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Lo esencial en...
Dermatitis seborreica
Angélica Calderón-Komáromy*, Jesús Borbujo y Azael Freites-Martínez
Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Fuenlabrada. Madrid. España.
*Correo electrónico: angelicamaria.calderon@salud.madrid.org
Puntos clave
● La dermatitis seborreica es una patología frecuente, crónica
y recidivante, sin que exista para ella una cura definitiva.
● El principal factor implicado en su etiopatogenia es la
Malassezia spp., considerándose también factores de tipo
inmunológico y alteración en la producción sebácea.
● Su diagnóstico se basa en criterios clínicos por la presencia
de lesiones eritematosas y descamativas distribuidas en
áreas de piel con alta densidad de glándulas sebáceas.
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Malassezia spp.
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Introducción
La dermatitis seborreica es una patología cutánea frecuente
y crónica, de etiología poco definida, que se caracteriza por
la presencia de lesiones eritematodescamativas en áreas de
piel con alta densidad de glándulas sebáceas.
Se estima una prevalencia en la población general entre
3 y 5%1, con 2 picos de incidencia, el primero en lactantes
durante los primeros 3 meses de vida y el segundo en adultos
entre la cuarta y sexta década, con predominio en el sexo
masculino. Teniendo en cuenta los casos de localización ex-
clusiva en cuero cabelludo como la pitiriasis capitis (caspa),
la prevalencia en adultos jóvenes llega a ser de 30-50%. En
individuos con virus de la inmunodeficiencia humana, el por-
centaje de casos se localiza entre 362 y 83%3, considerándose
la aparición súbita y extensa de dermatitis seborreica como
un posible factor predictivo de esta infección. En algunas pa-
tologías neurológicas como la enfermedad de Parkinson tam-
bién se observa un aumento en el número de casos.
Su evolución e intensidad es variable entre individuos, e
incluso en cada persona a lo largo de la vida, con un curso
en general leve con períodos intermitentes de exacerbación.
Existe un amplio espectro de fármacos para su tratamiento,
lo que se corresponde con los diferentes procesos etiopatoló-
● El diagnóstico diferencial debe realizarse principalmente
con otras patologías eritematodescamativas como psoriasis,
dermatitis atópica, dermatomicosis.
● El tratamiento de brotes se puede realizar principalmente
con antifúngicos, corticoides tópicos, inhibidores de
calcineurina y/o queratolíticos.
gicos implicados en ella; así, se cuenta con medicamentos pa-
ra el manejo de brotes y para prevención de recurrencias.
Etiología
Los factores implicados en la patogenia de esta enfermedad
no se encuentran claramente definidos. Microorganismos del
genero Malassezia spp. se consideran desencadenantes de
dermatitis seborreica, son levaduras lipofílicas que pertene-
cen a la flora cutánea normal, pero el aumento en su densi-
dad suele correlacionarse con la intensidad de las lesiones;
hecho que se contradice con el hallazgo de una cantidad nor-
mal de microorganismos en algunos pacientes. Estudios re-
cientes describen a M. globosa y M. restricta como las espe-
cies principalmente asociadas a esta patología4; resultados
que permanecen aún en discusión. A pesar de todo esto, la
hipótesis que considera la Malassezia spp. como organismo
causal de la dermatitis seborreica ha sido progresivamente
aceptada, en respuesta a la eficacia del tratamiento antifún-
gico.
En segundo lugar, se considera el aumento de secreción
sebácea como un factor asociado a este proceso, dada la dis-
tribución típica de las lesiones en áreas seborreicas de la piel.
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Calderón-Komáromy A et al. Dermatitis seborreica

Esto explicaría la presentación bimodal de la enfermedad,

con aparición en períodos de la vida en los que hay mayor
actividad de las glándulas sebáceas, lo que viene determinado
por la influencia de andrógenos en su funcionamiento. Du-
rante los primeros 3 meses de vida, el recién nacido se en-
cuentra bajo la influencia de andrógenos maternos, y después
de la pubertad se presenta un nuevo pico de andrógenos que
es mayor en el sexo masculino. Pero este hallazgo no es
constante, no todos los pacientes con dermatitis seborreica
tienen un aumento de secreción sebácea en áreas seborreicas
ni todas las personas con hipersecreción sebácea presentan
dermatitis seborreica. Así, recientemente se ha propuesto que
el factor relevante no es la cantidad, sino la composición de
lípidos en la secreción sebácea. En estos pacientes, el coleste-
rol y los triglicéridos se encuentran aumentados, con una dis-
minución de escualeno y ácidos grasos libres5 (lípidos con
efecto antimicrobiano), lo que influye en el crecimiento y ac- Figura 1. Costra láctea en paciente lactante.
tividad de microorganismos Malassezia spp.
Recientemente se ha hablado de un papel etiológico del
sistema inmune, actuando contra la Malassezia spp. como
factor desencadenante de la respuesta inflamatoria. Algunos
estudios han demostrado una disminución de interleucina-2
e interferón-gamma y un aumento en la producción de inter-
leucina-10 en linfocitos en pacientes con dermatitis seborrei-
ca, lo cual puede reflejar una alteración en la inmunidad
celular6. Esta hipótesis se ve reforzada por la respuesta habi-
tual a tratamientos antiinflamatorios e inmunomoduladores
tópicos.
Factores de tipo exógeno pueden exacerbar los brotes, co-
mo el estrés, la exposición a ambientes fríos y secos o la de-
privación de sueño.

Clínica
Figura 2. Placas eritematodescamativas en zona centrofacial.

Dermatitis seborreica infantil

La forma clínica típica aparece durante las primeras sema-
nas de vida con placas eritematosas y descamación untuosa,
afectando al vértex y la región fontanelar anterior, con posi-
ble extensión a todo el cuero cabelludo, lesión conocida co-
mo “costra láctea” (fig. 1). Pueden presentarse lesiones en
pliegues como axilas, ingles, cuello e incluso en el área del
pañal. El prurito es escaso y las lesiones suelen desaparecer
espontáneamente durante los primeros meses de vida.
Una forma rara de presentación con lesiones eritemato-
descamativas generalizadas con un patrón eritrodérmico y
afectación sistémica se presenta en pacientes con inmunode-
ficiencias, cuadro conocido como enfermedad de Leiner.
Dermatitis seborreica del adulto
Los pacientes presentan placas eritematosas, con descama-
ción untuosa en superficie, localizadas en cuero cabelludo,
zona centrofacial (fig. 2), retroauricular, centrotorácica y
centroescapular, afectando con menos frecuencia a pliegues
axilares e inguinales. En general, no todas las localizaciones
se comprometen en un mismo individuo, y la intensidad de
las lesiones es variable incluso en una misma persona a lo
largo del tiempo. La localización más frecuente es la cara,
presente en 88%7 de los casos, con afectación principal de
pliegues nasogenianos (fig. 3), cejas, zona interciliar, con-
ductos auditivos y región retroauricular; en hombres, tam-
bién se puede ver afectada el área de la barba y del bigote
(fig. 4).
Las lesiones en cuero cabelludo se presentan en el 70%7
de los casos. Inicia con eritema perifolicular que progresiva-
mente se extiende y forma placas eritematosas difusas con
descamación de aspecto blanco-amarillento (fig. 5). Se loca-
lizan principalmente en vértex y en zonas parietales. En la
zona frontal, el eritema y la descamación, generalmente mal
definidos, pueden comprometer o sobrepasar discretamente

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Figura 3. Lesiones en pliegues nasogenianos y región ciliar.
Figura 4. Lesiones localizadas en zona de la barba y del bigote.
la línea de implantación del pelo. El prurito es leve. El pa-
trón de las lesiones en esta localización, en especial cuando
se presenta como placas bien definidas, puede llegar a ser di-
fícil de distinguir de la psoriasis; estas 2 patologías compar-
ten algunas características clínicas e histológicas que las ha-
cen indistinguibles en algunos casos, por lo que muchos
autores han dado a este patrón el nombre de sebopsoriasis.
La dermatitis seborreica del cuero cabelludo se puede pre-
sentar también como una descamación difusa fina sin cam-
bios inflamatorios, cuadro conocido como pitiriasis capitis
(caspa) (fig. 6).
Las lesiones en tronco (fig. 7) y en grandes pliegues (fig. 8)
son menos frecuentes y suelen presentarse como placas eri-
tematosas, con escasa descamación. En pliegues, puede ob-
servarse exudación, fisuras y costras secundarias a sobre-
infección.
Calderón-Komáromy A et al. Dermatitis seborreica
Figura 5. Placas eritematosas, descamativas en cuero cabelludo.
Figura 6. Pitiriasis capitis.
Diagnóstico diferencial
La dermatitis seborreica en niños se diferencia de la derma-
titis atópica por su inicio más temprano y su carácter autoli-
mitado durante los primeros meses de vida, los cambios in-
flamatorios son menores y el prurito, generalmente es leve o
está ausente, por lo que el paciente no se encuentra irritable.
La afectación de pliegues como axilas, ingles y el área del
pañal orienta el diagnóstico hacia dermatitis seborreica.
En adultos, la dermatitis seborreica en la cara debe diferen-
ciarse de la rosácea, en la que las pápulas, pústulas y telan-
giectasias son frecuentes; y del lupus eritematoso sistémico,
en el que puede observarse exacerbación por exposición solar,
manifestaciones sistémicas y anticuerpos antinucleares.
La afectación del cuero cabelludo debe distinguirse de la
psoriasis, en la cual las placas son más gruesas, mejor deli-
mitadas, con escamas gruesas blancas adheridas y menos
pruriginosas. Además, se pueden encontrar lesiones cutáneas
de psoriasis en otra localización.
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Calderón-Komáromy A et al. Dermatitis seborreica
Figura 7. Lesiones eritematodescamativas en zona centrotorácica.
Figura 8. Placas eritematosas poco descamativas en grandes plie-
gues.
Las lesiones en tronco deben diferenciarse de la pitiriasis
rosada. En grandes pliegues, el diagnóstico diferencial se
realiza con eritrasma, psoriasis invertida y dermatitis inter-
triginosa.
Tratamiento
Se dispone de un amplio espectro de medicamentos para el
manejo de la dermatitis seborreica. El fármaco de elección
se determina de acuerdo con la fase de la enfermedad (brote
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o fase latente), edad, localización y extensión de las lesio-
nes. Se debe informar al paciente acerca de la cronicidad y
carácter recidivante de esta patología, sin que exista una cura
definitiva.
Se recomiendan medidas generales como mantener hábi-
tos de higiene básica con uso diario de agua y jabón en las
zonas afectadas, está comprobado que la función de arrastre
de las escamas tiene un efecto positivo sobre la evolución
del cuadro. Evitar el uso de jabones alcalinos que podrían
ser irritantes para la piel o usar sustancias limpiadoras sin ja-
bón. Uso diario de cremas hidratantes libres de grasa que
pueden incluir sustancias como ictiol o keluamida.
Recomendaciones no menos importantes como evitar si-
tuaciones de estrés y realizar actividades al aire libre, espe-
cialmente en verano, deben ser dadas al paciente, ya que
pueden ayudar a disminuir la frecuencia de recidivas.
Tratamiento farmacológico
Antifúngicos tópicos
Diferentes antifúngicos han demostrado su eficacia en el trata-
miento de la dermatitis seborreica. Entre los imidazoles tópi-
cos, es el ketoconazol 2% el fármaco con mayor experiencia
de uso, el cual, además de su efecto antifúngico, tiene acción
antiinflamatoria8. También pueden ser usados otros imidazo-
les como miconazol o bifonazol. Se indica una pauta de trata-
miento en brotes 2 veces al día durante 4 semanas. Es posible
usarlo en forma de crema en zonas no pilosas o en forma de
champú o gel en áreas pilosas. Este tratamiento consigue pe-
ríodos prolongados de remisión debido a una disminución en
la cantidad de Malassezia en el estrato córneo9, así, se plantea
su uso preventivo 2 veces por semana, principalmente en la
dermatitis seborreica del cuero cabelludo.
La ciclopirox olamina es otro antifúngico empleado como
alternativa a los imidazoles; aunque con menos experiencia
de uso, ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de bro-
tes de dermatitis seborreica.
Antinflamatorios tópicos
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brotes agudos, solos o en combinación con antifúngicos. En
lesiones en cara se deben usar corticoides de baja potencia
como hidrocortisona durante períodos cortos para evitar el
desarrollo de atrofia cutánea, telangiectasias, dermatitis ro-
seaciforme o acné esteroideo. En lesiones en cuero cabellu-
do y tronco se pueden usar corticoides de potencia media-al-
ta como betametasona, metilprednisolona o mometasona en
crema o en loción, de acuerdo con la zona afectada, en pau-
tas cortas.
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mo una alternativa útil, con pocos efectos adversos, al uso de
corticoides tópicos. Se ha demostrado que el uso de tacroli-
mus o pimecrolimus en 1-2 aplicaciones diarias durante 4 se-
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manas logra la resolución del eritema, descamación y prurito
de forma efectiva. Se recomienda el uso de concentraciones
bajas para el tratamiento de lesiones en cara.
Queratolíticos
En casos de mayor descamación, principalmente en lesiones
en cuero cabelludo, es posible usar productos con acción

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queratolítica como ácido salicílico o derivados de la brea de
hulla, los cuales facilitan el desprendimiento de escamas. En
combinación con fármacos antiinflamatorios y antifúngicos,
favorecen la penetración de estos últimos, potenciando su
acción. Otros fármacos como el sulfuro de selenio, piritiona
de zinc y coaltar tienen, además de acción queratolítica, ac-
ción fungicida y antiinflamatoria.
Tratamiento oral
En lesiones extensas o resistentes a tratamientos tópicos, se
puede utilizar tratamiento antifúngico oral; en este caso, la
derivación a dermatología es conveniente. Los antifúngicos
orales de uso más frecuente son itraconazol y terbinafina.
No se recomienda la administración de ketoconazol oral por
sus efectos hepatotóxicos.
Errores frecuentes
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sin una explicación correcta y detallada sobre la pauta de
tratamiento.
Calderón-Komáromy A et al. Dermatitis seborreica
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de llevar a instaurar un tratamiento no apropiado.
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prolongadas.
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leve intensidad.
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dientemente de la sintomatología, localización o extensión
de las lesiones.
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