Está en la página 1de 2

Busca tu sentido

Parte I
Piensa en una acción concreta, habitual y común que realices, p. ej., trabajar, ir al
gimnasio, comer tal comida, quedar con tal persona, ir a un concierto, etc. Coge papel y
bolígrafo y responde por escrito a las siguientes preguntas:
¿Qué me aporta esta acción (p. ej., trabajar) a mí?

¿Estoy satisfecho con lo que me aporta?

¿Qué aporta esta acción (p. ej., que yo trabaje) a mi entorno?

¿Estoy satisfecho con lo que aporta a mi entorno?

¿Qué aporta esta acción (p. ej., que yo trabaje) a la sociedad?

¿Estoy satisfecho con lo que aporta a la sociedad?

 Entonces, ¿para qué hago esta acción, qué sentido tiene?


 Parte II
Ahora cambia la acción con la que has hecho la Parte I por “vivir”. Por ejemplo, si has
elegido “trabajar” sustitúyela por “vivir” y responde por escrito a las siguientes preguntas:
¿Qué me aporta “vivir” a mí?

¿Estoy satisfecho con lo que me aporta?

¿Qué aporta “que yo viva” a mi entorno?

¿Estoy satisfecho con lo que aporta “que yo viva” a mi entorno?

¿Qué aporta “que yo viva” a la sociedad?

¿Estoy satisfecho con lo que aporta “que yo viva” a la sociedad?

 Entonces, ¿para qué vivo, qué sentido tiene?

Intenta responder a todas las preguntas aunque te cueste o la respuesta te parezca


ridícula. Después de realizar el ejercicio reflexiona sobre las respuestas. Este ejercicio te
ayudará a comenzar una reflexión sobre el sentido de las acciones y el sentido de la vida.

También podría gustarte