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LECTURA 3.

DINERO Y BANCA CENTRAL

TEXTO 1º

Los estudiantes necesitan entender la historia y la evolución del dinero y de la


banca para no repetir los errores del pasado y entender por qué nuestros sistemas
monetarios modernos han evolucionado de la manera como lo han hecho.
La historia monetaria y de la banca central se enfrenta a una pregunta
existencial: ¿por qué existen el dinero y los bancos centrales?

1)El origen de la especie

Una gran parte de la disciplina de la economía es el estudio de los mercados.


Para funcionar, los mercados necesitan un medio de intercambio, es decir, dinero. La
economía también está interesada en 1) medir la riqueza, 2) las deudas y 3) establecer el
valor de las cosas. El dinero nos ayuda a hacerlo. Además, la economía tiene una
dimensión intemporal, ¿cómo podemos almacenar la riqueza de este período y llevarla
al siguiente? Una vez más, el dinero es un activo que ayuda fácilmente a hacer esto. La
historia del dinero es el estudio de cómo un activo particular llegó a poseer estas tres
funciones.
La descripción más conocida de la evolución del dinero es la de Menger (1892).
Su teoría comienza en una economía de trueque con su doble coincidencia de deseos, un
sistema que dificulta enormemente el comercio y la división del trabajo. Esta situación
dio lugar a que los individuos, guiados por su propio interés, sin ningún acuerdo u
obligación legal, intercambiaran sus bienes por otros productos, aunque no tuvieran la
intención de consumirlos. Con el tiempo, algunos productos básicos surgieron
espontáneamente como medio de intercambio generalmente aceptado. Este producto se
convirtió entonces en la unidad de cuenta y en un almacén de valor.
Las implicaciones de la teoría de Menger sobre el origen del dinero son al menos
tres. En primer lugar, el dinero no fue inventado por alguien o creado por el gobierno,
sino que evolucionó espontáneamente a partir de los seres humanos que perseguían su
propio interés. En segundo lugar, la mercancía que se convierte en el medio de
intercambio puede no ser consumida por muchos de los individuos que la utilizan para
el intercambio. Un interesante experimento natural que ilustra este punto, así como el
papel de los efectos en la oferta de dinero, es la descripción de un campo de prisioneros
de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, donde los cigarrillos suministrados por la
Cruz Roja fueron espontáneamente un medio de cambio entre fumadores y no
fumadores por igual. En tercer lugar, debido a que el dinero evolucionó
espontáneamente, sus formas han variado a través del tiempo.

Cuadro I. Algunas cosas que han sido utilizadas como medios de pago

Barras hechas de metales preciosos (en la antigua Mesopotamia, los bancos centrales)
Sal (producto básico para preservar y dar sabor a los alimentos que se utiliza como moneda en el norte
de África, China y el Mediterráneo; el salario proviene del término latino sal)
Ganado (en la antigua India y África; la palabra "pecuniario" proviene del latín pecus [ganado],
mientras que "capital" proviene del latín cápita [cabeza], y la rupia india proviene de rupa [cabeza de
ganado)

1
Esclavos (en la antigua Roma, Grecia, y en partes de la India moderna)
Habas de cacao, telas de algodón (antiguo México)
Conchas de cauri (en la antigua China, Maldivas)
Cuentas (utilizadas en la trata de esclavos en África)
Plumas (archipiélago de Santa Cruz, Islas Salomón)
Dientes de perro (Papúa, Nueva Guinea)
Dientes de ballena (Islas Fiji)
Discos de piedra muy grandes y difíciles de mover (Islas Yap en el Pacífico)
Cuchillos o herramientas (en algunas partes de África)
Anillos y brazaletes de hierro (en algunas zonas de África)
Barras de latón (Tiv, pueblo de África Occidental)
Cuero cabelludo de pájaro carpintero (gente Karok del interior de California)
Cráneos humanos (Sumatra)
Fichas de casino (algunas ciudades en el siglo XIX Siam [Tailandia])
Cuerdas de cuentas de wampum (conchas en las colonias americanas)
Tabaco, o recibos de tabaco almacenado (colonias americanas)
Cigarrillos (campos de prisioneros en la Alemania de la posguerra, en las prisiones modernas -a prueba
de inflación porque si el valor cae demasiado se fuman)
Información binaria (por ejemplo, bitcoins)
Fuente: Orrell y Chlupaty (2016).

La urbanización y el crecimiento del comercio internacional dieron lugar a la


utilización espontánea del oro, la plata y el cobre como medios de intercambio. Su
calidad uniforme, durabilidad, portabilidad, divisibilidad y fusibilidad explican por qué
surgieron como dinero. A diferencia del dinero agrícola, su oferta era fija, lo que se
traducía en un poder adquisitivo relativamente estable en el tiempo. Las monedas
surgieron para acuñar estos metales preciosos y crear lo que se conoció como “especie
metálica”.
El oro y la plata dominaron los sistemas monetarios hasta fines del siglo XIX,
cuando el patrón oro surgió como el régimen monetario dominante. Una ampliación de
la teoría monetaria permite explicar mejor cómo evolucionaron los bancos y el papel
moneda. Los comerciantes y las personas que tenían muchas monedas de plata y oro las
depositaban en los bancos de los orfebres para su custodia (Londres). Con el tiempo
estos depósitos se utilizaron como medio de cambio sin salir de las cámaras de los
orfebres, o simplemente se transfirieron entre las cámaras resguardadas en los sótanos
de los diferentes orfebres. Los orfebres emitían certificados de los depósitos de monedas
y éstos se utilizaban como medio de cambio o de pago. Como alternativa, los
particulares podían emitir cheques sobre sus depósitos de especie (oro y plata), lo que
permitía al titular hacer que se transfiriera de su cuenta la cantidad especificada, a la
cuenta de otro.
Sin embargo, hay dificultades con la explicación de Menger sobre la evolución
del dinero. En primer lugar, no siempre se ajusta a las pruebas históricas. En segundo
lugar, no explica por qué los gobiernos han desempeñado un papel importante en el
dinero. En particular, no explica por qué surgió el dinero fiduciario (es decir, el papel
moneda, convertida en moneda de curso legal, por ley). Para superar esta deficiencia,
2
los cartalistas, o la teoría estatal de la escuela del dinero, proponen una historia
alternativa sobre su origen1.

Cuadro 2. Sistema de crédito en Mesopotamia (teoría cartalista)


Los sistemas de crédito como el de la antigua Mesopotamia son muy anteriores al uso de las monedas.
Cuando surgió el dinero en monedas, no fue un proceso natural y espontáneo, como se recitaba en la
economía convencional, sino que fue el resultado de la política gubernamental. Tanto el Imperio Griego
como el Romano se construyeron sobre un complejo militar-financiero que obtenía lingotes de oro y
esclavos de las tierras conquistadas, pagaba a los soldados con las monedas acuñadas y recaudaba
impuestos con dichas monedas. El dinero era, por lo tanto, una herramienta para transferir recursos de la
población general a un estado armado.
Una vez establecido, el dinero creó su propia dinámica, ya que el uso del dinero creó necesidad de
dinero. Su papel fue reforzado a través de la conquista militar y mediante las leyes. La idea del valor es
borrosa y difícil de cuantificar, pero los sistemas legales, como el de los romanos, requerían claridad,
límites rectos y cálculos exactos. Todo tenía que ser convertible en dinero.
Si seguimos este planteamiento, los mengerianos han tratado el tema de la moneda de forma inversa. El
dinero en monedas no sustituyó al trueque, sino que fue precedido por sistemas de crédito respaldados
por el estado. Y en lugar de surgir de forma natural, con el gobierno y su sistema legal interviniendo con
su sello en el último momento para reclamar el crédito, el uso de la moneda fue establecido en primer
lugar por el gobierno. Fue impuesto a la población, al igual que el sello de una moneda fue impreso en el
metal. Esto cambia la forma en que vemos el dinero. La idea de Menger de que la sanción estatal es
"ajena" al dinero se aplica mejor a algunas de las nuevas ciberdivisas -que obtienen su autoridad de su
red de usuarios- pero incluso éstas no emergen de forma natural, sino que son cuidadosamente planeadas
y diseñadas por científicos y programadores informáticos. (Orrell y Chlupaty, 2016).

A lo largo del tiempo y del espacio, los gobiernos han establecido y operado
casas de moneda y han estampado en las monedas el rostro del rey. Según los
cartalistas, los gobiernos controlaban la acuñación porque tenían el “monopolio de la
violencia” para proteger mejor su stock de metales preciosos y podían mantener la
calidad de la moneda contra la degradación, es decir, la dilución de la cantidad de metal
precioso contenida en una moneda (por uso, por resello, por mezcla con otros metales –
cobre y plomo- o por raspado). Este control de la acuñación del soberano ayudó al
desarrollo del estado fiscal -se recaudaron impuestos en las monedas acuñadas por el
gobierno- y la propia acuñación resultó ser una fuente de ingresos (señoreaje) en
tiempos de guerra2. Por ejemplo, la degradación de la moneda de los Tudor por Enrique
VIII se debió a su necesidad de fondos para luchar contra los franceses, y no menos
ocurrió con el continuado resello de las monedas españolas en el siglo XVII. Los
cartelistas argumentan que la moneda y la economía monetaria no habrían despegado
sin esta intervención del gobierno y que el valor del dinero proviene del soberano y no
de su valor intrínseco (oro y plata). Los mengerianos, por otro lado, argumentan que la
única razón para el control estatal del dinero era aumentar los ingresos3.

1
Georg Friedrich Knapp, economista alemán, acuñó el término cartalismo en su teoría estatal del dinero
(1905). El nombre proviene del latín charta, en el sentido de un vale o un ticket. El cartalismo defiende
que el dinero se originó con los intentos del Estado de conducir la actividad económica, más que como
una solución espontánea a los problemas del trueque.
2
El señoreaje era el derecho económico que se reservaba al príncipe o soberano por la fabricación de
moneda.
3
Posiblemente la cuestión principal en la economía monetaria hoy en día, y en el pasado, ha sido cómo
evitar que el soberano contamine la moneda con sus manipulaciones para cubrir gastos en periodos
conflictivos.

3
Estándar de cabras de África Oriental
John Maynard Keynes, en el volumen 1 de su Tratado del Dinero, publicado en 1930, dice que:

Un comisionado de distrito de Uganda, donde las cabras son la norma nativa habitual, me dice
que es parte de sus obligaciones oficiales decidir, en caso de controversia, si una determinada
cabra es o no demasiado vieja o demasiado escuálida para constituir una cabra estándar a los
efectos del pago de una deuda.

A menudo las cabras compartían con el ganado el papel de moneda, depósito de valor y norma de pago
diferido en Uganda hasta bien entrado el siglo XX. Al igual que muchas normas relativas al ganado, se
fijó el ritmo al que las cabras y el ganado podían intercambiarse entre sí. Las cabras circulaban más
fácilmente en las economías de subsistencia y a menudo se utilizaban para comprar armas y sal. Las
cabras podían prestarse por intereses; un jefe podía enviar un rebaño de cabras para que sus súbditos las
guardaran, y recibir uno de cada tres cabritos nacidos en el rebaño como interés. El gobierno también
fijaba las multas a pagar por las cabras.
En Tanzania, 25 cabras equivalían a una vaca o un buey, y una cabra equivalía a una azada. El tipo de
cambio entre las cabras y los bueyes variaba según los distritos. Los masai calificaban un asno con cinco
cabras, una lanza de hierro con dos cabras y una gran campana para ganado o un hacha pequeña con una
cabra. También pagaban el dinero de la novia en cabras.
En el África ecuatorial, las cabras solían servir de reserva de valor y de norma de pago diferido, pero no
como medio de intercambio. El dinero de la novia se pagaba en cabras y ovejas; para que un hombre se
casara, debía poder pedir prestado cabras y ovejas.
Las sociedades que vivían más cerca del umbral de la supervivencia encontraban que los alimentos eran
útiles como dinero, porque los alimentos eran lo que todos necesitaban, y una gran parte de la actividad
de cada individuo se dedicaba a asegurar los alimentos. Por lo tanto, los alimentos eran una opción obvia
como medio de intercambio fácilmente aceptable. El problema de muchos alimentos, como los cereales,
era que eran perecederos, lo que dificultaba su utilidad como de valor, una de las funciones importantes
del dinero. El ganado no sólo producía excelentes alimentos, sino que también se reproducía,
solucionando el problema de lo perecedero, e incluso ganando una forma rudimentaria de interés. Por lo
tanto, el ganado podría servir tanto como medio de intercambio como de reserva de valor. Dado que se
podía contar con el ganado para mantener su valor, los acreedores prefirieron definir las deudas en
términos de ganado. El ganado compartía con otros productos básicos un importante defecto como
medio de intercambio. La calidad del ganado variaba en función de la edad y la salud, y la gente
invariablemente buscaba pagar las deudas con animales inferiores, creando conflictos del tipo
mencionado en la cita de John Maynard Keynes. Además, el ganado es a menudo voluminoso y difícil de
transportar.
El dinero del ganado no es necesariamente un síntoma de la economía y la cultura primitivas. Las zonas
remotas suelen sufrir escasez de monedas y otras formas de dinero y recurren a los productos básicos
como medio de intercambio. Las colonias americanas recurrieron a los productos básicos como dinero en
una época en que la economía mundial estaba repleta de suministros de metales preciosos del Nuevo
Mundo. La colonia de la Bahía de Massachusetts promulgó una ley para el ganado que era llevado a
Boston para el pago de impuestos, disponiendo que "si están cansados, o hambrientos, o se enferman, o
cojean, será lícito descansar y refrescarlos durante un tiempo competente en cualquier lugar abierto, que
no sea el maíz, el prado, o encerrado para algún uso particular".

2) La evolución de los bancos centrales

¿Cómo pasamos del sistema monetario basado en especie, al dinero fiduciario


actual emitido por los bancos centrales? ¿Cómo es que los bancos centrales tuvieron
tanta importancia en las economías modernas? ¿Qué puede decirnos la historia sobre el
papel de los bancos centrales? Para responder a estas preguntas, deberemos ver la
evolución de un banco central prototipo como es el Banco de Inglaterra fundado en
1694.
Los fundadores del Banco de Inglaterra resolvieron un problema crítico que
enfrentaba el nuevo régimen parlamentario inglés, inaugurado por la Revolución
Gloriosa de 1688. El poder para recaudar impuestos del nuevo gobierno estaba en
manos del parlamento, que se mostraba reacio a proporcionar la financiación necesaria
4
al rey para luchar en las guerras. El Banco de Inglaterra fue establecido por el rey
Guillermo (Orange) III y sus financieros que apoyaron la existencia de papel moneda
intercambiable por oro, es decir, un patrón oro. Durante los periodos de guerra o de
dificultades militares, la emisión de billetes se amplió, suspendiéndose la
convertibilidad en oro (si éste faltara). Esta característica única de canje, permitió que la
moneda se expandiera de manera rápida y flexible para financiar necesidades de defensa
porque había un compromiso de que, después de la emergencia militar, los billetes
serían convertibles en oro al tipo de cambio anterior al conflicto. La primera suspensión
formal de los pagos en oro se produjo en 1695, y la suspensión duró los dos años que el
rey Guillermo necesitó para derrotar a Luis XIV de Francia. Cien años más tarde, en
1797, el Banco suspendió la convertibilidad en oro durante más de veinte años para que
Gran Bretaña pudiera luchar contra Napoleón (1799-1815). Esta suspensión dio como
resultado una caricatura titulada "Violación política, o la vieja dama de Threadneedle-
Street en peligro"4 . El apodo se mantuvo. El Banco de Inglaterra era una institución
vital para la supervivencia de la primera monarquía parlamentaria y, por lo tanto, fue
copiado por otras naciones cuando se convirtieron en gobiernos parlamentarios.

Sentada sobre un cofre con la inscripción "Bank of England", una mujer arrugada y delgada vestida con
billetes de una libra de papel echa las manos hacia atrás mientras el Primer Ministro William Pitt (el
Joven) mete la mano izquierda en su bolsillo y envuelve su brazo derecho alrededor de su estrecha
cintura. En el suelo detrás de él, su sombrero cubre parcialmente una lista de préstamos. Pitt lleva un
abrigo de Windsor y una peluca. Unas pocas monedas de oro caen del bolsillo.
La mujer grita: "¡Asesinato! ¡Asesinato! ¡Violación! ¡Asesinato! ¡Oh, villano! ¿Por qué he mantenido mi
honor intacto tanto tiempo, para que tú lo destruyas por fin? ¡Oh, asesinato! ¡Violación! ¡Despojo!
¡Ruina! ¡Ruina! ¡¡Ruina!!

La convertibilidad fue suspendida una vez más al estallar la Primera Guerra


Mundial y restaurada con la paridad de preguerra en 1925 por Winston Churchill, contra
el consejo de John Maynard Keynes. Sin embargo, al igual que en anteriores
reanudaciones del oro, esto desencadenó una dura recesión. Este fue uno de los
principales problemas del patrón oro. Y además, el patrón oro generó su propio ciclo de
negocios, con recesiones de mayor duración y amplitud, que bajo un régimen de dinero
fiduciario.
A mediados de la década de 1930, el patrón oro fue abandonado por todos,
excepto por EE.UU. Después de la Segunda Guerra Mundial, el sistema de Bretton
Woods restableció un patrón oro de facto, cuando las democracias occidentales
acordaron que sus monedas de papel debían ser convertibles en dólares de los EE.UU.
siempre y cuando el dólar mantuviera un tipo de conversión fijo en oro. Este sistema de
Bretton Woods se eliminó gradualmente a finales del decenio de 1960 y llegó a su fin
4
Calle en la que se encontraba el Banco de Inglaterra.

5
oficial en 1971 cuando los Estados Unidos rompieron el vínculo entre el dólar y el oro.
La opinión dominante entre los historiadores económicos coincide con la de Keynes,
que describió el patrón oro como una "reliquia bárbara". Sin embargo, autores actuales
plantean la cuestión de si el costo de abandonar el patrón oro ha valido la penan en el
sentido de que los países con instituciones débiles y amenazas externas suelen acabar
creando hiperinflación. Como medio para controlar la inflación y eliminar la influencia
del gobierno en la política monetaria, los bancos centrales se hicieron independientes,
fijaron su moneda con referencia a alguna importante moneda de reserva.
Debido a que los bancos centrales, como el Banco de Inglaterra, evolucionaron
para tener el monopolio o casi monopolio de la emisión de billetes, desempeñan un
papel importante en los sistemas bancarios, en particular durante las expansiones del
crédito y las crisis posteriores.
La historia económica nos ofrece múltiples estudios de casos de estos episodios
y del papel del banco central en los auges y las crisis financieras. ¿Deberían los bancos
centrales pinchar o apoyarse en los auges y burbujas o simplemente solucionar el
problema después? Los ejemplos históricos de pinchazos sugieren que esa política tiene
muchos peligros. Por ejemplo, se alega que la Reserva Federal pinchó deliberadamente
la burbuja en la primavera de 1929. El pinchazo deliberado del auge del mercado de
valores en 1927 por parte del Reichsbank fue otra intervención política que no funcionó
bien porque golpeó a Alemania en un momento clave de su recuperación posterior a la
hiperinflación de 1923, afectó a las inversiones e hizo caer a la economía en una grave
depresión. La historia económica tiende a revelar que los bancos centrales prefieren
hacer limpieza después de una quiebra, que pinchar un auge financiero.

6
TEXTO 2º

La evolución histórica del Banco Central

La expresión "banco central" no empezó a utilizarse para indicar el Banco de


Inglaterra hasta la segunda mitad del siglo XIX; ya se había utilizado antes, pero para
indicar una cosa diferente, a saber, la sede de un banco comercial multisucursal, no un
banco de emisión.
Si definimos el banco central como una familia de políticas públicas destinadas
para fomentar la estabilidad monetaria y financiera, cuya provisión es hoy en día
generalmente realizada por las organizaciones que llamamos bancos centrales, podemos
seguir la evolución del banco central hasta la edad media. Nos centramos en los casos
de Venecia, Barcelona, Génova, Nápoles, Ámsterdam, Hamburgo, Suecia, Inglaterra,
Austria, Francia, los Estados Unidos y la Unión Europea.
Si consideramos el banco central como unas serie de políticas públicas
destinadas a abordar los fallos financieros del mercado, habría cuatro razones para la
intervención: las dos primeras pueden asociarse al mandato de estabilidad financiera de
los bancos centrales, mientras que las dos últimas pueden asociarse a la estabilidad
monetaria.
1) La intervención pública puede justificarse por la necesidad de regular la
gestión del sistema de pagos (el sistema que permite la transferencia de fondos
de un punto a cualquier otro punto de una economía), cuya perturbación puede
entrañar enormes costos para la actividad económica.
2) El sector bancario es inestable por el tipo de actividad a la que se dedica. Los
bancos son intermediarios que gracias a los depósitos (corto plazo), pueden
prestar (largo plazo), por lo que son propensos a las crisis de liquidez. Los
Bancos Centrales, en una posición privilegiada, pueden crear liquidez prestando
a otras entidades o personas y, por lo tanto, pueden actuar como prestamistas de
último recurso en caso de crisis5.
3) El sector público se caracteriza por tener poco efectivo, el sector privado es
rico en efectivo. Esto permite que el primero compre a crédito bienes del
segundo, que puede pagar cuando este abona sus impuestos. Debido a que acepta
la deuda a corto plazo con derecho al pago de impuestos, ésta se monetiza
(medio de pago a terceros). La monetización de la deuda lo puede hacer
cualquier banco, pero es más seguro que sea un banco público ya que puede
afrontar mejor los problemas6.
4) La monetización de la deuda pública y privada (más masa monetaria en
circulación) puede dar lugar a una excesiva volatilidad de los precios, lo que
resulta odioso para la actividad económica real. Y las autoridades públicas
pueden intervenir, fijando límites a la creación de dinero privado y compensando
el déficit de creación de dinero privado. Esta función de estabilización se conoce
comúnmente bajo el nombre de política monetaria.

5
El distintivo en el desarrollo del Banco Central durante los últimos doscientos años ha sido la evolución
del concepto de prestamista de último recurso. La expresión deriva del francés dernier ressort, y se
centra en la última jurisdicción legal a la que puede apelar un justiciable. Cuando un banco hace frente a
una momentánea falta de liquidez y no logra resolver la situación por sí mismo, sea porque toda la plaza
está ilíquida, sea porque nadie le quiere prestar lo que necesita, siempre puede recurrir, como último
recurso, al Banco Central
6
Política de financiación del déficit público mediante el aumento del dinero en circulación. El banco
central compra la deuda pública de un gobierno con moneda de nueva creación, por lo que aumenta la
cantidad de dinero en dicha economía.

7
En lo que sigue se examinará la evolución histórica de los mecanismos que
vinculan la emisión de dinero con las operaciones de préstamo, poniendo atención a sus
consecuencias en términos de política pública.

2.1. Banco central desde las ciudades-estado medievales

Las ciudades estado han sido una presencia dominante europea desde la Edad
Media hasta las guerras napoleónicas. Entre ellas, las más conocidas fueron las
repúblicas mercantiles, las ciudades-estado gobernadas por hombres de negocios que
habían logrado convertirse en importantes centros de comercio internacional.
Estas ciudades presentaban un equilibrio institucional que permitía practicar la
banca central directamente a través de una sección del gobierno. Las autoridades
monetarias estaban en ambos lados del balance; en el pasivo actuaban como
empresarios que recibían los préstamos, siendo estos mismos empresarios quienes desde
el activo, como gobernantes, dirigían el gobierno. Esta alineación de intereses
garantizaba la coherencia de la política monetaria: la inflación (incremento de la
monetización de la deuda) solo era consecuencia de una necesidad superior (guerra), y
se esperaba que esta inflación desapareciera cuando se volviera a la normalidad. Eso
explica que tales políticas de banco central se aplicaran directamente a través de una
institución del gobierno, o por un banco público de propiedad estatal.
Si bien las repúblicas mercantiles europeas presentaban muchos rasgos comunes,
cada una tenía su propio equilibrio peculiar. En el caso de Venecia, dirigida durante
siglos por una elite de hombres de negocios. Ámsterdam y Hamburgo eran también
ciudades en gran parte autónomas controladas por oligarquías mercantiles, pero no eran
estados plenamente soberanos (Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico).
Barcelona luchó durante mucho tiempo por mantener su autonomía con respecto a la
Corona de Aragón. En cambio, Génova era una república independiente, con luchas en
el seno de la oligarquía gobernante (compuesta en su mayoría por familias feudales más
que burguesas). En el resto, las diferencias pueden explicarse como respuestas ante los
problemas que experimentaron las infraestructuras financieras nacionales.

a)Venecia
Los venecianos fueron los primeros en conocer los problemas para los que se
supone que el banco central era una solución. El desarrollo de la banca de negocios
desde el XIV, fue la causa de que su población utilizara las transferencias bancarias para
pagar pequeñas sumas, siendo un método considerado como legal para saldar deudas7.
Sin embargo, tuvo como efecto la inestabilidad propia de la banca de depósito, que
utilizaba los depósitos de los clientes (corto plazo), y a la vez debía estar preparada para
devolverlos inmediatamente (aunque los situara a largo plazo). Por eso la banca
veneciana estuvo marcada por una sucesión de violentas crisis de liquidez que pusieron
en peligro la continua prestación de los servicios de pago.
Las autoridades políticas venecianas estaban preocupadas porque la inestabilidad
de la banca privada afectara al funcionamiento del Estado, ya que dificultaba el acceso a
la financiación para asegurar la llegada de harina a la ciudad a precios razonables8. Pero
no querían intervenir. Su idea era dejar la infraestructura financiera a la iniciativa

7
En Florencia, con grandes bancos internacionales, este sistema de pagos sin dinero solo se realizaba
dentro de los grupos empresariales, pero si eran compras en los mercados se utilizaba el efectivo.
8
Venecia no producía los alimentos necesarios para su supervivencia y necesitaba traerlo todo del
exterior; su carencia generaba malestar social.

8
privada, y solo estaban dispuestos a inmiscuirse en caso de que fallara. Y eso solo se
produjo en dos ocasiones: la primera tras las expansión colonial (siglos XIII a XIV), y
después cuando intentó reorganizarse (siglos XVII a XVIII) tras su declive.
A partir de 1282, el Estado veneciano centralizó la mayor parte de sus
actividades financieras en la Oficina de Cereales, la más importante de sus agencias de
avituallamiento público. Pero además de su misión tradicional de comprar grano a los
importadores y revender la harina a la población de la ciudad, la Oficina también se
encargaba de la emisión de la deuda flotante, asegurada por los ingresos fiscales
(impuestos) de la República. La Oficina también recaudaba depósitos del público. Por
eso, la Oficina de Cereales acabó siendo una especie de "banco estatal". El organismo
llevó a cabo la monetización de la deuda pública9 pidiendo prestado al público, y
cubriéndose gracias a los futuros ingresos fiscales. Los pasivos de depósito de la
Oficina eran el medio de pago estándar utilizado, tanto por los comerciantes para las
grandes transacciones, como por los ahorradores para las pequeñas transacciones
diarias.
El primer "banco estatal" de Venecia funcionó con bastante éxito hasta mediados
del siglo XIV, cuando empezó a tener problemas por los préstamos concedidos con
criterio político al sector privado. Y cuando la Oficina de Cereales aplazó el pago de los
intereses de las cuentas de ahorro, la confianza de los depositantes disminuyó. La
reforma de 1365 acabó con el modelo de "banco estatal". Entretanto, los legisladores
habían otorgado la condición de dinero legal a los depósitos en bancos de depósito
privados. Y el gobierno consideró conveniente dejar de intervenir directamente en el
sistema financiero, abandonando las tareas que antes realizaba la Oficina de Cereales
(prestación de servicios de pago y monetización de la deuda pública) a los bancos
privados que operaban en el Rialto; descargando en el sector privado las
responsabilidades del sistema de pagos, aunque generara mayor inestabilidad financiera.
Los bancos de depósito privados fueron víctimas de una larga serie de crisis de
liquidez entre los siglos XIV y XVI, poniendo en peligro el funcionamiento del sistema
de pagos y la capacidad del gobierno para obtener préstamos. En vista de esas
perturbaciones y sus elevados costes, las autoridades venecianas se vieron obligadas a
intervenir, desarrollando varios instrumentos: 1) intervenciones ex ante: establecimiento
de restricciones legales a las operaciones, órganos de supervisión y requisitos de
divulgación; 2) intervenciones ex post: como los préstamos de último recurso. Y a pesar
de haber intentado quedarse al margen del sector financiero, el gobierno se vio obligado
a proporcionar algunas funciones de banca central.
Cuando el último banco fue víctima del enésimo pánico de los depositantes, el
gobierno tuvo que asumir la responsabilidad del funcionamiento de la infraestructura
financiera nacional. En 1587 se aprobó la creación de un banco público (Banco della
Piazza di Rialto). Pero no era un banco estatal del todo, sino una concesión pública:
creó un monopolio de la banca de depósito, bajo la total responsabilidad de un
concesionario privado. Los depósitos se hicieron atractivos para el público al separar su
valor, del que tenían las especies en circulación (monedas oro y plata), y protegiéndolos
de la degradación que la moneda experimentaba en esos momentos. Además, se creó
una demanda forzada de depósitos al hacer que las letras de cambio fueran
obligatoriamente pagaderas en el banco. Esto se entendía también como un dispositivo
de supervisión destinado a preservar la calidad de los instrumentos de crédito en
circulación.

9
Política de financiación del déficit público, por el que un banco central compra con dinero nuevo la
deuda pública de un gobierno, aumentando la cantidad de dinero en circulación.

9
Los factores geopolíticos pronto provocaron nuevos cambios en las instituciones
monetarias venecianas. En 1619, el gobierno se enfrentó a dificultades para reembolsar
a los proveedores que habían entregado lingotes de plata a la Casa de la Moneda, y a
petición de éstos, hizo que los créditos con el gobierno fueran transferibles a terceros.
Cosa que con el aumento de los gastos militares durante la década de 1620 se
generalizó. Conocido como el Banco del Giro, el nuevo centro preveía la monetización
de la deuda pública mediante la emisión de dinero inconvertible, que podía utilizarse
para el pago de letras de cambio. Probablemente fue el primer ejemplo de dinero de
curso legal emitido por el Estado, de carácter puramente fiduciario. A pesar de su
inconvertibilidad, los depósitos en el nuevo banco pronto se establecieron como el
medio de pago habitual y superaron el negocio del Banco della Piazza, que finalmente
fue cerrado en 1638. Por su parte, el Banco del Giro se convirtió en el nuevo "banco
central" de Venecia y funcionó con éxito hasta la caída de la República, cuando fue
liquidado por la administración napoleónica.

b) Ámsterdam y Hamburgo
Eran ciudades-estado que se enfrentaban al mismo tipo de problemas monetarios
y trataron soluciones similares. En los últimos decenios del siglo XVI y en los primeros
decenios del siglo XVII, tuvo lugar en Europa una oleada masiva de degradaciones
monetarias (motivadas por la guerra)10. Las monedas degradadas comenzaron a invadir
los centros de comercio internacional, comprometiendo así la seguridad de las
transacciones. Con el fin de corregir la calidad del circulante, en 1609 la ciudad de
Ámsterdam abrió un banco de cambio público (Wisselbank) cuya misión consistía en
retirar las monedas degradadas y recobrar las de buena calidad. También, al igual que
Venecia, Ámsterdam creó una demanda forzada de depósitos bancarios al establecer que
las letras de cambio debían ser obligatoriamente pagadas en el banco. Y para hacer más
atractivo el dinero bancario, redujo el coste del reembolso (1683), dejando de sustituirlo
por monedas de mayor calidad, que las que retiraba. En esta situación, el dinero
bancario se convirtiera de facto en casi inconvertible, liberándolo de su relación con el
metálico. Esto aumentó la popularidad del dinero bancario y permitió el
establecimiento del Wisselbank como el centro del sistema monetario internacional.
El éxito permitió al gobierno y a las entidades patrocinadas por el gobierno
(VOC) monetizar una elevada cantidad de deuda a través del banco. También el banco
comenzó a comportarse indirectamente como prestamista de última instancia, ya que
proporcionó liquidez a un fondo de “asistencia mutua” creado para conceder préstamos
a los bancos comerciales con problemas. Pero en los últimos decenios del siglo XVIII,
las Provincias Unidas se enfrentaron a graves dificultades militares y la monetización de
la deuda pública aumentó a tal escala que el valor del dinero bancario comenzó a
depreciarse. Al transformarse el país en una monarquía territorial por las tropas
napoleónicas, el Wisselbank municipal fue cerrado y sustituido por el Nederlandsche
Bank, de propiedad privada.
El Banco de la Hamburgo (1619) fue parecido al Wisselbank. Su objetivo era
el mismo: "limpiar" la circulación interior de monedas degradadas. Sin embargo, el
banco tuvo más dificultades para estabilizar el valor de su dinero. Después de muchas
vicisitudes, en 1770, se introdujo una gran innovación: el banco fijó el valor de su
dinero en lingotes de plata en lugar de en especies monetarias. De esta manera,
Hamburgo y se convirtió en el principal mercado de la plata en Europa. Además, el
Banco de Hamburgo también desarrolló un negocio de préstamos garantizados, durante

10
Normalmente reducción del contenido en las monedas del metal precioso.

10
la crisis de 1763, y actuó como prestamista de último recurso de los bancos comerciales
nacionales. El banco también sobrevivió, hasta que finalmente se fusionó con el
Reichsbank en 1875.

c)Barcelona
Se le acredita oficialmente haber creado el primer banco público de Europa. La
Taula de Canvi (1401) fue creada principalmente como el banco del municipio en el
contexto de sus conflictos con la Corona de Aragón. En los primeros decenios de su
existencia, la organización desempeñó un papel activo en el sistema de pagos
nacionales, ya que abrió cuentas corrientes a los banqueros locales y les concedió
crédito permitiéndoles que se sobregiraran11. Después de enfrentarse a las crecientes
dificultades para mantener la convertibilidad de su dinero (rarefacción de la especie de
plata y pánicos de los depositantes), en la segunda mitad del siglo XV, la Taula prohibió
a los banqueros que fueran clientes. Y el banco reorientó gradualmente su negocio hacia
su misión original de tesorero de la ciudad, dejando de lado todas las demás
competencias en el sistema de pagos nacionales. En calidad de tal, el banco financió los
esfuerzos de la Ciudad por independizarse del monarca en las revueltas de 1462, 1640 y
1713.
La Taula sirvió de modelo para los numerosos bancos municipales que se
crearon en los territorios de la Corona de Aragón a lo largo de los siglos XV y XVI, la
mayoría de los cuales sobrevivieron hasta que fueron absorbidos por la red de
sucursales del banco central en el siglo XIX.

d)Génova
Conocida por su inestabilidad, la política de Génova dio un giro particularmente
dramático tras la pérdida de su poder naval a finales del siglo XIV. Incapaz de restaurar
la credibilidad de su enorme deuda pública, en 1407, la República no encontró mejor
solución que externalizar la gestión tanto de la deuda como de una serie de importantes
ingresos fiscales, a una "corporación de tenedores de deuda interior". Fundada como
una empresa totalmente privada en manos de los acreedores del Estado, la Casa di San
Giorgio (Banco di San Giorgio) demostró ser un dispositivo eficaz para garantizar la
sostenibilidad de la deuda pública. Pero dada la naturaleza fiscal de su mandato, no es
de extrañar que en otros campos estuviera menos presente. En los primeros decenios de
vida, la empresa abrió cuentas corrientes a los depositantes, asumiendo así un papel
central en el sistema nacional de pagos. Sin embargo, San Giorgio se vio afectada por la
rarefacción general de la especie de plata y empezó a enfrentarse a serias dificultades
para mantener la convertibilidad del dinero. Al igual que la Taula, en 1444 San Giorgio
reaccionó retirándose de las actividades bancarias. No fue hasta 1675 que la empresa
reabrió las instalaciones bancarias y reinició la emisión de dinero bancario uniforme
convertible en especie, recuperando así un papel central en el sistema de pagos
nacionales. Tras la reforma, San Giorgio aparentemente vivió una existencia tranquila
hasta que los invasores franceses lo privaron de sus competencias fiscales en 1797 y se
cerró definitivamente cuando la República de Génova fue anexionada por el Reino de
Cerdeña en 1815.

11
Exceder en un giro del crédito disponible (RAE).

11
2.2.La banca central en las políticas territoriales centralizadas

En el curso de la primera época moderna, las monarquías sufrieron un proceso


de centralización (alentado por los costes de la guerra). Los gobernantes se esforzaron
por centralizar un número cada vez mayor de competencias y por imponerse como única
fuente de legitimidad política en su territorio. A diferencia de lo que ocurría en el caso
de las "repúblicas mercantiles", los intereses entre prestatarios y acreedores no eran los
mismos. Esto explica por qué la desconfianza en el dinero emitido por el Estado estaba
muy extendida entre los poseedores de dinero. Para tranquilizarlos las monarquías
entregaron (externalizaron) la creación de dinero a una organización independiente. La
organización se refinanciaría con los depositantes privados y los tenedores de billetes,
por un lado, mientras que, por otro lado, cedería ante el Estado. Se suponía que la
autonomía de sus administradores con respecto al monarca funcionaba como garantía de
que la monetización de la deuda seguiría a largo plazo.
En las monarquías de los Habsburgo de España y Austria, los intentos de
centralización tropezaron con los parlamentos regionales y municipalidades, heredados
de tiempos anteriores; lo mismo ocurrió en Escandinavia. En Inglaterra, las ambiciones
absolutistas de los Estuardo fueron desafiadas por dos revoluciones, la segunda de las
cuales (1688) logró introducir de manera estable limitaciones a las competencias de la
Corona. En Francia, el aparente éxito del proceso de centralización fomentado por los
Borbones condujo a una espectacular acumulación de descontento, que finalmente
resultó explosivo en 1789.
La Revolución Francesa y los numerosos levantamientos que siguieron a la
primera mitad del siglo XIX marcaron el fin del modelo de monarquía absoluta y dieron
paso al modelo de gobierno constitucional. A mediados del siglo XX, las
organizaciones emisoras de dinero se habían convertido en parte del sector público en la
mayoría de los países occidentales.

a)Nápoles, Austria y Suecia


Durante el comienzo de la edad moderna varios monarcas otorgaron derechos de
emisión a algunos tipos de organizaciones sin fines de lucro, dirigidas por un órgano
independiente. La organización invertiría una cantidad considerable de sus recursos en
la deuda pública, pero gracias a su autonomía facilitaría la refinanciación de la deuda
pública con los depositantes y los tenedores de dinero. Una estrategia que se impuso
según los distintos equilibrios institucionales de los estados.
En Nápoles en la segunda mitad del siglo XVI, cuando el Reino pasó a formar
parte de la corona española, debido a la impopularidad de los nuevos gobernantes para
conseguir financiación pública a corto plazo, el virrey utilizó las organizaciones
benéficas existentes (Montes de Piedad), que tenían un negocio de banca minorista. Por
un lado, el dinero emitido por las siete organizaciones no gubernamentales autorizadas
se declaró apto para el pago de impuestos; por otro, las organizaciones utilizaron parte
de los fondos recaudados para conceder préstamos al gobierno. Estos bancos de
emisión eran formalmente independientes, pero estaban supervisados por el virreinato,
que nombró un representante en sus juntas. El expediente tuvo éxito y permitió que el
sistema monetario napolitano resistiera hasta que las guerras napoleónicas impulsaron
su reorganización en 1808, con la creación de un banco de emisión monopólico llamado
Banco delle Due Sicilie.
Los Habsburgo españoles tuvieron dificultades para conseguir financiación a
corto plazo sin recurrir a ningún intermediario. Durante muchos decenios, se vieron
obligados a recurrir a intermediarios privados, en particular a los banqueros genoveses.

12
La rama austríaca de la familia siguió durante mucho tiempo una estrategia similar.
Sin embargo, en 1705 el monarca aprobó la creación de un banco público controlado
por la ciudad de Viena (Wiener Stadtbanco). Se suponía que el crédito del municipio
debía suscitar la confianza de los depositantes, permitiendo la refinanciación de la
deuda a corto plazo del emperador (no de la ciudad). El dispositivo funcionó bien
durante casi un siglo, hasta que fue interrumpido por las guerras napoleónicas. En 1816,
fue sustituido por un nuevo banco de emisión de propiedad privada, el Oesterreichische
Nationalbank.
En Suecia la situación fue más complicada. Un primer intento de crear un banco
real (Banco de Estocolmo, 1657) fracasó por el enfrentamiento entre el rey y los
aristócratas. Como consecuencia, el parlamento consiguió crear su propio banco
(Riksbank, 1668). El Riksbank participó en la financiación de la deuda pública, pero
sólo mientras ésta se dirigiera a satisfacer intereses del parlamento controlado por los
aristócratas. El resultado fue un sistema dual de monetización de la deuda (en parte
realizado por el banco y en parte por el Tesoro) que creó mucha confusión en el sistema
de pagos internos. La dualidad llegó a su fin después de las guerras napoleónicas, y el
Riksbank acabó por convertirse en la única institución monetaria del país.

b)Inglaterra
El siglo XVII fue un período de gran inestabilidad en Inglaterra. Tras el segundo
derrocamiento de la dinastía Estuardo (1688), los nuevos soberanos se vieron en la
necesidad urgente de recaudar fondos, y recurrieron a una sociedad privada constituida
por acreedores (modelo Genovés). Sin embargo, el recién creado Banco de Inglaterra
(1694) fue diseñado como temporal (11 años), además de que el negocio básico del
Banco de Inglaterra se dirigió a los préstamos al gobierno a largo plazo en el activo de
su balance, y billetes reembolsables en el pasivo. Afortunadamente para el banco, los
londinenses ya se habían acostumbrado al uso de los billetes (banqueros orfebres), y la
demanda de estos medios de pago se vio incrementada por las dificultades para
conseguir dinero en metal precioso (1696). Y esto conjuntamente con la obtención del
monopolio de la banca por acciones en Londres, ayudó al Banco a establecerse en el
centro del sistema nacional de pagos.
Tras los problemas de principios del siglo XVIII (Compañía de los Mares del
Sur, 1720), a partir de 1751:

1) La deuda pública se reorganizó de manera constante y el Banco asumió una


posición de monopolio en la provisión de financiación a corto plazo al gobierno;
2) El Banco comenzó a desarrollar sus actividades de descuento (letras de
cambio), introduciendo el primer servicio de préstamos ofrecido al sector
privado por una organización privilegiada de emisión de dinero;
3) El banco asumió el papel de creador del mercado del oro (1717), lo que le
permitió estabilizar la circulación monetaria interna.

Estas tres innovaciones convirtieron la empresa en algo parecido a un banco


central moderno. Cuando entró en las guerras napoleónicas, el Banco se había
convertido en el gestor último de: 1) del sistema nacional de pagos mediante la creación
de billetes y depósitos; 2) del sistema de crédito interno, mediante su servicio de
préstamos; 3) de la financiación a corto plazo del gobierno mediante su función de
tesorero del Estado, y 4) del mercado de divisas mediante su función de creador de
mercados de oro.

13
A lo largo del siglo XIX, el Banco de Inglaterra perfeccionó estas cuatro
funciones de banca central:1) cuando la Bank Charter Act de 1844 (Manual de Caruana
de las Cagigas y otros, 2016: 35-38 p.) estableció límites estrictos a la emisión de sus
billetes, el banco se unió a la Cámara de Compensación de Londres y así facilitó el uso
de sus depósitos como último medio de intercambio en el sistema de pagos nacional; 2)
a mediados del siglo XIX comenzó a actuar como prestamista de último recurso,
desarrollando como contrapartida un sistema informal de supervisión del resto de los
bancos londinenses; 3) el banco estabilizó los tipos de interés del mercado monetario. 4)
Y estableció como objetivo la estabilidad del tipo de cambio, a través del manejo del
tipo de interés del mercado.
Todas estas medidas apuntan a una creciente preocupación del Banco por sus
"responsabilidades públicas". Esa preocupación ya existía en el decenio de 1830, pero el
carácter privado del Banco (conflicto de intereses), reducía sus competencias. Este
argumento quedó obsoleto durante la Primera Guerra Mundial, cuando el Tesoro dejó
claro que ahora se esperaba que el Banco ejecutara las decisiones del gobierno. Lo que
allanó el camino para la nacionalización en 1946.

c)Francia
También se enfrentó a considerables dificultades. Bajo la regencia de Felipe de
Orleáns (1715-1723), John Law trató de desafiar el principio de que un banco de
emisión controlado por el Estado, no podía prosperar bajo un gobierno absolutista. El
naufragio de la empresa de Law (que emitía billetes de curso legal inconvertibles sobre
la seguridad de los ingresos fiscales y del monopolio) puede interpretarse como una
confirmación del principio.
Tras la quiebra de Law, Francia tardó medio siglo en conceder un nuevo permiso
para fundar un banco en forma de sociedad anónima. Efectivamente, la Caisse
d'Escompte (1776) era un banco totalmente privado, que en un principio no gozaba de
ningún privilegio y que se centraría en los préstamos al sector privado. Poco después, su
dinero fue declarado utilizable para el pago de impuestos y, como contrapartida, el
banco se involucró cada vez más en las finanzas del gobierno (préstamos). Tras el
estallido de la Revolución cerró en 1793.
El mismo grupo de financieros que respaldaba la Caisse d'Escompte constituyó
la columna vertebral de los accionistas del nuevo Banco de Francia, autorizado por
Bonaparte en 1800. Napoleón esperaba que la nueva sociedad prestara servicios al
Estado: 1) esperaba que el banco creara una infraestructura de pagos eficiente que
cubriera todos los territorios gobernados por Francia; 2) esperaba que el banco apoyara
las finanzas del gobierno, manteniendo condiciones estables en el mercado monetario; y
sin pedir grandes inversiones en deuda pública.
En el siglo que siguió a la caída de Napoleón, el Banco de Francia, desarrolló la
mayor red de sucursales de Europa, proporcionando servicios de pago, préstamo de
último recurso y supervisión a los rincones más remotos del país; defendió la estabilidad
de los tipos de interés internos por todos los medios posibles y, mantuvo sus depósitos
de deuda pública bajos. Siguiendo en el siglo XIX una trayectoria paralela pero no
convergente con respecto al modelo inglés.

2.3. El Banco Central en las políticas territoriales descentralizadas

Debido a la complejidad (e imprevisibilidad) de los resultados de la negociación


colectiva, la evolución de la banca central ha sido particularmente difícil en países que
funcionan con sistemas federales. En la actualidad, las dos mayores zonas monetarias

14
del mundo (los Estados Unidos y la Unión Monetaria Europea) son ambas el resultado
de este tipo de proceso.

a)Estados Unidos
La historia de los Estados Unidos siempre se ha caracterizado por la
coexistencia de fuerzas centrípetas y centrífugas. El ámbito monetario fue uno de los
espacios en los que se produjeron enfrentamientos más violentos. Pero los conflictos
son anteriores a la Constitución de EEUU (1787), consecuencia de la política colonial
de Gran Bretaña.
Antes de la independencia los gobernantes británicos se habían reservado el
derecho de acuñar especies monetarias, pero permitiendo que cada autoridad colonial
emitiera su propio dinero inconvertible para facilitar las necesidades de la zona.
Alentando a cada Estado a “mantener la casa en orden”.
Cuando estalló la Guerra de la Independencia (1775-1783), el Congreso
Continental tuvo dificultades para financiar la guerra, ya que no se le habían transferido
ingresos fiscales. Y tras el colapso del valor del dinero inconvertible que había emitido,
en 1782, respaldó la fundación del Bank of the United States (sociedad anónima
modelada según el Banco de Inglaterra); sin embargo, los Estados se negaron a que el
dinero del nuevo banco fuera utilizable para pagar impuestos, por lo que el proyecto
murió. Acabada la guerra, la Convención Constitucional en 1787 pretendió definir las
competencias monetarias del nivel federal y de los Estados: los Estados no podrían
emitir dinero directamente, pero mantendrían el derecho a fundar bancos locales de
emisión; mientras que el Congreso tendría el derecho exclusivo de "acuñar dinero y
regular su valor", es decir, de acuñar especies metálicas. Una cuestión que fue objeto de
duras controversias, que finalizaron en el Tribunal Supremo (decenio de 1880) cuando
otorgaron a las autoridades federales el derecho de emprender o regular la emisión de
papel moneda.
Tras el intento fallido de crear un Bank of the United States, se concedió al First
Bank of the United States una carta federal de 20 años de duración (1791), continuando
después en el Second Bank of the United States (1816); ambas sociedades anónimas con
sede en Filadelfia que seguían el modelo del Banco de Inglaterra. Ambos operaban
activamente para crear un sistema nacional de pagos, ofrecían facilidades de préstamo al
público, actuaban como tesoreros del gobierno federal y limpiaban la circulación interna
de papel moneda inconvertible en tiempos de guerra. Sin embargo, ambos se
enfrentaron a duras críticas de los opositores políticos a la centralización y no
consiguieron que se renovara su carta de funcionamiento cuando ésta llegó a su fin.
Mientras tanto los Estados utilizaban sus prerrogativas en el ámbito de la banca.
Los bancos de emisión estaban constituidos y regulados a nivel estatal, y la regulación
variaba por todo el país. Durante la primera mitad del siglo XIX, básicamente todas las
herramientas modernas de regulación bancaria fueron inventadas o desarrolladas por
diferentes Estados de los Estados Unidos. El principio de que la emisión de billetes que
debía estar garantizada por una cantidad determinada de deuda pública se estableció en
casi todas partes. Esta estrategia que regulaba la monetización de la deuda pública, se
convertiría más tarde en la piedra angular del Sistema Bancario Nacional creado en
1863-1865.
El cambio de los equilibrios políticos durante la guerra civil permitió la
centralización de varias competencias a nivel federal. En cuanto a la creación de dinero,
el Tesoro recurrió masivamente a la emisión de billetes de curso legal (greenbacks) para
financiar la guerra y conservó sus derechos de emisión durante más de un siglo. En
cuanto a la regulación bancaria, se creó un sistema dual: 1) los bancos nacionales se

15
regulaban a nivel federal y estaban autorizados a emitir billetes con la garantía de la
deuda federal; 2) los bancos estatales seguían regulados a nivel estatal y sólo se les
permitía emitir billetes a coste prohibitivo (los bancos nacionales no operaban en toda la
federación, ya que las sucursales fuera de su Estado estaban prohibidas).
Pero las reformas no previeron un mecanismo anticíclico para estabilizar el
sistema de pagos y créditos en momentos de crisis. El Tesoro compensó parcialmente
esta carencia trasladando sus activos líquidos a través de los bancos nacionales, pero
sólo a escala limitada. Las cámaras de compensación privadas desarrollaron servicios de
préstamos interbancarios para compensar la falta de un prestamista de último recurso,
pero éstos sólo eran accesibles a los miembros de la cámara de compensación, es decir,
sólo a una minoría de bancos.
El creciente coste de las crisis bancarias en los decenios siguientes llamaba a una
reforma. La crisis de 1907 permitió la alianza de diferentes grupos de interés. En 1913
se creó el Sistema de la Reserva Federal (Federal Reserve Systen). La nueva
organización fue concebida como una institución, en manos de los mismos bancos
comerciales que se unieron al Sistema. Se crearon 12 bancos de la Reserva Federal
totalmente independientes, con las competencias diseñadas en las leyes de 1863-1865
(guerra civil). Además, como una parte sustancial de los bancos estatales no
consideraron que valiera la pena adherirse, el acceso a las facilidades de pago y de
préstamo de la Reserva Federal siguió estando restringido a sus miembros.
La creación de la Reserva Federal fue sin duda un paso más hacia la
centralización del ámbito bancario en EEUU, pero no el definitivo. Los 12 bancos de
reserva, podían fijar su postura monetaria independientemente de los demás, lo que
creaba graves problemas de coordinación durante las crisis. Además, la naturaleza dual
(federal) del sistema bancario impidió que los Bancos de Reserva ampliaran los
préstamos de último recurso a los bancos no miembros. Estas limitaciones produjeron
una reacción durante la crisis bancaria de 1930. La insatisfacción motivó las Leyes
Bancarias de 1933-1935, que transformaron a la Reserva Federal en una agencia federal
de facto. Las reformas del New Deal abordaron en particular el problema de la
coordinación, centralizando la política monetaria en la Junta de la Reserva Federal en
Washington. Sin embargo, no abordaron la cuestión de la dualidad del sistema
regulador, que aún persiste hasta la fecha.

b)La Unión Europea


Formalmente, la Unión Europea es actualmente el único ejemplo de una unión
supranacional. No hay que exagerar esta singularidad, ya que la Unión podría ser vista
legítimamente como una especie de "federación en ciernes", como lo fueron en otras
varias federaciones actuales. Dicho esto, la experiencia de la unificación monetaria
europea fue única en el sentido de que consistió en federar varios bancos centrales
nacionales preexistentes en lugar de imponer una nueva organización encima de ellos.
El proceso de unificación monetaria europea comenzó en el decenio de 1970,
cuando la desaparición del sistema monetario establecido en de Bretton Woods (1944)
obligó a los europeos a establecer un sistema a nivel regional. Las recurrentes crisis de
divisas resultaron costosas para las economías europeas y pusieron en peligro el proceso
de integración comercial iniciado en el decenio de 1950. A medida que la viabilidad de
un sistema de paridades cambiarias fijas (35 dólares la onza de oro) se revelaba
incompatible, los países europeos empezaron a pensar en la posibilidad de "fusionar"
sus monedas en una sola. Se puso en marcha un largo proceso de convergencia. A
finales del decenio de 1990 todavía persistían algunas diferencias, aunque no hasta el
punto de comprometer la viabilidad de una política monetaria coordinada centralizada

16
pero aplicada a nivel descentralizado. La independencia de los gobiernos de los bancos
centrales, fue una condición previa para la adhesión.
Se encomendó al Banco Central Europeo (establecido en 1998) la coordinación
de la gestión de la infraestructura de pagos y la formulación de la política monetaria. En
cambio, la supervisión bancaria y Hacienda quedaron en manos de las autoridades
nacionales. El hecho de que la supervisión se limitara a ser una cuestión
descentralizada, no se percibió como un problema. Pero la crisis de 2007 (que supuso
varios rescates de bancos) mostró los límites de este enfoque y sacó a la luz los
problemas ocultos del proceso de unificación monetaria. En 2012, los países miembros
acordaron una reforma fiscal y monetaria de la zona euro que incluían la creación de la
Unión Bancaria, es decir, un mecanismo de supervisión y resolución para los bancos en
quiebra. Como resultado de ello, se confió al Banco Central Europeo la supervisión de
los bancos más grandes de la zona del euro, mientras que los más pequeños quedaron
bajo el control de los bancos centrales nacionales. Curiosamente, esto produjo (por
primera vez en Europa) un sistema dual de supervisión que en cierto modo se hace eco
del americano.

Lecturas y vídeos

1. Características y funciones del dinero (video),


https://www.youtube.com/watch?v=1YVichoz7oE
2. (texto), https://filadd.com/doc/isla-de-yap-pdf-economia-monetaria
a. La isla del dinero de piedra (video)
https://www.youtube.com/watch?v=zZu6Tdz-uZs
3. ¿Qué es un Banco Central? (video),
https://www.youtube.com/watch?v=9Huixe6CbIs
4. El dinero, la banca y la Reserva Federal (no obligatorio),
https://www.youtube.com/watch?v=L2tl5qHvlM0&feature=youtu.be

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