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VI. Dependencia o liberación.

1966-1976
El ensayo autoritario
El golpe del 66 tuvo consenso en todos los sectores empresariales, partidos políticos, también la izquierda: fin de
democracia burguesa. Asumió Juan Carlos Onganía: militar con acento en el orden, la unidad, anticomunismo y
paternalista. Necesario para reorganizar el Estado para hacerlo fuerte, con autoridad y recursos.
El principió fue un Shock autoritario, disolvió el parlamento y los partidos políticos: fin de la vida política. Los
ministerios fueron reducidos y se creó un Estado Mayor de Presidencia integrado por consejo de seguridad,
desarrollo económico y ciencia y tecnología.
El blanco fue la Universidad, lugar de infiltración y propagación de doctrinas disolventes, foco del desorden. En julio
del 66 “la noche de los bastones largos” provocó que profesores y alumnos renunciaran y se fueran al exterior. Otros
se quedaron para reconstruir redes intelectuales.
La censura se extendió: no minifaldas ni pelo largo, porque la iglesia decía que daba pie al comunismo. Se
reprimieron todas las manifestaciones.
Se redujo el empleo público y cerraron ingenios de azúcar. Plan de Acción: sindicalistas en 1976, despidos masivos,
retiros de personal, tuvo poca repercusión y la CGT suspendió las medidas.
Vasena, ministro de economía hizo un plan para estabilizar la economía: redujo la inflación , equilibró las cuentas del
Estado y la balanza de pagos (pag 198).
Invirtieron en obras públicas y quitaron impuestos a insumos importados, creció el producto bruto. La inversión fue
alta y no hubo desocupación. Se benefició al sector extranjero, las empresas de Frondizi produjeron más y algunas
fueron desnacionalizadas (vendidas).
Fueron perjudicados los sectores rurales, provincias, empresarios nacionales, sectores medios (pág. 201).
En el 68 se dividió la CGT: tradicionales y orientación social cristiana. Hicieron protestas y el gobierno negoció y
amenazó.
Onganía sacó a los tres comandantes. Grupos de empresas grandes salieron a defender a Vasena y se quejaron de su
autoritarismo y empezaron a pensar una salida política: Aramburu se ofrecía y hacia su aporte Paladino (delegado de
Perón).
La primavera de los pueblos
En el 69 estalló un movimiento de protesta poderoso (Cordobazo): protestas de estudiantes de muchas provincias.
Se sumó la CGT y ganaron el centro de la ciudad. Reprimieron muy fuerte y el pueblo resistió. Llegó el ejército y
recuperó el control. Murieron 30 personas y 300 fueron detenidas (también jefes sindicales). Fue el principio de una
ola de movilización social que se extendió hasta el 75.
El Cordobazo dio nuevo activismo sindical, sobre todo los obreros de automotores, reclamaban salarios pero
también condiciones de trabajo, ritmos, incentivos, clasificaciones y categorías. Huelgas violentas con tomas de
rehenes.
Muchos salieron a la calle en muchas provincias, protestaban por impuestos, aumentos de tarifas, un funcionario
que no les gustaba, descontento general, lo principal era el autoritarismo. En villas, barrios o ciudades se hicieron
redes de solidaridad. Conformaron un imaginario social sorprendente. La única alternativa era la revolución.
En el mundo también se manifestaban en contra del autoritarismo: Praga, Mexico, Brasil, Uruguay, Chile y la Iglesia.
El Papa decía que la violencia de abajo era por la violencia de los de arriba. Se unieron en un movimiento de
sacerdotes del tercer mundo. Incorporaron a la militancia a jóvenes de escuelas religiosas: solidaridad y compromiso
con los pobres.
La política universitaria cambió de forma, descalificadas desde lo académico, se convirtieron en centros de agitación
y reclutamiento.
Perón desde España siguió actualizando su discurso de varios temas y resultó permeable a muchos temas del
catolicismo y nacionalismo.
El Cordobazo revitalizó corrientes que confiaban en las posibilidades de acción de las masas. (pag 210).
La revolución era posible, en el 71 la izquierda propuso una unión entre todos pero no recibieron el apoyo de los
trabajadores.
Los discursos políticos se nutrieron de la experiencia de la primavera del pueblo teniendi en cuenta lo social.
Surgieron las primeras guerrillas a ppio del 60 y se reactivaron con la acción de Guevara en Bolivia. No había
alternativa mas alla de la acción armada. Surgieron muchos grupos: FAP, Descamisados, FAR, FAL, FRP, PRT, y
Montoneros, surgida del integrismo católico y nacionalista y peronista. Tenian teoría difernte pero todas aspiraban a
un alzamiento generalizado.
En el 70 Montoneros secuestró y mató a Aramburu: venganza y justicia por los fusilamientos del 56, otras fuerzas
coparon ciudades. Hasta el 73 la violencia no paró de crecer. Tenian buen equipamiento: plata, armas, material
médico. Otros hacían Robin Hood. Siguieron secuestrando empresarios. Nadie dudaba de las razones de esta
violencia, y la justificaban.
Los montoneros son los que mejor se adaptaron al clima del país, acutaron como aparato militar y triunfaron dentro
del peronismo.
Militares en retirada
La movilización popular se identifico con el Peronismo y las FFAA tuvieron que empezar a negociar su retirada con
sectores sociales y políticos y con Perón mismo.
Comenzaron a retirarse capitales extranjeros y la inflación creció. El clima cambió: sindicalistas menos dóciles y
empresarios quejándose. Ongania cada vez mas aislado de las FFAA. En junio de 1970 los militares depusieron a
Ongania y pusieron a Levingston, que estuvo hasta marzo de 1971. Éste negoció con la CGT, protegio a los sectores
empresariales nacionales, “compre argentino”, revitalización de los partidos políticos, movilización del pueblo:
indicios de la retirada.
La CGT lanzó en 1970 un plan de lucha con tres paros generales. Los partidos tradicionales firmaron el documento La
hora del pueblo: poner fin a proscripciones electorales, garantizar la democracia y respeto a las minorías y a las
normas constitucionales.
Levingston fue incapaz de negociar y fue hostilizado por el establishment económico. Además estaba enfrentado a la
CGT, a los partidos políticos y con los empresarios nacionales. En marzo del 71 se hizo otra movilización y se hicieron
presentes grupos armados. Lo sacaron y pusieron a Lanusse, quien anunció el regreso de la política partidaria y llamó
a elecciones generales, querían darle prioridad a la salida política y reconstruir el poder.
Los militares ya no podían garantizar la seguridad. Los debates surgieron en cómo enfrentar a estos grupos y se
crearon tribunales especiales para los guerrilleros. Algunos sectores del Estado o de las FFAA reprimieron
ilegalmente: secuestro, desaparición, tortura de militantes.
Se disolvió el ministerio de economía. Para el gobierno el centro estaba en el Gran Acuerdo Nacional que terminó
siendo una puja entre Perón y Lanusse. El gobierno proponía condena a los subversivos, acuerdo de la candidatura
(NO querían a Perón) y asegurarles un lugar a las FFAA institucionalmente en el próximo régimen (imposible).
En noviembre del 71 Perón sacó de la negociación a Paladino y puso a Cámpora. Perón alentó a las organizaciones
armadas y a la hora del pueblo. Organizó su propio GAN (frente cívico de liberación nacional) con otros partidos.
Lanusse tuvo que reducir sus exigencias. En noviembre del 72 Perón vino al país a organizar las fuerzas y su fórmula
electoral. En marzo del 73 el peronismo triunfó. La retirada de los militares se transformó en huida y liberaron a los
presos políticos por subversión.
La figura simbólica de Perón reemplazó la real, para todos expresaba un sentimiento nacional y popular. Para los
sindicalistas era el que traería la bonanza distribuida por el Estado, para los jóvenes era el líder revolucionario del
tercer mundo, que eliminaría a los traidores y traería liberación.
En marzo del 73 el país votó de forma masiva en contra de los militares y el poder autoritario.
1973: un balance
Para los protagonistas, las raíces de los conflictos hallaban una economía exasperante (promesas no cumplidas,
arranques y detenciones, etc.). La economía del país en este periodo tuvo en desempeño más o menos satisfactorio:
creció el sector agropecuario pampeano, se abrieron mercados para trigo y aceite argentino (la mayoría para países
socialistas), el sector agrario pampeano se transformó sustancialmente. La construcción de tractores y cosechadoras
mecanizaron la tarea y además el almacenaje y el transporte. Las empresas agroquímicas además, introdujeron
semillas hibridas, plaguicidas, herbicidas y fertilizantes. Esto permitió crecimiento de las exportaciones de granos y
aceites. También crecieron las industriales: maquinaria agrícola, herramienta, automotores, siderúrgicos y químicos.
Junto con esto, creció el producto industrial y se beneficiaron las empresas nacionales, que resistieron la primera
camada de las extranjeras y ocuparon los lugares que dejaron vacíos.
La industria se modernizó y se acercó a estándares internacionales gracias al aumento de inversión del Estado.
Hubo un crecimiento del mercado interno gracias al aumento del empleo industrial y construcción. Los sindicatos
conservaron su eficacia.
La conflictividad social fue fuerte y los sindicalistas conservaron su poder.
Quienes confiaron en Perón para acallar la movilización en 1945, confiaban ahora en el para controlar la situación.
La Hora de Pueblo fue usada por Perón para mostrar a la sociedad su intención de paz y para garantizar el respeto de
las formas constitucionales, pero no llegó a constituir un espacio de discusión.
La voluntad popular se expresó libremente y las manifestaciones fueron un importante elemento de participación.
Llegaban a asociar el poder con el enemigo y con la represión.
Las organizaciones armadas se metieron en el movimiento popular, en los barrios, fábricas y en los estudiantiles.
Sobre todo los montoneros que combinaron la acción clandestina con el trabajo de superficie, a través de la
Juventud Peronista.
La vuelta de Perón
25 de mayo del 73 asumió Cámpora y el 20/6 volvió Perón. Se enfrentaron grupos armados en Ezeiza y fue masacre.
En julio renunciaron Cámpora y el vice, dejándole el poder al titular de la cámara de diputados. En septiembre hubo
elecciones y ganaron Perón e Isabel. Perón muere al año y asume Isabel hasta que la depusieron el 24 de marzo de
1976.
Perón y Perón armaron su proyecto en tres bases: 1 acuerdo democrático entre las fuerzas políticas, 2 pacto social
con grandes representantes corporativos, 3 conducción más centralizada de su movimiento. Para que esto
funcionara, la economía debía ir bien, para también poder reforzar el poder del Estado. Las FFAA estaban resistidas a
Perón y el pacto social funciono mal desde el principio.
El Programa de Reconstrucción y Liberación Nacional (5/73), quería superar las limitaciones al crecimiento de una
economía cuya base no se pretendía modificar. Querían apoyar la expansión del mercado interno, el crecimiento de
las exportaciones tradicionales y ampliar los mercados.
Las empresas nacionales fueron ayudadas con créditos especiales para lograr mayor eficiencia y control. Se
incrementó la cantidad de empleados públicos y de empresas del estado, lo que contribuyó a reactivar la economía
interna (con déficit creciente).
La clave del programa era el pacto social para solucionar el problema de la economía. Congelaron precios y
suspendió por dos años de convenciones colectivas de paritarias (compensado con un aumento del 20% de los
sueldos).
La inflación frenó bruscamente, el buen comercio exterior permitió acumular un superávit y las mejoras salariales. El
aumento del consumo hizo que reaparezca la inflación y aumentó el precio del petróleo a nivel mundial encareció las
importaciones.
El pacto social debía servir también para encontrar una manera equitativa de distribuir los mayores costos. Los
empresarios se cagaron en el pacto y aumentaron precios, hubo desabastecimiento, mercado negro, exportaciones
clandestinas, etc.
La CGT no estaba cómoda con el gobierno peronista porque no les servía su clásico modo de negociar. Los
sindicalistas carecían de la capacidad de cogobernar. La movilización de los trabajadores les impidió negociar. Las
fábricas estuvieron en estado de rebeldía.
El 12/6 Perón llamó a movilización para pedir disciplina, si no renunciaba.
Isabel se propuso homogeneizar el gobierno poniendo amigos en los puestos claves y rompiendo alianzas que había
hecho Perón. La agitación de los sindicatos disminuyó para el 75.
En el 75 la crisis económica urgia tomar decisiones drásticas: balanzas de pagos graves, la inflación muy alta, el
Estado desbordado (llamaron a paritarias y arreglaron un 40%). El ministro de economía Rodrigo no cumplió con las
paritarias y decidió una devaluación del 100%, aumentando los precios. Los sindicatos exigieron paritarias y los
empresarios cedieron.
Realizaron los aumentos pero fueron comidos rápido por la inflación. El gobierno entró en la etapa final.
Montoneros y juventud peronista aprovecharon la adhesión a Perón y se insertaron aun mas en el movimiento
popular.
En la cultura política de estos sectores podían reconocerse dos concepciones. 1 la vieja tradición peronista,
nacionalista y distribucionista, 2 se arraigó en una parte de los sectores populares.
El triunfo del 73 abrió la lucha por la conducción real del partido. A ppios del 73, por la euforia electoral, los
militantes de la Tendencia, se tiraron a ocupar espacios de poder en el Estado. Simpatizantes de ellos ocupaban
ministerios o gobiernos. Las universidades fueron la base de la movilización de la juventud peronista.
Con la renuncia de Cámpora, perdieron las gobernaciones y los ministerios. Las universidades fueron entregadas a la
ultraderecha para su depuración.
Aumentaron los asesinatos, Montoneros mató a personajes importantes. Contra ellos se constituyó otro terrorismo:
aparatos parapoliciales con matones sindicales (Triple A).
Los montoneros se enfrentaron a la vuelta de un líder que empezaba a hablar inequívocamente recordando la
ortodoxia peronista. El 1/5 hubo una ruptura, abandonaron la plaza porque Perón los expulsó y renunciaron a hablar
en nombre del movimiento. Murió Perón y quisieron tomar su herencia: Partido Peronista Autentico.
Aumentaron mucho más los asesinatos y secuestros para sustentar gastos. Intervinieron en los conflictos sindicales,
creció la represión clandestina.
Desde 02/75 el ejército tuvo la tarea de reprimir la guerrilla de Tucumán. El genocidio estaba en marcha.
En julio del 75 el ejército no apoyó a la presidenta. Los militares comenzaron a preparar el golpe. El general Videla,
se negaba a respaldar políticamente al gobierno y puso plazos. La crisis económica y la política hicieron que sea más
rápido su reemplazo.
El 24 de marzo de 1976 depusieron y arrestaron a Isabel. El grueso de la población lo tomo como inmenso alivio y
muchas expectativas.

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