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LAS HERAS 3741

Loc:a131 • TEL. 4801-2850
De la familia
al individuo
Terapia familiar Murray Bowen
Últimos títulos publicados:
22. B. P. Keeney y 0, Silverstein - La voz terapéutica de Oiga Silverstein
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W. H. O'Hanlon - Ra(ces profundas
H. C. Fishman - Tratamiento de adolescentes con problemas
De la familia
28. M. Selvini Palazzoli y otros - Los juegos psicóticos en La familia
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T. Goodrich y otras - Terapiafamiliarfeminista
L. Onnis - Terapia familiar de los trastornos psicosomáticos al individuo
31. A. Ackerrnans y M. Andolfi - La creación del sistema terapéutico
32. S. de Shazer - Claves para la solución en terapia breve
33. A. M. Sorrentino - Handicap y rehabilitación La diferenciación del sí mismo
34. L. Cancrini - La psicoterapia: gramática y sintaxis
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38. S. Cirillo y P. Di Blasio - Niños maltratados compilación de
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45. Matteo Selvini - Crónica de una investigación
46. C. Rausch Herscovici y L. Bay - Anorexia nerviosa y bulimia
48. S. Rosen - Mi voz irá contigo
49. A. Campanini y F. Luppi - Savicio social y modelo sistémico
50.B. P. Keeney - La improvisación en psicoterapia.
51. P. Caillé - Uno más uno son tres
52. J. Carpenter y A. Treacher - Problemas y soluciones en terapia familiar y de pareja
53. M. Zappella - No veo, no oigo, no hablo. El autismo infantil
54. 1. Navarro Góngora - Técnicas y programas en terapia familiar
55. C. Madanes - Sexo. amor y violencia
56. M. White y D. Epston - Medios narrativos para fines terapéuticos
57. W. Robert Beavers y R. B. Rampson - Familias exitosas
58. L. Segal - Soñar la realidad
59. S. Cirillo - El cambio en los contextos no terapéuticos
60. S. Minuchin - La recuperación de lafamiUa
61. D. A. Bagarozzi y S. A. Anderson - Mitos personales, matrimoniales y familiares
62. 1. Navarro G6ngora y M. Beyebach (comps.) - Avances en terapia familiar sistémica
63. B. Cade y W. H. O'Ranlon - Gufa breve de terapia breve
64. B. Camdessus y otros - Crisis familiares y ancianidad
65. J. L. Linares - Identidad y narrativa
66. L. Boscolo y P. Bertrando - Los tiempos del tiempo
67. W. Santi y otros - Herramientas para psícoterapeutas
68. M. Elkarm (comp.) - La terapia familiar en transformación
69. 1. L. Framo - Familia de origen y psicoterapia
70. J. Droeven (comp.) - Construyendo más allá de pactos y traiciones
72. M. Coletti y 1. L. Linares - La intervención sistémica en los servicios sociales ante
lafamilia multiproblemática
~II~
73. R. Perrone - Violencia y abusos sexuales en la familia
74. 1. Barudy - El dolor invisible de la infancia
PAIúÓS
Barcelona
Buenos Aires
México
Título original: Dallafamiglia all'indivüJuo. La differenziazione
del sé nel sistema familiare .
INmCE
Publicado en italiano por Casa Editrice Astrolabio~Ubaldil1i Editare, Roma

Traducción de Beatriz E. Anastasi de Lonné

Cubierta de Eskenazi & A.sociados, S. L.:

Introducción, por Maurizio Andolfi y Marcella de Nichilo ""'" 9

Aplicación de la teoría de la familia en la práctica clínica "".".19
Hacia la diferenciación del sí-mismo en la familia de origen.... 64
El anónimo "." .. " ........... ;... "." .. ".""""""................................... 87
Principios y técnicas de terapia familiar múltiple """""""",,"" 133
La reacción de la familia frente a la muerte""""""""""""""". 156
Una entrevista con Murray Bowen """"""""",,"""""""""""" 173
Indice analítico " .. "." ..... "" ....... "" ........ "."""."."."." ..... " .......... 201

1. edición, 1991
0 /
1. a reimpresión, 1998
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autori7.aci~1I escrita de los. titulares del "Copyright» .. bajo
las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o p~rclal ~e esta o~ra por c,~alq.Uler.
medio o procedimiento, comprendidos la reprograffa y cl tratamiento mfofmállco, y la dIstribUCión
de ejemplares dc ella mediante alquiler o préstamo públicos.

© 1979 by Casa Editrice Astrolabio~Ubadil1i Editare, Roma

© de todas las ediciones en castellano,
Ediciones Paidós Ibérica, S. A.,
Mariano Cubí, 92 ~ 08021 Barcelona
y Editorial Paidós, SAlep,
Defensa, 599 ~ Buenos Aires

ISBN: 84-7509-716-2
Depósito legal: B-33.444/1998

Impreso en A+M Grafic, S. L.,

08130 Santa Perpetua de la Mogoda (Barcelona)

Impreso en España ~ Printed in Spain

 INTRODVCCION

La- experiencia me ha enseñado que cuanto

más e,onoee un terapeu~a ,~ una familia, n:t~s se
conoce, esa familia a sí misma" y que cuanto
más' ~e' 'aprende 'la f~milia, má's forma el tera-
~etita.· I

,. Murray Bowen

" ;

Murray Bowen, psiquiatra y profesor en 'la Georgetown Univer-

sityde·Washington, D.C.,es una de las figuras más relevantes de la
terapia familiar y relacional norteamericana. No sólo porque ha sido
uno de los pioneros' en la materia; sino porque se presenta con la
solemnidad ,hierática de quien es y sabe que es un "personaje". Su'
característica física más típica es la voz: profunda, cargada dé histo-
ria, sosegada y ~sin'embargorica en tonos vibrantes que suscitan
inmediatamente enquíen lo escucha emotivas resonancias; Las
pausas, bien medidaS; producen un efecto casi hipnótico: sólo nos
damos cuenta de estar pendientes de sus labios cuando el encanto se
esfuma. Así lÍos sucedió en Filadelfia, en ilOviembte de 1972, cuan-
do lo.encontramospor·prlmera vezen'un Coloquio 'sobreterapia
familiar: en medio de centenares de personas, 'nos pareceía estar con
él frente a frente, en algún ]úgar apartado. Cuando se le conoce más
no deja de sorprender, porqu'e descubrimos en esa figura imponente,
bajo' una frente ancha, dos ojos azules, 'relampagueantes.de inteli-
gencia y de una·sutil· benevolimcia. Es fácil comprender entonces
que haya podido inventar un plan maquiavélico como el que describe
en "Lo anónimo" y fragmentar lúcidamente, tras años de dedicación
emocional, ese triángulo familiar; esa masa indiferenciada del "yo",
"programada" para él y para cada uno de los miembros de un núcleo
familiar medio. "En el período de sólo 150 a 200 años -------<lice
Bowen-'.un individuo desciende de 64 a 128 familias, cada una de
las cuales le ha aportado algo. Con todos los mitos, mitificaciones,
recuerdos y opiniones influidas por la' emotividad, resulta difícil
conocer el sí~mismo O los miembros de la familia en lo personal, en·
el presente y en el pasado reciente. Cuando se reconstruyen hechoS
ocumdos uno o dos siglos antes,'es más fácil superar los mitos 'y
ser 'realistas' ".' . .
 10 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
Comprender el mecanismo, dif~renciarse, deshacer los triángu-
los y cambiar los viejos modelos no es, para Murray Bowen,
únicamente un objetivo terapéutico, sino también la meta de la vida
de todo individuo' que quiere conquistar la libertad y el conoci-
miento eri' un sistema abierto de relacióries. El proceso de diferen-
ciación está siempre eri marcha, dinámico como el crecimiento de
la persona inserta' en un contexto f!llliil¡ar y social en evolución
desde hace millares de años. Pero cuidado con dejarse engañar por
las teorías de la "escala de diferenciación del sí-mismo" y de los
"triángulos": el mismo Bowen manifestó en el Coloquio Interna-
cional de :rerapia Familiar celebrado en, Florencia en junio de 1978
que había empleado definiciones deterministas y estáticas que, de
no comprenderlas y profundizarlas adecuadamente, podían parecet
deternrinistas y estáticas. Todo lo, que se refiere al mundoemocio-
na! es' vital, y por tanto noclasificable en, categorías rígidas e
inmutables.", ,,,
Una, vez establecidas ,con la familia de ,origen relaciones diferen-
ciadas y emocionalmente valorativasen, el plano personal,' éstas
serán beneficiosas también ,para el núcleo familiar. Por eso,con una
probada experiencia terapéutica en su haber; Murray se podrá perrni·
tir también participar en el Simposio en :honor,a sus 30 años de acti-
vida,d. rodeado de su mujer" hijos y parientes, cercanos, y lejanos,
provistos de un brillante clavel rojo que parece decir: "We made it.
Do it. yourself'. Más allá ,de las w,écdotas (se podrían contar
muchas, puesto que él mismo ,acostumbra a reúse' de sí. mismo y a
divertirse), ¿cuál es el núcleo central ,de las teorías de Bowen? J!s
decir,,¿cuál ,es el sentido de sus experiencias humanas y clínicas más
significativl\S?' ',
,.-¡-.~. ¡. LAS 1EORIAS FUNDAMENTALES, )1.
u \':J;'¡;, ;.1: 1 ': ,r,
Q')i il) La,t\\rapia familiar es un movimiento que se, ha desarrollado
c!!JlN,,!111!\,e¡¡tensión del psicoanálisis, enla década de 1950, en,el
i¡}~.m!1,a!i; elJ,contrar estructurascognitiv¡¡s y,métodos de terapia más
€lfis¡~~,q\1.~&1 enfoque intrapsíquico, en los casos de gra,ves trastor·
nRfl1!'lmOOiQq!\l~~,i.qu!:,implicandirectan,Iente tanto al ~di~iduocomo
llk\l!mt~~19{fllmilill!:en,el que se halla ,mserto. El movmuento, como
,W~~l,~le!l¡PQ!)linpª eYQlución,en, busca de un lenguaje "creativo",
'.9~g¡!.Z de acuflar nuevas formulaciones teóricas que den conceptuali-
;",-" "
- -";-' -'
: '.,<
INTRODUCCION 11
zaciones más, adecuadas :y a un tiempo más eficaces en la· interven-
ción clínica del planteamiento relacional.
2) La familia humana es un sistema que sigue las leyes dinámi-
cas de los, sistemas' naturales (el sistema solar, por ejemplo, es un
subsistema de un sistema más amplio;, el- universo). Estos' sistemas
son siempre objeto de estudios específicos e interdisciplinarios,
realizados por :investigadores que se proponen profundizar en los
conceptos funcionales según una óptica interactiva. Dentro de ese
sistema familiar, toda 'persona tiene una función quda convierte en
un "segmento" imprescindible de un todo más vaSto. Resulta pues
posible trabajar con un miembro' de la familia como si todos los
demás estuviesen "sentados junto a él, como fantasmas".
3) El terapeuta debe ser consciente de que está actuando en un
sistema emocional que es' transaccional y 'enel cual el conflicto
conyugal, la conducta disfuncional de uno o ambos cónyuges, o la
proyección sobre uno de los hijos de la familia nuclear están deter-
mináilos por tres factores fundamentales: el nivel de madurez o de
indiferenciación del sí-mismo en relación con la propia familia de
origen; el grado de fusión transmitida, en el curso de varias genera-
ciones (al menos 8 en los casos de:esquizofrenia);a las unidades
iridividilales y por último, los repetitivos mecanismos conflictuales,
~~~~~es y no verbales, que s)' tr~smiten de generac~ón e~ genera-
4) La' disfunción aparece de manera notoria cuando. predomina
un mecanismo redundante; que se hace crónico en el momento en
que la tensión extrema bloquea los circuitos de comunÍCación' hasta
paralizarlos. Los subsistemas, entendidos como ,conceptos básicos
de la teoría sistémica, son variables críticas de la disfulición en el
seno del sistema más amplio: En los subsistemas familiares, los
síntomas constituyen las evidencias del trastorno emocional, físico o
social.
5) Todo terapeuta debe' ser consciente de que forma parte de
tres subsistemas como mínimo: el de su núcleo familiar, el de la
familia amplia y el terapéutico. En todos los casos, a partir de la
suya propia, debe' hacer de la 'familia· un objeto de investigación,
sabiendo convertirse, por un lado. en un experto en esa fániilia
(comprendiendo sus sistemas, sus reglas y su funcionamiento) y por
el otro, en un ingeniero (ayudándola a restablecer el equilibrio
funcional de fuerzas).
12 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
6) El objetivo terapéutico es el que hace que, a través de la
comprensión de las reglas y del modo de funcionar del sistema en su
totalidad, la familia se convierta en una experta, capaz de lograr, no
sólo restablecer el equilibrio en los momentos de crisis aguda, sino
también en situaciones similares de tensión que eventualmente se
puedan repetir con el paso del tiempo. En este sentido, el terapeuta
asume una función principal, la de preparar a la familia para pensar
en sí misma en términos relacionales y sistémicos, más que para
reaccionar en un nivel meramente contradictorio y sensitivo. Precisa-
mente, la capacidad de pensar es la cualidad exclusiva que distingue
al hombre de los otros seres "protoplasmáticos".
LAS TECNICAS MAS ORIGINALES
Bowen da las indicaciones pragmáticas, maduradas a tavés de su
experiencia clínica de aproximadamente 25 años, una vez estableci-
dos en el plano teórico los conceptos esenciales de la escala de dife-
renciación, es decir, los correspondientes:
a ese procedimiento complejo que permite "predecir", sobre la
base de muestra importante, cuantitativa y clínicamente, el modo
en que los individuos tienden a ponerse en contacto con los
distintos componentes de la familia de origen, en el continuum
de una gama que va de la fusión extrema a la total diferenciación
del sí"mismo;
a la familia nuclear entendida como sistema emocional;
a la individualización de los factores que determinan la "selec-
.ción del hijo" en el proceso de proyección familiar;
-, a la estabilidad de la relación triangulilr en todo tipo de interac-
. ;. ción humana, y finalmente:
- a las. características de observación, comprensión y control,
,,' 'PrOpIas de un sistema terapéutico eficaz.
M' iJ;O<jasljStas .técnicas tienen por objetivo específico:
,.,,('i!a.~;.~\sminuir, y ve.ncer la. ansiedad paralizante, restituyendo al
~(iAYlduo,:la, direc.ción y el control de su "cenagosa" existencia,
lI?«'';\~\l"Q.uand?Ja.muerte inminente o la separación de personas
S¡gnJf¡¡;¡¡,tlV¡¡S. ttendena despojarlo de esa fuerza humana que todavía
posee:
INTRODUCCION 13
b) reencontrar la individualidad sepultada en la masa "unicelu-
lar", dejando libre la conciencia mediante un proceso lento de obser-
vación, conocimiento y valoración del sí-mismo real en las relacio-
nes personales con los demás (familia de origen, farnilia nuclear y
medio extrafamiliar).
c) fragmentar el pseudo-sí-mismo, elaborado por el sistema
social del que la familia, inconscientemente, es el emisario reproduc-
tivo que lo perpetúa, extrayendo de la masa amorfa el auténtico sí-
mismo, sumergido en el lodo de los "contratos fraudulentos" que se
transmiten de generación en generación, como base y puntal de la
farnilia mitificada e institucionalizada;
d) preparar a los agentes "experimentales" de modo tal que,
antes de entrenar a los demás, se entrenen ellos mismos para crecer,
ensayando con las dificultades que les son propias, las "encoladu-
ras", las reacciones irracionales, las "ondas de choque emociona-
les", los conflictos relacionales y conyugales, siguiendo el mismo
modelo de training terapéutico que después aplicaráo a los demás en
la práctica clínica.
Las "técnicas" de Bowen llevan, pues, la impronta de un I
profundo respeto por el ser humano, de realismo y de un plantea- 1I
I1
miento riguroso de investigación metodológica y formación tera- v:
péutica y autoterapéutica. Nada se deja a la improvisación o a la L:
taumaturgia. Desde las primeras sesiones con la familia, el terapeu-
ta ilustra su método, utiliza el geno grama y explica por qué decide 1['1
trabajar con ambos cónyuges o sólo con aquel que está más moti- i:¡
1
vado. La intención final no es separar sino "destriangular", es j:l
responder en lugar de reaccionar y valerse de la cabeza y no de las !11
vísceras para vivir las emociones en plenitud y de manera gratifi-
cante.
Como el "cáocer" prolifera en la farnilia, la atención del que cura
debe tener como punto de mira la farnilia y más aún la pareja. En
algunos casos, Bowen trabaja simultáneamente con tres o cuatro
,i:
parejas seleccionadas con sumo cuidado, a las que les dedica una 1;
sesión de una hora u hora y media de duración, preocupándose por i¡
asegurar a cada una de ellas una distribución equitativa del tiempo. i
1
Esta modalidad de trabajo ha dado resultados satisfactorios, porque
hablando y escuchando a los demás las farnilias no sólo se tranquili-
zan, sino que llegan a comprender que a menudo los problemas son
comunes y aprenden también a encontrar soluciones adecuadas a sus

14 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
exigencias. Fuera de las sesiones terapéuticas, se evita todo contacto
entre las,parejas. . . . . '. '" ' .
Otras veces sobre todo cuando el compronnso emocIOnal de la
pareja es muy. ~tenso, BoWen trabaja únicamente con el m~ "sano"
de la familia, no para excluir al otro, sino para que el que tiene más
dificultades decida en qué momento le será más útil. y provechoso
tratarse él también; Cuando uno de los cónyuges haya aprendido a
escuch~, más que a reaccionar, estará,en condiciones de ser de gran
ayuda al cónyuge con más probl~m~. Al princip~o, este último se
opondrá a la tentativa de diferencIacIón de su par~Ja, tratan~o even-
tualmente de aliarse con los hijos, pero termmará' crecIendo y
conquistando un espacio que, cuando sea alcanzado y m~tenido por
ambos, les permitirá tener una relación adulta y cons~ctlva. ' na, no hacen sino intensificar la hostilidad yla distancia. Real es en
. Lo.mismo sucederá en. el momento en que el hiJO sea capaz de
'~regresar" a la familia de origen sin tener que recurrir a ese "pseudo-
corte" emocional que, en el alejamiento parcial o físico, busca la
superación de antiguos problemas y uniones nunca resueltas. Dicho
de otro modo, no hay que esperar que los demás cambien para
complacerlos, somos nosotros los que debemos cambiar sin .hacer-
nos,ilusiones. Se puede. estar cerca de una persona pensando que no
cambiará, sobre todo si se trata de un padre, pero si se sabe ~stable­
cer relaciones personales y no cohesivas se obtendrá un cambIO en el
sistema, en la medida en que se reciban, respuestas personales de
cada uno de loS componentes a los que de tiempo en tiempo se les
preste atención. Simultáneamente, aumentarán la cpnsideració?·.y el
respeto. Llegar a ser un mejor observador y con~olar laemotlVIdad
es uno de los esfuerzos más arduos y constructlvOS que se pueden
hacer. Aunque nunca se llegue a ser completamente objetivo,. se
puede hacer del plan de investigación un adiestramiento pw:a la v~da
y experimentar un equilibrio no' alcanzado· antes, que iogtamclusIve
afrontar la muerte, tabú para todo el género humano .. ". . vidual puede. ser un. procedimiento válido en todas partes. Puede'
En resumen, las técnicas de .Bowen se pueden smtetlzar en el
trastrocamiento de·una situación repetitiva y ritualizada, inventando
nuevas tácticas y estrategias, comó' cuando elterapeuta,por ejemplo,
opta por trabajar con el cónyUge más "sano" en lugar de hacerlo c?n
el "enfermo". De este modo se impedirá la comunicación emocional
o verbal entre dos personas incapaces de expresan:e 'para compren-
derse; se, usará el sí_mismo del terapeuta en pOSICIón de yo para
elaborar un modelo de comunicación alternativa y más personal, que
INTRODUCCION 15
luego pasará a ser una práctica de conducta en la vida de la pareja; se
afrontará el tema de la muerte con una persona en fase terminal, en
lugar de evitarlo .0 de intentar esconderle la realidad como 10 hacen
con frecuencia no sólo los familiares, sino también los médicos; se
hará participar al hijo en el funeral de la tuadrepara que pueda
despedirse de ella y no pensar que le es arrebatada por 'un invisible
poder m a l é f i c o . , .
. La técnica consiste pues en individualizar la realidad profunda·
que es la base del malestar en los trastornos emocionales. Lo que
aparenta ser real es a menudo una falsa realidad, como en el caso·de
los cónyuges que sufren porque reaccionando creen comunicarse
mejor, en tanto que en lugar de ayudarse y explicarse como quisie"
ran, aprisionados como están en la aCostumbrada reacción en cade-
muchos oasos su deseo de comunicarse de manera sosegada y cons c
tructiva, e irreal su comunioación rabiosa; caracterizada por la irra-
cionalidad. No debe asombrar, entonces, que después de meses y a
veces de lÍños de trabajo terapéutico dedicados a esclarecer el proble-
ma vital, uno de los cónyuges diga cándidamente que siempre ha
sabido cuál era su responsabilidad ysu "mala fe" en una situación
conflictiva.Blcambio nada.tiene que ver con el despertar de1a"bella
dimniente"de las fábulas: depende de la capacidad de poner ala
pareja frente a sí misma y frente a un tercero, en un juego con las
cartas sobrela mesa; de cuya corrección es fiador el terapeuta.
", /"
***
Si bien hay diferencias estructurales innegables entre la familia
norteamericana y la de otros países; es igualmente' Cierto que el
hecho de poner el acento en la familia de origen como eStímulo prin-
cipal para provocar un proceso de diferenciación del sí"Iliismoindi-
resultar estimulante, por tanto, experimentar un modelo de interven-
ción no interesado en una discusión acerca de las relaCiones con la
familia de origen, ni en una evocación terapéutica de COnflictos
fantasmales, sino en evaluar. al individuo y su capacidad de diferen-
ciarse, remitién¡lolo real y materialmente a su familia de origen sólo
"después de haberlo ayudado a programar el "regreso".
En el hecho de regresar para poder permanecer fuera se puede
I
I
16 OE LA FAMILIA ALINOIVIOUO
captar un elemento paradójico; pero más aún un modo de canalizar
hacia otros objetivos las energías vitales del individuo, "desperdicia-
das" muy frecuentemente en inútiles juegos conyugales desarrolla-
dos bajo el lema de reaccionar frente al otro para sentirse indepen-
dientes. A primera vista, puede parecer cuando menos original que
una problemática de pareja o el trastorno emocional de un hijo
puedan ser tratados separando a la pareja y comprometiendo a cada
cónyuge a reactivar procesos terminados tiempo atrás o interrumpi-
dos en el seno de la respectiva familia de origen. Si se hace un análi-
sismás minucioso este volver atrás permite al que lo experimenta ir
adelante en sus relaciones más significativas, con una realización de
su sí-mismo diferente y más madura.
El hecho de centrar el estudio de la· familia en el individuo y en
su proceso de diferenciación permite a Bowen superar la dicotomía
entre lo individual y lo relacional, exagerada a menudo por muchos
terapeutas dedicados al trabajo con las familias. Bowen se vale del
método relacional para lograr la comprensión del hombre y su ciclo
evolutivo, y no para oponerse al método psicoanalítico; si acaso,
tiende a provocar a esos analistas que tras un aparente rigor metodo-
lógico se .obstinan en ver al individuo como una mónada, separada
de todo'contacto.con los demás; Más provocativo todavía es su
lenguaje cuando define la actuación terapéutica como una suerte de
entrenamiento. Recurre a imágenes pertenecientes más al fútbol que
al mundopsicoterapéutico y se opone así enérgicamente al lenguaje
médico corriente ("evito, tanto formular diagnósticos como utilizar
otros términos médicos como enfermo o paciente") y en la misma
medida, se opone también a las expectativas de la familia al conside-
rarlo un terapeuta ('1si el terapeuta se permite transformarse en un
'curador' ; la familia entra en disfun"ión, en espera de que él cumpla
con su tarea"). Si bien es cierto que también a Bowen le resulta difí-
cil salir realmente del aspecto "mágico" de la terapia (baste pensar en
la actitud de adoración que tiene su equipo frente a él), no es menos
exacto que su función de entrenador de campo permite a los inte-
grantes de la familia sentirse verdaderos protagonistas de la terapia e
investigadores de su propio proceso de, cambio. La terapia pasa
entonces a ser una palestra en la que se programan ejercicios para
llegara ser más .expertos en el conocimiento del propio sí~mismo y
en la que se nos. entrena para su eventual aplicación en la vida¡ se
trata pues de una terapia-aprendizaje que lleva al cliente a vivir y
INTRODUCCION 17
compro bar en carne propia cuánto ha aprendido. y es precisamente
este paralelismo entre proceso terapéutico y proceso de aprendizaje
lo que ha impulsado a Bowen a formular para sus estudiailtes
programas de formación que se asemejan más y. más a programas de
terapia. .
Por haber participado en algunas actividades de formación en el
Georgetown Family Center de Washington, hemos podido constatar
directamente la congroencia entre los enunciados teóricos de Bowen
y su modo concreto de actuar. Los estudiantes participan en una
intensa investigación del conocimiento y de la definición de su sí-
mismo dentro de su sistema de referencia, lo que en nada difiere de
lo propuesto a los clientes en la terapia. También aquí el instructor
hace de entrenador para adiestrar al estudiante en cuanto a los mejo-
res modos y tiempos de planificar un "regreso liberador" a la fami-
lia.
Semejante modalidad de enseñanza plantea una serie de reflexio-
nes: ¿es conveniente que el aprendizaje se convierta en una verdade-
ra terapia?, ¿qué relación hay entre mayor conociroiento y diferencia-
ción del sí-mismo y verdadera eficacia terapéutica?, ¿cuál es la
ventaja de experimentar antes en carne propia lo que después se
propondrá a los demás en la ienipia?
Frente a estos interrogantes los teóricos de la familia han asumi-
do posiciones muy distinta,s, en cuyos extremos podríamos situar a
Jay Haley y Carl Whitake.r~ El primero considera perjudicial para la
terapia interesarse por l¡¡s dinámicas emocionales del terapeuta, a
quien hay que liroitarse a proporcionarle el instrumental técnico
adecuado para hacer ae él un experto en disfunciones familiares.
Diametralmente opuesta es la posición de Carl Whitaker, quien
considera que el uso del sÍ-mismo del terapeuta y de su capacidad de
compartir lo irracional con el paciente son elementos indispensables
para el crecimiento de uno y otro.
Bowen hace un aporte original cuando confirma en el plano
operativo que el primer usuario de la terapia familiar es precisamente
aquel que la está aprendiendo. Se puede entrever aquí un paralelismo
con la formación psicoanalítica que requiere un tratamiento analítico
para aquel que a su vez lo administrará La metodología didáctica de
Bowen mueve a reflexionar sobre la complejidad de un aprendizaje
que es vivido para asimilarlo y no para reducirlo a una técnica más
en el maletín del psicoterapeuta La familia no podrá reencontrar el
18 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO

rol de protagonista hasta que el terapeuta aprenda có~~ insenar las APLICACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA
técnicas en una relación terapéutica vital, en lugar de utilizarlas como EN ~APRACTICA CLINICA*
medicamentos para ser administrados.' . . . .'
Agradecemos a la doctora Pina Virgillito su colaboración en la
traducción de este libro y la confección del índice analítico.

Roma, 24 de junio de 1979

, Maurizio Andolfi
Marcella de Nichilo

En poco más de una década la psiquiatría familiar, desde una

posición relativamente poco conocida pasó a ócuparotra de recOno-
cida imponanciaen el ambiente psiquiátrico. La expresión "terapia
familiar" o sus variantes son conocidas hasta por un profano en la
materia. ¿Cuál es el origen y el estado actual del "movimiento fami-
liar"? A mi juicio, se trata de un movimiento y como tal trataré de
definirlo. Desde el momento en que, debido a controvenidas cues-
tiones teóricas y terapéuticas, ni siquiera los fundadores de 'esa
escuela se han puesto de acuerdo, toda tentativa de explicar o descri-
bir este movimiento no será sino la expresión de la tendencia y el
punto de vista de su autor. E)1 este trabajo expondré algunos de mis
conceptos referentes a'las citcunstanciaS que dieron origen al movi-
miento familiar y algunas ideas acerca de su estado actual y su futuro
potencial. En' la parte prlflcipalde este artículo daré a conocer mi
orientación teórica: el objetivo es dar un perfil de la aplicación clínica
de la terapia familiar.
Considero' que el movimiento familiar comenzó entre principios
y mediados de la década de 1950 y se desarrolló debido a la tentativa
de buscar métodos de terapia más eficaces en los casos 'de' graves
trastornos emocionales. En' su sentido amplio, creo que prosperó
como una extensión del psicoanálisis, que durante la década de 1930
logró el consenso general como método terapéutico; El psicoanálisis
había proporcionado conceptos y técnicas útiles para las necesidades
masivas de.}a Segunda Guerra Mundial. Una nueva era de la
psiquiatría se había iniciado. Transcurridos pocos años, la psiquia-

• "The Use of Family Theory in Clinical Practice", en Comprehensi-

ve Psychialry, 7,1966, págs. 345-374. '
20 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
tría llegó a ser una especialización rica en esperanzas y promesas
para millares de jóvenes médicos. Las inscripciones en la Asociación
Psiquiátrica Norteamericana aumentaron de 3684 en 1945 a 8534 en
1955. La teoría psicoanalítica explicaba toda la gama de problemas
emocionales, pero las técnicas de tratamiento psicoanalítico no eran
efectivas en los casos de graves trastornos emocionales. Psiquiatras
jóvenes y emprendedores empezaron a experimentar muchas varian-
tes relacionadas con el método terapéutico. El estudio de la familia
constituyó una de las nuevas áreas de interés.
Hay quienes sostienen que el movimiento familiar no es nuevo y
que se remonta a veinticinco años atrás, o más. Hay pruebas que
confirman la tesis de que la importancia que se da actualmente a la
familia aumentó paulatinamente, a medida que las formulaciones
psicoanalíticas de los comienzos, referidas a la familia, se i\Jan apli-
cando en la práctica ,clínica. En 1909, Freud expuso el casó del
"pequeño Hans", ,en el que había trabajado con el padre de Hans en
lugar de hacerlo con ,el hijo. En 1921, Flugel había publicado su
conocido libro The Psychoanalytical Study,ol the Familyl. Con el
desarrollo del análisis infantil y al iniciarse el child guidance move-
ment se hizo habitual para los asistentes sociales o para el segundo
terapeuta el procedimiento de trabajar con los ,padres como comple-
mento de l<t psicoterapia primaria, que es la que se le hace al niño.
Más adelante, los principios de la child guidancefueron adoptados
en el trabajo con los adultos ya internos - 'ya en COnsultorio---, cada
vez que un,asistente social o un segundo terapeuta trabajaban con los
parientes para completar la psicoterapia,primaria del paciente. En
consideración a estas primeras tomas de conciencia, teóricas y clíni-
cas~ ,con respecto a la importancia de la familia, se puede afirmar que
la "familia" no es un ,hecho nuevo. Creo, sin embargo, que la' actual
orientación familiar es significativa" nueva y diferente, y que puede
ser vista como Un movimiento. Con el fin de esclarecer este proceso
de desarrollo haré una síntesis de algunos planteamientos teóricos y
clínicos que me parecen importantes.
La teoría psicoanalítica surgió del estudio detallado del p¡teiente
individual. Las conceptualizaciones,referentes a la familia fueron 'el
fruto de las percepciones que de ella tenía el paciente, más que de la
observación directa de la familia en sí. Según este planteamiento
",¡\', " ... ' . .
1 Hogarth Press, Londres, 196010.
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMiliA 21
analítico, la atención se concentraba en el paciente, mientras que la
familia qqedaba fuera del campo de interés teórico, y terapéutico más
inmediato. La teoría individual había sido elaborada según el modelo
médico basado en conceptos de etiología, en el diagnóstico de la
patología del paciente y en la terapia de la enfermedad del individuo.
Inherentes a este modelo son también las sutiles implicaciones de
que el paciente sea la víctima indefensa, de algún mal o de fuerzas
malignas que escapan a su control. Se planteó un dilema coriceptual
cuando la persona más significativa en la vida de un paciente fue
considerada causante de, su enfermedad y patógena para él. Los
psiquiatras eran conscientes de que el modelo no era adecuado; se
hicieron tentativas de disminuir la rigidez implícita en esos concep-
tos, pero el 'modelo básico subsistió. El concepto' de inconsciente,
por ejemplo, admitía como postulado que el padre, inconscientemen-
te, podía peIjudicar al hijo, incluso cuando trataba de ayudarlo. Era
muy 'distinto que decir, que el daño había sido intencionado o que era
atribuible á un irresponsable acto de omisión, pero signió marcando
al padre como "patógeno". Se intentó modificar las definiciones del
,diagnóstico y hasta se propuso abandonar el diagnóstico en, sí, pero
un paciente exige un diagnóstico de su enfermedad y lit psiquiatría
actúa todavía según el modelo médico. Uno de los progresos más
importantes que caracterizan el movimiento familiar con respecto al
trabajo con la "familia" reallzadocon anterioridad consiste en el
cambio del proceso terapéutico de ,base. Desde los comienzos del
psicoanálisis, se ha considerado que el análisis y la resolución de la
transferencia eran la fuerZa terapéutica primaria en los casos de tras-
torno emocional. Aunque modificada porlas diferentes escuelas, la
"relación terapéutica" es la modalidad terapéutica básica utilizada por
la mayor parte de los psiquiatras. Se cree que la naturaleza confiden-
cial, personal y privada de la relación es esencial para una buena
terapia. Al correr del tiempo, se fueron ~trodu¿¡endo métodos,
regli'lS y hasta leyes para preservar est<t intimidad. Desde los albores
del movimiento de l<t cf¡i1d guidance se realizaron esfuerzos para
comprometer a la familia "en terapia", pero se protegía la relación,
"terapéutica" paciente-terapeuta de toda intrusión. A la fanTilia se le
daba una importancia secundaria. Entre los promotores del actual
movimiento familiar, había psiqwl\traS que, <tparte'de ,concentrarse
en ,el, <Iilema delpaeiente, empezaron a prestar mayqr atención ¡¡l
cariz familiar del problema.

22 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
El actual movimiento familiar fue iniciado por muchos y diferen-
tes investigadores (cada uno de los cuales trabajaba independienteC
mente) que, parliendode un concepto teórico o clínico, comenzaron
a afirmar que la familia era importartte. Desde el momento en que la
atención se desplazó del individuo a la familia" todos ellos tuvieron
que afrontar el dilema de describir y conceptualizar el sistema relaL
cional de la familia. La ,teoría individual carecía de, un modelo
conceptual en cuanto alsisterha de relación. Cada invesligador
conceptualizaba, por su cuenta, sus observaciones.
Uno de los progresos más interesantes se refiere, en primer
término, al modo en que los investigadores conceptualizaron el siste-
ma y después, a los: diferentes modos en que se modificaron esas
conceptualizaciones durante los últimos diez áños. Se acuñaron
términos para indicar distorsiones y rigidez, funcionamiento recíproé
coe "interdependencia~',i'ligámenes", "fusión" del sistema. Mencio'
naré algunos de los términos usados por los pioneros. LidzyFleck
ulilizaron el concepto "cisma 'y fuera del equipo'~ 2, Wynne y sus
colaboradores el de "pseudomutualidad" 3, Ackerman, uno de 10s
primeros en hacer trabajo de campo, presentó un modelo conceptual
en un estudio,de 1956 titulado "Interdependencia patológica en las
relaciones familiares" 4. Desarrolló también un método terapéulico
denominado "terapia de la familia", 'al que se podría definir como
observación, demostración e interpretación de la interdependencia
observada en el seno de la familia durante las sesiones terapéuticas.
J ackson y sus colaboradores utilizaron un modelo diferente, elabo-
rando 'el concepto de "doble vínculo" 5. De acuerdo con mi interpre-
tación de su posición original, se valió de la teoría de la comunica-
2 T. Lidz, A. Corneli$on, S. Fleck y D. Terry: "The Intrafamilial
environment of the ,schizophrenic' patient: n. Marital schism and marital
skew", enAmer. J. Psychial., 114: págs. 24'1-248, 1957.
3 L. Wynne, l. Rykoff, J. Day y S. Hirsch: "PseudÓmutuality in th~
family 'relations of schizophrenics", en Psyehiatry, 21: págs. 205:220,
1958:
4 S. Rodó y O.E. Daniels (comps.): "Interlocking pathology in
family relationships", en Changing Coneepls in Psyehoana1ylie Medici-
ne, Nueva York, Orune & Stratton, 1956., . teóricas. Los coloquios sobre terapia familiar, cada vez más abun"
5 G. Bateson. D. 'Jackson J. Haley, J. Weakl~nd: ,"Verso una teoria
t
della schizoftenia", en 11 doppio legame (C.E. Slúzki y D.C. Ra~soh,
comps.), Roma, Astrolabio, 1979. ' 1".
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 23
ción para el sistema relacional y de la teoría individual para explicar
el funcionamiento del individuo. Su ~'terapia,familiar intertrabada",
que interpreto como una observación de los individuos en la terapia
familiar, sería congruente con su sistema conceptual. Personalmen-
te, he teorizado acerca de un "apego familiar" preexistente, o acerca
de la masa indiferenciada del yo, y he desarrollado un método tera-
péutico, acuñando el término "psicoterapia de la familia", un lipo de
intervención orientada a ayudar a los individuos a diferenciarse a sí
mismos de la "masa familiar'?; Otros investigadores han empleado
una serie de vocablos levemente diferentes para describir y concep-
tualizar un mismo fenómeno familiar. Con los áños, los conceptos
originales tienden a ser menas "diferentes". '
, ,
,ESTADO ACTUAL Y PERSPECfIVAS DEL MOVIMlliNTO
El movimiento familiar se encuentra actualmente en lo que he
dado en llamar "un saludable y no estructurado estado de caos?' i Los
primeros invesligadores llegaron a la terapia de la familia, previa
exploración e investigación clínica, con una posible excepción,
comentada por Bell 6, uno de los pioneros en esta materia. Araíz de
un 'malentendido sobre una afirmación sobre la psicoterapia familiar,
decidió empezar a entrevis~ a todos los integrantes de la familia
simultáneamente. Una ve:¡: introducida la idea de la terapia de la
familia, la canlidad de terapeutas comenzó a mulliplicarse :áño ,tras
áño. Muchos ingresaron directamente en el campo de la terapia fami-
liar partiendo de su orientación, analítica índividual.Los terapeutas
de grupo modificaron la terapia de grupo para trabajar con las fami-
lias. En consecuencia, se sigue usando la expresión "terapia de la
familia"para referirse a una variedad de métodos, procedimientos y
técnicas¡ que no lienen significado si no se le agrega otra descripción
o definición. Considero esto "saludable" porque cuando el terapeuta
entrevista al mismo tiempo a varios integrantes de la familia, debe
enfrentarse con nuevos fenómenos clínicos no explicados' por la
teoría individual; descubre que muchos conceptos anteriores se han
vuelto superfluos y se ve obligado a buscar nuevas forinulaciones
6 Family Group Therapy, Public Health Monograph 64, 1961.
24 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
dantes, se han convertido en foros de debates de experiencias y de
adquisición de nuevos modos de estudiar el fenómeno "familia'\
Un alto porcentaje de terapeutas usa el término "familia" para
caracterizar métodos terapéuticos en los que dos o más generaciones
(en general padres e hijos) asisten juntos a las sesiones; se usa el
término "terapia de pareja" cuando se entrevista a los dos cónyuges
juntos y se habla de "terapia individual" cuando el terapeuta entrevis-
ta a un único componente de la familia.· El concepto de "terapia fami-
liar" más compartido por profesionales y profanos es que toda la
familia (padres e hijos) se reúne con el terapeuta Los integrantes de
la familia aprenden la capacidad de verbalizar y comunicarse pensa-
mientos y sentimientos, mientras el terapeuta permanece con ellos
con el objeto de facilitar el proceso y hacer observaciones e interpre-
taciones. A esta práctica la he denominado "terapia de grupo de
familia". De acuerdo con mi experiencia, este proceso puede ser
increíblemente rápido para mejorar la comunicación dentro de la
fatnilia Hasta el más leve mejoramiento de la comunicación puede
generar virajes dramáticos en el sistema emocional y traer, también,
períodos de euforia. No he sido capaz de emplear este método a
largo plazo para resolver los problemas ocultos.
Pese a que el movimiento familiar puede seguir concentrándose
por muchos años más en la "terapia", 'creo que la mayor contribu-
ción a la familia vendrá de la conceptualización. Estimo que ,el movi-
miento familiar se apoya en bases sólidas: por ahora, apenas hemos
raspado la superficie de la investigación; la familia crecerá en impor~
tancia con cada generación futura El estudio de la familia ofrece un
ordenamiento totalmente nuevo de modelos de teorización sobre el
hombre y su relación con la naturaleza y el universo. La familia
humana es un sistema que, a mi parecer, sigue .las .leyes de los siste" '
mas naturales. Estoy convencido de que el conocimiento del sistema
famiUarproporcionará elcarnino para superar conceptos estáticos y
profundizar, en cambio, los conceptos funcionales de los sistemas.
La familia puede dar respuestas al dilema del modelo médico-
psiqui~co: las teorizaciones sobre la familia podrán llegar a ser,
con:eltiempo; los fundamentos de una nueva teoría de los trastornos
mentales"Todo esto constituirá, a su v~z, una aportación a la ciencia
ya la clfuica médica.
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 25
ORIENTACIONES TEORICAS y CLINICAS DEL AUTOR
/
El. objetivo principaI de este capítulo es describir un sistema
teórico y terapéutico que sea específico y en el que la teoría familiar
haga las. veces. de guía para el que hace terapia y le sirva comorefe-
rencia conceptual para una ampli¡¡ gama de problemas ,clínicos. La
orientación familiar difiere tanto de la orientación familiar-individual
que requiere, inevitablemente, un¡¡ experiencia directa para poder ser
evaluada. A ,una persona que piensa en .función de la teoría indivi,
dual y carece de. experiencia ,clínica con la familia, le resulta difícil
prestar. oído a conceptos '.'familiares". Algunas son capaces de escu-
char ideas teóricas abstractas, mientras que otras sólo prestan oído a
simples ejemplos clínicos. La primera parte de este artículo. se
propone, servir de puente entre las orientaciones individuales,yJas
familiares. Para proporcionar una variedad de puentes será necesario
incluir ,un espectro de observacjones clínicas, ideas,abstractas, teo-
rías y también algunas de mis experiencias, maduradas al. pasar de
IIna visión individual.auna familiar.
Mi experiencia ,con las familias comenzó hace doce años y
cOmprende más de diez mil horas de .observaciones de familias que
se hacen psicoterapia. Durante los cinco. primeros años de práctica
"f<UllÍliar" he hecho también psicoterapias individuales y psicoanáli-
sis a algunos ,pacientes. Laéxpresión "psicoterapia familiar" se
reservab¡¡ para las entrevist.as simultáneas de .dos o más componen-
tes de la f¡¡milia. El esfuer~ técnico consistía en analizar el proceso
emocional ya existente entre los miembros de la familia y en tratar de
mantenerme emocionalmente apartado de ella, es decir en "no dejar-
me ,envolver en la transferencia".Trataré este tema enseguida. En
¡¡quellos años utilizaba el término ''<psicoterapiaindividual'' para refe-
rirmea los casos en que sólo. tr¡¡taba a uno de los integrantes de la
familia. Todavía no había elaborado lo suficiente mi funcionamiento
emocional, ni desarrollado las técnicas para evitar la transferencia
Hací¡¡ una clar¡¡ distinción entre. la psicoterapia familiar, y la',indivi-
dÚal.Considerabaque erafamiliar cmindo se refería al átnbito de la
familia e individual cuando eso no era posible. Durante estos años se
estaba cumpliendo otro proceso evolutivo. Después de haber pasado
miles de horas en sesiones con las familias, me resultó cada vez más
a
difícil ver a,Un individuosin "ver" ~odoslosdem~ miembros de ll¡
familia, sentados como fantasmas junto a él. La percepción de una

26 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
persona como segmento de un sistema familiar más amplio dirigió
mi modo de reflexionar y de responder al individuo, cambiando mi
enfoque básico de la psicoterapia. Durarttelos últimos siete años, mi
trabajo apuntó por completo a la psicoterapia de la familia, pese a
que casi una tercera parte de las horas la dedicaba a UIi solo compo-
nente de una farriilia: La roayor parte de la experiencia clínica se
concentró en la práctica particular. Veía unas cuarenta familias
durante un máximo,de treinta horas por semana. En los últimos años
he visto a pocas familias más de una vez por semana; comprobé
después que una cantidad de familias cada vez mayor lograba los
mismos resultados con entrevistas Iilimos frecuentes. Me ha resulta"
do ,difícil comunicar cómo evitar la transferencia, como lo ha sido
también explicar cómo hacer psicoterapia familiar trabajando única-
mente con un miembro de la familia. Confíó en poder esclarecer ese
concepto en este artículo. ' ,,«,
Cuando se observa a todos los miembros de la familia juntos, se
pueden advertir múltiples facetas, del fenómeno humano, que resul-
tan oscuras en cualquier tipo de entrevista individual. Toda' persona
que observe a diario a familias cuyos miembros están en relación
entre sí y en interacción recíproca debe afrontar un conjunto complec
tamente nuevo de datos clínicos que no corresponden a modelos de
conceptos individuales. Utilizo los términos "están en relación con"
e "interactúan con" porque éstos son algunos de los ténhinosinade-
cuados que se usan para describir el fenómeno familia.' De hecho,
los miembros de la familia son, hacen, actúan, interaétúan, asumen
una posición con modalidades tan variadas que la estructura y el
orden son difíciles de ver. Algo está equivocado en cada término
empleado. Hasta ahora las investigaciones en el campo de la familia
han tratado' de aislar determinadas áreas mediante estudios seleccio-
nados y controlados. En 1957 uno de mis colaboradores hizo un
estudio 'sobre "La acción del diálogo en una relación intensa" 7
concentrándose en lo no verbal. Pretendía ser una tentativa d;
reconstruir un "diálogo" coherente a partir de una secuencia agresiva
entr~ una madre y una hija, eliminando la audición. Birdwhistelly
7 R. ~ysi~ger: "The,:action dialog~e' in.'~p' ¡'n,tense ~elati~n~h,ip",
lerdo en la Asamblea anual de la American Psychiatric Ass,ociation. Chica-
~le7. '"
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 27
Scheflen 8 han hecho una aportación al definir como "kinesis" el
sistema de "lenguaje del cuerpo", automático en toda relación. Una
de las áreas de estudio preseleccionadas fue la de la "comunicación",
que en el nivel más simple es la verbal. Se elaboraron estudios sobre
el lenguaje y sus diferentes tipos de comunicación, 'transmitidos en
forma de matices en eltono de la voz, inflexiones, modos de hablar,
comunicaciones éstas que todos aprendemos desde la infancia y i
utilizamos sin "saber" que lo sabemos. Bateson, J ackson y colabo-
li
radores, partiendo del análisis de la comunicación verbal, desarrolla-
ron su teoría del "doble vínculo", observando mensajes conflictivos
dentro de U1ia única afirmación. En algunas familias, las comunica-
<¡iones no verbales y las percepciones extrasensoriales actúan de
manera precisa. La ventaja de usar términos como ~'comunicación" o
sistema "transaccional" se debe al hecho de que se presta a un análi-
sis de investigación más exacto. La desventaja, en cambio, es que el
concepto es limitado y, por tanto, es necesario utilizarlo con amplios
márgenes, de interpretación. Por ejemplo, en la voz "teoría de' la
comunicación", debe entrar toda una serie de comunicaciones: la
verbal, la que se efectúa por medio de la acción, la no verbal, la
extrasensorial, las comunicaciones emocionales, a todo lo' cual se
agregan otras modalidades como la respuesta visceral de un miem-
bro de la familia frente a la ansiedad o el cambio de humor de otro.
Cualquiera que sea el enfoque¡' de cada investigador, éste debe elegir
su propio niodo de conceptu~zar el fenómeno familia. " " '
Un grupo sorprendente de modelos clínicos, que existen en
determinado grado en todas las familias, dará una visión sintética del
sistema relacional de la familia.' Siguen el modelo general del proce-
so familiar que diagnostica, clasifica y atribuye características a algu"
nos componentes de la familia. Las observaciones pueden resultar
~azonablemente 'congruentes, sólo ocasionalmente congruentes, o
mcongruentes según las manifestaciones hechas por una familia con
respecto a una situación dada. En uno de mis trabajos he descrito en
detalle el "proceso de proyección de la familia", mediante el cual se
transmite un problema a uno de losiniembros' durante años de repro-
ches o críticas, codificadas despu~s por un diagnóstico. En la familia
8 R. 'Birdwhiste!l: InlrodllCtion Ió Kinesics, Unlversity of Louiseville
Press; 1952; A. Scheflen: ,uThe significance oí"p-osture -in communication
systems", Psychialry, 26, págs. 316-331, 1964. '
28 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
las sobrevaloraciones, son tan irrealistas como las subvaloraciones,
aunque estas últimas son m<Íl> frecuentes en el ámbito psiquiátrico.
Cuando se encasilla a alguien, éste puede rechazar las observaciones
de la familia y provocar una discusión, o bien oponerse y admitirlas,
o, incluso exigirlas. En este último caso las características adjudica-
das pasan a ser un hecho operativo. Las discusiones de la familia
sobre temas como "rechazo", "amor" y "hostilidad", obligan al tera-
peuta a evaluar de nuevo el uso que él mismo hace de esos términos.
En mi opinión; el "rechazo"es unO de los mecanismos m<Íl> conve-
uientes 'para mantener el equilibrio en un sistema de relación. Está
siempre presente en todos y porlo general no se menciona. En un
momento dado ,de este proceso, uno de los miembros de la familia
plantea enérgicamente el pro blema del rechazo y la discusión
comienza. Cuando el r~hazo está presente en todos los miembros
de laJarnilia, lo m<Íl> común es que el que protesta por el "rechazo"
sea'el,que rechaza a los dem<Íl>. Declaraciones,positivas en cuanto a
la existencia o da falta de "amor", acompañadas de reacciones y
contrarreacciones pueden encontrar espacio sin necesidad de una
prueba objetiva de cambio afectivo. en el seno de la familia. Sea
como fueie10 que se entiende por amor, es un hecho que muchos de
los integranteS de la familia reaccionan enérgicamente a cualquier
declaración sobre el tema. El mal uso y el abuso del concepto de
"hostilidad" entra en la misma categoría. Lo mismo se puede decir
de expresiones como ,"masculino", "femenino", "agresivo'\ "pasi~
vo", "homosexual" o "alcohólico",'
Un ejemplo caballo da el usodél término "alcohólico',. En una
familia, desde hacía dos generaciones se hablaba del abuelo como de
un "alcohólico". El abuelo había triunfado, había sido bastante
responsable, salvo con su mujer, que era muy ansiosa. Encontró un
motivo para irse a ,vivir lejos de ella. Desde entonces sólo bebió con
moderación., La definición que de él había dado la mujer fue acepta-
da por los hijos y transmitida a los uietOs; La terapia que le hice a
otra familia ilustra otro aspecto dél problema. La mujer hábía hecho
una descripción minuciosa del alcoholismo del marido. Le pregunté
a él qué pensaba al respecto y convino en que tenía un problema con
las bebidas alcohólicas. Cuando le pregun,té cuánto bebía se irritó:
"Oye, nq seas fastidioso, ¡si te digoqu¡: tengo un problema con el
alcohol, es porque 10 tengo realmeote''', Cuando le pregunté cuántos
días de trabajo había perdido a causa de la bebida respondió: '~¡ Uno!
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 29
¡Aquella vez sí que me pesqué una borrachera'''. Puede ser un error
muy burdo, pues, tomar por ciertas declaraciones como' ésta: "Era
un alcohólico",' Puede ser exacto, en cambio, y hasta indicador de
una realidad en el sistema de relación interpretar así esa declaración:
"Uno de los miembros de la familia ha dicho de otro que era un alco-
hólico" . Este método se aplica a toda la gama de términos usados en
el sistema relacional de la familia.
Trataré ¡¡hora el concepto de' familia' como sistema. Por el
momento no intentaré definir de qué tipo de sistema se trata, Ningu-
na palabra, ninguna expresión ,resultaría adecuada sin una aclaración
posterior y la, aclaración falsearía él concepto de sistema. La familia
es un sistema en la medida ell que el cambio de uI)aparte del sistema
va seguido de un cambio compensatorio de otras partes' de ese siste-
ma. Prefiero pensaren la familia como en una variedad de sistemas
y subsistemas. Los sistemas funcionan en todos los niveles de efica-
cia, que van desde un uivel óptimo hasta el mal funcionamiento o el
fallo total. Hay que pensar también en un superfuncionamiento, que
puede oscilar desde una compensación de lasuperfunción hasta una
no compensación dé la superfunción en sí. Podríamos citar, como
ejemplos;, la taquicardia (superfuncionamiento del corazón) de un
atleta sometido a una actividad estresante y la que precede a una
descompensacióncardíaca. El funcionamiento de todo sistema
depende del funcionamiento <;le los sistemas más amplios de los
c~ales forma parte y de sus ~ubsistemas; En un sentido amplio, el
sIstema solar es un subsisteroa de un sistell!a más vasto: el universo.
La molécula es uno dé los ,subsistemas m~pequeños que se cono-
cen.En otro nivel, el proceso de evolución es un .sistema que opera
lentamente en el curso de largos períodos. El sistema evolutivo es 10
bastante conocido como para tener información de los modelos
generales de sus funciones, pero mucho menos se sabe deJos siste-
mas, más amplios frente a los cuales la evolución representa un
subsistema. Podemos mirar hacia atrás, y admitir como ciertos,
factores que han tenido influencia en los cambios evolutivos dél
pasado, pero nuestra falta de conocimiento de los sistemas más
vastos sólo nos permite elaborar hipótesis sobre,el curso futQro de la
evolución;
Sobre la base de la observación de las familias, he tratado de
definir y conceptualizar tanto algunos de los modelos repetitivos
(más generales o específicos) de funcionamiento de la familia como
 30 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
el modo en que los viejos modelos se desvirtú¡¡n y los nuevos
empiezan a predominar. La investigación comenzó con la esquizo-
frenia: uno de los miembros de la fanúliase encontraba en un estado
de disfunción total y de colapso; Las modalidades eran tan claras
que no podían pasar inadvertidas, pero para situarlas dentro de una
perspectiva más amplia había que trabajar teniendo en cuen~a ~odoel
espectro de la disfunción humana. Uno de los aspectos ~as l~por­
tantes de la disfunción fan1iliar consiste en el superfunclOnarruento
equivalente de otra parte del sistema. Es un hecho la coexistencia de
una disfunción y un exceso de funcionamiento. Por un lado, se trata
de un mecanismo recíproco y flexible que actúa con lentitud: es auto-
mático que uno de los miembros de la familia funcione más para
compensar el mal funcionamiento de otro que temporahnente está
enfermo. Encontramos los estados crónicos, 'en los que el superfun-
cionamiento o.la disfunción son fijos y no existe flexibilidad. Podría
ser el caso de la madre dominante (superactiva) y el padre pasivo.
Habitualmente se considera que la superactividad es necesaria para
compensar. el escaso funcionamiento del otro. Esto es aceptable
cuando se trata de una enfermedad temporal de uno de los cónyuges,
pero en los estados crónicos existen pruebas' de que la disfunción
aparece enseguida para compensar la superfunción del otro. Como
sea que se desarrolle, la superfunción-disfunción es un mecanismo
recíproco. En otros trabajos anteriores le he dado a este fenómeno el
nombre de "reciprocidad superadecuada-inadecuada". Los sÚltomas
se desarrollan cuando la disfunción se aproxima al no funcionamien-
to. Es común que las familias no busquen ayuda hasta que' se pierde
la flexibilidad del sistema y el funcionamiento de uno de los compo-
nentes queda seriamente limitado. Si el mecanismo va más allá de un
punto determinado, la ansiedad impulsa este mecanismo al pánico y
a un rápido aumento de la superfunción y de la disfunción. El incre-
mento de la tensión puede "bloquear los circuitos". del incapaz hasta
llevarlo a un colapso paralizante. Incluso en estas condiciones, la
mejoría puede producirse si se obtiene una disminución rnfuima de la
superfunción o de la disfunción. . .' .
Parte de los principales modelos 4e funcionamie~to obseryados
en las fan1ilias han sido formulados en conceptos básicos que mclu-
yen la teoría fan1iliar de la enfermedad emocional. Sería jnás exacto
hablar de "disfunción familiar''. Las modalidades generales de
malestar emocional observableS enla fan1ilia están presentes también
I I
APLlCACION DE LATEORIA DE LA FAMILIA 31
en enfermedades físicas y en disfunciones sociales como la conducta
irresponsable y la .delincuencia. Los conceptos básicos (subsiste-
mas) constituyen las variables más críticas de la disfunCión humana.
Los sÚltomas que aparecen en la familia son siempre prueba de
disfunción, ya aparezcan con carácter emocional, físico, conflictivo
o social. Se.han logrado resultados alentadores cuando se ha tratado
de ver los sÚltomas emocionales como pruebas de disfunción fami-
liar, más que como fenómenos intrapsíquicos.
También el "terapeuta" forma parte de este concepto de fan1ilia
como sistema. .Es una combinación del sistema teórico-terapéutico
en el cual la teoría determina la terapia y las observaciones que
surgen de la terapia pueden, a su vez, modificar la teoría. He segui-
do ateniéndome a la óptica originaria, aunque modificando conti-
nuamente la teoría y la terapia. En el curso de mi investigación se
.ha ido intensificando cada vez más el distanciamiento emocional
conrespectiJ a las familias. Cuantas más familias tratamos, más nos
alejamos de los estrechos límites conceptuales de la teoría indivi-
dual y cuanto. más nos alejamos de estos últimos, más fácil nos
resulta comprender los modeloS familiares. Iniciahnente, la psicote,
rapia fan1iliar se basaba sobre todo en la obserVación o en las cues-
tiones que tendían a exigir mayor cantidad de informaciones en rela-
ción con las observaciones. ,Con el transcurso de los años, las
familias selewionadas con flnesde investigación.hanalcanzado
mejores resultados terapéuticos que aquellas cuyo objetivo principal
era la "terapia'~. Esta circurtstancia nos permitió formular una suerte
de disposición que ha hecho de todas las familias un objeto de
investigación. La experiencia me haeinsefiado que cuanto más
aprende un terapeuta de una fan1ilia, más esa fan1ilia aprende de sí
misma y que cuanto más aprende esa farni1ia, más aprende el tera-
peuta. Es un ciclo continuo. En el pas'ado, durante el proceso de
observación, hubo quienes. fuero!l capaces de restablecer el funcio~
namiento de la familia sin muchas "intervenciones terapéuticas".
Las familias con las que se obtuvieron mejores resultados evolucio-
naron hasta lograr su meta. Más adelante fue posible "intervenir" y
hablar a las nuevasfan1ilias de los .éxitos y fracasos de aquellas que
·las habían precedido, ahorrándoles así horas y meses interminables
de 'experiencias basadas en "tentativas". En otras palabras, el tera-
peuta se convirtió, por un lado; en un "experto" en la comprensión
de los sistemas familiares. y, por el otro, en algo asícomo un "inge-
 32 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
niero" que las ayudaba a restablecer su equilibrio funcional por sí
solas.
El objetivo general que se perseguía'era ayudar a los miembros
de la familia a convertirse en expertos del sistema, y aser capaces de
reconocerlo lo, bastante bien como para que la familia pudiese
readaptarse por sí sola, sin ayuda de un experto externo a ella, en
caso de que reapareciera la tensión en el sistema familiar. El resulta-
do óptimo se logra cuando el sistema familiar, comienza a cambiar
dirigiéndose a la curación y cuando sus miembros importantes asis-
ten siempre a las sesiones. En algunos casos la familia empeoraba
duranteJaterapia: el más débil se volvía más débil aún, en respuesta
a la superfunción de algún otro. Durante esta fase, algunaS familias
luchaban y lliego mejoraban, otras interrumpían la terapia. En situa-
ciones semejantes se creyó más conveniente trabajar con uno solo de
los miembros ,de la, familia hasta que el resto fuese capaz de trabajar
en conjunto sin reforzar el "vínculo". Es mucho más, fácil para el que
"superfunciona" disminuir su función que para el más débil reforzar-
la. Si el que "superfunciona" está motivado, lo trato a él solo durante
algunas sesiones de psicoterapia "familiar". En esas sesiones el
objetivo es liberar al sistema paralizado para restablecer la flexibili-
dad suficiente en la familia de modo tal que pueda trabajar en
conjunto. De acuerdo con mi orientación, un sistema teórico que
"piensa'~ en función de la familia y trabaja para mejorar el sistema
familiar equivale a la psicoterapia de la familia ' p~asma~lco. El hombre se diferencia ,de los demás animales por sus
Con este sistema teórico y terapéutico, el terapeuta se plantea
siempre un problema inicial: establecer la orientación del sistema A
la mayor parte de las familias que me envían se les ha dado un diag-
nóstico de disfunción., Se atienen al modelo médico y esperan que el
terapeuta les muestre o les diga cómo cambiar al hijo sin tener que
comprender o modificar el papel que les concierne en el sistema
familiar. En muchos casos, el terapeuta se adecua muy fácilmente a
las expectativas de la familia y desempeña una función de apoyo al
ayudarla a comprender y'a dar los pasos necesarios para modificar el
sistema. Yo, en camhio, evito hacer diagnósticos o emplear concep-
tos médicos como "enfermo" o "paciente". Me opongo tenazmente a
la tendencia de la familia a considerarme "terapeuta'''. Al contrario,
trato de asumir una actitud de "asesor" de los problemas familiares
durante las primeras sesiones y luego, a medida que transcurre el
tiempo, de "supervisor" de los esfuerzos de la familia. Cuando el
!
j
APLlCACION DE ~ATEORIA DE LA FAMILIA 33
terapeuta se permite convertirse en "curador" o "protector:~. la fami-
lia entra en disfunci§n, en espera de que él realice Su trabajo. ' '
. Al presentar a,Ja familia como sistema he evitado decir de,l'qué"
sIstema se trata. La familia es un conjuhto de diferentes sistemas. Se
la puede designar correctamente,-como sistema social o cultural'
sistema de juegos, sistema'de comunicación, sistema biológico o'd~
~uchos otros m~os. A fin de definir el sistema teórico-terapéutico
pIenso en la fanuha como en una combinación de sistemas emocio-
nales y relacionales. El término "emocional" se refiere a la, fuerza
que motiva al sistema y "relaoional" al modo 'en qué se expres¡¡. Este
último comprende la comunicación, la interacción y otras modalida-
des de relación. "'
Antes de que se iniciara'lainvestigación sobre la familia, existían
algunos presupuestos básicos sobre el hombre y la naturaleza de la'
enfermedad emocional, que predominaban en las concepciones teóri-o
cas y en la elección de las distiotas formulaciones, incluida la noción
de sistema "emocional". Se, veía al hombre como un conglomera-
d~ de células. en evolución, llegado al estado actual a lo largo de
cientos de mIllones' de años de adaptaciones y desadaptac'iónes'
evolutivas, proyectado hacia nuevos cambios.' En este sentido el
hombre está ligado directamente a todamateria viviente. En lo qli~ se
refiere a la elección de definiciones teóricas, se hizo un,a, tentativa de
mante~~rlas ,en armonía con eJ;hombre, considerado 'como ser proto-
dlffienslOnes, su cerebro y SU capacidad de razonar y pensar. Por su
capacidad intelectual hadedicado mayores energías a subrayar su
unicidad y las "diferencias" 'que lo distinguen de otras, formas de
vida,:En proporción, ha dedicado pocos esfuerzos a la comprensión
de su correlación con otras formas de vida. Es una premisa básica
que tod~ lo que el hombre' pieI)sa o dice de sí ,mismo es profunda-
mente diferente de lo que él es. Cuando se considera' la enferi:nedad
como un trastomoen el sistema emocional de1.hombre; éste es visto
como correlato de la naturaleza en su condición de ser protoplasmáti-
co. Creo que el trastorno emocional ,es un fenómeno mucho más
profundo de lo que hasta Morase ha teorizado en la actual teotía
psicológica. Existen mecanisJIlos emocionales 'que son automáticos
c?mo .el reflejo, pre.visibles como,Ja fuerza que, mueve al girasol en
drrecclónal sol. Opmo que las fuerzas que regulan el funcionamien-
to emocional del hombre están ordenadas del mismo modo que lo
34 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
están las que regulan los demás sistemas de la naturaleza. La dificul~
tad para comprender el sistema se origina más en el modo de razonar
del hombre que niega su existencia, que en la complejidad del siste-
ma. En la literatura hay más discrepancias que consenso en cuanto a
la definición y la relación entre emoción y sentimiento. Eriel aspecto
operativo, entiendo por sistema emocional algo profundo que está en
contacto con procesos celulares y somáticos. Por sistema afectivo
entiendo un puente que, por un lado, está en contacto con partes del
sistema,emociorial y por el otro, con las del sistema intelectivo. En
mi experiencia clfuica heestab1ecido una clara distinción entre los
sentimientos (que tienen que ver con la conciencia: subjetiva) y bIs
opiniones (que atañen a la lógica y al razonamiento del sistema inte-
lectivo). La frecuencia con que la gente dice: "Siento que ... " cuando
pretende decir: "Creo que ... " es tanta que muchos usan ambas pala-
bras como sinónimos. Cualquiera que sea la validez de las ideas,
más allá del modo en que se eligen estos conceptos, aquéllas desem-
peñan un'rol predominante' en la elección de esos conceptos. '
He tratado de usar una terminología lo más simple y' descriptiva
posible. El esfuerzo de, pensar en la familia como en un sistema
funcional fluido, y en cambio continuo se ha deteriorado por el
empleo de conceptos estáticos y fijos, propios de gran parte de la
terminología psiquiátrica convencional. Eitlos albores de las investi-
gaciones sobre la familia, el uso acrítico, de términos psiquiátricos
como "deprimido~', "histérico" o "coartado" interfería en una
descripción exhaustiva y exacta. En el grupo de investigación, inten-
tamos prohibir el USOl del lenguaje psiquiátrico convencional y trata-
mos de ,usar simples palabras descriptivas. Es difícil comunicarse
con los colegas sin utilizar términos conocidos. Se trató de llenar
este :vacío evitando el uso de palabras conocidas. Durante los prime-
ros "años me dediqué a buscar la correlación entre los conceptos
Centrados en la familia y la teoría psicoanalítica. En los' artículos y
discursos profesionales el uso de algunos vocablos conocidos susci-
taba serias discusiones con respecto a la definición y el uso apropia.
dó,deJós términos. Cuando los 'debates excedían de los intercambios
lp~oductivos' de puntós de vista o terminaban encíclicas diatribas
¡ip4tiles"/que consumían tiempo y energía, me decidía a describir el
1fllnómeno: de ,la -familia' con palabras que, no' desericadenaran discu-
,~ioriesl"paraipoder así avanzar lo más posible en la investigación,
\.déjan~o."en,manosde' las futuras generaciones la tarea de formar
APLlCACION DE LA lEORIA DE LA FAMILIA 35
conceptos "individuales" y ,"familiares". Si bien el uso de la expre-
sión "psicoterapia,de la familia" no es del todo adecuada, creo que es
el compromiso más funcional entre teoría y práctica. La: adopté en
mis explicaciones para quienes participaban en los trabajos.
LATEORIA FAMILIAR
El concepto fundamental de esta teoría es el de "masa indiferen-
ciada del yo de la .familia". Se trata de una identidad emocional,
aglutinada, que existe en cada nivel de intensidad, tanto en las fami-
lias en las que es más evidente como en aquellas en las que ,es prácti-
camente imperceptible. La relación simbiótica entre 'madre e hijo es
unJragmento de una de las modalidades,de relación más intensas,. El
padre está,igualmente comprometido con la madre, y con el hijo, y lo
mismo ocurre con los demás hijos, aunque con menores o diferentes
niveles de compromiso. l'.,a riOciónfundamental que' a este punto se
debe introducir es la de un proceso emocional que circula dentro de
la masa del yo de la familia nuclear (madre, padre e hijos), con
modos precisos de respuesta emocional., El niyel de, compromis,O de
cada miembro de la familia depende del ,grado de comproll1iso ,básico
en la masa del yo familiar.; La cantidad de personas implicadas
depende de la intensidad del procesó y del estadofunciQnal de las
relaciones que en ese momento, tenga el, individuo con la, '~masa
central". En períodos de tensión, el proceso puede implicar a toda la
fanTilla nuclear, a una serie de miembros más periféricos, de la fami"
lia e incluso a los conocidos, a' los representantes de instituciones
sociales, hospitales, escuelas y tribunales. En períodos de calma"el
proceso puede mantenerse relativamente dentro de una pequeña parte
de la familia, como SUCede en las relaciones simbióticas en las que el
proceso emociorial salta de madre a hijo y viceversa, mientras el
padre permanece aislado de esta intensa unidad de dos. '
La'expresión "masa indiferenciada del yo Jamiliar" es,más prác-
tica que precisa. Si queremos ser más exactos, estas cinco palabras
no, son homogéneas ,pero han demostrado ser las, más eficaces para
definir el concepto y poder comunicarlo" Por lo demás, como estas
,cinco palabras representan cada una de ellas una parte esencial' del
concepto, han dado mayor espacio a la ampliación teórica del
concepto en sí. CIfuicamente, los mejores ejemplos del sistema de
36 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
relación; en el seno de la masa indiferenciada del yo familiar, son
sus versiones más agudas, tales 'como la relación simbiótica o el
fenómeno de la' "folie adeux". La proximidad emocional puede ser
tan intensa que los componentes de la familia conocen recíprocamen-
te sus sentimientos, pensamientos, fantasías y sueños. Las relacio-
nes son cíclicas. Hay una fase de intimidad serena y agradable que
provoca ansiedad y malestar con la incorporación del sí-mismo de
uno al sí-mismo del otro. Viene luego la fase del rechazo distante y
hostil"durante la cual se puede decir, literalmente, que ambos se
repelen uno al otro. 'En algunas familias, la relación puede ser rotato-
ria con intervalos frecuentes. En otras familias, el ,ciclo puede
permanecer relativamente fijo largos períodos, como en la fase del
rechazo hostil, durante la cual dos personas se pueden rechazara 10
largo de los años y, quizás, toda la vida. En la fase,del rechazo, uno
de los miembros de lafaroilia puede reproducir la fusión con otro
miembro o con alguien ajeno al medio,familiar, cónigualcompromi-
so emocional. En el sistema emocional de la familia, las tensiones' se
desplazan en una Serie ordenada de alianzas y rechazos; El triángulo
es la base de todo sistema emocional.'En períodos de calma, dos
componentes del triángulo forman una alianza emocional placentera,
mientras que' el tercero,en su incómoda posición de "extraño", trata
de conquistarse el favor, de uno de ellos o de efectuar un rechazo que
puede ser programado para conquistarse el favor. En situaciones de
tensión; el "extraño" ocupa una' posición privilegiada y los otros
dos, ambos con un fuerte compromiso emocional, harán, sin duda
alguna, esfuerzosparainvolucrarlo en el conflicto. Si la tensión
crece, una mayor cantidad de personas ajenas se verá envuelta,
puesto que los circuitos emocionales,se fijan en una serie de triángu-
los emocionales interdependientes. En las situaciones menos envol-
ventes, el proceso se transforma en una sutil disponibilidad para
responder emocionalmente, que puede ser equiparada' a una reacción
emocional en cadena. Es posible definir estos mecanismos en los
estadios más avanzados de la psicoterapia familiar, cuando se puede
analizar el sistema emocional. Por ejemplo, una sonrisa de uno de
los miembros de la familia puede dar prlncipioa una acción·respues-
ta de otro y, a su vez, suscitar'elrecuerdo de un sueño en untercero,
lo que da pie a alguna salida ingeniosa de algún otro para carobiar de
teina; , Es un intento de conceptualizar todo el modo de funcionamiento
,En este planteamiento psicoterapéutico son'tres los' conceptos
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 37
teóricos que se destacan. El primero se refiere al grado de "diferen-
ciación" del sí-mismo de una persona. Lo contrario de la diferencia-
ción está dado por el nivel de "no diferenciación", es decir de
"fusión del yo". Se ha intentado clasificar todos los niveles de
funcionamiento humano en un únicocontinuum. Eh un extremo de
la escala se encuentra la intensidad máxima de la masa indiferenciada
del yo familiar, donde predominan la "indiferenciación" y la "fusión
del yo'?, con escasa "diferenciación del sí-mismo". La relación
simbiótica y el fenómeno de la "folie a deux" son ejemplos de esta-
doscIínicos de intensa fusión del yo. En el otro extremo de la escala
predomina la "diferenciación del sí-mismo", con escasa evidencia de
la fusión del yo.Las personas que se encuentran en este extremo de
la escala,representan los niveles más altos de ,funcionamiento huma-
no. El segundo concepto es acertado'para el sistema de relaciones
dentro de la masa del yo de la familia nuclear y para las fuerzas
emocionales externas que provienen del sistema emocional de la
familia extensa y de los sistemas emocionales del ambiente laboral o
de las relaciones sociales, los que influyen en el curso del proceso
intrfuseco de la masa del yo familiar. En este concepto es importante
el "proceso de proyección de la familia", mediante el cual los proble-
mas de los padres se transmiten a los hijos. Las modalidades de este
proceso han sido incorporadas ji un tercer concepto que se refiere a
la interdependencia multigenef/!cional de los campos emocionales y a
la transmisión, hecha por 10S'pa<!res, de distintos grados de "madu-
rez" y de "inmadurez" a través de varias generaciones. Por razones
prácticas, cabe aclarar que el término "masa del yo familiar" se n:fie-
re a la familia nuclear que incluye padre, madre e hijos de la genera-
ción actual y de las futuras. La expresión "familia extensa" se aplica
a toda la red de parientes sobrevivientes, aun cuando en la acepción
corriente alude a un sistema de tres generaciones que abarca abuelos,
padres e hijos. El término "campo emocional" se refiere al proceso
en curso en cada una de estas áreas, consideradas en un momento
concreto.
La escala de diferenciación del sE-mismo
de la humanidad en un mismo continuum. En esta teoría no existe un
38 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
concepto de "normalidad". Mientras que ha sido relativamente fácil
definir los, criterios· de medición de la, "normalidad'.' en cada área de
funcioriamiento físico,·del hombre, las tentativas de establecer qué es
lo normal en el funcionamiento emocional han sido sumamente
vagas, La medida que sirve de base para este sistema teórico o para
este perfil detallado de la "diferenciación total del sí-mismo" , equiva-
lente a. una madurez emocional completa, es el valor: 100 en una
escala que va de Oa 100. El nivel más bajo del "no sí-mismo" o el
grado más alto de "no diferenciación" se encuentra en el otro extre-
mo de la escala. Mencionaremos ahora, de manera más amplia 'y
general,las características de las personas que se pueden colocar en
los distintos niveles de la escala En la parte más baja, que va de Oa
25, se sitúan las personas con un nivel profundo de "fusión del yo"
y escasa "diferenciación del sí-mismo". A menos que sean tan des a"
fortunadas que hayan perdido del todo la capacidad de "sentir'\
viven en un mundo de sentimientos.' Son dependientes de los senti-
mientos que los demás experimentan con respecto a'ellas. Es tanta la
energía que despliegan para mantener el sistema de relaciones a su
alrededor (amar y ser amadas), o parareaccionar frente a lasensa-
ción de haber fracasado en su modo de recibir amor, o para intentar
mejorar, que no les queda ninguna energía para lo demás: No son
capaces de diferenciar el sistema· "afectivo" del, "intelectivo". Las
decisiones más importantes de la vida las toman basándose única-
mente en lo que "sienten"que es justo o, simplemente, tratando de
estar mejor. En sus relaciones con los demás son incapaces de usar
un "yo" diferenciado (yo soy - yo creo - yo haré - yo no haré).
Su uso del término "yo" se limita a un narcisista: Quiero - me han
herido - exijo mis derechos. Crecen como apéndices dependientes
de la masa del yo familiar y en el curso de sus vidas buscán otros
vínculos de dependencia que les den en préstamo la fuerza suficiente
para funcionar. Algrmas de ellas son capaces' de mantener Un sistema
de vínculos dependientes que les permita funcionar sin síntomas
durante toda la vida. Esto último pueden hacerlo quienes se encuen-
tran en la parte más alta de este grupo. A un "no sí-mismo" que
pueda complacer al superior se lo considera a menudo un mejor
empleado que al que posee un "sí-mismo". Esta eScala nada tiene
lqupwer. con las categorías del diagnóstico. Este grupo de personas
ies::,pócoiadaptable y cae con facilidad en desequilibrios emocionales.
fu¡t'ilisfunci9rilpuede ser prolongada o permanente. El grupo incluye
APLlCACION DE LA lEORIA DE LA FAMILIA 39
a los que se adaptan a duras penas y a los que han fracasado en sus
esfuerzos. En el extrema, más bajo de la escala están los que no
pueden vivir fuera de los muros de protección de la institueión, Ahí
están los ."cuerpos muertos" deJa sociedad, los que pertenecen al
grupo socioeconómico más bajo y también los que, pese a formar
parte de, grupos socioeconómicos más altos, viven una intensa
fusi6)1.delyo. Personalmente, colocaría al esquizofrénico grave en el
nivel 1Q o por debajo, y a sus padres en un nivel no superior a 20.
En psicoterapia familiar todavía no se' ha visto a nadie alcanzar un
nivel "básico" de. diferenciación del sí-mismo más, elevado. Hay
muchos que obtienen mejorías significativas del síntoma, pero cana-
lizan su energía vital al logro de cierto, grado de bienestar. Si obtie-
ne)1 este alivio y tienen un vínculo de dependeneia que les pueda dar
fuerzas y contrapartida, se dan por satisfechos con el resultado.
En el segundo cuarto de la escala (de 25 a.50) se encuentran los
que t.ienen una :fusióndelyo ,menos intensa y un sí-mismo poco
definldo, o la capacidad potencial, de diferenciar su sí-mismo. Sólo
se puede hacer afirmación, en términos generales porque la persona
que está en un nivel 30 posee muchas, características en' común. con
las que OCJ,lpan un lugar más bajo en la escala, mientras que las que
se encu,entran, entre 40 y 50 tienen más características en común con
las que ocupan un puesto máj; alto. Esta escala permite describir a
las personas \.~sensitivas'!¡ DeHlÍvel50 para abajo el mundo sensitivo
se hace más intenso¡,salvo para aquellosque<están en el nivel más
bajo de la escala, demasiado infelices para sentir. Un típico sensitivo
es el que responde emocionalmente á la armonía o la discrepancia "
l'
que lo rodea. Las .sensaciones se pueden exaltar ante la alabanza o el !l
consenso, o quedar aniquiladas por la crítica. Una excesiva energía
vitalse. emplea en ~'amar" o en recibir amor y aprobación. Es poca la
que resta para actividades autodeterminadasque apunten al logro de
objetivos precisos. Las,decisiones importantes de la vida se basan en
lo que sienten como justo. El éxito en los negocios o el reconoci-
miento profesional dependen más del consenso de los superiores y
del sistema de relación que del valor intrínseco del trabajo. Las
personas. que ,pertenecen a este grupo tienen algún conocimiento de
opiniones y creencias provenientes, del· sistema, intelectivo, pero su
sí-mismo ,embrional está, por lo general, tan fusionado con la sensi-
bilidad, que se expresa en forma de, un autoritarismo dogmático, de
una complacencia de ,discípulo,o de una oposición rebelde. Una
40 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
convicción se puede confundir tan fácilmente con una sensación que
llega a convertirse en una "causa". En el nivel inferior de este grupo
se encuentran algunos "no sÍ-mismos"bastante típicos. Son 'perso-
nalidades cambiantes que al carecer de opiniones y convicciones
propias se adaptan' con facilidad a la ideología predominante. Habi-
tualmente, se adaptan al sistema más complementario de su sistema
emocional. Para no perturbar el sistema emocional se valen de la
autoridad exterior para sostener su posición en la vida. Pueden escu-
darse en los valores culturales, la religión, la: filosofía, la ley, los
reglamentos, la ciencia, el médico y otras fuentes. En lugar de
servirse del "yo creo" de las personas diferenciadas, .pueden decir:
"La ciencia demuestra, .. " y es factible utilizar la ciencia, la religión o
la filosofía sacándolas de su contexto para "demostrar" cualquier
cosa. Es errado equiparar este sector de la escala.a las categorías
clínicas, pero las personas pertenecientes al segmento más bajo de
este sector, cuando están en tensión, desarrollan temporalmente esta-
dos psicóticos, problemas delictivós y otros síntomas de igual inten-
sidad. Los que se encuentran en la parte superior de este sector desa-
rrollan problemas neuróticos. La mayor diferencia entre este sector y
el más bajo consiste en que estas personas tienen la capacidad de
difereilciarsu sí-mismo. He visto algunas familias de nivel 25-30
que han llegado a piveles discretamente altos de diferenciación. Se
trata de una situación de posibilidad, pero de baja probabilidad. La
mayor parte de ellas pierden la motivación cuando recuperan el equi-
librio emocional y los síntomas desaparecen. La probabilidad de
diferenciación es mucho más elevada en el nivel 35-50.
Las personas situadas entre los niveles 50 y 75 de la escala
alcanzan .un mayor grado de diferenciación y un nivel mucho más
bajo de fusión del yo. Quienes pertenecen a este sector tienen, por
consiguiente, opiniones bastante bien definidas con respecto a temas
fundamentales, pero la presión para inclinarse al conformismo és
grande y cuando están sometidas a tensión pueden llegar a un acuer-
do de principio y tomar dedsiones emocionales, antes que arriesgar-
se a desagradar a los demás poi' mantener' sus propias convicciones.
A menudo permanecen en silencio y evitan' hacer afirmaciones que
.puedan enemistarlos con los demás y amenazar su equilibrio
emocional. Las personas de este grupo tienen más energía para las
aeciones que persiguen un objetivo y menos energía para conservar
en equilibrio el sistema emocional. Sometidas a tensión pueden
APLlCACION DE LA lEORIA DE LA FAMILIA 41
d~sarrollar s~tomas emocionales o físicos más bien graves, pero los
smtomas son mtermjtentes y se solucionan con más rapidez.
Las personas del ultimo cuarto de la escala (de 75 a 100) son
aquellas que nunca tuve ocasión de ver en mi experiencia clínica y
que rar~ente se encuentran entre'lasrelaciones sociales o profesio-
nales. SI se toma la escala en su totalidad es imposible encontrar
todos. las características que asigno al nivel! OO. Consideraré como
ejemplares de este grupo a todas las personas incluidas en la franja
85-95, que poseen la mayor parte de las características de una perso-
na "diferenciada". Siguen sus principios y logran los objetivos fija-
dos por ellos; tienen muchas cualidades "orientadas al sí-mismo".
Desde la infancia se han ido diferenciando de sus padres en el proce-
S? de desarrollo. Están siempre seguras de sus opiniones y convic-
ClOnes, pero nunca son dogmáticas ni rígidas en su modo de pensar.
Saben escuchar y apreciar los puntos de vista de los demás y liberar-
s.e de viejas creencias para. abrazar otras nuevas. Emocionalmente,
tIenen bastante seguridad para funcionar sin dejarse influir ni por las
I
alaban~as ~i por las .críti~as que se les ha~en. Son capaces de respe-
t~ al SI-mIsmo y la ldenudad de los demas sin llegar a ser críticas y
sm comprometerse emocionalmente para tratar· de modificar el modo
lí!i
e~ que viven los otros. Asumen una total responsabilidad de sí :1
mISmas y de sus acciones frente a la familia y la sociedad. Son
verdaderamente conscientes qe su diferencia respecto de los demás.
Gracias a su capacidad de mantener para sí su funcionamiento
emoc~o!1al, son libres de rIloverse en cualquier sistema de relación y
empenarse en toda la gama de relaciones intensas sin necesidad de
dominar al más débil.o perjudicar su funcionamiento. En este tipo de
~elación el otro no se siente "usado". Se casan con personas con
Igual nivel de diferenciación. Como cada una tiene un sí-mismo bien
definido no hay problemas ni dudas en cuanto a la propia identidad
masculina o femenina. Respetan el sí-mismo y la identidad del otro.
Pueqen mantener un sí-mismo bien defmido y al mismo tiempo
mantener una intensa relación emocional. Son libres de dar flexibili-
dad a los lúnites del yo por el placer de compartir '~los sí-mismos" en
la relación sexual o en otras experiencias emotivas, sin reservas y
con l~ plena certidumbre de poderse desligar de este tipo de fusión
emoclOnal para seguir el canlÍllo elegido independientemente. ..
Estas breves caracterizaciones de amplios segmentos de .la escala
pretenden dar una visión de conjunto del sistema teórico que concibe
42 DE LA'FAMILlA AL INDIVIDUb
todo el modo humano de funcionar en un mismo continuum. La
escala se refiere a los niveles Msicos de la diferenciación. Otro
aspecto importante' se relaciona con los niveles funcionales de la
diferenciación; ese aspecto es tan acentuado en la escala que VuelVe
confuso' el concepto de niveles básicos. Cuanto más intenso es el
grado de fusión del yo, más aumenta'el "dar en préstamo" ,o el
"tomar en préstamo", el "dar" y el "compartir" elsí'mismo dentro de
la masa del yo familiar. Cuanto mayores sean los desplazamientos
de "fuerza" dentro de la masa del yo; más marcadas serán probable-
mente las discrepancias en los niveles funcionales del sí'mismo. Son
sorprendentes los desplazamientos breves y ocasionales, Uno de los
ejemplos más 'ajustados es el de un esquizofrénico regresivo que
vuelve a encontrar 'un funcionamiento adecuado cuando los padres
están enfermos, para recaer en ,la enfermedad Sólo cuando ellos se
han curado. Otros desplazamientos son tan rígidos que la gente se
admira de que un cónyuge tan fuerte se haya casado con' otro tan
débil. Es asombroso el caso' del marido sumamente' idóneo que
puede funcionar bien en el trabajo (quizá conun:nivel 55 de ener-
gía), teniendo una mujer que sufre de fobias, de artritis y que bebe
en exceso, con un nivel de funcionamiento 15. En esta situación el
nivel básico es de 35. En la segw¡da'mitad de la escala aparecen
fluctuaciones, p'ero menos acentuadas y es más fácil evaluar los
niveles básicos. En este sector las personas casi no manifiestan
desplazamiento funcional. Otras característicás son aplicables a toda
la escala. Cuanto más abajo está una persona en la escala, más' se
aferra a dogmas religiosos, valores culturales, supersticiones y
opiniones ya superadas y menos capaz' es de quitarse de encima esas
ideas, ri~osamente,preservadas. Cuanto más se convierten en un
asunto de estado el rechazo, la falta de amor y la injusticia, más
exigen recompensas por las heridas sufridas. Estos sujetos creen
que los demás son' siempre responsables de su sí-mismo yde su
felicidad. En esta franja de la escala las fusiones del yo sori más
intensas, y los mecanismos de distancia emocional, aislamiento,
conflicto; violeneia y enfermedad física que se ponen en marcha para
controlar la emoción de una "excesiva intimidad"son extremos
porque la incidencia del contacto con el intrapsíquico del otro es más
profunda en el nivel de fusión'del yo. Mayores también laposibili-
dad de que esas personas sepan intuitivamente lo que las otraS pien-
san o sienten. En síntesis, cuanto más abajo en la escala se encuentra
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 43
un individuo, más inadecuadas son sus comunicaciqnes significati'
vas"
Elsistema,relacionalen lamasa del yo
de la familia nuclear
El ejemplo de un matrimonio entre personaS que se encuentran
en el nivel 30-35 podrá ilustrar algunos conceptos de este sistema
teórico. De niños, ambos cónyuges fueron emocionalmente depen-
dientes de los padres, Tras la adolescencia, en la tentativa de funcio-
nar autónomamente, negaron su propia dependencia; aun quedándo-
se en la ,casa de los padres, o se valieron de la separación y la
distancia física para llegar a independizarse. Ambos pueden funcio-
nar bastante bien, siempre que mantengan relaciones intermitentes o
adistáncia; Son vulnerables a la intensidad de una profunda relación
emocional.' La desean; ,peroambog le tienen "alergia". Uno y otro
creen que ,el matrimonio duplica las características, esenciales de la
masa originaria del yo. Se funden en una ''nueva masa del yo fami-
liar:', anulando los límites del yo e incorporando los dos "seudos sí-
mismos" a un sí-mismo común. Al trarar con el otro, cada uno de
ellos se sirVe de mecanismos utilizados antes en su respectiva familia
de origen. Por ejemplo, el que está habituado a escapar de su familia
de origen hará lo mismo en su matrimonio. El mecanismo más
usado consiste en mantener Una suficiente distancia emocional para
que cada uno pueda funcionar en un nivel razonable de "pseudo sí-
mismo". El ,futuro de esta nueva masa del yo familiar dependerá de
una serie de mecanismos que operan dentro de ella y también fuera
de ella en sus relaciones con el. sistema de la familia extensa.
En la masa del yo familiar, los cónyuges emplean, sobre todo,
tres mecanismos para controlar la intensidad de la fusión del yo:
,1)' El conflicto conyugal, en el cual cada uno lucha por dividir
en partes iguales el sí-mismo común y ninguno cede ante el otro.
2) La disfunción de un cónyuge. Es habitual que a un breve
período de conflicto siga la rendición remisa de uno de los cónyuges
con el fin de suavizar el problema. Ambos cónyuges se perciben
como "sí-mismos capaces de ceder", pero sólo'uno de ellos lo hace
más a menudo. En otros casos, uno de los dos se ofrece como el
44 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
"no sí-mismo" que hace las veces de soporte del otro, del que pasa a
ser dependiente. En este mecanismo, el cónyuge que "pierde su sí-
mismo" puede empezar a funcionar en niveles tan bajos, que se
convierte en un candidato a la enfermedad física, emocional o social.
Hay matrimonios en los que durante varios años un cónyuge funcio-
na bien y el otro es un enfermo crónico.
3) La transmisión del problema a uno o más hijos. Es uno de
los mecanismos más comunes para tratar con .los problemas de la
masa del yo familiar.
En algunas familias los problemas dé la masa del yo están rela-
tivamente contenidos en una de las tres áreas. Encontramos las que
tienen graves conflictos conyugales, pero no perjudican al otro
cónyuge ni transmiten el conflicto a los hijos. Hay otras sin conflic-
to conyugal ·-0 disfunción de un cónyuge- en las que todo el
peso de los problemas matrimoniales se transfiere a un hijo. En este
caso los síntomas significativos pueden no aparecer hasta después
de la adolescencia, cuando el hijo cae en una disfunción psicótica o
en otra de igual gravedad: No obstante, en la mayor parte de las
familias el problema se extenderá a las tres áreas. Las pocas fami-
lias en las que el problema se mantiene dentro de una sola área son
importantes desde el punto de vista teórico.· El hecho de que haya
familias con intensos conflictos conyugales en las que no resulta
perjudicado ninguno de los hijos demuestra que el conflicto entre
los cónyuges; de por sí, no causa problemas en los hijos. El hecho
de que en matrimonios serenos y bien avenidos se pueda provocar
un grave daño a los hijos es otra prueba de que ese daño se puede
producir sin que haya conflicto entre los padres. La dificultad de
una relación conyugal se puede evaiuar cuantitativamente. El siste-
ma actúa como si hubiese cierta dosis de inmadurez que debe ser
absorbida. Esta inmadurez puede estar "ligada", en gran parte, a
una grave disfunción de un miembro de la familia. Un padre, enfer-
mo crónico, puede llegar a ser una "protección" contra daños serios
para los hijos. En el área de la transmisión a los hijos, el proceso de
protección de la familia se concentra en uno de los hijos y deja rela-
tivamente désvinculados a los demás. Hay familias en. donde es
tanta la inmadurez que simultáneamente se producen un grave
conflicto conyugal, una disfunción seria en uno de los cónyuges,
un profundo compromiso de los hijos y un conflicto con las fami-
APLlCACION PE LA T60RIA DE LA FAMILIA 45
lias de origen, y queda todavía una dosis de "inmadurez" que se
puede extender librell}ente.
Los mecanismos que 'actúanftu!ra de la masa del.yodela familia
nucle¡¡r son importantes .para determin.ar el curso y la intensidad del
proceso dentro de la familia nuclear. Cuando el grado de fusión del
yo es significativo, se toma también en préstamo. y se inten;ambia
fuerza del yo entre la familia nuclear y la familia de origen. En perío-
dos de tensión, la familia nuclear se puede estabilizar mediante el
contacto emocional con la familia de origen, pero también puede ser
perturbada por tensiones existentes en esta última. Por lo. general, en
la familia nuclear, los contactos activos con las familias de origen
pueden atenuar la intensidad .del proceso. El ejemplo que sigue
puede ilustrar una modalidad'sorprendente. El padre se había separa-
do de la familia de origen cuando. había marchado para realizar sus
estudios en elcollege. No se habían producido más contactos, con
excepción de raras y breves visitas, cartas ocasionales y tarjetas de
Navidad. Se casó c.on una mujer que mantenía contactos habituales
con su familia (un frecuenl(l intercambio epistolar ode regalos,
reuniones familiares periódicas y vi.sitas a los miembros. del clan
resid~ntes en otros lugares). Cinco o seis hermanos del padre adop-
taron su misma modalidad para separarse de la familia de origen. La
madre tenía cuatro hermanos, casados todos .con personas que esta-
ban dentro de la· órbita emocional de.la familia. Esta modalidad. es
tan frecuente que he definido a estas .familias como explosivas y
cohesivas respectivamente. El cónyuge que se separa de la familia de
origen no resuelve su apego emocional.Elantiguo.Jigamen.perma~
nece "latente" y se puede'revivir a través del.contacto: Por medio de
la relación "activa" con la familia cohesiva, el' , sistema nuclear
, se
vuelve reactivo frente a hechos emoc.ionales en la familia cohesiva.
Hay otras familias nucleares en donde ambos cónyuges se alejan de
las familias de origen. En este tipo de familias, es habitual que los
cónyuges seanmás dependientes uno del otro y el proceso emocio-
nal tiende a ser más intenso en la familia. La familia media, en la que
ambos cónyuges están separados emocionalmente de las familias de
origen, tiende a implicarse. más en los sistemas emocionales del
medio laboral y en situaciones sociales. Ejemplo de ello es la gran
dependencia emocional.del padre con respecto a su superiordifecto
en el empleo. En las semanas que siguieron a la muerte repentina del
superior, el hijo adolescente manifestp serios trastornos de conduc-
 46 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
tao Una breve psicoterapia de la' familia, hecha únicamente con el
padre, restableció el equilibrio de la familia hasta tal punto que los
padres pudieron trabajar juntos yde modo productivo para resolver
su interdependencia. El conocimiento de 'los modelos relacionales
del sistema familiar extenso es importimte para comprender el
problema en su totalidad y para elaborar un plan de psicoterapia
familiar. . excelente alumno en la escuela, y en la postadolescencia podría
El proce~o de transmisión multigeneracional
En este sistema teórico, uno de los conceptos fundamentales es
el modelo generacional que predomina y .se transmite con distintos
niveles de inmadurez de padre a hijo. En la mayoría de las familias,
los padres transmiten parte dei su inmadnrezauno o máshijos:Para
ilustrar este modelo generacional en su forma más esquemática,
empezaré por los padres con un nivel medio de diferenciaCión y daré
por cierto que en cada generación los padres proyectan gran p'arte de
su inmadureZ en un único hijo, creando así un grave deterioro en un
hijo de cada generación. Admitiré asimismo la evidencia de que en
cada generación hay un 'hijo que crece relativamente ajeno a los
requerimientos y a las presiones emocionales de la masa del yo fami-
liar y alcllnza en esa situación el nível más alto posible de diferencia-
ción; Sustancialmente, sería imposible que este modelo se reprodiJ-
jera sin variantes' de generación en generación, pero la siguiente
hipótesis sirve para ilustrarlo. E! ejemplo parte de Jabase de padres
con un nivel 50 en la escala. Tienen tre~hijos. El tuás comprometido
está situado en el nivel 35 de la escala, bastante por 'debajo del nivel
básico de los padres y en un nivel ligeramente excesivo de deterioro
tratándoSe de una sola generación.' Otro hijo alcanza el nivel 50,' el
Inismo de los padres: E! tercero crece bastanteapártado de los
problemas de Jamasa del yo farniliar y llega al nivel 60; mucho más
alto que el de los padres. Si tomamos en consideración al hijo con
nivel'35, que se casa con una mujer que está dentro de la gama
. del nivel 35', las características de la personalidad en este matrimonio
variarán en función del modo en que la masa del yo farniliar esté en
condiciones de afrontar los problemas. En una familia con el máxi-
Irto de proyección, el matrimonio será tranquilo y se preocupará casi
éxClusivamente por la salud, el bienestar y los éxitos del hijo más
APLlCACION DE LA .lEORIA DE LA FAMILIA 47
comprometido, que podrá alcanzar el nivel 20. La pareja podrá tener
otro hijo que se desarrolle fuera de la masa del yo familiar, en un
nivel 45, mucho más alto que el de los padres. Tener dos hijos, uno
conllIl nivel 20 y otro. con 'un nivel 45, .es poco' probable. E! hijo
con nivel 20 se encuentra ya en una zona de deterioro, vulnerable a
toda la .escala de problemas humanos. En la infancia, podría ser un
sufrir un choque emocional. Con mucha ayuda, podrá terminar la
escuela y. vivir algunos años sin ningún ,fin preciso y por Ultimo,
casarse con una mujer cuya'<'necesidad" de tener una pareja sea tan
grande como la suya. En este nivel de fusión" los problemas son
tantos que es imposible circunscribirlos a lin único sector. La pareja
tendrá una infinidad de problemas. conyugales, de salud o de orden
social; el conflicto será demasiado complejo para proyectarse única-
mente en un hijo. Puede.tener un hijo con· nivel 10, otro con nivel 15
y otro que crece fuera de la masa farniliarcon .00i nivel 30, muy
superior al de los padtes;Los hijos con nivel 10 ,y 15 están expues-
tos a una total deStrucción funcional hasta llegar a situaciones como
la esquizofrenia o ·Ia conducta criminal.. Esto, ilustra nuestra afinna-
ción precedep.te, segUn la cual se necesitan por 10 menos tres genera-
ciones para que una persona adquiera el nivel de "no sí-mismo", que
cuirni.pará en la esquizofrenia. En la situación intermedia, la inmaduc
rez progresará mucho más lentamente. Además, en cada generación
hay hijos que progresan en la escala. En la' familia media, ese
progreso es mucho más lento que en el caso aquí ejemplificado.
Hacemos notar que las cifras de los niveles de la escala utiliza-
dos en los ejemplos anteriores pretenden ilustrar los principios gene-
rales del sistema teórico. El cambio de nivel funcional en la mitad
inferior de la escala es tan sensible a una cantidad. de factores que
cambian de hora en hora, de semana en semana, a 10 largo de los
años buertos y malos, que sólo es posible establecer niveles aproxi·
mados si se conocen las variables específicas que han actuado
durante un determinado período de tiempo en una familia. En la
situación clínica, el nivel general yelmodelo son importantísimos.
En la' concepción multigeneracional, los niveles' son estrictamente
esquemáticos y sólo se utilizan con fmes ilustrativos. Los postula-
dos de esta concepción proceden de un material histórico que incluye
tres o cuatro generaciones (alrededor de 100 farnilias) y diez o más
generaciones (ocho familias) ..

DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO '
48
Existe también otra concepción teórica, que he amalgamado con
mi teoría y aplicado a todas las familias que se hacen psicoterapia
Se trata de los perfiles dé la personalidad de las distintas posiciones
que ocupan los hermaoos, presentadas por Toman en su libro
Family Constellation 9. Creo que este libro es una de las coritribucio-
nes recientes más significativas parae! conocimiento de la familia. El
autor expone la tesis de que las características de la personalidad
están determinadas, por las posiciones de los hermaoos 'Y poda
constelación familiar en la que han crecido. A mi juicio, estos perfi-
les de personalidad son sumamente exactos, sobre todo en lo que se
refiere a aquellas' personas que se encuentrao en la mitad de mi
escala de diferenciación del si-mismo. Toman realizó sus estudios en
familias "normales" y no intentó siquiera tomar en cuenta otras
variables. Tampoco consideró las alteraciones de personalidad en un
niño que ,era objeto del proceso de proyección de la familia., Un
ejemplo de tergiversación viene dado por una familia con dos hijas.
La mayor, más implicada en el sistema emocional de la familia, tenía
las características de una "niña" de menos edad que la suya. La
menor, menos implicada en el sistema emocional de los padres,
había asumido las características de hija mayor. En general, estos
perfiles 'tienen una mezcla de características adultas e infaotiles.
Cuaoto más alto en la escala se encuentra una persoria, más predO"
minan en ella las cualidades adultas y viceversa.
'APLICACION CLINICA DE LA PSICOTERAPIA FAMILIAR
Espero que estos conceptos teóricos ayuden al lector a pensare~
términos de sistemas familiares, más que en categorías de diagnósti-
cos y en dinámicas individuales. Cada punto de la teoría es aplicable
a la valoración crítica y a 'la psicoterapia familiar. Tendremos en
cuenta entonces:
1) la valoración de los catnpos familiares;
2) el proceso de diferenciación del sí-mismo en psicoterapia;
3) los principios y las técnicas empleados.
9 Springer Publishing Co., Nueva York, 1961.
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 49
Reconocimiento de los campos familiares
, Se utiliza este término para designar un proceso de "valoración"
~e la familia utilizado por mí en la primera entrevista. Este proceso
t~ende a obte~er un cúmulo de informaciones fácticas en muy poco
tiempo. Las informaciones se emplean simultáneamente a la teoría
familiar con el objeto de formular cuáles son los modelos generales
del funcionamiento de la masa del yo familiar durante dos generacio-
ne¡; como mínimo. La formulación sirve para establecer un plao de
psicoterapia. AI,principio se requieren muchas horas para obtener
esas informaciones. Con la experiencia y con una minuciosa estruc-
turación de la entrevista, y siempre que la familia no manifieste
problemas especialmente complicados, en una hora se puede efec-
tuar un reconocimiento suficiente para planificar la terapia. Este
proceso difiere del tipo de evaluación en la que el terapeuta puede
pasar varias horas en presencia de todos los componentes de lafami-
lia para observar el modo en que actúan todos los miembros en el
sistema relacional. Para los cursos de formación de los jóvenes tera-
peutas es esencial inculcarles que se requiere una gran experiencia en
la observación de la conducta de varios miembros de la familia
juntos. N o es posible conocer a una, familia sin una obserVación
clínica directa y no es aconsejable trabajar sólo con algunos segmen-
tos de la familia sin haber adquirldoaotes un conocimiento eficaz del
conjunto. Cuaodo se trata de una familia media, la primera sesión
tiene lugar con asistencia dé ,ambos padres, quienes, por lo general,
proporcionao más informaciones estando juntos. Además, esto nos
permite tener un cuadro más eficaz de la relación conyugal. Si
surgen pruebas de la posible interferencia de la desavenencia conyu-
gal en la recopilación de datos, le pido que asista a la próxima sesión
al padre que mejor conoce los problemas familiares. Pueden salir a
la luz interesantes revelaciones. La mayoría de las familias busca
ayuda cuaodo aparecen disfunciones en una o más de las tres zonas
de tensión del sistema nuclear: 1) conflicto conyugal; 2) disfunción
de uno de los cónyuges; 3) disfunción de un hijo. Para ejemplificar
esta valoración, citaré el caSo de una familiíl que me fue enviada por
un problema de conducta de un hijo adolescente.:
Para el reconocimiento de los campos familiares, quiero saber
aot~ todo cóm~ ~nciona el campo de la familia nuclear, y luego, de
que manera se rnJerta en el campo nuclear el modo de funcionar de la
50 DE LA FAMILIA AL INDIVIDOO
familia extensa. Un buen punto de,partida es la revisión cronológica
del desarrollo del síntoma en el niño, acompañada de fechas precisas
y de las circunstancias en que' cada síntoma se ha manifestado.
Muchas de 'las manifestaciones sintomáticas pueden haber estado
ligadas, en su momento, a otros hechos ocurridos, tanto en la fami-
lia nuclear como en laextensai' Los padres pueden contar que el
chico "hizo novillos" cuando estaba en tercer' curso de la escuela
media, pero sería posible tener más informaciones acerca del sistema
familiar si se tuviese conocimiento de que eso sucedió el día en que
la abuela fue internada en el hospital para verificar si realmente tenía
cáncer. Sería útil también saber cuáles eran, ese día, los sentimientos
y fantasías de los demás componentes de la familia
El segundo campo de investigacipn se refiere al funcionamiento
del' yo familiar después del matrimonio. ,Esta unidad emocional tiene
un sistema propio de dinámicas internas, que cambia con el paso de
los años; ,El sistema interno responde también a los campos emocio-
nales de las familias extensas y a las tensiones causadas por la vida
real. El objetivo es obtener una visión cronológica y esquemática del
sistema intyrno cuando actúa y reacciona por estímulo de fuerzas
externas. Esto ,se podría equiparar a dos campos magnéticos en
cambio constante, que se influyen recíprocamente. El modo de
funcionar interno sufre la influencia de hechos como la intimidad o
la distancia, el' contacto emocional con las familias' extensas, los
cambios, de residencia, la adquisición de una vivienda, los éxitos o
los fracasos profesionales. Los hechos que más influyen en ambos
campos emocionales son los nacimientos dentro de la masa del 'yo
familiar. las enfermedades graves y las muertes en la fanrilia exten-
sa. El fun,cionamiento del yo familiar se puede evaluar formulando
algunas preguntas con respecto á las zonas de tensión o a los
conflictos conyugales, enfermedades u otras disfunciones y con
respecto a la proyección que todo esto tiene en el niño. Un cambio
en la sintomatología de la tensión puede estar ligado' adinámicas
internas o a factores externoS; Son importantes las fechas en que se
producen los cambios. El paso de una relación apacible a una
conflictiva podría ser explicado así por la mujer: "fue el período en
que comencé a rebelanneante él", cuando en realidad ocurrió exacta·
mentecuan,do hubo'un problema en la fanrilia extensa
ni" ,I¡pp,mantes cambios de la masa del yo acompañan al nacimiento
de los :hijos, Bl nacimiento del primer hijo cambia el sistema familiar
APLlCACION DE LA lEORIA DE LA FAMILIA 51
de una relación entre dos a una relación entre tres. Cuando se produ-
ce un acontecimiento tan importante, sería deseable una definición de
todo el sistemaJamiliar'-incluyendo el lugar, fecha y edad de cada
persona que viva en la misma casa- y del modo de funcionar de
cada una de,ellas, como también una verificación de'la realidadde.la
familia extensa. De ser posible, es deseable, además, poder interpre-
tar los sistemas afectiv'o"fantásticos de los distintos componentes de
la familia en momentos de tensión. Con frecuencia resulta fácil
examinar el proceso de proyección de la familia formulando pregun"
tas acerca del sistema fantástico de la madre antes y después del
nacimiento del hijo. Si el proceso de proyección es significativo, sus ,
preocupaciones y atenciones se han centrado en ,el hijo desde la 1
1,
\
gestación, su relación con él ha sido "diferente" porque desde
mucho tiempo atrás le ha provocado ansiedad,' y ella se muestra I
impaciente cuando habla de ese tema. Un largo e intenso, proceso de
proyección pone de manifiesto un problema grave y profundo con el
hijo. Un proceso de proyección iniciado poco tiempo antes, a lo
mejor después de la muerte de un miembro importante de la fanrilia,
es mucho menos serio y puede ser tratado con mayor facilidad en
una psicoterapia. El proceso proyectivo que en general se establece
entre madre e hijo cambia el funcionamiento interno del sistema.
Esta gran energía psíquica que la madre comunica al hijo cambiará el
sistema de energía psíquica de' la fanrilia. Puede servir para reducir el
conflicto conyUgal, pero también puede trastornar al marido hasta el
punto de hacerle pasar más horas en su lugar de trabajo, o bebiendo,
o con la amante, o con sus padres a los que, emocionalmente, se
acercará más. Esta indagaCión se repite cuando se examina la fase
inicial de los síntomas del hijo, du¡;ante la cual salen a la luz puntos
esenciales que corresponden a fechas 'y hechos críticos en la relación
con la fanrilia La indagación da un cuadro de los niveles generales
de funcionamiento, de respuesta a la tensión y de demostración de la
flexibilidad o rigidez de todo el sistema., Indica también cuál de los
dos cónyuges es el más adaptable. Por lo general, se trata del más
pasivo, que, además, se muestra dispuesto a ceder en un phinomás
superficial de cohtrol. Esto involucra a todo el sistema fantástico,
emocional y operativo. El cónyuge que manifiesta síntomas físicos
en respuesta a las' emociones se encuentra en un estado profundo de
adaptación "célula a célula".
La segunda zona de investigación la constituyen los campos de
52 . DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
las dos familias extensas, en el orden elegido por el terapeuta. Esta
investigación es similar a la de la familia nuclear. Difiere de la prime-
ra por el hecho de centrarse en modelos más globales y generales.
Son importantes las fechas exactas, las edades y los lugares. El
trabajo del abuelo, la observación de la salud de cada cónyuge y de
su relación se cuentan entre las informaciones clave para definir la
masa del yo de la familia. Los datos sobre cada uno de los hermanos
incluyen el orden y la fecha de nacimiento, la clase de trabajo, el
lugar de residencia, algunas noticias sobre su compafiero y sobre .
sus hijos y un perfil de su estilo de vida, así como la frecuencia y el
tipo de contaoto con los demás miembros de la fantilia. Estas breves
informaciones, que se pueden obtener en no más de cinco o diez
minutos, permiten reunir nociones operativas bastante minuciosas
con respecto a la masa del yo familiar y al modo en que los padres
nucleares han funcionado dentro del grupo. Es común que los
hermanos que funcionan bien e~tén menos comprometidos con el
sistema emocional de la familia. En cambio, los más comprometidos
alcanzan un menor desarrollo individual. La indiferencia con respec-
to a los otros miembros de la fantilia y la calidad de los contactos
emocionales con ellos indican el modo en que una persona encara
todas las relaciones emocionales y señala también si esta modalidad
tiende a la fantilia que "explota"o a la "cohesiva". Un alto porcentaje
de enferniedades psíquicas se encuentra a menudo en aquellos que
tienen bajos niveles de diferenciación del sí-mismo, La posición de
los hermanos es Uno de 10s fragmentos de información más impor-
tantes. Esto, junto con el nivel general del funcionamiento fantiliar,
permite postular un perfil de la personalidad bastante exacto, que
habrá que verificar luego. En general, el estilo de vida que se ha
llevado en la fantilia de origen estará presente, tanto en la familia
nuclear como en el curso de la psicoterapia fantiliar. .
. Las averiguaciones con respecto a los "campos" familiares
siguen también el mismo modelo cuando se trata de indagar otros
problemas. Algunas áreas de investigación requieren un examen
detallado. Siempre conviene remontarse lo más posible en las gene-
raciones. El objetivo general es seguir a toda·lafantilia a lo largo
del tiempo, concentrándose en los hechos conectados con los
campos interdependientes. Cuanto más bajo es el nivel de diferen-
ciación de una familia, mayor es la intensidad y la frecuencia de
hechos coligados. Un factor común y secundario de la investiga-
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 53
,
ción del campo familiar es la inicial conciencia intelectual de la i1
familia frente a la .coincidencia de los hechos en sí. El sistema
emocional de la familia 'actúa siempre para oscurecer y confundir el
recuerdo y hacer que esos' hechos sean tratados como si fueran 1,
casuales. La familia puede responder al esfuerzo de definir fechas
precisas de la siguiente manera: "Eso ocurrió cuando tenía alrededor i
de ... 11 ó 12 afios" Y "Es probable que estuviera en quinto grado !'
de la escuela primaria" o "Hace aproximadamente cinco o seis
afios". Para lograr la información específica hay que discutirla
constantemente y hacer cálculos matemáticos. El caso de una fami-
lia en tratamiento psicoterapéutico ilustra el proceso de oscureci-
miento del recuerdo. Diez .días después de que, la madre regresase
i
~ I
del funeral de su madre, la hija se enfermó de nefritis. Unas sema-
nas más tarde, la madre insistía en que la enfermedad de la hija era
anterior a la muerte de la abuela. Los recuerdos del marido y mis
notas eran correctas. Nunca he tenido tendencia a elaborar la hipó-
tesis de una causalidad y me he limitado a observar que esos hechos
se presentan con una secuencia temporal realmente impresionante.
Creo que esto obedece al hecho de que los hombres niegan la
dependencia de 'su prójimo. Evito las libres especulaciones dinámi-
cas y transcribo las explicaciones de la familia anotando: "el miem-
bro de la familia ha dicho ... ". pe este modo, evito también servir-
me de la coincidencia de/los hechos al comienzo de una
psicoterapia. Cuando en el pasado, después de la primera entrevista
con las fantilias, he caído en la tentación de mostrarles esa coinci-
dencia, algunas de ellas encontraron el pretexto para no volver más.
Mi objetivo es seguir formulando preguntas y haciendo "hablar" al
calendario cuando los demás son capaces de "escuchar".
El reconocimiento del campo familiar sirve principalmente al
terapeuta para conocer a la familia y su funcionamiento. Le sirve
también para elaborar un plan terapéutico. Si el desarrollo de los
síntomas es lento en la familia nuclear, es probable que sean el
producto de una lenta construcción en la fantilia. Cuando los sínto-
mas se desarrollan más rápidamente, la situación merece una atenta
investigación de los trastornos en la familia' extensa. Si se trata de
una respuesta a la fantilia extensa, se puede considerar que la situa-
ción es "aguda"y resulta bastante fácil restablecer el funcionamiento
de la fatnilia. El ejemplo siguiente se refiere a múltiples problemas
agudos que siguen a un trastorno en la fantilia extensa. Una mujer

54 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
de cuarenta años me fue enviada a causa de una depresión, para la
cual se le había aconsejado que fuera internada Su marido pertene"
cía a una familia "cohesiva" de seis hermanos, que vivían todos
cerca de los padres. Dos meses antes, la madre, de 65 años, sufrió
la extirpación total de uno. de los senos por cáncer. Das semanas
después de la operación, una de las hermanas del marido tuvo un
choque automovilístico, por lo que se vio obligada a petmanecer en
el hospital algunos meses. Seis semanas después de la operación, el
hijo de uno de los hetmanos del padre. fue detenido por una serie de
delitos, el primero de los cuales había tenido lugar dos semanas
después deJa intervención. Pará la primera sesión se citó únicamente
a la mujer deprimida y luego marido y. mujer fueron entrevistados
juntos. Unas pocas horas dedicadas a indagar las emociones de esta
última aliviaron rápidamente su depresión y sirvieron para planificar
una psicOterapia a largo plazo para ambos cónyuges,
El proceso de diferenciación del sí"mismo
El esfuerzo básico de este sistema terapéutico consiste en
ayudar a cada uno de Jos componentes de Il\ familia 'a alcanzar un
nivel más alto de diferenciación deLsí"mismo. Un sistemaemocio"
nal, funciona por medio deuná estabilidad cuidadosamente equili"
brada en la que cada individuo· dedica deternrinada cantidad de su
ser ,y de su sí"mismo al bienestar de los demás. En un estado de
desequilibrio, 'el sistema familiar actúa automáticamente para resta"
blecer el anterior equilibrio del todo, aun cuando se deba sacrificar
a alguien. Cuando un individuo se mueve hacia un nivel más alto de
la diferenciación del sí~mismo, perturba el equilibrio del todo, con
la Oposición enérgica de las fuerzas del grupo. En sistemas emocio"
nales más amplios, un individuo puede buscar· un aliado o un grupo
que lo ayude a oponerse a las fuerzas del' sistema. pero esto sólo le
servirá para formar una nueva unión indiferenciada con los' aliados
(incluso con un bando o un grupo minoritario dentro del sistema
más general); de la que le resulta más. difícil diferenciarse que de la
unión originaria. Todo esfuerzo efectivo para lograr la diferencia"
ción se debe hacer únicamente en dirección al indiViduo. A conti"
nuación descrilJiré algunas de las fuerzas que se oponen a la "dife"
renciación del sí"mismo". Si,pese a la oposición; el individuo
APLlCACION DE LA lEORIA DE LA FAMILIA 55
consigue mantener su propia posición "diferenciada", más tarde la
familia lo apreciará. '
En este sistema teórico, uno de los conceptos importantes se
refiere a los "triángulos". No ha sido incluido en los otros conceptos
porque interesa más a la terapia que a la teoría básica. El "triángulo"
es la base de la estructura de todo sistema emocional. Cuando la
tensión emocional de un sistema formado por dos personas supera
un nivel dado;·~triangula" a una tercera persona; petmitiendo que la
tensión se desplace dentro del triángulo. Toda pareja de personas en
el triángulo'originario puede formar un nuevo iriángulo que seagre"
gará a los demás. Un sistema emocional está formado por una serie
de triángulos independientes. El sistema de tensión se puede despla"
zar a uno cualquiera de los viejos circuitos preestablecidos. Se ha
probado clínicamente que el sistema de tensión originario, compues"
to par dos personas, se resolverá automáticamente cuando esté
contenido. en un sistema de tres, en el cual uno de ellos permanece
emocionalmente distante,· Este aspecto será discutido cuando se
hable de "destriangular el triángulo".
La experiencia con este sistema terapéutico indiea que son dos
los caminos para promover un nivel más alto de diferenciación del
sí"mismo.' 1) Lo óptimo es la diferenciación del sí"mismo de cada
cónyuge con respecto al otro, como esfuerzo de cooperación hecho
en presencia de un "triángulo'!' potencial (el terapeuta) que puede
permanecer emocionalmenté distanciado. En mi opinión, esto consti"
tuye la "magia" de la psicoterapia familiar. La pareja tiene que estar
ló bastante ligada como p3J'a soportar el estrés de la "diferenciación"
y tener suficiootes dificultades como para sentirse motivada para el
esfuerzo. Primero uno y después el otro cónyuge se mueven paulati"
·namente hasta que desaparece la motivacion. 2) Un segundo camino
consiste en iniciar la diferenciación de uno solo con la guía del
.supervisor, lo que equivale a dar el paso preliminar hacia la diferen"
ciación del propio sí"mismo con respecto al de otra persona iffipor"
tanteo Este modelo terapéutico resulta eficaz en la psicoterapia fami"
liar hecha a un único miembro de la familia. 3) Un tercer camino,
menos efectivo, consiste en poner en marcha todo el proceso con la
guía de un supervisor que hace las veces de entrenador de campo. El
uso directo del "triángulo" se pierde, el proceso es más lento y
mayores' son las ocasiones de "impasse". Una última observación
general sobre la "diferenciación": el máximo nivel de diferenciación
56 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
posible para una familia es el nivel más alto que cada uno de sus
miembros puede alcanzar y mantener contra la oposición emocional
de la "unidad" familiar en la que vive.
Principios y técnicas de psicoterapia familiar
Mi mejor manera de abordar cualquier problema familiar
(conflicto conyugal, disfunción de un cónyuge o de un hijo) es
comenzar con el marido y mujer juntos y seguir con ambos durante
toda la terapia Con la mayoría de las familias no es posible aplicar
este excelente plan. Del 30 al 40 por ciento de las horas pasadas con
la, fanúlia, se dedica a un único miembro, sobre todo en situaciones
en las que uno de los cónyuges se opone o está poco motivado, o se
requiere mucho tiempo para hacer progresos con los dos juntos.
Paso ahora a explicar mi método de ayudar a uno de los componen-
tes de la familia, a "diferenciar su sí-mismo". El método de trabajar
con ambos padres ha sido el fruto de muchos años de experiencias
en las que los dos padres y el hijo que manifestaba los síntomas (por
lo general, una conducta propia de la postadolescencia y problemas
neuróticos) participaban todos juntos en las sesiones. Una terapia
media dura un año o más. La comunicación entre los miembros de la
familia mejoraba, los síntomas desaparecían y las familias ternúna-
ban la terapia satisfechas de sus resultados. El modelo de la relación
conyugal no mostraba cambios fundamentales, aun cuando esta rela-
ción fuera considerada como un presupuesto básico del origen del
problema. Partiendo de la premisa de que todo el sistema familiar
cambiaría si cambiaba la relación conyugal, comencé a pedir a los
padres que dejaran al hijo en la casa y que se concentraran en sus
problemas personales. Estos fueron los resultados más satisfactorios
de mi trabajo. Muchos hijos que al principio habían participado en la
terapia dejaron de ser entrevistados y otros sólo participaron en las
sesiones una vez. Los padres que habían conseguido los mejores
resultados siguieron viniendo a la terapia una vez por semana duran-
te cuatro años, con un total de 175 a 200 horas. Los resultados eran
los más satisfactorios que podían obtenerse, comparados con los de
cualquier otro método de psicoterapia que yo conociera. En pocas
semanas o meses, los síntomas de los niños desaparecían y los
cambios sobrevenían, no sólo en el seno de la familia nuclear, sino
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 57
también en la familia extensa. Constantemente, el tiempo empleado
ha sido de cuatro años, hasta el punto de que me he convencido de
que este lapso es necesario para una diferenciación significativa del
sí-mismo. Hay personas que pueden pasar toda la vida sin definirse
con respecto a múltiples problemas existenciales. En la actualidad
estoy experimentando con sesiones más espaciadas entre sí para
reducir la duración toial.
El proceso básico de trabajar simultáneamente con ambos
cónyuges no se ha modificado con el transcurso del tiempo, si bien
han variado los enfoques y se han modificado los planteamientos
teóricos. En el pasado, ponía el acento en la comunicación de los
sentimientos y en el análisis del inconsciente por medio de los
sueños. Más recientemente, he empleado un procedimiento de
observación extraído paso a paso de otro proceso: el de exteriorizar I .
y separar las fantasías de cada cónyuge y, por tanto de sus sistemas
emocionales y cognitivos. Este es, en realidad, el proceso de conoci-
miento del propio sí-mismo y del sí-mismo del otro. He escuchado
comentarios como éste: "No sabía que tuvieses pensamientos como
éstos", que daban lugar a esta respuesta: "Nunca me he animado a
comunicárselos a nadie, 1y menos a ti 1"
Veamos un ejemplo de dos pequeños progresos hacia la diferen-
ciación,'del sí-mismo y de la reweétiva respuesta emocional del otro.
Una mujer después de largas' reflexiones, anunció: "He decidido
recuperar todos los pensanúentos, tiempo y energías que te dediqué
para tratar de hacerte feliz y'aplicarlos ahora a la tentativa de hacer de
mí una mujer y una madre más responsable. Nada de lo que intenté
hacer lo he logrado realmente. Lo he pensado mucho, ahora tengo
un plan". El marido reaccionó frente a la posición "yo" de la mujer
con su habitual conducta emocional. Estaba enfurecido y herido.
Ternúnó diciendo: "Si hubiese adivinado que después de 15 años
íbamos allegar a esta situación, sólo te puedo decir una cosa: ¡nunca
nos hubiéramos casadol". Pasada una semana se sentía contento de
su "nueva" mujer. Después de algunas semanas, tras muchaS refle-
xiones, dijo: "He tratado de pensar en mis responsabilidades para
con la familia y el trabajo. Nunca he tenido las ideas claras en ese
sentido. Si trabajaba después de la hora, tenía la sensación de
descuidar a mi familia. Si pasaba demasiado tiempo con mi familia,
tenía la sensación de descuidar mi trabajo. Este es mi plan". La
mujer tuvo una reacción emocional frente a su egoísta falta de consi-
58 OE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
deración,que por fin se manifestaba en su verdadera dimensión.
Una semana después todo había pasado.
Cuando los. cónyuges cambian su relación, perturban el equili-
brio emocional de la familia de ,origen, en. la que se' producen reac-
cionesy se toman resoluciones similares a las'qe la pareja. La mayo_
ría qe estos. cónyuges han llegado a ser más responsables y más
respetados en los sistemas de las respectivas familias extensas. La
oposición al cambio se produce también en los sistemas emoyionales
de carácter. social 'o laboral. Un. cambio en el s[-mismopertqrba el
equilibrio y alimenta la fuerza opuesta .en todos los sistemas emocio-
nales interdependientes. Si dos cónyuges logran generar cambios
primarios. en su propia relación, es relativamente fácil hacerlo en los
otros sistemas.,
Uno de los procesos más importantes .seglÍn' este planteamiento
metodológico es la atención constante que elterapeuta pone al definir
su sí-mismo frente a la familia. Lo hace ya en la primera entrevista al
definir su sistema terapéutico y sus diferencias con, respecto a los
otros métodos.y Jo confirma en casi todas las sesiones, tomando
posición con respecto a cualquier tipo de problemática, Son de suma
importancia las posiciones asumidas en cuanto a la acción a seguir,
es decir: "Lo que haré y lo que no haré". Creo que un terapeuta no le
puede pedir a la familia que hagá lo que él no hace. Cuando la fami-
lia avanza lentamente en la definición de su sí-mismo, empiew a
preguntarme si no hay alguna zona ambigua en la que tampoco yo he
conseguido definir mi mi-mismo.'
Describiré Mora .en qué consiste la psicoterapia familiar con un
único cónyuge. La noción básica es la búsqueda del modo de iniciar
un cambio. en una familia paralizada, es la búsqueda de una brecha
que nos permita tomar contacto con una familia sin recursos ni fuer-
zas e interrumpir. el contacto con ese cenagal que es la enfermedad
para, al fin, rescatar, de esa marisma, una diferenciación. De hecho,
cuando es posible iniciar un proceso de diferenciación en ún miem-
bro de la familia, es posible también liberar todo el sistema familiar.
No lIle ha sido fácil comunicar esta idea. Para los que usan el mode-
lo médico y consideran la relación terapéutica· en sí como una fuerza'
curativa. fundamental en los trastornos emocionales, este principio
es ,equivocado. Me he valido de muchos conceptos para exponer mi
idea. y he intentado verla desde distintos puntos de vista para
mos.trarla. Hay quienes la han interpretado en estos términos: "Curar
APLlOACION DE LA lEORIA DE LA FAMILIA 59
al miembro más sano de la familia en lugar de curar al paciente,
sobre la base de que .el más sano es más capaz de modificar su
conducta"i,Esta definición del objetivo terapéutico es concreta, sólo
que en lugar de servirse de un concepto de "enfermedad", utiliza un
concepto de "salud", que sigue siendo 'un modelo médico. Un tera-
peuta que intent,a curar al más sano con esta orientación médica, o
puede confundirlo, o puede transformarlo en "paciente".
El conflicto conyugal da 000 de los Imejoresejemplos del trabajo
con un solo cónyuge; Se tráta de una situación Clínica en la cual el
sistema emocional ha intervenido ya en la disfunción mucho antes de
que la pareja busqu y ayuda. Un buen nivel de conflicto abierto es
"normal" y debe alcanzar un cierto estado de disfunción 'antes de que
se solicite ayuda. El matrimonio se inicia siguiendo un modelo ideal
en el que cada cónyuge dedica un alto porcentaje de su "sí-mismo" a
procurar la felicidad y el bienestar del otro. A esta situáción le he
dado el nombre de contrato emocional "fraudulento", porque es real-
mente iroposible, tanto para uno como para otro, vivir respetando
este convenio. ,En este contexto, el funcionamiento del sí-mismo
p
es dependiente del otro y todo fracaso, sea en la felicidad o en el
funcionamiento, es imputable al otro. La inversión emocional entre
11,.
ambos continúa, pero se transforma ,en energía ,negativa que estig-
matiza y. diagnostica. Creo q\le los matrimonios en, conflicto duran lil
mucho debido, precisamente(al intercambio de energía. Es probable l
que el tiempo dedicado por cada cónyuge a pensar en el otro sea 1
superior al habitual en los matrimonios "tranquilos". Por. la intensi-
dad de la interdependencia emocional y la habilidad para utilizar el I
conflicto, la pareja, en general, no se decide a pedir ayuda hasta que :1
!¡
los mecanismos están saturados. En muchísimos casos de matrimo- I
1
nios conflictivos, trato únicamente a uno de los cónyuges durante I
varios meses, o aveces un año, antes de poder trabajar con ambos
con serenidad. La opción de trabajar con uno antes que con el otro
es fácil cuando uno de ellos está motivado y el otro se opone. El
caso es diferente cuando se trata siroultáneamente a los dos y el
mecanismo repetitivo,"acusar al otro para excusarse a sí-mismo", se
prolonga durante toda la sesión. Si la pareja es capaz de interrumpir
este círculo vicioso y observarlo, sigo trabajando con ambos. Pero
si mi.esfuerwpor ayudarlos a interrumpir el circuito no tiene éxito,
les digo que considero que la sitUación es repetitiva, y por ende
iroproductiva; que no me interesa perder mi tiempo de ese modo; que
60 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
mi intención es tratar únicamente al más sano y mejor integrado
durante algún tiempo para ayudarle a alcanzar una cierta objetividad
y control emocional. El intento de trabajar con el más sano establece
otra orientación y cambia su propio diagnóstico, repetido de tiempo
atrás: "Tú eres el enfermo y necesitas a un psiquiatra".
No trato altemativamente a uno y otro cónyuge porque esto invi-
ta a la "triangulación", ninguno de ellos trabaja de veras para resol-
ver el problema, cada uno espera que lo haga el otro y tiende a justi-
ficarse a sí mismo frente al terapeuta. Mis posiciones en función del
"yo", basadas todas en la experiencia, las asumo de acuerdo con 10
que pretendo hacer o no hacer y jainás con ~'Io que es mejor".
Como el proceso de trabajar sólo con un miembro de la familia
es semejante en todas las situaciones, describiré mi trabajo en detalle
en el caso del conflicto conyugal. Las primeras sesiones las dedico
por completo a exponer cuál· es mi orientación, ilustrándola con
ejemplosc1ínicos y diagramas en la pizarra. El concepto es, en líneas
generales, el siguiente: desviar la energía psíquica del otro cónyuge
para que sea asumida dentro de los límites del yo, que están todavía
medianamente definidos. Esto equivale a liberarse del otro, redu-
ciendo la energía de pensamiento y acción dirigida al cónyuge con el
objeto de atacarlo y cambiarlo,para canalizarla, por el contrario, al
cambio del propio sí-mismo. Cambiar el sí-mismo significa buscar
el modo de escuchar los ataques que se sufren sin responder, o bien,
buscar el modo de vivir con "las cosas como son" sin tratar de
cambiarlas, definir aquello en que se cree y las convicciones perso-
nales sin atacar las del cónyuge y, por último, observar la parte del
sí-mismo que se pone en juego en las distintas situaciones. Gran
parte del t~empo se dedica a fijar el sí-mismo del terapeuta con
respecto al cónyuge. Esto sirve para "pasar de las ideas" que puedan
ser útiles a la definición del sí-mismo. A los cónyuges se les dice
que otras parejas han encontrado que esta modalidad es conveniente,
que la tentativa será inútil si se resisten a aplicarla sin incorporarla a
sus sí-mismos (creencias y convicciones personales); que será irreal
intentar hacer algo en lo que no creen, y que deberán asumir la
responsabilidad de encontrar otras idt;as y principios útiles si los
propuestos no coinciden con sus sí-mismos. Les doy la tarea de
convertirse en "estudiosos y observadores de sí-mismos". Parte de
cada sesión se dedica a escuchar la exposición que ellos hacen acerca
de sus tentativas de "ver" el sí-mismo. Les hago. conocer cuáles son
APLlCACION DE LA TEORIA DE LA FAMILIA 61
los estadios que previsiblemente pueden alcanzar en caso de tener
éxito en sus esfuerzos· por definir su sí-mismo y contener las accio-
nes críticas, las palabras y los pensamientos destinados a cambiar el
rumbo de la vida del otro cónyuge. Si uno de los componentes de la
pareja lo logra, la primera reacción del otro será: "Eres un ser bajo,
egoísta y vicioso, no comprendes, no amas y tratas de herirme". Si
eJ.primero es capaz de escuchar el ataque esperado sin reaccionar, se
habrá alcanzado una meta..
Después; habrá que estar preparado para que el otro cónyuge se
encierre en sí-mismo, con lo cual le dará a entender:. "Si es para
terminar en un infierno, no tengo necesidad .de ti''. Este es el estadio
más difícil de todos. La pareja puede llegar a caer en la depresión;
estar confusa y desarrollat una amplia gama de trastornos físicos. Es
la reacción de la psiquis del que protesta en favor de la vieja cohe-
sión y dependencia. Si los cónyuges consiguen soportar los sínto-
mas sin reaccionar, se puede esperar que uno de ellos pida nuevas y
diferentes demostraciones de afecto, basadas en un nivel más ·eleva-
do. de madurez. Es común que esto ocurra pocos días después de
que el otro integrante de la pareja haya solicitado hora para él,
pidiendo una terapia, y no mucho antes de que ambos estén en
condiciones de trabajar juntos:
El estilo de vida del bajo nilel de "diferenciación" es la transfe-
rencia de ehergía psíquica en e~ sí-mismo de otro. Cuando esto suce-
de durante la terapia, se trata de una transferencia. Uno de los objeti-
vos de este tipo de terapia es ayudar al otro a hacer de su vida un
proyecto de búsqueda Es importante que el cónyuge que se hace
una terapia logre contener a su sí-mismo, de manera estable, con
respecto al terapeuta en el rol del otro cónyuge. Si la persona
comprende tanto la. naturaleza vital de esta tentativa como que el
progreso .será más lento· o se detendrá en caso de que la energía sea
asumida por el sí-mismo del terapeuta y no por su propio sí-mismo;
se verá beneficiada· mantehiendo concentrada la energía únicamente
en su objetivo. No es posible enfocar la cuestión sobre la base de la
"diferenciación del sí-mismo" con los dos miembros de la pareja. El
resultado sería una intensa "triangulación".
El trabajo realizado con el cónyuge enfermo depende del proble-
ma. presentado y de quién solicita ayuda Si el que está bien pide
ayuda, el que está mal está a punto de derrumbárse. En estos casos
intento evitar todo contacto con la parte más enferma de la familia,
62 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
tratando, en cambio, de tomar contacto con el que está bien para
tratar con él los problemas que tiene con el cónyuge que está mal.
Algunas de estas familias obtienen una notable mejoría sintomática
pasadas unas cuantas sesiones, .pero no se sienten motivadas para ir
más allá de la desaparición de los síntomas. Cuando el cónyuge
"enfermo~' pide ayuda, mantengo una posición distante, como ésta:
"Examinemos este hecho y tratemos de comprender cuál es tu parte
en el problema familiar". Las células de la persona "enferma" entran,
literalmente, en ·disfunción en presencia del otro cónyuge, sobre
todo en aquellos que manifiestan 'graves disfunciones intelectuales y
somáticas; Si se hace participar al otro cónyuge en las sesiones
demasiado pronto, la terapia puede fracasar en pocas horas. El obje-
to es, en cambio, formular enseguida propuestas operativas a la
familia y esperar hasta que el sÍ-mismo dela persona enfenila esté en
condiciones de actuar en presencia del otro sin caer en disfunción.
Se han obtenido excelentes resultados en trabajos a largo plazo; de
alrededor de seis meses con el paciente y de dos años con la pareja.
Problemas ·como la impotencia o la frigidez pertenecen al área del
funcionamiento relacional. En general, pueden ser trasladados al
seno de la "familia" deSpués de pocas horas, con un buen resultado.
La impotencia desaparece a menudo pasadas pocas semanas y
después de pocos meses ya no se habla de frigidez. Sin embargo, en
la mayoría de los casos 'se requiere una terapia,familiar a largo plazo,
de dOS años o más.
El problema.del hijo "triangulado" representa lma de las dificul-
tades más serias en la psicoterapia familiar. Del reconocimiento
inicial 'de la familia puede surgir una discreta evaluación de la inten-
sidad del proceso. Si no es demasiado grave, los padres pueden
concentrarse inmediatamente en sus problemas personales. Se puede
decir que casi olvidan al hijo que deptonto se libera de,los síntomas.
Incluso cuando la triangulación. es compacta, hago una "vuelta de
prueba" con los padres para sondear la flexibilidad de la felación
farniliar. Cuando la triangulación o la proyección del problema fami-
liar en el hijo son graves, lospadresson incapaces de apartar al hijo
de sus sentimientos, de sus pensamientos y de sus acciones. Hay
casos menos graves en los que los padres tratan tenazmente de obli-
garse la: superar l!ls problemas, pero su relación carece de vida y es
plana. La energía vital y el sÍ-mismo se descargan visceralmente en
'eLhijo. Después de 'muchos años de aplicar métodos que tienden al
APLlCACION DE LA lEORIA DE LA FAMILIA 63
alivio del síntoma (incluida la terapia con variadas combinaciones de
componentes de la/familia), comencé a aplicar tina terapia que he
denominado: "La triangulación del triángulo". Es demasiado
complejo comentarla brevemente; baste decir que significa ayudar a
uno de los padres a establecer una posición "yo" y a "diferenciar un
SÍ-mismo" en su relación con el niño. Si hay otra "magia" en la "'1,
psicoterapia familiar, es la que se refiere a la respuesta que da la i
familia cuando uno de los padres empieza a diferenciar un sÍ-inismo
de la amorfa "cohesión del nosotros" de la intens'a masa indiferencia-
da del yo. Un solo fragmento de SÍ-mismo, claramente defmido en
este mar de indefiniciones puede traer un período de calma extraordi-
naria. La calma puede ceder fácilmente el paso a otros problemas,
pero la farnilia es diferente: El otro componente de la pareja no tiene
dificultades para ,fusionarse con el hijo en una relación cohesiva,
más intensa, que alternativamente ataca al "padre diferenciado" y le
implora que vuelva a reunirse con ellos en la antigua cohesión. Si
este padre consigue mantener, al menos por unos días, una posición
"yo" razonable, se producirá una disminución automática en la inten-
sidad del apego existente entre los otros dos y consecueritemente,
una disminución permanente de la intensidad del triángulo. El
segundó paso implica una tentativa análoga del otro padre para dife-
renciar un SÍ-mismo. La relación familiar comienza entonces a ser un
poco más vital, Habrá luego Ótro ciclo 'durante el cual cada uno de
los padres será visto ]1or separado. Después,'este período secaracte-
rizará por un mayor interés' y vitalidad en los padres. En este nivel
de fusión del yo la diferenciación avanza lentamente, pero ha habido
varias familias que alcanzaron niveles de diferenciacióni'azonables.
Hay muchas otras configuraciones de terapia familiar, pero en
este libro deseo hacer una descripción sucinta de los principios bási"
coso Se aplica una terapia de este tipo cuando el sistema familiar está
tan bloqueado que la tentativa de trabajar con muchos miembros de
la familia agrava la disfunción, o cuando la terapia con los distintos
miembros de una familia llega a un ,impasse. El esfuerzo consiste 'en
ayudar: a uno de los, miembros' de la familia a 'alcanzar un nivel más
alto de funcionamiento que,: una vez concretado, puede restituir la
función al sistema familiar.

HACIA LA DIFERENCIACION DEL SI-MISMO
EN LA FAMILIA DE ORIGEN*
El tema central de la teoría de los sistemas familiares giraalrede-
dar del modo en que todos tenemos un sí-mismo' apenas diferencia-
do, o estamos "indiferenciados", o tenemos un apego emocional no
resuelto en nuestra familia de origen. Estos distintos términos
descriptivos se refieren todps al mismo fenómeno. El objetivo más
importante de la terapia de los sistemas familiares es ayudar a los
miembros de la familia a mejorar el nivel de diferenciación del sí-
mismo. La teoría es el resultado de investigaciones enfocadas en
todo el núcleo familiar; sus conceptos teóricos definen la gama de
modalidades con que los miembros de una familia están "fusiona-
dos" unos con otros y la fusión sigue actuando en el trasfondo, por
más que puedan negarla sosteniendo que están separados entre sí. El
primer método de terapia familiar desarrollado como parte de .esta
investigación fue aplicado a todo el núcleo familiar y dio resultados
sorprendentes en lo que se refiere a la desaparición de los síntomas,
pero no resultó .eficaz a largo plazo para disolver la "fusión" de la
familia. Se introdujeron, pues, modific¡¡ciones y se llegó a una tera-
pia centrada en ambos padres y en el hijo portador del síntoma, 10
que dio resultados algo más alentadores en cuanto a la solución de
los síntomas, pero el hijo o la hija, jóvenes adultos, demostraron
muy poca capacidad de separar su sí-mismo del de los padres, y
ninguno de los padres lograba separar su sí-mismo del de su cónyu-
ge. Esto nos llevó al concepto de los triángulos, con lo cual el méto-
do de la terapia familiar pasó a afrontar el triángulo formado por
ambos cónyuges y el terapeuta. Este método demostró ser tan eficaz
* "Toward The Differentiation of Self in One's Family of Origin",
Georgetown Family Simposia, vol. r, 1971-1972 ..
DIFERENCIACION DEL SI·MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 65
que llegó a constituir el enfoque principal de la terapia de los siste-
mas familiares desdJ: principios de la década de 1960. Había un sóli-
do fundamento teÓrico para sostener que la diferenciación del sí-
mismo, tal como la describe la teoría, sólo se puede producir en un
triángulo. Se demostró que el método más efectivo consistía en esta-
blecer un triángulo formado por los dos miembros más importantes
de la familia (los dos cónyuges) y el terapeuta. Si el terapeuta se
diferenciaba relativamente de ambos cónyuges, cada uno de ellos
podía iniciar un lento proceso de diferenciación entre su sí-mismo y
el del otro. Cuando su relación cambiaba, también cambiaba automá-
ticamente la relación de los demás miembros de la familia con
respecto a ellos.
Hace ya mucho tiempo quedó demostrado que el vínculo
emocional entre ambos era idéntico al que cada uno de ellos' había
tenido con su respectiva familia de origen. Es norma de toda terapia
alentar a ambos cónyuges a trabajar sistemáticamente para diferen-
ciar su sí-mismo de la familia de origen. En el curso de una terapia
hay tnomentos en los que el interés se enfoca en la relación del
matrimonio y otros en los que la atención se centra principalmente en
la diferenciación en la familia extensa. En especial, se consideró el
trabajo con la familia extensa complementario del que se desarrollaba
en el, sistema relacional entre los cónyuges. Comentamos' aquí el
asombroso cambio que se prÍXIujo en el aspecto clínico cuando el
único esfuerzo se redujo a definir el sí-mismo en la familia de
origen. Fue el resultado. de un descubrimiento "accidental". La
¡ primera parte de' este artículo se refiere al acontecimiento clave que
¡
j
me indujo 'a adoptar un enfoque diferente con las familias, la segun-
dase ocupa de los principios generales para la definición de un sí-
mismo en la familia de origen y la tercera expone las consideraciones
más recientes sobre el éxito de este tipo de enfoque.
El punto clave
La aportación esencial de este artículo toma como punto de parti-
da uno de los hechos más importantes de mi vida profesional, que se
originó en un trabajo presentado en un congreso norteamericano en
marzo de 1967;· El autor del trabajo relataba sus esfuerzos para dife-
renciarse en su familia de origen: había trabajado alrededor de doce
 66 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORlqEN 67

años, a través de ensayos. y errores, con los conocimientos adquiri-

mejor que todos cuantos lo habían precedido. En un primer momen-
dos en las investigaciones sobre los procesos emocionales en la
to pensé que se trataba de un grupo e¡¡.trañamente com~etente: pero
f&milia, .enfocando el triángulo. primario formado. por él y por sus
con el correr del tiempo me di cuenta de que la notable dif~rencla con
padresi Todos sus, esfuerzos por liberarse emocionalmente habían
sus predecesores no se podía explicar de manera tan Simple. Era
sido bloqueados siempre por los otros triángulos interconex?s ~ue
indudable que esa diferencia se relacionaba con algo que yo estaba
subsistían en su familia de origen., Al fin, gracias a sus conocnmen-
haciendo y comencé entonces a hacerle preguntas a todo el grupo:
tos del funcion&miento ,de esos triángulos interconexoslogró, de un
resultó claro que los estudiantes que habían tenido más éxito .en su
modo illcreíble, abrir una brecha con sus padres, cosa que fue muy
trabajo con las familias, respectivas eran aquellos que ~eJor se
significativa. No es poSible diferenciar un sí-mismo en un triángulo
desenvolvían en el trabajo clínico. Ellos mismos me proporcIOnaron
si ,no se dispone de. un método. para actuar simultáneamente' en los
las pruebas; ,Algunos me dijeron que ouando habían oído hablar por
otros triángulos interconexos. Este conocimiento adquirido, en el
primera vez de la teoría Sobre la familia, creyeron que se trataba de
congreso internacional se reflejó enseguida en mi actividad didáctica
una de las tantas teorías psiquiátricas, ,pero que en cuanto compren-
en Georgetown y las nuevas ideas fuerol\ aplicadas de inmediato a la
dieron de qué modo funcionaba en sus familias, la teorí3!adquirió
enseñanza de quienes hacían su especialización en psiquiatriay en
vida y realidad. Otros dijeron que la experiencia'con sus familias los
otras ramas de la higiene mental. En particular, se destacó el triángu-
había puesto en cOndiciones de comprender más a las f~i~ ~ue
lo entre el.sí-mismo y los padres, el.principal yel más importante de
trataban y de 'estar en contacto con ellas durante el trabajO ClíniCO.
la vida, del quetoda.persona toma los modelos relacionales triangu-
Otros, por fin, sostuvieron que los terapeutas podían ~yu~ar a l~
lares, que quedan relativamente determinados para todas las relacio-
familias en tratamientos cuando habían tenido 'una expenencla previa
nes .futuras .. En la enseñanza de las relaciones interpersonales se le
con las suy¡¡spropias. " .. "' ...
·da una nueva signific¡tción 'a la capacidad de ver a la propia familia,
.' Ninguno de ellos había mencionado problemas de orden emocIO-
más que como imágenes "asimiladas" emocionalmente, como un
nal con su familiá nuclear, lo que era insólito, porque casi siempre
conj~to de personas. Se.le da también una nueva importancia a la
los estudiantes piden asesora:nvento sobre este tipo de próblemas. Mi
capacjdad de observarse a sí mismo en situaciones triangulares y a
misión era· entrenar a 108'terapeutas de la familia y este grupo había
los modos de "destriangularse".Nada de esto.fue planificado, todo
demostradó condiciones excepcionales en el aspecto clínico. Aparen·
surgió de ese congreso d.e marzo de 1967.
ternente, su superioridad estaba en relación con el trabajo que estab~
En el curso de 'pocas semanas los asistentes. en entrenamiento
efectuando en el seno de sus propias familias; por lo que no hábla
empe;¡:aron a poner en práctica estos. conceptos durante sus visitas a
razónalgunapara preguntarles cuál era su situación,emocional con
sus familias. Fue una actitud espontánea, no sugerida por mí, que
los cónyuges respectivos y con .los. hijos. Aproximadamente. u~~o
l11e ,produjó una verdadyra sorpresa, Los alumnos del entren&mi~~to
después del comienzo de este proceso, a fines de 1968 y pnnclplOs
anterior no se habían ocupado de la cuestión, Después de una vIsita
de 1969, empecé a·formularles preguntas sobre~.- este tema: me habla-
a sus f&milias regresaban relatando su contenido, con los éxitos y
ron de una serie de problemas tratados en comun con 'sus co~yuges 7
,

dificultades inevitables en una tentativa de esta índole. Durante la

sus hijos, pero para mi grán sorpresa, los progresos que hablan reali·
reunión, esa visita era objeto de un debate, con la participación de 15
zado ,en la solución de éstos conflictos eran idénticos a los que habían
a 20 residentes y otros alumnos, en el que se hacían sugerencias
efectuado los estudiantes a quienes yo les había hecho terapia familiar
para la próxima visita. Esta modalidad de enseñanza, iniciada en la
una vez por semana junto cori sus cónyuges: ,Esto significab~: que
primavera de 1967; pasó a ser la regla p¡¡ta enseñar a los estudiantes
los conceptos sobre la familia. . ,, " " . " .: '. habían'aplicado automátiCamente; en la relaclo? con sus .famili3!res
nucle3!res cuanto habían aprendido de ,sus famibas de ongen en la
. A fines deJ967 y principios de 1968 observé que,este grupo de
aspirantes a especialistas realizaba el trabajo clínico con las f&milias
relación~onlas familias nucleares. Este hecho asombroso significó
un cambio de rumbo en mi vida profesional.
68 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
Fueron muchas las experiencias enterapia familiar hechas con
profesionales del medio psiquiátrico y sus respectivas mujeres o
maridos a partir de principios de la década de 1960, cuando empecé
a aconsejar a los futuros especialistas que hicieran una terapia fami-
liar, en lugar de una psicoterapia individual o un psicoanálisis, para
sus problemas personales. Durante alrededor de ocho años, gran
parte de mi trabajo particular ha estado dedicado a la terapia familiar
con familias de psiquiatras y otros asistentes en este campo. Había
tenido una experiencia bastante amplia Con profesionales que habían
obtenido los mejores resultados, y con otros con resultados menos
satisfactorios, y había calculado un promedio, llegando a establecer
cuál era el tiempo medio requerido para cada progreso' en el proceso
terapéutico en este grupo de personas muy motivadas que trabajaban
en terapia familiar; Durante años se le había dado mucha importancia
al trabajo con el sistema relacional de la familia de origen, más allá
de la primitiva focalización de la relación en el matrimonio. Era tanta
la importancia atribuida a la familia extensa que no faltaron los que
averiguaron si, se podían deducir de los impuestos los honorarios
por visitas a domicilio. Pese a que yo era de la opinión de que este
tipo de gastos "médicos" estaban más justificados que muchos
otros, no quise discutir este tema con la Oficina Fiscal. A principios
de la década de 1960, hubo un grupo "de control"que prestó espe-
cial atellción.a la relación en el matrimonio. La hipótesis era que el
trabajo con la familia extensa surgiría, en todo caso, en el curso de la
terapia, pero los resultados· fueron decepcionantes. Aproximadamen-
te el 25% de estas familias experimentó un cambio significativo con
la familia de origen, pero la mayoría de las veces todo terminó en
una tentativa formal: no llegaron más allá de una actitud de reproche
o de un indulgente perdón con respecto a sus padres. Fueron
muchos los que manifestaron una tendencia a inmiscuirse en la rela-
ción matrimonial y la terapia, o terminó demasiado pronto, o se
prolpngó excesivamente,.Conexcepción de este grupo "de control",
en la enseñanza se pusoi el acento en la familia extensa, insistiendo
para que los cónyuges volviesen a, casa de sus familias lo más a
mc;nudo posible. ·Es difícil para una familia prestar oído a la idea de
lafarnilia extensa cuando existen ansiédades y síntomas: en general,
la primera parte de esta terapia se dedica a la relación matrimonial.
Cuando se supera la ansiedad y hay más objetividad, gran parte del
resto de la terapia se dedica a la familia extensa.
DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 69
La experiencia con los psiquiatras que seguían cursos de espe-
cialización en el períQdo de 1967 a 1969 fue una revelación en el ,l.
momento en que yo estaba sumáodome a la idea de que el más
importante y el primer cambio derivaba del trabajo sobre la relación
entre nosotros mismos y la persona más significativa en nuestra
vida. Esta experiencia contradecía una premisa fundamental desde el :,1
punto de vista teórico y terapéutico. Se trataba de un grupo de' 15 a 1':
20 practicantes a quienes veía una vez por semana y con quienes 11
I
afrontaba el triáogulo primario entre el practicante y sus padres.
Ninguno de ellos, tampoco sus cónyuges, hacían ningún tipo de
terapia y esas reuniones no tenían un objetivo terapéutico. El tiempo
dedicado a cada uno no excedía de 15 a 30 minutos una vez por mes
o una vez cada dos meses. No se podía hablar de verdaderas entre-
vistas; muy a menudo nos encontrábamos en los pasillos del hospi-
tal cuando algún estudiante quería pedir consejo sobre el modo de
contestar una carta o mía llamada telefónica de su familia de origen.
Los progresos que estos y otros practicantes del curso hicieron en su
vida matrimonial y con sus hijos en materia de cambio fueron simila-
res a los realizados por aquellos que venían a la terapia una vez por
semana. Estas observaciones parecían válidas a la luz de los criterios
a los que yo me atenía en aquella época. Me hicieron muchas
preguntas y una que otra tímida c9njetura para encontrar una explica-
ción a esta observación. Desdé 1969 he dedicado mis mayores
esfuerzos a un análisis más atento y a idear experimentos clíoicos
para esclarecer algunas de laS variables implicadas. He utilizado este
método en muchos cursos con grupos grandes y pequeños yen
cursos individuales. La frecuencia de las reuniones oscilaba de una
por semana a 3 o 4 por año. El trabajo fue dedicado, en su mayor
parte, a fundamentar la validez de las observaciones hechas en 1968
y 1969. Este trabajo está produciendo rápidos cambios en la práctica
de la terapia familiar en Georgetown. Este artículo fue escrito en
1974, pasados tres años desde la presentación del trabajo en el
Congreso de Terapia Familiar de octubre de 1971. Disponemos
ahora de datos más válidos que sustentan este tipo de enfoque.

70 DE cA FAMILIA AL INDIVIDUO
La definición del sf-mismo en la familia de origen
, El. concepto de la diferenciación del sí·mismo se relaciona con el
grado .en que una persona se va diferenciando emocionalmente del
padre. En un sentido. amplio, .el chico se separa físicamente de la
madre en el momento del nacimiento, pero el proceso de separación
emocional es lento, complicado y por añadidura incompleto. Inicial-
mente, esto depende mucho de factores innatos en la madre y de su
capacidad de permitirle al hijo crecer alejándose de ella; máS que de
factores innatos' en el hijo. En el trasfondo existen muchos otros
factores, incluyendo el grado en que la madre ha sido capaz de dife-
renciarsede sus propios padres, la naturaleza de la relación con el
marido, con los padres y, con Otras personas significativas y por últi-
mo el estrés en la realidad y su capacidad de soportar la tensión. El
grado en que el chico se compromete con el padre depende mucho
de la relación entre el padre y la madre. Si al chico se le aleja física-
mente deJa madre,se apega emocionalmente a una persona sustituta
que se ocupa de él. Todos estos conceptos han sido descritos por la
literatura.. S~ ha elegido el término diferenciación del sí-mismo por
ser descnptlvo de este proceso a largo plazo .en el que el hijo se
desvincula lentamente de la Íllsión inicial con la madre y se mueve
hacia su propia autonomía emocional. Este. término se entiende de
maneras tan distintas que he llegado a preguntarme si no hubiera
sido, más representativo elegir algún otto, pero mi experiencia de
años. me ha enseñado que de todos modos se hubiera, creado la
misma confusión.
. A menudo. se identifica la diferenciación con la distancia física
'
con, la ~eparaclón forzosa, con la diversidad de opiniones, con un
proceso fácilmente adquirible a través de la introspección. Resulta
.difícil comprender que, cUantitativamente, la medida en que el sí se
diferencia es fija y en general se alcanza muy pronlO' en la infancia,
sobre la base del grado de diferenciación de los padres y del clima
emocional predominante en la familia de origen. El grado de diferen-
ciación determina el estilo de vida de una persona y en este punto el
cambio es difícil. El nivel de diferenciación se repite en el matrinto-
nio, tras el cual, el sí-mismo está ligado emocionalmente a los
padres en la generación pasada, al cónyuge en la presente y a los
hijos en la futura. Cambiar el grado de diferenciación es difícil a
menos que también en los demás se produzcan cambios. Se pueden
DIFERENCIACION DEL SI·MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 71
determinar desplazamientos en los ,niveles funcionales del sí.mismo,
(véase pág. 41) que 5s muy fácil tomar equivocadamente por despla-
zamientos en el nivel de 'base del sí-mismo. .
La Escala de Diferenciación del sí.mismo es uno de los, concep-
tos más importantes de esta 'teoría. Esta sugiere, en un nivel muy
elemental, que las personas difieren todas entre sí y que es posible
olasificiulas tomando oomo base estas diferencias. En el extremo
inferior de la escala se colocan las personas con los niveles mínimos
de diferenoiación o máximos de ,indiferenciación. El extremo supe-
rior está.reservado a un nivel teórico de total diferenoiación. En cada
nivel de la' escala,lás personas tienen estilos diferentes que se
pueden, especificar, en· función de la posición que adoptan frente al
intelecto 'y las'emociones. Una persona situada en la zona inferior de
la escala puede llevar una vida aparentemente equilibrada y sin sínto'
mas,'pero es muy vulnerable a la tensión, encuentra muchaS dificul-
tades para adecuarse a' las exigencias de la vida y manifiesta una alta
incidencia de patologías y problemas. Las personas de la zona supe-
rior son más adaptables al estrés, ,tienen menos problemas y los
afrontan mejor. Puede desorientar el hecho de que las personas no
se distribuyen de manera uniforme' a 10 largo de esta escala, impi-
diendoasí obtener diariamente valoraciones uniformes del nivel de
funcionamiento. La gente, en el: campo emocional reacciona ante la
presencia de otras personas y/es' por eso que el nivel funcional de
'1
diferenciación'delsí-mismo,se desplaza frecuentemente según las
situaciones externas sean favorables o desfavorables. Sin embargo,
I
. se puede valorar el nivel básico de diferenciación en el curso de
largos intervalos, 10 que'permite utilizar la escala para hacer pronós-
, ticos! ,Otro de los 'conceptos más importantes' de esta teoría es el de
los triángulos; se refiere alas modalidades predecibles:en las queJas
personas se relacionahunascon otras en un campo emocional. Los
movimientos de los triángulos pueden ser tan imperceptibles que a
duras penas es posible observarlos en situaciones emocionales tran-
quilas" en tanto que aumentan su frecuencia y su intensidad' en
presencia de ansiedad y tensión. Las personas menos diferenciadas
son movidas como peones por las tensiones emocionales mientras
que las mejor diferenciadas son menos vulnerables frente a los esta-
dos de tensión.
72 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIG~N 73

Cómo se afronta el apego emocional no resuelto

El corte emocional
/
Son muy variados los modos en que .las personas afrontan su
Hemos empezado a, utilizar· el término "corte emocional" para
apego emocional a los padres. Debemos recordar que este apego
indicar la distancia emocional, sin tener en cuenta si ésta se ha logra-
existe en todos los grados de intensidad posibles. El grado de apego
do mediante los mecanismos internos o con la distancia física. El
emocional no resuelto equivale al grado de indiferenciación. Cuanto
tipo de mecanismo puesto en práctica para adquirir la distancia
más bajo es el nivel de diferenciación, más fuerte es el. ape~o
emocional no es indicativo de la intensidad del grado de apego
emocional no resuelto a los padres y más. intensos son los mecanIs-
emocional no resuelto: la persona que, se va del hogar está ligada
mos destinados' a controlar la indiferenciación. En un extremo
emocionalmente del mismo modo que lo está el que se queda en él y
encontramos a las personas que se valen de la distancia emocional de
pone en funcionamiento mecanismos internos para controlar su
los padres, aislando emocionalment~ el sí-mis~o cu.ando e,st~ en
compromiso. Naturalmente el que se va le imprime un gito diferente
contacto físico con ellos: se trata aqUl de mecanIsmos mtrapslqUlcOS.
a su vida. Le es necesaria la proximidad emocional pero le tiene aler-
Cuando no hay estrés emocional, estas personas pueden interactuar
gia. Se aleja con la ilusión de conquistar su "independencia". Cuanto
entre sí con mayor espontaneidad y libertad, mientras que cuando la
más definido es el corte con los padres, más previsible es que repita
ansiedad aumenta se hacen más reservadas y se aíslan más .. Estos
el mismo modelo en las relaciones futuras: puede tener una excelente ! :

mecanismos son necesarios para el mantenimiento del equilibrio ,

relación en un matrimonio, que en ese momento le parece ideal y • i
emocional de la familia;, Considerarlos patológicos y tratar de elimi-
permanente, pero el modelo de la distancia física forma parte de su
nar el "síntoma", sin tener en cuenta todo el núcleo familiar, puede
personalidad .. Cuando aumente la tensión en el matrimonio, seguirá
provocar'ansiedad e inadaptación en la familia. En .eL~U:0 extremo
el mismo modelo: se irá Puede contraer varios matrimonios, puede
encontramos personas tan sensibles ante la prese?cla f1S~ca de otra
ensayar distintos modos de vivir en pareja o puede tener relaciones
que para su equilibrio emocional se hace n~cesarlO ~ CIerto grado
que serán cada vez más transitorias. Ejemplo de ello es la relación
de distancia física. Para ellas es válido el dIcho: "OJos que no ven,
"nómada" que oscila de una,; relación a otra, cortando en cada
'1 ,
1:
corazón que no siente". Ejemplos límite son los ddas personas que
ocasión los vínculos emocionales con el pasado y asumiendo el sí-
se alejan del hogar para no regresar nunca o para hacerlo muy de
mismo en la nueva relación. Se puede repetir el modelo en las rela-
cuando en cuando. Podemos observar formas menos nítidas de
ciones laborales y en otrodectores de la vida en los que exista una
distancia física en todos sus grados. "
interdependencia emocional. La persona que logra la distancia
, La mayor parte de la gente aplica una combinru:ión de me.canis-
emocional poniendo en práctica mecanismos internos tropezará con
mos int~rnos y distancia física, con cierta preferenCIa por un tipo de
complicaciones de diversa índole. Puede permanecer en escena
mecanismo.' Digamos, a título' ilustrativo; que' una persona puede
durante los momentos de tensión emocional, pero está expuesta a las
llegar a dominar un nivel no de~asi~o elevado ~e ansiedad con ,?n
disfunciones tales como enfermedades físicas, trastornos emociona-
mecanismo interno como el silencIO o la negatIva a hablar. Solo
les como la depresión, disfunciones sociales como el alcoholismo, o
cuando la ansiedad 'alcanza niveles muy altos, recurre a la distancia
episodios de irresponsabilidad con respecto a los demás. La depre-
física, por ejemplo, salir de la habitación. ~s c~icos conoc~n bi~n
sión constituye uno de los mejores ejemplos. Cuanto mayor es la
los cientos de combinaciones entre mecanIsmos mternos y dIstanCIa
ansiedad en el., ambiente, más la persona se aísla emocionalmente de
física.
los demás, aunque aparentemente sus relaciones en el grupo parez-
can normales. Son muchos los que utilizan,varias combinaciones de
mecanismos internos y distancia física para afrontar el apego
emocional a sus padres, no resuelto. ' '
La manifestación principal del corte emocional es la negación de
!
'1
I

74 , DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
la intensidad del apego emocional no resuelto a lbs padres: el sujeto
se comporta fingiendo una mayor autonomía de la que en realidad
tiene y .alcanza la distancia emocional !anto, por medio de mecanis-
mos intemoscomo,por medio de una real distancia'física,Las mani-
festaciones de este apego no resuelto son típicas de la adolescencia.
Un alto·porcentajede personas tielW un grado de. apego no resuelto
nada despreciable, tal como lo confirinan muchas teorías 'psicológi-
cas que consideran que las tormentas emocionales. son "normales"
durante la adolescencia. La teoría de los sistemas .familiares no
comparte este punto ,de vista. Un adolescente bien diferenciado;que
haya iniciado en la infancia el proceso de crecimievto emocional que
lo aleja de los pl!dres, seguirá desarrollando durante la adolescencia
un proceso de orecimiento tranquilo y ordenado .. La adolescencia le
dará entonces. la ocasión de comenzar a asumir responsabilidades
por sí mismo, en lugar de ser una lucha contra'la fusión no resuelta
con los padres. Por lo demás;la adolescencia es el momento en que
se niega el apego a los padres y se asumen posiciones extremas para
demostrar que se ha crecido; La intensidad de la'negación y la simu"
lación es, en los adolescentes, un índice sumamente preciso del
grado de apego emocional a los padres no resuelto.
Mode'!osdevida
El grado de. apego emocional a los padres no resuelto; ¡lo deter-
mina el grado de' apego de cada padre a su familia de origen, el
modo en que los padres respectivos han interferido en el matrimonio
de los hijos, el grado d,e ansiedad durante los momentos críticos de
la vida y el modo en que los padres han afrontado esa ansiedad. El
niño está "programado" para insertarse en esta.configuración
emocional desde Sus primeros años, tras lo cual la cantidad de apego
no resuelto permanece .relativamente fija, a menos que intervengan
variaciones funcionales ·en los padres. Si en el núcleo familiar las
circunstancias son favorables, esta cantidad puede ,disminuir, pero
en· circunstancias desastrosas, como cuando hay un alto' nivel de
ansiedad por parte de los, padres, tenderá a aumentar. Existe una
vari~ble determinada según el modo, en que los ,padres afrontan su
propia ansiedad. En sentido amplio, la .cantidad de ansiedad tiende a
ser si¡nilar al grado de apego no resuelto en la familia. Por ejemplo,
DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE OR.IGEN 75
una familia· con un mayor nivel de indiferenciación será'una familia
másdesorganizada,/con niveles 'de ansiedad más elevados en tanto
que una familia con mejores niveles de diferenciación tend;á niveles
de ansiedad más· bajos. Las familias en las que los padres saben
afron!ar mejor la ansiedad y, pese a esa ansiedad, logran mantener
una línea de conducta preordenada funcionan mejor que ·las familias
en las que los padres tienen una mayor reacción y cambian su modo
de vivir co~o respuesta a la ansiedad. En iguales condiciones,' el
desarrollo v~tal de las personas está determinado por el grado' de
apego emocIonal no resuelto, por la cantidad de ansiedad que de él
resulta y por el modo de afrontarla. '
l!no de los ~ecanismosautomáticos :más eficaces para redUcir
los mveles excesIVos de ansiedad en una fanillia es un sistema rela'
cional relativamente abierto a la fanIllia extensa. Un sistema relacional
abierto¡q~e es lo opuesto del "encierro" emocional, es aquel:enel
cual los mIembros de la fanIllia tienen un grado de 'contacto razona-
ble. Debemos tener presente siempre que existen amplias variaciones
en la frecuencia y en la calidad de las relaciones en cuanto a "encie-
rro" y "apertura". Una "apertura" relativa no aumenta el nivel de dife-
renciación en la familia, pero reduce la'ansiedad; y un nivel de ansie-
dad .siempre bajo permite a los miembros de la familia que se sienten
motivados empezar a moverse lentamente hacia una mayor diferen-
ciación. También es válido 16 contrario, porque en una atmósfera
emocional de ansiedad muy Sostenida, los niveles de diferenciación
se deslizarán poco a poco habia ulJ.a mayor indiferenciación. El mate'
rial clínico que. sigue nosaYudatá a explicar lo que ocurre cen respec-
to a la ansiedad en un sistema más abierto. Es bastante cemente en la
familia nuclear mantener un nivel de "encierro" relativo· frente a las
fanillias de origen, Se trata de personas que tienen poco contacto con
las fanillias de orige? y sólo vuelven a sus casas una vez por año para
una breve y SUperfiCIal visita de compromiso: Las fanIllias que entran
en esta categoría tienen una escasa adaptabilidad al estrés' niveles de
ansieda,ct relativamente altos 'y una gran predisposición pa:.a las 'desa-
venencIas .conyugales, los conflictos con los hijos. y toda la gama'de
problem~ humanos. Se puede prever que cualquier esfuerzo :que
tenga éXIto para mejorar -la frecuencia y lacalidaddelcontaéto
emocional con la fanIllia extensa mejore el nivel deadajltacióndela
fanIllia y reduzca los síntomas en la fanIllia nuclear. Esto' es'notorio
en las fanIllias que han cortado los lazos' con la familia exteIisa.:,ria .

76 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
adaptabilidad al estrés es exigua, la ansiedad es mayor y la familia es
más vulnerable a cualquier conflicto humano. Una terapia familiar
centrada directamente en los problemas surgidos en el ámbito de la
familia puede resultar .larga y pobre en logros. Podría ser difícil para
una familia de este tipo iniciar un mayor contacto emocional con .la
familia extensa, pero todo esfuerzo orientado a disminuir el "encie-
rro" frente a esta última disminuirá la intensidad de .los conflictos
familiares y el efecto de los síntomas,. así como cualquier clase de
terapia.resultará más eficaz. El objetivo principal de este artículo es
comentar cuáles son los esfuerzos clínicos que se deben hacer para
superar completamente los problemas de la familia nuclear, concen-
trándose en la elaboración de las relaciones con la familia extensa. Es
una tarea difícil. para el terapeuta y son muchas las familias que no
aCeptan estos principios y se resisten a seguir este camino. Pero
cuando se ha podido realizar este tipo de trabajo, los resultados. han
sido· decididamente superiores a los de las terapias dedicadas exclusi-
vamente a los problemas de la familia nuclear.
Las relaciones familiares con respecto
a las relaciones sociales
Las personas que cortan los lazos con su familia de origen
tratan, con todas sus fuerzas, de crearse familias "sustitutas" entre
las relaciones sociales: en efecto, aumenta la tendencia a huir deJas
familias "malas" y encontrar sustitutas "buenas". Sobre la base de
mi teoría, creo que esa tendencia proviene de la fuerza emocional
que implJlsa a las personas ala negación emocional del pasado: se
trata de una fuerza considerable que actúa en un porcentaje bastante
alto de familias y en la sociedad en su conjunto. A lo largo de casi
20 años de investigaciones y de terapia de la familia he podido expe-
rimentar que las familias sustitutas no reemplazan realmente a la
familia verdaderá cuando ésta existe. Hay excepciones: desgracias,
familias deshechas y otras graves situaciones sociales. Me refiero
aquí a las situaciones en que se rechaza a una fanúliaque todavía
existe y se busca una familia sustituta. Las personas que "cortan"
con su familia tienden a buscar, en el ámbito de sus relaciones socia-
~es, á ~uellas corilas que más congenian, lo que reduce la ansiedad
mmedlata y puede funcionar bien por algún tiempo.
DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 77
Cu~do las relaciones sociales adquieren carácter significativo,
se convIerten en duplicados de las relaciones con ·la familia' de
origen. Si la persOI1a se encuentra en estado .de estrés y su ansiedad
aumenta, corta también los lazos con esta relación social y va en
I
busca de otra más satisfactoria. Después' de unos cuantos ciclos
tiende a aislarse cada vez más. Son pocos los que logran crearse un~
v~da mar~almente productiva, con muchas relaciones superficiales,
sm que nmguna de ellas llegue a ser envolvente. En el curso de los
años he intentado tratar mediante la terapia familiar a personas empe-
ñadas en relaciones sociales duraderas y aparentemente estables,
como parejas, personas solas que compartían un departamento desde
hacía. años, compañeros de relaciones homosexuales desde tiempo
.,
,
atrás, amigos íntimos y una serie de hombres y mujeres envueltos en
diversos tipos de relaciones de vida en común. Nunca pude obtener
~esultado~ que pueda definir como satisfactorios, ni siquiera en pare-
Jas con hIjos. Es como si en el matrimonio no hubiese bastante esta-
bilidad como para poder resistir el cambio. En esas situaciones la
te~apia la inicia, en general, el compañero portador del sínto:Ua,
ffi1entras que el otro aprueba superficialmente la idea de la terapia en
un primer momento, para echarse atrás después de pocas sesiones.
Las parejas que viven juntas quieren resolver sus problemas para
casarse, provisionalmente o en otros casos piden consejo para una
posible separación. Hay quienes, transcurridas algunas sesiones se
. ~delante
casan; la mayor parte sIgue ' un tiempo más y luego se sepa-'
ran, tras lo cual· encuentran razones válidas para permanecer solas.
En conclusipn, las relaciones no familiares pueden.dar lugar auna
etapa de la vida bastante buena; siempre que la relación sea tranqui-
la, pero tienen muy poca tolerancia al estrés; . .
Principios y técnicas para contribuir a la definici6n
del sE-mismo en lafamilia extensa
Los términos "definir el sí-mismo" o "trabajar en su propia indi-
vidualización" son sinónimos de "diferenciación". Hay que
comprender la función de los sistemas emocionales en todas las
familias y motivarse para una investigación con fines de análisis de
la propia familia, y para ello hay que empezar por adquirir el control
del propio poder de reacción emocional frente a la familia, visitarla
78 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
DIFERENCIACION DEL SI'MISMO EN LA FAMILIA DE ORI~EN 79

con intervalos regulares y desarrollar la capacidad de observar obje-

los sistemas emocionales, la manera en que las personas se .reúnen
tivamente lo' que en ella ocurre. A medida que el sistema se vuelve
en grupos, el modo.en que se aíslan en los momentos de anSIedad y
más "abierto" yuno comienza a observar los triángulos y los papeles
la intensidad de los procesos' emocionales entre persona~ que se
que juega en los, modelos reactivos de la famnia, puede iniciar'el
repelen y se rechazan recíprocamente. Un consejo muy SImple es
proceso más complejo de diferenciarse de los mitos, las imágenes;
que la persona inicie 'una relació~ entre dos con cada ??O de sus
las distorsiones y los triángulos que antes no conseguía captar. Se
progenitores. Algunos creen que tienen una buena .r~laclOn de ~ste
trata de una especie de misión que exige mucho tiempo, Al esfuerzo
tipo porque congenian con los miembros de la fa~l1ha, cuando esta
de ayudar o supervisar a otro en esta tentativa' se le ha dado el
es sociable y las personas toman' contacto entre SI sobre la base de
nombre de "entrenamiento" porque es muy semejante ala relación de
los roles que originariamente les fueron' adjudicad~s, pero no sa?en
un entrenador con un atleta que trabaja para mejorar su actuación. E!
que una relación entre dos con cada uno de esos mtembros sa~anaa
objetivo inicial consiste en obtener que el practicante inicie este
la luz todos los problemas emocionales qué los padres han temdo en
proceso, La mayor parte del aprendizaje se' desarrolla cuando ese
su relación y,antes, en sus respectivas familias de orige?-.' ',
,practicante trabaja en este sentido: sabe que el progreso depende sólo
Son muchos los problemas que surgeil cuando se mtenta crear
de él ,y que se trata de un proceso completamente diferente del
una relación entre dos con cada progenitor ypor,eso.convieneten~t
concepto convencional de terapia.
un "entrenador" que haya tenido la misma expenenclR con su ~aml­
lia Sin esta ayuda, se tómal'Ían decisiones críticas de base emoélonal
Relaciones entre dos, Se alienta a los estudiantes' a trabajar en y se desperdiciarían varios meses sin resultado :U~no. Esfuerzo.de
sus familias, en las relaciones entre dos. En términos más amplios,
diferenciación, es aquel que' se produce' en el sl-mls.mo en ,relacló~
una, relación entre dos es aquella en la que dos personas' entran en
con los otros sí-mismos. Es muy común que los mtembrosde una
contacto, una con otra, en el plano personal, sin hablar de otros (es "
familia consideren que son parte de un grupo y que la gente entr.a en
decir, sin triangular) ni de temas impersonales; Son pocos los qué
relación con los grupos, más que con los indivi~uos. ~s hablt~al
consiguen ,hablar con otra persona en un plano estrictamente perso.
nal por más de unos minutos sin que crezca la ansiedad, induciéndo- que los padre~ escriban c~~en I~ que ~an!;, m~ay pa~~ ,r
los hijos escnban: "Quendos mama ,y papá, o q?enda farmha,.
los al silencio o a,desviar,la converSación hacia otras personas o
Visitar a la familia llevando al cónyuge y a los hIJOS hace que la
hacia temas impersonales. Nadie puede decir que sabe ,lo que es una
familia de origen tome Coiltacto con la del esmdiante' como' ~po,
relación exclusivamente entre dos, ,desde el momento que todo tipo
impidiendo que se irtstaure 'una relación' entre dos. Hay, ~U1enes
de, relación es; pot definición, mejorable. ,En el aspecto 'práctico', este
consideran que una relación entre dos significa con<><;er meJor.'~ un
tipo de relación se establece entre dos personas bastante diferencia-
miembro de la propia familia Otros llevan al cónyuge y ~ los hiJos.a
das, que pueden comunicarse directamente y mostrarse un respeto
visitar a la familíade sus padres y tetminanhaciendo sesIOnes atípI-
mutuo, con madurez, sin incurrir en las complicaciones con las que
cas de terapia de grupo en las que se habla de,los '~problemas". Esto
tropiezan las personas' menos maduras., El esfuerzo' por lograr, una
puede influir para que el clima emocion~ en el h~gar Sea más
relación entre dos mejora el sistema relacional de la familia y es uh
cordial, pero también puede inducir a la anSIedad. En mnguno de los
buen ejercicio para conocerse. '
casos se establece una relación entre dos. ', '
" ,Par¡¡ empezar, he sugerido lo siguiente: "Si 'consiguen crear una
relación 'entre dos con cada miembro de su' familia extensa, habrán
Llegar a ser un mejor observador yl/egar a controlar: la propia
crecido mucho más que con cualquier otra cosa que logren hacer en
emotividad. Estos dos principios están tan ,íntimamente ligados q.ue
su vida''. El único límite de ,esta advertencia es que nadie vive lo
los exponemos conjuntamente. El esfuerzo por llegar a ser un .~eJor
suficientepara,llevara cabo esta tarea. E! éxito depende también de
observador y aprender más sobre la familia reduce la re.ac~vldad
,la ,respuesta, de los demás. En este proceso uno aprende a conocer
emocional y esto, a su vez, contribuye a llegar a ser un mejor obser-
80 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
vador. Se trata de uno de los esfuerzos más constructivos que una
persona puede hacer.. Nadie llega a ser totalmente objetivo y nunca
puede dejar de reaccionar emocionalmertte frente a las situaciones
familiares. Un leve progreso en este sentido ayuda al estudiante a
situarse un tanto "fuera" del sistema emocional de la familia y esto, a
su vez, le ayuda a tener un mejor Plinto de vista respecto de los
fenómenos humanos, le hace capaz de superar el reproche y el
rencor,y de alcanzar un nivel de objetividad que es mucho más que
un mero ejercicio intelectual. Para la mayoría de las personas es
bastante fácil aceptar intelectualmente. que no se puede condenar a
nadie en las situaciones familiares, pero esta idea permanece en el
plano intelectual hasta que se logra un conocimiento emocional de la
propia familia. Es provechoso para la familia que uno de sus miem-
bros pueda relaoionarse con más libertad, sin tomar posiciones y sin
dejarse enredar en el sistema emocional de la familia. Es imposible
decirle a una familia lo que uno está tratando de hacer y actuar de
manera tal que la tentativa tenga éxito, ,porque revelárselo a los
demás puede causar discrepancias en cuanto al proceso y hacer que
las resistencias naturales se conviertan en barreras infranqueables.
Al mismotiempo,.esto crea una actividad de grupo que invalida el
resultado de la diferenciación. Mientras realiza este esfuerzo con la
familia, el individuo llega a desempeñar un rol único, importante
para 'lodos; es respetado y contribuye a la individualización y a la
responsabilización. La persona que adquiere una cierta capacidad de
observar y.controlar, en .parte, su reactividad emocional adquiere
una capacidad que es útil en la vida, en todos los problemas emocio-
nales: puede vivir su vida reaccionando mediante respuestas emocio-
nales adecIJadas y naturales, pero con la conciencia de que en cual-
quier momento puede salir de la situación, dominar su reactividad y
hacer observaciones que la ayuden a tener el control de sí mismo y
de la situación.
Destriangular el sf-mismo de las situaciones emocionales. Es
ésta una necesidad absoluta si nuestro objetivo es la diferenciación
del sí-mismo. Todo el trabajo en el ámbito de las relaciones interper-
sonales;el mayor conocimiento de la familia a través de la observa-
ción y el control de la propia reactividad contribuyen a crear un siste-
ma relacional más "abierto" y a reactivar el sistema emocional
auando el sujeto se ha mantenido aparte. Es posible entonces ver los
DIFERENCIACION DEL SI'MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 81
triángulos en los que uno ha crecido y cambiar con respecto a ellos. "
1,
Destriangular implica un proceso que es, esencialmente, igual al que 1,'
hemos descrito en el caso de la terapia de pareja. El objetivo consiste 1
en mantenerse constantemente en contacto con un sistema emocional
que envuelve al sí-mismo y a otras dos personas, sin tomar partido
por ninguna de las partes, sin contraatacar ni defenderse y buscando
siempre mantener una línea neutral de respuesta. El otro percibe el
silencio como una respuesta emocional. En este proceso son muchos
los detalles que hay que considerar. Parte de él se desarrolla, simple- li
mente, encontrándose con la familia durante un proceso emocional o I
manteniéndose más objetivo y menos reactivo frente ~ los demás. La
familia "sabe" cuándo se da esta situación. La diferenciación sólo es
posible cuando existe un contexto emocional con el que se puede
I
tomar contacto. Por eso se aconseja a los. estudiantes que, de ser
posible, estén en su casa cuando se cree alguna situación emocional
que sea natural en la familia: un viaje al hogar con motivo de una
grave enfermedad, una muerte, o un regreso de las vacaciones,
generan los niveles de ansiedad más eficaces para visitar a la familia.
,,1 i
Cuando ésta pasa por un período tranquilo, no sólo no hay contex- 11'1
1],
tos, emocionales con los cuales, tomar contacto, sino que además el l
sistema familiar hace cualquier cosa por evitar que éstos afloren. En '11
situaciones como ésta hayquj' buscar algún hecho emocional del
pasado, sin caer en enfrentamientos emocionales: probablemente, el
error más grave que la gente comete en el trabajo con la familia
extensa es la confrontaciónemocion¡¡J, que puede ser de una eficacia
relativa por poco tiempo, por cuanto el que la propone cree haberla
justificado, pero la familia reacciona negativamente y puede ser
necesario un período de meses o de uno o dos años para que la fami-
lia supere una actitud de rechazo hacia el que provoca esa confronta-
ción.
Otros aspectos. En la tentativa por diferenciarse de la farnilia de
origen hay muchos otros aspectos importantes, pero se relacionan
más, con la naturaleza de las cosas que con el principio básico. En
toda familia hay momentos en los que el estudiante queda atrapado
emocionalmente en el triángulo con sus padres y cuando esto ocurre
es contraproducente seguir trabajando contra el bloque. Una dimen-
sión operativa es factible únicamente cuando se centraliza el trabajo
en otros miembros dé la familia importantes para los padres, es

82 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
decir, en un triártgulo constituido por uno de los padres, por otro
miembro de la familia y por uno mismo. En algunos casos se puede
afrontar ese bloque, de manera efectiva, por medio de los hermanos;
en otros, esto no tiene utilidad alguna y puede ser ventajoso estable-
ceruna relación con los padres o con los abuelos cuando éstosestárt
disponibles. Otros aspectos interesantes se apoyan en determinados
principios y técnicas. cuando han fallecido uno o ambos padres. La
mayor parte de la gente tiene ,más parientes de 10 que cree y aun
cuando sólo pocos vivan todavía es posible servirse de esté sistema
teórico para reconstruir un eficaz· sistema emocional en la familia,
que. permita la diferenciaCión del sí-mismo.
Exposici~n de los resultados .
Las notables observaciones hechas durante los cursos de entre-
namientodesde 1967 hasta principios. de 1969 han sido objeto de
investigación intensiva y de experiencias clínicas. Cuando.se presen-
taron por primera vez los resultados,.en el Congreso de octubre dé
1971, gran parte del siguiente trabajo fue preparado para demostrar
la validez de las primeras observaciones. Como el presente trabajo
se volvió a escribir en octubre de 1974, se agregaron también obser-
vaciones .posteriores; Bn muchos casos, se ha empleado un método
de enseñanza que incluía desde pequeños ·grupos de 15 a 20 perso-
nas que se reunían una vez p,or, semana, hasta grupos de 50 a 75
personas que se yeían una vez por mes. Se trataba de profesionales
del campo psiquiátrico con nivel de posgrado. Es imposible saber
cuárttos de ,ello,s se comprometieron. hasta el punto de iniciar un
trabajo. serio con sus familias de origen, por cuanto este tipo de
enfoque ha tenido gran difusión y las reuniones requieren contar con
personas específicamente interesadas. Alrededor del cincuenta por
ciento. de los que hacían el seguimiento del pequeño grupo una vez
por semana se llegaron a interesar tanto que comentaban regularmen-
te en cada sesión sus esfuerzos con la familia de origen. Ninguno de
ellos seguía ningún tipo de terapia. Los resultados de este grupo
concuerdan con las observaciones originales. Los grupos más gran-
des se reúnen con intervalos demasiado prolongados para que se
pueda tener una idea precisa de su respuesta global. A menudo, las
personas de los grupos numerosos alcanzan los mejores logros
DIFERENCIACION DEL SI'MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN. 83
d~sPllés de un año, o más, durante el cual han. permanecido en silen-
CIO: me asombró 10 que habían hecho solas, valiéndose únicamente
de 10 ap¡yndido, en una docena de reUniones de aproximadamente
tres horas cada una.' Dediqué cada vez mayor tiempo a situar a las
pers,onas ~e?te a sus familias de origen: se trataba de individuos que
hablan solICitado una supervisión individual y dé profesionales del
oam~o psiquiátrico que habían oído hablar de este tipo de enfoque y
quenan que· se les ayudara con sus familias. Los entrevistaba en su
, '
~ayona una vez por mes,duranteuna hora; a quienes vivían ,en
CIUdades más alejadas, dos horas cada dos o tres nieses. La cantidad
de profesionales que sobre la base de este enfoque pedía una verda-
dera terapia' familiar aumentaba conrinuamente: entrevistaba a cada
cónyuge por separado, con sus respectivas fatuilias de origen. A
much~s personas no profesionales las traté siguiendo la misma
modalidad. Con esta amplia experiencia de práctica y enSeñanza
result~ difícil conocer la cantidad exacta de los que se arriesgaron a
es!e tIpo de enfoque y trabajaron seriamente con su familia de
onge~. Además, muchos de los que siguieron el entrenamiento
trabajaron 'enseguida, aplicando su propia versión de este método.
Creo ~ue son alrededor de ,500 los que. se arriesgaron a sostener
estas ~deas durante los cursos, de los cuales aproximadamente 100
expusieron sus experiencias significativas bajo mi supervisión direc-
ta., En lo que se refiere a mi trajiajo particular, dispongo de cifras
mas exactas. El problema principal en esta materia consiste en hacer
una distinción entre las familias en las que se enfoca e~clusivamente
la familia de origen y aquellas 'en las que se presta atención también a
la relación de pareja. Cerca de la mitad de mi trabajo particular se
desarrolla con parejas de cónyuges, pero teniendo en cuenta cada
veZ más a las familias ·de origen de cada uno de ellos. Para analizar
~ás., atentamente los resultados, se precisa que los clasifique en
dlstrntas categorías. En especial, puedo decir que mis. pacientes
empezaron a prestar atención a sus familias de origen a partir del
momen~o en que salieron a la lui las observaciones aquí aludidas .. Es
neceSario recordar que antes la terapia familiar tenía muy en cuenta a
la familia extensa, más allá de la interdependencia recíproca en el
marrimonio; A partir de 1969, en mi trabajo particular con alrededor
de 95 familias trlltadas durante más de un año, tuve en cuenta, casi
exclUSIVamente, a la familia de origen, dedicando una atención más
superficial a la relación de pareja Las impresiones que aquí relato
 84 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
son el resultado tanto de los cursos como de mi propio trabajo parti-
cular de "entrenamiento".
Según ia valoración de los resultados, hay personas que obtu-
vieron efectos increíbles con esfuerzos relativamente escasos y otras
que obtuvieron cambios mínimos después de un trabajo largo y
constaote. Había familias, con problemas demasiado arduos como
para esperar demasiados cambios, que contra toda expectativa logra-
ron un cambio significativo, en taoto que otras, que a primera vista
parecíao más simples, presentaron un cambio muy lento. En este
grupo me he detenido más en la media que en los extremos. Mi
experiencia a partir de 1969 se ha aproximado mucho a las
observaciones íniciales del período 1967-1969. La conclusión prin-
cipal es que en las fanillias en las que la atención se centra en la dife-
renciación del sí-mismo dentro de la familia de origen, los progresos
en la elaboración del sistema relacional formado por los dos cÓnyu-
ges y por los hijos son superiores, automáticamente, a los progresos
de las familias en las que al tratarlas se enfoca, en cambio, la interde-
pendencia de la pareja. Mi experiencia me lleva a concluir que el
camino más favorable para el cambio, en lo que atañe a las ,familias
motivadas en este sentido, es el trabajo que tiende a definir al sí-
mismo dentro de la familia de origen, evitaodo especialmente consi-
derar los contextos emocionales en la familia nuclear. Todavía no
estoy en condiciones de afmnar lo aoterior con certeza, pero dispon-
go de un grupo que está trabajaodo en este problema, esforzándose
por dejar a un lado el problema existente en la familia nuclear. Si se
demostrase la exactitud de estas impresiones, podríamos obtener
muchos e importaotes resultados para la teoría y la práctica clínica de
la terapia familiar. Me refiero a quienes viven alejados de su familia
de origen 'y no a los que viven en casa de sus padres o cuyos padres
viven con ellos, o a los que ven a diario a sus padres. En la familia
nuclear media que vive lejos de sus respectivas familias. de origen,
los cónyuges están sumamente vinculados uno con otro y con los
hijos en· la vida cotidiaoa. Los cónyuges ,están emocionalmente
"fusionados" entre sí y con los hijos, y es difícil superar esa fusión
y hacer algo más que actuar y reaccionar emocionalmente. Los
. esfuerzos por alcanzar la objetividad y controlar las reacciones
emoéionales en la familia nuclear pueden permlll1ecer, duraote largos
p~ríodos, en un nivel de juego emocional. En ese juego, cada
cónyuge anulalos resultados potenciales de ambos.
DIFERENCIACION DEL SI-MISMO EN LA FAMILIA DE ORIGEN 85
No cabe duda de que tenemos mucho que gaoar si centramos
nuestra atención en .la interdependencia emocional en el matrimonio.
Veinte años de terapia familiar lo confirmao, pero pronto se puso de
maoifiesto que es más eficaz aún tener en cuenta a la familia de
origen. ¿Por qué no considerar ambos problemas y sacar la mayor
ventaja posible de ambos enfoques? Creo que Ia poderosa fuerza
emocional de distintas generaciones, que pasa por el "corte decidi-
do" con el pasado; no puede, en modo alguno, ser el factor determi-
naote de mayor importaocia. Una amplia experiencia clínica confir-
ma la tesis de que las personas no están motivadas para trabajar con
el pasado cuando están envueltas en un proceso que ofrece una posi"
ble solución en la generación presente: algunas parecen tener éxito
combinando ambos enfoques y otras, cuyos esfuerzos con las fami-
lias de origen son discontinuos, obtienen pocos o ningún resultado.
Estas últimas se muestrao tao "acostumbradas" a seguir con sus
periódicas sesiones de terapia familiar, que inducirlas, a trabajar más
con la familia extensa termina, poco más o menos, en' una tentativa
simbólica. Las cosas son diferentes en las familias con las que se
trabaja exclusivamente en la familia de origen. Hasta ahora no he
tenido ni el coraje ni la convicción de considerar los problemas
únicamente en la familia de origen, salvo en los cursos de entrena-
miento. Esto se debe en parte a mi arraigada convicción de que es
conveniente trabajar en los Cbnflictos existentes en la relación de
pareja y, en parte, a mi inve&tigación sobre el mejor modo de combi-
nar ambos enfoques. Es Un problema que quedará resuelto en los
próximos años. . /.
Cuaodo comencé a centrar mis esfuerzos en la familia de origen,
estaba convencido de que erao pocas las' familias adecuadas para ese
enfoque. Consideraba que carecería de todo sentido, para una fami-
lia con una problemática mayor relativa a la familia nuclear, empezar
por hablar de las relaciones con la familia de origen. La resistencia
de las familias a este modo de encarar la cuestión fue menor de lo
que cabía esperar. Esto me recuerda que en 1954, cuando por prime-
ra vez empecé a preguntartne cómo comprometer a toda la familia en
la investigación, creí que sólo participarían los padres que estuvierao
desocupados o jubilados. Nunca pensé que sería tao fácil implicar a
los padres, como resultó luego en realidad. En este momento, no
estoy seguro de' cuán amplio puede ser el campo de aplicación a la
hora de abordar a la familia de origen: la experiencia me enseña que
88 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
las cosas son más simples de lo que parecen. Es difícil comparar el
tratamiento más convencional de terapia familiar con este enfoque de
la familia de origen. Para la familia es mucho más sencillo asistir
periódicamente a sesiones de terapia familiar durante uno,~ dos· o tres
años que afrontar los trastornos emocionales, el tiempo y los gastos
que suponen las visitas a laS familias de origen. Sin embargo, las
personas motivadas quieren trabajar en este sentido. Al terapeuta,
tener que abordar a la familia extensa le exige una mayor competen-
cia, más trabajo continuo sobre sí mismo y mayor atención a los
detalles que en. la terapia más convencional. Por otro lado, para
abordar a la familia extensa se precisa mucho menos tiempo que para
tratara la familia nuclear. La frecuencia de las sesiones se determina
en función de la cantidad de trabajo que el miembro de la·familiaes
capaz de hacer en los intervalos entre ellas. A algunos. les basta con
una sesión por mespára mantener vivos sus esfuerzos; a otros sólo
se les entrevista una o dos veces por año, pero cuando los intervalos
son demasiado largos lonesultados son decepcionantes, las perso-
nas tienden a abandonar todo esfuerzo y a hacer una especie de visita
a la familia inmediatamente antes de la sesión. Además, para una
persona motivada, media docena de sesiones de una hora por año
son más eficaces que las sesiones semanales de terapia familiar
centrada en la relaci6n de pareja.
Este trabajo ha querido dar una visión de conjunto de un enfo-
que distinto para provocar un cambio en las familias, pero este enfo-
que es demasiado reciente para que sea posible tener respuestas
claras o definir los procedimientos a emplear en diferentes sectores.
La experiencia nos aportará algo más.
ELANONIMO*
EL RELATO CLINlCO
. Este relato se refi~re a~a ~xpepe~cia clínica de po~os meses de
duración, en el transcurso de los cuales llegu~ a difen,nciarmt; mucho
mejor de.mi familia de. opgen, e~ta el\perie~cia.es~vo p~e.cedida por
un trabajo de .doce .años dedicados al eStlldlO de. nu familia desde la
perspectiva de la teoría familiar .. Durante l~s. últimos si~te u o~\w
años. de este período realicé un esfuerzo muy 1Otenso para dIferenCIar;,
me .. Este lento esfuerzo a través de tentativas' y errores se entremezclo
con. mis.progresos· en .el campo profesiOnal en lo que respecta aJa
investigación, teoríayterapia¡de la familia. Llegado aes~. punt? \le
evolución con mi fantilla, pude "entrenar" a terapeutas fantill¡¡res 1Ot~­
resados en ·diferenciarse~ignificatj.vamente de sus respectivas fanu7
lias en el.curso de 2 ó 3 MOS. Alcanc.é esteobjetivq ayudándoles a
orientarse hacia las. áreas más importantes y a evitar aq\lellas qu!, sólo
terminarían en una inútil pérdida de tiempo. Para que el lector
comprtnda que se trató de Un trabajo totalmente racional presentaré el
material en sus \Iistintos momentos evolutivos, explican\lo cada uno
de ellos en función de mi.teoría deintera,cción f¡uniliar.
. • El origen' de este trabajo fue un relato improvisado por Murray
B.owen que reemplazó a un trabajo suyo presentado oficialmente en u~a
conferencia sobre las Investigaciones "'amiliares, celebrada on.1967. ObJ!}-
to de una. reelaJ>oración .y .de. Una considerable. ampli~ción, ,"1 relato fu\,
publicado después anónimo (a solicitud de~ editor y ~el r~copllador) en las
actas de'la conferencia (Family InteractlOn, recogIdas por J.L. Framo,
Nueva'York, Springer, 1972). En esta traducción se han om~tido algunas
partes que Iresriltarori. superfluas'por la-inclusión de otros trabajOS de Bowen
(N. del E d i t o r ) . ' . .
 ELANONIMO a9
aa DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO

Las hipótesis sobre la familia me llevaron, pocos años después, a

Datos personales
trabajar con plena de~icación en la investigación psiquiátrica sobre la
familia, " "
Mi experiencia en psiquiatría me ha dado muy pocas herramien-
Cuando tomé contacto por primera vez con la psiquiatría ignora-
:~ para trabajar con mi f~ilia: la mayor parte de los conceptos más
ba hasta cierto punto las ideas psicológicas y psieoanalíticas y mi
utIl~.los he tomado de mI experiencia en la investigación sobre la
conoCimiento superficial en esta' materia era parcial, refiriéndose
fam!lia. De todos modos, había realizado antes alguoas experiencias
exclusivamente a su' aplicaciónpsicopatológica. Mi familia estaba
que pueden haber incidido, en cierta medida, en el desarrollo de mi
muy unida, se llevaban bien, no tenían conflictos, problemas con-
modo de pensar y a éstas me referiré brevemente. Como son
yugales ni problemas de alcoholismo o de tipo neurótico o de
~uchos los que me preguntan cuáles pueden ser los motivos que
conducta, al, menos en las generaciones que yo había conocido. Las
mducen a una pers?na ~ tr~bajar con su propia fanJilia, empezaré por
relaciones en la, familia de mis padres y en: mi familia, nuclear se
h~blar de algunas mclinaclOnes que aparecieron muy pronto en mi
consideraban felices, normales, ideales. Mis dos primeros años de
VIda.
psiquiatría, durante los cuales escuchaba todas las explicaciones,
. En mi inf~cia r~unía dos condiciones que jugaron un papel
aparentemente, lógicas, de la conducta humana" fueron casi dicho-
Import.ante en ~~ opcIOnes futuras: uoa insólita habilidad 'para resol-
sos, pero la dicha desapareció ,cuando me di cuenta de las fisuras
ver emgmas diflcile~ y para buscar soluciones prácticas ante proble-
lógicas de la teoría, que los expertos no lograban explicar. La mayor
mas aparentemente JITesolubles, y una gran habilidad manual; A los
parte de los psiquiatras no parecía inquietarse por las contradicciones
doce años, más o menos, decidí orientarme haciaima profesión
sintiendo la mi~ma. inclinación por el derecho que por la medicina:
que más tarde constituyeron el núcleo de mi investigación.
En definitiva, esos dos primeros años de psiquiatría y mi análi-
Más~arde m~ m~liné más por esta última. A los quince años me
sis personal me ayudaron a captar uo muodo de motivos y conflictos
~urnó uo ~PISOdlO que fue determinante en mi opción por la medi-
ocultos, realmente fascinante. Aprendí los conceptos y comencé a
cma. Era asIstente en una ambulancia y tuve que llevar a una adoles~
aplicarlos en mí mismo; en mis colegas, en mis amigos, en mi fami·
cente, en estado de inconsciencia, a un hoSpital universitario. La
lia e incluso en personajes destacados de la vida pública a quienes
chica estuvo en coma toda la tarde y al anochecer murió. El vivo
nunca había conocido persollalmente, Todos eran "patológicbs" y
recuer?o d~ los primeros auxilios y de los médicos que parecían
los que negaban serlo eran niás "patológicos" aún. Al pensar en los
perplejOS e mseguros y no eran capaces de una solución me estimu-
miembros de mi familia empecé a analizar su dinámica psíquica y a
ló a buscar mejores respuestas en el campo de la medicina, En la
hacer diagnósticos sobre ella. Este trabajo, tendía' a consolidar mi
facultad de medicina me interesé pronto por aquellos campos en los
posición primitiva frente a la familia de origen. Como yo era el hijo
que h~bfu uoa mayor cantidad de problemas urgentes y no resueltos:
mayor y,por añadidura, médico, había sido el sabio experto que
en p~e~ l~gar l~ neuro~ogía, después la neurocirugía' y por último predicaba a' los profanos, hasta cuando lo hacía emitiendo una
el diagnostIco dIferenCIal. El desafío intelectual de laS técnicas
opinión o dando un consejo.' La familia escuchaba con cortesía y
~uirúrgicas más com~tentes no me sedujo hasta que hice el interina-
luego sentenciaba: "Se trata sólo de psiquiatría". Durante mi análisis
Je. ?espu~s.~e una s~~e.de muertes quirúrgicas, adquirí uoa especie' sentí uo ,fuerte impulso emocional de establecer con mis padres uoa
de msen~lbilid~ ':mif~c~al y. afronté ser interino en cirugía; luego fastidiosa confrontación con respecto a mis resentimientos infantiles,
estuve en el servIcIo militar cmco años. La difusión de las disfuncio-
que habían ,salido a la luz en la transferencia. En aquel tiempo creía
nesl'~iquiátricas que' observé en el pel'S0nal 'del ejército y la falta de
que esta confrontación equivalía a una emancipación emocional.
soluc~ones ad~c~adil;S, para estos problema!! me d~cidieron a emprenc
Debe de haber constituido una cierta ventaja 'inmediata conocer algo
der una especlalizaclOn en psiquiatría. M~ relacioné inmediatamente
mejor mis sentimientos y aprender a comunicárselos a mis padres,
!lon el. problema de la esquizofrenia y me ocupé de todas las teorías
pero el ,resultado final fue el endurecimiento de los modelos transac-
conOCIdas al respecto, hasta que mi interés se volcó en la fanJilia.
90 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
cionales precedentes. El resultado concreto fue mi convicción de que
mis padres tenían sus problemas y yo tenía los míos, que ellos
nunca habrían de cambiar y que ya nada se podía hacer. Mesent!
justificado entonces al mantener una distancia formal con respecto a
ellos y superfioial en nuestras relaciones recíprocas. No intenté
trabajar en las' relaciones dentro de mi familia de origen hasta
después de desarrollar mis nuevos conceptos sobre la investigación
familiar. . l'
Para esta concepción, resulta de especial importancia un fenóme-
no emocional ,procedente, de un sistema ajeno a laJamilia. Yo traba-
jaba en· una· gran' clínica psiquiátrica, muy conocida, en laque el
sistema emocion!1i de la "familia" de los médicos y demás empleados
era idéntico al sistema emocional de cualquierfamilia,'Los modelos
de todos .Ios sistemas 'emocionales. son iguales, sea: que se trate de
sistemas. familiares, sistemas laborales o· .sistemas sociales, y la
única diferencia entre ellos es su gra<!o de intensidad. En el sistema
emocional en el. que trabajaba' pude hacer algunas observaciones
muy importantes. -Noté que cuando· me ausentaba con motivo de
algún viaje era mucho más. claro y objetivo en cuanto.a las relaciones
laborales, objetividad que perdía a mi regreso. Después de esta
observación inicial, examiné más atentamente este fenómeno.' ·La
objetividad apareoía después de una. hora de vuelo. A mi vuelta,
perdía la objetividad tan pronto como traspasaba la puerta de regreso
!1i trabajo/Era como si el sistema emocional se .'!cerrase" nuevamente
en cuanto entraba en el.edificio. Años después di a este sistema el
nombre de '~masa indiferenciada del yo familiar". Me pregunté qué
tendría que hacer para conservar la objetividad emooional dentro del
sisiema. Un sí-mismo diferenciado es a<Juel que logra mantener la
objetividad emocional incluso cuando está dentro de "un sistema
emocional agitado, pero que al mismo tiempo se mantiene en rela-
ción activa con lás personas clave del sistema.: Hice' otras observa"
ciones sobre el sistema emocional del-ambiente laooral.. Después de
un viaje, cuando regresaba a la ciudad en sábado, mantenía la objeti-
vidad hasta que ,volvía al trabajo el lunes por la mañana. Sin embar-
go, una vez la perdí durante una conversación telefónica con un
colega, antes de volver al trabajo. Otras veces la perdía en el
momento en que saludaba. a algún directivo en el jardín,: antes de
entrar al edificio;' Esta "fusión"en el sistema emocional se hacía más
fuerte con las personas que, en el trabajo, tenían mayor tendencia a
ELANONIMO 9'
las habladurías. La habla.duría es uno de los principales mecanismos
para "triangular" a otra .persona en el campo emocional entre dos
personas. En otra ocasión discutiré los: detalles de este fenómeno.
En ese sistema laboral la "triangulación" llegaba al máximo cuando
íbamos a tomar café o cuando nos reumamos o jugábamos una parti-
da, y los que "entendían" se dedicaban a analizar y a hablar de los
ausentes. Este mecanismo implica el siguiente mensaje: "Entre noso- 1:
trosnos entendemos· perfectamente (el aspecto de 'cohesión' del
triángulo). Estamos de acuerdo en que la tercera persolia es 'Ia !pato-
I
lógica". En las reuniones, la gente formaba pequefios grupos; en
cada uno de los cuales se hablaba eje alguien que no lo integraba 'y,
al parecer,. nadie se daba cuenta de que cada grupo se dedicaba -alas
mismas habladurías para triangular a los demás.,·
Creo que el hecho de. haber estado inmerso en ese sistema
emocional laboral' fue una deJas experiencias más afortunadas de mi
vida. Era 10 bastante intensa como para poder permitirme esas obser-
vaciones. Una vez observado el fenómeno en ese contexto,' fue
mucho más fácil reconocerlo en todos los demás sistemas laoorales:
Adquirí por ello una especie de "control" del idéntico fenómeno en
mi familia de origen. Dúrante los años en que trabajé duramente para
diferenciarme de mi ·familia volv(.en algunas ocasiones a visitar mi
primer lugar. de trabajo. A1gun~s de mis mejores. amigos' quedaron
allí. Durante mis visitas; aunque hubiese estado ausente dos o tres
años, en menos de media hora encontraba a alguien importante en el
sistema y de inmediato me ~'·fusionaba~' ,introduciéndome en el tejido
emocional del propio sistema. Al final, cuando ya había adquirido el
dominio de la experiencia familiar que comento en este libro, volví al
antiguo sistema de trabajo y durante una largá·visita conseguí esta·
blecer una relación estrecha con personas significativas de ese siste-
ma, sin caer en la "fusión'~,
'. LA HISTORIA DE LA FAMILIA
Mi familia de' origen constituye el caso clínico que presento en
este trabajo. Soy el mayor de cinco hijos de una familia muy unida
que ha vivido en la misma ciudad durante varias generaciones. Mis'
padres, en la actualidad muy ancianos, desempefianun rol muy acti-
VO en la vida de la comunidad y amoos se ocupan de la empresa fami-
92 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
liar.. Mi perfil de personalidad es el del hijo mayor con muchas
responsabilidades. Me casé con la segunda de tres hermaoas, cuyas
características son más bien las de hija mayor. Tenemos cuatro ,hijos,
que tienen entre catorce y veinte años. Mi primer hermaoo, dos años
menor que yo, es un hombre de negocios enérgico, que se estableció
en otro Estado en cuaoto terminó la universidad. Se casó con una
compañera de estudios, hija única, con muchas actividades sociáles y
tienen una hija. El tercer hijo, mi segundo hermano, tres. años menor
que el otro, dirige los negocios familiares y actúa como dirigente ,del
clan. Durante el servicio militar se casÓ con la segunda de dos hijos
(el mayor varón),y tienen dos hijos y una hija. El cuarto hijo de mi
familia de origen, la mayor de mis hermanas, tiene dos años menos
que el tercero y emocionálmente es la más triangulada en 'el sistema
familiar, la única que no .fue a la universidad y la única que vivió una
vida bastante simple: se casó con un empleado de la empresa de la
familia y tienen un· hijo y una hija. La quinta hija· es cuatro años
menor queja cuarta. Tras la universidad se ·fue a trabajara otra
ciudad, donde se casó y tuvo una hija. Después de muchos años, el
marido vendió su empresa y ambos .regresaron a' la ciudad natál
donde él se ocupa de los negocios de la familia. Ninguno de los cinco
hijos ni sus mujeres ni susmaridos ni sus hijos han tenido nunca
enfermedades incapacit,antes, accidentes o lesiones de ningún tipo;
La secuencia de hechos en el campo emocionál de esta familia se
desarrolla a lo largo de un período de más de cincuenta años. Mi
padre es hijo único y su misión fue ser un hijo mayor muy responsa-
ble. Su padre murió cuando él era un niño. Fue educado, por la
madre hasta los doce años, cuando ella se· volvió a casar y tuvo otros
hijos. Se mantuvo solo desde niño. Mi madre era una responsable
hija mayor, con ,siete años más que su hermano. Su madre murió
cuando ella tenía un año y a partir de entonces ella y su padre volvie"
ron a vivir con los padres de él; cuandó mi madre tenía seis años su
padre se volvió a casar. Vivió entonces diecisiete años con el padre,
la madrastra y el hermanastro, nacido un año después. Mis padres se
habían conocido muy bien cuando ambos trabajaban en la ciudad. Se
casaron cuando él llegó a ser administrador en el ferrocarril y ella
trabajaba con su padre en un negocio abierto por el abuelo paterno.
Después del matrimonio, mis padres vivieron cinco años en la
ciudad, en una, casa propia. Yo nací después de un año de casados y
mi hermano dos años después que yo.
ELANONIMO 93
Transcurrido poco tiempo desde el nacimiento de mi hermano,
ocurrieron una serie de hechos que influyeron profund~ente en el
futuro de la familia. El hermano de mi madre estudiaba en una
universidad a varios cientos de millas de distancia. La sálúd de mi
abuelo materno comenzó a empeorar y mi padre empezó a dedicar
cada vez más tiempo a los negocios, después de su trabajo ajo;nada
completa. Mi abuelo materno había sido un juicioso hijo mayor de
una gran familia. Su muerte, ocurrida cuando mi hermaoo tenía dos
años, fue un punto cruciál eh la historia de la familia. Mi padre
renunció a su trabajo, el hermano de mi madre volvió de la universi- ,'
1,
dad y mi padre y mi tío llegaron a ser socios. Mis padres se muda- , \
ron a la casa de la familia de mi madre. La familia estaba entonces
constituida por mis padres, que todavía no tenían treinta años, mi
hermano y yo, mi abuela, que se acercaba a la cincuentena y mi tío
que tenía poco más de veinte años. En este punto, los perfiles de la
personálidad de cada uno nos resultarán útiles para comprender el
campo emocionál de la familia: Mi padre es un hijo mayor muy acti-
vo y mi madre, una sensata hermana mayor. Pertenecen a ese grupo
de hijos mayores. que hacen del matrimonio una sociedad sin sobre-
sáltos. Mi, abuelo, que era un hijo mayor, se había casado con dos
hijas menores muy adaptables. Mi abuela, su segunda mujer, era
tranquila y tolerante. Mi tío,qlJe funcionálmente era un hijo único
por los siete años de diferencia entre él y mi madre, era el único hijo
de su madre. Creció con e!.perfil de un brillante hijo menor. Estos
perfiles 'de personálidad erarllos de una familia en la que todos se
llevaban muy bien y en la que había un bajo índice de conflictos.
Aproximadamente cinco meses después de la muerte del padre,
,¡
J- mi madre quedó embarazada del tercer hijo, mi segundo hermano.
Pocos meses después, mi tío fue de los primeros en ir a la guerra y
I mi padre asumió la dirección de los negocios. Mi segundo hermano
í
?
fue concebido en ese período transcurrido entre la muerte de mi
abuelo, la reorganización de la empresa y la transformación en .un
solo 'núcleo familiar. Mi primer hermano y yo habíamos nacido
cuando mis padres tenían casa ,propia y éramos los únicos que nos
habíamos ido del hogar y no habíamos tenido nada que verconJá
empresa. A ninguno de nosotros se has obligó a .
irnos. Mi hermano y yo, simplemente, nos fuimos. lMi~~'r~tí~ol;~'~ri,~~~:"
la guerra casi dos años después, más o menos en el·~
mi madre quedó embarazada,de su cuarto hijo"mi hermanlt(

94 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
Había deseado tanto una hija que ésta llegó a ser "especial" y super-
protegida, la más implicada en los procesos emocionales de la fami-
lia y la única que resultó petjudicada. En casi todas las familias hay
un hijo. de este tipo. Si bien el daño que sufrió mi hermana no pasó
de una cierta inadaptabilidad funcional a las contingencias de la vida,
el modelo emocional es idéntico al de las familias en las que el hijo
más implicado desarrolla una patología grave. SUa diferenciación
básica de mis padres hubiese' sido menor y hubiese existido más
estrés en el sistema emocional de la familia, esta.hermana Hubiera
podido desarrollar, más adelante, una grave disfunción emocional o
un problema: de. orden físico. ¿Por qué lós modelos emocionales
involucraron a una hija y no a un hijo y por qué precisamente a esta
hija? Considero que este modelo es pronosticable en las familias. y
en el trabajo de Toman hay suposiciones con respecto a la probabili-
dad de que esté más involucrado un hijo o una hija. En mi farlilia
existían f¡¡ctores reales que incidieron. en el proceso emocional. Mi
padre era eLúnico responsable de los negocios de Ja familia y mi
madre tomó a su cargo la dirección deja casa. Tanto en casa como
en laempre~a se necesitaba siempre una ayuda más y fue naturru, en
consecuenOIa, que todos los hijos trabajaran. La clara discriminación
entre el trabajo de los hombres y el de las mujeres contribuyó a rele-
gar. a mi hermana a una categoría aparte. Emocionalmente; mi
hermana siguió siendo dependiente de mis padres. Tuvo dificultades
en la escuela y no fue a la universidad. Su perfil de personalidad es
el de una hija menor muy dependiente, como sucede con el hijo que
queda más implicadoeri el proceso emocional de la familia. El quin-
to hijo, otra mujer, nació cuatro años después que la· cuarta. Esta
creció más apartada del sistema emocional de la familia y su perfil es
el de una hija mayor muy responsable.' .... , . ..
El período que sigue al nacimiento del último hijo, cuando la
composición de la familia es relativamente estable; nos dá, en gene-
ral, un panorama mejor del funcionarliento de la familia. En la mía
los niveles de adaptación de los tres varones eran prácticamente idén:
ticos. Pasábamos mucho tiempo cpn nuestro padre, trabajando y
divirtiéndonos, mientras mi madre'se ocupaba de recordainoslaobli-
gación de realizar las tareas pesadas, y en el tiempo libre, las cos!\s
que había que hacer para los demás y la necesidad de buscar el éxito.
En casa, mi madre era la persona más activa y responsable. Mi abuela
ayudaba haciéndose cargo de tareas fijas y prestaba especial atención
ELANONIMO 95
a mi t~o. ~I ~gulo 'principal en esta combioación entre la casa y los
negocIOS mclilla a mI.padre, mi madre y mi tío. Cada miembro de W1
triángulo rela~;,ame~te "rígido" se percibe a sí mismo como "atrapa-
do en·elmedlO . MI padre estaba atrapado entre su mujer y su cuña-
do, mi tío entre·su hermana y el marido, mi madre entre su marido y
su h.ermano. Mi Pact:e era el más activo, tanto en la empresa como en
La vldade}a c?mumdad. En.lo~ negocio~, tendía a la' expansión yal
progreso ,. mIentras que mI tIa era mas cauto y actuaba corrio 'Ia
oposioión leal que ponía en duda ese "progreso".. En los períodos de
calma, eltriángulo·funcioha'como W1a agradable relaciónqual'y una
tercera persona ajena: estaúltÍOla posición era la que ocupaba mi tío
pero no le causó ningún problema debido aSll' relación estrecha co~
su madre, que era relativamente ajena a la vida de la empresa. En los
~eríodos de.estrés, el triángulo tiene dos lados positivos y uno nega"
tIvo. El I~do negativo en este triángulo era el que estaba entre mi
p~ Y ffil tío en eLcampo de los negocios y en general se expresaba
medlanteW1 descontento, cuyá corriW1icación pasaba por mi madre.
Era muy raro que el estrés alcanzara un nivel de rencor abierto entre
mi.padre y mi tío. Comúnmente, el descontento comunicado a través
de mi m~re se debía al hecho de que mi tío no desempeñaba su parte
de trabajO o frenaba su desarrollo o a que mi padre ganaba más que la
parte que le correspondía (tenia que mantener una farlilia más nume~
rosa) o a que la expansión deja efupresa resultaba demasiado cara,
El triángulo familiar ilustra una diferencia importante entre la
teoría sobre la familia y algui¡.ós conceptos de la psiquiatría tradicio-
nal. Se podría. llegar a decir. que la diferencia entre mi padre y mi tío
era la.expres~ón ~e u?a hostilidad reprimida y controlada por un
mecanI~mo repreSIVO madecuado y que se hubiera podido-llegar a
una mejor adaptación si esa hostilidad se hubiese manifestado más,
abie~ente. La teoría familiar diría que el lado negativo del triángu-
lo ~s, SImplemente, .I~ expresión; sintomática de un problema que
atane a .toda la faffillia, y qUe se desconocería el problema' si se
"entrase la atención en una sola relaóión, como si el problema mismo'
fuese inherente a esta única relación, con lo cual el triángulo se', haria
más. rígido y menos reversible. Puede ser que exptesar rencodlireC·'
lamente comporte un alivio tempor¡¡l de la ansiedad, pero el'hecho1deJ
enfocarse en esta dimensión 'vuelve inadaptada:.ayla fámi\ia/f(lT!i'
síntomaleve.que.sólo aparece en condiciones deterisióJ\:es:s/lñál del
una buena'compensación emocional;., .;,. . "11>,:. '.d.' .HH[ üm¡m¡:lrl
 96 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
El siguiente cambio más importante se produjo cuando mi
hermano. y yo partimos para ira la universidad. Mi abuela murió
, repentinamente pocos. meses antes de que mi segundo hermano
'1
entrara en el ejército. En los cinco años que siguieron hubo muchos
cambios. Mi tío se casó y se mudó a una casa propia, mis padres y
mis hermanos fueron a vivir a otra casa en la ciudad y la vieja casa
familiar fue alquilada. Mi primer hermano, que se había establecido
lejos de casa, se casó poco antes de entrar en el ejército. Pocos
meses más adelante se casó mi primera hermana y Se fue con su
marido, que trabajaba en la industria bélica. Mi hermana menor,
durante la guerra, estaba en la universidad. Mis padres se quedaron
solos en la casa. Fue difícil encontrar empleados en tiempo de guerra
y mi madre se dedicó entonces de lleno a ayudar a mi padre y a mi
tío para sacar adelantelós negocios. Se configuró una versión dife-
rente del triángulo familiar, de un tipo muy· habitual. Mi tío y su
mujer constimían un ángulo del triángulo: ella tenía la tendencia a
manifestar su descontento fuera de la familia y se la consideró fuente
de problemas durante los períodos de tensión.
Después de la guerra se hizo sentir la necesidad de ideas y ener-
gías nuevas para reconstruir la empresa, cuyos negocios se habían
estancado durante el conflicto. Mi segundo hermano volvió con su
familia y se empleó en la empresa, según el acue¡xlo de que tendría
su parte de ganancias. También mi heimana mayor y su marido
volvieron y este último se reincorporó a su anterior empleo. Pocos
años después volvieron también mi segunda herm,ana y su marido
para echar una mano. Mi segundo hermano, enérgico como nuestro
padre en los negocios y en la actividad civil, fue la piedra angular
gracias ·a la cual la empresa aumentó sus ingresos. Fuerzas de nam-
raleza emocional indujeron a este hermano a convertirse en "el jefe
del clan" y a mi hermana más joven a ocupar el lugar de mi madre
como mujer más responsable de la nueva generación. En el medio
familiar se {ormaron distintos triángulos produciéndose cambios
emocionales en las posiciones inferiores, a pesar de que el inicial
modelo triangular se manmvo eficaz en lo referente a las posiciones
m~,destacadas. El triángulo quedó entonces constituido por mi
P'~!y mi hermano en un ángulo, mi madre y mi hermana menor en
.e~\9ttO¡Y..llÚtío;ysu mujer en el tercero. En los momentos de tensión
lM#apas negátiv!\l¡ se pusieron de manifiesto entre mi padre y mi
henn¡mo por un lado, y mi tío y su mujer por el otro. El estrés se
ELANONIMO 97
desencadenó en el momento de la expansión de la empresa y cuando
mi hermano insistió en tener sus acciones en ella. Desde que la fami-
lia se distribuyó en cinco casas diferentes se acrecentó la tendencia a
confiar las simaciones familiares a los amigos. Durante cada período
de estrés surgían discusiones en cuanto a la división de la empresa,
después se reconocía la contribución de mi hermano y retomaba la
calma. Esta secuencia continuó hasta el momento en que, durante
otro período de tensión, mi tío vendió su parte a mi segundo herma-
no y se retiró. Se reorganizó entonces la empresa como una sociedad
en la cual mi hermano tenía la mitad de las acciones, y mi padre y mi
m:adre una cuarta parte cada uno. La familia, que había considerado
que m:i tío era la oveja negra que obstaculizaba el progreso, vio en
esta situación la solución final. Es ésta otra de las características
pronosticables en los sistemas emocionales: cuando el portador del
síntoma se aleja del sistema, este último se conduce como si se
hubiese resuelto el problema. Si el sistema pensase, en lugar de
reaccionar, sabría que es sólo una cuestión de tiempo: el síntoma
termina por reaparecer en algún otro. Así sucedió punmalmente en
mi familia cuando yo ya había aprendido mucho de mis investigacio-
nes sobre las familias, pero antes de empezar a aprovechar activa-
.mente mis conocimientos para trabajar en mi propia familia. Dé
todos modos, hice conjemras }maginando en qué área se desarrolla-
rían después los síntomas. Lá próxima parte del desarrollo de este
libro se ocupará de los acohtecimientos que siguieron en los diez
años siguientes a la reorganización de los negocios.
Durante este período mi actitud fue la siguiente: quise conven-
cerme de que era "objetivo" y estaba "alejado" y "permanecía fuera
de los problemas familiares", Esta es la forma más común de
percepción errónea que tiene la gente cuando empieza a mejorar su
capacidad de observar y controlar sus respuestas emocionalmente
frente a la familia En realidad, emocionalmente, estaba tan vincula-
do como ant~ y me valía de la distancia emocional y del silencio
para crearme una ilusión de no responsabilidad; La distancia y el
silencio no engañan en un sistema emocional.

98 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
CONCEPTOS IMPORTANTES
PARA LA DIFERENCIACION DEL SI-MISMO
Los ,nuevos .conceptos derivado.s de la investigación y la psicote-
rapia de la familia han abierto ,caminos tentadores para la compren-
sión de mi familia, a la que nunca me hubiese sido po.sible llegar
disponiendo. únicamente ,.de los conceptos individuales. Apliqué
estas nuevas ideas a mi familia y ajos otros sistemas emocionales en
el momento en que llegué a formularlas de manera b¡¡stante c!¡u:a.
También las observaciones y experiencias extraídas. de mi situación
contribuyeron a mis investigaciones sobre la familia. Dediqué la
mayor parte de mi trabajo a mi familia nuclear (mi mujer y mis
hijos), que tiene una historia. aparte. Creí que mi familia de origen
me podría ,servir para comprender a mi familia nuclear, pero la
consideré menos importante para resolver los problemas de esta últi-
ma. Al inicio de mi trabajo clínico cón las familias,. traté de comparar
cada modelo relacional de. mi familia nucle<u: con modelos simil<u:es
en la familia de origen. Siguió luego un breve período durante el
cual me dediqué en particular a mi familia nuclear, ante el.temor de
establecer una dicotomía de los aspectos más importantes en Cll$O de
considerar también a la familia de origen. Paulatinamente, presté una
atención cada vez mayor a mi familia de origen, y esta tentativa
culminó con.eltrabajo que estoy comentando. Veremos ahora una
serie de conceptos. que fueron muy importantes para mi diferencia-
ción de la familia de origen.
Historia.multigeneracional de lafamilia
·El motivo de mi esfuerzo inicial en esta materia fue mi interés
por la. investigación. En la investigación sobre la familia· inicié muy
pronto estudios estructurados para seguir, de una gyneracióna otra,
la transmisión de las características familiares. Esto formaba parte de
mi tentativa de definir el ~'proceso de transmisión multigeneracio-
nal", uno de los conceptos de mi teoría Se desarrolló en mí un inte-
rés especial por la transmisión de los modelos patológicos de gene-
ración en generación. Cada uno de los aspectos de este estudio me
abría nuevos e interesantes horizontes. Pasé miles de horas estudian-
do en el microscopio a una cantidad limitada de familias, remontán-
ELANONIMO 99
dome a 200 ó 300 años antes. Reconstruí la historia de muchas
familias a lo largo dI' 11n período de 100 años o más. Al parecer, en
todas las familias exÍstían idénticos modelos básicos. Este trabajo
me llevaba tanto tiempo que decidí que era mucho más sensato estu-
diar mi familia de origen. Mi objetivo era obtener informaciones
concretas para poder comprender las fuerzas emocionales de cada
f~ia nuclear, remontándome a todll$las generaciones que me fue
pOSible. Hasta ese momento no me había interesado particularmente
pOr la historia o la genealogía de la familia. En menos de diez'años
trabajando pocas horas por semana, llegué a conocer el árbol genea:
lógico de 24 familias de origen, incluida una que se remontaba a 300 , ,
, II
años atrás, otra a 250 años y muchas a 150 ó 200. Gracias a este
trabajo me puse en contacto con genealogistas ,que quedaron
sorprendidos por el hecho de que yo me interesase de igual modo
p.or ~em.bros poco significativos de la familia como por los más , '
Significativos. Este trabajo es tedioso al principio, pero una vez )1
encaminado puede proporcionar una cantidad asombrosa de detalles. I
Es difícil valorar la aportación directa de las informaciones histó-
riCll$ sobre la familia para la comprensión de la familia actual. Creo
que la aportación indirecta es lo bastante considerable como para
merecer el interés de quien, aspira a convertirse seriamente en. un
estudioso de la familia. En el período de solamente 150-200 añós un
individuo es el descendiente qe64-128 familias,cada una de las
cuales le ha realizado alguna aportación. Con todos los mitos, mitifi"
caciones, recuerdos y opiniones influidos por la emotividad, es difíc
cil conocer el sí-mismo o ajos miembros de la familia en el presente
oenel pasado reciente. Cuando se reconstruyen hechos ocurridos
uno o dos siglos atrás es más fácil superar los mitos y ser realistas.
Se~ir a una familia nuclear a 10 largo de 200 años a partir del matri-
momo o del nacimiento de un hijo, siguiendo la vida de cada uno de
los hijos, nos 'puede dar una visión de los fenómenos humanos
distinta de la que hubiéramos podido tener examinando el presente
con sus urgencias. Resulta más fácil darse cuenta de los propios
modelos emocionales. por el modo en que actuaban en aquel tiempo,
pudiéndose también lograr una sensación de continuidad, de histo-
ria, de identidad que' de otra manera no hubiera sido, posible. Bn
conocimiento más exhaustivo de las familias anteriores nos. puede
ayud<u: a comprender que en una familia no hay ángeles ni demo"
nios: todos haó sido seres humanos, con su fuerza y su debilidad,
100 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
con sus reacciones previsibles según el impacto emocional del
momento, tendiendo cada uno de ellos a dar lo mejor de sí durante
su vida Mi trabajo sobre la teoría multigeneracional de la familia se
prolongó durante la mayor parte del período que aquí comento.
La masa indiferenciada del yo en la familia de origen
He hablado ya acerca de mis primeras observaciones del fenó-
meno emocional. que se presentaba en mi ambiente laboral, fenóme-
no al que más adelante llamé masa indiferenciada del yo familiar. El
mismo mecanismo se ponía en marcha cuando iba a visitar a mi
familia de origen. Mis observaciones de este' fenómeno se fueron
intensificando cada vez más, pero no tenía ninguna idea sobre el
modo de mantener la objetividad cuando estaba con la familia Hacía
ya tiempo que había recurrido a todos los' medios convencionales
para tratar las situaciones emocionales de la familia; por ejemplo,
hablar abiertamente de algún problema con los miembros de la fami-
lia, por separado o en grupo. El modelo de este método fue el resul-
tado de mis primeras experiencias en psicoterapia de la familia, en la
que la discusión abierta sobre los problemas existentes parecía muy
positiva. En realidad, el hecho de discutir las situaciones familiares
tranquilizaba, aparentemente, al sistema familiar, pero simultánea-
mente éste aumentaba la fusión y se hacía entonces más difícil volver
a la objetividad. Cuando la familia estaba en calma; podían pasar
muchas horas o incluso días sin que reapareciese la fusión con una
clara toma de posición en las situaciones emocionales. Si la familia
estaba tensa, la fusión se producía al primer contacto Con una perso-
na clavé del sistema. Por lo general, la objetividad se restablecía una
o dos horas después de la visita, de camino a mi hogar. De ahí
surgieron la noción teórica de "masa indiferenciada del yo familiar"
algunos de los principios más elementales de la "diferenciación del
SÍ-mismo", que discutiremos máS adelante. La experiencia me lÍabía
enseñado que la tentativa de definirse o diferenciarse era más eficaz
cuando la persona estaba fuera del sistema emocional y todavía no se
había fundido con este último .. Como mis viajes a casa no eran
frecuentes, mi finalidad fue mantener la objetividad lo más posible y
encontrar la manera de zafarme de la fusión, incluso durante la visi-
ta. Una de las tentativas fue dejar a mi mujer y a mis hijos en nuestra
ELANONIMO 101
casa mientras yo iba a la ciudad a visitar a mi familia extensa. Cuan-
do sentía que me h¡lbía "fusionado" con el sistema regresaba a mi
casa e intensificaba mi relaCión con la familia nuclear, esperando que
esto me ayudara a desenredarme de la fusión y me permitiera otro
período de objetividad con respecto a la familia extensa. Pero esto
no funcionaba. Cuando mi mujer hablaba conmigo, me decía a veces
que mi hermana o mi cuñada habían dicho o hecho algo terrible y
esto me mostraba que también la familia nuclear. se había "fusiona-
do" con el sistema familiar, aunque viviese alejada del sistema fami-
liar extenso. En general, me sentía de nuevo objetivo transcurridas
una hora o dos del fin de la visita. Sobre la base de esta experiencia,
intenté otra técnica para desenredarme. Decidí alargar las visitas a mi
familia extensa a dos días e irme después con mi mujer y mis hijos a
pasar unas vacaciones de dos días a varias millas de distancia,
Perfeccioné esta técnica para permitirme otro período de objetiyidad
hasta la segunda visita, pero tampoco resultó. Era como si no pudie-
ra desenredarme hasta que no terminara la visita y pasara una hora
desde que había emprendido el camino de vuelta al hogar. Hice un
último intento con otra técnica basada en la experiencia de que me
era más fácil ir solo que con mi mujer y mis hijos. Cuando mis
viajes de trabajo me lo permitían iba a visitar a mi familia extensa
antes de la reunión oficial convenida en algún Estado lejano y al
término de esta reunión regres~ba y les hacía otra breve visita. Las íi
cosas funcionaron mejor que· con el proyecto de vacaciones con mi 1,
1,1
mujer y mis hijos, pero en realidad nunca llegué a recuperar la obje- 1
; j
tividad hasta transcurridas una o dos horas desde el final de la visita.
Durante los años en los que ensayé estas distintas técnicas, trabajé I i
para "definir un sí-mismo mío" que se comunicara por carta o por
teléfono con mi familia y también para "definir un sí-mismo mío" en
otros sistemas' emocionales, como la "familia" de los terapeutas
familiares. Un éxito parcial en un sistema emocional menos signifi-
cativo contribuía, en parte, a mi trabajo con la familia de origen,
pero 'el éxito más importante lo obtuve cuando alcancé un mayor
dominio del concepto de los triángulos.
Mi experiencia sobre la fusión en la masa indiferenciada del yo
de mi familia de origen concuerda plenamente con lo que he obser-
vado en una amplia gama de familias bastante bien integradas con las
que he trabajado. Jamás he conocido una familia en la que el fenó-
meno emocional estuviese ausente. En teoría; la fusión emocional es
102 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
universal en todos, salvo en la persona completamente diferenciada,
que, por lo demás, no ha nacido aún. Lo común es que la mayoría
de la gente ,no lo advierta. Algunos pueden comprenderlo si logran
conocer y observar a su familia, más que reaccionar frente a ella.
Otros, tienen una fusión tan intensa que es probable que nunca
lleguen a conocer el mundo de la' objetividad emocional con sus
padres. Son pocas las personas que pueden ser objetivas con sus
padres, verlos y pensar en ellos como personas,.sinsobreestimarlos
ni subestimarlos. Algunos encuentran "agradable" la fusión, en tarito
que para otros es tan desagradable que se valen del odio' y de una
actitud negativa enmascarada (ambos son índices de fusión) para
evitar el contacto con los padres. Algunos, qUe han alcanzado una
"fusión positiva" quedan tan apegados que no ,abandonaron nunca el
hogar paterno. Están también los que se ilusionan por haber resuelto
su relación con los padres haciéndoles cortas visitas sin comunica-
ción personal de ninguna clase: .creen que la prueba de su madurez
estriba en el hecho de que no los ven. En mi trabajo con las familias
trato de ayudar a la gente a darse cuenta del fenómeno y a hacerles
luego breves y frecuentes visitas para observar y elaborar la diferen-
ciación. Con frecuencia, las visitas breves y frecuentes son más
eficaces que las largas y espaciadas.
La diferenciaci6n del sE-mismo
En el camino hacia la diferenciación, con cada paso que se da,
por pequeño que éste sea, se contraponen las fuerzas emocionales
tendentes a la cohesión, que controlan el sistema emocional. Estas
fuerzas definen a los miembros de la familia como semejantes en
cuanto a convicciones, filoSofías, principios de vida y sentimientos
importantes. Subrayan la cohesión usando el "nosotros" para definir
lo que "pensamos o sentimos", o definen el sí-mismo de otra perso-
na diciendo, por ejemplo: "Mi mujer cree que .. ./',y emplean expre-
siones impersonales para definir valores comunes, como cuando
dicen: "Es un error~', o: "Esto es lo que se hace''. La cohésión de la
amalgama se obtiene atribuyendo un valor positivo a actitudes como:
pensar en los demás antes que eri sí mismos, vivir para los demás,
sacrificarse, sentir amor, piedad o compasión por los demás, y
sentirse responsables de su bienestar. Si el otro es desgraciado o
ELANONIMO 103
.1
está molesto, la fuerza que produce la cohesión se siente culpable y
.1
se pregunta: ¿Qué he/he¡;ho para provocar esto?, llegando a repro-
charle al otro la desgracia o el fracaso propios,
Al describir todos estos aspectos, las fuerZas que tienden a la
diferenciación ponen el acento en el "yo". La "posición yo" define el ,1
principio y la acción de este modo: "Esto es lo que pienso y creo" y:
"Esto es lo que haré o no haré, sin atribuir a los demás sus propias
apreciaciones y creencias. El "yo responsable" asume la responsabi-
lidad de su propia felicidad y de su propio bienestar y no tiende a
considerar a los demás responsables de su propia desgracia y de sus
propios fracasos. El' "yo :responsable"'· evita' al "yo irresponsable"
que hace a los demás pedidos como éste: "Quiero, o merezco, 10 que
exijo, o'éste es mi derecho o mi privilegio". Una persona bastante
diferenciada es capaz de preocupar.se por los demás sinceramente,
sin esperar nada a cambio; mientras que las fuerzas que tienden a lá
cohesión consideran que la diferenciación es egoísta y hostil. ·1'
Un sistema familiar en equilibrio emocional está libre de mani-
festaciones sintomáticas en cualquier nivel de diferenciación. El
sistema se trastorna cuando se produce mla regresión en algún
miembro de la familia; actúa entonces para restablecer el primitivo
equilibrio libre de síntomas, siempre que sea posible. El' sistema
también se trastorna cuando alguno de sus miembros alcanza un
nivel de diferenciación levem6nte superior, poniéndose entonces
automáticamente en movimiento para restablecer el equilibrio inicial.
Así es como á cada: paso queÍie da en el camino de la diferenciación,
¡Yor pequeño que ese 'paso' sea, corresponde un pequeño desequili-
brio emocional en el sistema familiar. Este modelo es tan previsible I I
que cuando no hay ninguna reacción emocional es señal de que la
tentativa de diferenciación no ha tenido éxito, Las reacciones previsi-
bies de la familia frente a la diferenciación son de tres tipos: 1)
"Estás equivocado" o algo parecido; 2) "Vuelve atrás", que puede
ser comunicado de muchos modos diferentes, y 3) "Si no lo haces,
las .consecuencias serán éstas". Si el que se está diferenciando logra
mantener su posÍción sin defenderse ni contraatacar, la reacción
emocional es, por lo general, breve, y' el otro termina por dar su
aprobación. Los mejores ejemplos de estos adelantos en la diferen-
ciación se encuentran en la terapia familiar con la mujer y el marido.
Veamos un ejeinplo típico; Una pareja que hacía terapia familiar
discutió durante varios meses temas que trataban de la cohesión en el
104 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
matrimonio: la necesidad de que cada uno satisficiera las necesidades
del otro, eUogrode una relación íntima y afectuosa,. el modo en que
uno de ellos podía decepcionar al otro, las decisiones tomadas entre
los dos. A medida que el proceso avanzaba, fueron descubriendo
diferencias en sus opiniones. En este punto, el marido, durante algu"
nas semanas, pensó en sí mismo, en su carrera y en algunas cuestio"
nes muy importantes para él y su mujer. Esto desencadenó una reac"
ción emocional en ella, en forma de un episodio de ansiedad que se
prolongó alre~edor de una semana, pasada la cual le suplicó al mari"
do volver. a la cohesión primitiva, experimentando un violento esta"
llido emocional durante el cual lo acusó, llorando rabiosamente, de
ser egoísta, egocéntrico, incapaz de amar e incapaz como marido.
Estaba segura de que la única solución era el divorcio. El mantuvo la
calma y fue muy comprensivo. Al día siguiente su relación fue más
serena. En la sesión siguiente ella le dijo. al marido: "He apreciado lo
que hiciste por mí, pero sentí que enloquecía. Quería controlar lo
que decía, pero tenía que expresarlo. Te miraba, esperando que no
cedieses. Estoy contenta de que esto no te haya cambiado". Tenían
ahora un nuevo nivel de cohesión, menos intenso, al que siguió una
conducta más autodeterminada por parte de la mujer, a cuyas tentati"
vas de diferenciacipn el marido, a su vez, reaccionó emocional"
mente.
En este ejemplo, la tentativa del marido consistía en un pequeño
avance hacia la diferenciación. Si él hubiese cedido a las .exigencias
de la mujer o la hubiese contraatacado, hubiera retrocedido al mismo
nivel de ella. Cuando él mantuvo su posición, la reacción emocional
de la mujer significó un esfuerzo' para elevarse al nivel de él. De
acuerdo <¡on mi orientación teórica, esta secuencia representa un
crecimiento fundamental en la diferenciación bilateral, que no. puede
ya volver al nivel. de partida. Alcanzado este nuevo nivel, ambos
tienen una actitud diferente con respecto a la cohesión y a la indivi"
dualidad y son capaces de decir: "Nos sentirnos mucho más separa"
dos, pero estamos más cerca uno de otro.' El viejo amor ya no exis"
te, a veces me falta, pero este nuevo amor es mejor y más tranquilo.
Sé que parecerá absurdo, pero es· así".
La evolución de la diferenciación no es tan progr¡:siva y libre de
obstáculos cuando una persona realiza esta labor. por sí sola en. su
propia familia de origen. Una de las razones es que la "posición del
yo" de .cada uno de sus miembros se puede mover por caminos muy
ELANONIMO 105
distintos. La diferenciación no se puede producir en el vacío, sino en
relación con los. demás y con respecto a temas importantes para
ambas partes en litigio. Hay muchos cabos sueltos con respecto a
los temas importantes para ambos cónyuges, si es que quieren zafar"
se del sistema emocional para definir esos temas. Además, la dife-
renciación se debe producir en el contexto de una relación siguificati-
1"1
va, en la cual el otro debe respetar las convicciones y las acciones \';1
que la reafirman. Cuando una persona afirma su sí"mismo con refe"
,,'1
' ..
rencia a temas que pueden ser ignorados, se la etiqueta inmediata"
mente de tonta. Es más difícil encontrar temas significativos en una
familia de origen cuando el contacto con sus miembros es escaso o
inexistente.
La larga tarea de definirme en mi familia de' origen tuvo al fin
efectos importantes, pero los resultados observados año tras año han
sido decepcionantes. Muy a menudo la familia ignora estas tentati"
vas. No obstante, de mis esfuerzos nacieron principios que luego
apliqué con éxito en mi práctica clínica, empleándolos posteriormen"
te con mi familia, tal como referiré más adelante. Un sistema familiar
en condiciones de equilibrio emocional está menos disponible parala
discusión de temas emocionales, o para el cambio, que una familia
en tensión o en condiciones de estrés. Mis visitas más significativas
fueron las que hice durante una/enfermedad o internación de álgún
miembro importante. Cuando eiltreno a otras personas para trabajar
con sus familias, les aconsejo" efectuar las visitas en los momentos
en que el sistema es fluido. emocionalmente, o cuando se produce
algún hecho desquiciante como una muerte, una enfermedad grave,
una reunión, un· matrimonio U otro acontecimiento estresante o por
lo menos representativo.
El "oosotros" de los padres
Hasta el inicio de mi experiencia en la investigación sobre la
familia me adherí al principio de que los padres deberían ''presentar
un frente unido a sus hijos". Se trata de una creencia tan común que
se la consideró un principio fundamental de la psicología. Durante
mi formación profesional escuché hablar bastante a menudo de ese
principio que toda la literatura sobre la educación infantil encuentra
lógico y que nace del razonamiento de que este frente es necesario
106 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
para evitar que el niño enfrente aun padre con el otro; Antes de mis
investigaciones sobre ,la familia, estaba convencido de que los
padres tendían a presentarse ante los hijos como si estuvieran dividi-
dos y que era necesario, recordarles que debían discutir en privado
sus diferentes puntos de vista y aparecer unidos. ,Mis investigacio-
nes posteriores me llevaron a la convicción de que se trata de uno de
los principios más ilógicos de la psicología.
Todas las familias con las que he trabajado llegaron por su
propia cuenta al principio del frente familiar unido. Las familias más
cultas se inclinan a presentarlo conio, uno de los principios más
modernos de la educación infantil, mientras qudas menos cultas lo
aceptan como un principio tradicional según el cual los hijos deben
obedecer a los padres. La experiencia indica que es automático para
los padres apelara este principio porque es más cómodo y no
porque sea positivo para los hijos; Existen múltiples variantes de
este fenómeno ,en el triángulo entre los padres y el hijo,peroiel
modelo más frecuente es aquel en' el que la madre se siente insegÍlra
en su relación con el hijo y busca la aprobación yel apoyo del padre.
Observaciones inferidas de la psicoterapia familiar indican que los
padres tienden a establecer relaciones más individuales con el niño a
medida que la familia va mejorando. ' da por los síntomas y paralizada por la incapacidad de tomar conjun-
Se puede considerar este fenómeno en diferentes niveles. En su
aspecto clínico, el "nosotros de los padres" coloca al niño, frente a
una amalgama de parientes en la que faltan tanto el elemento femeni-
no como el masculino y que le impide coriocer tanto a los' hombres
mediante una relación individual con el padre, como a las mujeres' a
través de una relación con la madre. Desde el punto de vista de los
triángulos, el "nosotros familiar" pone al niño frente a una situación
cerrada -"dos contra uno"- que carece de toda flexibilidad
emocional a menos que él logre de algún modo abrir una brecha en
el otro lado del triángulo. Desde el punto de vista teórico; el sí-
mismo poco definido de cada padre se funde en un sí-mismo común
y pasa a ser el ''nosotros familiar". En terapia familiar empecé muy
pronto a trabajar para Crear una relación individual entre el hijo y
cada uno de sus padres. A partir de este principio sólo se puede
obtener beneficios. Una vez establecida esta relación, es posible
darse cuenta de cuántos esfuerzos hacen los padres para restablecer
el "nosotros". 'siempre que sea posible separariptecozmente el
"nosotros" de los padres, el cambio 'en el hijo será rápido y especta-
, ELANONIMO 107
cular. Hasta un niño muy pequeño está en condiciones de mantener
una relación con cada padre.
'Inmediatamente después de haber determinado el principio de
que cada padre debe tener una relación individual con cada hijo,
empecé a aplicarlo a mi familia nuclear. Sin embargo, no comprendí
del todo,lo que este principio implicaba hasta que no llegué a cono-
cer 'el principio de la relación ','de persona a persona" y adquirí una
mayor conciencia de loS triángulos. Comentaré en otro punto los
resultados de tales experimentos' en mi familia de origen. '
La relación dé persona a persona
y los'principios referidos'a ella
Trataremos la relación de'persona a persona junto coil otros
principios de los cuales, se deriva. Al comienzo de mis investigacio-
nes' observé que se ptoducía un cambio rápido cuando algún miem-
bro de la familia empezaba a "diferenciar un sí-mismo suyo" en
familias caóticas y trastornadas. Este fenómeno se presentaba
después de que la familia, en estado de ansiedad, había sido sofbca- ',', I
tamente la decisión de actuar. ljabitualmente, uno de los .miembro~,
al no poder hablar en nombre de tOdos, comenzaba por fm a definrr
su p'osición y lo que había querido hacer o no hacer. Casi de inme-
diato toda la farhilia se calmaba y entonces otro de sus mieiribros
iniciaba su versión del mismo proceso. Las familias de este tipo eran
demasiado inadaptadas para que uno de sus miembros pudiese
mantener suposición de forma eficaz durante mucho tiempo, pero
"
de estas obserVaciones surgían nuevas ideas, convenientes tanto
para la teoría'como para la práctica clínica en familias menos trastor-
nadas. ,En medio de estas observaciones, noté perturbacionescaóti-
cas en el grupo de investigación: sus distintos miembros se quejaban
unos de otros flos esfuerzos para sacar alguna conclusión de los
malentendidos durante los debates de grupo eran absolutamente
ineficaces. Valiéndóme 'deuh principio' que había salido a la luz
durante la investigación,yo, tomo director, decidí definir mi rol y
fijé, del modo más claro posible, mis planes a largo plazo y mis
intenciones. Así llegó á su fin la "cohesión" en las reilniones de
grupo. Al nializar esta tarea, más bien exigente, que me había
108 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
impuesto, !!dvertí hast!! qué punto había colocado a los miembros del
grupo en una posición infantil, dándoles todas las instrucciones e
incluso actuando en su lugar, mientras que por otro lado me había
conducido irresponsablemente descuidando otros trabajos que eran
de mi competencia directa. Casi enseguida se redujo la tensión y los
miembros del grupo comenzaron. uno tras otro, a definir su respón-
sll.bilidad. A partir de ese momento fueron pocos los problemas que
no se pudieron resolver en escasas horas y no ya días. Desde enton-
ces he utilizado este mismo principio, con mucha frecuencia, en todo
tipo de trabajos clínicos y de situaciones familiares.
Más adelante apliqué el principio de la defmición modificada del
sí-mismo a las relaciones entre los miembros de mi familia extensa.
Las distintas familias nucleares en el sistema de la familia extensa
tienden a subdividirse en grupos emocionales y, 'con frecuencia, la
comunicación se estaplece de grupo a grupo, más quede individuo a
individuo. Es como dirigir las cartas al "Sr. y Sra. XX y familia", o
al "Sr. y Sra. XX", y, a menudo, en una familia nuclear, hay una
persona que escribe en nombre de todos. Yo escribía cartas con
papel carpón y utilizaba las copias para dar informaciones de la
familia a sus diferentes miembros. Seguí este método en la época en
que estaba trabajando en la historia multigeneracional de la farnilia y
tenía, por tanto, más ocasiones. que de costumbre para escribir. Me
fijé un lluevo objetivo: definirme lo más posible como persona y
comunicarme individualmente con gran cantidad de miembros de la
familia extensa. Intenté establecer la mayor cantidad posible de rela-
ciones individuales en el ámbito de la familia. Aproveché cuanta
oportunidad se, me presentaba para escribir cartas personales a cada
uno de mis sobrinos. Los miembros menos diferenciados tienden
aun aho~a a contestar con cartas dirigidas a toda mi familia, pero son
cada vez más los parientes que han empezado a escribirme cartas
personales, remitiéndolas a mi oficina, y como me estaban dirigidas
personalmente, mi familia n\lnca las vio. Esta maniobra actúa como
transformación a largo plazo: ha modificado mi imagen frente a toda
la familia. ,
Otro de mis proyectos fue desan:ollar una relación "de persona a
persona" con cada uno de mis parientes y con todas las personas que
pudiese .en el ámbito de mi familia extensa. Se concibe la relación
"de perSona a persona" como una situación ideal en la cual dos
personas son capaces de comunicar libremente sobre toda la gama de
ELANONIMO 109
temas personales. La mayoría de las personas no tolera más de algu-
nos minutos de conversación en el plano personal. Cuando una de
las dos entra en un estado de ansiedad, comienza a hablar de una
tercera persona--es decir, triangula a una tercera persona- o bien,
la comunicación se vuelve impersonal.y ambos empiezan a hablar de
cualquier cosa. Mi objetivo inmediato era el de trabajar para entablar
una relación personal con cada uno de mis padres. Si para crear este
tipo de relación con los miembros de mi familia extensa tuve que
hacer considerables esfuerzos escribiéndoles cartas individuales, el
esfuerzO que tuve que hacer con mis padres fue mayor aún. En estos
casos nos encontramos con que debemos afrontar toda clase de
rechazos, alianzas y resistencias propios de todos los sistemas
emocionales. Quienes se someten a este tipo de disciplina desan:o-
Han versatilidad y coraje emocional en todas las relaciones, aprenden
más sobre los demás y también, del mismo modo, la familia obtiene
provecho. En algunas situaciones familiares los resultados son rapi-
dísimos,no sólo para la farnilia, sino también para el que toma la
iniciativa. Apliqué estas experiencias a mi práctica clínica y ésta, a su
vez, contribuyó al trabajo que estaba realizando yo con mi familia
La mayor parte de los modelos operativos en esta última están
presentes en todas las familias. En la práctica, por ejemplo, una
familia nuclear que no mantierye una relación significativa con las
dos familias de origen es más vulnerable a los impactos emocionales
y sus problemas tienden ahacerse crónicos, a diferencia de lo que
sucede en las familias que mantienen contacto con las familias de los
padres. En general, la familia nuclear evita afrontar las fuerzas
emocionales que conducen al aislamiento, pero cuando llega a darse
cuenta de que establece, con éxito, un contacto emocional significati-
vo (una visita de cortesía de vez en cuando no debe considerarse
como tal) siente que la tensión disminuye y se motiva más, por
consiguiente, para realizar este esfuerzo. A menudo los progresos
son mucho más rápidos en la familia nuclear que se mantiene en
contacto con las farnilias de origen que en la familia nuclear aislada.
La relación de persona a persona en el triángulo familiar
En mi trabajo clínico con las familias he descubierto que el
modelo de la mía pertenece al tipo más corriente .. De mis padres, la

110 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
más eficiente era mi madre en todas las situaciones que se referían a
los hijos .y asumió la tarea de ocuparse de nosotros. Mi padre
desempeñaba un rol más periférico, con excepción de algunas situa-
ciones que calan en la órbita de su competencia, por ejemplo todo lo
relacionado con el dinero, a pesar de que la regla del sistema era
hablar con mi madre antes que con mi padre: El desempeñó siempre
un papel activo cuando se establecían situaciones ·de ansiedad entre
mi madre y los hijos, y fue pródigo en palabras y acciones eficaces
para aliviar la ansiedad de mi madre; Desde mi más tierna infancia
participé con mi padre 'en actividades especíales de las· que estaba
excluida mi madre. Se trataba, las más de las veces, de trabajo, pero
también eran frecuentes las excursiones de caza o de pesca y siendo
niño, le acompañé muchas veces en sUs viajes de negocios en· auto-
móvil. Conversábamoslargo y tendido sobre temas ae interés espe-
cífico, pero dedicábamos una pequeña parte del; tiempo a temas
pel'Sonales. Tenía un conocimiento infmito de la naturaleza y le agra"
daba observar la vida de los; bosques, de la que muy poco me quedÓ
en mis años de vida en la ciudad. Mi madre se ocupaba de escribir
las cartas. Las de mi padre eran cortas y apresuradas' y trataban en
general de cuestiones financieras cuando yo estaba en la universi-
dad. Cuando dejé la universidád me escribía menos. Mi madre escri-
bía casi siempre en nombre de la familia y fumaba con su nombre y
yo enviaba cartas a mis padres, dirigidas a: "Sr. y Sra:'.
Sobre la base de esta teoría, más que por mi experiencia perso c
nal, traté durante muchos años de diferenciarme de mi familia de
origen y valerme de la relación directa para la parte esencial de este
trabajo; En aquella época ya entendía algo de "triáogulos", pero no
disponía de muchas técnicas que me ayudasen a aplicar estos conoci-
mientos con tal de desenredarme del sistema emocional. Fue necesa·
rio mucho más que la relación directa para liberarme de las .ligazones
emocionales del triáogulo, pero de esto hablaré más adelante. Mi
primer esfuerzo con mis padres consistió en escribirles'por separado
a cada uno de ellos, lo que no aportó cambio alguno al'modelo bási-
co. Mi madre siguió escribiéndome en nombre de los dos, aunque
sus cartas se hicieron algo más personales. Empecé entonces a utili-
zar el teléfono. Cuando llamaba, el que contestaba era, en general;
mi padre; después de unos minutos llamaba a mi madre, quien
monopolizabá la conversación desde otro aparato. Mi fin'alidad era
mantener conversaciones más largas con él, pero nunca lo logré. Me
ELANONIMO 111
preparaba un diálogo para poder mantener un diálogo directo, pero
enseguida él .comenzaba a comentárselo a, mi madre, pidiéndole su
opinión, o.ella interVenía y hablaba en lugar de .él. Si yo ,le, p.edía que
la hiciera callar para hablar entre nosotros, tm madre IDlclaba una
discusión.al respecto. Nunca conseguí sacar provecho del teléfono.•
Siempre había alguien que intervenía des~e el otro aparato y por
consiguiente nunca pude establecer una retroalimentación eficaz.
Para .poder establecer una relación individ~al con uno d~ ~os
padres es. necesario pasar algún tiempo con el, pero. una UnIca
conversación privada sirve de muy poco. Tenemos que damoscuen-
ta de. que hemos sido "programados" en el sistema mucho ant~s, y
que es automático para ambas partes recaer .en los modelos famIlIa-
res. La condición óptima para .unarelación como ésta es encontrar
un tema de interés común que no; implique al resto de la familia.
Todas las personas tienen sus resistencias intrínsecas a trabajar en
esta relación. Hetenido más de una oportunidad de confiarle auna
Persona alguna misión especial con su familia de origen y escucharle
contestar. q¡¡e le, había sido tmposible ponerse en contacto con los
padres por separado o que .había dejado pasar ~I "momento !d~al"
para hablar o que había postergado la tentatIva hasta el ultImo
momento, cuando ya sonaba.a falso o afuera deJugar. Miexperien-
cia personal no fue diferente.,Con mi padre era difícil encontrar
temas personales y mantener viva la conversación. Cuando yo trata-
ba de introducir una cuestión 'personal, él volvía al "nosotros" fami-
liar, diciéndome: "Tu madre. piensa que ... ". Con mi madre era más
fácil mantener una conversación ágil, pero ella cala en los triáogulos
y comenzaba a hablar de tercerasp~rsonas, con lo .cu~ ~esult~ba
igualmente difícil mantenerse en un nIvel person~. M~ obJetIv~ p~­
cipal era mantener con mi padre una convetsacion VIVaz y..eliminar
los triáogulos con mi madre. En lo que se refiere a mi padre, traté .de
preparar una extensa lista de argumentos, pero ést~ no fue,sin duda,.
la solución adecuada. A muchos de ellos respondía con pocas pala-
bras, la lista se allotaba y nos sumergíamos en un silencio embara-
zoso.
Hubo algunas circunstancias especiales en las que hice más
progresos que nunca. Fue con ocasión de dos enfermedades. La
primera se presentó cuando internaron a mi p:mn: a ralz de ~ ataque
al corazón de cierta gravedad. Es.to nos bnndo la oportUnidad de
hablar de su miedo a la muerte, de su filosofía de vida y de objetivos
112 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
y aspiraciones que de otro modo nunca habría manifestado. Otra
ocasión se produjo cuando mi madre fue sométida a uha interven-
ción quirúrgiCa y yo pasaba la mañana con ella y la tarde en casa con
mi padre. Fue entonces cuando descubrí el valor de los hechos del
pasado como tema para las comunicaciones personales. La mayoría
de las personas está muy dispuesta a hablar de sus primeras expe-
riencias personales a quien está interesado en escucharlas. En aque-
lla época estaba trabajando en la historia multigeneracional de la
familia y me resultaba fácil ser receptivo con los recuerdos. Otra
ocasión se presentó uno o dos años después con mi madre. En mi
trabajo con las generaciones pasadas había descubierto una rama de
la familia matema cuya existencia ignoraba y que abarcaba el período
que iba de 1720 a 1850, cuando esa rama Se había trasladado al
Oeste. Se la recordaba bien en la región: quedaban cementerios en
los que esos parientes habían sido sepultados, iglesias en las que
habían rezado, tierras que habían poseído, casas que habían cons-
truido y otras cosas de interés personal y familiar. Organicé un viaje
en coche de una semana con mi madre; para visitar esos lugares.
Fue una semana llena de intenso contacto personal durante la cual
hablamos muy poco de los demás. Me referiré a este viaje con mi
madre en la experiencia personal comentada más adelante.
Además de tratar de crear una relación de persona apersona con
mis padres, seguí adelante en mi intento de "destriangularme'" del
triángulo familiar. Debido a que la "des triangulación" fue mucho
más importartte por los acontecimientos familiareS que siguieron,
aludiré a ellos, por ahora, muy brevemente. El proceso de "diferen-
ciarse" de la·familia de origen comprende dos momentos principales.
El primero consiste en el desarrollo de la relación persona a persona,
que ayuda a construir relaciones más vivaces, a reconocer los viejos
modelos -que podrían pasar inadvertidos- y, ante todo, provoca
una respuesta familiar más viva ante el esfuerzo de "destriangularse"
o de cambiar los viejos modelos. La familia de origen puede ignorar
estos movimientos de destriangulación cuando las relaciones son
frías. En este trabajo he puesto el acento en la relación persona a
persona más que en los triángulos, con más énfasis que el que
empleo en mi tarea habitual de "entrenar" a los demás para tratar a
sus propias familias. Esto obedece a dos razones: la primera es la
importancia de la relación persona a persona como parte del esquema
global y la segunda, el hecho de que el método de la relación perso-
ELANONIMO 113
na a persona se utilizaba ya antes de que yo llegase a comprender
correctamente los prqcesos de destriangulación.
Hasta ese momento el trabajo con mi familia de origen se basaba
en la convicción errónea de que diferenciar un sí-mismo mío de mi
familia de origen equivalía a diferenciar un sí-mismo mío de mis
padres. Creía que al superar esta fase ya no tendría que ocuparme de "
,
todos los otros triángulos en que mis padres estaban enredados. La
noción de los triángulos interconexos se aplicaba desde hacía diez
años, pero yo todavía no había incorporado este aspecto de la teoría
al trabajo que estaba desarrollando con mi familia Cuando estuve
más familiarizado con los triángulos y comprobé que no obtenía los
resultados esperados, vi con claridad que debía intentar algo total-
mente diferente.
La observación inicial de la "masa indiferenciada del yoUde mi
familia de origen me sirvió siempre como guía Mi objetivo princi-
pal, conviene repetirlo, consistía en visitar ami familia sin fusionar-
me con el sistema emocional. Si bien el resultado de todas mis tenta-
tivas había sido satisfactorio (sobre todo en el sentido de crear una
.relación de persona a persona), todavía no había logrado prolongar
I suficientemente el tiempo que mediaba entre el comienzo de mi visita :'1
"
1,
yel momento de "fusión" con mis familiares; tampoco había encon-
trado el modo de desenredarme de esa fusión antes de que terminara
la visita. La continuación de esrf trabajo abre una nueva fase. . i
'1
1,
La historia de la familia (continuación) 1'1
'...i
Con posterioridad a la reorganización de los asuntos familiares,
1 ,.
,
no había ninguna desavenencia evidente en el triángulo primario
. i
formado por mi padre, mi madre y mi segundo hermano. En un ,
primer momento había supuesto que el lado negativo del triángulo
estaba entre mi hermano y mi madre, pero se trataba de una suposi-
ción puramente teórica y provenía de mis nociones sobre los triángu-
los yno de una experiencia pasada o de algo que hubiese realmente
observado. La relación entre mi padre, mi madre y mi hermano
había sido siempre tan armoniosa que hubiese sido difícil concebir
roces entre ellos. Aun cuando había llegado a especializarme como
asesor en materia de negocios y pese a mi contacto relativamente
íntirno con la familia ya mi suposición en cuanto a la presunta área
 114 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
de desavenencia, no hubo nada que confirmase mi opinión o me
sugiriese alguna altemativa. Existían descontentos superficiales,
expresados aqní y allá, entre los hijos y sus mujeres o entre los
primos, pero nunca salió a la luz un modelo y estos problemas
demostraron corresponder más.a situaciones diarias de poca impor-
tancia q~e a cuestiones fundamentales en el triángulo central de la
familia. Busqué.inclusive un modelo muy común que había apareci-
do en mis' estudios multigeneracionales, según el cual los conflictos
entre los hijos se ,perpetuarían entre sus descendientes de las genera-
ciones sucesivas, Dediqué algún tiempo, a tratar de que en mi familia
pudiese aparecer algún ¡podelo bien definido. Hay muchos factores
que influyen para que, este ¡podelo surja, contándose entre .ellos la
adaptabilidad básica de la familia (no se manifiesta ningún conflicto
Cuando hay una buena adaptabilidad), la inexistencia de.estrés lo
bastante fuerte para poner,en evidencia los síntomas y la cantidad de
subtriángulos que absorben niveles menores de desavenencia .. ,
En mi familia, este modelo es idéntico. a muchos otros existentes
entre hombres de negocios o entre, el personal de las, instituciones,
donde el problema básico ene) nivel administrativo más alto se trian-
gula y, se vuelve a tri¡¡ngular varias veces hasta que el conflicto entre
dos empleados se hace !lramáticamente evidente en la jerarquía admi-
nistrativa. Las tres zOnas en las que se absorbe la "indiferenciación"
en una familia nuclear son el conflicto conyugal, la enfermedad o la
disfunción de uno de los cónyuges y su proyección sobre uno o más
de los hijos. La cantidad total de indiferenciación, determinada por el
nivel básieo de diferenciación en la familia, se distribuye primero en
una sola zona o en una combinación de las tres zonas. En mi familia
el nivel"de, conflicto' es muy bajo, el mecanismo primario es la
proyección sobre un hijo (véase el bajo nivel de adaptación de mi
hermana mayor) y ,el otro, mecanismo es la enfermedad física, por 10
general médica o quirúrgica, pero de corta duración. Estas áreas dan
indicios sobre los síntomas cuando aumentad estrés en la familia.
Aparte de los pequeños subsistemas de ansiedad y preocupación
presentes en toda familia nuclear, en mi familia el estrés ha sido
siempre causado, principalmente, por la evolución de los negocios.
Muy pronto,. en esa época, mi hermano desarrolló un síntoma leve
que hacía.presumir un tumor maligno. Como él enc.amaba la "fuerza
propulsora" deja familia, la ansiedad se hizo muy. intensa durante
una, semana hasta que. se descartó la posibilidad del tumor maligno.
_ Ii
ELANONIMO 115
A partir de ese momento el estrés se debió, más que nada, a proble-
mas de salud de rtíis padres y a la organización de la empresa' en
caso de muerte. Mis padres estaban envejeciendo y cualquier males-
tar, aparentemente serio en uno de ellos sonaba como una aliuma y
provocaba de algún modo una' reacción familiar. La reacción básica
e~ el triángulo central incluía a mi padre en un ángulo,a mi madre,
~ hermana menor yel marido de mi hermana en el otro ángulo, ya
mI segundo hermano, con su familia; en el tercero. Uno de· los
primeros ~ambios durante el período que siguió a la reorganización
(desde mI punto de vista) fue una relación fría y distante entre mi
segundo hermano y yo, relación iniciada por él. En el pasado había-
mos tenido una gran intimidad, y tal, como 10 comprendí retrospecti-
vamente, la tuvimos hasta que la empresa se reorganizó. Desde
entonces él fue bastante cordial durante nuestros encuentros,pero
sus asuntos y sus actividades públicas tuvieron prioridad. En la
época en que yo estaba trabajando en las relaciones de persona a
p
persona, fue el único miembro importante de la familia con quien
no llegue a establecer una relación. Cuando tenía tiempo de verlo a
solas, la reunión asumía un carácter muy formal. Cuando se hizo
evidente que me estaba evitando, me volví más insistente .en mis
tentativas de verlo y él siguió evitándome siempre. Una vez,' en el
verano, viajé a casa y durru;Ite el tiempo que duró mi visita él se
marchó con su mujer. ¡Se produjo una situación en la que dos de los
. miembros más importantes del sistema familiar no lograban reunir-
selEI tenía una posiciólÍ destacada en casa y también yo la tenía,
quizás porque era el hijo mayor o tal vez por todas mis tentativas. A
medida que crecía la distancia entre mi hermano y yo, crecían las
cosas que de él me contaban. Yo sabía todo acerca de él por el resto
de la familia y probablemente él sabía todo de mí, pero no consegnía
verlo. Era muy raro que me escribiera y así se interrumpió nuestra
comunicación. Un verano decidí hacer otra tentativa de reunirme con
él; en previsión de que a mi llegada partiese de nuevo, esperé hasta
el.último momento, 'dos días antes, para anunciarle mi visita. Se fue
con su mujer al día siguiente y regresó pocas horas antes de mi parti-
da, con el tiempo justo para intercambiar saludos y algunas palabras
de compromiso. Los hechos a los que aquí me refiero comenzaron
alrededor de seis semanas después. . .
En ese tiempo había un importante triángulo activo entre mi'
madre, mi hermano y yo. Había trabajado mucho en el tema dél

116 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
triángulo entre mis padres y yo, creyendo poder encontrar así la
solución a mis problemas. Se ponía de manifiesto abora una nueva
versión del problema en el nuevo triángulo. Cuando se produjo un
conflicto por cuestiones de negocios, mi madre, al parecer, dio a
entender, si no directamente, de distintas maneras, que yo estaba de
su parte y en apariencia mi hermano habría reaccionado como sUas
cosas Juesen en verdad así. Yo· empecé a percibir estos manejos
mientras estaba de viaje. El proceso se manifestaba en forma de
chismes, que en un sistema emocional comunican el mensaje:
"Sobre este punto tú y yo estamos del mismo lado. ¡Nosotros dos
estamos de acuerdo con respecto a esa tercera persona!" U no de los
mejores .caminos para desenredarse de esa comunicación triangulante
de un "secreto" es ir a ver a esa tercera persona y transmitirle el
mensaje de modo neutral. En ese momento yo no tenía contacto
alguno con mi hermano y lo único que pude hacer fue decirle. a mi
madre que era totalmente neutral. Me contestó que respetaba mi
posición y me convencí de que con los demás ella era neutral con
respecto a mí. Dejé la ciudad y la familia reaccionó como si yo estu-
viese de parte de mi madre.
Cuando las palabras no bastan para destriangularse en un siste-
ma emocional, se debe recurrir a la acción. Mi madre había apelado
siempre a las comunicaciones "secretas" para que su posición en el
sistema emocional fuese más fácil. Una de mis primeras respuestas a
su comunicación consistió en escucharla, creyendo que podría escu-
char sin tomar partido por ninguno. Retrospectivamente comprendo
que esta maniobra fue uno de los mecanismos clave que antes me
habían llevado a la fusión con el sistema emocional. No se engaña a
un sistema emocional escuchando comunicaciones de este tipo sin
reaccionar y. simulando no estar implicado. Cuando me di cuenta de
que la ausencia de reacciones no. servía de nada, empecé a hacer
comentarios como éste: "Este es uno de los mejores cuentos que he
escuchado". Este método funcionó un poco mejor. Mirando hacia
atrás comprendo que, sin duda, cuando me hacía ilusiones de ser
neutral, lo que en realidad hacía era reaccionar activamente. Con
respecto al triángulo entre mi padre, mi madre y yo había trabajado
mucho más y había logrado destriangularme más eficazmente. En
ese sector había habido muchos equívocos sobre los "secretos" que
habían agitado las aguas. El primero fue una carta en la que mí
madre me comunicaba algo negativo sobre mi padre. A vuelta de
I
,
ELANONIMO 117
correo le mandé una carta a mi padre diciéndole que su mujer acaba-
ba de contarme esa historia sobre él y me preguntaba por qué me lo
había dicho a mí y no, como era más lógico,. a él directamente. Elle
mostró la carta.y ella. protestó porque no podía confiar en mí.
Muchas cartas. como ésta Y otros equívocos semejantes cuando me
reunía con mis padres, fueron. bastante eficaces para destriangularme
de ellos, Durante ese período mi madre hacía comentarios de que yo
leía demasiado. entre líneas y yo le respondía que ella, a su vez,
escribía demasiado entre líneas.
El modelo triangulante de mi familia de origen se volvía más
intenso en las épocas de estrés, cosa que por lo demás es común a
todos los sistemas emocionales. Los diferentes miembros de la fami-
lia se agrupaban en los ángulos del triángulo primario, pero su
disposición variaba algo de acuerdo con cada momento emocional.
Los dos que estaban colocados .sobre el lado de la cohesión hablaban
del tercero. Distintas versiones de distintos temas se discutían en
cuatro familias y como .yo tenía una buena relación con las cuatro,
me fue posible formarme una idea exacta de la tensión emocional de
la familia. En esta narración casi no he hablado de mi primer herma-
no; suposición en la familia estuvo siempre caracterizada por un
moderado compromiso y .por una acción poco definida, dando a
entender que podría echar una JUano cuando fuese necesario, pero
que (lO quería "perder tiempo en chácharas".
LA EXPERIENCIA FAMILIAR
Prólogo
Los hechos más importantes empezaron a ocurrir cuando el
cuñado de mi segundo hermano murió repentinamente de un ataque
al corazón. El, al igual que mi hermano, era un importante hombre
de negocios y era el "jefe del clan" de su familia, que vivía en otro
Estado. A su muerte, recayeron en mi cuñada las mayores responsa"
bilidadesen su familia de origen. La muerte de un miembro tM.
importante puede conmocionar el sistema familiar durante mesesy.
meses, Se trata del fenómeno de la "onda de choqJe", fenóme/iO:deli
que me ocupé en una de mis primeras investigaciones, que,h~C!: .qjj~r
a la muerte le siga una serie .de problemas humanosqu~ etí¡.~p!Ú'i~jN·

118 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
cia no tienen relación alguna con ella. Ahora bien, con esta situación
estaban dadas las premisas para que se produjese una reacción así.
Por eso' supuse que esta muerte sacudiría a la mujer de mi segundo
hermano, que él la ayudaría a: asumir su responsabilidad dentro de la
familia y que se dejaría envolver por la ansiedad dé ella, que mi
familia reaccioharía frente a esa ansiedad y que la ansiedad podría
acrecentar problemas menores dentro de los problemas mayores en
los puntos vulnerables de mi familia. Mi primer pensamiento fue
observar atentamente y, de ser necesario, echar una mano. Aproxic
madamente dos semanas después, algunos ,amigos me contaron que
la '~ayor de mis hermanas se' encontraba en un estado de grave
ansiedad y muy alterada. Es tanta la sintonía que hay entre ella y '¡as
fuerzas emociOnales de la familia que, con frecuencia, ,un síntoma
suyo es la señal más precoz de 'un estado, de tensión familiar.
Muchas fueron las cosas que me llevaron a concluir' que 'probable·
mente estaba reaccionando a una presión de la familia 'extensa, nlás
quede su familia nuclear. Anoté el episodio. Pasadas aproximada-
mente dos semanas, en el' triángulo familiar hubo un desacuerdo de
tal alcance que se convirtió en un tema de discusión con gran reper-
cusión en la familia. Mi segundo hermano les estaba pidiendo insis-
tentemente a mis padres una pequeña parte dé las acciones que le
daría el control de los negocios familiares. Mipadre, de acuerdo con
mi segundo hermano en el triángulo, estaba dispuesto a hacerlo,
pero mi madre se oponía. Yo sospechaba que la "ola de ansiedad"
iba a alcanzar su mayor expresión ese otoño en forma de malestares
físicos y m~ preguntaba qué debería hacer, ert caso' necesario, para
tratar este I1po de ansiedad. Es más fácil hacer frente a un conflicto
abierto que a síntomas interiorizados, y el conflicto abierto es relati-
vamente raro en nuestra familia. Empecé a preguntarme cómo podía
utilizar este episodio de conflicto para bloquear la ola de ansiedad
que invadía a mi familia, y asimismo, cómo servirme de él para fui
ulterior diferenciación. En épocas tan cargadas de ansiedad una
persona con un corazón vulnerable puede sufrir un ataque al corazón
o se le puede manifestar una enfermedad crónica;'Un adolescente
puede tener un accidente automovilístiéo o sufrir una'fracfuray
pu~~ presentars~ Cualquier otrO síntoma en cualquier miembro de la
famill~. El conflicto, abierto con~enía n~~vaside~ y desimos, pero
P?r. mi parte no tema un plan bien defnudo. Habla programado un
viaje a casa para dos meses después y tuve así tiempo de pensar en
ELANONIMO 119
el problema y preparar un plan de acción. Lo más sorprendente' en
los triángulos es que se puede elaborar una hipótesis sumamente
exacta sobre cuya base se puede planificar un resultado previsible,
porque la persona que se está diferenciando consigue reprimir su
funcionamiento emocional lo suficiente como para poder llevar
adelante, lo que ha decidido.' Transcurridas aproximadamente, tres
semanas desde el episodio conflictivo, mi segundo hermano estuvo
inmovilizado muchos ¡lías debido a unahemiaidiscal. ' .
El plan
,
,1
La gente trata a las familias consuma cautela para no alterar su
equilibrio. Existen situaciones capaces de perturbar automáticamerite
a las familias, detmismo modo que upatempestad agita la superficie
de un ,lago, pero si tratamos de encrespar ,a propósito, la superficie 1I
del lago, advertimos. éuán difícil es hacerlo. Los planes que había "
I1
preparado para mi familia· me habían ocupado alrededor de ocho !I
semanas de trabajo. Durante los años en que me había ocupado de la '1
iI
investigación y la terapia, había logrado desemedar los triángUlos de
~uchas familias, planifiCando y estructurando mi recorrido por anti- 1I
1,
~lpadO: ~ora quería hacer el ¡nismo trabajo con mi fanrilia. Mi obje- 1,
I1vo pnnclpal era «nfocar el tt'iángulo que implicaba a mi madre, a mi i!
segundo hermano y a mí y,¡de ser posible, incluir también en él a mi l'
padre. Esta configuracióniincluiría el triángulo original al que había "f
I
dedicado la mayor parte/de mi trabajo (mis padres y yo) y además el
nuevo triángulo en el cual se había desarrollado el conflicto. Las li'
ir
figuras centrales eran mi segundo hermano y mi madre. ,
1I
Mi hermano me había evitado durante algunos años. El proble-
ma de ponerse en contacto con un miembro de, la familia que se
retrae y.rehúsa la relación me había atraído durante un largo tiempo.
El objetivo inmediato de este proyecto consistía pues en provocar
una !lÍtuación que indujese ami hermano a tratar de reunirse conmi-
go. Lo ,que en un primer momento motivó este plan fue el conflicto
surgido entre mi madre' y mi hermano. Lo que yo perseguía era
tener a mi disposición una situación conflictiva en la que trabajar.
El reciente conflictO en materia de negocios estaría candente todavía
durante mi,visita, pero concentrar el interés en él habría transforma-
do esta situación en una situación de la realidad más que en una
120 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
simple manifestación del sistema emocional. Además, yo correría el
riesgo de verme triangulado. Decidí pues provocar al sistema
emocional de la familia valiéndome de viejas situaciones que me
permitieran trabajar en ella. Dicho de otro modo, mi finalidad era
provocar una "tormenta en un vaso de agua" sobre la base de situa-
ciones pasadas que sacarían a la luz los modelos emocionales que
actuaban entre los principales miembros de la familia. En el plan
había algo más que tenía una importancia primaria: antes había
logrado destriangularme bastante bien de un determinado triángulo,
pero la tensión se había deslizado a un segundo triángulo; éste
había sido mi modelo constante de anulación. En previsión de todos
los posibles triángulos periféricos que se podían crear en situacio-
nes difíciles, preparé un plan que excluía de mi tentativa a cualquier
"aliado". En otras palabras, estaba tratando de mantener unida a
toda la familia en un gran bloque emocional y destriangular a cual-
quier aliado que intentase tomar partido por mí. En mi trabajo había
utilizado antes este método y sabía que al principio funcionaba. La
parte final· de mi plan consistía en involucrar también a mi primer
hermano, muy importante para la familia: quise pues encontrar el
modo de incluirlo. Durante la primera parte de mi programa lo llamé
y le hablé del "conflicto tremendo" que había en la familia, le dije
que necesitaba su ayuda, que yo iría a casa en una fecha concreta y
que era preciso que también él estuviese para participar en esta
situaoión familiar. Estaba seguro de que él, como de costumbre,
consideraría la transferencia de las acciones un argumento real,
pero estaba preparado para que empezara a hablar de abogados y de
quién tenía razón y quién no.
Puse el mayor cuidado en preparar una larga carta para mi
segundo hermano. En primer lugar' hice una lista de viejas situacio-
nes emocionales que se referían a mi relación con él y a la suya
conmigo, y también a las relaciones en su familia.nuclear. Me
proponía disponer de un argumento para cada miembro clave de lá
familia y en particular los referidos a nuestras relaciones. Escribí una
y otra vez la carta para suprimir todo aquello que pudiese parecer
hostil y ofensivo. Si.la persona que se está diferencian\lo se deja
llevar por el rencor, se expone a perder su objetividad y tiende a
defenderse o a contraatacar cuando una situación Se revierte en su
contra, Examiné y. reexaminé tantas veces estos argumentos que
llegué a ser suficientemente objetivo con respecto a cada uno de
ELANONIMO 121
ellos. Cuanto más me dedicaba a este trabajo, más imposible me
parecía enfadarme con alguien. En realidad, sólo había fortalecido el
respeto que me inspÍraba mi segundo hermano, que tan bien se había
desenvuelto como "jefe del clan" en la familia Adopté una técnica
especial que me impidiera hacerle críticas. Esta técnica consistía en
transmitirle los "cuentos" que me habían hecho sobre él, comentán-
dole que todos los conocían excepto él, y que la familia había pedido
que no. le dijeran nada para no trastornarlo; le preguntaba además
cómo podía no importarle saber lo que la gente andaba diciendo de
él. Esta secuencia está presente en todos los sistemas familiares: el
sistema habla del miembro 'ausente y tiene reglas muy definidas para
mantener en secreto esas habladurías. En mi carta definí posiciones ,
respecto de estos "cuentos" señalando que venían de años atrás, que 1
l.
algunos eran .interesantes, pero que en su mayoría eran aburtidos,
que al parecer los habían enriquecido en los momentos difíciles, que
hacía mucho que yo había renunciado a.distinguir los hechos de las
invenciones en estas anécdotas. que estaba cansado de que me dije-
ranlo que debía o no debía comentarle y que con esta carta reafirma-
ba mi derecho a comunicarle directamente lo que me diera la gana,
sin tener para nada en cuenta lo que el sistema consideraba justo
hacerle saber. Esta técnica, perfeccionada a través del intento de
presentar el material en forma de "cuentos", resultó tan eficaz que la
he utilizado sistemáticamente eh mi trabajo. Todos tenemos una serie
de "cuentos" para usarlos oportunamente en situaciones especiales ..
Comencé la carta explioándole que me hubiera gustado hablarle
largo y tendido personalmente, pero que como se había ausentado
durante mis últimas visitas, sólo me restaba exponerle mis ideas por
escrito. Le dije que lo que la gente contaba de él en relación con los
negocios familiares se asemejaba mucho a lo que decían de nuestro
tío. Le dije también que no alcanzaba a comprender cómo había
sucedido esto, pero que así era. Para traer a colación a su familia
nuclear le dije que se comentaba que él y su mujer estaban preocupa-
dos por un problema referente a su hijo y que se me había advertido
que no debía decir palabra al respecto, por cuanto él y su mujer eran
muy susceptibles en ese sentido. En uno de los párrafos puse de
relieve el hecho de que no me interesaba en manos de quién pudie-
sen estar los negocios familiares, pero que reconocía su enorme
ayuda, tanto en los negocios como en la familia en sí. Escribí luego
un párrafo entero de "contrasentidos", un principio terapéutico al

122 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
que he recurrido ampliamente y que consiste en afirmar algo asin-
tiendo ·10 contrario. Esta técnica funciona de modo previsible cuando
el terapeuta está "fuera" del sistema emocional, pudiendo ser bastan-
te desenvuelto y mantenerse distante. Mi hermano trabajaba dieciséis
horas diarias para su familia nuclear, para sus padres, para el siste-
ma extenso de la familia, para todo aquello que le era afín. Y trabaja-
ba muy Nen, excepto en los momentos de ansiedad durante los
cuales se volvía muy serio y estaba emocionalmente tenso. Si le
hubiese dicho que moderase el ritmo, que tomara las 'cosas con
calma y que no' asumiera tantas responsabilidades por los' demás,
hubiese sido simplemente lo que él mismo se decía y trataba en vano
de hacer. Por' esó apelé a los "contrasentidos". Le conté que yo esta-
ba cambiando mi actitud y que quería haCer algo que' habitualmente
no hacía, es decir, darle buenos consejos. Le supliqué que fuera más
responsable, que él asumía la responsabilidad de mis padres 'y que
ellos no apreciaban esto lo bastante. Quizás él no se había esmeradó
suficientemente para hacerse cargo de ellos, o quizás el problema
residía en que no los impuls'aba a valorarlo más. En todo caso
tendría que arremangarse y ocuparse de esos asuntos. Le dije que a
él le correspondía resolver todos los problemas .de los negocios' y
también los problemas de sus padres, que su mujer y sus hijos
requerían más atención, que él tenía otros problemas en la familia de
su mujer y que tenía, además, el problema inmediato de la depen-
dencia de. mi hermana. Terminé la carta avisándole del día en que
llegaría a casa, pero que como ya le había contado todo por carta no
era necesario verlo personalmente, a menos que él tuviese algo que
decirme: Firmé: "Tu hermano indiscreto".
Despaché esta carta exactamente dos semanas antes de partir
para casa. Al mismo tiempo le escribí a mi primer hermano para
avisarle de la fecha justa de mi llegada y le sugerí que, si se preocu-
paba por su familia, se las arreglase para estar en casa ese día 'y
ayudarnos a resolver esta terrible situación. En estas cartas usaba
palabras como terrible, espantoso, acuciante, horrible, para describir
la situación familiar. Estas palabras debían provocar la necesaria
"tormenta en un vaso de agua" según la finalidad de mi visita. Le
escribí también a mi hermana mayor diciéndole que me habían infor-
mado que estaba alterada y que le había escrito a nuestro hermano
para que la ayudase hasta mi llegada Firmé: "Tu hermano preocupa-
do". Esperé entonces una semana para llamar a mis padres con el
ELANONIMO
,i i
123
pretexto de, preguntarles quién iría a buscarme al aeropuerto una
semana después. A decir verdad, quería averiguar los efectos de mi
carta, Mi madre dijo "que ,mi hermano estaba furioso ,por "esa" carta
que le había escrito. Fingí ignorar de qué carta se trataba,aclaran-
do que hacía mucho tiempo que él no me escribía y que yo no tenía
por qué escribirle ninguna carta. Me contestó,que mi hermano tenía
en sus manos varias páginas firmadas por mí, que se laS mostraba a
todos, que quería hacerlas fotocopiar y que se ocuparía de mía mi
llegada. Le, dije que sentía que ,una cosa así lo hubiese trastornado,
pero que me gustaría yerlo. Obtenidas estas nuevas informaciones,
en las horas que siguieron escribí muchas cartas más. Una se la
enyié a la menor de mis hermanas, que vive cerca de mis padres y
desempeña el papel,de mujer responsable de la segunda generación.
Le contéq¡¡e acababa de hablar con mi madre y había sabido por ella
que mi he1'll\ano se había molestado por algo que yo le había escrito
enl)l)a de mis cartas. Le cOmenté que no comprendía su reacción
porque todo lo, que había hecho era consiguar en la carta algunos de
mis pensamientos y transmitírs,elos. Agregué que para mí era un
misterio el que los pensamientos que se me habían ocurrido hubie-
sen podido trastornarlo. Pero si él se había enojado, aseguré, yo
estaba sumamente preocupado, porque esto podía repercutir en toda
I~ ~amilia y ella, como "la madre por excelencia", tenía la responsa-
bilidad ~e hacer todo cuanto fu<¡se necesario para calmarlo por todos
los medIOS que "una madre pOr excelencia" tiene siempre a su alcan-
ce para calmar a los demás. Le pedí que considerara mi carta estricta-
mente confidencial porq¡¡e po quería irritar también a. nuestra madre
y que me diese enseguida algún consejo sobre lo que debería hacer
para que mi hermaÍlo me perdonara. Le dije que si mis pensamientos
habían hecho enfadar a mi hermano, quizás yo hubiera debido
pensar de modo diferente o .más justo. Firmé: "Tu hermano ansio-
so". Al mismo,tiempo le mandé un mensaje a mi madre quedeeía
exactamente lo contrario: que siempre había sabido de esa carta pero
que había tenido :miedo de tocar ese tema con ella por temor a que se
lo comentara a mi hermano, pudiendo entonces arruinar mi plan que,
por el momento, marchaba muy bien. Le señalé que como sabía que
podía confiar en ella (miles de veces, en el pasado, me había hecho
comprender que, guardaría un secreto) podía ponerla .al corriente. de
mi estrategia. Le conté que mi plan consistía en hacer rabiar a mi
hermano en mi contra para desplazar. el foco del conflicto de la situa-
 124 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
ción que en ese momento había en la familia. Le comenté que había
utilizado algunos argumentos personales para instigarlo en caso de
que su ira se hubiese aplacado en el transcurso de la semana Termi-
né mi carta diciendo que lo que había puesto de manifiesto era estric-
tamente confidencial y que cualquier indiscreción podía arruinar todo
mi proyecto: cuando se planea una estrategia no es aconsejable invi-
tar al "enemigo" como oyente. Firme la carta: "Tu hijo estratega".
Más adelante supe la reacción de mi madre frente a esta carta. Había
dicho: "Recibí esa carta de locos. No sabía qué hacer Con ella y por
eso la quemé". El día antes de mi partida recibí una carta de mi
hermana más joven: me decía que mi segundo hermano, después de
haber recibido mi carta había pasado más de dos horas con mis
padres, que ellos estaban indignados y que, al parecer, él los había
puesto de su parte. Mi hermana opinaba que quizás esta vez el
hermano menor no partiría a la llegada del hermano mayor; estaba lo
suficientemente enojado como para quedarse. Me contó que tenía la
intención' de pedirme cuentas con respecto a mi proceder y que el
marido de mi hermana mayor quería ponerme en apuros y desen-
mascararme para aclarar las mentiras que yo andaba diciendo de su
mujer. Agregaba, por último, que la verdad era que yo había trastor-
nado ~ la familia y que ella confiaba en que mi estrategia funcionase.
Temnnaba así: "Me siento muy cerca de ti, cuenta conmigo si puedo
servirte de -ayuda. Te aseguro que esta vez no veo la hora de que
vengas. Creo que será muy interesante".
Espero que el lector se haya dado cuenta del objetivo de estas
m~i~bras. Los mensajes conflictivos debían impedir que parte de la
f~a me apoyase. En un sistema familiar de este tipo se podría
decIr que los mensajes circulan casi por telepatía. La única carta que
no se les mostró a los demás fue la carta dirigida a mi madre firmada
por el "hijo estratega". Mi hermana menor era la única bastante ajena
a la gravedad del sistema emocional familiar, tal como lo revelaba su
frase de que no veía la hora de recibir mi "interesante" visita. Su otra
frase: "cuenta conmigo" había hecho sonar una campanilla de alar-
ma; afronté la situación diciéndole que tenía la intención de informar
a la familia de que ella me había invitado a ir a casa para ayudarla en
su rol de "madre por excelencia". Repentinamente se refugió en una
actitud neutral, conduciéndose como si todos los problemas que yo
había causado fuesen muy graves.
Mi hermana menor, su marido y su hija vinieron a buscamos al
ELANONIMO 125
aeropuerto, a mi mujer y a mí. El viaje había sido programado para
que yo pasara dos días con mi familia, luego tres en un congreso
I,
médico en el que taíÍlbiénestaría presente mi mujer y, por último,
otros tres días con mi familia. Mi mujer no conocía en detalle lo que
yo estaba haciendo. Una larga experiencia me ha enseñado que cual-
quier tentativa de diferenciación está destinada al fracaso cuando I
alguien más está al corriente. Pata que toda acción y todo aconteci-
miento sean eficaces, deben partir únicamente de la persona que está
haciendo la tentativa. Con frecuencia hay que tomar las decisiones y
emprender las acciones al instante y tanto cuando salen bien como
cuando salen mal la responsabilidad es individual. Discutir el plan
con otra persona que forma parte del sistema lo condena a un fracaso
seguro. La primera vez que mi mujer se enteró de lo que estaba
ocurriendo fue cuando mi hermana, a nuestra llegada al aeropuerto,
comenzó a discutir cuestiones de familia No pedí explicaciones y no
hice ningún comentario, positivo o negativo, durante el viaje. Nunca
me había sucedido esto. Era la medianoche del sábado cuando llega-
mos a casa de mi familia. Mi madre hizo su único comentario sobre
la familia el domingo por la mañana, cuando manifestó que esperaba
que todo se resolviese sin rencores. Le dije que me sentía feliz de
que fuese una buena madre que todavía se preocupaba por sus hijos.
Nadie más dijo ni una palabra aquel domingo por la mañana. Mis
padres, mi mujer y yo, mi hen;riana, su marido y su hija estábamos
invitados para ir a casa de mi,hermana a primera hora de la tarde, a
una nterienda. Apenas termilJ.ados los dulces y el café llamó por telé-
fono mi segundo hermano para decir que me había buscado en la
ciudad y que en pocos minutos estaría allí. Ahora era mi hermano y
no yo el que buscaba un encuentro. Llegados él y su mujer, el grupo
estaba completo para esta reunión programada y preparada desde
hacía tanto tiempo. Estaban pues representados todos los triángulos
importantes del sistema familiar. Yo había permanecido junto a mis
padres toda la mañana, tratando de facilitar un encuentro entre la
mayor parte de estas personas, pero tuve la fortuna de que todo
sucediese de este modo. Mi objetivo inmediato era no asumir la
defensa de nadie ni pelearme con nadie por un tema cualquiera, tratar
por todos los medios de no perder la calma pese ,a cualquier provo-
cación y obtener una respuesta inmediata de todo lo que se dijese.
Mi segundo hermano, después de un breve intercambio de
formulismo, sacó la carta y dijo que estaba ahí para discutir lo que
126 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
yo había escrito en un momento de embriaguez. Respondí que no
dejaba de ser una ventaja vivir en un lugar donde el .alcoh~l costa?a
poco y que si a él le hacía falta se lo podría conseguIT a baJo precIo.
La reunión duró dos o tres horas y fue muy personal. En el centro
estábamos mi hermano y su mujer, y yo. Mi mujer.y mi padre esta-
ban apartados del grupo. Mi madre se desplazaba continuamente,
cerca del grupo principal. La conversación se desarroll.ó, en su
mayor parte, entre mi hermano, mi madre y yo, con alguna mterven-
ción de la mujer de mi hermano. Mi hermano había reaccionado muy
mal a un cuento que corría sobre él; semejante al que circulaba sobre
nuestro tío. Amenazó con llevarme a juicio por difamación. Le dije
que coincidía con él en cuanto a que era horrible ech,?, a r??ar es~s
cuentos y que consideraba que era su deber descubrn: qUien habla
tomado la iniciativa, .para promover también contra esta persona una
acción judicial. Se habló de otras historias que se contaban de él y
me mostré sorprendido de que ignorase lo que de él se, andaba
diciendo. Hice constar que esperaba que en lo sucesivo prestase más
atención a. esos chismes, dado que él vivía en la zona, mientras que
yo. sólo tenía ocasión de escucharlos durante mis visitas .. ~a m~~er
había reaccionado, sobre todo, por los cuentos sobre su hiJo y diJo:
"Yo siempre he hablado bien de sus hijos", a lo que respondí:
"También he escuchado cosas positivas sobre todos ustedes, pero
no había tiempo de comentarlo todo". Mi hermano y su mujer empe-
zaron entonces a hablar de muchos chismes que se contaban de mí.
Mis respuestas fueron de este tipo: "Resulta bastante divertido; pero
ha habido otros más gordos. Si hubiesen prestado más atención,
hubieran escuchado mejor". Mi madre canIinaba de un lado a otro, a
nuestras espaldas, diciendo frases como ésta: "Espero no morirme
dejando a mi familia dividida". A un cierto punto, cuando estaba a
punto de terminar la reunión, mi hermano me acusó de haber hecho
una alianza con mi madre:, todo había comenzado cuando ella y yo
habíamos hecho aquel viaje para visitar las tierras de sus antepasa-
dos. Mi respuesta fue:, "¡No cabe duda de que para ciertas cosas
tienes una intuición notable! ¿Cómo lo comprendiste? Tienes razón,
Fue entonces cuando ella y yo preparamos todo". Mi madre respon-
dió airadamente: "¡Esta es la mentira más grande que he escuchado
jamás¡ ¡Nunca más te dirigiré la palabra!". Me di la vuelta mir~do a
mi hermano y exclamé: "¿Te das cuenia cómo trata de cambiar las
cosas cuando la verdad es embarazosa?" Al término del encuentro,
ELANONIMO 127
cuando mi hermano y su mujer estaban listos para irse, mi cuñada
dijo: "Nunca he visto una, familia así en toda mi vida. Creo' que
deberíamos hablar más entre nosotros y menos de nosotroS".
El final de esa tarde de domingo fue uno de los momentos más
satisfactorios de mi vida. ¡Había tenido una participación activa en
las emociones familiares más intensas y me había mantenido
completamente ajeno a la "masa del yo" de mi propia familia! Toda
la visita había transcurrido sin que yo me sintiera "triangulado" o
fusionado en el sistema emocio.nal de la familia. Pasadas las dos
terceras partes de la reunión, comprendí que había tenido éxito
porque advertí que el sistema fanIiliar había peroidosu fuerte carga
emocional, y supe que, salvo hechos imprevistos, llegaría hasta el
final sin peligro alguno de fusionarme con el sistema. Auh cuando
me hubiese triangulado levemente, había alcanzado con creces el
objetivo inicial de mi visita: interrumpir la oleada de ansiedad en mi
familia Supe que había triunfado cuando. la reunión sólo acababa de
empezar. Supe también que mis postulados sobre los triángulos
interconexo.s eran exactos en el mismo momento en que comenzaba
la reunión familiar. Haber concluido esa reunión sin ser triangulado
fue sólo una prueba más de que había lo.grado la capacidad técnica
necesaria para aplicar el sistema teórico. El éxito final de la opera-
ciónfue sorprendente, excitante y agotador. Había pasado diez años
ponderando. la estructura y la funclón de la "masaindiferenciada del
yo fanIiliar" y me había acostumbrado tanto a no. o.btener más. q~e
éxitos parciales que no'estaba preparado par~ un trIUnfo tot~. Signi-
ficaba haber dominado al fin 'el secreto del sistema y haber Ido dere-
cho a la meta de una sola vez. Como creo que la respo.nsabilidad de
encontrar el propio estilo de vida depende de la capacidad de elabo-
rar un propio.' "sí-mismo" en la fanillia de origen, esto equivalía a
haber alcanzado el máximo resultado después de cientos de tentati-
vas infructuosas. Para mí, el resultado más importante a largo plazo
fue la demostración de que un sistema emo.cional tiene una estructura
y una función cognoscibles y que las respuestas a sus problemás se
pueden encontrar por anticipado desde un escritorio. .'
Sabía que el lunes, al día siguiente de la reunión, quedaba por
hacer un trabajo de control. Para que un proceso. de diferenciación
funcione hay que co.ntinuar la relación con el sistema fanIiliar., En
otras palabras, hay que seguir hablando cori el sistema. En ~st~
punto, el sistema afectivo no.S obliga a retirarnos y a establece~
 DE LA FAMILIA AL INDIVIOUO
128
distancias y, cuando esto ocurre, el sistema se cierra de nuevo. El
lunes sabía que mi hermano todavía estaba molesto y que tenía que
ser yo quien fuera a buscarlo. N o quería, pero sabía que tenía que
hacerlo: el sentido de responsabilidad prevaleció sobre los senti-
mientos. Por primera vez, después de años, lo encontré solo y
dispuesto a hablar. Hubo algún intercambio superficial de palabras y
pasado un tiempo necesario como para estar seguro de que no habla-
ría de la situación familiar en materia de negocios, le pregunté:
"¿ Todavía me guardas rencor?" Me contestó con un distante:
"¡Diablos, no!" Le conté entonces que al venir a la ciudad había
escuchado otras habladurías sobre él y le pregunté si le interesaba
saber lo que los demás decían. Respondió: "Ya no quiero ni oír
hablar de eso". Me mostré sorprendido de que un hombre de su
posición no desease saber nada de lo que se decía de él y agregué
que para mantenerlo informado le haría saber estos cuentos por
escrito y que se los enviaría. Me contestó que me devolvería las
cartas sin abrirlas. Le expliqué que no llegaba a comprender suacti-
rud, pero que la respetaría y que le contaría, en cambio, algunos
cumplidos sobre él que había escuchado al cruzar la calle. Había
oído decir a un individuo que sus intenciones eran, la mayor parte de
las veces, buenas. Se .abrió en una amplia sonrisa, una de sus viejas
sonrisas, que suscitaban una inmediata simpatía, la primera que le
veía desde hacía meses. A partir de ese momento y por primera vez
en muchos años mantuve con él una verdadera conversación de
persona a persona. Me habló de sus esfuerzos con respecto al siste-
ma de la familia extensa, al de la familia nuclear y a los negocios.
Durante esa conversación habló de nuestra hermana mayor y de
cuánto h,abía tratado de ayudarla y cómo, al parecer, ella fracasaba
en todas sus tentativas. En un momento dado dijo: "¡A veces pienso
que es retraída". En cuanto terminó este largo diálogo con él fui a
reunirme con mi hermana y le dije: "Hermana, he hablado con tu
hermano y dice que te niegas a escucharlo. ¿Qué hiciste para que él
haga un comentario como ése?" En años anteriores mis tentativas de
destriangulación habían sido torpes y forzadas. Ahora eran fluidas y
automáticas y yo no necesitaba esforzarme para realizarlas. Hice
varias tentativas de destriangulación, más fáciles, con mis padres. El
lunes mismo le escribí una carta especial a mi primer hermano, que
no había estado allí el fin de semana. Le eché en cara su "criminali-
dad" y su irresponsabilidad frente a la familia y le dije que eh casa
ELANONIMO 129
había tratado todo el tiempo de llevar la paz y la armonía a la familia,
pero que cuanto ~ás lo intentaba, más los irritaba. Agregué: "Traté
de establecer una comunicación libre y abierta para calmarlos. Todo
lo que hice fue comentarles algunas cosas que tú me habías contado
sobre ellos y parece que esto, en lugar de calmarlos, los irrita. Este
fin?e se~ana f~e un fracaso total y no logro comprender en qué me
equIvoque. PreCIsamente, porque me equivoqué, ahora te toca a ti ir
a casa inmediatamente .y tratar de hacer algo en esta situación de
emergencia". Más adelante supe que ese fin de semana estaba a lOO
kilómetros de casa, en un viaje de negocios, y que sus compromisos
le habían impedido reunirse con nosotros. .
Mi mujer y yo estuvimos fuera de casa desde el martes por la
mañana hasta el jueves· por la noche. Después volvimos y nos
quedamos hasta el sábado al mediodía Por primera vez en mi vida
había permanecido totalmente' ajeno, a la masa del yo familiar durante
una semana . entera. No hice otros intentos en esos últimos días ,
.
salvo destnangular una por una toda nueva situación que se presen-
taba. Mi hermana menor y su marido estaban más separados y aleja,
dos que de costumbre. Hablaron de lo "interesante" y "divertida"
que les había parecido la secuencia de hechos ocurridos. Mis padres
se seguían mostrando preocupados, pero parecían más serenos de lo
que ,habían estado en mucho tiempo atrás. La mujer de mi hermano
me llevó aparte y tuve con eU~ una conversación de persona a perso-
na como no había tenido el). años. Un momento antes de mi partida
vino a saludarme el hijo de mi segundo hermano, cosa insólita en él,
y,me dijo: "Gracias pqf haber venido a casa esta semana". Una
semana'después del viaje, me llamó por teléfono mi primer hermano
y hablamos durante· una hora .. Me costó mucho destriangularme de
él, pero estaba claro que también él.y su mujer se mantenían bastante
separados y "fuera" de las cuestiones familiares. Más tarde su mujer
me escribió varias cartas, interrogándome acerca de mi "táctica" y
"estrategia". En el pasado, mis asociados siempre me habían "anula-
do" y por eso no quería tomar en serio su solicitud con el consi-
guiente riesgo. de comprometer mi éxito. Por tanto, le contesté.que
me hería el hecho de que ella me creyese tan retorcido cuando en
realidad yo había dedicado tanto tiempo a pensar en el bienestar de
los demás y a hacerles el bien. Le aseguiéque mi único objetivo era
restablecer el amor y la cohesión en la familia. Dos semanas después
de mi visita, recibí una carta. de mi madre con una única y breve
i
1'30 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
alusión a lo sucedido. Me decía: "Con todos sus altibajos, tu última
visita a casa ha sido la mejor de todas". A mi regreso. del viaje, le .
escribí de nuevo ami hermana mayor, reprochándole sus esfuerzos 1,
continuos por convencer a la familia de que "se ocupasen de ella' y I
de sus problemas". Me contestó burlándose de mí porque y~ les
recomendaba a todos que se ocuparan de ella pero no hacía nada
para que así fuera. Seguía diciendo que era perfectlim~nte cap~ de
cuidarse sola que no sabía dónde había estado durante los úlumos
cumnta año~, pero que ahora tenía ideas y perstiectivas de vida
totalmente nuevas. La cuestión entre mis padres y mi hermano con
respecto a las acciones y el control de la empresa ?abía ~esa~arecid?
por completo después' de ese fin de semana de expenencIa fam¡-
liaro " , día sigüiente si.tenía tiempo de tomar algo con él ,antes de comer.
. Durante los casi tres años transcurridos desde esa."experiencia",
la familia se ha mantenido en el mejor nivel de adaptación alcanzado
en muchos años. Hubo ansiedades y pequeñas crisis, pero menos
intensas que antes. He asumido un nuevo rolen la' familia, al que
denomino el rol de "aquel'que se está diferenciando". He o.bservado
este fenómeno en una cantidad cada vez mayor de familias y he veri-
ficado qüe el modelo usual es similar al de mi familia. Quien tiene
algún éxito en la diferenciación ejerce una suerte de ~u;acción ~~bre
toda la -í3mi.lia. Es como si cada miembro de la farniliase'púd¡ese
acercar 'a esa persona y sacar proVecho desde un punto 'de vista
distante emocionalmente que,' a su vez, le ayuda a desarrollar una
perspectiva' distinta. Se trata más de una cuestión de /lCCión que de
palabras, pOlque a menudo las palabras son negativas, en tanto que
la influencia de los actos es decididamente superior. Lafamilia'desa-
rrolla algo así como la expectativa de que aquel que se está 'diferen-
ciando débe funcionar siempre bien en esa posición; Por 'ejemplo', ha
habido otros 'momentos de un.}eve endurecimiento emoCional,
durante los cuales alguien pide mi participación o.llha visita mía',
pero antes'me'advierte severamente: "Pero 'icuídatb de no decir ono
hacer algo 'que pueda trastornar a la familia''', Este mensaje es \i1l
pedido sutil' dé otra ayuda milagrosa, pero la 'diferenciación es un
esfuerzo auibmotivado, que saca energía' de sí mismo' yno tiene
éxito cuando es provocado por un estímulo externo.' , ".' .
Dos años' después de '''la experiencia" tuvo lugar 1m hechointe-
resante. Al seguir trabajando en' la historia multigeneracional de la
familia había descubierto en una región vecina toda una rama'de la
ELANONIMO 131
familia de mi padre, cuya existencia él había ignorado siempre.
Organicé dos viajes /par<t que, él y yo fuéramos a ver .la tierra que
esos ántepasados habían poseído y a visitar las casas do.nde .habían
vivido. Yo creía haber. establecido ya con mi padre una buena rela-
ción de persona a persona,.pero esos dos largos viajes fuemn tan, ;¡
placenteros que no alcanzaba el tiempo para hablar de todos los
temas que, antomáticamente surgían. En esos días pudimos deleitar-
I\os.recorriendo, toda la gama de temasimpo.rtantes, sin.reserVas ni
reparos, y, nuestra relación se desenvolvió mucho, mejor que nunca.
Esta, experiencia me dio J!1lanueva ,conciencia de que yo, simple-
mente, ignoraba lo. que es una ¡relación de persona a persona real-
mente sólida. Al. regreso de.esos villies, mi herm~o me preguntó al ,1
Pasamos un rato tratando temas importantes para ambos. Durante la
conversación me agradeció lo que había hecho por nuestro padre y
ti
también todo mi trabajo hasta descubrir la existencia de esa rama de
la familia. Dijo: "Papá tiene diez años menos ahora que cuando tú I
empezaste esta tarea". Mi punto de vista acerca de la situación era ,1
algo diferente. Creo haber hecho algo para cambiar mi relación con
mi padre y esto, a su vez, había cambiado su relación con todos los
que le rodeaban. Pienso, no obstante, que el trabajo sobre su fanrilia
fue el núcleo alrededor del cual fuestra relación cambió.
Por último, cabe decir cómo percibe la familia el "paso diferen-
cial" tal como yo lo he descrito. No existían dos personas que hubie- .i,j
ran estado presentes en aquella "experiencia fanriliar" o que hubiesen r
'.1
participado en ella a distaócia, que viesen del mismo modo lo que I
había sucedido. Un "paso diferencial" tiene dos aspectos. Sólo "
quien se está diferenciando conoce el pensamiento y el plan lógico
que deben intervenir en una tentativa semejante. Si alguien más está
al corriente de lo que está pasando, es dudoso que del esfuerzo i !
pueda resultar una diferenciación. El otro aspecto es la respuesta
emocional y si esta respuesta no aparece es sumamente dudoso que
pueda tener lugar una diferenciación. La reacción inicial de la fanrilia
es negativa y se manifiesta en forma de sorpresa y rabia, con la acti-
tud: "Debes de estar loco". Cuando una persona está haciendo un
movimiento de diferenciación, los demás reaccionan emocionalmen-
te y la gente, cuando reacciona, no piensa. Inmediatamente después
del momento crucial, habrá miembros de la fall1ilia que expresen un
"agradecimiento" espontáneo. Si quien se está diferenciando pide
132 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
una elaboración de la respuesta inicial de aprecio, la respuesta será,
automáticamente, lo contrario de lo qu~ él espera. En este punto
habrá comentarios que invocarán las leyes de la "cohesión" , que son
las que rigen el lado sentimental de la operación. Los comentarios
pueden consistir en una descalificación o en una negación de la
importancia del hecho, o pueden también expresar una opinión críti-
ca si la respuesta que se desea es una queja. El esfuerzo de diferen"
ciación sólo consigue su objetivo cuando se hace para uno mismo.
Cuando sólo se realiza'para uno mismo, el sistema se beneficia auto-
máticamente. Cuando se hace sobre todo para ayudar a los demás o
con la expectativa de que los demás lo aprueben y expresen su agra-
decimiento, es porque se trata de un esfuerzo de cohesión y no de
diferenciación: el sistema emocional no aprecia esas maniobras estre-
santes y nefastas al servicio de la cohesión.
PRINCIPIOS Y TECNICAS
DE TERAf'IA FAMILIAR MULTIPLE*
i
Elmétodo de terapia familiar múltiple aquí descrito' se desarrolló
con motivo, de un proyecto de investigación clínica en el Centro
Médico de la Universidad de Georgetown. Este método, ya aplicado
.
con éxito por una cantidad cada vez mayor de terapeutas de la familia
a una amplia serie de problemas clínicos, permite obtener mejores
resultados en menor tiempo frente a los sistemas terapéuticos más
tradicionales. Se diferencia por ello de los otrOs métodos de terapia
familiar múltiple. Es consecuencia del desarrollo coherente de mi
sistema teórico-terapéutico y se basa en 'observaciones clínicasreali-
zadas en anteriores investigaciones sobre la familia y también en
progreso~ ~ecientes de .la teoría r.1a práctica terapéuticas de los siste-
mas familiares. En pnmer térmmo, expondré los resultados obteni.
dos en mi primera investigación sobre la familia, que constituyen
una importante premisa teórica para este método. Examinaré luego
algunos cambios significativos' que se han producido en la teoría y
en la práctica terapéutica después de esta primera investigación;
describiré mi método de psicoterapia familiar con una única familia y
por último trataré de los principios y las técnicas relacionados con
este método de terapia familiar múltiple.
• "Principies arid Techniques of Multipie Family Therapy", e~:
Systems Therapy, comps. 1. Bradt y C. Moynihan, págs. 388-404,
Washington D.C., 1971.
I

134 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
Observaciones preliminares
En otros trabajos me he referido a los detalles de mi primera
investigación sobre la familia. Consistió en un proyecto de una dura-
ción de cinco años. Familias completas vivían en el servicio hospita-
lario en el que se llevaba a cabo la investigación con un hijo o una
hija esquizofrénicos, investigación que se prolongaba largos perío-
dos de hasta treinta meses. La cantidad de familias que vivían juntas
en el servicio variaba de tres a cinco según la cantidad de componen-
tes de cada familia y la disponibilidad de habitaciones. El proyecto
duró cinco años. Durante el primer año se hizo hincapié en las
madres y en los pacientes, que, fueron tratados individualmente. En
ese año se modificó la hipótesis de investigación y,sellegó aconsi-
derar 11\ esquizofrenia como un proceso que afectaba a toda la fami-
lia. A principios del segundo año se les pidió alas padres que vivie-
ran en,el servicio, junto con,la familia; comenzó así la "psicote,apia
de la familia'~. Todos los miembros disponibles de cada familia parti-
cipaban en las sesiones. Se adoptó la expresión ,"psicoterapiade la
familia" para destacar, e integrar el correspondiente' concepto de Ja
"familia como unidad patológica";, Durante el primer año, cuando los
paciellteseran tratados individualmeilte' por distintos, terapeutas, los
problemas de la familia estaban dispersos, aislados unos delos otros
y" por tanto" eran de difícil especificación .para la investigación o la
terapia. Después, se dejó de hacer psicoterapia individual y la terapia
familiar ,pasó a ser la única modalidad de intervención.., ,"
En un principio, las sesiones ,sólo preveían la participación de
las familias, pero surgían ,serios problemas emocionales relativos a
cualquier sector de la esltuctura,., Además, se iba afianzando una
tendencia general a superar la etapa de,[as,reuttiones a puertasiCerra-
das para llegar a entrevistas en las que pudiesen participar todas las
personas interesadas. Muy pronto, las sesiones diarias de psicotera-
pia incluyeron a todos los miembros de las familias y todos los
miembros disponibles del personal. Asistían cuatro terapeutas que
actuaban como coterapeutas y se centraban en problemas existentes
entre los miembros de una misma familia, entre una familia y
otra, entre los miembros del personal y el grupo de las familias, y
entre l?s mierubros del perspnal, únic,~el1te. En la te,n,tativl\ de llegar
a Un SIstema, de comurncaclón tota1ment~ abierto, se c,oncedió a las
miembros de las familias una amplia libertad para consultar· todo el
PRINCIPIOS Y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLE 135
material recogido en relación cón ellos· y para participar en toda la
reunión, clínica,adIll,inistrativa o de investigación. En un primer
momento fue notable la participación de las familias' en estas reunio-
nes. Pero poco después se, hizo evidente que no' contaban con el
tiempo o el interés necesarios para' seguir 'con, las entrevistas o
asegurar la asistencia constante de sus delegados a las reuniones más
importantes., De todos modos, lo. más relevante consistía en que el
sistema era abierto pudiendo participar todo aquel que lo desease.
Observadas con distancia'temporal, aquellas primeras reuniones
se podrían definir con m!ÍS exactitud como "Tenipiade Red con
Familias Múltiples". Estas reuniones ·fueron tan importantes que es
probable que el proyecto de investigación no hubiera sobrevivido a
aquellos primeros meses si no se hubiese adoptade esa modalidad de
comllnicación abierta y, no, se hubiesen 'fijado entrevistas ·en las que
todos podían ,participar. El'inétodo terapéutico de base adoptado en
aquella época era la terapia de grupo, si bien se calificaba alas
reuniones de sesiones de ~'psicoterapia familiar'" para poner derelie-
ve que el objetivo principal de intervención era la familia y para esta-
bleceruna clara distinciórientre este método terapéutico y la terapia
de grupo tradicional. Estas entrevistas fueron para las familias una
especie 'de luna' de miel terapéutica y despertaron un gran entusiasmo
en el personal. Probablemente, todo esto se debió al·hecho de pasar
de una modalidad de trabajo eh sistema' cerrado a otra en sistema
abierto; Los síntomas dismiriuyeron en muchas de las ,familias y'
hubo períodos bastarite'prolongados de entusiasmo y, para algurios,
hasta de exaltación. ,,,: ';, "
La "luna,de miel" llegó a su fin 'después de un año aproximada-
mente y las,· sesiones de psicoterapia familiar, se hicieron repetitivas y
menOS productivas. Los terapeutas' tenían que afrontar problemas
específicos dentro, de cada familia, pero con demasiada frecuencia
este objetivo se .perdíaen el intercambio emocional, típiCo de la'tera- i I
I
piade grupo, entre los miembros de las familias y el' personal. El I •
primer ,cambio significativo en la estructura'de estas entrevistas se
produjo cuando los miembros del equipo, enJugar de participar acti"
vamente,selimitáron a'asistir a las sesiones,con carácter de observa-
dores silenciosos. Existían prácticas administrativas para tratar los
problemas, de ese ,tipo y los, componentes' de las familias ya no po-
dían utilizar estas entrevistas, para proyectar sus angustias intrafami-
liares sobre los conflictos con el personal. Fue el inicio de un perío-,
136 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
do en el que todos los miembros de la familia y los cuatro terapeutas
participaron activamente en las sesiones. Todos podían hablar y en
cualquier momento. No es éste el lugar 'para evaluar la función de
los coterapeutas o de los terapeutas múltiples; sin embargo, se puede
decir que, además de los aspectos positivos, había otros negativos.
No era raro que un terapeuta que empezaba a defmir un tema especí-
fico no .lograra llegar al final porque lo interrumpía otro terapeuta
que desplazaba el interés aun tema muy distinto. Por lo demás, los
auxiliares dedicaban cada vez más tiempo a definir los temas entre
ellos. Pero, sobre todo, las familias empezaron a servirse de este
canal para proyectar la angustia intrafamiliar sobre las diferencias
entrelos terapeutas. Al final se definieron los roles con toda claridad
y se cambió la estructura de las entrevistas para que un único tera-
peuta tuviese la responsabilidad de cada sesión. Este terapeuta podía
pedir la opinión de otro colega y este último. podía intervenir si lo
consideraba indispensable. N o obstante; el que dirigía la sesión era,
en general, el terapeuta responsable, sin que los demás tuviesen una
intervención activa.
Todo esto creó un contexto terapéutico en el que participaba
como miembro activo, además de los componentes de todas las
familias, el terapeuta a quien ese día se le asignaba la coordinación
de la terapia. Cualquiera podía hablar y en cualquier momento: Por
eso, mientras el terapeuta estaba trabajando con éxito en la definición
de un problema en una familia, un miembro ansioso de otra pareja
podía interrumpirlo y desplazar el centro de la discusión a un proble-
ma existente en su propia familia. Resultaba sumamente dificil poder
definir el problema de una de las familias cuando cualquiera estaba
en condiciones de interrumpir el proceso de definición. Finalmente,
durantlÍ el 'último año del proyecto de. investigación; se introdujo el
cambio más importante en la estructura de las sesiones ·de psicotera-
pia familiar., Se dedicó cada sesión a una única familia, mientras que
las demás asistían como oyentes silenciosos. Por primera vez en el
curso del proyecto de investigación fue posible llegar a definir con
claridad los problemas emocionales dentro de la familia, En compa-
ración con los precedentes, éste fue el período durante el cual se
registraron los mayores'progresos en terapia. Algnnas familias afir-
maronque sacaban más provecho asistiendo como oyentes porque
eran libres de escuchar y "entender realmente", sin tener la preocu-
pación de prepararse para comentar lo que se decía. Los miembros
PRINCIPIOS Y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLE. 137
del equipo reconocieron que ése había sido el año más productivo.
Esta era la estructuración de las sesiones de psicoterapia cuando, en
1959, terminó oficialmente la investigación.
Cambios en la teorfa y en la terapia
con posterioridad a la primera investigación
Los cambios más significativos en el desarrollo de la teoría y la
práctica terapéutica han sido expuestos en detalle en otro lugar de
este libro (véanse pág. 19 y sigs.). Aquí comentaremos algunos
aspectos que son relevantes en este co?texto.. . .
En estos años el esfúerzo princIpal ha apuntado a defmu el
concepto de sistema y a sustituir las tradicionales categorías concep-
tuales por otros conceptos adecuados a la nu.eva unidad ?e est~di~.
Un cambio importante en la práctica terapéutica se produjo a prmCI-
pios de la década de 1960,cuando el niño para quien los padres
habían solicitado la ayuda del psiquiatra fue excluido de las sesiones
de terapia familiar. Se tomó esta decisión a raíz de los escasos resul-
tados obtenidos con veinticinco chicos 'tratados en el período de
1957 a 1960. Si bien el proyecto de investigación de 1954 a 1969
concernía exclusivamente a faIl}ilias con un hijo o una hija afectados
por una forma grave de esquizofrenia, al mismo tiempo se desarrolló
un movimiento de investigadón para el tratamiento de una amplia
serie de problemas emociohales menos graves. Los ni?os de este
grupo tenían entre once y diecisiete años y nos ~ran enVIados po~ el
Tribunal de Menores o por las escuelas diferenCIales. Padres e hIJOS
eran entrevistados juntos, una vez por semana. Durante las sesiones,
los padres insistían tanto en los problemas del hijo que resul~a~a
difícil detenerse a estudiar la relación entre ellos, con lo cual se lImI-
taban las posibilidades de fomentar un cambio en los padres .. ~n
general, el "mejor" resultado que se pudo obtener con e~tas famIlIas
fue su participación en las sesiones durante un año aproXImadamente
y la conclusión del tratamiento en el momento en que los SÚltomas
del hijo, el "dominio" de la madre y la "pasividad" del padre habían
disminuido. A veces la familia se iba entusiasmada por el éxito de la
terapia, en tanto que yo consideraba que era poco o nada 10 que se
había obtenido' en comparación con el profundo cambio que era
posible.

. DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
. En lugar de seguir con esta actividad. mediocre, empecé a entre-
vistar.,a los :padres solos desde la primera' sesión, para tratar de
confirmar mi convicción de q\le el problema .básico residía en su
relación. Si los padres eran capaces de definir y modificar su rela-
ción, los problemas del hijo desaparecían automáticamente. Un alto
porcentaje de padres aceptó enseguida ·esta premisa de. trabajo. ,La
mayor parte de estas sesiones de. terapia familiar fueron ágiles y
fructíferas, en tanto que las sesiones con los hijos eran tediosas y
poco.,productiVas.t,La mayor parte de.,los· chicos se. liberó de los
síntomas, de manera .que,·en general. el resultado '~peor" era supe-
"¡or a los resultados "mejores" obtenidoseon el anterior enfoque. A
partir de 1960, no volvía entrevistar chicos en sesiones de psicote-
rapia, familiar, .aun cuando ,ocasionalmente terigo que entrevistarlos
por motivos. especiales. , "'
. ,': A principios ,de. la década de 1960 empecé a defmir el.concepto
teóric\l de los :~triángulos" que proporciona una herramienta flexible
para predecir la conceptualización ,y'.modificación del sistema
emocional :de la familia. El triángulo representa el cimiento:,o la
"moléc¡¡la': de .un sistema emocional. Un, sistema que incluye a
cuatro o más personas está compuesto, de una serie' de triángulos
interconexos. :Yase trate de un sistema familiar, ya de un sistema de
relacione& emocionales, en' curso, ya de un sistema tsocial o. de un
sistema de otro tipo, el triángulo tiene siempre las mismascaracterís-
ticas. Un triángulo está en, movimiento constante y los movimientos
Se efectlÍan automáticatnente como reflejos emocionales; Son tan
previsibles que se ,puede predecir con precisión el próximo movi-
miento en .el triángulo. El conocimiento,de los triángulos proporcio-
na automáticamente la '~técnica:' .necesaria parall10dificar su funcio_
namiento en Un momento dado. Si' en un sistema emocional se
modifica el funcionamiento de un solo triángulo, y silos miembros
de ese. triángulo ,siguen, en contacto emocional con el sistema más
amplio; se modifica, todo el sistema. La conducta de un sistema
emocional, por el modo ,en que se manifiesta, puede parecer dema-
siado diferente,ycambiante'para ser descrita y clasificada;. sin embar-
go" tras una. determinada. conducta torpe, está' siempre presente el
microfuncionamiento, constante y'previsible, de los triángulos.,
En general, desde el punto de vista práctico, hay dos maneras de
modificar el funcionamiento, de un triángulo: una de ellas consiste. en
poner en contacto a dos personas que formen parte del sistema
PRINCIPIOS Y TECNIOAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLE 139
emocional de una familia con una tercera persona que conozca y
comprenda .el.funcioJ1ami~nto de los triángulos y no esté implicada
en los movImIentos emocIOnales de la díada familiar. ,Si la tercera
persona logra permanecer en contacto Con 'Ia díada sin dejarseinvo-
lucr~ .en ~u juego ~erelaciones; el funcionamiento de la pareja se
~?dlflcaraautomátlcamente, Tomemos el triángulo madre~padre­
hIJO. C;u.ando estas tres persOllas están juntaS, el triángulo funciona
automatlcamente 'de acuerdo' con sus circuitos, ya preestableCidos. 1, '
Pongamos aun extraño en el sist6ma en lugar del hijo. Después de i
un breve lapso' éste, o quedará envuelto en'el'modelo de funciona- 1
1
miento del triángulo familiar, o se echará atrás (también esta última
situación es una r~spuesta previsible en los triángUlos). Los padres
h~án algunas' acCIones previsibles para incluirlo, con ellos, en el
trI.ángulo: Si el terapeuta consigue' evitar que se le "triangule'? y; 'al
ffilsmo tiempo, permanecer en constante contacto emociomil con
ellos durante algún tiempo, la relación entre los padres empezará a
c~biar. Esta es la prrncipaloaSe teórica y práctica de ese tipo de
pSIcoterapia de la fantilia que toma en consideración a las dos perso-
nas más significativas de la fantilia y al terapeuta, que constituye el
terce~ miem.bro de un.~ríángulo potencial. En teoría, se puede
cambIar. ~n SIstema fantiliar cuando uno cualquiera de sus triángulos
se modIfIca, aun cuando permanezca en un importante contacto
emo~onal con los de~~. En I~ práctica, lo más 'común es que 'los
dos con~~es sean I?S urucas ,pe~sonas que más cuentan para el restO
de la fantiliay que tIenen la motIVación y el empeño necesarios para
un esfuerzo de esta ú:idole/ .
El segundo criterio que se puede seguir par~ modificar un triánc
gulo consiste en trabajar con un miembro de la fantilia. Siunode los
componentes de un triángulo está éncondiciones de cambiar habrá
muchas probabilidades de que se modifique el triángulo; 'del :rusmo
mod~; si un triáng~~o está en condiciones de cambiar; puede
cambIar toda la fantilia extensa. El cambio dé toda una' fantilia se
puede obtener, pues, estimulando a'un único miembro del sistema;
con l.a condición de que éste se sienta lo' bastante motivado y posea
s~ficlente energía vital para trabajar orientándose al logro de su objeJ
I
tI.vo, pese a los obstáculos; Aquí no se habla de \in cambio superfi" ¡!
Clal ~e'roles o actitudes, sino de' un cambio más profundo' y más ,1
amp~o del que en general se obtiene con la fuayor parte de las inter-
vencIOnes terapéuticas. Se puede cámbiar a una fantilia completa a
140 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
través de los esfuerzos de uno solo de sus miembros. Este método,
al que he dado el nombre de "psicoterapia familiar con un solo
miembro de la familia", exige que se le enseñe a la persona motivada
cuáles son las. características previsibles de los triángulos y de los
sistemas. emocionales. Hay que entrenarla; pues, asegurándole que
sus esfuerzos serán supervisados, para observar y aprender algo
más de sus relaciones familiares, tanto cuando vuelve a hacer vida
de familia como cuando adquiere una capacidad cada vez mayor de
controlar sus respuestas emocionales al sistema familiar. El objetivo
principal es el. cambio y el mejoramiento del sí-mismo; luego, esta
modificación influirá en los demás miembros del sistema. Se puede
emplear este método con familias en las que uno de los cónyuges
está motivado para trabajar en un problema familiar, mientras que el
otro se opone, así como para.trabajar con jóvenes adultos o casados.
Algunas otras experiencias influyeron también en la estructUra
de mi sistema teórico terapéutico. Por ejemplo, en un momento
dado, me di cuenta de que las familias tratadas en el contexto de un
proyecto de investigación daban mejores resultados que las familias
entrevistadas sólo con fines terapéuticos. A partir de entonces he
tratado de actuar de manera tal que cada familia forme parte de un
proyecto de investigación. Cuando el terapeuta actúa con su carácter
de "terapeuta" o de protector y la familia permanece pasiva en espera
de que él' ponga en juego sus artes mágicas, ocurren cosas sutiles e
indefinibles. Otros factores igualmente indefinibles e importantes
intervienen en el proceso en el cual el terapeuta se sale del rol de
quien cura o ayuda y la familia asume la posición de quien acepta la
responsabilidad de su propio cambio.
, Este sistema teórico-terapéutico se desarrolló en el curso de 10 a
12 años, mediante múltiples cambios sustanciales y, simultáneamen-
te, por medio de modificaciones constantes de menor entidad. En un
principio se actuó: sobre la base de lá concepción relativamente
simple de que el problema afectaba a toda la familia; el método tera-
péutico que se aplicaba era igualmente simple y consistía en reunir a
toda la familia para hablar del problema. Hoy en día hemos llegado a
una teoría de los sistemas mucho más definida y detallada, compues-
ta de muchos conceptos teóricos interconexos, y a un modelo tera-
péutico sobre cuya base la terapia se realiza con los dos miembros de
la familia más 'responsábles, o con el miembro de la familia más
motivado. . sí-mismo en el terapeuta.
PRINCIPIOS Y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTlPLE 141
Psicoterapia familiar con ambos c6nyuges
. Como los principios y las técnicas de trabajo en una situación
multifamiliar son exactamente iguales a los utilizados con una sola
familia, describiré en primer lugar mi método de intervención tera-
péutica limitándome a una única familia. En función de la interven-
ción terap~utica, se entiende por "familia" el sistema constituido por
los dos miembros de la familia con mayores responsabilidades (los
dos cónyuges) y por el terapeuta como tercer miembro de un trián-
gulo potencial.
. La técnica de intervención sobre la pareja de cónyuges fue modi-
fICada en muchas ocasiones, en especial en la époc¡¡ de los primeros
tratamientos con las familias. En el período de 1956 se insistía,
s~bre todo, elj el análisis de los procesos intrapsíquicos de cada
conyuge en presencia del otro. Se atribuía mucha importancia a los
sueños, que daban la ocasión de anruizar el proceso en el fuero inter-
no del sujeto interesado y, simultáneamente, observar la respuesta
emocional del otro cónyuge. En 1960 el centro de la aiención se
desplazó al, sistema de relaciones entre los cónyuges, en el que
entonces se ponía mayor énfasis, en tanto que se les daba menos
importaljcia a los procesos intrapsíquicos de cada uno de ellos. En
aquella época uno de los objetivos a lograr era inducir a los cónyu-
ges a poder comunicarse recíprocamente lo que cada uno de ellos
pensaba o sentía respecto d,e sí mismo. Se Jos alentaba a hablar
directamente entre ellos,l)lás que con el terapeuta, y se insistía
entonces en la necesidad de hacer una exacta distinción entre pensa-
mientos y sentimientos, así como en la necesidad de expresar sin
trabas los sentinrientos mutuos.
No se PUecle determinar, para cada técnica, un período exacto
durante el cual se la empleó, porque no hubo una evolución lineal
para todo el. proceso y los tiempos se superponen. La técnica em-
pleada es, ante todo, un "método", porque se funda en el concepto
teórico de "triángulo", que forma parte de mi teoría de los sistemas
familiares. Fue introducida alrededor de 1962, después de haber
desarrollado el concepto de triángulo tan en detalle que se podía apli-
caren la práctica clínica. Los progresos fueron bastante rápidos
hasta 1964; posteriormente hubo pocos cambios en la técnica ter¡¡"
péutica, concediéndosele mayor importancia a la diferenciación. del
142 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
Mediante este método de psicoterapia familiar, el terapeuta
cumple cuatro funciones principales: (1) defioe y clarifica la relación
entre los cónyuges; '(2) mantiene su sí-mismo destriangulado del
sistema emocional de la familia; (3) enseña el funcionamiento de los
sistemaS emocionales; (4) hace una demostración práctica' del
concepto de diferenciación, asumiendo una "posición-yo',' muy defi-
nida durante la terapia.
Definir y clarificar la relación entre los cónyuges
En distinto grado, todos los cónyuges están atrapados en' el
mundo de los afectos en el que'cada uno de ellos reacciona y tespon-
de a todo lo que haya de emocional en el otro; sin conocerlo real-
mente. En la mayoría de las 'parejas este fenómeno está presénte' de
manera significativa; pero en muchas adquiere una intensidad parali-
zante. En la vida adulta, la mayor parte de las personas llegan a tener
relaciones más "abiertas" durante el noviazgo, la convivencia u Otras
relaciones íntimas no "permanentes". Después del matriinonio, cada
cónyuge empieza muy pronto a conocer los temas que generan
ansiedad en. el otro. Para evitat a su propio síimismo una situación
de' incomodidad, ambos evitan los temas que provocan ansiedad en
el otro. De este modo, son cada vez más los temas que llegan aser
tabú y que se excluyende''toda discusión. En'la mayoría de los
casos;'loscónyuges, en unmoméntodadO, tratan de resolver este
abismo comunícacional "debatiendo a fondo" esas cuestiones con
resultados poco satisfactorios. Muy a menudo, la tentativa de'comu-
nicar sólo tiene como efecto provocar' reacciones emocíon:ales' que
más adelarite separanalapareja. En: mis terapias familiares he logra-
do desalentar rápidamente' la tentativa de los cónyuges de seguir en
su casa la: discusión iniciada durante'la terapia, y aproxlrÍ1adamente a
partir de 1962 dejé 'de sugerirles que en el curso de biS sesiones se
dirigieran la palabra directamente. De: eSté modo, me as'égUroel
control de laioteracción. Cadaun:O de ellos me'hablá directamente
con la mayorcalma;tranquilidad~ objetividad posibles: En:situácio~
nes así, es frecuente que el otro cónyuge sea' capaz de escucHar y
"entender realmente", sio reaccionar:en el plano ernocional,' por
primera vez en muchos años de vida en común. '
Una sesión tipo se podría desarrollar de este modo: la ioicio
PRINCIPIOS y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLE 1'43
,
,
"
preguntándole al marido los progresos que ha hecho desde la última I
,
sesión y le invito a !}ablar de ello con la mayor objetividad pDsible.
Si su relato tien.e un conienido significativo, me dirijo a la mujer yle
pido que exprese los pensamientos que le pasaron por la cabeza
mientras el marido estaba hablando. ,En las primeras fases de la tera-
pia mis ,preguntas apuntan a sacar, a la luz los, procesos de pensa-
miento en forma. de reflexiones, opioiones o ideas. En otras situacio"
nes, en cambio" le. pido a la mujer que responda o reaccione de
manera, iomediata; es 'decir, sio recurrir a la mediación iotelectual.
Sólo mucho, más avanzada, la terapia y en situaciones especiales, la
aliento a expresar sus sentimientos objetivos más íntimos. Después
de que la. mujer ha hablado se le, puede preguntar al marido "qué
piensa,de lo que ha dicho su mujer". Puede ocurrir a veces que en
las sesiones el terapeuta se ,dedique ,a hacerles preguntas alternas a
uno y otro. Hay casos en que los comentarios del marido son dema-
siactolacónic.os para que la mujer pueda dar una respuesta adecuada,
Cuand,o así sucede, le hago otras preguntas al marido para obligarle
a elaborar sus ideas antes' de. preguntarle a la mujer lo que piensa. Si
ésta se limita a unos. breves comentarios, le hago también a.ella otras
pregulltas que la fuercen a ser más precisa, antes de dirigirme de
nuevo al marido. Si los sentimientos afloran y uno de ellos le
contesta directamente al otro, sio .esperar que los .ioterrogue, empie-
zo a hacerles preguntas más dirktas y concisas hasta que recupero el
control del proceso. Para estos casos me reservo siempre una doce-
na de preguntas que formulo s.obre la base de hipótesis teóricas con
respecto a la familia. En el curso de las sesiones tomo nota de
nuevas áreas para cuestiones ocasionales en los momentos de calma
Cuando durante una sesión los sentimientos se manifiestan de mane-
ra evidente, el objetivo consiste más en hacer hablar a cada uno de
ellos de sus propios sentimientos que en pretender una manifesta-
ción iomediata. Por ejemplo, si de pronto a la mujer se leJlenan los
ojos de lágrimas, puedo preguntarle al marido si lo ha notado, o qué
pensó cuando vio que su mujer lloraba. El objetivo generales tocar
zonas emocionalmente significativas para ellos y obtener re~puestas
serenas en tono tranquilo ..
Los resultados de este modo de hacer frente·a las cosas, sereno,
iotelectual y Conceptual han sido más satisfactorios que losobteni-
dos con otro enfoque que pone de relieve la .expresión "terapéutica" .
de los sentimientos. Con este método se llega automáticamente y'con
144 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
más rapidez a una expresión libre y abierta de los sentimientos, en
comparación con una terapia centrada únicamente en esos sentimien-
tos yse logra un resultado notable. En efecto, por primera vez cada
uno de los cónyuges escucha y conoce 'al otro. Por ejemplo, en la
décima entrevista, la mujer confesó que no veía la hora de venir a la
sesión porque encontraba que todo era maravilloso. El terapeuta le
preguntó qué encontraba de maravilloso en los problemas familiares,
a 10 que respondió que, mientras escuchaba a su marido hablar con
el terapeuta, había sabido de' él más que todo lo que había sabido en
diez años de matrimonio. Un marido, al hacer el balance de doce
sesiones de' terapia, afirmó que para él 10 más útil había sido
comprender 10 que sucedía en la mente de su mujer, después de
haberlo ignorado durante veinte años.,A otra esposa, que observaba
a su marido mientras hablaba, dejando traslucir una adoración incon-
dicional, se le preguntó qué pensaba mientras lo miraba de ese
modo. Respondió que estaba deslumbrada por los razonamientos del
marido y que nunca hubiese creído que poseyera esa habilidad.
Se dedica especial atención a la definición del sistema de la reac-
tividad emocional que actúa de manera automática, y por lo general
inconsciente, en todo matrimonio. Los tipos de sistema son tantos
que se podría trabajar toda una vida sin llegar a definirlos todos.
Comúnmente, se trata de un proceso que, a partir de un estímulo
emocional de poca entidad en uno de los miembros, desencadena
respuestas emocionales más intensas en el otro. En la respuesta
pueden intervenir los cinco sentidos; pero en general prevalecen los
estímulos de la vista y del oído. El estimulo puede ser tan revulsivo
que el receptor estará dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de
evitarlo, o bien, puede ser tan placentero que hará cualquier cosa con
tal de provocarlo. Entre los estímulos negativos se incluyen los
amaneramientos, los movimientos del cuerpo, las expresiones del
rostro y lbs tonos de voz que provocan violentas respuestas emocio-
nales en el otro o le hacen poner la piel de gallina. Recuerdo el caso
de un marido que se sentía tan atraído y tan dependiente emocional-
mente de cierta manera de sonreír de su mujer que pasaba gran parte
de su tiempo tratando de provocar esa sonrisa; lamentablemente, las
más de las veces esos esfuerzos provocaban en la mujer un efecto
inhibidor.
Esta reactividad emocional puede tener una profunda incidencia
en el curso de una relación. Uno de los objetivos de la terapia es que
PRINCIPIOS Y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLE 145
los cónyuges lleguen a ser más conscientes de estos mecanismos,
para ser así capaces de definirlos con la mayor cantidad posible de
detalles, aumentando su capacidad de observación recíproca. A
menudo, la definición minuciosa de un mecanismo basta para poder
controlarlo. Veamos un ejemplo por demás evidente: un marido
reaccionaba ante un estímulo de la mujer golpeándola; sin embargo,
pese a distintas tentativas, no había sido posible identificar el estimu-
lo desencadenante. No le pegaba a menudo, pero cuando lo hacía era
siempre en medio de un violento altercado, sin que se pudiera identi-
ficar un estímulo específico. Pero una vez, sin que, mediara discu-
sión alguna, el marido le pegó a la mujer en respuesta a "esa mirada
de odio en sus ojos". Esa fue la última vez que le pegó. A partir de
entonces, cada vez que la tensión entre ellos aunientaba, él trataba de :1
no mirar a la mujer de frente 'y ella llegó también a ejercer algún
control sobre la "mirada". Otro tipo de estímulos que pueden produ"
cir manifestaciones externas ,como respuesta -pero que una, vez
"descubiertos" pueden ser "controlados"- han sido definidos como
"esa mirada glacial", "ese guiño de desprecio" y "ese horrible gruñi-
1,
do en su voz". Este nivel de reactividad emocional en el matrimonio
se ha descrito aquí como parte del fenómeno de interdependencia I
emocional o como parte del proceso emocional de la fantilia. 1I
/
Mantener a su sE-mismo destriangulado
del sistema emocional de la familia
Si en su trabajo clíoico el terapeuta debe desarrollar la capacidad
de mantenerse relativamente fuera del sistema emocional de la fami-
lia, es imprescindible que sus esfuerzos apunten constantemente al
proceso de diferenciación de su sí-mismo del sistema emocional de
su propia fantilia y también del sistema emocional en el cual trabaja.
Dicho de otro modo, es necesario que conozca los triángulos y que
sepa aplicar eficazmente este conocimiento a los sistemas emociona-
les más significativos para él. De cualquier manera, hay algunas
reglas y principios que tienen especial importancia en el contexto
clíoico. Es fundamental que la atención del terapeuta se concentre
siempre en los procesos y no en los contenidos de aquello que se
dice. Es de prever que cada cónyuge utilice los mecanismos con los
cuales está más familiarizado y en los que es más versado; para
146 ' ..DELA FAMILIA AL INDIVIDUO
involucrar así al terapeuta en el sistema emocional· de la familia.
Habitualmente, la primera movida consiste en obligarlo a tomar
partido· por una u otra parte.' El terapeuta corre el riesgo de quedar
triangulado, tanto cuando reacciona con rabia como cuando se deja
seducir. Un sistema que uso parav\Üorar cuál es la justa distancia
emocional para mLes el siguiente: si bien físicamente· tomo asiento
cerca de las parejas, como i se puede observaren algunas sesiones
grabadas en .video, trato de 1'alejarme" en el plano emocional hasta
que, manteniéndome, siempre. cerca del "proceso mental", puedo
observar el flujo y·,reflujo del proceso emocional sin dejarme llevar
por él, Además, casi siempre hay un toque humorístico o cómico en
las situaciones más serias. Si esto}' demasiado ce~a, puedo dejarme
envolver en la seriedad de la situación. Por otro lado, si estoy dema-
siado distru¡te, corto el riesgo de no tomar un contacto real con ellos.
Para mí, la posición "justa" esJa que se encuentra entre la seriedad y
el humor, es decir cuando estoy en condiciones de dar respuestas,
serias o humorísticas, para facilitar. el proceso de la familia.·
, . Uno de los principios fundamentales de este enfoque terapéutico
establece que el problema emocional entre dos personas se resuelve
automáticamente cuando" ellas se mantienen en contacto con una
tercera persona, que logra mantenerse libre de su .compromiso
emocional, pero, al mismo tiempo, entra activamente en relación
con cada uno de ellos. Es esencial para el terapeuta seguir hablando,
sobre todo si tiene que responder a una jugada que tiende a triangu-
larlo. Si consigue mantener con el sistema el justo grado de distancia
y de contacto emocionales es casi automático que diga o haga lo más
adecuado. Si .guarda silencio y no logra dar una respuesta, significa
que está demasiado implicado emocionalmente. Es frecuente que los
cónyuges se fonnen una idea errada de la existencia o inexistencia de
compromiso por parte delterapeuta, o que tiendan a ver en él, equi-
vocadamente, un aliado o un enemigo. Comentarios casuales mani-
fiestan eficazmente que el terapeuta no está coinprometido más de lo
necesario. El "contrasentido", es decir, un comentario que destaca
un aspecto inusitado o totalmente opuesto de un problema dado, o
toma su lado prosaico o 'ligeramente humorístico, es una de las
herramientas m~ efectivas para aliviar una situación demasiado
seria. Así sucedió en el caso de. una esposa que se ponía cada vez
más tensa al describir a su 'madre, dominante y crítica. Le hice un
comentario inesperado en cuanto a su incapacidad de apreciar los
PRINCIPIOS Y TECNICAS DE TERAPIA PAMllIAR MULTIPLE 147
esfuerzos?e su madre para hacer de ella una buena hija: los cónyu-
ges se pusieron a reír y la tensión disminuyó. Les había comunicado
así la posibilidad/de ;ver el problema desde otro punto de vista;
Cuando el terapeuta, frente a situaciones serias; logra hacer; comen"
tarios desen~ueltos como éste, a menudo los cónyuges están próxi-
_mos. a asurnrr un pu~to de vista objetivo con respecto al problema.
Nadie puede aconsejar al terapeuta lo que debe decir en semejantes
circunstancias. Si él ya está comprometido emocionalmente, su
esfuerzo por trastrocar el proceso emocional se considerará sarcásti-
co y vulgar. El conocimiento de los triángulos es la herramienta más
eficaz que conozco para comprender los sistemas emocionales y
mantener el propio sÍ-mismo en un significativo contacto emocional
sin quedar atrapado. '
Enseñar el funcionamiento de los sistemas emocionales
En cualquier tipo de terapia eS necesario enseñar algunas nocio-
nes fundamentales. Más necesario aún resulta en el caso de IHeoría
de los sistemas familiares' que explica los fenómenos humanos en
términos muy inusuales y que, en mayor medida que en otros enfo-
ques, permite aplicar conceptos intelectuales como guía del esfuerzo
de .modificación de los sistemjlS emocionales. El terapeuta' se expone
a nesgos' y obstáculos ,al hablar de sistemas emocionales aun siste-
ma.
emocional. Cuando la tensión
. familiar es relativamente alta', el
terapeuta es más vulnerablé de dejarse triangular en el sistema fami-
liar si trata de instruir a'sus miembros o de apartarlos de una direc-
ción que parece poco apropiada. Cada cónyuge interpreta los mensa-
jes a su . modo; después
, .
de discutirlos en su casa vuelven al
"
terapeuta para que les diga cuál es la interPretación correcta.:A este
punto, el o~jeti~o del terapeuta consiste más en destriangularse que
en dar explicacIOnes que lo envolverían más aún en el sistema fami-
li!lr. ~ Con el transcurso del tiempo ·llegué a elaborar un plan que
funCIOna bastante bien para ins'truir a las familias acerca de los siste-
mas emocionale~. E! terapeuta· debe expresarse de modo neutral para
no parecer autontarto. Todo esto se hace cuando el nivel de áIlsiedad
de la familia es muy bajo. Al iniciarse la terapia, cuando por lo gene-
ral el grado de ansiedad en la familia es alto, las instrucciones se daÍl
desde la "posición-yo", tal como' se explica a continuación.

148 DE .LA FAMILIA AL INDIVIDUO
Después, cuando la ansiedad disminuye, el terapeuta imparte su
enseñanza por medio de "parábolas", constituidas mediante los
ejemplos de otras familias. que llegaron a una solución satisfactoria
de problemas similares. Más adelante, cuando el grado de ansiedad
ya es mínimo, el terapeuta puede desarrollar con la familia una
verdadera actividad didáctica, .
Asumir la "posición-yo"
Cuando un miembro de la familia es capaz de afirmar con calma
sus convicciones y creencias y hacer que sean adecuadas sin criticar
las opiniones de los demás y sin involucrarse en conflictosemocio-
nales, los demás miembros de la familia inician entonces el mismo
proceso que les lleva a alcanzar mayor seguridad en sí mismos y a
aceptar a los demás. La ''posición yo" es muy útil al comienzo de la
terapia y representa un modo activo de establecer una relación con la
familia. Es beneficioso valerse de esa posición toda vez que sea
posible en el curso de la terapia. Cuanto más está el terapeuta en
condiciones de definirse a sí mismo en relación con las familias, más
fácilmente los miembros de la familia logran definirse a sí mismos,
uno respecto de otro.
Uno ~elos objetivos de este método de psicoterapia familiar es
proporcionar un contexto en el cual los cónyuges puedan avanzar
hacia la diferenciación de su sÍ-mismo hasta donde la situación y sus
motivaciones lo permitan y con tanta rapidez como les sea posible.
El terapeuta' hace continuos esfuerws para obtener en ellos el mayor
empeño y para ayudarlos durante los previsibles episodios de ansie-
dad. Los cónyuges son libres de detenerse en cualquier momento y
el terapeuta es libre de ejercer su "posición-yo" para definir su parte
en ese esfuerzo. En un elevado porcentaje de familias aparecen los
que convencionalmente han sido definidos como problemas neuróti-
cos de leve o grave eI\tidad; pocos son los casos límite o los casos
de psicosis leve. Generalmente, las fantiJias presentan al inicio del
tratamiento un grado de fusión notable del yo o indiferenciación, que
se ha desarrollado con los años hasta el punto de manifestarse en un
estado de disfunción aguda en un .cónyuge (en general, una enferme-
dad emocional, una enfermedad somática o una disfunción social
como el alcoholismo), o en una desavenencia. o conflicto entre los
I
PRINCIPIOS Y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLS 149
I
1:
cónyuges, o en problemas de inadaptación de. un hijo. Muchas de
esas familias han recurrido antes a otras formas de tratamiento
I
psiquiátrico. Este en{óque prevé el compromiso de ambos cónyuges 1
con el tratamiento familiar. 1:
La terapia atraviesa por muchas y distintas fases. Una de las
primeras fases significativas es el estadio en el que cada uno de los
cónyuges llega a "conocer" mejor al otro. Hay quienes opinan que
esta fase es lenta y gradual; otrOs consideran que se puede tratar de
una experiencia rápida y casi dichosa. Hay, por último, quienes
quedan tan satisfechos con la disminución de los síntomas y el
aumento de la "cohesión" en las relaciones matrimoniales, que están
dispuestos.a concluir el tratamiento. Hubo casos en que la "cura-
ción" se produjo tan rápidamente que el tratamiento terminó en pocas
semanas, como un caso de frigidez grave de la mujer que se resolvió
en siete sesiones.
Cuando los dos cónyuges están motivados para seguir adelante,
el proceso terapéutico ayuda a cada uno de ellos a diferenciar
gradualmellte su sí-mismo respecto del otro. En general, uno de los
cónyuges comienza a concentrarse en su sÍ-mismo, mientras que el
otro pide una mayor cohesión. Es muy frecuente que el cónyuge que
se está diferenciando ceda ante la solicitud de mayor cohesión, al
menos por una vez, antes de proseguir su proceso de autodetermina-
ción y pese a la oposición del/otro, que se manifiesta en una breve
reacción .emocional. Despu~s de este episodio ambos cónyuges
alcanzan un nuevo nivel de,/ diferenciación algo
. . . más alto. Sigue un
período bastante sereno yluego, el otro cónyuge se concentra en su
sÍ-mismo y avanza, a su' vez, rumbo a la diferenciación, mientras
que el primero se opone con apremiantes exigencias de cohesión. De
:¡
este modo, el proceso de diferenciación avanza a. pequeños pasos 'i¡
alternativos. Cada nuevo paso provoca en la faruilia extensa y en
'1'1
otros sistemas interdependientes una desavenencia emocional que, "
"
con todo, es más fácil de tratar que la desavenencia entre los cónyu-
ges. El terapeuta comienza lo antes posible a entrenar a los miem-
li
,1 :
bros de la pareJa para el proceso de diferenciación del SÍ-mismo de '1
cada uno en las respectivas familias de origen. Cuando un cónyuge
motivado logra ese objetivo, todo el proceso avanza más rápidamen-
te, sin seguir, ese modelo de sucesión alternada que aparece cuando II1
se presta menos atención a las familias de origen.
Sobre la base de mi experiencia, éste es el método mas eficaz y
I
150 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
más provechoso. La familia puede limitarse a eliminar los síntomas
o puede seguir buscando una solución más satisfactoria y más esta-
ble. Si está motivada y si el terapeuta ha' podido, con éxito,martte-
nerse fuera del sistema emocional, lo habitual es que la familia logre
encontrar siempre nuevos contenidos con los cuales trabajar y que se
muestre' capaz de afrontar la solución de sus problell1as. La interrup-
ción imprevistadel-tratamiento después de pocas sesiones es, a
menudo, el resultado del compromiso del terapeuta cOn el sistema
emocional de la familia. A medida que la 'familia avanzaypasa por
los puntos cruciales de la diferenciación, el cónylige 'con mayor
tendencia a la cohesión asume, en general, una actitud negativa y
escéptica con respecto a la acción terapéutica: El oiro, en cambio,
casi siempre está satisfecho y deseoso de continuar. De todas mane-
ras, es bastante fácil ayudarlos a atravesar estos difíciles períodos de
ansiedad.
,Se dan situaciones en las cualeS una interrupci6n muy repentina
de la terapia puede sobrevenir en el momento crítiCo del Cambio. Es
el caso en que el cónyuge que se resiste con sus exigencias de cohe-
sión es lo bastante fuerte para dominar las fuerzas positivas del otro.
A lo largo de mi experiencia clínica he tenido que ocuparme de veín-
ticínco familias en laS que el marido, con tendencia a la cohesión,
cuando llegó el momento crucial de la terapia; partió de improviso
para trasladarse a otra ciudad y hasta Cruzó el océano por razones de
trabajo, poniendo fín así al proceso terapéutico. Lo norínal es que
una terapia termíne cuando ambos cónyuges han alcanzado un buen
nivel de diferenciación de su sí-mismo con respecto al del otro ycon
respecto al de lasrespectlvas familias de origen, cuando han adquiri-
do un' c'onociniiento suficiente de los sistemas familiares para que
ambos, altemativamente, estén 'en condiciones de afrontar las crisis
y, por último, cúando están bastante motivados para seguir trabajan-
do en el futuro hacia una mayor diferenciación."
Terapia familiar múltiple
La teoría y la técnica de la terapia familiar múltiple se ha desarro-
llado en detalledurárite aproximadamente dos años antes de ser apli-
cada en la práctica como herramienta experimental' de' ínvestigación
clínica.' Las tentativas en este sentido fueron motivadas por dos
PRINCIPIOS y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLE 151
hechos fundamentales. ElInétodode psicoterapia familiar que acaba-
~
mos de describir se aplicó con ,éxito en la práctica privada y también ,
I
en diferentes programas de enseñanza y supervisión. Los resultados I
clínicos fueron óptimos con una amplia variedad, de familias; en
algunos casos participaron ambos cónyuges en las sesiones; en
otros" en, muchos de ellos, sólo intervíno uno de los, cónyuges y en
otros, participó en la terapia un solo miembro del sistema familiar. ,
, ' En,todos estos ,casos, la psicoterapia familiar estaba dando
buenos resultados, pero ,en ,e1.curso del tratamiento, de sesión en
sesión, advertí que estaba enseñando a todas las f~ilias los mism~s
principios. Comencé a reflexionar en cuanto al tiempo que, habna :I
ahorrado y los beneficios que habría obtenido ,si hubiese transmitido
este material, más en detalle, a muchas familias simultáneamente. Yo
me encontraba en la posición favorable de ,conocer las, ,singulares I'!
experiencias que cada familia vivía cuando tr~bajaba en .la .diferencia: ,¡ ' 1:1
,ción del sí-mismo, pero luego tenía que trabajar para asnmlarla;; a,ml i II
¡ ¡
experiencia y para comunicar a los demás, su resultado. HabIa ~ue I! i
, ,','
estructurar el contexto terapéutico de tal manera que fuese ,pOSible 1
'
reunir a varias familias. Al mismo tiempo había,que evitaruna cohe-
sión social. y emocional entre los grupos y preservar el aisl~iento [1
emocional entre las familias, indispensable para poner de relieve los
matices de la interdependencia emocional Ydel proceso familiar entre li¡ ,
los cónyuges. Recordé la estructura que',en colabor~c~ón ,con .mi I i'
equipo habíamos concebidoj)ara las que vivían en serv.l~lOs hospIta- I
li
larios en 1958 y 1969. Utilizándola como estructura baslca, agregué
10sdetalIes necesarios para este nuevo trabajo clínico. ,'
'[
En los años siguientes intenté, pero sin ,éxito, iniciar estemétod.o " ,, ;
,
de terapia familiar múltiple. Decidí ,comenzar con tres o cuatro fam¡7 1
lias nuevas, todas con problemas de tipo ,neurótico, más o menos de
l' ¡
igual, intensidad. Me dirigí a una clínica para que me ayudasen a
encontrarlas, pero la mayor parte de las fanIilias",adecuadas" de este
tipo eran enviadas a psicoterapia individual y las que me remití~a
mí resultaron gravemente trastornadas, fragmentadas y poco motIva-
das para este tipo de trabajo. Traté de rescatar, de es.te grupo una
cantidad suficiente de fanIilias para iniciar mi práctica privada, pero
no había bastante homogeneidad, para que iniciaran juntas el trata-
miento. Al fin, en 1965, un asistente social comprendió lo, que, ~o
quería Muy pronto encontró tres, familias, .apt~ p.araunate~apIa
familiar, que coincidían ,perfectamente con nos cntenos. Entrev¡stéa
I !
, :
I
 PRINCIPIOS y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLE 153
152 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO

ble, porque el terapeuta debía efectuar un control, aunque fuese

las familias y todas se mostraron de acuerdo en participar. Se elabo-
breve, todas las semanas con cada familia. Durante la sesión, las
ró pues, con toda rapidez, un plan de investigación relativainente
familias lograban, m~terier centrada su atención, sin esfuerzos exce-
simple para la observación y grabación de las sesiones.
sivos,por un máximo de dos horas. Por lo tanto, cuatro familias
La terapia comenzó con las familias dispuestas en semicírculo
eran la cantidad óptima para este tipo de sesiones; la presencia de
frente al terapeuta y en presencia de algunos investigadores que asis-
cinco familias hubiera acelerado los tiempos de las sesiones en
tían en carácter de observadores, sentados detrás. Al principio, laS
perjuicio del resultado. '
normas operativas fueron más rígidas ~e lo que fuer~n post~rior­
En este proyecto de investigación obtuvimos dos resultados
mente. El interés se debía centrar en la rnterdependencla emOCIOnal
importantes que no habían sido previstos. (l) El grupo ampliado no
entre los cónyuges en cada familia, mientras que los otros partici~a­
permitía utilizar el tiempo en provecho de la enseñanza. El terapeuta
ban como observadores silenciosos. Se tomaron todas las precaucIO-
estaba más expuesto a ser triangulado en este contexto ampliado que
nes para asegurar el aislamiento emocional de cada familia con
en el tratamiento de una sola faD1ilia. (2) El progreso excepcional-
respecto a la otra, para impedir que se fun.diesen e~ una vas~ masa
mente rápido de estas faD1ilias fue un hecho inesperado. Este progre-
indiferenciada del yo, familiar, lo que hubiera podido complicar los
so excedió en un 50% al de otras familias con problemas clínicos
procesosintemos de cada familia. Las familias no se habían conoci-
similares. Cuando pedimos explicaciones sobre este hecho, obtuvi-
do antes del proyecto. Se informó a todas' cuál era el objeto y el
mos las mismas respuestas que por norma general dan las personas
procedimiento técnico de este estudio. Todos los miembros de las
que acaban de iniciar una terapia de grupo:· "Nos tranquiliza saber
familias estuvieron de acuerdo en evitar ponerse en contacto entre
que hay otros con el mismo tipo de problemas". Sin duda, es más
ellos fuera de las sesiones y se comprometieron, en caso de descu-
fácil percibir y comprender los problemas personales cuando se los
brir amigos en común, a no mencionar a las otras familias en el
observa en otros que cuando sólo se los conoce en relación con uno
círculo de sus relaciones. N o tenían, pues, vínculo alguno fuera de
mismo. Las familias aprenden unas de otras. Si una familia aprende
las sesiones, con excepción de los encuentros en la sala de esper~ o
a encontrar una solución a un problema dado, en una o dos semanas
en el ascensor, antes y después de cada sesión. Durante las entrevIs-
otros dos cónyuges tratarán de ¿ncontrar una versión de esa solución lil
tas, maridó y mujer uno junto al otro, algo alejados de la pareja que
adecuada a las exigencias de s,us sistemas familiares.
les seguía. ., I

Se programaron sesiones semanales con. ?na dur~lOn de u~a

Pasados alrededor de otilO meses desde el inicio de este proyec- I I
to, los rápidos progresos obtenidos en las sesiones de terapia fami- "
I
,
hora y media cada una y al final de cada seSlOn se dedicaba media ,
liar múltiple nos indujeron a constituir el primer grupo de familias ,

hora a hacer el balance de la investigación. En un principio había

múltiples de mi experiencia clínica. Luego se formó una cantidad
organizado las sesiones de modo muy elástico: la mayor parte del
mayor de grupos familiares, claramente limitada por las exigencias
tiempo se podía dedicara una única familia, mientras que a las otras
del horario. En la actualidad, mi actividad terapéutica está consagra"
se les dedicaba poco o nada hasta la semaná siguiente. Sin embargo,
da, en su mayor parte, a la aplicación de este método, al que también
muy pronto empecé a dividir el tiempo disponible en partes iguales
se dedican otros asistenteS que participaron en el proyecto de investi-
entre .las faD1ilias. Con demasiada frecuencia, una familia que callaba
gación. Este método de terapia faD1iliar múltiple, que comenzó como
tenía problemas muy urgentes, pero con muy poco ~e.mpo para
un proyecto piloto en el hospital de la Universidad de Georgetown,
discutirlos. No resultó positivo dejar a un lado a una faD1ilia, aunque
se aplica ahora ampliamente en toda la zona de Washington. .'
sólo fuese por una sesión. En efecto, en su sistema emocio~al. y en
Otro factor positivo que surgió de este proyecto de investigación
sus procesos de pensamientos podían acaecer hechos muy slgn!flca-
fue el desarrollo y la formulación detallada de un estudio sobre el
tivos sin que el tyrapeuta tuviese conocimiento de ellos. Al COffi1enzo
problema del cambio en psicoterapia. En la práctica profesional, el
proyectamos aumentar la cantidad de faD1ilias en tratamie~to, a~­
concepto, de cambio se· usa para indicar un estado genérico de
gando otras a las tres iniciales, pero este proyecto no resulto realiza-
154 ~ , '1 •
DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
bienestar o la desaparición de los síntomas manifestados. El equipo
empeñado en -este proyecto deiovestigación ha trabajado mucho para
definir el cambio de manera tal que resulte evaluable. y cuan~fi~able:
-Este estudio piloto ha tenido también repercusIOnes slgmficatl-
vás en la psicoterapia familiar. -Durante los dos prime~~s años de
iovestigación, se aceptaba unánimemente que-las fa!~l1has fuesen
entrevistadas para su terapia una vez por ~emana, Este srst~ma de las
reuniones semanales se afianzó en una decada y reemplazo el mode-
lo predomioante a. fioes de la década de 1950, que preveía dos o tres
entrevistaS por semana. Un año y medio después ·de ~aber comenza-
do este proyecto, empecé a seguir, valiéndome, d~1 vlde.o, a un grup.o
de terapiafamiliarmúltiple en otrae~cuela médIca ,Mis compromI-
sos no me' permitían más de una sesIón cada cuatro semanas. Pero
todavía existían muchas reservas en cuanto al hecho de celebrar las
sesiones de terapia fantiliar múltiple una solav~zpor.me~., Una de
las mujeres 'que fonuaba parte de este grupo de mvesugaclOn y que
había sido iotemada en varias ocasiones fue la que observó, en un
estado de ansiedad: "¡Con entrevistas tan distanciadas entre sí, tengo
tiempo, en el iotervalo, deenti'ar y salir delhospital¡'~Pese a este
episodio; los notables éxitos obtenidos con este grupo, me ll~varon
a preferir la modalidad de reuniones me?~uales p~a todo tipo de
psicoterapia. fanriliar. En' realidad, las· :~Ias' entrevIstadas un~ vez
por mes habían-obtenido.resultados -similares y a menudo mejores
que los alcanzados COn familias de otros grupos que se reunían una
vez por semana; - . . . - .. .. . _..
·SobreJa base:de las ideas e iodicaciones dadas por lasfanrilias y
los observadores, es posible explicar los considerables progr~~os
obtenidos 'en las sesiones mensuales por el hecho de que las fantillas
son más responsables, menos dependientes del terapeut!! y por t~to
más obligadas a iovestigár por sí mismas. los .recursos necesarros
para!a solución de sus problemas. Todo es~o se correspo~de perf~c­
tamente con mi convicción de que las fanrilias,para cambIar, reqwe-
ren un -tiempo detenlÜnado que la frecuencia de' laS entrevistas. no
puede reducir. (El-concepto de cambio, tal como aquí se emplea,
indica el modo' de pensar de los asistentes de este Centro y no se
refiere, pues, al cambio· en sus manifest~ciones superficiales). ~a
experiencia positiva que tuve con el tratanuento mensu:u de las fanu-
lias me ha ioducidoa limitar la frecuenciadelas entrevIStas a una;yez
cada dos semanas tanto para las terapias con fanrilias múltiples como
PRINCIPIOS Y TECNICAS DE TERAPIA FAMILIAR MULTIPLE
155
con familias iodividuales. Así pues, una cantidad cada vez mayor de
familias son entrevistadas una vez por mes y, simultáneamente, esta-
mos experimentando con otro grupo una modalidad de tratamiento
que prevé una reunión cada tres meses.
A partir de esta experiencia, puedo contestar a la difícil pregunta
que muy a menudo se me fonuula: "¿Cuánto dura una terapia fami-
liar?", haciendo notar que algunas familias, debido a la iotensidad y
rigidez de sus modelos de vida y a su ioicial nivel de diferenciación
del sí-mismo, nunca estarán en condiciones de cambiar de modo
significativo. Casi todos los asistentes de higiene mental que han
participado en la investigación han' opuesto una resisténcia tan
profunda a abordar y a conocer a las personas de la familia extensa
que han sido necesarios muchos esfuerzos de su parte para poder
trabajar en este sentido. Esta resistencia se manifiesta también.cuan-
do se está trabajando en la adquisición de datos yen el conocimiento
de los parientes más lejanos, y constituye un obstáculo para eUogro
de resultados satisfactorios. Esta resistencia emocional es muy fuerte
en· algunas personas y actúa de modo tal que dificulta todo contacto
significativo con el_pasado. Existen pruebas iodirectas de que las
personas que. tienen más éxito en la diferenciación del sí-mismo
durante la.psicoterapia fantiliarposeen algunas caracteríSticas simila-
res aJas de quienes obtienen buenos result!\dosen laiovestigación y
en el conocimiento de sus fam.i1ias extensas. Este ejemplo puede dar
una idea de las fuerzas que penuiten.a las personas sacar ventaja de
la psicoterapia familiar y de las fuerzas que dificultan el logro de
cambios significativos. La duración media de las terapias con fami-
lias· motivadas para seguir el tratamiento hasta que obtengao un
cambio significativo se extiende a cuatro años, con sesiones una o 1
1
I
dos veces por mes. 11
Para concluir, cabe señalar que es -iooportuno dar el nombre de !
"psicoterapia" al método clínico aquí desCrito. Quisiera elimioar el I
concepto de "psicoterapia", pero no existe nioguna otra palabra, I
adecuada y satisfactoria,-. capaz de sustituirlo. A medida -que nos
iotemamos en la óptica sistémica, se hace cada vez 'más evidente,
debido -a la impropiedad dellengnaje. tradicional; la necesidad de
encontrar nuevos términos para describir lo que estamos haciendo.

LA REACCION DE LA FAMILIA
FRENTE A LA MUERTE*
El pensar en la muerte y la preocupación por vivir escapando de
la muerte es el tema que ocupa preferentemente la mente del hombre.
El hombre es un animal dotado de instintos· y tiene esa misma
conciencia instintiva de la muerte, propia de las formas inferiores de
vida,. sigue el mismo esquema previsible de vida, instintivo en todas
las cosas, vivientes: nace, crece, llega a la madurez, se reproduce,
luego pierde su fuerza vital y muere. Es, además, un animal pensan-
te, dotado de un cerebro que lo hace capaz de razonar, reflexionar y
pensar de manera abstracta: gracias a su intelecto ha elaborado teo-
rías filosóficas y creencias en cuanto al significado de la vida y de la
muerte, que tienden a negar su lugar en el esquema prefijado por la
naturaleá. Cada individuo debe definir su propio espacio en este
esquema total y aceptar el hecho de que, después de su muerte, será
reemplazado por las generaciones futuras. Su dificultad para encon-
trar su propio modelo de vida se complica más por el hecho de que
su vida está Últimamente ligada a la de aquellos que viven junto a él,
Este trabajo trata de la muerte como elemento vital en la gran familia
en la que el hombre vive. . a una apertura más sana. Pero, tratándose de seres humanos, la reac-
No es fácil describir al.hombre como integrante del juego de
relaciones que lo rodea. En otros escritos he expuesto mi concepción
del ser humano como individuo y, al mismo tiempo, como parte de
esa amalgama emocional y social en la que vive. Según mi teoría,
gran parte de la conducta relacional del hombre se gnía más por las
fuerzas automáticas del instinto y de la emoción que por el intelecto,
y gran parte de la actividad intelectiva está orientada a racionalizar y
• "Family Reaction to Death", en Family Therapy, comp. Philip
Guerin, Nueva York, Gardner Press, 1976.
LA REACCION DE LA FAMILIA FRENTE A LA MUERTE 157
a justificar el hecho de que la conducta se rige por el conjunto de 1,
sensaciones, instintos y emociones. La muerte es un hecho biológi-
i
co que pone fin a una vida, Ningún otro acontecimiento vital suscita
en el, individuo pensamientos tan impregnados de emotividad y, en
aquellos que viven junto a él, reacciones más puramente emociona-
les. He elegido el concepto de sistema relacional "cerrado" y "abier- ,
I
to" como la manera más eficaz de describir la muerte como un fenó- ,1
meno en el seno de la familia.
Se llama sistema relacional "abierto" aquel en el cual unindivi- "1'1' 1
'!I
duo es libre de comunicar una parte notable de pensamientos, senti- ,Ii!
, ,
mientos y' fantasías interiores' a otro, que, a su vez, puede respon- I
derle del mismo modo. En realidad,nadie tiene una relación :i
totalmente abierta con otro, pero si una persona puede tener una rela- ! I
i'
ción en la que es posible cierto grado de apertura se trata en tal caso
:1
de una condición sana, Una buena cantidad de niños la experimen-
tan; dentro de ciertos límites, con uno de los padres; La relación más
abierta que la mayoría de las personas 'adultas vive es el noviazgo.
Después del matrimonio, en la mutua dependencia emocional que
crea la convivencia, cada cónyuge se hace sensible a determinados
temas que pueden perturbar al otro, aprende instintivamente a evitar
estos temas y la relación se circunscribe en un sistema más "cerra-
do". El sistema de comunicación cerrado es un reflejo emocional
I
automático que protege al sí-mismo de la ansiedad de otra persona,
por más que mucha gente sostiene que evita los temas tabú para no
molestar al otro. Si la gente' actuara más por conocimiento intelectual
que por un reflejo autortlático y lograra un mayor control de su
propia reactividad frente a la ansiedad ajena, sena capaz de hablar
libremente de los temas tabú pese a la ansiedad, y la relación llegaría
tividademocional interviene de modo reflejo y cuando las personas
se dan cuenta del· problema puede ser ya· imposible para ambos
cónyuges modificar el proceso por sÍ' solos. Es entonces cuando un
terapeuta experto se puede introducir como tercero y emplear la tera-
pia familiar con el objeto de abrir una relación cerrada.
La muerte es elp'tincipal tema tabú. Muchas personas mueren
solas, prisioneras de sus propios pensamientos que no logran comu-
nicar a los demás. En estos casos se activan por lo menos dos proce-
sos: uno es el proceso intrapsíquico, que implica siempre cierta
negación de la muerte; el otro es el sistema relacional cerrado. La
 '5~ , DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
gente no puede comunicar sus pensamientos sin trastornar a la fami-
lia y ~ los ,demás. En tomo, de la persona afectada por un mal in,cura-
blegrran· al menos tres sistemas, cerrados. El primero actúa dentro
del paciente; es ¡¡n dato obtenido deJa experiencia que el enfermo en
fase, terminal tiene alpuna percepcióp de su mut)rte inminente y que
muchos, en su fuero mtemo, ,llegan a telJer una profunda conciencia
de este hecho que, sin embargo, na comulJicana nadie. Otro sistema
cerrado es la familia, que recibe las informaciones básicas del médi-
c?,a~ega noticias recogidas de otras fuentes y, por tanto aumenta,
dIstorsIOna y ,le, da a todo ello una nueva interpretación durante, las
conver~aciolJes;, ~ue se. sostienen en la ~asa; después, prepara el
co~umcado ,oflclal, cmdadosamente revlsadoy corregido para el
pacl~nte,. sO,bre la base de la, interpretación familiar, deJas noticias. y
modlficado con tal de evitarle una re,acción ansiosa; otras versiones
d~ este comunicado se susurran IJO lejos del ,paciente;, cuando se
p¡ensaque d¡¡erme, o que ,está incOtisciente: en los hechos, muy a
menudo, los enfermos están atentísimos a las frases dichas en voz
baja. El médico de cabecera y el.resto del personal sanitario tienen
otro sistema cerrado de comunicación, supuestamente basado en
datos médicos, de hecho influidopor.la reactividad. emocional ante la
fami.Ha y por las relaciones que se establecen entre, ese personal. Los
médlcos, tratan de dar a la familia noticias objetivas que se distorsio-
nan.a causa de su emotivid.<td persolJal y por el esfuerzo de subrayar
debldamente las "malas noticias" y las "buenas noticias" , Cuanto
~ás emotivo es el médico, lllástiende a usar una jerga que ¡os fami-
llares no comprenden" o sino, a ,simpHficar 4emasiado, en su
esfuerzo de hacerse comprender; c,uanto más, ansioso es, más habla
en, exceso y ~enos escucha, abreviando después con un ,mensaje
vago y retorcldo, y,con muy poca conciencia de que S¡¡S palabras
PUeden ser maljnterpretadas por la famili<t; cuanto más siente la
f~lia la ~siedad del médico, más insiste en obtenerdetallesespe-
CíflCOS que el no logra dar. Habitualmente, los médicos responden a
las p~eguntljS ~sp.ecíficas c.on excesivas generalizaciones que pierden
de vlsta e! obJetlvo deldlscurso. Después, el,médico se comunica
con el paclente en otro nivel; incluso, CUando ,Considera justo atenerse
al principio .de decirle al pacientelos :.'hechos", puede comunicarlos
conunaansledad tal qUe el,elJfermose vuelve más sensible almédi-
ca que al c0!1teJJido de lo q\le le está dicielJdo. Los problemas surgen
cuando el slstema cerrado de. la medicina tropieza con el amtigado
LA REACCION DE LA FAMILIA FRENTE A LA MUERTE '59 :ll
i
,
,.! ::1'
sistema cerrado entre el paciente y la familia, y la amenaza de la ;;, ':
¡. I
enfermedad mortal exaspera la ansiedad. i
Mi experiencia clínica en relación con la muerte se remonta aproe
ximadamente a 30 años atrás, a las discusiones detalladas con
respecto a la: muerte con pacientes que habían intentado el suicidio y
que se mostraban deseosos de hablarle a un oyente imparcial, que no
se propusiese corregir su modo de pensar.' Descubrí después que
todas las personas con enfermedades graves y hasta las que no están
enfermas se sienten agradecidas cuando se les brinda la oportunidad ,Ii
de hablar de la muerte. A lo largó de los años he tratado de afronta:r li
estas discusiones con enfermos graves, en mi trabajo, con amigos y 'I,'i I ,
conocidos y con los miembros de mis familias extensas. Nunca he
:11
encontrado a una persona gravemente enferma que no: se sintiese I
fortalecida con este tipo de conversación, contrariamente a la creen- 11',
cia de que en algunas situaciones el, yo es demasiado frágil. Lo he
hecho incluso con algunos pacientes en estado de coma. Es frecuen-
te que personas afectadas por una enfermedad terminal se dejen caer :, \
I
en coma; muchos logran salir de tal estado para comunicaciones
importantes; he visto a algunos permanecer despiertos el tiempo
suficiente para agradecer la ayuda recibida y recaer enseguida en el
sueño. Hasta mediados de la década de 1960 la mayoría de los médi-
cos eran contrarios a revelar a los pacientes la gravedad de su enfer-
medad; en los diez últimos año~ esta opinión ha cambiado; pero la
práctica clínica no ha cambiado en la misma proporción, y, en los
hechos, la escasa comunicación entre el médico y el paciente, entre
el médico y la familia y entre ¡a familia y el paciente no ha hecho
muchos progresos. El problema básico 'es einocional y un cambio de
las reglas no modifica antomátiCamente una reactividad emocional.
El médico puede creer qué há dado al paciente una mformación obje-
tiva, pero la emoción del momento, la rapidez y la vaguedad de la
comunicación y la situación emocional oel paciente hacen que el
enfermo "no escuche". El paciente y la familia pueden sostener que
han interactuado con claridad, sin' que ninguno haya "escuchado"
otra cosa que la emotividad. En mi experiencia de terapia familiar en
un centro médico estoy a menudo en contacto con d paciente- y con
la familia y, en menor medida, con los médicos. El sistema cerrado
entre el paciente y la familia es, en el mejor de los casos,' bastante
grande; creo que el mayor problema reside en la escaSa comunica-
ción entre el médico y la familia y entre el médico yel páciente. He i
¡:
"
"
11,
160 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
visto situaciones en las que los médicos creían comunicarse con
claridad, perp la familia recibía mal el mensaje o lo distorsionaba y
se convencía frenéticamente de que el tratamiento del médico había
sido equivocado. En realidad, en todos estos casos los procedimien-
tos' clínicos y quirúrgicos eran adecuados : la familia estaba reaccio-
nando a las palabras claras y concisas del médico, quien, por su
lado, estaba convencido de comunicarse de manera apropiada; fue
fácil, pues, interpretar simplemente las manifestaciones del médico y
desviar el pensamiento hacia una terapia inadecuada. Personalmente,
creo que la tendencia a revelar a los pacientes sus males incurables
es uno de los grandes. progresos de la medicina, puesto que los
sistemas cerrados no se convierten en, sistemas abiertos cuando el
cirujano, apresuradamente, dice unas. pocas palabras, cargadas de
tensión, sobre el caso. La experiencia enseña que médicos y ciruja-
nos deben preocuparse por aprender las nociones fundamentales
sobre la emotividad. del sistema cerrado en el triángulo médico-fami-
lia-paciente y si no tienen el tiempo necesario o no se sienten motiva,
dos para afrontar la situación por sí solos, se deben acercar a profe-
sionales expertos en terapia familiar. Comentaremos ahora un
ejemplo de emotividad en los sistemas cerrados.
El equilibrio emocional de la familia
y la onda de choque emocional
Nos ocuparemos aquí de un tipo de acontecimientos en .el seno
de la familia que no están relacionados directamente con la comuni-
cación .en los sistemas cerrados y abiertos. La muerte, o la amenaza
que representa la muerte, es sólo uno de los tantos acontecimientos
que pueden trastornar a una familia. Una unidad familiar se encuen-
tra en equilibrio funcional cuando atraviesa un período tranquilo en
el cllal cada uno de sus miembros funciona con un grado de eficacia
razonable. El equilibrio se perturba tanto por el nacimiento como por
la pérdida de alguno de sus miembros, y la intensidad de la reacción
emocional que de ahí resulta depende tanto de la importancia funcio-
nal del recién llegado como de la persona que desaparece. Por ejem-
plo, el nacimiento de una criatura puede perturbar el equilibrio
emocional hasta que los miembros de la familia se reestructuren en
torno al niño. Un abuelo que va de visita puede desplazar por breve
LA REACCION DE LA FAMILIA FRENTE A LA MUERTE 161
tiempo la relación de fuerzas, en tanto que un abuelo que va a vivir
en la misma casa cJlmbia durante un largo período el equilibrio
emocional de la familia:. Las pérdidas que pueden trastornar a la
familia son pérdidas físicas, como un hijo que va a estudiar a otra
ciudad o un hijo adulto que se casa y abandona el hogar. Hay pérdi-
das funcionales; por ejemplo cuando un miembro clave de la familia
queda inválido a raíz de una larga enfermedad o de un accidente que
le impide continuar la actividad laboral de laque la familia depende
económicamente. Hay pérdidas emocionales, corno la ausencia de
una persona capaz de alegrar el ambiente familiar: un grupo que
después de la partida de esta persona alegre y vivaz se vuelve 'serio,
pasa a ser un tipo diferente· de organismo. El tiempo que la farnilia
necesita ,para establecer un nuevo equilibrio emocional depende de
su integración emocional anterior y de la intensidad del trastorno.
Una familia bien integrada puede tener una reacción significativa en
el momento del cambio, pero adaptarse después con bástante rapi-
dez, Una familia menos integrada puede manifestar una reacción
menos evidente en el momento y responder más adelante con sÍ11to-
mas de enfermedad física o emocional, o con' conductas sociales
atípicas. Tratar de inducir a la familia a expresar sus sentimientos en
el momento del cambio no necesariamente aumenta el nivel de inte-
gración emocional.
•
La "onda de choque emocional" es una maraña espesa de
contragolpes subterráneos constituidos por hechos de vital grave-
dad que se pueden producir¡en cualquier 'paite del sistema familiar
extenso durante los meses o años que .siguen a un acontecimiento
de grave importancia emocional, en general, la muerte o la enfer-
medad que haya puesto en peligro la vida de algún miembro signi-
ficativo de la familia, pero también puede tratarse de una pérdida
de otro tipo. No está relacionada directamente con las reacciones
de dolor y duelo que las perSonas allegadas al mUerto tienen
normalmente. Actúa sobre la base de una red subterránea de reCÍ-
proca dependencia emocional entre los miembros de la familia. Esa
dependencia emocional es negada, los distintos hechos vitales y .
graves no parecen tener nexo alguno. entre sí, la farriilia':intenta .
camuflar toda vinculación entre' esos hechos y; si alguien';itatai de'
relacionarlos, provoca una intensa' reaCción" emocionl!1 óde:1neg'a'
cióm Esto ocurre muy a menudo en'familias·conun,considerablel
grado de "fusión" emocional negada, fámilias rque¡;hiut! sido'ntCiy,
162 DE LA FAMILIA AL INDIVIDua
hábiles para mantener un equilibrio asim ,."teo en el ámbito del
sistema.
La "onda de choque emocional" se descubre por primera vez en
una investigación sobre la familia, realizada por mí a fines de la
década de 1950. Fue comentada en trabajos y conferencias, pero no
se' la ha descrito adecuadamente en la literatura En el curso de una
investigación multigenetacional sobre la familia ,se advirtió que una
serie de acontecimi¡;ntosde vital importancia se manifestaban en
varios miembros alejados de la familia extensa, en el intervalo entre
la aparición de la enfermedad 'y la muerte de un miembro significati-
vo de la familia. A primera vista; se trataba de una coincidencia,
pero después se descubrió que el fenómeno se manifestaba en distin-
tas formas en un porcentaje bastante elevado de familias y hoy en día
es ya una: rutina verificar la ."onda de choque" en todas las historias
familiares. Los síntomas se pueden presentar en forma de cualquier
problema humano, incluyendo toda la gama de enfermedades físi-
cas, desde una, creciente incidencia de resfriados y afecciones respi-
ratorias hasta la primera aparición de condiciones crónicas, como la
diabetes y las alergias, o enfermedades agudas, clínicas o quirúrgi-
cas. Es como si la onda de choque constituyese el estímulo que acti-
va un proceso físico. Los, síntomas pueden incluir también toda la
serie de manifestaciones emocionales, desde la represión leve a las
fobias y' a los síntomas psicóticos. Las disfunciones sociales
comprenden el alcoholismo, los fracasos escolares o en' los, nego-
cios, abortos y nacimientos ilegítimos, el aumento de accidentes y
toda la gama de trastornos de la conducta. Saber en qué consiste una
onda de choque en marcha es de importancia vital para el tratamien-
to, tanto para el médico corno para el terapeuta; lo contrario sería
, limitarse a preocuparse por los hechos aislados sin ver el nexo que
los liga.
Ilustraremos el proceso con algún ejemplo de onda de choque.
En la mayor parte de los ,casos, eUenómeno se manifiesta después
de la muerte de un miembro significativo de la fantilia, pero puede
revestir casi' la misma gravedad después de una amenaza de muerte.
Una abuela que estaba a punto de cumplir los sesenta años fue
sometida a una mastectomía total a consecuencia de un cáncer; en los
dos años que siguieron hubo una cadena de reacciones graves entre
sus hijos y en sus familias. Un hijo comenzó a beber por primera
vez en su vida, la mujer de otro sufrió una depresión grave, el mari-
LA REACCION DE LA FAMILIA FRENTE A LA MUERTE 163
do de una hija se arruinó y, los hijos de otra hija tuvieron accidentes
automovilísticos y Jllanifestaron conductas delictivas. Cinco años
después, cuando se anunció que el cáncer estaba curado., algunos de
los síntomas no habían desaparecido aún. Un ejemplo más común
de onda de choque es el que sigue a la muerte de un abuelo impor-
tante, con manifestación de síntomas en hijos y nietos. A menudo
los síntomas aparecen en un nieto con poca ligazón afectiva con los
abuelos. Otro ejemplo podría ser la muerte de una abuela, cuya hija
sólo tuvo una reacción normal de dolor en el momento de, la muerte,
pefO'reaccionó en un nivel másptofundo y transmitió su trastorno al
hijo, quien nunca había tenido mucho cariño a la abuela, pero reac-
cionó frente a la' madre con una conducta delictiva. Es tanta la
tendencia de la familia a disimular la conexión entre estos hechos
que trata de ocultar la conexión, más aún,' si advierte que el terapeuta
está intentando descubrir algún punto de contacto. Las familias reac-
cionan inmediatamente ante cualquier tentativa de afrontar directa-
mente la negación. Un hijo de 35 años hizo un viaje en avión para ir
a ver a su madre, quien sufría una afasia a raíz de un ,ictus. Hasta
entonces su mujer y sus hijos llevaban una vida del todo normal y
sus negocios marchaban bien; El. esfuerzo por comunicarse con la
madre, que no podía hablar, fue una dura experiencia que le puso a
prueba. Durante,el viaje de regreso en avión, encontró a una mujer
joven con quien inició su pri¡rtera relación extraconyugal. Durante
los dos años siguientes, comenzó a vivir una doble vida, sus nego- l'
cios se vinieron abajo y a loS hijos les empezó a ir mal en la escuela.
L,
Comenzó, de forma muy 'prometedora, una terapia familiar que se ,1
prolongó por seis semanas, hasta que yo vinculé prematuramente el '1
;!:
ictus de su' madre con la relación extramatrimonial. Canceló la cita
siguiente y no volvió más. Asíestá hecha la naturaleza humana, para
reaccionar vivamente a toda alusión a la dependencia de una vida con
respecto a otra. Otras familias son menos reactivas y se pueden
mostrar más interesadas que perturbadas por este fenómeno, He
conocido a una sola familia que, antes de pedir la terapia, había
asociado automáticamente hechos similares. El padre fue quien dijo:
"Mi familia estaba tranquila y sana hasta que se casó mi hija. Desde
entonces tenemos una desgracia tras otra y las facturas del médico
han alcanzado cifras exorbitantes. A mi mujer la operaron de colecis-
litis. A raíz de la operación, en todas las casas en que hemos vivido
encontró algo que no le gustaba. Rescindimos tres contratos y nos
 164 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
mudamos cuatro veces. Después tuvo un problema en' la espalda y
se le manifestó una :fusión vertebral. Antes del matrimonio, de mi
hija, mi hijo era un buen estudiante. El año pasado su rendimiento
empeoró y este año ha abandoiladoel college. Entre tanto, yo sufrí
un ataque cardíaco". Yo diría que ésta es una familia con un equili-
brio emocional poco compensado, enJa que el funcionamiento de la
, madre dependía de su relación con ,la hija. La mayor parte de las
disfunciones que siguieron se manifestaron en la madre, pero el hijo
y el padre, a su vez, eran lo bastante dependientes de la madre para
desarrollar sus propios síntomas.L¡¡ iÍlcidencia de la onda de choque
emocional es tan alta que la Georgetown Family Section le dedica
una comprobación de rutina en toda historia familiar.
Es muy impprtante conocer la onda de choque emocional cuando
hay que tratar familias· con problemas vinculados a la muerte de uno
de sus miembros. No todas las muertes tienen la misma importancia
para la familia, pero hay algunas que muy probablemente dan origen
a la onda de choque. Otras muertes son más neutrales y por norma
general van seguidas de la acostumbrada reacción de dolor y duelo.
Hay otras, por fin, que son un alivio para la familia y a ellas les
sigue un período de mejor funcionamiento. Si el terapeuta puede
prever con la debida anticipación la onda de choque emocional,
puede tomar algunas medidas para prevenirla.. Entre las muertes que
provocan más fácilmente una onda de choque emocional grave y
prolongada, se incluyen las de ambos padres cuando la familia es
joven, que no sólo trastornan el equilibrio emocional, sino que
también ponen fin a la funcióri de sostén económico y a la función
materna en el momento en que ésta es más importante.' La muerte de
un hijo significativo puede sacudir por años a una familia. La muerte
del jefe de' familia es otro acontecimiento que puede ser seguido de
un trastorno duradero y soterrado: se puede tratar de un abuelo; que
aun estando parcialmente inválido, sigue ejerciendo cierto poder de
decisión en los asuntos familiares. En estas familias, las abuelas
viven, en general, a la sombra de sus maridos y su muerte es menos
importante. A la inversa, la reacción puede ser muy· intensa cuando
se trata de una abuela que ha sido una figura central para la vida
emocional y la estabilidad de la familia. También puede ser jefe de
familia el hermano más significativo de la generación actual. Hay
otro grupo de miembros de familia a cuya muerte le sigue simple-
mente el período normal de dolor y duelo. Son aquellos que aunque
LA REACCION DE LA FAMILIA. FRENTE A LA MUERTE 165
puedan haber sido amados, han ejercido roles periféricos en la
economía familiar:"son los. parientes neutrales, que "vivieron sin
pena ni gloria", cuya muerte, presumiblemente, no incidirá en el
funcionamiento futuro de la familia. Por último, hay miembros de la l'
r
familia cuya muerte es un alivio para los demás, cuyo funcionamien-
to nunca fue crucial para Jos otros y que pueden .haber sido una
I
;1
carga durante su última enfermedad: su muerte puede ser seguida de
un breve período de dolor y duelo, y luego por un mejor funciona-
miento familiar. Es muy raro que la onda de choque siga a la muerte
de un miembro disfuncional de la familia, a merlos que la disfunción
haya ejercido un rol crucial en el ,mantenimiento del' equilibrio
emocional de la familia. Por norma general, a los suicidios les
siguen prolongadas reacciones de duelo, pero la onda de choque es,
habitualmente, de poco alcance, salvo que el, suicidio signifique la
renuncia a un esencial papel funcional.
,
1,
La terapia en el momento de la muerte
Conocer la estructura global de la familia, la posición funcional
1:
que en ella ocupa la persona que se está muriendo y el nivel de adap- I
tación vital es muy importan~e para todo aquel que se proponga
ayudar a una familia antes, dotante y después de una muerte. Preten-
der tratar todas las muertes del mismo modo puede hacer errar el
objetivo. Familias que funcionan bien logran adaptarse a una muerte
inminente antes de que se produzca, y pensar que esas familias nece-
sitári ayuda puede ser inoportuno,' Médicos y hospitales han delega-
do muchos problemas relativos a la muerte en los ministros del,
culto, dando por descontado que estos últimos saben cómo condu-
cirse. Hay sacerdotes excepcionales· que, por intuición, saben qué
deben hacer, pero muchos de los más jóvenes tienden a tratar todas
las muertes de la misma manera. Actúan de acuerdo con su teología,
una teoría sobre la muerte que no va más allá de las nociones
corrientes de duelo, y tienden a orientar su ayuda a la expresión
abierta del dolor. PUeden prestar una ayuda superficial a muchas
personas, pero no tienen en cuenta los procesos más profundos. La
creencia popular de que el llanto es la expresión del dolor puede
reconfortar a muchos, pero a otros les complica la situación. Es
importante que el médico y el terapeuta conoZcan las· circunstancias y
166 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
mantengan un control razonable sobre su emotividad, sin hacer un
uso excesivo de la negación o de otros mecanismos extremos, respe-
tando la negación de la familia. En mi trabajo con las familias me
esfuerzo por utilizar términos directos como muerte, morir y ente-
rrar, y por evitar términos menos 'directos como difunto, fallecido o
expirado. El término directo le señala al otro que soy capaz de hablar
con naturalidad de este tema y ayuda también a los demás a sentirse
más cómodos, mientras que un término alusivo parece querer suavi-
zar la realidad de la muerte, pero induce a la familia a responder con
palabras de referencia, de modo tal que la· conversación llega a un
punto en el.que nos preguntamos si estamos hablando realmente de
la muerte., El uso de términos directos ayuda a abrir un sistema
emocional cerrado; en mi' opinión, crea una dimensión diferente,
porque ayuda a la familia a sentirse cómoda. .
A continuación citaré un ejemplo c1Ú1ico que ilustra una tentativa
de abrir la comunicación con una paciente afectada por un mal incu-
rable, con su familia y con el personal médico. Cuando estaba
dictando un curso en un centro médico, se había previsto en el
programa una entrevista demostrativa con los padres de una mucha-
cha emocionalmente trastornada. Mientras me trasladaba a la sala de
terapia, supe que la, madre. tenía un cáncer en fase terminal, que el
cirujano se lo había comunicado al padre y que éste se lo había
comentado al terapeuta de la familia, pero la madre no lo sabía. En
mi trabajo hubiera sido automático para mí discutir este problema
con la familia, pero en este caso, en que no habría entrevist!JS poste-
riores, vacilaba en hacerlo. Un nutrido grupo de terapeutas en prácti-,
cas seguía las alternativas de la entrevista. Opté por apartar el proble-
ma crítico. El inicio de la entrevista fue molesto, difícil y
desagradable. Decidí entonces que era necesario discutir el tema del
cáncer. Pasados diez minutos, le pregunté a la madre por qué, según
ella, el cirujano, los familiares y los demás le habían ocultado su
cáncer. Sin el menor titubeo, respondió que creía que tenían miedo
de decírselo. Dijo tiJ.uy serena: "Sé que tengo cáncer, lo sé desde
hace un tiempo. Primero tenía miedo, pero me dijeron que no era un
cáncer. Así lo creí por algún tiempo, pensando que se trataba de mi
imaginación. Ahora sé que se trata de un cáncer. Cuando les pregun-
to y ellos me contestan que 'no', ¿qué significa? O significa que son
unos mentirosos o que, yo estoy. loca, y yo. sé que, no estoy loca".
Habló entonces con todo lujo de detalles de sus sentimientos, lloró
LA REACCION DE LA FAMILIA FRENTE A LA MUERTE' 167
un poco, pero mantuvo plenamente su autocontrol. Dijo que perso-
nalmente no tenía miedo. a morir, pero que hubiese querido vivir lo,
suficiente como para ver a su hija llevar 'una vida propia y que le
dolía tener que dejarle la responsabilidad al padre. Habló con mucho
sentimiento, pero con pocas lágrimas. En aquella sala, ella y yo,
éramos las personas más tranquilas: su terapeuta se enjugaba las
lágrimas, el padre reaccionó mofándose de la fértil imaginación de
su mujer. Para evitar que esta reacción la obligase a callar, intérvine
brevemente diciéndole al marido que no interfiriese en las graves
reflexiones de su esposa. Ella pudo continuar: "Esta es la vida más
solitaria del mundo. Estoy aquí, sé que me aproximo a la muerte y'
no sé cuánto tiempo me queda. No tengo con quien hablar. Cuando
hablo con mi cirujano, me dice que no es cáncer, cuando intento
hablar con mimarido, se burla de mí. Yo estoy aquí para: hablar de
mi hija y no de mí. Estoy separada de todos. Cuando por la mañana
me levanto, me siento muy mal. Me miro los' ojos en el espejo para
ver si tengo ictericia y si el cáncer ha llegado al hígado. Trato de
parecer alegre hasta que mi marido se va al trabajo, porque no quiero
molestarlo, después me quedo sola todo el día' con mis pensamientos
y no hago más que llorar y pensar. Antes de que mi marido vuelva
del trabajo, trato de retirarme a mi dormitorio por amor a él. ¡Ojalá
pudiese morir pronto y no tenyr que fingir másl" Empezó luego a
hablar de sus sensaciones con (especto a la muerte. De niña se sentía
herida cuando la gente caminaba sobre las tumbas. Siempre había
deseado que la enterrasen, en un mausoleo,' para que la gente no
pisotease su tumba. f'Pero -agregó-- somos pobres, no me puedo,
permitir un mausoleo, y cuando muera seré ent,errada en una fosa
corno todos los demás'~ .. El problema técnicden esta entrevista era
permitir que la madre hablase, impedir que la ansiedad del padre la
obligase a guardar silencio y confiar en que su terapeuta siguiese la
misma línea de conducta. No es mucho lo que se puede hacer en una
única entrevista para abrir una relación emocional cerrada hasta tal,
extremo, aunque el.padre dijese que a partir de entonces trataría de
escuchar y comprender. La 'paciente se sintió aliviada de haber sali-
do, en parte,del sistema cerrado en el cual había vivido hasta enton-
ces. La terapeuta manifestó que estaba al tanto del cáncer, pero que
esperaba que fuese la madre quien tocase el tema: éste es un tema
muy común en qUienes se ocupan de la salud mental. La emotividad
de la terapeuta le había impedido ala mujer hablar. Al término de la
168 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
entrevista la madre dijo, sonriendo entre sollozos: "Hemos perdido
una hora paseando sobre mi tumba, lno es verdad?", y cuando me
despedí de ellos en el hall, agregó,: "Cuando vuelva a su casa esta
noche, déles las gracias de mi parte a quienes le enviaron aquí". El
padre, menos expansivo, se limitó a decir: "Ambos le estamos muy
agradecidos". Discutimos unos minutos contas personas que habían
seguido la entrevista. Hubo quienes se conmovieron hasta las lágri-
mas, la, mayor parte estabafl serios y guardaban silencio y' hubo
quienes formularon algunas críticas: estas últimas·:las hizo un joven
médico; quien. consideraba que la mujer había siqo herida y que se le
había' quitado toda esperanza. Personalmente, yo . estaba satisfecho
de haber tocado este punto en la entrevista demostrativa. Al volver a
casa, pensé en las diferentes reacciones de los observadores y en el.
problema de entrenar a los jóvenes terapeutas para que puedan'domi-
nar su emotividad lo· suficiente y puedan ser más objetivos frente'a la
muerte.Me convencÍ.de que era más fácil enseñara los que habían
llorado que a los 'que habían intelectualizado sus sentimientos. Este
es un ejemplo del buen 'resultado obtenido con una única entrevista e.
ilustrativo en. cuanto· a la intensidad de un sistema relacional cerrado
entre el paciente, la familia y el personal médico.:
La función de los funerales.'
Hace alrededor de 25 años tuve una experiencia clínica que ilustra
perfectamente este tema. Una mujer joven comenzó un psicoanálisis
conmigo con estas palabras: "Déjeme enterrar a /ni madre antes de
pasar a otros temas". Su madre había muerto seis años antes y ella
había llorádo durante varias semanas. En aquella época yo practicaba
la terapia en el ámbito de las dinámicas transferenciales e intrapsíqui-
cas.· Más adelante, la frase de mi paciente fue utilizada para describir,
en el campó de la teoría de los sistemas, esas ligazones emocionales
no resueltas entre las personas, que permanecen activas durante toda
la vida, influyen en las futuras relaciones' sigoifiéativas y siguen diri-
giendo el curso de una existencia. Existe un modo de utilizar los
funerales·para "enterrar definitivamente al muerto en el momento de '
su muerte". Pocos acontecimientos humanos causan un impacto
emt>cionaléomo el que producen las enfermedades graves y la muer-
te para disolverlos vínculos afectivos'no resueltos;' ,
I
. I
.i,1
"
jJ.
LA REACCION DE LA FAMILIA. FRENTE A LA MUERTE 169
Desde que existe una cultura humana ha existido, el rito fúnebre
en alguna de sus formas. Considero que este rito asume la función
común de poner a los sobrevivientes en contacto íntimo con el muer-
to .y con los amigos importantes, y de ayudar a éstos y aquéllos a
cerrar su relación con el fallecido y a seguir adelante en la vida. Creo
que la función principal del funeral se cumple cuando lleva a parien-
tes y amigos al contacto funcional más íntimo posible, tanto entre
ellos como frente a la cruda realidad de la muerte, en ese mOmento
tan cargado de emotividad. y, creo también 'que los funerales eran
más eficaces cuando la gente moría en su, casa, en el seno de su
familia, y cuando los parientes y amigos construían el ataúd y ellos
mismos lo sepultaban. Hoy en día la sociedad ya no lo permite, pero
hay modos de crear un buen nivel de contacto personal con el falleci-
do y quienes le sobrev~ven.
, En la actualidad, muchas costumbres fúnebres cumplen la
función de negar la muerte y perpetuar las ligazones emocionales no
resueltas entre el, muerto y los vivos. Esto. resulta más evidente en
las personas cuya ansiedad con respecto a la muerte es muy intensa
y que se sirven de la forma y el contenido del funeral de nuestros
días para escapar a esta ansiedad. Hay quienes se rehúsan a ver el
cuerpo "porque quieren recordarlo tal como lo .han conocido". Está
también ese segmento ansioso/de la sociedad que ve el funer~ como
un rito pagano. Las costumbres funerarias permiten que el cuerpo
sea retirado del hospital sirl que la familia tenga un contacto personal
con él. Es corriente no llevar a los niños a los funerales para no
perturbarlos. De ahí una·serie de eternas faJ;ltasías e imágenes distor-
sionadas y poco realistas que ya no pueden ser corregidas. El fune-
ral privado es otra costumbre que protege de la emotividad de la
muerte; lo motiva el afán de la familia por evitar un contacto con la
emotividad de otras personas. Esta práctica impide que el sistema de
los amigos tenga la posibilidad de concluir su relación con el muerto
y priva a la familia del consuelo de los amigos.
En mi opinión, con el fin de que. el funeral sea más útil para la
familia, es· de mayor ayuda la asistencia profesional en el momento
de la muerte que los consejos de parientes y amigos cargados de
ansiedad. En 20 años de experiencia en terapia familiar, me he pues c
to en contacto con vllrios miles de familias y en cientos .de casos he,
tenido que guiar a la familia "desqe afuera" para afrontar la muerte y
los funerales. Exhorto a los miembros de la familia a visitar a los
170 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
que están a punto de morir y, si es posible, a llevar consigo a los
niños. Nunca he visto aun niño perder la calma frente a la muerte.
Lo único que lo perturba es el contacto con la ansiedad de los que
sobreviven. Aliento la participación de la mayor cantidad posible de
miembros de la familia extensa, un "ataúd abierto", y el mayor
contacto posible entre el muerto y los vivos, con anuncios y partici-
paciones fúnebres a parientes y amigos, un funeral público de cuer-
po presente y el servicio fúnebre tan personalizado como sea posi-
ble. Algnnos ritos fúnebres se han hecho comunes, pero siempre es
posible hacerlos más personales. El objetivo consiste en poner a
todo el sistema familiar en el contacto más ÍIltimo posible con la
muerte, en presencia de todo el sistema de amigos y echar una mano
alos,más ansiosos quepreferirían'hilir antes que afrontar un funeral.
El ejemplo que signe es un caso en el que "desde afuera" he
gniado a amigos en semejantes circunstancias. Se trataba de vecinos
de mi casa y no de personas' a quienes examinaba como profesional.'
Dos jóvenes padres, de unos treinta años, y sus hijos de diez, ocho
y cinco años se mudaron cerca de la madre de ella, viuda, debido a
un largo viaje del marido al exterior. Un domingo, un mes antes de
la partida, la joven madre murió repentinamente a consecuencia de
un ataque al corazón. Esta muerte sacudió a toda la comunidad. Esa
noche pasé caSi tres horas con el joven padre, que había estado muy
unido a su mujer. Tenía una cantidad de problemas en cuanto al
modo de afrontar ese momento, el funeral, el futuro de los chicos y
su propia vida. Se pregnntaba si debía mandar a los chicos a la
escuela al día signiente, qué debía decirles a los maestros y si debía
renunciar a su viaje al exterior. Por la tarde había tratado de decirles
a loS híjos que la madre había muerto, pero se había puesto a llorar y
los chícos le habían pedido: "Pór favor, papá, no llores". Dijo 'que
debería encontrar una madre para los chicos, pero que se sentía
culpable de decirlo a sólo ocho horas de la muerte de su mujer.
Durante la entrevista, tracé lo que a mí me parecía el mejor plan de
acción para él; le sugerí que híciera suyas las ideas que le parecieran
coincidir con su modo de ser y que si creía que tenían algún sentido
para él, las utilizara mientras pudiera. Le expliqué que la capacidad
de los niños para afrontar la muerte depende de los adultos y que,
pensando én el futuro, lo más sabio era anunciarles la muerte en
términos comprensibles y dejarlos participar realmente en el funeral.
Lo puse en gnardia contra las reaccio,nes emocionales de desaproba-
LA REACCION DE LA FAMILIA FRENTE A LA MUERTE 171
ción de los amigos encaso de que decidiese' compartir todo con los
hijos. Durante las primer!!S horas que signieron a la muerte, los hijos
habían reaccionado frente a su emotividad más que ante la realidad
de la muerte de su madre. En una situación semejante es fácil que los
niños niegnen la muerte, no hablando más del tema. Le sugerí que
hiciera frente a ese bloqueo hablando a menudo de la muerte durante
los días signientes y que en caso de que se pusiese a llorar, tranquili~
zara a los,chicos, diciéridoles que todo andaba bien y que no tenían
que preocuparse por él. Quería dejar una puerta abierta para todas las
pregnntas que le .pudiesen hacer. Le insinué que dejara decidir a los
chícos si querían o no ir a la escuela al día signiente.Para favorecer
el contacto real de los chícos con la madre muerta, le propuse buscar
un momento antes del funeral para llevar a los niños a la capilla
ardiente, hacer salir a los demás y pasar algún tiempo con ellos en
presencia de la madre muerta; esto ayudaría a los híjos a adaptarse a
la realidad de la muerte, pero era indispensable alejar a los miembros
de la familia extensa, más cargados de ansiedad. El martes poda
noche pasé una hora en el dormitorio, con el padre sentado en una
silla y los chicos en sus rodillas. Todos pudieron llorar y los chicos
eran libres de hacer cualquier pregnnta; Les dijo que al día signiente
podrían ir todos juntos a la capilla ardiente. El hijo' de cinco años
preguÍltó si podría besara la nramá.El padre me miró, esperando
una respuesta; Le dije que eso era algo entre el híjo y la madre. Más
tarde, en la sala, advertí a Ilarientes y amigos que al día signiente el
padre llevaría a los chicos alá capilla ardiente, que 'tenía que ser algo
privado y que nadie más debía estar presente. En mi fuero interno no
me parecía prudente exponer a los niños a la emotividad de aquella
familia La abuela patema dijo: "Hijo mío, será muy duro para ti" y
él le replicó: \'Cállate mainá;me siento capaz de hacerlo", El miérco-
¡:
les por la tarde fui a la capilla ardiente. Estaba todo el sistema de la
farnilia y de los amigos. La abuela matema,que se había mantenido
serena esos días dijo: "Muchas gracias por su ayuda". El padre me
hízo un informe detallado de la visita de los chícos por la tarde. Se
habían, acercado al· féretro y habían tocado a la madre. El pequeño de
cinco años, había dicho: "Si le doy un beso, ella no me lo podrá
devolver". Los tres habían pasado un rato inspeccionándolo todo!
incluso debajo del ataúd. El chico de ocho años se había acurrucado
debajo del féretro y había rezado para que la madre, en el cielo, 10
pudiese tener de nuevo en sus brazos. En un momento dado, habían
172 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
llegado amigos, de la familia y mientras visitaban la capilla ardiente
~adre e,hijos se habían retirado a la antesala. Aquí el hijo más peque:
no. habla encontrado, en la maceta de una planta, unas piedrecitas
bnllantes y cuando, pudieron volver junto a la madre; se las había
puesto en la mano. Había sido el único que había encontrado objetos
para ofrecer a la madre como obsequio; también los otros chicos
quisieron ir a buscar piedrecitas y colocarlas entre las manos de la
madre. D~S~?és hab~~ dicho: "Ahora podemos irnos, papá". El
padre se .s~tIO muy aliViadO por el resultado dela visita y dijo: "Hoy
es~a fanulia ha soport~do un peso de mil toneladas". Al día siguiente
f~~ al funeral. Los chiCOS se portaron bien. La hija de diez años yel
hiJO de ocho estaban tranquilos.' Durante la ceremonia, el chico
mayor susurró al padre: "Papá, seguro que perderé a mamá'~. El más
pequeño se agarró del padre y.1l9ró un poco;
Hubo críticas porque el padre hacía participar a los chicos en el
funeral, pero él supo soportarlas y esas críticas se transformaron en
admiración después de la visita a la capilla ardiente. Durante el año
que siguió me mantuve en contacto estrecho con la familia. El padre
nunca evitó hablar de la muerte de la madre. Una semana después de
la muerte, los, niños hablaban de la madre en pasado. Los hijos se
quedaron con la abuela y no sobrevino ninguna de las complicacio-
nes quede coStumbre surgen frente a una pérdida como ésa; el padre
encontró un trabajo más cerca de su casa para poder regresar fácil-
mente ~n caso de. ~ecesidad. El año siguiente se volvió a casar y se
traslad~ con los hiJOS .Y. su nueva mujer a otra ciudad. Han pasado ya
doce anos y la famlha se ha adaptado perfectamente. Todavía
mantengo un contacto periódico con la familia, que ha aumentado
con hijos más pequeños, nacidos del ,nuevo matrimonio. Pasados
~~os año.s, desde 'el episodio que acabo de relatar, el padre escri-
blO su verSlOn de la experiencia, bajo este título: "Dios mío, mi
mujer ha muerto", describiendo su shock inicial, sus esfuerzos por
superar la autocompasión, su resolución para tomar decisiones cuan-
do era presa de la ansiedad y el coraje emocional que adquirió en
~uellos d~as ,críticos; antes del ~neral y del e.ntierro. Este ejemplo
Ilus~rael o~tImo resultado nacido de una muerte traumática que
hU~lera podido te?er consecue~cias inextinguibles, pero este padre
tema una fuerza' mtema, supenor a la que he podido, observar' en
otras personas sometidas a una prueba similar.
UNA ENTREVISTA CON MURRAy BOWEN*
. . '
Berenson: La primera vez que escuché a Murray Bówen no me
daba demasiada cuenta del tema de su discurso. Comprendí que de
algún modo estaba ligado al hecho de no responsabilizar a nuestra
familia por habemos hecho llegar a ser lo que. somos, aceptando
nuestra propia, responsabilidad. Me sentí bastante'í1terrorizado y
necesitéc~¡,dos años antes de sentirme capaz de observar el tema
más de cerca. Lo volví a escuchar y a!Iora me encuentro en la ¡rl'OItu"
nada o (jesafortunada posición de entender que todas esas ideas
confusas que el doctor Bowen había ido exponiendo son absoluta"
mente evidentes. y cIaras.
Al parecer, otros han tenido. una experiencia similar. Dr.
B0'Nen, la gente ya no se desc~ncierta por lo que usted dice, usted
.se está convirtiendo en un autllr respetable. ¿Hay algún inconvenien-
te en el hecho de seraceptad9? . .
Bowen: No para .mí personalmente. Me alegra pensar que las
personas, empiezan a conocer realmente mi teoría y que la aceptan
por su precisión y no como algo en lo que hay que creer ciegamente.
Berenson:, ¿Y qué opin!! del hecho de que no sólo estáoempezando
a aceptarla, sino también a considerarla como una suerte de dogma?
Bl)wen: Hace, veinte años que trato de construir una teoría .que
sea U1)a representación objetiva del fenómeno. humano, .que pueda
permanecer abierta a nuevos conocimientos derivados de las ciencias
aceptadas y que esté por encima de cualquier dogma. ~o. me gusta i .
que la gente la vea como un dogma, pero es inevitable que algunos
sigan haciéndolo. .
* "Una entrevista cori Murray Bowen", en The Family, 3, 1976, pág.
50-62. . . '. ,'," ",'o',
174 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
Berenson: En nuestros días, ¿existe algún peligro de que la
gente acepte,una colección de conocimientos de manera acrítica? ¿Se
ha encontrado alguna vez en la situación de que la gente crea en todo
lo que usted dice sin comprenderlo?
Bowen: Sin duda. Desde un principio me he preocupado por
aquellos que se convierten en "discípulos" y aceptan la teoría sin
pensar con la cabeza. Al correr de los años, he intentado sin descan-
so, y con cierto éxito, trabajar contra este peligro. Una variable que
cuenta es en qué medida mi teoría, o cualquier otra teoría, es un
sistema cerrado de creencias. Por ejemplo, opino que el psicoanáli-
sis es un sistema cerrado de creencias, al igual que la filosofía o la
religión o el dogma: Existe un serio peligro de que también mi teoría
llegue a ser un sistema cerrado de creencias. Creo que tengo la
fomia de evitarlo, si funciona como yo espero. ' demás; la segunda fue el.descubrimiento y la conceptualización de la
Permítame retroceder un poco pata explicar'lo que quiero decir.
Al comiénzo de mi carrera de psiquiatra comencé a planteamie inte-
rrogantes con respecto a algunas incoherencias de la teoría psicoana-
lítica y a dudar de que existiesen explicaciones convencionales de las
motivaciones y las Conductas humanas. El tipo fundamental de las
incoherencias que encontraba me sugirió que el problema podía resi-
dir en las afirmaciones básicas, más que en una carencia en la defini-
ción de'los detalles. Esto me indujo a leermuchísimo en elcampo de
las ciendlts sociales y también en el de la evolución, la biología y las
ciencias naturales. Me parecía que la enfermedad emocional era un
fenómeno tan complejo que no se podía explicar simplemente por
trastornos relacionales en una única generación. Tuve la sospecha de
que la enfermedad emocional era algo que Se relacionaba con esa
parte que el hombre tiené en común con las otraS formas dé vida,
más que un fenómeno pecUliar del hombre en sÍ. FMtaban indicios
sólidos que apoyaran esta idea que, por tanto, permaneció en él tras-
fondo durante casi una década. En el mismo período estaba tratando
de comprender por qué la psiquiatría no había logrado convertirse en
una ciencia y' qué se podía hacer para que llegara a serlo.
PasemoS ahora a algunas ideas sobre el psicoanálisis que influ-
yeron en mis decisiones futuras. Yo creo que eldescubrirniento de
Freud del psicoanálisis ha sido uno de los descubrimientos más
importantes del siglo pasado. Freud desarrolló una teoría completa-
mente nueva sobre la naturaleza y el origen de la enfermedad
emocional. Su concepto esencial es que la patología es el resultado
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 175
de una perturbación en las relaciones al iniciarse la vida. Su teoría se
basó en el hecho de/que los pacientes recordaban sus experiencias
infantiles y comunicabari este material l en el contexto de una intensa
relación emocional con el analista. En el curso del análisis se descu-
brió que los pacientes mejoraban y que la relación atravesaba esta-
dios definidos y pronosticables hasta lograr una mejor adaptación a
la vida. Por más que en siglos pasados haya existido una tendencia a
"hablar de los problemas", Freud fue quien .dio una estructura
conceptual a la relación terapéutica, cosa que creo fue el comienzo de
la profesión de psicoterapeuta.Considero que Freud y los primeros
analistas han hecho dos aportaciones de importancia histórica: la
primera fue la teoría que definía la enfermedad emocional como el
resultado de un trastorno' en las relaciones distorsionadas con los
relación terapéutica que desde entonces ha. sido aceptada como un
tratamiento casi. universal de la enfermedad emocional.
Estoy convencido' de que el defecto principal de Freud,si se
puede considerar un defecto, teniendo en cuenta la época en que
vivió, fue el modo en que conceptualizó sus descubrimientos. Trató :i
la enfermedadjimcional mucho tiempo antes de que se hubiese crea-
do el concepto de una enfermedad carente de etiología estructural.
Por proceder del estudio de la neurología; utilizó para describir sus
descubrimientos, hasta donde lé fue posible, un modelo de enferme-
dad tomado de la medicina. Su conCepción- de la psicopatologfa es
un ejemplo. Para describir; otras observac.iones, se sirvió de una
mezcla demodelos¡ incluyéndo,modelos derivados del arte y la lite-
ratura Ejemplo de ello es el conflicto edípico, tomado de la literatu-
ra Descubrió una nueva y siguificativa colección de hechos sobre el
funcionamiento humano; Sus descubrimientos fueron lo bastante
sólidos para poder ser incorporados, al fin, a los fundamentos teóri-
cos de la psiquiatría y de las ciencias social~s que se ocupan de las
motivaciones y la conducta humanas. El pensamiento psicoanalítico
tuvo también gran influencia en las artes, lo que se tradujo en la
pronta aparición de temas psicoanalíticos en la literatura y en las
producciones artísticas.· Para resumir este punto, el psicoanálisis
nació como una importante y nueva colección de hechos sobre el
funcionamiento humano, que fue encuadrado en un dilema concep'
tual. Fue un conjunto aislado de conocimientos que quedó fuera de
todo contacto conceptual con la mediciha o con las ciencias reconoci-
, .
176 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO '
das. Los sucesores de Freud aceptaron sus concepciones como una
"verdad fundamental", lo que impidió luego el acercamiento a las
ciencias y la utili'zación de los nuevos 'descubrimientos científicos
que podían modificar y ampliar la teoría. Funcionalmente, fue un
sistema cerrado de creencias similares a las religiones, las filosofías
y los dogmas, que se aplican como verdades, pero no puedengene-
rar nuevos conocimientos en su interior ni permitir nuevasadquisi-
ciones desde afuera,
A mi criterio,' uno de los mayores problemas fue el uso que hizo
Freud de modelos teóricos diferentes, dificultando a sus sucesores
un modo de pensar abierto a la medicina o a otras ciencias reconoci-
das. En este siglo se ha discutido ampliamente si el psicoanálisis es,
.0 no, una ciencia. Es una ciencia 'en el sentido de 'que define un
conjunto de hechos acerca del funcionamiento humano, que nunCa
antes se habían determinado, pero no es una ciencia en el sentido de
que jamás ha estado en condiciones de entrar en contacto con las
ciencias conocid¡¡s nide ser aceptado por ellas; El uso del método
científico ha hecho pensar que en un momento dado el psicoanálisis
yla psiquiatría habrán de convertirse en ciencias. El método científi-
co es mi modo de ordenar, de manera científica, datos casuales y
discrepantes, eh busca 'de comunes denominadores y de hechos
científicos; Los investigadores se han dedicado desde hace años a
estudiar una y otra vez los hechos a través del psicoanálisis y han
descubierto fragmentos de informaciones, pero nunca lograron
ponerse en contacto con las ciencias reconocidas. El uso del método
científico no, basta para transformar un conjunto de conocimientos en
una ciencia.
Los conocimientos recientes, basados en la teoría de los siste-
mas, confirman la convicción de que el psicoanálisis es un sistema
cerrado ,de creencias. A medida que pasa el tiempo y aumenta la
tensión dentro de un sistema cerrado, las personas que forman parte
de ese sistema comienzan a estar en desacuerdos entre sí, a dividir-
se, a separarse y formar distintas sectas, corrientes y escuelas de
pensamiento. Es tanto el compromiso emocional en sus diferencias
que ya no se dan cuenta de que proceden de las mismas raíces .. No
es necesario volver a enumerar las diversas escuelas de pensanuen-
to que se han ido formando en psicoanálisis y en psiquiatría durante
lbs últimos cincuenta años. Es un excelente ejemplo la disputll' en
cu~to a las diferencias entre la transferencia y las otras formas de
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 177
relación terapéutica. Un psicoanalista puede debatir ampliamente
acerca de las diferenéias más sutiles. N o cabe duda de que hay dife-
rencias muy justificables, pero en la discusión ambas partes pierden
de vista el hecho de que ambas vienen de las mismas raíces. Son
muchas las diferencias que existen en psieoanálisis y en psiquiatría.
Centrarse en las diferencias es un proceso cerrado en el que los
profesionales pierden contacto con el marco teórico más amplio, las
afirmaciones básicas llegan a ser vistas como verdades y hechos
demostrados, el modo de pensar pasa de la teoría al dogma y los
profesionales no son ya capaces de debatir las aserciones básicas ni
de fijarse en hechos nuevos que no concuerden con su sistema de
convicciones. Conocemos bien las discusiones sobre la diferencia
entre psiquiatría y psicoanálisis. Durante los últimos cincuenta
años, la psiquiatría ha incorporado los conceptos fundamentales del
psicoanálisis, ,hasta el punto de que en la actualidad son muy simi-
lares exceptuando pequeñas diferencias. La cantidad cada vez
mayor de escuelas de pensamiento nos ha llevado a la era del eclec-
ticismo. Los j6venes recién iniciados en lá profesión no logran
conceptualizar las grandes diferencias. Aumentan constantemente
los que se declaran eclécticos, lo que significa que eligen las ideas
que mejor se adaptan a sus personalidades y no las que mejor se
adaptan a los problemas clínic?s. Resultan interesantes las diferen-
ciasentre las terapias de grupo. Creo que la terapia de grupo; con
todas sus modificaciones y ramificaciones, proviene directamente
de la teoría original de Frel)d sobre la relación terapéutica. Los tera-
peutas de grupo se concentran en los conceptos derivados de la
teoría de la relación terapéutica, pero lo principal de la teoría psicoa-
nalítica permanece en el trasfondo de su pensamiento. Estoy
convencido de que el modo de pensar que sirve de base a la
psiquiatría y a todas las ciencias sociales procede de las dos
concepciones fundamentales del psicoanálisis.
Considero que la teoría es mucho más importante de lo que en
general se reconoce. En una época los primeros médicos pensaban
que el problema se debía a los espíritus malignos y mientras maptu-
vieron esa creencia, sus esfuerzos terapéuticos apuntaron a liberar a
la persona de esos espíritus. El mismo principio tiene validez hoy, en
día. La teoría define cómo pensar ellla naturaleza y en el orig~mdel ,
problema. Aun cuando los profesionales hayan peidido cOlltaRt() 9,Qp
la teoría básica, ésta sigue regulando la elecciónde,los:métodos tera,
178 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
péuticos y los esfuerzos de la sociedad a la hora de modificar ese
problema.
Berenson: ¿Quiere decir que la mayor parte de ,los profesionales
no se dan cuenta de la teoría sobre cuya base trabajan?
. ,'. Bowen: Exacto. Es muy alto el porcentaje de profesionales que
apenas, tiene i conciencia de la teoría. Opino que esto podría formar
parte del proceso desde el momento que, pasado el tie¡npo, una gran
porción de la teoría psicoanalítica ha sido aceptadacotno verdad, ,La
mayor parte de los profesionales; si se ,les interroga, puede remon-
tarse a una teoría limitada; pero, ésta no forma parte. de ellos. Es
como si recitasen algo, que han tenido que aprender en los priI)1eros
meses de su formación profesional. Si alcanzamos una visión teórica
verdaderamente amplia, sin dejamos enredar en, la disputa ,emocional
sobre las pequeñas diferencias, comprendemos: que todos nosotros
descendemos de la teoríapsicoanalítica en cuanto.se refiere a la natu"
raleza de la enfermedad emocional, y de la teoría en cuanto se refiere
a la relación terapéutica.'
Berenson: ¿Incluido usted?
" Bowen: Incluido' yo. El pensamiento psicoanalítico va mucho
más allá de la psiquiatría y de la psicoterapia. Es el modo en que las
personas piensan preferentemente en los problemas humanos. Es
parte del entramado deja sociedad. Determina las reglas y las leyes
que rigen los tribunales, las escuelas, los servicios asistenciales y
todas las demás instituciones sociales. En este nivel,no sólo' es la
verdad, sino también la ley. Y cuando la sociedad acepta la teoría,
ésta se transforma en dogma. Durante casi treinta años he reflexiona~
do sobre la teoría, y desde que inicié mis ,investigaciones sobre la
familia, en 1954, he trabajado para crear una teoría diferente. No es
posible liberarse rápidamente de un modo de pensar y adoptar otro,
en particular cuando.el nuevo método está apenas definido.
Berenson: Cuando estaba trabajando en una nueva teoría,,¿hubo
un período durante el cual usted trataba todavía de adaptarla a la
manera anterior de pensar,. a la orientación psicoanalítica? ¿Cuánto
tie¡npo le llevó darse cuenta de que la adaptación era imposible?
Bdwen:A1rededor de seis años. Al principio me ocupaba de la
esquizofrenia y me ,sentía muy cerca del psicoanálisis. Pensé que la
investigación sobre la familia ,podría hacer una contribución a la
teoría psicoanalítica, puesto que ésta trata de la esquizofrenia. No
creía entonces que la investigación ,tomaría la dirección que después
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 179
to~ó. No se trata d~ problemas simples en los que juega una sola
vanable. Los cambIoS fueron parte de un proceso evolutivo con
múlti~le~ dete~antes.: Trataré de hablar brevemente de algunas de
las pnnclpales bnentaclOnes. Por ejemplo, desde fines de la década
de 1940.tuve la sospecha. de que la enfermedad emocional era algo
concernlente.a esa parte que el hombre tiene en común con las
formas inferiores de vida, pero no conseguí encontrar el modo de
hacer. efe~tiva est.a ide~ yp.or tanto ésta no desempeñó papel alguno.
e? mIS pnm~ras .mveSl1gaclOnes sobre la familia. Se estaban produ-
CIendo camblOs lITIpbrtantes, tanto en¡ní como en los que iniciarían
después la investigación sobre la familia. Los grandes cambios
t~~ieron. lug~ inme~iat~ntedespués de comenzada la investiga-
ClOno Los pnmeros mvesl1gadores en el período que va de 1954 a
I ¡
1956 referían un tipo de observaciones completamente nuevo, hasta
enton:es nunca descrito en la literatura. Creo que esto dependía de;la
capacIdad de desplazarse definitivamente del marco de referencia
ind~vidual al ~~i1iar. Es difícil que quien no ha vivido esa época o
~emdo conocImIento de la nueva teoría, se pueda dar cuenta del
Impact(! que la investigación sobre la familia produjo en la teoría y
en l~ te~a~~a. En m~ investigación, el cambio se produjo gracias a
una .mtulclOnrepé~t~apoco después de que los pacientes esquizo-
frémcos y sus famlhas empezaron a vivir juntos en las salas donde
se: llevaba a cabo l~ investig¡íción; Fue posible entonces .ver, por
pnmera vez, el fenomeno familiar en toda su realidad. Cuando se
pudo observar en la esquizofrenia, automáticamente se pudoobser-
var ese mismo fenómeno; en distintos grados, en todas las perso-
nas. ¿Por qué esta observación tan importante había sido descuidada
dur~te tanto, tiempo? y? había trabajado con el mismo tipo de
pacIentes y con ,sus famIlias durante' años sin comprenderlo. En
parte, esto se debió sin duda, a la intensidad delproceso emocional
en la esquizofrenia y a la relación íntiroa del equipo con las familias.
~ ~i. opinión, el fR?tor principal fue la "ceguera teórica~' la que me
ImpidiÓ ver lo que sIempre había existido. Durante los meses y años
anteriores, mi .~rientación teórica se había ido desplazando, poco a
poco, a ~a fatruha Cuando mi pensamiento cambió lo suficiente y se
fortaleCIeron l~s. estímulos derivados de la observación; fue posible
alcanzar una VISIón nueva y global que antes había quedado eclipsa-
dapo~ .elpensamiento convencional. Me he valido del ejemplo de
Darwm y de su teoría para ilus~ar este punto. La evolución había
180 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
estado siempre ahí, evidente, pero nadie había sido capaz de adver-
tirla. La investigación sobre las familias esquizofrénicas desempeñó
su rol más importante al iniciarse el movimiento familiar, el desarro"
110 de la terapia familiar y la evolución de la teoría. En 1957, la
noción de terapia de la familia comenzó a atraer a cientos de nuevos
terapeutas, cada uno de los cuales creó su propio método terapéutico
sobre la base del pensamiento teórico preexistente. Para mí esto era
un "saludable y no estructurado estado de caos". Lo consideraba
"saludable" en el sentido de que el continuo contacto con las familias
muy pronto los capacitaría para observar el fenómeno ,familiar y
éste, a su vez, llevaría a nuevos desarrollos teóricos,·Pero no fue
asÍ. Pasados veinte años, sólo muy pocos han podido darse cuenta
de la teoría e interesarse por ella. En general, la terapia familiar sigue
siendo un método empírico inserto en el viejo modo de pensar. Pero
esta historia es demasiado complicada para discutirla en este mo-
mento.
Para mí, el período de 1954 a 1956 fue de exaltación' teórica.
Antes de la investigación sobre la familia, había pasado años y años
buscando, con poco éxito, alguna sugerencia teórica. De pronto
encontré una cantidad tal de sugerencias que me resultó imposible
comprender cuál era la má~ importante o laque debía tener prioridad
en mi investigación. Creí que estructurando ordenadamente todos
estos indicios· saldría a la luz alguna teoría completamente distinta
sobre la adaptación humana. Entl'elos primeros investigadores,
hubo otro que tuvo la misma visión acerca de la posibilidad de una
nueva teoría: fue Don Jackson, que había trabajado, también él,
durante años en laesquiwfrenia antes de dar comienzo a su investi-
gación sobre la familia. Desde entonces hasta su muerte, en 1968,
trabajó asiduamente en la elaboración de una nueva teoría de los
sistemas, basada en los conceptos de la comunicación. Lidz fue uno
de los que más contribuyó en este campo desde principios de la
década de 1950 hasta mediados de la de 1960. Practicaba el psicoa-
nálisis antes de iniciar la investigación sobre la familia y su pensa-
miento teórico se mantuvo dentro de este marco. Ackerman había
tenido una preparación psicoanalítica y ha sido uno de los psicoana-
listas más dotados e innOvadores antes de desarrollar su método
intuitivo de terapia familiar. Fue uno de los grandes pioneros de la
terapia familiar, pero su pensamiento teórico siguió siendo psicoana~·
lítico. Bell elaboró uno de los primeros métodos de terapia 4egrupo
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 181
familiar basado en la teoría de la terapia de grupo derivada del psico-
análisis. Los terapyutas de la familia que se aventuraron en este
terreno después de 1957 tendieron a crear métodos terapéuticos
basados en la teoría psicoanalítica. Pocos de ellos están empezando
ahora a orientarse hacia la teoría de los sistemas.
Al comienZ{l de. mi investigación sobre la familia tomé algunas
decisiones, muy meditadas, que influyeron luego en mi modo de
pensar. Los primeros investigadores habían utilizado una cantidad
de diferentes modelos teóricos para describir sus observaciones.
Para describir esquemas generales de conducta se usaban modelos
mecánicos muy elementales: "movimiento alternativo", "mecanismos
interdependientes", "interfaz" y ."pared de goma"; para describir
fuerzas que atraen y rechazan a un tiempo, o fuerzas que se suman o
se oponen unas a otras, se utilizaban modelos energéticos más
complejos derivados de la física. Adoptaron también modelos proce-
dentes de las matemáticas, la química, la literatura y la mitología,
Los investigadores tienden de inmediato a pensar en función de
modelos tomados en préstamo del campo que les es más familiar.
Un segmento de conducta humana puede ser comparado indistinta-
mente al tema de una obra, al comportamiento animal, a los circuitos
electrónicos, a los conceptos matemáticos o a los acontecimientos
psíquicos que tienen lugar cuapdo uno mira su imagen en un espejo,
pero cada modelo sugiere en quien lo lee o escucha un pensamiento
distinto. Para mi investigación, tomé algunas decisiones sobre la
base de mis reflexiones acerca del uso de modelos diferentes y sobre
la base de mi oscura sensación de que la enfermedad emocional esta-
ba relacionada con esa parte que el hombre tiene en común con las
formas inferiores de vida. Opté por usar modelos coherentes toma-
dos de las ciencias biológicas y excluir tanto' los que procedían del
arte y la literatura como los propios de las ciencias que estudian
entes inanimados. Me impulsó a actuar de este modo la idea de que,
i en el caso de que la psiquiatría pueda establecer un contacto concep-
I
I tual con una ciencia reconocida, tendrá que tratarse de una ciencia
vinculada con los seres vivientes. Confiaba en que el uso de mode-
los válidos inspirados en la biología ayudara a los investigadores a
abrirse a las ciencias y que al cabo de algunas generaciones fuese
más fácil para ellos ponerse en contacto vital con las ciencias recono-
cidas, elevando así a la psiquiatrí!\ a la categoría de estas últimas.
Estas decisiones influían exclusivamente en la elaboración de una
182 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
determinada/orma mentís en el grupo de investigación y mi tentativa
ha dado resultados más rápidos de lo que cabía esperar. En menos
de veinte ,años mis colaboradores han encontrado, paulatinamente,
analogías entre mi teoría y la biología, la vida celular, la inmunología
y la virología. Una simple analogía no es un contacto conceptual que
se pueda considerar vital, pero creo que esta orientación del pensa-
miento es muy váli\la;
Otra de mis decisiones fue dictada por la "ceguera teórica" de los
investigadores. Estos provenían del psicoanálisis y todo cu'anto
observaban en las familias era para ellos una confirmacióri de la
teoría psicoanalítica; Estaba seguro de que podrían ver mucho más
expulsando de su mente los prejuicios teóricos y comprendiendo lo
que realmente sucedía. Creo que este concepto es válido para todos
nosotros en cualquier momento. ¿Cómo se hace para expulsar de la
mente los prejuicios teóricos? Un ejercicio a largo plazo estuvo
destinado al control del uso de la jerga psiquiátrica en los relatos
sobre la investigación: les pedí a los investigadores que tradujeran
los', términos psiquiátricos a un simple lenguaje descriptivo. Para
damos cuenta de la importancia de este recurso basta con tratar de
eliminar una palabra sumamente simple: "paciente". Desafié a la
mayoría del grupo a suprimir palabras como "deprimido", "esquizo-
frenia", "enfenno", "histérico'~, "obsesivo", "paranoico", "catatóni-
co", "incbnsciente'\ "yo", "ello", "superyó",· "padre: pasivo",
"madre dominante" y otras expresiones; Algunos se quejaron. Me
dijeron: "Usted está haciendo un juego semáotico. Este es un esqui-
zofrénico, prescindiendo del nombre que usted le dé". En efecto, en
distintos aspectos se trató de un juego semáotico, pero les ayudó
mucho a pensar ya observar. Al principio, resultó extraño y fuera
de lugar, evitar una palabra como "paciente". Al final, resultó natural
y justo evitarla y fuera de lugar, usarla. Al mismo tiempo estábamos
elaborando un lenguaje nuevo y más exacto, aunque más tarde
representó un problema cuando tuvimos que escribir nuestros traba-
jos y presentarlos a personas que no entendían nuestro lenguaje. Era
curioso e inoportuno emplear media docena de palabras simples para
evitar un término conocido. Se hiw necesario volver a traducir los
textos a un lengul\Íe que el lector de una revista o el auditorio de una
conferencia pudiesen comprender. Con este objeto buscamos una
solución intermedia, limitando el uso de los términos' convenciona"
les, modificáodolos a menudo con adjetivos que los hiciesen un
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 183
poco más precisos; Es difícil, después de tantos años, hacer un
balance de los resu)tados de este ejercicio. Probablemente fue útil
para míy para mi grupo, más que 'nada, para ayudamos a encontrar
un nuevo modo de pensar.
Hay otro tema importante, antes de que transforme esta entrevis-
ta en ,un monólogo, De 1948 a 1960 fui candidato a miembro de
institutos psicoanalíticos, con períodos de formación interrumpidos
por un traslado y por las actividades de investigación; Antes de mi
trasla\lo a Washington en 1954, se discutió afondo, la teoría sin
omitir ninguno de sus puntos. Aprendí mucho más de .la teoría
psicoanalítica discutiendo sobre la investigaoión que siguiendo los
cursos del instituto. De tanto en tanto, algún teórico del psicoanálisis
ve[a cuál era el punto en cuestión, pero no tenía idea de cómo proce-
der. El problema principal no residía tanto en la teoría cuanto en
aquellos que la practicaban sin ver más allá del dogma Los debates
se hicieron cíclicos e improductivos y ocupaban gran parte del tiem-
po destinado a la investigación. Mi incorporación al grupo se convir-
tió en una polémica entre quienes me apoyaban y quienes se opo-
nían. Mis defensores querían que yo pasase a ser miembro del
instituto y consiguientemente, que continuase mi investigación. Un
viejo analista me dijo: "Aparte de mi interés por ti y por el psicoaná-
lisis"abara el psicoanálisis n\lCesita más de ti que tú de él". Por
último, uno de mis defensores me pidió que hiciese otro tumo de
debates .. Acepté .. Al día siguiente me llamó para liberarme del
compromiso. Alotro día, renuncié. Esta etapa duró alrededor de seis
añosl Hubiera podido pasár toda la. vida ocupáodome del psicoanáli-
sis con progresos mínimos. Decidí dejar en manos de las futuras
generaciones el problema de incorporar al psicoanálisis los nuevos
hechos, .si alguna vez se demostraba, que esto era productivo. He
trabajado sólo; para mantenerme dentro, de los límites de la visión
sistémica sin asumir una posición "anti". Una teoría "antipsicoanalí-
tica" es, en sí, psicoanalítica, porque toma el psicoanálisis como
punto de referencia. He logrado evitar una posición "anti" pero no
he conseguido que los psicoanalistas dejen de verme como a' un
"antipsicoanalítico". Esto forma parte de la polarización de lossiste-,
mas emocionales, que asume que: "Si no estáo conmigo,estáo
contramí'\
Berenson: La pregunta se modifica' más o menos así: su término
"masa indiferenciada del YQ familiar", ¿podría Ser un ejemplo ,de
184 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
"retraducción" a un lenguaje tradicional? He o bservado que usted ya
no lo usa ..
Bowen: En algún sentido lo ha sido. Utilicé esa expresión por
primera vez en un coloquio, intentando comunicar mi idea al audito-
rio. Junté algunas palabras tomadas de la teoría convencional y les
gustaron a los que las escuchaban'. La expresión se volvió popular y
yo seguí utilizándola durante algún tiempo. Recientemente la he
evitado porque es imprecisa desde el punto de vista conceptual.
Pocos años inás tarde hubo un interesante episodio en este sentido.
Un grupo de estudiantes de psicología preguntaron si se los podía
eximir de asistir a una conferencia mía sobre la "masa indiferenciada
del yo familiar". Su profesor les respondió qué nunca podría eximir-
los de una conferencia sobre psicoanálisis.
Hay otro malentendido que se difundió y que quisiera aclarar.
Muchos creen que la teoría de los sistemas familiares, tal como la he
elaborado, procede de la teoría general de los sistemas. Es inexacto.
No sabía nada de la teoría general de los sistemas cuando comenzó
mi investigación. La teoría general de los sistemas es un modo de
"pensar el pensamiento", que desempeña, con respecto a esas teorías
divergentes, el mismo rol que desempeña el método científico con
respecto a hechos diferentes y discrepantes. En la década de 1940
escuché una conferencia de van Bertalanffy de la que nada recuerdo
y otra conferencia de Norbert Wiener de la que recuerdo muy poco.
En cuanto a la posibilidad de que algo de estas conferencias se haya
introducido en mi pensamiento, sólo podemos hacer conjeturas. Leí
mucho de biQlogía, ciencias de la evolución y ciencias naturales y
creo que esto 'me llevó a formular una teoría de los sistemas emocio-
nales de acuerdo con el modelo de los "sistemas" naturales.
. Retomemos ahora algunas consideraciones sobre la psiquiatría y
la ciencia. La psiquiatría, las ciencias sociales y las que estudian la
conducta humana distan mucho de haberse convertido. en ciencias
reconocidas. Hay hechos inherentes a la conducta humana que son
definibles, pronosticables y reproducibles, y puesto que se trata de
hechos, es posible, en principio, hacer de ellos una ciencia. Periódi-
camente, los.psiquiatras se incitan unos a otros a "hacerse más cien-
tíficos", lo que significa retornar a la medicina, que pertenece a las
ciencias que se ocupan del cuerpo. N o conciben que la conducta
humana pueda llegar a ser una ciencia. Cuando el hombre empieza a
j•.
pensar en su conducta, mezcla la subjetividad, la motivación, los
. .:\''¡~'*
':.
,.'.'
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN ·185
sentimientos, el libre arbitrio y otros valores no tangibles.en los
hechos concretos:' Mj objetivo a largo plazo ha sido, ante. todo,
trabajar en dirección a una teoría basada en hechos cognoscibles
referentes a la conducta humana, para construir luego en función de
esa teoría. La idea de dar prioridad a la parte biológica del hombre
no fue sino una suposición que proviene de mi cultura, y la elección
de modelos conceptuales biológicos, una consecuencia de esa: super-
posición. Sólo estoy tratando de decir lo que he intentado hacer, y
no que esto era lo que se estaba haciendo.
Los conceptos de "diferenciación" y de "fusión" son términos
generales, que también en biología tienen un uso y un significado
específicos. Al principio, utilicé el concepto de "simbiosis", tal
como ha sido empleado en psiquiatría, para indicar la intt'nsa inter-
dependencia entre madre e hijo. Durante mi investigación lo conside-
ré adecuado hasta que me di cuenta de su significado específico en
biología. Desde entonces lo hemos usado exactamente del mismo
modo que se usa en biología, donde se han distinguido más de trein-
ta estadios bien definidos entre el parasitismo y la simbiosis. En el
parasitismo, un ser vive totalmente a expensas del otro y no hace
aportación alguna a quien lo hospeda. A partir de este punto se avan-
za a través de muchos estadios hasta llegar a la simbiosis, en la que
dos seres se complementru¡. recíprocamente. En psicoanálisis, el
término "instinto" tiene un Significado específico: equivale a la fuer-
za primaria o libido. En .esta teoría he utilizado "instinto" t' "instinti-
vo", exactamente igual qué se usan en biología y en las ciencias
naturales. Algunos términos son simplemente descriptivos y no
remiten a un campo preciso de conocimientos. Ejemplos de ello son
el "proceso de proyección familiar" y el "proceso de transmisión
multigeneracional", que implican un proceso natural.
Berenson: ¿Y de dónde tomó los triángulos? Este concepto no se
acomoda fácilmente a la biología. Parece casi matemático.
Bowen: Sí, tiene razón. Quizás podría ser mi término más desa-
fortunado. Muchos piensan en la geometría cuando lo escuchan.
Empecé a pensar en él cuando usé el término "tríada interdependien-
te" para describir la cohesión emocional entre padre,.madrey prole
esquizofrénica. El térntino "tríada" era muy definido en literatura y
lo bastante aceptable en el ámbito de la investigación. Lo usamos
.
C"•• ' 1 durante casi dos años. El trabajo sobre este concepto progresó rápi-
~: damente cuando observamos que los miembros de las familias y el
"
186 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
personal del hospital formaban configuraciones, que luego se rom-
pían y volvían a formar nuevas configuraciones. En la situación tera-
péutica encontré que las agrupaciones eran diferentes cuando el tera-
peuta no formaba parte del sistema de reactividad emociorial.
Llegamos' así a la' idea de ~ervimos en la terapia de los conocimien-
tos surgidos de la investigación. Habíamos llegado muy pronto más
allá del significado de la "tríada" tal como sela entendía en literatura
y la habíamos utilizado como técnica terapéutica. La gente respondía
a nuestro uso del término "tríada" como si supiese lo que significa-
ba. Entre tanto, estábamos leyendo la literatura para encontrar un
término más preciso, apto para describir las fuerzas emocionales que
actúan cíclicamente en el sistema relacional. No lo encontramos.
Pensábamos en el movimiento microscópico de los movimientos
brownianos 'yen todos los tipos de movimiento en los· animliles
unicelulares, o en formas superiores de vida, pero' ninguno nos
pareció adecuado. Por último, sustituí el término "tríada" por el de
"triángulo" para comunicar que había una gran diferencia. Es proba-
ble que si tuviese que volver a hacerlo, encontraría otro término,
pero todavía no sabría decir cuáL La idea del "triángulo" me surgió
observando el modo, en que la gente ejeouta' una danza, ejercicios
militares o esquemas de movimientos fijados de antemano. Un
movimiento de grupo prosigue hasta que la ansiedad aumenta o
disminuye y entonces, de pronto, a raíz de alguna señal visible, el
grupo invierte la marcha o inicia otro esquema fijo. Es un hecho
observable, cognoscible· y pronosticable con. exactitud, hasta el
punto de que el terapeuta puede introducir la señal emocional apro-
piada para pasar a la secuencia siguiente o 'a·la inversión de la
marcha. Desde los primeros tiempos de la investigación he sostenido
que, si uno observa con suficiente atención, si conoce a fondo el
sistema y puede controlar sus inputs emocionales, es capaz de
controlar el sistema. En' el mundo de los "triángulos" esto es tan
exacto y pronosticable como exacto es el sistema. Creo que las fuer-
zas emocionales del "triángulo" están activas en toda forma de vida,
aun cuando no poseo datos que lo prueben. La danza del protoplas-
ma es demasiado precisa para que pueda ser distinta. Cuando empe-
cé a pensar en función de "triángulos", pensaba en el movimiento de
flujo y reflujo emocional. Nunca creí que muchos verían en eso
geometría.
Berenson: Detengámonos en los triángulos. En sus escritos hay
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 187
un punto 'que no me resulta 'claro. A veces, usted dice que la interac-
ción diádica puede ,1lev<U", a la triangulación. Otras, en cambio, afirma
que el triángulo es el cimiento sobre el cual se edifica la familia. A
veces me confundo en .cuanto a si el triángulo es un "modo natural
de ser" o un fracaso de la interacción diádica. '
Bowen: El triángulo es un "modo natural de ser". No es inexac-
topensar que es. un fracaso de la relación 'dual, .pero ésta es una
visión más restringida de un sistema relacional más amplio. Cuando
la ansiedad no es intensa y las condiciones externas son favorables,
el flujo y reflujo de las ernocionesen una díada pueden ser serenos y
tranquilizantes. Podríamos defi~ir esto como la comjición ideal o
"normal" para una relación de dos. Con todo, una situación humana
no sigue siendo ideal pOf'mucho tiempo; ni siquierli en las rriejores
oondiciones, cuando ambos miembros son bastante estables, Pero la
relación, dual es inestable por cuanto tiene poéa tolerancia a la ansie-
dad, y se ve perturbada fácilmente por las fuerzas ,emocionales de la
díada o por las fuerzas relaoionales que. actúan desde afuera. Cuando
la anSiedad alimenta, el flujo emocional en la díada,se hace más fuer-
te,y la relación se torna difícil. Cuando la ansiedad alcanza un deter-
minado nivel, los dos. integrantes de la díada, previsible,y automáti-
camente, involucrarán en su trama emociortal a una tercera persona
vulnerable. La díada puede ¡'estirarse hacia afuera" y traer hacia
adent¡;o a la otra persona, las 'emooiones pueden "desbordar" e inun-
dar· a esa tercera persona' o esta última puede ser programada
emocionalmente para iniciar el compromiso. Con el compromiso de
la tercera persona disminuye el nivel de la ansiedad, como si esa
ansiedad se diluyese, pasando de una a otra, entre las tres partes que
forman el triángulo. El triángulo es rnás-estable y más flexible que la
díada, tolera mejor la ansiedad y puede dominargran'parte deL estrés
de la vida. Cuando disminuye la ansiedad en el triángulo, la configu-
ración emocional vuelve a ser la de la díada yehercer miembro pasa
a sér ajeno. La ansiedad puede retroceder hasta un nivel tan bajo que
se configuran tres individuos funcionalmente separados. Puede
suceder también que.la ansiedad creZCIi hasta el punto que el triángu-
lo ya no logre controlarla. En esta situación, uno de los tres implica
a otra persona de afuera. Entonces las fuerzas emocionales se dispo-
nen, siguiendo el mismo plodelotriangular entre dos de los tres
miembros iniciales y una persona que antes era ajena. El tercer
miembro del triángulo inicial pasa a ser emocionalmente inactivo. Si
188 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
la ansiedad sigue siendo muy fuerte, el proceso emocional puede
involucrar a· otra persona de afuera o puede volver al triángulo
inicial. Si la ansiedad sigue creciendo, la propagación triangular
puede trasponer los confines de la familia implicando a los vecinos,
los amigos, la escuela, las instituciones sociales y legales. Cuando la
ansiedad decrece se vuelve al triángulo inicial.
En su sentido amplio, una relación de dos es emocionalmente
inestable y poco apta para frenar la ansiedad y el estrés; se transfor-
ma automáticamente en un sistema emocional triangular, con un
mayor nivel de flexibilidad y adaptabilidad para tolerar y controlar la
ansiedad. Cuando la ansiedad compromete a más de tres personas,
la configuración se difunde en una serie de triángulos interconexos.
Cuando un grupo compacto de personas se enreda en la trama
emocional, otras personas se enganchan en cada ángulo del triángulo
y las fuerzas emocionales siguen actuando mediante esquemas trian-
gulares básicos. Creo que una auténtica y honesta relación de dos es
aquella en la que hay un recíproco intercambio. Estas personas son
relativamente raras y es difícil mantenerlas en equilibrio emocional.
La mayor parte de las llamadas relaciones de dos son el lado tranqui-
lo de un triángulo ya en funcionamiento, en el que la calma se
mantiene en detrimento de una relación negativa con el tercer ángulo
del triángulo. . con más frecuencia 'se interv.reta mal. Durante los primeros, años
Berenson: Hay quienes dicen que usted adopta el concepto de
triángulo porque se adecua a su modo de pensar. Lo que está dicien-
do ahora es que ésta es la manera en que la gente se .comporta efecti-
vamente.
Bowen: También hay quienes dicen que toda la historia es un
producto de mi imaginación. Espero haber respondido ya a muchos
de estoscomentatios. Me sorprendo siempre al comprobar hasta' qué
punto la gente igoora qué es una teoría y hasta qué punto usa este
término con desacierto. Algunos dicen: "Tengo una teoría" cuando
sería más correcto decir: "Tengo una idea". Las mayores críticas a la
teoría provienen, en su conjunto, de quienes consideran que el
psicoanálisis es una verdad y no saben comprender otro modo de
pensar. Una teoría válida es una formulación conceptúal abstracta
referente a hechos naturales y verificables. Un teórico no puede
incluir todos los hechos en su teoría. Desarrolla hipótesis y premisas
que lo ayudan a elegir los hechos que se pueden unir para formar el
mosaico de su teoría. Toda teoría tiene sus excepciones. Para que
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 189
una teoría sea válida, debe estar en condiciones de explicar también
las excepciones. El que dice que el concepto del triángulo es un
producto de mi modo de pensar es incapaz de ver los triángulos.
Vivimos en una red de fuerzas emocionales que siguen esquemas
triangulares. Las razones por las cuales una persona puede no ver
los triángulos son, en primer lugar, dos. La .primera es que el siste-
ma esté en estado de calma y los triángulos inactivos. Perola razón
más. probable por la que.no ven los triángulos es que están tari impli-
cados emocionalmente en el automatismo de la "danza de la vida"
que no pueden ver. Para poder hacerlo, es necesario primero llegar a
ser un observador. La incapacidad de ver es bastante común en los
discípulos que no han sabido dominar lo suficiente su propia emoti-
vidad para poder observar y que sólo consiguen ver un triángulo si
dan de cabeza en él. Recuerdo que un joven que se estaba entrenan-
do dijo: "Me parece haber encontrado un triángulo en mi familia".
Berenson: Hay una parte de su teoría que tropieza con especiales
dificultades, por lo que la gente termina por rechazarla, o por acep-
tarla en exceso. Se trata de la "escala de diferenciación .del sí~ Ii
mismo". Muchos no la comprenden y escriben para pedir una copia. I
Me gustaría que la explicase. ."
Bowen: Este concepto es el punto central de la .teoría y.el que
pensé que yo había comunicado de manera poco clara lo que otros se
esforzaban por comprenderi Más adelante comprendí que la respon-
sabilidad de la incomprensión se debía atribuir a los prejuieios ·de
quienes escuchaban oJ~ían. Intentando ser lo.más claroposib1c~j
introduje el término simplista de "escala" de diferenciación del sí, .
mismo. De este modo sólo quería comunicar que las personasdifie_
ren entre sí, de manera definible, en cuanto a la proporción en ,que
mezclan el funcionamiento emocional con el cognitivo, y.' que .es~
diferencia se ordena en un continuum de O ,a 100; ,Eri::eLeJ>ti'erno
inferior se sitúan las personas menos diferenciadas yen,eLsupe#6t
las personas más diferenciadas. Se daban cuatro perfUes:detall¡¡do~,
para describir a las personas que se encontraban en cada,se~e9t? .
de la escala. En ese trabajo tuve mucho cuidado ens\lbraywI!lS:<,Ijfe~ .
rendas sutiles entre niveles básicos. y funcionales dedifen:\1ci¡¡,di)t)iy
la aproximación de la evaluación del nivelsi no Se sigu~lIhirldNidu?
durante períodos prolongados o á 10 largodetodasú VIda, El té~·
no "escala" impresionó al público. Empezaron a llegarme ,cart!\!! soli_
 190 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
citru;do~e un~ copia .de I~ ~scala. Era evidente que o esta gente no
habla leld? mi trabajo ongmal o no lo había comprendido. Pocas
cartas hubieran pasado inadvertidas, pero eran cada vez más nume"
ro.s~. No me daba cuenta hasta qué punto nuestra sociedad tiende a
uubzar escalas y herramientas para juzgar a los demás y encasillarlos
en categorías. Los profesionales que se están especializando urgi-
dospo.rsu~ profesores, están siempre a la caza de "herramient~~' de
mveStlgaclOn. Los estudiantes están siempre dispuestos a pedir
material y tiempo. Ejemplos de un grupo de estas cartas son las de
un ~sttidiante universitario que quería "suministrar la escala" a los
pacientes de. un servici~. d~ enfermos crónicos de un hospital estatal,
par~ dete~mar su meJona durante un ciclo estival de. actividades
SOCIales', asl como la de un psicólogo escolar que quería usar la esca-
la para los padres de los estudiantes difíciles con el fin de detertninar
en qué med!?a su nivel de "diferenciación" se reflejaba en lá conduc-
tade los ?1Jos; Ilustra otro grupo de cartas la del director de un
centro de mvestigación psiquiátrica que estaba preparando fichas de
las "herrarmen~as
. " para valorar la madurez y quería una copia de mi
escala para el fIChero. Recibí muchísimas cartas de estudiantes de las
~scu~l~ d~ especialización que querían una 'fherramienta" para sus
mvesugaclOnes.: La mayoría mostraba a las claras que no había
c~ptado el conce~to.Sospecho que algunos bibliotecarios incluyeron
mi escal~ en labsta de otras herramientas y que así la encontraron
los estudiantes. Otro grupo de estudiantes me dio la sensación de
h~~er leído 0y comprendido algufias partes de mi trabajo porque me
hicieron yre~tas bastante inteligentes. A las cartas mas simplistas
respondla b~evemente; a ~ás pre~untas más profundas' respondí a
menudo enviando una COpla de mi trabajo. Algunos me escribieron
de nuevo solicitando más detalles. A los que me habían hecho
preguntas más int~lig¡mtes ltis direspuestas más inteligentes. Algu-
nos de ellos practican ahora la terapia de los' sistemas fanilliares.
Cu~docomencé a recibir estas cartas, ya había preparado un trabajo
c?~slderable sobre la identificación de varios niveles de diferencia-
ClOn. Pone~ una "he~amienta" en manos de personas que no cono-
c~?la teorta s.u~ondría.el caos; IIlterrumpí el trabajo sobre la defini-
~lOn d~,los~stmtos ruvelesde la escala y dejé de lacto la palabra
escala·. R~lentemente he hecho varias tentativas para describir con
mayor exactitud' el concepto. Resulta bastante difícil comunicar este
concepto a personas inteligentes que hacen muchos esfuerzos por
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 191
comprender. Se interpreta tan mal el término "diferenciación" que a
menudo quisiera n(j haber oído hablar nunca de él, pero,el problema
reside en el proceso émocional que el término define yno en el
término en sí.
Una premisa fundamental de este concepto es que las neurosis,
la esquizofrenia y todas las demás variantes de la adaptación humana
pueden ordenarse en un solo c'ontinuum. La diferencia· entre .las
neurosis y las psicosis. es un punto clave para los asistentes psiquiá-
tricos. La mayoría sostiene todavía que se trata de. procesos del todo
diferentes y esta mayoría determina' la línea de conducta de las
asociaciones profesionales, la actitud de la sociedad y la distribución
de fondos para la investigación. El psícoanálisis reconoce una dife-
rencia esencial entre las neurosis y la esquizofrenia, pero también
posee un método de terapia psicoanalítica para la esquizofrenia Hay
muchos matices intermedios entre los síntomas de deterioro clara"
mente reconocidos como esquizofrenia y los síntomas más leves
defini~os como neurosis. Personas pertenecientes al ámbito de las
neurosis pueden llegar a ser psicóticas y personas que al patecer
tienen una esquizofrenia grave se curan rápidamente. Desde un prin~
cipio se trabajó mucho en estas: zonas intermedias con el fin de
elaborar nuevas categorías de diagnósticos y .distinguir un estado de
otro, Se acuñaron términos como "esquizofrenia incipienté", "esqui-
zofrenia latente" y el más popular de "borderline':. Hasta las psicosis
menos graves se subdividieron en categorías. Los' psiquiatras. se
hicieron expertos en hacer diagnóstícos minuciosos y un grupo de
psicólogos se hizo experto en encontrar los puntos mínil\1os, de dife-
rencia sobre la base de tests psicológicos.
. Berenson: IIlcluso basándose en la simpatía personal. pOr un
individuo y no poro otro. :. . . "'¡o,,
. Bowen: También en esto. Antes de mi investigación isobre¡la
familia ya estaba convencido de que la diferencia consistía!lIJIIQ~
distintos grados de intensidad de un mismo proceso ..La j¡¡vesiiSa.
ción sobre la fanillia trajo una nueva dimensión, .porque,-enfocó"a
toda la familia y no ya únicamente al paciente.'flui"Plllsa·!~e,\qqa
especie de euforia por este nuevo ordende,obserya\¡i!lfi~~;ml¡r~4¡¡s
de la investigación sobre la familia y por el.antomati~Jil()~c.on,q\l~\~~
representaban los mismos modelosrelaCionales,.en·Q~~~WI(l~,r:¡W.Ps
de intensidad, en todas las fanillias. Para mLeta la:ptu~~ai~,Qfl(,lJW~¡e
de, que la esquizofrenia y las neurosiSoperten!loíanlllmis,mOtCip,'1,t,I;;
 192 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
nuum. Yo no tuve que preguntanne en qué difería la esquizofrenia
de las neurosis y las neurosis de la "normalidad". Otros profesiona-
les reaccioriaron' de otra manera. Un caso extremo fue el de un
experto en esquizofrenia, a nivel nacional, que había quedado impre-
sionado por mi investigación hasta que verificamos que estos descu-
brimientos eran comunes también en familias no esquizofrénicas:' en
este punto aconsejó interrumpir la investigación sobre la esqui-
zofrenia porque los resultados no eran específicos de esta enferme-
dad. Otros, en cambio, se sintieron estimulados a emprender investi-
gaciones en familias "normales'~ para comprobar si también en ellas
existían los mismos modelos relacionales. El resultado evidente de
todos estos estudios fue que los mismos modelos actuaban también
en las familias "normales". La psiquiatría nunca ha sido capaz de
definir adecuadamente el concepto de "normalidad". En general se la
define como ausencia de síntomas, o como éxito en los objetivos
vitales o como un conjunto de ambas cosas. Es difícil para los inves-
tigadores estudiar la "normalidad" sin ver antes qué es lo que está
"enfermo" en una persona. Creo que es imposible definir la "norma-
lidad" en un marco de referencia conceptual que sea convencional.
Uno de los descubrimientos de mi investigación sobre la esqui-
zofrenia pasó a ser más adelante el núcleo de mi concepto de diferen-
ciación. Es probable que se me hubiera escapado si no hubiese podi-
do observarlo en su forma más exasperada en la esquizofrenia. Se
trata de la medida en que la familia está comprometida en el proceso
emocional centrado en el paciente. La familia vive en un mundo
dominado por los sentimientos. Para ella es difícil, cuando no impo-
sible, tomar decisiones contrarias a sus sentimientos. Las decisiones
de importancia vital se toman para aliviar la ansiedad del momento,
cuando en realidad, si además de "sentir" pudiese pensar se daría
cuenta de que de esas decisiones pueden surgir complicaciones muy
graves. La vida de la familia se convierte en una masa de complica-
ciones que son el resultado de años de decisiones determinadas por
los sentimientos. Cuando ya estaba encaminada la investigación
sobre la esquizofrenia, empecé a estudiar familias con problemas
más leves, familias "normales" y familias con el mejor nivel de inte-
gración que me fue dado encontrar. Las personas difieren notable-
mente con respecto al grado en que sus funciones de pensar y de
sentir están fusionadas o relativamente diferenciadas. En un extremo
de este espectro se encuentran aquellos para quienes las funciones
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 193
del pensamiento están eclipsadas en gran parte por el proceso
emocional que rig~ sus vidas. Algunos de los que pertenecen a esta
categoría no tienen síritomas evidentes, pero su adaptación es preca-
ria y caen fácilmente en la disfunción. Las' personas poco diferencia-
das tienen un alto porcentaje de problemas, entre otros, enfermeda-
des emocionales y físicas, inadaptación social y fracasos. En el otro I
extremo del espectro encontramos a aquellos cuyas funciones de
pensar y de sentir son más diferenciadas y autónomas; son más
libres en su funcionamiento emocional e intelectivo, tienen más éxito
en la vida, menos problemas; más energía para dedicar a su progre-
so, y sus relaciones emocionales son más libres y más íntimas. Los
demás nos encontramos entre estos dos extremos. Cuando tuve la
idea de la "escala", mi objetivo era conceptualizar en un mismo
continuum toda la gama del funcionamiento humano, desde el nivel
más bajo posible hasta el máximo nivel de perfección. Los tres perfi-
les inferiores fueron el resultado de la observación directa, de la
'1 práctica de la terapia familiar con todos los tipos de problemas y de
las investigaciones en personas "normales" y en otras con los mejo-
res niveles de funcionamiento que logré encontrar. El cuarto perfil,
referente a personas con los más altos niveles de diferenciación, fue
una proyección hipotética de características tomadas de los otros
perfiles. La "diferenciación" completa es práctica y teóricamente
imposible, pero necesitaba ,fste perfil superior para completar el
concepto.
He tropezado con algunos problemas al elaborar el concepto de
la "diferenciación del sí~mismo" con las personas que trataban de
aprenderlo, usarlo y comunicarlo a los demás. Su lado positivo es
que, en comparación con' cualquier otro concepto, proporciona una
mayor amplitud de puntos de vista sobre los fenómenos humanos.
Al principio esperaba poder distribuir más uniformemente a toda la
población a lo largo de la escala. Pero esto rio se pudo hacer. Según
mi experiencia, alrededor del 90% de la población se distribuye en la
mitad más baja de la escala y no más del! 0% en el tercer segmento.
Hasta aquí no veo desventaja alguna que me induzca a modificar la
"escala". Para mí el problema principal fue pasar del pensamiento
convencional al sistémico. Hace diez años estaba convencido de
dominar gran parte del pensamiento sistémico. Los cambioS que
sobrevinieron desde entonces me han sugerido que todavía hay
mucho por aprender. El mayor problema para comunicar y enseñar
194 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
esta teoría ha sido la tendencia automática que tienen los demás a
pensar de manera convencional y a,mezclar los conceptos sistémicos
con, los más viejos. Esta teoría no tiene,en sí, ideas nuevas. Se
ocupa de un orden de hechos tan simples que siempre han sido
conocidos por todos,. ,La uniéidad de la teoría reside en los hechos
que incluye y en los que excluye específicamente. La he comparado
con un sonido de ,tambores lejanos que la gente ha escuchado siem,
pre, pero que a menudo queda cubierto por ruidosos tambores en un
primer plano; ,no obstante, existen siempre y cuentan su historia iI
quienes consiguen aguzar el oído más allá dél ruido insistente de los
tambores más cercanos. Esta teoría excluye específicamente algunos
puntos convencionales que equivalen al sonido más cercano. Es fácil
que el inexperto escuche ,este último creyendo qúe está dentro del
ámbito de, la teoría de los sistemas. Los conceptos teóricos conven,
cionales tienen su, importancia, pero tienden a anular la eficacia de ,la
simple historia contada desde la perspectiva sistémica. La "gente
siempre puede elegir entre distintos conceptos, pero un mundo fasci;
nante de' teoría y de terapia está disponible para quienes poseen la
motiyación y la disciplina suficientes para ver con sus propios ojos.
El problema más serio, cuando se conceptualizan los fenómenos
humanos en función de la diferenciación del sí,mismo, se debe alas
amplios ,desplazamientos en los niveles funcionales del sí,mismO"
Los menos expertos, se inclinan 'a ser concretos cuando tratan ,de
evaluar su propia "diferenciación" y la de los demás, y a menudo
toman por un cambio básico lo ,que sólo son desplazamientos
funcionales. He usado los términos sf-mis/IUJ real y seudo sf-mismo
para indicar una variable importante.,EI sí-mismo real está compues-
to de creencias d¡ll'amente ,definidas,convicciones, opiniones y prin-
cipios, vitales. Cada uno de ,ellos ,se incorpora al sí-mismo sobre la
base deJa experiencia individual, después de un atento razonamien-
to, ponderando las alternativas y asumiendo la responsabilidad de
las, propias opciones. Cada creencia y cada principio es coherente
con los demás y el. sí-mismo asume sus responsabilidades, incluso
en situaciones de ansiedad . .EI seudo sícmismose adquiere bajo los
efectos, de una presión emocional y puede ser modificado también
por un impulso emocional, Está compuesto de creencias y principios
irregulares y discrepantes, adquiridos por una exigenqia en este
sentido o porque es lo que se debe pensar y hacer, o para dar valor a
la imagen del sí-mismo ,en la amalgama social, El sí-mismo real se
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 195
da cuenta de la incongruencia de estas creencias, mientras que el
seudo sí-mismo la ignora. El sí-mismo real está incorporado' al sí-
mismo, contrariamente al seudo sí-mismo que está suspendido del
sí-mismo. El seudo sí-mismo es una ficción. Una persona puede
fingir que es más importante o menos importante, más fuerte o más
débil, más atractiva o menos atractiva de lo que en realidad es. Es
fácil encontrar ejemplos burdos de ficción,pero como hay mucho de
falacia en todos nosotros se nos hace difícil advertir en los demás
grados menores de ficción. De acuerdo con mi experiencia en lo que
se refiere a este concepto, el nivel del sícmismo reales mucho más
bajo y el del seudo sí-mismo mucho más alto, en todos nosotros, de
lo que podemos reconocer. El seudo sí-mis~o es el que se ~nv~elve
en la fusión emocional con los demás, mientras que el SI-mismo
"funcional" puede ganar o perder' en la transacción. El seudo, sí-
mismo es el que se compromete cuandó da, recibe, presta, toma en
préstamo, negocia y contrata el sí-mismo con los. demás p~a obten~r
de ellos alguna ventaja y el que se vale de manIObras sutiles, mani-
pulaciones, embrollos y complots para ganar algo a expensas de los
demás. 'La actividad del seudo sí-mismo es la que nos da lecturas
erradas cuando tratamos de evaluar los niveles de diferenciación.
Podemos hacer evaluaciones bastante exactas examinando largos
períodos de la vida o inclus9 toda la vida, si la consideramos en el
contexto de la generación ~asada y de las demás personas de la
generación presente. " ' , '
Otra serie dé variableS a mi teoría resulta en general difícil para
algunos. En un aspecto muy amplio, hay dos variables principales:
La primera: se refiere al nivel de integración del sí-mismo en una
persona y esto está ligado al concepto de la diferenciación d~l, sí,
mismo. La otra variable es el nivel de ansiedad;¡cuanto,más baJo es
el nivel del sí-mismo, más el ihdividuo reacciona'a la ansiedad; '.-Ina
persona poco diferenciada puede parecer normal en un campo hbre
de ansiedad, pero muy pronto, cuando la ansiedad aU?Ienta, .de~~"
rrolla sus síntomas. Los que tienen mejores niveles de dlferencl~C1o~
a
son los que, menos reaccionan' la ansiedad y rarame~te d~sarroll,~
síntomas en condiciones ansiógenas. Conocer la reactlv¡d~ fte~t~a
la ansiedad nos da ,informaciones útiles para, evaluar el <funCIOna"'
miento de una persona e indicios eficaces para' laterapi~:;>i,:j\;")!'i:: i1il
, En eSta discusión heinteniado hablar de laté()ría,~itI\ désotibir
más el\ detalle sus principios, que sepuede'n leet,;erkla:¡literá:tlira.l
 196 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
Quisiera ahora volver a la pregunta de la que hemos partido, es decir
al peligro de que la teoría pueda convertirse en un sistema cerrado de
creencias o un dogma. He tratado de darle una impronta científica,
confiando en que las nuevas generaciones sigan esta línea de
conducta que, como. punto de llegada, podrá establecer el contacto
suficiente con la ciencia para poder ampliar y definir mejor la teoría
I sobre la base de los nuevos descubrimientos científicos. Estoy
"
convencido de que la investigación básica orientada a las ciencias
reconocidas podrá mantener abierta durante un largo tiempo esta
posibilidad. Si mi teoría establece algún día un contacto vital con las
ciencias, podrá compartir con éstas los conocimientos y hacerles sus
aportaciones, pasando a ser, también ella, una ciencia. En este
punto, la mayoría de las personas que hayan aprendido y puesto en
práctica la teoría seguirán considerando mi .formulación como su
fuente de conocimiento. Si las cosas siguieran así en el futuro, esta
teoría se convertirla en otro sistema cerrado de creencias.
Berenson: Queda otra pregunta. Un estereotipo muy común es
que la escala de diferenciación del sí-mismo de Bowen, con la
emotividad en un extremo y la racionalidad en el otro, implica que
existen personas que sólo son capaces de pensar y carecen de senti-
mientos, son fría~ y no emotiva~. Sé que no es esto lo que usted
quería decir, y le ruego que tenga la amabilidad de aclarar este punto
una vez más.
Bowen: Esta es la crítica más frecuente que se ha hecho a mi
teoría y mi método terapéutico. Empecé a escucharla a principios de
la década de 1960, cuando el concepto de la diferenciación estaba lo
bastante estructurado para que se comenzase a hablar de él. En un
plano teórico, la pregunta viene de una persona cuyo modo de
pensar es psicoanalítico y que considera la relación terapéutica como
el tratamiento ideal para todos los problemas emocionales. Viene de
una persona que no ha oído hablar de mi teoría y que está profunda-
mente comprometida en el sistema emocional con el paciente. Esta
persona percibe mi concepto del "intelecto" como si fuese muy simi-
lar al concepto de "intelectualización", tal como es entenqido por el
psicoanálisis, es decir como mecanismo de defensa contra los senti- .
mientos. Según este punto de vista, la expresión de los sentimientos'
se considera una defensa válida y la intelectualización, negativa. El
sistema intelectual, tal como lo he definido, es diferente por comple-
to del mecanismo de defensa de la intelectualización. En tanto esta
UNA ENTREVISTA CON MURRAV BOWEN 197
persona mantenga semejante orientación teórica no habrá ninguna
posibilidad de que capte este, punto. Es interesante el hecho de que
esta eterna cuestión, que se plantea en el contexto de la teoría, se
base por lo general en una técnica terapéutica. No puedo contestar
fácilmente a esta pregunta. Estoy convencido de que el problema
básico es que algunas de mis afinnaciones teóricas están en desa-
cuerdo con las verdades básicas en las que creen los que formulan
esta pregunta, sea que comprendan mis afirmaciones, sea que acep-
ten el hecho de que sus verdades sólo son afirmaciones. Nunca me
ha parecido conveniente discutir este punto con respecto a la cues-
tión tal como se plantea. Les doy a estas personas mis explicaciones
y dejan de interrogarme, pero su modo de pensar no cambia. '
Berenson: ¿Por qué &lgunas personas están más diferenciadas
que otras?
Bowen: Una respuesta muy simple podría ser: "Porque éste es el
modo en que el hombre ha evolucionado como forma de vida". En
otro nivel sería más ,exacto decir que el grado de diferenciación de
una persona está determinado por el grado de diferenciación de los
padres en el momento de su nacimiento, por su sexo, por la manera
en que esa persona se ha adaptado en la esfera familiar, por el orden
de nacimiento, por la normalidad, o no, de su patrimonio genético,
por la disposición emocional ,de cada progenitor y de su matrimonio
antes y después de su nacirillento, por el tipo de relación de cada
progenitor con su respectiva familia de origen, por la cantidad de
problemas reales en la vida de los padres en el período que precedió
a su nacimiento y en el que le siguió, por la capacidad de sus padres
para afrontar los problemas emocionales y reales a un tiempo y por
otros detalles que se insertan en la configuración general. Además,
el nivel de diferenciación de cada padre ha sido determinado por los
mismos factores en la situación en la que nacieron y crecieron, y el
grado de diferenciación de cada uno de los abuelos ha sido determi·
nado también porIos mismos factores en sus familias de origen y as~
sucesivamente en las generaciones pasadas. De acuerdo con rnt
punto de vista actual, la programación biológica, genética y emocio-
nalinherente a la reproducción y al nacimiento es un proceso muy
estable, pero influido de algún modo por las circunstancias afortuna"
das o desafortunadas y por el azar cuando las cosas andan mal, En
igualdad de condiciones, una persona sale con el mismonive~de
diferenciación de sus padres y este hecho está determinado', por ,el'
 198 DE LA FAMILIA AL INDIVIDUO
proceso que se desarrolla antes de su nacimiento y por la situación
durante la infancia. Pueden intervenir entonces, para modificarlo,
algunas circunstancias afortunadas o desafortunadas durante' la
segunda infancia y la adolescencia. Como todo lo demás, el nivel
fundamental de diferenciación se estabiliza, al fin cuando el joven
adulto separa su sí-mismo del de la familia de origen. Me,refiero a
los niveles fundamentales de diferenciación que continúan a lo largo
de las generaciones como un proceso estable. Más allá y más acá de
esto ,hay muchos niveles funcionales de diferenciación que se's'uper-
ponen con el nivel básico. Cuanto más bajo sea el nivel de diferen-
ciación, mayoJ:será la adaptación funcional. El nivel funcional de
diferenciación sufre la influencia de múltiples factores que hemos
llegado a conocer en detalle y que dan por. resultado amplias fluctua-
ciones del nivel funcional. En la terapia sistémica hablamos de mejo"
rar el nivel d~ ,diferenciación. Si logramos ,controlar la ansiedad y
nuestra reacción ,frente a la ansiedad, el nivel funcional mejorará.
Más allá de esto' creo que es posible, trabajando períodos prolonga-
d.os; a~mentar también de algún modo el nivel básico; La terapia
slstemlca no puede rehacer desde el principió lo que la naturaleza ha
cre~o, pero aprendiendo cómo actúa el organismo, controlando la
~sledad,y apr~ndiendo a adaptarse mejora la fortuna ya las adver-
Sidades de la Vida es posible, e,n Cierto modo; cambiar la naturaleza.
. Berenson: ¿Qué tiene que ver esto con la genética? " " . .
B?wen: En sentido estricto no tiene nada que ver con la genéti-
ca. Mi concepto de la transmisión multigeneracional define un mode-
lo muy amplio, por lo que algunos hijos salen con' un nivel de dife-
renciación niás bajo que el dé los' padres,'y otros con un nivel más
~to, en tanto que la mayor parte tiene; poco más o menos, el mismo
nivel que los padres. Los que tienen un,nivel más bajo han estado
exp~estosa un n~ero de circunstancias desfavorables superior a'la
media, y los que llenen. un nivel más alto han tenido más suerte. Las
circunstancias favorables o desfavorables se definen más por el
proceso ~mocional. de la ~arnilia que por . las habituales ventajas y
desventajas en senlldo SOCial. Desde el punto de vista de una defini-
ción estrictamente genética, este' proceso sigue un modelo similar
genético, peto nada tiene que ver con los genes tal como comúnmen-
te se los defme. En los diez últimos años se han ido afirmando
nuevos puntos de vista sobre los genes. La nueva rama de la medicic
na, la eugenesia, atestigua los cambios en esta materia. En los diez
UNA ENTREVISTA CON MURRAY BOWEN 199
años transcurridos, los sociobiólogos se han referido a la conducta
\
animal programada que se transmite de generación en generación
sobre una base genética. En estos años he designado estos fenóme-
nos con el término de "conducta programada". Ahora, los sociobió-
lagos están usando un concepto "genético" para lo mismo. Esto no
significa que hayan descubierto e identificado nuevos genes. Quiere
decir que creen que los genes determinan la conducta. Actualmente,
existen algunas discrepancias en ese sentido en el campo de la gené-
tica. En mi opinión, estos científicos de la biología y las ciencias
naturales están trabajando para extender su ámbito de conocimientos
siguiendo la tendencia de muchos de los conceptos que he definido
en mi teoría El proceso de transmisión multigeneracional es uno de
los conceptos en los que he trabajado menos minuciosamente y
merecería mayor atención. Estoy buscando, para 'mi programa en
Georgetown, un terapeuta-investigador de la familia que esté lo
bastante interesado en la genética como para querer aprenderla y que
pueda proyectar una investigación sobre la familia, que utilice los
nuevos desarrollos de la genética. De esto he hablado antes. Si
seguimos pensando en las ciencias, quizás algún día podamos esta-
blecer un verdadero contacto conceptual con las ciencias reconocidas
y la psiquiatría pasará entonces a ser una ciencia. Hasta ahora, nues-
tras teorías sobre la conduGta humana no han ido más allá de los
sistemas cerrados de creentias. En este momento sólo puedo decir
que los niveles de diferenciación se transmiten de generación en
generación según el modelo símil genético que, sin embargo, nada
tiene que ver con la genética tal como se la define corrientemente.
 INmCE ANALITICO

Acontecimiento crítico, 50~ 1 Campo

Adaptabilidad - de la familia extensa, 49-50
- al estrés, 75-6 - de la familia nuclear, 48-50
- básica de la familia, 114 - emocional, 36-7,49-50, 71, 90'2
Adaptación - familiar, 48, 50-4
- "célula a célula", 50-1 - magnético, 49-50
- funcional, 198 Campos interdependientes, 52
- humana, 191 Capacidad
Aislamiento, 109-10 - de los niños para afrontar la muerte,
- de la familia nuclear! 42 170
- emocional, 150-2 - de observar, 80, 97
Alianza, 108-9 Características de la personalidad, 46
Amalgama, 103 Catexis
- parental, 106 - de energía psíquica en el sí-mismo de
- emocional, 156 otro, 61
- social, 194 - emocional, 58-9
Análisis del inconsciente, 56 - primaria recíproca, 187
Angustia intrafarniliar, 135 Ciencia, 173-6, 180-1, 184-5, 195-6, 199
Ansiedad de la familia, 147 Ciencias sociales, 174~5, 184
Apego Cierre emocional, 74-6
- emocional, 45, 64 Circuito emocional, 35
- emocional no resuelto, 72, 73, 74-5 Clima emocional, 69-70, 79
Apertura emocional, 74-6 Compensación emocional, 96
Aproximaci6n a la familia de origen, S6 Complejo emocional, 142
Area de desavenencia, 114 CompromiSo emocional,- 35,73,117,
Asesor, 31, 114 146, 176
Asistencia profesional en el momento de Comunicación
la muerte, 169 - de los sentimientos, 56
Autonomía emocional, 69-70 - no verbal, 25-6
- triangular de un "secreto", 116
Cambio, 68-71, 84-6, 96,107,111,115, ,- verbal, 26 .
140, 153-4, 160-1 Concepto
- afectivo, 27 - de normalidad, 36-7, 192
- del sí-mismo, 60, 77 - genético, 199
- de nivel funcional, 47 Conciencia de la muerte, 156
 ,
, I
,

202 INDICE ANALlTlCO

IN DICE ANALlTICO 203

Conducta, 174-5, 184, 199
- animal programada, 199
Cohesión, 60, i034, 107, 117, 129, 132,
148-51
- del nosotros, 62
- en el matrimonio, 104
- en el triángulo, 90
. . : emocional, 185
Configuración emocional, 74~5, 187
Confines del yo, 40, 42-3, 60
Conflicto, 41-2, 44, 58-9, 114, 119-20,
123
- abierto, 58-9, 118
- conyugal, 42-4, 49-51, 55, 57-9, 114
- emocional, 147 r,1.
Conflictos enu:e ~o,s hijq~. 114
Confrontación,emocional, 81-2, 89
Conociniiento emoc~oJ.1~l de' la propi'a
familia, 80 " - bilateral, 104
Constelación familiar, 47'
Contacto, 44, 49~52, 66, 74-6, 109-10,
112, 114, 119, 138-9, 146
- significativo con el pasado, 155
Contexto
- ampliado, 153
- emocional. 81-2, 85
- terapéutico, 136, 150-1
Contrasentido, 121, 146
Contrato emocional "fraudulento", 58-9
Control
- de la propia emotividad, 80, 85,97
- deh interacción. 142
Conversación de.persona a persona, 129
Coraje emocional, 108-9,,171._2
Coterapeuta, 134-5
Corte
- emocional, 72
- definitivo con el pasado, 85,
Crecimiento emocional, 73
Cualidades orientadas al sí-mismo, 40
Curador, 140
Defmici6n, 27, 32
- del concepto de sistema, 136
- del pro blema, 136
- del rol, 107
- del sí-mismo del terapeuta, 60, 101-2
- del sí-mismo en la familia extensa,
78, 108-9
- defsí-mismo en la familia de origen,
65,84
- del sistema familiar, 49-50
- del sí-mismo como persona, 57-8, 60,
108-9
Dependencia, 37-8, 60,163
- emocional, 45, 934
- emocional recíproca, 157, 162
Desarrollo del síntoma, 49-50
Desavenencia emocional, 148
Desplazamiento en los niveles
funcionales del sí-mismo, 71
Destriangulaci6n, 66, 81-2, 112, 113,
128
- del sí-mismo, 80 ,
- del triángulo, 54, 62
Díada, 186
- familiar, 138-9
Diferenciaci6n
- de la familia' de origen, 98
- del sí-mismo, 35-7, 39-40, 45, 53-8,
60-2 y sigs., 118, 125'6, 130'1, 142,
145, 147-51, 155, 184,'193-9
- del sí mismo de cada c6nyuge, 54
- del sí-mismo Con la guía del
supervisor, 54
- en la familia extensa, 52
- total del si-mismo, 36-7
Dilema conceptual, 175
Discusi6n abierta, 100-1
Disfunci6n
- aguda, 148
- de un cónyuge, 424; 48, 55, 57-8,
61, 114
- de un hijo, 48, 55
-familiar, 28-30,48"50; 164,.
- social, 73, 162
Distancia, 49-50, 146
- emocional,AI-3, 72-3, 97
- física, 42-3, 69-70, 72-3
Doble vmculo, 22, 26 "
Dogma, 173-5, 177, 195-6
Eclecticismo, 176
Emancipaci6n emocionál, 89
Emoci6n, 32, 53, 156
- familiar, 126-7
Emotividad, 195-6
- en los sistemas cerrados"159-60 :
Endurecimiento emocional, 130
Energía psíquica, 50-1, 60
Enfermedad
- emocional, 174-5, 177-8,180-1,192
- física, 114, 162
- funcional, 175
- mortal, 158
Entrampamiento, 68-9
Entrenador, 55, 79
Entrenamiento, 78, 84, 86, 87, 113
Equilibrio
- asintomático, 162
- emocional, 72, 103, 105, 160-1, 164,
187
- emocional de la familia, 56, 72
- funcional, 30
Escala de diferenciaci6n del sí-mismo,
36-42,71, 188-90, 193, 195,6
Esfuerzo de diferenciaci6n, 131
Esquema triangular, 188-9
Etiología estructural, 175
Evoluci6n, 174, 179
Excesiva intimidad. 41-2
Exoactuaci6n como respuesta, 145
Experiencia familiar, 130-1
Expresi6n
- sintomática de un problema, 94-5
- terapéutica de los sentimientos, 143
Funci6n, 126-7 .
- de los funerales, 168
Funcionamiento
- del sí-mismo, 58-9
- emocional, 37, 41,116
- recíproco, 19
Funeral, 168-72
- público, 169
Fusi6n, 21, 35, 64, 69-70, 74-5, 85, 91,
100-1, IOb2, 113, 184
- con el sistema emocional, 90, 116
- del yo, 35-9, 41-4, 46,62, 148
- emocional. 40, 101-2, 194
- emocional negada, 162
- positiva, 101-2
Fuerza
- emocional, 77, 98, 103, 109-10, 186,
187, 188-9
- primaria, 185
Familia
- cobesiva, 45, 52-3
- como experto en el sistema, 30 , r" i
- como sistema, 27 -31
- como sistema funcional, 32
- como unidad patoI6gica" 134
- de los terapeutas de la familia, 101-2
- de origen, 424,65,67-9,75-7,82-6,
91,98, 105, 107, 109-11, 149-50
- explosiva, 45, 52
- extensa, 36-7,.50-1, 56-8, 67-9, 75-6,
85,100-1,121,128,138-9,158
- motivada para el cambio, 85-6,
- nuclear, 33-4, 36"7,44, 50-1, 56, 67,
75-6,85-6,98,107-10,114,118,
121.128
sustitutiva en las relaciones, sociales. 77
Fantasía, 49-50, 56, 156
Fen6meno
- de la familia, 32
- familiar, 178
Folie d deux (locura de dos), 33-5
Frente parental unido, 105-6
Genealogía de la familia, 98
I
Genética, 198-9
Grado
- de apego emocional no 'resuelto, 74-5
- de diferenciaci6n" 69-71
- de indiferenciación, 72·
I Grupo
- ampliado, 153
- familiar, 153
- emocional, 108.:.9
Hombre como ser protoplasmático, 31
L-1corporaci6n del sí-mismo, 33-4
Indice de conflicto, 92
Indiferenciación, 35, 71,2, 75,6, 114,
148
Individuación, 80 ., 1 ' ,1
Individualidad, 1 0 5 ' ,
Irunadurez.,45-6 <:,¡ :",
Instinto, 156. 185 . " .. ,' .' ;~,!l
Integraci6nemocional,160-1 ' ,\UI',.,
Intelectualizaci6n, 196-7 " .:"" . ¡
Interacción recípr:oca;25~1 ,;I.I")',):)'j
Interdependencia, 21,2,45; 5~-9,· 73.85,
145,150-1,152,184 ! .'!o". '. .
",!)'
- en el matrimonio, ,~4 ,j ,1 "¡Ii,;;,)\;j,ú .
- multigeneracional~ !36:h" .:,. I.(j!:
 204 IN DICE ANALlTICO IN DICE ANALlTICO 205

Intimidad,49-50 - terapéutico, 140 esquizofrénico, 133 - de definición, 136

- triangulante, I 17 Ola de ansiedad, 118, 126-7 - de diferenciación del sí-mismo, 48,
Juego - triangular, 187 Onda de choque emocional,,117, 160-1, 53,126-7,148
~ - emocional, 85 Modelos 162-4 - de proyección de la familia, 26, 36-7,
- semántico, 181-2 - faroiliares, 78, 111 Oposición al cambio, 57-8 47,50-1, 185
- repetitivos de funcionamiento, 28 Optica sistémica, 155 - de separación emocional, 69-70
Kinesis,27 Motivación, 88,138-9,147,174-5,184, Orientación del sistema, 30 - de transmisión multigeneracional, 45,
194 98, 185, 199
Lado negativo del triángulo, 94-5, 113 Movimiento Padre pasivo, 28,137-8,181-2 - de "evaluaci6n" en la primera
Leyes de la cohesión, 131 - browniano, 185 Parasitismo, 184 entrevista, 48
Ligazón, 21, 30 - faroiliar, 19-23, 179 Pariente neutral, 164 - emocional, 24-5, 33-4, 45, 65, 79, 81-
- emociOlÜ,l no resuelta, 168 Muerte Paso diferencial, 131 2,93-4,145,146,178,192
Ligazones - de un hijo significativo, 164 Patrimonio genético, 196-7 - emocional centrado en el paciente,
- emocionales con el pasado, 73 - de un miembro significativo de la Pensamiento sistémico, 193 192
- emocionalesldel triángulo, 111 familia, 162 Percepción de la muerte, 157 - familiar, 26
Luna de miel terapéutica, 135 - traumática, 172 Pérdida - familiar entre los cónyuges, 150-1
- del sí-mismo, 42-3 - mental, 145
Madre dominante, 28, 137-8, 181-2 Nacimiento de los hijos, 49-50, 160-1 - de un miembro de la familia, 160-1 - terapéutico, 149-50
Madurez emocional, 36-7 Negación - emocional, 160-1 Procesos
Masa - del apego emocional, 73-5 - física, 160-1 - celulares, 32
- central, 33-4 - del apego emocional no resuelto, 73 - funcional, 160-1 - de pensamiento, 143
- del yo faroiliar, 33-4, 36-7,41-4,46, - de la muerte, 157 Perfil, 188-9, 193 - intrapsíquicos, 141
49-52, 126-8 Negación de la dependencia, 42-3, 52 - de la personalidad, 47, 52, 91, 92-2 - somáticos, 32
- del yo parental, 37-8, 49-50 Nivel Persona Programación
- familiar, 22 - básico de diferenciación del sí- - "sensitiva", 37-8 - biológica, 198
- indiferenciada del yo familiar, 22, 33- mismo, 37-8, 41-2,198 - completamente diferenciada, 40, 101- - del hijo, 74'5
7,90,99'101,113,126-7,152,183 - conflictual, 114 2 - emocional, 74-5,198
- indiferenciada del yo en la familia de - de la ansiedad, 186, 196 Plan - genética, 198
origen, 99 y sigs. - de adaptación, 75-6, 94-5 - familiar, 196-7 Protoplasma, 186
- indiferenciada del yo en la' familia - de adaptación vital, 165 - terapéutico, 53, 67 / Proyección, 46, 114
nuclear, 35, 62 - básico, 188-9, 198 Planificación de la terapia, 48 - en el hijo del problema parental, 62,
- originaria del yo, 42-3 - de compromiso, 33-4 Portador del síntoma, 97 114
Mecanismos internos (intrapsíquicos), - de diferenciación, 46, 52, 69-71, 75- Posici6n Proximidad emocional, 33-4
72-3 6,103,114,148,154,187-90,194, - de los hennanos, 52 Psicoterapia
Mensaje conflictual, 26, 124 196-8 - operativa, 107 - con un solo miembro de la familia.,
Método - de inmadurez, 45 - yo, 56, 58-9, 62, 103, 105, 142, 147-8 25,55,140
- didáctico, 68-9 - de indiferenciación, 74-5 Probabilidad de diferenciación, 39 - familiar con dos c6nyuges, 141
- empírico', 179 - de integración del sí-mismo, 195-6 Problema del cambio en psicoterapia, - familiar con un solo c6nyuge, 57-8
- científico,176 - funcional, 35,41-2,50-1,62, 188-9, 153 Puntos
Microf\mcionamiento de los triángulos, 194 Problemas - cruciales, 50-1, 92
138-9 No diferenciación, 35-7 - emocionales intrafamiliares, 136 - vulnerables, 118
Miedo a la muerte, 112 No sí-mismo, 37-9, 42-3,46 - neuróticos, 148
Miembro ausente, 120 Nonnalidad, 192 Proceso Racionalidad, 195-6
Mito, 99 Nosotros parental, 105-6, 112 - en el seno de la familia nuclear, 44 Reacción
Modelo Nueva masa del yo famil~ar. 42-3 - cerrado, 176 - de la familia frente a la
- emocional, 93-4, 99, 119 - de autodetenninaci6n, 148 diferenciación, 104
- médico psiquiátrico, 20-1, 24, 30 Objetividad emocional, 90, 99-102, 120 - de conocimiento del propio sí-mismo, - de dolor o duelo, 162, 164
- relacional, 191 Observación 56 ' - emocional, 35, 56,78, 80, 104, 142,
- relacional triangular, 66 - clínica, 48 ~'-! - de conocimiento del sí-mismo del 148,158-60, 170
- similgenético, 199 - de familias con un hijo ,
,\
otro,56 - emocional de negación, 162
~-
206
- familiar, 115
Reactividad ante la ansiedad, 195-6
Realimentación, 111
Reciprocidad superadecuada-inadecuada,
29
Rechazo, 27, 33-5, 41-2, 81-2,108-9
- emocional del pasado, 77
Reflejo emocional, 137-8, 157
Regla, 120, 145
Relación
- activa, 45
- simbiótica, 33-4
- terapéutica, 21; 57-8
Relación
- de dos, 78, 187
- con ,el muerto, 168-9
- con el grupo, 79, 84
- con el sistema familiar, 126-7
- conyugal, 48
- con la familia nuclear, 100-1
- de persona a persona, 107 y sigs.,
112-3, 115, 130, 131
- de pareja, 86
- distorsionada, 175
- emocional cerrada, 162
- individual (con un padre). 106, \08-9
-negativa,187 ) - de energía psíquica de la familia, 50-
- en el matrimonio, 65, 67-9
- "nómada", 73
- simbiótica, 33-5
- terapéutica, 174-7,196-7
Resistencia, 108-9, 111, 149-50, 155
- emocional, -155 ' :
ResponsabilidaO de su propio cambio,
140 .
Respuesta emocional, 56,81-2,.131,
140-1, 144
Rol,79-80, 109-10, 135,140
- de aquel que se está diferenciando,
130
Sacudida emocional, 46
Secreto familiar, 116, 123.
Sentimiento, 32, 49-50,184
Sensaciones con respecto, a la muerte,
167
Señal emocional, 186
Separación, 42-3
- forzada, 69-70
Seudo sí-mismo, 42-3, 194
INDICE ANALlTICO
Seudomutualidad, 22
Shock,171-2
Simbiosis, 184
Sí-mismo, 37-8,126-7, 148, 198
- capaz de ceder, 42-3
- común, 42-3, 106
- diferenciado, 90
- funcional, 194
- real, 194 .
Sintomatología de tensión, 49-50
Sistema
- afectivo, 32, 36-7,128
- afectivo-fantástico, 50-1
- biológico, 31
- cerrado de 'creencias, 174-6, 195-6,
199
- cerrado entre paciente y familia, 159-
60, 167
- cognitivo, 56
- de los amigos, 169
- de la familia extensa, 42-3
- de la reactividad emocional
. automática, 144
- de comunicación, 31
- de comunicación cerrado, 157-8
- de convicciones, 176
1 - de red con familias múltiples, 134
- de juegos, 31
- de ligazones dependientes, 37-8
- de reactividad emocional, 80, 185
- de relación, 33-4, 36-7, 39-40 .
- de relación entre los cónyuges, 141
- emocional, 23, 31-2,35,39-40,52-4,
56,81-2,89-90,97,100-1, 103,105,
108_9,111,113,116-7,119-21,126-
7, 132, 137-40, 142, 145, .147, 149-
50, 152; 183
- emocional cerrado, 166
- emocional familiar, 52, 78-9, 82-3,
124, 126-7, 142, 145
- emocional triangular,l87
- familiar, 47, 49-50, 55, 57-8, 62, 81·
2,89,91, 100-1, 103,105, 124, 126-
7,137-8,147,169
- familiarextenso,160-1
- intelectivo, 32, 36-7, 39,196-7
- laboral, 89-90, 1M
- natural, 24, 1M
- relacional, 21, 26-7, 42-3, 48, 65, 67,
INDICE ANALlTICO 207
79,84 Transmisión
- relacional abierto, 74-5, 78, 80, 134, - de los grados de madurez, 36~ 7
156, 157 - de los modelos patológicos, 98
- relacional cerrado, 156-7,168 - de los problemas a uno o más hijos,
42-4
- social, 31, 89, 137-8
- de las características familiares, 98
- terapéutico, 534, 133
- transaccional, 26 . - de la inmadurez. 36~7
- emocionales interdependientes, 57-8 - multigeneracional, 198
Tríada interdependiente, 185
Situación
Triangulación, 58-62, 90,186 .
- multifamiliar, 141
- triangular, 66 Triángulo, 35, 54-5, 62-5, 71, 78, 80-2,
94-6, 101-2, 106-7, 111-19, 125-6,
Supervisor, 31
137-41,145-6,185-9
Temas tabú, 142, 157 - central de la familia, 114-5, 118
- familiar, 94-6, 138-9
Tensión
- médico-familia~paciente, 159-60
- emocional, 54, 71, 117
- primario, 65-6, 68-9, 113, 117
- familiar, 118
Teoría Triángulos
- interdependientes o interconcxos, 35,
- de la comunicación; 26
54, 65, 66,113,126-7, 137-8
- de los sistemas, 180-1, 193
- periféricos, 119
- de los sistemas familiares, 184
- Terapeuta múltiple, 135
Unidad
Terapia
- emocional, 49-50
- en el momento de la muerte, 165
- familiar, 55
- con ambos padres, 55-6
Unión indiferenciada, 54
- de pareja, 23, 104
- de grupo familiar, 23, 84, 180
Visita a la familia, 100-2
- familiar con familias de asistent~s, 67
Yo
- familiar múltiple, 133, 150-1 Y sigs.
- diferenciado, 37-8
- individual, 23
- irresponsable, 103
- sistemática, 198
- responsable, \03
Término directo, 165
Tolerancia al estrés, 78
Zonas de tensión, 49-50
Tormenta en un vaso de agua, 119, 122