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Universidad del Valle

Facultad de Humanidades
Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano
Comunidad y organizaciones II
Edwin Ramirez 1525220

Nuevo tratamiento a la cuestión social, ¿desafíos para el Trabajo


Social?

“Con las dificultades propias de


los que caminan en un Ford del año
1920 y por un camino malo, vamos de
tumbo en tumbo, pero avanzando,
avanzando”. Salvador Allende.

En la actualidad, el nuevo contexto emergente de globalización, trae consigo


transformaciones sociales, lideradas por el capital financiero, dejando desafíos al conjunto de
ciudadanos/as que viven de la venta de su fuerza de trabajo. Los/as trabajadores/as sociales, así
como los/as estudiantes, individual y colectivamente, no son ajenos a ésta realidad. Nuevos
escenarios cada vez más coyunturales1, las diferentes crisis2 económicas, sociales, políticas y
culturales; y cambios diversos, complejizan la lectura y la intervención de lo social.

Ante este panorama, cabe cuestionarse sobre, ¿cuáles son los principales desafíos para
Trabajo Social en la apuesta de co-construcción de sujetos colectivos portadores de nuevos
imaginarios de sociedad, en un contexto de reestructuración del Estado colombiano y su
nuevo tratamiento de la cuestión social?; utilizando esta pregunta guía, se pretenden abordar
algunos aspectos que se consideran claves, teniendo en cuenta las reflexiones, discusiones,
revisiones de textos, en general desde las experiencias acumuladas en la universidad, sumando a
la historia de vida, que un estudiante de pregrado de Trabajo Social, pueda tener.

1
En el 2016, Trabajo Social, por determinación del Ministerio de Educación, pasó de la sala de evaluación de ciencias
sociales a la de salud y bienestar, ante esto se produjo una movilización nacional de los y las estudiantes de Trabajo
Social, siendo espacios donde se defendía el carácter humanista de la profesión (Pazifico Noticias, 4 de noviembre
2016)
2
Revisar El contexto internacional: una época de cambio e incertidumbre; y contexto nacional. En: Plan Estratégico
de la Escuela de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad del Valle 2009-2017.

1
Por lo tanto, es necesario aclarar que el ensayo no tiene pretensiones de abordar todas las
cuestiones que puedan existir en torno a los desafíos contemporáneos del Trabajo Social, tampoco
el de convertirse en un texto guía para profesionales o estudiantes; por el contrario, lo único que
busca es impulsar el debate al interior de la academia, sobre el lugar del Trabajo Social a la hora
de intervenir e investigar, en lo social, posibilitando así, una lectura mucho más aterrizada del
contexto, en este caso, el colombiano.

Para responder a la pregunta planteada, en primer lugar, se llevará a cabo un recorrido por
las discusiones más significativas que se han dado en torno a la profesión3, este punto es clave, ya
que puede facilitar la comprensión de la situación actual del Trabajo Social, aportando claridades
a la lectura de la realidad y a los desafíos que puedan surgir. A continuación, se mostrará el contexto
de reestructuración del Estado colombiano en el marco del actual modelo neoliberal, sus
limitaciones y alcances sociales, así como una comparativa entre los diferentes modelos de
intervención. Luego, las implicaciones que tienen estos cambios para el Trabajo Social, teniendo
en cuenta las diferentes escalas sociales y los desafíos subyacentes. Para finalizar con una reflexión
como conclusión, que tratará de recoger y darle sentido a lo planteado hasta el momento.

Continuando con lo propuesto, se abordarán las principales discusiones y tensiones que se


han presentado, y llegado el caso, se precisará sobre las mismas. Para empezar, es importante
observar que al hablar de la historia, Trabajo Social se asocia fácilmente con “(…) formas de acción
social espontanea, con organizaciones caritativas de orientación religiosa o laica”, (Leal &
Malagón; 2006:4). Mientras que en la actualidad, el debate gira en torno a si es profesión o
disciplina., sin embargo, debe enunciarse antes que “(…) la especificidad profesional es una
construcción histórico-social y se estructura en un proceso a través del cual se delimita el ámbito
de relaciones sociales”, (García; 1998: 19), ya que ambas propuestas representa maneras distintas
y autónomas de interpretar y actuar en ese contexto relacional. Según Leal & Malagón (2006), lo
profesional se enmarca en la intervención buscando materializar imperativos éticos o valores
sociales sobre las personas, al mismo tiempo que subordina el conocimiento teórico y

3
En algunos momentos se utilizará el término profesión aludiendo al Trabajo Social. Lo anterior no busca posicionarse
en el debate aún existente sobre si el Trabajo Social es profesión o disciplina, ya que no es el objeto que nos convoca
en este ensayo. Se hace con un fin meramente práctico.

2
metodológico. Mientras lo disciplinar, se define en la práctica investigativa, planteando problemas
teóricos e intentando resolverlos, sirviéndose de métodos4.

Se trata de una cuestión tan compleja, que ni tan siquiera el Código de ética de los
trabajadores sociales en Colombia5, CONETS (2015), ha podido ponerse de acuerdo sobre un
concepto que aglutine las diferentes visiones existentes. Se pone en evidencia, la falta de estudios
sobre el tema, de ahí la necesidad de llegar a concebir una sola idea sobre lo que es Trabajo Social,
o por lo menos ver ambas ideas como dos líneas paralelas y relacionadas, autónomas en lo que
cabe pero validas al fin y al cabo.

Otra de las discusiones que marcaron el derrotero del siglo pasado, en lo concerniente a
Latinoamérica, fue leer la profesión a través de una serie de incongruencias entre los distintos
periodos socio-históricos6, “(…) impidiendo identificar, interpretar y estimar las significaciones
del pensamiento y de los saberes que participaron en la construcción del Trabajo Social”, (Leal &
Malagón; 2006:2). El ejemplo más claro, es el de la Reconceptualización, donde se presentaron
constantes tensiones,7 criticando fuertemente el papel adaptativo del Trabajo Social al orden
sociopolítico capitalista:
(…) se inició un cuestionamiento profundo apasionado y vertical del Trabajo Social. Se
analizó su articulación con el modo de producción capitalista, el papel ideologizante de las ciencias
sociales, en particular de la sociología funcionalista, y su influencia en la construcción de un Trabajo
Social adaptativo que ubicaba los problemas sociales en los individuos y no en las estructuras
sociales capitalistas; se develó el carácter fetichista del positivismo, se criticaron los excesos del
método científico y sus exigencias de neutralidad valorativa, al igual que los métodos de Trabajo
Social por solipsistas, funcionalizantes, ineficientes, asistencialistas y aislacionistas (…), (Leal &
Malagón; 2006: 17).

4
Metodología que puede ser cualitativa o cuantitativa de indagación social, Leal & Malagón (2006).
5
Revisar el Código de ética de los trabajadores sociales en Colombia, capitulo 2, criterios para definir el Trabajo
Social, articulo 3,4 y 5.
6
Revisar Leal & Malagón (2006:1), sobre las incongruencias en Latinoamérica y el país., y aproximaciones a la historia
del Trabajo Social en Colombia.
7
Tensiones que surgen en la época de la Reconceptualización. Revisar Trabajo Social en América Latina y Colombia:
aproximaciones históricas (2011) y Trabajo Social en Colombia. Una Propuesta De Renovación Desde Una Crítica
Marxista (2012). Dichas tensiones dieron lugar a diversos cuestionamientos sobre el compromiso social y el lugar
histórico-político que deben cumplir en la sociedad los profesionales. Además, como lo señala Cifuentes (2013), dichas
discusiones están en el centro de la consolidación del Trabajos Social del siglo XXI.

3
Lo que se da es un cuestionamiento profundo a la “neutralidad” con la que los/as
trabajadores/as sociales debían realizar su labor, la cual según algunos autores como Netto (1981),
encubría la “ética liberal burguesa” encaminada a mantener el estatus quo del sistema capitalista.
La Reconceptualización va a fomentar y profundizar la reflexión sobre el carácter y sentido del
Trabajo Social, a la vez que una renovación de los fundamentos teórico-metodológicos, tomando
como eje central el materialismo histórico-dialéctico Marxista. La intervención social pasó de la
llamada funcionalidad adaptativa de los desviados o menos favorecidos, a la transformación
revolucionaria de las estructuras sociales. También el papel del profesional cambio, de agente del
sistema, se transformó en intelectual orgánico8 o pedagogo del marxismo, Leal & Malagón, (2006).
Lo investigativo adquirió una presencia importante en los planes de estudio y autonomía con
respecto a la intervención, lo que se denominó la sistematización de experiencias.

Para cerrar este apartado y articularlo con la pregunta de inicio, se resalta el gran aporte que
se dio en la Reconceptualización, sin embargo, el leer equívocamente ciertas teorías críticas, trajo
consigo que se plantearan reflexiones superficiales, sin trascendencia a los aspectos ontológicos.
Lo que sí es debe destacar, es que este movimiento sembró la semilla para la construcción de un
proyecto ético-político propio.

Como se mencionó en un inicio, el segundo punto a tratar sería el de la reestructuración


del Estado colombiano en el marco del actual modelo neoliberal. En ese sentido, autores como
Harvey (1990), plantean que la transformación política-económica del capitalismo desde la década
de los 40s, donde primaba el modelo de patrón fordista con su sistema de regulación Keynesiano
ejemplificado en el estado de bienestar social, trajo múltiples y profundos cambios (laborales,
configuraciones geográficas, hábitos del consumidor, estatales, entre otros), sin embargo, la regla
no escrita que sostiene que la producción está destinada a la acumulación de unos pocos, sigue
siendo el principio básico organizador de la vida económica, y en repercusión, del andamiaje social.

Esta desaparición del “estado de bienestar” y las transformaciones en el régimen de


acumulación capitalista, no son gratuitas, entre las condiciones de producción y las condiciones de

8
Aquí se nota la gran influencia de Gramsci y su concepto de intelectualidad orgánica.

4
reproducción de las masas, ha habido una articulación, es decir, que se han introducido formas de
comportamiento precisas en los individuos sociales, materializándose así la lógica del régimen
neoliberal de acumulación en el modelo de Estado9 actual.

Este sistema neoliberal, se caracteriza por tener pretensiones como la del consumo
ilimitado, el uso excesivo de los recursos naturales, cada vez más escasos, la globalización de
problemas como el hambre, la miseria y la pobreza, entre otros. Esta nueva crisis del capitalismo
ha colocado a la humanidad al borde del abismo y la muerte, siendo más riesgosa que las anteriores,
los poderosos han planteado que la actual situación es fruto de una supuesta debilidad neoliberal,
así que buscan implementar una mayor liberación de la economía, a lo que Rauber (2011) denomina
ultra-neoliberalismo. Esta nueva idea, busca responder a los requerimientos financieros de las
empresas transnacionales, enfatizando aún más las amenazas del sistema, poniendo sobre la mesa
el agotamiento civilizatorio y la irracionalidad del capital.

En lo que respecta a Colombia, se evidencia que se han privilegiado diferentes políticas y


reformas ocasionado el detrimento de las condiciones vitales de la población. Se ha privatizado lo
público, se han mermado las condiciones y beneficios laborales, se ha aumentado la explotación
de los recursos naturales sin importar las consecuencias, además se ha priorizado el gasto militar
por encima de lo destina a educación o salud. Un ejemplo de privatización y beneficio para unos
pocos que se dio en el marco de la Constitución de 1991, fueron las leyes 100 de 1993, la cual
redujo al máximo la salud a un servicio, y la ley 30 de 1992 y su propuesta de reforma, donde la
educación superior pública pasó a privatizarse y a quedar al alcance solo de quienes tuvieran la
capacidad económica de acceder a la misma. Ante este panorama de incertidumbre, surge el nuevo
trato a la cuestión social.

Este nuevo trato a la cuestión social, se caracteriza por la precarización, la re-


mercantilización y la re-filantropizacion, Montaño (2005). Precarización porque cada vez es menos

9
Para entender este aspecto, revisar la transición de las lógicas del Estado para las “lógicas de la sociedad civil y del
mercado”, en Motaño (2005). En él se expone que la creación del Estado moderno, se dio en el marco de la Revolución
Francesa y el Proyecto Iluminista y no puede desarticularse del nacimiento del orden burgués de entonces, ya que el
primero fue un instrumento para garantizar la propiedad privada, fundamentándola como base de la liberta (burguesa).
Esta lógica del estado ha ido evolucionando a medida que el capital lo ha necesitado.

5
el presupuesto que se destina para la creación, ejecución o evaluación de políticas públicas
destinadas a satisfacer y garantizar la vida digna de las personas menos favorecidas. De igual
forma, la intervención estatal es cada vez más focalizada hacia la población más pobre; al tiempo
que se transita del derecho al beneficio. En lo concerniente a la re-mercantilización, se empiezan
a vender servicios que son rentables (antiguos derechos como la salud) a la población con poder
adquisitivo. Mientras que la re-filantropización, tiene que ver con el llamado tercer sector10, es
decir, la sociedad civil se ocupa de cubrir la población que el Estado con su precaria intervención
no atiende, o aquellos que no pueden acceder al pago de un servicio, vía re-mercantilización. Como
se evidencia, el panorama para tratar las cuestiones relacionadas con lo social, no está nada claro y
nos presenta, como trabajadores/ras sociales, desafíos constantes que debemos afrontar.

En ese sentido, es hora de abordar las implicaciones que tienen estos cambios para el
Trabajo Social. Para empezar, es necesario comprender y definir la relación entre las políticas
sociales y el Trabajo Social, según Montaño (2005), esto se puede realizar en dos vías. La primera,
visualiza las políticas sociales como instrumento de intervención profesional del trabajador/ra
social y desde esta óptica, las reformas neoliberales afectarían el “espacio” profesional, sus
“funciones” o su “instrumento”. En la segunda opción, las políticas sociales representan la base de
sustentación funcional-laboral del Trabajo Social, es decir, el trabajador/ra social es quien sirve
como instrumento de implementación de la política, y no al revés, por lo tanto en este caso, la
afectación sería mucho más significativa que en la anterior.

Cualquiera que sea el posicionamiento que se tenga, se debe entender el nuevo trato de la
cuestión social en términos de desigualdad y resistencia. Aterrizando a los problemas concretos
con los que nos enfrentemos en la cotidianeidad, las expresiones de la concentración de riquezas
y desigualdad de los niveles macro. Para esto, es necesario contar con las “herramientas teórico-
analíticas y estratégico-políticas para poder leer la cuestión social e intervenir en vistas a la
profundización de la democracia y los derechos humanos”, Peralta (2006: 127). De la misma forma,
debe darse un reconocimiento de la dimensión política constitutiva del Trabajo Social, retomar
aspectos de la Reconceptualización, buscando dotar cada acción de contenido político, y por ende,

10
Para profundizar en este aspecto, consultar Entre el Estado y el mercado: lo público no estatal, Bresser (1998). Se
recomienda realizar una lectura crítica del documento.

6
transformador. Como menciona Rauber (2011), los principales cambios empiezan desde abajo, en
lo cotidiano, en las prácticas diarias. El/la trabajador/ra social, deben contar con una visión mucho
más amplia e incluyente, concibiendo al sujeto como plural y activo, respetando su idiosincrasia,
costumbres o cultura en general.

Todo lo anterior, debe estar articulado a diferentes niveles de multiplicidad. Desde el


Trabajo Social, y siguiendo a García (1998), se expresan diferentes dimensiones, que son una red
de relaciones que se desarrollan simultáneamente de manera autónoma. Las dimensiones son: i) el
saber especializado, ii) el ejercicio profesional, iii) el currículo, iv) el mercado de trabajo, v) la
identidad profesional, y el vi) status social. En lo que nos atañe como estudiantes, el desafío está
en contribuir en nuestra formación de forma activa y participativa, como muestra de que es posible
recrear procesos revolucionarios en todo momento. Un ejemplo, puede ser la revisión de manera
crítica del currículo e introducir contenidos que posibiliten una formación con mayores
herramientas, buscando una visión más amplia y crítica del tejido social, donde se reconozca la
pluralidad étnica, religiosa, cultural, o cualquiera que sea, superando la hegemonía de teorías
tradicionales de corte positivista, que en muchos casos permean la formación.

Ello será posible, a partir de la participación11 activa de las personas. Como lo menciona
Castro (1998), las propuestas alternativas deben ubicarse desde una perspectiva democrática, de
respeto, de reconocimiento del otro, buscando el consenso y la construcción colectiva. Por eso es
importante, trascender la lógica de funcionamiento y control del orden social, y sus mecanismos
de dominación. Esto nos llevará a concebir la práctica profesional en base en el conocimiento
crítico, como ya se mencionó, de lo social, articulado a la investigación social12 en coherencia con
la ética con justicia social. Por eso la investigación debe seguir siendo un punto fuerte en la
formación profesional, pero no basta con desarrollar capacidades investigativas y ya. No. La
investigación así como la intervención, deben verse como acciones políticas que tienen un lugar y
una responsabilidad en la transformación del tejido social. De esta forma se aplicaría lo planteado

11
La participación entendida desde autores como Hopenhayn, (1958), y su concepción en la que la población libera
potencialidades previamente inhibidas; deja de ser un mero instrumento y objeto para ser sujeto y protagonista de sí
mismo en tanto ser social. De igual manera, se articula a la de Corvalan y Fernández (2000), quienes entiende por
participación la movilización colectiva, que pone énfasis en la reivindicación de derechos y recursos, aquí el individuo
tiene plena conciencia y voluntad
12
Revisar a Montero (2007) y sus aportes básicos para sobre la IAP (Investigación Acción Participativa)

7
por Rauber (2011), cuando expresa que el primer paso para una transformación es el aporte del
ejemplo concreto de nuevas prácticas en los lugares de trabajo y vivienda cotidiana.

Para finalizar, me gustaría cerrar con unas palabras pronunciadas por Salvador Allende en
una vista a la Universidad de Guadalajara, en México el 2 de diciembre de 1972, en donde hace un
llamado a su audiencia de jóvenes universitarios:

Pero el que es estudiante tiene una obligación porque tiene más posibilidades de
comprender los fenómenos económicos y sociales y las realidades del mundo; tiene la obligación
de ser un factor dinámico del proceso de cambio, pero sin perder los perfiles, también, de la realidad.
Salvador Allende (1972).

8
Bibliografía
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 Harvey, D. (1990). Segunda parte. La transformación económico-política del capitalismo
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 Hopenhayn, Martin, (1958). La participación y sus motivos. Acción critica. Número 4. Santiago de
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Facultad de Ciencias Humanas. Bogotá D.C.
 Montaño, Carlos. (2005). Tercer sector y cuestión social, critica al patrón emérgete de
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 Montero, Maritza, (2007). La investigación – acción participativa, orígenes, definición y
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 NETTO, José Paulo. 1981. La crítica conservadora a la Reconceptualización en Acción
Crítica Nº 9. Lima.
 Rauber, Isabel (2011). Dos pasaos adelante, uno atrás. Lógicas de superación de la
civilización regida por el capital. Editorial Desde Abajo. Bogotá, Colombia.

9
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carácter humanista a carrera de Trabajo Social. En: Pazifico Noticias. Santiago de Cali.
Extraído el 11 de marzo de 2017 de http://www.pazificonoticias.com/protesta-contra-
medida-que-le-quita-el-caracter-humanista-a-carrera-de-trabajo-social/
 Peralta, María (2006). ¿Qué implica la profesionalización del Trabajo Social en el contexto
de las transformaciones sociales, culturales y políticas? En: La profesionalización en
Trabajo social. Rupturas y continuidades, de la Reconceptualización a la construcción de
proyectos ético-políticos. Espacio Editorial. Buenos Aires. Argentina.

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