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19-Julio 2021

Carta al Claustro profesores del Departamento de Filosofía

Es, ahora, muy conocido el abuso repugnante por parte de un profesor activo de la Universidad del
Valle, Daniel González García, a mi vida. Y, ahora, no sólo eso, sino que también se conoce el poco
o casi nulo avance del proceso universitario y jurídico del que son responsables las instancias
encargadas a este respecto. Sin embargo, es importante para mí, debido a las muy obscuras
interpretaciones de las que últimamente soy conocedora, dejar claro que el departamento de
Filosofía, y especialmente sus directivos, desde el primer momento en que dejé consagrado en el
primer correo electrónico mi denuncia ellos procedieron como el protocolo universitario lo indica.
Sentí que fui tomada en serio, mi queja les pareció un asunto muy delicado que debe ser
investigado y esclarecido rápidamente. La percepción que tengo de los directivos del
departamento de Filosofía, es de total seriedad con el caso, el cuidado para conducir mi caso
según el protocolo universitario siempre fue por mi evidente. Los directivos del departamento me
han explicado cuales son los procedimientos oficiales dentro de la universidad para llevar a las
instancias pertinentes el caso, y como no es propiamente su tarea la investigación jurídica sino el
acompañamiento normativo, se han limitado a esto último. Cuando me he pronunciado sobre el
hecho de no contar con un acompañamiento universitario, me he referido específicamente a
cómo se ha conducido el caso dentro de las instancias disciplinarias por parte de la Universidad del
Valle, porque de ella propiamente no he recibido acompañamiento psicológico ni jurídico, ni
mucho menos el acompañamiento oficial del centro de investigaciones y Estudios de Género, del
que tanto se hace alarde en una de las últimas cartas que ellos enviaron al “Canal Uno”. Pensé que
la universidad, a través de este proceso, procuraba esencial velar por los derechos de los
estudiantes cuando se hace evidente su vulneración y violación. Pues hasta la fecha no me siento
protegida por ella en tanto estudiante víctima de violencia psicológica. A pesar de que los
estudiantes formamos parte de la Universidad tal como los profesores, a pesar de que los
estudiantes constituimos la universidad junto con los profesores, parece muy evidente que
quienes deberían encargarse de este asunto (los responsables de la rectoría y administración
universitaria), como de otros, tratan a los profesores como los suyos y a los estudiantes como
clientes temporales. Por lo anterior, agradezco a los directivos del departamento de Filosofía,
William Mauricio González Y Nelson Cuchumbé, por hacer todo cuanto toca a su deber, y espero
así mismo - finalmente- que los responsables de este proceso ahora tan conocido hagan lo que a
ellos les corresponde, pues a mas de un año de mi denuncia no se tiene, como he dicho, un avance
significativo.

Elisa Andrea Toro Muñoz

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