Está en la página 1de 22

ESTADO Y DEMOCRACIA

1. El Estado

1.1. De la polis al Estado moderno

Conforme las comunidades o grupos de pobladores crecían, igualmente lo hacían sus


necesidades y requerimientos básicos, por lo que para responder a esta creciente
demanda, fue preciso crear formas distintas de organización de la colectividad. Como es
de suponer, el crecimiento demográfico trajo aparejado un aumento en la complejidad de
las relaciones sociales, producto de la división del trabajo y las desigualdades entre
individuos, que requirió a su vez como respuesta, la creación de mecanismos específicos
para la organización, el control y el discernimiento de estas complejidades en las
comunidades antiguas. De tal manera que se enfrentaba la historia al paso de
comunidades primitivas a los primeros indicios de organizaciones políticas en la sociedad.
Una de las teorías al respecto del origen del Estado, define que este “nace de la
disolución de la comunidad primitiva basada en vínculos de parentesco y de la formación
de comunidades más amplias derivadas de la unión de muchos grupos familiares por
razones de sobrevivencia interna (la sustentación) y externa (la defensa)” (Bobbio;
1989:98.

En la Grecia clásica, la sociedad gentilicia, dio paso a la conformación de pequeños


territorios llamados polis (traducidas como ciudades-estados,
donde la más famosa fue Atenas) que luego, con las La polis
unificaciones territoriales provocadas por potencias “La única estructura
extranjeras, puso de manifiesto dos grandes tendencias de la política que emancipa al
individuo de la autoridad
cultura helénica: quienes se manifestaban a favor de doméstica y lo hace
mantener los lazos con las otras ciudades que conformaban protagonista de la vida
la Hélade, y quiénes se inclinaban por la independencia, que política”
para el griego significaba autosuficiencia (autarquía) y (Bobbio; 1983:357)
autogobierno (autonomía). Desde la concepción griega
clásica, las comunidades con el tamaño y características de
una ciudad-estado, eran el único espacio para que el hombre civilizado compartiera su
conocimiento y se identificara socialmente, al abarcar a integralmente aspectos políticos
y religiosos. Así, la polis era el lugar territorial para el desarrollo de las actividades
humanas (agricultura, política, comercio), pues era considerada una ética y forma de vida:
teatro, festivales religiosos, discusiones en la plaza de mercado, decisiones bélicas y
comerciales, entre otras. Como organización de colectividades, otorgaban una particular
importancia al sentido de pertenencia, el conocimiento personal y directo para mantener el
orden social, se constituía pues en la unidad política de la Grecia clásica. (Giner, 1997)

Puede mencionarse que ha sido la evolución misma de las formas de ordenación de las
colectividades a lo largo de procesos sostenidos, el punto de origen para el surgimiento
de los modelos de organización política. Los momentos históricos en la evolución de la
convivencia social, fueron elementales para conformar una de las más extendidas formas
de organización política de la época moderna: el Estado.

Aun cuando no se cuenta con una fecha específica para determinar el surgimiento del
Estado como modelo de organización política moderna, algunos autores aproximan el
periodo entre los siglos XV y XVI, como el inicio de una nueva forma de entender el
Estado, proceso que generó una transformación de su génesis original en lo concerniente
a la importancia clásica sobre los medios de dominación políticos tradicionales
(producción legal, administración de la justicia, recaudación fiscal, recursos militares) y de
sus detentadores (señores feudales, corporaciones ciudadanas, jerarquías eclesiásticas),
generando serias resistencias principalmente en sistemas autoritarios y monárquicos. Así,
esta concepción moderna empezó a estructurarse a partir de la concurrencia de al menos
cuatro condiciones fundamentales:
 la consolidación de un comercio transoceánico, que implicó transacciones
mercantiles distantes que requirió ampliar el marco territorial y garantizar la
seguridad entre ciudades;
 la difusión de una visión del mundo clásico y sus instituciones durante la era del
Renacimiento, que favorecía la unidad política concentrada en un solo soberano
absoluto, contra el poder feudal y la tutela que ejercía la religión;
 la aparición, -no basada únicamente en nobles o el clero-, de una burocracia
profesional al servicio de un monarca, quien asumía la potestad de coacción
mediante la producción y aplicación de la ley, inclusive bajo el uso de la violencia;
 y finalmente, la aparición de una organización militar permanente, que requería de
nuevas formas de financiamiento (tributos) sobre una base personal y territorial más
amplia, que limita la capacidad de resistencia de los señores feudales. (Vallès;
2008:87)

Una vez iniciado el siglo XX y fundamentalmente después de la segunda mitad de este


siglo, los Estados fueron considerados actores o instituciones claves, con altos niveles de
interactividad e influencia en los procesos políticos. Esta evolución, ha reflejado a su vez
una diversidad de interpretaciones a partir de estudios e investigaciones, que sitúan o
describen al Estado como actor o institución. La socióloga estadounidense Theda Skocpol
(1947-hoy), permite reflexionar sobre la diversificación teórica que a partir de las
disciplinas académicas se han desarrollado para entender o bien, explicar su rol en la
modernidad: ha sido analizado en ocasión de su papel en la configuración del desarrollo
económico de los países e inclusive, en las negociaciones con compañías
multinacionales. Desde la perspectiva de democracias industriales avanzadas (Europa,
Japón, Norteamérica) es preciso observar los trabajos sobre la participación estatal en el
desarrollo de programas sociales y la resolución de problemas económicos nacionales e
internacionales. Si se propone un análisis desde la perspectiva histórica comparativa,
habrá que observar los estudios sobre la formación de estados nacionales, la
desintegración y reconstrucción de estados en revoluciones sociales, su influencia en la
conformación de las clases sociales o bien, los derechos de mujeres; pero si el objeto de
estudio se enfoca en su papel en la historia económica o economía política, entonces
deberá ponerse atención a las investigaciones sobre su función en torno al rol que cumple
como creador de derechos de propiedad, regulador o distorsionador del mercado.
(Skocpol; 1985:113)

Así, desde el concepto clásico de Estado hasta su forma moderna, diversos autores han
destacado que si bien este último mantiene rasgos de la concepción original, también es
cierto que es posible identificar otros en los cuales, estas modificaciones han sido más
evidentes, entre los que se mencionan los avances sobre: 1) El vínculo entre el poder
político y el individuo; 2) el estatuto reconocido a este individuo; 3) la creación del
derecho; 4) la organización de las funciones políticas estatales; 5) la relación con el
entorno económico y social; y 6) las bases de su legitimación ideológica.

El origen del Estado como organización política, ha sido el producto de una constante
revisión y discusión en que la influencia de pensadores y filósofos ha sido fundamental.
En el siguiente apartado, podrán observarse las principales corrientes teóricas y sus
conceptos, que permiten evidenciar una primera interrogante: el concepto de Estado,
¿está finalmente acabado?

1.2. Concepto y principales corrientes de pensamiento

Generalmente, se le atribuye la invención del término “Estado” en su sentido moderno, a


Nicolás Maquiavelo (1462-1527), quien lo concibió como “un
aparato político plenamente distinto de la sociedad general, Maquiavelo escribió:
dotada de una organización autónoma, con sus leyes internas” “Todos los estados,
(Giner; 1994:183), y como una institución concreta en las que todos los dominios que
se puede trazar sus fronteras con facilidad. Se le reconoce el han tenido y tienen
uso moderno de este término, al ser el primero en observar al soberanía sobre los
Estado como una “condición estable y permanente: la que hombres han sido y
son repúblicas o
corresponde a cualquier forma de organizarse políticamente” principados”
(Vallès; 2007:88), según lo había escrito en su principal obra:
El Príncipe (1513)
El Príncipe.

El término Estado desde la forma maquiavélica, había sustituido lentamente al término


griego civitas y al romano res publica, en ocasión a lo que tradicionalmente se había
designado como “la máxima organización de un grupo de individuos sobre un territorio en
virtud de un poder de mando” (Bobbio; 1989:86) Sin embargo, antes de Maquiavelo,
algunos reconocidos pensadores de la época antigua, también expresaron algunas ideas
sobre el Estado: Platón (aprox. 428-347 a.C), Aristóteles, (384-322 a.C.) y Cicerón (106-
43 a.C.). Según el pensamiento platónico, el Estado debía estar organizado
funcionalmente, porque las funciones del gobierno debían restringirse a los más
competentes, lo que implicó el desarrollo de un sentido moral en que la división de
responsabilidades obedecería a las capacidades de cada cual de acuerdo a la naturaleza
de cada individuo y no, a elementos como el privilegio, favor o clase social de
procedencia. Reconoció que la idea de concebir la ley, era con el objeto de crear un
Estado posible, no el Estado ideal, por lo que el predominio de la ley era fundamental.
Politeya
(Giner; 1994:30,35) Cicerón, escribió acerca de las auctoritas,
originada desde el Senado gobernante de Roma.
"Aquel estado cuya
constitución es mixta, es
decir, se hallan mezclados El Estado aristotélico fue concebido como creación de la
equilibradamente, poderes naturaleza, como una dimensión más de lo humano, a partir de
provenientes de cada que el hombre es, en su virtud, un animal político y sociable,
elemento de una sociedad quien por medio de la asociación política, la ciudadanía y la
dada”.
participación en politeyas, consigue sus bienes supremos.
(Giner; 1994:45) Para Aristóteles la política es un saber práctico que utilizará el
hombre, bajo la ética, para obtener sus bienes palpables y a la
vez, el fin de esta es el bien de la comunidad y su felicidad (entendida como prosperidad y
bienestar). El Estado es concebido a partir del ciudadano, como elemento fundamental
constituyente de la organización política. Para Aristóteles, el ciudadano es “quien tiene el
poder de tomar parte en la administración judicial o en la actividad deliberativa del estado”
(Giner; 1994:41,43). Bajo esta concepción, el pensador expone su idea sobre el mejor
gobierno posible, es decir, aquel que sobrepasa la representatividad como acción, y
valora la condición participativa activa del ciudadano en los asuntos públicos.
Como corriente de pensamiento, reconoce que los Gobiernos, comúnmente se dividen en
tres ramas, que aun cuando no garantizan la libertad, si son necesarias para observar la
diferencia en sus funciones. Los elementos constantes en todo Estado, según la línea de
pensamiento aristotélica son: la capacidad deliberativa; los
que se hacen cargo de la administración (asuntos públicos); Estado según
y los jueces, como estos los elementos constantes en todo Aristóteles
estado. “Un cuerpo de ciudadano
que satisfaga todos los
En la era clásica, el estudio de la política llevó a otros fines de la vida”.
pensadores a brindar sus aportes conceptuales. Tanto Jean (Giner; 1994:43)
Bodin (1530-1596) como Thomas Hobbes (1588-1679),
contemporáneos de la era maquiaveliana, representaron un importante impulso al
desarrollo y legitimación del Estado bajo una connotación moderna, basada en la
necesaria existencia de un poder central para su sobrevivencia. Ya se ha mencionado que
Maquiavelo señaló la importancia de concentrar las atribuciones para el ejercicio del
poder, concibiendo a las monarquías como los modelos políticos hacia los cuales dirigirse.
De esta misma forma, Bodin al observar el peligro que corrían las monarquías francesas
en su época producto de las guerras de religión, desarrolló dentro de esta lógica el
principio de la soberanía estatal, bajo la existencia de un poder soberano o absoluto, para
garantizar la cohesión de una comunidad. Por su parte, Hobbes como resultado de su
expectante presencia ante la situación conflictiva inglesa de su época, basó su creencia
en que una comunidad política garantizaría su conservación y seguridad, si sus miembros
“renuncian a gobernarse a sí mismos en beneficio de un soberano” (Vallès; 2008:90).
Hobbes, llama al Estado el Leviatán, porque considera que ante todo, es un monstruo
perfectamente artificial, al igual que lo es la sociedad, y que, desde su perspectiva no
existe diferencia entre uno y otro. (Giner; 1994:269). Sin embargo, consideraba que los
individuos eran buenos en conjunto y que el Estado existía precisamente para garantizar
el orden. Nótese que estos tres autores, han contribuido al desarrollo de una construcción
teórica del Estado que implica aspectos fundamentales como: autonomía de lo político,
importancia de la fuerza militar, principio de la soberanía y poder absoluto en todos los
ámbitos de la vida política (Vallès, 2008).

Por otra parte, según el barón de la Brède y de Monstequieu, Charles-Louis de


Secondant (1689-1755), el Estado es “una institución política particular, que no sólo no se
identifica con toda la sociedad, sino que tampoco agota la vida política de un pueblo”
(Giner; 1994:313), basando su idea de la concepción del Estado en las leyes, las cuales
no deben estar vinculadas necesariamente al cuerpo político, sino que le pertenecen a
toda la comunidad humana. Nótese en todos los casos anteriores que para estos
pensadores, el Estado aún no se concebía como una estructura estable, permanente y
unificadora, de la cual habló Maquiavelo.

Conforme la figura del Estado ha ido tomando diversas concepciones, este a su vez se ha
ido estructurando en torno a un conjunto de instituciones con funciones diversas. De tal
manera que, cuando surge el liberalismo, una de sus principales intenciones es
precisamente la diversificación no sólo de estas funciones, sino también en la
concentración de estas en pocos grupos, una de las principales críticas del liberalismo
hacia el absolutismo.

Jonh Locke (1632-1704), uno de los filósofos más influyentes sobre los pensadores
políticos del siglo XVII, siendo sus ideas base para el liberalismo y el individualismo en
sus orígenes, afirmó que los individuos poseían derechos,
División de poderes
Montesquieu
(1689-1755)
“Es necesario que el
poder, detenga al poder”.
(Giner; 1994:239)
suscritos en un contrato con el Estado, y si este último lo pasaba por alto, los individuos
tenían la potestad de rebelarse. Junto a Montesquieu, llevó a cabo la elaboración de la
muy conocida doctrina “división de poderes”, basado en el reconocimiento de que era
necesaria la distribución del ejercicio del poder en varias instituciones, con lo cual se
podría evitar un desequilibrio que amenazara las libertades públicas, de la cual se hablará
más adelante.

Uno de los más importantes ejemplos sobre esta transformación fue producto del
pensamiento de Jean Jeacques Rousseau (1712-1778), quien discutió sobre la utopía de
alcanzar una sociedad en la que todos fueran libres, pero al mismo tiempo, protegieran su
integridad personal y de propiedad. Es de esta forma que el contrato social, mencionado
anteriormente, cumple un rol fundamental ante la nueva concepción del rol y relación
entre el Individuo y el Estado, donde los primeros se integraban por medio de una
asociación civil, renunciando a sus derechos para encontrar la libertad, por medio de la
búsqueda y respeto conjunto de las leyes creadas por los mismos hombres.

A partir de las diversas ideas producto del derecho natural, unidas a las del liberalismo
basadas en el “contrato social” de Rousseau y afirmadas por las revoluciones, es que
surgen nuevos pensamientos con base en la “razón” como un elemento fundamental para
la generación de nuevas ideas en torno a la promoción de libertades individuales, la
igualdad jurídica, el estado constitucional, la libertad económica, los derechos de la
mayoría, el sufragio universal y la distribución más justa de la propiedad, entre otras. Los
filósofos posteriores, concentraron la figura del Estado en una relación entre Individuo-
Estado, basados en un tema particular: la obligación política.

Como fue observado anteriormente, las revoluciones inspiraron de diversas formas el


surgimiento de innovadores estilos de relacionamiento Individuo - Estado. Por ejemplo,
recuérdese que Adam Smith (1723-1790), como economista liberal criticaba fuertemente
el control de este último sobre el comercio. Junto a Herbert Spencer (1820-1903)
argumentó que debía limitarse a ejercer y salvaguardar la ley, el orden y la legalidad de
los contratos en los negocios. (Bealy; Frank. Diccionario de ciencia política. Ediciones
Istmo, S.A., 2003: pp. 156)

En esta misma época, Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), consideraba que el
Estado debía “representar la máxima exigencia de perfección en razón moral” (Bealy:
157) mediante la solidaridad. Para este pensador, este era el lugar donde se reconciliaban
la voluntad individual con la universal. No obstante, planteó el desafío de no confundir
esta esfera estatal, con la de la sociedad burguesa o civil en la que están los intereses
particulares del hombre, con lo cual distinguió claramente entre Estado y Sociedad Civil.
Agregó que el Estado es “la realidad de la voluntad sustancial, que lleva en sí la
autoconciencia especial elevada a su generalidad, es lo racional en sí y para sí”, vista
como la expresión máxima de racionalidad. (Giner; 381)

Con el paso del tiempo, una nueva ola de estudiosos realizó ajustes y nuevas
interpretaciones sobre el Estado y sus características. Uno de estos fue Max Weber
(1864-1920), quien planteó la idea de que los estados, “son asociaciones obligatorias que
reivindican el control de los territorios y las personas que en ellos habitan”, de tal manera
que, el núcleo de todo Estado debería estar constituido por organizaciones
administrativas, jurídicas, recaudatorias y coercitivas, lo que es igual, asociaciones que
exigen un derecho de control.
El Estado
“Un ordenamiento jurídico para los
Alfred Stepan reformuló esta propuesta weberiana y, fines generales que ejerce el poder
adicionó que: “los Estados deben ser considerados soberano en un territorio
determinado, al que están
como algo más que “gobiernos”, son sistemas subordinados necesariamente los
administrativos, jurídicos, burocráticos y coercitivos sujetos que pertenecen a él”.
permanentes que no sólo tratan de estructurar las (Mortati; 1969:23, citado por
relaciones entre la sociedad civil y la autoridad Bobbio;1989:128)
pública en una organización política, sino también de
estructurar muchas relaciones cruciales de la sociedad civil” (Stepan, citado por Kocpol;
1985:119) Sumada a esta concepción, Otto Hintze (1861-1940) argumentó a favor de
situar a los Estados como organizaciones para controlar territorios, limitó y excluyó las
características esenciales de los sistemas políticos; considera que las estructuras y
acciones del Estado son condicionadas, por contextos transnacionales históricamente
cambiantes. En una posición más encontrada, Hans Kelsen (1881-1973), consideró que el
Estado se encontraba inmerso dentro del ordenamiento jurídico, pues “desde el momento
en que el estado es la organización de la fuerza monopolizada, y esta organización se
expresa en un ordenamiento coactivo”, el derecho y estado son uno mismo.

Estado y política Finalmente, en atención a los pensadores modernos,


es necesario recalcar que en su mayoría, han
“Lo que el Estado y la política tienen
en común es la referencia al
evolucionado hacia la percepción sobre las
fenómeno del poder (…) entendida características de un Estado moderno, entendido
como fuerza, potencia, autoridad, como aquel en que “la legitimidad del poder depende
nacen los nombres de las antiguas de su legalidad, es decir de hecho de que el poder se
formas de gobierno: aristocracia, presenta como derivado de un ordenamiento
democracia, oclocracia, monarquía,
oligarquía. (…) Las palabras que normativo constituido y aceptado, y se ejerce según
denotan usos de las formas de poder: normas preestablecidas” (Bobbio;1 983:455). Otro
fisiocracia, burocracia, partidocracia, importante exponente, Robert Dahl (1916-1990),
poliarquía, exequía. (…) Esto es consideró al Estado como “un tipo muy especial de
fundamental para entender la teoría
del poder”
asociación que se distingue por la extensión en la
que –entre todos aquellos sobre los que se reivindica
(Bobbio; 1989:102) su jurisdicción- puede asegurar la obediencia de sus
reglas por medio de sus superiores medios de
coerción” (Dahl; 1999:51), es decir, se concibe al Estado como una entidad territorial.

La siguiente figura, intentará mostrar de manera muy amplia, los enfoques y corrientes de
pensamiento que marcaron cada una de las épocas en atención a la evolución en la
discusión sobre el concepto de Estado, sin pretender abarcar con total exactitud su
contenido:

Figura 1. Periodos y caracterizaciones sobre el concepto del Estado


Edad
Era Clásica Edad Media Edad Moderna
Contemporánea

La definición del
Relación El Estado
Estado como ente
Imperó la óptica Individuo-Estado, moderno, que
territorial, con
del poder y la basado en la incluye legalidad,
instituciones y un
autoridad. obligación legitimidad y
ordenamiento
política. burocracia
jurídico.

Maquiavelo, Smith, Spencer, Habermas,


Bodin, Hobbes, Hegel, Webber, Marcuse, Offe,
Aristóteles,
Locke, Marx, Laski, Sartori,
Platón, Cicerón
Montesquieu, Schumpeter, Huntington,
Rousseau Heller Bobbio, Dahl

FUENTE: elaboración propia con base en textos del presente apartado.

1.3. Del Estado Naturaleza al Estado de Derecho

Como ha sido notado, el desarrollo conceptual del Estado, ha sufrido innumerables


transformaciones. Como toda construcción de la humanidad, su evolución ha estado
permeada por condiciones culturales, sociales y económicas, según las sociedades y
épocas particulares que le dispongan, es decir, a partir de la discusión sobre la dualidad:
colectividad vs individualismo. Así, desde el origen del hombre hasta hoy día, es posible
notar la existencia de varias formas distintas de Estado que serán observadas en seguida.

1.3.1. Estado Naturaleza y el Contrato Social


El apetito humano
Para lograr una visión integral de los cuatro
principales tipos de estados que se analizan en este “La expresión más clara y perfecta
acápite, resulta fundamental comprender el punto de de la concepción naturalista del
apetito humano es la declaración de
origen para todo tipo de organización. Conocida que el hombre desea poder y más
como “naturaleza humana”, diversos autores y poder, espontánea y continuamente,
pensadores han visto en el comportamiento fruto del mismo apetito, y no por
razonado o no del individuo, el punto de partida que razón de la suma de innúmeros
deseos aislados, cuya causa común
ha dado paso a la construcción y evolución de la serían innúmeras percepciones
organización política en todas las condiciones que lo aisladas”.
observamos hasta hoy.
(Strauss, L. The political philosophy
of Hobbes; citado por Giner:266)
Thomas Hobbes, de quien ya se han mencionado
algunas ideas en este documento, posee la convicción de que el hombre es ante todo
pasional, diferenciándose de muchos pensadores que explican la racionalidad como el
centro de acción del individuo. Desde su óptica, el individuo es capaz de conocimiento,
porque se puede expresar. Para este pensador, la razón es producto de otras
características propias del individuo como el lenguaje. Para explicar lo anterior, Hobbes
dice que al hombre le motivan tanto en su vida personal como en su relación con los
demás individuos, dos postulados de la naturaleza humana: el apetito natural y el principio
de autoconservación. (Giner; 1994:266)

Siendo el hombre un animal, su apetito se saciará hasta en tanto haya poseído o


consumido aquello que pueda cubrir sus necesidades, no obstante, el animal deseará
únicamente aquello que satisfaga sus necesidades inmediatas, a diferencia del hombre,
quien dotado de raciocinio, podrá proyectar su deseo hacia el futuro y se dotará de todo lo
que le plazca; no en vano el hombre es el más poderoso y peligroso de los animales, y
posee una alta desconfianza con los mismos de su propia especie: “cada hombre es
enemigo de cada hombre, los hombres viven sin otra seguridad que sus propias fuerzas, y
su propio ingenio debe proveerlos de lo necesario”. (Giner; 1994:268)

En términos de autoconservación, menciona que el bien primordial del hombre es su


propia vida, aspecto que además, resulta fundamental para entender la evolución de las
necesidades del hombre, porque no es posible ambicionar y poseer sin ser dueños de uno
mismo. En atención a esto, el hombre al ser por naturaleza insaciable, el deseo de poder
lo puede llevar con mucha facilidad a arriesgar inclusive su bien primordial, puesto que,
como ha sido demostrado en diversas ocasiones su fascinación por conseguir algo, puede
hacerle olvidar su instinto de autoconservación.

Maquiavelo expresa esta condición de forma muy similar. Para este pensador, el poder
que no es otra cosa más que el dominio de alguien sobre los demás, tiene por objeto el
análisis de los vicios porque resultan
Ejercicio: Analice la siguiente situación y
conteste libremente
idóneos para entender la política, por
cuanto es el poder, el que empaña las
“El trámite bancario” virtudes humanas, tan pronto el individuo
Son las 14:15 horas de un viernes de pago, usted se centre en la búsqueda del poder. De
recién ha ingresado al recinto bancario y no puede tal forma que los “vicios” para
dar crédito a lo que vé: una fila interminable. Su Maquiavelo, son la imagen de la
preocupación es notable; debe realizar un trámite
bancario para habilitar su tarjeta de crédito, ya que al
rapacidad de los hombres, que se
día siguiente debe tomar el primer vuelo hacia el impedirán a sí mismos la convivencia sin
exterior, y necesita su tarjeta porque no tiene una autoridades externa. Por ello,
suficiente efectivo. La presión no es por esperar en el Hobbes y Maquiavelo, coincidentemente
banco, sino que debe hacer unas compras de último
creen que “las cosas no están en
momento y como no tiene efectivo, debe esperar a
que sea habilitada su tarjeta de crédito, mientras el equilibrio porque los hombres son
día avanza. De pronto, nota que al lado del insaciables” (Giner; 1994:181)
expendedor de fichas, se encuentra una solitaria y
arrugada ficha: es la número 279. Usted había De esta manera Hobbes, plantea que las
tomado la 385 y el numerador ha marcado la 269, en
10 turnos podría ser atendido.
instituciones sociales serán concebidas
como expresión de una serie de leyes
Considerando la situación anterior, ¿Cuál sería su naturales que regían lo social y su fuente
forma de proceder? original era Dios, pero para sentar las
bases de la sociedad humana, será el
derecho natural y no la ley natural su
principal sustento. Plantea la diferencia
entre ley y derecho natural, donde el derecho se basa en las necesidades del individuo y
en su expresión; el hombre ejercita sus derechos naturales, consistentes en alcanzar lo
que crea deseable, coincidiendo con el derecho soberano propio del estado naturaleza.
Por su parte, la ley natural, está formada por preceptos, que aun cuando el individuo
puede hacer uso de la razón para lograrlos, estos pueden privarle de algunos medios para
su obtención; ya que la ley, significa coerción.
Estado naturaleza
John Locke
John Locke concebía el Estado naturaleza a partir de
dos rasgos principales: igualdad y libertad. Este “Un estado de libertad perfecta por
el que pueden los hombres ordenar
pensador establece que en un Estado de derecho la sus acciones, y disponer de sus
dualidad entre derecho y ley natural planteada por posesiones y personas como
Hobbes no existe, aun cuando la presencia de quieran dentro de los límites de la
algunos individuos que transgredan la ley natural e ley de la Naturaleza, sin pedir
permiso ni depender de la voluntad
impidan que este sea un estado de paz y armónico. de otro hombre. Es también un
En consecuencia, para evitar que las familias e estado de igualdad, donde todo el
individuos tomen la justicia por su mano según la ley poder y jurisdicción es recíproco, y
natural, es necesario pasar a la construcción de una nadie tiene más que otro, no
sociedad civil y por tanto, el establecimiento de un habiendo nada más evidente que el
hecho de que las criaturas de la
pacto. Mientras Hobbes planteaba el intercambio misma especie y rango nacidas
voluntario y racional, Locke creía que para transitar promiscuamente con todas las
hacia un estado civil, era necesario el mismas ventajas de la naturaleza y
consentimiento, y “solo en su virtud podría ocurrir, ya con el uso de las mismas
facultades, sean iguales entre sí, sin
que los hombres son todos primordialmente libres, subordinación ni sujeción”
iguales e independientes”. (Giner; 1994:296)

En el libro Los orígenes de la desigualdad entre los hombres, Jean Jeacques Rousseau
planteó la existencia de una era en que la igualdad entre los individuos efectivamente
existió. Esta era fue, precisamente el Estado de Naturaleza. Para este pensador, los
hombres en estado de naturaleza era amorales (no eran ni buenos ni malos, sus
diferencias mínimas e irrelevantes con fundamentos meramente biológicos), de manera
que su paso al agrupamiento en sociedad tendría razón si se considera como causa
posible el crecimiento de la población, que le llevó a vivir en sociedad. De esta forma,
aquel hombre insaciable mencionado por Maquiavelo y Hobbes, con el advenimiento de la
vida en sociedad, desarrollaría nuevos deseos no conocidos por su naturaleza humana: la
ambición, el deseo de poder, la afectividad y el cariño. (Giner; 1994:235) Por tanto, no es
de extrañar que en la búsqueda de satisfacción de
El contrato social, estos anhelos en sociedad, se abriera paso a las
según Thomas Hobbes desigualdades sociales, en vista de la aparición de la
“Los seres humanos, sumidos en un propiedad, como parte inherente de esta nueva forma
estado primario de guerra universal de organización.
de todos contra todos, se dan
cuenta, mediante el uso de sus
En su teoría de la natural bondad del hombre, basada
facultades racionales, que la paz, el
orden y la cooperación son siempre en el principio de que la sociedad corrompe al hombre
una mejor solución que su situación(su famosa frase “el hombre es bueno por naturaleza,
precaria, y que bajo tales
la sociedad lo corrompe”), donde no existe ciertamente
circunstancias podrían aumentar un pecado original, sino más bien un estado original de
sus posibilidades de
autoconservación y también la inocencia, que la sociedad se encarga de aniquilar, la
satisfacción de sus necesidades y conciencia moral será un sentimiento interior más que
ambiciones básicas” un razonamiento, y establece que todos los hombres
poseen una conciencia, vista como “el principio innato
de justicia y de virtud, sobre el cual, a pesar de
nuestras propias máximas, juzgamos nuestras acciones y las de los demás como buenas
o males”, que le indica el camino a seguir. (Giner; 1994:326-327)
John Locke, comparte la filosofía que plantea que el surgimiento de la sociedad civil es el
producto del acuerdo mutuo entre todos los individuos para vivir en comunidad. Esta
nueva forma de organización, permite que los hombres en tanto libres, iguales e
independientes por naturaleza, aseguren su permanencia en este estado, sin que sea
sometido al poder político de otro, o bien, expulsado de este sin su consentimiento. Para
ello, realiza un acuerdo con los demás individuos por el cual procuran vivir en paz y a
salvo, con seguridad de sus propiedades y, también ante los miembros de otras
comunidades externas. (Giner; 1994:296)

Hobbes, plantea que el origen de la sociedad, inicia comprendiendo primeramente al ser


humano como una criatura que actúa guiado por la necesidad de satisfacer sus instintos
primarios. Posteriormente, esta se funda mediante el intercambio voluntario y racional de
derechos, que no es otra cosa más que la celebración de contratos entre los hombres.
Estos, desde su óptica, expresan un acuerdo entre soberanos sobre sus propios
derechos. Anteriormente, en el estado naturaleza los hombres actuaban como fieras,
individualmente; sin embargo, la aparición de esta artificial forma de gobierno, presupone
la imposición de paz y orden. No obstante, debe tenerse en cuenta que la existencia de
un poder superior nace a partir de la necesidad de la justicia y el orden en sociedad,
porque si la soberanía se distribuyera entre todos los individuos por igual, se producirá el
caos y el fin de la vida en sociedad.

Tras la época del estado de naturaleza, se produjo la conformación de una sociedad


caracterizada por la desigualdad, en la cual, la libertad del hombre se encontraba
enajenada, es decir, que no se posee a sí mismo (como fue interpretado anteriormente).
En consecuencia, para poner fin a la enajenación del individuo, es preciso que los
individuos, colectivamente como miembros de una sociedad que buscan la convivencia
pacífica y justa, encuentren una forma de asociación colectiva, caracterizada por defender
y proteger colectivamente a las personas y sus
bienes, para que bajo el amparo de la unión El contrato social
colectiva, la obediencia tenga un efecto individual de Jean Jeacques Rousseau
libertad. A esta forma de organización se le “Cada uno de nosotros pone en
denominó: el contrato social. (Giner; 1994:331) común su persona y todo su poder
bajo la suprema dirección de la
voluntad general; y recibimos,
Este proceso de mutuo acuerdo, obliga a los además, a cada miembro como
hombres a someterse a un determinado cuerpo parte indivisible del todo”.
político bajo un gobierno, a respetar lo que dicte la
mayoría; de lo contrario, si el hombre decidiera no
hacerlo, el contrato original por el cual el individuo se incorpora con otros en sociedad no
tendría significado, puesto que no tendría carácter de contrato, si tuviera la libertad de
actuar bajo los mismos principios que le guiaban en el estado de naturaleza. En síntesis,
el mencionado, no se refiere a un contrato entre individuos y el soberano, o entre
individuos de una misma especie, este contrato, se refiere a un pacto con la comunidad
de los hombres, que ha dado origen a nuevas formas de organización política, como se
verá a continuación.

1.3.2. El Estado Absoluto

Es la primera versión de Estado existente y marca el inicio de la Edad Moderna. Se


caracterizó por la existencia de entes territoriales sometidos a la autoridad única de un rey
o soberano absoluto, quien se encargaba de brindar privilegios y concesiones que
definían el campo de acción para cada individuo. Para Hobbes, de todas las formas
existentes, está es la más deseable, en tanto es en el supremo estado artificial, construido
con la voluntad y la razón de los hombres, que ceden sus derechos a un hombre a cambio
de la seguridad que supone vivir en paz (Giner; 1994:270).

Su desarrollo más evidente se suscitó en las monarquías del norte y oeste de Europa,
donde el rey, consolidaba su dominio supremo, imponiéndose el monopolio del uso de la
fuerza contra otros centros de poder, lo cual permitió la aparición de ejércitos
permanentes y una superioridad absoluta mediante la unificación de territorios.
Precisamente, fue este uso ilimitado del poder el que generó importantes críticas, pues, el
Estado y la monarquía se relacionaban tan íntimamente, que la línea separadora de la
soberanía del Estado como forma de organización política y el dominio supremo del el rey
como único detentador del poder (el derecho es expresión de la voluntad del rey), fue
prácticamente inexistente. (Valles; 2008:92)

El control sobre la economía y el tráfico mercantil, fue absoluto. El soberano regulaba


precios, otorgaba monopolios, patentes y privilegios para producir y comerciar algunos
bienes. Contrariamente, no correspondía a su ejerció del poder, velar por el bienestar
material de su población, para lo cual existían la Iglesia y sus organizaciones. Finalmente,
es relevante comentar que la gran mayoría de los monarcas absolutos, se caracterizaron
por hacer de la religión del Estado, un instrumento legitimador de sus proyectos políticos,
al autodenominarse como jefes de su iglesia nacional. (Valles; 2008:92)

1.3.3. El Estado Liberal

Las condiciones políticas europeas del siglo XVII, desencadenaron una serie de
reacciones beligerantes en forma de guerras civiles, revoluciones y luchas
independentistas que dieron paso a fuertes transformaciones políticas. El denominador
común que puede adjudicarse a estos movimientos, fue la resistencia al estado absoluto
por parte de diversos sectores interesados en acceder a una mayor intervención política.
Como principal referente para la constitución de este tipo de Estado, deben mencionarse
las revoluciones norteamericanas y francesas de fines del siglo XVIII.

Teóricamente, se fundamenta en el liberalismo. Referencia a autores como John Locke


(1632-1704) a partir de la vinculación de conceptos como tolerancia, derechos naturales y
gobierno representativo; Montesquieu y la división de poderes; Rousseau (1712-1778) en
términos de la ley como expresión de la voluntad general, o Immanuel Kant (1724-1804)
bajo la idea del derecho como garantía de la libertad y el estado como garantía de
derecho. Originalmente, el liberalismo concibió la comunidad como una asociación de
propietarios, donde el respeto a la propiedad privada fue la base del orden político de la
época. La independencia de los individuos se considera el fundamento de esta visión,
sobre la cual el Estado era el encargado de garantizar su derecho a la propiedad y de sus
transacciones sin inmiscuirse, pues debía preservar únicamente el “orden natural de las
cosas”. (Vallès; 2008:96)

La aparición de la figura del ciudadano, entendido como aquel sujeto dispuesto a


intervenir en la vida pública, y que se encuentra protegido por derechos fundamentales,
se basa en una visión de la naturaleza humana (inherentes a la persona). Dentro de la
doctrina liberal, estos derechos no podrán ser arrebatados por el Estado, quien por el
contrario, deberá defenderlos. Estos derechos son: el derecho a la vida, a la integridad
física, a la libertad de conciencia y a la propiedad. (Vallès; 2008:94) Para John Locke, el
liberalismo político se basa en que la propiedad privada es intocable. Así, desde su
perspectiva “el gran y principal fin de que los hombres se unan en comunidades
(commonwealths) y de que se sometan al gobierno es la preservación de su propiedad”
(Giner; 1994:297)

La doctrina liberal entonces establece dos postulados básicos: 1) el gobierno debe


representar a todos los hombres, la soberanía es popular; y, 2) la propiedad privada es un
derecho natural del hombre. Así, el Estado liberal, concibe un nuevo carácter en la
relación política, donde el poder estatal no estará más bajo la relación vertical absolutista
soberano-súbdito, sino que la ostentación del poder esté garantizada por la separación de
funciones estatales (división de poderes), donde el monarca no concentrará las
principales funciones, puesto que serán distribuidas para su equilibrio.

La principal característica diferenciadora respecto al Estado Absolutista, es la condición


de Estado de Derecho, donde la producción de las leyes (la Constitución y la Declaración
de derechos del individuo, como sus máximas expresiones), se encontrará bajo el
monopolio del Estado como expresión de la voluntad general, pero como ha sido notado
anteriormente, dejando atrás la idea de responder a la voluntad del monarca soberano.
(Vallès; 2008:94)

1.3.4. El Estado Democrático

También conocido como Estado liberal-democrático, se considera consecuencia de la


evolución del Estado Liberal. Históricamente, surge a raíz de la crisis de económica de
1929. En otros términos, podría decirse que es el resultado histórico de la puesta en
práctica del modelo propio del Estado Liberal, corrigiendo las deficiencias encontradas en
los ámbitos políticos y socioeconómicos. Como característica particular y diferenciadora
de este tipo de Estado, resulta ser uno de los menos extendidos en el mundo, pero
paradójicamente, el modelo adoptado por las sociedades que se consideran más
desarrolladas e influyentes del orbe, donde destacan naciones de Europa occidental y
septentrional, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. (Vallès; 2008:118)

La relación política, a diferencia del Estado Liberal que la concebía como una práctica
entre individuos, es observada como una práctica entre actores colectivos. En materia de
producción del derecho, las leyes serán el resultado de pactos negociados entre los
intereses de los grupos, por medio de sus representantes quiénes también forman parte
de los procesos de toma decisión. En estos, participan tanto grupos políticos mayoritarios,
de la oposición, como grupos activos en torno a lo que Robert A. Dahl denominó
“poliarquía” (vista como la pluralidad de poderes).

El Estado Democrático integra los derechos y deberes individuales obtenidos por el


Estado Liberal; con algunas modificaciones o avances: la igualdad y la aceptación popular
en la conducción de los asuntos colectivos. En el primero de los casos, a los derechos y
deberes políticos del modelo liberal estatal, se adhieren el derecho al voto a todos los
ciudadanos y, se amplían como propios estos derechos políticos y sociales a los
miembros de un mismo grupo (de los partidos, de los sindicatos y patrones, de
trabajadores y asalariados, de consumidores, de jóvenes, de tercera edad, de mujeres,
entre otros).

Uno de los aspectos más sobresalientes de este tipo de Estado, es la inclusión de


derechos sociales por ejemplo a la salud, educación, vivienda, seguridad, trabajo y
prestación de servicios y bienes sociales; y económicos (este último de manera mixta
entre lo público y lo privado) donde se citan el fomento actividad económica, administrar el
sistema impositivo, entre otras; donde a diferencia del modelo liberal, en el Democrático,
el Estado asume ahora dicha responsabilidad. (Vallès; 2008:119) Será precisamente, este
alto nivel de intervencionismo estatal y la consecuente incapacidad de procesar las
demandas de la ciudadanía de forma eficiente, algunos de los factores que dará paso a la
última forma estatal conocida.

1.3.5. El Estado Democrático y Social de Derecho

Su significación es producto de la unión de dos conceptos, por una parte: el Estado


Democrático de Derecho, por una parte, es “aquel tipo de Estado de derecho que asegura
las libertades políticas de la ciudadanía y los derechos civiles de la población, y establece
redes universales para el ejercicio de la responsabilidad política, legal y administrativa de
las personas investidas con autoridad” (PEN; 2001:131), lo que equivale a decir, que
“provee garantías para el ejercicio del status de la ciudadanía bajo la dominación legal del
Estado democrático” (O´Donnell,
1997; citado por PEN; 2001:131) Ejercicio: Analice la siguiente situación y
Por otra parte, por Estado Social de conteste libremente
derecho es aquel que “busca “El trámite bancario. II Parte”
remover los obstáculos a la igualdad
entre las personas, a partir de un Como recordará, usted recién había ingresado a un
recinto bancario colmado de clientes. Al tomar su ficha,
mínimo de derechos de contenido notó que al lado del expendedor, se encontraba doblada
económico y social dentro de la número 279; pero ya había tomado en orden a su
libertad” (Ortiz, 1980, citado por llegada, la número 385. El numerador recién avanzó y
PEN; 2001:131) se encuentra en la 270, hay 115 usuarios delante de
usted esperando su turno para ser atendidos. Debe
tomar una decisión rápida; ya hay tres personas detrás,
Este tipo de Estado, es producto de esperando por su ficha. ¿Ya tomó su decisión?
un gran “pacto social” entre capital y
trabajo asalariado, donde el primero ¡Muy Bien! Ahora, luego de haber estudiado la figura del
aceptaba la intervención estatal a la contrato social como elemento esencial para la
transformación del Estado Naturaleza al Estado de
vez que declinaba a extremar su Derecho, y considerando la forma de proceder que
capacidad de explotación usted ha decidido, relacione:
económica, obteniendo por parte de
los segundos, una reducción 1. ¿De qué manera, la decisión que usted ha tomado,
responde a un pacto o contrato social que respeta los
absoluta de sus intentos sociales derechos de los demás usuarios del servicio, que
revolucionarios. Bajo esta estaban antes de usted?
denominación, se interpreta que el
Estado de Social, es aquel en el cual 2. ¿Es su decisión, una buena forma de fortalecer la
el modelo tiene como objetivo confianza y legitimidad entre individuos que forman
parte de una misma sociedad, o es un acto irrelevante?
promover el crecimiento económico y
asegurar mayores niveles de
bienestar para toda la población. Si
en el Estado Democrático, se da una
“democratización” del Estado, en éste, se presenta una “socialización” del mismo. (Valles;
2008:121)

El Estado Social, al igual que en el caso anterior, parte de la evolución del Estado Liberal,
con la salvedad de que en este caso, se habla en términos de “derechos económicos y
sociales” o “derechos de tercera generación” para los individuos. El princiestpal reto que
se plantea este tipo de Estado, es dotar a los grupos sociales y por consiguiente a los
individuos, una igualdad económica y social, ocupando un aumento en la intervención de
las autoridades públicas en el proceso productivo y distributivo, para generar una
redistribución más equitativa.

Una característica diferenciadora es la inclusión de un elemento supranacional en la


relación del Estado, marcando un carácter de mayor apertura, instado por la creciente
internacionalización de los flujos comerciales y económicos entre los Estados como
sujetos de derecho internacional. Sin embargo, debe quedar claro que la intervención del
Estado en estos procesos económicos internacionales (capitalismo), son factibles en tanto
sea evidente su interés por la prosperidad, el equilibrio y el crecimiento.

El filósofo y sociólogo alemán, Jürgen Habermas (1929-?), menciona sobre el Estado


Social que la legitimidad de sus políticas derivan “del sufragio universal y tiene su base en
los sindicatos autónomos y los partidos obreros”, donde coincidentemente con el párrafo
anterior, el “éxito del proyecto depende del poder y de la capacidad de acción de un
aparato Estatal intervencionista”. (1988:73) Para este filósofo, uno de los grandes retos de
la intervención estatal es el de garantizar pacíficamente la coexistencia entre capitalismo y
democracia.

Considerando lo dicho anteriormente, se puede utilizar el esquema de la pirámide


invertida, para resumir el proceso de evolución del Estado, considerando como punto de
partida, la centralización característica del Estado Absoluto, hacia la ampliación de los
derechos y libertades individuales y colectivos presentes en el Estado Social . Las
principales etapas en que se puede clasificar este proceso de evolución estatal son:

Figura 2. Etapas de la evolución de los tipos de estado

FUENTE: elaboración propia.

1.4. Elementos esenciales del Estado

Teóricamente, la denominación tradicional del concepto de Estado, ha fijado la atención


en la necesaria existencia de tres componentes que se consideran básicos, para la
existencia de un Estado. Cada uno de estos componentes, ha sido objeto de análisis y
críticas en torno a su concepto, alcances y características. No obstante ello, la gran
mayoría de los pensadores en la materia, coincidentemente acuerdan que dichos
componentes son: un territorio, una población y un gobierno. En algunos casos, se incluye
un cuarto factor: la soberanía.

1.4.1. El territorio

Aun cuando en los orígenes de la conformación de diversas formas de organización social


y política, como las tribus o clanes, carecían de espacios delimitados para su acción, e
inclusive, con la existencia de imperios y feudos que comprometían por medio del
vasallaje y los pactos entre líderes la protección sin necesidad de un espacio territorial
definido, la aparición del Estado como nueva forma de organización política, puso de
manifiesto la importancia de la delimitación clara de un espacio en tierra, mar y aire, para
el trazado de fronteras, lo cual ya de por sí genera una diferencia substancial con las
formas anteriores. Como resultado de esta condición, hoy día la tierra se encuentra divida
en territorios estatales.

Por territorio, se entenderá el espacio o porción geográfica en el que se realizan las


actividades estatales. El dominio del Estado, comprende la superficie, la altura y la
profundidad. Afecta tanto a la superficie como al subsuelo, incluye las aguas interiores
(ríos, lagos y lagunas), mares limítrofes y plataformas marítimas, así como el espacio
aéreo, es decir. No se encuentran inmersas en este control estatal, las llamadas aguas
internacionales y el espacio estratosférico, que se
Territorio,
encuentran abiertos para el uso no militar de todos ¿cómo lo describo en mis propias
los estados. (Vallès; 2008:163) palabras?

Si se reduce el concepto del Estado, como lo hizo


Kelsen, a una idea de ordenamiento jurídico, el
territorio será entendido como el “límite de validez
espacial del derecho del Estado, en el sentido de
que las normas jurídicas emanadas del poder
soberano únicamente valen dentro de
determinados confines” (Bobbio; 1989:128)

En la superficie, se trazan líneas imaginarias o se


sigue accidentes geográficos naturales, para
delimitar la esfera jurídico-política de un Estado, es
decir, sus fronteras. El territorio determina la acción
de un Estado y el ámbito en que el orden jurídico y
soberano le resulta absoluto, por tanto, la
seguridad nacional y la capacidad económica eficiente son resultado de ejercer un control
efectivo sobre un territorio bien delimitado.

La delimitación de estos espacios, en no pocas ocasiones ha generado sendas disputas


entre entidades estatales, donde la historia ha mostrado violentos enfrentamientos
militares por su dominio. Desde la perspectiva de la geoestratégica, el factor espacio
(territorial y marítimo) ha resultado decisivo para la consolidación de sistemas estatales, o
bien, para su consecuente desaparición. Inclusive, las guerras entre estados y sus
consecuentes tratados de paz, son el principal medio por el cual se llevan a cabo las
modificaciones territoriales. Aunado a ello, la globalización económica, modifica
constantemente la importancia territorial para los intereses de los Estados, por ejemplo, la
ubicación de recursos naturales como el petróleo, el gas natural, recursos minerales, el
agua y los terrenos para el cultivo, otorgan a los estados y sus territorios, valores políticos
superiores que requieren especial atención y recursos para su protección.

Los Estados y sus territorios, en cierta forma se enfrentan a diversos desafíos, uno de los
cuales es precisamente el control geográfico, a partir de la permeabilidad de los marcos
territoriales, sea por la internacionalización de las actividades financieras y económicas,
como por la fragilidad de estas ante la utilización de nuevos recursos militares, y
evidentemente, los nuevos alcances de las tecnologías de la información y comunicación.

1.4.2. La población

A diferencia del territorio, es preciso mencionar que no ha existido en la historia de la


humanidad, como resultará evidente, alguna forma de organización política que haya
carecido de un grupo de personas que la conformen. A la totalidad de individuos que
habitan en el territorio de un Estado, se le conoce como población. Estos, son objeto de
derechos y obligaciones, sociales, civiles y políticas, tanto individuales como colectivas en
la esfera tanto público como privada.

Uno de los aspectos que más interesa destacar, es que la población ha sido uno de los
componentes que ha sufrido más variaciones a lo largo de su historia, principalmente en
lo concerniente a derechos políticos y civiles. En los
Investigue orígenes del Estado, se puede notar como el linaje
Según la Constitución Política de la o el vínculo de sangre señalaba tanto la pertenencia
República de Costa Rica, conteste: como los derechos a que se tenía acceso según la
a) ¿Quién puede ser considerado como unidad política a la que se perteneciera. Por tanto,
ciudadano costarricense?, es importante realizar algunas precisiones a este
¿Quiénes son costarricenses por
concepto, en ocasión de la evolución del mismo.
nacimiento? Por ejemplo, la población o ciudadanos de un
estado, no necesariamente son aquellos quienes
b) ¿Quiénes son costarricenses por
naturalización? viven en un territorio, pues, deben ser excluidos de
este grupo, los extranjeros que no ostenten aún la
c) ¿Cuáles son las limitaciones que se
establece para los extranjeros?
condición de nacional por naturalización y los
residentes habituales. Sin embargo, la evolución de
esta condición, en la actualidad permite observar
una especial consideración en el campo de los
derechos políticos, por ejemplo en algunos países de la Unión Europea, en que el
derecho al sufragio o de ser elegido para cargos públicos, ya no establece distinción entre
un ciudadano del país (nacionalidad) y los ciudadanos de estados de la U.E.

Esta discusión permite hacer una importante Población,


referencia sobre el concepto de Estado-Nación. En ¿cómo lo explico con mis propias
términos estrictos, vale la pena preguntarse si palabras?
puede existir un estado sin territorio, o por el
contrario, si puede existir una nación sin territorio.
Para contestar esta interrogante, es preciso discutir
la relación del término “nación” con el de Estado.

En primera instancia, es importante mencionar que


el uso continuado del término Estado, ha llevado a
utilizar el de Estado-Nación de una manera
indistinta y homóloga, siendo que Estado y Nación, responden a concepciones
divergentes. El término “nación”, surge posterior a la aparición del mismo estado,
iniciándose su uso hacia finales del siglo XVIII para designar a la comunidad que forma el
grupo humano que un estado pretende organizar (Vallès; 2008:155) Pero una vez
establecidos los dos conceptos, la influencia recíproca de uno sobre ha sido notoria en la
historia de la humanidad, ante lo cual se distinguen dos procesos que intentan explicarla:
uno, donde el estado precede a la conciencia de nación; dos, donde es la nación la que
conduce hacia el estado.

Desde la perspectiva de uso político, deben observarse dos consideraciones primarias,


una de origen francés, otra de procedencia alemán. En la primera de estas, “nación” se
constituye por aquellos que manifiestan una voluntad de convivencia colectiva, a pesar de
las diferencias existentes, pero bajo una misma comunidad política. Esta perspectiva
establece que “existe nación cuando hay voluntad compartida de ejercer colectivamente el
poder político”, es decir, “la nación que se levanta frente al rey absoluto”. En el segundo
de los casos, la delimitación de las diferencias o señas de una colectividad, permitirá a
unas comunidades afirmarse frente a otras. Inclusive, los individuos sin tener conciencia
de esto, al integrarse colectivamente según determinados rasgos, están construyendo la
expresión propia de un “alma colectiva”, esto quiere decir que es entendida como una
autoafirmación de su propia colectividad, es decir, “la nación frente a otras naciones”. Esta
discusión en términos de la evolución mencionada sobre el término población, resulta
fundamental.

Lo que se pretende describir brevemente es que, en muy pocas ocasiones, se puede


observar una correspondencia exacta entre una entidad estatal única, con una sola
identidad nacional, asumida por toda la población, lo cual, indica una correlación
incorrecta en la generalización del uso del término Estado-Nación para referirse a
cualquier entidad estatal. Lo anterior por cuanto, la utilización indistinta de este concepto,
no reconoce las excepciones que cada estado posee en torno a las características
diferenciadores de su población. Por tanto, es imprescindible considerar en adelante, que
la diversidad que experimentan las poblaciones de un mismo estado, sean producto de la
interrelación con otras poblaciones, o de los grandes desplazamientos migratorios, coloca
la discusión en un nuevo nivel de interpretación de la relación entre el Estado y la Nación.

1.4.3. El gobierno

Se ha dicho en reiteradas oportunidades que el Estado, puede ser entendido como una
organización política; sin embargo, para lograr los objetivos establecidos como entidad
que aglutina una colectividad en búsqueda de la satisfacción de sus necesidades y
garantizar la obtención del bien público, se requiere
Gobierno, de una autoridad que vele por el cumplimiento de los
¿cómo lo explico con mis propias mandatos.
palabras?
Desde una perspectiva clásica o tradicional, puede
ser definido como “el conjunto de las personas que
ejercen el poder político, o sea, que determinan la
orientación política de una ciertas sociedad.” (Bobbio;
710 T.I.) Generalmente a esta concepción se asocia
la de “gobernante” y “gobernados”, siendo la primera
entendida como las personas que en su conjunto,
gobiernan el estado; y la segunda, como aquel grupo
que se sujeta a ese poder. Bajo este sentido inicial, se puede observar que la forma
académica en que era observado el rol e importancia del gobierno en los sistemas
políticos, se limitaba a una concepción antigua basada en una relación sociedad –
gobierno meramente instrumental. Ahora bien, es importante recordar que el gobierno
desde este tipo de concepción no resulta un apéndice exclusivo de la entidad estatal,
entendiendo que tanto las ciudades-estado como los imperios feudales como formas de
organización preestatal, también contenían gobiernos.

En la década de los años 50 y 60 del siglo anterior, las escuelas predominantes de ciencia
política y sociología de Estados Unidos, veían al gobierno como “un terreno en el que los
grupos de interés de carácter económico o los movimientos sociales normativos
contendían o se aliaban entre sí para configurar la adopción de decisiones sobre política
pública. Se entendía que esas decisiones eran repartos de beneficios entre los grupos
que los reclamaban”. Así, se migró hacia una concepción más propia relacionada con el
Estado moderno, entendiendo que el gobierno en este tipo de organización podría ser “el
conjunto de los órganos a los que institucionalmente les está confiado el ejercicio del
poder”, concepto a partir del cual se interpreta que el gobierno sería una parte del Estado.
(Skocpol; 185:114)

Es así como el gobierno, se constituye en la autoridad que impone líneas de acción,


conductas y preceptos a los individuos que conforman su población, con la misión de
dirigir a la colectividad hacia la consecución de este bien público. Es el atributo del poder,
traducido en la capacidad de dirección de un Estado, a partir de las instituciones creadas
para tal fin. Es necesario reconocer además, que la supremacía del gobierno a los demás
centros institucionalizados en el seno de la sociedad, se ha garantizado por la tendencia
monopólica en el uso de la fuerza. Este resulta uno de los elementos más importante para
entender la fortaleza del gobierno, tanto la amenaza sobre su uso, como este último
mismo, como medio de las autoridades para garantizar la supremacía del poder (Bobbio;
1989:711)

Considerando a uno de los pensadores clásicos de la teoría política, Monstequieu, este


clasifica los gobiernos en: a) Repúblicas, es decir, aquel en el que todo o parte del pueblo
posee la potencia soberana, las cuales a su vez fueron clasificadas en: a.1.) Democracias
(cuando el poder soberano radica en el pueblo) y a.2.) Aristocracias (cuando el poder
soberano radica en una parte del pueblo), las cuales se rigen por mecanismos
parlamentarios, con un sistema procesal establecido y una clarificación en la división de
las funciones del gobierno; b) Monarquías, entendidos como aquellos donde manda uno
solo, a partir de leyes fijas y establecidas; y c) Despóticos; donde manda uno solo, sin la
existencia de leyes o reglas, cuyas acciones están sujetas a su entera voluntad. (Giner;
1994:314)

1.4.4. La soberanía

Los Estados, para constituirse como tales, deben tener la capacidad “exclusiva de tomar
decisiones vinculantes para su población y en el marco de aquel territorio” (Vallès;
2008:166) Visto de otra manera, los Estados cuando son soberanos implica que “el
detentador del poder lo ejerce sin dependencia o control por parte de otras instancias,
superiores o inferiores” (Bobbio; 1982:2) La soberanía por tanto, se observa como la
cualidad de las entidades estatales en dos vías de independencia, interna y externamente
de autoridad alguna. El poder que emana de la aplicabilidad de la autonomía, puede ser
traducido en la capacidad del Estado de tener a su haber, el monopolio del derecho y de
la violencia frente a otros actores a nivel interno, como pueden ser las autoridades civiles,
eclesiásticas o económicas. Externamente, la soberanía no admite dominio de
autoridades ajenas, como pueden ser imperios, otras entidades estatales, el papado, o
cualesquiera otro sujeto con capacidad de derecho internacional.

Al considerar las principales características de la soberanía, se puede identificar que esta


afirma la individualidad, autodeterminación e independencia de los Estados, y hace que
se coloquen (al menos en la teoría) en un mismo nivel, al menos en términos de sus
relaciones recíprocas y en el control de su territorio. Sin embargo, los diversos
acontecimientos suscitados en la historia de los Estados, hacen de este concepto, uno de
gran discusión.

Soberanía, No obstante lo anterior, también resulta válido evitar


¿cómo se lo explico a mis la suposición de que la soberanía constituye un
compañeros? poder ilimitado o insuperable para los Estados. Los
límites de esta soberanía pueden estar determinados
por la propia acción voluntaria del Estado al suscribir
tratados internacionales o solicita su adhesión a
determinadas organizaciones internacionales, siendo
que su soberanía de sumo imperio estaría
condicionada por las reglas suscritas. Otra forma
menos usual pero existencia de limitación a la
soberanía estatal es precisamente la intervención
sea mediante presión mediática, económica,
comercial, política o militar de una entidad estatal con
capacidades superiores o bien, de un organismo
internacional. Aun cuando se supone la prohibición
expresa para que se susciten dichos
acontecimientos, no se puede negar la reducción de
los límites de esta soberanía en algunos estados, bajo los preceptos de de asegurar el
respeto a los derechos fundamentales y condiciones de vida de sus habitantes (conocidos
como actos de lesa humanidad o de injerencia humanitaria).

Por su parte, la idea de la soberanía interna, también fue objeto de importantes


transformaciones. La idea de una autoridad ilimitada fue en detrimento a partir de la
aceptación de derechos individuales frente al estado, donde el poder estatal debía
sujetarse a determinadas reglas internas y la acción de un Estado de tipo liberal-
democrático, estaría condicionado por los derechos individuales, a su vez regulados por
normas constitucionales e internacionales. En la actualidad, inclusive se conoce de casos
en los que autoridades e individuos nacionales de otras entidades estatales, reclaman
responsabilidades por actos sucedidos en una entidad estatal que no sea la propia.

1.5. Los Estados según la distribución territorial del poder

La teoría del Estado moderno, ha definido dos tipos de Estado, según se considere la
forma en que ha administrado la distribución territorial del poder. Así, se habla de Estados
Unitarios y Estados Compuestos.

1.5.1. Estados Unitarios


Se caracterizan por que el poder estatal actúa en todo el territorio, esto porque la
extensión del mismo es reducida, lo cual implica que el poder político reside en único
centro. (Vallès; 2008:181) Sin embargo, para lograr una mayor eficacia en la ejecución de
este, el poder central puede ser delegado en forma de competencias, entre instituciones
encargadas de gobernar o administrar políticamente, ámbitos geográficos menores.

Una de las principales características de este Estado Unitario


modelo, es la verticalidad de la relación entre las Francia, como Estado Unitario se
instituciones del poder central, es decir, aquellas caracteriza por ser descentralizado y
con competencias sobre todo el territorio, y las regionalizado, donde el poder central
ha transferido algunas de sus
instituciones territoriales, entendidas como las competencias y recursos a diversas
unidades en que se puede dividir la administración entidades territoriales (municipios,
territorial. Generalmente, este tipo de Estado fue regiones consecuentemente), para
acogido por estados liberales, por cuanto a raíz de procurar mayor eficiencia en la
esta centralidad, se podía asegurar la igualdad del satisfacción de requerimientos y
demandas de la sociedad, a partir de
trato para todos los ciudadanos. la acción de autoridades locales.

El Estado Unitario, a su vez confía parte de la


administración política del territorio en los gobiernos locales, las cuales son entidades
políticas subestatales compuestas por un órgano elegido (ayuntamiento, consejo
comarcal, diputación provincial) con funciones políticas legalmente atribuidas, definidas y
tuteladas por el poder central, así como financiadas con recursos de la administración
estatal.

Como el objeto de los Estado Unitarios se dirige a satisfacer las necesidades y


requerimientos de sus administrados, en la actualidad se es posible observar a estas
unidades estatales avanzando abiertamente hacia el desarrollo nuevas fórmulas de
relacionamiento, como la cooperación internacional y la descentralización.

1.5.2. Estados Compuestos: federaciones y confederaciones

A diferencia del caso anterior, es posible encontrar unidades estatales con extensiones
territoriales más amplias. En los casos en que esto ocurre, el poder estatal se mantiene
para todo el territorio, sin embargo, la acción del poder se puede suministrar por medio de
ámbitos territoriales subestatales menores, como las ciudades, las comarcas o regiones.
En cada una de estas unidades subestatales con una circunscripción geográfica
específica, los Estados desarrollaban instituciones políticas propias para ejercer la
administración de este poder, entre las que se pueden mencionar los ayuntamientos,
consejos comarcales, provinciales y gobiernos regionales. (Vallès; 2008:181)

Unión Europea
Lo que distingue a los Estados Compuestos es la
administración del poder político. En este caso, se
Probablemente sea la entidad reparte entre instituciones que controlan ámbitos
política más próxima a un modelo
confederal en la actualidad. Sus territoriales diferentes (Vallès; 2008:182) Lo anterior de
estados miembros, cedieron a la cuenta de la existencia de un acuerdo político, para
Unión la definición de políticas en delegar y compartir el poder entre diversos niveles
varios temas (economía, gubernamentales, donde la figura del centro político
comercio, cooperación, derecho,
seguridad) y los acuerdos del
único se limita. Así, este modelo carece de un modelo
Parlamento Europeo, el Consejo vertical de relacionamiento, y por el contrario, predomina
de Ministros y la Comisión, tiene
obligatoriedad sobre sus
miembros.
el principio de la coordinación horizontal entre instituciones.

Las federaciones o Estados federales, son la forma más común de este tipo de Estado.
Las formas políticas para designar las unidades subnacionales reciben diversos nombres,
por ejemplo en Brasil, la India y EE.UU. se conocen como estados; en Suiza, se
denominan cantones; en Canadá, provincias; y en Bélgica, comunidades o regiones.
(Vallès; 2008:183)

Como habrá sido posible notar, no hay un modelo federal único, no obstante, se pueden
identificar algunas características básicas: la distribución de las competencias es
constitucionalmente establecida y especifica estrictamente las que corresponden a cada
una de las entidades federadas, es decir, todo lo que no se confía a la federación,
presupone competencia de estas entidades; la capacidad tributaria tiene una distribución
vital, donde la federación como las entidades federales, poseen el derecho de imposición
tributaria; la administración del poder político cuenta con la existencia de instituciones
federales (cámara legislativa, gobierno federal, tribunal superior, banco federal, entre
otras), con representación de estas entidades. Quizá la más importante de dichas
características, es la facultad de cada entidad federal de elaborar una constitución propia.
(Vallès; 2008:184)

Para Dahl (1999:140) en un sistema federal, “el gobierno de ciertas unidades territoriales
más pequeñas –estados, provincias, regiones- tiene garantizada su permanencia y un
significativo ámbito de autoridad”. De los 22 países democráticos más antiguos, solo seis
son federales, dentro de los que se destacan a Estados unidos, Alemania, Canadá, Suiza,
Austria y Australia.

Una variación importante a tener en cuenta en torno al modelo federal, son los llamados
Estados autónomos, conocidas como una variante del Estado compuesto, caracterizado
fundamentalmente por estar constituido por comunidades autónomas. Por ejemplo, en
España, Escocia, Gales e Irlanda del norte en Gran Bretaña. Se caracterizan por ser
producto de acuerdos políticos tomados por las poblaciones afectadas mediante
referéndum y consultas, por las cuales se confieren especiales poderes y recursos a las
instituciones que componen dichas unidades subestatales. Igualmente, este modelo se
diferencia del Federal en tanto carece de
instituciones centrales como cámara legislativa, Ejercicio de comprensión y
tribunal federal o constitucional. conocimiento
En el espacio correspondiente, coloque
Las confederaciones, por su parte, no pueden ser una (U) si el Estado en mención es
Unitario; o una (F) si es Federal.
consideradas un tipo de Estado, ya que
constituyen agrupaciones de estados previamente 1. Brasil _____
existentes, que deciden actuar de manera 2. Corea del Sur _____
mancomunada en temas específicos. Cualquier 3. España _____
4. EE.UU. _____
acción o decisión confederal debe contar con la
5. Camerún _____
unanimidad de sus miembros, lo cual a su vez 6. Costa Rica _____
equivale al poder de veto de alguno de estos. 7. Holanda _____
Posee un órgano máximo de gobierno (que puede 8. Bélgica _____
tomar la forma de consejo, convención, asamblea) 9. Inglaterra _____
10. Nigeria _____
en el cual se reúnen los representantes de los
estados miembros, sin embargo, carece de
obligatoriedad de cumplimiento.

También podría gustarte