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ENFOQUE GENERAL
Como área de estudio, ha tomado nuevos rumbos en las últimas décadas, particularmente en países
en desarrollo como Bolivia. Si bien como área de actividad, la administración pública es tan antigua
como la humanidad como disciplina científica, y como área de enseñanza, es relativamente nueva.
En 1887, Woodrow Wilson, considerado en algunos círculos como el padre de la administración'
pública, publicó el primer ensayo que se conoce sobre su estudio, como área o disciplina que se
podía analizar, estudiar, investigar y sistematizar.
Según Wilson, el estudio de la administración pública es definir "lo que puede hacer un gobierno en
forma debida y acertada, y establecer cómo ha de hacerlo con la mayor eficacia posible y con menor
gasto de energía y dinero".
Como ciencia se relaciona con la sociología, con la economía, con la ciencia política con la
psicología, y con muchas ciencias más.
Como área de actividad se relaciona con todos los sectores del quehacer de la sociedad, como ser
educación, salud, vivienda, seguridad social, transporte, comunicaciones, sector privado, relaciones
Internacionales, etc.
Las sociedades antiguas al igual que las modernas, tenían gobiernos cuyas actividades se
constituían en lo que hoy conocemos como administración pública. En las sociedades antiguas, eran
pocos los que tenían acceso al poder y pocos los que tenían derechos políticos. Normalmente, ello
estaba condicionado por la clase social, la alcurnia y los derechos que adquiría un individuo, sólo por
el hecho de pasar dentro de una familia o dentro de una capa social, o por su relación con la
jerarquía eclesiástica.
A través de los siglos, desde la Edad Antigua hasta la Edad Media, el manejo de la sociedad estuvo
en manos de unos pocos. En la Edad Media, la posesión de feudos era el instrumento a través del
cual se dominaba y controlaba la vida, la libertad y los destinos de quienes conformaban estas
sociedades. El mercantilismo y el inicio de la revolución industrial introdujeron en la sociedad,
nuevas formas de relaciones entre los individuos y sus gobernantes.
Hace trescientos o más años, lo que interesaba primordialmente era la constitución del gobierno, su
composición, su ordenamiento y los principios abstractos del acto de gobernar. Con el advenimiento
de la república y los gobiernos democráticos, se incorporó en el manejo del gobierno y de sus
actividades, a un contingente más grande de individuos, el pueblo.
De acuerdo a Pope Atkins (Atkins; pp 27) "Uno de los cambios más radicales en el concepto de
soberanía, sucedió con el desarrollo del republicanismo a fines del Siglo XVIII. El lugar de la
soberanía del Estado, se desplazó desde la persona tangible el monarca a la abstracción de
nosotros el pueblo. La transición exigía la emergencia de la doctrina de la soberanía popular, en la
cual la voz del pueblo (vox populí) reemplazó a la de Dios (vox Dei) como base ultima de la
autoridad".
La democracia implicaba mayor complejidad, puesto que los gobernados esperaban que las leyes
se interpreten y apliquen correcta y justamente en todos sus aspectos.
El Estado expresa su voluntad a través del gobierno y ejecuta a través de lo que conocemos como
administración pública.
La Constitución Política del Estado es la Ley de Leyes de una nación. Todo ciudadano que se
considere como tal, debería conocer y entender la Constitución Política de su país.
La Constitución Política de Bolivia, describe y explica el rol y funciones de los cuatro Poderes del
Estado, su composición y sus atribuciones. Finalmente, determina el régimen económico y
financiero del país, así como el régimen social, cultural, municipal, electoral, y de la policía nacional.
Nación: Es una unidad geográfica conformada por un conjunto de individuos que habitan en un
territorio común y que comparten idioma, tradiciones, valoras, historia, costumbres, etnia y cultura.
Una nación comparte una conciencia social.
Gobierno: Es el conjunto de organismos del Estado. Es el instrumento a través del cual se formula
la voluntad del Estado y se cumplen los fines del mismo. La palabra gobierno significa dirigir,
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BIBLIOGRAFIA
Fernández Escalante, Fernando M.- "Dirección y Organización ' de Empresas Privadas y
Públicas".- Ediciones Macci.- Buenos Aires, 1.973.
White, William H. ,"The Organization Man".- Simón and Schus-. ter, New York, 1.956.
Paul H. Appleby.- "Poltcy and Administration".- University of Alabama Press, Alabama, 1949.
Gestión de la Administración II
gobernar, conducir.
Burocracia: De acuerdo a Max Weber, la burocracia es la forma endenté y efectiva de organizar una
empresa a través de una estructura jerárquica basada en una autoridad formal y legal. Para Weber,
burocracia significa la dominación gradas al saber y es sinónimo de eficiencia. Una burocracia basa
sus acciones en un conjunto de reglas y regulaciones que norman las actividades de la organización
de la de sus empleados.
Dentro de una organización burocrática se supone que los intereses del individuo están
subordinados a los intereses de la organización.
La burocracia es un tipo ideal. Un tipo ideal es una concepción idealizada de algún fenómeno o cosa
natural. El tipo ideal representa lo que podría ser algo. En la práctica sólo existen aproximaciones a
los tipos ideales.
• Por ejemplo, en una organización burocrática ideal, se selecciona a los empleados estrictamente
en base a requisitos previamente establecidos y comprobados, no tiene cabida el favoritismo. Los
individuos se especializan en fundón de la división del trabajo y son promovidos a cargos superiores
en base a la antigüedad y al mérito, en fundón de reglas preestablecidas y bien documentadas.
El empirismo o la observación de los hechos, ha sido siempre una práctica inicial dentro de cualquier
ciencia o arte. El estudio, la investigación, la observación de los hechos, la réplica de ciertos
eventos, llevan al conocimiento científico, a la aplicación del conocimiento científico y a la ciencia.
La administración no escapa a esta regla. El objeto del estudio científico es precisamente establecer
principios que rijan el ordenamiento, la comprensión y la aplicación de conocimientos en un
determinado campo.
En la administración, como disciplina y como ciencia, también existen principios. Los principios de
planificación, organización, coordinación, control, dirección y toma de decisiones, se basan en
reglas que, a su vez, se originaron a partir de la observación de hechos y conducías.
Qué significa esto?, que el Estado tiene la responsabilidad de asegurar que dentro de la sociedad,
sus habitantes disfruten de bienestar social y económico. El Estado asegurarse que los servicios
básicos sean provistos a todos los habitantes de un país.
El rol del Estado, es asimismo asegurar que los habitantes de un país tengan acceso a
oportunidades do trabajo, a servicios de salud o educación y que todos tengan acceso equitativo a la
riqueza económica a fin de satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vivienda,
educación, salud y recreación.
El Estado tiene el deber de proveer aquellos servicios que, de otra manera, no serían provistos por
nadie, principalmente porque son servicios que no rinden ningún tipo de utilidad económica.
El sector privado, tiene como objetivo proveer productos y/o servicios competitivos por un prado
determinado, a uno o varios segmentos de la población. Normalmente, el sector privado tiene como
objetivo final el obtener una utilidad económica, con excepción de las entidades sin fines de lucro.
Dentro de este contexto, el sector privado es mucho más consciente que el sector público en cuanto
a la relación costo/beneficio y tiende a ser eficiente en sus operaciones desde los procesos de
insumo, su transformación en productos intermedios o finales hasta la comercialización, distribución
y venta de los mismos.
Con excepción de las organizaciones privadas voluntarias y sin fines de lucro, el sector privado
busca monopolizar el mercado de un servicio o producto, se asegura de tener la mejor calidad a los
menores costos, los precios más competitivos del mercado y la mayor utilidad o beneficio.
El Estado, como responsable del desarrollo económico y social de la estabilidad política de un país,
debe garantizar que todos los segmentos de la población tengan acceso a todos los servicios.
Asimismo, el Estado, aún a pesar del costo excesivo que pudiese tener la provisión de un servicio,
tiene la responsabilidad de proporcionarlo puesto que en su ausencia, probablemente el sector
privado no lo ofrecería especialmente si en ello no existe algún tipo de utilidad económica.
Considerando el típico argumento de que el Estado es un "mal administrador", no debe olvidarse ose
el Estado debe ofrecer ciertos servicios o productos a pérdida, puesto que es el único que puede
hacerte, sin el incentivo de la utilidad económica.
Los inversionistas privados no invierten su capital en empresas que no rindan alguna utilidad. Si el
Estado no ofrece un servicio y obviamente la empresa privada tampoco, ello implica que ciertos
segmentos de la población aquellos que específicamente no gozan de privilegios económicos,
estarían también privados de tener acceso a un servicio básico.
El éxito de una empresa privada depende en gran medida de la venta de los bienes de servicios que
produce. Esto se logra mediante la calidad del producto o servicio la buena comercialización, y el
precio competitivo del mismo. Estos factores, combinados son los que dan "satisfacción" al cliente
con un producto o servicio.
El cliente
En esencia, la clientela del sector público es la sociedad en su totalidad, es decir, los estantes y
habitantes de un país, de todas las categorías sociales, de todos los grupos étnicos, y de todas las
edades.
Los servicios públicos, son los servicios que el Estado tiene la responsabilidad de ofrecer, a fin de
cumplir con su objetivo de garantizar el bienestar común, respondiendo a necesidades que la
sociedad considera vitales para su existencia.
Mientras que la cantidad y calidad de los servicios y productos que ofrece el sector privado se
determinan en función desdores tales como el margen de utilidad las condiciones de oferta y
demanda, y el nivel de precios adecuado para su venta, los servicios públicos se identifican en
función de criterios tales como su eficiencia y efectividad, en relación a las necesidades de la
sociedad.
La eficiencia se refiere, en este contexto, a la selección adecuada y correcta de los servicios que se
deben ofrecer, es decir, significa que los servicios que se ofrezcan sean aquellos que la comunidad
necesita.
La efectividad se refiere más bien a que los servidos o bienes que ofrezca el Estado sean de calidad,
oportunos y cumplan con la función para la cual fueron seleccionados.
Importancia que debería tener la calidad de los servicios públicos, teniendo en cuenta que
por naturaleza, son de carácter gratuito.
EL ADMINISTRADOR PÚBLICO
Si el rol del Estado es el de velar por el bienestar social y económico de una sociedad, el
administrador público es el agente a través del cual el Estado cumple con esta función.
Por tanto, es importante comprender que el rol del administrador público es muy diferente al rol de
un administrador dentro del sector privado, ya que los instrumentos, los recursos y los mecanismos
de los que se sirve el administrador público son diferentes a los del administrador privado, como lo
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BIBLIOGRAFIA
Fernández Escalante, Fernando M.- "Dirección y Organización ' de Empresas Privadas y
Públicas".- Ediciones Macci.- Buenos Aires, 1.973.
White, William H. ,"The Organization Man".- Simón and Schus-. ter, New York, 1.956.
Paul H. Appleby.- "Poltcy and Administration".- University of Alabama Press, Alabama, 1949.
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son los objetivos y los fines de las organizaciones en las que ambos trabajan.
La relación costo/beneficio típica del sector privado, se traduce, dentro del sector público, además,
en una relación de equidad / calidad.
Finalmente, el administrador, público debe saber dimensionar la relación entre los recursos de que
dispone el Estado y las necesidades de la población, y debe aplicar los principios de eficiencia y
efectividad en todo momento y en todo lugar, junto con la ética que debe poner en práctica en el
desempeño de sus funciones.
Dentro de este contexto el administrador público no debería ser cualquier individuo; es decir, que se
debe formar administradores públicos, tanto a nivel técnico como a nivel académico.
El administrador público debe tener una formación conciencial de lo que implica su función. Los
miembros de las varias .profesiones, si bien sólidamente formados necesitan estar conscientemente
entrenados para servir a la comunidad con el convencimiento y el entendimiento que son necesarios
dentro de la función de administrador público.
Para cumplir con su rol de generador y coordinador del bienestar general de una sociedad, el
Estado, como en cualquier organización, necesita hacer un inventarío de las necesidades que se
deben satisfacer y un inventario de los recursos con que se cuenta.
Hay sociedades en las que la relación necesidades versus recursos es equilibrada, vale decir, los
recursos igualan o sobrepasan a las necesidades. Estas son sociedades económicamente
desarrolladas, y por tanto, desarrolladas en lo social y político.
Las sociedades en las que las necesidades sobrepasan y exceden a los recursos disponibles, son
típicamente sociedades subdesarrolladas o en vías de desarrollo en las que hay una falta de
recursos económicos, no solo a nivel del Estado, sino también a nivel de sector privado.
Todas las funciones administrativas caen dentro de los dos grandes campos en que se divide la actividad
humana; la administración pública y la privada. Por ello nos referiremos a los caracteres generales de cada
tipo, señalando después sus semejanzas y diferencias.
1.- Concepto.-
La administración pública es el conjunto de órganos administrativos que sirven al Estado para la realización de
funciones y actividades destinadas a la provisión de obras, bienes y servicios públicos a la sociedad. Fernández
Escalante dice que "es el sistema que tiene por fin dirigir y coordinar la actividad del Estado hacia los objetivos
que se ha propuesto para el beneficio del país".
2.- Objeto.-
Del concepto que acabamos de dar se desprende que la administración pública tiene como objeto "utilizar
eficazmente los recursos del pueblo, puestos a su disposición; eliminar los despilfarras; reducir los gastos
directos e indirectos, mantener la eficiencia; conservar y utilizar con criterio a hombres, máquinas y edificios, y
proteger el bienestar y el interés de los empleados" (Fernández Escalante). En otras palabras, William H. White
resume el propósito de la administración pública como "la conservación de la paz y el orden, la realización
progresiva de la justicia, la protección contra la inseguridad, la prestación de los servicios sociales a los
funcionarios y a la población en general, y el ajuste y transacción entre intereses antagónicos, ajustándolos al
interés superior de la Nación".
En los hechos, los propósitos de la administración pública son materia de constante revisión, teniendo en
cuenta que "no hay límites para los servicios que se requieren del Estado". A partir de la Primera Guerra
Mundial, y sobre todo después de la Segunda, el aparato político ha experimentado profundas
transformaciones en dirección al Estado Servicio, propulsor del cambio económico y social que exige la
humanidad, en sustitución del Estado- gendarme, guardián del orden público que simplemente mantenía el
statu quo. Estos cambios suponen una multiplicidad creciente de funciones que la administración pública debe
asumir, tanto más si vemos que el Estado se arroga cada vez mayores responsabilidades, especialmente en los
países atrasados y en los regímenes socialistas.
El aparato de la administración pública es político porque sirve de instrumento al Estado para la realización de
sus fines, que son fines políticos necesariamente. Por esto dice Paul Appleby que "la administración pública
establece normas, pero no en forma autónoma, exclusiva o aislada, sino en el terreno en que luchan
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Fernández Escalante, Fernando M.- "Dirección y Organización ' de Empresas Privadas y Públicas".- Ediciones Macci.- Buenos
Aires, 1.973.
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poderosas fuerzas contrarias, engendradas por la sociedad y en su seno. Estas normas se dan sujetándose a
otros que también las dan". O sea que la administración pública actúa sobre y recibe la influencia de la
sociedad global.
Aquí radica su vinculación estrecha con la política, puesto que ésta es la ciencia del gobierno de las sociedades.
La administración general, y la administración pública en particular, son también tareas políticas porque
además de ciencia y conocimientos requieren para su ejecución de tacto, receptividad, liderazgo e intuición,
cualidades éstas que son necesarias para interpretar y satisfacer las necesidades sociales.
Hay que distinguir, sin embargo, entre la acción política que da contenido a la administración pública, y el
politiqueo que suele desviarla, perjudicándola. Hay politiqueo cuando se subordina los intereses sociales a los
de los partidos; cuando la administración sirve a los intereses de las personas que la representan y no a la
nación; cuando predominan el arribismo y la arbitrariedad en desmedro de la política, que es el bien general.
En los países atrasados suele suplantarse la acción política de la administración pública por el politiqueo de las
personas o círculos gobernantes.
La administración es el principal instrumento del desarrollo económico de los pueblos. Sin "embargo, todavía
no se ha tomado conciencia de esta realidad en todas partes, y ésta es una de las razones por las cuales la
administración pública permanece rezagada. Otra razón está en el ritmo creciente de las necesidades sociales
que no permite al aparato estatal (hombres y recursos) ejercer adecuadamente sus funciones. Hay siempre
una brecha entre las necesidades sociales y los medios para satisfacerlas, brecha que se ensancha no sólo en
los países atrasados, sino en los desarrollados también.
El atraso de la administración pública es particularmente agudo en los países que están en vías de desarrollo
debido a problemas de desorganización, carencia de recursos, inestabilidad política, falta de comunicaciones,
etc. Todo esto se traduce en falta de personal idóneo para ocupar los puestos de responsabilidad, sea porque
el nivel de educación nacional es bajo: sea porque las remuneraciones son exiguas y los más capaces se
sienten atraídos hacia la actividad privada que paga mejores salarios, o emigran al extranjero; sea porque no
existe el servicio público como una carrera y los cargos de la administración son transitorios, lo cual ahuyenta
también a los mejores.
La carrera administrativa o servicio civil de carrera tiende a formar empleados profesionales especializados en
sus respectivas competencias, cuyo trabajo garantice eficiencia, continuidad y responsabilidad en la
administración pública. Este servicio se basa en el mérito y la idoneidad como únicos requisitos para el
desempeño de funciones públicas, (ver art. 40, inc. 2 de la Const.) de suerte que el empleado esté seguro en su
trabajo mientras cumpla debidamente sus obligaciones, y sepa que puede ascender a puestos de mayor
responsabilidad progresivamente. En consecuencia, la carrera administrativa rechaza el favoritismo político y
personal que tanto daño hacen al país, desde el momento en que por esta vía no se busca al hombre idóneo
para el puesto adecuado, sino que se busca el cargo —y se lo crea a veces— para acomodar allí al favorito.
En contrapartida por la seguridad y protección que le brinda el Estado en el curso de su carrera, el empleado y
el funcionario público deben ofrecer lo siguiente; 1) competencia técnica, profesional y/o administrativa; 2)
cumplimiento y asiduidad en el desempeño de sus tareas; 3) responsabilidad administrativa, civil y/o penal de
acuerdo a las leyes; 4) neutralidad política.
La neutralidad política no supone que el empleado o funcionario estarán prohibidos de militar en un partido y
de profesar un credo o una idea; sino que serán leales a la política que el gobierno imprima a las funciones
administrativas. Esta lealtad implica que los empleados actuarán con imparcialidad política y que estarán
siempre a las órdenes del aparato estatal, a través de los canales respectivos. Supone también la neutralidad
política que los empleados no desarrollarán actividad política militante en sus puestos de trabajo. Cuando el
agente no esté de 'acuerdo con la política impresa a su departamento, podrá exponer sus ideas y
observaciones; pero si éstas son rechazadas, aquél debe admitir la conducta establecida o renunciar a sus
funciones. El Art. 21, inc. j) de la Ley de la Carrera Administrativa (D.L.-N9 11.049 de 24-8-1.973) prohíbe a los
funcionarios públicos "realizar actividad política contraria a la estabilidad institucional".
La Constitución Política de Bolivia dispone que una ley especial establecerá el Estatuto del funcionario público
"sobre la base del principio fundamental de que los funcionarios y empleados públicos son servidores
exclusivos de '-los intereses de la colectividad y no de parcialidad o partido político alguno" (art. 43).
Innecesario es decir que en los hechos ocurre en nuestro país todo lo contrario a lo que prescribe esta norma.
El D.L. N" 11.049 de 24 de Agosto de 1.973 aprueba las leyes del Sistema Nacional de Personal y de la . Carrera
Administrativa.
El programa de asistencia técnica de las Naciones Unidas en administración pública se refiere a las funciones
auxiliares, o sea aquellas que sirven de apoyo a las funciones primarias de los gobiernos. Dichas funciones
auxiliares conciernen a la administración central de gobierno, como son organización y métodos,
administración de personal y administración financiera, compras, archivo, capacitación de personal, etc. Otras
conciernen a las operaciones descentralizadas institucional y regionalmente.
Este programa cubre cuatro grandes campos cuyas actividades se amplían sin cesar. Por una parte están los
estudios e investigaciones sobre asuntos administrativos. Luego están los seminarios internacionales para
funcionarios públicos de categoría superior. Hay un programa de becas de perfeccionamiento o ampliación de
estudios y la ayuda de expertos que trabajan con los gobiernos.
Sobre esta materia, Bolivia suscribió con, las Naciones Unidas el Acuerdo de 14 de Diciembre de 1960, que
establece el marco general dentro del cual la ONU facilita funcionarios especialistas administrativos al
gobierno de Bolivia.
La administración privada se ocupa del manejo de todas las actividades que no están a cargo del Estado, y
tiene por objeto la provisión de bienes de capital, de uso y consumo, así como la prestación de servicios a la
población, para satisfacer las necesidades sociales en las mejores condiciones posibles.
A primera vista surge que la importancia de ambas administraciones se equipara; pues si bien la
administración pública cubre un campo de acción más amplio y cada vez mayor (el 70% de las actividades en
Bolivia); no es menos cierto que la actividad e iniciativa privadas juegan un papel en el desarrollo de los
pueblos, especialmente en los países de economía de mercado y aún en ciertos sistemas socialistas que dejan
a determinados sectores en manos de la actividad privada. En países capitalistas, como los Estados Unidos,-la
mayor parte de la actividad económica está en manos de la iniciativa privada.
No es éste el lugar para repetir la polémica que desde -antiguo ha separado a los partidarios de la economía
dirigida por el Estado y a los que, por su parte, piensan que el interés individual es el que mueve a las
sociedades. Contemporáneamente cobra vigor la tendencia a que el Estado tome a su cargo los sectores
básicos y estratégicos de la economía nacional; minas, hidrocarburos, siderurgia, energía, transporte,
comunicaciones, educación, etc., y ejercite sobre los demás sus prerrogativas de planificación, dirección y
control de la economía, sin absorber completamente las funciones y actividades que en condiciones
competitivas y al margen de todo monopolio, pueden muy bien ser desarrolladas por la iniciativa privada.
Lo que caracteriza a las dos administraciones (la pública y la privada) es que ambas tienen como objetivo
fundamental la prestación de servicios o la provisión de bienes en las condiciones más ventajosas posibles para
la comunidad. Tanto el Estado como las instituciones privadas se proponen servir en la mejor forma a los
administrados y consumidores.
Para conseguir este objetivo, es obvio que tanto una como otra administración deben expresarse a través de
organizaciones eficientes y dinámicas. Si no hay eficiencia ni agilidad en la administración, los objetivos
mencionados no podrán alcanzarse. Eficiencia y dinamismo suponen al mismo tiempo otros factores que
entran en juego, como ser la moral pública y privada, la honestidad, el cumplimiento de las (áreas, la
responsabilidad etc.
Quiere esto decir que los principios básicos de la Ciencia de la Administración se aplican por igual a la
Administración pública y a la privada, para conseguir los mismos objetivos. Como cualquier gobierno, la
administración privada debe ser legítima, en el sentido de que debe ejercer su autoridad en el' interés de los
'gobernados, vale decir en el interés general.
Es interesante recordar aquí que hace 25 siglos el filósofo chino Confucio señaló seis normas básicas que
deben seguir los funcionarios públicos en el desempeño de sus fundones. Dichas normas, de carácter general,
son aplicables en realidad tanto a la administración pública como a la privada en nuestros días:
V.- DIFERENCIAS.-
Las diferencias arrancan principalmente del tamaño de ambas administraciones, que a veces no permite, por
ejemplo, coordinar y controlar la Administración pública con la misma eficacia que la privada. Esta
circunstancia hace también que los principios se ejecuten con mayor dinámica y flexibilidad en la
administración privada.
Una distinción de carácter general reside en la ausencia de lucro en la Administración pública, mientras que a
la privada le permite justamente —el lucro— realizar su objetivo básico da servicio a la sociedad. Sin embargo,
hay que recordar que la administración pública dispone de los impuestos, tasas y contribuciones que pagan los
Hay también diferencias en los medios y los límites de acción, como anota Jiménez Castro, "pues existe una
mayor rigidez legal y. reglamentaria en la administración pública, para garantizar, al menos en un sistema
democrático de gobierno, que el poder se ejerza dentro de los límites legales".
Los caracteres distintivos de ambas administraciones, según Paul H. Appleby, residen en la amplitud del radio
de acción, la medida de responsabilidad y el contenido político de los actos de la administración pública,
puesto que esta se relaciona directamente con los fines del Estado. Por esto dice Drucker que el administrador
público debería combinar las mejores cualidades del estudioso de la economía, del dirigente político y del
técnico de administración.
Se ha señalado también que una de las diferencias más visibles radica en el carácter tutelar de la
administración pública sobre la privada, que se manifiesta en distintos grados de país a país.
En Bolivia, por ejemplo, tenemos el Régimen Económico y Financiero en nuestra Constitución Política vigente
(Arts. 132 al 155), que establece la tuición del Estado sobre las materias de orden económico, comercial e
industrial. Particularmente relevantes son los capítulos I y III de dicho Título (Arts. 132-135 y 141-145;
estudiar este Título).
De acuerdo a Abraham Maslow, el hombre tiene necesidades básicas primordiales que debe
satisfacer simplemente para sobrevivir. También tiene otro tipo de necesidades que, si bien no
redundan en su supervivencia física, son de absoluta importancia en su supervivencia como ser
social.
3) necesidades de afecto
4) necesidades de auto-estima
Las necesidades antes mencionadas, caben dentro de tres contextos: económico, social y político
Las necesidades económicas están relacionadas con las necesidades fisiológicas y de seguridad (1 y
2); las necesidades sociales y políticas están relacionadas con las necesidades de afecto, auto-
estima, auto-realización y éxito (3, 4, 5).
Doc.: Lic. Marcelo Aramayo Gestión de la Administración
BIBLIOGRAFIA
BEATRIZ SAENZ-O´BRIEN, Bolivia: Introducción a la Administración Pública
QUIROGA LAVIE, Humberto, Derecho Constitucional, Buenos Aires, Argentina, DePalma, 1987, pagina 43.
MARGOT MARIACA, Modelo y Bases del Estado Plurinacional de Bolivia
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Dentro de este contexto, el Estado tiene como rol principal el de ver que los estantes y habitantes
de un país, tengan frente a sí las oportunidades, los recursos y los medios para satisfacer estas
necesidades.
Cuanto más desarrollado es un país, más alto es el nivel de necesidades que los habitantes tienen
posibilidad de satisfacer.
Típicamente, en países en vías de desarrollo, como por ejemplo Bolivia, la mayoría de la población
vive simplemente tratando de satisfacer los dos primeros niveles de necesidades de la jerarquía de
Maslow, es decir, alimentos, salud, educación, vivienda, trabajo.
En los países en vías de desarrollo, para la mayoría de la población es ciertamente más difícil el
poder satisfacer necesidades que van más allá de los dos primeros niveles de la jerarquía de Maslow.
Los factores que impiden que el Estado pueda cumplir con su rol son numerosos. Los clasificamos
así:
Económicos: Los recursos son limitados. La capacidad de transformar las materias primas en
productos finales es reducida pues no existe capacidad industrial. No hay capacidad de ahorro ni de
inversión. Normalmente estas sociedades exportan materias primas e importan productos acabados
y dependen de la ayuda y préstamos de países desarrollados.
Sociales: Tradicionalmente estas sociedades tienen minorías que siempre han tenido acceso a los
más grandes componentes de la riqueza y mayorías que también tradicionalmente han vivido con
un standard de vida por debajo de lo que se considera mínimamente aceptable en las sociedades
desarrolladas.
Políticas: Probablemente debido a las limitaciones económicas y sociales, las sociedades en vías de
desarrollo, indefectiblemente, han sufrido de una total inestabilidad política, víctimas de constantes
golpes de estado y una casi completa inhabilidad para instaurar y mantener procesos democráticos.
¿Qué es el desarrollo?
En las sociedades desarrolladas es más grande el porcentaje de gente que tiene acceso a bienes y
servicios tales como salud, educación, vivienda, protección de las leyes.
En estas sociedades es más equitativa la distribución de la riqueza. Por tanto, no es tan grande ni
tan intensa la división entre los que tienen y los que no tienen.
Por otra parte, en las sociedades subdesarrolladas o en vías de desarrollo, hay grandes contingentes
de gente de muy bajos recursos, gente que vive con pocas esperanzas de mejorar económica y
socialmente. Son estos contingentes los que tienen los más altos niveles de analfabetismo y a
quienes afectan con más intensidad las enfermedades y en los que ocurre la mayor cantidad de
muertes infantiles. En estos segmentos de la población de países en vías de desarrolle la expectativa
de vida al nacer está muy por debajo del promedio considerado aceptable y las tasas de desempleo
y sub-empleo son muy altas.
Cuanto más subdesarrollada está una sociedad, menor su capacidad de producción, de consumo,
de inversión y de pago de impuestos.
En estas sociedades la población, que generalmente es la mayoría, no tiene aún un rol muy
influyente en los procesos políticos, por tanto tiene muy poco que ver con su propio destino
económico, político o social
Las sociedades desarrolladas están, por lo general, compuestas por una población que en su mayoría
corresponde a un nivel de clase, cuyo acceso a las oportunidades de vivienda, educación y otros
servicios es equitativa.
El modelo graficado de una sociedad desarrollada se puede representar por una figura de ROMBO:
SOCIEDADES DESARROLLADAS
% DE LA POBLACION
En las sociedades desarrolladas, la población que es económicamente muy solvente o muy pobre,
representa porcentajes muy bajos. En estas sociedades la mayoría de la población tiene ingresos
promedio aceptables, y vive con holgura, como por ejemplo los Estados Unidos, Suiza, Suecia, o el
Japón
Por otra parte, en las sociedades subdesarrolladas ó en vías de desarrollo, la figura que representa
la distribución de la población, en términos económicos y sociales, es más bien una PIRAMIDE
Así se tiene que, cuanto más bajo se encuentren los individuos en la pirámide, más alta será la tasa
de analfabetismo, menor la cantidad de gente que posea una vivienda, más alta la tasa de
mortalidad infantil más baja la expectativa de vida al nacer, y más probable que sean habitantes del
área rural.
Mientras que, en las sociedades desarrolladas, el más grande porcentaje de la población tiene
acceso equitativo a los servicios básicos, en los países subdesarrollados ó en vías de desarrollo, estas
oportunidades van rebajando conforme se baja de nivel en la pirámide socio-económica.
Es muy difícil hacer funcionar la democracia cuando grandes segmentos de una sociedad viven en
condiciones económicas, sociales y políticas que están muy por debajo de los estándares aceptables.
Es decir, que hacer funcionar la democracia cuando existe un 50% de analfabetismo, o un 130 por
mil de mortalidad infantil, o un ingreso per cápita anual de menos de 400 dólares, es mucho más
difícil que en sociedades en las que el promedio general de la población sabe leer y escribir, tiene
empleo, está bien alimentado y tiene acceso a servicios públicos de educación y salud eficientes.
No es fácil, en términos generales, convencer a alguien con hambre, que tiene derecho al voto y que
debe participar en el manejo de los destinos de su sociedad.
Administrar el sector público dentro de un marco institucional democrático debería ser tarea más
sencilla que en un contexto no democrático, pero no lo es necesariamente.
Asimismo, administrar el sector público en un país en vías de desarrollo debiera ser igual que hacerlo
en un país desarrollado. Pero no lo es. Ello porque la selección de los servicios, la calidad y cantidad
de los mismos, y la posibilidad de satisfacer las necesidades de la población, están determinados:
En los países desarrollados existen recursos que sustentan firmemente los programas de las
instituciones públicas que ofrecen servicios y bienes a la sociedad.
En los países en vías de desarrollo, los recursos son escasos, y si bien los procesos democráticos
pueden estar bien encaminados, a veces son debilitados precisamente por la pobreza, el hambre, la
enfermedad y el analfabetismo.
La calidad y el grado de desarrollo que alcance una sociedad democrática están obviamente en
relación al nivel de educación de dicha sociedad. Y cuando se habla de educación, podríamos decir
que estamos hablando no solo del nivel de alfabetismo, sino también de la “educación
democrática”.
La educación democrática consiste en que los habitantes de un país comprendan además de saber
leer y escribir, el significado de su derechos y obligaciones, tal como están especificados en la
Constitución Política del Estado.
Finalmente, la educación democrática significa el valorar la convivencia pacífica y sin temores, con
plenas garantías de acceso al trabajo, a la educación, a la vivienda, con libertad de expresión y de
movimiento.
Las sociedades democráticamente “entrenadas” tienen más posibilidades de avanzar en las diversas
etapas del desarrollo, que aquellas que están constantemente luchando contra procesos
desestabilizadores de la democracia, puesto que valiosos recursos que podrían dedicarse a la
solución de problemas de subdesarrollo, son muchas veces dedicados a resolver o atacar los
problemas desestabilizadores.
El individuo, especialmente en los países en desarrollo, tiene aún mucho que aprender sobre sus
derechos y obligaciones, y sobre su rol de participación en los destinos de su comunidad y de sí
mismo.
La madurez democrática, de las instituciones públicas en un país juega también un papel importante
en los procesos de desarrollo. La forma óptima de democracia se presenta cuándo estas
instituciones funcionan sola y exclusivamente para beneficio del pueblo, dirigidas y administradas
por funcionarios que el pueblo mismo eligió, y en los que la política está separada de la
administración.
El Estado de hoy, en la sociedad de hoy, con la tecnología avanzada y los medios de comunicación
que han sobrepasado barreras de distancia otrora impensables, necesita una base democrática para
poder funcionar eficientemente pero también necesita recursos económicos.
Uno de los grandes obstáculos para mantener los procesos democráticos, y que especialmente en
las sociedades en vías de desarrollo amenaza a las democracias, es precisamente la falta de recursos
económicos.
El caso concreto de Bolivia, que vive en un ambiente democrático continuo desde principios de la
década del 80, demuestra que la democracia, como resultado de varias combinaciones de consenso
político, se la pudo lograr como forma de gobierno, gracias a la madurez política de sus ciudadanos.
Lo preocupante es que esa madurez quizás no resista a las presiones emergentes de la falta de
recursos económicos y de procesos de evidente desarrollo social.
La asignación de recursos para el desarrollo de una sociedad es una de las funciones del Estado, así
como lo es la asignación equitativa de dichos recursos para el desarrollo simultáneo e integral de
todos los sectores (salud, agricultura, educación, transportes, etc.) El desarrollo desigual de estos
sectores resulta en un desequilibrio que afecta al conjunto de los objetivos societales.
La política de población es uno de los pilares de los procesos de desarrollo, y apoya el mejoramiento
de la calidad de vida de todos los habitantes de un país, en base a parámetros claramente definidos.
Una política de población es el eje en base al cual se pueden delinear las políticas y acciones del
gobierno en materia de empleo, vivienda, servicios públicos, desarrollo de carreteras, construcción
de escuelas y hospitales, ubicación de industrias básicas y de transformación, etc.
La desigual distribución de los habitantes en un país, como es el caso concreto de Bolivia, causa un
serio problema de administración para el gobierno, pues se le dificulta la tarea de poder planificar
la oferta de bienes y servicios, si las poblaciones están demasiado dispersas. La dispersión de la
población es causante de problemas tales como la alta tasa de mortalidad infantil y de mortalidad
materna, debido a la falta de servicios de salud en ciertas áreas geográficas.
Cuando estas poblaciones ya no resisten su situación desesperada, tienden a migrar hacia centros
suburbanos, viniendo a constituirse en lo que se conoce como ‘‘cinturones de pobreza", los cuales
se convierten en un fuerte elemento de presión hacia los centros urbanos que no están preparados
ni con servicios, ni con bienes u oportunidades de empleo para satisfacer las necesidades de estos
nuevos contingentes de población.
La creación de polos de desarrollo, al generar actividad económica y empleo, genera a la vez, una
concentración más racional de segmentos de la población y justifica, por una parte, y requiere, por
otra, el establecimiento de servicios.