1 PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

Nombre: _______________________________________________ Curso: _____ Fecha: _______

Una chica universitaria

… Lo mismo que lo de Menchu, con los estudios, a la niña no la tiran los libros y yo la
alabo el gusto, porque en definitiva ¿para qué va a estudiar una mujer, Mario, si puede
saberse? ¿Qué saca en limpio con ello, dime? Hacerse un marimacho, ni más ni menos,
que una chica universitaria es una chica sin femineidad, no le des más vueltas, que para
mí una chica que estudia es una chica sin sexy, no es lo suyo, vaya, convéncete.
¿Estudié yo, además? Pues mira, tú no me hiciste ascos, que a la hora de la verdad, con
todo vuestro golpe de intelectuales, lo que buscáis es una mujer de su casa, eso, y no me
digas que no, que menudos ojos de cordero degollado me ponías, hijo, que dabas
lástima, y, en el fondo, si me conoces en la Universidad hubieras hecho fu, como el gato,
a ver, que a los hombres se os ve venir de lejos y si hay algo que lastime vuestro amor
propio es tropezar con una chica que os dé ciento y raya en eso de los libros. Mira
Paquito Álvarez sin ir más lejos, cada vez que empleaba mal una palabra y yo le corregía
se ponía loco, aunque aparentase echarlo a broma, ya, ya, bromas, claro que Paco
procedía de un medio artesano y encajaba mal los golpes, eso también es verdad.
¿Sabes lo que decía mamá a este respecto? Decía, verás, decía, «a una muchacha bien,
le sobra con saber pisar, saber mirar y saber sonreír y estas cosas no las enseña el mejor
catedrático». ¿Qué te parece? A Julia y a mí nos hacía andar todas las mañanas diez
minutos por el pasillo con un librote en la cabeza y decía con mucha guasa, «¿veis como
los libros también pueden servir para algo?». Pues, lo que oyes, saber pisar, saber mirar
y saber sonreír, no cabe, me parece a mí, resumir el ideal de femineidad en menos
palabras, por más que tú a mamá nunca la tomaste en serio, que es una de las cosas
que más me duelen, porque mamá, aparte inteligente, que era excepcional, papá mismo
lo dice, que no es cosa mía, tenía unos modales y un señorío que no se improvisan.
Miguel DELIBES
Cinco horas con Mario

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1. Indica los personajes que se mencionan en el texto.
2. Por el contexto, deduce qué personaje puede ser el que esté hablando, con quién conversa y qué
relación guarda con el resto de las personas nombradas.
3. ¿Cuál es el tema que se aborda?
4. ¿Por qué el texto es un monólogo?

Comprender e interpretar el texto

5. ¿Qué tema o tesis sobre la educación femenina defiende el personaje? ¿Con qué argumentos?
Explica si en la actualidad dichos argumentos te parecen aceptables o no.
6. Del texto se desprende que las posturas del emisor y el receptor son antagónicas con respecto al
tema tratado. Indica las expresiones que lo revelan.
7. Explica el significado de las siguientes expresiones:
a. A la niña no la tiran los libros
b. Una chica que os dé ciento y raya
c. Hacerse un marimacho
d. Una mujer de su casa

MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A. Lengua castellana y Literatura 4.º ESO
 1 PRUEBA DE COMPRENSIÓN LECTORA

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Reflexionar y valorar el contenido y la forma

8. ¿A qué género pertenece el texto? Justifica tu respuesta.
9. Explica el estilo o variedad lingüística que presenta el habla del personaje.
10. Investiga las costumbres de la época y escribe los cambios que, a tu juicio, se han operado en la
sociedad con respecto a la situación femenina.

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 1 SOLUCIONES

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1. Los personajes que se mencionan en el texto son: Menchu, Mario; Paquito Álvarez; mamá; Julia y «papá».

2. Quien habla con su marido es la mujer de Mario; madre de Menchu y hermana de Julia. Paquito Álvarez se
perfila como un hombre con el que la mujer podría haber mantenido algún tipo de relación: «Mira Paquito
Álvarez sin ir más lejos, cada vez que empleaba mal una palabra y yo le corregía se ponía loco, aunque
aparentase echarlo a broma, ya, ya, bromas, claro que Paco procedía de un medio artesano y encajaba mal
los golpes, eso también es verdad.»

3. El tema que se aborda es la educación de la mujer.

4. El texto es un monólogo porque el personaje se dirige a un interlocutor que no está presente en el momento
del discurso. (En la novela, Carmen se dirige a su marido muerto).

Comprender e interpretar el texto

5. El personaje sostiene que los estudios superiores no son necesarios ni deseables para una mujer. Los
argumentos que esgrime son propios de la época en que se sitúa la novela (1966) en la cual las mujeres
carecían de los derechos constitucionales que posteriormente adquirieron: «¿Qué saca en limpio con ello,
dime? Hacerse un marimacho?»; «una chica universitaria es una chica sin femineidad»; «una chica que
estudia es una chica sin sexy, no es lo suyo»; «a los hombres se os ve venir de lejos y si hay algo que lastime
vuestro amor propio es tropezar con una chica que os dé ciento y raya en eso de los libros»; «a una
muchacha bien, le sobra con saber pisar, saber mirar y saber sonreír y estas cosas no las enseña el mejor
catedrático».
En la actualidad dichos argumentos se consideran machistas y trasnochados en tanto que vulneran el
derecho de igualdad. Los alumnos, además, podrán exponer argumentos propios.

6. «¿Para qué va a estudiar una mujer, Mario, si puede saberse?»; «A la hora de la verdad, con todo vuestro
golpe de intelectuales, lo que buscáis es una mujer de su casa»; «Saber pisar, saber mirar y saber sonreír, no
cabe, me parece a mí, resumir el ideal de femineidad en menos palabras, por más que tú a mamá nunca la
tomaste en serio».

7. a. No le gusta estudiar.
b. Una chica que sepa más que vosotros.
c. Adoptar actitudes que se consideran masculinas.
d. Una mujer dedicada en exclusiva a las tareas domésticas.

Reflexionar y valorar el contenido y la forma

8. El texto pertenece al género narrativo porque hay un personaje que narra en primera persona en forma de
monólogo, unos sucesos acontecidos en un tiempo y lugar (sociedad) determinados.

9. El protagonista se expresa en lenguaje coloquial reflejado en los siguientes elementos fundamentales:

• Uso de sustantivos hipocorísticos: Menchu, Paquito, Paco.
• El vocativo, frecuente cuando se busca reproducir la lengua oral: Mario.
• Interrogaciones retóricas y apelaciones al receptor: «¿Para qué va a estudiar una mujer, Mario, si
puede saberse? ¿Qué saca en limpio con ello, dime?»; «¿Estudié yo, además?»; «¿Sabes lo que
decía mamá a este respecto?»; «¿Qué te parece?».
• Imperativo: Dime; mira; convéncete.
• No se utiliza el punto y aparte para no interrumpir el flujo de conciencia o pensamiento.
• Modismos y/o expresiones coloquiales: marimacho; ojos de cordero degollado; fu, como el gato;
ciento y raya; sin ir más lejos; verás; a ver; lo que oyes.
• Repeticiones, incluso en una misma cláusula: Decía, verás, decía; Ya, ya.

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 1 SOLUCIONES

• Interrupciones en las secuencias sintácticas: «Yo la alabo el gusto, porque en definitiva ¿para qué va
a estudiar una mujer?»; «a la hora de la verdad, con todo vuestro golpe de intelectuales, lo que
buscáis es una mujer de su casa» ; «no cabe, me parece a mi, resumir el ideal de femineidad en
menos palabras»…

10. Respuesta libre.

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