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castellano publicada por la revista Desarrollo nes, véase el trabajo pionero de W. KAMP
Económico. Acaba de aparecer el importante HOEFNER, “Who went South? Destination for
libro de S. BAILY, Immigrants in the Lands of 19th Century German Emigrants”, trabajo
Promise. Italians in Buenos Aires and New presentado en el XII Congreso Internacional
york City, 1870-1914, Ithaca, 1999. Para la de Historia Económica, Madrid, 1998, y sobre
comparación con Brasil existe un interesante los vascos, el antiguo artículo de W. DOU
artículo de A. TRENTO, “Argentina e Brasile GLASS, “Basque Immigrants. Contrasting pat
come paesi di immigrazione nella pubblicis terns of adaptation in Argentina and the
tica italiana (1860-1930)”, en F. DEVOTO y G. American West”, en CurrentAnthropology. Es
ROSOLI (ed.), L 'ItaIia nella societá argentina, says in Honor of Sol Tax, Paris-La Haya, 1976,
Roma, 1988, págs. 190-210. Sobre los alema págs. 287-303.
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3. LA SOCIEDAD ENTRE 1810 Y 1870
Silvia C. Mallo
ESTRUCTURA, CAMBIOS Y PERMANENCIAS por otra parte, cierto grado de movilidad so
cial. Entonces, diversos factores, de diferentes
Es un verdadero desafío intentar ofrecer orígenes, influyen y confluyen en estos cam
una síntesis y una imagen clara de la estructura bios y en las consiguientes permanencias.
de la sociedad que habitaba en el ámbito del ac En el siglo XIX rioplatense es posible vi
tual territorio nacional en el agitado período sualizar dos momentos precisos que se desta
comprendido entre 1810 y 1870. Sabemos que can como generadores de transformaciones
todo proceso de cambio supone precisamente definidas y que se consolidan en un modelo
la transformación de las estructuras sociales y bien perfilado para existir como república in
de los comportamientos de los individuos. Este dependiente. El primero es la Revolución de
desafío se relaciona con el hecho indiscutible de Mayo de 1810 que se propone generar y legiti
que la sociedad sufre cambios con mayor lenti mar una nueva realidad basándose en los
tud que los que se generan en los procesos cen cambios originados en el siglo anterior, en la
trados en otros hechos históricos, los que son crisis de la dominación colonial y en una nue
indudablemente complejos en este período. va inserción en las relaciones internacionales y
Los hábitos, las modalidades de interac la economía mundial. El segundo es el que co
ción, las pautas legítimas de regulación de la rresponde a la década de 1880, en la que la rea
acción y de la interacción marcan los cambios lidad se evidencia en un Estado legalmente
en la sociedad. Ellos se ven afectados tanto por constituido y una nación en conformación.
elementos estructurales, como es el caso de las Integrados los inmigrantes, plenamente inser
características de su población, como por ele tado el país en la economía mundial, avanza
mentos culturales definidos por sus valores e sobre derroteros ya pautados o al menos ya
ideas, creencias, símbolos y normas vigentes. pensados, discutidos y acordados.
La estructura social cambia cuando podemos Aquí se trata de la estructura de la socie
diferenciar nuevas formas de familia, de divi dad generada en el primer período de experi
sión social del trabajo y de una estructura de mentación y construcción de la independen
dominación visible. cia argentina. La Revolución de Mayo no afec
Estos son los elementos que se articulan en tó mayormente la estructura de la sociedad
un sistema de estratificación que posibilita, rioplatense, el cambio se había producido ya 109
POBLACJÓN Y SOCIEDAD
i El matadero. Acuarela de Carlos Enrique Pellegrini, 1836. Museo Saavedra, Buenos Aires.
Lavanderas, mujer con mate y criada. Carlos Morel, Usos y costumbres del Río dela Plata, 1845.
l El agrímensor. Litografía de Julio Pelvilain, según dibujo de Juan León Palliere (c. 1860).
preferencias de la elite estudiada por Ana Inés médicos eran veinte más que los abogados, su
Ferreyra entre 1835 y 1852 eran evidentes, ya mando ambos 897 (243 y 222 de unos y otros
que un botícario, dos licenciados en Artes y residían en Buenos Aires); se agregaban 194
cinco licenciados en Teología eran amplia ingenieros (142 en Buenos Aires) y 70 arqui
mente superados por 22 abogados. No se tectos. En otros niveles de preparación, había
cuenta con los mismos datos para el caso de 1.047 curanderos y curanderas, 240 agrirnen
los médicos y cirujanos, que eran en Buenos sores y 9.602 militares y tropa.
Aires 28 a comienzos del siglo y 38 en 1822. Lo Los comerciantes, que tanta importancia
mismo ocurre respecto de otras profesiones, tuvieron anteriormente, en 1869 eran la mitad
en las que posiblemente se produjo un creci de los estancieros y hacendados. Su previa va
miento similar. lorización era fundamentalmente el resultado
El Primer Censo Nacional de Población de los cambios producidos en la estructura co
(1869) consigna 1.836.490 habitantes en todo mercial en el contexto internacional del que el
el país, de los cuales casi el 78% era analfabeto Río de la Plata era parte. A fines del período
y tan sólo el 1,35% estaba formado por profe colonial, la reorientación del comercio vía Cá
sionales. La mayoría de estos últimos ya esta diz lo había renovado y dinamizado a través
ba radicada en Buenos Aires. Entre ellos, los del sistema de agentes. Las guerras europeas
Pulpería de la campaña. Litografia coloreada de Bacle, en Trages y costumbres de la provincia de Buenos Aires, i834.
POBLACIÓN Y SOCIEDAD
abrieron otras rutas comerciales a Brasil, Cu los sistemas impositivos que frenaron enton
ba, Estados Unidos y Africa. A su término, a ces la circulación de las personas y de las mer
comienzos del siglo XIX, finaliza ese momen cancías.
to de auge y se inician otros cambios. La economía, entre 1810 y 1870, afectó a la
Entre 1808 y 1830, la presencia de comer estructura social porque provocó migraciones
ciantes ingleses reorientó el circuito comercial permanentes, la militarización, la moviliza
dominante en el Río de la Plata y colocó a ción para la guerra y la consecuente depreda
Londres y a Liverpool en el centro de su eco ción y pérdida de los bienes, la escasez y penu
nomía. Mil quinientas personas se dedicaban ria monetaria y la ruralización del medio so
a la actividad comercial en Buenos Aires en cial, entonces vinculado —en el Litoral y al sur
1810 (547 comerciantes, 135 tenderos y 364 de Córdoba- a la especialización de la ganade
pulperos) según García Belsunce. Centro ex ría vacuna para la exportación.
portador y mercado consumidor del comercio Las comunicaciones, acechadas por las
ultramarino rioplatense y del resto de Améri guerras, se hicieron lentas y dificultosas; la tec
ca, Inglaterra predominará en lo que corres nología y las relaciones laborales antiguas y
ponde al transporte y a la financiación en to una escasa división social del trabajo comple
dos los mercados tradicionales del Río de la tan el panorama. El período está signado por
Plata. Introduce e innova en la agilización y las guerras que implican gastos: destrucción de
extensión de las prácticas mercantiles anterio bienes y riquezas y retiro de una parte de la po
res, vendiendo en metálico y en subasta a me blación activa del proceso de producción. El
nores precios, ampliando así los sectores so reordenamiento y pérdida del espacio regional
ciales con capacidad adquisitiva. Si bien los y de los circuitos comerciales impedían la con
comerciantes ingleses llegaron a los más leja formación de un mercado interno, que quedó
nos pueblos del Interior, Buenos Aires y su ligado, en más de una oportunidad, a la guerra.
campaña fueron los principales mercados pa
ra sus productos. EL INTERIOR
te, estamental y paternalista. A su vez, los co rretas, las curtiembres, el cultivo del arroz y la
merciantes locales compiten y se asocian con tejeduría fueron las actividades económicas
los comerciantes porteños a través de redes posibles que permanecieron. En Tucumán, la
establecidas o de oportunidades circunstan ley de vagos alcanzó a todas las mujeres.
ciales. En la puna jujeña, una población indígena
En el Noroeste, se abolieron las comunida de pastores de ovejas, llamas y burros, con
des campesinas de indígenas de identidad al mano de obra familiar se complementaba con
toperuana. La existencia de una frontera per la agricultura de subsistencia de papas habas,
manente y la pérdida de los antiguos territo maíz y alfalfa y encontraba, a través de un
rios del Alto Perú, Paraguay y la Banda Orien grupo de comerciantes-funcionarios sus es
tal constituyeron la desventaja inicial. La se pacios de intercambio en Bolivia y Chile.
gunda desventaja fue la inexistencia de la con Arrendatarios de unos pocos propietarios au
formación de un mercado interno. sentistas, que a través de las pulperías y alma
La población indígena, como demuestra cenes regulaban la circulación de dinero y
Gustavo Paz, estuvo sujeta hasta el final del pe bienes, configuraban la figura clásica del en
ríodo (1870) a las mismas formas de explota deudamiento.
ción y de relación paternalista y clientelística. En 1810, Santiago del Estero, ya expulsora
En el período independiente, al desmantela de población, contaba con 33.000 habitantes
rarse los sistemas coloniales de protección y que subsistían de la agricultura de maiz, trigo
quedar destruidos los mecanismos de relación y alfalfa, de la recolección de miel, grana y ce
con el Estado al suprimirse el tributo, las co ra, de los textiles y de la cría y engorde de ga
munidades indígenas vieron sus tierras vendi nado. Una gran división de la tierra y un co
das y de ahí en más trabajarían como arrenda mercio pobre no permitían conformar allí una
tarios. Restringida su posibilidad de presen clase rural hegemónica.
tarse ante la justicia, ellos demandaron formas Igualmente pobres, afectadas por las me
de participación claras apoyando a los ejérci didas borbónicas y la liberación total del co
tos bolivianos, presionando para la reinstala mercio, La Rioja, arcaica y aún con pueblos de
ción del tributo, reclamando por los abusos y indios, y Catamarca, que perderá entonces es
amotinándose. pacio en la economía del Interior, con tierras
Salta y Jujuy, separadas desde 1834, y Tu subdivididas, considerable densidad de pobla
cumán, ligadas a las dos vertientes comercia ción y con el algodón, tejidos de lana baratos y
les, el Alto Perú y Buenos Aires, contaban con el aguardiente en crisis desde fines del siglo
mano de obra barata de origen indígena en XVIII, poseen, por el contrario, un sector so
sus haciendas. En las dos primeras se habían cial dominante. Ambas obtienen escasos bene
multiplicado las encomiendas y feudos en ma ficios del comercio interregional, con mercado
nos de un núcleo de familias españolas. Alre en Tucumán, y los más provechosos de la ga
dedor de la década de los treinta a los cuaren nadería en los Llanos.
ta, sus “comerciantes—terratenientes” lograron En Cuyo, pequeños productores en una
impulsar la producción azucarera, cuyo inten agricultura de oasis cultivan viñedos, trigo,
to realizaban desde 1778. La fabricación de ca maíz, cebada y alfalfa, destacándose por las 121
POBLACIÓN Y SOCIEDAD
mo, actividades por cuenta propia, que se arti que tampoco faltaban gauchos que, definidos
culan con los mercados a través de circuitos como ladrones y contrabandistas de ganado y
comerciales marginales. cueros, estaban conectados con la ruta abierta a
En la ciudad, al comercio de diferentes ni territorios brasileños por Rio Grande do Sul.
veles y la burocracia, gran número de diversos En las áreas rurales del Litoral dedicadas
artesanos, trama productiva de la sociedad predominantemente a las actividades pecua
bonaerense, se agregan peones para diversos rias, subsistían a lo largo del tiempo y a pesar
trabajos y aquellos que se ocupan en el trans de ser altos los salarios bonaerenses, proble
porte o el flete y la navegación fluvial. mas vinculados fundamentalmente a la esca
En el Litoral se habían desarticulado los cir sez de mano de obra. La leva era una de sus
cuitos jesuíticos del algodón y la yerba mate, y causas y generaba disposiciones coercitívas;
el crecimiento del ganado trasladaba el centro pero lo eran también la falta de renovación de
de gravedad hacia el sur. El saqueo y la explota la tecnología y la comercialización, que recién
ción de las comunidades indígenas produjeron experimentarían algunos cambios hacia 1860.
el desbande y corrirniento de éstas hacia otros En esa década se generaron ciertas innovacio
territorios. Corrientes se dedicaba al tráfico flu nes: buenos créditos bancarios para el produc
vial, a la ganadería y al pastoreo. En el ámbito tor, el Código Rural que contribuyó a ordenar
rural, algtmas de las prácticas de comercializa la campaña y que, reformulado en 1870, elimi
ción del ganado y todo un estilo de vida al mar nó finalmente la legislación sobre vagos, la pa
gen de la ley fueron las ocupaciones preferidas peleta y el pasaporte. La fundación de la Socie
de capataces, peones y esclavos de las estancias, dad Rural y el alambrado de los campos cons
cuyos propietarios ausentistas habitaban en la tituyeron, asimismo, otros cambios importan
ciudad. Un clima de bandolerismo y de alza tes. La guerra del Paraguay frenará lamenta
miento, de frontera fluida con el territorio bra blemente este impulso.
sileño, se agregan a las guerras propias del pe En las estancias ganaderas predomina la
ríodo. En la ciudad, el comercio monopólico de mano de obra asalariada estable, estructurada
la producción de las antiguas misiones, la cur jerárquicamente por el mayordomo, los capa
tiembre y la industria naval dan origen a un taces, los peones y los puesteros y trabajadores
sector de grandes propietarios cuya fuerza polí ocasionales, calificados o no. Medidas de con
tica será evidente en la lucha contra el crecien trol y represión en las que activamente colabo
te predominio de Buenos Aires. raban los propietarios, comisarios, jueces de
El nuevo Litoral, Santa Fe y Entre Ríos, ven paz y comandantes y la expansión misma de la
desarrollar la ganadería de rodeo y la cacería del frontera, que iba coartando y alejando hacia
cirnarrón en grandes propiedades y en tierras ella las formas de subsistencia alternativa, fue
sin dueño, de la que vivía una población hetero ron las soluciones buscadas.
génea. En Entre Ríos, con predominio de pobla La especialización de los trabajadores se
ción blanca de vascos y catalanes y aislada de los amplió de la marcación y la doma a la esqui
controles estatales, se afianzaba la autonomía la, la mestizacíón, el baño, la cura y el mante
local. La presencia de indios de las misiones da nimiento de las instalaciones. La mano de
ba lugar a una estructura social dinámica, en la obra incorporada de esta forma, con trabaja 123
POBLACION Y SOCIEDAD
Vida gauchesca en Entre Ríos. Litografía de lulío Pelvilain, según dibujo de Iuan León Palliere (c. 1860).
I
la población; pero éste generó, aquí como en cluso económico, a sus integrantes y que, au
todo el continente, un prototipo americano sentes los hombres, llegaron a estar a cargo de
mezclado que se integró definitivamente a la mujeres. Durante el gobierno de Rosas eran
sociedad. aún un sector diferenciado y evidente, en tan
La libertad de vientres de 1813, que benefi to entre el cincuenta y el setenta su presencia
ciaba a los niños nacidos posteriormente y exi se diluyó en la de los sectores subalternos, se
gía a los amos hacerse cargo de ellos hasta la gún la información que proveen las fuentes.
mayoría de edad, cambió los términos de la re En la sociedad rioplatense, la novedad, es
lación entre amos y esclavos. Los primeros co pecialmente en el Litoral, fue la presencia e in
menzaron a deshacerse de sus esclavas encin corporación creciente de extranjeros europeos
tas, aduciendo enfermedad. Los esclavos se y americanos. Ingleses, escoceses, franceses,
destacaron por su empeño en mejorar sus con italianos y norteamericanos, ligados inicial
diciones de vida a través del trabajo y la manu mente al comercio de exportación y al comer
misión o compra de sí mismos y de la adquisi cio urbano interno, se destacaron luego como
ción de vivienda y ganado en propiedad. estancieros y saladeristas.
Los amos clamaron por la libertad del país Irlandeses y vascos se incorporaron en la
pero todavía no aspiraban a la libertad e igual década del cuarenta como criadores de ovejas,
dad de los hombres y menos aún a la de sus es contribuyendo a crear una Argentina provee
clavos, y generaron renovadas estrategias de dora de materias primas y alimentos, recepto
retención. Ante las iniciales promesas de liber ra de manufacturas y capitales que transfor
tad de Rondeau, los esclavos se incorporaron a maron el sistema de transportes. La inmigra
los ejércitos seguidos por sus familias. Los que ción, que va generando una estructura social
volvieron, sufrieron el desencanto y la frustra compleja, aparece ya corporizada y es visible
ción de no existir esta libertad y sirvieron a hacia el final del período en las colonias agrí
nuevos amos. Hacia fines del período, si bien colas santafesinas de Esperanza, San Carlos y
en 1839 se había abolido la trata y en 1853 se San Jerónimo.
había declarado la igualdad de los hombres El censo de 1869 registra el 11,55 % de ex
ante la ley, en los periódicos aparecen esporá tranjeros con diferencias remarcables respecto
dicamente anuncios de venta. del comienzo del período. En su mayoría eran
Un rasgo distintivo de este grupo fue su italianos (71.442), españoles (34.080), france
impacto cultural en la música popular y su ses (32.383) e ingleses (10.709). Los ingleses y
participación activa en todas las manifestacio franceses de diferentes sectores sociales pro
nes. La búsqueda de su identidad era tan fun dujeron un evidente impacto cultural en la vi
damental para ellos como para el nuevo país. da cotidiana y en los hábitos y modas de la po
Reunidos en cofradías en torno a las parro blación. Los templos protestantes y los matri
quias a fines del período colonial, fueron los monios mixtos, en cuanto al credo de los con
únicos integrantes de los sectores subalternos trayentes, debieron ser regulados. En más de
que constituyeron asociaciones modernas que una oportunidad los matrimonios con extran
denominaron Sociedades de Naciones según jeros, aun del mismo credo, generaron un cli
sus orígenes africanos, que daban apoyo, in ma de desconfianza ante numerosos casos de 127
POBLACIÓN Y SOCIEDAD
abandono y huida con los bienes de los cónyu el culto suprirniendo el diezmo y regirnentó el
ges, y crearon sentimientos de recelo. ingreso a la vida conventual, sujetó a la justicia
Protegidos por sus respectivos consulados civil a sus integrantes y suprirnió órdenes reli
(fundamentalmente en el caso de los ingleses) giosas. Fue abolida en 1835. La generación del
vivieron al margen del riesgo aun durante los 37 manifestó su total acuerdo con la subordina
bloqueos, y si éste existía, tenían canales abier ción de la Iglesia al Estado. Esta reforma, la po
tos para el reclamo directo al gobierno de tur litización manifiesta del clero, la disminución
no. Comerciantes, hacendados, saladeristas y de las vocaciones y la falta de renovación de los
la mano de obra especialmente irlandesa que sacerdotes en las parroquias, no impidieron que
éstos atrajeron hacia la producción del ovino, la Iglesia retuviera poder social.
constituyeron los sectores inicialmente más La profundidad de la religiosidad, de la
numerosos. En las ciudades no faltaban arte piedad popular y de las prácticas y rituales re
sanos y pequeños comerciantes y tenderos de ligiosos es indudable, tanto como la arraigada
diversos orígenes. Agasajados por los sectores costumbre y práctica cotidiana de la caridad.
altos, mantenían, en el caso de los inmigrantes El predominio de inmigración italiana y es
británicos, distancia con la población local y pañola al final del período reforzó esta ten
hacía fines del período, Mulhall podía marcar dencia. El gobierno bonaerense de Rosas,
a sus compatriotas viajeros, recorridos a través irnitado por otras provincias, no estuvo en
de estancias de ingleses, en una red que cubría condiciones de mantener a la Sociedad de Be
todo el espacio ganadero. neficencia ni a la instrucción pública, pero sí
Su presencia impuso la tolerancia religio trató de impedir la costumbre de moda de
sa que implicaba la privacidad en la adopción asistir a colegios ingleses. Declaró preferible
de determinada religión y fue aceptado en la instrucción religiosa y federal y, restauran
tonces como parte del proceso de seculariza do la Compañia de Jesús, volvió a expulsarla
ción, de cambio y de reforma interna de la hacia mediados de siglo. Córdoba, Salta y
Iglesia y de su relación con el Estado. La Igle Mendoza eran clericales, declaraban los viaje
sia, preponderante en el período colonial, su ros asombrados por la manifiesta religiosidad
frió una transformación que se extendió has de la población.
ta 1840, y se agregó al proceso político de La familia se mantuvo, asimismo, como un
cambios que acompañaron a la emancipación valor permanente. Mark Szuchman ha consi
provocando conflictos diversos, centrados en derado que en ausencia de un Estado confia
la cuestión del desconocimiento del Vaticano ble y con continuidad, el estado doméstico se
de algunos gobiernos, el uso por parte de és hizo cargo, en esta sociedad patrimonial, de la
tos del derecho de Patronato y la seculariza defensa de sus propios intereses. Se observa el
ción de la enseñanza y de la acción social y de quiebre de las líneas tradicionales de la autori
la salud. dad concentradas en el padre. Las guerras, la
La reforma rivadaviana, corolario de las re búsqueda de trabajo distante de sus hogares, la
formas iniciadas en el período borbónico, estu frontera y la esclavitud todavía mantuvieron
vo centrada en el intento de control de la Iglesia separados a los integrantes de las familias. Las
[28 por parte del nuevo Estado provincial. Sostuvo ausencias y una ilegitimidad creciente coloca
LA SOCIEDAD ENTRE 1810 Y 1870
ron a las mujeres que quedaban como cabeza trial anterior. Un crecimiento demográfico
de familia en un lugar diferente en el ideal pa desmesurado: la inmigración se hace sentir
triarcal. La transformación en las comunica desde 1830 y se hace regular e intensa desde
ciones les darán, en los años por venir, mayo 1855. La incorporación de migrantes e inmi
res oportunidades de unidad familiar. Por otra grantes transforma los centros urbanos de
parte, debieron desarrollar en las ciudades Buenos Aires, del Litoral y del Interior. La es
nuevos comportamientos acordes con las nue pecialización de los extranjeros desplaza a los
vas formas de relación vinculadas a los espa migrantes del Interior y a los trabajadores “ar
cios públicos como los cafés, los teatros, pa gentinos” de los sectores subalternos, conside
seos como la Alameda y a nuevos hábitos de rados aún “vagos y malentretenidos”
consumo. La coyuntura internacional generará cam
García Belsunce señala la incidencia del bios cada vez más acelerados en el transporte
crecimiento vegetativo y el aporte inmigrato y las comunicaciones, achicando los espacios
rio como factores de constitución de la célula tanto entre la producción y los puertos como
familiar y el desarrollo de la estructura fami entre los hombres mismos, y constituirá defi
liar. Ha observado en Buenos Aires el predo nitivamente a Buenos Aires en el centro de to
minio de la familia nuclear y bajos promedios das las relaciones. En esos tiempos, también el
de hijos en la ciudad (2,3-2,7), tendencia que blanqueamiento oficial de la población queda
se impone en todo el período. asentado en la Constitución más que en la ex
periencia de los ahora ciudadanos. Precisa
mente, la experiencia les indica a algunos que
PROYECTANDO EL PORVENIR las tierras, todavía disponibles, dejan de ser ac
cesibles para quien quiera ocuparlas y que
La generación del ’37, integrada por existen algunos interesados e intermediarios
miembros de la elite urbana, consciente de la mejor vinculados con el poder. Les señala, asi
realidad que vivía la sociedad, pugnó por la mismo, que la frontera, todavía presente, y las
imposición de diferentes criterios para mode guerras producto de la pacificación interior
lar la Argentina moderna. La Constitución y la del nuevo Estado, cuenta con ellos para la mo
definitiva formación del Estado nacional fue vilización y las levas.
ron los primeros resultados visibles que die En el despegue de los setenta, la conciencia
ron marco a las relaciones de los habitantes de la identidad nacional aparecía ya perfilada.
del territorio. Una estructura social cada vez más compleja y
La caída de Rosas marca el inicio de un heterogénea recibía el impacto inmigratorio,
proceso de transformación radical que permi el crecimiento de la economía agrícola del
tirá proyectar un nuevo modelo de país que país, formas de socialización totalmente nove
aún no está preparado para el cambio y man dosas a su vez, demandaba soluciones para las
tiene las características del período preindus tensiones que se generaban.
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POBLACIÓN Y SOCIEDAD
ORIENTACIÓN BIBLIOGRAEIEA_
Es un desafío realizar una síntesis de los dología comparativa y básicas para cualquier
cambios producidos en la sociedad entre 1810 estudio que desee realizarse sobre la sociedad
y 1870 porque, a pesar de que las últimas ten en este período las de JOSE LUIS ROMERO, Lati
dencias centraron sus intereses en el estudio noamérica: las ciudades y las ideas, Buenos Ai
de la elite y de los sectores subalternos, los his res, 1976, y Tuuo HALPERIN DONGHI, Revolu
toriadores, que prefirieron abordar inicial ción y Guerra. Formación de una elite dirigente
mente la historia política de cada una de las en la Argentina criolla, Buenos Aires, 1972;
provincias argentinas en este período, recién “Economía y sociedad”, en LESLlE BETHELL
comienzan a abordar esta temática. (ed.), Historia de América Latina, tomo 6:
La importancia que paulatinamente va ad América Latina independiente. 1820-1870, Bar
quiriendo Buenos Aires en este período pro celona, 1985, y Una nación para el desierto ar
duce mayor cantidad de estudios pormenori gentino, Buenos Aires, 1997.
zados sobre esta región. Ello se traduce, con En temas específicos, se destaca el aporte
juntamente con las características de nuestros de CESAR A. GARCIA BELSUNCE (din), Buenos Ai
programas y textos de enseñanza, se traduce res. Su Gente. 1800-1830, Buenos Aires, 1977.
en la idea equivoca de que el proceso histórico El primer tomo de dicha obra considera lo que
aquí desarrollado se repite en el resto del terri se refiere a población y el selgtmdo, lo concer
torio. La necesidad de explicar los orígenes de niente a salud y delito. Es indispensable la con
esta situación y la diversidad de realidades en sulta de IosE MARIA MARILUZ URQUIIO, Estado e
todo el país, volcó a los historiadores a estu Industria. 1810-1862, Buenos Aires, 1969.
diar el período colonial y, medianamente cla Se agregan ANTONIO ANNINO, LUIS CASTRO
rificados algunos temas centrales como el vin LEIVA y FRANCOIS-XAVIER GUERRA, De los Impe
culado con la revisión de la historia rural y de rios a las Naciones. Iberoamérica, Zaragoza,
la población bonaerense en el período tardo 1994; FRANcoIs-XAVIER GUERRA, Modernidad e
colonial, comienza ahora a considerarse la re independencias. Ensayos sobre las revoluciones
visión del período independiente. hispánicas, México, 1993; KENNETH I. ANDRIEN
La otra cuestión que se plantea está rela y LYMAN L. IOHNSON, The Political Economy of
cionada con la extensión del período que aquí Spanish America in the Age of Revolution,
se selecciona, ya que en términos generales los 1750-1850, Alburquerque, 1994, y LOUIsA
historiadores, guiados por sus objetivos y el SCHELL HOBERNIAN y SUsAN M. SocoLow, The
enfoque elegido para su investigación, han Countryside in Colonial Latin America, Albur
elegido períodos más acotados para realizar su querque, 1996.
análisis, aun en el caso de la mayor produc Sólo se extienden hasta recién iniciado el
ción sobre Buenos Aires. Ello significa que la período, pero son trabajos específicos y de
información encuentra espacios vacíos y falta gran utilidad, los de CARLOS MAYO, Estancia y
la continuidad necesaria para la síntesis. sociedad en la pampa. 1740-1820, Buenos Ai
Son obras ya clásicas y de una visión gene res, 1995; CARLOS MAYO y AMALIA LATRUBESSE,
130 ral sobre la realidad americana, con una meto Terratenientes, soldados y cautivos, 23 edición