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Una segunda faceta en el interés por los estudios del lenguaje se presenta en la filología.
Aunque este tipo de estudios se asocia con el movimiento emprendido a partir de 1777 por
August Wolf y se continúa en la actualidad, según Saussure (1983, pág. 65) ya en Alejandría
existía una escuela “filológica”. El interés de la filología no se centra exclusivamente en la
lengua. Su objetivo es sobre todo “fijar, interpretar, comentar los textos” (Saussure, 1983, pág
65); este interés la lleva a ocuparse de la historia literaria, de las costumbres, de las
instituciones, etc.; para lo cual usa el método de la crítica. Si se interesa por la lengua es para
caracterizar la lengua particular de autores, para hacer análisis comparativo diacrónico de
textos o para descifrar y explicar inscripciones hechas en lenguas arcaicas.
Otra face se da entre los siglos XVIII y XIX con la gramática comparada, la gramática
histórica y los neogramáticos. En esta época los estudios se centran en la comparación de
lenguas y se desarrollan con criterio historicicista. Se aplicaba el método comparativo, se
buscaba reconstruir la lengua que dio origen a todas las demás, es decir, su interés es la
filogénesis lingüística; claro, se centra en las lenguas indoeuropeas.
En los comienzos del siglo XX, una de las preocupaciones de la lingüística fue la búsqueda de
su ubicación en el vasto conglomerado de las ciencias. Se dice que “la lingüística como
ciencia sólo aparece en la actual centuria, debido, en especial, al hecho de haber definido el
objeto de su estudio… y pudo por sí misma buscar los métodos más adecuados para la
descripción de ese objeto de estudio…” (León Gómez, 1984, pág. 98).
Para el autor mencionado en el párrafo anterior, “La lingüística general se ocupa del lenguaje
humano, en cuanto éste es una parte universal y reconocicida del comportamiento humano, y
de las facultades del hombre, tal vez una de las partes más esenciales para la vida humana…
podría hablarse del lenguaje humano como de un conjunto abstracto de características, quiza
reflejo de la parte de la estructura de la mente o el cerebro humanos heredada
biológicamente”; esto es a lo que se llama gramática universal, universales lingüísticos o
universales del lenguaje. La evidencia de esto, para su reconocimiento y estudio proviene de
las lenguas individuales, por lo menos tres mil en todo el mundo. Para el estudioso de la
lingüística ninguna de ellas debe ser más importante que otra. Su oficio es encontrar cómo se
manifiestan esos universales en las lenguas que en particular estudie.
Entonces ¿por qué podemos decir que la lingüística es una ciencia? En esto seguiremos a
Robins (1995, pág 33):
La lingüística es una ciencia empírica porque su objeto de estudio es observable por medio de
los sentidos. Dentro de las ciencias empíricas la lingüística es una de las ciencias sociales
porque los hechos que constituyen sus datos son parte del comportamiento de los seres
humanos en sus relaciones con otros.
El lenguaje
Luego de leer este apartado usted será capaz de responde a interrogantes como ¿es
específicamente humana la facultad del lenguaje?, ¿se puede hablar con propiedad de lenguaje
animal?, ¿cómo adquieren y desarrollan los niños el lenguaje?, ¿cuál es la razón de que hablar
sea una manifestación propiamente humana?, ¿cuál es el rasgo esencial que permite
diferenciar los sistemas lingüísticos del ser humano de los sistemas de comunicación animal?
Concepto
El ser humano tiene algún grado de semejanzas con otros seres vivos y otras especies, tanto en
aspectos anatómicos como conductuales. ¿Pero qué lo caracteriza?, ¿qué lo particulariza y lo
hace ser humano?
Basta el sentido común para darnos cuenta de las semejanzas anatómicas entre el ser humano
y los grandes monos (chimpancé, gorila, etc.); sin duda, como se ha planteado, “una relación
de semejanza estructural condicionada por un parentesco de origen”, pero de evolución en
sentidos diferentes. Por otra parte, es innegable, la capacidad de expresividad, de socialización
y de abstracción de algunas especies. Por ejemplo, en estudios llevados a cabo con
chimpancés, éstos muestras capacidad de comunicación social, la cual nos informa de una
capacidad expresiva, comunicativa e intelectual; sin embargo, se encuentra en un punto del
cual no evolucionará jamás, según los estudiosos del tema.
Otro ejemplo son los estudios llevados a cabo con las abejas o las hormigas; las cuales tienen
una organización social muy compleja y desarrollada. Esto también implica, además de
capacidad de socialización capacidad comunicativa. Los animales superiores, por su parte,
dan muestra de un cierto grado de abstracción. Para el caso, los perros diferencian entre un
individuo como tal _su dueño_ y un individuo como representante de la especie _un humano
(hombre o mujer). Toda especie de vida orgánica supone algún procedimiento de
comunicación, la cual implica el uso de señales (acústicas, visuales, olfativas, etc.);
procedimientos estos necesarios tanto para la reproducción de la especie como para la vida de
grupo.
La danza que llevan a cabo las abejas para indicar a sus compañeras la dirección y la distancia
a que se encuentra el polen que han encontrado.
Ilustración original por Maksim (Wikimedia)
Entre los conceptos que se han dado al término lenguaje a lo largo de la historia de la ciencia
lingüística están:
Se sabe que las reflexiones que los griegos llevaron a cabo acerca del lenguaje fueron
“estrictamente especulativa y filosófica”, pues la gramática se estudiaba como parte de la
filosofía. Por este motivo ellos entendieron el lenguaje como “expresión del pensamiento”
(logos) por medio de la unión del onoma (nombre) y el rhema (verbo).
Esta concepción pasa incólume durante el periodo romano y la edad media y es lo que en la
historia de las ideas de la ciencia lingüística se conoce como gramática Tradicional. Esta
primer atapa en los estudios del lenguaje se caracteriza por entender el lenguaje como
expresión del pensamiento, su carácter de gramática especulativa; centrada, por una parte, en
el examen de la relación entre el lenguaje y el pensamiento; por la otra, una gramática
práctica, que concede prelación al lenguaje escrito sobre el oral y por ser una gramática
prescriptiva o normativa al considerar que las formas escritas deben ser los modelos a imitar;
es decir, la gramática enseña a hablar y escribir.
Ya para el siglo XVII, los estudiosos de la Escuela de Port-Royal, quienes exponen sus
planteamientos en la obra Grammaire générale et raisonée, entienden el lenguaje como
comunicación, pero entienden que las estructuras gramaticales no son más que copias fieles de
las estructuras del pensamiento y así, el lenguaje es concebido como imagen del pensamiento.
Para ellos el lenguaje es “vehículo o expresión del pensamiento y está fundado en la razón”
(Castro R. et al; 1999, pág. 5).
En el siglo XVIII, Wilhem von Humboldt (1767-1835) plantea que “…el lenguaje es una
facultad del hombre que le permite, de un lado, representar el mundo y, de otro,
comunicarse.” para este autor “el lenguaje “es el órgano creador del pensamiento: así como
los números nos ayudan a calcular, las palabras nos ayudan a pensar”
Con las propuestas de Humboldt y Saussure se empieza a definir el lenguaje como facultad;
pero será Noam Chomsky, quien desde una postura neorracionalista precise esta concepción.
Para este autor el lenguaje es una capacidad mental común a toda la especie humana, que le
permite al hablante comprender y hablar una lengua.
Para efectos de nuestro curso, entenderemos el lenguaje “como aquella capacidad del ser
humano que le ofrece los recursos para abstraer, conceptualizar y representar la realidad”.
(Jorge Vidal Castro R, 1999). Gracias a la facultad lingüística los seres humanos construimos,
por una parte, un universo conceptual en nuestra mente/cerebro y, por el otro, diferentes
sistemas sígnicos (la lengua, los gestos, la música, la escritura, la pintura, etc.) para el fin de la
comunicación, es decir, para dar a conocer ese mundo conceptual y la realidad.
Como se deduce el lenguaje es una facultad biológica y psicológica que caracteriza al homo
sapiens. El lenguaje es la dimensión esencial, propia y definitiva de lo humano.
Como se decía en párrafos anteriores, el conjunto del lenguaje se desdobla en una parte social
y una individual; es decir, la facultad del lenguaje presenta tanto una dimensión social como
una dimensión individual.
Para Saussure la lengua es la parte social del lenguaje; es el sistema de signos que los
hablantes aprenden y retienen en su mente y completa sólo está en la mente de todos los
hablantes de una comunidad lingüística; es una entidad abstracta. Por ejemplos, la lengua
española completa sólo está en la mente de todos los hablantes de la comunidad lingüística de
la lengua española (hablantes de España, América Latina, Filipinas, sefardíes, los hablantes
del español que están en Norteamérica). Como hablantes individuales sólo manejamos una
pequeña parte de ese sistema.
Esta categoría, más o menos, se corresponde con lo que Chomsky llama competencia, la cual
es concebida por este autor como “en el conocimiento que los hablantes y oyentes tienen de su
lengua nativa”.
La relación entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad ha sido uno de los problema objeto
de interés de la filosofía en todos las época y de estudiosos de diferentes disciplinas en la
ciencia actual.
Como vimos en el apartado anterior la facultad de lenguaje, que tiene todo ser humano
“normal” – con esto queremos decir, todo ser humano que al nacer no presente limitaciones
físicas o psicológicas o que en el transcurrir de su vida no sufra alguna lesión cerebral o de su
aparato fonador – le permitirá, por una parte, abstraer y conceptualizar la realidad y por la
otra, la de representar esa realidad por medio de algún tipo de señal o signo. Pero, ¿qué
significa esto?
Desde la neuropsicología, se entiende que el lenguaje es una de las funciones esenciales del
cerebro, gracias al cual son posibles los procesos de generalización y abstracción;
entendiéndose estos como procesos cognoscitivos, es decir procesos que permiten aprehender
el mundo. La abstracción es el proceso por el cual se separa mentalmente lo que en la realidad
es inseparable; se caracteriza por seleccionar algunas propiedades y características de un
conjunto de cosas del “mundo real”, de las cuales se excluyen otras no pertinentes. La
abstracción es anterior a la generalización, o como lo consideran algunos autores, la
abstracción es el instrumento de la generalización. Por este último proceso mental el ser
humano descubre las relaciones de semejanza que existen entre los objetos o fenómenos de la
realidad y se llega a la noción de lo que les es común; es decir, es el proceso mental por el
que de una serie de objetos o fenómenos parecidos de “del mundo real” se obtienen las
características comunes.
“El hombre, en el proceso de conocimiento del mundo, traspasa los límites de la experiencia
sensorial y penetra en la esencia misma de las cosas; crea conceptos a partir de la abstracción
de las características de los objetos de manera aislada y capta los enlaces y relaciones que
entre éstas se establecen” (Fajardo Uribe, 1999).
Por ejemplo:
Existe un “búho americano muy grande y fuerte, con la región superior negruzca, con rayas
grises, y la región inferior entre blancuzca y leonada, con listas de color negro intenso, y patas
totalmente emplumadas”, al que aquí en Honduras llamamos “estiquirín”. En la realidad, hay
muchos de estos animales, pero tenemos un concepto (el enunciado anteriormente) de ellos y
a todos ellos los llamamos con este significante “estiquirín”. Y esto es así, con cada uno y
todos los conceptos que manejamos de los objetos – materiales o abstractos – que conocemos.
De esta manera el lenguaje nos simplifica la realidad.
Otro ejemplo:
El concepto de animal es más general que el de perro o el de león, vaca, ratón, etc.; estos
últimos quedan incluidos en el primero. O el concepto de ser vivo es más general que el de
animal y este último queda incluido dentro del concepto de ser vivo. El lenguaje jerarquiza y
nos organiza la realidad.
Imagenes obtenidas
de http://commons.wikimedia.org/ y www.flickr.com/
Luz Ampara Fajardo Uribe (1999) parafraseando a Luria (1984) considera que:
Por todo lo expuesto en párrafos anteriores, se dice que tanto el pensamiento como el
lenguaje constituyen formas exclusivamente humanas de reflejar la realidad. Son totalidades
dinámicas que aparecen y viven en el ser humano como procesos, como movimiento. Siendo
que ellos ocurren en el tiempo, el lenguaje y el pensamiento se relacionan con otras formas
temporales históricas, que sitúan al ser humana como un complejo de actitudes: culturales,
estéticas, afectivas, psicológicas, políticas, etc. (Espejo, 1986).
En la filogenia se sabe desde la ciencia biológica, que la constitución orgánica del ser humano
fue precedida y acompañada de una larga evolución de los animales y que el origen del
pensamiento también está antecedido por la historia del modo cognoscitivo de los mismos. Es
decir, la evolución de la unidad de pensamiento y lenguaje en la filogénesis presupone la
existencia de premisas biológicas y sociales comprobadas y estudiadas en los animales
superiores. Esas premisas sociales se relacionan específicamente con la necesidad de
cooperación en las actividades de supervivencia, es decir, con lo que en su momento
constituía el trabajo.
El ser humano experimentó una serie de transformaciones orgánicas incluyendo la del cerebro
y aparato fonador.
Imagen obtenida de Wikimedia
Los signos
Como parte de ese universo creado por el ser humano se pueden mencionar la religión, la
ciencia, el arte, la literatura. Se dice que la propia sociedad es creación de la capacidad
simbólica humana. “En el lenguaje, el hombre descubre un poder inusitado, la capacidad de
construir un “mundo simbólico” (Nubiola, 1999, pág. 24).
Según Piaget la función simbólica es una capacidad que desarrollamos los seres humanos y
que radica en poder representar algo, por ejemplo, un objeto, un acontecimiento, un
significado cualquiera, un concepto, etc., por medio de un significante, que solo sirve para esa
representación. Por tal función los humanos podemos aprehender cognitivamente la realidad,
representarla, transformarla, enriquecerla o referirnos a ella.
“La más desprevenida observación de nuestro
comportamiento de las condiciones de nuestra vida
intelectual y social, de la vida de relación, de los nexos de
producción y de intercambio, nos muestra que utilizamos a
la vez, y a cada instante, varios sistemas de signos: los del
lenguaje, los signos de la escritura, los “signos de cortesía”,
de reconocimiento, los signos reguladores de los
movimientos de los vehículos, los “signos exteriores” que
indican condiciones sociales, los “signos monetarios”, los
signos del arte en sus variedades (música, imágenes,
reproducciones plásticas), en una palabra y sin ir más allá
de la verificación empírica, está claro que nuestra vida
entera está presa en redes de signos que nos condicionan, al
punto de que no podría suprimirse una sola sin poner en
peligro el equilibrio de la sociedad y del individuo.” (1978)
Pero ¿Qué es un signo?
Los seres humanos comunicamos nuestro conocimiento intelectual o nuestras experiencias
afectivas, es decir, las experiencias objetivas o intelectuales y las experiencias subjetivas o
emocionales. Comunicamos nuestro saber o nuestro sentir, es decir el conocimiento científico
y el artístico. ¿Por medio de qué? Pues, por medio de signos o señales.
Es necesario, en este momento, que intentemos precisar qué se entiende por signo. En la
literatura semiótica o semiológica no solo se denomina de diferentes formas lo que aquí
denominamos signo, sino que, también, este término se entiende de maneras diferentes; por
ejemplo Umberto Eco (1981) cita 14 sentidos de signo.
Consideramos que las definiciones presentadas permiten, por una parte, tener una
conceptualización lo suficientemente general, pero al mismo tiempo clara de lo que es el
signo. Importa reiterar que, por una parte, la cosa representada o evocada por el signo puede
ser tanto un objeto material como un objeto conceptual o idea o la propiedad de un objeto, un
sentimiento, etc. Por otra parte, el término alguien alude a cualquier organismo capaz de
utilizar signos, aunque en principio nos referimos con él a los seres humanos.
Por último el término representar debe entenderse en su sentido primario de “hacer presente”,
no en su sentido restringido de “sustituir o hacer las veces de”. Debe entenderse que el signo
no solo está en lugar de la cosa, sino que su representación nos permite conocer algo más. Al
conocer el signo inferimos lo que significa. Además de los aspectos cognitivos este
significado comprende también las actitudes, los valores, las emociones y otros tipos de
connotaciones socio-afectivas y culturales.
El signo lingüístico
Como ya apuntábamos en párrafos anteriores, de todos los signos los más importantes son
los signos lingüísticos o signos verbales. Los signos lingüísticos son las que el hablante
común y corriente llama “palabras”. Es decir, que signo lingüístico es el término técnico
usado por la ciencia lingüística.
Ya Saussure decía que la lengua es un sistema de signos solidarios e interdependientes. Estos
signos que la estructuran son los signos lingüísticos o palabras.
Para Saussure el signo lingüístico es una unidad de dos caras -como una moneda o una hoja
de papel-; es decir, una entidad compuesta por dos elementos: el significado y el significante.
Y al igual que la moneda o la hoja de papel no existe sin una de las dos caras, no hay
significado sin significante ni significante sin significado para que exista el signo lingüístico
como tal. El signo lingüístico es la combinación del significado o concepto y del significante
o imagen acústica.
En palabras textuales de Saussure “El signo lingüístico es, pues una entidad psíquica de dos
caras…” (Saussure, 1983, pág. 183). Es decir, que tanto el significado como el significante
son entidades psíquicas. La imagen acústica la entiende como la huella psíquica del sonido
material.
Ilustración por Berty Chirinos
Con lo anterior se quiere decir, que el significante tiene una parte abstracta o psíquica y una
parte material; ya que al igual que cualquier signo debe ser percibido por uno de los sentidos.
Es decir, el significante es la abstracción que de los sonidos de nuestra lengua –o fonemas-
tenemos en nuestra mente/cerebro y el sonido material mismo –sonidos-. Por ejemplo: silla,
cuaderno, religión, patriotismo, etc. y las abstracciones que en nuestro cerebro tenemos de
estos grafemas o letras y de los sonidos que representan esto grafemas.
Como ya se dijo, no hay significado sin significante ni significante sin significado para que
exista el signo lingüístico como tal. Cuando escuchamos sonidos de otras lenguas, de los
cuales no tenemos abstracciones ni les asociamos, por supuesto, significados no son signos
lingüísticos para nosotros. O lo mismo sucede cuando escuchamos una secuencia de sonidos
con los que ya estamos familiarizados, porque son de nuestra lengua, pero de los cuales no
sabemos su significado. Por ejemplo: ¿es signo lingüístico la palabra “jofaina” para usted?
He allí, la importancia de enriquecer nuestro acervo léxico. En la medida en que aprendemos
el léxico de nuestra lengua, enriquecemos o ampliamos nuestro universo conceptual.
SIGNO LINGÜÍSTICO
LENGUA EXPRESIÓN CONTENIDO
SIGNO SIGNIFICANTE SIGNIFICADO
LINGÜÍSTICO
Precisamente por esto es que Saussure dice que la lengua es forma no sustancia. Por otra
parte, para Saussure, “Lo que el signo lingüístico une no es una cosa y un nombre, sino un
concepto y una imagen acústica” (Saussure, 1983). Queda claro, pues, que el significado no
son los objetos de la realidad, sino la abstracción que de ellos tenemos en la mente/cerebro.
Si bien Saussure centró sus planteamientos en torno al signo lingüístico y lo concibió como
una relación diádica, que se establece entre el significado y el significante, tal como se
observa en las explicaciones de arriba; en la actualidad, desde la semiótica se concibe, más
bien, una relación triádica. Saussure excluye de su definición de signo tanto el objeto, la
realidad, como la parte material del significante.
Según se observa, los tres elementos no se relacionan de la misma forma. Entre el significante
y el significado y entre este y el referente se establece una relación directa. En cambio entre el
significante y el referente se establece una relación indirecta. Como se observa la línea que
une el significante con el significado es continua, dado que no hay significante sin significado
ni significado sin significante para que exista el signo. Inmediatamente que escuchamos un
significante de nuestra lengua le asociamos el respectivo significado o cuando queremos dar a
conocer un significado le asociamos el respectivo significante para expresarlo.
La línea que une el significado con el referente, también es continua; establecen una relación
directa; ya que el significado o concepto no es más que la abstracción que tenemos del
referente u objetos de la realidad. Esta capacidad de convertir en conceptos las cosas
concretas que nos brinda el lenguaje nos simplifica el conocimiento del mundo.
Con este triángulo se ilustra, lo afirmado en el subtema anterior, la interrelación entre el signo,
el referente y el sujeto y las respectivas áreas a que dan lugar: semántica, sintaxis y
pragmática.
El proceso de la comunicación
La comunicación humana o interacción semiótica está ligada a la capacidad de producir e
interpretar signos lingüísticos de una determinada lengua, gestos, imágenes, marcas, etc.,
como signos de otras realidades, acerca de las cuales un interlocutor quiere llamar la atención.
Esto significa que este proceso se realiza no sólo por medio de signos lingüísticos, sino
también por otros medios de comunicación, auxiliares o sustitutos en relación con los signos
de una lengua. Asimismo, es un proceso por el cual se transmite información, que quita el
desconocimiento acerca de una realidad o referencia.
Tres elementos básicos establece la teoría lingüística como necesarios para que se dé una
interacción semiótica. Estos elementos controlan o regulan el funcionamiento del proceso de
la comunicación.
Muchas veces solo se manifiesta el primero de los dos aspectos; por ejemplo cuando el código
lingüístico no es el mismo que maneja el receptor. O cuando, aún usando signos de la misma
lengua no es del mismo nivel lingüístico.
Supongamos que usted se encuentra en un parque y se le acerca una persona y emite esta
secuencia de signos: Wie spät ist es? (¿Qué hora es? En alemán) Se produce la situación
siguiente: el emisor manifiesta voluntad de querer decir algo, pero no logra transmitir un
mensaje determinado a través de los signos usados. Por su parte, el receptor se da cuenta de la
intención del emisor, pero no comprende el mensaje que quiso transmitirle.
En realidad todas las cosas que el ser humano ha inventado para su preservación informan,
aunque no constituyan signos de un código y así se convierten en instrumentos comunicativos
o indicios. La sociedad tiene tipos de información por medio de las cosas que la conforman.
Por ejemplo, el tipo o diseño de una casa informa acerca de la condición económica de la que
goza su dueño; la calidad de las prendas de vestir indican la precedencia social de las
personas; ocurre lo mismo con las comidas, que informan acerca de la procedencia u origen
de los individuos, etc.
El acto sémico o acto comunicativo es posible porque los copartícipes (emisor y receptor) del
proceso pueden codificar una situación real tal y como la viven en un momento determinado,
o sea, pueden comunicar socialmente los pensamientos acerca de la realidad, como también
las experiencias emocionales, estéticas, volitivas, etc.
Al decir que pueden codificar la realidad o referencia, debe entenderse que emisores y
receptores pueden traducir un objeto, una experiencia, una idea, un sentimiento, etc. a través
de los signos que estructuran un código específico. Es decir, que no se habla de las cosas con
las cosas mismas, se comunica haciendo uso de los signos. No obstante, la forma en que
emisores y receptores codifican la realidad no es la misma. Son dos diferentes maneras de
codificación:
Tenemos, entonces, en el siguiente cuadro las acciones que llevan a cabo el emisor y el
receptor en el acto sémico:
EMISOR RECEPTOR
Selecciona un Identifica o reconoce el signo.
referente. Percibe el mensaje.
Encodifica o elabora Decodifica, es decir, interpreta
el mensaje. el mensaje.
Selecciona el canal. Retroalimenta o reacciona ante
Emite el mensaje. el mensaje recibido.
Comunicación literaria
De igual manera, el lector decodificará el mensaje en otras circunstancias:
Competencia lectora para entender determinado género: lírica, ensayo,
narración, textos informativos, etc.
Finalidad por la que se lleva a cabo el proceso lector: entretenimiento o
recreación, estudio, perfeccionamiento crítico lector, información, etc.
Nivel intelectual desarrollado por la práctica lectora.
Situación ideológica particular del lector.
_ “Buenas tarde, licenciada. Necesito una cita para que me dé asesoría. ¿Para cuándo me
la puede dar?”
La docente responde: _”Puede ser pasado mañana a las 11 de la mañana, que es la hora
asignada para la asesoría de esta sección. Mañana no puedo, pues, otra persona ya tiene
cita.”
Denotación y Connotación
Al momento determinado de usar (de forma oral o de forma escrita) nuestra lengua, los
signos lingüísticos pueden adquirir dos valores semánticos: denotativo o connotativo. Estos
dos valores se oponen como tal, pero en su uso cotidiano regularmente se complementan.
La edición electrónica del Diccionario de la Real Academia Española (Española, 2001)
establece que la denotación es la acción y efecto de indicar, anunciar o significar. Desde la
lingüística la denotación es el significado objetivo de las palabras; se opone a la connotación.
O como se explica en el Diccionario de Lingüística (Pottier, s/f, pág. 67) denotación es el
lenguaje en estado “bruto”, banal, sin una especial sobrecarga (ideológica o
afectiva)”. Así, pues, el denotativo es el significado primario y objetivo de los signos
lingüísticos; es el significado que encontramos en los diccionarios; el que comparten todos los
hablantes que usan ese signo. Las palabras adquieren este valor cuando las usamos con su
significado directo y preciso. Cuando indican al referente.
(Española, 2001)
2. Platero
Platero es pequeño, peludo, suave: tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no
lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de
cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las
florecillas rosas, celestes y gualdas… lo llamo dulcemente: “¿Platero?”, y viene a mí con un
trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal…
(Jiménez, 1980)
Veamos otro ejemplo:
La proporción de población mundial que vive en la pobreza extrema ha caído de 28% en 1990
a 21% en 2001. La mayor parte de este avance ocurrió en el Oriente y Sur oriente de Asia. En
el África Sub-sahariana por el contrario, el PIB se encogió 14% y la pobreza extrema aumentó
de 41% en 1981 a 46% en 2001. Otras regiones no han presentado ningún cambio. A
principios de los 1990s, durante la transición de las economías de Europa Oriental y Asia
Central, estos países vieron caer su ingreso agudamente. Los niveles de pobreza subieron al
6% al final de la década antes de empezar a retroceder otra vez.
3. Los pobres
Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.
Pueden
destruir el aire como aves furiosas,
nublar el sol.
Por eso
es imposible olvidarlos.
(Sosa, s/a)
Es así que la lectura de todo texto literario o no literario se da en estos dos niveles. Un mismo
elemento de contenido puede expresarse denotativa o connotativamente, como se puede
apreciar en los ejemplos anteriores: el mismo tema (el asno o burro en el primer caso, y pobre,
en el segundo) pero expresado en diferentes niveles.
El discurso literario
En general el discurso se define como un acto del habla cualquiera sea su forma o contenido,
siempre se escribe o pronuncia con un fin, casi siempre sus argumentos tienen por objeto
persuadir al lector, se estructura sobre dos ejes: la lógica de la demostración, y la retórica de la
argumentación. El discurso literario sea “ficción o realidad” siempre es un acto del habla.
Para entender mejor. El discurso literario, en esta unidad, estudiaremos el origen, las
diferentes formas de este discurso y sus respectivas características.
Origen
Para empezar nos haremos la pregunta obligada : ¿Qué es literatura?, la pregunta está
asociada al ejercicio mismo de la literatura, “ésta no tiene edad, su cronología data del origen
del lenguaje humano, por lo tanto la respuesta es compleja, son muchos los especialistas que
se han hecho la misma pregunta, y se han dado diferentes respuestas al respecto, nos
limitaremos, entonces, a hacer una síntesis del origen y la relación de la literatura con otras
disciplinas del conocimiento humano.
Pero, es en los siglos XV, XVI y XVII que aparece la palabra “literatura” como definición
etimológica del latín “littera-letra”: “arte de la letra”, la cual no fue aceptada por la
generalidad debido a que las primeras manifestaciones con características literarias fueron
expresiones orales. La oralidad o tradición oral, sean estas leyendas, mitos y o costumbres que
han traspasado las barreras generacionales, manteniéndonos unidos a nuestros antepasados,
forman parte de la memoria colectiva de los pueblos, permitiéndonos acceder al tiempo
fabuloso de los “comienzos” además, de otros acontecimientos ya sean sobre naturales,
cosmogónicos, históricos, religiosos literario etc. tales como El Génesis (ya mencionado) el
Popol Vuh,( Origen del pueblo maya-quiché) la Ilíada y la Odisea poemas épicos griegos
contados por Homero entre otros . Atendiendo a lo expuesto, una acepción más acertada a
cerca de la literatura es la del “arte de la palabra” en donde se incluyen tanto las
manifestaciones orales como las escritas.
En el texto “Curso Universitario de Lengua y Literatura” del escritor Jorge Luis Oviedo la
literatura se concibe como “toda manifestación o expresión oral o escrita en la cual subyace
por encima de toda expresión comunicativa el goce artístico o estético”. Al hacer referencia a
la “palabra o expresión oral o escrita” la literatura hace uso del lenguaje y de la lengua como
vehículo o canal de comunicación. Este lenguaje/lengua literario no es un lenguaje usual, es
producto de una abstracción, no se limita a comunicar, tiene una función más específica
como la de influir, conmover e impresionar, es connotativo, abundante en ambigüedades, es
mágico, buscando siempre el goce estético. La literatura es tan amplia que es difícil dar una
definición específica sobre ella, se caracteriza entre otras creaciones de la mente humana, por
la universalidad de sus asuntos y como reflejo de la realidad mantiene una enorme ligazón con
todas las llamadas ciencias humanas. (Insertar
imagen http://www.flickr.com/photos/manel/265962487/ agregar texto: El Ingenioso Hidalgo
Don Quijote de la Mancha, es considerada la obra cumbre de la literatura española)
La literatura tiene sus propias peculiaridades y rasgos caracterizadores entre ellos los
siguientes:
En Cien Años de Soledad, la obra maestra del colombiano Gabriel García Márquez se narra
la historia de la familia Buendía habitantes de Macondo, esa es la realidad de la novela, sin
embargo, al estudiarla descubrimos que en ella se condensa la historia humana, los pasajes por
los que atraviesa corresponden a cualquier sociedad o país subdesarrollado, específicamente
de Latinoamérica.
Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.
Seguramente
ven
en los amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.
Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.
Sublime o grotesca: según el escritor Oviedo, mencionado anteriormente, la literatura puede
ser según su contenido al considerar el afán revelador de la condición humana y el deseo del
escritor de sacar a flote sus estados de ánimo y/ o situaciones que eleven o hieren su
sensibilidad.
Otro ejemplo de literatura sublime aunque con contenido diferente, es el poema del argentino
Mario Benedetti “Una Mujer Desnuda y en lo Oscuro”, el cual tiene un contenido erótico
exquisito y mucha fuerza en cuanto a la admiración y reverencia hacia la belleza de la mujer
y los sentimientos que provoca. Para acceder a este poema haga clic aquí
La literatura grotesca, no implica una valoración negativa sino que es una deformación
intencionada que algunos autores ya sea en forma parcial o total le imprimen a sus obras
mezclando lo humano con lo animal, con lo vegetal y hasta lo mecánico introduciéndonos en
un mundo inverosímil que linda entre lo real y lo irreal. Un ejemplo de literatura grotesca
que refleja la angustia, la violencia, la soledad sea esta geográfica o física que acompaña a
algunos escritores latinoamericanos de finales del siglo XIX y principios del XX es el cuento
“La Gallina Degollada” del escritor uruguayo Horacio Quiroga. Para una mayor comprensión
deben leer el cuento haciendo clic aquí, seguidamente miren en vídeo la dramatización de este
mismo cuento haciendo clic aquí
Otro ejemplo de literatura sublime aunque con contenido diferente, es el poema del argentino
Mario Benedetti “Una Mujer Desnuda y en lo Oscuro”, el cual tiene un contenido erótico
exquisito y mucha fuerza en cuanto a la admiración y reverencia hacia la belleza de la mujer
y los sentimientos que provoca. Para acceder a este poema haga clic aquí
“La Maja Desnuda” de Francisco de Goya, manifestación del erotismo coincidente
con la poesía de Mario Benedetti
Fotografía por Frank Kovalchek (flickr)
La literatura grotesca, no implica una valoración negativa sino que es una deformación
intencionada que algunos autores ya sea en forma parcial o total le imprimen a sus obras
mezclando lo humano con lo animal, con lo vegetal y hasta lo mecánico introduciéndonos en
un mundo inverosímil que linda entre lo real y lo irreal. Un ejemplo de literatura grotesca
que refleja la angustia, la violencia, la soledad sea esta geográfica o física que acompaña a
algunos escritores latinoamericanos de finales del siglo XIX y principios del XX es el cuento
“La Gallina Degollada” del escritor uruguayo Horacio Quiroga. Para una mayor comprensión
deben leer el cuento haciendo clic aquí, seguidamente miren en vídeo la dramatización de este
mismo cuento haciendo clic aquí
La herramienta indispensable, de la literatura es la lengua, razón por la cual su primera
relación es con las ciencias que estudian el lenguaje, corresponde señalar que en el lenguaje
literario se expresan distintos valores :
La literatura tiene relación con otras disciplinas humanas, por lo tanto han crecido “juntas”
todo lo que rodea al escritor influye en su obra, la literatura es la expresión de la humanidad,
de sus sentimientos y sus demonios, de la angustia existencial que le acompaña desde que
nace hasta que muere. Mientras la filosofía se ocupa del ser, la historia y
la ciencia del suceder real (transitorio o permanente) la literatura como rama del arte se
ocupa de un suceder imaginario, aunque integrado por los elementos de la realidad (e
integrándose en ésta). A continuación, algunos ejemplos de lo expuesto:
Más que hablar de influencia mutua habría que señalar en realidad que la literatura misma es
un hecho social por cuanto, el propio escritor es un ser social en tal sentido tiene razón
Ernesto Sábato, al señalar que:
“El individuo solitario no existe. Existe inmerso en una sociedad, luchando para transformarla
o escondiéndose en sus peligros. Los sentimientos, las pasiones los terrores de ese individuo,
su egoísmo, misantropía ¿de dónde pueden surgir si no de esa situación en el mundo que es la
condición misma de su existir? Desde ese punto de vista que es el único correcto, hasta la
novela más dimensionalmente subjetiva, es social, y de manera indirecta y tortuosa nos da un
testimonio del universo. En suma, toda novela es social”. Para conocer a este autor haga
clic aquí
La literatura , también ha utilizado a otras ciencia como fuente de sus obras, como por
Ejemplo:
Un país en crisis, ya sea por motivos políticos, económicos o sociales, ha sido fuente de
muchas obras literarias de determinada época, por lo tanto la literatura no puede
permanecer estática, toma partido, asume “compromiso”, es totalizadora. Para entender
mejor este punto leamos los versos del escritor nicaragüense Rubén Darío, creador del
Modernismo movimiento literario, de finales del siglo XIX; en un fragmento de su poema “A
Roosevelt”; en ellos encontramos una premonición:
La idea de patria y el sentimiento de nacionalidad tampoco son ajenos a la literatura tal y
como lo dice el poeta hondureño Antonio José Rivas en su poema “Mi Patria”. A
continuación puede ver un ejemplo en el siguiente fragmento:
“La voz ronca de Lucio Pardo, susurra con desaliento: Quizá esté equivocado. Ojala! así sea.
Pero palabra de hombre, que nunca he tenido fe en lo que no se hace al momento; lo de
mañana me ha importado un bledo. Si hemos de incorporarnos contra los pícaros, que sea hoy,
y si nuestra suerte cambia también que sea ahora. Si hoy vivimos, así agitando y esperando,
también lo harán los de mañana y los del día siguiente…a los canallas hay que tratarlos como
canallas. A veces creo que ustedes los jóvenes, son unos cobardes castrados, incapaces de
defender lo suyo como machos”…
Para ver el resumen de esta novela hagan clic aquí
La cita anterior es un claro ejemplo de lo que asevera el poeta francés Ives Bonnefoy “la
literatura, llámese poesía o narrativa, es aquella que quiere liberar a los hombres de los
prejuicios y quimeras que los empobrecen”. Además, mantiene la memoria, creando nexos
entre la sociedad de distintas épocas es como la “máquina del tiempo” que nos ubica en el
pasado, el presente y hasta el futuro… Mientras hay un hombre que luche por sus ideales, Don
Quijote seguirá cabalgando por los caminos de la Mancha…Mientras haya pueblos en donde
la ficción supera a la realidad recordaremos al Macondo de Gabriel García Márquez…. Y
mientras el mundo siga igual “Los Pobres” de Roberto Sosa seguirán siendo muchos…)
Existen dos formas básicas de presentación de la literatura: la prosa y el verso. La prosa es el
modo natural que adopta el hablante para comunicarse, es nuestra forma habitual de
expresión, y la forma natural de escribir. La prosa es narración y descripción, es la forma
espontánea del lenguaje, no está sujeta a formas predeterminadas. Según Jacobson (1988) la
prosa se caracteriza por su recorrido hacia delante. Se usa para escribir cartas, ensayos cuentos
novelas, artículos periodísticos etc.
El verso, es el lenguaje en forma rítmica que permite llevar un compás que en español se
marca con los acentos, creando un ritmo o musicalidad en la forma de expresión, se lee con
un sentido diferente y generalmente se usa un lenguaje abstracto. Es más difícil que la prosa,
el verso presenta características especiales, el escritor debe ceñirse a ciertas reglas
preestablecidas para escribir su creación. Sin embargo, con el tiempo la prosa se ha vuelto
poética y el verso se ha vuelto libre.
“ fíjate que no pude llegar en la fecha
que habíamos acordado , porque
como debes saberlo, el lugar donde
vivo queda muy aislado , el camino es
malo , y se pone peor en esta época
de lluvias; además, ni transporte
había…” Esta prosa puede ser parte
de una carta, o de una conversación
o comunicación cotidiana
Prosa poética
Para terminar, un poema en que los versos son libres y su acento es casi conversacional:
Te Llevaré Conmigo entre esta Frente
Vaya adonde vaya te llevaré conmigo
Como quien sobrelleva al ser amado con un estoque hundido
Hasta la empuñadura.
Tu ojo, su mar en calma, será mi ojo.
Llegue adonde llegue, la cabeza hecha un alba,
Que se comerá
La tierra.
Roberto Sosa
El Texto Lingüístico
En sentido bastante general, el texto es el producto del uso coherente de signos. Es decir, que
en sentido general, una pintura, un anuncio publicitario, una partitura musical, etc. son textos;
ya que están conformados por signos. Pero en sentido estricto, texto lingüístico es el producto
del uso de signos lingüísticos o palabras en la actividad comunicativa.
El Texto
Según Francisco Marcos Marín “En sentido amplio, todos los registro orales o escritos, en sus
muy diversas formas, son textos; todos ellos están relacionados con una lengua cualquiera, de
modo que la primera piedra de toque de un texto ha de ser, necesariamente, lingüística…”
(Marín, 1988, pág. 12). De este concepto se deduce, que aunque tradicionalmente se asocia el
término texto a la escritura, en la actualidad se incluyen los textos orales, ya que la actividad
comunicativa lingüística en su forma oral, ya puede ser registrada dado que lo permiten los
avances de la tecnología.
Tipos de Textos
Teun A. van Dijk (1983, pág. 10) menciona entre ejemplos de texto: conversaciones
cotidianas y terapéuticas, artículos de la prensa, narraciones, noveles, poesías, textos
publicitarios, discursos, instrucciones de uso, libros de texto, inscripciones, títulos, textos
jurídicos, reglamentos, mensajes de los medios masivos, etc. Sin embargo, de acuerdo con sus
estructuras y funciones y para efectos didácticos se manejan dos grandes tipos de textos: los
informativos (o no literarios) y los literarios.
Tanto los textos no literarios como los literarios presentan el resultado de la investigación que
lleva a cabo el autor. En los textos informativos, no literarios o expositivos el autor presenta
lo que ha observado de un hecho o fenómeno cualquiera. Presenta los conocimientos sin dejar
asomo de sus sentimientos o afectos. Por eso se dice que en estos textos se presenta un
conocimiento objetivo. En ellos predomina la función discursiva o simbólica del lenguaje, es
decir, las palabras se refieren al objeto o los objetos de los que se habla, los describe.
Estos son textos sin intención estética dominante en donde la denotación predomina sobre la
connotación. Cuando se hace uso de estos textos, el autor tiene la finalidad de informarnos.
Para esto él se sirve de la denominada lengua discursiva; esta se caracteriza por usar las
palabras o signos lingüísticos con su valor denotativo; es decir, sin enriquecer con matices
afectivos, deseos o fantasías el texto resultante de la actividad comunicativa. En fin,
retomando a Marín (1988, pág. 30)”en el texto informativo el autor nos envía sobre todo un
mensaje que trata de objetivo, y para ellos emplea la lengua discursiva en la que predomina
el valor denotativo de la palabras.”
La construcción gramatical de estos textos es más sencilla que la de los textos literarios. Entre
las clases de texto que se incluyen como informativos están los textos científicos y técnicos,
los textos didácticos, los textos de divulgación (revistas, periódicos) y los textos de consulta
(diccionarios, enciclopedias, etc.)
2. Textos literarios
Por lo inmediatamente dicho, estos son textos con intención estética dominante y predominio
de la connotación sobre la denotación. Para ello el emisor se vale de la lengua expresivo-
literaria, la cual se caracteriza por el uso “de ciertos recursos sugeridores del modo de sentir
y valorar el autor.” (Marín, 1988, pág. 30).
En los textos literarios la subjetividad (fantasías, deseos, emoción y visión personal) del autor
es sugerida por una serie de recursos relacionados con el orden de la frase y la construcción
morfosintáctica, con el vocabulario y el significado traslaticio de las palabras, con la sustancia
fónica del enunciado. Al momento de decodificar este tipo de textos hay que tener presenta,
precisamente, ese valor connotativo por medio del cual se sugiere la impresión que causa un
determinado objeto. Por ejemplo, cuando decimos de una persona “esa es una chinche” a
través del concepto denotativo de “chinche” (la picadura de este insecto causa picazón, por la
cual la persona se siente incómodo) se expresa la incomodidad que causa el prurito. Se dice de
una persona quisquillosa, delicada, susceptible, irritable. Observemos cuantas significaciones
secundarias nos sugiere la frase.
Veamos un ejemplo:
A) Vengador, ra
B) El Vengador
El cacique Huantepeque asesinó a su hermano en la selva, lo quemó y guardo sus cenizas
calientes en una vasija. Los dioses mayas le presagiaron que su hermano saldría de la tumba a
vengarse, y el fratricida, temeroso, abrió dos años después el recipiente para asegurarse que
los restos estaban allí. Un fuerte viento levantó las cenizas, cegándolo para siempre.
Algunos autores llaman obras científicas a todas las que estamos mencionando aquí como
textos informativos. Sin embargo, es importante aclarar que no es el nombre más adecuado,
ya que los diferentes textos informativos (científicas, didácticas, de divulgación y de consulta)
se diferencian por el grado de profundidad con que es tratado un tema y de acuerdo con el
público a que van dirigidos.
Lo cierto es que, los textos no literarios, expositivos o informativos dan a conocer los
resultados de las investigaciones científicas; es decir, lo central en este tipo de textos son las
ideas, pensamiento o conceptos que se exponen. Las ideas son la expresión de lo que el autor
ha observado, así como las deducciones y conclusiones a que ha llegado. Son textos que usan
el lenguaje con un predominante valor denotativo.
En los primeros años de estudios universitarios los textos que usarán son los didácticos. Estos
se caracterizan, porque además de informar acerca de un hecho particular presentan de forma
gradual las explicaciones, para que el estudiante pueda comprender y asimilar las teorías
paso a paso y porque presentan muchos ejercicios. Estos, pues, son los medios usados en la
formación de nuevos profesionales o investigadores; es decir, cuando se busca enseñar el
cuerpo teórico y los métodos de investigación de una ciencia.
La profundidad y complicación tanto de la teoría como de los ejercicios dependerá del grado
escolar en que se encuentre el alumno. Los contenidos de este tipo de textos se basan en los
temas presentados en los textos científicos; teniendo el cuidado el autor de usar el lenguaje de
manera sencilla y explicando los términos nuevos que se estudian. La función de los ejercicios
es para que el estudiante se dé cuenta de su avance y además, lo obligan a repasar cuando sabe
que su comprensión no ha sido tan satisfactoria como creía.
Por último están los libros de consulta como las enciclopedias, los diccionarios de todo tipo,
los diccionarios enciclopédicos. Estos, por lo general, se leen parcialmente porque su función
es informar, más que desarrollar un tema. En ellos se encuentran descripciones generales de
conocimiento de todo tipo, biografías. Se emplean, precisamente, para ahorrar tiempo.
Siempre que lean cualquier tipo de texto informativo deben ir pendiente de las ideas que
expone el autor. Recuerden que la finalidad de cualquiera de este tipo de textos es hacernos
pensar. En ellos los autores se expresan con objetividad.
De los diferentes tipos de textos informativos, ustedes están habituados al uso de los
didácticos desde los niveles primario y medio de su educación. De igual manera, es seguro
que han manejado los de divulgación y los de consulta. Con los que no están familiarizados es
con los textos científicos. Por esto, a continuación estudiaremos un poco acerca del texto
científico para tener una aproximación al mismo.
El texto científico puede adquirir la forma de un informe, una monografía, una tesis, un libro
o un artículo científico.
Tal como lo plantea Cisneros Estupiñan (2007) para elaborar tanto el informe como la
monografía y la tesis se sigue el mismo procedimiento de ejecución: se elige y se delimita un
problema de investigación, se descubre y reúne la información pertinente y adecuada, se
clasifican los materiales, se establecen contactos con personalidades e instituciones, se accede
a la información, se aplica la capacidad crítica del investigador, se comunican los resultados
por escrito y se expone el trabajo teórico y metodológico frente a un público.
Estructura formal
La estructura formal de los textos objeto de nuestro estudio en este momento presentan la
siguiente estructura formal.
Los tres textos (monografía, informe y la tesis) descritos anteriormente tienen en común el ser
trabajos de grado, es decir, documentos que se elaboran como requisito para obtener un grado
académico de pregrado, postgrado, maestría o doctorado. No obstante, existen otros tipos de
textos científicos que presentan los resultados de una investigación científica de otro nivel,
por ejemplo, los artículos científicos.
Los artículos científicos son publicaciones en revistas científicas especializadas.
Generalmente, los artículos científicos presentan los resultados de investigaciones llevadas a
cabo como un ejercicio profesional y que no conducen necesariamente a la obtención de un
título académico.
Algunos estudiantes creen que los proyectos de investigación terminan cuando se obtienen los
resultados, cuando se analizan los datos, cuando se entrega la monografía, (la tesis o el
informe) o cuando los resultados de la investigación se presentan en un congreso. Deben
aprender desde hoy que la investigación formal y seria termina cuando se publican los
resultados de la investigación en una revista científica. La investigación y la publicación del
artículo científico son dos actividades relacionadas estrechamente.
“El artículo científico es un informe escrito y publicado que comunica por primera vez los
resultados de una investigación.” Así, pues, cuando se habla de artículo científico se refiere a
publicaciones primarias, es decir, a la primera publicación de los resultados de una
investigación original, hecha de tal manera que se puedan repetir los procedimientos
declarados y se puedan verificar las conclusiones y que aparezca en cualquier fuente
documental asequible a la colectividad de hombres de ciencia. Es así que esto los distingue
claramente de lo que es un informe o una monografía las cuales se consideran trabajos no
originales; ya que se basan en la revisión de teoría ya existente acerca de un tema o la
comprobación de la misma.
Las unidades que estructuran todo texto son los párrafos. Es decir, el texto escrito no se
construye por medio de oraciones aisladas; sino que estas se unen entre sí mediante elementos
cohesivos (conjunciones o frases conjuntivas) y los signos de puntuación, formando así
unidades superiores llamados párrafos.
Ortográficamente el párrafo es una unidad textual que se identifica porque inicia con letra
mayúscula y termina con punto y aparte. Es la unidad del texto escrito en la cual se desarrolla
determinada idea que presenta una información de manera organizada y coherente. Esta idea
se expresa mediante oraciones interrelacionadas que constituyen un bloque informativo.
Un texto se construye mediante un proceso psicolingüístico que consta de dos etapas: una en
la que se debe elaborar su contenido y otra en la que se expresa un sentido por medio del
lenguaje. Este es un proceso que comprende tres etapas básicas: planificar o pre-escribir,
redactar o escribir y revisar o examinar.
Planificar (o pre-escribir)
En esta etapa nos debemos formar una representación mental de la información que contendrá
el texto; esta representación puede ser un esquema en el que las ideas se jerarquizan y
organizan en forma adecuada. Algunos autores llaman a este esquema el “plan de temas” y
corresponde a la estructura semántica del texto escrito.
Redactar
Revisar
En esta etapa se examinan tanto las ideas como las oraciones y párrafos que se han redactado.
Consta de dos subetapas: evaluación y revisión propiamente. La evaluación implica la
comprobación de que el texto responde a su intención comunicativa y que ha logrado la
expresión correcta de lo que ha pensado comunicar a su futuro lector. La revisión conlleva la
modificación del lenguaje usado en el texto: léxico, morfología, sintaxis, ortografía,
puntuación, etc.
Para tener la experiencia de haber leído un artículo científico te sugerimos visitar los
siguientes enlaces:
Enlace 1
Enlace 2
Los textos estudiados hasta el momento corresponden al tipo de textos informativos, es decir,
textos en los que hay un predominio casi absoluto del valor denotativo del lenguaje que se usa
en ellos.
A continuación estudiaremos un texto que para algunos autores (del Valle de Montejano,
1983, pág. 46) puede ser literario o informativo dependiendo del tratamiento que se le dé al
tema; es decir, dependiendo del valor con que se use el lenguaje (denotativo o connotativo) en
su redacción. Nos referimos al ensayo. Estas autoras lo consideran un híbrido entre el texto
literario y el texto informativo o expositivo.
Para Marina Parra (1996), el ensayo “Es un texto escrito, generalmente breve, que expone,
analiza o comenta una interpretación personal sobre un determinado tema: histórico,
filosófico, científico, literario, etc. En él predomina lo personal y subjetivo: el punto de vista
del autor.”
Como decíamos en párrafos anteriores este texto ha sido difícil de clasificar, ya que presenta
muchas variantes formales. En un ensayo el autor expresa sus ideas y sentimientos sobre un
tema determinado que a él le interesa, sin pretender agotarlo. El autor expresa sus ideas sin
pretender comprobarlas como en el texto científico; usa ejemplos, narra anécdotas y, en el
caso del ensayo erudito hace gala de sus conocimientos.
Características
Variedad temática.
Brevedad. Aunque, igual puede ser extenso.
Estructura libre (a excepción del ensayo argumentativo, los demás no requieren
mucho rigor sistemático).
Relativa profundidad en el tratamiento del tema
Estilo cuidadoso y elegante.
Amenidad en la expresión.
Clasificación
Este tipo de ensayo, a diferencia de los demás, posee una estructura esquemática fija y está
compuesto de las categorías propias del texto de estructura argumentativa. Sus partes son:
Introducción
Desarrollo
Aquí se ordenan, lógicamente, las ideas principales y secundarias relacionadas con el tema
(subtemas, proposiciones temáticas), se enuncian objeciones, si existen y se anexan citas,
ejemplos y pruebas que sirvan para sustentar la tesis expuesta.
Conclusión
Les sugerimos que investigues autores de ensayos de nuestro país y de Latinoamérica. Los
invitamos a que abras los siguientes enlaces y trata de identificar las partes de los siguientes
ensayos, el tema que desarrollan los autores, la tesis planteada, el tipo a que pertenece de
acuerdo con la temática y la posición del autor en relación con el tema.
http://www.ensayistas.org/antologia/XXE/ortega/ortega5.htm
http://www.ensayistas.org/antologia/XXA/zavala/
http://litart.mforos.com/1194896/6679604-lo-esencial-alfonso-guillen-zelaya/