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Tres características del primer septenio:

En el primer septenio se conquista el espacio físico a través del anda, el habla y el pensar.
Por este motivo el movimiento en el niño es tan importante y fomentarlo desde el espacio
educativo es prioritario, a su vez el niño se desarrolla lingüísticamente a medida que se
desarrollan y maduran los órganos de la fonación. Luego en una tercera etapa el niño
llegando a los 3 años va armando frases donde el niño deja de hablar en tercera persona e
incorpora el yo, separándose del mundo que lo rodea, comienza a tener conciencia de sí
mismo.
Andar: Es la base para la consecución del equilibrio espacial necesario en relación con el
mundo físico. Como producto de esta acción en la que interviene todo el organismo motor,
a su vez, nace el habla, lo que es interpretado por la antroposofía como la traducción de los
movimientos externos en movimientos internos que generan el lenguaje.
Hablar y pensar: El habla trasciende el simple nombrar cosas, siendo entonces cuando el
niño empieza a formar frases y aparecen los primeros rudimentos del pensamiento. Y es
precisamente esta perspectiva teórica de la evolución madurativa la que otorga una
relevancia destacada al juego libre. Pues el juego es un elemento clave que favorece tanto la
maduración como el desarrollo sensorio-motor que el niño ha de conquistar durante los
primeros siete años de su vida.
Entre los 3 a los 5 años se da la conquista del espacio social, el niño busca experiencias
rítmicas en el movimiento donde el juego se intensifica y donde va en aumento la
separación del niño con el mundo que lo rodea generando nuevos sentimientos de vacíos
llevándolo a intervenir el mundo que lo rodea para cumplir sus necesidades. En este
momento se da la imitación y el juego creativo, plagado de imaginación.
Entre los 5 y 7 años el niño conquista el espacio espiritual, entra en la etapa de la
imaginación pictórica y se terminan de separar del mundo que los rodea, generando una
cierta apatía. Estamos ante el juego creador, planifican sus juegos, hablan de ellos, crean un
objetivo y determinan las reglas. Crece notablemente la fantasía en el niño permitiéndole
recrear imágenes de su memoria, es aquí donde se alcanza la madurez para ingresar al
aprendizaje escolar.
Como aprende el niño en el primer septenio:
El niño aprende a través de la música, lo rítmico y aprenden principalmente a través de la
actividad física y los efectos de los estímulos físicos. El niño también aprende por imitación;
todo lo que está a su alrededor lo absorbe y lo integra sin un filtro racional o consciente.
Todo lo que rodea al niño sea sano o no, influye en su proceso de desarrollo físico, anímico y
espiritual. Para el niño el mundo es bueno, la visión del mundo y las relaciones están
enmarcadas por la bondad, él se entrega al medio a través de todos los sentidos y esto lo
lleva a aprender por imitación.
El jardín de infantes basa su experiencia en el ritmo, (contracción – expansión) donde se
practican cotidianamente actividades hogareñas y trabajos manuales con sentido práctico y
bello. En la bella repetición de juegos, cuentos, pequeños oficios y manualidades, se hace
posible el fortalecimiento de la voluntad del niño, desarrollándose así mismo la sensibilidad,
la imaginación, la fantasía y la capacidad de asombro; habilidades dormidas que acercan al
niño en sus imágenes, al conocimiento directo del mundo y sus contenidos.

Los elementos básicos en el juego y el arte:


Los elementos básicos son las telas y las cintas de tejidos naturales, que son importantes en
el juego libre, los materiales naturales como las piedras, maderas, tierra, etc. son básicos
para obtención de experiencias con los sentidos del tacto, el olfato y la vista. Los puzles y las
construcciones Waldorf ofrecen al niño todas las experiencias que le permitan desarrollar su
imaginación. La muñeca Waldorf es también otro elemento de juego, hecha en materiales
naturales, al ser una muñeca sencilla potencia la imaginación y la fantasía del niño. La
muñeca puede ser un compañero, hasta un amigo que siempre esta con el niño, se refleja
en ella, es como un espejo de su propio ser. En el arte son elementos básicos las acuarelas y
los bloques de cera que permiten dibujar con colores vivos y realizar creaciones plásticas de
todo tipo llenas de color y también las ceras de moldear que al ser calentadas por el calor de
las manos del niño se pueden modificar dándoles la forma deseada que luego al secarse
conservaran.
El juego motor, como se promueve desde esta pedagogía:
Los niños a través del juego y del disfrute ensayan muchos movimientos que son muy
necesarios para adquirir más adelante conocimientos intelectuales siendo el aprendizaje de
la lecto-escritura el hito más importante y complejo que adquirirán y para esto es
imprescindible una buena base psicomotriz, no tan solo de las manos y de los dedos, sino de
todo el cuerpo. Los movimientos que un niño/a es capaz de ejecutar son un reflejo de las
conexiones cerebrales que ha adquirido. De manera que cuantas más oportunidades de
movimiento tenga, más y mejores conexiones creará. En esta metodología se entiende que
el niño necesita el movimiento y el juego libre como base de aprendizaje, para esto se le
brindan las herramientas y materiales necesarios para permitirle experimentar y aprender
de esta manera. Es imprescindible que fortalezcan su musculatura y haber favorecido todas
las etapas del desarrollo motriz. Rudolf Steiner, el creador de la pedagogía Waldorf, decía
que el pensamiento equilibrado y el “buen juicio” de un adulto dependerá mucho más de sí
a un niño se le ha enseñado a usar sus manos y sus dedos de forma correcta y práctica, que
más tarde, el ejercicio del pensamiento lógico. La mayoría de estos movimientos básicos de
motricidad fina se pueden realizar y ensayar también con ejercicios de vida práctica y tareas
cotidianas, la pedagogía Waldorf recomienda como una manera también de promover la
autonomía desde edades tempranas.
a que edad empieza a visualizarse el juego simbólico?
El juego simbólico es particularmente importante pues se refiere a la capacidad del pequeño
para imitar situaciones de la vida real y ponerse en la piel de otras personas. Es una
actividad en la que el niño pasa continuamente de lo real a lo imaginario. Esta actividad
aparece cuando el pequeño desarrolla la capacidad para crear y trabajar mentalmente con
los símbolos. Aproximadamente comienza a los 2 años, dependiendo de la madurez
psicológica del niño. En un primer momento el niño se limita a reproducir la vida cotidiana
de los adultos, los cuentos que les leen sus padres y los dibujos animados. En un primer
momento el niño comparte su juego con los padres, pero más adelante comienza a disfrutar
jugando con otros niños. En este punto son capaces de establecer una meta común y ciertas
normas de juego. Poco a poco, el juego simbólico se complejiza y se hace grupal. Este
cambio se produce a los 4 o 5 años, edad en la que el niño ya tiene las herramientas
psicológicas necesarias para compartir el simbolismo del juego con otros.
a que llamamos juego en paralelo?
El juego en paralelo es cuando estamos frente a niños que juegan estando uno al lado del
otro, pero no comparten el juego, sino que cada uno está en su propio juego. Cuando los
niños tienen alrededor de dos o tres años, comienzan a participar en el juego paralelo,
donde juegan solos, pero cerca de sus compañeros. Incluso si esto puede parecer una
actividad egocéntrica, tiene beneficios para el desarrollo social del niño especialmente para
su lenguaje y su comprensión de las interacciones sociales. Cuando los niños juegan cerca de
otros, sin interactuar o sin tener una cooperación significativa entre ellos, están
participando en juegos paralelos. En el juego paralelo puede parecer que los pequeños no
interactúan, pero sí que son conscientes de la presencia de otros niños, mirándolos e incluso
copiando ruidos y tomando los juguetes que los otros dejaron de usar.
el juego simbólico en la pedagogía Waldorf como se promueve?
El juego simbólico en la pedagogía Waldorf tiene mucha importancia, las aulas tienen buena
parte del aula dedicada al juego simbólico porque ocupa muchas horas del juego de los
niños en esta etapa de desarrollo. La figura de la maestra es muy importante ya que, a
través de la imitación, los niños aprenden por el juego, del exterior que los rodea. El
maestro o la maestra ayudan a crear ese entorno en el que este aprendizaje se desarrolle
satisfactoriamente, ofreciendo experiencias que den seguridad y que les despierten el deseo
y la voluntad de realizarlas.
El juego simbólico aparece al mismo tiempo que se despierta la imaginación y cuando se
adquiere un lenguaje más estructurado. El niño empieza a sentir interés por lo que hacen los
adultos y las adultas y quieren entenderlo, imitarlo, participar de él, para ensayar y asimilar
los procesos de la vida que ocurren a su alrededor. Es una etapa extraordinaria, que se
desarrolla básicamente en el primer septenio. En este momento, a través del juego
simbólico, los niños son capaces de tender el puente entre el mundo del inconsciente y el
mundo real, en el que nos desarrollamos aquí y ahora. Es un camino real hacia su
inconsciente, y, por tanto, es una herramienta poderosa para resolver simbólicamente
problemas que han quedado de alguna forma dentro de ellos y ellas y afrontar muchos
otros, también de forma simbólica, que les preocupan en el presente.
Aunque parezca que los niños jueguen para pasar el tiempo y salir del aburrimiento, el juego
libre conecta de una forma poderosísima con el interior de cada uno. Así, tenemos que
elegir a qué jugar, qué historia armamos y con qué juguetes.
en el juego de construcción cual es la diferencia entre apilar el material y construir un
castillo?
El juego de construcción, que aparece hacia el primer año de vida y que evoluciona según la
edad. Gracias al juego, el niño o niña puede comunicarse en gran medida con el mundo que
le rodea, a través de él el niño o niña observa e inmediatamente actúa, descubre, conoce,
percibe el espacio, a los demás niños o niñas, la naturaleza, etc. En definitiva, estructura de
forma lúdica el pensamiento y sus procesos, además de entretenerse y deleitarse. Los
juegos de construcción son un conjunto de piezas, de formas iguales o diferentes, con las
que pueden hacerse múltiples combinaciones, creando distintas estructuras. Algunos
aparecen en el mercado de tamaños grande, los cuales son aconsejables para utilizar en el
suelo y, otros de tamaño pequeño, más apropiados para usar sobre la mesa. Con las
construcciones, los niños y niñas desarrollan sus habilidades motrices, sus estructuras
espaciales, empiezan a manejar los conceptos grande, pequeño, alto, bajo, más corto-más
largo, formas geométricas, similitudes, etc. Van adquiriendo las nociones de equilibrio,
simetría, resistencia, etc. Son también un buen material para los juegos de simulación,
donde los niños y niñas adoptan diferentes papeles, utilizando el material como mecanismo
de sustitución y representación de la realidad. Con este tipo de material los niños y niñas se
acostumbran a ordenar y recoger el material, haciendo constantemente ejercicios de
clasificación y seriación. Con estos tipos de juguetes los niños y niñas conocen el medio que
les rodea mediante la construcción de objetos. Podrán construir los edificios de una ciudad,
una granja, medios de transportes, un pueblo, etc., e inventar historias relacionados con
ellos, lo que contribuirá a desarrollar la capacidad de narrar y describir, facilitando también
las relaciones en grupos al compartir un proyecto de trabajo en común. Estos materiales de
construcción implican diferentes niveles de complejidad. Desde los niños y niñas más
pequeños que "apilan" o "amontonan" o "hacen líneas", hasta los mayores que realizan
proyectos de gran complejidad, hay una serie de pasos intermedios que son los que tienen
lugar en las etapas de evolución de los niños y niñas. Por lo tanto, es un material que puede
adaptarse a las diferentes etapas evolutivas de los niños y niñas.
Por lo tanto, la diferencia entre apilar y construir radica en la maduración y la etapa en la
que el niño se encuentre para poder construir primero debió aproximarse probando otros
modos de juego como el apilar en una etapa anterior.
el juego de construcción en la pedagogía Waldorf, que materiales utiliza?
Los niños y niñas construyen muchas veces en horizontal, sin levantar torres, simplemente
para ocupar el espacio, otros en cambio construyen mini mundos y sus construcciones
interactúan con pequeños personajes, animales y elementos de todo tipo, y por supuesto
hay quienes adoran hacer enormes torres. en la pedagogía Waldorf se utilizan materiales
que fomentan la imaginación, la experimentación y la creatividad de los niños. El juego libre
de construcción les permite jugar sin límites y manipular el entorno a su antojo, haciendo
grandes construcciones o muy pequeñas, integrándolas en su juego simbólico o no, lo que
da mucha fuerza a su imaginación. Es un juego que les aporta siempre gran satisfacción y
una sensación de logro que alimenta su autoconfianza y autonomía. Además, jugar a
construir aumenta las habilidades motoras, espaciales y de psicomotricidad fina, así como la
coordinación ojo-mano por lo que se forman indirectamente las bases para la lecto-
escritura. En la pedagogía Waldorf se fomenta este tipo de juegos con materiales especiales
como los eco bloques de madera (con corteza o sin), bloques de corcho, bloques de formas
de colores de Grimm's como el arcoíris o el puzle de mandala. Esta pedagogía siempre
promueve el uso de materiales de origen natural.

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