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¿Cremación o entierro?

Una perspectiva
judía.
Por qué el entierro es tan importante, para ti y para
el alma del fallecido.
A lo largo de la historia, las sociedades han adoptado diferentes enfoques con
respecto a cómo tratar con los cadáveres. Algunas los han enterrado en el suelo y
otras los han cremado. También están las que los han encerrado en elaborados
mausoleos con comida y bebida, las que los han momificado, las que los han
dejado para los buitres, las que los han canibalizado e incluso algunas han hecho
cosas impensables con los cuerpos de sus seres queridos. Presumiblemente, la
mayoría de las personas simplemente siguió el ejemplo de sus vecinos al momento
de decidir qué método usar.

Pero desde el comienzo del pueblo judío, hace miles de años, a pesar de que había
muchas opciones disponibles, los judíos siempre insistieron en el entierro.

Hasta hace poco...

Hoy, imitando los desarrollos de la sociedad occidental, al menos el 30% de las


muertes judías en Estados Unidos y Europa son seguidas por cremaciones, y el
porcentaje está en aumento.

¿Por qué la cremación es cada vez más popular? Aquí hay algunas de las
principales razones:

1. Preocupaciones medioambientales: El entierro es aparentemente un


desperdicio de suelo fértil y contamina el medioambiente.
2. Preocupaciones de movilidad: Los hijos no viven cerca. ¿Para qué sentirse
culpable por no visitar la tumba?
3. Incomodidad con la descomposición: La cremación pareciera ser más
rápida y limpia.
4. Preocupaciones financieras: La cremación pareciera ser más barata que el
entierro.

Como dice el profesor Stephen Prothero: "El tema de enterrar o cremar no es un


asunto trivial. Toca cuestiones tan importantes como la percepción de uno mismo,
la actitud que uno tiene hacia el cuerpo, la perspectiva histórica, los estilos de los
rituales y la creencia en Dios y en la vida después de la muerte".1
Dado que esta decisión es tan importante, es crucial no posponerla hasta el
ajetreado y estresante momento de la aflicción máxima. Examinemos los hechos.

Los ambientalistas no están a favor de la cremación


¿Por qué? Simplemente porque, contrario a la percepción popular, la cremación es
mala para el medioambiente.

La cremación utiliza cantidades tremendas de combustibles fósiles ⁠—más de un


millón de BTU (unidad de energía inglesa) por hora— y una cremación promedio
tarda entre una hora y media y dos (y a veces más); esto implica un tremendo
gasto energético, en una época en la que la sociedad finalmente se está dando
cuenta que necesita disminuir el consumo de combustibles fósiles.

Y no sólo eso, sino que la cremación también libera químicos tóxicos al aire. La
Agencia de Protección Ambiental Sueca estimó en el año 2001 que las cremaciones
generaron el 32% de las emisiones de mercurio a la atmósfera en ese país, y un
estudio canadiense reciente encontró que el problema es tan serio que
simplemente recomendó que: "un crematorio no debería estar ubicado cerca de un
vecindario"2. Finalmente, hay una gran cantidad de suelo disponible para entierros:
Cuando ves los números de, por ejemplo, Estados Unidos, los entierros utilizan
mucha menos tierra al año que la construcción de Wal-Mart (incluso sin contar sus
gigantescos estacionamientos). Incluso si todos los norteamericanos fuesen
enterrados, llevaría más de 10.000 años ocupar sólo el 1% de la tierra del país. Y,
por supuesto, los judíos constituyen menos del 2% de los muertos. De cualquier
forma, pocos cementerios durarán tanto.

Entonces, ¿de dónde viene esa idea errada que tiene la gente sobre que el entierro
es peor para el medio ambiente que la cremación? Viene del hecho que los
ambientalistas sí están en contra de los químicos utilizados para embalsamar y de
los ataúdes metálicos. Recomiendan los llamados "entierros ecológicos", sin
ataúdes metálicos o embalsamiento, y admiran abiertamente a la tradición judía,
que prohíbe ambos. Los ambientalistas están en contra de la cremación3.

La cremación no resuelve el problema de la movilidad


Las migraciones modernas realmente complican las visitas al cementerio. Sin
embargo, si pensamos en ello, las cosas no son tan simples. Primero que todo, es
difícil encontrar un lugar apropiado para las cenizas de un cuerpo cremado.
Tenerlas en casa da una sensación extraña; incluso si los hijos encuentran un lugar
apropiado para los restos de los padres difuntos, ¿durante cuánto tiempo los
conservarán?
¿Hasta que cambien de trabajo y se muden? ¿Hasta que se jubilen? ¿Qué harán con
ellos? Y luego, en diez o veinte años, cuando ya no pueden vivir sin ayuda,
¿querrán los nietos esos restos? ¿Los aceptarán? ¿Qué harán ellos con las cenizas?

El tema es que nuestros hogares y familias no están diseñados para el


almacenamiento a largo plazo de restos cremados. En algún momento, lo más
probable es que los restos terminen puestos en un lugar inapropiado, olvidados o
ignorados. Igualmente, en todos los casos la opción de guardarlos en el hogar es
por tanto una solución temporaria. Algunas personas eligen que sean esparcidos,
pero en muchas familias puede que a un hijo o nieto le den ganas de visitar la
tumba y reconectarse con sus seres queridos que han fallecido.

Independientemente de si es importante o no para ti —o para el muerto—, el


desparramar los restos evita que todo descendiente pueda alguna vez tener una
tumba tradicional para visitar. Incluso en los casos en los que una visita a la tumba
raramente o nunca ocurrirá, el entierro es la elección adecuada, como es
atestiguado por el caso de Moshé, a quien Dios mismo enterró y luego escondió el
lugar de su tumba (para evitar que se convirtiese en un sitio de idolatría). Incluso si
no parece que vayan a haber visitantes, el cuerpo estará en su descanso y habrá
encontrado un hogar permanente.

Descomposición: nunca es lindo (saltea esta sección si te dan náuseas


con facilidad)
Mucha gente cree que la cremación es rápida y limpia. No lo es. Citando
nuevamente al profesor Stephen Prothero4:

"Piensa en los horrores… de las crujientes, chisporroteantes, ardientes,


humeantes y llameantes facciones y manos que ayer eran el deleite de tu alma.
Piensa en el cadáver explotando. Piensa en el hedor de la carne y el pelo
quemándose. Piensa en el humo. Piensa en el cerebro burbujeando. Luego te
atrapará un 'horror paralizador' ante el más mero pensamiento de ‘someter los
restos de tus amados parientes fallecidos a tal crepitante proceso'. La
cremación [es], en una palabra, repulsiva: 'No hay nada lindo en ser empujado
a un horno y ser científicamente rostizado'".

Es cierto, ser comido por gusanos tampoco es placentero. No estoy diciendo que el
entierro sea 'menos burdo'; desde el punto de vista físico ambos son bastante
desagradables. Pero, sin embargo, el entierro es un proceso natural de
descomposición que le ocurre a todos los seres humanos. La cremación es fuerte,
violenta y antinatural.
Preocupaciones financieras
Las cremaciones tienen la reputación de ser baratas, pero no siempre es así cuando
se suman todos los costos laterales y escondidos, Sheri Richardson Stahl, director
de “Island Funeral Home” en Beaufort, Estados Unidos, explica que: "Muchas,
muchas veces, las cremaciones son tan costosas como los entierros"5.

Sin embargo, hay un tipo de cremación cuyo costo no puede ser batido: la
cremación directa. En este tipo de cremación, se contacta una compañía de
cremación por internet o teléfono. Ellos envían a alguien a recoger el cuerpo, se lo
entregan al crematorio y entregan a la desolada familia una pequeña lata llena con
las cenizas. El costo a menudo está entre mil y dos mil dólares. En una era de crisis
económica mundial, las cremaciones directas se están haciendo cada vez más
comunes.

Eso es un suceso desafortunado, ya que para algunas cosas en la vida, encontrar la


solución más económica es simplemente inapropiado. Los tiempos son difíciles, y
necesitamos vivir con lo poco que tenemos. Sin embargo, para algunas decisiones
de la vida nos las arreglamos para encontrar el dinero para hacer lo correcto. Por
ejemplo, hago lo que sea necesario para enviar a mis niños a una escuela decente,
en lugar de "ir a lo barato" y ponerlos en un mal ambiente. Si una persona amada
necesita un procedimiento médico, de alguna manera me arreglo para hacerlo
posible.

Elegir el entierro es importante. Incluso cuando es más caro. Y la razón es la


siguiente:

El significado del entierro


Cuando un cuerpo es enterrado, el suelo se abre. Una grieta aparece en la tierra. La
zanja abierta declara: "Algo aquí no está bien, hay una rasgadura en la tela humana
de la vida. Mundo, toma nota, no te apresures a superar este momento. Reconoce
la pérdida. Recuerda la vida". Cuando el cuerpo es apoyado gentilmente sobre el
suelo, un nuevo mensaje es transmitido: el calmo regreso a la naturaleza, la fuente
de la vida.

"Después de décadas de negar nuestra mortandad, los occidentales estamos


comenzando a aceptar, e incluso a abrazar, este hecho fundamental de la
biología: que el final natural de toda vida es descomponerse y deteriorarse. En
lugar de luchar contra ello a toda costa, como lo hemos hecho durante la
mayor parte del último siglo —con químicos tóxicos, ataúdes a prueba de balas
y el búnker de hormigón que es la bóveda del entierro, todo lo cual sólo puede
retrasar, pero no impedir, lo inevitable— finalmente estamos viendo la
sabiduría de permitir que la 'Madre naturaleza' haga fluir su curso natural"6.

La tierra, el polvo, es de hecho "la madre de toda vida". La tierra provee nuestro
sustento, al igual que una madre que da a luz y alimenta a su bebé. Y a ella todas
las criaturas vuelven, para volver a comenzar el ciclo. Como lo expresa el
dramaturgo británico Francis Beaumont:

“Sobre mi cuerpo enterrado yace


Suavemente, gentilmente, tierra".

Devolver a la tierra el cuerpo de alguien a quien amamos es una demostración de


amor. ¿Quemamos las cosas que amamos? Piensa en tu primera mascota:
"Quemamos la basura y enterramos el tesoro. Es por eso que, enfrentados por las
primeras lecciones de mortalidad de la vida —el gatito o el conejito muerto, o el
pájaro muerto que se cayó de su nido— la mayoría de los padres buscan cajas de
zapatos y palas en lugar de encender madera o asados…"8

El entierro y la cremación generalmente reflejan dos actitudes radicalmente


diferentes, y dos formas mutuamente excluyentes de ver el mundo y de entender
nuestro lugar en él. La descomposición y la cremación son muy diferentes entre sí y
en muchos aspectos son completamente opuestos. La descomposición de una
planta o de una criatura viviente crea fertilizantes. Los elementos intrínsecos de la
materia no son alterados, sino que son devueltos a la tierra. No es por tanto
ninguna sorpresa que el Talmud compare el entierro a una forma de plantar9.

La cremación, por otro lado, sólo deja cenizas quemadas; sus elementos son
alterados para siempre y casi enteramente quemados. Trata de incendiar una
semilla antes de plantarla, nada crecerá. Al elegir la cremación, la humanidad
muestra su poder, ¿pero con qué objetivo?

El mensaje de la cremación es aliarse con el hombre como conquistador, usar su


fuego y tecnología para interferir en la naturaleza e intentar controlarla, en lugar de
aceptarla pacíficamente. El mensaje del entierro es de respeto por el ciclo de la
naturaleza.

Al enterrar los restos de nuestros seres queridos, devolvemos en calma lo que


hemos recibido. El entierro refleja el ritmo del universo.

Es más, el entierro es un mandamiento de la Torá. Deuteronomio 21:23 discute el


raro caso de un criminal malvado que es ejecutado. Incluso en ese caso extremo, se
da el mandamiento: "Ciertamente lo enterrarás", enseñando un principio general
para todos los casos. La obligación de enterrar es tan fuerte que incluso el sumo
sacerdote —que evitaba celosamente todo contacto con cualquier forma de
muerte— debe dar personalmente un entierro adecuado a quien fallece si nadie
más lo puede hacer. El Talmud, Maimónides y el Código de Ley judía codifican el
mandamiento de enterrar al muerto10.

Ramificaciones espirituales
La severidad, repetición y el foco respecto a proveer un entierro judío apropiado
que hay en la Biblia, en el Talmud y en los libros de ley judía es destacable, y alude
a sus importantes ramificaciones espirituales. Los trabajos místicos van más allá y
explican conceptos básicos de la cremación y el entierro de forma tal que cambian
la forma en que pensamos sobre la muerte, y sobre la vida también. Para comenzar
a entender los temas (un entendimiento completo requeriría demasiado espacio
para este artículo), aquí hay un punto de partida:

¿Para quién son los funerales? Pareciera ser una pregunta tonta, pero la respuesta
crea la base para muchas decisiones que son hechas en este momento tan sensible.
Algunos creen que las decisiones hechas después de la muerte —por ejemplo, si
enterrar o quemar, y qué tipo de servicio conducir— son para los vivos. Para dar
una sensación de "cierre". Brindar consuelo. Después de todo, la persona muerta
está… muerta. Total, lo que sea que hagamos no le importa. Esa persona ya está en
un "lugar mejor". Presumimos que el muerto no siente lo que está pasando con el
cuerpo, que en realidad no le importa, y que probablemente ni siquiera tiene una
conciencia de lo que ocurre. Entonces, las prácticas de duelo se considera que son
para los dolientes.

La perspectiva judía es diferente. Mientras que consolar al doliente es central para


la tradición judía (y crucial para las prácticas de duelo), no es el único factor que se
considera. El alma del difunto también necesita ser considerada, y algunas
preguntas (qué se hace con el cuerpo al momento del funeral, por ejemplo) se
enfocan casi exclusivamente en las necesidades del alma, en lugar de hacerlo en las
necesidades del doliente.

¿Cuáles son las necesidades del alma (del fallecido)?


Cuando ocurre la muerte, el alma todavía se siente cercana al cuerpo.

De acuerdo al pensamiento judío, el cuerpo y el alma no son enemigos. El cuerpo


le permite al alma morar en este mundo, para traerle significado a la vida diaria. Sin
el cuerpo, el alma no podría cumplir con su misión. El cuerpo y el alma son socios,
están juntos durante toda la vida. Como son socios, el alma se apega a su cuerpo.
Cuando ocurre la muerte, el alma no se va inmediatamente; continúa sintiéndose
cercana al cuerpo.

El misticismo judío compara el cuerpo y el alma a un marido y una mujer que se


aman. Cuando un marido deja este mundo, ¿puede una esposa que lo amaba
continuar con la vida de inmediato? El lazo es tan íntimo que hace falta tiempo
para ajustarse a la nueva realidad. Entonces, el alma no abandona al cuerpo
inmediatamente después de la muerte. Dado que está confundida y desorientada,
permanece cerca de lo que mejor conoce, su cuerpo. Revolotea alrededor del
cuerpo hasta su entierro, y forma parte del proceso de duelo, yendo y viniendo de
la tumba a la casa de la shivá"11.

El alma es plenamente consciente de lo que le está pasando a "su" cuerpo12. Una


forma de entender este “saber” que tiene el alma es considerar el hecho de que
cuando el alma se va del mundo físico, aumenta su cercanía y conocimiento de
Dios, Quien es la Fuente de todo conocimiento, y por lo tanto toma parte en el
conocimiento que tiene Dios con respecto a qué le está pasando a su cuerpo en la
tierra. Es por esto que las prácticas funerarias tradicionales se caracterizan por un
respeto absoluto por el cuerpo, para el alma es doloroso ver que su cuerpo es
maltratado, abandonado o profanado.

El entierro tradicional judío le da al alma un gran consuelo, y provee la transición


necesaria para entrar a un mundo completamente espiritual. Por otro lado, la
cremación le causa al alma una tremenda —e innecesaria— agonía. El alma llora
adolorida mientras su socio, el cuerpo, es quemado en lugar de ser
cuidadosamente devuelto a su Fuente. De esta forma se le evita al alma volver
gentilmente a Dios, y por tanto, ésta se ve forzada a atravesar una larga y difícil
lucha para ajustarse a su nueva realidad.

A pesar de la gran insistencia del judaísmo respecto a escuchar a los padres y


honrar sus deseos, ahora podemos entender por qué un entierro apropiado es más
importante que un pedido parental de cremación: una vez que el cuerpo está
muerto, el alma obtiene una mayor cercanía a Dios y por lo tanto un mayor
entendimiento; es consciente del dolor que le traerá la cremación y de la
importancia eterna del entierro. Ahora, el 'padre' real —su alma interior— quiere
evitar el dolor y la separación que causa la cremación más que cualquier cosa que
podamos imaginar.

Morir como judío


Finalmente, durante miles de años, los judíos y el judaísmo han insistido en el
entierro judío apropiado. Hace unos 2.000 años, el historiador romano Tacitus
escribió que "los judíos entierran en lugar de quemar a sus muertos"13. Incluso hoy
en día, la Fuerza de Defensa de Israel gasta enormes cantidades de tiempo,
energía, dinero y recursos tratando de asegurar un entierro apropiado para sus
caídos. Los judíos vuelan alrededor del mundo para recuperar un rollo antiguo de
Torá y darle un entierro apropiado... y la gente es aún más importante que un rollo
de Torá…

Al elegir el entierro, nos estamos poniendo en línea con la historia judía y con el
pueblo judío. En nuestro "último acto" en el planeta, elegir el entierro significa
declarar que "puede que no haya sido un judío perfecto, pero estoy orgulloso de
ser judío, y quiero morir como tal".

Adaptado con permiso de “Cremation or Burial? A Jewish View”, por Doron Kornbluth (Mosaica
Press, 2012).

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