito. Está escrito en lenguaje matemático, y los símbolos son tríán-
En las disciplinas, reza la tesis de Foucault, la relación cuerpo-poder presen- gulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales sería imposible para el
ta un cambio cualitativo. El fin del poder es obtener un control constante de hombre aprender su contenido".
las operaciones del cuerpo por métodos técnicos que los acoplen en una rela- Sólo un filósofo y un hombre de letras son capaces de trasladar todo este
ción docilidad-utilidad, cada uno de cuyos términos realimenta al otro. juego de la símbología de la naturaleza a la sociedad, del universo físico al po-
Con las disciplinas, el control se hace más brumoso, más impalpable. La Iitíco-social. Bentharn, el filósofo, buscaba en el simbolismo de su arquitectura,
crueldad, la barbarie y la fuerza del poder parecen diluirse en polvo. Se precisa en la combinación de sus planos, luces, tiempos y perspectiva, una máquina,
del filósofo y su nube para que bajando sobre él, casi sin hurgar los archivos de- un medio de hacer el poder automático, de hacerse dueño de todo lo que puede
partamentales, sin exhibir muchas fichas, "sin haber disputado a los ratones los suceder a un cierto número de hombres. Y Swift el hombre de letras, hace en-
tesoros de los desvanes de los presbiterios", sin respirar los manuscritos, or- contrar a Gulliver en su tercer viaje ese mundo de caracteres matemáticos en la
ganice la física especulativa capaz de anunciar el nuevo encauzamiento de los isla de Laputa. Una isla en la que los habitantes estaban tan absortos en los cál-
cuerpos. culos matemáticos o en la composición musical, quizá como Bentharn en su
El desborde y la apoteosis del castigo-dolor no necesitan del filósofo y su aritmética del castigo y el placer. La gente de la isla, vale la pena recordar, nece-
nube para poner de manifiesto la categoría política que está por detrás de su sis- sita ser acompañada de un criado provisto de una vejiga llena de guijarros con
tema punitivo. El cuerpo asaeteado de San Sebastían, el de San Lorenzo en la que les golpea suavemente en la boca o en la oreja cuando tienen que hablar
la parrilla, tienen todo el vigor, toda la fuerza probatoria de lo macroernpíri- o escuchar, y este mismo criado les avisa para que no caigan en agujeros o se
co. En la pintura que llega hasta nuestros días, está presente en esos cuerpos golpeen la cabeza contra los postes. En la descripción de sus comidas está todo
la semiótica del poder-dolor, sin nebulosas que la disimulen. Su realismo no ese.rnundo de abstracción: "Corno primer plato había una pierna de cordero
necesitará de des-encubrimientos ni de aléteia ni de teoría. Aun a distancia his- cortada en forma de triángulo equilátero, un trozo de vaca con forma rombo,
tórica, ni una mirada se necesita fuera de los cuadros para la puesta a luz del y un pudin con la forma de un cicloide. Como segundo plato, aparecieron dos
tipo de poder en que el castigo se sustenta. El suplicio de los mártires auto- patos preparados de modo que parecieran violines, salchichas y .'p:u_dine~ que ..
completa su obra, nada deja de residuo, nada queda a deducir. parecían flautas y oboes, y un pecho de ternera en forma de arpa. Los cnados
Con las disciplinas, en cambio, aparece "la simulación" en el sentido téc- cortaron nuestro pan en forma de conos, cilindros, paralelogramos y. otras fi-
níco que esta palabra tiene en la teoría de los modelos. Los significados de guras matemáticas ... Sólo expresaban sus ideas en formas de líneas y figuras.
los conceptos del poder son, en las disciplinas, siempre mediatos. Los térmi- Si quisieran, por ejemplo, alabar la belleza de una mujer, o de cualquier otro
nos son tomados de otros contextos, trasvasados de otros niveles. El poder animal, lo harían mediante rombos, círculos, paralelogramos, elipses y otros
en las disciplinas es analógico, lo pone de manifiesto una parte de las propie- términos geométricos ... ,,25
dad es de las entidades a partir de las cuales la disciplina se construye. El mundo de las disciplinas de Foucault tiene mucho de la isla a la que arri-
Hagámonos cargo de la idea de Bentham de construir una máquina de ar- bara Gulliver. En esas condiciones, es lógico que el lector de Vigilary castigar,
quitectura capaz de induicr la obediencia, de hacerla brotar espontánea y se extravíe en muchos pasajes en el método del autor y -así le fue reprochado
naturalmente por el juego de los tiempos, los espacios y las luces. El arquítec- por los historiadores- llegue un momento en que no se sepa bien si describe
to de esa máquina debiera decir a priori lo que constituye su mundo, cuáles una maquinaria o denuncia una maquinación. Foucault inte~tó aclarar. ,el
son los principios innatos de selección (que condicionarán luego toda inter- malentendido: " 'El aparato disciplinario produce poder, poco importa quien
pretación), qué va a ser 10 importante y de interés. En el caso de Bentham y las ejerce el poder', 'el poder tiene su principio en una cierta distribución concer-
disciplinas: la utilidad. tada de los cuerpos, de las superficies, de las luces, de las miradas': ninguna de
Espaldas a la columna, o acostado sobre los hierros, el cuerpo del mártir estas frases constituye mi concepción personal del poder. Todas y de la manera
es reemplazado.en-las, dijCiPlmas por-un fascículo de líneas; de ángulos, de pla- t.?I'.':-·~~"."::í,"':i<"',,,,,<'.· ;mási:é:lt.pl~i:~~iériben 'proyectos o disposiciones; concebjdo§.t~,,ªp.liºa~~h: ••..:t-'·"':~1
nos, efectos de óptica y medidas escrupulosas. Para deducir el poder hay que
unir todos estos elementos, pero previamente hay que comprender todo su sig- 2S Jonathan Swift, Gulliver's Travels, London, Penguins Books, 1967, pp. 205-206.

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCA ULT

con sus objetivos y el resultado que se esperaba de ellos: en particular, se tra- nología. En el segundo registro, en efecto, Foucault basa la nueva forma de la
ta de 10 que Bentham esperaba del Panóptico, tal como él mismo lo ha pre- disciplina y el poder en la combinación producida por dos variables, el espa-
sentado (me remito al texto citado; sin ningún equívoco en el análisis del pro- cio y el tiempo, en las que se articula la técnica del poder.
grama benthamita). La automaticidad del poder, el carácter mecánico de los
dispositivos en los que se corporiza, no es en absoluto la tesis del libro. Pero es
e) El espacio
la idea del siglo XVIII de que un poder tal sería posible y deseable es la inves-
tigación teórica y práctica de tales mecanismos, es la voluntad, manifestada en- Veamos por separado el uso de cada una de estas variables, comenzando por
tonces sin cesar, de organizar dispositivos semejantes, lo que constituye el ob- el espacio. La disciplina procede ante todo a distribuir los individuos en el espa-
jeto del análisis". Para Foucault los hombres del siglo XVIII han concebido una cio según varios procedimientos. Primero atiende a la especificación de un lugar
nueva r~cionalización del poder en las disciplinas, han propuesto una nueva heterogéneo a todos los demás y cerrado sobre sí mismo: la clausura. Este prin-
econornia del poder y, en esta propuesta, el tema de la máquina en Bentham cipio, empero, no es suficiente. Los aparatos disciplinarios trabajan el espacio
de la mirada, la vigilancia y la transparencia, es su eje central. ' en forma flexible y refinada. El espacio disciplinario tiende a descomponer las
Hay algo más que se podría añadir sobre esta mecánica entre los hombres de implantaciones colectivas, y a estudiar las pluralidades confusas, huidizas y ma-
la Ilustración, algo que está en la atmósfera del siglo XVIII. En Ensayos de his- sivas: "Es preciso anular los efectos de las distribuciones indecisas, la desapari-
toria de la mecá~ica, C. Truesdell sostiene una tesis epistemológica muy impor- ción incontrolada de los individuos, su circulación difusa, su coagulación inuti-
tante. Contra la Idea de Mach que desde los tiempos de Newton no se ha hecho lizable y peligrosa; táctica de antideserción, de antivagabundeo, de antiaglorne-
nada fundamental en mecánica, existiría una mecánica racional entre los hom- ración. Se trata de establecer las presencias y las ausencias, de saber dónde y có-
bres de la Ilustración a redescubrir en las páginas de Euler, de los Bernoulli, mo encontrar a los individuos, instaurar las comunicaciones útiles, interrumpir
de D'Alembert. Esta mecánica, sin embargo, no es puramente matemática. De las que no 10 son, poder en cada instante vigilar la conducta de cada cual, apre-
~í que el texto de Swift, acerca de la isla de Gulliver, habría captado muy ciarla, sancionarla, medir las cualidades o los méritos. Procedimiento pues, para
b.Ien el esp~~tu de l~ mecánic~, pero no el de la mecánica de su propia época, conocer o para dominar y para utilizar. La disciplina organiza un espacio analí-
SIlla el esprrítu del SIglOantenor, el de Galileo. La mecánica de los hombres de tico" .
la Ilustración combina, en cambio, lo matemático y lo experiencial en el si- ¿Era otro el espacio que se codificaba en el Panóptico?
guiente sentido: "El método seguido en las investigaciones más fructíferas fue La arquitectura de la disciplina tiene que lograr un lugar específico. Seamos
en!e.ramente matemático, pero los resultados no se pueden clasificar de mate- precisos, un multilugar: algo que sirva para vigilar, para quebrar las comunica-
mática pura pues la experiencia fue guía constante. Tanto la experiencia física ciones peligrosas, para generar un producto de utilidad. En la disciplina, marcar
como la experiencia procedente de la acumulación de conocimientos teóricos. lugares es marcar valores; no es sólo señalar regiones de separación, sino fijar
A esta ciencia mecánica del siglo XVIII no se la pueda llamar ni física ni mate- rangos. Los espadas de la disciplina buscan una economía del tiempo y de los
mática pura, menos aún matemática aplicada: por merecimientos propios ha de gestos. Son reales e ideales al mismo tiempo. Son taxonomías operatorias que
llamársela mecánica racional': 26 fijan poderes microcelulares. Tienen funciones de caracterizar, de excluir, de
De acuerdo con esto los hombres de la Ilustración nos habrían dado una me- indicar movimientos de seres naturales, pero conforman de consuno, cuadros
cánica racional que puede leerse en dos registros distintos: mecánica racional económicos y movimientos regulados de riquezas. Si el castigo-guillotina, que
en el mundo de la naturaleza, y mecánica racional en el mundo del poder. Con es una transición entre el castigo-dolor y el castigo-prisión, debe suprimir la
este doble registro, podrían cobrar cierta inteligilidad algunas frases como la de vida casi sin tocar el cuerpo, si la Louisettei" como se la llamó, debe aplicar
que el poder obra ocultándose bajo la fuerza benigna de la naturaleza o la mis-
ma prop?sición de Beccaria: "No es únicamente en las bellas artes donde hay
que s~gurr fielmen:e la naturaleza: las instituciones políticas, al menos aquéllas 27 Se suele recordar el símbolo de igualdad social que trajo como innovación la guillo-

que tienen un caracter de prudencia y elementos de duración se fundan en la tina. Daniel Sueiro, en La pena de muerte, Madrid, Alianza Editorial, 1974, p. 84, recuer-
naturaleza" . da que el decreto del 21 de enero de 1790 estableció en Francia: "En todos los casos en
que la Ley pronunciare la pena de muerte contra un acusado, el suplicio será el mismo
Sin embargo, el recurso a la metáfora no debe hacemos perder de vista que cualquiera que sea el delito: el criminal será decapitado y lo será por medio de una má-
la mecánica en el mundo del poder es fundamentalmente un producto de tec- quina". Las primeras referencias aparecen, según Sueiro, en la edición de 1577 de Croni-
e/es o/ Ireland, de Holinshed, que menciona el corte mecánico de la cabeza de un tal
Murcod Ballag)1..,.J:J1_1301.
...CUello Calón, en su tratado, recoge una .mJlnciQ~.g~@l~ica
del siglo XIVCIe un ~áÜj llamado "Diele". Joséph Ignaée GúÍ11otíñ;1RédilO' francés
26 C ·Truesdell, "Ensayos de historia de la mecánica", Madrid, Tecnos, NO 45, 1975, que le dio el nombre, no la inventó sino que la introdujo en los procedimientos de la
p. 1 3 .3 Revolución en 1792. Mecanismos similares se usaban en Inglaterra y Escocia para ajus-

180 181
LA PROBLEM4TICA DEL CASTIGO EL PANOPTlCO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

la ley con un "ligero frescor del cuello" -como dice Camus en sus reflexiones anatómicas las cámaras de los muertos y su retiro hasta el cementerio, sin
acerca de eila-, el cuerpo en las disciplinas está inserto en un "espacio serial", "que el tra'nsporte sea percibido desde el hospital", nada queda fuera d~l r~-
en espacios ritmados que marcan distintos tipos de jerarquías: en los colegios glamento. Ventilación, aspiración, insuflación, el paso de la muerte bajo SI-
las jerarquías del saber, el orden de los méritos, la clasificación de las virtudes; lencio todo está allí con el sentido de la minucia. El hospital Lariboísiére ,
en los cuarteles y prisiones la jerarquía de la vigilancia piramidal; en los hospi- setenta años después, aplicando el informe, sigue la línea del patio central y
tales, la jerarquía de las miasmas. las galerías perimetrales que convergen en él. A comienzos de este siglo, el
Tomemos este último ejemplo, el del hospital, y adoptemos el informe de hospital Durand de Buenos Aires reproduce la mecánica arquitectural del
la Academia de Ciencias de París de 1786, como un modelo del discurso analí- Lariboisiére .zs
tico del espacio. Con los hombres de la Ilustración las nuevas doctrinas cientí- Al espacio compartimentado de la terapéutica, se yuxtapone un espacio ad-
ficas de la medicina asignan al elemento humano el valor de un material de ex- ministrativo y político: contabilidad de los medicamentos, identidad de los
periencia esencial. La revolución industrial con su multiplicación de contingen- enfermos, idas y venida de éstos en los patios y pabellones, identificación de los
tes de hombres a tratar y el grave problema del llamado "contagio de los hospi- cuerpos, exclusión de los simuladores: todo un saber articulado en el control y
tales" interpela a la arquitectura a transformaciones radicales respecto de estos el poder, el micropoder. . .
viejos edificios construidos en cruz y procedentes en su mayor parte de viejas La historia de los espacios es equivalente, en Foucault, a una historia de los
abadías. El hacinamiento humano, la concentración de las miasmas, término poderes. En la forma de distribución de los espacios, y en la inserción programa-
que define las impurezas, los efluvios y las emanaciones que se desprenden del da en ellos de los individuos, produce su principio el poder.
cuerpo enfermo, instan a la Academia a elaborar lo que llama "el hospital
perfecto" para resolver estos problemas. El informe producido por Jacques R. d) El tiempo
Tenon es una economía del detalle. Los pabellones, unos para hombres, otros
El otro elemento tecnológico es el empleo del tiempo.
para mujeres, tendrán veintisiete pies de ancho y un largo de veintiocho tce-
El tiempo es, sin duda, uno de los elementos más notables de la experiencia
sas; en los extremos en una longitud de cinco toesas se dispondrán cuerpos
salientes para las dependencias de las salas. Estos pabellones deberán estar humana. Desde "el tiempo" de Borges (aquél de las historias orientales que su-
separados entre sí dos y medio veces su altura. La estatura de los hombres que jeto a tedio y esplendor, salía en sec~eto y sólo a recor~er.los arrabales). ~asta
fija el largo de las camas, la aislación de los vientos y su circulación para evi- el de Kant, casi no existe poeta o filósofo que haya resistido a la tentación de
tar "10 que corrompe sin cesar", los números de las camas, el nivel de las sa- evocado o reflexionar sobre él. Conviene, sin embargo, apresurarse a distinguir
las, la discosicíón de las letrinas "a la inglesa", los lavatorios y cocinillas para estos niveles. De 10 contrario no faltará el epistemólogo que al hacer motivo de
los alimentos, los módulos de retiro de las hermanes y vigilancia de las enfer- honor profesional la separación entre poesía y filosofía, n.os inste, no ~~ ciert~
meras y médicos, las agujas pluviales, el reglamento de les- demostraciones -- reacción emocional, a arrojar al cesto de la basura semejante.confusión. Á.sIs:
por ejemplo, Reichenbach propone concentrarse en la estructura objetiva de la
relación temporal traducible en las ecuaciones matemáticas de la ciencia. Este
procedimiento, observa, puede desencantar al lector de espíritu po~tico. Per?
ticiar únicamente a los nobles, reservándose para el resto las torturas más crueles como la filosofía no es poesía. Es la clarificación de significados por medio del ana-
las que relata el proceso a Damiens. Es en este sentido que se la menciona en su nuevo
uso generalizado como un instrumento de igualdad social. Diputado de los Estados Ge- lísís lógico y, dictamina, el lenguaje de imágenes no tiene cabida e?é~. Lo pri-
nerales, el doctor Guillctin la propuso como el medio de ejecución menos penoso posi- mero que interesa al matemático es la métrica del tiempo. Y el análisis ~e esta
ble. métrica se resuelve igual, para Reíchenbach, que el problema de la medida del
Jean Bloch-Michel en su artículo "La pena de muerte en Francia", dice en este sen- espacio. "La congruencia espacial, dijimos, es cuestión de de~mición; del. r::is-
tido: "Hay que rendir al doctor Guillotin el homenaje que merece: fue el primero en
protestar, delante de la Asamblea Nacional, contra ese estado de cosas". (Ver este ar-
mo modo decimos ahora que la congruencia temporal es cuestión de definición.
tículo en el texto de Camus y Koestler citado). El doctor Louis, de donde le viene tam- No podemos comparar directamente dos intervalos de tiempo consecutivos; sólo
bien el nombre de Louisette o petite Louisson, secretario perpetuo de la Academia de podemos llamar/os iguales. Lo que las ecuaciones de la mecánica nos dan es
Cirugía, sugiere en un informe de marzo de 1792 hacer la prueba con cadáveres o un
pequeño carnero vivo y concluye su informe: " ... este aparato de ser necesario, no causa-
ría ninguna sensación y apenas se percibiría". Camus, en su artículo, habló del "ligero
frescor del cuello" y FoucauIt de su fin de producir la muerte "casi sin tocar el cuerpo".
28 En El hospital en la historia, Mendoza, Argentina, edición de la Facultad de Arquitec- I
tura y Urbanismo de Mendoza, 1980, el arquitecto Arístídes Cottini,produjo una obra
.c,on penetran!p, ironía ~~ce",qpe,la gu.ill.0tina debía tener "la abstracción, de la.le~.~~}~ -t;~,;~ ~. .,;. é~pedatizad ·-~'pé~tÓ_~. 1~ arquitectura en los J!osíJÍtale~, cuyos. da;t~~~ •.Ps.t..0rj0 '.·~<·:;:i~'::,a:¡:::;.
-doctor Louis, a' quien"'la'j\'sáínblea le confió la ejecución, encargó la construcción a un ále-""" '. interés para este aspecto de la cuestión. La historia de los espacios hospitalariós se ex-
mán residente en París de nombre Schrnidt. Frente a las toruturas, queda claro su carácter tiende desde la época antigua y los años próximos a la Revolución Francesa, hasta el hos-
de transición respecto de la prisión.

182 I pital a partir de 1960.

183
J
EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCA ULT
LA PROBLEMA TICA DEL CAS17GO

solamente una definición coordinadora del tiempo uniforme. Este resultado tracción que de síntesis, menos de extorsión del producto que de vínculo coer-
envuelve una relatividad del tiempo; puede usarse cualquier defínícíón de la citivo con el aparato de producción".
uniformidad y las descripciones resultantes, aun cuando diferentes en voca- Este vínculo es coercitivo pero no en el sentido de las formas violentas y
bulario, representan descripciones equivalentes. Se trata simplemente de len- discontinuas que están emparentadas con el ejercicio de la soberanía. Es una
guajes diferentes, pero cuyo contenido es el mismo" .29 coerción técnica: el engranaje meticuloso del tiempo con el cuerpo, forma el
Dejemos, no obstante, de lado este plano del tiempo en la filosofía de la contexto operatorio del gesto más ínfimo. Una buena letra, por ejemplo, "su-
ciencia y retornemos a la mecánica del poder, un dominio en el que el uso del pone una gimnasia, toda una rutina cuyo código riguroso domina el cuerpo por
lenguaje de imágenes, sin necesidad de ser absorbente, pareciera ser menos entero desde la punta del pie a la yema del dedo índice". 30
censurado y facilitar incluso algunas explicaciones de Foucault. El tiempo de las disciplinas no es pues el tiempo de las ecuaciones matemá-
ticas de los filósofos de la ciencia, ni la intuición a priari de la exposición
Son tres los procedimientos con que la disciplina da al tiempo un uso téc-
nico para el logro del control: establecer ritmos, obligar a ocupaciones de- trascendental kantiana, ni el tiempo psicológico, el de las evidencias empíri-
terminadas, regular los ciclos de repetición. Estos procedimientos son, en rea- cas del fluir de acontecimientos que se suceden dejando detrás de sí sus pro-
lidad, herencia de las órdenes monásticas, especialistas del tiempo, maestras ductos y cristalizaciones, ni el enredadísimo enigma que enardecía el alma de
de' disciplina. La herencia no se produce, sin embargo, exenta de transforma- San Agustín (Confesiones, XI, 28). Tampoco es el tiempo iniciático , religioso,
ción. Si las disciplinas buscan organizar el tiempo con vistas a la utilidad, y sancionado por una prueba única, aunque tiene mucho de los ejercicios mo-
no a la salvación, el tiempo tiene que ser de buena calidad, no tener defec- násticos, ni es el tiempo histórico althusseriano cuyo concepto se construye a
tos ni impurezas. Los reglamentos se encargan de ello con interdicciones. Por partir de las estructuras de la producción, aunque no puede prescindir de él.
ej.: queda expresamente prohibido durante el trabajo, comer, hablar, etc. La El tiempo de las disciplinas es, por un lado, más modesto y, por otro
exactitud y la aplicación son virtudes esenciales del tiempo disciplinario. El admite, paradójicamente, cierto aire de comparación metafísica. Es más mo-
tiempo, en todo caso, no es un marco general en que se desarrolla una acti- desto, porque constituye una técnica pragmática de sujeción; cifrado instru-
vidad ni siquiera un ritmo impuesto desde el exterior. Es un "programa" que mental exige al cuerpo una docilidad pautada. Y, en el límite, también tiene
controla desde el interior la elaboración del propio acto. Con él se defme un algo del tiempo de Platino. No en el sentido neoplatónico de constituir una
esquema anátomo-cronológico del comportamiento. Por eso Foucault, como imagen móvil de la eternidad (Enneadas 1, v. 7), sino más bien por no constituir
Reichenbach, considera al tiempo como una cuestión de definición y también sólo "medida", por estar "en alguna palie" (!bid. IV VII, 9). En cierto sentido,
a su métrica un problema de coordinación. La métrica del tiempo depende le pasa al tiempo 10 que al alma de los grandes teólogos. Igual que ella, sin ser
de una correlación entre el cuerpo y el gesto. Es la descomposición del acto en modificado por el cuerpo, mora en su interior, obra en él y por él, como su-
sus elementos la que permite definir para cada uno de ellos una determinada jeto sometido en todo a su imperio y voluntad. Su acción, no obstante, -igual
posición del cuerpo, de los miembros y de las articulaciones, y solo una. La que el alma- es más fácil o difícil a medida que encuentra en el cuerpo-materia
disciplina prescribe un orden de sucesión a los movimientos y este orden se- más o menos sumisa a sus mandatos y deseos. La comparación no es un ejerci-
ñala para cada uno de ellos una dirección, una exclusión, y una amplitud. El cio de especulación incontrolada. Sostiene Foucault que las casas de educación
objetivo es que el tiempo penetre el cuerpo y con él entren los controles minu- y los establecimientos de asistencia prolongaban la vida y la regularidad de
ciosos del poder. los conventos, esquemas antiguos en los que, sin mayor trabajo, se alojaron
Ahora bien, este control disciplinario no consiste solamente en imponer una las nuevas disciplinas. "El rigor del tiempo industrial ha conservado durante
relación pautada cuerpo-gesto. Consiste en imponer la mejor relación. El buen siglos un ritmo religioso; en el XVII el reglamento de las grandes manufacturas
empleo del cuerpo permite el buen empleo del tiempo. Con el tiempo el poder precisaba los ejercicios que debían escandir el trabajo ... pero todavía en el
"se desliza sobre toda la superficie de contacto entre el cuerpo y el objeto siglo XIX, cuando se quiere utilizar en la industria a las poblaciones rurales,
que ma:upula; los amarra el uno al otro. Constituye un complejo cuerpo-arma, ocurre que para habituarlas al trabajo en los talleres se apela a congregacio-
cuerpo-mstrumento, cuerpo-máquina. Se está lo más lejos posible de aquellas nes; se encuadra a los obreros en unas 'fábricas-convento'. La gran disciplina
formas de sujeción que no pedían al cuerpo otra cosa que signos o productos, militar se ha formado, en los ejércitos protestantes de Maurice d'Orange y de
formas de expresión o el resultado del trabajo. La reglamentación impuesta por Gustavo Adolfo a través de una rítmica del tiempo que estaba escandida por
el poder es al mismo tiempo la ley de construcción de la operación. Y así los ejercicios de piedad; la existencia en el ejército debe tener, decía Bousa-
aparece este carácter del poder disciplinario: tiene menos una función de ex- nelle, bastante más tarde, algunas de las perfecciones del claustro mísmo"."
..., ¿r.- ~ __....._ ...•. ~:-: __ '.' '. >... • - .,;.¡.'" ..2'~ - ..

30 Michel Foucault, op, cit., p. 156.


29 Hans Reichenbach, La filosofia cientifica, México, Fondo de Cultura Económica,
1953, Cap. IX "¿Qué es el tiempo?", p. 153. 31 Michel Foucault, ídem, p. 153.

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

Si hubiese una máquina capaz de enseñar a un soldado toda la instrucción En el siglo XVIII se abandona la poena scholastica y se renuncia a las viejas
a la vez, esa maquinaria no sería disciplinaria. Para que exista la disciplina se prácticas de la delación y los castigos corporales, Todo esto está presente en
requieren los segmentos temporales, las pruebas marcadas, los niveles estatu- 1762 en Louis-le Grand tenido por el colegio modelo, en las pequeñas escuelas
tarios; disponer de series, fijar a cada uno su columna, su grado, su ejercicio, su de Port-Royal y en el nuevo colegio de Saínt-Barbe donde se producía la reu-
antigüedad. nión semanal de una especie de tribunal con la participación de maestros y
Si hubiese una máquina, antilasalleana, capaz de suministrar la enseñanza de alumnos para decidir los castigos. Un nuevo sentimiento hacia la infancia
una vez, que formara con el conjunto de alumnos un .gran cuadro único, inca- rodea la incorporación del liberalismo al régimen escolar. Es conocido el gran
paz de distinciones y sin la mirada clasificadora del maestro, esa máquina valor que los hombres del liberalismo atribuían a la educación como fuente de
no sería disciplinaria. Le faltaría la rítmica del tiempo. la igualdad política y social en un Estado. La última obra de Helvétius De
Que en las disciplinas estas máquinas no se conciban explica, de paso, el l'homme es dedicada a resaltar en la educación pública el medio de instaurar
repliegue de la disciplina escolar en el siglo XVIII, hacia el modelo de la mili- - esa igualdad: " iQué masa de luces no arrojaría el conocimiento en las diversas
tar. Philippe Aries explica esa evolución histórica en L 'enfant et la vie fami- partes de la administración! La habilidad del jinete consiste en saber todo lo
liale sous l'ancien régime, en el capítulo V, "Los progresos de la disciplina'Y? que puede hacer ejecutar al animal que él entrena; y la habilidad del ministro
En los siglos XV y XVI lá disciplina escolar encontraba su sostén en una en conocer todo lo que puede hacer ejecutar a los pueblos que gobierna". En
concepción autoritaria y jerárquica que reflejaba, por lo demás, la característi- el invierno de 1773-1774 Diderot redacta sus Memorias para Catalina II de
ca dominante del absolutismo social. La disciplina era humillante y se basaba Rusia y en su capítulo XXV "De las escuelas públicas" pone todo su énfasis
en dos elementos principales: el uso discrecional del látigo por el maestro y la en esta misma interrelación entre educación e igualdad política y social. Por
delación, el espionaje mutuo en provecho de ésta. Se reputaba a este principio su parte Condorcet , el secretario perpetuo de la Academia de Ciencias acuerda
de la delación y al sistema monitorial tan eficaces que a comienzos del siglo a esta idea una neta formulación en Ensayo de un cuadro histórico de los
XVIII, el mismo Juan Bautista de La Salle, a pesar de su rechazo innovador progresos del espiritu humano: "En fin la instrucción bien dirigida corrige
de las viejas prácticas pedagógicas, los adoptó sin dudar. En el Reglamento de la desigualdad natural de las facultades, en lugar de fortalecerla, como las bue-
las escuelas cristianas el eje de la disciplina era la delación: "Como el maestro nas leyes remedian la desigualdad natural de los medios de subsistencia; como
no puede ver lo que pasa en la calle de la escuela, el Hermano Director (para en las sociedades en las que las instituciones hayan conducido a esta igualdad,
vigilar las idas y vueltas) dará orden a cualquiera de los escolares de observar la libertad, aunque sometida a una constitución regular, será más extensa, más
lo que ocurra en las calles siguientes, sobre todo en las que haya muchos entera que en la independencia de la vida salvaje. Entonces, el arte social ha
escolares e informar fielmente lo que hayan observado. Es necesario sin em- cumplido su objeto, el de asegurar y extender para todos el disfrute de los de-
bargo, que sólo se observe sin decir una palabra, de lo contrario serán casti- rechos comunes, a los cuales son llamados por naturaleza".
gados o sujetos a alguna penitencia, por haber hablado". En el interior del Con estas ideas de igualdad no sólo la repugnancia hacia la disciplina esco-
colegio, los oficiales inspectores deberán informar lo que hayan visto al maes- lástica crece hasta alcanzar su supresión en 1763, aprovechándose de la conde-
tro y el inspector será, por su lado, espiado por dos "vigilantes" desconocidos na a la orden de los jesuitas para reestructurar el sistema escolar, sino que se
para él.
borra la diferencia entre la disciplina del niño y la del adulto. De aquí en más,
Lo más destacado de este sistema era la diferencia esencial que se introdu- se trata de despertar en el niño la responsabilidad del adulto, su sentido de dig-
cía, en esos siglos, entre la educación del niño y la del adulto. Entre éstos, a nidad. La nueva disciplina prepara procedimientos para lograr esa adecuación,
su vez, no todos los adultos estaban sometidos al mismo régimen. La gente para borrar las fronteras impuestas hasta entonces y tiene en claro que ello
de calidad social escapaba a las coacciones personales y el modo de aplicación no lo obtendrá de un sólo golpe y brutalmente. La nueva discplina exige cui-
de la disciplina realimentaba las diferencias de condición. Sin embargo, el carác- dados dice Aries etapas una formación. Un dressage. La nueva disciplina más
ter degradante del castigo corporal excluido, para los adultos nobles, no impe- que el monitor y 'el uso d'ellátigo, reclama otros signos; los ejercicios, el uso del
día su extensión a los niños. La punición escolar, el complejo constituido por tiempo y el espacio, señales que creen hábitos.
vigilancia, delación y castigo corporal, tenía un carácter humillante cuyos fines Los métodos regimentales, un estilo de cuartel, toman el relevo de los casti-
no era exclusivamente pedagógicos sino políticos: reproducir a nivel de la edu- gos corporales. La educación se "militariza" en el sentido de la adopción de
cación la estructura jerárquica cerrada del mundo del absolutismo. La imperfec- la sistemática del adiestramiento en los cuarteles, de la imitación de los proce-
ción de la niñez explica su rebaja a nivel de las capas sociales más bajas. dimientos tendientes a producir hábitos: el uso del silbato, los desplazamientos
~ -. ."...,.
.¡' en orden, las agrupaciones en columna. Al registro pedagógico de la ínstruc-
32 Philippe Aries, L 'enfant et la vie familiale sous l'ancien regime, París, ed. du Seuil, cien-igualdad lo recubre el registro de las disciplinas. No otra cosa había dicho
1973, Cap. V, "Les progrés de la discipline". 2a parte, "La víe scolastíque ". Napoleón al referirse a los métodos escolares: "Sin disciplina militar, es muy

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCA ULT

difícil regularizar con exactitud el orden y la policía del establecimiento". El ne relaciones plurales, directas e indirectas, con la constitución de las ciencias
escolar deja de ser un novicio, se convierte en un querubín, pero un querubín del hombre (regla tercera). Es éste el significado de arquitectónica que tienen
disciplinado. los conocimientos que se derivan del Panóptico. No son una rapsodia (keine
Pero se trate de los colegios, de los cuarteles, de las fábricas, prisiones u Rhapsodie); se integran en sistema, aunque ese sistema no sea precisamente
hospitales, las disciplinas no son solamente un arte de distribuir los cuerpos en kantiano, aunque el panoptismo no sea exactamente una teoría.
los espacios y de extraer o acumular tiempo en esos cuerpos, si no buscan tra- El Panóptico es, en realidad, una tecnología, una máquina que hemos visto
ducirse en un aparato eficaz, es decir, en un mecanismo donde se componen, funcionar en el texto de la Memoria de Bentham.
concilian, combinan y articulan fuerzas. En las disciplinas, desde que se trata Foucault , por su lado, ve en el Panóptico una gran máquina de castigar-vigi-
de obediencia y utilidad, los elementos mínimos no son tanto los cuerpos lar-ejercitar. El último de estos términos es, en realidad, el que colorea la se-
singulares, sino los cuerpos relacíonales. "El cuerpo singular se convierte en cuencia, y el que marca una sutil distinción con el modo de ver o el cuadro que
un elemento que se puede colocar, mover, articular sobre otros. Su arrojo o su el propio Bentham se había hecho de ella: máquina de castigar-vigilar-producir.
fuerza no son ya las variables principales que los definen, S:Í..110 el lugar que Las dos reglas fundamentales del texto de Bentham, la regla de inspección y
ocupa, el íntervalo que cubre, la regularidad, el orden según los cuales llevan a la regla de economía, analizadas en el capítulo anterior, garantizan su cuadro.
cabo sus desplazamientos". De acuerdo con esto el cuerpo es un segmento Con esta garantía, Bentham cree ser portador de un discurso sobre el castigo
móvil de una máquina múltiple. No actúa corno pieza adyacente o agregada si- que, a los ojos de Focuault, corresponde retraducir en la siguiente forma: torna
no que resulta engranaje inherente a un mecanismo social. tecnológica de los cuerpos para su adaptación e integración según los fines de
De este mecanismo social en donde se objetiva el hombre productivo-obe- un poder anónimo y funcional.
diente, de esta sociedad disciplinaria, Foucault tiene al Panóptico de Bentharn Foucault no discreparía con la definición de Bentham del Panóptico , ''A
por su diagrama más expresivo, por su modelo ideal. El modelo de una sociedad mili for grinding rogues honesto .. ", sólo que le interesa descifrar con toda preci-
que pasa del castigo a la vigilancia. sión todo lo que está incluido en esos "triturar", "moler", "pulir", "oprimir",
El Panóptico de Bentham, a no dudar, fue un plan, un modelo arquitectóni- "molestar" , contenidos en la semántica de grinding.
co de cárcel. Para Foucault, sin embargo, más que de un proyecto de arquitec- Desde ya que las piedras del Panóptico (del mill, molino), tienen el propósi-
tura se trataría de una "arquitectónica" en una parte del sentido que Kant to de convertir en dóciles y cognoscibles a los hombres que albergan. Dóciles
acuerda a esta palabra en la Critica de la Razón Pura, metodología trascenden- por ejercicio, cognoscible s por visibilidad. Dóciles por haber sido inducidos de
tal, sección 3a, "Arquitectónica de la Razón Pura". Se trata de una Architek- que existe un estado permanente de inspección que los vigila; visibles porque
tonik (arquitectónica) y no de una Architektur (arquitectura) cuyo significado cada detenido está en una celda en que es visto de frente por el inspector, en
es arte de construir o Baukunst. ¿Por qué Architektonik antes que Architek- tanto que los muros del costado le impiden tomar contacto con los otros com-
turt Kant responde con la primera proposición del capítulo: ·Ich verstehe un- pañeros. "En esta máquina el detenido es ... visto pero él no ve; objeto de una"
ter einer Architektonik die Kunst der Systeme . "Entiendo por arquitectónica información, jamás sujeto en una comunicación".
el arte de los sistemas. Así corno la unidad sistemática es lo que por primera Recordemos cómo funcionaba el principio de visibilidad del Panóptico. El
vez eleva a ciencia el conocimiento vulgar, es decir, convierte en sistema un Panóptíco , dice Foucault, "es una máquina de disociar la pareja ver-ser visto:
mero agregado de conocimientos, la arquitectónica es la doctrina de 10 científi- en el anillo periférico, se es totalmente visto, sin ver jamás; en la torre central,
co de todo nuestro conocimiento y, por consiguiente debe figurar necesaria- se ve todo, sin ser jamás visto". No son otras las palabras que, sobre esta diso-
mente en la metodología. Bajo el gobierno de la razón nuestros conocimientos ciación y el principio de la luz, expresa Jacques-Alain Miller en su ensayo "La
no pueden formar una rapsodia, sino necesariamente, un sistema, pues sola- machine panoptique de Jeremy Bentham", en el número 3 de Ornicar, boletín
mente en él apoyarán y favorecerán los fines esenciales de la razón. Pero yo periódico del campo freudiano: "Esta configuración instaura pues una disime-
entiendo por sistema 12. unidad de diversos conocimientos bajo una idea." 33 tría brutal de la visibilidad. El espacio cerrado carece de profundidad, expuesto,
En la arquitectónica hay un campo general de enunciados donde los elemen- ofrecido a un ojo único, solitario, central. Está bañado en la luz. Nada, nadie
tos son captados no corno agregados sino corno objetos de un posible saber. La está allí disimulado, sino la misma mirada, ornnivigilante, invisible. La vigilancia
prisión ver-saber del Panóptico no está sólo, corno decía Foucau1t, en el origen confisca la mirada, se apropia del poder de ver, y somete allí al recluso. En el
de una teoría jurídica o moral, en el origen de la críminología sino que mantie- edificio opaco y circular, es la luz que aprisiona" .34
He aquí el principio de visibilidad del Panóptico: celdas bañadas en luz, luz
33 _ .-:._ ,',~~ " >~,~-lo-

Immanuel Karít; "Kritik der reinen Vernunft, Frankfurt, Suhrkamp Verlag, Ilaft(I ¡V- -
.

~-;d~<':';""'~' .. . . . "c , •. .....,7' ",~~f ,....~",7,~'::. -~~':~;::-t'\B''''


NO 2. (Crítica de la razón pura, Francfort, editorial Suhrkarnp), TO 4, NO 2, 1977 (13
859,860/ A, 831, 832), "La arquitectónica de la razón pura". 34 Jacques-Alain Miller, op. cit., p. 4.

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

que aprisiona, nada queda ocultado. Se trata, exactamente, del principio in- neralizada en el cuerpo social, su vocación de fortalecer las fuerzas sociales
verso del calabozo, de cuyas tres funciones, encerrar, privar de luz y ocultar, de integrarse a los más diversos niveles sin perder ninguna cualidad. '
sólo queda la primera, eliminándose las otras. En el Panóptico todo está baña- El Panóptico es una máquina de hacer experiencias plurales. Se le pide a la
do por la luz, en el calabozo todo está cerrado para impedir su paso. En el Pa- disciplina que se instrumenta en su espacio, que actúe como un embrague entre
nóptico es la luz que encierra, en el calabozo la luz es la encerrada. En el un mecanismo de poder y una [unción. Como prisión es un lugar de exclusión.
Panóptico nada se disimula, en el calabozo son los cuerpos los ocultados. Como Panóptico es el lugar circunscripto donde una función, la de normaliza-
Charles Dickens, en Little Dorrit (1857) dejó una de las pinturas más expre- ción disciplinaria, debe poder reinscribirse en 10 más amplio del espectro social.
sivas de este principio, invertido, del calabozo, al describir la cárcel de Marse- Es bueno recordar las ideas de Bentham sobre esta misma multiplicidad, la de
lla: "En aquella fecha tenía Marsella una cárcel ruin. En una de las celdas de lo que llama "Otros usos del principio panóptico" y que resume en su Memo-
esa cárcel, lugar repulsivo del que se apartaba cerrando los ojos el molesto res- ria así:, "10 - Aplicación de este principio general a todos los casos en que un
plandor, abandonándolo a los desperdicias de luz refleja que pudieran estar gran numero de hombres debe estar constantemente bajo la inspección de unos
a su alcance, había dos hombres. La habitación recibía la luz que podía en- pocos, sea para el simple encierro de las personas acusadas, sea para el castigo
trarle por una reja de barrotes de hierro, dispuesta como una ventana bastante de los culpados, sea para reformar a los malos, sea para forzar a los perezosos al
grande, que servía para que pudiera ser inspeccionada desde la lóbrega escale- trabajo, sea para facilitar la asistencia de los enfermos, o sea para hacer fácil la
ra a la que daba la reja. En todo se advertía el husmillo de la cárcel. El aire en- enseñanza, y llevar el poder de la educación a un punto inconcebible hasta el
carcelado; la luz, encarcelada; los hombres, encarcelados; todos y todo sufrían día.
empeoramiento por estar confinados. De la misma manera que los presos "20 - Establecrn.;ientos á que por consiguiente es aplicable: 1) casas de se-
estaban ajados y macilentos de modo idéntico el hierro estaba roñoso, la pie- guridad; 2) cárceles; 3) casas de correción; 4) casas de trabajo; 5) hospitales; 6)
dra, viscosa; la madera, podrida; el aire, enrarecido; la luz, mortecina. Igual que manufacturas; 7) escuela.
el pozo, igual que la bóveda subterránea, igual que la tumba, la cárcel no sabía "30 - Suficiencia de un solo hombre de confianza para estos establecimien-
nada de la luminosidad exterior y habría sido capaz de conservar su atmósfera tos, por grandes que sean".
infecta aunque hubiera estado en una de las islas especieras del oceáno Indico.
iCondenado de sol bandolero, que no entra jamás aquí!". 3 S 3. El Panóptico y la institución total de Goffman
En el Panóptico, por el contrario, la soledad del detenido es una soledad-
soleada y observada, y esto lo incluye en una relación del poder que él mismo El uso del Panóptico es total. Llegado el análisis a este punto conviene pre-
sostiene y realirnenta. Sabemos cómo esta observación y la inducción que g~ntarse si la arquitectónica, la condición de sistema del Panóptico, su princi-
crea -por la técnica que la implica- es la génesis de su obediencia: imposible pIO~no es, acaso, el mismo principio que el influyente trabajo Internados, de
de decidir si el inspector está presente o ausente, el detenido no apuesta al azar Ervmg Goffman atribuye a 10 que llama "una institución_total".~6~Goffman-la
de la discontinuidad. Aunque no se lo mire, el Panóptico debe asegurar de que define "como un lugar de residencia y trabajo, donde un gran número de indivi-
siempre puede ser mirado. duo.s en igual situación, por un período apreciable de tiempo, comparten en su
La arquitectura del Panóptico es, pues, una arquitectura muy singular. Es encierro, una rutina diaria administrada formalmente".
una arquitectura del poder-control y no del poder-soberanía. Goffman, que en su investigación sociológica no encontróen la literatura el
caso del Panóptico, admite que las cárceles son un notable ejemplo de institu-
Pero dijimos que el Panóptico más que una arquitectura es una arquitectó-
ción total, aun cuando otros establecimientos cuyos miembros no han quebran-
nica. Señala un principio general de construcción. En cierta forma es un mo-
tado ninguna ley, tienen su mismo carácter intrínseco. El hospital psiquiátrico
delo vacío capaz de adaptarse a los más diversos usos, Foucault habla de la po-
es para él el punto de referencia privilegiado de una institución total.
livalencia de sus aplicaciones. Arquitectónica en cuanto diagrama del poder.
Arquitectónica en cuanto mecanismo de poder referido a la idealidad de una Muchos son los rasgos comunes entre el principio de una institución total y
forma, en cuanto sistema abstraído de todo obstáculo, resistencia y rozamien- el del Panóptico, 10 que no excluye también algunas diferencias significativas.
to. Sirve, dice Foucault, "para enmendar a los presos, pero también para curar Forma parte del ordenamiento básico de la sociedad extramuros que el indi-
a los enfermos, para instruir a los escolares, para guardar a los locos, vigilar a los v!d.uo tiende a dormir, jugar y trabajar en distintos lugares con diferentes copar-
obreros, hacer trabajar a los mendigos y a los ociosos ... " ticipantes, bajo autoridades diferentes y sin un sólido plan racional. En una íns-
En esto consiste su carácter de sistema formal, su capacidad de función ge- titución total, el criterio de descripción pasa por la ruptura de las barreras que
separan es,os ám~it~.:.de
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::!~~.,:
A diferencia de la vida ~n sociedad, ~92~sJas.a~Ji~->,
__ .;cr.. ~~'" •...•
_.#r't"" .,""'-~~. ~ ",-"l~

3S Charles Dickens, La pequeña Dorrit, en Obras completas, Madrid, Aguilar, TO VI,


1952, p. 14.
36 Erving Goffman, Internados, Buenos Aires, Amorrortu Editores, ed. 1972, p. 19 Y ss.

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPT/CO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

vidades se desarrollan aquí en un mismo ámbito espacial. En lugar de diferentes sistemas de abluciones, alimentos groseros, afeite de cabeza, mordaza para las
potestades, se cuenta con una sola autoridad: en el caso límite de Bentham la palabras injuriosas, vestido estrecho de los locos para domar los golpes de los
suficiencia de un solo hombre de confianza. La astucia del Panóptico: la mirada violentos, privación de alimento hasta el fin de la tarea contra la resistencia
del ojo central. En lugar de diferentes coparticipantes, cada etapa de la activi- al trabajo. No por colorido, de todos modos, deja de ser un claro indicador de
dad cotidiana se lleva a cabo en la compañía inmediata de otros que reciben el esas humillaciones, el episodio en que, precisamente, Bentham sugiere disimu-
mismo trato, y de quienes se exige que hagan juntos las mismas cosas. En lugar larlas. Se trata de la transformación de los domingos, Con la apertura de las ga-
de ausencia de planes, una estricta programación regula cada etapa de la vida y I lerías se hace una capilla para el público y los presos pueden asistir a los oficios
conduce en un momento prefijado a la siguiente, y toda la secuencia se impone desde sus celdillas. Bentham piensa que dividida la atención de los espectado-
piramidalmente mediante un sistema de normas formales explícitas. res, y de no ser fijada individualmente en algunos, la difusión del espectáculo
El hecho clave de las instituciones totales, consiste en el manejo de muchas limará las puntas más dolorosas de la humillación. Si no se lo lograra.Bentham
necesidades humanas, organizando administrativamente los conglomerados hu- propone un contraseguro: enmascarar a los presos para que lo que esté expues-
manos indivisibles. Una división binaria básica atraviesa la institución total: "el to a la vergüenza "sea el delito abstracto".
personal" y los "internos". Cada grupo tiende a juzgar al otro con rígidos este- No cabe, pues, encontrar en este punto una distinción con las mortificacio-
reotipos generalmente hostiles: para el personal los internos son taimados e in- nes que Goffman especifica en una institución total para el interno y que están
dignos de confianza, para los internos el personal despótico y mezquino. El per- ya incorporadas en los mismos procedimientos de admisión. Tomar fotogra-
sonal se siente superior y justo, los internos débiles, censurables y culpables. No fías o impresiones digitales, controlar el peso, asignar números, efectuar regis-
hay en estas características diferencias sensibles entre el concepto de institu- tros, hacer una nómina de los efectos personales para enviarIos a depósito, des-
ción social y el Panóptico. En realidad de cualquiera de estos rasgos pueden en- vestir al nuevo interno, bañarlo, desinfectado, cortarle el pelo, entregarle la ro-
contrarse huellas en la Memoria de Bentham. pa de la institución, asignarle cuartos, instruirlo en las normas, incitarlo a la re-
Tampoco habrá de percibirse esa diferencia entre las formas de "mortifica- beldía, como test de obediencia inicial, para castigado hasta que se humille
ción" en uso en las instituciones totales, ni en las barreras que ellas erigen entre y pida perdón, son todos procedimientos de admisión que reflejan la historia
el espacio interior y el exterior. La mutilación del yo, entendida como cancela- social del individuo. Pero son también, como lo observa Goffman, procedimien-
ción de la programación de los roles de la vida civil, está también presente en el tos de "preparación", de "programación", manoseos que permiten moldear y
Panóptico. Con el ingreso en él -o en una institución total- las expectativas clasificar al recién llegado como un objeto a introducir en el aparato del esta-
y el plan de desarrollo de esos roles, afronta una brecha que implica en muchos blecimiento para la mejor adaptación de un yo. Se trata, en realidad, de adapta-
casos una anulación defmitiva para algunos de ellos. Se reconoce en la incauta- ción-desintegración ya que a medida que avanza el proceso de ajuste con las
ción del tiempo la causa técnica de esa ruptura: la separación entre el interno y normas de la institución, se pierden cuotas de la autoidentificación: "Muchos
su mundo dura "¡todü ehlía" y puede prolongarse por varios años. Con el regre- dé estósprocedímíentos se basan en características (como el peso o las impre- ~,. , I
so al mundo difícilmente puedan compensarse, en etapas más avanzadas del siones digitales) que el individuo posee simplemente por pertenecer a la catego-
ciclo vital, el tiempo borrado a la adquisición de instrucción, al amor, al progre- ría social más extensa y abstracta, la del ser humano. Toda acción que se em-
so en el trabajo, a la educación de los hijos. Gran parte de las dificultades que prenda sobre la base de estas características tiene necesariamente que ignorar,
Bentham avizora en su "Provisión por los presos que salgan de la cárcel" debe en su mayor parte, los fundamentos anteriores de la autoidentificación".
encontrarse aquí. A pesar de los muchos años de permanencia en elPanóptico en En este proceso de desintegración del yo, la pérdida del nombre es, quizá,
condiciones de educación rigurosa, apego al trabajo, instrucción en la moral y su mayor signo. Cuando el interrio ingresa en la institución total, se levanta
en la religión, Bentham considera una gran imprudencia "ellanzarIos en el mun- una barrera con su mundo cotidiano en donde la ceremonia de admisión es
do sin custodia y sin auxilios en la época de su emancipación, en que pueden una despedida-comienzo. Esta despedida comporta el desposeimiento de toda
compararse á los muchachos, que estrechados mucho tiempo acaban de quedar propiedad, desposeimiento cuya importancia no puede ocultarse ; es obvio
libres de la vigilancia y cuidado de sus maestros". Y su preocupación es tanta que las personas extienden su sentimiento del yo a las cosas de su pertenen-
que, en los casos en que el preso no tuviese amigos, ni parientes, ni fiador, lle- cia. De ahí el factor simbólico esencial que, en una institución total, supone
ga a proponer. .. un Panóptico subsidiario. Un establecimiento fundado en el toda la regulación sobre los bienes muebles del establecimiento, junto con
mismo principio sólo que con más libertad, "donde ya no habrá señal humillan- la implantación de los cuerpos en el espacio. El uso de esos muebles debe ha-
te, donde podrán celebrarse matrimonios, donde los habitantes ajustarán su
trabajo sb.bré,oel;ir1isrr1o;.-,pJ~j··
:'
Que en el Pan6pÍico principal -no en el subsidiario- hay humillaciones,
~ ' ;,~,;";-,C'7'i- ~~~~~~o:;=ñ:;:~e{:~~:Ca~o~s:n:~;~e: ~~t;:i~~:v: ~~~~~~~:~~~;~;~,
ción. La más significativa de las pertenencias no es, empero, física; es el nom-
"~~.v.
se deduce de algunos pasajes de la Memoria: vestidos con mangas desiguales, bre con toda su función sígnica de autoidentidad , La pérdida del nombre, su

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO
EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT
.1
reemplazo por un número, o por otro sucedáneo, es la forma más grave del
despojo del yo. cortina podría encubrir los a la vista de todos". y no es convergentemente casual
En las disciplinas, como en las instituciones totales, la sustitución del nom- que. Goffman, partiendo del eje de un hospital psiquiátrico, suministre a su
bre propio acompaña, como su sombra impalpable, a las otras técnicas del casti- vez importantes elementos de aplicación en las prisiones.
go-adaptación: diagrama del espacio para la vigilancia jerárquica, captura del Tampoco es azaroso que quien dedicara treinta años de su vida a organizar la
tiempo, pérdida del nombre-identidad, forman un solo cuerpo. También en llamada escuela ortogénica de Chicago, Bruno Bettelheim, haya visto ocupada una
cuanto al nombre podría señalarse una distinción entre el castigo moderna- importante fracción de su actividad con los problemas de arquitectura y empla-
mente concebido y el que predominaba allí donde la reparación o compensa- zamiento de los cuerpos en los establecimientos psiquiátricos, eje del análisis de
ción era lo privilegiado de la punición. En una nota de su texto "La acusación, Goffman. Por la relevancia que Bettelheím acuerda al estudio de la distribución
investigación sobre la figura de la agresión física,,37 Francois Tricaud trae un de los cuerpos en el espacio psiquiátrico, en su obra A home for the heart, no sería
notable ejemplo de una extraña modalidad del castigo -extraña sólo para los extravagante leer parte de su texto como un llamado a benthaminizar a Goffman.
que omiten el sentido reparador de la venganza- donde el culpable o un Después de haber pasado un año en los campos de Dachau y Buchenwald ,
miembro de su familia debía entrar en el grupo lesionado para reemplazar a la el problema de la concentración de los cuerpos, y su relación con la psicología
víctima muerta. Este ingreso tiene el sentido de una exacción reparatoria en y psiquiat:ía, no podía ser desconocido por Bette1heim. La premisa de la que
beneficio del ofendido y el castigado pierde su nombre y adopta el de la vícti- parte es bien clara: no se puede construir hospitales psiquiátricos, no se puede
ma. Tricaud menciona las leyendas griegas, los antiguos germanos, los Kabylas'" organizar la terapéutica en establecimientos que tienen que albergar a una mul-
y los ~dios de América, citando respecto de estos últimos la obra Costumbres tiplicidad de personas, cuyo status con posterioridad a Pinel y a S. Tuke está
de los salvajes americanos de Lafitau: "Lafitau,op. cit., t. 1, p. 494, declara que desglosado del de los delincuentes y otros parias de la sociedad, sin conocer su
la adopción del asesino es practicada en el mayor número de naciones de Amé- historia. Al fin y al cabo, sea en la cárcel como en los manicomios existe un
rica septentrional. Hay que hacer notar ,por otra parte, que entre los prisioneros riesgo parejo: que el house-keeper o el terapeuta ejerzan una dominación injus-
capturados lejos para reparar la pérdida de un guerrero, unos son muertos, pero tificada más allá de la ley y más allá de los fmes de la curación sobre el recluso
otros son instalados en e11ugar del muerto, con todos sus derechos y deberes, o el paciente, de modo que uno y otro caigan en el dominio incontrolado o
recibiendo incluso su nombre (TO Il, p. 308). Ocurre aún que sea el asesino inj,u~ificado de los primeros. O, a la inversa, que sean los inspectores, o los
quien se encargue de ir a capturar un reemplazante". médicos, enfermeras o asistentes quienes arriesguen ser despistados o burlados
No interesa dilucidar si la moderna sustitución del nombre por un núme- por el comportamiento de presos o pacientes. ¿Qué otra cosa, sino un princi-
ro implica un cambio respecto de la forma de castigo descripta por Tricaud, pio de arquitectura sería capaz de evitar ambos defectos?
o constituye más bien su reminiscencia actual. Lo importante es señalar la Bettelheim emprende por ello el estudio del uso histórico de los espacios pa-
existencia de una relación castigo-nombre y su constancia histórica. Tanto en ra albergar locos y las razones sociales que lo.motivaron, condición previa para
alcanzar resultados positivos.
el caso del Panóptico como en el de la institución total, la relación ha sido
objetivada e indica un nuevo rasgo común. Bettelheim comienza su estudio con palabras que poco y nada difieren de
La presencia global de estos rasgos similares entre el modelo de Bentham las que estuvieron en boca de Bentham, de Beccaria o de Howard frente a las
y el de Goffman, no debe ser motivo de sorpresa. No es producto del azar que prisiones: "Ninguna excusa, ninguna razón valedera puede justificar la atroci-
Bentham, ocupándose de un modelo de cárcel, esboce sus ideas acerca de un d~d ~e los locales, donde son guardados los enfermos mentales, más que la me-
hospital panóptico: "En un hospital panóptico -dice la Memoria- no podría diocridad lamentable de un tratamiento que se disimula bajo la apariencia de una
haber abuso alguno de negligencia, ni en la limpieza, ni en la renovación del terapia. Nuestros hospitales psiquiátricos son las plagas vergonzosas de nuestra
aire, ni en la administración de los remedios: una división mayor de cuartos sociedad; el público toma a veces conocimiento de ello, horrorificado, pero lo
serviría para mejorar las enfermedades: los tubos de hojalata proporcionarían olvida de inmediato antes de que su conciencia esté seriamente perturbada".
a los enfermos una comunicación continua con sus asistentes: una vidriera Obsérvese que Bettelheim, igual que Bentham, pone todo su énfasis en los
por dentro en vez de rejas dejaría a su elección el grado de temperatura, y una locales, en la parte geométrica de la institución, en el punto de referencia de
distribución de los espacios y así como Bentham creía encontrar en el Panóptí-
co su modelo de prisión ideal, el sueño de Bettelheim es concordantemente
37Francoís Tricaud, "L'accusation, recherche sur les figures de l'agression étique " Philo- encontrar en el edificio ortogénico el establecimiento psiquiátrico perfecto. '
sophie du Droit, NO 17, París, Dalloz, 1977, p. 68. ' En la Edad, Media}e c9n.~~~erab.aH~~ los.locos eran.poseídos por eSHíritus.
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....• 1'f;~' maléficos y demoníacós. "Esta~'-er&encfa- asóCiadá alpeligro iateilt~' repiésentado r~
Un estudio completo sobre la etnología de los Kabylas, lo ofrece el texto de Pierre por los locos y por su violencia, a veces puesta de relieve, engendró la idea de
Bourdieu, Esquisse d'une théorie de la pratique, París, Librairie Oros, 1972.
encerrarlos. De allí, el vínculo tradicional castigo-locura, justificado en la ne-
194
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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

cesidad de espantar los malos espíritus de sus cuerpos. De la Nave de los Lo- pósito simbólico de imprimir en el subconciente de visitantes, pacientes y per-
cos (la Narrenschiff del Basca) se pasó en Alemania a la Torre de los Locos sonal, el sentimiento de tranquilidad y la seguridad de poder entrar y salir
(Narren turm), edificio de custodia semejante a una prisión. Hoy en día tam- cuando llegue el momento, Bettelheim cree que el modelo más cercano al per-
bién se los ubica en construcciones que semejan a prisiones no tanto como se fecto estuvo a punto de lograrse en Viena en 1902 -en el momento mismo
dice por su seguridad, sino más bien para la nuestra.I" Existió también el pe- del nacimiento del psicoanálisis- con motivo del proyecto encomendado al
ríodo en que constituían un espectáculo para el público y eran encerrados célebre arquitecto austríaco atto Wagner. Como las otras ciudades germáni-
en lugares como Bedlamm en Londres, donde se debía pagar para verlos, cas, Viena poseía su Narrenturm, edificio siniestro que evocaba la prisión don-
como animales de un zoológico, mientras que los enfermos físicos eran cuida- de se encerraba a los enfermos. Con el Siglo de las Luces, la Torre de Viena fue
dos en monasterios o en órdenes religiosas. Ya nos referimos al abuso de los abolida y reemplazada por un asilo muy semejante a los que se construyeron
housekeeper que hacían de este espectáculo una actividad lucrativa de las en Estados Unidos para garantizar "el tratamiento moral" capaz de curar la lo-
prisiones. cura. De acuerdo con el proyecto, y la decisión del gobierno de la Baja Austria,
La crítica de Bettelheim a las construcciones hospitalarias psiquiátricas el establecimiento sustitutivo se fijó en un lugar elevado de la ciudad, visible
va de la mano con su proyecto de encontrar en su transformación arquitec- y a gran distancia. El plan del conjunto de la institución fue concebido por
tónica, una parte de la clave del método terapéutico. Bettelheim examina el Wagner, pero lamentablemente éste sólo dirigó la construcción del edificio cen-
dictum: "No son los muros de piedra que hacen la prisión, ni los barrotes de hie- tral. No era una torre central de vigilancia como la del Panóptico, pero 10 cons-
rro la jaula", y considera, sin embargo, que "ellos denuncian claramente las tituía una iglesia alrededor de la cual las otras partes como la administración,
intenciones de los que construyen edificios de este tipo para ubicar allí a los ocupaban un sitio secundario. Este edificio central, pivote del conjunto, conta-
otros. Y si un individuo, de una calidad excepcional, es capaz quizá, al precio ba con una cúpula dorada que dominaba todos los otros sectores y que refleja-
de esfuerzos considerables, de superar las condiciones de su entorno, es no obs- ba el sol, símbolo del espíritu global que animaba la construcción.
tante aquel que, entre la mayor parte de nosotros, determina el modo de vida Lo importante de estas similitudes entre el Panóptico, la institución total
que se desarrolla en el interior. Esto es particularmente verdadero para el en- de Goffman y el modelo de Bettelheim, es que los efectos que se esperan se-
fermo mental. Puertas con cerrojos, ventanas con barrotes, no procuran a un gún los repetidos fines, dependen no tanto de desarrollos conceptuales, como
alma el cuadro necesario para que ésta pueda liberarse de sus trabas. La in- de la aplicación de tecnologías de control-normalización.
mensa mayoría de nuestros hospitales psiquiátricos evoca torreones de casti- Hay, sin embargo, y por encima de los rasgos comunes, una diferencia a
llos que aprisionan el alma, más que casas en las que se pueda tratar al espíri- apuntar entre la lectura del Panóptico que hace Foucault y la idea de Goffman
tu atormentado con una dulzura tan grande como para que aprenda a vivir de una institución total. Para Goffman estar "adentro" o "encerrado" son cir-
_confortablemente en el interior de su cuerpo y consigo mismo. El bienestar , cunstancias que dependen del significado especial que para el interno tiene el
del cuerpo contribuye considerablemente al del alma". . - "salir" o el "quedar libre". Con este motivo se crea un tipo especial de ténsión ~ ~,
Lo mismo que Bentham, Bettelheim intenta decir: Dadme un plan de ar- entre el mundo habitual y el institucional, tensión que es aprovechada por este
quitectura y os diré quién lo ha construido, y qué es lo importante en el in- último mundo como palanca estratégica para el manejo de los hombres.
terior de sus muros."? . Es por esta razón que Goffman llega a la conclusión que "las instituciones
Al margen de las propias convicciones aplicadas en la práctica por. la arqui- totales no persiguen verdaderamente una victoria cultural". Esta conclusión
tectura de la escuela ortogénica en Chicago, cuyo plan acentúa la importancia queda, en cambio, completamente descartada en el análisis de Foucault que
de los lugares de pasaje, corredores y vestíbulos y su decoración, con el pro- concibe al procedimiento técnico del panoptismo como una escritura destinada
a inscrib ir los cuerpos en los fines del poder, de acuerdo con las formas genera-
les de la disciplina. Para Foucault las palancas estratégicas del Panóptico tienen
39 :'éase sobre este tema de Miohel Foucault, Histoire de la [olie d l'age clasique, París, un fin primordial político: promover la docilidad y la utilidad de todos los ele-
Gallunard, 1972, Cap. IV y ss. (Hay traducción castellana, editorial F.C.E ..) Asimismo, mentos del sistema, algo que estaba en el élan del liberalismo-utilitarismo .
de Hugo Vezzetti, "Penalidad y moralización para una historia de la locura y la psicolo-
gía en la Argentina", Revista argentina de psicologia, NO 26, Buenos Aires, año X, y
El adiestramiento minucioso y concreto de las fuerzas útiles, he aquí para
del mismo autor, en revista citada, año XII, NO 30, "Locura y delito. La regeneración Foucault el lugar en que se ancla el poder. La filosofía de Bentham es el lla-
de los argentinos". De Enrique Eduardo Marí, "José Ingenieros el alienista su loco y mado a la contabilidad general de las utilidades, el Panóptico su libro de re-
el delito", Todo es historia, Buenos Aires, octubre 1981, NO 173. ' , gistro .
.",.~.: "~:".'"-:';~::~Ó'·'..... ~:;;~'r'"~-~;.~. ~ _ . ..":~ '1"-;; _.~.•,.. {~~~~~W·t~:-~
. :;: :;,~;''JID>MÜ.'::Hógicadel utilitarismo todo tiene que estar o.td~d2~}a-si~ a~~~,;'~~
Bruno Bettelheun, A home [or the heart, cito traducción francesa Un lieu ou renaitre
París, Ed. Laffont, 1975, Cap. 1, "La concepción de un establec~iento psiquiátrico': Foucault habla por eso de individualización-clasificación en las discip mas.
p. 148, y ss. ' La transparencia general, la regla de oro del Panóptico, no es sólo para vigilar,

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LA PROBLEMATICA DEL CASTIGO EL PANOPTlCO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

es para clasificar los cuerpos en un cálculo general. El vagabundo, el ~ombre De todos modos abre a los historiadores explícitos campos a emprender y,
sin lugar, es un nómada, como dice J. Alain Miller: flotante en los nncon~s en lo específico del discurso del Panóptico, redescubre en Bentham una lec-
sombríos de una sociedad que desgraciadamente no es en toda su superficie tura que no estaba en él ni en el discurso utilitarista de la justificación del cas-
panóptica. "Hay que barrerlo y hacerla desapare.cer porque su p:e~encia.c~ns~ tigo.
tituye una falta política, que es tanto como decir una falta de lógica. NI el m Templo de la razón utilitarista para Miller, en su espacio homogeneizado to-
la masa deben desorientar las taxonornias, las relaciones regladas, la lógica de do debe concurrir a un resultado. Nada debe ser sin motivo. Toda pérdida debe
,,41
las clases que to do pone en su 1ugar . ser conjugada, todo trabajo compartido, Todo movimiento constituye un gas-
Esta lógica sustituye el principio exacción-violencia por el principio "sua- to, todo gasto debe ser productivo. El llamado del Panóptico: vivir sin tiempo
vidad-producción-provecho". Con este principio los cuerpos se pliegan a unos muerto. Ningún recluso debe tener la impresión de que el tiempo pasado en el
movimientos regulares, a los dictados de una jerarquía-vigilancia que excluye Panóptico es tiempo perdido, malogrado o robado a la propia vida. En la pri-
la agitación-distracción y se integran a la obediencia del nuevo orden, o al or- sión común el tiempo se hace interminable y no debe contarse, Quien 10 ha-
den de la nueva lógica de la utilidad. El sutil cálculo del sometimiento adapta- ga revela que no le resulta llevadero. En el Panóptico, en cambio, debe cornpu-
do, reemplaza las formas visibles costosas y violentas contra las que Bentharn tarse como forma de los procesos de ajuste tecnológico y entrenamiento. Quien
tanto, ya muy justo título, escribiera. no lo haga revela que no le resultan llevaderos esos ajustes y confiesa su inadap-
Históricamente su Panóptico, según Foucault, irrumpe en un momento en tabilidad al Panóptíco.
que la burguesía ha llegado a ser en el curso del siglo XVIII la clase po.líti,c~- Huevo de Colón de la política, según Foucault, el ojo que vigila, el ojo que
mente dominante que preserva y pone a cubierto el proceso en un marco jurídi- castiga, es el ojo que ejercita y educa para crear hábitos de trabajo, obediencia
co explícito, codificado, formalmente igualitario y con un régimen parlamenta- y utilidad según el orden social, La justificación utilitarista del castigo no esta-
rio y representativo. "Pero el desarrollo y la generalización de los disposit.ivos ría tanto en la prevención o en la reforma individual sino en "la normaliza-
disciplinarios ha constituido la otra vertiente oscura, de estos procesos. ~aJ? ~a ción", en el proceso de educación de la existencia corregida.
forma jurídica general que garantizaba un sistema de derechos en pnncipio La lectura tradicional de Bentham al no conectar su discurso utilitarista del
igualitarios había subyacentes esos mecanismos menudos, cotidianos y físicos, castigo, con su discurso sobre el Panóptico comete una omisión que permite
todos esos sistemas de rnicropoder esencialmente inigualitarios y disimétricos alinear el primero en la teoría clásica de la disuasión, cuyo estilo lo habrían da-
que constituyen las disciplinas". do, ente otros, el mismo Bentham, Balckstone, Romilly, Pailey y Feuerbach.
Las luces, pues, que descubrieron las libertades, inventaron también las dis- Este modelo radicaría esencialmente en un cálculo de placeres y penas. Tal
ciplinas. Haz de técnicas físico-políticas, las disciplinas funcionan como la con- modo de ver de Bentham típico de An Introduction ,queda reformulado,
trapartida de las normas jurídicas según las cuales se redistribuye el poder y se sin embargo, en dos etapas, La primera se cons~ma en el interior de este mismo
hace circular el castigo. Las normas jurídicas fijan el ámbito de libertad y los lí- texto , dando - lugar al ""modelo económico" -cuya influencia en economistas
mites del castigo según reglas de igualdad, que las disciplinas luego corrigen o como Marhall, Jevons y "el grupo de Chicago", no ha sido suficientemente ela-
predeterminan según otros programas. Foucault no niega que haya que buscar borada como vimos antes, En una segunda etapa, el discurso del Panóptico retrans-
la lógica de estos programas, a la manera de Rusche y ~irchheimer, en la histo- forma e inscribe la base de la justificación moral y jurídica del castigo en el móvil
ria de las grandes estructuras y en los modos de producción, pero pre~ere mant~- de la educación y creación de hábitos que la sociedad -con vistas a la cual Ben-
ner su análisis en el nivel de los micropoderes, creando una especie de teona tham teorizaba- exige como condición de funcionamiento de su sistema de tra-
quántica del poder. Un poder capilar cuya peligrosa tendencia a la metafísica le bajo. El Panóptico instala el discurso del castigo en el centro de otro fenómeno
fuera señalada por Dominique Lecourt'f .

del Panóptico, tal como la formuló Bentham, la ilustración misma de esta 'tecnología'
41 Jacques-Alaín Miller, op. cit., "El templo de la razón", p. 7. nueva del poder que, reposando en la vigilancia, se inaugura, segÚn él, en el siglo XVIII. ..
Pero jamás Foucault ha erigido el Panóptico en arquetipo del poder del Estado como no
42 Dominique Lecourt, Dissidence ou Révolution, París, Maspero, Cahiers libres, 346. El hesitan en hacerlo nuestros filósofos". Glucksmann no trepida, añade Lecourt, en endo-
capítulo 4 de este texto contiene una crítica rigurosa a la concepción de ideología de Fou- sar -en Les Ma itres penseurs- a Foucault, bajo el emblema del "panoptisrno generaliza-
cault y de su teoría microfísica del poder. Su riesgo, señala con su habitual precisión Le- do", las tesis hegelianas sobre el Estado.
court, es su pendiente a una metafísica del poder lista "para todo servicio". Lecourt des- Ya vimos la aclaración de Foucault en L 'impossible prison, sobre el error de suponer
nuda, con, todo~ una ,su~rte, de pontraband9 ,intele~tual, puesto sr
ju~g? por Levy, ~I~c~s- "" que h~ tesis de Bentham sºnlas- suyas propias, Cabe-ahora reafirmarque J:Uql~ lectura- ~.~é;:~
,"'. mann -y-"los·nuevos:'fuosofos", al apoderarse del ejemplo de Foueault del Panóptico-usán- .", ~~áei PasaJe"de André Glúcksmann- en la obra éHatla:'-PfíÍÍs,Ed. Giássef; t977~lréñofuinado~
dolo contra el espíritu y la letra de su texto. Dice Lecourt: "Si Foucault ha exhumado es- "L'appareil panoptique ", y el punto precedente, "Une machine disciplinaire", pp. 109-
te texto singularmente olvidado de Bentham es porque pensó haber descubierto en la idea 115, confirma la imputación de Lecourt.

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LA PROBLEivIATICA DEL CASTIGO EL PANOPTICO EN EL TEXTO DE MICHEL FOUCAULT

que lo prolonga más allá de su marco de derecho positivo: la disciplina produc- Ewing es hacer de este sesgo un nexo entre las dos alas de la teoría: la fun-
tiva de las fábricas. Conviene ser precisos. No es que el Panóptico fije una igual- ción de reforma y la función de disuasión. La primera, imprimiendo efectos
dad o señale una ecuación entre fábrica y prisión. Como promotor de salarios de educación moral en la persona castigada, la segunda, extendiendo esos efec-
y productos, está más en la letra de Bentham que en todo 10 que sub yace a! tos a otros miembros de la comunidad. La distinción que Ewing traza entre la
funcionamiento anatomo-politíco del aparato: sueño de una categoría socia! función de disuasión como la entienden los clásicos y la de educación que pro-
que sanciona un orden disciplina-trabajo y encuentra su arquitecto-filósofo pone acumular, consiste en que el castigo es "disuasivo" en la medida en que
que le enseña cómo "sancionar" adiestrando y recuperando la fuerza de los hace que la gente se abstenga de ofensas por miedo a él, y "educativo" en tan-
cuerpos -en lugar de desgarrarlos- de los que están dedicados a su desorden_ to hace que la gente se abstenga porque tales acciones son pensadas erróneas u
Desligar An Introduction del Panóptico, y considerar a este último como ofensivas. Ewing define así la importancia que atribuye a esta función: "La
una fruición o plaisanterie d'esprit de quien escribía "de todo y a propósito educación moral, de la sociedad es, por cierto, un objeto muy importante, y si,
de todo", es desconocer que el nexo entre la cuestión carcelaria y el discurso para su logro, es deseable que los crímenes sean anulados por el castigo, enton-
jurídico del castigo pasa por el carácter conflictivo social de esta tensión ces hemos encontrado con seguridad un nuevo propósito para justificar al
orden-desorden. Se inscribe en las raíces mismas del modo de producción. último" .
En su momento vimos algunas de las críticas de Mundle a esta teoría rela-
4. El Panóptíco y el msCUIl'SO utilitarista educativo del castigo cionadas, sobre todo, con el intento de Ewing de propiciar un compromiso en-
Oportunamente señalamos la existencia de una corriente en el seno del tre utilitarismo y retribucionismo. Esta cuestión no nos concierne ahora. Nos
utilitarismo que, yendo más allá del modelo conceptual de la teoría clásica, interesa más bien su historia posterior, a saber la transformación que experi-
ve en la educación, en el papel moralizador o de aprendizaje moral, la princi- menta en algunos de sus continuadores. Me refiero específicamente a Johs
pal función de la ley criminal. Andenaes porque introduce un matiz que, aunque sólo con carácter inicial y
Dijimos también que Platón en varios de sus diálogos se refiere a la fun- sin impulsar la línea que abre, tiene ciertas connotaciones con la lectura de
Foucault. General Prevention - Illusion or Reality?, trabajo que le pertenece,
ción educativa del castigo, como en Protágoras 324 a/325 e; La República,
contiene el siguiente párrafo: "En la discusión llevada a cabo en Suecia, la fun-
libro IX, 591 b; Gorgias, 505 b-c. Zcs leyes, libro X, 891 b, aun cuando éste,
ción de la moralización -en otras palabras función educacional- ha sido obje-
a diferencia de los modernos, trata el problema principalmente desde el pun-
to de mucho énfasis. La idea es que el castigo, como una expresión concreta
to de vista del interés de la Polis de forjar buenos y virtuosos ciudadanos, sin
de la desaprobación por la sociedad de un acto, ayuda a formar y reforzar el
referirse a otro aspecto que I'!S el que nos interesa en particular: la función
código de moral pública y, en consecuencia, crea inhibiciones concientes o
educativa-rnoralízsdora de las leyes, y su poder de crear hábitos que condicio-
inconcientes contra la comisión de crímenes. .También pueden sucitarse inhi-
nan las conductas a! respeto de la ley. Que el castigo tiene un sentido general
biciones inconcientes contra actos prohibidos sin recurso a los conceptos de
educativo es, pues, algo reconocido desde muy antiguo.' Si quisiéramos identi-
moral del individuo. Mediante el miedo, respeto a la autoridad o imitación so-
ficar un texto que diera al castigo ese sentido educativo y moral muy lato, nada
mejor que escuchar las admoniciones finales que el coro de Antigona di- cial es posible, como una pura cuestión de hábito, inducir actitudes favorables
hacia esta o aquella posición y desfavorables hacia tal otra. El ejemplo más cla-
dirige a un Creón tambaleante en dirección al palacio, luego de que al sacrifi-
ro de esto lo encontramos en el campo militar, en donde la extendida incuIca-
cio de Antígona le sucedieron las muertes de Eurídice y Hemón su esposa e
ción de disciplina y severas reacciones contra la infracción pueden inducir res-
hijo. Sófocles pone en boca del coro estas palabras: "La prudencia es la prime-
puestas habituales y puramente automáticas -no sólo en 10 que concierne a la
ra condición para la felicidad; y es menester, en todo lo que a los dioses se re-
obediencia de las órdenes específicas->, sino también respecto a las órdenes y
fiere , no cometer impiedad; pues las insolentes bravatas que castigan a los so-
reglamentos generales" .43
berbios con atroces desgracias, les enseñan a ser prudentes en la vejez".
En su crítica interna a esta postura de Andenaes, Gordon Hawkins dice
Pero Creón era un hacedor de leyes y lo que a nosotros nos interesa es el
que la ilustración del soldado no es equiparable a la vida civil, porque se refie-
efecto educativo de "esas leyes" sobre los que tienen que obedecerlas.
re a un grupo altamente organizado y especializado, cuyo entorno social está
Vayamos entonces, directamente, a esta corriente o sesgo educativo del uti-
cuidadosamente regulado y ordenado y cuyo status y funciones se encuentran
litarismo para sacar algunas conclusiones respecto de la lectura de Bentham
precisamente definidos. Esto es correcto. Pero cabe preguntarse ¿era distinto
por Foucault.
En el capítulo IV de The Morality o/ Punishment, A.C. Ewing desarrolla - -#'
43 _ -*. _~.
esta llamad" función educativa del castigo. Ewing tiene'-coPJ~O .en mente. # .h ~

'Johs Andenaes, op. cit., p. 142.


una cualidad totalmente ausente del discurso" utilitarista' clásico: la eficacia Gordon Hawkins, "Punishment and deterrence: The educative moralizing, and habituati-
del castigo en promover la educación moral de la comunidad. Lo que intenta ve effects", op. cit., pp. 163-180.

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el entorno social y las regulaciones que Bentham preveía en el interior del tado. Nadie nunca lo fue peor; dijo Wilberforce: "He visto las lágrimas correr
Panóptico? por su rostro ... ".44
Foucault emplaza, por supuesto, su investigación en un nivel muy distinto Bentham debió, empero, comprender que si Jorge III pudo apagar la luz del
al de Andenaes y Hawkíns. Su efecto-instrucción del castigo difiere del efecto- Panóptico fue porque ya antes otra luz, la del Iluminismo, estaba declinando.
educación y del efecto-hábito del sesgo utilitarista, por dos razones básicas
que le permiten leer en el discurso de Bentham 10 que los utilitaristas no pu-
dieron encontrar: un laboratorio, una "máquina de hacer experiencias, de mo-
dificar el comportamiento, de encauzar o reeducar la conducta de los indivi-
duos". La primera razón es que estos autores postulan básicamente el hábito
como una relación entre la ley criminal y el comportamiento de los individuos,
y no como una instrucción que surge de las prácticas de esa ley criminal. El
efecto-instrucción de Foucault es el producto de un modelo de experiencias,
de las cuales la carcelaria es la privilegiada. El efecto-educación del utilitarismo
es un efecto de normas jurídicas penales cuya prolongación en los centros
de control es cancelada.
La segunda razón ya fue especificada: Bentham es remitido a la teoría clá-
sica del utilitarismo por utilitaristas que quieren redefinirlo sin sospechar que
el novum que aportan, el efecto-productor-de-hábitos, ya estaba contenido en
su discurso.
Esta manera de distinguir el discurso de Foucault del discurso de esta co-
rriente educativa corre, de todos modos, un riesgo cierto. Omitir el hecho
esencial de que el Panóptico fue una utopía, la gran utopia del iluminismo.
La gran utopía de la transparencia en las prisiones y en la sociedad. El sue-
ño de incorporar filantropía a un sistema de distribución de castigos no co-
rrelativo.
Al comenzar este trabajo llamé a la de Bentham una idea extravagante.
Tanto más extravagante cuanto más justa, tanto más justa cuanto más extra-
vagante. Se ve claro; ahora, que el aire' de paradoja que rodeaba esta afirma-
ción era puramente superficial. ¿Hay acaso algo más extravagante que las
utopías? Las utopías: tanto más justas cuanto más imposibles, tanto más
imposibles cuanto más justas.
¿Juego de palabras o realidad incontrastable de esta master piece como
la denomina Leslie Stephen? En el curso de esta investigación vimos algo de
su historia. Un tramo de ella, y no precisamente secundario, es el de su fra-
caso. Después del Panóptico no prevaleció en las cárceles la disciplina-produc-
ción de Bentham, ni la "disciplina" de Foucault, sólo permaneció la vieja,
la única disciplina. La prisión permaneció en sombras. El castigo sumió a la
sociedad en sus formas sociales y políticas más aberrantes y sombrías.
Algunas anécdotas cierran el relato de ese fracaso del proyecto del Panóp-
tico. Se atribuye a la malicia de Jorge III, con quien Bentham estaba política-
mente disgustado, la postergación de la garantía oficial del dinero para el esta-
blecimiento en Millbank y el bloqueo definitivo del plan de emplazamiento.
Stephen comenta: :'Tale,s _s~~l~ ~l?nse~!,!;n~~~ de las. controversias diarias
con monarcas". De acuerdo 'con observadores imparciales Bentham fue maltra-
44 Lesl·le Stephen, op. cit., pp. 204 Y 206.

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