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Día número dos en este nuevo mundo, debería no contarlos de ahora en adelante.

[Un vehículo blanco manejaba por la ciudad, Chitose quien estaba ahí dentro era llevada a la
secundaria que resulto estar bastante lejos de su hogar]

No lo sé, aun no me familiarizo con todo este cambio repentino. Tratando de conseguir
información solo encontré a la posible hermana menor de Akari, solo eso. Además, ¿Qué se
supone que hare en clases? No recuerdo nada de mi otra yo y a penas logre adaptarme a mi
familia.

-¿Estas bien?

[Su hermano quien conducía con calma bajo la velocidad al ver a su hermana con el rostro
recostado en el vidrio]

-¿Qué hare? No recordaba ni mi propio nombre cuando desperté. – Dijo la albina.

-En ese caso, ¿Por qué no copias lo que otros hacen? No es el mejor consejo pero te ayudara a
sobrellevar en teoría tu primer día en clases. – Comento el chico al volante.

-Podría usar eso.

[Cruzaron en una intercepción, la secundaria se veía a la vista desde el parabrisas]

-Oye. He tenido un sueño sobre una persona igual a mí de ojos verdes. Creo que era mi gemela.

-Supongo que algunas cosas no se borran. Antes querías una hermana. Supongo que esa es aquella
persona que viste.

Llegamos, solo debo tranquilizarme y respirar con calma. Entrare, recibiré clases como de
costumbre, tratare de buscar a mis amigas en este lugar y me retirare a casa. ¿Qué puede salir
mal?

[Dejo el asiento del copiloto en el vehículo, tomo su mochila con cuadernos variados y camino
hasta la entrada. Sin embargo, su hermano aun no partía como esperaría]

-Estaré bien, puedes ir a cualquier lugar que quieras. – Comento Chitose regresando a la ventana.

-No estoy esperando por ti. Si no por ella. – Señalando detrás.

No puede ser…Creo que si “ESA” Persona viera lo que su profesora y enamorada hace en este
mundo, el suicidio no sonaría tan mal para ella. Lo siento Matsumoto Rise, pero aquí, Nishigaki
Nana parece estar saliendo con mi hermano mayor.

-Hola chico guapo.

-¿Te llevo a casa?

[A pesar de poder encontrar a una de las personas que ella conocía, era realmente incomodo
verlos en el interior del auto conversando tan cariñosamente, y para Chitose quien sabía que su
profesora le gustaban las mujeres era extraño pensar lo contrario ante sus ojos]
[Entro a la secundaria, todo lucia exactamente igual que en su otra vida con una clara diferencia.
Ella aquí no era nadie]

-¿A dónde debo ir ahora?

[Un folleto estaba colgando de la pizarra de eventos. “¿Buscas un club? Pásate por cualquiera de
ellos y encontraras tu mundo feliz” Eso decía el papel. Ella giro su cabeza hacia los lados en busca
de miradas pero ninguna se fijaba en su presencia]

-Sería buena idea buscar un club en el cual adaptarme. ¡¿Eh?! – Inconscientemente giro su cabeza
y todos la miraban por ese grito repentino. –¿E-ella está ahí?

[Cuerdas de guitarra sonaban al mismo tiempo que un piano eléctrico tocaba teclas al azar. Por lo
que podía escuchar dos chicas pasaban un rato tranquilo en aquel club de música. El cartel que
nombraba al salón estaba a punto de romperse y a su alrededor solo veía una zona de la
secundaria solitaria]

[La puerta se abrió repentinamente]

-¡Buenas! ¡Vengo por este folleto! – Exclamo la peliblanca nerviosa.

[Lo que había pensado todo el trayecto hasta ese lugar era cierto. Sugiura Ayano y Toshino Kyoko
estaban ahí]

[Todo se había puesto incomodo por aquel grito repentino, pero eso no importaba para ambas
chicas que al ver una posible nueva integrante se abalanzaron sobre ellas jalándola hacia dentro]

-¡¿Quieres unirte al club de música?! – Dijo la rubia emocionada.

-¡No te arrepentirás, te lo aseguro! – De la persona que menos esperaría un grito de emoción era
de Ayano.

Un segundo…Si ellas están aquí. ¿Quién forma parte del consejo? ¿El club de te antiguo seguirá sin
descubrir?

Mientras esas dos personas importantes para mi están mirándome con ojos de gato enamorado
solo puedo pensar en esas sonrisas cayéndose por negarme a eso. ¿Así que porque no? Después
de todos los clubes no dan notas extra. Eso quiero creer.

-¡Aaah! ¡Si! ¡Si quiero!

-¡Bien! – Gritaron ambas estudiantes.

[La energética Kyoko tomo de las manos a Chitose, arrastrándola hacia una batería un poco
polvorienta]

-¡Puedes tocar la batería, es muy divertido!

[Ayano por otro lado con la misma energía la acerco a un bajo]

-¡No! ¡Ella quiere tocar esto!


-¡¡AAAAAAAH CALLENSE!! – El grito que dio Chitose las detuvo en seco e inmediatamente se
levantaron derecho. –Puedo escucharlas perfectamente, no es necesario que griten por todo.

[Tapo su boca una vez más por decir algo que podría ser ofensivo]

-A parte de tu mama, no hay otra persona que nos callara de tal forma. Me gusta la chica nueva. –
Comento la pelimorada mirando a su amiga.

-Uh, ¿De forma amorosa? – Pregunto la rubia.

-De la forma en la que se quiere a una mascota.

-¡No soy una mascota! – Exclamo Chitose molesta.

Han pasado 10 minutos desde que me uní al club de música. Ese par parecen mejores amigas a
comparación de quienes conocía en mí otra vida, quizás ellas son más que compañeras y tratan de
ocultarlo con gritos chillones.

-¿Desde cuándo ustedes se conocen?

-Bueno, soy mayor que ella por algunos días de diferencia. Nuestros padres son amigos. – Dijo
Ayano volviendo a su guitarra acústica.

-Podríamos decir que desde casi siempre, ¿Me equivoco?

-Sí, más o menos de esa forma. – Respondió Kyoko en el teclado.

-Y…¿No hay nada mas entre ustedes? ¿No hay amor? – Pregunto.

[Ambas se miraron fijamente, seguido de caer al suelo en carcajadas altas y molestas para la albina
sentada en ese momento serio. No paraban de reir aunque la mirada asesina de Chitose las
quemara por dentro]

-A-ah, no me había reido tanto desde hace un mes. – Dijo la rubia.

-Preferiría vivir con gatos que con ella. – Hablo Ayano secándose las lágrimas.

-Touché. La respuesta es no. Es imposible vernos de otra forma.

Cuando tuvieron el tiempo de ver a su compañera nueva, notaron como su ojo izquierdo tenia
pequeños espasmos de enojo, aunque su risa pasiva dijera lo contrario.

-Debo ir al baño un momento, necesito que me cuenten algunas cosas que necesito saber.

Al levantarme de la silla pude sentir dos miradas un poco tristes a mis espaldas, ¿Qué estaba
pasándoles? Y ¿Porque les preocupaba tanto que me fuera? Quizás este club esta solo porque
cada persona no soporta sus personalidades alegres. Quizás ya les han dicho que saldrán, y nunca
vuelven.

Ademas, ellas tomaron mis manos.

-¿Volveras al club? – Pregunto Kyoko.


-Claro, ¿Porque no vendría? Me gusta el ambiente de este lugar. – Respondió la albina guiñando
su ojo.

Aunque ellas no sean la pareja que imagine, con que Ayano sea feliz me es suficiente.

[Cerrando la puerta sin mirar detrás, una vista sobre el panel de vidrio pequeño mostraba a ambas
chicas celebrando por tener a un nuevo miembro en su club no tan buscado por las estudiantes.
Chitose pensó que ir al baño le daría una idea de lo que más o menos podría hacer durante las
clases casi cercanas. Se le podía ver con la puerta del escusado abierta, mirándolo con
detenimiento mientras esperaba no sé qué]

Se que tu sabes algo…Pero eres un inodoro, por lo tanto no hablas.

[Un grupo de estudiantes con apariencia fácil de describir se acercaban hacia la peliblanca algo
confundida por las miradas maliciosas que portaban. Antes que pudiera decir un simple Hola, fue
metido dentro de los baños por dos de las 3 chicas quienes reían con maldad]

Al parecer estas son las bravuconas que abusaban de mi otra yo…Arreglemos esto de una vez.

-¿Por qué están haciendo esto? ¿Qué hice yo? A parte de nacer, claro está. – Dijo Chitose.

-Aun cuando te dijimos que estorbabas en este lugar para mujeres, sigues viniendo como si nada.
Parece que tendremos que darte algo de agua y así entenderás.

No sé por qué, pero esas chicas me tomaron y trataron de meter mi cabeza en uno de los
inodoros. Pero deberían saber, o deben saber ellas que realmente tengo mucha fuerza en mi
espalda. Principalmente por ayudar a las personas con cosas pesadas.

[Las regreso imponiendo presión dura y pura, soltándose de las 3 chicas que terminaron
impactadas por verla revelarse por primera vez. A la grandulona solo fue necesario un empujón
con el pie en la boca del estómago para que así golpeara contra la cerámica del lavamanos y
cayera con dolor. Una en su derecha lanzo un puñetazo que fácilmente fue desviado hasta la
esquina de la compuerta, cortándose un poco la palma]

-¿Y bien? – Giro su cabeza con una sonrisa malévola ante la última y más asustada abusadora.

-¡Espera! ¡M-me iré!

Es tan gracioso como dos de las abusadoras huyeron dejando a su líder tirada en el suelo. Nunca
me había enfrentado a alguien… ¡Se siente muy bien ser libre!

[Camino hacia la única de ellas, sonriendo con amabilidad mientras le ayudaba a ponerse de pie]

-Ciertamente me lo dijiste. Por eso estás hablando sola en este momento. – Bajo un poco la parte
de su uniforme, una marca morada rodeaba su cuello algo lastimado. –Solo necesitaba un poco de
venganza antes de poder morir tranquila, ¿Me captas? Si intentas ser mala con alguien más iré a
tu casa y te expondré a todos con tus secretos más profundos, sufrirás sola, se burlaran de ti, ni
tus padres te pondrán atención. Lo que al final te hará terminar como yo…Muerta, jeje.
[La mirada de aquella estudiante a punto de enloquecer por eso último fue satisfactoria para la
albina sonriendo frente a ella. Del baño salió una chica aterrada gritando cosas incoherentes sobre
fantasmas mientras dentro del mismo Chitose reía como nunca lo había hecho]

-Eso fue maravilloso. Espero que dios no me odie por eso.

[Continuo lavándose las manos dándole la espalda a la puerta de madera, siguiendo con su
pensamiento de que hacer en clases por hoy, ya que por lo visto no le reclamaron faltar a clases,
debía significar algo]

[Una puerta detrás de Chitose se volvió a abrir]

-Parece que no entendieron la primera vez. – Volteándose. -¡Buuu….!...E-eres tu…

[Sus ojos se llenaron de lágrimas, sin poder creer que en frente de ella estaba Akari Akaza
mirándola directamente. Tenía el cabello largo, presencia le sobraba y sobre todo aquellos
reconocibles odango aún seguían ahí]

-¿Estas llorando? – Pregunto.

-¡¿Qué?! – Seco con su uniforme el rostro empapado de lágrimas en un instante. –N-no pasa nada,
suelo llorar por pequeñeces. ¿Necesitas algo?

Dios…Que hermosa se ve con su cabello largo, tengo ganas de abrazarla y besarla.

-Ayer mi hermanita me dijo que tú la salvaste de unos niños horrendos que la atacaron sin pensar.
¿Eso es cierto?

-Lo que es cierto es que tu hermanita miente un poco, ella los ataco primero. Pero si, la salve de
ellos. ¿Por qué?

[Lentamente ella se acercó hacia la nerviosa albina retrocediendo con risas incomodas, haciéndola
sonrojarse con cada segundo más cerca. Termino recostada en la pared mirando hacia los ojos
decididos de Akari Akaza]

-¿Cuánto quieres? – Dijo.

-¿Qué? – El momento romántico acabó, y Chitose pregunto en confusión por ello.

-¿Cuánto quieres? ¿Dinero? ¿Fama? ¿Popularidad? ¿Cuánto de eso quieres? – Su voz se hizo un
poco seria. –¿Lo hiciste por eso no?

-¿Disculpa? Creo que no estoy entendiendo el juego. ¿Fama? ¿Eres famosa?

-¿Acaso no me conoces? ¿Vives debajo de un árbol?

Bueno, pues. Técnicamente un árbol me aplasto.

-Em… - Su rostro de duda decía la verdad, para la pelirroja dudosa esa chica un tanto idiota decía
la verdad.

-Agh, bien. Estoy en deuda contigo, si necesitas algo de mi estaré en el consejo estudiantil.
Refugiándome.
[Empezó a caminar hacia la salida mirando de reojo a esa peliblanca observando hacia los lados
con un rostro que decía, “Ayuda, no entiendo nada de lo que pasa”. Llego a la puerta y puso la
mano sobre la manija antes de voltear una vez más]

-Lo siento. No te conozco…¿Debería? – Pregunto la chica de lentes.

[Una sonrisa amistosa se postro sobre la pelirroja callada, eso era todo lo que hizo antes de salir
por el baño]

-Nah. – Dijo Akari alejándose de ese lugar.

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