Los esfuerzos iniciales de mercadeo se deben centrar entonces en los
clientes de alto valor, los que más compran y que además defienden y promueven el producto; pero en etapas posteriores se deben desarrollar acciones específicas sobre el resto de consumidores de la pirámide para irlos incorporando en el gru- po siguiente de mejor valor, tal como lo indican las flechas en el gráfico 2.