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Universidad Autónoma de Quintana Roo del

Estado de Quintana Roo

➢ Medina Castellanos Estefania


➢ 20-27039
➢ Derecho
ANTECEDENTES DEL CREDITO
El crédito es tan antiguo como la civilización, antes de la era cristiana, en la antigua
Roma, encontramos los primeros signos del desarrollo crediticio, se sabe que sus réditos
fluctuaban entre el 3% y 75% y aun cuando parezcan elevados, se debe considerar que
por las circunstancias de aquellas épocas el prestamista tenía grandes riesgos. Hay
constancia de leyes y decretos que establecían penas corporales para el deudor que no
cumplía lo pactado con el acreedor; también existen documentos históricos que indican
penas variables como la confiscación de los bienes del deudor.
Además de los prestamistas se generalizaron los banqueros, su actividad era distintas,
pues trabajaban como cambistas y mercaderes de metales preciosos, cobraban los
réditos a sus clientes, cuando los deudores radicaban en el extranjero, y se encargaban,
a su vez, de pagar las deudas de los clientes locales a los acreedores radicados en otros
lugares. Fue hasta el siglo Xll cuando aparecieron los bancos, casi como los conocemos
en la actualidad. Los babilonios dejaron escritos hechos en tablillas de barro órdenes de
pago, con cierta similitud a la letra de cambio actual. Los griegos y los romanos utilizaron
la letra de cambio para evitar el traslado material de dinero, por frecuentes asaltos a las
caravanas de mercaderes. Por ello, cuando un mercader tenía que viajar depositaba los
fondos con el banquero de su ciudad, y ese le extendía un documento que amparaba el
importe depositado, el cual cobraba en el sitio de destino. El comercio marítimo
incremento tremendamente el proceso evolutivo del uso del crédito. El movimiento de
exportación e importación requirió dinero ajeno para desarrollar las transacciones
comerciales se asociaban con comisionistas, quienes proporcionaban las mercancías
durante el viaje para encargarse personalmente de venderlas. Este tipo de comercio se
desarrollaba como sociedad mercantil donde prestamistas y comerciantes eran dueños
de la mercancía. La combinación de préstamos en dinero y seguro permitía que, si la
embarcación naufragaba, el deudor quedaba exento de la obligación de pagar el crédito
recibido. La combinación de préstamos en dinero y seguro permitía que, si la
embarcación naufragaba, el deudor quedaba exento de la obligación de pagar el crédito
recibido. Durante la edad media, con el desarrollo del comercio marítimo y la prosperidad
de las grandes ciudades surgen importantes empresas bancarias como: • Tabla de
cambios-Barcelona-1401 • Banco de San Jorge-Génova-1409 • Monte Vecchio-Venecia-
1482. Los primeros créditos en México se encuentran entre los aztecas, al arribar los
españoles a lo que hoy es el territorio de México, este se hallaba dominado en su mayor
parte por la llamada Triple Alianza, integrada por el reino Azteca, el de Texcoco o
Acolhvacan y el de Tlacopan o Tacaba. Al finalizar el siglo XV la economía de los Aztecas,
había alcanzado un notable desarrollo, las transacciones comerciales, se realizaban no
solo con el trueque, sino como verdaderas operaciones de compraventa. Sus
instrumentos de cambio eran distintos tipos de moneda, que, aunque no acuñadas,
desempañaban el papel de este. Las diferentes especies de moneda empleadas por los
aztecas eran: 1. Cacao, diferente del que se usaba en el consumo cotidiano. 2. Pequeñas
telas de algodón, destinadas exclusivamente para adquisición de mercancías. 3. Piezas
de cobre, muy parecidas a la moneda acuñada.
Conocer el pasaje histórico del crédito en México redunda la importancia del mismo en
el desarrollo económico de nuestro país, pues gracias al crédito, las empresas obtienen
adelantos de dinero para acometer inversiones, así mismo el llamado crédito al consumo
es dinero que toman prestado los particulares para adquirir bienes personales, ya sea a
corto plazo o a largo plazo; sin embargo, el exceso del crédito produce inflación, porque
hay más dinero que productos y estos se esfuman con mayor rapidez, para evitarlo el
Estado controla el flujo de dinero imponiendo límites a los créditos bancarios, ya sea
elevando los intereses. El desarrollo de la economía prehispánica se llevó a cabo de dos
formas: el trueque y el cacao como “moneda”. No hay indicios de que, en esta época, se
hubieran realizado transacciones sin un pago inmediato; sin embargo, no se puede
descartar que pudieran haberse efectuado transacciones a plazos.
Es en la época colonial cuando se tienen referencias más claras acerca del uso del
crédito. La riqueza en la producción minera significó un incremento en el flujo monetario,
acuñado en la Casa de La Moneda. El uso de la moneda únicamente se empleaba para
las transacciones mercantiles mayores y por los grandes comerciantes nacionales. Aún
con esto, existían pocas instituciones de crédito, ya que era necesario concentrar
grandes riquezas.
Durante la época virreinal, los principales poseedores de bienes monetarios y materiales
fueron los grandes comerciantes, que podían ser hacendados o manufactureros, y la
iglesia, ya que ellos controlaban, en gran medida las finanzas de particulares y gobiernos,
resaltando como los principales prestamistas coloniales:
• Comercial, administrado por los grandes comerciantes.
• Agrícola, impulsado por la Iglesia.
• Hipotecario, siendo la Iglesia como el principal otorgante.
• Industrial, promovido por particulares y por la Corona.
Prendario, a cargo de pequeños particulares y por el Monte de Piedad, el cual surge en
esta época y fue fundado por iniciativa de Don Pedro Romero de Terrero e inaugurado
oficialmente el 25 de febrero de 1775.
Hacia mitad del siglo XIX se inicia el nacimiento de las instituciones de crédito y surgen
los primeros bancos. Algunos de los bancos que nacen a finales del siglo XIX y principios
del siglo XX, se fusionaron entre sí al poco tiempo de haberse establecido, teniendo la
finalidad de abarcar mayor mercado.
El Código de Comercio fue implantado en 1897, con el cual se buscó establecer las bases
para delimitar y encausar las actividades mercantiles de las instituciones de crédito,
preponderantemente la de los bancos. En otras palabras, era solamente el lineamiento
Federal que establecía las funciones, parámetros y obligaciones que presentaban las
instituciones mercantiles de crédito para su correcto y legal funcionamiento. Antes de la
promulgación de esta ley, las instituciones de crédito estaban sujetas a las concesiones
y acuerdos que realizaban directamente con el Gobierno Federal cada una de ellas.
De esto podemos comentar que la historia misma ha de mostrado que el crédito ha sido
un factor determinante de la evolución de los negocios, pues sí su uso no fuera benéfico
por lo menos se hubiera restringido, pero sucede lo contrario pues cada vez más se
extiende a grado tal que según opiniones de algunos tratadistas del crédito en la
actualidad en México, ha tenido un crecimiento muy acelerado.

ANTECEDENTES DE LA MONEDA
La moneda es una pieza de un material resistente, de peso y composición uniforme,
normalmente de metal acuñado en forma de círculo y con los distintivos elegidos por la
autoridad emisora, que se emplea como medida de cambio (dinero) por su valor legal o
intrínseco y como unidad de cuenta. También se llama moneda a la divisa de curso
legal de un Estado. Su nombre en lenguas romances proviene del latín moneta, debido
a que la casa en donde se acuñaban en Roma estaba anexa al templo de Juno Moneta,
diosa de la Memoria, encontrándose esta actividad bajo su protección. La ciencia que
estudia y clasifica las monedas físicas, metálicas o de material similar, se
denomina numismática. El lugar donde se realiza la acuñación de monedas se conoce
con el nombre de ceca o casa de moneda. El nombre proviene de una voz del árabe
clásico (sikkah), que significa troquel. Por extensión, también se considera moneda al
billete o papel de curso legal.
El trueque es el intercambio de objetos o servicios por otros equivalentes, y se diferencia de la
compraventa habitual en que no intermedia el dinero en la transacción. Este sistema presentaba
dificultades para las transacciones, por lo cual comenzaron a aparecer distintas formas de
«mercancías-moneda» como unidad de cuenta. Estas mercancías como medio de pago tampoco
eran prácticas, ya que muchas eran perecederas, y eran difíciles de acumular. Como solución se
sustituyeron pronto por objetos o materiales realizados en preciosos. Estos metales preciosos
tomaban muchas formas dependiendo del lugar, por ejemplo, ladrillos (lingotes), aros, placas,
polvo, navajas o cuchillos. Por razones prácticas y de uniformidad se generalizó la forma de
discos de diferentes tamaños y fácilmente transportables. Nace de esta manera la moneda.
En Mohenjo-Daro y Harappa, actualmente en Pakistán, se han encontrado sellos fechados
entre 2500 a. C. y 1750 a. C., pero no es seguro que hayan sido monedas. Las primeras monedas
fueron acuñadas entre el siglo VII-vi a. C. y el siglo i d. C.7

Ya en el año 1100 a. C. circulaban en China miniaturas de cuchillos de bronce, hachas y


otras herramientas utilizadas para reemplazar a las herramientas verdaderas que servían
de medio de cambio. En 1979 y 1980 fueron descubiertas algunas monedas del
antiguo reino Loulan, que al parecer datan del período Mesolítico. Las primeras monedas
acuñadas con carácter oficial fueron hechas en Lidia, (hoy Turquía), un pueblo de Asia
Menor, aproximadamente entre los años 680 y 560 a. C. Fue probablemente durante el
reinado de Ardis de Lidia cuando los lidios empezaron a acuñar moneda, aunque algunos
numismáticos han propuesto fechas anteriores o posteriores, como el reinado de Giges
de Lidia o el de Creso «El Opulento». Estas acuñaciones llevan como símbolo heráldico
un león representando a la Dinastía Mermnada a la cual pertenecían los reyes. La pieza
fue acuñada en electrum (aleación natural de oro y plata) y con un peso de
4,75 gramos y un valor de un tercio de estátera.
Después de la experiencia de Lidia comenzaron a acuñarse monedas por orden de Darío
de Persia, luego de la conquista de Lidia, y posteriormente en Grecia.
El historiador estadounidense Will Durant asegura que «Senaquerib Rey de Asiria (hacia
700 a. C.) acuñó monedas de medio siclo». Después las monedas proliferaron
rápidamente en todos los países desarrollados del mundo. Tanto los monarcas como los
aristócratas, las ciudades y las instituciones empezaron a acuñar dinero con su sello
identificativo para certificar la autenticidad del valor metálico de la moneda. Algunas de
las primeras monedas tenían una composición muy estable, como es el caso de
la dracma emitida en Atenas en el siglo vi a. C., con un contenido en torno a los 65-67
gramos de plata fina, o como la redonda moneda china, qian, de cobre. Sin embargo, las
monedas siempre se limaban o recortaban para sacar el metal precioso que contenían
por lo que las autoridades que las emitían estaban tentadas a rebajar
la acuñación asegurándose beneficios a corto plazo al reducir el contenido de metales
preciosos. Las monedas de baja calidad de bronce o cobre eran, de hecho, dinero
fiduciario cuyo valor dependía principalmente del número de monedas de oro o cobre por
las que se podían intercambiar. Las monedas de oro y plata solían circular fuera del país
que las emitía dado su valor intrínseco; así, el peso de plata español, cuyo material
provenía de las minas del Perú y de México, se convirtió en una moneda de uso corriente
en China a partir del siglo XVI.
Una vez creadas, las monedas originaron un sistema monetario cuyas características
han permanecido, en esencia, constantes durante milenios. Uno de los cambios que ha
perdurado fue la introducción, en las monedas europeas del siglo xvii, de las ranuras en
los bordes con el fin de evitar que se limasen.
El papel moneda fue introducido por primera vez en China, en torno al siglo IX, como
dinero en efectivo intercambiable por certificados emitidos para el gobierno de la dinastía
Tang por los bancos privados. Respaldado por la potente autoridad del Estado chino,
este dinero conservaba su valor en todo el imperio, evitando así la necesidad de
transportar la pesada plata. Convertido en monopolio del Estado bajo la dinastía Song,
el papel moneda ha pervivido durante toda la historia china a pesar de las perturbaciones
causadas por los cambios políticos y de que la emisión del papel moneda no estaba
respaldada ni por plata ni por otras reservas. El problema de la depreciación hizo que, a
partir de entonces, se mantuviera la plata como patrón de cambio chino para las
transacciones importantes.
El papel moneda apareció por primera vez en Occidente en el siglo XVI, cuando se
empezaron a emitir pagarés por parte de los bancos para respaldar los depósitos
monetarios de sus clientes. Estos medios de cambio proliferaron y las autoridades
coloniales francesas de Canadá utilizaban naipes de juego firmados por el gobernador
como promesa de pago desde 1685, ya que el envío de dinero desde Francia era muy
lento.
El papel moneda se fue haciendo popular a lo largo del siglo XVIII, pero seguía siendo
dinero crediticio que se emitía para respaldar los depósitos de oro o plata. El dinero
fiduciario, cuando surgió, era normalmente una medida de urgencia para tiempos de
guerra, como los papiros (Green back) estadounidenses. Los bancos privados fueron
sustituidos paulatinamente por bancos centrales como autoridades emisoras de papel
moneda.
A finales del siglo xix la caída del valor del oro acarreó la creación de un patrón
oro internacional en el que todas las monedas podían intercambiarse por oro y el valor
del dinero (más que los precios) estaba fijado por la paridad de la moneda con el oro.
Casi todos los gobiernos suspendieron la convertibilidad de sus monedas durante
la Primera Guerra Mundial, perdiéndose todo el interés por volver a introducir el patrón
oro internacional tras la Gran Depresión. El Reino Unido abandonó el patrón
oro en 1931 y la transformación de las monedas mundiales a dinero fiduciario con
valores fijados totalmente por la demanda del mercado culminó con el abandono de la
vinculación del dólar estadounidense en 1971.

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