Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
APUNTES DIPr 2º PP. Manuel Agudo
APUNTES DIPr 2º PP. Manuel Agudo
DERECHO
INTERNACIONAL
PRIVADO
2º Parcial
APUNTES
MANUEL AGUDO
base: Florentina
LECCIÓN 14. LA PERSONA FISICA
I. INTRODUCCIÓN.
Página 1 de 133
II. ASPECTOS PROCESALES
Página 2 de 133
A. Capacidad de las personas
B. Extinción de la personalidad
Página 3 de 133
2. RECONOCIMIENTO DE RESOLUCIONES JUDICIALES Y DOCUMENTOS PÚBLICOS
EXTRANJEROS
A. Régimen jurídico
Página 4 de 133
III. LEY APLICABLE: RÉGIMEN GENERAL
• La noción de estatuto personal retiene lo que la persona es, por una parte, en sus
relaciones con el Estado (por ejemplo, la condición de nacional o extranjero) y en sus
relaciones familiares (por ejemplo, filiación), pero no todas estas relaciones están
comprendidas dentro del ámbito material del art. 9.1 CC, que es la norma de conflicto
general en la materia personal.
• Por otra parte, al tratarse de cuestiones personales, el derecho aplicable vendrá
determinado por la ley personal del interesado..
1. ÁMBITO MATERIAL DEL ARTÍCULO 9.1 DEL CÓDIGO CIVIL
Página 5 de 133
1. El nacimiento no suscita un problema conflictual salvo en cuanto al momento
determinante para asignarle efectos jurídicos. Es una cuestión sujeta a la ley personal,
que puede disponer una prescripción distinta a las condiciones de nuestro OJ para
considerar que hay persona. Como esta divergencia solo sería relevante a efectos
sucesorios, la ley llamada a decidir la sucesión podría llegar a interferir.
Página 6 de 133
2. EL CRITERIO DE CONEXIÓN Y SU EVOLUCIÓN
• Todas las cuestiones de estatuto personal quedan sujetas a conexiones personales. En
el OJ español la ley personal viene determinada por la nacionalidad (art. 9.1 CC). Dicho
mandato debe completarse con lo dispuesto en art.9.10 CC: "se considerará como ley
personal de los que carecieran de nacionalidad o la tuvieran indeterminada, la ley del lugar de
residencia habitual". De modo que la conexión principal es la ley nacional y,
subsidiariamente, la ley de la residencia habitual.
1) La utilización de la ley nacional como conexión en las normas de conflicto se complica en
los supuestos de apatridia y doble nacionalidad.
• Para los apátridas, la nacionalidad se sustituye por la ley de la residencia habitual.
• En los casos de doble nacionalidad, se siguen las siguientes reglas:
o si ninguna es la española, se estará a la ley de residencia habitual;
o si una es española y otra está prevista en las leyes españolas, se estará a lo que
determinen los tratados internacionales y si nada estableciesen, a la última
coincidente con la residencia habitual;
o si no hubiera tratado, se estará a la ley de residencia habitual.
• En suma, en los supuestos de apátrida y de doble nacionalidad, el hecho de que el
interesado ostente, entre otras, la nacionalidad española no debe bastar para aplicar
la ley material española: su nacionalidad efectiva será la coincidente con el país de
residencia habitual.
2) Justificación de la ley nacional. La amplia presencia de la conexión nacionalidad tiene
un componente histórico; siendo típica además de países que han sido de emigración
(caso de España); y es, además, conexión cultural. Presenta del mismo modo varias
ventajas, como es la estabilidad y la unidad. No obstante los cambios sociopolíticos y la
transformación de España en un país receptor de inmigración ha provocado una
reducción drástica de la conexión nacionalidad en favor de la conexión residencia
habitual, pero no su eliminación.
3) Los sistemas anglosajones se inclinan por el domicilio para designar la ley personal.
El domicilio expresa aqui un vínculo voluntario entre una persona y un país o lugar en la
que la persona se establece, elemento volitivo en el que puede plantearse la prueba como
elemento subjetivo. En el OJ español, en cambio, el domicilio de las personas naturales es
el de su residencia habitual, de modo que su determinación no presenta más problemas
que la concreción que pruebe tales hechos.
4) Entre la conexión nacionalidad y la conexión Domicilio se sitúa la residencia habitual. En el
sistema español de DIPr es la conexión subsidiaria en defecto de nacionalidad y
progresivamente sustituye a la ley nacional como conexión principal en el marco de las
cuestiones de estatuto personal, quedando reducida a un OJ por el que la persona
eventualmente puede optar (ej. En materia de ley aplicable en sucesiones R 650/2012).
5) En el ámbito de la UE, la nacionalidad de cualquiera o de ambas partes en una relación
jurídica puede ser escogida como ley aplicable.
6) La conexión del significado de estas conexiones es necesaria para establecer el derecho
aplicable, significado que únicamente puede establecerse desde el OJ en q se insertan.
Página 7 de 133
IV. EL NOMBRE
• El nombre de las personas físicas tiene dos facetas:
1. Por una parte, un signo de identificación de la persona (art. 12 RRC) y, por tanto,
un derecho de la personalidad, lo cual lo pone en relación con Derechos
fundamentales. Desde esta perspectiva, forma parte del estatuto personal y justifica
su sumisión a la ley personal.
2. Al mismo tiempo, debe satisfacer el interés general en la correcta
identificación de los ciudadanos, luego desempeña asimismo una función de
"control público de la identidad del individuo". Desde esta perspectiva, justifica una
intensa intervención estatal, que podría haber supuesto un papel preponderante de
la lex fori, si bien no ha sido totalmente así.
1. RÉGIMEN GENERAL
• El nombre (y apellidos) se determinan conforme a la ley personal (art. 9.1 CC).
Excepcionalmente debe tenerse en cuenta otra ley cuando sea ésta la que rija el cambio
en los apellidos. La trasmisión del nombre quedaría sujeta a la ley rectora de la filiación.
• La atribución del nombre y los apellidos está sujeta a una regulación material detallada en
casi todos los ordenamientos; en el OJ español, el nombre y los apellidos de los españoles
se hallan regulados en los arts. 109 CC y 55 LRC-1957 y RRC 1958 (arts. 50-56 LRC).
• Cuando se trata de establecer e inscribir el nombre de extranjeros en España, el
ordenamiento español dispone que sea la ley nacional reguladora de la atribución del
nombre. El problema radica en reconocer nombres y apellidos que constan bajo otra
formulación en OJ extranjeros. El Derecho convencional corrige en parte este problema.
• EL CONVENIO DE MUNICH (CIEC Nº19) relativo a nombres y apellidos, tiene carácter erga
omnes o de aplicación universal, por lo que se aplica con independencia de que la ley
designada sea o no la de un Estado parte en dicho convenio, por lo que sustituye al
régimen del CC. Excluye de su ámbito las situaciones de doble nacionalidad, por lo que en
estos casos seguirá vigente el Dipr interno. Características:
1. Este convenio no supone un cambio radical, ya que sigue el criterio de la ley nacional.
2. Se admite el reenvío, entendiéndose que la designación del OJ por la ley nacional
alcanza también a las normas de Dipr del OJ designado por la norma de conflicto.
3. Cuando el derecho al nombre dependa otras relaciones familiares (ej. cambio de
nombre por un divorcio), esa cuestión previa debe resolverse también conforme a la
ley nacional y no conforme a la ley rectora de esa relación (ley rectora del divorcio).
4. En los supuestos de cambio de nacionalidad se aplicará al nombre la nueva ley
nacional adquirida (art. 1.2).
5. Se permite al encargado del RC la aplicación de su ley interna.
• EL CONVENIO DE ESTAMBUL DE 1958 relativo al cambio de nombre y apellidos. Los
Estados se obligan a reconocer y dar eficacia ejecutiva a los cambios concedidos por una
autoridad pública de uno de los Estado parte, (no afecta a aquellos derivados de una
acción de estado como la filiación).
Página 8 de 133
2. DERECHO AL NOMBRE EN LOS SUPUESTOS DE ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD
ESPAÑOLA: PROBLEMAS PARTICULARES
• La ley española como lex fori rige el procedimiento y la atribución del nombre a quienes
adquieran la nacionalidad española.
• Con independencia del número y orden de apellidos que conste en la certificación
(extranjera) de filiación del interesado, la inscripción en el Registro español ha de reflejar
el primer apellido del padre y el primero de los de la madre.
• Se admite la conservación de los apellidos del anterior estatuto personal, es decir, no se
impone un cambio forzoso del número o del orden de los apellidos que hubiera venido
ostentando el extranjero hasta el momento de la adquisición de la nacionalidad, sino que
se establece un mecanismo de conservación, siempre que así lo declare el interesado, con
dos limitaciones de orden público:
1. Deben constar dos apellidos (principio de duplicidad de apellidos);
2. es contrario a nuestro orden público la transmisión exclusiva de los dos apellidos por
una sola de las líneas (principio de la infungibilidad de las líneas).
3. LA INCIDENCIA DEL DERECHO DE LA UE SOBRE LA REGULACIÓN DEL DERECHO AL
NOMBRE
Página 9 de 133
V. CAPACIDAD Y PROTECCIÓN DE LOS INCAPACES
• En relación con la capacidad de obrar, la ley personal puede ceder o venir modulada en
ciertos supuestos.
1. En primer lugar, en función de la naturaleza del acto (capacidades especiales).
2. En segundo término, por una finalidad de protección de la seguridad del tráfico
(teoría del interés nacional).
3. Finalmente, cuando la situación de incapacidad de la persona exige la adopción de
medidas tuitivas, con o sin previa declaración judicial.
Página 10 de 133
A. Capacidades especiales
• La mayoría de los OJ establecen capacidades, distintas a la prevista con carácter general
para la realización de determinados actos jurídicos (ej. contraer matrimonio, adoptar).
• La conexión nacionalidad se reitera o se modula en función del acto a realizar; son las
denominadas capacidades especiales que se estudian en los temas correspondientes a
tales instituciones.
Página 12 de 133
LECCIÓN 15. LAS PERSONAS JURÍDICAS
I. INTRODUCCIÓN
Página 13 de 133
• Las cuestiones que plantea la aplicación de esta norma reglamentaria:
• El alcance de la expresión sociedad o persona jurídica. Se acepta unánimemente que
la expresión “sociedad o persona jurídica” debe ser objeto de una interpretación
autónoma, teniendo en cuenta el fin de la norma. Desde esta perspectiva, se entiende
que están incluidos en el ámbito del precepto los diferentes tipos de sociedades, las
asociaciones y las fundaciones, así como aquellos entes sin personalidad jurídica, pero
con capacidad para ser parte en un proceso.
• La interpretación de las materias enumeradas. Las materias deben interpretarse de
forma estricta, dado que están en un precepto que regula competencias exclusivas. Por
lo que sólo opera la competencia exclusiva del tribunal donde la sociedad tenga su
domicilio cuando se trate a título principal sobre un tipo concreto de litigios. A saber:
a. la constitución o nulidad de la sociedad;
b. la disolución de la sociedad;
c. y la validez de las decisiones adoptadas por sus órganos (acuerdos sociales).
• La concreción del domicilio de las personas jurídicas. Para conocer de los litigios, los
órganos jurisdiccionales exclusivamente competentes serán aquellos en los que la
sociedad o persona jurídica tenga su domicilio. Para determinar dicho domicilio, el
tribunal competente aplicará sus normas de DIPr.
Por lo que a la explotación de sucursales se refiere, el R. Bruselas I refundido contempla
un foro especial que será de aplicación cuando la persona jurídica tenga su domicilio en un
Estado miembro. En virtud de este foro, si se trata de litigios relativos a la explotación de
sucursales, agencias o cualquier otro establecimiento, será competente el órgano
jurisdiccional que se hallen sitos (art. 7.5 R. BI ref)
Si la persona jurídica no está domiciliada en ningún Estado miembro, la competencia judicial
internacional de nuestros tribunales en materia de explotación de sucursales se regula en
el art. 22. quinquies de la LOPJ que dispone la competencia de los tribunales españoles
cuando la sucursal, agencia o establecimiento mercantil se encuentren en territorio
español.
• Eficacia del foro exclusivo cuando se plantea la materia de forma incidental en el
proceso (TJUE). Las materias objeto del foro exclusivo en cuestión pueden plantearse con
carácter incidental en el proceso. Asi, el TJUE ha estimado que el foro exclusivo en materia
de personas jurídicas no es aplicable para conocer una cuestión de incidental que por
materia habría estado sujeta al foro exclusivo, pudiendo ser dirimida por el juez que
conoce a título principal sobre la cuestión principal (ej. cuestión principal: incumplimiento
de un contrato, cuestión incidental: nulidad de este por provenir de un acuerdo inválido
según los estatutos). Esta interpretación parece es específica para este foro exclusivo en
materia de personas jurídicas, ya que para el ámbito de bienes inmateriales (patentes,
marcas, diseños y bienes análogos), el artículo 24.4 1215/2012 consagra la competencia
exclusiva de los tribunales del Estado en que se haya solicitado, efectuado o tenido por
efectuado el depósito, "independientemente de que la cuestión se haya suscitado por vía
de acción o por vía de excepción".
Página 14 de 133
III. LEY APLICABLE A LAS SOCIEDADES: LA LEX SOCIETATIS
Página 16 de 133
• SOLUCIÓN: EL CRITERIO DE CONSTITUCIÓN. Con el fin de solventar esta incoherencia se
propone una reinterpretación del art. 28 CC, en virtud de la cual se deduciría que este
precepto únicamente exige la constitución de la sociedad conforme al Derecho
español.
• Así la exigencia de domiciliación en España que este precepto contempla, debe
entenderse como una exigencia material implícita a la constitución, conforme al Derecho
Español, y no como una exigencia conflictual cumulativa.
• Con esta interpretación, refrendada tanto en nuestro Código de comercio (a sensu
contrario en su art. 15) como en las más recientes resoluciones de la DGRN, el término
domicilio del art. 28 CC, se referirá al domicilio estatutario, que es el que ha de
localizarse en España y no al domicilio de la sede real.
• En conclusión, parece razonable admitir que el criterio que acoge el OJ español para
determinar la nacionalidad de las personas jurídicas es el criterio de constitución.
• SOCIEDADES DE CAPITAL. Desde el concreto ámbito de las Sociedades de Capital, la
concreción del criterio para determinar la nacionalidad de las mismas también es
controvertido. Ello se debe a que la letra de los arts. 8 y 9 LSC parece indicar que, para
las sociedades de capital rige el criterio de la sede real. De aceptar esta interpretación,
sería incompatible con el criterio de constitución.
• En cambio, si interpretamos que para que una sociedad de capital disfrute de
nacionalidad española basta con que ésta tuviese su domicilio estatutario en España sin
importarnos la ubicación de la sede real se salvaría la mencionada incompatibilidad. El
problema, no obstante, es que el art. 9.2 LSC exige que las sociedades de capital cuyo
principal establecimiento o explotación radique dentro del territorio español deben tener su
domicilio en España.
• Para salvar esta posible contradicción se propone una restricción del ámbito de aplicación
de este inciso, limitando su aplicación (criterio de sede real) a aquellos supuestos en los
que la sociedad de capital sólo desarrolle su actividad en España.
• De este modo, si la sociedad operase en otros Estados, su constitución bajo una ley
extranjera debería ser posible, y ello aun cuando el establecimiento principal estuviese en
España. Esta interpretación está en línea con la jurisprudencia del TJUE en la materia.
• Concluiremos en que la determinación del criterio que nuestro ordenamiento acoge para
concretar la nacionalidad de una persona jurídica en general, y de una sociedad de capital
en particular, es una cuestión especialmente polémica. Sin embargo, de una
interpretación lógica y sistemática de los preceptos aplicables, se deduce que el criterio
escogido por nuestro legislador para determinar la nacionalidad de una persona jurídica
es el criterio de constitución.
• Criterio que no impide que el OJ español contemple una serie de normas materiales -
especialmente, art 9.2 LSC- de aplicación imperativa para el reconocimiento de un tipo
societario concreto.
Página 17 de 133
4. ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LA LEX SOCIETATIS
IV. RECONOCIMIENTO
Página 18 de 133
• Se exigirá la inscripción en el Registro Mercantil cuando la sociedad extranjera crea
sucursales en nuestro país (art. 81.1.k del RRM).
• La exigencia de inscripción está justificada plenamente ya que así se equiparán las
sociedades extranjeras con las españolas, que también están obligadas a dicha
inscripción. Además, se garantizan los derechos de terceros (publicidad) y se aporta
seguridad jurídica a las transacciones mercantiles.
• En relación al alcance de dicha inscripción registral, cabe destacar que ha quedado
definido claramente por la Resolución de la DGRN (29/2/1992), según la cual:
o El objeto de inscripción es la sucursal, no la sociedad extranjera.
o La inscripción de la sucursal es obligatoria con independencia de que la sociedad
extranjera de que se trate sea o no inscribible en el Registro mercantil español.
o El papel del Registrador se limita a comprobar si la sociedad extranjera está
efectivamente constituida conforme a su propia legislación.
o Las sociedades extranjeras a las que se refiere el art. 81.1 RRM no tienen por qué
coincidir con los tipos societarios contemplados en el ordenamiento español.
• No se exigirá inscripción en el Registro mercantil si la sociedad extranjera únicamente
pretende realizar determinados actos, contratos aislados, o comparecer ante los
tribunales españoles.
Página 20 de 133
LECCIÓN 16. MATRIMONIO Y UNIONES
DE HECHO O REGISTRADAS
I. INTRODUCCIÓN
• Los modelos de familia y su regulación en cada ordenamiento jurídico estatal constituyen
uno de los escenarios tradicionalmente propicios al surgimiento de problemas de
Derecho internacional privado.
• La perspectiva de las soluciones DIPr, los cambios sociales y los principios inspiradores del
sistema se manifiestan en dos vertientes.
1. Considerando el carácter de derecho fundamental del ius nubendi (art. 32 CE), las
normas reguladoras de la forma de celebración del matrimonio se rige
alternativamente por dos conexiones: la tradicional regla del lugar de celebración del
acto o locus regit actum y la ley personal de cualquiera de los contrayentes. Ello evita
en gran medida que el acto resulte nulo por defectos formales.
2. La ley aplicable a la capacidad nupcial y al consentimiento se rige por la ley
personal de cada contrayente (ley de la nacionalidad 9.1 CC), y ello bajo el control de
la autoridad competente para instruir el expdiente matrimonial previo, o por el
encargado del RC en la inscripción registral.
• A lo que cabe agregar una cuestión especifica relativa a las uniones de hecho y a las
uniones registradas, cuya calificación y ley aplicable habrá de determinarse, en vista de la
laguna regulatoria en el sistema autónomo de DIPr.
• En el DIPr español no existe norma de conflicto que regule de modo específico la ley
aplicable a la capacidad matrimonial, por lo que queda subsumida en lo dispuesto con
carácter general por el art. 9.1 CC.
• De este modo, la capacidad para contraer matrimonio se regirá por la ley nacional de cada
contrayente en el momento de la celebración del matrimonio. Ello suscita diversas
cuestiones prácticas:
• ¿Cuál es el ámbito de la ley rectora? ¿A qué cuestiones se aplica la ley nacional? El
ámbito de la ley rectora abarca los impedimentos para contraer matrimonio y las posibles
dispensas a los impedimentos (autoridad competente y ley aplicable).
o Los impedimentos: pueden ser unilaterales (afectan solo a uno solo de los
contrayentes) o bilaterales (afectan a ambos contrayentes). Cabe o bien aplicar de
forma distributiva sus respectivas leyes nacionales, o bien aplicar la ley nacional del
contrayente que establezca el régimen más estricto (esta última tiene más apoyo).
o La autoridad que puede otorgar la dispensa a los impedimentos: El Convenio
CIEC 1964, tendente a facilitar el matrimonio en el extranjero (aplicable en: Alemania,
Bélgica, España, Francia, Grecia, Países bajos y Turquía) determina que las
autoridades del país de celebración podrán, en los casos y bajo las condiciones previstas
por la ley personal del futuro cónyuge, conceder a este dispensa de los impedimentos
matrimoniales establecidos por tal ley. Estas autoridades serán las que, en virtud de la
legislación interna, tuvieren competencia para conceder las mismas dispensas a sus
nacionales. (ver ejemplos pág. 349 manual).
Página 23 de 133
• ¿Cuándo no se aplica la ley nacional a la capacidad nupcial? Obviamente por la acción
del OPI (ej. leyes que prohíben el matrimonio por razones religiosas, o que permitan el
matrimonio entre hermanos o entre niños). Resultan especialmente relevantes:
o Impedimento de ligamen y matrimonio polígamo. El OPI español intervendrá si el
matrimonio poligámico se pretende celebrar en España impidiendo la aplicación de leyes
extranjeras que lo permitan y aplicándose subsidiariamente a la capacidad nupcial la ley
española. En este sentido, el impedimento de ligamen hará imposible en España
contraer un segundo o sucesivo matrimonio sin la disolución de los anteriores, aunque
la ley personal del contrayente extranjero lo permitiese.
En cambio, si el matrimonio poligámico se ha celebrado en un país extranjero, nos
encontramos en el plano del reconocimiento de efectos, no en el de ley aplicable, y
habrá que estarse al caso concreto para saber si el Orden público constitucional queda
o no vulnerado por la existencia de un matrimonio poligámico.
El repudio islámico tiene un tratamiento específico, va en contra del OPI, y no tendría
efectos en el derecho español (la mujer seguiría careciendo de capacidad nupcial por
ligamen), pero excepcionalmente puede producir efectos en España si es la mujer la
que insta el exequatur, pues ello significa que acepta la disolución del matrimonio.
Página 25 de 133
3. LEY APLICABLE A LA FORMA DE CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO
• La celebración del matrimonio es un acto solemne en el que el consentimiento ha de
adecuarse a determinadas formas y ha de estar presente una autoridad.
• Existe una relación muy estrecha entre la autoridad que interviene en el acto de
celebración y la forma legalmente prevista para el mismo. Cuando una norma designa la
autoridad competente está designando la ley aplicable a la forma, ya que ésta será la del
ordenamiento que ha otorgado tal poder a la autoridad designada, y al contrario, la
designación de la ley aplicable a la forma indica simultáneamente la autoridad
competente para celebrar el matrimonio.
• Los arts. 49 y 50 CC establecen la validez formal en atención a que el lugar de prestación
del consentimiento los sea en España o en el extranjero.
• Al hablar de la ley personal de cualquiera de ellos indica que los contrayentes extranjeros
pueden elegir, en España la ley aplicable a la forma de celebración de su matrimonio.
Pueden celebrar el enlace en la forma prescrita para los españoles en el CC (civil o
religiosa) o en la forma legalmente prevista en la ley nacional de cualquiera de ellos.
• Podría admitirse, por tanto el matrimonio consular (ante funcionario consular acreditado
en España), si se respetan las exigencias formales establecidas en el derecho extranjero, y
también se admitiría en las formas religiosas previstas en la ley nacional de cualquiera de
ellos aunque dicha forma no sea admitida en España.
• No está admitido que un español celebre matrimonio en España en forma religiosa
prevista en la ley nacional del contrayente extranjero si está forma no esta prevista en la
ley española, pero, si ambos son extranjeros, este límite no opera.
Página 26 de 133
C. Matrimonio celebrado en el extranjero entre españoles o por español y extranjero.
• Cualquier español podrá contraer matrimonio también fuera de España, pudiendo
hacerlo con las formas previstas en el derecho español, o elegir celebrar su matrimonio
con arreglo a la forma establecida por la ley del lugar de celebración y ante las
autoridades del país de que se trate (lex loci celebrationis).
• En cuanto a la validez formal del matrimonio contraído en país extranjero conforme a la
lex loci celebrationis, dos consideraciones pueden plantearse en la inscripción registral:
o En el caso de que esta exija certificado de capacidad matrimonial como cuestión de
validad ¿Qué autoridad lo expide? Puede suceder que la autoridad española haya de
certificar la capacidad matrimonial del cónyuge español cuando lo exija la ley de la
autoridad extranjera interviniente (se estará a lo dispuesto en el Convenio de Múnich
1980). Las Autoridades encargadas para expedir son: LAJ, Notario, encargado del RC, o
diplomático o consular del lugar del domicilio de cualquiera de los contrayentes.
o Si el matrimonio celebrado en el extranjero es conforme a la lex loci, ¿Qué autoridad lo
constata? La autoridad española también ha de comprobar que la forma de celebración
del matrimonio concernido tiene efectos en el país de su celebración. Esto se verifica en
el momento de la inscripción. Si la lex loci admite efectos a ese matrimonio, también
será formalmente válido en España.
D. Matrimonio consular
Página 27 de 133
E. Matrimonio entre extranjeros celebrado en el extranjero (laguna legal) y
matrimonio sin forma.
• El DIPr no contempla esta situación, que ha de ser integrada por la via del art. 11CC (ley
aplicable a la forma de los actos) o bien, como mantiene de forma unánime la doctrina,
por aplicación analógica del art. 50 CC.
• Su interés se plantea sobre todo en un momento posterior, ya sea porque su validez se
suscite ante un juez español como una cuestión previa a la causa principal, o para
inscribirse a posteriori cuando uno de los contrayentes haya adquirido la nacionalidad
española.
• Cuestión diferente se plantea con los llamados matrimonios sin forma. Ciertos sistemas
jurídicos anglosajones admiten los matrimonios “consensuales” o “informales”. Son
uniones establecidas sin intervención de Autoridad, en virtud de una posesión de Estado o
by habitation and reputation. La doctrina admite su validez siempre que tales uniones
fueran admitidas por la lex loci ya que no afectarían al orden público español. También
serían considerados válidos si la ley personal de cualquiera de los cónyuges, siendo
ambos extranjeros, los permitiera.
4. RÉGIMEN JURÍDICO DE LA INSCRIPCIÓN REGISTRAL DEL MATRIMONIO
• En nuestro OJ, la inscripción en el RC no es constitutiva (los efectos del matrimonio
derivan del hecho mismo de la celebración), pero es preceptiva para que el matrimonio
produzca plenos efectos jurídicos. Así, el matrimonio no inscrito no perjudicará los
derechos adquiridos de buena fe por terceras personas (art. 61 CC).
• Los 3 presupuestos de validez del matrimonio, (capacidad, consentimiento y celebración
ante una autoridad competente) son objeto de control o verificación cuando el
matrimonio deba inscribirse en el RC.
• ¿Qué matrimonios deben inscribirse en el RC español? En el RC constaran “los hechos y
actos inscribibles que afectan a los españoles y los referidos a extranjeros, acaecidos en
territorio español” y también los hechos y actos que hayan tenido lugar fuera de España,
cuando las correspondientes inscripciones sean exigidas por el derecho español.
• El régimen jurídico de la inscripción del matrimonio se estructura en torno a 2 ejes:
Página 28 de 133
A. Titulo inscribible
• En la inscripción del matrimonio se presenta un documento que va a servir de titulo para
acceder al RC; titulo cuya eficacia se sujeta a derecho español.
• Si se ha celebrado en el extranjero, la inscripción de este se puede activar, o bien
presentando la certificación extranjera o, en su defecto, a través del expediente registral.
• Inscripciones que no requieren formación de expediente. La inscripción de
matrimonio procederá siempre que no haya duda sobre la realidad del hecho y su
legalidad conforme a la ley española. Se inscribirán los matrimonios que consten en
cualquiera de estos documentos:
• Acta levantada por encargado o funcionario competente para autorizar el
matrimonio del que se halle en peligro de muerte
• Certificación expedida por la Iglesia o confesión cuya forma de celebración esté
legalmente prevista como suficiente por la ley española.
• Certificación expedida por autoridad o funcionario del país de celebración.
• Certificación expedida por funcionario competente acreditativa del matrimonio
celebrado en España por dos extranjeros cumpliendo la forma establecida por la
ley personal de cualquiera de ellos.
• Inscripciones que requieren formación de expediente. Si el título documental o
certificación que se adjunta no es suficiente para acreditar la validez formal de la
celebración, así como la ausencia de vicios en el consentimiento o la inexistencia de
impedimentos, se requiere la formación de un expediente.
• Art. 257 RCC En cualquier otro supuesto el matrimonio sólo puede inscribirse en virtud de expediente, en el que
se acredite debidamente la celebración en forma del matrimonio y la inexistencia de impedimentos. Este
precepto prevé la práctica de un expediente “supletorio” en los casos en los que hay duda
sobre la realidad del hecho o su legalidad.
• En todo caso, es expediente previo se requiere siempre en los matrimonios celebrados en
la forma evangélica, hebraica e islámica (asi lo disponen sus respectivos acuerdos).
• El encargado del RC comprobara la celebración en forma (fecha, lugar, hora, identidad de
los contrayentes) y la inexistencia de impedimentos.
Página 29 de 133
IV. PAREJAS DE HECHO Y UNIONES REGISTRADAS EN EL DERECHO
INTERNACIONAL PRIVADO ESPAÑOL
Página 30 de 133
2. Ley aplicable a la constitución de las uniones registradas y ley aplicable a las
uniones de hechos “puras”: laguna legal y posible soluciones.
• Doctrinalmente no hay unanimidad en relación a las posibles soluciones conflictuales para
las parejas de hecho o uniones registradas.
• La tesis mayoritaria parte de la premisa de que estamos ante un modelo de familia, y
que, por lo tanto, en ausencia de normativa específica, debería aplicarse el art. 9.1 CC
por ser el percepto que determina la ley aplicable a los derechos y deberes de
familia. De este modo, se descarta aplicar la normativa referente al matrimonio, o a los
contratos.
• Otra propuesta mayoritaria aboga por sujetar la ley aplicable de la unión registrada
al derecho del país de su constitución o registro. La ley así designada regiría la
existencia de la pareja, las relaciones personales entre los convivientes y la disolución de
la pareja. Si la pareja no estuviera registrada o inscrita, se aplicaría lo dispuesto en el art.
9.1 CC.
• Otra perspectiva de solución enfoca la respuesta como una situación en la que
existe el problema de la “cuestión previa”.
• La cuestión en debate habrá de ser solucionada mediante el siguiente
razonamiento:
• Como punto de partida, el R. 2016/1104 no resuelve la ley aplicable o ley rectora de la
existencia y/o validez de la unión registrada, cuestión que se deja a las legislaciones
nacionales de los EM. Para España, al carecer de regulación expresa, la determinación de
ley aplicable a la constitución o existencia de la unión registrada o pareja de hecho puede
plantearse a título principal o a título incidental.
Por ejemplo, denegación de una pensión de viudedad a la pareja de hecho del causante, ambos de nacionalidad uruguaya y
residencia en España. Según la LGSS (norma española aplicable en materia de seguridad social) el reconocimiento de la
pensión a parejas no registradas se debe acreditar haber otorgado un documento público de convivencia, que en este caso no
se aportó. En el recurso, se argumenta que según la ley uruguaya (la de su nacionalidad 9.1 CC) se admite la existencia de la
parejas o unión si se acredita 5 años de convivencia. Ello posibilitaría el cobro de la pensión española.
• Ahora bien, no existe un único modelo de pareja de hecho. La solución pasaría por
discriminar ante qué unión o pareja registrada estamos.
• Si se trata de una pareja registrada, está formalizada mediante acto público. Se trata de
un nuevo estado civil creado formalmente y alternativo al matrimonio. Existen por tanto
normas sobre su formación y reconocimiento. La cuestión previa podría resolverse
mediante el método de reconocimiento (solución adoptada en el Convenio CIEC 2007).
• Si se trata de una unión que tiene un reconocimiento legal. Existe una ley que regula, ya
sea una ley autonómica (interna) o una ley extranjera. En ausencia de norma de conflicto
expreso, se podría seguir o bien la solución del art. 9.1 CC (ley personal = ley de la
nacionalidad) o bien optar por la ley de la residencia habitual común.
• Si se trata de una unión libre pura (concubinato = unión de hecho). Aquí la doctrina se
decanta por seguir, o bien la ley de la residencia habitual o bien acudir a la ley que
regulara sus efectos.
Página 31 de 133
• Por ejemplo, si lo que se pretende es el cobro de alimentos y se planteara a título
incidental la existencia de la unión de hecho pura, no acudiríamos al art. 9.1 CC, sino que
acudiríamos para resolver la cuestión previa “a las mismas conexiones que favorecen el
reconocimiento de alimentos al acreedor” (Protocolo de La Haya 2007).
• Finalmente, y pese a que el debate no esté cerrado, la unificación de las normas de CJI, de
reconocimiento y ejecución y de ley aplicable a los efectos patrimoniales de las uniones
registradas mediante el R.2016/1104 es un paso muy relevante en la medida en que ofrece
una definición europea de unión registrada, y facilita el reconocimiento de sus relaciones
patrimoniales en el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia.
Página 32 de 133
LECCIÓN 17. LAS RELACIONES ENTRE CÓNYUGES
Y DE LAS UNIONES REGISTRADAS
I. INTRODUCCIÓN
• Este tema analiza las consecuencias económicas del matrimonio y de las uniones
registradas. Su regulación se ha realizado de forma simultánea en dos reglamentos en los
que se abordan la dimensión procesal y la relativa a la determinación del derecho
aplicable: R. 2016/1103 relativo a los regímenes económicos del matrimonio y el R.
2016/1104 sobre los efectos patrimoniales a las uniones registradas
• RELACIONES PERSONALES. Se entiende que el matrimonio da lugar a una comunidad de
vida presidida por el principio de igualdad entre los cónyuges (art.66CC) y unos deberes
recíprocos personales (respeto mutuo, ayuda y socorro, de convivencia, de actuar en
interés de la familia, compartir responsabilidades domésticas), que si bien, no pueden
excluirse por voluntad de las partes, tampoco generan obligaciones exigibles, y por tanto
es complicado que puedan suscitar una cuestión en vía judicial.
• RELACIONES PATRIMONIALES. Las relaciones entre cónyuges también tienen una
vertiente patrimonial o económica, con repercusiones ad intra y hacia terceros que
intervienen en el tráfico jurídico. Tales relaciones patrimoniales se ordenan por el llamado
régimen económico del matrimonio, que puede tener una regulación según lo pactado
entre los cónyuges (propio de sociedades avanzadas) o a quedar regulado legalmente.
• En este ámbito se da mucha dispersión. Así, en lo referente a la CJI, se estará a lo
dispuesto en el art. 22.3 LOPJ. Para la determinación del derecho aplicable, los art. 9.2 CC
en lo relativo a las relaciones personales y patrimoniales no pactadas y en el art. 9.3 CC
sobre las capitulaciones matrimoniales. A ello hay que sumar el R. 2016/1103 que
establece una cooperación reforzada en el ámbito de la competencia, la ley aplicable y el
reconocimiento de resoluciones en materia de regímenes económicos matrimoniales.
• En cuanto al problema de la aplicación temporal, en primer lugar, pese a que el
R2016/1103 prime sobre el DIPr interno, su aplicación está sometida al principio de
irretroactividad, es decir, será de aplicación a las acciones judiciales ejercitadas y
documentos públicos formalizados o registrados a partir del 29/01/2019.
• En las cuestiones sub iudice hasta el momento de su entrada en vigor, la CJI de los
tribunales se determina por lo dispuesto en el art. 22 quater LOPJ, quedando en adelante
sustituido por el R2016/2013 para todas las cuestiones de su ámbito.
• El derecho aplicable deberá determinarse conforme al art. 9.2 y 9.2 CC (ver). La regla de la
irretroactividad para la sucesión de normas tiene matices: si un matrimonio se contrajo en
1989 y no se hicieron capitulaciones hasta febrero 2019, se aplicará el R. 2016/2013.
• Los art. 9.2 y 9.3 CC subsisten para los llamados conflictos internos, pues los estados
participantes no están obligados a aplicar el Reglamento para las situaciones internas (art
35 R)
Página 33 de 133
II. ASPECTOS PROCESALES
• El R. 2016/1103 establece normas de CJI por las que se asignará la competencia a una
jurisdicción u otra y reglas para el reconocimiento de sentencias y otros documentos
públicos extranjeros dictados o autorizados por las autoridades de los Estados
participantes. Las normas internas intervienen subsidiariamente para las cuestiones no
comprendidos dentro de su ámbito material o espacial.
1. COMPETENCIAS JUDICIALES INTERNACIONALES
B. Reglamento UE 2016/1103
• Como en todos los reglamentos de la UE en materia de DIPr al unificar y crear normas
comunes en relación con la competencia judicial y el derecho aplicable el objetivo es ante
todo mejorar la previsibilidad de los particulares en la materia regulada.
• Ámbito material. Se aplica a los regímenes económicos matrimoniales y parte de una
concepción amplia, al concebirlo como “el conjunto de normas relativas a las relaciones
patrimoniales entre los cónyuges y con terceros, como resultado del matrimonio o de su
disolución”. Todos los aspectos de Derecho civil sobre los regímenes económicos
matrimoniales.
• R. 2016/1103 no define la noción de matrimonio, La calificación habrá de realizarse
conforme a la concepción derecho del foro.
• Por último, se excluyen materias estrechamente conectadas con el régimen económico
pero que cuentan con una regulación autónoma en el DIPr europeo: Alimentos entre
parientes y sucesiones, además del nombre, que está sujeto a la ley personal (art. 9.1 CC).
• Ámbito espacial. Tiene una aplicación desigual dado que procede el ámbito de la
cooperación reforzada y por tanto no todos los estados miembros de la UE lo han
incorporado y el resto serán tratados como países terceros.
• Autoridades intervinientes. Cabe una amplia intervención de notarios (como fedatarios
públicos, siendo determinados por el principio de libre elección) y jueces (supuestos de
separación judicial, divorcio) así como de los encargados de los registros públicos por
las exigencias de publicidad que imponen ciertos ordenamientos (art. 60 LRC 2011). El
término órgano jurisdiccional debe entenderse en un sentido amplio, y debe incluir a las
autoridades no judiciales como los notarios.
Página 34 de 133
C. Los distintos foros en el R. 2016/1103
• La estructura de las reglas de competencia en este ámbito se ordena pues en una relación
de jerarquía en torno a dos ejes. El primer eje lleva a diferenciar según que el litigio en
materia de régimen económico bien se vincule con una acción de divorcio o sucesiones,
bien se trate de un supuesto desligado de estas acciones El segundo eje llevaría a
diferenciar según que las partes hayan pactado o no la jurisdicción por capitulaciones
matrimoniales o no.
a. Competencia por accesoriedad
• El órgano competente en la sucesión de uno de los cónyuges conforme a las reglas
de competencia del R. 650/2012, lo será para la disolución y liquidación del régimen
económico (art.4 R. 2016/1103). Su objetivo es no desligar las acciones que tienen un
vínculo estrecho entre sí.
• Cuando la acción tenga por finalidad obtener la separación judicial o el divorcio parece
razonable que el mismo juez asuma la competencia para la disolución y liquidación del
régimen económico.
• Esa accesoriedad requiere el acuerdo valido de los cónyuges por el que estos pactan la
extensión al foro del divorcio, pero no hay una remisión automática al R. 2201/2003 sino
que el acuerdo de los cónyuges debe ir referido a algunos de los foros de competencia allí
previstos (art.5 R.2016/1103)
• Los foros de competencia de los artículos 6 y ss R. 2016/1103 se refieren a los supuestos:
o En que la cuestión relativa al régimen económico se desligue de la crisis matrimonial.
o Cuando no haya acuerdo valido de principio entre los cónyuges.
o Cuando no haya acuerdo formal y materialmente válido en los términos previstos por el
art. 7.2 (exigencias formales).
• Cuando se da una sentencia de disolución del vínculo sin disolución y liquidación del
régimen económico de los esposos por falta de acuerdo, no se aplica la accesoriedad,
aplicándose las reglas que siguen únicamente a los fines del régimen económico.
b. Sumisión expresa
• El reconocimiento de la libertad de los cónyuges en este ámbito claramente patrimonial
tiene otra deriva y es vinculada con la existencia previa de un pacto o capitulación
matrimonial o sumisión expresa, por el que se decida de antemano todos o algunos de
los aspectos de la liquidación del régimen económico matrimonial.
• Se trata de primar la correlación entre tribunal competente y derecho aplicable, es decir,
que el mismo tribunal que entiende del asunto aplique su propio derecho.
• Pueden escoger los órganos judiciales del EM cuya ley sería aplicable, bien si eligieron el
derecho aplicable, a los tribunales del ordenamiento elegido, bien los correspondientes al
EM cuya ley resultara aplicable en defecto de pacto o bien a los órganos judiciales
correspondientes al EM de la celebración del matrimonio.
• La atribución de competencia, formalizada por escrito, tendrá alcance exclusivo, o
excluyente de la intervención de cualquier jurisdicción nacional.
Página 35 de 133
c. Sumisión tácita
• Se admite la sumisión tacita (art.8) o por comparecencia de uno de los cónyuges, siempre
que comparezca el demandado y no lo haga con el solo fin de impugnar la competencia.
• El juez tendrá la obligación de informar a la parte demandada de las consecuencias de su
competencia y de su derecho a impugnar la competencia. La sumisión tácita derogaría a
la sumisión expresa anterior.
d. Reglas de CJI en defecto de pacto entre los cónyuges (art.6) y supuestos especiales
1. Faltando sumisión expresa o tácita, entran en juego otros criterios de atribución de la CJI.
En total parece que en la formulación de los criterios atributivos de la competencia ha
pesado más la vinculación personal de los cónyuges con una determinada jurisdicción
que la presencia del patrimonio o bienes. Entra en juego una serie de reglas objetivas y
jerarquizadas (art. 6) cuya concreción debe efectuarse en el momento de la
interposición de la demanda.
2. Adicionalmente, se ha previsto una regla particular o alternativa para los supuestos
concretos de inhibición por parte del tribunal inicialmente competente para los casos en
que el órgano jurisdiccional del EM competente no reconozca el matrimonio cuyo régimen
económico se cuestiona. El juez puede inhibirse, no debe (art. 9). Y lo hará atendiendo a lo
dispuesto en sus normas de DIPr.
Por ejemplo, en el caso de matrimonio de personas del mismo género, si conforme a la ley del foro estos
matrimonios están prohibidos, debe el juez aplicar su norma de conflicto, que remitirá la cuestión de la
validez de tal matrimonio a un OJ extranjero como cuestión previa, en el que, de admitirse, aún podría
todavía oponer la excepción de orden público. De ahí, que se lo posibilite a inhibirse, pero no se le obligue.
En tal caso, los cónyuges podrán pactar o de lo contrario acudir a las reglas del art. 6 (ej.
Por considerarse nulo el matrimonio). Esta regla pone de manifiesto la indisoluble unidad
entre régimen económico y el matrimonio del que trae causa: Solo si hay matrimonio
valido para el juez competente puede entrar a conocer o de lo contrario, inhibirse.
3. Hay también un foro residual cuando la vinculación de litigio con la UE venga
determinada por la sola presencia de bienes inmuebles de uno o ambos cónyuges (art.
10). Es operativo cuando la competencia no pueda fundamentarse por ninguno de los
foros.
4. Finalmente, un foro de necesidad, previsto para cuando ningún órgano jurisdiccional de
un EM sea competente en virtud de todas las reglas anteriores, el R. 2016/1103, prevé que
los órganos jurisdiccionales de un EM puedan resolver, en condiciones excepcionales:
o Si en el tercer Estado el proceso no pudiere incoarse o desarrollarse razonablemente
o si resultara imposible en un tercer estado con el cual el asunto tuviese una conexión
estrecha
o El asunto deberá tener una conexión suficiente con el estado miembro del órgano
judicial que vaya a conocer de él. En la práctica será una regla poco operativa.
5. Complementariamente se admite que puedan solicitarse medidas provisionales y
cautelares (art.19), en país distinto del que conoce del régimen económico y con arreglo al
derecho material de tal estado.
Página 36 de 133
2. RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE SENTENCIAS Y DOCUMENTOS PÚBLICOS
EXTRANJEROS
• En el derecho español los únicos efectos no patrimoniales son los recogidos en los
artículos 66 a 71 CC, bajo la rúbrica Derechos y deberes de los cónyuges. En realidad,
los "efectos o relaciones personales" a que se refiere la Ley constituyen los límites que no
pueden excluirse por voluntad de las partes, pero que en realidad no contienen en
puridad deberes de ninguna clase, desde el punto de vista de la exigibilidad.
• De hecho, esta misma noción del artículo 9.2 CC no tiene correspondencia en otros
sistemas de Derecho comparado, ya que en sociedades más avanzadas es la sola
voluntad de los cónyuges o personas implicadas la determinante de los efectos en
derecho de la decisión de desarrollar una vida en común.
• No parece que pueda descartarse una reclamación en vía judicial por incumplimiento de
deberes análogos sancionados en una ley extranjera eventualmente competente. Pero es
raro que esos llamados efectos o relaciones personales del matrimonio puedan suscitar
una cuestión en vía judicial.
• Cualquier cuestión relativa a las relaciones entre esposos no comprendida en el R.
2016/1103 habrá que estar a las conexiones del artículo 9.2 CC, conforme al cual, y a
falta de capitulaciones matrimoniales (ex. art. 9.3 CC), será de aplicación:
1. la nacionalidad común de los cónyuges en el momento de la celebración;
2. en defecto de ésta, se permite la elección de la ley aplicable a todos los efectos
derivados del matrimonio, esto es, la autonomía de la voluntad siempre que
pacten antes de la celebración del matrimonio mediante documento auténtico;
3. subsidiariamente la residencia habitual común inmediatamente posterior a la
celebración, criterio que puede asegurar la mayor proximidad entre el matrimonio en
su entorno;
4. finalmente, en defecto de las anteriores, se estará a la ley del lugar de celebración
del matrimonio, que poco o nada tendrá que ver con el momento, posterior, en el
que se suscita el conflicto.
Página 38 de 133
2. RELACIONES PATRIMONIALES DE LOS CÓNYUGES
Página 39 de 133
a) Elección de ley
• El R. 2016/1103 permite a los cónyuges decidir cuál sea la ley rectora de la totalidad de
los efectos económicos del matrimonio, siempre que la decisión la tomen al tiempo de la
celebración
• No pueden elegir cualquier ley. Se trata de una autonomía conflictual limitada o un
derecho de opción. Está restringida bien a la ley de la residencia habitual común, o la
de uno de ellos en el momento de la elección; bien la nacionalidad común o la de uno de
ellos en el momento de la elección (art. 22).
• Ello supone que podrán elegir de entre un total de cinco leyes distintas (3 por residencia
habitual + 2 por nacionalidad).
• Para los supuestos de plurinacionalidad, el art. 26. 2 R. 2016/1103 descarta
directamente el criterio de la nacionalidad común, por la incertidumbre o incluso la
imposibilidad de determinar la nacionalidad en ciertos supuestos de nacionalidad
múltiple.
• Las leyes a escoger giran en torno al momento de la celebración del matrimonio. La
residencia habitual de los cónyuges o la nacionalidad en el momento inmediatamente
posterior a la celebración del matrimonio pueden expresar correctamente la vinculación
del régimen económico con el matrimonio aun cuando la residencia habitual común
pueda no tener lugar (p. ej. sí desde un principio por razones profesionales cada uno de
los cónyuges reside en países distintos).
• El régimen económico se establece en el momento inicial del matrimonio. Esta
cristalización ofrece la ventaja de que permite asegurar la continuidad del régimen
económico: la elección que se haga en el momento de la celebración puede perdurar
hasta el momento de la disolución o extinción del régimen matrimonial.
b) Cambio ley aplicable
• El cambio de residencia habitual por sí solo no modificaría la ley aplicable al régimen
económico (principio de la inmutabilidad).
• Se admite el cambio de la ley elegida (art. 22.1 R), que en coherencia con el alcance
limitado del poder de autorreglamentación, únicamente podría operar en favor de
cualquiera de las otras conexiones señaladas en el artículo 22.1 R: es decir, la
nacionalidad común o la de cualquier de los cónyuges o la residencia habitual común o
la de cualquiera de ellos. La exigencia de acuerdo en cuanto al cambio de ley aplicable
permite evitar sorpresas en detrimento de uno de los cónyuges.
Ejemplo. Imaginemos que en el momento de la celebración del matrimonio se pacta la sumisión a la ley del
país donde los cónyuges establecen su residencia, en gananciales. Más tarde se trasladan a otro país con
régimen de separación de bienes y sobreviene la crisis matrimonial. Podría suponer un cambio inesperado e
injusto.
Página 40 de 133
c) Capitulaciones matrimoniales
• Las capitulaciones no se definen en el R. 2016/1103, aunque las considere fuerza
normativa del régimen económico. Son expresión del papel de la autonomía privada los
contrayentes en la conformación de la estructura patrimonial del matrimonio, en su
disolución y en la fijación de un catálogo de medidas que ha de regular la situación post
matrimonial.
• Puede tratarse una regulación material más o menos exhaustiva, puede pactarse
simplemente la sumisión a un determinado régimen económico vigente en un
ordenamiento de los designados por las conexiones. Lo pactado por las partes será
efectivo dentro de los límites que establezca la ley aplicable a su contenido.
d) Regímenes jurídicos del acuerdo de elección y de las capitulaciones
matrimoniales
• La sumisión a una u otra ley, debe cumplir unas exigencias formales y sustantivas.
• VALIDEZ FORMAL del acuerdo de elección (art. 23 R) y de las capitulaciones (art.25R).
Con el fin de asegurar la voluntad de los interesados el R. 2016/1103 incluye una regla
material común a los Estados participantes, por la que se establece que el acuerdo de
sumisión a una u otra ley deberá constar por escrito, estar firmado y constar la fecha.
Ello comprende asimismo los medios electrónicos (art. 23.1 y 25.1 R), que se entiende
deberán venir firmados.
• Deberán observarse, si las hubiera:
1. Las exigencias formales previstas en la ley de la residencia habitual común en el
momento de la celebración del acuerdo (art. 23.2 y 25.2R)
2. O las previstas en la ley de la residencia habitual de cualquiera de ellos si tienen su
residencia habitual en países distintos en el momento de la celebración del acuerdo
(art. 23.3. y 25.2R)
3. Si la ley rectora del régimen económico impone exigencias adicionales, serán de
aplicación; así, por ejemplo, si rige la ley española, el art. 1327 CC exige para tales
pactos escritura pública so pena de nulidad.
• CONSENTIMIENTO (art. 24). Con el refuerzo de las exigencias formales se pretende
asegurar el consentimiento de los cónyuges, particularmente de aquel que se halle en una
situación de mayor vulnerabilidad.
• Se ha dicho que debe tratarse de una elección informada en una doble dirección, que
comprendería no ya solo que los cónyuges conozcan el contenido de la ley escogida, sino
también las leyes ignoradas, pesada carga dado que exigiría contrastar el contenido
material de las distintas leyes designadas por el articulo 22 R en cada caso concreto.
• Corresponde determinar todas estas condiciones a la ley que sería aplicable virtud del art.
22 R, esto es, a la ley de la nacionalidad o de la residencia habitual elegida por los
cónyuges. La remisión se mantiene incluso si lo que se estuviera cuestionando fuera la
propia validez del acuerdo de elección autónomo o inserto en capitulaciones. Se trata de
evitar que impugnada su validez la situación quede deslocalizada.
Página 41 de 133
• CAPACIDAD. Todo poder de autorreglamentación presupone que las partes sean
capaces. La capacidad es una de las cuestiones excluidas del ámbito material del R.
2016/1103 (art. 1.2.a), ahora bien, se refiere a la capacidad jurídica, sujeta por tanto en
el caso de España a la ley personal (ex. art. 9.1 CC).
• En cambio, si conforme al R. 2016/1103, la ley aplicable al régimen económico decide
acerca de las facultades, derechos y obligaciones de los cónyuges con respecto a su
patrimonio (art. 27, d) R), la capacidad de disponer dependerá en definitiva de la
cotitularidad sobre el patrimonio con la que actúen los cónyuges.
• Así, por ejemplo, la extralimitación en los derechos o facultades conferidos por el régimen
económico a unos de los cónyuges y sus consecuencias es cuestión, sujeta a la ley rectora
del régimen económico inicialmente designado resolver la cuestión.
a) Conexiones subsidiarias
• A falta de acuerdo de elección y/o de capitulaciones matrimoniales, el régimen económico
del matrimonio quedará sujeto:
Página 42 de 133
b) Vínculos más estrechos
• El legislador contempla la posibilidad de que la residencia habitual común posterior a la
celebración del matrimonio (art. 26.1 a) R) pueda no expresar correctamente la
vinculación con el régimen económico del matrimonio llegado el momento de la
disolución y liquidación, por ejemplo, por el transcurso del tiempo. Es por ello que se
prevea una cláusula de excepción (art. 26.3 R), por virtud de la cual el órgano
jurisdiccional que conoce aplique la ley de la residencia habitual común u otra
"distinta" si el "demandante":
o acredita que los cónyuges tuvieron en ese último país un periodo de residencia
considerablemente más amplio que en el país de la residencia habitual
inmediatamente posterior a la celebración del matrimonio; y
o que los cónyuges se basaron en esta última residencia para planificar sus relaciones
patrimoniales.
• Por último, caben distorsiones que tal vez podrían haberse evitado. Todas las conexiones
giran en torno al momento inicial del matrimonio, asegurando la continuidad del régimen
económico (principio de la inmutabilidad).
• Pero esta solución suscita una dificultad: nótese en cambio que las reglas de competencia
judicial internacional previstas por el propio R. 2016/1103 giran en torno al momento de la
interposición de la demanda; de modo que paradójicamente puede ocurrir que el juez
competente (p. ej. por residencia habitual común en el momento de la interposición de la
demanda) se vea forzado a aplicar derecho extranjero en muchos supuestos;
adicionalmente, la ruptura de la unidad tribunal competente-ley aplicable puede poner en
peligro el contenido de las capitulaciones.
• Debe tenerse en cuenta, por una parte, el principio de unidad de la ley aplicable,
conforme al cual "la ley aplicable ... se aplicará a todos los bienes incluidos en dicho régimen,
con independencia de donde estén situados" (art. 21).
• La unidad puede romperse por la incidencia de normas imperativas del foro, a las que da
entrada el art 30.1 R.
• Asimismo, el hecho de que el ámbito de aplicación excluya las sucesiones, implica que
también quedan excluidos los derechos sucesorios del cónyuge supérsite, lo cual puede
generar problemas ya que pueden quedar sujetos a una ley diferente conforme a lo
dispuesto por el R. 650/2012. Ello puede evitarse pactando el derecho aplicable.
• Por otra, la ley rectora decidirá la clasificación de los bienes, la transferencia de una
categoría a otra, el régimen de responsabilidad de los cónyuges por las deudas y
obligaciones del otro, las facultades, derechos y obligaciones de los cónyuges con
respecto al patrimonio, la disolución del régimen económico y la distribución de los
bienes, así como los efectos del régimen económico frente a terceros, y finalmente la
validez material de las capitulaciones (art. 27).
Página 43 de 133
D. Publicidad
Página 44 de 133
• El único dato claro conforme al R. 2016/1104 es que solamente las uniones
extramatrimoniales inscritas en un registro público podrán incluirse dentro de su
ámbito de aplicación.
• El R. 2016/1104 atiende a los mismos objetivos que el relativo a Regímenes económicos
(garantizar la seguridad jurídica de las parejas no casadas en lo que respecta a su
patrimonio) y responde a una estructura análoga y a soluciones prácticamente simétricas.
Es por esto que únicamente destacaremos las diferencias que por razones obvias los
separan.
1. COMPETENCIA JUDICIAL INTERNACIONAL
• En cuanto a los foros de conexidad, la conexión, al no poder ser objeto de divorcio en los
términos de un matrimonio, la conexidad se establece respecto de la jurisdicción que
conozca de la disolución de la pareja (art. 5), siendo también necesario un acuerdo de las
partes que posibilite la extensión de la competencia a las cuestiones económicas de la
pareja.
• Fuera de este supuesto, operan las mismas reglas de competencia subsidiarias que las
previstas en el art. 6 R. 2016/1103, y en los mismos términos de jerarquía. Con dos
diferencias:
1. Se añade una última regla conforme a la cual serán competentes en defecto de los
anteriores los tribunales conforme a cuya ley haya sido creada la unión registrada;
2. El juez podrá inhibirse cuando considere que "en su Derecho no está reconocida la
institución de la unión registrada" (art. 9), ello permite que el juez no entre a valorar los
efectos económicos de la disolución de una pareja cuando no se conoce la institución
en su derecho material (p. ej. parejas registrada del mismo sexo).
2. LEY APLICABLE
A. Autonomía de la voluntad
B. Conexiones subsidiarias
• A falta de elección o porque el pacto no cumpla las exigencias formales, interviene como
regla subsidiaria la ley del Estado conforme a cuya ley se haya creado la unión registrada
(art. 26.1). Lo cual exige acreditar dicha ley, cuestión que puede plantear problema de
prueba. En todo caso, la certificación registral extranjera expedida por las autoridades del
país que haya autorizado la constitución de la pareja será el medio de prueba idóneo.
• Por último, opera igualmente la cláusula de excepción sobre la base de que el juez
competente estima que la situación presenta vínculos más estrechos con un país distinto
del designado por la conexión anterior.
Página 45 de 133
LECCIÓN 18. LAS CRISIS MATRIMONIAL
I. INTRODUCCIÓN
Página 46 de 133
II. ASPECTOS PROCESALES
• Trataremos la competencia y reconocimiento en materia matrimonial, teniendo en cuenta
el carácter prioritario del vigente R. 2201/2003 (Bruselas IIbis) sobre el derecho interno
(LOPJ y LCJI).
• El tratamiento de la separación, el divorcio y la nulidad goza de un doble régimen jurídico,
en relación la competencia judicial y al reconocimiento; institucional e interno. La
aplicación de uno u otro régimen viene dado en función de distintas variables:
o La primera, el ámbito material y los procedimientos a los que se aplica el R. 2201/2003
o En la segunda están incluidos, de un lado, la CJI de los tribunales de los EM que se
establecerá a través del análisis del funcionamiento de los foros del Reglamento,
funcionamiento que va a determinar la aplicación o no de la normativa interna -en
nuestro caso la LOPJ, y de otro lado, el reconocimiento de decisiones extranjeras.
o El régimen aplicable está condicionado por el origen de las resoluciones, a las que se
aplicaran los tipos de reconocimiento previstos en el Reglamento, y que va a
determinar la utilización o no de los previstos en nuestra ley interna o en el derecho
convencional.
1. ÁMBITO DE APLICACIÓN
• Los litigios en esta materia son de carácter especial no exclusivo. La condición para que
sea competente el tribunal español será que no lo sea otro tribunal extranjero, lo cual
podría hacer más inoperante aún este precepto.
Página 49 de 133
• La reproducción del artículo 3 del R. 2201/2003 conlleva que los denominados "privilegios"
de los demandados nacionales o domiciliados en la UE que prevé el citado Reglamento, se
apliquen conforme la normativa de la LOPJ, a los nacionales y domiciliados de terceros
Estados.
• Por ejemplo, un nacional español que contrae matrimonio con una nacional de un tercer
estado y establecen su residencia habitual en un tercer estado distinto, si ambos deciden
volver cada uno a su país de origen y el español quiere interponer demanda de divorcio
en España tendrá que esperar siempre al menos seis meses para comenzar el litigio
(conforme a las previsiones de la LOPJ).
3. RECONOCIMIENTO DE RESOLUCIONES EXTRANJERAS
• Este tipo de reconocimiento tiene un valor relativo (a efectos únicamente del registro o
del órgano jurisdiccional ante el que se plantea) y también provisional (en tanto no se
proceda a su reconocimiento, a través del procedimiento especial de reconocimiento).
El cónyuge que se opone a la resolución inscrita puede acudir al procedimiento especial pidiendo que no se
reconozca la resolución en virtud de uno de los motivos de no reconocimiento. Así, sería posible no
reconocer un divorcio que ya hubiera sido inscrito en el Registro Civil.
• En este reconocimiento registral, las condiciones que se verifican ante el Encargado son
más limitadas. Se trata de un reconocimiento que también es incidental, que supone la
invocación ante un órgano jurisdiccional de un EM de la decisión de disolución del vínculo.
• Si se pretende que reconocimiento tenga valor general en el Estado requerido habrá
que acudirse al procedimiento especial previsto en el Reglamento, en sus secciones 2 y 3
(ejecución y disposiciones comunes al reconocimiento y la ejecución). Cualquier parte
interesada podrá pedir el reconocimiento o el no reconocimiento de la resolución.
Página 50 de 133
2º) Condiciones exigidas para el reconocimiento de las resoluciones
• Tanto en el reconocimiento a título principal, como en el reconocimiento incidental, las
resoluciones han de cumplir las condiciones exigidas en el art. 22 como motivos que se
contemplan para rechazar el reconocimiento de una resolución proveniente de otro EM.
Algunos de ellos son expresamente rechazados y, otros, son admitidos en todo caso como
causa de denegación del reconocimiento.
• Entre los expresamente rechazados el Reglamento prohíbe la denegación del
reconocimiento de una resolución:
o Por diferencias en el derecho aplicado por el tribunal de origen – en particular
porque la resolución se hubiera fundado en hechos por los que el Derecho del EM
requerido no autorizaría el divorcio, la separación judicial o la nulidad matrimonial
basándose en los mismos hechos. (art. 25);
o Prohíbe la revisión de la resolución en cuanto al fondo (art. 26);
o Excluye el control de la competencia del tribunal de origen.
• Se denegará el reconocimiento por los motivos contemplados en el art. 22 y que son:
o Contrariedad manifiesta con el orden público del foro;
o Rebeldía del demandado;
o La condición de la inconciabilidad de decisiones.
B. Supuestos en los que no se aplica el R 2201/2003
• Cuando no sea aplicable el reglamento será la normativa convencional o, en su defecto, la
interna española la que regule el reconocimiento.
• En la normativa interna se aplicarán las previsiones en torno al reconocimiento y
ejecución del Título V de la LCJI:
1. Para las resoluciones extranjeras contenciosas firmes.
2. Para el reconocimiento de resoluciones definitivas adoptadas en procesos de
jurisdicción voluntaria relativos a materias de divorcio, separación y nulidad.
• En relación a estas últimas, la LCJIM conforme al criterio lex specialis, considera aplicable
al LJV cuando con el efecto constitutivo de la decisión se quiere conseguir la
obligatoriedad de la decisión extranjera (ad. ex. reconocimiento de divorcios de mutuo
acuerdo dictadas por autoridades cuyo ordenamiento les confiere funciones
jurisdiccionales, divorcios dictados por notarios).
• Los tipos o vías de reconocimiento previstos en la normativa interna (LCJI, LJV y LRC de 2011)
son el: automático, incidental y el reconocimiento a título principal. Las causas de
denegación del reconocimiento de una decisión extranjera dependen de que sea aplicable
un instrumento jurídico u otro.
• La normativa convencional existente en torno al reconocimiento resoluciones
extranjeras de divorcio, separación y nulidad matrimonial estarían los textos suscritos
entre EM que sólo resultan aplicables a decisiones dictadas antes de la entrada en vigor
del R. 2201/2003 (marzo de 2001) y aquellos otros convenios suscritos con terceros
Estados. (España con: Suiza, Colombia, antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, China,
Marruecos, Túnez, Argelia y Mauritania).
Página 51 de 133
III. LEY APLICABLE A LA SEPARACIÓN JUDICIAL Y AL DIVORCIO: EL
R. 1259/2010
• El R. 1259/2012 o R. Roma III, tiene como objetivo reforzar la seguridad jurídica
permitiendo a los cónyuges saber cuál será la ley que aplicará su divorcio.
1. ÁMBITO DE APLICACIÓN
• El art. 1, se refiere a la aplicación del R. 1259/2012 a todas aquellas situaciones que
impliquen un conflicto de leyes cuando se den situaciones internacionales, y lo hará con
carácter universal que desplaza a la legislación interna de los EM participantes (al igual
que el resto de los Reglamentos de ley aplicable).
• Está excluido de su ámbito de aplicación material tanto la nulidad matrimonial como
cualquier cuestión derivada del divorcio o la separación, como los alimentos, o la
liquidación del régimen económico matrimonial (es decir, que únicamente determina la
ley aplicable a la disolución o relajación del vínculo y sus causas).
• TJUE ha proclamado la exclusión material de aquellos divorcios privados que se producen
por declaración unilateral de voluntad de uno de los cónyuges ante un tribunal religioso.
2. LAS CONEXIONES PREVISTAS Y ALGUNOS PROBLEMAS DE APLICACIÓN
1º) Autonomía de la voluntad de las partes (art. 5). Elección que se limita a los
ordenamientos de:
o Residencia habitual de las partes
o Última residencia cuando uno de ellos todavía vive allí
o La nacionalidad de cualquiera de ellos;
• Todas ellas fijadas en el momento de celebración del acuerdo de elección y, finalmente, la
de lex fori.
• El acuerdo de elección de ley se puede celebrar o modificar en cualquier momento ante el
mismo tribunal en el curso del procedimiento, incluso, cuando la lex fori asi lo permita,
ante el mismo tribunal en el curso del procedimiento.
• En cuanto a la ley conforme a la que se determinará el consentimiento y la validez formal
y material del acuerdo de elección se regula en los artículos 6 y 7.
2º) Si las partes no han elegido el derecho aplicable: El art. 8 designa como aplicables las
mismas leyes establecidas en el art.5 (salvo el criterio de la conexión de la ley nacional
dado que, si no ha habido autonomía de la voluntad, será aplicable el ordenamiento de la
nacionalidad en el caso de nacionalidad común). Todas las conexiones quedan fijadas en
el momento de presentación de la demanda y son jerárquicas.
3º) Se aplicará la lex fori: Si no existiera el divorcio en la ley aplicable (elegida partes o
designada según el art. 8), o si las causas para obtenerlo fueran discriminatorias en razón
al sexo. En la separación sólo se aplicará la ley del foro en este último caso.
• En relación al tratamiento que el R. 1259/2010 confiere a determinados problemas de
aplicación, ya que no admite el reenvío; No se aplicará la ley manifiestamente
incompatible con el orden público del foro. Finalmente, se solucionan los problemas
derivados de los Estados plurilegislativos que tengan diversas legislaciones en la materia.
Página 52 de 133
IV. LEY APLICABLE A LA NULIDAD MATRIMONIAL: EL ARTÍCULO
107 DEL CC
• La nulidad es una forma poco habitual de resolver los conflictos de pareja.
• El R. 1259/2010 excluye de su ámbito material de aplicación la nulidad del matrimonio
(art. 1.2). La ley aplicable la nulidad matrimonial se regula por el derecho interno de los
diferentes EM. En el ordenamiento español, se aplicará el art. 107 del CC en el que se
establece que “La nulidad del matrimonio y sus efectos se determinarán conforme a la ley
aplicable a su celebración”.
1. ÁMBITO DE APLICACIÓN
• Interpuesta ante una autoridad judicial española una demanda de nulidad matrimonial es
necesario diferenciar entre:
o Los aspectos que se califican como procesales: regulados por la lex fori,
o Los aspectos que pese a su naturaleza procesal se entiende que pertenecen al
fondo, que quedarán incluidos en el ámbito de aplicación de la ley que regula la
nulidad: las causas de la nulidad, la legitimación para el ejercicio de la nulidad, los
plazos establecidos para la interposición de la acción, así como su naturaleza.
2. LEY APLICABLE
• El art. 107 del CC remite a aquellas normas que se aplicaron a su celebración y conforme
a las cuales el matrimonio fue válido.
• En relación a la validez del matrimonio son tres los aspectos que han de valorarse y cada
uno de ellos conforme a la ley que sea aplicable: la capacidad, el consentimiento y la
forma del matrimonio.
• Se hace necesario saber cuál de los tres elementos falla y determina la nulidad del
matrimonio:
• falta de capacidad matrimonial de uno de los contrayentes, será su ley nacional
conforme la que se establecerá la mismas art. 9.1 del CC;
Página 53 de 133
LECCIÓN 19. LA FILIACIÓN POR NATURALEZA Y
ADOPCIÓN
I. INTRODUCCIÓN
• La filiación tanto por naturaleza como adoptiva ha estado sujeta a cambios importantes.
Desde una perspectiva jurídica destaca por su relevancia la incidencia de la CE.
• Junto a la CE, han irrumpido en la normativa reguladora de esta materia importantes
textos internacionales, en particular destaca la Convención de los Derechos del Niño de
1989, adoptada en el marco de la ONU.
• La intervención de los poderes públicos en la filiación (institución restringida al ámbito
privado) sobre todo adoptiva, se ha dejado notar de forma intensa en su regulación. Este
desplazamiento de lo privado a lo público es un rasgo que se percibe en el sistema de
protección de los menores en general.
• Los movimientos migratorios han obligado a dar una respuesta a instituciones en un
principio desconocidas para el OJ español. De igual modo el surgimiento de nuevos
modelos de familia plantea retos importantes.
• En consecuencia, el legislador se encuentra ahora ante nuevas situaciones que requieren
respuestas desde el ámbito jurídico, y en particular desde el DIPr (p.ej. cada vez más casos
de gestación por sustitución, institución de la kafala, etc.).
1. ASPECTOS PROCESALES
• Las decisiones extranjeras sobre filiación, para surtir efectos en España, necesitan pasar
de forma previa por su reconocimiento. El tipo de reconocimiento que deberá instarse
estará en función del texto normativo que sea susceptible de ser aplicado.
• Así, a falta de convenio internacional, o cuando aun existiendo remite al procedimiento
interno del Estado requerido, se aplicará el régimen general interno contenido en la
norma de fuente interna.
• Si se pretende el reconocimiento general de una decisión extranjera de filiación se
aplicarán las previsiones de la LCJI (art. 41 a 61).
• Ahora bien, con carácter general las decisiones extranjeras en materia de filiación
pertenecen al ámbito de la jurisdicción voluntaria, en consecuencia, su régimen quedaría
sujeto a la LJV tratándose de sentencias (arts. 11 y 12 LJV), y a la D.ad. 3ª (LJV), tratándose
de una filiación establecida en un documento público extranjero, y de forma subsidiaria a
la LCJI (arts. 41 y ss LJV).
• En el supuesto de que exista un convenio que vincula a los Estados de origen y de
reconocimiento de la decisión en cuestión, el tipo de reconocimiento dependerá del
instrumento designado, y si así lo disponen estos, la decisión podrá surtir efectos sin
necesidad de procedimiento alguno en el supuesto de que las partes opten por solicitar el
reconocimiento automático de la decisión, incluido en ambos textos.
2. LEY APLICABLE A LA FILIACIÓN POR NATURALEZA
• Una vez determinada la CJI de los Juzgados y Tribunales españoles, éstos, de conformidad
con el art. 12.6 CC aplicarán de oficio las normas de conflicto españolas. Así, en la
materia que nos ocupa se trata de que la autoridad española competente aplique el art.
9.4 CC:
• "La determinación y el carácter de la filiación por naturaleza se regirán por la ley de
residencia habitual del hijo en el momento del establecimiento de la filiación. A falta de
residencia habitual del hijo, o si la ley no permitiese el establecimiento de la filiación, se
aplicará la ley nacional del hijo en ese momento. Si esa ley no permitiese el establecimiento de
la filiación o si el hijo careciera de residencia habitual y de nacionalidad, se aplicará la ley
sustantiva española.
• La ley aplicable al contenido de la filiación, por naturaleza o adopción, y al ejercicio de la
responsabilidad parental, se determinará con arreglo al Convenio de la Haya, 1996 relativo
a la competencia, la ley aplicable, reconocimiento, la ejecución y la cooperación en materia de
Página 55 de 133
responsabilidad parental y de medidas de protección de los niños".
A. Ámbito de aplicación del artículo 9.4 del CC
• En cuanto a las acciones, se ha de precisar los aspectos que se regularán bajo la lex
causae (ley aplicada por la norma de conflicto, 9.4 CC) y aquellos otros que se someten a
la lex fori, al tener una calificación puramente procesal.
• LEX CAUSAE: que resulte al operar la conexión prevista en la norma de conflicto (art. 9.4
CC) regulará La legitimación de quienes pueden ejercer la acción, los plazos vigentes para
su ejercicio y las presunciones.
• LEX FORI: se aplicará, por ejemplo, a medios de prueba, (a su valoración y eficacia) o a la
intervención del MF.
• Mención particular merece el principio de prueba de los hechos en el que se funda la
admisión de la demanda sobre determinación o impugnación de la filiación (art. 767 LEC).
Pese a que por su vinculación con el fondo del asunto podría entenderse que su
regulación ha de quedar sujeta a la lex causae, los autores del manual se inclinan por
hacer valer su carácter procesal y aplicar la lex fori, de forma que todos los litigios sobre
esta materia, con independencia de la existencia o no de un elemento extranjero, quedan
sujetos a la obligación de aportar ese principio de prueba.
3) El contenido de la filiación queda incluido en el art. 9.4 CC, si bien, la determinación
de la ley aplicable al contenido de la filiación, por naturaleza o adoptiva, así como las
relaciones paterno-filiales se determinará con arreglo al CLH 1996 sobre protección de
menores. Su regulación se extiende además de por los derechos y deberes entre padres e
hijos, que se producen una vez atribuida esta, a los efectos que se producen una vez
atribuida la filiación y que resultan de la propia condición de hijo.
• Principalmente son tres los efectos que se derivan del establecimiento de la filiación:
nombre, alimentos y derechos sucesorios, que al quedar fuera del ámbito material del
CLH 1996, puede dar lugar a problemas de delimitación con la respectiva ley reguladora.
• Una materia incluida en el CLH 1996, y que por tanto queda bajo su regulación, es el
ejercicio de la responsabilidad parental, concepto que comprende la autoridad
parental o cualquier otra relación de autoridad análoga que determine los derechos,
poderes y obligaciones de los padres, tutores o de otro representante legal respecto a la
persona o bienes del niño.
Página 56 de 133
B. Conexiones incluidas en el articulo 9.4 del CC y su funcionamiento
• El art. 9.4 CC acoge tres conexiones jerarquizadas en función del resultado material, que
es el establecimiento de la verdad biológica.:
o Como primer punto de conexión la ley de la residencia habitual del hijo en el
momento del establecimiento de la filiación.
o Cuando no se pueda determinar la residencia habitual del menor, o cuando bajo dicha
ley no sea posible el establecimiento de la filiación, se aplicará la ley nacional del hijo
o Por último, se impondrá la aplicación de la ley sustantiva española (se suprime
cualquier posibilidad de reenvío) ante la imposibilidad del establecimiento de la
filiación conforme a las normas anteriores o porque no se pueda determinar ni la
residencia habitual ni la nacionalidad del menor.
III. FILIACIÓN ADOPTIVA
Página 57 de 133
1. RÉGIMEN JURÍDICO CONVENCIONAL DE LA ADOPCIÓN INTERNACIONAL
• El Convenio de la Haya de 1993 de adopción internacional, en vigor en España desde
1995, está ratificado por un importante número de países en los que residen menores
potencialmente adoptables.
A. Ámbito de aplicación
• Primero de todo debemos distinguir dos momentos, ambos regulados bajo las normas
del CLH 1993 de adopción internacional:
• La fase de la constitución del vínculo adoptivo, que puede producirse en el Estado de
origen del menor o en el Estado de recepción, y una vez establecido dicho vínculo, el
momento siguiente es el de reconocimiento de este último.
• La fase de reconocimiento de la adopción ya constituida. Pues bien, el Convenio de la
Haya de 1993 regula ambas fases incorporando solo previsiones relativas a la cooperación
entre autoridades de los dos Estados partes afectados. Por lo tanto, en el convenio no se
incluyen ni normas de competencia judicial ni normas relativas a la ley aplicable.
• El CLH 1993 solo incorpora previsiones relativas a la cooperación entre autoridades de los
dos Estados partes afectados, por lo tanto, no se incluyen ni normas de CJI que
determinen la autoridad ante la que ha de constituirse la adopción, ni normas relativas a
la ley aplicable a la misma.
• El régimen convencional se aplicará cuando “un niño con residencia habitual en un Estado
contratante (Estado de origen) ha sido, es o va a ser desplazado a otro Estado
contratante (Estado de recepción), ya sea después de su adopción en el Estado de origen
por cónyuges o por una persona con residencia habitual en el Estado de recepción o bien
con la finalidad de realizar tal adopción en el Estado de recepción o de origen.
• La capacidad para adoptar se determinará conforme a la ley personal del adoptante, eso
sí, las normas del Estado receptor también serán tenidas en cuenta. En el caso español,
pueden adoptar tanto personas casadas del mismo o distinto sexo, como parejas de
hecho unidas por una relación permanente.
• Por lo tanto, hay dos elementos para que el Convenio de la Haya de 1993 sea
aplicable:
1) la relación de filiación debe darse entre personas con residencia habitual en dos
Estados distintos que sean parte en el Convenio;
2) Debe existir desplazamiento del niño de un Estado parte a otro.
3) Junto a lo anterior, hay que apuntar que el texto sólo resulta aplicable a las
adopciones que establecen vínculo de filiación (art.2.2).
B. La importancia de la cooperación entre autoridades en el CLH 1993
• La cooperación entre autoridades en el CLH 1993 es uno de los métodos del texto. El
convenio no establece dónde se constituye la adopción, ni que autoridad tiene
competencia para ellos, ni cuál es la ley que aplica.
• El establecimiento de canales de cooperación entre autoridades permite que las
adopciones tengan lugar con todas las garantías jurídicas, evitando así la sustracción,
venta o el tráfico de menores.
Página 58 de 133
• Es importante destacar que, si el supuesto está dentro del ámbito del Convenio, pero
no se siguieron los cauces de cooperación en él establecidos, la adopción no podrá
reconocerse, aunque fuera válida conforme a las normas internas del Estado requerido.
• Sobre las condiciones del proceso previo de constitución de la adopción existe un
reparto de funciones entre las autoridades de los Estados de origen, tanto de los
futuros adoptantes como del menor.
• Iniciados los contactos y cumplidos los trámites preceptivos, llegamos al momento en que
la autoridad del Estado de la residencia habitual del menor y la autoridad del Estado de
residencia habitual de los futuros padres adoptivos pronunciarán un acuerdo conjunto
para que o bien continúe el procedimiento adoptivo o bien se paralice (matching). Este
cumplimiento es esencial para evitar dificultades posteriores en el reconocimiento.
• Terminada la fase de preparación de la adopción, es momento de su constitución (ante
qué autoridad se constituye la adopción y la ley que aplicará se determinará por las
normas de fuente interna que regulen en cada Estado, en nuestro caso la LAI).
• Constituida la adopción se extenderá, por la autoridad competente, un certificado en el
que se acredite que la adopción se ha constituido conforme al Convenio y que servirá
posteriormente a efectos de reconocimiento del vínculo adoptivo en otro Estado parte.
C. Sistema de reconocimiento establecido en el CLH 1993 de adopción internacional
Página 59 de 133
2. RÉGIMEN JURÍDICO INTERNO DE LA ADOPCIÓN INTERNACIONAL: LA LEY DE
ADOPCIÓN INTERNACIONAL (LAI)
• Se recoge en la LAI un régimen jurídico completo de la adopción internacional. En el
TITULO II se incluyen:
1. CAPITULO I: normas sobre competencia de las autoridades españolas para la
constitución de las adopciones internacionales (art 14-17)
2. CAPITULO II: normas sobre ley aplicable (art. 18-24)
3. CAPITULO III: dedicado a los efectos en España de adopciones constituidas por
autoridades extranjeras (art. 25-31).
A. Ámbito de aplicación
• La LAI se aplicará:
1. Cuando el asunto escape del ámbito de aplicación del CLH 1993 y
2. Para regular sectores en los que la norma convencional no se pronuncia (normas de
competencia o de ley aplicable a la constitución de la adopción).
• En los demás supuestos, la LAI reconoce la superioridad de la norma convencional.
• Los supuestos que la LAI reconoce su ámbito de aplicación son:
o A las adopciones internaciones a las que se les serán aplicables las prerrogativas
del Título I, por estar estas adopciones en el ámbito de aplicación de este Título (art.
1.2): Serán aquellas en las un menor considerado adoptable por la autoridad extranjera
competente y con residencia habitual en el extranjero, es o va a ser desplazado a España
por adoptantes con residencia habitual en España, bien sea después de su adopción en el
Estado de origen, o con la finalidad de constituir dicha adopción en España.
Por lo tanto, la LAI requiere que, para incorporar y aplicar las previsiones del Título I, el
menor debe de tener la consideración de adoptable según una autoridad extranjera y
el desplazamiento del menor a España desde un estado no parte del CLH 1993 de
adopción internacional.
o Supuestos en los que se proyecta la normativa que recoge la LAI, pero que
quedan al margen de las prerrogativas del Título I: Son aquellas adopciones que,
por ejemplo, no resulta adecuado que su tramitación dependa de las autoridades
extranjeras de la nacionalidad del niño.
Ej. La adopción de un menor chino con residencia en España, sea por adoptantes nacionales
extranjeros con residencia en España o por nacionales españoles. Este caso estaría en el ámbito de
aplicación de la LAI pero no sería aplicable el Título I, ya que este título está dedicado a los aspectos
que requieren cooperación entre las autoridades del Estado de residencia del menor y las del Estado de
residencia de los adoptantes, En el caso propuesto los lugares de residencia coinciden y no habrá
desplazamiento de menor.
Página 60 de 133
B. Competencia judicial internacional
• En esta materia resultan aplicables los criterios incluidos en la LAI, normativa a la que se
remite de forma expresa la LOPJ [art. 22 quáter letra e)]
• En las normas comunes de tramitación, el art. 9 LJV referente a las normas de DIPr, se refiere para
la determinación de la competencia de los tribunales españoles en los expedientes de jurisdicción
voluntaria a las normas internacionales en vigor, y en su defecto a los foros de la LOPJ.
Página 61 de 133
• Tras constituirse una adopción simple en el extranjero, es posible su conversión en plena
por las autoridades españolas competentes: en los mismos supuestos que para la
declaración de nulidad, cuando la ley aplicable a la adopción previa prevea la adopción
simple. Además, el art 42 LJV incluye una norma de CJI para la conversión de la adopción
simple en plena.
• En relación a la competencia objetiva y territorial del órgano jurisdiccional, el art 16
LAI remite a lo establecido en las normas de jurisdicción voluntaria, y para el caso de que
no pudiera determinarse la competencia, se estará a la autoridad que elijan los
adoptantes (o adoptante). Pues bien, según la LJV, será competente el Juzgado de Primera
Instancia del lugar de la sede de la Entidad Publica que tenga encomendado la protección
de menor, y en su defecto, el del domicilio del adoptante (art.30).
• Para el caso, en el que sea internacionalmente competente el tribunal español, pero NO
sea posible fijar la competencia territorial, según LJV tendrá competencia el tribuna del
lugar donde los actos de jurisdicción voluntaria deban de producir sus efectos principales,
o donde tengan que tener lugar su ejecución (art.9).
C. Reconocimiento en España de adopciones constituidas por autoridad extranjera
• El art. 26 LAI establece los requisitos que han de cumplir las adopciones constituidas en el
extranjero para desplegar efectos en España. Se ha tratado de facilitar el reconocimiento
mediante la eliminación de requisitos tales como el control del derecho aplicado. Debe
acreditarse:
1. Competencia de la autoridad extranjera ante la que se constituyó la adopción. Se
considerará competente la autoridad extranjera si la adopción tiene vínculos razonables
con el país cuya autoridad la haya constituido. Y en todo caso se considerará competente
aplicando de forma recíproca las normas de competencia del art. 14 LAI.
2. Que la adopción no vulnere el orden público. Lo vulneran aquellas adopciones en las
que en su constitución no se ha respetado el interés del menor, en particular cuando se ha
prescindido de los consentimientos y audiencias necesarios, o cuando se constaten que
no fueron informados y libres o se obtuvieron mediante pago o compensación.
3. Cuando el adoptante o el adoptado sea español, para el reconocimiento de la adopción
la autoridad española controlará que los efectos de la adopción constituida sean
equivalentes a los atribuidos a la adopción española (ruptura de vínculos con la
familia anterior, adopción irrevocable, documento público o comparecencia ante el
Encargado del Registro Civil).
4. Además, cuando el adoptante sea español y resida en España, se exige la obtención del
certificado de idoneidad, previamente a la constitución de la adopción. La
competencia para la fijación de los criterios para valorar su otorgamiento o denegación
es de las CCAA.
El certificado de idoneidad tendrá una vigencia máxima de 3 años, podrá estar sujeto a
revisión en caso de que se produzcan cambios en las condiciones personales y
familiares de quien se ofrece a la adopción, y podrá otorgarse de forma simultánea
para la adopción nacional e internacional.
Si el adoptando fuera español, en el momento de constitución de la adopción ante la
autoridad extranjera se pide el consentimiento de la Entidad Pública competente del
último lugar de residencia habitual del menor en España (art. 26.4).
5. La exigencia del cumplimiento de los requisitos formales del documento en el que
consta la adopción: Legalización y traducción de los documentos.
6. Se articula en la LAI un sistema de conversión de adopciones simples o menos plenas,
constituidas en el extranjero (art 30 LAI). Estas adopciones simples tendrán efectos en
España como tal, si se ajusta a la ley designada por el art. 9.4 CC, la cual determina su
existencia, validez y efectos. No obstante, estas adopciones no tendrán acceso al RC
como adopción ni comportarán adquisición de nacionalidad.
La conversión se regula por la ley que se aplicó a su constitución, a través de un
expediente de jurisdicción voluntaria. No será necesaria la propuesta previa de la Entidad
Pública competente para instar el expediente judicial.
7. ORDEN PÚBLICO. No se reconocerá una adopción simple o menos plena, cuando
produzca efectos manifiestamente contrarios al orden público internacional español,
teniendo en cuenta el interés superior del menor, apunte este último que puede incidir
en como la autoridad española aplique la referida claúsula (art 31 LAI).
Página 63 de 133
D. Ley aplicable a la adopción
Página 64 de 133
IV. GESTACIÓN POR SUSTITUCIÓN: SUSTITUCIÓN ACTUAL
• La Ley 14/2006 sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida considera nulos de
pleno derecho los contratos por los que se acuerda la gestación por una mujer que
renuncia a la filiación materna (art. 10). En el OJ español la filiación materna viene
determinada por el parto.
• Los casos más comunes son aquellos en los que se pretende la inscripción de la filiación
presentando una resolución extranjera en la que consta el nacimiento del hijo y la
paternidad de quienes contrataron con una madre gestante.
• La DGRN dictó una Instrucción en 2010 consideraba el tema desde la perspectiva del
reconocimiento en España de decisiones dictadas en el extranjero. Es decir, se trata del
acceso al RC mediante la presentación de una decisión judicial extranjera en la que se
hacía constar el contrato, el nacimiento y la filiación del nacido.
• Ha de partirse, pues, de una resolución extranjera. La DGRN arbitró dos vías de acceso al
RC, en función de que las decisiones extranjeras se hubieran adoptado como
consecuencia de un procedimiento contencioso, obligando a su exequátur, o de
jurisdicción voluntaria, en cuyo caso su eficacia en España se sometía a un
reconocimiento incidental (art. 11 LJV).
• Posteriormente, la STS 6/2/2014 consideró que no era posible transcribir al RC las actas
registrales de los nacimientos de dos niños nacidos en EEUU a través de gestación por
sustitución puesto que ello contravenía el orden público internacional español.
Entendía el TS que el superior interés del menor estaba protegido en la medida que había
posibilidad de adoptar medidas alternativas de protección como la adopción.
• Cuando el TEDH abordó posteriormente la materia (también en 2014) declaró que se
había vulnerado el derecho a la vida privada y familiar protegido en el art. 8 CEDH ya que
se había negado por todos los medios la determinación de la filiación de dos niños
nacidos por gestación por sustitución, imposibilitando incluso la determinación de la
filiación paterna; además entendió que se había producido una vulneración del derecho
fundamental a la identidad de los menores en la medida en que no se produce la
continuidad del estado civil de estos en el Estado donde se pretende la inscripción.
• Pese a esta resolución, el TS no anuló su resolución del 2014 por entender que los
supuestos de hecho eran diferentes, y la DGRN mantuvo la vigencia de la instrucción de
2010.
• En el momento actual, la Ley 19/2015 de medidas de reforma de la Administración de
Justicia y del RC, no abre la posibilidad de la inscripción, de estos nacimientos acaecidos
en el extranjero (art. 44.4 y 44.7).
Página 65 de 133
LECCIÓN 20. LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL
DE MENORES
I. INTRODUCCIÓN
• La CE proyecta un doble sistema de protección de los menores, de un lado los poderes
públicos aseguran la protección integral de los hijos, y de otro, los progenitores son los
encargados de préstales asistencia de todo orden
• La familia y los poderes públicos son los dos pilares en los que se asienta el sistema
protector español de menores.
• La proyección de este sistema consagrado en la CE se refleja en normas como la LO
1/1996 de Protección del Menor. En el ámbito internacional, destaca la Declaración de los
Derechos del Niño de 1956 y la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989.
• Organismos de codificación de ámbito universal o regional destacan: el CLH 1996 relativo
a la competencia, ley aplicable, reconocimiento, ejecución y cooperación en materia de
responsabilidad parental y medidas de protección de menores. En lo referente a la
protección de los derechos de custodia y de visita destaca el CLH-1980 sobre los aspectos
civiles de la sustracción internacional de menores.
• En el ámbito regional, resulta imprescindible el Reglamento 2201/2003 del Consejo,
relativo a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en
materia matrimonial y de responsabilidad parental.
• La intervención del Consejo de Europa con instrumentos como el Convenio Relativo al
Reconocimiento y la Ejecución de decisiones en materia de Custodia Menores, así como el
Restablecimiento de dicha Custodia, de 20 de mayo de 1980.
• Tratados bilaterales como, por ejemplo, el Convenio entre el Reino de España y el Reino
de Marruecos sobre asistencia judicial, reconocimiento y ejecución de resoluciones
judiciales en materia de derecho de custodia y derecho de visita y devolución de menores
de 30 de mayo de 1997.
Página 66 de 133
II. LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE MENORES:
RÉGIMEN GENERAL
• En la actualidad, el régimen general de protección de los menores está integrado por el
CLH-1996 de protección de menores y por el R. 2201/2003, ambos son textos
fundamentales desde la perspectiva del DIPr.
• De aplicación subsidiaria, la LAI en los artículos 32 a 34 regula el régimen de la
competencia, la ley aplicable, así como los efectos de instituciones relativas a la protección
de menores que no produzcan vínculos de filiación acordadas por autoridades extranjeras.
1. ÁMBITO DE APLICACIÓN
• Tanto el CLH 1996 de protección nde menores como el R. 2201/2003 incluyen en su
ámbito material de aplicación un número muy importante de medidas de protección, en
su mayoría coincidentes, al igual que las exclusiones que hacen.
• Ambos instrumentos van extendiendo una idea protección global de los menores,
incluyendo normas de protección del menor con independencia de su calificación.
Ello se manifiesta, por ejemplo, en la posibilidad de adoptar las medidas reglamentarias
con independencia de que éstas se vinculen o no a procesos matrimoniales, o en la
inclusión de medidas de protección que según el derecho nacional podrían ser
consideradas como de Derecho público.
• En ambos textos se excluyen de su ámbito de aplicación:
a) Las medidas referidas a supuestos del Derecho de la persona (establecimiento e
impugnación de la filiación, decisión sobre adopción, el nombre y los apellidos,
emancipación, obligaciones alimenticias, trusts y sucesiones);
b) Las medidas de carácter público como en materia de educación, salud, seguridad
social, o medidas adoptadas como consecuencia de infracciones penales cometidas
por los niños, entre otras.
• ¿Qué se entiende por menor en una y otra norma? El R.2201/2003 no establece la edad
máxima a partir de la cual sus previsiones dejarán de ser aplicables, por lo tanto, este
elemento quedará fijado, o por el Derecho interno del Estado, o por un texto convencional cuya
aplicación sea complementaria con la norma europea. En el caso del CLH 1996 se establece
su aplicación a los niños desde su nacimiento hasta que cumplen los 18 años.
2. ASPECTOS PROCESALES
• Estudiaremos lo dispuesto tanto en el R. 2201/2003 como en el CLH 1996 en relación con
la CJI, el reconocimiento de decisiones y la cooperación entre autoridades. Pero, dado que
ambos instrumentos recogen soluciones para cada uno de los aspectos señalados, lo
primero será despejar cuál de ellos es el aplicable en función del caso.
• Recordemos que La LAI en su art. 32 remite a las normas internacionales y no a la LOPJ,
que incluye foros de competencia en su art. 22 quater y 22 sexies cuando el menor tenga
residencia habitual en España o el demandante sea español o resida en España.
Página 67 de 133
A. Competencia judicial internacional
Página 68 de 133
3) EXCEPCIONES. Fijado el criterio de atribución de competencia, tanto el R.2201/2003 como
el CLH 1996 establecen excepciones que permiten a las autoridades de un Estado,
diferente al del lugar de la residencia habitual del menor, fundamentar su
competencia:
a. En los supuestos en los que se está tramitando un proceso de separación o de divorcio
ante autoridades distintas a las de la residencia habitual del menor. Se habilita a dichas
autoridades a través de un foro por conexidad, para que decidan en torno a la
responsabilidad parental vinculada a dicha demanda, siempre que se cumplan los
requisitos establecidos, como, por ejemplo, el acuerdo expreso a dicha competencia por
los cónyuges.
b. En el supuesto especial, según el R-2201/2003, que permite a las autoridades de un EM
adoptar medidas de protección sobre menores cuya residencia habitual se encuentra en
un tercer Estado no parte del CLH 1996, cuando:
o el menor esté estrechamente vinculado con ese EM, en especial por el hecho de que
uno de los titulares de la responsabilidad parental tenga en él su residencia habitual
o porque el menor es nacional de dicho EM, y
o cuando su competencia haya sido aceptada expresamente, o de cualquier otra forma
inequívoca, por todas las partes en el procedimiento, en el momento de presentar el
asunto ante el órgano jurisdiccional y la competencia responda al interés superior
del menor (art. 12 R. 2201/2003).
• La competencia asumida por las autoridades de un EM en aplicación de este precepto es
en interés del menor para los supuestos de menores con residencia habitual en un
tercer Estado no parte del CLH 1996.
• Si la residencia del menor estuviera situada en un tercer Estado parte del CLH 1996, serán
las previsiones del propio convenio y no las del R. 2201/2003 las aplicables para
determinar la CJI de los tribunales españoles (art. 8 y 9 CLH 1996).
• La idea de proximidad entre la autoridad que organiza el sistema protector y el
menor está también presente en supuestos en los que es necesario adoptar medidas de
protección sobre menores cuyo lugar de residencia habitual no puede fijarse y no es
posible determinar la competencia de otras autoridades mediante la aplicación de otros
preceptos (art. 13 R-2201/2003 y arts. 6 y 11 CLH-1996).
• En el caso de que ningún tribunal EM sea competente coforme a las previsiones de los art.
8 a 13, el R. 2201/2003 como competencia residual, permite la aplicación de la normativa
de fuente interna de los Estados a efectos de determinación de la competencia.
• Ahora bien, es cierto que los foros de competencia de ambos textos no obedecen únicamente
al principio de proximidad. Criterios materiales, como el interés del menor, permiten que
una autoridad, en principio, competente decline su competencia a favor de otra
autoridad, o al contrario, que una autoridad solicite a otra el conocimiento del asunto, si la
primera entiende que está mejor situada para apreciar el interés del menor. Ambos
instrumentos contemplan esta circunstancia (art. 15 R.2201/2003 Y CLH 1996, arts. 8 y 9).
Página 69 de 133
B. Reconocimiento de decisiones
1º) El país de origen de la decisión es el criterio fundamental para determinar el instrumento
que resultará aplicable a la hora de reconocer y en su caso ejecutar una medida de
protección prevista en los instrumentos que se están analizando.
a) La aplicación de la norma de reconocimiento del R. 2201/2003 tendrá lugar si se
trata de otorgar efectos en el territorio de un EM a una decisión dictada por un órgano
jurisdiccional de otro EM, lo cual será aplicable incluso aunque la medida a reconocer se
hubiera pronunciado sobre un menor con residencia habitual en un tercer Estado
parte del CLH 1996. Todo ello con independencia del criterio en virtud del cual se
asumiera la competencia por la autoridad que dictó la decisión.
b) La aplicación del CLH 1996 de protección de menores a efectos de reconocimiento
requiere que la decisión provenga de un órgano jurisdiccional de un tercer Estado que sea
parte contratante del mencionado Convenio. Es relevante el criterio en el que se basó la
competencia de la autoridad que dictó la decisión (control de competencia).
2º) En relación a los tipos de reconocimiento, tanto el R-2201/2003 como el CLH-1996
parten en su articulado del reconocimiento de pleno derecho de las decisiones. En
ambos casos se da igualmente a las partes la posibilidad de que se resuelva sobre el
reconocimiento o no reconocimiento de una resolución.
No obstante, mientras que en el CLH 1996 se seguirá el procedimiento en el Estado
requerido, en el R 2201/2003, se produce una remisión al procedimiento previsto en su
propio instrumento (cap. III sec.2ª). El reconocimiento incidental, solo está previsto en el R
2201/2003 y no en el CLH 1996.
3º) En cuanto a los requisitos para que las decisiones surtan efectos:
a. En ninguno de los dos instrumentos se permite, como es habitual, el control del
fondo de la decisión cuyo reconocimiento se pretende.
b. Los motivos que pueden ser alegados para denegar el reconocimiento:
o Coincidentes en ambos textos:
El orden público modulado por el interés superior del menor.
La vulneración de los derechos de defensa tanto del menor como de quien se
opone al reconocimiento (en el R. 2201/2003 hace referencia a la notificación en
rebeldía cuando no hubiera notificación en tiempo y forma, y en el CLH 1996, se
trata de forma más general, cuando quien se opone no tuvo la posibilidad de ser
oído en el procedimiento de origen).
La inconciabilidad de las decisiones. A diferencia de la regla general, prevalece la
decisión posterior o la más reciente, por ser más próxima a la realidad del menor.
o NO Coincidentes en ambos textos:
El control de la competencia de la autoridad de origen que dicto la resolución se
realizará cuando resulte aplicable a norma convencional que exige que tal
autoridad responda a uno de los foros de competencia previstos en el CLH 1996.
4º) En lo relativo a la ejecución de decisiones, la aproximación es también palpable en el
articulado de ambos instrumentos de distinta fuente.
Página 70 de 133
C. Cooperación entre autoridades
Página 71 de 133
III. LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE CUSTODIA Y DE
VISITA: SUSTRACCIÓN INTERNACIONAL DE MENORES
• La sustracción internacional de menores es un fenómeno que tiene lugar cuando un
menor sobre el que los progenitores comparten el derecho de custodia es trasladado
por uno de ellos a un segundo Estado impidiendo al otro progenitor el ejercicio de su
derecho (supuesto de desplazamiento del menor); o bien cuando un progenitor, al que tras
un procedimiento le ha sido conferido el derecho de visita no devuelve al menor al lugar
de su residencia habitual, una vez trascurrido el periodo establecido (retención del menor).
• Para una comprensión de las soluciones hay que comprender la relación entre los dos
instrumentos más importantes que resultan aplicables, el R.2201/2003 y el CLH 1980 de
sustracción internacional de menores.
• El R 2201/2003 permite la aplicación de la solución contenida en la norma convencional,
al remitir a los mecanismos de restitución incorporados en el CLH 1980, de sustracción de
menores (art.11). No obstante, teniendo en cuenta que el R. 2201/2003 se aplicará a los
supuestos de sustracción de mentores entre EM, matiza alguna de las soluciones del
convenio.
1. DESPLAZAMIENTO O RETENCIÓN ILÍCITA DE MENORES ENTRE LOS ESTADOS
MIEMBROS DE LA UE
• Cuando el desplazamiento o retención ilícita se produce desde el territorio del EM de la
residencia habitual del menor, a un segundo EM, resultan aplicables el R 2201/2003 junto
con el CLH 1980 de sustracción internacional de menores.
A. Solicitud y decisión sobre la restitución de menores desplazados o retenidos de
forma ilícita
• El R 2201/2003 contiene la respuesta jurídica en caso de traslado o retención ilícita de un
menor entre territorios de los Estados miembros. La determinación del ámbito de
aplicación del R. 2201/2003 es necesaria para el correcto entendimiento del citado
instrumento, y para su aplicación, de manera conjunta, con el CLH 1980 de sustracción
internacional de menores.
• A través del CLH 1980 se tramitará la petición de restitución del menor, mediante un
mecanismo de resolución basado en la cooperación entre autoridades. Esta vía es la más
utilizada para supuestos de sustracción, aunque no es obligatorio para el particular (a
diferencia de la cooperación incorporada en el CLH 1993 de adopción internacional).
• El CLH 1980, prevé la designación en cada Estado parte de una Autoridad Central. Se les
encomienda la realización de tareas (localizar al menor, incoar o facilitar la apertura de un
procedimiento judicial o administrativo).
• El CLH 1980 tiene el objetivo de la inmediata restitución del menor al Estado de su
residencia habitual, ya sea de forma voluntaria, o tras decisión judicial o
administrativa.
• La denegación de su devolución se ha de producir de forma excepcional, siendo la
autoridad competente la del Estado al que el menor ha sido trasladado o en el que es
retenido y podrá denegar el retorno si concurre alguna de las excepciones a la devolución
establecidas en los art. 12 y 13 CLH 1980. En el caso de España, tales decisiones han de
tomarse por una autoridad judicial.
• Tales causas pueden sintetizarse en que, o bien la persona o institución que se hubiera
hecho cargo del menor no ejercía de forma efectiva el derecho de custodia en el
momento del traslado o la retención, o había consentido este, o bien existe un grave
riesgo de que la restitución del menor lo exponga a un peligro grave físico, o psíquico o
que de cualquier otra manera ponga al menor en una situación intolerable.
• La autoridad podrá, asimismo, negarse a ordenar la restitución si comprueba que el
propio menor se opone a la restitución cuando el menor haya alcanzado una edad y un
grado de madurez suficiente.
• Junto a tales excepciones el Convenio incluye una cláusula de orden público en el art. 20
de escasa aplicación judicial, según la cual, “La restitución del menor podrá denegarse cuando no
lo permitan los principios fundamentales del Estado requerido en materia de protección de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales”.
b) Modificación del CLH 1980 de sustracción internacional de menores por la acción
del R. 2201/2003
• El CLH 1980 parte de la idea principal de la devolución inmediata del menor, sin perjuicio
de las excepciones al retorno antes citadas.
• Las matizaciones a la aplicación del CLH 1980 por el R. 2201/2003 se proyectan
precisamente respecto de tales excepciones a la devolución recogidas en el CLH 1980,
concretamente, determina que la restitución no podrá ser denegada, basándose en la letra
b) del art 13 (grave riesgo de exposición a peligro físico o psíquico …) del CLH 1980, si las
medidas necesarias han sido adoptadas para la protección del menor, una vez que retorne
al Estado de donde fue desplazado.
Si a pesar de todo se aplica la excepción al retorno (es decir, que se deniega el mismo) el órgano judicial del
estado de la residencia habitual puede intervenir para decidir sobre el fondo del asunto al amparo del
R.2201/2003 aunque el menor no se encuentre físicamente en dicho territorio, dado que habría sido
trasladado ilícitamente a un segundo Estado.
Página 73 de 133
B. Decisión de no restitución y mantenimiento de la competencia del juez de la
residencia habitual del menor antes del traslado
Página 74 de 133
3. PROCESO INTERNO ESPAÑOL DE RETORNO EN APLICACIÓN DE LOS TEXTOS
INTERNACIONALES
• Cuando el menor es desplazado o retenido desde otro EM o desde un tercer Estado parte
del CLH 1980 a España resulta aplicable el proceso contenido en el Capítulo IV bis de la LEC
(art. 778 quáter, quinquies y sexies). La LEC destaca:
1) La concentración de la competencia en los Juzgados de Primera Instancia de la
capital de provincia, de Ceuta y Melilla, con competencia en materia de derecho de
familia en cuya circunscripción este el menor trasladado o retenido y en su defecto el
que corresponda por turno de reparto.
2) La necesaria celeridad en la resolución de los asuntos. Se trata de un proceso
contencioso preferente, cuya resolución ha de estar en seis semanas (recursos
incluidos).
3) La apelación será en dos efectos sin posibilidad de ejecución provisional (su
resolución no podría exceder 20 días)
4) Se incorpora una amplia legitimación y se separan los aspectos civiles de los penales
con el objetivo de no retrasar la resolución civil sobre la devolución o permanencia del
menor.
5) El reforzamiento de la cooperación entre autoridades es otro de los fines que se
persigue para mejor solución de estos asuntos. Tienen especial relevancia las
comunicaciones directas entre órganos judiciales quienes podrán solicitar auxilio a las
autoridades centrales, a las Redes internacionales de jueces de la Conferencia de La
Haya y jueces de enlace.
6) Especial hincapié se hace en mejorar la ejecución de la decisión que ordena la
restitución del menor.
7) Otro aspecto delicado es el ejercicio del derecho de audiencia del menor. El órgano
judicial antes de decidir tendrá que oír al menor, en presencia del Ministerio Fiscal, a
menos que no lo aconseje su edad o madurez lo que se hará constar en resolución
motivada. La audiencia puede realizarse por video conferencia o método similar
• Art. 778 sexies, regula el supuesto en el menor es trasladado desde España, Estado en el
que tenía su residencia habitual, al territorio de otro Estado. En este caso es posible
solicitar a la autoridad judicial competente española una decisión que declare la ilicitud
del traslado o retención como lo prevé el art. 15 CLH 1980.
• En este caso la autoridad central española hará todo lo posible por prestar asistencia para
la obtención de dicha declaración o certificado, que podrá ser utilizado por las
autoridades del lugar en el que el menor ha sido retenido o al que ha sido desplazado.
Página 75 de 133
LECCIÓN 21. LA OBLIGACIÓN DE ALIMIENTOS
I. INTRODUCCIÓN
• La importancia cuantitativa y cualitativa de la obligación de alimentos y la necesidad de
garantizar adecuadamente el cobro de las deudas alimenticias es indiscutible en nuestra
sociedad. En España se establece un Fondo de Garantía para el pago de alimentos que se
regula por lo dispuesto en el RD1618/2007.
1. CONCEPTO JURÍDICO DE LA OBLIGACIÓN DE ALIMENTOS
• Es el derecho que tiene una persona (alimentista o acreedor de los alimentos) a reclamar a
otra persona (alimentante o deudor de los alimentos) con la que le une un vínculo de
parentesco, matrimonio o afinidad lo necesario para satisfacer sus necesidades vitales.
• Es necesario, por tanto, que exista una relación de parentesco, matrimonio o afinidad
entre alimentista y alimentante, y que este último tenga capacidad económica que le
permita, sin detrimento de su sustento propio, hacer frente a la obligación de alimentos.
No se incluyen otras obligaciones de alimentos cuyo fundamento se estrictamente una relación contractual,
como los negocios jurídicos que, cancelan una obligación de pago de alimentos o complementan los
ingresos de una persona mayor mediante la cesión del usufructo vitalicio a cambio de una pensión vitalicia.
Página 78 de 133
D. La elección expresa del foro por las partes y la sumisión procesal
2) El R. 4/2009 estructura la posibilidad de elección del foro en torno a dos reglas y cuatro
conexiones:
• Regla general. Limita la elección a, o bien los tribunales del EM en el que una de las
partes tenga su residencia habitual o bien a los del EM del que sea nacional una de
las partes, estableciendo que dicha elección no podrá operar cuando se refiera a
alimentos respecto de un menor de 18 años.
• Regla especial para la obligación de alimentos entre cónyuges y excónyuges limita la
elección al órgano jurisdiccional competente para conocer de sus litigios en materia
matrimonial o bien al órgano jurisdiccional del EM en cuyo territorio hayan tenido su
última residencia habitual común los cónyuges durante al menos de un año.
3) Respecto de los requisitos para la validez del acuerdo de elección, salvo pacto en
contrario, las condiciones han de cumplirse en el momento de celebración del convenio
de elección de foro (art. 4.1) y debe celebrarse por escrito (art. 4.2), considerándose hecha
por escrito toda la trasmisión efectuada por medios electrónicos.
Como efecto procesal del acuerdo de elección válidamente celebrado se consagra la
exclusividad de la competencia así otorgada.
Página 79 de 133
E. Competencia subsidiaria y fórum necessitatis
• Mayor novedad aporta el art. 8, titulado los límites del procedimiento, y hace referencia
a la modificación de una resolución de medidas sobre alimentos ya adoptada en un EM (o
en un Estado parte de CLH 2007), Y no permite al deudor que quiera modificarlas, iniciar
en otro EM un procedimiento de modificación de la resolución o de adopción de una
nueva resolución, mientras el acreedor continúe residiendo habitualmente en el Estado en que
se dictó la primera resolución.
• Se trata de una norma de competencia adicional que garantiza que una demanda de
modificación o de obtención de una nueva resolución será conocida en el mismo estado
en que se dictó la primera. Cabe hacer las siguientes reflexiones:
• Se trata de una norma de competencia negativa, de carácter adicional, que garantiza que
una demanda de modificación o de obtención de una nueva resolución será conocida por
los órganos jurisdiccionales de estado donde se dictó la resolución original.
• Excepcionalmente, se podrá pedir la modificación o una nueva decisión en otro EM:
• Si se acuerda competencia por ambas partes o sí hay sometimiento al tribunal.
• Si la autoridad competente no puede ejercer o se niega a ejercer la competencia.
• Si la resolución original dictada en el estado competente no puede ser reconocida o
declarada ejecutable en el estado de residencia actual del acreedor de alimentos.
• Cuando un órgano jurisdiccional de un EM haya dictado una resolución sobre derecho
de custodia, visitas y obligación de alimentos de un hijo menor de edad, ese órgano
será competente también para pronunciarse sobre una demanda de modificación de
dicha resolución aunque el menor no tenga su residencia habitual en el territorio de
ese EM.
Página 80 de 133
2. EL RECONOCIMIENTO, FUERZA EJECUTIVA Y EJECUCIÓN DE RESOLUCIONES EN
MATERIA DE ALIMENTOS
• La incorporación del Protocolo de la Haya 2007 al R. 4/2009 provocará importantes
consecuencias en el sector, en relación al reconocimiento y ejecución de resoluciones de
alimentos. En este sentido el R.4/2009 distingue un doble régimen de reconocimiento y
ejecución de resolución de alimentos en atención a si el EM de origen de la resolución de
alimentos está o no vinculado al protocolo de alimentos.
• El régimen de reconocimiento y ejecución del R. 4/2009 se aplicará a las resoluciones
contempladas por dicho reglamento (art. 16). ¿Qué se entiende por resolución?
• El R. 4/2009 define resolución como cualquiera dictada por un órgano jurisdiccional de
un EM, con independencia de su denominación, así como el acto por el que se liquidan las
costas del proceso.
• El concepto órgano jurisdiccional u órgano jurisdiccional de origen, incluyen las
autoridades administrativas de los estados miembros con competencia en materia de
obligaciones de alimentos.
A. Decisiones dictadas en un estado miembro vinculado por el Protocolo LH 2007
Página 81 de 133
• La suspensión de la ejecución: cabe su solicitud a instancia del deudor ante la autoridad
competente del EM de ejecución. Procede pedirla cuando en el EM de origen se suspenda
la fuerza ejecutiva de la resolución.
• La solicitud de un reexamen o revisión es posible, también a instancia del deudor, ante
la autoridad competente del EM de origen de la resolución. Esta solicitud procede:
• Bien cuando en el proceso se haya vulnerado el derecho de defensa, por falta de
notificación de la demanda o por insuficiente tiempo de defensa
• Cuando el deudor no haya podido impugnar la demanda por causa mayor o
circunstancias extraordinarias ajenas a su responsable, a menos que no hubiere
recurrido cuando hubiere podido hacerlo.
B. Decisiones dictadas en un estado miembro no vinculado al Protocolo LH 2007
• El CLH 2007 ha entrado en vigor en 2013 y es obligatorio solo entre los Estados
contratantes. Este convenio no se aplica en las relaciones entre EM, pero si en las
relaciones de estos con terceros países firmantes ya que la UE lo ha firmado en nombre
de sus EM.
• Su objetivo es lograr la mayor eficacia en el cobro de alimentos débitos a los niños y a
otros miembros de la familia, e instaura como mecanismos básicos, un sistema de
cooperación de autoridades y un sistema de reconocimiento y ejecución de decisiones,
aplicable entre los Estado parte. Su régimen de reconocimiento y ejecución establece:
1) Decisión de la autoridad. Deberá tratarse de una decisión adoptada por una autoridad
judicial o administrativa en materia de obligaciones de alimentos (art. 19.1) cuyo
reconocimiento se solicite directamente ante la autoridad del estado requerido.
2) Bases para el reconocimiento y ejecución son:
• Que la resolución proceda del estado contratante de la residencia habitual del
demando o del acreedor de alimentos.
• Que el demandado se someta (expresa o tácita) al tribunal ante el que se presentó la
demanda (salvo litigios sobre obligaciones alimenticias a favor de menores.
• Que el tribunal haya basado su competencia a conocer de la solicitud de alimentos
en que esta era ya accesoria a una demanda de divorcio o responsabilidad parental.
3) Motivos de denegación. sigue el mismo esquema del régimen del R. 1215/2012 y
agrega la litispendencia y el fraude al procedimiento.
4) Procedimiento. se rige por la ley del estado requerido (art. 23.1), salvo que se presente
mediante la Autoridad Central, que seguirá el sistema de cooperación ad hoc y tomará
la decisión sin más requisitos que la solicitud. Se exige “declaración” del Estado.
Página 82 de 133
D. El régimen de cooperación de autoridades en el R. 4/2009 y en el Convenio LH 2007
Página 83 de 133
• Todas las referencias que el Protocolo realiza al “derecho extranjero” son referencias
directas al derecho sustantivo del Estado pertinente, es decir, no se aplicarán las normas
de conflicto de leyes del Estado cuya ley se aplique. El protocolo además, no admite
reservas a sus disposiciones.
• Este alcance universal tiene como consecuencia inmediata el desplazamiento de los
precedentes Convenios de La Haya sobre ley aplicable a los alimentos firmados por
nuestro país y de las soluciones del art 9.7 CC. El Protocolo no admite reservas a sus
disposiciones (art. 27).
• El protocolo estructura las conexiones admitiendo la elección de la ley aplicable mediante
acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor, sujeta a condiciones de eficacia formal y
material (art. 7) y no permitiendo esta elección cuando el acreedor de alimentos sea
menor de 18 años (art. 8).
• Si las partes no hubieran hecho esta elección, la ley aplicable se determinará atendiendo
varias conexiones que se estructuran en dos niveles:
a. una conexión general (art. 3) basada en la residencia habitual del acreedor y
b. unas conexiones especiales para determinados acreedores (art. 4) o para cónyuges
y ex cónyuges (art. 5). El art. 6 prevé un medio defensa especial para el deudor sujeto
igualmente al cumplimiento de condiciones.
• El protocolo de alimentos permite que las partes puedan hacer uso de la autonomía de
voluntad (arts. 7 y 8). De forma análoga a como ocurre en la electio fori del R. 4/2009, el
Protocolo de alimentos limita la elección de ley en función de si la designación de la ley
aplicable lo es a los efectos de un procedimiento específico o con carácter general en
cuyo caso queda excluida la posibilidad de elección cuando el acreedor sea menor de 18
años o adultos cuando estos tengan disminuidas sus facultades. Debe precisarse que:
1) Si las partes hacen uso de la autonomía de voluntad, su elección prevalece sobre la
regla general y sobre las normas especiales de los art. 4,5 y 6.
2) PROCEDIMIENTO ESPECÍFICO. El acreedor y el deudor de la obligación de alimentos
pueden a los efectos de un procedimiento especifico en un determinado Estado designar
la ley de dicho Estado (art.7.1), artículo que no excluye la facultad de elección para las
obligaciones alimenticias a favor de niños (a diferencia del art. 8.3).
La elección prevista surte efectos únicamente en el procedimiento específico para el
que se ha realizado, y, si se presenta posteriormente una nueva demanda o una
demanda de modificación ante la misma autoridad o ante la de otro Estado, la
elección de la ley realizada con anterioridad no surtirá ya efecto.
La designación de ley aplicable debe ser objeto de un acuerdo escrito, sin perjuicio de
que los Estados prevean otras exigencias al acuerdo.
Página 84 de 133
3) PROCEDIMIENTO GENERAL. Las partes pueden elegir en cualquier momento una de
las siguientes leyes como aplicables a una obligación de alimentos (art. 8):
• La ley del Estado del cual alguna parte sea nacional en el momento de la designación.
• La ley del Estado de la residencia habitual de una de las partes.
• La ley elegida por las partes para regir sus relaciones patrimoniales o la ley
efectivamente aplicada a tales relaciones.
• La ley elegida por las partes para regir su divorcio, separación o la ley efectivamente
aplicada a tal divorcio o separación.
• Esta designación debe ser objeto de acuerdo escrito firmado por ambas partes, no
estando permitida respecto de las obligaciones alimenticias a favor de menores de 18
años o adultos con disminución de sus facultades.
• Se imponen asimismo restricciones a las consecuencias de la ley designada:
• La posibilidad de renunciar al derecho de alimentos se determina por la ley del
Estado de la residencia habitual del acreedor en el momento de la designación.
• Las partes han de ser debidamente informadas y conscientes de las consecuencias de
la ley designada. En caso contrario, la ley elegida no se aplicará si conlleva
consecuencias manifiestamente injustas o no razonables para las partes.
B. Regla general para determinar la ley aplicable
• Un deudor de alimentos se pude oponer a una pretensión del acreedor sobre la base de
que no existe tal obligación ni según la ley de su residencia habitual ni según la ley del
Estado de su nacionalidad común, si existe.
• Esta defensa especial solo puede utilizarse en relación cuando se trate de obligaciones
alimenticias distintas de aquellas surgidas de una relación paterno-filial a favor de un niño
y de las previstas en el art.5.
• Este medio de defensa está inspirado en el Convenio de La Haya de 1973 que establece
que el deudor puede oponerse a una demanda de alimentos debido a que no existe
ninguna obligación alimenticia según la ley nacional común del deudor y del acreedor o,
falta de nacionalidad común, según la ley interna del país de residencia habitual del
deudor.
• No obstante, el Protocolo de alimentos se refiere a toda obligación alimenticia distinta de
la relativa a los hijos derivada de una relación paterno filial y de las de cónyuges o ex
cónyuges. Esta ampliación respecto del CHL 1973 es relevante, pues en el ámbito
internacional no existe consenso en conceder alimentos a cualquier familiar.
• La aplicación simultánea de las conexiones en cascada del art. 4 con los medios de
defensa del art. 6 es muy complicada y puede ser poco satisfactoria, ya que parece poco
coherente que se quiera a la vez favorecer al acreedor mediante conexiones subsidiarias y
proteger al deudor mediante conexiones acumulativas.
Página 86 de 133
3. ÁMBITO DE LA LEY APLICABLE Y PROBLEMAS DE APLICACIÓN
• El ámbito de la ley aplicable abarca un amplio abanico de cuestiones jurídicas tomadas, en
parte, del precedente CLH de 1973 pero ampliadas dada la finalidad modernizadora del
Protocolo de alimentos.
• La ley designada va a determinar:
o En qué medida y a quien puede el acreedor solicitar alimentos;
o Sí puede solicitarlos retroactivamente; la base para el cálculo de la cuantía de
alimentos y su actualización o “indexación”;
o La legitimación para iniciar el procedimiento en la materia (pero no regulará las
cuestiones relativas a la capacidad procesal y a la representación en el juicio).
o La prescripción y plazos de inicio de la acción;
o El alcance de la obligación del deudor, cuando un organismo público solicite el
reembolso de prestaciones al acreedor a título de alimentos.
Página 87 de 133
LECCIÓN 22. LAS SUCESIONES
I. INTRODUCCIÓN
• En el ámbito europeo, con vistas a facilitar la CJI en el marco del espacio de libertad,
seguridad y justicia se ha dictado el Reglamento 650/2012 relativo a la CJI, la ley aplicable,
el reconocimiento y la ejecución de resoluciones, y a la aceptación y ejecución de
documentos públicos en materia de sucesiones mortis causa y a la creación de un
certificado sucesorio europeo.
• El R.650/2012 se aplicará a la sucesión de las personas que fallezcan a partir del 17 de
agosto de 2015, si bien, cuando el causante hubiera elegido, antes de esa fecha, la ley
aplicable a la sucesión, esa elección será válida si las condiciones previstas en el Capítulo
III se hubieran cumplido.
• Este reglamento se ve complementado por el R.1329/2014 por el que se establecen los
formularios mencionados en el R.650/2012.
1. ÁMBITO DE APLICACIÓN
• El ámbito de aplicación material, el R 650/2012 será aplicable en general a las sucesiones
mortis causa (art. 1)
• Quedan excluidas del reglamento las siguientes materias:
• Estado civil de las personas físicas, relaciones familiares,
• Capacidad jurídica de las personas físicas, y
• Cuestiones relativas a la desaparición ausencia o presunción de fallecimiento de una
persona física. (salvo lo dispuesto en el art. 32)
Página 88 de 133
2. COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ESPAÑOLAS EN EL FENÓMENO SUCESORIO
• En el sistema español relativo al derecho sucesorio, autoridades de distinta naturaleza
pueden tener que intervenir en algún momento del procedimiento.
A. El régimen de competencia judicial internacional
• El régimen de CJI está recogido en los arts. 4 al 10 R 650/2012, con soluciones de carácter
universalista con alguna excepción que se verá próximamente.
• CRITERIO PRINCIPAL: El foro de la residencia habitual del causante en el momento
del fallecimiento se acoge como criterio principal de conexión para resolver sobre la
totalidad de la sucesión (art. 4),
• ELECCIÓN DE FORO. el criterio principal se modifica cuando el causante hubiera
elegido su ley nacional para regir la sucesión, siempre que esta sea la de un EM. En
este caso las partes interesadas (herederos o legatarios) podrán acordar, en caso de
litigio, que los tribunales de dicho EM tengan competencia exclusiva para sustanciar
cualquier causa en relación con la sucesión. Por lo tanto, se acoge el criterio del forum
legis que consiste en hacer que dependa la CJI del OJ por el que se regule la situación en
cuestión.
• La cláusula de elección de foro, para tener validez, tiene que concluirse conforme a una
serie de condiciones, a fin de que todas las partes interesadas participen en el acuerdo. Su
otorgamiento de forma escrita, fechada y firmada por los interesados, son las
condiciones de forma a las que queda sometida. Se considerará hecha por escrito toda
comunicación efectuada por medios electrónicos.
• La electio fori no tendrá virtualidad cuando se ponga de manifiesto que no todas las
partes del procedimiento son parte del acuerdo, salvo que todas comparezcan en el
procedimiento, sin impugnar la competencia, momento en el que quedarán vinculadas
por la elección del foro (sumisión tácita). Sin embargo, si alguna de las partes impugna la
competencia del tribunal tendrá que dejar de conocer, volviendo el conocimiento del
asunto a los tribunales de la residencia habitual del difunto (competencia general) o a los
tribunales del lugar de situación de los bienes (competencia subsidiaria art. 10).
• La competencia de las autoridades del EM de la nacionalidad del causante, debido a
la elección de su Derecho como ley aplicable, no sólo es posible porque las partes
interesadas finalizaran un acuerdo de sumisión. En efecto, a falta de electio fori el
tribunal normalmente competente podrá abstenerse de conocer, a instancia de una de las
partes, si considera que los tribunales de un EM cuya ley fue elegida están en mejor
situación para pronunciarse sobre la sucesión, teniendo para ello en cuenta tanto la
ubicación de los bienes, como la residencia habitual de las partes.
• En definitiva, la competencia principal la tienen las autoridades de la residencia
habitual del causante. La competencia de las autoridades de la nacionalidad se
activará siempre que: este hubiera elegido su OJ para regular la sucesión y exista un
acuerdo de sumisión (expresa o táctita) por todas las partes interesadas o bien por la
transferencia de la competencia del tribunal que, en principio, era competente.
• El sobreseimiento de la causa es posible si, abierto un proceso sucesorio por el tribunal de
oficio, las partes deciden resolver el asunto extrajudicialmente ante las autoridades del
Página 89 de 133
EM de la nacionalidad del causante cuya ley hubiera sido elegida.
• COMPETENCIA SUBSIDIARIA. En el art. 10 del R 650/2012 se incluye la denominada
competencia subsidiaria, con la que se posibilita atraer el conocimiento del asunto a las
autoridades del EM de situación de los bienes, aunque el causante tuviera en el
momento del fallecimiento su residencia habitual en un tercer Estado.
• El ejercicio de esta competencia puede extenderse a toda la masa hereditaria o sólo a los
bienes situados en el territorio del Estado en cuestión.
• El primer supuesto se producirá:
a. Si se trata de un nacional de dicho EM;
b. o en el caso de que no hubieran transcurrido cinco años desde que dejara de
residir en el territorio del Estado del lugar de los bienes y el momento en que las
autoridades conocen del asunto.
Por ej. El primer supuesto supondría que los Tribunales españoles podrían ser competentes para conocer
del total de la sucesión de un chileno que mantiene una cuenta corriente abierta en España, siempre que el
asunto se presente en los cinco años siguientes al cambio de residencia habitual desde España a Chile, y con
independencia de que todos los bienes, salvo dicha cuenta corriente, se encuentren el Chile.
• En caso de no cumplirse estas condiciones los tribunales del citado Estado son siempre
competentes para pronunciarse, al menos, sobre los bienes localizados en su territorio, lo
cual rompe el criterio de universalidad que tiende a estar presente en el Reglamento
• FORO DE NECESIDAD. Se abre, como está sucediendo en otros instrumentos europeos,
un forum necessitatis para paliar los supuestos en los que, ningún tribunal de un EM
tiene en principio competencia conforme al R-650/2012, ni es posible ventilar la
sucesión ante los tribunales de un tercer Estado, con el que el asunto tiene una
vinculación estrecha.
• De este modo, el art. 11 permite excepcionalmente, a un tribunal de un EM, con el que la
sucesión tiene una vinculación suficiente, resolver el litigio por la aplicación del
mencionado foro.
• El art. 12 dispone la limitación de procedimientos para los casos en los que haya bienes
situados en terceros Estados, y la decisión que sobre los mismos pudiera tomarse por el
Tribunal del EM que está conociendo de la sucesión no tuviera posibilidades de ser
reconocida en el tercer Estado ni, en su caso, declarada ejecutiva.
• El R-650/2012 reserva la competencia de los Tribunales de los demás EM de la residencia
habitual de los herederos y legatarios para aspectos diversos, que conforme a ley
aplicable puedan realizarse ante dichos tribunales (EJ aceptación o renuncia de la
herencia, etc.).
• Esta opción se ofrece debido a que probablemente la residencia habitual de las personas
citadas puede estar situada en un Estado distinto del que se está tramitando la sucesión.
Página 90 de 133
B. La intervención notarial
• La actuación de los notarios en materia sucesoria es amplia, con independencia del tipo
de delación de la herencia. La reglamentación de su competencia se encuentra en el RN,
aprobado por Decreto de 2/6/1944 revisada en 2011. Conforme al mismo, el notario
podrá intervenir en su demarcación notarial para otorgar un testamento, realizar
una renuncia de la herencia o su aceptación, partición, etc., de cualquier persona
que lo requiera, con independencia de que tenga o no su domicilio o bienes en España.
• La Resolución de la DGRN de 18/1/2005 apoya la competencia del notario español para la
autorización de un acta de notoriedad de declaración de herederos abintestato de un
súbdito extranjero domiciliado en España.
• La mayor parte de las sucesiones mortis causa no son contenciosas, de modo que la
figura central en nuestro OJ es la autoridad notarial de quien conviene apreciar que:
• Los Notarios españoles no estarán vinculados por las normas de competencia incluidas en
el R650/2012 por lo que continuarán aplicando el sistema de competencia que el
Reglamento Notarial establece, el principio de libertad de elección de Notario .
• Sin embargo, sí quedan vinculados por las previsiones que sobre la ley aplicable contiene
el R. 650/2012.
• Los documentos que los Notarios expidan circularán, de acuerdo con las previsiones del
R- 650/2012. No obstante, cuando los notarios no ejercen funciones jurisdiccionales, como
es el caso español, los documentos públicos que expidan estos deben circular de acuerdo
con las disposiciones sobre eficacia extraterritorial de los documentos públicos
extranjeros.
• Cuando la autoridad notarial ejerce funciones jurisdiccionales, está vinculada por las
norma de competencia del texto y las resoluciones que dicten deben circular de acuerdo
con las disposiciones de reconocimiento, fuerza ejecutiva y ejecución de resoluciones.
C. La intervención consular
Página 92 de 133
• Fuera de los casos anteriores, el reenvío se admite para los supuestos en los que resulte
aplicable la ley de un tercer Estado. En este caso, se entenderá aplicables las normas de
DIPr del OJ designado, siempre que estas permitan un reenvío de retorno a la ley de un
EM o a la ley de un tercer Estado que aplicará su propia ley material.
• Resulta muy importante la norma contenida en el art. 30 del R 650/2012, es la única
norma de policía que se incluye en el texto, conforme a este precepto, las normas de
aquellos Estados donde se encuentren situados determinados bienes, empresas o
categorías especiales de bienes, que afecten o impongan restricciones a la sucesión de
dichos bienes, seguirá siendo aplicables con independencia de que sea otra la ley que rija
la sucesión.
• ORDEN PÚBLICO. Asimismo, se excepcionará el derecho extranjero cuando sea
manifiestamente incompatible con el orden público del foro, sin que el artículo indique
cual será en su caso, el ordenamiento jurídico aplicable.
• FRAUDE DE LEY. El reglamento no contiene una solución propia al efecto, sino que se
remite para combatirlo a la aplicación de las soluciones internas de cada EM.
• NORMAS DE POLICÍA. Conforme al art. 30, las normas de aquellos Estados donde se
encuentren situados determinados bienes, empresas o categorías especiales de bienes,
que afecten o impongan restricciones a la sucesión de los mismos, seguirán siendo
aplicables, con independencia de que sea otra la ley que rija la sucesión.
Por ejemplo, en España, se impide la división o segregación de la finca por debajo de la unidad mínima de
cultivo, este límite deberá ser respetado aunque se aplique a la sucesión la ley de otro Estado.
• La solución articulada en el Reglamento para los conflictos interterritoriales (art. 36) y para
los conflictos interpersonales (art. 37) es de carácter mixto, de forma que ante la ausencia
de una norma en derecho extranjero que establezca el OJ aplicable, se recurrirá a la
conexión de los vínculos más estrechos, como cláusula de cierre.
• ÁMBITO DE LA LEY DESIGNADA. La ley aplicable regulará todos los aspectos a los que se
refiere el art. 23.1 y 23.2. en aspectos como:
o Causas, momento y lugar de la apertura de la sucesión;
o Determinación de los beneficiarios partes alícuotas, las obligaciones que les haya
puesto el causante, así como a determinación de otros derechos sucesorios,
incluidos los del cónyuge o la pareja supérstite;
o La capacidad para suceder;
o La desheredación y la incapacidad para suceder por causa de indignidad;
o La transmisión a los herederos y, en su caso, a los legatarios de los bienes, derechos
y obligaciones que integren la herencia, incluidas las condiciones y los efectos de la
aceptación o renuncia de la herencia, incluidas las del legado;
o La parte de libre disposición, las legítimas y las demás restricciones a la libertad de
testar mortis causa, así como las reclamaciones que personas próximas al causante
puedan tener contrala herencia o los herederos;
o La partición de la herencia etc.
Página 93 de 133
IV. ASPECTOS PARTICULARES DE LA SUCESIÓN TESTADA
• La sucesión testada es aquella en la persona expresa su voluntad en testamento.
• En el R 650/2012, la admisibilidad y la validez de las disposiciones testamentarias se
regularán bien por la ley de la residencia habitual del causante en el momento de
otorgarla, o, por la ley nacional del disponente si es que ha optado por dicho
ordenamiento.
• El R 650/2012 hace una doble división en cuanto a la admisibilidad y validez de las
disposiciones testamentarias diferenciando en relación a este último aspecto entre validez
formal y validez material.
1. ADMISIBILIDAD Y VALIDEZ MATERIAL DE LAS DISPOSICIONES MORTIS CAUSA
• Tanto la admisibilidad como la validez material de las disposiciones testamentarias
quedan sujetas a las previsiones del R 650/2012, a la ley de la residencia habitual del
causante en el momento de otorgarlas (que sería la ley que vendría a regir la sucesión si
falleciera en ese momento), salvo que hubiera elegido como ley aplicable a la sucesión su
ley nacional, en cuyo caso este OJ se aplicará a ambas cuestiones.
• Los aspectos relativos a la validez material de las disposiciones testamentarias, y que
quedan sujetos a la ley prevista por el art. 24 son:
o la capacidad del disponente para realizar disposición mortis causa;
o la admisibilidad de la representación a efectos de realizar una disposición mortis causa;
o la interpretación de la disposición mortis causa.
o el fraude, la coacción, el error o cualquier otra cuestión relativa al consentimiento o a
la voluntad del disponente;
o las causas específicas que impidan al disponente disponer en favor de determinadas
personas o que impidan a una persona recibir bienes sucesorios de aquel.
• LA CAPACIDAD PARA TESTAR en el marco del R. 650/2012 quedará sujeta a la ley rectora
de la sucesión: ley de la residencia habitual del causante, salvo que el disponente
hubiera hecho una lección de ley a favor de su ley nacional. Según ello, un cambio
ulterior de dicha ley no afectará a su capacidad para modificarlas o revocarlas. En caso de
no modificarlas, dichas disposiciones seguirán siendo válidas.
• LA CAPACIDAD PARA SER HEREDERO. Aunque en principio la capacidad jurídica de las
personas físicas queda excluida del ámbito material del texto, en el art. 23.2 c) se
determina que la capacidad para suceder queda establecida por la ley que regula la
sucesión (ley nacional del causante en el momento de elección o del fallecimiento en caso
de aplicar la professio iuris, o en ausencia de elección por el OJ de la residencia habitual del
causante en el momento del fallecimiento).
• En consecuencia, se trata de una excepción a la aplicación de la ley nacional que con
carácter general regula la capacidad de las personas físicas.
Página 94 de 133
2.VALIDEZ FORMAL DE LAS DISPOSICIONES MORTIS CAUSA
• Una de las cuestiones excluidas del ámbito de aplicación de la ley sucesoria, es la relativa
a la forma de los testamentos, aunque el R 650/2012 recoge previsiones en torno a la
validez formal de las disposiciones reglamentarias, el CLH 1961 de forma de los
testamentos sigue primando frente a las soluciones del R 650/2012.
• La aplicación universal de las disposiciones del CLH 1961 sustituye con alguna excepción
al artículo 11 del C.C relativo a la forma de los actos y negocios jurídicos.
• El texto convencional califica como cuestiones de forma: el testamento mancomunado, las
prescripciones que limitan las formas de disposiciones testamentarias referidas a la edad,
nacionalidad u otras circunstancias que debe poseer los testigos requeridos para la
validez de una disposición testamentaria.
• El texto también se aplica para determinar la ley aplicable a una disposición testamentaria
que revoque una disposición testamentaria anterior.
• VALIDEZ FORMAL. Se recurre a una norma de conflicto multilateral en la que las
conexiones funcionan de forma alternativa.
• Conforme al art.1 una disposición testamentaria será formalmente valida si se ajusta a las
siguientes leyes internas (con exclusión del reenvio):
a) A la ley del lugar en que el testador hizo la disposición.
b) A la ley de la nacionalidad poseída por el testador, sea en el momento en que dispuso,
sea en el momento de su fallecimiento.
c) A la ley del lugar en cual el testador tenía su domicilio, sea en el momento en que
dispuso, sea en el momento de su fallecimiento.
d) A la ley del lugar en el cual el testador tenía su residencia habitual sea en el momento
en que dispuso, sea en el momento de su fallecimiento.
e) Respecto a los inmuebles, a la ley del lugar en que estén situados.
Página 95 de 133
V. ASPECTOS PARTICULARES DE LA SUCESIÓN INTESTADA.
• La sucesión intestada o legitima se produce cuando, o bien no existe testamento o
cuando existe es nulo, o incluso siendo válido, en el mismo no se dispone sobre la
totalidad de los bienes. En relación a la respuesta del R 650/2012, la ley aplicable a la
legitima será la misma que regule la sucesión en cuestión, es decir, aquella que resulte
aplicable conforme a los artículos 21 y 22.
• Una cuestión particular es la que se crea en ausencia de herederos legítimos y con ello, la
sucesión de los bienes por parte del Estado. En aplicación de nuestro OJ, el Estado
hereda como un heredero más, con la única particularidad que lo hace a beneficio de
inventario, no como privilegio de soberanía, sino en cumplimiento de una función social.
• Respecto a la sucesión vacante, se aplica la ley en el marco del art. 33, remitiendo a la ley
del EM del lugar donde estuvieran situados los bienes hereditarios, a salvo los intereses
de acreedores.
• Esta ley, opera siempre que no se hubiera hecho uso de la professio iuis, que
determinaría la aplicación de la ley nacional de las personas de cuya sucesión se trate.
Página 96 de 133
LECCIÓN 23. LOS BIENES
I. INTRODUCCIÓN
• Es el estatuto jurídico real de los bienes comprende las normas que se ocupan de la
regulación jurídica de los derechos reales considerados individualmente, así como la
relación del titular de estos respecto a terceros.
• Los bienes materiales considerados como singularidad, están invariablemente sujetos a la
conexión lex rei sitae (ley del lugar de situación), se trata de una norma de conflicto muy
generalizada.
• Hasta el momento se ha visto el régimen jurídico de los bienes muebles e inmuebles
cuando forman parte de una masa (herencia o régimen matrimonial) y están sujetos a lo
que disponga la ley rectora de la herencia o del régimen económico.
• Los bienes se integran en un estatuto patrimonial que determina los poderes y facultades
de los titulares imponiendo límites, así como la relación con los terceros. Es importante
retener que cuando, por ejemplo los bienes se transmitan por contrato, la ley rectora del
contrato determinará los aspectos obligacionales de la transmisión, mientras que aquí
estudiaremos el problema de la ley aplicable a los aspectos jurídico reales.
• La lección comprende asimismo el examen de los aspectos centrales sobre las
propiedades inmateriales, aquellos derechos que se reconocen sobre algo inmaterial,
como las obras de ingenio, y por lo tanto, sobre algo de difícil localización en los
supuestos internacionales.
• En este tema haremos referencia su dimensión procesal, refiriéndonos a la CJI en materia
de derechos reales, para estudiar seguidamente las normas que tienen por objeto el
examen de las normas de conflicto que regulan el régimen de los bienes muebles,
inmuebles e incorporales.
• Asimismo, conviene distinguir entre las acciones relativas a bienes inmuebles y bienes
muebles.
Página 97 de 133
A. Bienes inmuebles
• Las acciones sobre bienes inmuebles son objeto de un foro de competencia exclusiva,
(art. 24 RBI ref.), según el cual, son exclusivamente competentes sin consideración del
domicilio de las partes, en materia de derechos reales inmobiliarios y contratos de
arrendamiento de bienes inmuebles los tribunales del EM donde se hallare sito el
inmueble.
• La LOPJ en su art. 22a) también considera la competencia exclusiva de los tribunales españoles en
materia de derechos reales, sobre inmuebles que se hallen en España”. En este caso la calificación
de la expresión “derechos reales” se realizará conforme a la ley española.
• En cuanto al supuesto, comprende todas las acciones jurídico-reales (no así los aspectos
obligacionales de una transmisión). Es decir, el litigio debe tener por objeto cuestiones
relativas a la propiedad, posesión o demás derechos reales.
• NO obstante, el juez nacional tenderá a la calificación conforme a las categorías de su
derecho material, pero debe tener presente el mandato de proceder a la búsqueda de
nociones autónomas con el fin de evitar problemas de calificación. Se ha entendido por el
TJ que dicho foro se refiere a la extensión y contenido de la propiedad, así como a la
posesión y existencia de otros derechos reales.
• Criterio de atribución de la competencia. Se asigna al tribunal del lugar donde radique
el inmueble, un criterio de atribución generalmente aceptado en este ámbito.
• Excepcionalmente dicha competencia puede derogarse en un supuesto concreto:
cuando se trate de cuestiones “derivadas de contratos de arrendamiento de bienes
inmuebles celebrados para un uso particular durante un plazo máximo de seis
meses consecutivos”, en este caso, serán igualmente competentes los tribunales del EM
donde estuviere domicilio el demandado, siempre que el arrendatario fuese persona física
y que propietario y arrendatario estuvieran domiciliados en el mismo EM.
• Como tercer foro que incide en esta materia. Tanto el R. Bruselas como LOPJ prevén el
conocimiento exclusivo de los tribunales del lugar donde radique el registro para
todas las cuestiones relativas a la validez de las inscripciones en los registros
públicos.
B. Bienes muebles
• Respecto a los bienes muebles, regirán en primer lugar las reglas generales de
competencia del art. 4 Br1ref. En consecuencia, cuando sea aplicable el Reglamento, será
el foro general del domicilio del demandado.
• Además, el R. Bruselas I ref en su art. 7.1 establece una única regla de competencia
especial en relación con las acciones de naturaleza civil dirigidas a la restitución de bienes
culturales, en virtud de la cual será competente el órgano judicial del lugar en el que
se encuentre el bien cultural en el momento de interposición de la demanda. El
supuesto se refiere a bienes (como obras de arte) que han sido calificado como únicos, y
por lo tanto son susceptibles de alcanzar un alto precio en el mercado.
Si el Reglamento no resultare aplicable, se estará a la LOPJ que en su art. 22 quinquies f) dispone que en las
acciones relativas a bienes muebles y en defecto de los foros generales (domicilio del demandado en
España y sumisión expresa o tácita a los tribunales españoles), los tribunales españoles serán competentes,
aun cuando el demandado no tenga su domicilio en España, si los bienes muebles se encuentran en
Página 98 de 133
territorio español al tiempo de la demanda.
C.Bienes incorporales
• Las acciones civiles que tengan por objeto derechos de la propiedad intelectual e
industrial están sujetos a los foros generales y especiales del R Bruselas I ref. Dos foros
cobran especial relevancia.
1. El foro especial previsto en materia de daños (art. 7.2 Br1 ref), dado que la infracción
de los derechos derivados de la propiedad intelectual e industrial es constitutiva de un
ilícito civil, y por lo tanto genera daños, las acciones que derivan de ellos pueden
plantearse ante el órgano jurisdiccional del lugar donde se haya producido o pueda
producirse el hecho dañoso (lugar de origen o de manifestación del daño).
2. En relación con los litigios relativos a la titularidad de derechos derivados de la
propiedad industrial corresponderá a los órganos jurisdiccionales del estado en que se
haya solicitado, efectuado o tenido por efectuado el depósito o registro en virtud de lo
dispuesto en algún instrumento de la Unión o en algún convenio internacional, el
conocimiento exclusivo de estos litigios.
2.RECONOCIMIENTO DE DECISIONES
• No hay reglas especiales de reconocimiento de resoluciones judiciales o documentos
públicos relativos a la propiedad y demás derechos reales, salvo el mandato de no
reconocimiento en el país distinto del que se dicta la sentencia cuando hayan sido
vulneradas las reglas de competencia exclusiva.
Página 99 de 133
A. Regla general: lex rei sitae
• Los derechos reales sobre bienes muebles e inmuebles están sujetos a la ley del lugar
donde se hallen o lex rei sitae (art. 10.1 CC). La calificación del supuesto de la norma debe
determinase conforme a la ley española (art. 12.1CC)
• CRITERIO DE CONEXIÓN. La aceptación de la lex rei sitae se asienta en la aceptación de
que, ya se trate de bienes muebles o inmuebles, las cosas están necesariamente sujetas a
la soberanía del Estado sobre el que se hallen, o sujetas a la ley local.
• La presencia de normas imperativas es habitual en la materia por razones de seguridad
jurídica y en interés de los particulares, dado los efectos sobre terceros que tienen en
general las cosas y los derechos que se ejercen sobre estas.
• Estos terceros son dignos de protección, así, para que estos pues conocer la situación
jurídica de un bien, ello solo puede garantizarse por la ley del lugar donde los objetos se
hallen, que será el único competente para establecer un sistema de publicidad registral
que lo posibilite.
• Además, hay razones de índole pública y económica en favor de esta conexión, dado
que los bienes están directamente subordinados a la ley del país en que se hallen, ley que
puede establecer límites, o incluso proceder a nacionalizaciones y expropiaciones,
protestades estas reconocidas por el derecho internacional.
• Esta conexión opera con independencia de cómo haya llegado el bien hasta allí, y de cómo
se haya constituido el derecho o la titularidad sobre los bienes. No obstante, hay reglas
especiales en casos mucho más complejos en los que no puede aplicarse la lex rei sitae,
como en relación a bienes que se hallen fuera del territorio de cualquier estado (tesoros
marinos) o los llamados bienes en tránsito (ej mercancías).
• AMBITO DE LA LEY DESIGNADA. La ley designada rige todas las cuestiones jurídico-reales
que se susciten sobre el bien: las cosas que pueden ser objeto de derechos reales, el
contenido o facultades y derechos del titular, tales como los derechos de transmisión,
adquisición, los efectos frente a terceros y sobre todo, el sistema de publicidad registral
considerado en su conjunto.
B. Problemas particulares: transposición y conflicto móvil
• La sumisión a la ley del lugar de situación del bien tratándose de bienes muebles puede
resultar impracticable dada la propia naturaleza del bien de que se trate. Esto explica la
presencia de dos reglas especiales dentro de la norma de conflicto.
• BIENES EN TRÁNSITO. Los bienes en tránsito plantean una cuestión distinta porque la
consagración de la lex rei sitae no tiene sentido para aquellos que están en movimiento.
• El CC contempla los llamados bienes en tránsito (art. 10.1.2 CC) caracterizados por estar
llamados a la movilidad o desplazamiento de un Estado a otro. Al efecto la regla
especial del Código civil (art. 10.4.2) dispone que:
"A los efectos de la constitución o cesión de derechos sobre bienes en tránsito, éstos se considerarán situados en el
lugar de su expedición, salvo que el remitente y el destinatario hayan convenido, expresa o tácitamente, que se
consideren situados en el lugar de su destino"
• Como es obvio, no es posible determinar la ley del lugar de situación para un bien en
movimiento. Su difícil localización explica que el legislador introduzca el lugar de
expedición, a menos que las partes hayan pactado el lugar de destino.
• La conexión principal es la autonomía de la voluntad, que permite al vendedor y al
comprador pactar que la cuestión se someta a la ley del lugar de destino de la mercancía.
• Esta ley regulará la situación jurídico-real de los bienes en tránsito. La autonomía de la
voluntad favorece el acuerdo entre las partes independientemente de que las cosas
lleguen o no a su destino; y encaja con la solución del R. Roma I que somete las
obligaciones derivadas del contrato a la ley que hayan elegido las partes.
• Los bienes culturales protegidos se definen por su carácter único, el alto precio que
pueden alcanzar en el mercado y, sobre todo, por la importancia histórica o cultural que
se les atribuya en cada Estado. Esta vinculación explica que se les someta a restricciones
de índole administrativa que inciden en el tráfico comercial internacional.
• En el OJ español, la Ley 1/2017 de 18 de abril sobre restitución de bienes culturales que
hayan salido de forma ilegal del territorio español o de otro EM, es la que define los
bienes culturales como aquellos de interés histórico, artístico o cultural (art. 2).
• Asimismo, la Ley 16/1985, de Patrimonio Histórico Español establece el catálogo de bienes
sometidos a restricciones relativas a la exportación: de mayor a menor se clasifican en
bienes inexportables, los que pueden exportarse con autorización expresa y los exportables sin
necesidad de autorización.
• INADECUACIÓN DE LA REGLA GENERAL LEX REI SITAE. Resulta inadecuada por las
dificultades de concreción de la conexión en los supuestos de desplazamiento ilícito.
Por ejemplo, en el caso de un cuadro robado en España y depositado en una galería de arte en Francia para
su reventa, teóricamente corresponde a la lex rei sitae decidir quién es el verdadero titular y el alcance de
sus derechos en orden a la restitución, así como las consecuencias civiles. Estaríamos ante un supuesto de
conflicto móvil que fuerza a decidir qué cuestiones quedan sometidas a la lex rei sitae anterior (española) y
cuales a la lex rei sitae posterior (francesa).
• SUSTITUCION DE LA LEX REI SITAE POR LA LEX ORIGINS. Dicha conexión se sustituye
por la lex origins o ley del país de origen del bien para esta categoría de bienes. Sería la
aplicación global a todas las cuestiones, cualquiera que sea la situación actual del bien.
• Esta ley, es la que clasifica determinadas obras de arte por su valor cultural especial y que
determinaría lo relativo a la transferencia de propiedad, el carácter inalienable del bien o
en su caso las eventuales restricciones, así como las posibilidades de reivindicación por su
legítimo propietario o por el Estado. Debe señalarse que no es una norma de conflicto
que haya cristalizado con alcance general en el derecho positivo español.
Se trata de una solución propuesta por el Instituto de Derecho Internacional en su reunión de Basilea de
1991 y en la directiva 2014/70 del PE y del Consejo de 15 de mayo de 2014. Incorporada al ordenamiento
español por la ley 1/2017. Únicamente los supuestos en que sea el estado el legitimado reclamante, por ley
1/2007, para las demandas de restitución por parte de los EEMM de la UE respecto a bienes culturales
radicados en otros Estados miembros, se instala un sistema mixto de cooperación entre autoridades
administrativas y judiciales. La propiedad del bien se determinará conforme a la ley del EM requirente (art.
12) o estado de cuyo territorio haya salido de forma ilegal el bien.
• En relación con los contratos de consumo (art. 21 RBIr): si el consumidor actúa como
demandante, asegura que serán competentes los órganos jurisdiccionales correspondientes al
domicilio del consumidor (que le resulten más próximos) o si lo prefiere, ante los tribunales del
Estado miembro donde tienen su domicilio de la otra parte. Si es el empresario o comerciante
la parte demandante solo podrá hacerlo ante los órganos jurisdiccionales del domicilio del
consumidor.
• En cuanto al contrato individual de trabajo (arts. 20-23 RBIr): permiten al trabajador
demandante escoger entre acudir a los tribunales del domicilio del demandado (empresario),
bien a los del lugar donde desempeñe habitualmente su trabajo, bien a los tribunales del lugar
donde radique el establecimiento que contrato al trabajador, si ocurre que desempeña su
trabajo en lugares distintos. El trabajador solo puede ser demandado ante los tribunales de su
domicilio.
• Elemento común a ambas modalidades contractuales es que solo son válidas las
cláusulas de jurisdicción pactadas o si son posteriores al nacimiento de las
diferencias {arts. 19.1 y 23.1 RBIr). Es una restricción de la autonomía de la voluntad por
la que se trata de impedir que prosperen cláusulas y la jurisdicción impuesta por la parte
fuerte en la contratación.
5) Otros foros especiales, si la materia litigiosa deriva de la actividad de una sucursal el
demandante puede interponer demanda ante el foro de la sucursal (art. 7.5); incluso si el
establecimiento radica fuera de la UE de modo que en tal foro se pueden enjuiciar los
contratos derivados de la actividad de la sucursal.
6) Supuestos pluralidad de demandados por misma causa, el demandante puede activar el
foro especial (art. 8), conforme puede demandar a todos ellos ante los tribunales del
domicilio de uno solo.
2.Reconocimiento de decisiones
• No hay reglas especiales por lo que rige el régimen general.
Página 108 de 133
III. LEY APLICABLE
• En en ámbito del DIPr, el régimen jurídico español está formado por normas de origen
internacional que hacen que las normas de carácter interno tengan un carácter residual.
• En el DIPr español la cuestión de la determinación del derecho aplicable a los contratos
internacionales ha sido resuelta por el art. 10.5 CC y de otras disposiciones especiales. Su
juego es muy limitado a aquellos supuestos en los que no es de aplicación el R.Roma I,
que también sustituye al art. 1.4 del Estatuto de los Trabajadores para el contrato
individual de trabajo.
1. RÉGIMEN JURÍDICO INTERNACIONAL
• Las normas internacionales pueden consistir bien en normas materiales uniformes, bien en
normas de conflicto uniformes.
• El contrato es una ficción que va a designar una realidad económicamente única que sin
embargo resulta jurídicamente compleja.
• De ahí que resulte más exacta la expresión “obligaciones contractuales”. Ciertas
obligaciones contractuales están excluidas de la aplicación del R. Roma I. En el DIPr
español, las obligaciones excluidas quedan comprendidas en el art. 10.5 CC. Las dudas de
calificación quedan sujetas a lo dispuesto por el derecho de los EEMM.
1
Página 511 del manual. Esta última frase aparece en sentido contrario en el manual, la cambio porque entiendo que es una
errata.
Página 111 de 133
C. La noción de materia civil y mercantil
I. INTRODUCCIÓN
• El legislador europeo es consciente de la importancia que los supuestos internacionales
de responsabilidad extracontractual tienen para un amplio abanico de supuestos
(accidentes nucleares, responsabilidad por productos defectuosos o accidentes de circulación
por carretera con repercusión transfronteriza) necesitan que se les brinde un marco
homogéneo desde diversos foros internacionales.
• Ello, junto a la importancia que tienen tales supuestos para el funcionamiento del
mercado interior, por lo que ha promulgado una serie de reglamentos que lo regulan
desde las dos perspectivas clásicas del DIPr: la CJI y la ley aplicable.
• Por el contrario, el TJ ha interpretado que tal expresión si designa “el lugar donde ha
sobrevenido el perjuicio inicial a consecuencia de la utilización normal del producto
para la finalidad a la que está destinado”.
Ej1. un supuesto en el que la compra de un componente químico defectuoso se realiza en un Estado, pero su
transformación en fertilizante (al mezclarse y tratarse) se lleva a cabo en otro, el lugar donde se produce el hecho
dañoso es aquel en el que se encuentra la fábrica donde el producto se trata, de forma que solo en este lugar puede
establecerse el nexo causal entre el daño y el hecho que lo origina. Ej2. En el ámbito de la responsabilidad de un
miembro del consejo de administración de una empresa, el lugar en cuestión es: el lugar en el que las actividades
desarrolladas y la situación económica relativa a dichas actividades encuentran su nexo más estrecho.
• Para estos casos el TJUE ha sentenciado que el demandante tiene a facultad de emplazar
al demandado, bien ante los tribunales del lugar donde se produce el hecho causal (país
de origen) o bien ante los tribunales del lugar donde se manifiesta la lesión (país o países
de resultado). Existe una particularidad:
a) Si se plantea la demanda ante el tribunal competente del país de origen, éste
conocerá de la totalidad del perjuicio causado.
b) Si se plantea ante los tribunales competentes de los países de resultado, éstos
solo conocerán de los perjuicios causados en su territorio.
Ej1. Si se alega una lesión de los derechos de la personalidad mediante el contenido publicado en un sitio de internet, la
persona que se considera lesionada puede ejercitar una acción de responsabilidad por la totalidad del daño causado,
bien ante los órganos jurisdiccionales del EM del lugar de establecimiento del emisor de los contenidos, bien antes los
órganos jurisdiccionales del EM en el que se encuentra su centro de intereses. Esa persona puede también, en vez de
ejercitar una acción por la totalidad del daño causado, ejercitar su acción ante los tribunales de cada EM en cuyo
territorio el contenido publicado sea, o haya sido accesible, pero dichos órganos son únicamente competentes para
conocer el daño causado en el territorio del EM del órgano jurisdiccional al que se haya acudido.
Ej2 El Artículo 7.2 del Reglamento BrI ref otorga CJI a los tribunales de un EM para conocer de una acción de
responsabilidad por la supuesta vulneración de derechos de autor y derechos afines a derechos de autor
garantizados por el derecho del foro si la vulneración de esos derechos se comete al poner el bien protegido
(fotografías) en un sitio de internet accesible desde su circunscripción territorial. Ahora bien, dicha competencia tiene un
límite, cual es que el tribunal solo será competente para conocer del daño causado en el territorio del Estado miembro
al que pertenece. Del mismo modo y con el mismo límite dichos tribunales son competentes también para conocer una
acción de responsabilidad ejercitada por su autor contra una sociedad domiciliada en otro Estado miembro. En caso de
pluralidad de autores de la infracción del derecho de autor (por publicarse las mismas fotos por distintos medios) el
tribunal ante el que se alega la infracción puede ser competente si el daño se ha producido en su jurisdicción. En este
caso, no obstante, solo puede conocer del daño causado en el territorio del Estado miembro al que pertenece.
• Para conjurar estos riesgos, el R. Roma II impone una norma de conflicto uniforme a todos
los EEMM de la UE (excepto a Dinamarca). De tal forma que el Derecho aplicable al
fondo de la controversia será el mismo, sea cual fuere el foro elegido por el
demandante.
• Esta circunstancia eleva la seguridad jurídica en términos de previsibilidad, pues el
operador jurídico sabe cuál es el Derecho aplicable al fondo de la controversia con
independencia de los tribunales que conozcan la cuestión.
• Art.6 R. Roma II: “El correcto funcionamiento del mercado interior exige, con el fin de favorecer la previsibilidad del resultado
de los litigios, la seguridad jurídica y la circulación de resoluciones judiciales que las normas de conflictos de leyes vigentes en
los EEMM designen la misma ley nacional con independencia del país del tribunal ante el que se haya planteado el litigio”.
• Para determinar la ley aplicable a una obligación extracontractual que no esté regulada
específicamente en el Reglamento, se establece un sistema de puntos de conexión
jerarquizados.
• Con carácter general, debe advertirse que la ley determinada por los puntos de conexión
del Reglamento es la ley material del OJ designado, con exclusión de las normas del DIPr.
• Esto es, el Reglamento excluye expresamente el reenvío. Para los supuestos en que la
remisión se haga a un Estado plurilegislativo y a los efectos de determinar la ley aplicable
designada por el Reglamento, cada una de esas unidades se considerara como un país.
• Además, podrá excluirse la aplicación de una disposición de la ley designada por las
normas de conflicto del Reglamento si esa aplicación es manifiestamente incompatible
con el orden público del foro.
EJ. Asi, podría considerarse el juego de la cláusula de orden público cuando en virtud de la ley designada por la norma
de conflicto, la asignación de daños, los intereses puestos o los daños punitivos se considere excesivos.
A. R. Roma II:
• El Reglamento no prevé una norma específica para regular estos supuestos. Su regulación
en clave conflictual queda, en consecuencia, sometida al régimen general ( Ep IV.1.D).
• En la medida en que la responsabilidad derivada de los accidentes de circulación está
regulada por un Convenio Internacional cuya aplicación no se ve alterada por Roma II,
tanto el régimen conflictual general como las normas de interpretación previstas en este
texto, no son de aplicación.
B. Convenio de La Haya 1971 sobre ley aplicable en materia de accidentes de
circulación por carretera:
A. R. Roma II
• La Ley aplicable a la responsabilidad del fabricante por productos está regulada en una
norma de conflicto ad hoc en el R. Roma II (art. 5) Esta regla específica se justifica en una
serie de objetivos que deben cumplirse en este ámbito:
1. El justo reparto de los riesgos inherentes a una sociedad moderna que se caracteriza
por un alto grado de tecnicidad.
2. La protección de la salud de los consumidores.
3. El incentivo a la innovación.
4. La garantía de una competencia no falseada.
5. La simplificación de los intercambios comerciales.
• Por ello, la norma de conflicto que regula la cuestión está formada por un sistema de
conexiones en cascada y una cláusula de escape.
• Así, la ley aplicable a la responsabilidad del fabricante por productos será:
a) En primer lugar, la ley de la residencia habitual común de las partes.
b) Si no se da esta conexión, la de la residencia habitual de la persona perjudicada, siempre
que en ese país se comercialice el producto.
c) En su defecto, la ley del lugar donde se adquirió el producto, siempre que en ese país se
comercialice el producto;
d) En caso de que no pueda aplicarse esta última conexión se aplicará la ley del país en
que se produjo el daño, siempre que en ese país se comercialice el producto.
Por otro lado, su ámbito de aplicación es restringido. El artículo en cuestión cubre únicamente las obligaciones
extracontractuales con vínculo directo con los tratos previos a la celebración de un contrato. Esto quiere decir que, si
durante las negociaciones de un contrato, una persona sufriera una lesión personal, se aplicará el art. 4 o cualquier otra
disposición pertinente del Reglamento.
• La primera conexión que utiliza el precepto es la ley que hubiese regido el contrato de
haberse celebrado. Esta hipotética ley se determinará conforme a lo dispuesto en el R.
Roma I. Sólo para el supuesto en el que no pudiera concretarse esa ley, el texto remite a
las conexiones que rigen para los supuestos generales: residencia habitual común de las
partes, lex damni y cláusula de escape.