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Taller de Los Signos de de Puntuaciòn
Taller de Los Signos de de Puntuaciòn
1. Intenta leer el siguiente texto. Luego, coloca los signos de puntuación que se han omitido:
Rosa, la tía, era una campesina fuerte y entusiasta. Vivía en una casita blanca rodeada de
flores, gatos, perros y gallinas. Tenía por costumbre levantarse, a pesar de sus setenta años,
con la salida del sol. Según ella, todo era maravilloso a esa hora. El aire fresco la rejuvenecía,
el rocío la transportaba a su infancia, y el trinar de las avecillas la animaban a trabajar. Sin
embargo, ella sentía nostalgia, es decir, se entristecía por el hijo ausente. Ella perdió a su
hijo; la comunidad, su alegría permanente.
2. Cuéntese de un señor que, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente escrito,
falto de todo signo de puntuación:
Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta
al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo
Escribe el párrafo de tal forma que en la primera vez le quede al sobrino Juan, en el
segundo intento le quede a Luís, en el tercero al Sastre, el cuarto a los Jesuitas y en el
último caso no le quede a ninguna persona.
5. Coloque los puntos que falten en el siguiente texto, así como las mayúsculas cuando
sea necesario.
Hace poco tiempo, Filiberto murió ahogado en Acapulco. Sucedió en Semana Santa. Aunque
había sido despedido de su empleo en la Secretaría, Filiberto no pudo resistir la tentación
burocrática de ir, como todos los años, a la pensión alemana, comer el choucrout endulzado
por los sudores de la cocina tropical, bailar el Sábado de Gloria en La Quebrada y sentirse
“gente conocida” en el oscuro anonimato vespertino de la Playa de Hornos. Claro, sabíamos
que en su juventud había nadado bien; pero ahora, a los cuarenta, y tan desmejorado como
se le veía, ¡intentar salvar, a la medianoche, el largo trecho entre Caleta y la isla de la
Roqueta! Frau Müller no permitió que se le velara, a pesar de ser un cliente tan antiguo, en
la pensión; por el contrario, esa noche organizó un baile en la terracita sofocada, mientras
Filiberto esperaba, muy pálido dentro de su caja, a que saliera el camión matutino de la
terminal, y pasó acompañado de huacales y fardos la primera noche de su nueva vida. Cuando
llegué, muy temprano, a vigilar el embarque del féretro, Filiberto estaba bajo un túmulo de
cocos: el chofer dijo que lo acomodáramos rápidamente en el toldo y lo cubriéramos con
lonas, para que no se espantaran los pasajeros, y a ver si no le habíamos echado la sal al viaje.
* Te extraño, pero…
* Siempre quise… tener un caballo
* Las ideas se agolpaban en mi cabeza…
* No sabía lo que hacía, no…
* Tengo pena, tengo miedo, tengo sueño, tengo…
* Disfrutamos… un rico desayuno
* La Revolución Francesa dio lugar a un cambio radical en la estructura política del país para
más información (ir a la página 374)
* La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hizo varias declaraciones el día de
ayer.
* Las partes de la célula son varias (ver Figura 1.1)
* No se trataba sólo de recordar viejos tiempos (los paseos por el parque, los juegos de
escondidillas y las travesuras infantiles), sino también de crear nuevas memorias.
* El panfleto de la universidad (el que tomé sin permiso) se encontraba en mi escritorio sin
haber sido leído.
* Las dos palabras que intercambiaron (hola y adiós) aún resonaban en el vacío de la 4.
* --¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad.
Así diles. * Diles que lo hagan por caridad.
* --No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti.
* --Haz que te oiga. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno. Dile
que lo haga por caridad de Dios.
* --No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras. Y yo ya no
quiero volver allá.
10. Coloque las comillas necesarias en las siguientes oraciones.
11. Agregue los signos de admiración en interrogación que se han suprimido en los
siguientes textos.
El Cuervo, subido a un árbol, estaba no con un queso según dice la fábula clásica, sí con un
sangriento pedazo de carne en el corvo pico. Llegó el zorro. El olor lo hizo levantar la cabeza,
vio al cuervo banqueteándose, y rompió a hablar.
—¡Oh hermoso cuervo! ¡Qué plumaje el tuyo! ¡Qué lustre! ¿No cantas, cuervo? Si tu voz es
tan bella como tu reluciente plumaje, serás el más magnífico de los pájaros ¡Canta, hermoso
cuervo!
El cuervo se apresuró a tragar la carne, y dijo al zorro.
—He leído a La Fontaine.
Tomado de “El libro de la imaginación” de Álvaro Yunque
Piñata
Posadas A esta sola palabra brillan de entusiasmo los ojos infantiles, porque para todos los
niños significa nueve noches de cánticos, velitas, procesiones, dulces y sobre todo… ¡piñatas!
Colgadas del centro del patio, oscilan en el aire, todas decoradas, esperando el momento
cumbre en que un niño, con los ojos vendados, tratará de romperla de un golpe, provocando
la lluvia de fruta.
Todos sabemos que las piñatas están formadas de una olla de barro sobre la que se adhieren
las más diversas decoraciones, pero ¿quién concibe estos ornamentos?, ¿qué manos colocan
pacientemente adorno tras adorno?, para que en un momento dado ¡zas! todo el trabajo quede
destruido, entre los gritos y la algarabía de los niños.
MARTINEZ de SOUSA José. Ortografía y del español actual. Editorial Trea, segunda
edición. Gijón. España. 2008