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Se pueden cobrar interés por toda operación de financiación, ya se trate de una operación
mercantil como el banco que otorga un crédito, o el almacén que vende un televisor
financiado, o que se trate de una actividad que no sea mercantil, es decir, cuando alguien
que no es comerciante presta dinero, o vende algo a crédito, como cuando se le presta
dinero a un vecino, o se vende a crédito el automóvil familiar.
En cualquier caso que implique financiar es legal el cobro de intereses, sin importar si hay
o no un contrato de por medio o un título valor como una letra de cambio o un pagaré;
siempre que exista el crédito o la financiación procede el cobro de intereses, si esa es la
voluntad de las partes.
Cambio del interés cobrado por disminución o incremento del límite legal de los
intereses.
Supongamos que el 5 de enero Santiago le prestó dinero a Sandra a un interés del 25%
anual, y luego en abril el límite máximo de los intereses bajó al 20% anual.
En tal situación el interés cobrado a Sandra queda por encima del límite legal. ¿Está
obligado Santiago a disminuir el interés cobrado?
Al respecto señala el artículo 2231 del código civil:
«El interés convencional que exceda de una mitad al que se probare haber sido interés
corriente al tiempo de la convención, será reducido por el juez a dicho interés corriente, si
lo solicitare el deudor.»
La verificación se hace al tiempo de la convención, señala la norma, es decir, al momento
de firmar el contrato o el título valor.
Cuando se hace un crédito con un banco y se opta por cuotas fijas, estas serán fijas sin
importar si la tasa de usura aumenta o disminuye, lo que no sindica que lo importante es
que la tasa de interés al momento de contraerse la obligación esté dentro de los límites
legales.
Si luego ese límite legal sube o baja no afecta un contrato ya firmado por las partes; esto
en aras de la seguridad jurídica y contractual.
Lo anterior no obsta para que la partes puedan acordar lo contrario, y, de hecho, algunas
personas no pactan un interés cierto sino que lo amarran al interés corriente vigente para
el momento del pago de cada cuota, lo que por supuesto obliga a realizar una
reliquidación mensual.
Cuando la utilidad o ventaja triplique el interés bancario corriente que para el período
correspondiente estén cobrando los bancos, según certificación de la Superintendencia
Financiera o quien haga sus veces, la pena se aumentará de la mitad a las tres cuartas
partes.»
Obsérvese que la norma penaliza tanto el hecho de cobrar como recibir intereses
superiores a los legales, así que es lo mismo si usted cobra más de lo legal o acepta la
oferta del otro de pagarle más de lo permitido.