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Religiones

autóctonas
de Asia Oriental:
Japón y Corea
Shintoísmo y Chamanismo

Antonio José Doménech del Río

P03/87011/01876
..
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Índice

Introducción............................................................................................ 5

Objetivos .................................................................................................. 6

1. El shintoísmo japonés ...................................................................... 7


1.1. Introducción: el papel del shintoísmo en la cultura japonesa ........ 7
1.2. Rasgos característicos del shintoísmo ............................................. 8
1.2.1. Kami ...................................................................................... 8
1.2.2. Santuarios y lugares sagrados ................................................ 10
1.2.3. Rituales, ceremonias y festivales ........................................... 12
1.3. Evolución histórica del shintoísmo ................................................ 14
1.3.1. Shintoísmo primitivo............................................................ 14
1.3.2. Shintoísmo organizado (593-1185)....................................... 17
1.3.3. Sincretismo shintoísmo-Budismo ......................................... 19
1.3.4. Características del shintoísmo durante el período medieval......... 20
1.3.5. Predominio del shintoísmo en el periodo
Tokugawa (1600-1868).......................................................... 21
1.3.6. El shintoísmo de estado en la restauración
Meiji (1868-1912) ................................................................. 22
1.3.7. El shintoísmo y el Nacional-Militarismo de los años 30 ....... 23
1.3.8. El shintoísmo después de la Segunda Guerra Mundial ......... 24
1.4. El shintoísmo en el Japón contemporáeno..................................... 25

2. El chamanismo o muismo coreano ............................................... 27


2.1. El chamanismo en los orígenes de la cultura coreana .................... 27
2.2. Principales características del chamanismo .................................... 28
2.2.1. Principios básicos .................................................................. 28
2.2.2. Cosmología ........................................................................... 30
2.2.3. El panteón chamánico coreano ............................................ 30
2.2.4. Los chamán, mudang ............................................................ 32
2.2.5. Ritos y ceremonias ................................................................ 32
2.3. Evolución histórica del chamanismo.............................................. 34
2.4. Mudang, los / las chamanes............................................................. 36
2.4.1. La llamada a ser mudang ....................................................... 36
2.4.2. Rito de iniciación, Naerim kut .............................................. 37
2.4.3. Período de formación de las mudang..................................... 37
2.4.4. Las mudang y su relación con los espíritus ............................ 38
2.4.5. Las mudang y su relación con sus fieles, tangol...................... 39
2.5. kut, el principal rito chamánico ...................................................... 39
2.5.1. Los tipos de kut ..................................................................... 40
2.5.2. Estructura del kut .................................................................. 41
2.6. La mujer coreana y el chamanismo ................................................ 42
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Resumen ................................................................................................... 45

Glosario..................................................................................................... 47

Bibliografía.............................................................................................. 47
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Introducción

En este quinto módulo se estudiarán las religiones autóctonas de Japón y


Corea. Después de haber analizado las tres principales tradiciones religiosas
de Asia oriental, confucianismo, taoísmo y budismo, podremos profundizar
en dos tradiciones religiosas que están íntimamente ligadas a la tierra y a las
características culturales de las naciones en las que nacieron. Estas dos tradi-
ciones son el shintoísmo y el muísmo (o chamanismo coreano).

Las tres tradiciones del confucianismo, taoísmo y budismo han influenciado


religiosa y culturalmente tanto a China como a Corea y Japón. Pasaron des-
de China a Corea y Japón y, en cada una de estas naciones, han tomado
características muy específicas tras mezclarse con las religiones autóctonas ya
existentes en esos territorios antes de su llegada. Estas tradiciones propias,
shintoísmo y muísmo, estaban arraigadas en Japón y Corea respectivamente
antes de la llegada de las otras tradiciones religiosas y se fueron desarrollando
al mismo tiempo que estas culturas iban evolucionando. Por este motivo,
conocer el origen de estas tradiciones es importante para poder entender la
personalidad y el pensamiento japonés y coreano.

En este módulo analizaremos los principales elementos del shintoismo y del


chamanismo cada una de ellas, sus doctrinas, ritos, “escrituras” (cuando
existan, ya que son religiones donde la tradición oral es muy importante),
rasgos característicos, figuras religiosas, festividades, santuarios, etc.

También dedicaremos buena parte de nuestra atención a la evolución histó-


rica y a las transformaciones que han ido sufriendo a lo largo de los siglos y
los cambios producidos por el contacto con las otras tradiciones religiosas
y con la modernidad. Al tratarse de tradiciones milenarias también es im-
portante analizar cómo han sabido adaptarse a los retos del mundo contem-
poráneo.

Finalmente, profundizaremos tanto en los aspectos históricos como en los


elementos doctrinales y prácticas. No se trata de una simple enumeración
de conceptos sino de una aproximación real a sus prácticas y un intento
por comprender el espíritu que mueve a sus creyentes, de modo que po-
damos conocer mejor el alma de estos dos pueblos, el japonés y el coreano.
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Objetivos

En este módulo nos proponemos adquirir unos conocimientos sobre las tra-
diciones locales de Japón y Corea y adentrarnos más profundamente en la
cultura de estas dos naciones. Por ello, los objetivos que pretendemos alcan-
zar en este módulo son los siguientes:

1. Estudiar los rasgos más característicos del shintoísmo.

2. Analizar la evolución histórica experimentada por el shintoísmo.

3. Ver cómo el shintoísmo se ha mezclado con el budismo y el confucia-


nismo a lo largo de la historia.

4. Comprender las formas de expresión del shintoísmo en la sociedad con-


temporánea japonesa.

5. Conocer a través del shintoísmo algunos de los rasgos más característicos


de la cultura japonesa.

6. Estudiar de qué manera el muísmo está en el origen de la cultura coreana.

7. Profundizar en las principales características del chamanismo coreano.

8. Analizar la evolución histórica del muísmo y su relación con las otras


tradiciones religiosas existentes en el país.
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1. El shintoismo japonés

1.1. Introducción: el papel del shintoísmo en la cultura japonesa

El shintoísmo es frecuentemente descrito como la religión nacional de Ja-


pón; actualmente existen cerca de 60 millones de seguidores de esta religión
(las cifras oficiales del gobierno japonés, poco rigurosas, hablan de unos 110
millones), a pesar de que en Japón no hay ningún impedimento en ser se-
guidor de las prácticas confucianas y budistas y, al mismo tiempo, entregarse
a los cultos shintoístas. Esto es debido a que el shintoísmo está íntimamente
ligado al pueblo japonés y al mundo que le rodea. El shintoísmo incluye una
gran variedad de mitos, creencias y prácticas religiosas.

Entre otras cosas, la mitología shintoísta enseña que Japón y el pueblo


japonés fueron directamente creados por los dioses, y que los empera-
dores eran descendientes directos de uno de ellos.

Los kami (), dioses del shintoísmo, están arraigados en las bases del mun-
do japonés; sus leyendas y mitos nos describen la creación y los orígenes de
la tierra japonesa y de sus gentes. Por tanto, podemos decir que es una reli-
gión que se centra en la unidad y la comunidad que forma el pueblo japo-
nés, y en sus gentes y su existencia en este mundo. Es por esta razón que
prácticamente todos los japoneses se consideran seguidores de esta religión
y, en cierta manera, se podría incluso decir que shintoísmo y ser japonés son
sinónimos. Representación del kami o dios del trueno
de la tradición shintoista

En el Japón rural, los templos dedicados a los dioses del shintoísmo eran
tradicionalmente los lugares centrales de la vida de la comunidad. En ellos se
guardaba al kami protector del pueblo y sus habitantes, y a ellos se dirigían
todos los miembros de la comunidad para ofrecer sus oraciones y pedir al
dios en cuestión una buena cosecha, el don de la fertilidad o la prosperidad.
Los templos y sus kami eran también el lugar de reunión para celebraciones y
festivales durante todo el año.

Estos aspectos del shintoísmo continúan vivos incluso hoy en el Japón con-
temporáneo y no son simplemente un vestigio del Japón folklórico. Los fes-
tivales siguen siendo momentos muy importantes para el pueblo japonés
tanto en las zonas rurales como en las urbanas. Además, el papel de los kami
y sus templos como guardianes de la fertilidad y la producción ha sido tam-
bién salvaguardado incluso por las grandes compañías y empresas japonesas,
muchas de las cuales construyen pequeños templos, en los que se venera a
los kami protectores de sus negocios.
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Otro aspecto más controvertido del shintoísmo es su relación con el nacio-


Amaterasu omikami
nalismo japonés y sus conexiones con los poderes políticos. El shintoísmo ()
concedió al emperador de la nación el rango de kami, dios, y a su vez el go- Diosa del Sol e hija mayor de
bierno de la nación se convirtió en el protector del shintoísmo. El Emperador Izanagi, es una de las deidades
mas importantes de la mitolo-
es considerado como descendiente directo de Amaterasu (), la poderosa gía japonesa. Nació del ojo iz-
quierdo de su padre, mientras
diosa del Sol. Este mito confiere una posición especial al Emperador, que en éste se lavaba a su regreso del
algunos momentos de la historia incluso ha sido considerado un dios vivien- infierno. Se la venera como
divinidad espiritual y como
te. El Emperador era considerado el símbolo unificador del Japón. Aún en la antepasada sagrada de la fa-
milia imperial. Su historia se
actualidad para algunos japoneses, especialmente las generaciones más ma- relata en los poemas épicos
Kojiki y Nihonshoki.
yores, el Emperador sigue siendo respetado como una divinidad, y el pueblo
japonés, un pueblo elegido por los dioses. Pero también hay muchos japone-
ses que se oponen fuertemente a esta conexión entre el estado, la política y
el shintoísmo. Este sigue siendo un tema de controversia y discusión para
muchos ciudadanos japoneses.

El shintoísmo, por tanto, incorpora muy diversos temas desde los elementos
populares y políticos hasta los propiamente religiosos que lo caracterizan
como tradición religiosa, como por ejemplo sus figuras espirituales, los kami,
los lugares sagrados, los rituales, las oraciones, etc., aspectos que analizare-
mos a lo largo de este módulo.

1.2. Rasgos característicos del shintoísmo

En este apartado vamos a describir algunos de los elementos y rasgos más


característicos del shintoísmo, así como también algunas de sus prácticas
más significativas.

1.2.1. Kami

El shintoísmo carece de fundador y de escrituras originales. La creencia y la Los caracteres japoneses...


práctica shintoísta giran en torno a la adoración de los kami, divinidades que ... pueden leerse en su mayo-
supervisan casi cualquier aspecto de la naturaleza y de la vida humana. La ría con una doble pronuncia-
ción, la original japonesa
palabra “shinto” () en japonés está compuesta de dos ideogramas (Kun-yomi) y la derivada
del chino (On-yomi). Por ello,
“shin” (), que equivale al término indígena kami y significa “dios” o “di- el carácter  se puede leer
vinidad”, y “to” (), que significa “camino”. El término como tal se co- como shin (del chino shen)
o como kami.
menzó a utilizar en el siglo VI, para distinguirlo de la nueva religión budista
que entonces se había asentado ya en Japón.

Podríamos traducir la palabra shinto como “el camino de los kami”. El


término kami es una palabra honorífica que designa a los espíritus sa-
grados. Todos los seres tienen tales espíritus, y en cierta medida se
puede decir que todos los seres pueden ser considerados kami o pue-
den llegar a serlo.
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A pesar de que existen diversos tipos de kami, todos ellos comparten algunas
características en común.

1) No tienen forma propia, sino que generalmente su presencia se materiali-


za en objetos que actúan como receptáculos (árboles, piedras, varas, estan-
dartes, etc.). Antiguamente las muñecas en Japón se diseñaban precisamente
como residencia de los kami, y sólo mucho después se convirtieron en un
juguete para niños.

2) Los kami no desempeñan una función ética. Son fuerzas que responden
positiva o negativamente dependiendo de cómo se las trate. No importan las
virtudes interiores de los hombres que solicitan sus favores, sino únicamente
la corrección de los rituales, las ofrendas y el culto.

3) Los kami habitan en un mundo propio, a pesar de que se les puede con-
vocar para que visiten el mundo de los hombres, mediante rituales celebra-
dos en determinadas épocas.

4) La mayoría de kami aborrece la imperfección que representan la muerte,


la suciedad y la sangre. Se sienten especialmente ofendidos por la sangre
vertida en los nacimientos humanos o durante la menstruación, así como
por los efluvios de los muertos. Cualquier persona afectada por estos tipos de
impureza debe mantenerse alejada de los lugares de culto durante un cierto
período de tiempo.

5) Finalmente, los kami no pretenden revelar la verdad última ni mostrar un


camino de transformación interior, sino que simplemente conceden bendicio-
nes materiales: curaciones, matrimonios, riqueza, talento, etc. En el shintoísmo
no hay lugar para un camino interior ni tampoco para la iluminación.

Tipos de kami

Podemos clasificar los objetos, fenómenos y seres que desde tiempos remotos
han sido designados como kami en las siguientes categorías:

1) Las cualidades de la fertilidad, del crecimiento, y de la producción.

2) Los fenómenos naturales, como el viento y los truenos.

3) Los objetos naturales, como el sol, las montañas, los ríos, los árboles y
las rocas.

4) Algunos animales.

5) Los espíritus de los antepasados. Entre estos últimos se encuentran los Kami del viento, uno de los muchos dioses
de los fenómenos naturales.
espíritus de los antepasados imperiales y los antepasados de las familias no-
bles. Los espíritus de los héroes nacionales, hombres que destacaron por sus
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acciones o virtudes, aquellos que han contribuido con sus vidas al crecimien-
to de la civilización, la cultura, y el desarrollo humano; o aquellos que han
muerto por la nación.

6) También son considerados kami los espíritus guardianes de la tierra, de


los oficios, y de las ocupaciones.

7) No todos los kami son espíritus superiores a los humanos y benévolos con
ellos, sino que también algunos espíritus son considerados malignos u oni
(, demonios). Estos demonios de la tradición japonesa son invisibles. Se
cree que algunos son espíritus animales capaces de adueñarse de una perso-
na. Entre los más temidos se encuentra el espíritu del zorro, y quien está
poseído por él debe enfrentarse a todo tipo de calamidades, como enferme-
dades o, incluso, la muerte.

8) Los espíritus malignos, conocidos como obake () o fantasmas. Se


cree que son capaces de causar daños considerables, aunque es posible expul-
sarlos mediante rituales adecuados.

La función de guardianes es especialmente importante entre los kami.


Cada kami tiene sus propias características, aptitudes y misiones; y ca-
da uno de ellos es adorado como el fundador o guardián de algún ob-
jeto o fenómeno concreto.

Por ejemplo, uno es el guardián de la distribución del agua, otro de la fabricación de


las medicinas, y otro de la curación de las enfermedades. También hay kami que son
los protectores de un determinado territorio, grupo o clan.

Los kami protectores de los clanes (uji, ) tienen especial importancia. Se les Uji ()
llama ujigami () y siempre son venerados en los santuarios. Se pueden El Japón primitivo se organi-
encontrar numerosos santuarios dedicados a estos kami por toda la nación. zaba en linajes, uji, que de-
terminaban la estructura de
Los ujigami eran, por lo tanto, un medio de cohesión ideológica y de identi- relaciones sociales; la perte-
nencia al uji se sustentaba en
ficación y podían tomar en su caracterización propia algunos rasgos definito- lazos de parentesco comunes,
rios del ambiente natural en el que se situaba el uji. en la aceptación de la jefatura
del uji y en el culto de la divi-
nidad protectora, ujigami.

1.2.2. Santuarios y lugares sagrados

Los santuarios del shintoísmo (jinja, ), dedicados a diversos kami, se


hallan dispersos por todo Japón. Y como existen muchos kami que animan
distintos elementos de la naturaleza y el entorno, también hay muchos luga-
res que por su naturaleza se consideran sagrados. Por ejemplo, se considera
que la montaña Fuji es un kami y las personas que la escalan realizan un acto
de adoración al subir a ella. Santuario shinto o jinja
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El santuario shintoísta actúa como foco de una enorme variedad de ritua-


les y de actividades. Los japoneses van a visitar los santuarios para pedirle
a los dioses por sus necesidades, que pueden ir desde la salud hasta
que los hijos aprueben los exámenes de acceso a la universidad. Estas
peticiones personales son la forma más común de la observancia shin-
toísta. Pero los rituales más importantes que se realizan en los santua-
rios son los celebrados con motivo de la festividad anual (matsuri, )
del kami local, momento en el que toda la población se reúne en el
santuario para venerarlo.

El matsuri es un acto simbólico en el que los participantes entran en contacto


directo con los kami. Existen diversos tipos de matsuri: de súplica, de agrade-
cimiento, solemnes, festivos, etc. En cualquier caso, el matsuri representa
uno de los dos principales tipos de festividad o ceremonial que existen hoy
en día en Japón, junto con el nenchu gyoji (de origen chino o budista).

Para entrar en el recinto de un santuario primero se debe pasar bajo la torii


(puerta,
, imagen del margen) que representa el umbral que separa el
mundo externo y secular del mundo sagrado de los dioses. La puerta está
normalmente festoneada con heihaku ( ), tiras rasgadas de papel coloca-
das por parejas y que simbolizan la presencia de los kami. Dentro del recinto
hay un bebedero de piedra con agua pura y, por lo menos, un cazo de bam-
bú. El creyente saca un poco de agua, la vierte en sus manos y se moja lige-
ramente los labios, purificando así su cuerpo por dentro y por fuera, prepa-
rándose para presentarse ante los dioses.

El santuario típico se compone de dos elementos principales: el honden (san-


tuario, ), que contiene la imagen del kami y que rara vez, o nunca, visi-
ta el público seglar, y el haiden (oratorio, ). El creyente se aproxima al
haiden, hace una pequeña ofrenda monetaria y, bien toca una campana ata-
da a una larga cuerda, bien da un par de palmadas para llamar la atención
del kami. Luego se inclina con las manos juntas en actitud de oración y en
silencio pide el favor del kami. Una vez hecha la demanda, el fiel vuelve a
dar palmadas para señalar el fin de la oración. El monte Fuji

La más famosa de todas las


montañas sagradas japonesas,
Además de estos santuarios públicos, las familias tradicionales japonesas el monte Fujiyama (),
tienen en su casa un santuario en miniatura o kamidana (). En él se es venerada como una
auténtica deidad shintoísta
encuentra una réplica en tamaño pequeño de un honden (santuario) con por muchos miles de
peregrinos japoneses que
los nombres de los antepasados de la familia, a los que se honra como a ascienden cada año al
santuario que hay en su cima.
kami. Uno de los miembros de más edad de la familia, generalmente la Está situada al sur de la ciudad
abuela, cuida del kamidana colocando en él todas las mañanas tacitas de de Tokio hacia la región de
Izu. En el siglo XIX se originó
sake y platos con unos pocos granos de arroz y verduras. En los santuarios, un culto a Fuji consistente en
la construcción de pequeñas
los sacerdotes son quienes, de un modo similar, realizan la presentación de réplicas de la montaña en los
ofrendas a los kami, para que éstos puedan realizar sus labores en favor de santuarios locales de muchas
partes de Japón.
los humanos.
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1.2.3. Rituales, ceremonias i festivales

Los ritos y las ceremonias shintoístas conmemoran la vida, tanto la vida


cotidiana como los momentos más importantes de la vida del individuo, la
comunidad o la nación. Estas ceremonias pueden ser realizadas en la casa o
en lugares públicos, pero sobre todo toman mayor solemnidad en los santua-
rios. Estos ritos tienen como finalidad buscar la protección de los kami con-
tra las desgracias y al mismo tiempo procurar la felicidad y la paz de los indi-
viduos y la comunidad.

Las ceremonias varían mucho en su complejidad entre las realizadas


en las casas particulares, las realizadas por creyentes shintoístas delan-
te de los pequeños altares en el hogar, y las ceremonias realizadas en
los santuarios. También las ceremonias en los santuarios varían entre
las ceremonias diarias de ofrecimiento realizadas por los sacerdotes del
templo por la mañana y la tarde, y los festivales anuales que incluyen
procesiones y ritos muy sofisticados, en los que participan miles de
personas.

Todas las ceremonias incluyen cuatro elementos: purificación (harai, ), un


ofrecimiento (shinsen, ), una oración (norito,), y una fiesta simbó-
lica (naorai, ). El acto de adoración a los kami no es sólo algo que se rea-
liza en el corazón del individuo sino que también se tiene que expresar por
medio de rituales religiosos. a
La purificación se realiza como preparación para ponerse en la presencia del Sakaki ( )
kami, limpiando todo tipo de contaminación, mal o suciedad que haya en la Arbol de la Prosperidad. Es
persona y restaurando el equilibrio corporal interno así como la relación una rama de pino sagrado
con la que los sacerdotes
armoniosa del individuo con el mundo exterior. Las purificaciones ordinarias shintoístas realizan los ritos de
purificación en los santuarios.
son realizadas tanto por laicos como por sacerdotes, vertiendo agua sobre las
puntas de los dedos; por ellos se las conoce como temizu (literalmente mano
agua, ). Las purificaciones formales las realizan los sacerdotes. Primero
recitan una oración de purificación y luego agitan una rama de sakaki sagra-
do (árbol de la prosperidad, ) por encima de la persona, grupo u objeto a
purificar. Este acto generalmente va acompañado por la aspersión de agua
salada. También hay purificaciones que se realizan por medio del baño y
ceremonias de purificación de la nación o de toda la tierra, llamadas oharai
(), literalmente “gran purificación”.

Hay tres tipos diferentes de purificación ritual:

• Misogi (ablución, ). Lavado del cuerpo con agua. Normalmente, se la-
van las manos y enjuagan la boca en los recipientes de agua que hay en la
entrada de los santuarios. Aquí se incluirían los baños de purificación
previos a los festivales, y otros baños especiales de agua fría.
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• Harae (). Expulsión de todo polvo o adherencia impura, tanto fisica


como espiritual.

• Imi (abstinencia, ). Abstinencia especialmente exigida a las personas


encargadas de los rituales religiosos. Por ejemplo, es necesario mantenerse
alejado del bullicio popular en tiempos de festivales, comer determinados
alimentos, etc.

Las ofrendas a los kami son los ritos más comunes que los fieles shintoís-
tas deben realizar diariamente, al menos una vez al día y, si es posible, dos
veces. Con este acto se evita que el kami se sienta infeliz y la mala fortuna
recaiga sobre los individuos. Los regalos que se ofrecen a los kami pueden
variar mucho pero los más comunes son, el arroz, la sal, el agua y las flo-
res. Los tipos de ofrendas que son presentadas delante del kami son cua-
tro: dinero, alimentos y bebidas, objetos materiales (como telas de seda,
algodón, pinturas, etc.) y objetos simbólicos (una rama de sakaki sagrado,
bailes, danzas, etc.).

Las oraciones ofrecidas en los santuarios son recitadas en japonés clásico por
los sacerdotes. En estas oraciones se alaban las cualidades del kami, se expre-
sa agradecimiento, se hacen peticiones, etc.

Las ceremonias shintoístas se concluyen con una fiesta sacra, denominada


naorai, que significa “comer juntos con el kami”. Este rito consiste en beber
formalmente un poco de vino de arroz servido por el sacerdote oficiante de Ofrendas y oraciones en un santuario shintoísta

la ceremonia. Sin embargo, en las grandes festividades, las ceremonias suelen


terminar con una comida como conclusión.

Hay también muchos tipos de festivales que se celebran en los santuarios. La


ocasión más importante en cualquier santuario es el festival del santuario
que es anual o bienal. También se celebran el festival otoñal de la recolección
de la cosecha, el festival conmemorativo de la dedicación del santuario a un
determinado kami, el festival en recuerdo de los antepasados, y otros nume-
rosos festivales relacionados con las tradiciones locales o nacionales.

El matsuri en sus dos acepciones de expresión de vecindad o de soli-


daridad comunal y de ritual religioso, es, con mucho, el acontecimien-
to más importante que se da en cualquier santuario shintoísta. La ca-
racterística central de estas festividades es la procesión sagrada en la
que se lleva por las calles un santuario preparado para ello (mikoshi,
) con la imagen del dios del lugar, con el fin de honrar y festejar
al kami. El mikoshi se sacude cuanto más mejor porque se cree que con
ello se aumenta el gozo del kami.
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El ciclo anual, sobre todo la llegada del año nuevo, tiene un significado muy
especial. La mayoría de los japoneses visitan el santuario shintoísta durante
los tres días que duran las celebraciones del año nuevo. Otras festividades
están relacionadas con el ciclo del arroz, desde su plantación hasta la cose-
cha. Cada una de las etapas está señalada con una festividad, siendo espe-
cialmente importante la festividad que commemora el inicio de la planta-
ción en primavera. En todo el país se celebra la plantación anual de las
primeras plantas de arroz por el emperador en un arrozal especial del Palacio
Imperial de Tokio.

1.3. Evolución hist’orica del shinto’ismo

El término shintoísmo, “el camino de los dioses”, aparece por primera


vez en la compilación de la crónica semi-mitológica Nihonshoki (“Cró-
nicas de Japón”, año 720 n.e.), con relación a las ceremonias religio-
sas, divinidades y santuarios existentes en la Planicie de los Abundan-
tes Juncos y Espigas Repletas.

Se trata del país de las Ochocientas miríadas de los dioses (Yaoyorozu-


No-kami-No-Kuni ), una tierra privilegiada, con sus ances-
tros de ascendencia divina bajo la protección de la diosa Sol (Amaterasu).
Este origen divino hace que desde sus inicios el shintoísmo se identifique
con el pueblo japonés y se considere algo propio y exclusivo que no puede
ser practicado por otros pueblos.

Estos rasgos tan ligados a la nación y a su historia hacen que la mejor forma
de entender el shintoísmo sea a través de su evolución histórica.

1.3.1. Shintoísmo primitivo

Los historiadores del Japón suelen referirse al “shintoísmo primitivo”


para denominar las creencias religiosas de los habitantes de las islas
antes de la introducción del budismo, taoísmo y confucianismo que
tuvo lugar gradualmente hacia la primera mitad del siglo VI dC.

Los distintos pueblos que iban llegando a las islas (tunguses, melanesios,
altaicos, asiáticos surorientales), principalmente durante el período Yayoi
(300 aC – 300 dC), traían consigo las creencias chamánicas y animistas que
practicaban en sus tierras de origen. Se sentían identificados con la naturale-
za y participaban de la naturaleza divina. En su cosmovisión no existía una
clara diferencia entre el mundo de los hombres y el mundo divino. Existían
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unas fuerzas superiores, llamadas tama (), y los espíritus de los dioses, kami,
residían en los seres de la naturaleza. Estas fuerzas, fuente de toda vida, habita-
ban también en el hombre y lo abandonaban después de la muerte. Por consi-
guiente, la mayor preocupación de los humanos era atraer las fuerzas favora-
bles y benéficas, y ahuyentar por consiguiente las maléficas y dañinas.

Principales características del shintoísmo primitivo

El shintoísmo primitivo carecía de una filosofía elaborada o de un sis-


tema metafísico; no tenía textos fundacionales ni preocupaciones éti-
cas. Su cosmovisión era básicamente optimista, centrada en el aquí y
el ahora, más que en una salvación lejana o en la vida después de la
muerte. Existía un trato reverencial a la naturaleza y sus fuerzas, y la
esfera de los hombres dependía de su armonía con éstas.

Teniendo en cuenta todas estas cuestiones, las características fundamentales


del shintoísmo primitivo son las siguientes:

1) La actividad religiosa de las comunidades agrícolas se centraba en los


ritos de culto estacional, que pedían la intervención divina para la protec-
ción y la obtención de buenos cultivos, y agradecían las cosechas. También
existían ritos de fertilidad familiar.

2) El culto a los antepasados era una práctica importante ya en esta época,


principalmente por parte del jefe del clan, dedicado a los antepasados de las
familias principales y al jefe y fundador del clan principal, Yamato, de quien
descendía la familia imperial del país.

3) Se veneraban tres tipos de kami:

a) Seres singulares de la naturaleza circundante: montañas, rocas, mar, etc.

b) Personajes humanos destacados de la comunidad y del clan, fundadores,


jefes, héroes.

c) Fuerzas abstractas que conceder la dar vida.

4) La cosmología mitológica tradicional del Japón antiguo dividía el uni-


verso en cuatro niveles.

a) Primer nivel, Takamagahara ( ): el reino celestial, la “alta pradera


celestial”, donde se encontraban los dioses, liderados por Amaterasu y
Takamimusubi, que aparecen como monarcas del universo.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 16 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

b) Segundo nivel, Kunitsukami (!): el mundo intermedio de los seres


humanos y otros seres de la Naturaleza. También se encontraban los dioses
terrestres, de valles, montañas, aguas, ríos, animales, etc.

c) Tercer nivel, Yomi-No-Kuni ("#): la región de las tinieblas, el in-


framundo, reino de la muerte, y refugio de los espíritus malignos e impuros.
Aquí reina la diosa Izanami, que gobierna sobre todos los otros seres de este
reino.

d) Cuarto nivel, Tokoyo ($%): “la tierra eterna”, más allá del mar está la
tierra (o la isla) de la vida eterna, a la que se dirigen personajes especiales;
desde allí vuelven en algunas ocasiones para dar su bendición y apoyo a los
seres humanos.

Elementos vinculados a las prácticas religiosas del shintoísmo primitivo

1) Lugares sagrados. Eran los lugares de donde venían los dioses. Ini-
cialmente el shintoísmo no construía santuarios. Los dioses descendían
de los cielos a una montaña, árbol o roca específica durante los tiempos
rituales y el lugar sacro se señalaba con una gruesa cuerda de paja de
arroz (Shimenawa,
) que lo separaba de los lugares profanos. Las
ceremonias religiosas se celebraban junto a estas rocas o árboles sagrados.
Posteriormente se comenzaron a construir santuarios en lugares considerados
sagrados que destacaban por su belleza y se consideraban apropiados para que
La shimenawa
...
residieran los dioses.
... es una gruesa cuerda de
paja de arroz que señala el
lugar sagrado para separarlo
2) Tiempos sagrados. Desde tiempos remotos, los japoneses distinguían
de los lugares profanos. Esta
dos tiempos o dimensiones distintas en la vida humana, el tiempo especial clara demarcación sirve
también para alejar a los
de las festividades y el tiempo ordinario, de la vida diaria y rutinaria. espíritus malévolos y a las
enfermedades. Estas cuerdas
se cuelgan también del edificio
principal de culto dentro del
3) Purificaciones. Para poder realizar los ritos era necesario estar libre de santuario para resaltar su
todo tipo de polución, suciedad, mancha. La pureza religiosa exigía el la- carácter sagrado.

vado del cuerpo y la limpieza en los atuendos. También se consideraban


impurezas rituales la menstruación, las relaciones sexuales o los partos, que
debían ser debidamente purificados.

4) Especialistas de lo sagrado. No formaban un sistema eclesiástico


homogéneo. Por un lado estaban los sacerdotes de tipo chamánico, ca-
paces de atraer a los kami y someterlos; y, por otro, adivinos que utiliza-
ban huesos, caparazones de tortuga y homóplatos de ciervo para sus adivina-
ciones, y que en otros casos conocían el futuro según la interpretación de
presagios.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 17 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

1.3.2. Shintoísmo organizado (593-1185)

Durante los siglos VI-VIII, como consecuencia de la introducción del


budismo –hacia el 538 ó 552-, apareció en la corte imperial japonesa
una clase sacerdotal privilegiada.

Inicialmente, las ceremonias rituales fueron realizadas por determinados


miembros del clan y surgió la figura del Kan-Nushi (maestro de culto), que
además se convirtió en el representante del kami. Con la centralización del
gobierno en el siglo VII, se produjo también la institucionalización del sacer-
docio shintoísta. Se creó el departamento de Culto Shinto (Jingikan), presidi-
do por los clanes Nakatomi, Imbe y Urabe, que administraba tanto el sistema
de santuarios shintoístas del país, como la organización de más de veinte
festivales celebrados a lo largo del año.

Los santuarios se convirtieron en grandes lugares de peregrinación y entre Ise

todos los de esta época destacan los de santuarios de Ise (&'() e Es un gran complejo de
santuarios situado cerca de la
Izumo. costa sureste de Nara. Uno de
los santuarios más antiguos de
Japón y el más sagrado del
El emperador Kotoku (645-654) unió a su título el de “dios viviente, gober- shintoísmo. Dedicado a la
diosa del Sol, Amaterasu.
nador del mundo, y emperador del reino Yamato”. La dimensión religiosa de Desde el siglo VII, todos los
un régimen imperial como éste reclamaba de toda la colaboración de los edificios del complejo son
sustituidos cada veinte años
sacerdotes shintoístas para poder llevar a cabo sus reformas y justificar sus por réplicas exactas.
aspiraciones de total control sobre las tierras del país. Los sacerdotes shintoís-
tas pasaron a ser considerados funcionarios públicos, con rango de nobleza
en la corte imperial, y un cargo de carácter hereditario.

Recopilación de las escrituras shintoístas

A partir del siglo VI dC, debido a la influencia china, a la centraliza-


ción del gobierno y a la institucionalización del shintoísmo nace la
necesidad en la corte imperial de Yamato ()) de disponer de cró-
nicas oficiales del país similares a las existentes en la corte de China
para poder demostrar los orígenes ancestrales e incluso divinos de la
dinastía imperial. De esta forma, surgen las dos fuentes escritas princi-
pales para el conocimiento del shintoísmo, el Kojiki y el Nihonshoki,
obras compiladas en el siglo VIII.

El emperador Temmu –reinó durante los años 673-685–, encargó a los erudi-
tos que realizaran estas recopilaciones con la finalidad de consolidar la tradi-
ción nacional japonesa, utilizando relatos legendarios antiguos, además de
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 18 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

genealogías (Teiki) y narraciones (Kyuji), que se habían ido compilando du-


rante los dos últimos siglos.

Ono Yasumaro (muerto en 723) escribió en el 712 el Kojiki (*+,). Escrito Ono Yasumaro
parcialmente en prosa clásica china (los fragmentos de oraciones y poemas Cortesano de la corte de la
están redactados en un japonés muy arcaico) narra la historia de Japón desde emperatriz Gemmei, recibe el
encargo de recopilar los textos
la edad mítica de los dioses ancestrales de la familia imperial hasta la Empe- relacionados con los orígenes
del Japón de parte de la em-
ratriz Suiko, en el año 628 de nuestra era. Sin embargo, debido a su extrema peratriz en 711. A partir de
complejidad, no recibió demasiada atención hasta el siglo XVIII. El estudioso textos anteriores, Ono elaboró
el texto de Kojiki y lo presentó
Motoori Norinaga (1730-1801) realizó una traducción al japonés común, lo 4 meses después, a principios
del año 712.
que permitió que se convirtiera en uno de los textos básicos del nacionalis-
mo japonés.

El Nihonshoki (“Crónicas del Japón”, - ./) apareció en 720 y fue com-


pilado por el príncipe Toneri (676-735) y el estadista Fujiwara No Fubito
(659-720); escrito en chino, tuvo un público más extenso que el Kojiki. Cons-
ta de 30 volúmenes, a los que hay que añadir diversas tablas genealógicas.
Comienza por la edad mítica de los dioses y llega hasta el reinado de la Em-
peratriz Jito (686-687).

El Kojiki y el Nihonshoki presentan los orígenes divinos del Japón y su


casa imperial en tres ciclos principales de relatos: el Ciclo de la Pradera
Celestial, Ciclo de Izumo y Ciclo de Tsukushi.

Ciclo de la Pradera Celestial

Según el Kojiki, en el origen había tres dioses supremos que aparecieron en el cielo (según
el Nihonshoki, en el origen está el caos, que tras su separación origina el cielo y la tierra); se
trata de Amenominakanushi (señor del cielo central), Takamimusubi (gran productor) y
Kamimusubi (divino productor), dioses generadores que dieron lugar a nuevos dioses de
nivel cósmico que se organizan en seis generaciones. La séptima generación en la que se
produce el paso del nivel cósmico al terrestre, la forman Izanagi (dios) e Izanami (diosa),
hermanos y esposos. De su relación matrimonial surgen el archipiélago del Japón, los dio-
ses naturales (montañas, aguas) y en especial el fuego (Kagutsuchi). Izanagi se convertirá en
el señor de los vivos e Izanami en señora del reino de los muertos. De ellos dos surge la si-
guiente generación de dioses, formada por Amaterasu, la diosa Sol, Tsukiyomi, el dios Lu-
na, y Susanoo, el dios Viento; los cuales se reparten el cosmos.

Ciclo de Izumo

Susanoo descende a Izumo (actual provincia de Shimane) y edifica un gran palacio en


Suga. Se casa con una princesa a la que salva de la serpiente de ocho cabezas. La pareja
divina reside en el palacio construido por él, y engendra generaciones de divinidades.
De entre todos ellos destaca el dios Okuninushi (el Señor del Gran País de Izumo). Des-
pués de varios episodios de luchas, Amaterasu ordena a Okuninushi entregar el gobierno
de sus tierras a los descendientes de la diosa del sol. Okuninushi acepta y Amaterasu en-
vía a su nieto el dios Niniginomikoto a tomar posesión de la Tierra Central de las Plani-
cies de Juncos Fértiles (Japón). Y en señal de su poder, Amaterasu entrega a Ninigi los
tres tesoros divinos (la joya de forma de curva, el espejo sagrado y la espada sagrada).

Ciclo de Tsukushi

El nieto de Amaterasu, Niniginomikoto, con los tres tesoros sagrados desciende a la mon-
taña de Takachi-nonomine en Tsukushi (actual Kyushu). Allí edifica un palacio, y se
enamora de la belleza de la Dama de las Flores. Se casa con ella y tienen descendencia.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 19 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

Y de este modo comienza el reino divino sobre la tierra. El hijo mayor, “Suerte de
Mar”, se gana la vida con los frutos del mar, mientras que el hijo menor, “Suerte de la
Tierra”, vive de los frutos de la tierra. El hijo de Suerte de Tierra al hacerse mayor, se
casó y tuvo cuatro hijos. Y el último de ellos es Jimmu, el primer emperador de Japón,
de quien desciende toda la genealogía ininterrumpida de los emperadores japoneses
hasta la actualidad.

Resulta también importante para el estudio del shintoísmo el contenido de


los Fudoki ( ), crónicas sobre las distintas provincias de Japón. Su
recopilación fue realizada en el año 713 por la corte imperial de Nara, y en
ellas se incluyen también las leyendas de los kami locales. De entre todos los
fudoki, el único que se ha conservado entero es el fudoki de la provincia de
Izumo que trata sobre las creencias de la zona de Izumo.

También aparecen datos interesantes sobre el shintoísmo en las antologías de


poemas del siglo VIII, el Kaijuso (751) y el Man’yoshu (759).

Todo el ritual shintoísta centrado en la familia imperial y sus clanes


quedó codificado a finales del siglo IX –en el Jogan Gishiki, y más ade-
lante, a principios del siglo X en la gran obra Engi-Shiki (“Reglamento
de la era de Engi”). Con ello, el shinto se convertía en una religión sis-
tematizada, coherente y dotada de sus propias escrituras, rituales, sa-
cerdotes y santuarios.

1.3.3. Sincretismo shintoísmo-budismo

Como hemos dicho al inicio, el proceso de organización y estructuración del


shintoísmo está estrechamente relacionado con la penetración del budismo
en Japón. Este contacto entre ambas tradiciones tiene una importancia esen-
cial para poder entender el pensamiento y la religión en Japón. a
El budismo fue introducido en Japón a través de Corea en el siglo VI. Esta
nueva tradición religiosa se propagó rápidamente y fue bien acogida por la
corte, hasta el punto que en el año 594 el budismo fue proclamado religión
oficial del estado. Sin embargo, la acogida de esta nueva tradición por parte
del pueblo necesitó un poco más de tiempo, ya que éste seguía practicando
devotamente su fe centrada en los kami.

La fusión entre el culto shinto y el budismo se inició casi en el mismo mo-


mento en que el budismo llegó a Japón. Se pueden destacar tres fases en este Hachiman
proceso: A pesar de las apariencias,
no se trata de una estatua
budista, sino de una imagen
1) En el siglo VIII aparecieron los templos santuario (jinguji), en los que los del kami Hachiman, protector
de los guerreros y del pueblo,
kami eran objeto de culto siguiendo el ritual budista, con la creencia de que ataviado como un monje
budista (s. XIII).
de este modo los kami serían más poderosos y complacientes con los fieles.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 20 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

Por ello, se extendió la costumbre de recitar sutras delante de los altares shin-
toístas. De este modo, con el paso de los años este movimiento de coexisten-
cia de las dos religiones se fue consolidándo y sistematizando gradualmente.

2) A finales del siglo VIII se comienza a concebir al kami Hachiman ()


como una deidad protectora de la ley budista y, poco después, como un
bodhisattva. Se inició la construcción de santuarios en los templos budistas,
asimilando más aún el culto de los kami al rito budista.

3) A partir del siglo IX nace la noción de que algunos kami son emanaciones
de budas o bodhisattva y comienza a utilizarse el término honji-suijaku como
expresión del sincretismo entre shintoísmo y budismo. Durante los dos si-
glos posteriores aumentó considerablemente el número de kami, que pasaron
de ser simples espíritus, algunos potencialmente malignos, a emanaciones de
figuras budistas. De este modo, los kami se habían convertido de simples
protectores de la ley de Buda a seres necesitados de la salvación budista para
poder transformarse en encarnaciones de las grandes figuras del budismo.
Según esta visión, las divinidades shintoístas habían aparecido en Japón con
el objetivo de liberar a los creyentes japoneses del sufrimiento y la ignoran-
cia, tal como enseñan las doctrinas budistas. Hacia el siglo XIII, muchas de las
divinidades de los santuarios shintoístas ya habían quedado identificadas
con divinidades budistas.

1.3.4. Características del shintoísmo durante el período medieval

El complejo del santuario


Todo el período medieval (Kamakura 1185-1333, Muromachi 1336-1573 y de Ise...

Momoyama 1568-1600) se caracteriza por un sincretismo religioso que coexis- ... tiene dos edificios princi-
tió con movimientos puntuales para reforzar el shintoísmo. pales: el Naiku (“santuario
interior”) dedicado a la diosa
del Sol, Amaterasu, y el
Geku (“santuario exterior”)
Durante los siglos XIII-XIV aparecieron diferentes modelos de sistematización de la diosa del Arroz,
del pensamiento shintoísta, claramente diferenciados del budismo. El primer Toyouke-omikami.

intento de sistematización se produjo con la obra anónima, el Shinto Gobusho,


cuyo contenido resume las creencias shintoístas del momento. En esta obra Shinto Gobusho
el shinto se desmarca del budismo, indicando que el caos (konton) es la reali-
Este texto, que literalmente
dad última y que los kami no son emanaciones budistas. El caos es el origen podría traducirse como “Los
Cinco Libros del Shinto”, fue
de los dioses: antes de la separación del Cielo y la Tierra (simbolizados en los compuesto por un grupo de
eruditos sacerdotes shintoístas
dioses de los santuarios interior y exterior de Ise) reinaba el caos, y de este a finales del siglo XIII. Pero
surgió la divinidad. Añade que la única cualidad distintiva del shinto es la ellos atribuyeron su autoría
a lejanas figuras imperiales y
pureza; por ello se destacan todos los ritos de purificación. Y, acentuado la divinas. Fueron consideradas
como escrituras sagradas re-
pureza interior, indica que el cultivo de la virtud de sinceridad-honradez es el veladas por los dioses, y como
camino religioso de todo creyente shintoísta. a tales sólo podían ser leídas
por sacerdotes mayores
de 60 años. En ella se trata
sobre temas de mitología,
Durante este mismo período, se desarrollaron otras ideas y elementos básicos historia, ritual, y prácticas
de purificación y ética.
del shintoísmo. Así, fue en este momento cuando (a) se acentúa el carácter
exclusivo y divino de Japón, (b) se amplía el círculo de pertenencia a la co-
munidad shintoísta, del clan a las comunidades locales (Ujiko, ), que
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 21 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

incluían a personas unidas por lazos de parentesco así como también a per-
sonas de otros clanes, (c) se desarrollan grupos profesionales o artesanos que
se afiliarán a un santuario determinado, y (d) se agrupan varios santuarios
para formar comunidades más grandes, denominadas ko. a

1.3.5. Predominio del shintoísmo en el período Tokugawa


(1600-1868)

Durante el período Tokugawa (01) comienza una nueva época de absoluto


predominio del shintoísmo, en detrimento del budismo (muy popular du-
rante el período medieval) junto con un armónico acercamiento y asimila-
ción del neo-confucianismo desarrollado en este período. Aparece una nueva
escuela de estudiosos en busca de la identidad nacional que formarán el mo-
vimiento Kokugaku (Estudios Nacionales, 2).

El grupo de los Estudios Nacionales promovió los estudios filológicos y


de crítica literaria de los textos clásicos japoneses para investigar el
verdadero sentido de la cultura y las creencias del antiguo Japón. Es
decir, las creencias y la cultura existente en Japón antes de la intro-
ducción y asimilación de las influencias extranjeras traídas por el bu-
dismo, el taoísmo y el confucianismo.

La revitalización del shintoísmo del período Tokugawa puede atribuirse a la


convergencia de distintos factores:

1) El aumento de la devoción popular centrada en el culto del santuario de


Ise. Esta devoción popular, extendida sobre todo entre la clase comerciante,
predicaba el cultivo de un corazón abierto a los demás, con seria dedicación
al trabajo, y un sincero seguimiento del camino de la naturaleza.

2) La toma de conciencia por parte de los sacerdotes shintoístas de su fe Autoretrato de Motoori Norinaga

como algo independiente de las creencias budistas y como peculiar y propio


Motoori Norinaga
de la nación japonesa.
(1730-1801)

Probablemente el mayor
3) La influencia de Ansai Yamazaki, un monje budista que se convirtió en un erudito shintoísta de todos
los tiempos y responsable
apasionado defensor del neo-confucianismo de la época y fervoroso creyente
del resurgimiento shintoísta
del shintoísmo. Como resultado, surgió el “Suika Shinto”, una síntesis de los conocido como Kokugaku.
Junto con sus compañeros
conceptos metafísicos, cosmológicos y éticos del neo-confucianismo y de las trató de redefinir la identidad
nacional japonesa haciendo
tradiciones de diversas escuelas shintoístas. referencia a los antiguos textos
shintoístas. En su comentario
al Kojiki afirma: “Japón es el
4) El papel central que jugó la Escuela de “Estudios Nacionales”, Kokugaku. país que vio nacer a Amatera-
su, diosa del sol, demostración
Este importantísimo movimiento cultural japonés estaba dedicado a la inves- de su superioridad frente
tigación de los Estudios Nacionales, que comprendían los textos clásicos a las demas naciones”.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 22 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

japoneses, los himnos, las plegarias, los mitos shinto, la poesía clásica, etc.
Algunas de las figuras más destacadas de este movimiento fueron: Kada-No-
Azumamaro (1669-1736), Kamo-No-Mabuchi (1697-1769), Motoori Norinaga
(1730-1801) y Atsutane Hirata (1776-1843). Las dos ideas centrales que de-
fendió este grupo de eruditos fueron la preeminencia imperial y la superiori-
dad del pueblo japonés. El pueblo japonés era superior a todas las naciones
extranjeras incluída China.

Durante el periodo Tokugawa se produce una fuerte politización del


shintoismo y como consecuencia de ello ciertos personajes importan-
tes de la vida pública fueron deificados.

Por ejemplo, Tokugawa Ieyasu, general en jefe y monarca de facto fue teni-
do, a su muerte, por el dios Sol del Este, lo que dio legitimidad religiosa a la
dinastía que lo instauró.

1.3.6. El shintoísmo de estado en la restauracion Meiji (1868-1912)

El fuerte aumento del nacionalismo japonés durante la restauración Meiji


(34) contribuyó a una fuerte revitalización del shintoísmo.

En 1868 se crea el Departamento de Culto Shinto y el shintoísmo se separa


claramente del budismo, declarando que la coexistencia entre estas dos reli-
giones iba en contra del Camino Nacional de Japón. El shintoísmo pasa a ser
la única religión oficial del estado.

En 1870 el gobierno proclama la Gran Doctrina que restaura “El Ca-


mino de los Dioses” como principio directivo de la nación, y se obliga
al empadronamiento familiar en los santuarios shintoístas dedicados a
los kami locales de sus residencias. Se pone en marcha un programa de
formación nacional que promueve la reverencia a los kami, la impor-
tancia de la Ley del Cielo y del Camino de la Humanidad, y la lealtad
al trono y la total obediencia a las autoridades.

Asimismo, se produce un movimiento oficial y en parte popular en contra


del budismo: numerosos templos fueron saqueados y se transformaron en
santuarios shintoístas; los sacerdotes budistas fueron obligados a secularizar-
se y se confiscaron todas las tierras de los templos budistas.

En 1889, con la proclamación de la nueva constitución, el emperador es


declarado “sagrado e inviolable” (Constitución de 1889, Art.3) y sus funcio-
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 23 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

nes son definidas en el artículo 1 de la misma Constitución: “El Imperio de


Japón reinará y será gobernado por una línea ininterrumpida de emperadores
por un período eterno...”. El emperador con su carácter divino se convierte en
el símbolo del poder de Japón, alrededor del cual se aglutina toda la nación.

En 1882 se proclama una nueva ley que tendrá una gran trascendencia
histórica sobre las creencias shintoístas de Japón. A partir de este mo-
mento el shintoísmo quedó dividido en dos clases: Shinto de Estado y
Shinto de Religión. Con esta distinción se realizaba una reinterpreta-
ción del shintoísmo, especialmente en lo referente a la práctica del
culto al emperador. El culto al emperador era, a partir de entonces,
una práctica de naturaleza patriótica y no religiosa y quedaba desvin-
culado del ámbito religioso.

Los lugares de culto shintoísta se denominaron Jinja para los pertenecientes


al Shinto de Estado y kyokai si eran del Shinto de religión. Los contenidos de
ambos Shintos fueron claramente especificados.

Por un lado, el Shinto de Estado perpetúa el auténtico espíritu nacional de


la raza japonesa, sólo celebra rituales para fomentar y promover exclusiva-
mente las “características nacionales”, excluye la predicación de sus prácticas
y pasa a gozar del patrocinio económico del estado. Por el otro, el Shinto de
Religión enseña y propaga la fe, realiza actividades religiosas y promueve la
moral individual, dispone de recintos que son de propiedad privada y con
total autonomía sin depender del estado, y omite el torii (la puerta ceremo-
nial) en la entrada al recinto del santuario. a
Entre el año 1876 y 1908, se reconocieron 13 órdenes shintoístas que pue-
den ser clasificadas en cinco grupos:

a) Shintoísmo Puro: destacan los temas tradicionales de la crónica sagrada


Kojiki.
b) Confucianas: ponen énfasis en la ética confuciana.
c) Purificación: acentúan las prácticas de purificación y el ascetismo.
d) Montaña: rinden culto a las montañas sagradas.
e) Fe curativa: otorgan especial importancia a las curaciones por medio de
rituales.

1.3.7. Shintoísmo y el Nacional-Militarismo de los Años 30

En el país fue creciendo cada vez más la conciencia de una identidad privile-
giada que fomentaba el sentimiento nacionalista, lo que aceleró el movi-
miento ultranacionalista que rechazaba el dominio de las potencias occiden-
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 24 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

tales en los países asiáticos. Japón era un país elegido y protegido por los
dioses para defender la causa asiática. Para conseguir este fin, el método más
eficaz era expansionar el Imperio del Japón en Asia y de este modo frenar a
las potencias imperialistas occidentales.

La palabra clave de este período fue kokutai 5. Esta palabra nace durante
el período Tokugawa, y con ella se designaba el carácter privilegiado de la
nación japonesa, su lealtad al emperador y su piedad filial con los padres.
Puede ser traducida como “Espíritu Nacional”. Este espíritu nacional contri-
buye a que todos los japoneses se sientan unidos formando una única fami-
lia nacional en la que el Emperador es el descendiente divino de la diosa Sol
y los súbditos son una extensión de la familia imperial.

En el término kokutai se combinaban tres elementos tradicionales de la cul- Bushido


tura japonesa: shintoísmo, confucianismo y bushido, que exaltaban el origen Es el código moral del antiguo
divino de Japón, las virtudes clásicas y la entrega absoluta a la causa imperial samurai –la clase guerrera del
antiguo Japón–- que se obser-
con pleno sacrificio del individuo. vaba muy estrictamente como
código de honor.

Durante esta época, la gran mayoría del pueblo japonés fue educado por esta
ideología nacionalista; ello dio lugar a una unidad absoluta en torno a la
figura del emperador y desembocó en las acciones militares japonesas en
territorio de otras naciones asiáticas y a los extremismos que empujaron al
imperio japonés a su intervención en la Segunda Guerra Mundial.

1.3.8. El shintoísmo después de la Segunda Guerra Mundial

La derrota sufrida por Japón en la Segunda Guerra Mundial supuso un tre-


mendo revés para la identidad nacional del pueblo japonés, basada en una
visión cosmológica milenaria, que de repente se derrumbó y puso en crisis
los valores tradicionales y el sentido de su historia.

Todo esto también tuvo grandes consecuencias para el shintoísmo de Estado.


En diciembre de 1945 se prohibió cualquier apoyo y difusión del Shinto de
Estado por parte de cualquier organismo público japonés y también se
prohibía cualquier financiación a las instituciones propias de este shintoís-
mo; quedaron anuladas las funciones religiosas del Estado y se prohibieron
todas las instituciones dedicadas a la investigación, la propagación del shinto
y a la formación de sacerdotes shintoístas.

El Shinto de Estado pasó a ser considerado una religión más entre las exis-
tentes en Japón. De este modo, se daba inicio a una nueva época en el shin-
toísmo. Sin embargo, esta nueva fisonomía dada al Shintoísmo de Estado
sigue creando problemas en el Japón actual y con el paso de los años la rela-
ción entre el estado y el shintoísmo ha continuado levantando polémicas. La
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 25 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

familia imperial y los miembros del gobierno realizan todavía en la actuali-


dad ciertos actos ceremoniales de clara significación shintoísta que son obje-
to de discusión pública.

1.4. El shintoísmo en el Japón contemporáneo

El shintoísmo, que fue dividido en diferentes sectas antes de la Segun-


da Guerra Mundial, experimentó un crecimiento espectacular después
de la guerra. Actualmente, existen más de cuatrocientos grupos shinto
distintos.

Muchos de los nuevos grupos shintoístas toman también elementos origina-


rios tanto del budismo como del cristianismo. Buena parte de estos grupos
shinto basan su práctica religiosa en la curación y las técnicas extáticas, y
entroncan con creencias populares muy arcaicas de índole chamánico.

El Jinja-shinto (“Shinto de los Santuarios”), surgido del antiguo Shinto de


Estado, formó una asociación de santuarios que reunía a un total de 80.000.
Tiene fuerte arraigo en las zonas agrícolas, las más tradicionales, y sigue
constituyendo hoy en día un marco ceremonial de referencia para muchos
japoneses.

En muchos de los hogares japoneses, la población sigue reverenciando


los altares de los dioses familiares, practicando ritos ancestrales, y to-
davía se realizan las peregrinaciones a los templos familiares locales.
Sin embargo, en las grandes ciudades poco a poco se van perdiendo las
prácticas tradicionales.

Los festivales populares, omatsuri (6), siguen celebrándose con gran


participación de toda la nación. Entre los más importantes se encuentran: las
procesiones transportando el omikoshi (7), habitáculo del dios local;
los festivales del Año Nuevo, hatsu-mode, las celebraciones nupciales, etc.

Algunos de los problemas que se pueden observar en el shintoísmo actual


son los siguientes:

• Con el crecimiento de las grandes ciudades, el tradicional sistema del Uji-Ko


por el que las familias financiaban las actividades de los santuarios locales
se está desintegrando. Esto hace que los santuarios dependan cada vez
más de la distribución de amuletos, ofrendas de exorcismos y plegarias
especiales para su subsistencia.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 26 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

• Hay que destacar la deficiente formación de los sacerdotes shintoístas y el


número insuficiente de los mismos. Ello repercute en que la propagación
de las doctrinas shintoístas sea bastante pobre.

• Finalmente, hay que señalar el legado histórico del Shintoísmo de Estado


que aún pesa sobre el shintoísmo en la sociedad actual japonesa.

A pesar de ello, los templos y santuarios shinto siguen modelando el paisaje


urbano y rural del Japón contemporáneo, y la convivencia pacífica con las
otras tradiciones religiosas continúa manifestándose en todos los ámbitos de
la sociedad japonesa. a
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2. El chamanismo o muismo coreano

2.1. El chamanismo en los orígenes de la cultura coreana

En Corea, cuando alguien pregunta sobre los orígenes de la nación coreana y


su fundación, casi con toda seguridad todos los coreanos le responderán que
fue Dangun () su fundador. Dangun es un personaje mitológico conside-
rado el padre del pueblo coreano. Incluso en el calendario festivo del país
existe un día que conmemora el establecimiento de la nación por Dangun, el
3 de agosto.

Samguk Yusa
La historia de Dangun es un mito coreano que explica de qué manera se fun-
dó la nación coreana. Veamos a continuación qué nos dice este mito según “Memoria de los Tres Reinos”.
Obra escrita por el monje bu-
aparece relatado en el Samguk Yusa (): dista Iryeon (1.206 – 1.289) a
finales del siglo XIII, aproxima-
Hace dos mil años, había un hombre llamado Dangun Wanggeom () que esta- damente hacia el año 1.281.
bleció una ciudad en Asadal () y fundó una nación llamada Joseon ( ). Esto En ella se compilan relatos
sucedió en tiempos del emperador Yao. mitológicos transmitidos
oralmente y descripciones de
hechos históricos, anécdotas
En otros tiempos, Hwanim (
) tenía un hijo joven llamado Hwanung (
), que y leyendas procedentes del
deseaba descender desde el cielo y así poseer el mundo de los hombres. Su padre, dán- período histórico de los Tres
dose cuenta de la intención de su hijo, descendió sobre las tres grandes montañas y vio Reinos (57 aC – 668 dC).
que los hombres se beneficiarían (de la acción de su hijo). Acto seguido, dio a su hijo
los tres ”cheonbuin” y le ordenó irse a gobernar a los seres humanos.
Cheonbuin 
Llevándose consigo tres mil (espíritus), Hwanung descendió sobre la cima de la mon-
taña Taebaeksan ( ), debajo del árbol donde se encontraba el Altar Sagrado. Junto Sellos celestiales, Tesoros del
con el conde del Viento, el Dueño de la Lluvia y el Amo de las Nubes, (Hwanung) su- cielo; aunque no sabemos qué
pervisaba la agricultura, el mantenimiento de la vida, la cura de las enfermedades, los son exactamente simbolizan
castigos, la diferencia entre el bien y el mal y todos los 360 tipos de trabajos de los el poder del soberano.
hombres.

En aquellos días, había un oso y un tigre que vivían juntos en una cueva y que día tras Ajenjo y Ajo
día actudían a rogar a Sinung [ , otro nombre para Hwanung, que significa “El di-
vino Ung”, y que enfatiza la naturaleza divina del héroe]. Ambos querían ser transfor- Estas son plantas medicinales
mados en seres humanos. Entonces, el dios les dio un pedazo de ajenjo sagrado y vein- usadas en la medicina tradi-
te pedazos de ajo. Y les dijo: “si coméis esto y no véis la luz del día durante cien días, cional coreana. El relato impli-
recibiréis la forma humana”. El oso y el tigre cogieron las plantas y las comieron. Tu- ca que estas plantas son sa-
vieron que ayunar tres veces durante siete días. El oso recibió un cuerpo de mujer. El gradas y poseen el poder
tigre, en cambio, no fue capaz de mantener el ayuno y no consiguió la forma humana. de la metamorfosis.

Pero como no había nadie con quien la mujer Ungnyeo [ , mujer oso] pudiera ca-
sarse, cada día acudía debajo del árbol donde se encontraba el altar para rezar por un
hijo. Hwanung cambió su forma y la esposó. Ella se quedó embarazada y tuvo un hijo.
Le llamaron Dangun Wangkeon. En el año cincuenta del Emperador Yao, en el año
Kyeongin [presumiblemente el año 2.308 aC].

Dangun estableció una ciudad en Pyeongyang y la llamada nación Joseón. Posterior-


mente movió su ciudad a Asadal en Paegaksan, que también era conocida como
Kyngholsan y como Keummidal. Y gobernó la nación durante 1.500 años. El rey Hu de
Whou, en el año del reinado Jimao [Wu era el primer rey de la dinastía Zhou de China
y parece ser que reinó desde el año 1.125 aC hasta el 1.115 aC. Esto supondría que la
fecha sería el año 1.125 aC] entronizó a Kija como rey del Estado de Joseon. Dangun
entonces se fue a vivir a Changdanggyeong. Posteriormente volvió a Asadal, se retiró
en soledad y se transformó en el Dios de la montaña. [En ese momento] tenía 1.908
años de edad.

“Ko Joseaon. Wanggeom Joseon”. Samguk Yusa (parte 1.1., traducción de José Antonio
Doménech del Río).
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 28 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

Leyendo atentamente este mito podemos descubrir entre sus líneas la estre-
cha relación que existe entre el chamanismo y el origen de la cultura corea-
na. Algunos de los elementos del chamanismo que podemos encontrar en
este mito son los siguientes:

• El nombre Dangun significa “cielo” y la montaña sagrada y el árbol cós- Axis mundi
mico (axis mundi) sobre los que desciende Dangun son términos clara- Objeto por el cual el chamán
mente vinculados a las concepciones chamánicas. asciende al mundo de los dio-
ses y sirve de puente entre el
cielo y la tierra, normalmente
es representado por un poste
• La transformación del oso en mujer como consecuencia de haber comido o un árbol.
un determinado alimento ritual prescrito y haber evitado la luz, símbolo
de la vida, nos evoca el proceso por el que tiene que pasar un chamán du-
rante su iniciación. Para el chamán, este rito iniciático es una experiencia
simbólica de muerte y resurrección.

• La unión entre dioses y mujeres terrenales es también un tema común y


recurrente en el chamanismo. Dangun, fruto de la unión de un dios y de
una poderosa “madre-osa” que actúa como su espíritu protector, puede
considerarse como el arquetipo del chamán.

Este mito de Dangun, basado muy probablemente en la figura de un rey


chamán, ha ayudado a lo largo de toda la historia del pueblo coreano a re-
forzar el espíritu nacional en los momentos de crisis y le ha inculcado un
profundo sentido de identidad nacional. Los coreanos frecuentemente hacen
Retrato de Dangun, fundador de Corea
referencia a sus orígenes y se refieren a sí mismos como “nosotros, los des-
cendientes de Dangun”, es decir, un pueblo elegido, con origen divino. Su
país es el lugar sagrado al que descendió el hijo de Dios para que se iniciara
el pueblo coreano.

El análisis de este mito puede ayudarnos a entender de qué manera en la Lectura recomanada
cosmovisión del alma coreana existen muchos elementos que proceden del
Para más información, po-
chamanismo y que todavía hoy influyen en el modo de vida y de pensar de deis consultar el texto si-
guiente, que es un tratado
los coreanos. La gran mayoría de los investigadores consideran que actual- general sobre chamanismo:
J.M. Poveda (1997). Chama-
mente el muísmo (o chamanismo coreano) es una de las fuerzas más diná- nismo. El arte de curar. Ma-
micas de la cultura coreana y que precisamente por ello ejerce una gran in- drid: Temas de Hoy.

fluencia sobre las demás corrientes culturales.

La palabra “muismo” procede del termino “mu”, que es la palabra usada


para denominar a los chamanes coreanos. El correspondiente carácter de Mu , 
origen chino () está formado por dos trazos horizontales que representan En coreano existen dos códi-
el “cielo” y la “tierra”, unidos por un trazo vertical, alrededor del cual pode- gos de escritura diferentes,
un silabario llamado hangul
mos ver dos figuras humanas () que simbolizan dos chamanes realizando y los caracteres chinos. Mu-
chas palabras se pueden escri-
un baile ritual. En el muísmo, el chamán es el encargado de poner en comu- bir indistantemente
nicación al cielo y la tierra mediante unos ritos que incluyen muchos ele- de las dos maneras, por ejem-
plo, la palabra mu.
mentos relacionados con el baile.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 29 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

2.2. Principales características del muismo

2.2.1. Principios básicos

El chamanismo es una práctica religiosa estrechamente relacionada


con la práctica espiritual del chamán (en coreano mudang,   ) ,la
persona que tiene una experiencia directa de contacto con los espíritus
y que, por lo tanto, hace de intermediario entre los dioses, los espíritus y
los humanos. Durante estos contactos con los espíritus, el chamán es
poseído por ellos y entra en un estado de éxtasis. A través de estas ex-
periencias se comunica con los dioses y les transmite los deseos de los
humanos. De la misma manera, también revela las intenciones de los
espíritus a los seres humanos.

La primera y más importante característica del muísmo es la experiencia


personal y directa del chamán con los dioses y su papel de puente entre
ambos mundos. a Chamán

Los chamanes pueden ser


hombres o mujeres, pero
La segunda característica fundamental es de tipo funcional. El fin úl- en la actualidad en Corea
la gran mayoría son mujeres.
timo del chamanismo consiste en satisfacer las necesidades prácticas
de los humanos. Normalmente las personas buscan los servicios de los
chamanes por razones prácticas: recuperar la salud, tener descendencia,
conseguir riquezas o poder, etc. Son necesidades que todos los huma-
nos sentimos y/o anhelamos. Por lo tanto, podemos decir que el cha-
manismo coreano combina aspectos místicos –de relación con los seres
divinos– y elementos mundanos –como las necesidades básicas de
cualquier humano.

Una tercera característica es la idea de unión de los opuestos. En el estado de


éxtasis, el chamán une este mundo con el otro mundo aunque esta armo-
nía y unión entre los dos mundos –el de aquí y el del más allá– no se puede
realizar sin conflictos ni dolor. En todos los rituales chamánicos encontra-
mos elementos de dolor, muerte y resurrección.

El chamanismo cree que los seres humanos deben su nacimiento a los


dioses y que cuando mueren, por lo tanto, vuelven al otro mundo, al
mundo de los espíritus, donde continuarán viviendo en un estado de
inmortalidad.

Hasta ahora hemos visto algunas cuestiones generales que nos ofrecen una
aproximación general a los contenidos del chamanismo coreano. Veamos a
continuación algunos aspectos más específicos de esta tradición cultural y
religiosa.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 30 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

2.2.2. Cosmología

En Corea existen muchos relatos y canciones chamánicas que relatan


los orígenes del universo. Estas narraciones, que pueden considerarse
mitos de la creación, coinciden en presentarnos a dios separando los
cielos de la tierra e implantando el orden en el mundo de los huma-
nos. Por lo tanto, nos hablan de una situación de caos original y de un
cosmos procedente de dios.

El Universo está dividido en tres partes: el mundo situado por encima del
cielo, la superficie de la tierra y el mundo por debajo de la superficie terres-
tre. Existe la creencia de que los tres son idénticos y de que cada uno tiene su
propio sol, luna y estrellas.

1) En el mundo situado por encima del cielo están los dioses que gobier-
nan sobre todas las cosas del universo, entre ellos, por ejemplo, el dios crea-
dor, el dios sol, el dios luna, el dios de las estrellas, etc. Este es el paraíso
soñado por los humanos, donde hay abundancia de alimentos y ropa, donde
no hay enfermedades ni muerte. En definitiva, un mundo sobrenatural en el
que reina la felicidad.

2) En el mundo situado en la superficie de la tierra habitan los humanos,


animales, pájaros y los dioses de la naturaleza, como por ejemplo el dios de
la montaña.

3) En el mundo situado debajo de la tierra habitan los mensajeros de la


muerte y los dioses del infierno, que son los que mandan a los mensajeros de
la muerte. El infierno está situado debajo de la tierra y es un mundo oscuro
donde la frialdad, el hambre y los sufrimientos duran eternamente.

Al morir, los mortales van al infierno o al paraíso y su destino dependerá de la


bondad o maldad de las acciones que la persona haya realizado durante su vida.

La visión del universo está basada en la idea de que el universo existe más
allá de los límites de tiempo y espacio. La idea de creación y control del
universo por parte de los dioses se fundamenta en la noción de unos dioses
invisibles y eternos, sin límites de espacio ni tiempo y que son la fuente de
los seres visibles. Estos, con una existencia temporal, no tienen auténtico
valor, mientras que los seres invisibles y eternos, en cambio, son los que
realmente tienen valor y poder sobre los seres visibles.

2.2.3. El panteón chamánico coreano

Los espíritus que forman el panteón del chamanismo coreano son innume-
rables. Tanto es así que uno de los nombres que reciben los chamanes en
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 31 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

Corea es el de mansin (
) que literalmente significa “diez mil dioses”.
Con este nombre se hace referencia a la capacidad de los chamán o de las
chamanes de controlar toda esta multiplicidad.

Los estudiosos del chamanismo coreano han propuesto diversas clasificacio-


nes de los espíritus, aunque siempre resulta difícil delimitar claramente los
distintos tipos tanto de espíritus como de dioses. Sin embargo, se puede ha-
cer una división general de los dioses en 5 categorías:

1) Dioses naturales, que están relacionados con fenómenos de la natu-


raleza. A su vez, estos dioses pueden clasificarse en dioses del cielo, del
agua, de las direcciones, del viento, de las rocas o de los árboles. El dios
del cielo, Cheonsin (
), generalmente es considerado como el dios que
ocupa la posición más alta. En similar posición se encuentran tales dioses
como Hwanim, Chilsong ( ), Hananim () junto a otros dioses
procedentes del budismo.

2) Dioses regionales, que están relacionados con los pueblos o las aldeas
locales. Cada población tiene sus propias divinidades que protegen y procu-
ran el bien del pueblo –especialmente en todo lo relacionado con la cosecha–
y evitan la entrada de fuerzas negativas en el territorio local.

3) Dioses humanos, son seres humanos que han sido divinizados a lo largo
de la historia. A su vez, estos se clasifican en tres grupos:

a) Dioses heroicos, son dioses que tienen la capacidad de rescatar a los hu-
manos de sus desgracias o de los desastres y les traen buena suerte y riquezas.
Los más representativos de estos dioses son los generales militares que se
hicieron famosos a lo largo de la historia en las guerras. Su poder se extiende
no sólo sobre los individuos o familias sino también sobre toda la población
o incluso la nación entera.

b) Los antepasados, son los espíritus de los antepasados de la familia. Tienen


un papel especial como protectores de sus familiares; a su vez, los familiares
que se encuentran en este mundo deben procurar la dicha de sus predeceso-
res. Los antepasados siguen teniendo las mismas necesidades que los vivos,
les gustan los alimentos sabrosos, la música, el dinero, etc., y por tanto se les
debe mantener satisfechos ofreciéndoles estos regalos.

4) Dioses de la muerte, son los encargados de guiar a los muertos hasta el


mundo donde habitan. No tienen ningún poder sobre los muertos sino que
únicamente actúan como ayudantes de las personas muertas.

5) Dioses de las enfermedades, son los dioses que traen las distintas enfer-
medades a los humanos.
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Los dioses del muísmo aparecen como seres independientes, que tienen sus
propias áreas de actuación y sus propias actividades. Y la vida de los huma-
nos está estrechamente relacionada con las divinidades. La felicidad o des-
gracia de los humanos está ligada de manera directa a su relación con los
dioses y con los espíritus.

2.2.4. Los chamanes, Mudang

Como hemos dicho al principio de este módulo, el o la chamán es el perso-


naje central del chamanismo coreano. Veamos a continuación algunas de
sus características más relevantes.

El chamán, en coreano normalmente denominado mudang () es


un intermediario que establece la comunicación entre los dioses y los
humanos. El chamán realiza esta labor de mediación a través de un ri-
to denominado kut (). Durante el kut, el chamán ejerce de sacerdote
responsable de una ceremonia religiosa.

Tradicionalmente, los chamanes coreanos han sido clasificados en dos


categorías. En primer lugar, aquellos que sienten su llamada a ser chamán
a través de una posesión por parte de un dios o un espíritu y, en segundo
lugar, los que no sufren esta posesión sino que reciben su llamada de for-
ma hereditaria. a

En la actualidad, la mayoría de los chamanes son mujeres y sus vidas


no son muy diferentes de las de cualquier persona ordinaria, se casan,
tienen hijos y viven en casas normales como el resto de la gente.

Los chamanes que reciben su llamada al ser poseídos por un dios normal-
mente experimentan dicha posesión después de un largo período de enfer-
medad o de dolor emocional. Después de haber aceptado esta llamada deben
pasar por una ceremonia de iniciación llamada naerin kut..

2.2.5. Ritos y ceremonias

Las ceremonias que constituyen el núcleo del chamanismo pueden dividirse


en tres grupos según su grado de complejidad.

Los ritos más simples son los llamados pison (), literalmente “frotar las
manos”. Este rito normalmente se realiza para proteger a los miembros de
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 33 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

una familia que va a emprender un viaje, para curar pequeñas enfermedades


o para mejorar las relaciones matrimoniales. Se coloca una ofrenda de ali-
mentos en la habitación principal de la casa o en la terraza y, a continua-
ción, la mudang o chamán realiza una breve oración, al tiempo que frota sus
manos. En algunos casos, la propia madre de la casa es quien realiza las ora-
ciones.

En segundo lugar, tenemos los llamados koseo () y pudakkeori ( ).
Koseo 
Estos ritos son un poco más largos y complicados que los anteriores. El Pudakkeori 

koseo normalmente se celebra en el décimo mes lunar, durante el período El koseo es un rito ofrecido a
de recolección de la cosecha, y el pudakkori se realiza a lo largo de todo el los dioses del hogar para pedir
su protección. Y el pudakkeori
año para ahuyentar a los espíritus menores (chapkwi, ), cuando un es un pequeño kut para
interceder por la salud
hogar pasa por épocas de mala suerte, ya se trate de enfermedades o de de la familia.
problemas económicos. En los dos rituales, una o dos mudang van a la
casa de la persona que ha solicitado sus servicios y transmite los deseos
de esa familia a los dioses por medio de canciones, bailes y música. Estas
ceremonias no son excesivamente complejas y suelen durar unas tres o
cuatro horas como mucho.

En tercer lugar, el kut es la más larga e importante ceremonia dentro del


chamanismo coreano. El kut es una mezcla de elementos muy diferentes:
ofrendas de licor y alimentos, flores de papel, velas y otros objetos ornamen-
tales, con la intención de atraer la atención de los dioses; asimismo, se
acompaña de bailes interpretados por varios chamanes con música muy
característica y con instrumentos tradicionales coreanos, canciones, oracio-
nes, profecías y manifestaciones similares. Danza ritual chamánica

El kut puede definirse como un rito chamánico en el que la chamán,


mudang, invita a los dioses o espíritus sumida en un estado de trance o
éxtasis, por medio de bailes y música. La mudang, a través de estos ri-
tos, entretiene a los espíritus, intercede delante de los espíritus malos
para que no traigan desgracias a los humanos, envía a los muertos al
“otro mundo”, pide la ayuda de los espíritus para los enfermos, y la
felicidad y la prosperidad de los habitantes del pueblo o las familias
particulares que han solicitado sus servicios.

Entender el mensaje y la estructura del kut es esencial para comprender el


sentido más profundo del chamanismo. En el muísmo no existen escrituras
establecidas o doctrinas, por lo tanto, únicamente se puede llegar a conocer
los elementos esenciales y comprender la unión que existe entre ellos a tra-
vés de los ritos. Por este motivo, más adelante analizaremos con más dete-
nimiento la estructura y significado del kut, como ceremonia central del
chamanismo coreano.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 34 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

2.3. Evolución histórica del muismo

Los orígenes del chamanismo coreano, entendido como un corpus de creen-


cias y prácticas religiosas, y como un modo de entender la existencia, se re-
montan hasta los inicios de la historia de Corea y han sido parte de la histo-
ria de esta nación desde sus albores hasta la actualidad sin interrupciones.
Aunque a lo largo de esta historia haya pasado por muchos altibajos, la con-
tinuidad que ha tenido hace del chamanismo coreano un caso único entre
las otras tradiciones chamánicas que existen en Asia oriental. En China, el
chamanismo fue absorbido en gran parte por el taoísmo hacia el siglo III dC
y en Japón quedó asimilado al shintoismo e indirectamente al budismo. En
Corea, en cambio, el chamanismo no perdió su identidad a pesar de la en-
trada del taoísmo y el budismo en la península.

Veamos a continuación cuál ha sido la posición del muísmo en los distintos


períodos históricos de Corea.

Durante el período que va desde la era Go-Joseon (2.333 a.n.e.) hasta la épo-
ca de los Tres Reinos (57 a.n.e. – 668 n.e.), los chamanes estaban en una
posición envidiable ya que eran los llamados “reyes – sacerdotes”. Los reyes
cumplían una doble función como gobernantes y líderes religiosos; eran los
responsables de las ceremonias chamánicas en favor de su pueblo. Pero a
mediados de la época de los Tres Reinos, con la formación de un estado en el
que la autoridad del rey quedó reforzada, las dos figuras del rey y el sacerdote
comenzaron a escindirse. Además, se produjo la introducción de nuevas
tradiciones religiosas, procedentes de China, como el confucianismo, el
taoísmo y el budismo, que fueron adoptadas por la corte. Así, poco a poco, el
chamán se convirtió en un líder religioso al servicio del rey, entrando en
competencia con los líderes religiosos de las otras tradiciones religiosas.

Aunque el chamanismo siguió conviviendo con las demás tradiciones reli- Libro recomendado
giosas, durante el siguiente período histórico, el de la Unificación del Impe-
Hyun-key Kim (2002).
rio Silla (676 – 935), la religión que más prosperó fue el budismo. El budis- Syncretism of Buddhism and
Shamanism in Korea. Seoul:
mo adquirió el status de religión oficial del estado y los reyes se convirtieron Jimoondang Pub. Comp.
En este libro la autora
en una pieza fundamental en su difusión por toda la península. El chama- hace una introducción
nismo amplió su sistema religioso incorporando elementos budistas dentro a las tradiciones budista
y chamánica en Corea,
de su tradición, concretamente algunos de sus dioses y ceremonias. En los para luego pasar a analizar
los elementos budistas y
ritos chamánicos intervienen muchos elementos budistas, como algunas de chamánicos que existen
sus escrituras, vestidos, instrumentos de oración, etc. A su vez, el budismo en las dos tradiciones
respectivamente.
coreano incorporó en su cosmovisión muchos elementos procedentes del
chamanismo. Tal vez el más popular sea la presencia en todos los templos
budistas del santuario dedicado al dios de la montaña.

Durante la dinastía Goryeo (918 – 1.392), continua la coexistencia entre el cha-


manismo y las otras tradiciones, siendo aún el budismo la religión dominante.
Pero hacia finales de este período, la honda influencia del budismo en la sociedad
y la corte, y la gran acumulación de riquezas y tierras por parte de los monaste-
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 35 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

rios comenzaron a generar importantes problemas políticos y económicos. Esto


hizo que los oficiales de la corte comenzaran a ver con malos ojos esta religión y
se fueran orientando hacia la corriente de pensamiento neo-confuciana proce-
dente de China, que proponía una nueva forma de organizar la sociedad. Este
cambio de orientación traería graves consecuencias tanto para el budismo como
para el chamanismo durante la siguiente dinastías.

La dinastía Joseon (1.392 – 1.910) convirtió el confucianismo en la ideología del Dinastía Joseon
estado y, por lo tanto, en la tradición dominante en la sociedad coreana. La so- (o Choson)

ciedad de la era Joseon fue reestructurada según el modelo confuciano. Como Fue en esta época cuando el
chamanismo pasó a convertir-
resultado de ello, chamanismo y budismo fueron objeto de opresión e incluso de se en una tradición religiosa
persecución durante este período. Los monjes y los chamanes fueron tratados predominantemente femeni-
na. Las mujeres pasaron a te-
como proscritos y tuvieron que retirarse a los lugares marginales de la sociedad. ner un papel fundamental en
los ritos y ceremonias. Los
Los hombres de las clases más influyentes de la sociedad y los eruditos considera- chamanes, que hasta el mo-
ban el chamanismo como un conjunto de meras supersticiones y creencias de- mento habían sido esencial-
mente hombres, pasaron a ser
moníacas. Pero, por otro lado, las mujeres y las clases más humildes continuaron en su gran mayoría mujeres.
practicando fielmente los ritos y oraciones chamánicas y acudiendo a los chama-
nes cuando surgían necesidades en la familia o en el pueblo. El muísmo siguió
estando muy presente en lo más profundo del centro de la cultura coreana aun-
que pasó a ser una tradición marginal.

La persecución del chamanismo no cesó durante el período colonial japo-


nés (1.910 – 1.945). Japón, consciente de que el chamanismo era la base
cultural y religiosa del pueblo coreano y la fuente de energía de la nación,
intentó por todos los medios destruirlo y erradicarlo. Para ello, la estrategia
que siguió el gobierno colonial fue intentar dominar a los chamanes. Tam-
bién introdujo los principales dioses del shintoísmo japonés y los impuso a
los mudang coreanos para que los reverenciaran como dioses tutelares pro-
pios, obligándoles a ponerlos en el centro de sus altares particulares. Sin em-
bargo, a pesar de la crudeza con la que los japoneses actuaron, no consiguie-
ron poner fin a la tradición y al pensamiento coreano.

Después de la liberación, el 15 de agosto de 1945, cuando el ejército japonés Cristianismo en Corea


abandonó la península de Corea, la supresión del chamanismo tomó un cariz
La iglesia católica llega a Co-
distinto. Con el predominio entre los estamentos gubernamentales de las ideolo- rea a finales del siglo XVIII, pe-
ro durante más de un siglo
gías pro-occidentales racionalistas y el rápido crecimiento de las iglesias cristianas, sufrió persecuciones y no pu-
el chamanismo fue estigmatizado como una superstición que iba en contra de la do instaurarse plenamente en
la sociedad hasta el siglo XX.
modernidad y el desarrollo económico del país. La educación en las escuelas Las iglesias protestantes llega-
ron a Corea desde los E.E.U.U
presentaba esta tradición chamanística como un vestigio del pasado que debía a finales del siglo XIX y tuvie-
ron una mayor influencia en la
abandonarse para poder conseguir la reconstrucción de la nación. Especialmente
sociedad, sobre a través de las
durante el gobierno del presidente Park Jung-Hee (1.961 – 1.979) y su “Movi- instituciones educativas.

miento por un Nuevo Pueblo” (semaul), la persecución del chamanismo se inten-


sificó e incluso se destruyeron muchos de los pequeños santuarios chamánicos
que existían en los pueblos y aldeas.

Tras el gobierno de Park Jung-Heee, el nuevo gobierno lanzó una campaña


para recuperar y reavivar la cultura tradicional coreana. Se volvió a reconocer
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 36 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

el papel importante del chamanismo en la conservación de la cultura tradi-


cional y su papel en la construcción de lo que podríamos llamar el espíritu
coreano. En la actualidad, las prácticas y tradiciones chamánicas persisten
más vivas que nunca y siguen estando muy presentes en una sociedad tan
moderna y desarrollada como la coreana. Incluso algunas estadísticas cifran
en 200.000 el número de chamanes que existen en la actualidad. Pero todo
esto no significa que el chamanismo todavía sea visto en general por la po-
blación con prejuicios y recelo, aunque la mayoría de los coreanos acuda a
los chamanes cuando surge algún problema en la familia. El muísmo se con-
sidera una “herencia cultural” que debe ser conservada.

2.4. Mudang, los chamanes y las chamanes

En este apartado nos adentraremos en la figura central del chamanismo co-


reano, el/la chamán o mudang. Para ello comenzaremos por analizar cuál es
el proceso por el que una persona llega a convertirse en chamán.

Es necesario recordar los dos tipos principales de mudang, aquellas que reciben su
llamada a través de la posesión de un dios, kangsin mudang (
, kangsin
quiere decir el descenso de la divinidad) y las de tipo hereditario, aquellas que
reciben su llamada a través de sus antepasados, seseup mudang (, seseup
quiere decir hereditario, heredado de la familia). La principal diferencia entre ellas
es el modo como llegan a ser chamanes. Mientras que las primeras lo hacen por
medio de la posesión directa de los dioses, en el caso de las segundas su vocación
chamánica les viene de la familia, heredado de sus madres. El otro elemento que
las diferencia es la proclamación de los kongsu ( , mensajes de los espíritus
transmitidos por la boca de las mudang). Estos kongsu son una parte esencial de
los ritos chamánicos, en el caso de las kangsin mudang, pero no se dan en los ritos
de las seseup mudang. El resto de funciones realizadas por ambas es muy similar.
También existe una diferencia geográfica entre ambas. Las kangsin mudang se
distribuyen fundamentalmente en la parte centro y norte de la península, mien-
tras que las seseup mudang se encuentran principalmente en el sur.

Nos centraremos principalmente en la figura de las kangsin mudang, ya que


son las más numerosas en la actualidad. Veamos a continuación cuál es el
proceso que siguen hasta convertirse en chamán.

2.4.1. La llamada a ser mudang

Las chamanes que reciben su llamada a través de la posesión por parte


de un espíritu o dios normalmente experimentan el descenso del espí-
ritu después de una larga enfermedad. A esta experiencia se le llama
sinbyeong (
!), literalmente la “enfermedad de los dioses”.
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La persona elegida para ser mudang enferma repentinamente y aunque vaya


al hospital y reciba tratamiento médico no logra curarse. En esta situación, la
persona pierde el apetito, no tiene ánimo, es objeto de extraños sueños, bus-
ca lugares solitarios, tiene visiones proféticas, etc. Frecuentemente vaga sola
por las montañas profiriendo extraños sonidos y a veces encuentra objetos
chamánicos enterrados en las montañas por alguna chamán que murió sin
tener sucesora.

La persona intentará por todos los medios curarse de la enfermedad hasta


que por si sola o por indicación de algún familiar o amigo se dé cuenta de
que la única forma de curarse es realizando un kut. La única forma de liberar-
se de esta enfermedad, pues, es aceptar su llamada a ser una mudang.

2.4.2. Rito de Iniciación, Naerim kut Naerim kut 

Este tipo de kut es el rito de


iniciación de los chamanes.
Una vez se ha aceptado la llamada de los dioses para ser chamán, esta llama- La estructura es similar a los
otros kut pero durante toda
da debe ser sancionada socialmente y para ello la elegida debe pasar a través la ceremonia el chamán neofi-
de un rito de iniciación llamado Naerim kut. Mediante este rito, su dios to es acompañado por un
chamán más experimentado
protector la poseerá y permanecerá custodiado en el cuerpo de la chamán. que le sirve de guía y padrino.
De este modo, la nueva mudang muere en su antigua vida y vuelve a renacer
en una vida nueva como chamán. Durante la celebración del ritual, deberá
demostrar sus capacidades místicas y sobrenaturales.

La idea de totalidad y de unión de los opuestos (yin-yang) es el símbolo


más significativo de este rito. Cuando se encuentra en estado de éxta-
sis, la chamán une este mundo de los humanos con el “otro mundo”
y esto lo realiza combinando experiencias de dolor y alegría, sufri-
miento y placer, de llanto y risas. Y es durante esta ceremonia cuando
adquiere sus dotes proféticas.

2.4.3. Período de formación de las mudang

Para poder llegar a ser una buena chamán es necesario pasar por un período
de formación bajo la tutela de una chamán más experimentada, con la que
poder practicar ritos chamánicos, como los kut. Este período de formación
puede durar entre 2 y 10 años.

La chamán que hace las veces de maestra o instructora de las neófitas recibe
el nombre de sineomi (
"#) es decir la “madre dada por los dioses”, y la
aprendiz de chamán el de sintal (
$), la “hija dada por los dioses”. Nor-
malmente la nueva chamán se va a vivir con su maestra y se establece una
estrecha relación entre ambas, como de madre e hija.
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 38 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

Durante este período inicial aprenderá de qué manera tiene que realizar los kut,
las diferentes clases de kut que existen, las canciones chamánicas, los bailes, los
distintos instrumentos, el modo de preparar los altares para los espíritus y
dioses, los alimentos para los rituales, la fabricación de los vestidos para los
diferentes dioses y el uso de las herramientas que las propias chamanes utili-
zan en las ceremonias.

Viviendo con su sinomoni, la novicia poco a poco aprenderá a actuar y vivir Han 
como una auténtica mudang. Tendrá que aprender a olvidarse de su sufri- Este es un concepto difícil de
miento y resentimiento han (%) para poder vivir al servicio de los espíritus y traducir, expresa el resenti-
miento acumulado a lo largo
dioses; al mismo tiempo que responderá a las necesidades de sus clientes. La de la historia por el pueblo
coreano, y en particular
chamán deberá presentar delante de los dioses el sufrimiento y las necesida- por la mujer coreana.
des de aquellos que acuden a ella pidiendo su ayuda.

Aquellas neófitas que cumplen su período de formación bajo la tutela


de una chamán buena y experimentada, se convertirán después en
famosas chamanes y heredarán los instrumentos chamánicos de su
maestra cuando ésta muera.

2.4.4. La mudang y su relación con los espíritus

La mudang, después de ser poseída por un espíritu durante el rito de ini-


ciación, naerim kut, llevará al espíritu a su casa donde preparará un pe-
queño santuario en una de las habitaciones, lugar que recibe el nombre
de Sindang (
), es decir, “templo de dios”. En este espacio, guardará todos
sus instrumentos y todos los objetos necesarios para los ritos y las otras acti-
vidades que deberá realizar en honor a los dioses. Las demás personas, inclu-
so los miembros de su familia, pueden entrar allí sin su permiso.
Chaman poseida por un espíritu

La mudang se levanta de madrugada y la primera cosa que hace es ir al altar


donde está su espíritu y ofrecerle oraciones. Pone un recipiente con agua
clara enfrente de la estatua de su dios y luego quema una barrita de incienso
y le ofrece también frutas. Todos los regalos u ofrecimientos de dinero que
recibe de sus clientes los pone siempre en el altar y los entrega a los dioses,
antes de usarlos.

Además, al menos una o dos veces al año, normalmente en primavera u


otoño, la mudang celebrará un kut especial en honor a su dios, el llamado
jinjeok kut (&'). Asimismo, acudirá con frecuencia al mar o la monta-
ña para rezar a su espíritu tutelar, donde le realizará oraciones y ofrendas.
Así, con todas estas oraciones y ofrendas no sólo recibe bendiciones para
sí misma sino que también intercede por las necesidades de sus fieles y
seguidores.
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2.4.5. La mudang y su relacion con sus fieles, tangol

La otra actividad principal de las mudang, además de cuidar su relación


con los espíritus, es la de responder a las necesidades de sus fieles. Las
personas que vienen buscando los servicios de las mudang o que parti-
cipan en sus ritos, en coreano reciben el nombre de tangol ((), lite-
ralmente “clientes”.

Uno de los principales fines del chamanismo es responder a las necesidades


básicas de los humanos. Normalmente, la gente acude a las mudang por ra-
zones muy prácticas: curarse de alguna enfermedad, tener un hijo, conseguir
dinero o bienes, por razones de poder, para proteger un negocio de la mala
suerte, poder aprobar la selectividad, etc. Estas prácticas y deseos mundanos
reciben el nombre de kibok ()*), el deseo de verse cumplidas las necesida-
des mundanas y solucionar los problemas comunes que van surgiendo en la
vida de cualquier persona. a
Para responder a estas necesidades las mudang utilizan diversos métodos,
como las técnicas adivinatorias, el uso de amuletos o talismanes, las ora-
ciones y ofrendas de su tangol en forma de dinero o alimentos a los espíri-
tus; ella también elevará sus oraciones a los dioses intercediendo por ellos.

Como última solución, y si todos estos métodos más sencillos no han sido
suficientes, entonces la mudang aconsejará a sus tangol que ofrezcan un kut a
los dioses. La mudang después de escuchar a cada persona puede saber cuál
es el mejor método para solucionar su necesidad. Pero normalmente sólo les
aconsejará realizar un kut como última alternativa debido al elevado coste
económico que éste requiere.

2.5. Kut, el principal rito chamánico

Entre todas las ceremonias del chamanismo coreano, el kut es, sin lugar a
duda, el rito más importante; sin él sería imposible llegar a comprender el
significado profundo de esta tradición religiosa.

Kut es el rito en el que los humanos se encuentran y se comunican


con los dioses por medio de la chamán, mudang, y resuelven sus pro-
blemas vitales. En el kut los individuos presentan sus ofrendas, rezan
por sus necesidades y escuchan los deseos de los dioses a través de los
oráculos transmitidos por las chamán. El kut es un rito cuyo principal
fin es obtener felicidad y buena fortuna para los humanos ya sean
como individuos o comunidad. a
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La figura de la mudang está íntimamente ligada a la ejecución de este rito. Y


más aún, su fama y respeto dependerán de su capacidad para representar
debidamente su papel dentro de una ceremonia tan sofisticada y dramática
como es el kut. Además, según la mudang que realice el kut, la estructura y
forma de éste sufrirá grandes variaciones.

2.5.1. Tipos de kut

Los tipos de kut que existen a lo largo y ancho de la península coreana son
innumerables e intentar realizar una clasificación de los mismos no resulta
tarea fácil. En primer lugar existen grandes variaciones según las regiones
geográficas del país. Por ejemplo, en la zona central y norte, las chamanes
predominantes –poseídas por los espíritus, kangsin mudang–, no sólo evocan
y llaman a los dioses durante los kut sino que ellas mismas son poseídas por
ellos. Por esta razón y el aparato ritual, los vestidos y parafernalia suelen ser
más elaborados, ya que la chamán encarna en sí misma al dios que desciende
sobre ella.

Durante estas ceremonias realizan además actos mágicos, como ponerse de pie sobre
cuchillos muy afilados o cortar su piel con trozos de vidrio, etc. Todos estos actos son
considerados muestras del poder del espíritu que las posee.

Las chamanes de tipo hereditario, seseup mudang, que predominan en el sur,


realizan las mismas funciones: celebran los rituales y se ponen en comunica-
ción con los espíritus. Tienen grandes habilidades para la danza y el canto, y
a través de estas manifestaciones llaman a los espíritus y los entretienen. Sin
embargo, estas chamanes, a diferencia de las anteriores, no son poseídas por
ellos, aunque sí comunican las palabras de los espíritus de los muertos. Pero,
al margen de estos dos hechos –la posesión y los dioses hablando a través de
la boca de las chamanes-, el contenido, estructura básica y función de los kut
que son realizados por ambos tipos de mudang son prácticamente idénticos.

También existen diferencias entre los kut que se realizan para la comunidad
en general, ya sea ésta un pueblo o toda la nación, y aquellos que se celebran
para satisfacer las necesidades individuales o familiares. Los kut en los pue-
blos, donde se busca propiciar a los espíritus para que proteja a todos sus
habitantes y puedan tener una buena cosecha, se hacen sobretodo en las
zonas rurales, mientras que los dirigidos a los individuos o familias se cele-
bran tanto en la ciudad como en el campo.

En general podemos dividir los kut en cuatro tipos:

1) Los dedicados a suplicar por la buena suerte de los individuos o la comunidad, por
ejemplo Chaesu kut ( !).
2) Los kut para curar enfermedades, ej. Piong kut ("), Hwanja kut (
#).
3) Los kut dedicados a los difuntos, los muertos, ej. Ogi kut ($%), Jinogi kut
(&$%)
4) Los kut para promover el poder espiritual de la misma chamán o de iniciacion de la
chamán, Jinjeok kut, naerim kut.
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2.5.2. Estructura del kut

El kut es un ritual muy elaborado que puede durar desde unas pocas
horas hasta varios días. En general, el kut es un rito festivo que procura el
entretenimiento de los seres sobrenaturales. Por esta razón, la fiesta in-
cluye alimento, bebida, canciones, danzas, música y un gran colorido de
vestidos y adornos.

Cada sesión del rito comienza con la invocación de los dioses para que
desciendan al mundo de los mortales y de esta forma se produzca su
aparición durante la ceremonia. Cuando aparecen, los humanos ex-
presan sus necesidades a través de la chamán. La chamán ofrece ali-
mentos y entretenimiento a los dioses y los espíritus de los muertos.
Danza muista

Los ritos normalmente se realizan en la casa de la chamán, en la habitación


dedicada a su dios tutelar o en la casa particular de la familia que ha solicita-
do su intercesión ante los dioses. A veces también se celebran en pequeños
santuarios en las montañas. Los preparativos de la ceremonia incluyen la
preparación de varios altares con alimentos, frutas y bebidas delante de las
numerosas pinturas que representan a los dioses que irán apareciendo duran-
te el ritual. También en la habitación se disponen banderas, cuchillos, espa-
das, flores y otros adornos que se irán utilizando durante los bailes a medida
que los espíritus hagan acto de presencia.

El chamán, con independencia de si es hombre o mujer, viste el traje


tradicional de la mujer coreana, hanbok (%*). A medida que el rito
progresa, la mudang cambiará su vestido según el dios al que invoque.
Siempre está acompañada por un grupo de músicos que se sientan a
un lado del altar preparado para la ocasión.

Danza chamánica

Aunque el kut haya sido encargado por una familia y tenga un carácter pri-
vado, en la mayoría de los casos mucha gente acude a la casa en cuestión
para participar de los distintos actos de que consta. Y la mudang invitará a
sus tangol regulares a que asistan para poder recibir también las bendiciones
del cielo.

Un kut consiste en 12 partes o actos en los que se invocan y honoran


todos los dioses de 12 categorías diferentes. Cada uno de los actos recibe
el nombre de geori (). Cada geori dura entre unos pocos minutos
hasta varias horas. Durante cada parte el dios correspondiente es invoca-
do y entretenido. a
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El orden general de las sesiones parece ser que sigue la jerarquía de los dioses
o espíritus que van apareciendo. Se comienza con los dioses cósmicos, les
siguen los dioses locales, las deidades humanas, los antepasados y los espíri-
tus errantes y de menor categoría.

La estructura de cada uno de los geori es más o menos la siguiente, ya que existen mu-
chas variaciones como ya comentamos con anterioridad: primero, un canto de invoca-
ción; segundo, la comunicación entre los seres sobrenaturales y los humanos a través
de un oráculo o profecía; tercero, el entretenimiento de los espíritus y bendiciones; y
por último, la despedida de los dioses.

Entre acto y acto hay unos intervalos de descanso que las mudang aprove-
chan para descansar, comer e instruir a las chamán más jóvenes sobre las
técnicas para realizar los ritos de manera adecuada.

Es difícil hacer la clasificación exacta de los 12 geori que forman el kut ya que varían
mucho dependiendo de la región y la chamán, pero tomando los kut que se realizan en
Seúl como modelo, podemos presentarlos del siguiente modo:

1) Chudang mullim ('()*)y Cho pujeong (+,): expulsión de los espíritus malos y
purificación de todo tipo de contaminación.

2) Kamang/kamhung/kamung (-.): invitación de todos los espirítus.

3) Sangsan geori: (/ ): la sesión dedicada al dios de la montaña.

4) Chilsong, Chesok and Pulsa: este geori está dedicado a estos tres dioses que proceden
del budismo. En este acto la mudang viste con ropas parecidas a las de los monjes bu-
distas.

5) Changgun geori (0): dedicado a los espíritus de los Generales famosos de la


historia de Corea.

6) Shinjang ( 0 ): durante este acto los fieles eligirán una bandera entre las cinco, de
diferentes colores, un color por cada una de las 5 direcciones del universo, que les ofre-
ce la mudang.

7) Taegam (12): en este acto desciende el espíritu taegam. Éste es un espíritu de la di-
nastía Joseon y corresponde a un alto oficial del gobierno.

8) Hogu (34): se refiere al espíritu de una joven mujer raptada por los mongoles du-
rante una de sus invasiones.

9) Chosang (/): en esta sesión se invocan a los espíritus de los antepasados de la fa-
milia que ha encargado el kut.

10) Seongju (5 '): dedicado a los dioses tutelares de la familia anfitriona.

11) Changbu (6): el espíritu de la mudang principal.

12) Twitchon (78): en esta parte se alimentan los espíritus menores que merodean por
la zona.

A estas 12 partes básicas se añaden algunas otras dependiendo de la especificidad del


kut que se esté celebrando.

2.6. La mujer coreana y el muismo

Tradicionalmente, en Corea la mujer es considerada la responsable de la vida


religiosa y del bienestar religioso de la familia, mientras que los hombres, en
cambio, especialmente a través del culto a los antepasados, eran los respon-
© Universitat Oberta de Catalunya • P03/87011/01876 43 Religiones autóctonas del Asia Oriental: Japón y Corea

sables de los ritos religiosos relacionados con los miembros muertos de la


familia. La mujer era la encargada de presentar delante de los dioses y los
espíritus las necesidades de la familia pidiéndoles su protección y ayuda. Esta
es la razón por la cual a lo largo de la historia del pueblo coreano ellas han
sido las responsables de los ritos familiares, fuertemente ligados a las creen-
cias chamanísticas, que eran realizados dentro del hogar con el fin de prote-
ger a la familia de las influencias negativas y malignas. Ellas eran las que
tenían que relacionarse con lo divino para proteger a los miembros vivos de
la familia de las enfermedades, la mala suerte, los problemas económicos,
etc. En definitiva, eran las intermediarias entre los espíritus y la familia, co-
mo las mudang. a

Esta organización dualista de la vida religiosa de la familia implicaba


que, mientras que los hombres se encargaban de un tipo muy solemne
y digno de los ritos dedicados a los antepasados de la familia, el rito
llamado chaesa (+), las mujeres, en cambio, con unos ritos más in-
formales y flexibles, debían responder a las exigencias de las divinida-
des con respecto a la familia, para de este modo proteger y mantener
la armonía y el bienestar de la misma.

Los rituales de los hombres son el producto de la tradición filosófica y reli- Piedad filial 9:
giosa confuciana. La moral de la piedad filial (,-) y su representación en el En coreano “Hyodo”. El respe-
culto a los antepasados santificaba el sistema jerárquico de las relaciones to por los antepasados y los
mayores en la familia y la so-
sociales y familiares, que se estructuraba siguiendo el modelo patriarcal, ciedad. Es la piedra angular
del sistema familiar y, por en-
donde es únicamente la línea paterna la que se tomaba en consideración en de, del orden social.
lo relativo a la sucesión y a la organización familiar. Por ello, los rituales
masculinos son considerados de la “familia”. Las normas y leyes que se ins-
tauraron durante los siglos de predominio confuciano en la sociedad corea-
na, durante la dinastía Joseon, siguen influyendo en la actualidad y conti-
núan reflejando el carácter patriarcal y patrilineal de un sistema basado en el
lazo agnaticio masculino.

Los rituales de las mujeres se pueden considerar, por otra parte, como los
rituales del “hogar”. Estos ritos santifican y demarcan otro aspecto de la
experiencia religiosa y de la cosmovisión del pueblo coreano. La casa como
recinto físico es la metáfora primordial en los ritos de las mujeres. Los peli-
gros se encuentran fuera de la casa, en el mundo. Y los dioses del hogar,
cuando son apropiadamente venerados, defienden a la familia contra los
muchos fantasmas, los espíritus inquietos, y todas las influencias malignas
que provienen del exterior. Los ritos chamánicos en el ámbito familiar, los
rezos y practicas dedicadas a contentar a los dioses de la casa, son realizados
por la madre de la familia. a
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En los kut, los dioses y espíritus son convocados por la mudang en las distin-
tas partes de su hogar, para de este modo expulsar las malas influencias y
atraer la buena suerte. Durante el kut las chamán y las mujeres interceden
por el bien de la familia y toda la comunidad, ya que ésta se considera como
una familia extensa. Además, en los kut aparecen muchos dioses y espíritus
femeninos a los cuales no se les venera en ningún otro rito. Incluso los ante-
pasados femeninos que no tienen un puesto en los ritos confucianos de los
hombres hacen acto de presencia en los ritos chamánicos y establecen una
relación especial con las mujeres de su familia.

Los ritos chamánicos cuyos participantes son mayoritariamente muje-


res muestran una mayor flexibilidad en su estructura y conceden ma-
yor espacio a la libre expresión de las mujeres, en contraposición a los
ritos de los hombres, donde la estructura rígida de los ritos no permite
cambios ni espontaneidad.

El kut ha sido un lugar donde la mujer coreana ha encontrado, a lo largo de


su historia, refugio y libertad, donde ha podido expresar sus sentimientos e
ilusiones dentro de una sociedad fuertemente marcada por el modelo pa-
triarcal.
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Resumen

El shintoismo japonés, generalmente descrito como la religión nacional de


Japón, incorpora elementos propiamente religiosos –tales como figuras espi-
rituales, lugares sagrados, ritos y oraciones– a la vez que también incluye
elementos populares y políticos –es necesario recordar las claras conexiones
que ha tenido con el poder político hasta el punto de otorgar al emperador
de la nación la categoría de dios, kami.

La práctica shintoísta se basa fundamentalmente en los festivales estaciona-


les que se realizan en los templos donde habitan los kami aunque también
existen otros ritos y ceremonias tanto individuales como comunitarias.

En cuanto a la evolución histórica del shintoismo, es necesario tener en


cuenta los distintos períodos por los que ha pasado así como la importancia
que ha tenido en cada uno de ellos.

Por lo que se refiere al muísmo, se trata de una práctica religiosa totalmente


vinculada a la actividad de un chamán, el mudang, que es la persona que
tiene una experiencia directa de contacto con los espíritus y que, por consi-
guiente, es quien media entre los dos mundos. Por un lado, comunica a los
dioses los deseos de los humanos; por el otro, revela a los humanos las in-
tenciones de los espíritus. Todo ello se realiza sobre la base de una ritualidad
perfectamente establecida, a través de los ritos.

Las ceremonias, pues, son el eje central del chamanismo y es a partir de ellas
que el chamán se comunica con el mundo de los espíritus. En función del
grado de complejidad, tales celebraciones pueden dividirse en tres grupos:

1) Los ritos más simples son los pison (“frotar las manos”). Después de haber
colocado una ofrenda de alimentos al espíritu en cuestión, el chamán se
frota las manos al tiempo que recita una breve oración. La finalidad de este
rito es la curación de pequeñas enfermedades, la buena suerte ante un viaje o
mejorar las relaciones matrimoniales.

2) Los ritos koseoy pudakkeori son algo más largos y complejos. Generalmen-
te se realizan para ahuyentar a los espíritus menores o para alejar la mala
suerte o pedir salud para los miembros de la familia.

3) El kut, la más importante de las ceremonias del chamanismo. El chamán,


intercede delante de los espíritus malos para que no traigan desgracias a los
humanos, envía a los muertos al “otro mundo”, pide la ayuda de los espíri-
tus para los enfermos, y la felicidad y la prosperidad de los habitantes del
pueblo o las familias particulares que han solicitado sus servicios. Todo ello
acompañado por bailes e instrumentos tradicionales.
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Glosario

Amaterasu-omikami : la diosa del sol; la divina antepasada de la familia impe-


rial japonesa.

Dangun : el progenitor mitológico de la nación coreana.

Geori  : Parte o acto de un Kut

Han : Resentimiento acumulado a lo largo de la historia.

Jinja ;<: santuario shintoísta.

Kami ;: deidad, dios o espíritu shintoísta.

Kangsin Mudang =(: chamán por posesión de los dioses.

Kut : ritual chamanístico

Matsuri >: festividad shintoísta del santuario, de carácter anual o bienal.

Mikoshi ( ) : santuario portátil que se lleva en torno al barrio o el pueblo a hombros


de hombres y mujeres jóvenes.

Mudang (:termino general para designar a todas las chamán.

Naerim Kut *: ritual de iniciación de las chamán.

Oharai : purificación ritual.

Seseup Mudang ? @(: chamán de tipo hereditario.

Sindang (: el santuario propio de la chamán.

Tangol A: los creyentes del muísmo y los clientes regulares de las mudang.

Torii : puerta ceremonial que señala la entrada al espacio sagrado de un santuario.

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