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Accidente cerebrovascular

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Accidente cerebrovascular
Head MRI stroke.JPG
RMN de cráneo mostrando hemorragia intracerebral profunda (cerebelo): zona oscura,
30 horas desde el inicio de la enfermedad actual.
Especialidad neurología
neurocirugía
Sinónimos
Ictus
Infarto cerebral.
Apoplejía
Accidente cerebrovascular (ACV)
Enfermedad cerebrovascular (ECV)
Ataque cerebrovascular (ACV)1
Wikipedia no es un consultorio médico Aviso médico
[editar datos en Wikidata]
El accidente cerebrovascular (ACV) es una afección médica en la que el flujo
sanguíneo deficiente al cerebro produce muerte celular.2 Se consideran sinónimos
ictus, infarto cerebral, derrame cerebral o, menos frecuentemente, apoplejía o
ataque cerebrovascular.34

Según la Organización Mundial de la Salud los ACV son, junto a la enfermedad de las
arterias coronarias, las principales enfermedades cardiovasculares. El mismo
organismo internacional estima que en 2015 murieron 17,7 millones de personas a
causa de las enfermedades cardiovasculares. Del total de estas muertes, 6,7
millones corresponde a los ACV.5

Índice
1 Definición
2 Etiología
3 Tipos
4 Causas
4.1 Accidente cerebrovascular trombótico
4.2 Trombosis venosa
5 Epidemiología
6 Clasificación
6.1 Ictus isquémico
6.1.1 De origen vascular y hemodinámico
6.1.2 De origen intravascular
6.1.3 De origen extravascular
6.2 Ictus hemorrágico
7 Cuadro clínico
7.1 Primeros auxilios
8 Rehabilitación
9 Prevención
10 Día mundial
11 Programas sociales
12 Véase también
13 Referencias
14 Enlaces externos
Definición
En la década de 1970, la Organización Mundial de la Salud definió el accidente
cerebrovascular como un "déficit neurológico de causa cerebrovascular que persiste
más allá de las 24 horas o se interrumpe por la muerte dentro de las 24 horas",6
aunque la palabra «accidente cerebrovascular» tiene siglos de antigüedad. Se
suponía que esta definición reflejaba la reversibilidad del daño tisular y se
diseñó para tal fin, eligiendo arbitrariamente el plazo de 24 horas. El límite de
24 horas divide el accidente cerebrovascular del accidente isquémico transitorio,
que es un síndrome relacionado con síntomas de accidente cerebrovascular que se
resuelven por completo en 24 horas.7 Con la disponibilidad de tratamientos que
pueden reducir la gravedad del accidente cerebrovascular cuando se administran
temprano, muchos ahora prefieren una terminología alternativa, como ataque cerebral
y síndrome cerebrovascular isquémico agudo (modelado después de un ataque cardíaco
y síndrome coronario agudo, respectivamente), para reflejar la urgencia de los
síntomas del accidente cerebrovascular y la necesidad de actuar con rapidez.8

Etiología
La principal causa es la presión arterial elevada, a la que sigue el sedentarismo
(poca movilidad corporal, en especial de las extremidades inferiores: falta de
caminatas que duren al menos media hora al día), el alto consumo de radicales
provenientes, entre otros, del tabaco, frituras o grasas hidrogenadas, a lo que
puede sumarse el consumo excesivo de alcohol, de tabaco o de drogas, así como
padecer problemas cardíacos como la fibrilación auricular u otras afecciones
inicialmente no cardíacas ni vasculares como diabetes o estrés; cualquiera de estos
factores, o más de uno al mismo tiempo, predisponen a sufrir ACV. La enfermedad
celíaca puede provocar, si no se trata, este tipo de ataques, especialmente en
personas jóvenes y niños; no obstante, suele pasarse por alto, sin reconocer ni
diagnosticar, principalmente por cursar sin síntomas digestivos evidentes. Los
retrasos en el diagnóstico pueden hacer que los daños sean irreversibles.9

Tipos
El ataque cerebrovascular tiene dos formas bien diferenciadas:

ictus isquémico o infarto cerebral: una isquemia (disminución importante del flujo
sanguíneo) en el cerebro, de manera anormalmente brusca;
ictus hemorrágico, derrame cerebral o hemorragia cerebral: la hemorragia originada
por la rotura de un vaso cerebral.
Las enfermedades cerebrovasculares constituyen, en la actualidad, uno de los
problemas de salud pública más importantes. Son la tercera causa de muerte en el
mundo occidental, la primera causa de invalidez permanente entre las personas
adultas y una de las principales causas de déficit neurológico en el anciano. No
obstante, se ha demostrado que los ataques cerebrovasculares (ACV) en niños de 0 a
14 años son los que tienen mayor tasa de recuperación, debido a que tienen un
cerebro flexible y joven.

El daño cerebral supone una ruptura en la trayectoria vital del paciente y, por su
elevado coste sociosanitario, condiciona las situaciones familiares, sociales e
institucionales.

Causas
Accidente cerebrovascular trombótico

Ilustración de un accidente cerebrovascular embólico, que muestra un bloqueo


alojado en un vaso sanguíneo.
En el accidente cerebrovascular trombótico, generalmente se forma un trombo10
(coágulo de sangre) alrededor de las placas ateroscleróticas. Dado que el bloqueo
de la arteria es gradual, la aparición de accidentes cerebrovasculares trombóticos
sintomáticos es más lenta que la de un accidente cerebrovascular hemorrágico. Un
trombo en sí (incluso si no bloquea por completo el vaso sanguíneo) puede provocar
un accidente cerebrovascular embólico si el trombo se rompe y viaja por el torrente
sanguíneo, momento en el que se denomina émbolo. Dos tipos de trombosis pueden
causar un accidente cerebrovascular:
La enfermedad de los grandes vasos afecta las arterias carótidas comunes e
internas, la arteria vertebral y el círculo de Willis.11 Las enfermedades que
pueden formar trombos en los vasos grandes incluyen (en incidencia descendente):
aterosclerosis, vasoconstricción (endurecimiento de la arteria), disección de la
arteria aorta, carótida o vertebral, diversas enfermedades inflamatorias de la
pared de los vasos sanguíneos (arteritis de Takayasu, arteritis de células
gigantes, vasculitis), vasculopatía no inflamatoria, enfermedad de moyamoya y
displasia fibromuscular.
La enfermedad de vasos pequeños involucra las arterias más pequeñas dentro del
cerebro: ramas del círculo de Willis, arteria cerebral media, tallo y arterias que
surgen de la arteria vertebral distal y basilar.12 Las enfermedades que pueden
formar trombos en los vasos pequeños incluyen (en incidencia descendente):
lipohialinosis (acumulación de materia hialina grasa en los vasos sanguíneos como
resultado de la presión arterial alta y el envejecimiento), degeneración fibrinoide
(el accidente cerebrovascular que afecta a estos vasos se conoce como accidente
cerebrovascular lacunar) y microateroma (pequeñas placas ateroscleróticas).13
La anemia de células falciformes, que puede hacer que las células sanguíneas se
acumulen y bloqueen los vasos sanguíneos, también puede provocar un accidente
cerebrovascular. Un accidente cerebrovascular es la segunda causa principal de
muerte en personas menores de 20 años con anemia de células falciformes.14 La
contaminación del aire también puede aumentar el riesgo de accidente
cerebrovascular.15

Trombosis venosa
La trombosis del seno venoso cerebral conduce a un accidente cerebrovascular debido
al aumento local de la presión venosa, que excede la presión generada por las
arterias. Es más probable que los infartos experimenten una transformación
hemorrágica (fuga de sangre hacia el área dañada) que otros tipos de accidente
cerebrovascular isquémico.16

Epidemiología
Prevalencia:

El 3,5 % en la población mayor de 64 años.


En España hay de 150 a 250 casos anuales por cada 100 000 habitantes.
Incidencia por edad y sexo:

De 65 a 74 años la presencia es mayor en hombres.


A partir de los 75, la prevalencia asciende significativamente entre mujeres.
Mortalidad:

En Europa es la tercera causa de muerte. Por sexos, es la primera causa de


mortalidad en la mujer.
En España es la primera causa de muerte en mujeres y tercera en hombres.17 Cada año
el ictus provoca 90 muertes cada 100 000 habitantes.
Durante el primer mes tras el ictus, la mortalidad es mayor del 25 %.
Morbilidad:

El 32,3 % requiere rehabilitación.


El 27,4 % presenta discapacidad para alguna actividad básica de la vida diaria.
El 17,7 % de los pacientes que han sufrido un ictus son dependientes a los seis
meses.
El 12,5 % sufre depresión en los tres primeros meses.
El 10 % evoluciona a demencia en los tres meses siguientes.
Otros problemas que presentan derivados del ictus se refieren a: epilepsia,
espasticidad, incontinencia urinaria, problemas intestinales, úlceras de decúbito,
etc.

El número de personas afectadas, la duración, gravedad y variedad de las secuelas,


su repercusión en la calidad de vida de los afectados y sus familias, sus
consecuencias económicas y productivas convierten al daño cerebral adquirido en un
problema sociosanitario de primera magnitud.3

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