Está en la página 1de 7

UNIVERSIDAD NACIONAL "SANTIAGO

ANTUNES DE MAYOLO"

FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA PROFESIONAL DE MATEMATICA

MONOGRAFÍA

VARIEDADES
RIEMANNIANAS

Presentado por:

GARRIDO SANCHEZ, Charles Milton

VELASQUEZ JAQUE, Raul Victor.

Docente:

VALDERRAMA ARTEAGA Jonhson Diomedes.

Huaraz, octubre del 2021


Variedades riemannianas

Intuitivamente, degφ es el numero de veces que φ : [0, l] → S1 envuelve a [0, l] alre-


dedor de S 1 (g. 5-30). Nótese que la función φe : [0, l] → R constituye una determinación
continua del ángulo positivo que forma el vector jo φ(0) − O con φ(t) − O, t ∈ [0, l], O =
(0, 0). Por ejemplo, la aplicación π : S 1 → S 2 descrita en el ejemplo 4 de la sec. 5.6, parte
A, tiene grado k .
Tenemos que demostrar que la denición de grado independiente de la elección de p y de
x.
Primero, degφ no depende de las elecciones de x. en efecto sea x1 > x2 , un punto de R tal
que π(x1 ) = p y sea φe1 (t) = φ(t)
e + (x1 − x), t ∈ [0, l]. Como x1 − x es un múltiplo entero
de 2π, φe1 es una elevación de φ que empieza en x1 . En virtud en parte de la unicidad de
la pro. 2 de la sec. 5,6, φe1 es la elevación de φ que empieza en x1 . Al ser
e1 (l) − φ
φ e − φ(0)
e1 (0) = φ(l) e = (degφ)2π,

Obtenemos el mismo grado, tanto si se calcula en x como si se calcula en x1 .


En segundo lugar, degφ no depende de la elección de p ∈ S 1 . En efecto, cada punto
p1 ∈ S 1 , exceptuando el punto antipodal a p, pertenece a un punto distinguido U1 de
p. elijamos x1 en la componente conexa de π − 1(U1 ) que contiene a x, de suerte que
π(x1 ) = p1 y sea φ
e1 la elevación de

φ : [0, l] → S1 , ϕ(0) = p1
Que empieza en x1 . Es claro que |φe1 (0) − φe1 (0)| < 2π . Por tanto, mediante el pro-
ceso de etapas sucesivas con el que se construyen las elevaciones (cf. La demostración
de la pro. 2 sec. 5,6) se obtiene que |φe1 (l) − φe1 (l)| < 2π . Como las dos diferencias
e1 (l) − φ
φ e − φ(0)
e1 (0), φ(l) e tienen que ser múltiplos enteros de 2π , sus valores en realidad
son iguales. Por continuidad, la solución también es cierta para el punto antipodal de p.
Con esto ya hemos demostrado nuestra armación.

La propiedad mas importante del grado es su varianza frente a homotopías. Con


mas precisión, sean φ1 , φ2 : S 1 → S 1 aplicaciones continuas. Fijemos un punto p ∈ S 1 ,
obteniendo así dos arcos cerrados enp, φ1 , φ2 : [0, l] → S 1 , ϕ1 (0) = ϕ2 (0) = p. Si
φ1 y φ2 so homotopicos, entonces degφ1 = degφ2 . Esto se deduce de manera inmediata
a partir del hecho de que (pro. 4, sec. 5.6) las elevaciones de φ1 y de φ2 , que empiezan
en el punto jo x ∈ R, son homotopicas; en consecuencia, tienen los mismos extremos.
Debe subrayarse que si φ : [0, l] → S1 es diferenciable, determina funciones diferenciables
a = a(t), b = b(t), dadas por φ(t) = (a(t), b(t)), que satisfacen la condición a1 +b1 = 1. En

1
Variedades riemannianas

este caso, la elevación φe que empieza en φ0 = x es precisamente la función diferenciable


(cf. el lema 1, sec. 4.4) Z t
φ
e1 (t) = φ
e0 + (ab′ − ba′)dt
0

Ello se deduce de la unicidad de elevación y el hecho de que cosφ(t)e = a(t), senφ(t)


e =
b(t), φ(0)
e e0 , por tanto, en el caso diferenciable, el grado de φ puede expresarse por

la integral, Z t
1 dφ
degφ = dt
2π 0 dt
Bajo esta forma, la noción de grado ya ha aparecido varias veces en este libro. Por ejem-
plo, cuando v : U ⊂ R2 → R2 , S 1 ⊂ U en un campo vectorial y (0, 0) es una singularidad,
el índice de v en (0, 0) pueden interpretarse como el grado de la aplicación φ : S 1 → S 1 ,
denida por φ(p) = v(p)/ |v(p)| , p ∈ S 1 (Cf. La sec. 4.5, aplicación 5). Antes de abordar
más ejemplos, recordemos que una curva (diferenciable) cerrada una aplicación diferen-
ciable α : [0, l] → R3 (o R2 , si la curva es plana) tal que las componentes de α, junto
con todas sus derivadas, coinciden en 0 y l. La curva α es regular si α′(t) ̸= 0 para todo
t ∈ [0, l], y, si para cualquiera t1 , t2 ∈ [0, l), t1 ̸= t2 , se tiene α(t1 ) ̸= α(t2 ), entonces α
es simple. Algunas veces es conveniente admitir α es solamente continua; en este caso,
diremos explícitamente que α es una curva cerrada continua.

Ejemplo 1 (el número de vueltas de una curva). Sea α : [0, l] → R2 una curva cerrada
continua y plana. Elijamos un punto p0 ∈ R2 , p0 ∈
/ α([0, l]) y denamos α : [0, l] → S 1
mediante

α(t1 ) − p0
φ(t) = , t ∈ [0, l]
|α(t1 ) − p0 |

Es claro que φ(0) = φ(l) y que podemos imaginarnos a φ como una aplicación de
S 1 en S 1 , se denomina aplicación de posiciones de α con respecto p0 . El grado de φ se
denomina el número de vueltas (o el índice) de la curva α con respecto a p0 (g. 5-31).

Nótese que movimiento p0 a lo largo de un arco β que no corte a α([0, l]) el número
de vueltas no varía. De hecho, de echo las aplicaciones de posición de α con respecto a
cualquier pareja de puntos de β pueden unirse claramente mediante una homotopía. Se
deduce entonces que el numero de vueltas de α con respecto a q es constante cuando q
recorre una componente conexa de R2 − α([0, l]).

Ejemplo 2 (el índice de rotación de una curva). Sea α : [0, l] → R2 una curva regular,
cerrada y plana, sea φ : [0, l] → S 1 la aplicación denida por

α′(t1 )
φ(t) = , t ∈ [0, l]
|α′(t1 )|

2
Variedades riemannianas

Está claro que φ es diferenciable y φ(t) = φ(l). Se denomina φ la aplicación tangente


de α, y se denomina índice de rotación de α al grado de φ, intuitivamente, el índice de
rotación de una curva cerrada es el numero completo de vueltas que afecta el campo vec-
torial tangente a lo largo de la curva (g. 1-27, sec. 1.7). Es posible extender la noción de
índice de rotación a curvas regulares a trozos utilizando los ángulos de los vértices (véase
la sec. 4.5) y demostrar que el índice de rotación de una curva cerrada, simple y regular a
trozos es ±1 (teorema de rotación de tangentes). Se utiliza este hecho en la demostración
del teorema de Gauss-Bonnet. Demostraremos mas adelante en esta sección una versión
diferenciable del teorema de rotación de tangentes. Nuestro primer teorema global va
constituir una versión diferenciable del denominado teorema de la curva de Jordan. Para
la demostración se presupone alguna familiaridad con la materia de la sec. 2-7.

TEOREMA 1 (El teorema de Jordan diferenciable). Sea α : [0, l] → R2 una curva


2
regular, cerrada, plana y simple. Entonces R − α([0, l]) tiene exactamente dos compo-
nentes conexas, siendo α([0, l]) su frontera común.

Demostración. Sea Nε (α) es un entorno tubular de α ([0, l]). Este se construye de la


misma manera que el entorno tubular de una supercie compacta ya utilizado (cf. La sec.
2.7) recordamos que Nε (α) es la unión de segmentos normales abiertos Iε (t), de longitud
2ε y centro en α (t). Es claro que Nε (α)−α ([0, l]) tiene dos componentes conexas T1 y T2 .
Denotados por w (p) al numero de vueltas de α con respecto a p ∈ R2 − α ([0, l]). El punto
crucial de la demostración consiste en probar que si tanto p1 como p2 pertenece a com-
ponentes conexas distintas de Nε (α) − α ([0, l]) y al mismo Iε (t0 ) , t0 ∈ [0, l], entonces
w(p1 ) − w(p2 ) = ±1, donde el signo depende de la orientación de α.

Elíjanse los puntos A = α(t1 ), D = α(t2 ), t1 < t0 < t2 lo sucientemente próximos a


t0 como para que el arco AD de α se puede deformar homotópicamente sobre el polígono
ABCD de la g. 5-32. Aquí BC es un segmento de la recta tangente en α(t) y BA y CD
son paralelos a la recta normal en α(t0 ).

Denotemos por β : [0, l] → S1 las aplicaciones de posición de β asociadas, respectiva-


mente, a p1 y p2 (cf. El ejemplo 1) y sean φe1 , φe2 : [0, l] → R sus elevaciones de un punto
jo, por ejemplo, O ∈ R. por conveniencia, admitamos que la orientación de β es la que
se muestra en la g. 5-23.
Resaltamos en primer lugar que si t ∈ [t3 , l],las distancias de α(t) a p1 y p2 están acotadas
inferiormente por un número que no depende de (t), a saber, el menor de los números
dist(p1 , Bd Nε (α)) y dist(p2 , Bd Nε (α)). Se deduce entonces que el ángulo entre

3
Variedades riemannianas

α(t) − p1 y α(t) − p2 tiende a cero uniformemente en [t3 , l] cuando p1 aproxima a p2 .


Esta claro ahora que es posible elegir p1 y p2 lo sucientemente próximos entre sí como
para que φe1 (t3 ) − φe1 (0) = π − ε1 y φe2 (t3 ) − φe2 (0) = −(π + ε2 ) , con ε1 y ε2 más pequeños
que π/3. Además,

2π(w(p1 ) − w(p2 )) = (φ l) − φ
e1 (e e1 (0)) − (φ l) − φ
e2 (e e2 (0))

= {(φ
e1 − φ l) − (φ
e2 )(e e1 − φ
e2 )(t3 )} + {(φ
e1 − φ
e2 )(t3 ) − (φ
e1 − φ
e2 )(0)}
Por la observación precedente, si p1 es lo sucientemente próximo a p2 , el primer tér-
mino puede hacerse arbitrariamente pequeño, por ejemplo, igual a ε3 < π/3. Así,

2π(w(p1 ) − w(p2 )) = ε3 + π − ε1 − (−π − ε2 ) = 2π + ε


,

Donde ε < π si p1 es lo sucientemente próximo a p2 . Se deduce entonces que


w(p1 ) − w(p2 ) = 1; como habíamos armado. Es ahora fácil completar la demostración.
Como w(p) es constante en cada componente conexa de R2 − α([0, l]) = W , se deduce
de lo dicho mas arriba que hay al menos dos componentes conexas en W . demostraremos
ahora que hay exactamente dos componentes.

4
Variedades riemannianas

En efecto, sea C una componente conexa de W . Esta claro que Bd C ̸= ϕ y que Bd


C ⊂ α([0, l]). Por otra parte, si p ∈ α([0, l]) , existe un entorno de p que solo contiene
puntos de α([0, l]), puntos de T1 y puntos de T2 (T1 y T2 son las componentes conexas
de Nε (α) − α([0, l])). En consecuencia, o (T1 intersecta a (C o (T2 intersecta a (C . como
(C es una componente conexa, (T1 ⊂ C o T2 ⊂ C . por lo tanto, a lo más existen dos
(luego, dos con exactitud) componentes conexas de W . llamémosla C1 y C2 . El argumento
también prueba que Bd C1 = α([0, l]) =Bd C2.

Las dos componentes conexas que se obtienen en el teorema 1 se pueden distinguir


fácilmente entre sí. Una parte de la observación de si p0 esta fuera de un disco cerrado D
que contiene a α([0, l]) (tal disco existe pues ]0, l], es compacto), entonces el numero de
vueltas de α con respecto a p0 es cero. Ello se deduce del hecho de que todas las rectas
que unen p0 con α(t), t ∈ [0, l], se hallan dentro de una región que contiene a D y que
esta delimitada por las dos tangentes al circulo BdD que pueden trazarse desde p0 . Por
tanto, la componente conexa que tiene numero de vueltas cero es no acotada y contiene
a todos los puntos exteriores a un cierto disco. Está claro que la componente conexa
restante tiene un numero de vueltas igual ±1 y esta acotada. Es habitual denominarlas,
respectivamente, el exterior y el interior de α.

Observación 1. Un complemento útil al teorema precedente, que ya se utilizó en las


aplicaciones del teorema de Gauss- Bonnet (sec. 4.5), es el hecho de que el interior de
α es homeomorfo a un disco abierto. En J. J Stoker, Dierential Geometry, Wiley-
Intercscience, Nueva York, 1969, pp. 43-45, se pueden encontrar una demostración de
este hecho.
Ahora demostraremos una versión diferenciable del teorema de rotación de tangentes.

TEOREMA 2. Sea β : [0, l] → R2 una curva regular, plana, cerrada y simple. En-
tonces el índice de rotación de β es ±1 (dependiendo de la orientación de β ).

Demostración. Consideramos una recta que no corta a la curva y desplacémosla pa-


ralelamente asimismo hasta que sea tangente a la curva. Denotemos por l esta posición
de la recta y por p a un punto de tangencia de la curva con l. Está claro que la curva se
halla totalmente contenida a un lado de l (g. 5-33). Elijamos una nueva parametrización
α : [0, l]C para la curva de forma que α(0) = p. denamos ahora el triangulo

T = {(t1 , t2 ) ∈ [0, l]× ∈ [0, l]; 0 ≤ t1 ≤ t2 ≤ l}


Y también la aplicación secante π : T → S 1 mediante
α(t1 ) − α(t2 )
ψ(t1 , t2 ) = para t1 ̸= t2 , (t1 , t2 ) ∈ T − {(0, L)}
|α(t1 ) − α(t2 )|

α′ (t) α′ (0)
ψ(t, t) = , ψ(0, l) = −
|α′ (t)| |α′ (0)|
Como α es regular, es fácil ver que ψ es continua. Sean A = (0, 0), B = (0, l), C = (l, l)
los vértices de T . nótese que la restricción de ψ al lado AC es la aplicación tangente de α,
cuyo grado es el número de rotación de α. Está claro (g. 5-33) que la aplicación tangente
es homotópica a la restricción de ψ a los lados restantes AB y BC . Por tanto, hemos

5
Variedades riemannianas

reducido el problema a probar que el grado de esta última aplicación es ±1.

Admitamos que las orientaciones del plano y de la curva son tales que el ángulo orien-
tado de α′ (0) a − α′ (0) es π . Entonces la restricción de ψ a AB recubre una mitad de
S 1 en la dirección positiva, y la restricción de ψ a BC recubre la mitad restante en la
dirección positiva (g.5-33). Por tanto, el grado de la restricción de ψ a AB y BC es
+1. Invirtiendo la orientación obtenemos que dicho grado es −1. Con esto concluye la
demostración.

El teorema de rotación de tangentes puede utilizarse para establecer una característica


de una clase importante de curvas, a saber, las curvas conexas.
Una curva regular, cerrada y plana α : [0, l] → R2 es convexa si, para cada t ∈ [0, l] la
curva se encuentra en uno de los semiplanos cerrados determinados por la recta secante
en t (g. 5-34. Cf. También la sec. 1.7). Si α es simple, la convexidad se puede expresar
en términos de la curvatura. Recordamos que, para curvas planas, siempre se entiende
que la curvatura esta dotada de signo (sec. 1.5, observación 1).

También podría gustarte