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Detalle de una galería de retratos de los emperadores del Perú donde los reyes
españoles (lado derecho) figuran como sucesores de los soberanos incas (lado
izquierdo). Lámina publicada en 1744 en la obra Relación del Viaje a la América
Meridional en la que Jorge Juan y Antonio de Ulloa fueron sus autores.
y te ordenamos y mandamos que en las provincias o reinos del Perú resida un virrey
y una audiencia real de cuatro oidores letrados y el dicho virrey presida en la
dicha audiencia la cual residirá en la ciudad de los reyes por ser en la parte mas
convenible porque de aquí adelante no ha de haber audiencia en panamá.
Leyes Nuevas
El flamante virreinato comprendió en un inicio y durante casi trescientos años gran
parte de Sudamérica y el istmo de Panamá, bajo diversas formas de control o
supervigilancia de sus autoridades. Abarcaba una inmensa superficie que
correspondía a los actuales territorios que forman parte de las repúblicas de
Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Perú y
toda la región oeste, sureste y sur del Brasil. Quedaban exceptuadas Venezuela,
bajo jurisdicción del Virreinato de Nueva España a través de la Real Audiencia de
Santo Domingo, y Brasil, que integraba el Imperio portugués.
Fue su primer virrey Blasco Núñez Vela, nombrado por real cédula del 1 de marzo de
1543. Sin embargo, no pudo ejercer la autoridad real debido a los enfrentamientos
entre los partidarios de Francisco Pizarro y Diego de Almagro por el dominio del
Perú, y pereció asesinado por Gonzalo Pizarro. El asesinato de la primera autoridad
del rey produjo mucha consternación en España; la Corona dispuso castigar
severamente a quien había atentado contra el virrey, el representante del rey en
territorios conquistados. Para ello, Carlos I envió a Pedro de la Gasca con el
título de Pacificador para solucionar esta situación. Ya en el Perú, La Gasca,
seguro de haber infundido la semilla de la traición entre los partidarios de
Gonzalo Pizarro, se enfrentó al conquistador cerca del Cuzco, en 1548. Gonzalo
Pizarro vio a sus capitanes pasarse al bando de la Gasca y la derrota para él
resultó aplastante. Conducido a la ciudad del Cuzco, fue ejecutado por delito de
alta traición al rey. Unos años después, en 1551, fue nombrado virrey Antonio de
Mendoza y Pacheco, luego de haber ejercido el cargo en el virreinato novohispano.
Francisco Álvarez de Toledo, virrey del Perú, fue el gran ordenador y organizador
del virreinato.
Tras casi cuarenta años de desorden administrativo, el virreinato peruano encontró
a un eficiente conductor en el virrey Francisco Álvarez de Toledo, quien, entre
1569 y 1581, logró establecer el marco político-administrativo que rigió por muchos
años en el Perú virreinal.
El virrey Álvarez de Toledo impulsó la distribución del trabajo indígena por medio
de la mita. Mediante el empleo de esta se proveyó de mano de obra a las ricas minas
de Potosí, provincia de Charcas, productoras de inmensas cantidades de mineral de
plata, y a Huancavelica, de la que se extraía mercurio o azogue, necesario para la
purificación argentífera, con lo que se logró convertir al Perú en uno de los
centros más importantes de producción de plata en el mundo.
Francisco Álvarez de Toledo fue el virrey más destacado del Perú, ya que, debido a
sus éxitos alcanzados como funcionario, sentó las bases del virreinato peruano,
pues consiguió la ordenación administrativa del gobierno y la legalidad política de
todo su amplio territorio.
El ciclo de la plata
En lo militar el virreinato del Perú financió y apoyó militarmente, por medio del
real situado y el envío de soldados y provisiones desde el Perú, las campañas
contra los mapuches en la Guerra de Arauco que se extendió por gran parte del
período virreinal. Solamente en el año 1662 fueron enviados 950 soldados y 300 000
pesos para los gastos de guerra,10 de igual manera del virreinato peruano partieron
las directivas generales para la conducción de la campaña como fue la que envió el
virrey Príncipe de Esquilache ordenando una guerra defensiva contra los nativos
americanos y la prohibición del servicio personal de estos.11La fortificación del
puerto del Callao y la manutención de una fuerza naval para defender al vasto
territorio de incursiones de corsarios y piratas fue también responsabilidad de los
sucesivos virreyes del Perú.
Emancipación
Artículo principal: Independencia del Perú
Véanse también: Capitulación de Ayacucho, Gobierno de Chiloé y Gobierno de
Guayaquil.
Proclamación de la Independencia del Perú, por parte del general rioplatense José
de San Martín. Óleo de Juan Lepiani.
A partir de los inicios del siglo xix, se produjeron los estallidos revolucionarios
en la América española. El virrey José Fernando de Abascal y Sousa hizo del
virreinato peruano el baluarte, reducto y centro de la contrarrevolución en favor
de la monarquía; desde este virreinato se contuvo el avance de la revolución
argentina, se reconquistó Chile y se sofocaron los levantamientos de Quito. También
fueron reprimidos todos los intentos revolucionarios —en particular, la rebelión
del Cuzco— y toda manifestación de signo independentista en el propio virreinato.
Sin embargo, Guayaquil se proclamó Estado independiente en 1820 y recibió la ayuda
gran colombiana del general Simón Bolívar.
Organismos locales
Artículo principal: Organización territorial del virreinato del Perú
Fueron organismos que funcionaron en el mismo virreinato para ejecutar las
disposiciones emanadas de la España europea. Fueron los siguientes:
El virrey
Artículo principal: Virrey del Perú
Era el representante personal del Rey de España en el virreinato: su “alter ego”,
es decir, “su otro yo”. Como suprema autoridad del virreinato fue el encargado de
impartir justicia, administrar el tesoro público y velar por la evangelización de
los indígenas. El virrey era nombrado por el rey a propuesta del Consejo de Indias,
aunque muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los nombres de
los posibles virreyes. El virrey del Perú residía en el actual Centro histórico de
Lima, en el suntuoso Palacio de los Virreyes, rodeado de una brillante corte, en
medio de gran lujo, riquezas y resguardado por una guardia de honor. Durante la
existencia del Virreinato del Perú gobernaron 40 virreyes.