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Apacuana

Mujer con templanza de frente a las adversidades

Esta historia es sobre una mujer llanera criada en la población de calabozo, es una
ciudad de Venezuela situada en el estado Guárico corazón del llano venezolano, nacida en
la época de los años 50 durante el gobierno de marcos Pérez Giménez a la que llamaremos
Ana, a pesar de sufrir en carne propia el tener que mudarse de un sitio a otro por las
carencias de la vida, madre de en ese entonces 3 hijos, su pequeña hija de 2 años sufre unas
terribles quemaduras de 3 grado en una 80% de su cuerpito en condiciones trágicas en un
frio invierno y habitando en un asentamiento campesino bajo un fuerte aguacero de esos
que caen en el llano tuvo que recorrer con su hija en brazos un trayecto de una hora
caminando en busca de un vehículo que la llevara hasta el hospital más cercano. Sin
embargo con sabiduría, dolor en su corazón sufrirá desgarres capaces de superar, sin dinero
y sin ser conocida en ese triste pueblo logró transformar una horrible experiencia en una
estrategia para ayudar a su hija y se la lleva hasta la ciudad de caracas para luchar por la
salud de su pequeña hija y sin darse cuenta ayudar a otras personas que enfrentan el
sufrimiento en su día a día; por sobrevivir.

Se trata de la historia de Ana una conocida ama de casa esposa y madre quien en su día
a día con años de sacrificio y esfuerzo, soportando las investiduras de la vida entre fracasos,
triunfos y victorias en sus sueños de añoranzas por una vida mejor, siempre de pie ante la
situaciones de austeridad que afronta en su país con valentía y a veces con tristeza se
enfrenta con templanza y liderazgo ante la crisis que la acompaña, luego de pasar cierto
tiempo en caracas regresa a la ciudad de calabozo donde no tenía trabajo ni ingresos fijos;
de hecho, vivía gracias a los recursos otorgados por trabajos de soldadura y como se dice en
criollo de tigritos que hacia el esposo que apenas le permitían darle los cuidados necesarios
a su hija y el resto de sus hijos pero con optimismo consigue salir adelante y viviendo entre
el cuido de fincas y otras labores cría y educa a su cuatro hijos este ultimo nacido en
Calabozo para el año 1984 con educación, y buenos modales, a pesar de algunos problemas
que afronta con su pareja llegando en un momento a vestirse de hombre para comprobar
una infidelidad y engaño.
Con el transcurso del tiempo dedica su vida a la religión entregándose
devocionalmente encontrando paz espiritual, y centra su vida en poesía, lectura y en
impartir educación religiosa a las comunidades de toda la región siendo conocida por su
labor religiosa en todo el pueblo. Son casi cuarenta años de fiel labor cristiana. Pierde a su
madre esta muere de diabetes y en su constante lucha años más tarde siendo en un 31 de
diciembre muere su padre causando nuevamente su tristeza y dolor emocional. Dándole a
su padre un último adiós con desdén y melancolía.

Pero no todo queda allí, para el año 2003 fue el momento más intenso de su vida es
diagnosticada con cáncer de mama en estado avanzado, siendo la noticia como un trago
amargo de ajenjo, sorprende que en vez de entristecerse se dedica a luchar por que las
mujeres reciban estimulo, animo y tratamiento eficaz para el cáncer de mama, una
educación libre y de calidad. Con valentía, tenacidad y la guía divina se sobrepone y lucha
por su enfermedad a pesar de los muchos tratamientos y cirugías (mastectomía radical)
logra vencer el cáncer. No es fácil en este tiempo donde se imponen unos senos perfectos,
la maravilla de la estética y la belleza superficial perder un seno en semejantes condiciones
pero esto no desanimo a Ana, pues siguió demostrando con estas experiencias vividas lo
integro de su fortaleza, animosidad pues fuertes valores culturales inculcados en su hogar
desde muy pequeña como venezolana donde se aprende a ser honesto, luchador en tiempos
de crisis de angustia aprendió de los errores se sobrepuso a las debilidades, en las angustias
se mostro solidaria y salió fortalecida de las penurias acaecidas.

Hoy en día cuenta con una gran familia, hijos, nietos y muchas amistades. Además, de
seguir sirviendo en beneficio de muchas personas, ayuda en las comunidades a personas en
carencia y continúa dando ánimo a personas deprimidas, enfermas haciendo pequeños
donativos según sus posibilidades a los más necesitados. Es importante resaltar que está
lamentable experiencia no detuvo sus esfuerzos por lograr una felicidad en servir al Dios
del universo y centrar su vida aunque con experiencias negativas como la escases, la
pobreza, la humillaciones, enfermedades y crisis por la situación del país en estos
momento. Responde a sus 70 años de edad cuando se le pregunta ¿cómo se siente? contesta
‘‘estoy realizada, plenamente satisfecha soy feliz y mi deseo es que todas las persona es
este tiempo de pandemia no desmayen luchen y venzan’’. Es de notar que esta historia nos
enseña a ver el lado bueno de la vida a preguntarnos ¿a que venimos, ¿porque estamos
aquí? ¿Que enseñanza dejamos al mundo? A nuestro país? etc.

Entre sus valores positivos como una venezolana que ama a su país espera superar esta
pandemia y seguir marcando un ejemplo de altruismo, honestidad amor por el luchar del
día a día para un beneficio propio y de la sociedades así es Ana como su nombre lo indica
que significa «benéfica, compasiva, llena de gracia» A sus casi 50 años de casada se
encontró con muchos obstáculos que pueden destruir un matrimonio pero una vez más la
sabiduría, la terquedad o el amor por su esposo y su familia hizo que superara cada uno de
estos y para el momento en que se escribe esta historia comparte una tarde tranquila y feliz
junto a su esposo, un señor ya avanzado en años pero también dispuesto a seguir en pie de
lucha por superar las investiduras de la profunda crisis que vive su país ambos son positivos
y optimistas ante las dificultades.

Por otro lado, el que conoce a Ana la describe como una mujer delgada, de baja
estatura, piel morena, cabello liso con facciones indígenas y fuerte de carácter no siente
miedo de nada y aunque en estos momentos está perdiendo la voz motivado a las
quimioterapias aplicadas a su organismo años atrás bien sea por haberse afectado sus
cuerdas vocales, o algún trastorno neurológico ¡no se sabe! pues la condición del sector
salud actualmente en crisis no permite hacerse una evaluación en los hospitales públicos y
al tratarse de centros privados resulta en costos muy elevado. En contraste a esto el ejemplo
de Ana una calaboceña hija de Venezuela que fomenta honestidad, fe, constancia y lucha
por sus sueños, amor por la vida nos obliga a reconocer las sabias palabras del poeta Víctor
Hugo ‘‘Incluso la noche más oscura terminará y el sol saldrá’’ dándole significado a estas
sabias palabras aprendamos de Ana a no perder las esperanzas ante las adversidades.

Quienes somos pues como los pajaritos, porque preocuparnos por comer o por beber,
somos ¡polvo! sin embargo tenemos sueños, esperanzas de vida, sabemos que muy pronto
así como las aves sobreviven las envestidas de las estaciones y siguen volando. Como
venezolanos al igual que una mujer con templanza a logrado conquistar el cariño de su
comunidad y el amor de sus vecinos ante las adversidades de la vida, ante las salidas del
país de muchos de sus familiares en busca de un futuro mejor para Ana es triste reconocer
que muchos se han ido emigrando en busca de mejor salud, mejores recursos financieros
para manutención de sus hijos luchando por una única causa el pensar diferente. La
diáspora de jóvenes preparados con carreras universitarias como médicos, ingenieros,
abogados, así como amas de casa, adultos mayores ha generado incertidumbre y aunque
hasta ahora ninguno de sus hijos ha salido del país se aferra a su devoción y suplica todos
los días a DIOS por el cambio de un nuevo país, nuevas oportunidades para sus hijos y
nietos, para su comunidad y un mejor futuro para su país, explica que en uno mismo esta
ver aquella Venezuela bonita que una vez tuvimos siendo positivos, trabajadores no esperar
que el cambio llegue sin salir a buscarlo hay que luchar ser enérgicos ella misma extiende
una invitación “jóvenes, adultos, hombres y mujeres saquemos ese niño que todos llevamos
dentro y lleguemos a la cima para sacar de Venezuela un nuevo país.

APACUANA
APACUANA

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