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Las microclases desde un enfoque interpretativo

Las microclases desde un enfoque interpretativo


En esta clase trabajaremos el dispositivo de microclases en la
formación inicial de docentes. Lo haremos a través de la lectura
de una ficha de cátedra elaborada por la profesora Mercedes
Zabala.

   

Las microclases comenzaron a utilizarse en la formación


de profesionales que no provenían del campo de la
enseñanza en el año 1963 en la Universidad de Stanford.
En ese momento, se lo denominó “microenseñanza”,
estaba pensado como un dispositivo de entrenamiento en el
que el profesor observe en una situación controlada su
modo de actuar.

El objetivo de estas experiencias era desarrollar


habilidades específicas como, por ejemplo: “…aprender a
usar el pizarrón de manera organizada acompañando la
exposición, conducir un interrogatorio didáctico, abrir una
clase, usar correctamente la voz y el vocabulario, entre
otras… el foco de atención estaba puesto en el
entrenamiento en estas destrezas técnicas de la
enseñanza…” (Anijovich, 2012: 120)

Tal como plantea la autora, este dispositivo así pensado


estaba ligado a una visión positivista de la formación
docente que enfatizaba el desarrollo de las habilidades
propias de una concepción técnica de la enseñanza. Con el
tiempo surgieron otros enfoques que la ampliaron,
modificaron y enriquecieron. Anijovich y su equipo
proponen una resignificación del dispositivo con el
término Microclase.

Las microclases y la reflexión sobre las propias


decisiones

Para el desarrollo de las microclases recuperan los


momentos de la organización de la enseñanza planteados
por Jackson (1968) considerando cada una de las fases:

Preactiva: Diseño de la clase

Interactiva: Momento del desarrollo de la clase. Los


compañeros y docentes toman nota y observan.

Postactiva: Análisis de la ocurrido en la clase y en la fase


del diseño. Intercambio de percepciones para describir lo
que ocurrió para intentar comprender.

Si bien lo que se analiza en una reconstrucción de la


experiencia, no es exacta ni equivalente a lo que
supuestamente sucedió, pero podemos observar las
decisiones didácticas tomadas y pensar nuevas
posibilidades a la luz de las teorías.

Lo que tratamos de entender es por qué y para qué de las


decisiones, tanto de las efectuadas durante la
planificación como de aquellas pertenecientes al
momento interactivo de la enseñanza enmarcadas en un
contexto particular.

Pensar las microclases desde un enfoque interpretativo nos


permite pensar alternativas, compartir propuestas, dudas y
experiencias que serán insumo para la formación de un
docente reflexivo.

Bibliografía: 

ANIJOVICH, Rebeca; (2012) Transitar la formación


pedagógica. Dispositivos y estrategias. Ed. Paidós: Buenos
Aires

 
 

En el siguiente enlace encontrarán una presentación sobre las


microclases, su significado para la formación de los futuros
docentes, sus ventajas y desventajas como dispositivo en el
proceso de formación en la práctica docente inicial.

Una vez leído todo el material deberán armar una microclase para
presentar la secuencia que estuvieron trabajando con las
profesoras del Campo de la Práctica. 

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