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Nombre

Carlos Alberto

Apellido
Vidal Melo

Matrícula
20199136

Materia
Historia Dominicana

Profesora
Elisia Yoelkis Gerónimo Burgos
Investiga y explica ampliamente qué fueron en la época de Trujillo, los
siguientes organismos:

La 40

La cárcel secreta conocida como “La 40”, fue instalada por la dictadura con el fin
de interrogar aplicando crueles torturas y asesinar a los opositores. Sus
actividades estaban íntimamente ligadas a la existencia del Servicio de
Inteligencia Militar (SIM), organismo de inteligencia organizado en principios bajo
las orientaciones del general Arturo Espaillat, un personaje tenebroso al que
llamaban “Nabajita” y quien tuvo destacada participación en 1956, como jefe de lo
que fue el Servicio de Inteligencia en el Exterior, en el secuestro y asesinato del
español Jesús de Galindez.
La creación del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), la cárcel de La 40 y el
ascenso de Johnny Abbes García habían tenido las mismas razones. En 1957, tal
y como lo cuenta el propio Abbes García en sus memorias, que título “Trujillo y
Yo”, el jefe del SIM da cuenta del porque Trujillo lo hizo responsable del Servicio
de Inteligencia. En ese libro, anotado por el historiador Orlando Inoa, el jefe del
SIM explica con detalles sus andanzas por Centro América como miembro
importante del Servicio de Inteligencia en el Exterior (SIE), y la manera en que
desplazó a al general Arturo Espaillat (Nabajita), del importante cargo para la
seguridad del régimen de Trujillo:
“En mayo de 1958—cuenta Johnny Abbes—se presentó un estado de inquietud
política interna. Algunos elementos anti-trujillistas, asesorados por un extranjero,
trataron de organizar un movimiento clandestino que pudiera alterar la estabilidad
del gobierno. Los servicios policiales del país habían recogido material de
propaganda de tipo comunista que estaba siendo distribuido en la capital y en
algunas poblaciones del interior de la Republica. También aparecían en las
paredes de muchos edificios, letreros pintados con carbón, con consignas rojas y
ataques a la Dictadura. Pero los agentes del gobierno no daban con los autores de
esas manifestaciones anti gubernamentales. El grupo que realizaba estas
actividades permanecía oculto y seguía molestando con los volantes y los letreros”
Por eso Trujillo llamo a Abbes y lo nombro director general de Seguridad “para que
se haga cargo de esta situación”.
El Servicio de Inteligencia Militar—SIM—se encontraban en la parte trasera
del Palacio Nacional, en la esquina formada por las avenidas 30 de marzo y
México, lugar hoy ocupado por oficinas gubernamentales. Pero el verdadero
centro de operaciones del SIM lo era La 40, instalada como parte de un plan que
buscaba hacer más eficiente el aparato de inteligencia de la tiranía.
Antes de comenzar a operar como cárcel clandestina, a la residencia se le
construyó una verja de concreto para evitar que los transeúntes notaran lo que
pasaba al interior de la vivienda, o que los prisioneros en un acto de
desesperación, pudieran escapar del recinto carcelario.

La 42

Las atrocidades cometidas por esbirros de Trujillo agrupados en pandilla La 42.


Los inicios de la dictadura.

Con este simbólico nombre, La 42, se identificaba la pandilla de vándalos


reclutados por Trujillo con licencia para amenazar, atropellar e incluso matar a
todo aquel que se opusiera a las pretensiones del futuro dictador. 

Dependía directamente de Trujillo y solo de él recibía órdenes. Ningún funcionario,


civil o militar, por alta que fuere su investidura, podía intervenir en las acciones del
grupo de forajidos.

El grupo de sicarios lo comandaba Miguel Angel Paulino, señor de horca y


cuchillo, que gozaba del aprecio y el respaldo del jefe del Ejército y próximo
Presidente de la República.

El comercio capitalino sufrió lo indecible de manos del cuerpo paramilitar, cuyos


miembros comían, vestían y tomaban mercancías y bebidas sin hacer efectivo el
pago de las mismas; por el contrario, exigían soborno para la protección de las
propiedades, siempre y cuando los dueños no despertaran sospecha de rechazo a
Trujillo.
La misión de la pandilla era esencialmente política, de represión brutal contra los
opositores a las pretensiones de su mentor y jefe. Las armas las suministraba el
Ejército, y la plana mayor, con Paulino al frente, se movilizaba en vehículos
desprovistos de identificación, pero ostentando en su frente y en la parte posterior
del automóvil chapas mal dibujadas, con el temible inscripción La 42.

Días antes de las elecciones del 16 de mayo de 1930 la Alianza Nacional


Progresista había denunciado ante la Corte de Primera Instancia de El Seibo la
ilegalidad del nombramiento de un miembro de una mesa electoral de la localidad.

El caso fue llevado en apelación ante la Corte de Apelación de Santo Domingo,


que debía fallar 48 horas después. Momentos antes del fallo el local del tribunal
fue invadido violentamente por elementos fuertemente armados, pertenecientes a
la banda.
La pandilla amenazó de muerte a los jueces si el fallo era contrario a los intereses
de Trujillo.

La lectura de la sentencia fue aplazada, pero el grupo de sicarios aparentemente


no había completado la tarea que se le había encomendado. Volvieron en la
noche y tumbaron la puerta del juzgado, saquearon y destruyeron todos los
ajuares tratando de localizar el expediente del caso.
Mientras sucedía esto, Trujillo y el presidente interino, Jacinto Peynado,
presenciaban alegremente desde una de las casas de la vecindad la obra de los
sujetos.

El 18 de mayo, la casa del presidente de la Corte de Apelación fue saqueada


tratando de localizarlo, pero el funcionario logró escapar por el techo de la
vivienda. Mientras se trataba de apresar al magistrado, Francisco A. Hernández,
otros socios de la banda, acompañados de efectivos del Ejército, arrestaban en su
residencia de la calle El Conde a don Federico Velásquez, candidato presidencial
de la Alianza y ex vice del presidente Vásquez. Ante el incremento de las
persecuciones, otros jueces de la Corte, y el líder horacista, Pelegrín Castillo, se
refugiaron en la residencia del licenciado Julio Ortega Frier, en el sector de
Gazcue, luego de la negativa de la Legación Americana de recibirlos en su sede.

Otro de los jueces, el respetado Carlos Gatón Richiez, tuvo que disfrazarse de
mujer para burlar la vigilancia de la pandilla trujillista.

Ante la imposibilidad de escapar la persecución, desamparados y en constante


peligro de muerte; amenazados y atropellados y vejados sus esposas e hijos, los
magistrados decidieron entregar toda la documentación del caso al Procurador
General de la República. licenciado Ramón O. Lovatón. Además de Hernández y
Gatón Richez, la Corte de alzada la integraban los magistrados Marino Emilio
Cáceres, Esteban S. Mesa, y G. Soñé Nolasco, quienes a pesar de los vejámenes
resistieron los dicterios de Trujillo y sus hombres.

El nombre de La 42 procedía de la Compañía de Infantería de la marina


norteamericana que desembarcó en suelo patrio en 1916, cuyos miembros
atropellaron salvajemente a los dominicanos que se opusieron a la ocupación.
Con frecuencia el grupo de delincuentes organizaba jocheos y comilonas a los que
asistían Trujillo, el Presidente Peynado y el licenciado Rafael Estrella Ureña, así
como altos funcionarios públicos, acompañados de mujeres seleccionadas que
bailaban y cantaban hasta altas horas de la noche.
Que fue el movimiento 14 de junio

Movimiento Revolucionario 14 de junio. También conocido como Agrupación


política 14 de Junio, llamado años más tarde 1J4; fue un movimiento clandestino
de oposición a la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo con orientación izquierdista
que llego a cubrir casi todo el territorio nacional, con unos 6,000 comprometidos
de todos los sectores sociales.
El Movimiento Revolucionario "14 de Junio", se convirtió en la tercera fuerza
política de entonces y la principal organización antiimperialista, había alertado
sobre la posibilidad del golpe y a través de su líder, Manuel Aurelio Tavárez Justo,
en una concentración en la avenida el Conde en Santo Domingo.
Instalado el gobierno del Triunvirato, el Movimiento Revolucionario "14 de junio",
cónsono con la orientación de su líder, dio inicio, la noche del 28 de noviembre, a
una insurrección con seis frentes guerrilleros, que tenía como propósito el retorno
al orden institucional y la reposición de la Constitución del 1963.
En el más importante de los frentes, el Enrique Jiménez Moya, ubicado en Las
Manaclas, estaba Manolo Tavarez, quien a la vez era el Comandante General de
la guerrilla.
Con una débil y pobre preparación física y militar, junto a un entorno político
nacional dominado por la derecha y donde en el ámbito urbano la resistencia era
escasa e inefectiva, el movimiento insurgente fue rápidamente diezmado, al
extremo de que a 20 días de iniciado, cuatro de los seis frentes estaban
desvertebrados, con la agravante, tal y como se consigna en el Diario de la
Guerrilla de Las Manaclas, que más de la mitad de los integrantes del principal
frente guerrillero estaba al borde del colapso.
Acciones de 1965
Muerto su líder (Manolo), presos y deportados otros y otras, el 1J4 registraba una
crítica situación interna que le hacía peligrar como organización de masa.
El 1J4, aun con su crisis interna, tuvo una protagónica integración a la lucha en la
llamada la Guerra de abril 1965 a partir del 25 de abril, cuando su Comité Central
Provisional tomó la decisión de profundizar el movimiento armado en desarrollo.
Su influencia política era tal que aun así llegó a dirigir la mayor parte de los
Comandos, forma de organización armada que se dio el pueblo para enfrentar a la
contrarrevolución criolla y extranjera.
Los catorcistas fueron parte activa, junto al pueblo, los militares constitucionalistas,
el Partido Socialista Popular (PSP) y el Movimiento Popular Dominicano (MPD), de
los principales acontecimientos militares ocurridos durante la Revolución de Abril,
ya fuera en la Batalla del Puente Duarte, en la Operación Limpieza de la Zona
Norte de la Capital articulada por la contrarrevolución, en los combates antiyanquis
del 15 y el 16 de Junio o en el intento de asalto al Palacio Nacional donde
morirían, entre otros extraordinarios combatientes, el Coronel Fernández
Domínguez, el líder en ese momento del Movimiento Revolucionario "14 de
Junio", Juan Miguel Román, y otros dirigentes muy destacados como Euclides
Morillo que también había participado en el alzamiento guerrillero del 1963, entre
otros.
Fin del Movimiento
Terminada la Guerra de Abril, se agudizó la crisis del 1J4, donde se decía que su
papel ya había llegado a su fin, esta crisis culminaría con su desintegración en
1968.

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