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La lingüística: su objeto y su método

La especulación en torno a la preocupación por los asuntos concernientes al lenguaje iniciada


por los griegos fue mantenida por los latinos, adoptada durante toda la edad media  y seguida
por los estudiosos de los siglos  XVII y XVIII. Se desarrolló adscrita a la filosofía desprovista
de toda visión científica y se organizó en la llamada gramática tradicional. Esta primera etapa
en los estudios del lenguaje se caracteriza, de acuerdo con Jorge Vidal Castro R. y otros “por
entender el lenguaje como expresión del pensamiento, por otorgar primacía al lenguaje escrito
sobre el oral y por ser prescriptiva o normativa.” (1999, pág. 23). En esta etapa la gramática
sólo persigue diferenciar entre las formas correctas  e incorrectas. En todos estos veinticuatro
siglos el objeto de estudio lingüístico fue la lengua escrita. Aún hoy, hay interesados en el
tema que se ubican en estas líneas de pensamiento. 

Una segunda faceta en el interés por los estudios del lenguaje se presenta en la filología.
Aunque este tipo de estudios se asocia con el movimiento emprendido a partir de 1777 por
August Wolf y se continúa en la actualidad, según Saussure (1983, pág. 65) ya en Alejandría
existía una escuela “filológica”. El interés de la filología no se centra exclusivamente en la
lengua. Su objetivo es sobre todo “fijar, interpretar, comentar los textos” (Saussure, 1983, pág
65); este interés la lleva a ocuparse de la historia literaria, de las costumbres, de las
instituciones, etc.; para lo cual usa el método de la crítica. Si se interesa por la lengua es para
caracterizar la lengua particular de autores, para hacer análisis comparativo diacrónico de
textos o para descifrar y explicar inscripciones hechas en lenguas arcaicas.  

Otra face se da entre los siglos XVIII y XIX con la gramática comparada, la gramática
histórica y los neogramáticos. En esta época los estudios se centran en la comparación de
lenguas y se desarrollan con criterio historicicista. Se aplicaba el método comparativo, se
buscaba reconstruir la lengua que dio origen a todas las demás, es decir, su interés es la
filogénesis lingüística; claro, se centra en las lenguas indoeuropeas.

A partir de la comparación de lenguas se establecieron las clasificaciones genéticas de las


mismas. Se descubrió que con el discurrir diacrónico se da el cambio lingüístico, y es ya un
universal lingüístico que todas las lenguas cambian. Si bien los neogramáticos  se ocuparon de
la búsqueda de las leyes que rigen el cambio sonoro y llegaron a explicar las mismas, siempre
lo hicieron a partir del método comparativo. Pero estos investigadores a pesar de emprender
un fecundo campo estudio no llegaron a construir una ciencia lingüística. Nunca determinaron
la naturaleza de su objeto de estudio, sin lo cual es imposible procurarse un método que le dé
el carácter de procedimiento científico. No obstante esto, es un hecho sin discusión dentro de
la lingüística, que los neogramáticos dispusieron las condiciones para que los futuros
lingüístas llevaran a cabo con precisión científica el análisis del objeto de estudio y
establecieran propiamente una ciencia lingüística.  

En los comienzos del siglo XX, una de las preocupaciones de la lingüística fue la búsqueda de
su ubicación en el vasto conglomerado de las ciencias. Se dice que “la lingüística como
ciencia sólo aparece en la actual centuria, debido, en especial, al hecho de haber definido el
objeto de su estudio… y pudo por sí misma buscar los métodos más adecuados para la
descripción de ese objeto de estudio…” (León Gómez, 1984, pág. 98).

Dos hitos marcan el establecimiento y desarrollo de la ciencia lingüística en el siglo XX. El


primero está centrado en las ideas de Saussure, las cuales están plasmadas en su obra el Curso
de Lingüística General” (1916). En éste Saussure define el objeto de estudio de la ciencia
lingüística: la lengua (oral y escrito) despojada de todos los factores extralingüísticos y adopta
un método eficaz para la descripción de ese objeto: el método inductivo. Dentro de este se
implementaron técnicas muy valiosas para el logro de la caracterización de los diferentes
niveles de la lengua, como las aplicadas por la Escuela de Praga para determinar el inventario
fonológico de las lenguas. A esta forma de concebir los estudios acerca del lenguaje se le
llamó estructuralismo; una de cuyas características es la prelación de la lengua oral sobre la
escrita. La lingüística estructural tuvo varias divisiones, entre ellas la escuela estadinense, la
cual centró su interés en las ágrafas lenguas amerindias. Ellos buscaban a partir de un corpus
recogido configurar la gramática de la lengua en cuestión, es decir, descubrir y describir tal
lengua. Se caracteriza por ser una lingüística eminentemente descriptiva. Las tendencias
europeas centraron su interés en las lenguas indoeuropeas.

El otro hito de los estudios lingüísticos en el siglo XX es la aparición de la Gramática


Generativa Transformacional de Noam Chomsky, cuyos supuestos teóricos se publican en la
obra Estructuras sintácticas en 1957. Con esto la lingüística adquiere un nivel más de
formalización, ya no se contenta con la descripción y se vuelve explicativa de los fenómenos
lingüísticos. Y tal como lo manifiesta Gómez (1984, pág 101) “…uno de los objetivos de la
lingüística no es meramente la descripción empírica de los fenómenos del lenguaje, sino
también la explicación de los mismos.” Para Chomsky una gramática ha de reflejar la
competencia lingüística de un hablante-oyente ideal. Sus estudios se enfocan en los aspectos 
sintáctico y semántico de la lengua.
A partir de la decada de 1970 surge en Alemania otra concepción en relación con los estudios
del lenguaje: el análisis lingüístico debe superar la oración y trabajar en la descripción de la
estructura del texto o discurso. La lingüística del texto supera en muchos aspectos los
presupuestos teóricos del generativismo semántico-sintáctico. Desde la gramática tradicional
hasta la gramática generatira transformacional la unidad mayor de análisis siempre fue la
oración; ahora se señalaba que el objeto de una teoría lingüística no ha de ser solamente la
oración sino el “acto comunicativo en su totalidad”. Con esta orientación se llevan a cabo
trabajos en los que se trata de demostrar la validez de las estructuras discursivas, o trabajos
donde se analiza  como uno de los aspectos más importantes del discurso la coherencia que
debe existir entre las oraciones que lo estructuran. A partir de 1970 se trabaja en la tríada
esencial y básica dentro de la textolingüística: el análsis del discurso, la pragmática y la teoría
de la acción. 

Desde Sassure, por la misma naturaleza de la ciencia, la teoría lingüística se ha ido


perfeccionando. Es así que, si bien Saussure establece explícitamente que la lengua es el
objeto de estudio de la lingüística porque se puede tomar como “norma de todas las otras
manifestaciones del lenguaje” (1983, pág 74); Robins en su libro Lingüística General,
publicado por primera vez en lengua inglesa en 1971, manifiesta que “En este libro se hacen
algunas referencias a las principales controvesias que no han sido resueltas” dentro de la
ciencia lingüística, y aclara que “La lingüística general puede ser definida como la ciencia del
lenguaje.” (1995, pág. 25). Para este autor hay que diferenciar entre la lingúística general
como ciencia o estudio científico del lenguaje y el estudio de cada lengua en particula.

Para el autor mencionado en el párrafo anterior, “La lingüística general se ocupa del lenguaje
humano, en cuanto éste es una parte universal y reconocicida del comportamiento humano, y
de las facultades del hombre, tal vez una de las partes más esenciales para la vida humana…
podría hablarse del lenguaje humano como de un conjunto abstracto de características, quiza
reflejo de la parte de la estructura de la mente o el cerebro humanos heredada
biológicamente”; esto es a lo que se llama gramática universal, universales lingüísticos o
universales del lenguaje. La evidencia de esto, para su reconocimiento y estudio proviene de
las lenguas individuales, por lo menos tres mil en todo el mundo. Para el estudioso de la
lingüística ninguna de ellas debe ser más importante que otra. Su oficio es encontrar cómo se
manifiestan esos universales en las lenguas que en particular estudie.
Entonces ¿por qué podemos decir que la lingüística es una ciencia? En esto seguiremos a
Robins (1995, pág 33):

“Al decir que la lingüística es una ciencia en el sentido


estricto queremos decir que se ocupan de un específico
cuerpo de material, denominado lenguaje oral y
escrito, y que se desarrolla mediante operaciones que
pueden ser comunicadas o descritas públicamente, así
como justificadas por referencias a principios capaces
de ser establecidos y a teorías capaces de ser
formuladas. Su propósito al proceder así es el análisis
del material y la elaboración de formulaciones
generales que sinteticen, y en la media de lo posible
reduzcan a reglas y regularidades, la infinita variedad
de los fenómenos (enunciados verbales o escritos)  que
caen dentro de su alcance.”

La lingüística es una ciencia empírica porque su objeto de estudio es observable por medio de
los sentidos. Dentro de las ciencias empíricas la lingüística es una de las ciencias sociales
porque los hechos que constituyen sus datos son parte del comportamiento de los seres
humanos en sus relaciones con otros.

El lenguaje

Luego de leer este apartado usted será capaz de responde a interrogantes como ¿es
específicamente humana la facultad del lenguaje?, ¿se puede hablar con propiedad de lenguaje
animal?, ¿cómo adquieren y desarrollan los niños el lenguaje?, ¿cuál es la razón de que hablar
sea una manifestación propiamente humana?, ¿cuál es el rasgo esencial que permite
diferenciar los sistemas lingüísticos del ser humano de los sistemas de comunicación animal?

Concepto
El ser humano tiene algún grado de semejanzas con otros seres vivos y otras especies, tanto en
aspectos anatómicos como conductuales. ¿Pero qué lo caracteriza?, ¿qué lo particulariza y lo
hace ser humano?

Basta el sentido común para darnos cuenta de las semejanzas anatómicas entre el ser humano
y los grandes monos (chimpancé, gorila, etc.); sin duda, como se ha planteado, “una relación
de semejanza estructural condicionada por un parentesco de origen”, pero de evolución en
sentidos diferentes. Por otra parte, es innegable, la capacidad de expresividad, de socialización
y de abstracción de algunas especies. Por ejemplo, en estudios llevados a cabo con 
chimpancés, éstos muestras capacidad de comunicación social, la cual nos informa de una
capacidad expresiva, comunicativa e intelectual; sin embargo, se encuentra en un punto del
cual no evolucionará jamás, según los estudiosos del tema.

Otro ejemplo son los estudios llevados a cabo con las abejas o las hormigas; las cuales tienen
una organización social muy compleja y desarrollada. Esto también implica, además de
capacidad de socialización capacidad comunicativa. Los animales superiores, por su parte,
dan muestra de un cierto grado de abstracción. Para el caso, los perros diferencian entre un
individuo como tal _su dueño_ y un individuo como representante de la especie _un humano
(hombre o mujer). Toda especie de vida orgánica supone algún procedimiento de
comunicación, la cual implica el uso de señales (acústicas, visuales, olfativas, etc.);
procedimientos estos necesarios tanto para la reproducción de la especie como para la vida de
grupo.
La danza que llevan a cabo las abejas para indicar a sus compañeras la dirección y la distancia
a que se encuentra el polen que han encontrado.
Ilustración original por Maksim (Wikimedia)

Entonces, ¿cuál es el rasgo exclusivo de lo humano? ¿Es específicamente humana la facultad


del lenguaje?
Las facultades mencionadas: comunicación, expresividad, socialización y la facultad de
abstracción son funciones fundamentales del lenguaje en el ser humano, tal como lo menciona
Malmberg (1985, pág. 14). Este es el indicador propio de lo humano. Al respecto, Robins
(1995, pág. 26) plantea que el lenguaje “...es una parte universal y reconocida del
comportamiento humano, y de las facultades  del hombre, tal vez una parte de las más
esenciales para la vida humana tal como la conocemos y una de las capacidades humanas de
mayor alcance en relación con el conjunto total de los logros de la humanidad”.
Ahora, ¿qué se entiende por lenguaje? Como todo conocimiento científico, en la teoría de la
ciencia lingüística, esta categoría teórica presenta algunas acepciones amplias y algunas
restringidas. Tales concepciones y definiciones han variado de acuerdo con las ideas de la
época en que fueron planteadas o con la concepción filosófica e ideológica del autor.

Entre los conceptos que se han dado al término lenguaje a lo largo de la historia de la ciencia
lingüística están:

 Expresión del pensamiento y medio de comunicación de éste.


 Conjunto de sonidos y de palabras que ha acordado un pueblo para comunicarse.
 Conjunto de signos que transmiten algún mensaje y que sirven de medio de
comunicación entre los seres humanos.
 Facultad que le permite al hombre hablar.
 Sistema de reglas gramaticales y conjunto infinito de oraciones.

Se sabe que las reflexiones que los  griegos llevaron a cabo acerca del lenguaje fueron
“estrictamente especulativa y filosófica”, pues la gramática se estudiaba como parte de la
filosofía. Por este motivo ellos entendieron el lenguaje como “expresión del pensamiento”
(logos) por medio de la unión del onoma (nombre) y el rhema (verbo).

Esta concepción pasa incólume durante el periodo romano y la edad media y es lo que en la
historia de las ideas de la ciencia lingüística se conoce como gramática Tradicional. Esta
primer atapa en los estudios del lenguaje se caracteriza por entender el lenguaje como
expresión del pensamiento, su carácter de gramática especulativa;  centrada, por una parte, en
el examen de la relación entre el lenguaje y el pensamiento; por la otra, una gramática
práctica, que concede prelación al lenguaje escrito sobre el oral y por ser una gramática
prescriptiva o normativa al considerar que las formas escritas deben ser los modelos a imitar;
es decir, la gramática enseña a hablar y escribir.

Ya para el siglo XVII, los estudiosos de la Escuela de Port-Royal, quienes exponen sus
planteamientos en la obra Grammaire générale et raisonée, entienden el lenguaje como
comunicación, pero entienden que las estructuras gramaticales no son más que copias fieles de
las estructuras del pensamiento y así, el lenguaje es concebido como imagen del pensamiento.
Para ellos el lenguaje es “vehículo o expresión  del pensamiento y está fundado en la razón”
(Castro R. et al; 1999, pág. 5).

En el siglo XVIII, Wilhem von Humboldt (1767-1835) plantea que  “…el lenguaje es una
facultad del hombre que le permite, de un lado, representar el mundo y, de otro,
comunicarse.”  para este autor “el lenguaje “es el órgano creador del pensamiento: así como
los números nos ayudan a calcular, las palabras nos ayudan a pensar”

A finales del siglo XIX, Ferdinand de Sausurre (1857-1913) le da carácter de ciencia


autónoma e independiente de la especulación filosófica al estudio acerca del lenguaje.
Establece que “Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heteróclito; a caballo en
diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, pertenece además al dominio
individual y al dominio social… el ejercicio del lenguaje se apoya en una facultad que nos da
la naturaleza…” (Saussre; 1983: 74-75). Como ya se ha mencionado, en el conjunto del
lenguaje, Saussure diferencia lo social - la lengua- y lo individual -el habla-.

Con las propuestas de Humboldt y Saussure se empieza a definir el lenguaje como facultad;
pero será Noam Chomsky, quien desde una postura neorracionalista precise esta concepción.
Para este autor  el lenguaje es una capacidad mental común a toda la especie humana, que le
permite al hablante comprender y hablar una lengua.

Para efectos de nuestro curso, entenderemos el lenguaje “como aquella capacidad del ser
humano que le ofrece los recursos para abstraer, conceptualizar y representar la realidad”.
(Jorge Vidal Castro R, 1999). Gracias a la facultad lingüística los seres humanos construimos,
por una parte, un universo conceptual en nuestra mente/cerebro y, por el otro, diferentes
sistemas sígnicos (la lengua, los gestos, la música, la escritura, la pintura, etc.) para el fin de la
comunicación, es decir, para dar a conocer ese mundo conceptual y la realidad.

Como se deduce el lenguaje es una facultad biológica y psicológica que caracteriza al homo
sapiens. El lenguaje es la dimensión esencial, propia y definitiva de lo humano.

Lengua, habla y norma lingüística

Como se decía en párrafos anteriores, el conjunto del lenguaje se desdobla en una parte social
y una individual; es decir, la facultad del lenguaje presenta tanto una dimensión social como
una dimensión individual.
Para Saussure la lengua es la parte social del lenguaje; es el sistema de signos que los
hablantes aprenden y retienen en su mente y completa sólo está en la mente de todos los
hablantes de una comunidad lingüística; es una entidad abstracta. Por ejemplos, la lengua
española completa sólo está en  la mente de todos los hablantes de la comunidad lingüística de
la lengua española (hablantes de España, América Latina, Filipinas, sefardíes, los hablantes
del español que están en Norteamérica). Como hablantes individuales sólo manejamos una
pequeña parte de ese sistema.

Esta categoría, más o menos, se corresponde con lo que Chomsky llama competencia, la cual
es concebida por este autor como “en el conocimiento que los hablantes y oyentes tienen de su
lengua nativa”.

El habla, por su parte, es el uso individual que el hablante hace de su lengua. Es decir, de


acuerdo con sus necesidades comunicativas el hablante hace uso de la lengua; o sea,
selecciona los elementos lingüísticos que le son precisos para comunicar lo que desea.

Posteriormente, Coseriu plantea que la dicotomía lengua-habla presenta el fenómeno


lingüístico de manea rígida y expone que frente al sistema, existe la norma, es decir, “todo
aquello fijado tradicional o socialmente en la Técnica del habla… es el conjunto formalizado
de las realizaciones tradicionales del sistema (Lewandowski, 1982, pág. 242)”. Así, pues, el
uso individual que los hablantes hacen del sistema está determinado por lo que en  su
comunidad se ha realizado tradicionalmente como reglas gramaticales, ortográficas, léxico-
semánticas, sintácticas, semántico-pragmáticas,  retóricas y estilísticas. Claro, estas reglas
están determinadas por factores sociales, geográficos, contextuales o diacrónicos.

Lenguaje, pensamiento y realidad

La relación entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad ha sido uno de los problema objeto
de interés de la filosofía en todos las época y de estudiosos de diferentes disciplinas en la
ciencia actual.

Como vimos en el apartado anterior la facultad de lenguaje, que tiene todo ser humano
“normal” – con  esto queremos decir, todo ser humano que al nacer no presente limitaciones
físicas o psicológicas o que en el transcurrir de su vida no sufra alguna lesión cerebral o de su
aparato fonador – le permitirá, por una parte, abstraer y conceptualizar la realidad y por la
otra, la de representar esa realidad por medio de algún tipo de señal o signo. Pero, ¿qué
significa esto?

Desde la neuropsicología, se entiende que el lenguaje es una de las funciones esenciales del
cerebro, gracias al cual son posibles los procesos de generalización y abstracción;
entendiéndose estos como procesos cognoscitivos, es decir procesos que permiten aprehender
el mundo. La abstracción es el proceso por el cual se separa mentalmente lo que en la realidad
es inseparable; se caracteriza por seleccionar algunas propiedades y características de un
conjunto de cosas del “mundo real”, de las cuales se excluyen otras no pertinentes.  La
abstracción es anterior a la generalización, o como lo consideran algunos autores, la
abstracción es el instrumento de la generalización. Por este último proceso mental el ser
humano descubre las relaciones de semejanza que existen entre los objetos o fenómenos de la
realidad y  se llega a la noción de lo que les es común; es decir,  es el proceso mental por el
que de una serie de objetos o fenómenos parecidos de “del mundo real” se obtienen las
características comunes.

Los procesos de abstracción y de generalización (lea las 4 primeras páginas de la lectura


“Abstracción y Generalización”, haciendo clic sobre el título de la misma) están
estrechamente unidos y no pueden existir sin la palabra, es decir, sin el lenguaje. Es esta
facultad específica de la especie humana la que le permite llevar a cabo estos procesos
mentales.  A partir de estas dos operaciones mentales es que se organizan los conceptos. De
esta manera tenemos organizada la realidad en nuestra mente.

“El hombre, en el proceso de conocimiento del mundo, traspasa los límites de la experiencia
sensorial y penetra en la esencia misma de las cosas; crea conceptos a partir de la abstracción
de las características de los objetos de manera aislada y capta los enlaces y relaciones que
entre éstas se establecen” (Fajardo Uribe, 1999).

Por ejemplo:

Existe un “búho americano muy grande y fuerte, con la región superior negruzca, con rayas
grises, y la región inferior entre blancuzca y leonada, con listas de color negro intenso, y patas
totalmente emplumadas”, al que aquí en Honduras llamamos “estiquirín”. En la realidad, hay
muchos de estos animales, pero tenemos un concepto (el enunciado anteriormente) de ellos y
a todos ellos los llamamos con este significante “estiquirín”. Y esto es así, con cada uno y
todos los conceptos que manejamos de los objetos – materiales o abstractos – que conocemos.
De esta manera el lenguaje nos simplifica la realidad.

 Otro ejemplo:

El concepto de animal es más general que el de perro o el de león, vaca, ratón, etc.; estos
últimos quedan incluidos en el primero. O el concepto de ser vivo es más general que el de
animal y este último queda incluido dentro del concepto de ser vivo. El lenguaje jerarquiza  y
nos organiza la realidad.

A continuación se grafica la forma en que el ser humano abstrae, generaliza y conceptualiza la


realidad:

Imagenes obtenidas
de http://commons.wikimedia.org/ y www.flickr.com/

Luz Ampara Fajardo Uribe (1999) parafraseando a Luria (1984) considera que:

“…el hombre dispone no sólo del conocimiento  sino del


conocimiento racional, el cual le permite reflexionar y hacer
deducciones a partir de sus impresiones inmediatas. El ser
humano vive, entonces, tanto en el mundo de sus impresiones
inmediatas como en el mundo de los conceptos abstractos y
es esto lo que le permite acumular, además de su experiencia
visual, la experiencia del mundo social a través de las
abstracciones. Esta particularidad caracteriza la conciencia
del hombre diferenciándola de la psiquis de los animales...”
(pág. 37)
“El proceso de conceptualización consiste en abstraer y generalizar impresiones de los
sentidos. Esto es función del pensamiento” (Tamayo, 1999, pág. 38). La serie de conceptos
que de la realidad nos hacemos organizan nuestro “universo conceptual”.

La serie de conceptos que nos hacemos de la realidad conforman nuestro pensamiento. El


pensamiento es un proceso psíquico socialmente condicionado y está indisolublemente ligado
al lenguaje. El pensamiento como tal implica la abstracción y la generalización. Recordemos
que estos dos procesos se efectúan gracias a la facultad de lenguaje que tenemos los humanos.
El pensamiento se  define como un reflejo generalizado de la realidad. El pensamiento como
reflejo de la realidad adquiere forma en las palabras o signos lingüísticos, es decir, “se
encarna” en ellos. El lenguaje es la forma del pensamiento. Así, pues, lenguaje y pensamiento
son mutuamente dependientes; “…el pensamiento abstracto en términos de conceptos es
imposible sin el lenguaje” (Schaff, 1983). Es tan íntima la relación entre lenguaje y
pensamiento que muchos autores hablan más bien de lenguaje-pensamiento.

Por todo lo expuesto en párrafos anteriores,  se dice que tanto el pensamiento como el
lenguaje constituyen formas exclusivamente humanas de reflejar la realidad. Son totalidades
dinámicas que  aparecen y viven en el ser humano como procesos, como movimiento. Siendo
que ellos ocurren en el tiempo, el lenguaje y el pensamiento se relacionan con otras formas
temporales históricas, que sitúan al ser humana como un complejo de actitudes: culturales,
estéticas, afectivas, psicológicas, políticas, etc. (Espejo, 1986).

Se plantea que tanto en la filogénesis como en la ontogénesis lenguaje y pensamiento se dan


por la existencia de unas determinadas condiciones biológicas y objetivas de vida.

En la filogenia se sabe desde la ciencia biológica, que la constitución orgánica del ser humano
fue precedida y acompañada de una larga evolución de los animales y que el origen del
pensamiento también está antecedido por la historia del modo cognoscitivo de los mismos. Es
decir, la evolución de la unidad de pensamiento y lenguaje en la filogénesis presupone la
existencia de premisas biológicas y sociales comprobadas y estudiadas en los animales
superiores. Esas premisas sociales se relacionan específicamente con la necesidad de
cooperación en las actividades de supervivencia, es decir, con lo que en su momento
constituía el trabajo.
El ser humano experimentó una serie de transformaciones orgánicas incluyendo la del cerebro
y aparato fonador.
Imagen obtenida de Wikimedia
Los signos

Como ya se dijo en el subtema 2, gracias a la facultad lingüística el ser humano, además de un


universo conceptual en la mente/cerebro, también construye o inventa diferentes sistemas
sígnicos (la lengua, los gestos, la música, la escritura, la pintura, etc.) para el fin de la
comunicación; es decir, para dar a conocer ese mundo conceptual, para dar a conocer la
realidad.

Lo anterior significa, que el lenguaje nos permite desarrollar la capacidad semiótica o


simbólica; es decir, nos permite representar o significar la realidad. Lo distintivo del ser
humano es ser “animal simbólico”. Estamos dotados de la facultad que nos permite crear,
adquirir, aprender y usar códigos constituidos por signos. Los juegos infantiles son ejemplo y
manifestación de cómo todo lo convertimos en signo. Esta facultad nos permite no responder
de forma instintiva al mundo natural; por lo que hemos conformado un mundo más amplio y
rico que el mundo animal. Hemos construido nuestro propio universo simbólico que nos
posibilita entender e interpretar, articular y organizar, sintetizar y universalizar nuestra
experiencia. (Nubiola, 1999, pág. 24).

Como parte de ese universo creado por el ser humano se pueden mencionar la religión, la
ciencia, el arte, la literatura. Se dice que la propia sociedad es creación de la capacidad
simbólica humana. “En el lenguaje, el hombre descubre un poder inusitado, la capacidad de
construir un “mundo simbólico” (Nubiola, 1999, pág. 24).

Según Piaget la función simbólica es una capacidad que desarrollamos los seres humanos y
que radica en poder representar algo, por ejemplo, un objeto, un acontecimiento, un
significado cualquiera, un concepto, etc., por medio de un significante, que solo sirve para esa
representación. Por tal función los humanos podemos aprehender cognitivamente la realidad,
representarla, transformarla, enriquecerla o referirnos a ella.
     “La más desprevenida observación de nuestro
comportamiento de las condiciones de nuestra vida
intelectual y social, de la vida de relación, de los nexos de
producción y de intercambio, nos muestra que utilizamos a
la vez, y a cada instante, varios sistemas de signos: los del
lenguaje, los signos de la escritura, los “signos de cortesía”,
de reconocimiento, los signos reguladores de los
movimientos de los vehículos, los “signos exteriores” que
indican condiciones sociales, los “signos monetarios”, los
signos del arte en sus variedades (música, imágenes,
reproducciones plásticas), en una palabra y sin ir más allá
de la verificación empírica, está claro que nuestra vida
entera está presa en redes de signos que nos condicionan, al
punto de que no podría suprimirse una sola sin poner en 
peligro el equilibrio de la sociedad y del individuo.” (1978)

Pero ¿Qué es un signo?
Los seres humanos comunicamos nuestro conocimiento intelectual o nuestras experiencias
afectivas, es decir, las experiencias objetivas o intelectuales y las experiencias subjetivas o
emocionales. Comunicamos nuestro saber o nuestro sentir, es decir el conocimiento científico
y el artístico.  ¿Por medio de qué? Pues, por medio de signos o señales.

Es necesario, en este momento, que intentemos  precisar qué se entiende por signo. En la
literatura semiótica o semiológica no solo se denomina de diferentes formas lo que aquí
denominamos signo, sino que, también, este término se entiende de maneras diferentes; por
ejemplo Umberto Eco (1981) cita 14 sentidos de signo.

Consideramos que las definiciones presentadas permiten, por una parte, tener una
conceptualización lo suficientemente general, pero al mismo tiempo clara de lo que es el
signo. Importa reiterar que, por una parte, la cosa representada o evocada por el signo puede
ser tanto un objeto material como un objeto conceptual o idea o la propiedad de un objeto, un
sentimiento, etc.  Por otra parte, el término alguien alude a cualquier organismo capaz de
utilizar signos, aunque en principio nos referimos con él a los seres humanos.
Por último el término representar debe entenderse en su sentido primario de “hacer presente”,
no en su sentido restringido de “sustituir o hacer las veces de”. Debe entenderse que el signo
no solo está en lugar de la cosa, sino que su representación nos permite conocer algo más. Al
conocer el signo inferimos lo que significa. Además de los aspectos cognitivos este
significado comprende también las actitudes, los valores, las emociones y otros tipos de
connotaciones socio-afectivas y culturales.

Pensar es el principal modo de representar. Interpretar un signo es esclarecer su significado.


El signo crea algo en la mente de quien lo interpreta. Por esto, los signos no se definen
únicamente porque sustituyen las cosas, sino porque funcionan como instrumentos que hacen
posible que pensemos también en lo que no se ve ni se toca o, incluso, en lo que ni siquiera
imaginamos.

La relación entre el signo, el referente y el sujeto es la base de la semiótica tridimensional. La


interrelación de estos tres elementos da lugar a tres áreas de estudio:

 Pragmática: se ocupa de la relación entre los signos y sus usuarios o interpretes y a


la acción en que ocurre.
 Semántica: estudia las relaciones entre los signos y los objetos denotados por ellos,
es decir, entre los signos y la realidad o los referentes.
 Sintaxis: considera las relaciones que establecen unos signos con otros dentro de un
sistema de signos

Tipología de los signos

En la literatura de la ciencia semiótica se encuentran múltiples clasificaciones de los signos.


Las diversas clasificaciones dependen del criterio del que se parta. Por ejemplo Umberto Eco
cita 11 tipologías. Para efectos de nuestro estudio presentaremos algunas de las tantas
clasificaciones, consideradas más generales, a modo de que puedan verlas hagan
clic aquí. (Esta lectura es obligatoria)

El signo lingüístico
Como ya apuntábamos en párrafos anteriores, de todos los signos los más importantes son
los signos lingüísticos o signos verbales. Los signos lingüísticos son las que el hablante
común y corriente llama “palabras”. Es decir, que signo lingüístico es el término técnico
usado por la ciencia lingüística.
Ya Saussure decía que la lengua es un sistema de signos solidarios e interdependientes. Estos
signos que la estructuran son los signos lingüísticos o palabras.

Para Saussure el signo lingüístico es una unidad de dos caras -como una moneda o una hoja
de papel-; es decir, una entidad compuesta por dos elementos: el significado y el significante.
Y al igual que la moneda o la hoja de papel no existe sin una de las dos caras, no hay
significado sin significante ni significante sin significado para que exista el signo lingüístico
como tal. El signo lingüístico es la combinación del significado o concepto y del significante
o  imagen acústica.

En palabras textuales de Saussure “El signo lingüístico es, pues una entidad psíquica de dos
caras…” (Saussure, 1983, pág. 183). Es decir, que tanto el significado como el significante
son entidades psíquicas. La imagen acústica la entiende como la huella psíquica del sonido
material.
Ilustración por Berty Chirinos

La naturaleza psíquica del significante se comprueba claramente, cuando observamos que


podemos hablarnos a nosotros mismos (comunicación intrapersonal) o nos podemos recitar
mentalmente un poema, sin necesidad de mover la lengua o los labios. Aunque, Saussure no
toma en cuenta la parte propiamente material del significante, en la actualidad se entiende,
que el sonido material, emitido por el aparato fonador y percibido por el oído es importante; 
claro que sí, de hecho es parte del significante.

Con lo anterior se quiere decir, que el significante tiene una parte abstracta o psíquica y una
parte material; ya que al igual que cualquier signo debe ser percibido por uno de los sentidos.
Es decir, el significante es la abstracción que de los sonidos de nuestra lengua –o fonemas-
tenemos en nuestra mente/cerebro y el sonido material mismo –sonidos-. Por ejemplo: silla,
cuaderno, religión, patriotismo, etc. y las abstracciones que en nuestro cerebro tenemos de
estos grafemas o letras y de los sonidos que representan esto grafemas.

El significado, por su parte, es la abstracción que de los objetos de la realidad (material y


abstracta) tenemos en nuestra mente/cerebro. Es el contenido, la idea que le asociamos al
significante cuando lo escuchamos. Esa abstracción está organizada en nuestra mente en
unidades mínimas llamadas semas. Por ejemplo el significado del significante silla: 1.Mueble,
2. Sirve para sentarse, 3. Tiene cuatro patas, 4. Tiene brazo, 5. Tiene respaldar, 5. Tiene mesa
o tablero. El conjunto de estos cinco semas constituyen el significado del significante pupitre. 
Y así tenemos en nuestra mente el significado de cada signo lingüístico que sabemos: de
amor, de patriotismo, de cuaderno, de plato, de familia, etc., etc.
Ilustración por Berty Chirinos

Como ya se dijo, no hay significado sin significante ni significante sin significado para que
exista el signo lingüístico como tal. Cuando escuchamos sonidos de otras lenguas, de los
cuales no tenemos abstracciones ni les asociamos, por supuesto, significados no son signos
lingüísticos para nosotros. O lo mismo sucede cuando escuchamos una secuencia de sonidos
con los que ya estamos familiarizados, porque son de nuestra lengua, pero de los cuales no
sabemos su significado.  Por ejemplo: ¿es signo lingüístico la palabra “jofaina” para usted?
He allí, la importancia de enriquecer nuestro acervo léxico. En la medida en que aprendemos
el léxico de nuestra lengua, enriquecemos o ampliamos nuestro universo conceptual.

En el plano de la lengua Hjelmslev identifica el significado con el contenido y el significante


con la expresión. Así este autor habla de forma y sustancia de la expresión y forma y sustancia
del contenido.

SIGNO LINGÜÍSTICO
LENGUA EXPRESIÓN CONTENIDO
SIGNO SIGNIFICANTE SIGNIFICADO
LINGÜÍSTICO

SUSTANCIA FORMA FORMA SUSTANCIA

ESTRUCTURA DELSONIDOS FONEMA/ Significado/ Realidad empírica


MATERIALES/ Imagen concepto o
producidos con el acústica cultural/universales
aparado fonador. lingüísticos
SIGNO
ELEMENTOS DEL HABLA LENGUA LENGUA
LENGUAJE

NIVELES FONÉTICA FONOLOGÍASEMÁNTICA


ESTRUCTURALES MORFOLOGÍ
DE LA LENGUA A
SINTAXIS

Precisamente por esto es que Saussure dice que la lengua es forma no sustancia. Por otra
parte, para Saussure, “Lo que el signo lingüístico une no es una cosa y un nombre, sino un
concepto y una imagen acústica” (Saussure, 1983). Queda claro, pues, que el significado no
son los objetos de la realidad, sino la abstracción que de ellos tenemos en la mente/cerebro.

Si bien Saussure centró sus planteamientos en torno al signo lingüístico y lo concibió como
una relación diádica, que se establece entre el significado y el significante, tal como se
observa en las explicaciones de arriba; en la actualidad, desde la semiótica se concibe, más
bien, una relación triádica. Saussure excluye de su definición de signo tanto el objeto, la
realidad, como  la parte material del significante.

Para representar esta relación se usa el llamado, en la actualidad,  triángulo semiótico:


Ilustración por Berty Chirinos

Según se observa, los tres elementos no se relacionan de la misma forma. Entre el significante
y el significado y entre este y el referente se establece una relación directa. En cambio entre el
significante y el referente se establece una relación indirecta. Como se observa la línea que
une el significante con el significado es continua, dado que no hay significante sin significado
ni significado sin significante para que exista el signo. Inmediatamente que escuchamos un
significante de nuestra lengua le asociamos el respectivo significado o cuando queremos dar a
conocer un significado le asociamos el respectivo significante para expresarlo.

La línea que une el significado con el referente, también es continua; establecen una relación
directa;  ya que el significado o concepto no es más que la abstracción que tenemos del
referente u objetos de la realidad. Esta capacidad de convertir en conceptos las cosas
concretas que nos brinda el lenguaje nos simplifica el conocimiento del mundo.

El concepto engloba, esquematiza y generaliza la realidad. De esta manera en un solo


concepto se incluyen muchas cosas diferentes, pero que pertenecen a la misma clase. No hay
dos pupitres iguales, sin embargo a todos los incluimos en el concepto “pupitre” y los
nombramos con el significante pupitre.
En cambio, la línea que une el significante con el referente es discontinua. Esto es así, puesto
que estos dos elementos se unen o relacionan de forma indirecta, únicamente por medio del
significado. Éste funciona como un puente entre los dos. Cuando no conocemos el significado
de un signo lingüístico no le podemos asociar con el objeto de la realidad al que nombra.

Se representa en el esquema, cómo el significado y el significante forman el signo lingüístico,


el referente queda fuera del signo; es un elemento extralingüístico.

Con este triángulo se ilustra, lo afirmado en el subtema anterior, la interrelación entre el signo,
el referente y el sujeto y las respectivas áreas a que dan lugar: semántica, sintaxis y
pragmática.

El proceso de la comunicación
  
La comunicación humana o interacción semiótica está ligada a la capacidad de producir e
interpretar signos lingüísticos de una determinada lengua, gestos, imágenes, marcas, etc.,
como signos de otras realidades, acerca de las cuales un interlocutor quiere llamar la atención.
Esto significa que este proceso se realiza no sólo por medio de signos lingüísticos, sino
también por otros medios de comunicación, auxiliares o sustitutos en relación con los signos
de una lengua. Asimismo, es un proceso por el cual se transmite información, que  quita el
desconocimiento acerca de una realidad o referencia.

La comunicación lingüística cotidiana

Tres elementos básicos establece la teoría lingüística como necesarios para que se dé una
interacción semiótica. Estos elementos controlan o regulan el funcionamiento del proceso de
la  comunicación.

Ilustración por Berty Chirinos


Si bien el emisor, el receptor y el mensaje son los tres elementos básicos para que se dé la
comunicación social, no son los únicos. Cada componente del proceso cumple una función o
conducta específica para que se dé la interacción semiótica. Veamos cuál es la conducta o
función de cada uno de los componentes:

Emisor: es la cosa, el animal o la persona física o ausente, conocida o desconocida, individual


o social que produce un signo. Este debe pertenecer a un código para que pueda cumplir su
función comunicativa. Aunque no todos los signos forman códigos, la mayoría sí. Todas las
lenguas son códigos por medio de los cuales, básicamente, los seres humanos nos
comunicamos. Otros ejemplos que se pueden mencionar son: el código de los colores, el
código de los números telefónicos, el código de las placas de los carros, el código de las
señales de tránsito, el código de los números de identidad, etc.
Dos actitudes manifiesta el emisor cuando hace uso de los signos de un código:

 La voluntad de transmitir un mensaje a través del signo seleccionado del  código y


 Un mensaje.

Muchas veces solo se manifiesta el primero de los dos aspectos; por ejemplo cuando el código
lingüístico no es el mismo que maneja el receptor. O cuando, aún usando signos de la misma
lengua no es del mismo nivel lingüístico.

Supongamos que usted se encuentra en un parque y se le acerca una persona y emite esta
secuencia de signos: Wie spät ist es? (¿Qué hora es? En alemán) Se produce la situación
siguiente: el emisor manifiesta voluntad de querer decir algo, pero no logra transmitir un
mensaje determinado a través de los signos usados. Por su parte, el receptor se da cuenta de la
intención del emisor, pero no comprende el mensaje que quiso transmitirle.

No obstante, no podemos decir que no se pueda dar comunicación; ya que el emisor, de


alguna manera, dará a conocer su incomprensión del mensaje; y quizás, el emisor buscará otro
tipo de signo para transmitir el mensaje, como por ejemplo, señalarse la muñeca, donde
regularmente nos colocamos el reloj, signo que hemos inventado para medir el tiempo. De
esta manera, la relación social comunicativa siempre se da. Sin embargo, para una
comunicación efectiva es requisito que emisores y receptores usen el mismo código, que los
significantes que usen tengan los mismos significados para los dos.

En realidad todas las cosas que el ser humano ha inventado para su preservación  informan,
aunque no constituyan signos de un código y así se convierten en instrumentos comunicativos
o indicios. La sociedad tiene tipos de información por medio de las cosas que la conforman.
Por ejemplo, el tipo o diseño de una casa informa acerca de la condición económica de la que
goza su dueño; la calidad de las prendas de vestir indican la precedencia social de las
personas; ocurre lo mismo con las comidas, que informan acerca de la procedencia u origen
de los individuos, etc.

El esquema completo queda así:

Ilustración por Berty Chirinos

El acto sémico o acto comunicativo es posible porque los copartícipes (emisor y receptor) del
proceso pueden codificar una situación real tal y como la viven en un momento determinado,
o sea, pueden comunicar socialmente los pensamientos acerca de la realidad, como también
las experiencias emocionales, estéticas, volitivas, etc.
Al decir que pueden codificar la realidad o referencia, debe entenderse que emisores y
receptores pueden traducir un objeto, una experiencia, una idea, un sentimiento, etc. a través
de los signos que estructuran un código específico. Es decir, que no se habla de las cosas con
las cosas mismas, se comunica haciendo uso de los signos. No obstante, la forma en que
emisores y receptores codifican la realidad no es la misma. Son dos diferentes maneras de
codificación:

 Encodificación: es la codificación que realiza el emisor para transmitir su mensaje y


que como ya lo plantea Saussure (Saussure, 1983, págs. 76-77) va de los significados (que
tiene en su cerebro) que quiere transmitir a los significantes que selecciona del código para
formular su mensaje.
 Decodificación: es la codificación que lleva a cabo el receptor, la cual implica un
orden inverso del proceso: va de la percepción del significante por el oído y de los cuales
tiene la huella psíquica en su cerebro y su asociación mental con los respectivos significados.
En este proceso el receptor encuentra las dos actitudes del emisor: el propósito de transmitir
un mensaje y el mensaje transmitido.

Tenemos, entonces, en el siguiente cuadro las acciones que llevan a cabo el emisor y el
receptor en el acto sémico:

EMISOR RECEPTOR
Selecciona un Identifica o reconoce el signo.
referente. Percibe el mensaje.
Encodifica o elabora Decodifica, es decir, interpreta
el mensaje. el mensaje.
Selecciona el canal. Retroalimenta o reacciona ante
Emite el mensaje. el mensaje recibido.

Se considera que la mejor forma de comunicación es la interpersonal, el diálogo; puesto que


permite la retroalimentación, es decir, que las funciones de emisor y receptor se intercambien.
Así en un momento determinado el receptor pasa a ser emisor y este receptor y así
sucesivamente.
Lo anteriormente expuesto significa que el acto de la comunicación se logra no solo por la
utilización del tal o cual código o porque el emisor utilice correctamente el código, sino,
principalmente, porque hace uso del código en determinadas circunstancias. Y porque el
receptor, de igual manera, puede decodificar  el mensaje, ya quelas circunstancias reales en
las que se da la comunicación le permiten encontrar el sentido de los signos.

En los ejemplos mencionados las circunstancias sociolingüísticas correspondientes son estas:

 Ubicación de la cinta, hábitos comunicativos de los empleados, etc.


 Costumbre de registrar cuando se le deja una tarea.
 Lugar de la llegada (sala de maestros, por ejemplo), actitud de espera de los
compañeros, hora de llegada de la persona, motivo de la reunión.
 Lugar (colegio), costumbre de los estudiantes de escuchar el timbre, hora en que
suena el timbre.

Comunicación literaria

Entenderemos aquí literatura en un sentido muy amplio: todo lo impreso. Es decir, haremos


una aproximación, en este momento, a la comunicación que se da a través de la escritura.

En la segunda unidad de esta asignatura estudiaremos la literatura en su sentido estricto: como


un tipo de textos, que se caracterizan por hacer un uso peculiar de la lengua. La literatura para
cumplir su comunicación social también se lleva a cabo bajo condiciones particulaes. En este
tipo de comunicación el autor corresponde al emisor, el receptor es el lector y el mensaje es
un mensaje literario. Y como emisor el autor lleva a cabo el proceso de codificación y el
lector, como receptor, la función de decodificación. A las circunstancias determinadas en que
se lleva a cabo la comunicación les denominaremos circunstancias lingüísticoliterarias.

El esquema de este tipo de comunicación es el siguiente:


Ilustración por Berty Chirinos

A diferencia del acto sémico de la comunicación cotidiana, la cual se da en una totalidad


temporal presente, que permite que los copartícipes del proceso compartan las circunstancias
sociolingüística; en la comunicación literaria las circunstanicas lingüísticoliterarias son
diferentes para emisores y receptores. Esto se debe a que la encodificación y la decodificación
se dan en tiempos diferentes.

Son circunstancias lingüísticoliterarias propias  al autor en el momento de la encodificación:

 El género escogido para transmitir el mensaje: lírica, dramática, narrativa, ensayo,


informe, artículo, etc. De esta manera, el signo pluma puede significar diferentes mensajes si
se trata de una poesía, un texto científico o de una narración.
 El contexto históricosocial en que vive el autor: así, la visión que nos encodifica
un autor del siglo XIX de América, se diferencia de otro del mismo siglo pero Alemán; de
igual manera un autor del mismo siglo XIX comunica una situación diferente de la que
comunica uno del siglo XX.
 La corriente o movimiento literario: los mensaje de un autor realista difieren de
otro modernista, aunque use el mismo código e incluso las mismas palabras.
 La ideología del escritor: los signos comunicación, acción, proceso, tienen alcance
significativo determinado, definiendo la actitud ideológica del autor frente a la realidad. 

 
De igual manera, el lector decodificará el mensaje en otras circunstancias:
 Competencia lectora para entender determinado género: lírica, ensayo,
narración, textos informativos, etc.
 Finalidad por la que se lleva a cabo el proceso lector: entretenimiento o
recreación, estudio, perfeccionamiento crítico lector, información, etc.
 Nivel intelectual desarrollado por la práctica lectora.
 Situación ideológica particular del lector.

Estos procedimientos permiten la realización de la comunicación social:

 La comunicación lingüística cotidiana (principalmente por medio de una lengua, pero


también mediante el uso de otros signos y códigos).
La comunicación lingüísticoliteraria (por el lenguaje de creación y la lengua científica).

Etapas de la Actividad Comunicativa Lingüística

El lenguaje es una forma de actividad comunicativa humana. En este sentido el lenguaje  es


un proceso social, consciente e intencional, ya que siempre que usamos nuestra lengua lo
hacemos con un determinado fin. Como ya se dijo en párrafos anteriores  mediante el uso de
los signos de nuestra lengua madre conformamos mensajes con la intención de alcanzar un
objetivo fijado de antemano y así transmitimos pensamientos, deseos, experiencias y todas las
actividades de una comunidad determinada. 
Como toda actividad la comunicación es un proceso que se realiza mediante las siguientes
etapas:
1. Motivación
o Toda acción humana está originada por necesidades biológicas, psicosociales,
cognitivas, afectivas, etc., que nos lleva a comprometernos en un proceso social de
interacción. Este puede ser informar, pedir, explicar, persuadir, agradecer, etc.
2. Planificación
o Se hace a partir de las interrogantes: ¿qué?, ¿a quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?,
¿por qué? y ¿para qué?
3. Realización
o Es el momento cuando, utilizando los signos lingüísticos y llevando a cabo distintas
acciones y operaciones elaboramos y emitimos el mensaje.
4. Consecución de una finalidad
o Momento en que obtenemos el resultado de la actividad lingüística; el cual debe
coincidir con el objetivo inicial ysolucionar una necesidad.

El siguiente ejemplo sirve para ilustrar mejor el proceso de la actividad comunicativa


lingüística:

El alumno de la asignatura de Español de la sección X, Rodolfo Juárez, no entiende la


diferencia entre las oraciones coordinadas y subordinadas; necesita que alguien le aclare su
duda. Planea esta operación alrededor de interrogantes tales como: ¿qué va a decir?, ¿a
quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿por qué?, ¿para qué? Como resultado de esta planeación
decide producir el siguiente mensaje oral:

_ “Buenas tarde, licenciada. Necesito una cita para que me dé  asesoría. ¿Para cuándo me
la puede dar?”

La docente responde: _”Puede ser pasado mañana a las 11 de la mañana, que es la hora
asignada para la asesoría de esta sección. Mañana no puedo, pues, otra persona ya tiene
cita.”

El alumno Juárez ha realizado una actividad comunicativa y ha logrado su objetivo inicial,


contribuyendo así a la solución de su necesidad. El ejemplo puede diagramarse de la siguiente
manera:

Tomado de: (Parra, 1996)

Denotación y Connotación
Al  momento determinado de  usar (de forma oral o de forma escrita) nuestra lengua, los
signos lingüísticos pueden adquirir dos valores semánticos: denotativo o connotativo. Estos
dos valores se oponen como tal, pero en su uso cotidiano regularmente se complementan.

La  edición electrónica del Diccionario de la Real Academia Española  (Española, 2001)
establece que la denotación es la acción y efecto de indicar, anunciar o significar. Desde la
lingüística la denotación es el significado objetivo de las palabras; se opone a la connotación.
O como se explica en el Diccionario de Lingüística (Pottier, s/f, pág. 67) denotación es el
lenguaje en estado “bruto”, banal, sin una especial sobrecarga (ideológica o
afectiva)”.   Así, pues, el denotativo es el significado primario y objetivo de los signos
lingüísticos; es el significado que encontramos en los diccionarios; el que comparten todos los
hablantes que usan ese signo. Las palabras adquieren este valor cuando las usamos con su
significado directo y preciso. Cuando indican al referente.

La connotación por su parte, se entiende como “Por oposición al significado denotativo,


básico, literal o asociativo, tipo de significado secundario de un vocablo o expresión derivado,
por lo general, de alguna característica más o menos constante de los contextos en que se
emite.” (Merino, 1986, pág. 60). Son significados secundarios o marginales que se asocian al
significado literal de las palabras y por lo tanto accidental e imprecisa. Son sentidos sugeridos
contextualmente.

Veamos unos ejemplos para aclarar más:

1. Asno: animal solípedo, como de metro y medio de altura, de color, por lo común,


ceniciento, con las orejas largas y la extremidad de la cola poblada de cerdas. Es muy sufrido
y se le emplea como caballería y como bestia de carga y a veces también de tiro.

(Española, 2001)

2. Platero

Platero es pequeño, peludo, suave: tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no
lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de
cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las
florecillas rosas, celestes y gualdas… lo llamo dulcemente: “¿Platero?”, y viene a mí con un
trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal…

(Jiménez, 1980)

Podemos observar que en el texto 1 se presenta el significado denotativo de qué es un asno; y


tal como se conceptualiza, es un significado directo, objetivo, nos remite al animal (a un asno
cualquiera), lo describe. Es el significado que aparece en el diccionario. En el texto 2,
también, se dice qué es un asno, pero como se observa el significado  es sugeridor de otras
significaciones. Se describe, sí, pero los adjetivos que se usan connotan el afecto,  que el autor
siente por el animal. Este nivel es más profundo en su análisis, es subjetivo y sugerente y
depende de cada individuo

Veamos otro ejemplo:

1. Pobre: “adj. Necesitado, que no tiene lo necesario para vivir.”  (Diccionario de la


Real Académia Española, 2001).
2. El Banco Mundial define pobreza en términos absolutos. La pobreza, se define
como vivir con menos de $1 al día, la pobreza moderada como vivir con menos de $2 al día.
Se estima que para el 2001 había 1.1 mil millones de personas cuyo nivel de consumo estaba
por debajo de $1 al día y 2.7 mil millones de personas vivían con menos de $2 al día.

La proporción de población mundial que vive en la pobreza extrema ha caído de 28% en 1990
a 21% en 2001. La mayor parte de este avance ocurrió en el Oriente y Sur oriente de Asia. En
el África Sub-sahariana por el contrario, el PIB se encogió 14% y la pobreza extrema aumentó
de 41% en 1981 a 46% en 2001. Otras regiones no han presentado ningún cambio. A
principios de los 1990s, durante la transición de las economías de Europa Oriental y Asia
Central, estos países vieron caer su ingreso agudamente. Los niveles de pobreza subieron al
6% al final de la década antes de empezar a retroceder otra vez.
3. Los pobres

Los pobres son muchos


y por eso
es imposible olvidarlos.
Seguramente
ven en los amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.

Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.

Pueden
destruir el aire como aves furiosas,
nublar el sol.

Pero desconociendo sus tesoros


entran y salen por espejos de sangre;
caminan y mueren despacio.

Por eso
es imposible olvidarlos.

(Sosa, s/a)

Es así que la lectura de todo texto literario o no literario se da en estos dos niveles. Un mismo
elemento de contenido puede expresarse denotativa o connotativamente, como se puede
apreciar en los ejemplos anteriores: el mismo tema (el asno o burro en el primer caso, y pobre,
en el segundo) pero expresado en diferentes niveles.

El discurso literario

En general el discurso se define como un acto del habla cualquiera sea su forma o contenido,
siempre se escribe o pronuncia con un fin, casi siempre sus argumentos tienen por objeto
persuadir al lector, se estructura sobre dos ejes: la lógica de la demostración, y la retórica de la
argumentación. El discurso literario sea “ficción o realidad” siempre es un  acto del habla. 
Para entender mejor. El discurso literario, en esta unidad, estudiaremos  el origen, las
diferentes formas de este discurso y sus respectivas características.

Origen
Para empezar nos haremos la pregunta obligada : ¿Qué es literatura?, la pregunta   está
asociada al ejercicio mismo de la literatura, “ésta no tiene edad, su cronología data del origen
del lenguaje humano, por lo tanto  la respuesta es compleja, son muchos los especialistas que
se han hecho la misma pregunta, y se han dado diferentes respuestas al respecto, nos
limitaremos, entonces,  a hacer una síntesis del origen y la relación de la  literatura con otras
disciplinas del conocimiento humano.

La literatura es de origen muy antiguo, como decíamos anteriormente aunque  no se conocía


como tal.  La Biblia es una verdadera obra literaria, en sus escritos se encuentran  algunos de
los   géneros literarios actuales. Por ejemplo: Si se lee El Génesis es una Epopeya de carácter
mítico que narra el origen del pueblo judío  (para los cristianos el origen de la humanidad):
“En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en
la tierra.  Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la
superficie de las aguas... ” (Génesis: 1:1:2),  El Cantar de los Cantares es similar a un poema
de corte erótico: “ Que bella eres, amada mía, qué bella eres! Tus ojos son como palomas
detrás de tu velo. Tus labios son una cinta roja, y tu hablar es encantador. Tus dos pechos son
cervatillos coquetones, mellizos de gacelas…” (Cantar de los Cantares 4:1.3.5).

Pero, es en los siglos XV, XVI y XVII que aparece la palabra “literatura” como definición
etimológica del latín “littera-letra”: “arte de la letra”, la cual no fue aceptada por la
generalidad  debido a que las   primeras manifestaciones con características literarias fueron
expresiones orales. La oralidad o tradición oral, sean estas leyendas, mitos y o costumbres que
han traspasado las barreras generacionales, manteniéndonos unidos  a nuestros antepasados,
forman parte de la memoria colectiva de los pueblos, permitiéndonos acceder al tiempo
fabuloso de los “comienzos” además,  de otros acontecimientos ya sean sobre naturales,
cosmogónicos, históricos, religiosos literario etc. tales como El Génesis (ya mencionado) el
Popol Vuh,( Origen del pueblo maya-quiché) la Ilíada y la Odisea poemas épicos griegos
contados  por Homero entre otros . Atendiendo a lo expuesto, una acepción más acertada a
cerca de la literatura es la del “arte de la palabra”  en donde se incluyen tanto  las
manifestaciones orales como las escritas.
En el  texto “Curso Universitario de Lengua y Literatura” del escritor Jorge Luis Oviedo la 
literatura se concibe como  “toda manifestación o expresión oral o escrita en la cual subyace
por encima de toda expresión comunicativa el goce artístico o estético”. Al hacer referencia a
la “palabra o expresión oral o escrita” la literatura hace uso del lenguaje y de la lengua como
vehículo o canal de comunicación. Este lenguaje/lengua literario no es un lenguaje usual, es
producto de una abstracción,  no se limita  a comunicar, tiene una función más específica
como la de influir, conmover e impresionar, es connotativo, abundante en ambigüedades, es
mágico, buscando siempre el goce estético. La literatura es tan amplia que es difícil dar una
definición específica sobre ella, se caracteriza entre otras creaciones de la mente humana, por
la universalidad de sus asuntos y como reflejo de la realidad mantiene una enorme ligazón con
todas las llamadas ciencias humanas. (Insertar
imagen http://www.flickr.com/photos/manel/265962487/ agregar texto: El Ingenioso Hidalgo
Don Quijote de la Mancha, es considerada la obra cumbre de la literatura española)

La literatura tiene sus propias peculiaridades y rasgos caracterizadores entre ellos los
siguientes:

o Tiene carácter ficticio e imaginativo


o La obra literaria no es sujeta de comprobación
o Los hechos escritos en una obra literaria son más o menos verosímiles
o Originalidad
o Plurisignificativa
o Sublime o grotesca

 Tiene carácter ficticio e imaginativo: Aristóteles decía que la ficción es “el arte de


decir mentira en recta manera “Con esto se pretende decir que es algo fingido, no verdadero.
La realidad de una obra de ficción, es decir la  ilusión de realidad  nos la da la obra literaria 
por medio de las circunstancias del detalle mismo, cuanto mas precisos sean los detalles,
mayor será la ilusión de realidad.   
 La obra literaria no es sujeta de comprobación: la literatura es un arte,  no es
como la ciencia que necesita de la evidencia, de la experiencia  y de la   comprobación. 
 Los hechos escritos en una obra literaria son más o menos verosímiles: es decir
tienen apariencia de verdad,  o sea que se basa en un presupuesto que tiene la posibilidad  de
ser verificable. Por Ejemplo: en una novela sentimental  será verosímil si el desenlace consiste
en el matrimonio del héroe con la heroína, o si el héroe defiende al débil o a la justicia, 
aunque, no existe ningún medio para demostrar  la veracidad de lo expresado o forma de 
probar si es falso o verdadero.

Explicando lo anterior, que si bien la literatura es “ficción o imaginación”, el autor no crea su


obra de la nada, se basa en la realidad de su experiencia, pero no de forma exacta, si no
creando una segunda realidad: la de la obra literaria.

En Cien Años de Soledad, la obra maestra del colombiano Gabriel García Márquez  se narra
la historia de la familia Buendía habitantes de Macondo, esa es la realidad de la novela, sin
embargo, al estudiarla descubrimos que en ella se condensa la historia humana, los pasajes por
los que atraviesa corresponden a cualquier sociedad o país subdesarrollado, específicamente
de  Latinoamérica.

 Originalidad: la  literatura es un acto de creación consciente de un emisor con


voluntad de originalidad. El lenguaje común está gastado, es repetitivo el literario debe ser
inédito, extraño, siempre original. En el  poema ”Hay un país en el mundo” de Pedro Mir, se
encuentra esta particularidad en cada una de sus versos, por ejemplo:

Hay un país en el mundo


colocado
en el mismo trayecto del sol.
Oriundo de la noche.
Colocado
en un inverosímil archipiélago
de azúcar y de alcohol

Para acceder a esta lectura haga clic aquí.

 Plurisignificativa: en la literatura, funcionan varios significados a la vez y admite


diversas interpretaciones. Eso no quiere decir, sin embargo, que pueda significar cualquier
cosa que se le ocurra a un lector individual. El conjunto de los significados está dentro de cada
lectura propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, a leerlo, el
texto. A continuación un fragmento del poema “Los Pobres” del escritor Hondureño Roberto
Sosa; que despierta diversos significados: 

Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.

Seguramente
ven
en los amaneceres
múltiples edificios 
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.

Pueden 
llevar en hombros
el féretro de una estrella.

Lea el poema completo haciendo clic aquí.


Sublime o grotesca: según el escritor Oviedo, mencionado anteriormente, la literatura puede
ser según su contenido al considerar el afán revelador de la condición humana y el deseo del
escritor de sacar a flote sus estados de ánimo y/ o situaciones  que eleven o hieren su
sensibilidad.

o La literatura sublime, contribuye a que actos cotidianos sean capaces de


transportarnos a momentos de verdadera espiritualidad, tales como la religiosidad y al amor
en sus diferentes manifestaciones presentes en todas las épocas de la historia de la humanidad.
Por ejemplo el fragmento del soneto atribuido a Santa Teresa de Jesús:

 “A Jesús Crucificado”:

No me mueve, mi Dios, para quererte


el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme al verte


clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muéveme tus afrentas y tu muerte…

Otro ejemplo de literatura sublime aunque con contenido diferente, es el poema del argentino
Mario Benedetti “Una Mujer Desnuda y en lo Oscuro”, el cual tiene un contenido erótico
exquisito y mucha fuerza en cuanto a la admiración y reverencia hacia la belleza de la   mujer
y los sentimientos que provoca. Para acceder a este poema haga clic aquí

“La Maja Desnuda” de Francisco de Goya,  manifestación del erotismo coincidente


con la poesía de Mario Benedetti
Fotografía por Frank Kovalchek (flickr)

La literatura grotesca, no implica una valoración negativa sino que es una deformación
intencionada que algunos autores ya sea en forma parcial o total  le imprimen a sus obras
mezclando lo humano con lo animal, con lo vegetal y hasta lo mecánico introduciéndonos en
un mundo inverosímil que linda entre lo real y lo  irreal. Un ejemplo de literatura grotesca 
que refleja la angustia, la violencia, la soledad sea esta geográfica o física que acompaña a
algunos escritores latinoamericanos de finales del siglo XIX y principios del XX es el cuento
“La Gallina Degollada”  del escritor uruguayo Horacio Quiroga. Para una mayor comprensión
deben leer el cuento haciendo clic aquí, seguidamente miren en vídeo la dramatización de este
mismo cuento haciendo clic aquí

  Sublime o grotesca: según el escritor Oviedo, mencionado anteriormente, la


literatura puede ser según su contenido al considerar el afán revelador de la condición
humana y el deseo del escritor de sacar a flote sus estados de ánimo y/ o situaciones  que
eleven o hieren su sensibilidad.

o La literatura sublime, contribuye a que actos cotidianos sean capaces de


transportarnos a momentos de verdadera espiritualidad, tales como la religiosidad y al amor
en sus diferentes manifestaciones presentes en todas las épocas de la historia de la humanidad.
Por ejemplo el fragmento del soneto atribuido a Santa Teresa de Jesús:

 “A Jesús Crucificado”:

No me mueve, mi Dios, para quererte


el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme al verte


clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muéveme tus afrentas y tu muerte…

Otro ejemplo de literatura sublime aunque con contenido diferente, es el poema del argentino
Mario Benedetti “Una Mujer Desnuda y en lo Oscuro”, el cual tiene un contenido erótico
exquisito y mucha fuerza en cuanto a la admiración y reverencia hacia la belleza de la   mujer
y los sentimientos que provoca. Para acceder a este poema haga clic aquí
“La Maja Desnuda” de Francisco de Goya,  manifestación del erotismo coincidente
con la poesía de Mario Benedetti
Fotografía por Frank Kovalchek (flickr)

La literatura grotesca, no implica una valoración negativa sino que es una deformación
intencionada que algunos autores ya sea en forma parcial o total  le imprimen a sus obras
mezclando lo humano con lo animal, con lo vegetal y hasta lo mecánico introduciéndonos en
un mundo inverosímil que linda entre lo real y lo  irreal. Un ejemplo de literatura grotesca 
que refleja la angustia, la violencia, la soledad sea esta geográfica o física que acompaña a
algunos escritores latinoamericanos de finales del siglo XIX y principios del XX es el cuento
“La Gallina Degollada”  del escritor uruguayo Horacio Quiroga. Para una mayor comprensión
deben leer el cuento haciendo clic aquí, seguidamente miren en vídeo la dramatización de este
mismo cuento haciendo clic aquí

 La herramienta indispensable, de la literatura es la lengua, razón por la cual su primera
relación es con las ciencias que estudian el lenguaje, corresponde señalar que en el lenguaje
literario se expresan distintos valores :

 Gramatical (de construcción y de sentido lógico )


 Fonético (de sonidos y ritmo )
 Estilístico (de emoción y de subjetividad)

La literatura  tiene relación con otras disciplinas humanas, por lo tanto han crecido “juntas”
todo lo que rodea al escritor influye en su obra, la literatura es la expresión de la humanidad,
de sus sentimientos y sus demonios, de la angustia existencial que le acompaña desde que
nace hasta que muere. Mientras la filosofía se ocupa del ser, la historia y
la ciencia del suceder real (transitorio o permanente) la literatura como rama del arte se
ocupa de un suceder imaginario, aunque integrado por los elementos de la realidad (e
integrándose en ésta). A continuación, algunos ejemplos de lo expuesto:

 Filosofía: la práctica es el criterio de la verdad.


 Historia: la independencia hondureña fue declara en 1821.
 Ciencias Naturales: los cuerpos líquidos se caracterizan por la gran movilidad y la
escasa cohesión de sus moléculas.
 Literatura: “6 meses después del entierro de la gallina, Aureliano segundo despertó
a media noche con un acceso de tos y sintiendo que lo estrangulaban por dentro con tenazas
de cangrejo” (G. García Márquez cien años de soledad) para ver novela completa dar
clic aquí

La literatura encierra un valor semántico (es decir, de significado) y un valor formal


relacionado con la expresión lingüística. Lo que en ella vincula ambos valores es la intención,
la intención semántica se refiere al suceder ficticio, mientras la intención formal se refiere a la
expresión estética. La conjunción de ambas intenciones determina el hecho literario.

Los vínculos de la literatura con la sociedad puede resumirse así:

a. Influencia de la estructura social y dentro de ella, de las distintas clases, capas y


grupos, sobre los lenguajes literarios de cada época.
b. Influencia de la visa social sobre el escritos y el poeta, tanto como sus lectores y sus
críticos.
c. Influencia de las condiciones sociales en la determinación de los planes de la
sensibilidad y los valores.
d. Influencia de la literatura en la formación de elementos de socialidad, proponiendo
actitudes estéticas.

Más que hablar de influencia mutua habría que señalar en realidad que la literatura misma es
un hecho social por cuanto, el propio escritor es un ser social  en tal sentido tiene razón
Ernesto Sábato, al señalar que:
“El individuo solitario no existe. Existe inmerso en una sociedad, luchando para transformarla
o escondiéndose en sus peligros. Los sentimientos, las pasiones los terrores de ese individuo,
su egoísmo, misantropía ¿de dónde pueden surgir si no de esa situación en el mundo que es la
condición misma de su existir?  Desde ese punto de vista que es el único correcto, hasta la
novela más dimensionalmente subjetiva, es social, y de  manera indirecta y tortuosa nos da un
testimonio del universo. En suma, toda novela es social”. Para conocer a este autor haga
clic aquí

La literatura , también ha utilizado a otras ciencia como fuente de sus obras, como por
Ejemplo:  

 La ciencia ficción en “los viajes de Julio Verne”


 La tecnología y las ciencias médicas en “Frankenstein”(1818)

Un país en crisis, ya sea por motivos políticos, económicos o sociales, ha sido fuente de
muchas obras literarias de determinada época, por lo tanto la literatura no puede
permanecer estática,  toma partido, asume “compromiso”, es totalizadora. Para entender
mejor este punto leamos los versos del escritor nicaragüense Rubén Darío, creador del
Modernismo movimiento literario, de finales del siglo XIX; en un fragmento de su poema  “A
Roosevelt”; en ellos encontramos una premonición:

…Eres los Estados Unidos


Eres el futuro invasor
De la América ingenua
Que tiene sangre indígena
Que aún reza a Jesucristo
Y aún habla español…

Para leer el poema completo, hagan clic aquí

 
La idea de patria y el sentimiento de nacionalidad tampoco son ajenos a la literatura tal y
como lo dice el poeta hondureño Antonio José Rivas en su poema  “Mi Patria”. A
continuación puede ver un ejemplo en el siguiente fragmento:

Mi Patria es una rosa memorable


sorprendida en el pecho
siempre que la pronuncio se descubre
que le beso la frente
Morazán la eterniza leve y alta
pero en el mar me pesa…

Para leer el poema completo, hagan clic aquí

La conciencia de clase, la necesidad de cambios sustanciales en la historia de un país tampoco


no son ajenas a la literatura, tal y como se encuentra en el siguiente fragmento de  la novela
“Prisión Verde” del hondureño Ramón Amaya Amador, el cual dice así: 

“La voz ronca de Lucio Pardo, susurra con desaliento:   Quizá esté equivocado. Ojala! así sea.
Pero palabra de hombre, que nunca he tenido fe en lo que no se hace al momento; lo de
mañana me ha importado un bledo. Si hemos de incorporarnos contra los pícaros, que sea hoy,
y si nuestra suerte cambia también que sea ahora. Si hoy vivimos, así agitando y esperando,
también lo harán los de mañana y los del día siguiente…a los canallas hay que tratarlos como
canallas. A veces creo que ustedes los jóvenes, son unos cobardes castrados, incapaces de
defender lo suyo como machos”…  
Para ver el resumen de esta novela hagan clic aquí

La cita anterior es un claro ejemplo de lo que asevera el poeta francés Ives Bonnefoy “la
literatura, llámese poesía o narrativa, es aquella que quiere liberar a los hombres de los
prejuicios y quimeras que los empobrecen”. Además, mantiene la memoria, creando nexos
entre la sociedad de distintas épocas es como la “máquina del tiempo” que nos ubica en el
pasado, el presente y hasta el futuro… Mientras hay un hombre que luche por sus ideales, Don
Quijote seguirá cabalgando por los caminos de la Mancha…Mientras haya pueblos en donde
la ficción supera a la realidad recordaremos al Macondo de Gabriel García Márquez…. Y
mientras el mundo siga igual “Los Pobres” de Roberto Sosa seguirán siendo muchos…)
Existen dos formas básicas de presentación  de la literatura: la prosa y el verso. La prosa es el
modo natural que adopta el hablante para comunicarse, es nuestra forma habitual  de
expresión,  y la forma  natural de  escribir. La prosa es narración y descripción, es la forma
espontánea del lenguaje, no está sujeta a formas predeterminadas. Según Jacobson (1988)  la
prosa se caracteriza por su recorrido hacia delante. Se usa para escribir cartas, ensayos cuentos
novelas, artículos periodísticos etc.

El verso, es el lenguaje en forma rítmica que permite llevar un compás que en español se
marca con los acentos, creando un ritmo o musicalidad  en la  forma de expresión, se lee con
un sentido diferente y generalmente se usa un lenguaje abstracto. Es más difícil que la prosa,
el verso presenta características especiales, el escritor  debe ceñirse a ciertas reglas
preestablecidas para escribir su creación. Sin embargo, con el tiempo la prosa se ha vuelto
poética y el verso se ha vuelto libre.     

A continuación leamos ejemplos de las formas de presentación literaria mencionadas:

Prosa llana o conversacional

 
“ fíjate que no pude llegar en la fecha
que habíamos acordado , porque
como debes saberlo, el lugar donde
vivo queda muy aislado , el camino es
malo , y se pone peor en esta época
de lluvias; además, ni transporte
había…”  Esta prosa puede ser parte
de una carta, o de una conversación
o comunicación cotidiana
Prosa poética

A continuación un fragmento de prosa poética de Palabras Liminares del libro Prosas


Profanas de Rubén Darío.
…La gritería de trescientas ocas no te impedirá, silvano, tocar tu encantadora flauta, con tal de
que tú amigo el ruiseñor esté contento de tu melodía. Cuando él no esté para escucharte, cierra
los ojos y toca para los habitantes de tu reino interior, ¡Oh pueblo de desnudas ninfas, de
rosadas reinas, de amorosas diosas!
Verso tradicional o Clásico

En el siguiente fragmento de poema los versos que lo conforman están llenos de


sonoridad, (procura leerlo en voz alta).
                                                                          
 
                                 SONATINA
La princesa está triste… ¿qué tendrá la princesa?  
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
Que ha perdido la risa, que ha perdido el color,
La princesa está pálida en su silla de oro, 
Está mudo el teclado de su clave sonoro, 
Y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
                                                           Rubén Darío
Verso libres o Contemporáneos

 
Para terminar, un poema en que los versos son libres y su acento es casi conversacional: 
   Te Llevaré Conmigo entre esta Frente
     Vaya adonde vaya te llevaré conmigo
Como quien sobrelleva al ser amado con un estoque hundido
Hasta la empuñadura.
     Tu ojo, su mar en calma, será mi ojo.
Llegue adonde llegue, la cabeza hecha un alba,

 Te llevaré a mi lado


Como llevo la lluvia que luce alta
vista  
desde
  la seguridad de una cabaña de mi Honduras.
Te llevaré conmigo entre esta frente

Que se comerá 
La tierra.
                                                  Roberto Sosa

El Texto Lingüístico

En sentido bastante general, el texto es el producto del uso coherente de signos. Es decir, que
en sentido general, una pintura, un anuncio publicitario, una partitura musical, etc. son textos;
ya que están conformados por signos. Pero en sentido estricto, texto lingüístico es el producto
del uso de signos lingüísticos o palabras en la actividad comunicativa.  

El Texto

Según Francisco Marcos Marín “En sentido amplio, todos los registro orales o escritos, en sus
muy diversas formas, son textos; todos ellos están relacionados con una lengua cualquiera, de
modo que la primera piedra de toque de un texto ha de ser, necesariamente, lingüística…”
(Marín, 1988, pág. 12). De este concepto se deduce, que aunque tradicionalmente se asocia el
término texto a la escritura, en la actualidad se incluyen los textos orales, ya que la actividad
comunicativa lingüística en su forma oral, ya puede ser registrada dado que lo permiten los
avances de la tecnología. 

Así, el texto es el producto  de la actividad comunicativa lingüísticas. Es la unidad


comunicativa básica. Esta unidad está constituida por una secuencia coherente de signos
lingüísticos. El texto es la unidad lingüística mediante la cual interactúan los miembros de un
grupo social para intercambiar significados, con determinada intención comunicativa y en una
situación o contexto específico. (Parra, 1996). ”…el uso de la lengua, la comunicación y la
interacción se producen ante todo bajo la forma de textos” (Dijk, 1983, pág. 10)

Tipos de Textos

Teun A. van Dijk (1983, pág. 10) menciona entre ejemplos de texto: conversaciones
cotidianas y terapéuticas, artículos de la prensa, narraciones, noveles, poesías, textos
publicitarios, discursos, instrucciones de uso, libros de texto, inscripciones, títulos, textos
jurídicos, reglamentos, mensajes de los medios masivos, etc. Sin embargo, de acuerdo con sus
estructuras y funciones y para efectos didácticos se manejan dos grandes tipos de textos: los 
informativos (o no literarios) y los literarios.

1. Textos informativos o no literarios

 Tanto los textos no literarios como los literarios presentan el resultado de la investigación que
lleva a cabo el autor. En los textos informativos, no literarios o expositivos el autor presenta
lo que ha observado de un hecho o fenómeno cualquiera. Presenta los conocimientos sin dejar
asomo de sus sentimientos o afectos. Por eso se dice que en estos textos se presenta un
conocimiento objetivo. En ellos predomina la función discursiva o simbólica del lenguaje, es
decir, las palabras se refieren al objeto o los objetos de los que se habla, los describe. 

Estos son textos sin intención estética dominante en donde la denotación predomina sobre la
connotación. Cuando se hace uso de estos textos, el autor tiene la finalidad de informarnos.
Para esto él se sirve de la denominada lengua discursiva; esta se caracteriza por usar las
palabras o signos lingüísticos con su valor denotativo;  es decir, sin enriquecer con matices
afectivos, deseos o fantasías el texto resultante de la actividad comunicativa. En fin,
retomando a Marín (1988, pág. 30)”en el texto informativo el autor nos envía sobre todo un
mensaje que trata de  objetivo, y  para ellos emplea la lengua discursiva en la que predomina
el valor denotativo de la palabras.”

La construcción gramatical de estos textos es más sencilla que la de los textos literarios. Entre
las clases de texto que se incluyen como informativos están los textos científicos y técnicos,
los textos didácticos, los textos de divulgación (revistas, periódicos) y los textos de consulta
(diccionarios, enciclopedias, etc.)

2. Textos literarios

En el texto literario el autor, si bien, presenta  el resultado de la investigación que ha llevado


a cabo, no se limita a decir lo que ha observado, sino que da su interpretación de lo visto.
Impregna lo dicho con su emotividad, deseos, fantasías y sus sentimientos. En este tipo de
obras encontramos un mundo inventado o interpretado por el autor. Por esto se dice que en
este tipo de textos se presenta un conocimiento subjetivo, es decir, centrado en el sujeto de
conocimiento,  no el objeto. La finalidad principal del hablante o escritor, cuando usa este tipo
de textos, es la emisión de un mensaje esencialmente artístico. Predomina la función estética
de lenguaje.

Por lo inmediatamente dicho, estos son textos con intención estética dominante y predominio
de la connotación sobre la denotación. Para ello el emisor se vale de la lengua expresivo-
literaria, la cual se caracteriza por el uso “de ciertos recursos sugeridores  del modo de sentir
y valorar el autor.” (Marín, 1988, pág. 30).

En los textos literarios la subjetividad  (fantasías, deseos, emoción y visión personal) del autor
es sugerida por una serie de recursos relacionados con el orden de la frase y la construcción
morfosintáctica, con el vocabulario y el significado traslaticio de las palabras, con la sustancia
fónica del enunciado. Al momento de decodificar este tipo de textos hay que tener presenta,
precisamente, ese valor connotativo por medio del cual se sugiere la impresión que causa un
determinado objeto. Por ejemplo, cuando decimos de una persona “esa es una chinche” a
través del concepto denotativo de “chinche” (la picadura de este insecto causa picazón, por la
cual la persona se siente incómodo) se expresa la incomodidad que causa el prurito. Se dice de
una persona quisquillosa, delicada, susceptible, irritable. Observemos cuantas significaciones
secundarias nos sugiere la frase.

En conclusión retomamos, nuevamente, a Marín (1988, pág. 30)”el mensaje literario se


caracteriza porque su fin primordial  es el de crear y producir una impresión de belleza por
medio de una lengua expresiva en la que predomina el valor connotativo de la palabra.”
Entre las clases de textos que se incluyen con literarios están los llamados géneros literarios:
narrativos, líricos y dramáticos. Estos textos serán objeto de nuestro estudio en la segunda
unidad.

Veamos un ejemplo:

A) Vengador, ra

(Del lat. vindicātor, -ōris).


adj. Que venga o se venga. U. t. c. s.

                                                              (Diccionario de la Lengua Española)

B) El Vengador
El cacique Huantepeque asesinó a su hermano en la selva, lo quemó y guardo sus cenizas
calientes en una vasija. Los dioses mayas le presagiaron que su hermano  saldría de la tumba a
vengarse, y el fratricida, temeroso, abrió dos años después el recipiente para asegurarse que
los restos estaban allí. Un fuerte viento levantó las cenizas, cegándolo para siempre.

                                                 (Óscar Acosta, en Antología del cuento hondureño.)

Características del  lenguaje  científico

Algunos autores llaman obras científicas a todas las que estamos mencionando aquí como
textos informativos. Sin embargo, es importante aclarar que no es el nombre más adecuado,
ya que los diferentes textos informativos (científicas, didácticas, de divulgación y de consulta)
se diferencian por el grado de profundidad con que es tratado un tema y de acuerdo con el
público a que van dirigidos.

Lo cierto es que, los textos no literarios, expositivos o informativos dan a conocer los
resultados de las investigaciones científicas; es decir, lo central en este tipo de textos son las
ideas, pensamiento o conceptos que se exponen. Las ideas son la expresión de lo que el autor
ha observado, así como las deducciones y conclusiones a que ha llegado.  Son textos que usan
el lenguaje con un predominante  valor  denotativo.

El texto informativo por excelencia es el texto científico.  Se caracteriza por el uso de un


lenguaje muy técnico y va dirigido a un grupo de personas dedicadas al mismo campo de
investigación que el autor; los temas son tratados con mucha profundidad, de tal manera que
sólo pueden ser entendidos por los especialistas de esa área. A medida que avancen en los
estudios de la ciencia que estudian se irán familiarizando con ellos. En los últimos periodos de
sus estudios universitarios manejarán este tipo de textos.

En los primeros años de estudios universitarios los textos que usarán son los didácticos. Estos
se caracterizan,  porque además de informar acerca de un hecho particular presentan de forma 
gradual  las explicaciones, para que el estudiante pueda comprender y asimilar las teorías 
paso a paso y porque presentan muchos ejercicios.  Estos, pues, son los medios usados en la
formación de nuevos profesionales o investigadores; es decir, cuando se busca enseñar el
cuerpo teórico y los métodos  de investigación de una ciencia.
La profundidad y complicación tanto de la teoría como de los ejercicios dependerá del grado
escolar en que se encuentre el alumno. Los contenidos de este tipo de textos se basan en los
temas presentados en los textos científicos; teniendo el cuidado el autor de usar el lenguaje de
manera sencilla y explicando los términos nuevos que se estudian. La función de los ejercicios
es para que el estudiante se dé cuenta de su avance y además, lo obligan a repasar cuando sabe
que su comprensión no ha sido tan satisfactoria como creía.

Los textos informativos de divulgación se caracterizan porque su contenido, si bien es el


mismo que el de los textos científicos y didácticos, es tratado de manera muy general, sin
profundizar y están dirigidos al gran público o sea a las personas que sin ser estudiantes ni
especialistas de una ciencia se interesan por ampliar su conocimientos generales y tener una
idea general acerca de los descubrimientos o inventos en diversas especialidades. Algunas
revistas incluyen artículos de divulgación, por ejemplo, la tan conocida revista Selecciones
del Reader´s Digest.

Por último están los libros de consulta como las enciclopedias, los diccionarios de todo tipo,
los diccionarios enciclopédicos.  Estos, por lo general, se leen parcialmente porque su función
es informar, más que desarrollar un tema. En ellos se encuentran descripciones generales de
conocimiento de todo tipo, biografías. Se emplean, precisamente, para ahorrar tiempo.
Siempre que lean cualquier tipo de texto informativo deben ir pendiente de las ideas que
expone el autor. Recuerden que la finalidad de cualquiera de este tipo de textos es hacernos
pensar. En ellos los autores se expresan con objetividad.

De los diferentes tipos de textos informativos, ustedes están habituados al uso de los
didácticos desde los niveles primario y medio de su educación. De igual manera, es seguro
que han manejado los de divulgación y los de consulta. Con los que no están familiarizados es
con los textos científicos. Por esto, a continuación estudiaremos un poco acerca del texto
científico para tener una aproximación al mismo.

Estructura  del  escrito científico

El texto científico puede adquirir la forma de un informe, una monografía, una tesis, un libro
o  un artículo científico.

Tal como lo plantea Cisneros Estupiñan (2007) para elaborar tanto el informe como la
monografía y la tesis se sigue el mismo procedimiento de ejecución: se elige y se delimita un
problema de investigación, se descubre y reúne la información pertinente y adecuada, se
clasifican los materiales, se establecen contactos con personalidades e instituciones, se accede
a la información, se aplica la capacidad crítica del investigador, se comunican los resultados
por escrito y  se expone el trabajo teórico y metodológico frente a un público.

 Partes de un texto científico

Estructura global de un informe científico (de una monografía o de una tesis)


Los tres tipos de textos mencionados en los párrafos anteriores (informe, monografía y tesis)
presentan una estructura global que consta de tres partes básicas: introducción, desarrollo y
conclusiones.

 En la introducción se presenta el problema y los objetivos logrados; se responde a la


pregunta ¿Para qué?
 En el desarrollo se presentan los procedimientos o metodología aplicada para
recopilar la información (cuestionarios, entrevistas, visitas de informantes, experimentos,
etc.). En esta parte del texto se responde a la pregunta ¿Cómo?
 En la conclusión se presentan los resultados obtenidos, utilizando gráficas, tablas,
cuadros, ilustraciones, etc. Se responde a la pregunta ¿Qué se encontró? Asimismo, se dan
recomendaciones o ideas del autor para tomar decisiones.  Son la respuesta a la interrogante
¿Qué debe hacerse?

Estructura formal

La estructura formal de los textos objeto de nuestro estudio en este momento presentan la
siguiente estructura formal.

Los tres textos (monografía, informe y la tesis) descritos anteriormente tienen en común el ser
trabajos de grado, es decir, documentos que se elaboran como requisito para obtener un grado
académico de pregrado,  postgrado, maestría o doctorado. No obstante, existen otros tipos de
textos científicos que presentan los resultados  de una investigación  científica de otro nivel,
por ejemplo, los artículos científicos.
Los artículos científicos son publicaciones en revistas científicas especializadas.
Generalmente, los artículos científicos presentan los resultados de investigaciones llevadas a
cabo como un ejercicio profesional y que no conducen necesariamente a la obtención de un
título académico.

Algunos estudiantes creen que los proyectos de investigación terminan cuando se obtienen los
resultados, cuando se analizan los datos, cuando se entrega la monografía, (la tesis o el
informe) o cuando los resultados de la investigación se presentan en un congreso. Deben
aprender desde hoy que la investigación formal y seria termina cuando se publican los
resultados de la investigación en una revista científica. La investigación y la publicación del
artículo científico son dos actividades relacionadas estrechamente.

“El artículo científico es un informe escrito y publicado que comunica por primera vez los
resultados de una investigación.” Así, pues, cuando se habla de artículo científico se refiere a
publicaciones primarias, es decir, a la primera publicación de los resultados de una
investigación original, hecha de tal manera que se puedan repetir los procedimientos
declarados y se puedan verificar las conclusiones y que aparezca en cualquier fuente
documental asequible a la colectividad de hombres de ciencia. Es así que esto los distingue
claramente de lo que es un informe o una monografía las cuales se consideran trabajos no
originales; ya que se basan en la revisión de teoría ya existente acerca de un tema o la
comprobación de la misma.

Estructura formal de un artículo científico

 Título, debe redactarse de manera que desde un principio informe de forma


específica  y entendible el tema, pero haciendo uso de el menor número posible de palabras.
Debe escribirse al finalizar la redacción del artículo
 Autor o autores
 Filiación departamental o institucional
 Resumen (Abstract): resume el contenido del artículo. Ausente en las notas
investigativas. Generalmente se redacta en un solo párrafo que no exceda las 200-250
palabras. La única diferencia entre el resumen y el abstract debe ser la lengua en que se
escriben, pero deben decir lo mismo.
 Texto o parte principal del artículo. Presenta las siguientes partes:
o Introducción: informa el propósito y la importancia del trabajo.
o Materiales y Métodos: explica cómo se hizo la investigación.
o Resultados: presenta los datos experimentales.
o Discusión: explica los resultados y los compara con el conocimiento previo del
tema.
o Referencias: en esta parte se enumeran las referencias citadas en el texto.

Los  tipos de párrafos

Las unidades que estructuran todo texto son los párrafos. Es decir, el texto escrito no se
construye por medio de oraciones aisladas; sino que estas se unen entre sí mediante elementos
cohesivos (conjunciones o frases conjuntivas) y los signos de puntuación, formando así
unidades superiores llamados párrafos.

Ortográficamente el párrafo es una unidad textual que se identifica porque inicia con letra
mayúscula y termina con punto y aparte. Es la unidad del texto escrito en la cual se desarrolla
determinada idea que presenta una información de manera organizada y coherente. Esta idea
se expresa mediante oraciones interrelacionadas que constituyen un bloque informativo.

Cualidades del párrafo

 Unidad: Un párrafo debe desarrollar solamente una idea fundamental. Se rompe la


unidad cuando se introduce una idea complementaria ajena al tema que se pretende
desarrollar.

 Cohesión: Esta cualidad como ya se dijo, se refiere a que un párrafo no es un


conjunto de oraciones inconexas, sino una unidad de sentido expresada por oraciones
interrelacionadas mediante distintas formas de cohesión y diferentes signos de puntuación.

 Extensión: Esta cualidad depende de la intención comunicativa del autor y del tipo


de texto que se redacta. Así, un texto puede estar organizado por párrafos cortos, medianos y
largos.
Hay diferentes tipos de párrafos dependiendo de la función que cumplen en el texto:
introductorios, de enlace o transición, informativos y de conclusión.

El proceso de la composición del texto escrito

Un texto se construye mediante un proceso psicolingüístico que consta de dos etapas: una en
la que se debe elaborar su contenido y otra en la que se expresa un sentido por medio del
lenguaje. Este es un proceso que comprende tres etapas básicas: planificar o pre-escribir,
redactar o escribir y revisar o examinar.

 Planificar (o pre-escribir)

En esta etapa nos debemos formar una representación mental de la información que contendrá
el texto; esta representación puede ser un esquema en el que las ideas se jerarquizan y
organizan en forma adecuada. Algunos autores llaman a este esquema el “plan de temas” y
corresponde a la estructura semántica del texto escrito.

 Redactar

Es el momento en el que, quien quiere enviar un mensaje escrito transforma el esquema


mental en lenguaje comprensible para el lector. Aquí es necesario que tener  en cuenta el
léxico, la morfología, el orden sintáctico, la concordancia, la cohesión, la puntuación y todos
los elementos que aseguren un estilo claro, preciso, conciso y sencillo.

 Revisar

En esta etapa se examinan tanto las ideas como las oraciones y párrafos que se han redactado.
Consta de dos subetapas: evaluación y revisión propiamente. La evaluación implica la
comprobación de que el texto responde a su intención comunicativa y que ha logrado la
expresión correcta de lo que ha pensado comunicar a su futuro lector. La revisión conlleva la
modificación del lenguaje usado en el texto: léxico, morfología, sintaxis, ortografía,
puntuación, etc.

Un modelo de escrito científico

Para tener la experiencia de haber leído un artículo científico te sugerimos visitar los
siguientes enlaces:
 Enlace 1
 Enlace 2

Los textos estudiados hasta el momento corresponden al tipo de textos informativos, es decir,
textos en los que hay un predominio casi absoluto del valor denotativo del lenguaje que se usa
en ellos.

A continuación estudiaremos un texto que para algunos autores  (del Valle de Montejano,
1983, pág. 46) puede ser literario o informativo dependiendo del tratamiento que se le dé al
tema; es decir, dependiendo del valor con que se use el lenguaje (denotativo o connotativo) en
su redacción. Nos referimos al ensayo. Estas autoras lo consideran un híbrido entre el texto
literario y el texto informativo o expositivo.

Para Marina Parra (1996), el ensayo “Es un texto escrito, generalmente breve, que expone,
analiza o comenta una interpretación personal sobre un determinado tema: histórico,
filosófico, científico, literario, etc. En  él predomina lo personal y subjetivo: el punto de vista
del autor.”

Como decíamos en párrafos anteriores este texto ha sido difícil de clasificar, ya que presenta
muchas variantes formales. En un ensayo el autor expresa sus ideas y sentimientos sobre un
tema determinado que a él le interesa, sin pretender agotarlo. El autor expresa sus ideas sin
pretender comprobarlas como en el texto científico; usa ejemplos, narra anécdotas y, en el
caso del ensayo erudito hace gala de sus conocimientos.

Características

Este tipo de texto escrito presenta las siguientes características:

 Variedad temática.
 Brevedad. Aunque, igual puede ser extenso.
 Estructura libre (a excepción del ensayo argumentativo, los demás no requieren
mucho rigor sistemático).
 Relativa profundidad en el tratamiento del tema
 Estilo cuidadoso y elegante.
 Amenidad en la expresión.

Etapas para su elaboración

 Selección y delimitación de un tema.


 Acopio de información sobre él; para ello es necesario estudiarlo en todos sus
aspectos e inventariar sus partes.
 Determinación de su estructura, de acuerdo con el tipo de ensayo que se va a
elaborar.
 Esquema de las ideas que se van a desarrollar, se logra mediante la realización de la
estructura semántica del ensayo.
 Redacción del texto, utilizando un estilo personal.

Para más información haga clic aquí

Clasificación

Atendiendo al punto de vista del autor, a la estructura, al contenido y a su intención


comunicativa, los ensayos pueden clasificar en los siguientes grupos:

Estructura del ensayo argumentativo

Este tipo de ensayo, a diferencia de los demás, posee una estructura esquemática fija y está
compuesto de las categorías propias del texto de estructura argumentativa. Sus partes son:

 Introducción

En ella se enuncia, brevemente, la tesis (opinión) o la hipótesis que se quiere demostrar.

 Desarrollo

Aquí se ordenan, lógicamente, las ideas principales y secundarias relacionadas con el tema
(subtemas, proposiciones temáticas), se enuncian objeciones, si existen y se anexan citas,
ejemplos y pruebas que sirvan para sustentar la tesis expuesta.  
 Conclusión

En esta parte se retoma la tesis propuesta en la introducción y se demuestra su validez.

Les sugerimos que investigues autores de ensayos de nuestro país y de Latinoamérica. Los
invitamos a que abras los siguientes enlaces y trata de identificar las partes de los siguientes
ensayos, el tema que desarrollan los autores, la tesis planteada, el tipo a que pertenece de
acuerdo con la temática y la posición del autor en relación  con el tema.

http://www.ensayistas.org/antologia/XXE/ortega/ortega5.htm  
http://www.ensayistas.org/antologia/XXA/zavala/
http://litart.mforos.com/1194896/6679604-lo-esencial-alfonso-guillen-zelaya/

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