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Magallanes.
Los descubrimientos, tanto los de Cristóbal Colón como los de Vasco de Gama asombraban
al mundo, cuando los portugueses rivalizaban con los españoles en navegaciones atrevidas,
buscando las especias de las islas Molucas. Hernando de Magallanes conjeturó la existencia
de la unión de los dos mares, Atlántico y Pacífico, proponiendo su descubrimiento al rey de
Portugal. Desatendido en esta corte acude a Valladolid en compañía del cosmógrafo Rui
Faleiro donde los recibe Carlos I, a quien explican cómo es posible llegar a las Molucas por
Occidente, atravesando mares no reservados a los portugueses por el Tratado de Tordesillas
y, además de eso, según Faleiro, probar que las Islas de la Especiería se encontraban en el
hemisferio castellano. Con la influencia de Juan Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos,
consiguieron la aprobación del rey Carlos I.
El 22 de marzo de 1518 Carlos I nombra capitanes a Magallanes y Faleiro para que partan a
la búsqueda de las Islas de la Especiería, y en julio los eleva al grado de comendadores de
la Orden de Santiago y les otorga un conjunto de privilegios6
Réplica de la nao Victoria (Isla Cristina, 1991) en su visita a Japón en 2005, en el muelle de
Odaiba de Tokio.
...Honrado con el hábito de la Orden militar de Santiago y lleno de esperanzas, trasladóse
Magallanes á Sevilla donde el patriotismo del comercio contribuyó extraordinariamente á la
eficacia de los preparativos, anticipando las cantidades necesarias. Allí recibió el estandarte
real de manos del asistente de aquella ciudad D. Martín de Leyva; prestó con toda su gente
el juramento de fidelidad al Rey Carlos I en la iglesia de Santa María de la Victoria y el día
10 de agosto de 1519, después de haber hecho públicas oraciones se dio á la vela en
Sanlúcar de Barrameda llevando a sus órdenes las naves Trinidad, San Antonio, Victoria,
Santiago y Concepción con doscientos treinta y cuatro hombres y víveres para dos años. ...
Felipe M. de Govantes7
Habiendo recorrido dos mil leguas en el mar del Sur desde fin de noviembre de 1520 hasta
marzo de 1521, descubren dos hermosas islas habitadas por idólatras. Eran parte de las
Marianas y en ellas obtuvieron agua y víveres. La expedición vióse entonces salvada.
Mapa del primer viaje de circunnavegación mundial, con salida y llegada a Sevilla y
mostrando su escala prolongada en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), España.
La primera visita registrada por el mundo occidental se da con la llegada del portugués
Fernando de Magallanes a la isla de Homonhon, al sudeste de Samar el 16 de marzo de
1521, viajando bajo la bandera de España y que murió en la batalla de Mactán tras
intervenir para apoyar al rajá Humabon de Cebú, en una contienda entre facciones rivales.
López de Villalobos renombró las islas Filipinas en honor del Infante de España, el futuro
Felipe II, poco después de la llegada de los españoles a las islas. Durante el dominio
español, se unificó políticamente el archipiélago que anteriormente estaba compuesto por
un cierto número de estados y ciudades-estado independientes. Muchos de estos estados
tenían el islam como religión principal y tenían acceso a rutas comerciales que los
conectaban a Asia y al resto del mundo musulmán. Los españoles introdujeron sus códigos
basados en el derecho romano, así como la imprenta y el calendario gregoriano, que
sustituyó en muchos estados al calendario musulmán.
El conflicto con los musulmanes entró en vías de solución en 1645, cuando el sultán
Kudarat y los demás jefes de Mindanao cedieron parte de su territorio a los españoles y
permitieron la labor de los misioneros en sus dominios, mientras que los españoles
reconocieron la soberanía de los líderes musulmanes. Además, se delimitaron los territorios
ocupados por los musulmanes y los cedidos a los españoles y se permitió predicar a los
misioneros cristianos en los territorios de los musulmanes.
Mapa del Virreinato de Nueva España en 1794. Anterior a la paz de Basilea y al abandono
del Fuerte de San Miguel en la isla de Vancouver.
El territorio de las Filipinas fue gobernado por el Virreinato de Nueva España desde 1565
hasta la independencia de México en 1821. Hasta entonces las islas eran administradas
desde la Ciudad de México y controladas a través del puerto de Acapulco, en la costa
novohispana del Pacífico. No fue hasta la independencia de México cuando pasaron a ser
administradas directamente por Madrid.
La Diputación Provincial de las Islas Filipinas fue un órgano creado en 1813 por la Junta
Superior Provincial dependiente de la Junta Suprema Central Gubernativa de España e
Indias, creada como gobierno temporal de España en plena Guerra de la Independencia
Española.
En 1814 Fernando VII reinstauraría el absolutismo, por lo que las diputaciones provinciales
quedaron abolidas hasta el pronunciamiento liberal del Rafael de Riego de 1820, que daría
lugar a su resurgimiento.
Gobernadores
Véase: Gobernadores de Filipinas.
El Real Gobernador General de las Filipinas dirigió esta colonia española hasta su traspaso
a los Estados Unidos de América. El gobernador también poseía el título de capitán general,
un rango militar conferido por las Cortes españolas. Estos gobernantes controlaron desde la
estratégica posición de Manila a las islas Filipinas y al resto de las Indias Orientales
españolas desde 1565 a 1821, fecha en que dejan de formar parte del Virreinato de Nueva
España y pasan a constituir una capitanía general aislada hasta 1898, subsistiendo hasta
1899 con los archipiélagos de las Carolinas, Marianas y Palaos.
Guerra Hispano-Estadounidense
Véase: Guerra Hispano-Estadounidense.
Durante la Guerra Hispano-Estadounidense, los Estados Unidos fomentan el movimiento
independentista en Filipinas y luego aplastan la presencia militar española. El 10 de
diciembre de 1898, el Tratado de París que pone fin a la guerra hispano-norteamericana,
establece que España ceda sus últimas colonias, incluso las Filipinas, por 20 millones de
dólares pero entre 1899-1900 se tiene que hacer un nuevo tratado de París por los islotes de
Simbuctú y Cagayán y además se les condenó por ayudar a los filipinos contra sus tropas
desde esos islotes.
Yo caminaba por la Casa Blanca, noche tras noche, hasta medianoche; y no siento
vergüenza al reconocer que más de una noche he caído de rodillas y he suplicado luz y guía
al Dios Todopoderoso. Y una noche, tarde, recibí Su orientación, no sé cómo, pero la
recibí: primero, que no debemos devolver las Filipinas a España, lo que sería cobarde y
deshonroso; segundo, que no debemos entregarlas a Francia ni a Alemania, nuestros rivales
comerciales en el oriente, lo que sería indigno y mal negocio; tercero, que no debemos
dejárselas a los filipinos, que no están preparados para auto-gobernarse y pronto sufrirían
peor desorden y anarquía que en tiempos de España; y cuarto, que no tenemos más
alternativa que recoger a todos los filipinos y educarlos y elevarlos y civilizarlos y
cristianizarlos, y por la gracia de Dios hacer todo lo que podamos por ellos, como prójimos
por quienes Cristo también murió. Y entonces, volví a la cama y dormí profundamente, y a
la mañana siguiente mandé llamar al ingeniero jefe del Departamento de Guerra (nuestro
creador de mapas) y le dije que pusiera a las Filipinas en el mapa de Estados Unidos, ¡y allí
están, y allí quedarán mientras yo sea presidente!
William McKinley10
Aguinaldo dirigió las tropas filipinas contra las fuerzas superiores en número de los
ocupantes. El 23 de marzo de 1901 fue capturado por las fuerzas estadounidenses en
Palanan, provincia de Isabela, gracias a una estratagema ideada por el general Frederick
Funston, en la que los soldados estadounidenses simularon rendirse.
Puesto ante la alternativa de ser sumariamente ejecutado o renunciar a la acción militar y
aceptar la soberanía estadounidense, Aguinaldo cedió y firmó la rendición el 1 de abril de
1901. Pese a la perseverancia de focos aislados de resistencia que siguieron combatiendo
por la independencia hasta 1913, con la rendición de Aguinaldo se oficializó la ocupación
estadounidense de las Filipinas.
Ocupación estadounidense
Artículo principal: División Administrativa de Filipinas de 1916
El 31 de diciembre de 1916 se organiza territorialmente el archipiélago sobre la base de tres
grandes divisiones: treinta y seis provincias, las siete provincias del Departamento de
Mindanao y Sulu, y el territorio de la ciudad de Manila.11
Las treinta y seis provincias son las siguientes: Albay, Ambos Camarines, Antique, Bataan,
Batanes, Batangas, Bohol, Bulacan, Cagayan, Capiz, Cavite, Cebú, Ilocos Norte, Ilocos
Sur, Iloilo, Isabela, Laguna, La Unión, Leyte, Mindoro, Misamis, Mountain Province,
Nueva Ecija, Nueva Vizcaya, Negros Occidental, Negros Oriental, Palawan, Pampanga,
Pangasinan, Rizal, Samar, Sorsogon, Surigao, Tarlac, Tayabas y Zambales.
Las provincias del Departamento de Mindanao y Sulu son las siguientes: Agusan,
Bukidnon, Cotabato, Davao, Lanao, Sulu y Zamboanga.
La ciudad de Manila va a contar con una jurisdicción independiente, de modo que no estará
incluida en el territorio de una provincia, pero, a falta de disposiciones especiales, el
término «provincia» puede ser interpretado para incluir la ciudad de Manila, con el
propósito de dar cumplimiento a las leyes de aplicación general.
En septiembre de 1901, 34 soldados estadounidenses murieron en una acción de la
resistencia nacionalista cerca de la ciudad de Balangiga. La población de la ciudad fue
masacrada un mes después en una operación de represalia del ejército estadounidense.12
Tras Varsovia y Stalingrado, Manila fue una de las ciudades que más destrucciones
sufrieron. Más de 50 000 civiles murieron, muchos asesinados como fue el caso de los 50
españoles que se encontraban en el consulado cuando fue asaltado por los nipones. El 11 de
abril de 1945 el gobierno de España, por las atrocidades cometidas en Intramuros, rompe
sus relaciones diplomáticas con el Imperio Japonés.14 De los cerca de 1300 misioneros
católicos españoles, presentes entonces en el archipiélago, al menos 66 murieron durante la
guerra, muchos de ellos asesinados por los japoneses.15