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lingüística – Semiótica.
¿Qué es la semiótica?
La semiótica se ha perfilado lo mismo como una teoría general de los signos que como el
estudio de la significación y el sentido en ciertos contextos y fenómenos de comunicación.
Ahí donde hay producción e interpretación de sistemas de signos la semiótica tiene algo
que decir. La semiótica es el saber contemporáneo (aun cuando como veremos sus
orígenes
vienen de muy lejos) que específicamente pretende ocuparse del sentido; en otra
acepción
también se ve la semiótica como una teoría del signo (Cf. Ducrot y Schaefer, 1998). Para
Greimas y Courtés (1982) la semiótica es aquello que permite las operaciones de
paráfrasis
(explicar o interpretar “amplificativamente” un texto) o de transcodificación (traducir de
un
código a otro), aquello que fundamenta la actividad humana en tanto que es intención.
La semiótica es una disciplina que se dedica al estudio de los signos y cómo les damos
significado. Se interesa por entender cómo utilizamos diferentes símbolos, como palabras,
imágenes o gestos, para representar y comunicar cosas. La semiótica analiza cómo los
signos se construyen, se interpretan y se usan en diferentes contextos culturales y
sociales. Esta disciplina nos ayuda a comprender cómo se generan significados y cómo
influyen en nuestra forma de entender el mundo.
La investigación en semiótica como ciencia tiene antecedentes que llenan un vacío en las
ciencias de la educación. Estos antecedentes permiten conceptualizar el signo como un
mediador en la comprensión del mundo y en el proceso de adquisición de aprendizajes. El
proyecto de investigación de Estudios Cubanos de Semiótica se enfoca en el proceso de
comprensión y significación, tomando como base teórica la concepción tricotómica del
signo propuesta por Peirce, y se integra científicamente con la caracterización de texto y
semiosfera de Lotman.
Este enfoque de estudio del signo aporta una nueva disciplina a las ciencias de la
educación, que permite investigaciones y propuestas para una lectura más crítica y
creativa del mundo. Al centrarse en el signo como objeto de estudio, se abre la posibilidad
de desarrollar perspectivas y enfoques que fomenten una comprensión más profunda de
los fenómenos culturales y sociales, y promuevan una educación que impulse el
pensamiento crítico y la creatividad en los individuos. En la vida cotidiana, la producción y
reproducción de la cultura van moldeando el contexto histórico y las grandes estructuras
de relaciones sociales. Cada nueva generación debe asimilar y continuar el desarrollo
histórico a partir de su propia subjetividad, sin perder los avances logrados. En este
proceso, la educación juega un papel fundamental, ya que forma a las personas para
enfrentar los cambios y desafíos de la sociedad.
En este artículo se abordan los avances y cambios significativos en los estudios semióticos
de la narratividad. En la primera parte se mencionan los tres principales saltos o rupturas
que han impulsado estos estudios, incluyendo la transición de la función propinada al
enunciado narrativo, de la performance del sujeto a su competencia y existencia modales,
y de la modalización a las pasiones.
Siguiente a esa parte del artículo se exploran nuevos caminos y perspectivas que han
surgido a partir de estas rupturas. Se destacan dos propuestas en particular: los estudios
semióticos de las pasiones, que buscan resolver dificultades previas en el tratamiento de
las pasiones y la etesia mediante el marco de la significación; y los regímenes de
interacción y sentido propuestos por Landowski, que reformulan la sintaxis narrativa al
considerar no solo la relación de junción entre sujeto y objeto en el enunciado, sino
también la de unión.
El objetivo del estudio es analizar las teorías de traducción de semiotistas como Eco,
Peirce, Jacobson, Lotman y Magariños, partiendo de la concepción del signo y la selección
de equivalentes. La aplicación de la semiótica cultural como método de análisis en el
contexto de los diccionarios ha permitido establecer parámetros para la creación de un
manual lexicográfico de lenguas amerindias en desarrollo, con el fin de lograr una mayor
precisión en la traducción de términos con una carga cultural significativa.
(Martín Villalobos- L, et al.,2014)
En el enfoque de Saussure, la lingüística forma parte de una ciencia más amplia que él
llamaba semiología. Según su perspectiva, para estudiar un lenguaje es necesario
analizarlo como un sistema de signos y comprender lo que tiene en común con otros
sistemas semiológicos. Al mismo tiempo, consideraba que el estudio del lenguaje era
fundamental para comprender la naturaleza del problema semiológico en general. Situar a
la lingüística dentro de la ciencia semiológica permitiría aclarar tanto el problema
lingüístico como otros fenómenos sociales, como ritos y costumbres, al considerarlos
como signos y explicarlos mediante las leyes de la semiología.
Aunque la idea de una doble fundación de la semiótica moderna, con Saussure y Peirce
como los padres fundadores, es históricamente discutible, tiene el valor de destacar que
existen dos génesis diferentes de esta disciplina. Por un lado, está la génesis lingüística de
la semiótica, que implica la transformación progresiva de los modelos lingüísticos en
instrumentos semióticos. Por otro lado, está la génesis lógica de la semiótica, que implica
la transformación de los conceptos y modelos utilizados en el estudio del razonamiento en
conceptos y modelos semióticos.
(Belluci, F., 2016).
Existen dos formas principales en las que esto ocurre: a) el paciente realiza una
apropiación desde el "significado", influenciado por sus creencias y mitos populares, y b)
el médico lleva a cabo esta transformación desde el "significante", utilizando el
conocimiento médico para establecer un sistema con su propia sintaxis. En este sentido,
se identifican regularidades en estos procesos, lo cual coincide con los objetivos de la
semiótica contemporánea.
(García Arroyo, J. M., 2015).