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El origen de la agricultura, la

domesticación de plantas y el
establecimiento de corredores
biológico-culturales en Mesoamérica

Mesoamérica es considerada como una región geográfica que incluye los actuales
territorios del centro sur de México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador,
Nicaragua y Costa Rica. Se trata de una de las regiones ecológica y culturalmente
más diversas del mundo, donde el pluricultivo de milpa y el sistema agroalimentario
basado en él, con formaron un rasgo cultural característico.

Para el caso de Mesoamérica se plantearon dos áreas alternativas en las que


posiblemente se iniciaron estos procesos: en los valles intermontanos del centro
de México o en las áreas bajas del su roes te, en la cuenca del Balsas. Donde
esta última región ha sido menos estudiada arqueológica y
arqueobotánicamente bajo la perspectiva del origen de la agricultura de la
domesticación de plantas y del surgimiento de las civilizaciones
mesoamericanas, considerada como un área cultural marginal.
La disponibilidad de agua dulce es un factor ecológico determinante para la
distribución y movimiento de plantas y animales, incluido el hombre, y que los
ríos, como fuente segura de este elemento, pudieron funcionar como corredores
o rutas de dispersión humana y cultural tanto en tiempos previos como
posteriores al origen de la agricultura y de la domesticación de plantas.
Entendemos la domesticación de plantas como un proceso evolutivo histórico
que aún continúa, cuya resultante en muchas especies ha sido la fijación de un
conjunto de alelos que les confieren fenotipos favorables al consumo y al cultivo,
pero durante el cual han disminuido o perdido su capacidad de supervivencia en
condiciones naturales, por lo que tienden a depender del humano.
A este conjunto de características genotípicas determinadas por estos alelos se
le conoce como síndrome de domesticación.
El proceso de domesticación consiste en la selección recurrente de las
poblaciones de plantas con características deseadas y su manejo agrícola en
diferentes ambientes, este proceso puede estar favorecido o limitado por el
sistema de reproducción y por la constitución genética de las plantas.
En sistemas agrícolas bajo condiciones ambientales limitativas, los grupos han
mantenido algunas plantas semidomesticadas como parte de su estrategia
productiva. El manejo agrícola es el conjunto de modificaciones que realizan
deliberadamente los grupos humanos al ambiente, con la finalidad de lograr la
supervivencia y la producción de biomasa de las plantas selectas, con las cuales
satisfacen sus necesidades ante las condiciones ambientales prevalecientes.
El origen de la agricultura, la
domesticación de plantas y el
establecimiento de corredores
biológico-culturales en Mesoamérica
Por lo que la domesticación de plantas y la agricultura son procesos
interdependientes y continuos en el tiempo, estos van a la par con los grupos
humanos que generaron y desarrollaron conocimientos y técnicas para la
transformación, consumo y conservación de los alimentos, con los cuales
mejoraron las cualidades alimenticias de las plantas, a lo que llamarón a estas
técnicas de transformación y prácticas culturales sistema alimentario.
El proceso de domesticación de plantas en Mesoamérica pudo haberse iniciado
de diversas maneras: en plantas anuales de reproducción sexual como el maíz
y el frijol, el síndrome de domesticación está controlado por pocos genes con
grandes efectos, los cuales a su vez muestran ligamiento, esto favorece su
fijación en periodos cortos de tiempo a través de la selección y del cultivo.
La conformación de comunidades de pastos promovidos por el fuego y la fauna
pudo posibilitar la selección de individuos con mutaciones nuevas y con
características fenológicas relevantes para ser cosechados, consumidos y
almacenados, así Así, la selección recurrente, el cultivo y la constitución génica
de estas especies llevaron a la fijación del ale los asociados a objetivos
antropocéntricos.
En especies perennes como Agave, Spondias, Opuntia y Stenocereus, la con
formación de bosquetes promovidos por el fuego y por la fauna posibilitó la se
lección de individuos con características relevantes para ser cosechados,
consumidos, almacenados y propagados.
Asimismo, el uso del fuego, la protección de plántulas y su eventual propagación
en los mismos bosquetes o in situ, impactaron en la evolución de estas plantas,
llevándolas a la domesticación o a la semidomesticación.
Las primeras plantas domesticadas en Mesoamérica fueron las calabazas,
donde sus restos muestran características que impiden su dispersión natural,
como incremento en el tamaño del fruto, de la semilla, el ensanchamiento de la
base del pedúnculo y el engrosamiento del pericarpio.
Las calabazas silvestres crecen espontáneamente en los sitios perturbados por
el humano, particularmente en sus asentamientos y en aquellos que modifica
mediante el fuego; sus semillas son comestibles, por lo que pudieron ser objeto
de selección y cultivo en sitios contiguos al resguardo.
Para el maíz, los estudios genético-moleculares, con microsatélites nucleares,
permiten suponer que la diferenciación entre poblaciones domesticadas y
silvestres se inició hace aproximadamente 9 000 años.
El origen de la agricultura, la
domesticación de plantas y el
establecimiento de corredores
biológico-culturales en Mesoamérica
Los registros arqueobotánicos señalan que para 6400 AP ya presentaba la
fijación de los alelos para raquis desarticulado, mazorcas con dos y cuatro
hileras y granos con glumas reducidas, que indican su domesticación.
Para el fríjol, los registros arqueológicos indican la presencia del frijol común,
Phaseouls vulgaris domesticado entre 8000 y 6000 AP. Sin embargo, los
fechamientos directos en las semillas indican sólo 2285 AP. Esto supone una
posible contaminación de semillas entre los diferentes estratos arqueológicos en
los refugios estudiados, donde los frijoles domesticados presentan dehiscencia
en la vaina, con lo cual pierden la capacidad de dispersión natural de sus
semillas, así como pérdida de dormancia, gigantismo en vaina y semilla, y
pérdida de sensibilidad a la foto período.
La distribución geográfica y las características eco fisiológicas del maíz y del frijol
sugieren que el ori gen de la agricultura y la domesticación inicial de es tas plan
tas se llevó a cabo en áreas de selva baja caducifolia, en elevaciones
intermedias, entre los500 y 1600 msnm, incluyendo los bordes con el bosque de
encino.
Los registros paleoecológicos entre 7000 y 5550AP, para el suroeste de
Mesoamérica, indican la acumulación de polen de asteráceas, especies
arvenses típicas de sistemas de cultivo con ciclos cortos de barbecho, y un
decremento en la acumulación de carbón.
La difusión del maíz hacía áreas de donde no existían poblaciones silvestres,
cuando aún presentaban baja diferenciación varietal, pudo promover la fijación
de caracteres domésticos y la diferenciación racial en estas áreas, al encontrarse
aislado de los progenitores silvestres e ir desapareciendo los segregantes con
caracteres silvestres.
Las evidencias paleoecológicas y las características ecofisiológicas de las
plantas domesticadas señalan que la agricultura se estableció en áreas de selva
baja caducifolia, ya que las principales plantas domesticadas proceden de este
ecosistema.
El fuego se convirtió en una fuerza de selección decisiva en la etapa inicial de la
domesticación, de manera similar ha como ha sugerido en otras partes del
mundo.

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