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AVION HISTORIA Y EVOLUCION

El primer avión propiamente dicho fue creado por Clément Ader, en 1890, que
consiguió volar con su Éole tan sólo50 metros. Después repetiría la hazaña con Avión
II (1892) y Avión III (1897).

Clément Ader and the Éole

En 1916 la empresa alemana Junkers fabricó un prototipo de avión de metal. El


Junkers J1, más conocido como “Donkey Tin”  fue todo un hito en la Historia. A partir
de entonces comenzaron a integrarse aleaciones metálicas más resistentes en los
fuselajes.

Wikipedia– El Junkers J 1 en Döberitz a finales de 1915.

Los primeros vuelos comerciales que se operaron en Estados Unidos servían para
llevar el correo, en 1911. En Europa sin embargo, comenzaron a transportar pasajeros
en 1919.
El mismo año, se realiza el primer vuelo trasatlántico con escalas entre Canadá e
Irlanda.  Ocho años después se conseguiría hacerlo sin escalas. Charles Lindbergh,
piloto ocasional del servicio de correos de los Estados Unidos, ganó el Premio Orteig
y embolsó 25.000 dólares por el primer vuelo sin escalas que logró cruzar el Océano
Atlántico (Nueva York- París). Fue entonces cuando quedó claro que el avión se
convertiría en el transporte estrella.

La Primera Guerra Mundial sirvió (en el sentido de la aeronáutica) como campo de


investigación para la mejora de los aeroplanos. El periodo de entre guerras fue
quizás el más fructífero en cuanto al desarrollo de los mismos, ya que vieron que la
hélice les limitaba en velocidad.

La década de 1930 supuso todo un adelanto en la aviación civil. No solo tenían una
mayor capacidad de carga, sino que se mejoraron las telecomunicaciones y los
equipamientos para la navegación aérea. De esta época es el invento del “piloto
automático”.

En estos años también se incorporó uno de los aviones que cambió la manera de
entender la forma de viajar. American Airlines había encargado unos aviones que
incluyen literas para efectuar vuelos nocturnos de larga distancia, eran los Douglas
Sleeper Transport (DST) que albergaban 16 literas. Pero el gato al agua se lo llevó la
versión diurna de 24 asientos: Douglas DC-3. Fue el único que tenía un tren retráctil y
era capaz de aterrizar con sus ruedas dentro sin dañar las superficies o las hélices.  
Marcó un antes y un después en el sector  aéreo, operando varias rutas y tejiendo el
sistema empresarial que conocemos hoy en día.

Wikipedia– Un DC-3 operado por Flygande Veteraner en Suecia.

El Lockheed Constellation es otro de los que no podemos dejarnos atrás. Con


cuatro hélices y motores a pistón fue el primero en ser nombrado “Air Force One”.
Permitió a establecer el transporte aéreo asequible y cómodo para las masas.
ARMAS DE FUEGO HISTORIA Y EVOLUCION

Desde el siglo XI d. C. se conocían en China mezclas pirotécnicas


de salitre, carbón y azufre que fueron empleadas como explosivos de escasa
potencia.

Algunas crónicas de los siglos XII y XIII relatan que dichas mezclas explosivas se


utilizaron para la impulsión en armas rudimentarias de bambú, para el lanzamiento de
ciertos proyectiles.

Los árabes fueron los grandes comerciantes de la edad media, y gracias a ellos éste
invento llegó a Europa, y su avanzada cultura les permitió desarrollar el concepto
básico del arma de fuego, en el que la pólvora al quemarse genera gases que
impulsan el proyectil por el tubo-cañón.

Promediando el siglo XIII se comenzaron a ver piezas de artillería en las batallas


europeas, sobre todo en la España ocupada por los árabes, y en
constante guerra para mantenerla bajo su dominio.

Los materiales empleados en su construcción comenzaron con madera dura, hasta


las diversas aleaciones metálicas posteriores.

Muy lentamente la artillería se fue ganando la confianza de los ejércitos, pero éstos


todavía luchaban armados de espadas y flechas, fue necesario el perfeccionamiento
del proceso de elaboración de la pólvora, mediante el sistema de separación de los
granos de diferentes tamaños, para poder desarrollar armas portátiles eficaces.

Al avanzar hacia el siglo XIV d. C. hubo crónicas sobre la utilización de las mezclas
explosivas como artificio bélico.

La referencia más antigua se encuentran en el Tratado de Marco Greco, que describe


la composición de la pólvora negra, aunque existen referencias más fidedignas en dos
manuscritos de Walter de Milimete, capellán de Eduardo III de Inglaterra, que se
remontan a 1326 y que describen lo que actualmente se consideran los modelos más
antiguos de armas de fuego.

Sin embargo, es a partir de la segunda mitad del siglo XIV d. C. cuando se registran
mayores y frecuentes referencias al uso bélico de las armas de fuego, de las cuales
las primeras en desarrollarse fueron las armas portátiles, que son aquellas armas que
pueden ser fácilmente empleadas y transportadas por una sola persona.

Estas armas se cargaban introduciendo la pólvora por la boca del cañón, un taco y el
proyectil (o proyectiles). Con toda probabilidad, el método de ignición para estas
armas era el botafuego, es decir, una varilla con un trozo de yesca o mecha
encendida asegurada a uno de sus extremos.

El gancho o prominencia inferior que presentan algunas de estas piezas portátiles


servía para apoyar el arma contra un muro, parapeto o la regala en las bordas de los
barcos. En el momento del disparo, buena parte del retroceso se amortiguaba con
este saliente.
En Alemania, las armas provistas de este tipo de ganchos se llamaban "Haken-
büchse" (arma con gancho), de cuya voz derivaron más tarde los términos "hackbut"
en inglés, "arquebuse" en francés y, siguiendo la misma línea, "archibugio" en italiano.
El gancho inferior de estas armas portátiles, especialmente en las armas de muralla,
se mantendrá durante todo el siglo XVI.

Con la ballesta como base, se evoluciona en el diseño ergonómico de la cureña de las


armas de fuego portátiles, así podía manejarse con la cureña apoyada en el hombro
del tirador, sujeta por la mano izquierda, y con la mano derecha preparada para
acercar la brasa al fogón. También de otra forma, podía sujetarse la cureña en la
axila. Como es de imaginar, a pesar de su poderosa fuerza disuasoria, poca puntería
podía hacerse con esas armas.

Las primeras armas de fuego aparecieron a mediados del siglo XV; a principios


del siglo XVI se moderniza con dispositivos de disparos, considerados como el
precursor de los actuales y más perfectos dispositivos de disparos. A principios
del siglo XVII aparece el sistema de fulminación mediante el eslabón y el gatillo en
lugar de la rueda dentada. Con este mecanismo de disparo llega el sistema de
percusión hoy en día usado.

Primeras armas de fuego


Arcabuz: Fue el invento más importante, apareció en el siglo XV y se convirtió en el
arma principal de la infantería. Consistían en un cañón de hierro cilindrado con una
abertura en el extremo superior; un bloque de hierro con fogón y cámara de explosión
en el extremo inferior; el cañón estaba colocado en una entalladura y una culata. La
carga se efectuaba por el extremo anterior mediante la introducción del explosivo y
del proyectil. La fulminación se realizaba a través del fogón.

Con el arcabuz el arma larga de fuego individual se vuelve tan efectiva como para
dominar las tácticas en las batallas. El alcance efectivo ronda los 100 m.

El sistema de ignición de la pólvora fue mejorando, comenzando con el cordel ó


mecha con brasa al rojo, el cual se arrimaba a la cazoleta de polvorín para producir el
disparo, evolucionando luego a un mecanismo que lo sostenía hasta el momento que
se deseaba disparar, acercándolo manualmente denominado llave de mecha .

La llave de rueda mejoró la ignición de la pólvora, pues en él un mecanismo de


resorte imprime un movimiento giratorio a la rueda de metal, provocando un torrente
de chispas sobre el polvorín.

La llave de chispa llegó para quedarse casi dos siglos, (XVII al XIX) un mecanismo de
resorte imprime un movimiento pivotante y con fuerza al trozo de pedernal, que al
chocar con el depósito de pólvora produce chispas que incendian el polvorín. Ya
tenían disparador por lo que se podía controlar con bastante precisión el momento del
disparo.

Con éste tipo de arma se lucharon las guerras napoleónicas y las de emancipación de
casi toda América.
Mosquete: Arma creada por los españoles. Era un pequeño cañón de mano y de
mecha. En el siglo XVI pesaba entre 8 y 10 kg, y solo soldados muy vigorosos podían
utilizar, debido a que era pesado, para poder disparar debía estar apoyado sobre una
horquilla y requería 3 minutos para poder cargarse.

Su calibre era de hasta 22 mm. y el peso de la bala unos 50 gramos, para la carga de
pólvora se tomaba la mitad del peso del proyectil. Pero lentamente con el desarrollo
de nuevas técnicas se fueron mejorando los componentes y hacia el siglo XVII un
arcabuz tenía unos cinco kilos de peso, lo que le hacía utilizable por una persona
normal y sin necesidad de la horquilla.

Pedreñal: Tenía forma de escopeta corta, se empleó entre los siglos XVI y XVII
principalmente en Cataluña, España. Fue el arma preferida por los bandoleros a pesar
de que tenía baja potencia, ya que era corta y la podían esconder de una manera fácil
y así aproximarse a sus víctimas sin que ellas se den cuenta del arma

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