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López, Y., Martínez, A. & Peralta, L. (2009). Capítulo I. Trabajo Social de Grupo: Hitos históricos y
formulaciones conceptuales. En Trabajo Social de Grupo: producción escrita, docencia y
modelos de intervención (pp. 31-42). Bogotá, Colombia: Editorial Universidad Nacional de
Colombia.
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http://www.humanas.unal.edu.co/2017/extension/centro-editorial/libros/trabajo-social-de-grupo-produccion-
escrita-docencia-y-modelos-de-intervencion
2009). Con ello, la práctica del TSG comenzó a expandirse desde las instituciones tradicionales
hacia otros espacios como hospitales, hogares para madres solteras, niños y ancianos, sindicatos
y la industria; paralelamente, la formación en TSG se disparó.
No obstante, hacia el final de los cincuenta, en Estados Unidos comenzó a emerger una
definición general del método profesional del trabajo social y su estructura, lo que conllevó a que
se unificaran la teoría y la práctica en busca de un ‘enfoque genérico’. Dando como resultado la
decadencia del TSG, que ante el tradicional método de caso y el trabajo social familiar, quedó en
segundo lugar; sin embargo, casi desde la década de los noventa, la producción teórica de TSG
en Estados Unidos ha vuelto a surgir.
Por otro lado, para América Latina el TSG llegó después del Primer Congreso Panamericano
de Servicio Social, realizado en Chile en el año 1945. Su enseñanza se basó en replicar los
modelos y principios dictados de forma exógena, es decir, por Estados Unidos.
Ahora bien, en Colombia no hay suficiente información histórica sobre el TSG, pero sí puede
encontrarse que este método entró a ser parte de la formación en Servicio Social a partir de la Ley
25 de 1948. De esta forma, tanto el método de caso como el método de grupos se instauraron
para dar apoyo y organización al desarrollo de la comunidad. Luego, “el ingreso del trabajo social
a la universidad pública marca un cambio en la concepción de la profesión” (López et al, 2009,
p.39), pues como ocurrió en Estados Unidos en los años veinte, se cambió la orientación moral-
religiosa de la profesión, dando paso a la técnica racional y modificando la metodología de
intervención.
Después, a finales de los sesenta, comenzó en América Latina el periodo de
Reconceptualización de la profesión, donde se replantearon principios y metodologías bajo la
premisa de que su aplicación era inadecuada, pues al ser un modelo copiado no tenía en cuenta
las propias condiciones sociales, políticas e idiosincráticas de Latinoamérica. Desde allí, se partió
para generar una elaboración conceptual a través de la sistematización de experiencias y la
puesta sobre la mesa de realidades sociales.
Esta etapa del Trabajo Social afectó los programas curriculares, en los que las cátedras de
métodos de intervención tradicionales (caso, familia y grupo) fueron suspendidas para crear
“espacios de reflexión y concientización sociopolítica e ideológica” (López et al, 2009, p.41). Sin
embargo, una vez el auge del pensamiento crítico decayó, durante los ochenta, surgieron nuevos
discursos basados en el género, la etnia y la edad; que si bien constituyeron un cambio social e
ideológico, no entraron a ser parte de la reflexión e intervención del TSG, pero sí de los problemas
sociales.
Finalmente, las autoras plantean que es evidente que se desconoce cómo evolucionaron el
Trabajo Social y el TSG en contextos europeos y, de forma contemporánea, norteamericanos.
Como tampoco hay un registro de los cambios ocurridos en América durante los ochenta y
noventa. Así pues, se invita a docentes y profesionales a conocer y comprender el pasado del
Trabajo Social, para recuperar la historia de dicha profesión.
En conclusión, este primer capítulo sienta bases generales sobre la historia y evolución del
TSG como metodología de intervención. Sin embargo, plantea como clave fundamental el análisis
de dicha historia lo que, desde mi perspectiva, invita a afianzar el campo investigativo del Trabajo
Social más que el de intervención. Y no porque estén contrapuestos, sino porque en este caso la
investigación es necesaria para entender lo que ha pasado y lo que podríamos hacer en el marco
de la intervención, que se halla ligada al contexto y la realidad propia del país y el continente.