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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(UNIVERSIDAD DEL PERÚ, DECANA DE AMÉRICA)

ESCUELA DE INGENIERÍA QUÍMICA – 07.2

DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE PROCESOS

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

PRODUCCIÓN BIOLÓGICA

DE HIDRÓGENO PARA SU USO COMO

COMBUSTIBLE EN AUTOMÓVILES

Integrantes: CRUZ LOZANO Milagros María

GARAY CALDERÓN Fiorella Joanne

REVILLA ORBEGOZO Diana Sofía

VEGA MAMANI Omar Aldo

Docente: ING. CORNEJO SÁNCHEZ Óscar Alberto


Ciudad universitaria, Agosto de 2020

1. INTRODUCCIÓN

Para comprender la importancia y el alcance que llegará a tener el hidrógeno en la

industria automotriz durante los próximos años, se debe analizar los grandes

problemas que presentan la mayoría de países debido a la emisión de gases

provocado por los vehículos, el cual se basa fundamentalmente en los combustibles

fósiles los cuales han desencadenado una gran contaminación. Estos son recursos

finitos y se tiene conocimiento que los automóviles representan el 73% de las

emisiones de CO2 provocadas por el sector transporte. Además, a nivel global, el

sector transporte es la fuente de emisiones de mayor crecimiento, con aumento

proyectado de 70 por ciento al 2050 en base al 2010 (Vergara et al., 2015).


2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

2.1. JUSTIFICACIONES

2.1.1. La producción biológica de hidrógeno como combustible para automóviles

representa una alternativa prometedora e innovadora contrastándola con las

vías tradicionales, ya que es una opción renovable, sostenible y limpia.

2.1.2. El método elegido, a comparación de otros, como producción de hidrógeno

mediante métodos electroquímicos, termina siendo mucho menos costoso.

2.1.3. Esta alternativa conlleva un plan sostenible, donde las bacterias inmersas en

la producción de hidrógeno, lo hacen mediante procesos de reciclaje de

residuos precedentes de la agricultura o de la industria alimentaria.

2.1.4. Al contrario de la producción de hidrógeno producido a partir de un

combustible fósil, el hidrógeno producido fotosintéticamente es una energía

de carácter renovable.

2.1.5. En esta opción, la actividad fotosintética está ligada a la captura de CO2 que

se incorpora en la biomasa, siendo sumamente beneficiosa.

2.1.6. Diferenciado de las alternativas convencionales, la producción biológica de

hidrógeno tiene como producto final de su combustión agua, en lugar de

gases de carbono, azufre o nitrógeno, que son contaminantes y tóxicos.

2.1.7. El hidrógeno biológico producido por este método, tendría aplicación

directa en síntesis industrial de amonio, que consume 45% de hidrógeno

obtenido a partir de hidrocarburos fósiles.


2.2. OBJETIVOS

2.2.1. OBJETIVO GENERAL

Producción biológica de Hidrógeno mediante fermentación oscura para su

uso como combustible en automóviles.

2.2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

2.2.2.1. Promover el desarrollo de investigación de producción biológica de

hidrógeno en América Latina dada su condición dependiente al

combustible fósil.

2.2.2.2. Reducción de costos energéticos, métodos alternativos de obtención como

la fermentación y reducción de la contaminación producida durante su

obtención.
3. ANTECEDENTES DEL ESTUDIO:

La producción biológica de hidrógeno, con el fin de ser usado como combustible, se

ha presentado como una gran oportunidad de reducir la contaminación. Montagne

(2015) nos confirma que el uso del hidrógeno en un motor de combustión, solo

presenta agua como producto de la reacción; pequeñas cantidades de óxidos de

nitrógeno (NOx) debido a la reacción del O2 y N2 en el aire; y lo mejor, cero emisión

de CO2 (Montagne, 2015).

A nivel biológico existen diferentes puntos de estudio, pues el proceso se puede ver

afectado tanto por las condiciones de reacción, como por la influencia de reactivos

de alimentación o productos. Es así como Seijas, Seijas V. & Seijas B. (2012)

realizaron un estudio para determinar la influencia del CO2 y los ciclos de

fotoperiodo en un fotobiorreactor solar donde se empleó la microalga Arthrospira

“espirulina” a condiciones anaeróbicas; y se observó que a medida que aumenta la

concentración de CO2 y los ciclos de fotoperiodo, existe una disminución de la

producción de H2 en el medio. La mayor producción de biohidrógeno fue de 1.78 ml

de H2 /mg.h siendo los parámetros óptimos del sistema: fotoperiodo 8/16 h y

concentración de CO2 de 0.15% v/v (Seijas et al., 2012).

La producción biológica también puede depender del tipo de reactor o sustrato

utilizado. La producción anaerobia de hidrógeno según Fernández (2018) se puede

llevar en biorreactores del tipo batch, y mediante el uso de Polietileno Tereftalato

(PET), cuya degradación química sirve como fuente de hidrógeno. Sin embargo; los

resultados no fueron favorables; pues la producción del biogás fue mínima llegando

a 15 mL, volumen que no puede ser analizado por cromatografía de gases (CG). A

pesar de esto, si se pudo analizar los medios de cultivo mediante CG acoplado a


espectrofotometría de masas, encontrando compuestos orgánicos como el Octanal,

pivalato y β-sitosterol, los cuales presentan actividad antimicrobiana que explica la

baja tasa de producción de hidrógeno (Fernández, 2018).

Otro tipo de reactores de operación continua como el reactor UASB (en español:

reactor anaeróbico de flujo ascendente) han sido evaluados junto a inóculos

provenientes de lodos activados para producir hidrógeno a partir de la fermentación.

Sin embargo, la producción continua de hidrógeno en el reactor con recirculación

muestra un potencial aún no alcanzado, es decir, podría incrementarse hasta el orden

de cuatro veces la producción promedio obtenida si se incrementa el tiempo de

residencia en el reactor, de manera que se asegure la calidad de la recirculación.

(Morales et al., 2014, p.65). Se tiene la producción neta promedio de hidrógeno,

expresada en mL/día (54 a 67 mL/día).

El origen de los inóculos también es partícipe en su elección para uso en la

producción de hidrógeno. Vera, Moreno & García (2015) demostraron esto,

comparando inóculos provenientes de una planta de tratamiento de una industria

cervecera (Inóculo A) y una planta de tratamiento de aguas residuales domésticas

(Inóculo B); quienes pasaron por un pretratamiento de choque térmico y se usó un

sustrato de glucosa al 5% enriquecido con medio mineral. Los reactores del Inóculo

A generaron un acumulado de 128.27 mL de biohidrógeno, 12 veces mayor que los

del Inóculo B (9.11 mL), con productividades de 85.52 mL y 6.07 mL de H2/L

reactor/d respectivamente, lo que se atribuye a las cantidades de microorganismos

presentes en los inóculos comparados (Vera et al., 2015).

Otros estudios tuvieron como objetivo utilizar un reactor anaeróbico de lecho

fluidizado (AFBR) a temperatura ambiente para producir hidrógeno a partir de

melaza de caña de azúcar. Carneiro (2018) toma como fuente de microorganismos,


lodos recolectados de un reactor de manta de lodos (UASB) utilizado en una planta

de tratamiento de aguas residuales. Estos se analizaron a diferentes tiempos de

retención. La tasa máxima de producción de hidrógeno fue de 1.44 L H2 /L-1

reactor.h-1 a un tiempo de retención de 4h; mientras que el mayor rendimiento fue de

3.07 mol H2/ mol glucosa a un tiempo de retención de 6 h (Carneiro, 2018).

Diversos estudios han indicado que el proceso de fermentación oscura es el más

eficiente y sostenible; sin embargo, este proceso también presenta cierta

inestabilidad. Braga (2017) nos indica que el desafío de este proceso es la selección

de bacterias productoras de hidrógeno, pues se plantea que la inestabilidad del

proceso se puede deber a la presencia de bacterias lácticas que compiten por el

sustrato y/o bacterias que consumen hidrógeno. El proceso se llevó a cabo en un

reactor CSTR donde se obtuvo un rendimiento de 0.65 mol H2/ mol glucosa.

Además se presentó una operación inestable debido a la dispersión de datos de

velocidad de producción y rendimiento, detectando que hubo consumo de hidrógeno

por homoacetogénesis en las operaciones con tiempos de residencia de 6 y 10 h

(Braga, 2017).

4. MARCO TEÓRICO

4.1. Bioquímica de la producción Biológica del Hidrógeno

El entendimiento de los fundamentos moleculares de la producción de

hidrógeno es fundamental para su investigación aplicada.

La producción biológica de hidrógeno se debe principalmente a la

presencia en las células de enzimas como la hidrogenasa y la nitrogenasa.

La hidrogenasa está ampliamente distribuida en los microorganismos

anaeróbicos. Ésta tiene diversos orígenes filogenéticos y produce el

hidrógeno tanto irreversible como reversiblemente, dependiendo de las


condiciones medioambientales en las que se encuentre, siendo reversible

sólo en condiciones de anaerobiosis estricta (Vignais et al., 2006). Esta

enzima se ha clasificado en tres grupos principales: Fe-hidrogenasa, Ni-

Fe-hidrogenasa e hidrogenasa libre de metales (Franchi, et al., 2004;

Dutta, et al., 2005; Gutekunst et al., 2006). La Fe-hidrogenasa, una de las

más conocidas, tiene como función remover los equivalentes (H+)

excesivos en los anaerobios estrictos y puede ser inhibida por la presencia

de oxígeno o por altas concentraciones de su producto hidrógeno. Se sabe

que la reacción catalizada por la hidrogenasa tiene la forma:

H2 ↔ 2H+ + 2e- (1)

La nitrogenasa está presente en gran cantidad de microorganismos

fijadores de nitrógeno, puede producir hidrógeno en una reacción

irreversible de forma continua, incluso con saturación de producto

(atmósfera al 100% H2). Esta enzima es empleada para reducir el N2 a

NH3; sin embargo, cuando hay ausencia de N2, reduce los H+ a hidrógeno

consumiendo 4 moles de ATP. Se ha encontrado que además del N2, el O2

y el NH4 + pueden inhibirla (Kovács et al., 2004, 2006).

N2 + 8H+ +8e- +16ATP → 2NH3 + H2O +16ADP + 16Pi (2)

Se han realizado numerosos estudios a nivel molecular con estas enzimas

para el mejoramiento de la producción de hidrógeno. Además, se han

llevado a cabo estudios estequiométricos en diversos microorganismos,

con el fin de aclarar las vías metabólicas utilizadas en la producción de

hidrógeno. Es común el estudio en especies del género Clostridium para

determinar los rendimientos máximos teóricos de la conversión de glucosa

en hidrógeno en condiciones anaerobias.


4.2. Producción Biológica del Hidrógeno

Para nuestro estudio y planteamiento de producción biológica de hidrógeno, se

revisará los principales métodos: biofotólisis directa, biofotólisis indirecta,

fotofermentación y fermentación oscura.

Producción de
biohidrógeno

Con energía Sin energía


lumínica lumínica

Fermentación
Biofotólisis Fotofermentación
oscura

– Algas y – Bacterias – Bacterias


cianobacterias púrpuras anaerobias

– Separación de –
– Fermentación de
Fotofermentación
H2O por procesos sustratos ricos en
de ácidos
fotosintéticos carbohidratos
orgánicos

– Sensible a la – Condiciones
– Acumulación de
estrictas de
formación de O2 AGV
operación

Figura 1. Esquema comparativo de métodos para producción de biohidrógeno

(elaboración propia).

4.2.1. BIOFOTÓLISIS

Las cianobacterias y microalgas verdes poseen la enzima hidrogenasa que

puede producir H2 utilizando esos electrones al final de la cadena de

fotosíntesis, uniéndose a un protón, en lugar de a NADP+. Estos organismos

directamente descomponen el H2O en H2 y O2 en presencia de energía

lumínica mediante la fotosíntesis (Saratale, Chen, Lo, Saratale, & Chang,

2008).

Sin embargo, la hidrogenasa de estas bacterias aeróbicas se inhibe con el O2

(Saratale, Chen, Lo, Saratale, & Chang, 2008). Por ello, las algas en
condiciones aeróbicas no producen H2, y carecen de esta enzima. Pero en

condiciones anaeróbicas, sintetizan la hidrogenasa de novo y cambian al

metabolismo productor de H2 (Greenbaum & Lee, 1999). Sin embargo, la

producción dura unas pocas horas, hasta que se vuelve a acumular O2 dentro

de la célula. Para superarlo, se diseñó un método en dos etapas que

funcionan en ciclos (Melis, Zhang, Forestier, Ghirardi, & Seibert, 2000). En

la primera etapa la célula crece aeróbicamente; es decir produce O2 por

fotosíntesis y acumula carbono en forma de biomasa. En la segunda etapa

anaerobia, las algas consumen metabolitos celulares y producen H2. La

separación de estas dos etapas comienza cuando se priva a las células del

nutriente azufre inorgánico por 2 o 3 días. Esto fuerza a la célula a consumir

sus metabolitos, ya que disminuye la síntesis de proteínas. El fotosistema II

(PSII) se renueva y repara constantemente en el cloroplasto y esta privación

hace que este ciclo de reparación se interrumpa (Ghirardi, y otros, 2000). De

esta forma, el alga sólo puede utilizar el PSI para generar ATP, ya que la

respiración no es posible en el ambiente anaerobio y la fotosíntesis tampoco

porque carece de PSII. Los electrones provienen de sustratos orgánicos

celulares, principalmente proteínas (Melis, Zhang, Forestier, Ghirardi, &

Seibert, 2000). La etapa 1 dura alrededor de unas 30 horas. Luego se utiliza

un medio sin S hasta que activa la maquinaria anaeróbica en otras 30 horas,

y por último la producción de H2 puede durar unas 60 horas (Ghirardi, y

otros, 2000). Las condiciones de crecimiento consisten en un medio con

buffer Tris-acetato-fosfato (TAP), a pH 7 y 25 °C, con burbujeo de 3% de

CO2. Los recipientes deben favorecer la penetración de la luz, por lo que


suelen ser chatos con un camino óptico de 3 a 5 cm (Melis, Zhang,

Forestier, Ghirardi, & Seibert, 2000).

En 1942, se observó que el alga unicelular Scenedesmus liberaba H2 en

oscuridad y condiciones anaeróbicas, al reemplazar la atmósfera de cultivo

por gas nitrógeno (Gaffron & Rubin, 1942). También en ese mismo trabajo,

se observó que después de varias horas de producir H2 de esta manera, las

algas aumentaban varias veces la tasa de producción si se iluminaba el

cultivo, en ausencia de CO2. Después de estos descubrimientos se comenzó

a investigar la producción de H2 de las algas con fines aplicados. Se

encontró que el alga microscópica Chlamydomonas reinhardtii posee una

hidrogenasa más eficiente (200 nmol/μg Chl a.h) que Scenedesmus (150

nmol/μg Chl a.h) (Winkler, Hemschemeier, Gotor, Melis, & Happe, 2002).

4.2.1.1. Mecanismo

Inicialmente, la célula crece aeróbicamente (produce O2 por fotosíntesis y

acumula carbono como biomasa). En el segundo ciclo anaerobio, las algas

consumen metabolitos celulares y producen H2. La escisión de estas,

comienza cuando se priva a las células de nutriente azufre inorgánico por

2 o 3 días; forzando a la célula a consumir sus metabolitos, ya que

disminuye la síntesis de proteínas. El fotosistema II (PSII) se renueva y

repara constantemente en el cloroplasto y esta privación hace que este

ciclo de reparación se interrumpa (Ghirardi, y otros, 2000). Así, el alga

sólo puede utilizar el PSI para generar ATP, ya que la respiración no es

posible en el ambiente anaerobio y la fotosíntesis tampoco porque carece

de PSII. Los electrones provienen de sustratos orgánicos celulares,


principalmente proteínas (Melis, Zhang, Forestier, Ghirardi, & Seibert,

2000).

La primera etapa, aeróbica, dura 30 horas aproximadamente.

Posteriormente se emplea un medio sin S hasta que se activa

anaeróbicamente en otras 30 horas; resultando la producción de H2 en 60

horas (Ghirardi, y otros, 2000).

Para el crecimiento, se recurre a un medio buffer Tris-acetato-fosfato

(TAP), pH 7 y 25 ºC, con burbujeo de 3% de CO2. Los recipientes chatos

con un camino óptico de 3 a 5 cm, para que penetre luz (Melis, Zhang,

Forestier, Ghirardi, & Seibert, 2000).

4.2.2. FOTOFERMENTACIÓN

La producción de H2 en relación con la energía lumínica es baja, se ve

influenciada por el diseño del biorreactor que debe exponer el área más

grande posible a la luz. El pH y temperatura también deben controlarse,

siendo los óptimos de 7,0 y 30-35 °C. La hidrogenasa en estas células

cataliza la conversión de H2 a protones y electrones, por lo que, mediante

técnicas de biología molecular, se han diseñado mutantes deficientes de

hidrogenasa capaces de producción.

Los microrganismos protagonistas del método de fotofermentación son

procariotas, los cuales son capaces de realizar el proceso de fijación de

nitrógeno; no se conocen hasta hoy organismos eucariotas capaces de fijar

N2 (Madigan, Martinko, & Parker, 2002).

Primero, se reduce N2 a amoníaco (NH3); al ser el N2 una molécula muy

estable e inerte, se necesita una gran cantidad de energía para reducirla. La

enzima nitrogenasa, encargada de la fijación, debe transferir 6 electrones al


N2 para resultar en dos moléculas de NH3, aunque en el proceso se

consumen 8 electrones. Cada electrón transferido está asociado a la

hidrólisis de 2-3 ATPs. Entonces, se libera una molécula de H2 al ambiente

con los 2 electrones extra que se consumen. Se desconoce el porqué de este

exceso, pero la producción de H2 está asociada a la actividad de la

nitrogenasa. Los electrones provienen de la ferredoxina o la flavodoxina.

8H+ + 8e- + N2 + 16-24 ATP → 2NH3 + H2

La nitrogenasa se desactiva rápida e irreversiblemente con O2. Los

organismos aerobios que realizan la fijación, como algunas cianobacterias,

protegen a la nitrogenasa del O2 mediante compartimentos o capas mucosas.

Otros organismos fijadores son anaerobios, como las bacterias púrpuras o

fototróficas no del azufre, pues captan la energía de la luz mediante

bacterioclorofilas y compuestos carotenoides que le dan ese color, no captan

CO2 del aire como las plantas verdes, como por ejemplo Rhodobacter

sphaeroides, Rhodopseudomonas capsulatus, R. pallustris o Rhodospirillum

rubrum (Türker, Gümüs, & Tapan, 2008). Es posible cultivarlas fácilmente

en un biorreactor sobre materia orgánica de desecho, en anaerobiosis, con

una fuente de luz.

4.2.3. FERMENTACIÓN OSCURA

La fermentación oscura es un proceso metabólico de carbohidratos, donde

se rompe la molécula de carbohidrato para obtener energía, esta ocurre

naturalmente en ciertas bacterias anaeróbicas (como por ejemplo las del

género Clostridium sp. y Enterobacter sp); se denomina fermentación

oscura ya que la luz no es un requisito, no necesariamente debe ocurrir en

oscuridad.
4.2.3.1. SELECCIÓN DEL SUSTRATO

Deben ser de origen renovable y estar en la cantidad o concentración

necesaria para una fermentación óptima. Los sustratos más usados son las

glucosa y sacarosa, también se han utilizado otros como la maltosa,

lactosa, galactosa, manosa y xilosa [Lin y otros, 2006; Lin y Cheng, 2006;

Das y Kotay, 2007; Ogino y otros, 2005]. Sin embargo, recientes estudios

se enfocan en materiales de residuo como los desechos y aguas residuales

de las industrias de alimentos (Yokoi y otros, 2001; Kádár y otros, 2003;

Bálint y otros, 2005), también desechos agrícolas y lodos de plantas de

tratamientos (Kapdan y Kargi, 2006).

Asimismo se busca minimizar los procesos de pretratamientos del sustrato

y con ello el costo de producción.

4.2.3.2. PRETRATAMIENTO DEL SUSTRATO

El objetivo es mejorar la calidad del sustrato, incrementando su capacidad

de ser biodegradable. Se emplean procesos térmicos (temperaturas de

ebullición por ciertos periodos de tiempo), químicos (tratamiento con

ácidos y bases a pHs extremos) y enzimáticos. Para aguas residuales, el

pretratamiento consta de la eliminación de componentes indeseables,

desnaturalización de proteínas y sustancias orgánicas complejas, dilución

de la carga orgánica, regulación del pH y adición de ciertos componentes

necesarios para lograr el proceso fermentativo [Kapdan y Kargi, 2006;

Hawkes y otros, 2007]

4.2.3.3. REACTORES DE PROCESO


Se cree que los bioreactores para la fermentación oscura maximizan el

rendimiento de biohidrógeno con respecto a los diferentes sustratos de

interés. Se ha dedicado mucho trabajo al análisis de reactores discontinuos

para la fermentación de biohidrógeno oscuro, con el fin de evaluar el

conjunto óptimo de parámetros operativos (cepas bacterianas, sustrato,

pH, temperatura) (Arooj et al., 2007; Argun et al., 2011). En diferentes

estudios (Argun et al., 2008a, 2008b), Argun y sus compañeros de trabajo

exploraron la fermentación oscura en polvo del trigo en polvo,

encontrando que las relaciones Carbono/Nitrógeno y Carbono/Fósforo son

cruciales, ya que el rendimiento de biohidrógeno aumenta al aumentar

C/N y C/P. Registraron un valor óptimo de la relación C/N/P, 100/0.5/0.1

(p/p/p) para la tasa específica de producción de hidrógeno (SHPR).

En este sentido, el reactor por lotes secuencial anaeróbico (SBR)

representa una solución eficiente, debido a que la alta retención de

biomasa a través de su proceso puede aumentar la productividad anual de

biohidrógeno (cheong et al., 2006; Arooj et al., 2007, 2008; Kim et

al.2010). Es el efluente, que contiene una gran cantidad de VFA, lo que

limita la conversión del sustrato en hidrógeno. Por esta razón, las etapas de

fermentación oscura a menudo van seguidas de pasos de fotofermentación;

Es probable que estos procesos mixtos se conviertan en el punto de

referencia de la producción de biohidrógeno (Argun et al., 2011).

También se han considerado sistemas continuos (Jung, et al., 2011). El

tiempo de retención hidráulica (TRH) se ha demostrado como un factor

clave en el proceso del biorreactor, y afecta la elección de la población

microbiana. Sin embargo, a pesar del flujo y el reactor empaquetado, la


producción por lotes parece ser la ruta más prometedora, ya que permite el

control de algún factor inhibidor (como el pH), al tiempo que mantiene la

concentración de biomasa tan alta como sea necesario.

4.2.3.4. FACTORES QUE AFECTAN LA PRODUCCIÓN

La producción de hidrógeno depende de varios factores, los cuales están

asociados con condiciones ambientales, operacionales y químicas. Estos

factores han sido evaluados por diferentes investigadores con el objetivo

de obtener la máxima producción de 4 moles de H2 por mol de glucosa. En

esta sección se tratará cada uno de ellos explicando cómo afectan la

producción de hidrógeno.

Inóculo

Se ha demostrado que el inóculo es uno de los factores determinantes en la

producción de hidrógeno, un estudio realizado con inóculo obtenido de

lodos activados obtuvo 0,15 moles H2. Mol-1 de glucosa y un inóculo

obtenido de lodo anaerobio digerido obtuvo 1,35 moles H2. Mol-1 de

glucosa (Kawagoshi et al., 2005).

Los miembros de Clostridium y Enterobacter fueron los más empleados

como inóculos para la producción de hidrógeno fermentativo. La

dificultad de emplear cultivos mixtos es que en el medio coexisten

bacterias consumidoras y productoras de hidrógeno. Esto se puede

solucionar si se hacen condiciones duras a las bacterias consumidoras

(Sinha & Pandey, 2011).

Los cultivos mixtos de bacterias de lodos anaerobios, lodos de plantas de

tratamiento, compost y el suelo se han empleado como inóculo para la

producción de H2 (Li & Fang, 2007), debido a que existe una amplia
fuente de alimentos que los contienen y son potencialmente más

resistentes a cambios en las condiciones ambientales en relación con los

cultivos puros. Sin embargo, en la producción de H2 empleando cultivos

mixtos, el H2 producido puede ser consumido. Por esta razón, para

proteger las bacterias productoras de H2, el inóculo es pretratado

empleando métodos tales como: choque térmico, acidificación,

alcalinidad, congelación y descongelación, aireación y adición de

cloroformo, los cuales inactivan la actividad bacteriana de las bacterias

consumidoras de H2 para impedir que estas proliferen (Wang, 2008).

ph del cultivo

En cuanto al pH, la producción se da en un amplio rango, encontrándose

que a pHs menores de 4.0 y mayores de 12.0 se inhibe por completo la

producción de hidrógeno. Los rangos de producción varían entre 6.0 y 6.8

con rendimientos aceptables para la fermentación con cultivos mixtos (Cai

et al., 2004). Es importante mencionar que debajo de 4,7 es altamente

desfavorable para la producción de hidrógeno, puesto que inhibe la

actividad de la hidrogenasa y otras enzimas involucradas en el proceso

(Lay, 2000).

Sustrato

Para la producción de H2 se han empleado diferentes clases de sustratos.

La glucosa, sacarosa y el almidón son los que más se han empleado como

sustrato (Wang & Wan, 2009). En muy pocos estudios se han utilizado

residuos orgánicos como sustrato para la producción de H2 (Sinha &

Pandey, 2011).
Para la producción de H2 no es ideal emplear sustratos con estructuras

moleculares complejas debido a que estos son difíciles de asimilar por los

microorganismos, sin embargo después de emplear un pretratamiento con

algunos métodos estos sustratos pueden ser fácilmente asimilados por las

bacterias productoras de H2 (Wang & Wan, 2009).

Los pretratamientos más conocidos para la degradación de sustratos

difíciles son la ultrasonificación, acidificación, el congelamiento y

descongelamiento, esterilización y las microondas.

Temperatura

La temperatura es un factor que influye en la actividad de las bacterias

productoras de H2 y en la producción de H2 fermentativo, siendo un

parámetro de tipo selectivo pues afecta la tasa de crecimiento y la ruta

metabólica de los microorganismos. Las bacterias son capaces de producir

H2 en rangos de temperatura que van desde 15 hasta 85°C, en rango

mesofílico (25-30 °C), termofílico (40-65 °C) e hipertermofílico (>80 °C)

(Blanco & Rodriguez, 2012).

Nutrientes

En el proceso de fermentación de hidrógeno se necesitan suplementos

como nitrógeno, fosfato y otros minerales traza inorgánicos. Estudios

previos indicaron que el nitrógeno orgánico parece ser más favorable para

el desarrollo del hidrógeno, comparado con uno inorgánico. El fosfato es

uno de los nutrientes inorgánicos importantes requerido para una

producción óptima de hidrógeno (Show, Lee, & Chang, 2011).

El nitrógeno es un componente de las proteínas, ácidos nucleicos y

enzimas, por lo tanto una concentración de nitrógeno apropiada favorece


el crecimiento de las bacterias productoras de hidrógeno y la producción

de H2 fermentativo (Bisallion et al., 2006).

En relación con los fosfatos estos son necesarios para la producción de H2

debido a su valor nutricional, así como a su capacidad de tamponamiento

(Wang & Wan, 2009). Los iones metálicos más importantes en la

producción de H2 fermentativo son el Mg2+, Na+, Zn2+ y Fe2+, dado que

estos elementos son necesarios para los cofactores enzimáticos, los

procesos de transporte y las deshidrogenasas (Lin & Lay, 2005). De estos

iones el Fe2+ es el que más se ha investigado al ser un componente clave

en la actividad enzimática de la hidrogenasa (Wang & Wan, 2008).

4.2.3.5. SEPARACIÓN DEL HIDRÓGENO PRODUCIDO

El biogás obtenido en la fermentación no puede ser utilizado directamente

por lo tanto se requiere una separación de los gases (Claassen y otros,

2005; Búcsu y otros, 2006). Es primordial una remoción continua del

hidrógeno para evitar su acumulación junto con otros gases producidos en

la fermentación como el CO2 ya que reducen la tasa de producción del H.

[Levin y otros, 2004]. El proceso más usado es donde se maneja una

presión conducida por membranas, con membranas porosas o no porosas,

basándose en la permeabilidad y selectividad de los gases [Bélafi y otros,

2006] A 25ºC se han utilizado membranas no porosas de polímeros que

tienen gran permeabilidad por el hidrógeno y selectividad en mezclas

hidrógeno-nitrógeno a esta temperatura [Horváth y otros, 2004]. En las

membranas porosas la permeabilidad de los gases se ve influenciada sólo


por los pesos moleculares y la separación se determina por la relación

entre éstos [Bélafi y otros, 2006].

Figura 2. Disposición esquemática del proceso de producción de biohidrógeno en tres


etapas secuenciales de fermentación oscura, fotofermentación y biofotólisis, según (Lo,
Chen, Lee, & Chang, 2010).

5. MARCO CONCEPTUAL

5.1. La biomasa:

Según la Directiva 2009/28/CE relativa al fomento del uso de energía

procedente de fuentes renovables, se define biomasa como la fracción

biodegradable de los productos, desechos y residuos de origen biológico

procedentes de actividades agrarias (incluidas sustancias de origen vegetal y de

origen animal), de la silvicultura, la pesca y la acuicultura, así como la fracción

biodegradable de los residuos industriales y municipales (Lucas & Peso, 2012).


Figura 3. Tipos de biomasa (Fuente:

http://sostenible.palencia.uva.es/system/files/publicaciones/Biomasa%2C

%20Biocombustibles%20y%20Sostenibilidad.pdf)

5.2. Los biocombustibles:

Los biocombustibles son recursos energéticos procesados por el ser humano a

partir de materias producidas recientemente por seres vivos, a las cuales se les

denomina “biomasa” concepto del cual se mencionó anteriormente. Pueden ser

líquidos, sólidos o gaseosos, y su finalidad última es liberar la energía contenida

en sus componentes químicos mediante una reacción de combustión. La

producción de biocombustibles tienen el potencial de sustituir combustibles

fósiles en varias aplicaciones de transporte (Álvarez, 2009).

5.3. Las cianobacterias

Las cianobacterias son organismos procariotas, se engloban en el reino monera y

comparten características comunes con otras bacterias fotosintéticas, así como

con el resto de las bacterias.

Desempeñan un papel relevante como productores primarios a gran escala, y

contribuyen a mantener en la biosfera los ciclos de carbono, oxígeno y


nitrógeno. Son fuente de principios activos importantes, y se consideran un

material biológico muy relevante para obtener biocombustibles, a la vez que

pueden actuar como sumideros de CO2, de forma que pueden paliar el

calentamiento global (Peleato, 2011).

5.4. La Hidrogenasa:

Las enzimas de captación hidrogenasa se encuentran en la membrana tilacoide

de heterocistos de cianobacterias filamentosas, esta enzima se encarga de

transferir los electrones del hidrógeno para la reducción de oxígeno a través de la

cadena respiratoria en una reacción conocida como oxihidrogenación o reacción

de Knallgas. La enzima consta de dos subunidades. La proteína codificada

por hupL es responsable de la absorción de hidrógeno y la subunidad más

pequeña que está codificada por hupS se encarga de la reducción (Dutta, et al.,

2005).

5.5. La Nitrogenasa:

La nitrogenasa es un sistema enzimático constituido por dos proteínas

diferentes. La dinitrogenasa (también refereido como proteína MoFe o

proteína I) es una proteína que tiene como función unir y reducir el N2 u

otros sustratos; y la dinitrogenasa reductasa (también referido como

proteína Fe o proteína II) y tiene el rol especifico de pasar electrones, uno

a la vez, a la dinitrogenasa. Fuertes reductores no reducirán la

dinitrogenasa directamente, la mayor parte de la función se hace

dinitrogenasa reductasa. El sustrato fisiológico para la nitrogenasa es el

N2, sin embargo la nitrogenasa también puede reducir una variedad de

sustratos (Burris, 1991, como se citó en Rojas, 2008)


5.6. Microalgas:

Las microalgas y las cianobaterias son microorganismos unicelulares que

tienen la capacidad de realizar la fotosíntesis. Esto es, son capaces de

generar biomasa orgánica a partir de CO2 y luz, usando al agua como

dador de electrones, oxidandola a O2. Difieren de las cianobacterias en

muchos aspectos, especialmente en que las primeras son eucariotas y las

segundas son procariotas, pero desde el punto de vista de la ingeniería de

procesos, lo relevante es que crecen usando luz como energia y

CO2 como fuente de carbono (Fernández, 2014).

Según Salgueiro (2018) En la última década, la investigación de los cultivos

microalgales ha aumentado notablemente debido a su elevado potencial (rápido

crecimiento, alto contenido en lípidos, posibilidad de cultivo en diferentes

hábitats, etc). Estas valiosas propiedades permiten el uso de las mismas para

soluciones con fines energéticos como por ejemplo la producción de

biocombustibles.

5.7. Fotobioreactor:

Los fotobiorreactores (FBRs) son dispositivos destinados al cultivo

masivo de microalgas. Para ello, tienen que mantener un medio estable

(temperatura, pH, baja concentración de O2) y proporcionar los

nutrientes necesarios para el crecimiento. Existen dos tipos de diseño

opuestos. Los reactores abiertos priorizan la economía aceptando un

control pobre del entorno mientras que los FBR cerrados consiguen unas

condiciones estrechamente controladas que permiten a las microalgas

crecer a una velocidad óptima a cambio de un mayor coste (Fernández ,

2014).
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA

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