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La minería
En la Nueva España se llegó a descubrir una técnica que se aplicó en las minas de
Potosí: consistió en mezclar la plata con el mercurio (llamado azogue). Luego, la
plata se separaba, manteniéndose en un estado de pureza. La producción minera tuvo
su auge entre 1572 a 1580 que fluctuó de 216 000 a 1 400 000 pesos anuales; pero
disminuyó su ritmo extractivo al promediar el siglo xvii y ya en el siglo XVIII, su
decadencia fue notoria debido, en gran parte, al sistema y forma empírica como se
trabajaba en los centros mineros, también a la carencia de caminos para agilizar el
transporte y la despoblación indígena.
Entre 1790 y 1795, según las memorias del virrey Francisco Gil de Taboada, se
hallaban en explotación en su territorio (actual Perú), 728 minas de plata, 69 de
oro, 4 de mercurio, 12 de plomo y 4 de cobre. Pese a que la minería era en la época
una actividad desorganizada y riesgosa, su auge fue tal que no menos del 40 % de
los yacimientos que actualmente están en operación en el Perú, ya habían sido
descubiertos y trabajados en tiempos del virreinato.
Francis Drake, famoso corsario inglés, atacó los puertos del Virreinato del Perú,
sobre todo el del Callao. Murió tras un ataque fallido a Panamá.
Fue famoso, en este sentido, el corsario Francis Drake que, actuando bajo la
insignia de la Corona inglesa en tiempos de Isabel I, atacó a puertos de América
meridional, saqueó el Callao y Paita, luego se dirigió a Panamá donde logró
acumular un gran botín, regresando a Inglaterra por la vía de Oceanía, en la época
del virrey Francisco Álvarez de Toledo.
Todo ello determinó, que precisamente, Lima, fuera circundada de murallas y que,
asimismo, se construyese la Fortaleza del Real Felipe, o los Reales Castillos, del
Callao.
Entre los piratas y corsarios que atacaron las costas del virreinato peruano
figuraron:
EL Quinto Real (Quinto del Rey), la quinta parte de los metales extraídos o de los
tesoros encontrados.
El Tributo Personal del Indio. Que obligaba al habitante andino, entre los
dieciocho y cincuenta años, a pagar una suma anual.
El Alcabala, el pago que se hacía por concepto de la compra o venta de propiedades
El Almojarifazgo, que era el impuesto que se pagaba por la entrada y salida de
mercaderías (hoy aranceles o derechos de aduana).
La Media Anata, el impuesto que gravaba anualmente los sueldos de los funcionarios
públicos y burócratas.
La Derrama, que eran los donativos extraordinarios que se obligaba a hacer a los
habitantes del virreinato cuando España sostenía guerras con sus rivales europeos.
Los Estancos. De la sal, del tabaco, del papel sellado, de los naipes, etc., es
decir, el impuesto que gravaba a tales productos, los mismos que tenían que ser
pagados por los colonos.
La moneda
Posteriormente aparecieron los ducados, los escudos y los doblones, que hicieron
más expeditiva la transacción comercial. Estas monedas eran acuñadas en las
llamadas Casas de Moneda, que empezaron a funcionar alrededor del siglo XVI,
especialmente en Lima y Potosí y de menor manera en el Cusco.
La agricultura y ganadería
La agricultura no tuvo un desarrollo importante en el virreinato. Al igual que en
otros lugares conquistados por los españoles, la tenencia de la tierra se trastocó,
así como el usufructo que se hacía de ella. Con la llegada de los españoles
llegaron también productos vegetales, animales de granja y aves de corral. Desde un
inicio los indígenas fueron empleados en las faenas agrícolas y fue a través de
esta práctica que pudieron pagar sus tributos. Nuevas técnicas como el barbecho, la
rosa y quema así como diferentes instrumentos les fueron dados a los nativos para
que explotaran al máximo la agricultura.