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INTRODUCCIÓN A LA MECÁNICA DE
FLUIDOS
Julio Hernández Rodríguez

Catedrático de Mecánica de Fluidos


Área de Mecánica de
Fluidos,
Departamento de Mecánica
ETS de Ingenieros Industriales,
UNED

Nota: Estas páginas tienen por objeto proporcionar una breve introducción a la mecánica de fluidos que sirva
para abordar el estudio posterior de asignaturas sobre dinámica de fluidos computacional. Las distintas
formas simplificadas de las ecuaciones de Navier-Stokes se tratan de forma muy concisa y resumida, por lo
que se recomienda la consulta de la bibliografía que se indica si se quiere llevar a cabo un estudio más
sistemático y riguroso.

Índice General

Introducción
Características fundamentales de los fluidos
Sólidos y fluidos
Líquidos y gases
Hipótesis de medio continuo
Fuerzas sobre fluidos
Fuerzas de volumen
Fuerzas de superficie. Tensor de tensiones
Tensor de tensiones en un fluido en reposo.
Concepto de presión
Tensor de tensiones debidas a la viscosidad
Conceptos de termodinámica
Hipótesis de equilibrio termodinámico local
Resumen de algunos conceptos y relaciones
termodinámicas
Fenómenos de transporte
Introducción
Transporte de calor por conducción. Ley de Fourier
Transporte de masa por difusión. Ley de Fick
Transporte molecular de cantidad de movimiento. Fluidos newtonianos

Cinemática de fluidos
Descripción del campo fluido. Derivada sustancial. Aceleración de una partícula fluida
Conceptos de trayectoria y senda de una partícula fluida, traza y línea de corriente
Algunos tipos particulares de flujos
Análisis del movimiento relativo en el entorno de un
punto
Circulación. Movimientos irrotacionales

Ecuaciones generales de la mecánica de fluidos


Derivadas temporales de integrales extendidas a volúmenes
fluidos
Ecuación de conservación de la masa
Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de las especies
Ecuación de conservación de la cantidad de movimiento
Forma integral
Forma diferencial
Ley de Navier-Poisson
Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos
Ecuaciones de Navier-Stokes
Ecuación de la vorticidad
Ecuación de conservación de la energía mecánica
Ecuación de conservación de la energía
Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de la energía interna
Ecuación de conservación de la entalpía
Ecuación de la entropía
Resumen de las ecuaciones de la mecánica de fluidos
Condiciones iniciales y de contorno

Análisis dimensional y semejanza física

Formas aproximadas de las ecuaciones de conservación


Introducción
Aproximaciones de tipo cinemático
Flujos con distribución de velocidad solenoidal
Flujos irrotacionales. Concepto de potencial de
velocidad
Flujos bidimensionales. Concepto de función de
corriente
Otros tipos de flujos
Simplificaciones de las leyes constitutivas o
de las ecuaciones de estado
Flujos barotrópicos
Gases perfectos
Fluidos incompresibles
Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente
Fluidos ideales
Ecuación de Euler-Bernoulli
Aproximaciones basadas en consideraciones sobre la dinámica del
problema
Fluidos en reposo
Flujos estacionarios
Flujos con efectos de viscosidad dominantes
Flujo de Couette
Flujo de Hagen-Poiseuille
Flujo alrededor de cuerpos con Re
Flujos a altos números de Reynolds
Tratamiento estadístico de las ecuaciones en flujos
turbulentos
Modelos de turbulencia
Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared
Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos
Aproximación de capa límite
Aproximaciones en flujos compresibles
Flujo ideal
Flujo viscoso
Aproximación de Boussinesq

Introducción al MEF en mecánica de fluidos


Ecuaciones hiperbólicas, parabólicas y elípticas
Ejemplos de ecuaciones de distintos tipos
Problemas no estacionarios
Problemas estacionarios
Condiciones iniciales y de contorno
Métodos de residuos ponderados
Introducción
Planteamiento de los métodos de residuos ponderados
Formulación débil
Caso unidimensional
Caso multidimensional
Método de los elementos finitos de Galerkin
Aplicación del MEF a distintos tipos de flujos
Flujos potenciales
Problemas de convección-difusión
Ecuaciones de Navier-Stokes en flujos incompresibles
bidimensionales
 
Bibliografía

Sobre este documento...

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los
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Sólidos y fluidos
La principal característica distintiva entre sólidos y fluidos
consiste en que éstos, a diferencia de aquéllos, no
pueden
soportar en reposo tensiones1.1 cortantes, por muy pequeñas que sean. Al aplicar un
determinado
sistema de fuerzas sobre un sólido, éste experimenta
deformaciones que se mantienen constantes mientras no
se modifique
el estado tensional, cualquiera que sea éste.1.2 Las leyes
de comportamiento de los materiales
permiten relacionar tensiones
y deformaciones.

Cuando un fluido es sometido a fuerzas que originan tensiones


cortantes en su seno, experimenta una
deformación continua que
persiste mientras sigan actuando las causas que originan dichas
tensiones
cortantes, por muy pequeñas que éstas sean.1.3 Las leyes constitutivas de los
fluidos, a las que se hará
referencia más adelante, definen en
este caso la relación entre tensiones y velocidades de
deformación.

Considérese el fluido existente entre las placas planas y


paralelas de la Figura 1.1. El problema se supondrá
bidimensional. La placa superior se mueve con una velocidad
constante y la inferior es fija. El
movimiento de la placa
superior da lugar a la aparición de tensiones cortantes en el
fluido que causan
deformaciones continuas como la que experimenta
el elemento de fluido representado en la figura.
Supóngase que la
velocidad del fluido varía linealmente entre un valor nulo en el
fluido en contacto con la
pared inferior y en el fluido
adyacente a la pared superior. Según se deducirá más adelante,
dicho perfil

de velocidad es el que se obtiene bajo determinadas


condiciones1.4 cuando el fluido es del tipo denominado
newtoniano, en el que la tensión cortante es proporcional a la
única componente del gradiente de velocidad, d
d , siendo
la constante de proporcionalidad la viscosidad del fluido. Es muy
fácil demostrar que dicho
gradiente está relacionado con el ritmo
de deformación de un elemento de fluido, y es precisamente igual a
la
velocidad de deformación, o ritmo de variación en el tiempo del
ángulo que forman los lados del elemento de
la Figura
1.1, d d , con lo que resulta

(1.1)

Figura 1.1:
Deformación de un elemento de fluido en
un flujo de
Couette.
Existen sustancias que pueden llegar a presentar un comportamiento
que no se corresponde con el de los
sólidos y fluidos genuinos que
se acaba de describir, o en las que no se da una relación de
proporcionalidad
entre tensiones cortantes y velocidades de
deformación como la que existe en fluidos newtonianos. Por
ejemplo, algunas sustancias se comportan como sólidos cuando la
tensión cortante a la que se ven sometidas
es inferior a un cierto
valor, y fluyen cuando lo excede. También puede ocurrir en algunos
fluidos que la
relación tensión-velocidad de deformación no sea
lineal, o que dependa no sólo de la velocidad de
deformación sino
también del estado tensional del fluido en instantes anteriores.
Otros fluidos presentan
propiedades elásticas, siendo capaces de
almacenar energía de deformación, como ocurre en sólidos
elásticos. A todos estos fluidos con un comportamiento diferente
del de los fluidos genuinos (fluidos
newtonianos, tales como el
aire o el agua) se les denomina con el calificativo de no
newtonianos.

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Líquidos y gases
Los fluidos pueden encontrarse en estados líquido o gaseoso. La
propiedad fundamental que distingue
líquidos y gases es la
compresibilidad. En los gases, el volumen que ocupa una
determinada masa puede
variar de forma muy importante como
consecuencia de variaciones de presión y de temperatura. En
líquidos,
por el contrario, la densidad es muy poco sensible a
variaciones de presión y temperatura. No obstante, en
flujos de
gases en los que las variaciones de presión y temperatura sean
pequeñas, también lo serán las
variaciones de densidad, y puede
suponerse entonces que el gas se comporta como un fluido
incompresible.

Existen otras propiedades distintivas de líquidos y gases. Los


primeros suelen tener una densidad mucho
mayor que los segundos.
Cuando están confinados en un recipiente cerrado, los gases
tienden a ocupar todo
el volumen del recipiente, mientras que los
líquidos presentan una superficie libre1.5 si su volumen es menor
que el del
recipiente.

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Hipótesis de medio continuo


Esta hipótesis consiste en suponer que los fluidos son medios en
los que magnitudes tales como la masa, la
cantidad de movimiento,
la energía, etc., están distribuidas en el espacio de forma
continua, y suele ser
aceptable para caracterizar los fluidos en
la inmensa mayoría de las situaciones de interés. Una discusión
sobre la justificación de esta hipótesis1.6 puede encontrarse en varios de los
textos citados en la bibliografía.

Al introducir la hipótesis de medio continuo aparece el concepto


de partícula fluida. Una partícula fluida es
una porción muy
pequeña de fluido cuyo tamaño es lo suficientemente pequeño frente
a la distancia
característica de variación de las magnitudes
fluidas (velocidad, densidad, temperatura, etc.) y lo
suficientemente grande como para contener un número muy elevado de
moléculas. Si en un flujo es posible
encontrar un tamaño que
satisface estas dos condiciones, y por tanto puede emplearse el
concepto de
partícula fluida, resulta entonces aceptable la
hipótesis de medio continuo. Sólo en casos muy particulares,
como
en el estudio de gases enrarecidos (gases en los que la densidad
es muy baja), puede no ser aceptable
esta hipótesis.

Teniendo en cuenta lo anterior, en un flujo definiremos las


distintas magnitudes fluidas (densidad, velocidad,
presión,
temperatura, etc.) de la siguiente forma:

siendo , , y
funciones continuas del vector de posición
y del

tiempo . Cada una de estas funciones (por


ejemplo, la densidad) se puede definir en cada punto como un
límite:

siendo la suma de la masa de las moléculas contenidas


en el volumen situado en dicho punto, y


el volumen correspondiente al tamaño de la partícula fluida antes
definido.

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Fuerzas sobre fluidos


Existen dos tipos de fuerzas que pueden actuar sobre un fluido:
fuerzas de volumen (o fuerzas másicas) y
fuerzas de superficie.
Las fuerzas de volumen actúan ``a distancia'', ``penetrando'' en
el interior del fluido y
ejerciendo su acción sobre todos los
elementos de volumen de éste. La fuerza gravitatoria es el ejemplo
más
representativo de este tipo de fuerzas. Las fuerzas de
superficie actúan a través de la superficie de separación
de
elementos de fluido contiguos, y tienen su origen en la estructura
molecular de la materia. La fuerzas
debidas a la viscosidad de un
fluido que se oponen al movimiento de éste a través de una tubería
son fuerzas
de superficie.

Subsecciones

Fuerzas de volumen
Fuerzas de superficie. Tensor de tensiones
Tensor de tensiones en un fluido en reposo.
Concepto de presión
Tensor de tensiones debidas a la viscosidad

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Fuerzas de volumen
Considérese la superficie imaginaria cerrada de la Figura
1.2,

Figura 1.2:

que encierra un volumen y separa el fluido que contiene del


fluido exterior. Sobre cada elemento

diferencial de volumen
d actúa una fuerza de volumen

   d d

siendo una función vectorial de la


posición del elemento y del tiempo que determina la fuerza
por
unidad de volumen. La correspondiente fuerza por unidad de masa
será

La fuerza de volumen resultante que actúa sobre el volumen se


obtiene integrando:

d d

siendo la masa de fluido dentro de la superficie . En el


caso de la fuerza de gravedad, que interviene
de forma relevante
en muy distintos tipos de flujos,

Otras fuerzas de volumen que suelen aparecer frecuentemente en


problemas de mecánica de fluidos son las
de inercia1.7:
El primer término del segundo miembro corresponde a una
aceleración uniforme, , del sistema de

referencia; el
segundo, al movimiento de rotación con velocidad
del sistema de referencia (fuerza
centrífuga); el tercero, a la
variación de con el tiempo, y el último es la
fuerza de Coriolis. Otro tipo de
fuerzas de volumen que deben
considerarse en determinados tipos de flujos son las
electromagnéticas.

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Fuerzas de superficie. Tensor de tensiones


La fuerza de superficie que ejerce el fluido situado a un lado de
un elemento de superficie d sobre el fluido
situado al
otro lado (Figura 1.2), puede expresarse de la forma
siguiente:

   d d

siendo una función vectorial de


la posición y orientación del elemento de superficie y del

tiempo,
que determina la fuerza por unidad de área. La orientación del
elemento de superficie está
determinada por el vector unitario
normal . En lo que sigue se adoptará el criterio de que
es ejercida

por el fluido que está del lado del


elemento de superficie al que apunta sobre el fluido del
otro lado. La

fuerza de superficie resultante que actúa a través


de la superficie sobre el fluido encerrado por ésta se
obtiene
integrando:

Se demuestra fácilmente (véase, por


ejemplo, Liñán, 1967; Crespo, 1997; Batchelor, 1967) que el vector
fuerza por
unidad de área puede expresarse de la forma siguiente:

(1.2)

o bien, en notación de subíndices,

(1.3)

La ecuación (1.2), en la que obsérvese que queda descrita


la dependencia de con respecto a , puede
expresarse también como sigue:

(1.4)
Obviamente, y no dependen de la elección
del sistema de referencia, y por tanto debe ser la

componente de un tensor, denominado tensor de


tensiones, que denotaremos por
.

es la
componente en dirección de de la fuerza por unidad
de área que dos elementos de fluido se ejercen

a través de un
elemento de superficie que les separa de vector unitario normal
.1.8

Obsérvese que . Es
fácil también demostrar que el tensor de tensiones debe ser

simétrico (
), y que
sólo tiene, por tanto, seis componentes independientes. Cada una
de las tres

componentes de la diagonal principal del tensor


representa la componente normal de la fuerza de
superficie por unidad de área que actúa a través de un elemento
de superficie paralelo a cada uno de los
planos de coordenadas,
por lo que se denominan tensiones normales. Las restantes
componentes se
denominan tensiones tangenciales o, muy
frecuentemente en mecánica de fluidos, tensiones o esfuerzos
cortantes, al dar lugar a deformaciones continuas en el fluido
como la que se produce en el flujo de la Figura
1.1. Es
importante tener en cuenta que siempre es posible encontrar en
cada punto un sistema ortogonal

de ejes de referencia
(ejes principales del tensor) en el que se anulan las componentes
del tensor no
contenidas en la diagonal principal,1.9

(1.5)

Por tanto, el estado general de tensiones de un fluido en un punto


puede contemplarse como una
superposición de tensiones normales
(tensiones principales) en tres direcciones ortogonales
determinadas.

Subsecciones

Tensor de tensiones en un fluido en reposo.


Concepto de presión
Tensor de tensiones debidas a la viscosidad

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Tensor
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Tensor de tensiones en un fluido en reposo.


Concepto de presión
Según se ha explicado anteriormente, los fluidos genuinos se
caracterizan porque no pueden soportar en
reposo tensiones
cortantes. Dado que un cambio de ejes en el tensor de la ecuación
(1.5) daría lugar a la
aparición de componentes fuera de
la diagonal principal excepto en el caso de que
, se
deduce que en un
fluido en reposo las tres componentes de la diagonal principal
deben ser iguales, y las
restantes, nulas. Todos los ejes de
coordenadas ortogonales serán ejes principales del tensor, y sólo
existirán
en el fluido tensiones normales. Dado que los fluidos en
reposo están normalmente en un estado de
compresión, el tensor de
tensiones en un fluido en reposo suele
escribirse de la forma siguiente:

(1.6)

o bien

(1.7)

siendo la presión estática del fluido, que es una magnitud


escalar, independiente de , que en general

será función
de y ,y el tensor delta de Kronecker
(
si y si ). La

fuerza por unidad de área a través de un elemento de superficie de


vector unitario normal será, por tanto:

(1.8)

de donde se deduce que, en un punto dado, tendrá el


mismo módulo y será normal al elemento de
superficie cualquiera
que sea la orientación de éste.

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Tensor
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Tensor de tensiones debidas a la viscosidad

En fluidos en movimiento es frecuente descomponer el tensor de


tensiones en una contribución debida a
la presión y
otra asociada los efectos de la viscosidad:

(1.9)

siendo el denominado tensor de tensiones debidas a la viscosidad.

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Conceptos de termodinámica
En capítulos posteriores será necesario hacer referencia a algunos
conceptos básicos sobre termodinámica
clásica, que serán
comentados muy brevemente en esta sección.

Subsecciones

Hipótesis de equilibrio termodinámico local


Resumen de algunos conceptos y relaciones
termodinámicas

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Hipótesis de equilibrio termodinámico local


La termodinámica clásica se ocupa esencialmente del estudio de
estados de equilibrio de la materia, en los
cuales todas las
magnitudes físicas son independientes tanto de la posición como
del tiempo. Los resultados
de la termodinámica clásica son
directamente aplicables a fluidos en reposo con propiedades
uniformes. Sin
embargo, en mecánica de fluidos habitualmente se
estudian problemas en los que el fluido no se encuentra en
estado
de equilibrio termodinámico (pueden existir, por ejemplo,
gradientes de velocidad, presión,
temperatura, etc., y variaciones
de dichas magnitudes en el tiempo, que determinan dicho estado de
no
equilibrio). Resulta por tanto necesario conocer si es posible
aplicar de alguna forma los resultados de la
termodinámica clásica
en este tipo de problemas. Veremos en capítulos posteriores que
las expresiones
utilizadas en termodinámica clásica se aplicarán
directamente para relacionar localmente las propiedades
termodinámicas definidas en cada punto del medio fluido. Al hacer
esto, se está introduciendo
implícitamente una hipótesis de
equilibrio termodinámico local. Se está suponiendo que, aunque las
variaciones de las magnitudes puedan ser muy importantes desde un
punto de vista macroscópico, su efecto
desde el punto de vista de
la separación del equilibrio termodinámico local es muy
pequeño.1.10 El estado
termodinámico del sistema,
que en nuestro caso será generalmente una partícula fluida,
quedará determinado
por un conjunto de variables denominadas
variables de estado, a partir de las cuales puede determinarse
cualquier otra variable de estado.

En lo que sigue se presentarán brevemente algunas relaciones


termodinámicas que se utilizarán en
posteriores capítulos, lo que
permitirá además introducir la correspondiente notación.

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termodinámico
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Resumen de algunos conceptos y relaciones


termodinámicas
El primer principio de la termodinámica en un proceso reversible
(proceso quasi-estático sin fricción, en el
que el sistema se
mantiene en todo momento en equilibrio con el exterior) puede
expresarse de la forma

d d d (1.10)

donde es la energía interna específica (energía interna por


unidad de masa) y el calor añadido por

unidad de masa.

En sistemas de un único componente, el estado termodinámico queda


determinado con la especificación de
dos variables de estado
independientes. Así, por ejemplo, conocidas la temperatura y la
presión, pueden
determinarse la densidad y la energía interna
específica mediante las dos relaciones siguientes, denominadas
ecuaciones de estado:1.11

(1.11)

(1.12)

La entalpía específica se define como

(1.13)

que, como se verá más adelante, es muy útil en el estudio de


flujos compresibles.

En sistemas de un componente, los calores específicos a presión


constante y a volumen constante se definen
como sigue:

(1.14)

(1.15)
Obsérvese que y son también variables de estado.
La relación de calores específicos es

(1.16)

En procesos reversibles,

d d (1.17)

siendo la entropía por unidad de masa. A partir de las


ecuaciones (1.10) y (1.17) se deduce

d d d (1.18)

y, teniendo en cuenta la ecuación (1.13),

d d d (1.19)

A pesar de que las ecuaciones (1.10) y (1.17) son


aplicables sólo para procesos reversibles, las ecuaciones
(1.18) y (1.19), que expresan relaciones en las
que intervienen exclusivamente variables de estado, son
también
válidas en procesos irreversibles.

En gases perfectos, se satisface la siguiente ecuación de estado:

(1.20)

donde es la temperatura absoluta y la constante del gas.


La energía interna es independiente de la
distancia entre
moléculas y, por tanto, de la densidad:1.12

(1.21)

Teniendo en cuenta las ecuaciones (1.13), (1.20) y


(1.21), resulta

(1.22)

es decir, la entalpía es también sólo función de la temperatura.


De las ecuaciones (1.14) y (1.15), teniendo en
cuenta las
ecuaciones (1.21) y (1.22), se deduce que y
son asimismo sólo funciones de la

temperatura, y que

(1.23)
d d

d d (1.24)

Es inmediato deducir que . En gases


caloríficamente perfectos, los calores específicos y

se suponen constantes (lo que puede ser aceptable en


ocasiones, en determinados rangos de

temperatura), con lo que


resulta y .

En líquidos caloríficamente perfectos,

constante (1.25)

(1.26)

siendo el calor específico, que se supone constante. De la


ecuación (1.18) se deduce que la entropía sólo

depende de
la temperatura, y de las ecuaciones (1.14) y (1.15),

(1.27)

resultando, por tanto, . La entalpía es función de la


temperatura y la presión:

(1.28)

La variación que experimenta la densidad de un líquido real con la


presión y la temperatura puede expresarse
como sigue:

(1.29)

siendo , y valores de referencia,


el coeficiente de dilatación térmica, y el
módulo de
elasticidad del líquido (su inverso es el módulo de
compresibilidad isotermo, que frecuentemente también se
denota con
).
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Fenómenos de transporte

Subsecciones

Introducción
Transporte de calor por conducción. Ley de Fourier
Transporte de masa por difusión. Ley de Fick
Transporte molecular de cantidad de movimiento. Fluidos newtonianos

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General

Introducción
Ya se ha explicado que los estados de equilibrio en un fluido se
caracterizan por la existencia de
distribuciones uniformes (en el
espacio y en el tiempo) de propiedades, de forma que cada elemento
de
fluido se encuentra en equilibrio mecánico y térmico con los
elementos adyacentes. Cuando existe no
uniformidad en la
distribución de propiedades, aparecen fenómenos a nivel molecular
que producen el
intercambio de propiedades entre elementos
contiguos y que tienden a suavizar la no uniformidad, y por
tanto
a restablecer el equilibrio. Dichos fenómenos, que dan lugar a
procesos irreversibles y, por tanto,
tienden a aumentar la
entropía, son denominados fenómenos de transporte. Las leyes que
describen estos
fenómenos de forma macroscópica, denominadas
leyes constitutivas, están basadas principalmente en
consideraciones de tipo empírico. En las secciones siguientes se
presentan de forma concisa las leyes
constitutivas más habituales,
aplicables a fluidos tales como el aire o el agua.

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Transporte de calor por conducción. Ley de Fourier


Cuando en un medio fluido existe un gradiente de temperatura, la
energía interna, asociada a la energía de las
moléculas, se
transmite de un elemento a otro contiguo en la dirección del
gradiente de temperatura y en
sentido opuesto al de éste. Lo que
ocurre es que la energía interna en zonas de mayor temperatura se
transmite, a base de choques entre moléculas, a zonas contiguas de
menor temperatura. Esta transmisión de
calor está asociada a un
vector flujo de calor por unidad de área, función de la posición y
del tiempo,
(con unidades de energía por
unidad de área y de tiempo). El calor que se transmite por unidad
de

tiempo a través de un elemento de superficie d , con


vector unitario normal , es

d d (1.30)

Si se considera la superficie cerrada de la Figura


1.3,

Figura 1.3:

el calor neto que pierde por conducción el fluido contenido en


ella vendrá dado por

   d (1.31)

El vector flujo de calor por unidad de área suele generalmente


expresarse mediante la ley de Fourier:1.13

(1.32)

donde es la componente del


tensor1.14 de conductividad térmica, que en medios isótropos es

diagonal:

(1.33)
En este último caso, la ecuación (1.32) se reduce a

(1.34)

o, en notación de subíndices,

(1.35)

siendo la conductividad térmica del medio. El signo menos indica que


el calor se transmite desde las
zonas de mayor temperatura hacia
las más frías. La difusividad térmica se define como
.

La conductividad térmica, que suele ser mayor en líquidos que en


gases, depende principalmente de la
temperatura, y crece con ella.
La dependencia con la presión es mucho menos importante.

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Índice General

Transporte de masa por difusión. Ley de Fick


Para simplificar, supondremos un fluido constituido por dos
especies químicas, A y B. Si la distribución de
concentraciones de
estas especies (fracciones másicas e , siendo
obviamente ) no es

uniforme, se producirán flujos


másicos de ambas especies que tenderán a homogeneizar la
composición. La
difusión de masa de, por ejemplo, la especie A
puede asociarse a un vector flujo de masa por unidad de área,
función de la posición y del tiempo, (con
unidades de masa por unidad de área y de tiempo). La

masa de la
especie A que se difunde por unidad de tiempo a través de un
elemento de superficie d , con

vector unitario normal


, es

d d (1.36)

Si se considera la superficie cerrada de la Figura


1.4,

Figura 1.4:

la masa neta de A que sale por difusión del fluido contenido en


ella vendrá dada por

   d (1.37)

El vector flujo de masa por unidad de área puede describirse


generalmente mediante la ley de Fick:

(1.38)

donde es un tensor de difusividad másica de la especie


A, que en medios isótropos es diagonal:
(1.39)

En este último caso, la ecuación (1.38) se reduce a

(1.40)

o, en notación de subíndices,

(1.41)

siendo la difusividad de la especie A en el medio. El signo


menos indica que la masa se difunde desde

las zonas de mayor


concentración hacia las de menor concentración.

En fluidos de más de dos componentes, el vector flujo de masa por


unidad de área de una especie no sólo
depende del gradiente de la
concentración de dicha especie, sino también de los de otras
especies. La
siguiente es una expresión aproximada, que es más
adecuada cuando todas las especies tienen difusividades
y pesos
moleculares similares, o cuando la especie que se difunde está en
pequeña proporción:

(1.42)

siendo el número de especies y el coeficiente de


difusión de la especie en la mezcla compuesta

por las
restantes especies.

La difusividad másica, que es mucho menor en líquidos que en


gases, depende de la temperatura (aumenta
con ella), la presión
(disminuye al aumentar ésta) y las especies presentes en la mezcla
(disminuye al
aumentar el peso molecular de la especie que se
difunde).

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Transporte molecular de cantidad de movimiento. Fluidos


newtonianos
La no uniformidad en la distribución de velocidad en un fluido da
lugar a la aparición de fuerzas de
superficie que tienden a
suavizarla.1.15 En este caso, a diferencia de lo
que ocurre con el transporte de calor
por conducción y el
transporte de masa por difusión, la magnitud que se transporta, la
cantidad de
movimiento, tiene carácter vectorial. Así, mientras
que la difusión de calor o de masa se asocia a una
magnitud
vectorial (a y , respectivamente), el
transporte de cantidad de movimiento se asocia al

tensor de
tensiones descrito anteriormente. La
ecuación equivalente a las ecuaciones (1.30) y (1.36) es en
este caso

d d (1.43)

Debido al carácter vectorial de magnitud transportada, la relación


entre y las derivadas espaciales de las
componentes
del vector velocidad, análoga a las establecidas por las leyes de
Fourier y de Fick entre los
vectores flujo de calor y de masa por
unidad de área y los gradientes de temperatura y de fracciones
másicas,
respectivamente, requiere una descripción analítica
diferente, por lo que se presentará en la Sección 3.3.2,
después de que se hayan discutido algunas propiedades cinemáticas
del campo fluido en el próximo capítulo.
A continuación se va a
poner de manifiesto la analogía entre el transporte de cantidad de
movimiento y el
transporte de calor y de especies, considerando un
flujo con una distribución de velocidad muy simple: el
vector
velocidad sólo tiene una componente no nula (según el eje ),
que sólo varía con la coordenada

(Figura 1.5):

Figura 1.5:

En fluidos newtonianos, la tensión cortante (es decir,


el flujo por unidad de área de la componente

según de la
cantidad de movimiento a través de una superficie perpendicular al
eje ) es proporcional

al módulo del gradiente de la


componente de la velocidad:

(1.44)
siendo la viscosidad dinámica del fluido. La viscosidad de
un fluido depende del estado termodinámico,

es decir,
, aunque generalmente la dependencia con respecto a
la presión es muy pequeña. La

dependencia con la temperatura,


debido a las diferencias en su estructura molecular, es muy
diferente en
líquidos y gases. Mientras que en líquidos la
viscosidad disminuye al aumentar la temperatura, en gases
ocurre
lo contrario.

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molecular de cantidad
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Cinemática de fluidos
La cinemática se ocupa del estudio del movimiento de los fluidos
sin tener en cuenta las fuerzas que causan
el movimiento.

Subsecciones

Descripción del campo fluido. Derivada sustancial. Aceleración de una partícula fluida
Conceptos de trayectoria y senda de una partícula fluida, traza y línea de corriente
Algunos tipos particulares de flujos
Análisis del movimiento relativo en el entorno de un
punto
Circulación. Movimientos irrotacionales

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General

Descripción del campo fluido. Derivada sustancial.


Aceleración de una partícula fluida
Existen dos enfoques básicos para describir el campo fluido. En la
descripción euleriana, las magnitudes
fluidas, y en
particular la velocidad del fluido,

se especifican en todo punto (definido por el vector de posición


) del dominio objeto de estudio y en todo

instante .
En la descripción lagrangiana, las magnitudes fluidas no se
refieren a una posición espacial y un

instante determinados, sino


a una partícula fluida,2.1identificada por la posición que ocupa en un instante

dado . La trayectoria de una partícula fluida, que


determina la posición de la partícula en función del
tiempo,
vendrá definida por

(2.1)

En el instante la partícula fluida se encuentra en la


posición , y en un instante posterior se

encuentra
en . En lo que sigue en esta sección, y sin pérdida de
generalidad, supondremos un valor fijo de

(por ejemplo,
). Es usual denominar a las componentes de
coordenadas

materiales o
lagrangianas, y a las de , coordenadas
eulerianas. A partir de la ecuación

(2.1), puede
escribirse2.2

(2.2)

que expresa las coordenadas lagrangianas de la partícula fluida


que se encuentra en la posición en el

instante .

La descripción lagrangiana de cualquier propiedad de la partícula


fluida identificada por en el instante ,

, puede transformarse en una descripción


euleriana, , mediante la ecuación
(2.2):2.3

(2.3)
Paralelamente, la descripción lagrangiana puede deducirse de la
euleriana mediante la ecuación (2.1):2.4

(2.4)

A estas descripciones se les asocia dos tipos de derivadas con


respecto al tiempo:

Derivada manteniendo constante (derivada


local), que proporciona el ritmo de variación de
que

mediría en un observador fijo:

(2.5)

Derivada manteniendo constante (derivada


sustancial o material), que proporciona el ritmo de

variación de
que mediría un observador que se moviese con la
partícula fluida identificada por :

(2.6)

La velocidad de la partícula fluida puede expresarse por tanto de la forma


siguiente:

(2.7)

o bien,

(2.8)

Esta última ecuación permite deducir una relación entre los dos
tipos de derivada de las ecuaciones (2.5) y
(2.6):

(2.9)
que en notación vectorial se escribe de la forma siguiente:

(2.10)

La aceleración de una partícula fluida es la derivada


sustancial de la velocidad,

(2.11)

A se le denomina aceleración local y a


, aceleración convectiva.

El operador derivada sustancial aparecerá frecuentemente en el


Capítulo 3, en las ecuaciones diferenciales en
derivadas
parciales que expresan los principios de conservación.

Aunque algunos aspectos de la descripción lagrangiana serán útiles


en capítulos posteriores, en mecánica de
fluidos resulta
generalmente más adecuado utilizar una descripción
euleriana.2.5

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Conceptos de trayectoria y senda de una partícula


fluida, traza y línea de corriente
La trayectoria de una partícula fluida, definida por la ecuación
(2.1), puede obtenerse a partir de la ecuación
(2.7):

(2.12)

con la condición inicial en .

La senda de una partícula fluida es el lugar geométrico de los


puntos recorridos por la partícula. Se obtiene
eliminando de
las tres ecuaciones escalares
(
) que definen la
trayectoria de la

partícula fluida.

En un instante dado , la traza correspondiente a un punto


definido por el vector de posición es el lugar

geométrico que ocupan las partículas fluidas que en instantes


anteriores, , han pasado por dicho punto

(para cada una de


estas partículas, el instante es obviamente diferente).
Sería la línea descrita por un

colorante sin difusividad inyectado


en . La posición que ocupa la partícula fluida definida
por

(recuérdese que
denota la partícula fluida que en el
instante está en ; véase la ecuación

(2.2)) en el instante es

(2.13)

El valor del parámetro está comprendido en el rango .

Obsérvese que, para un valor fijo de , la


ecuación (2.13) representa la trayectoria de la
partícula fluida

que en estaba en . Eliminando el


parámetro entre las tres ecuaciones correspondientes a las
tres

componentes de , se obtiene la ecuación de la senda de dicha partícula fluida.


Para un valor fijo de , la ecuación
(2.13) proporciona la posición en el instante de las
partículas fluidas

que en sucesivos instantes pasaron por


. Eliminando el parámetro entre las tres
ecuaciones

correspondientes a las tres componentes de ,


se obtiene la ecuación de la traza.

Los conceptos de senda y traza pueden ilustrarse mediante el


siguiente ejemplo. Considérese la siguiente
distribución de
velocidad bidimensional:

La posición en cada instante de la partícula


fluida que en el instante ocupaba la posición se
obtiene
integrando

con la condición , en . El resultado es

que son las ecuaciones correspondientes a la ecuación


(2.13) (para un valor fijo de , esta ecuación

expresa la trayectoria de la partícula ). Eliminando entre


las dos ecuaciones anteriores se

obtiene la senda de la partícula


fluida que en el instante estaba situada en , y
eliminando , la traza

correspondiente al punto en
el instante .

Mientras que la trayectoria es un concepto que aparece en la


descripción lagrangiana del flujo, la línea de
corriente es
un concepto euleriano. Las líneas de corriente en un flujo se
definen en cada instante , y son
líneas tangentes en cada uno
de sus puntos al vector velocidad local. Pueden determinarse, por
tanto, en
coordenadas cartesianas, a partir de las ecuaciones siguientes:

(2.14)
(en las que debe tomarse constante), que proporcionan una
doble infinidad de líneas de corriente. Con la

condición de
contorno se determina la línea de corriente
que pasa por .

En flujos estacionarios, las sendas, trazas y líneas de corriente


coinciden.

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Algunos tipos particulares de flujos


En flujos estacionarios, la distribución de velocidad es
independiente del tiempo: .

En flujos uniformes, la velocidad del fluido no depende de


la posición: .

En flujos planos, una de las componentes del vector


velocidad en un sistema de referencia cartesiano es nula.
Por
ejemplo:

Si, además, no depende de la coordenada perpendicular al


plano en el que está contenido, se tiene un flujo

bidimensional:2.6

En flujos axilsimétricos,2.7 el flujo es simétrico con respecto a un eje. No existe


componente acimutal de la
velocidad, y las componentes radial y
axial no dependen de la coordenada acimutal :

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particulares de
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Análisis del movimiento relativo en el entorno de


un
punto
En la Sección 1.1.1 se dijo que las tensiones cortantes en
el seno de un fluido dan lugar a deformaciones
continuas, y que
las leyes constitutivas de los fluidos permiten precisamente
definir, análogamente a como se
define en sólidos la relación
entre tensiones y deformaciones, la relación entre tensiones
cortantes y
velocidades de deformación. Por otra parte, en la
Sección 1.5.4 se indicó que, debido al carácter vectorial
de
la cantidad de movimiento, la relación entre el tensor de
tensiones y las derivadas
de las componentes del
vector velocidad requería la discusión
previa de algunas propiedades cinemáticas del campo fluido, que
no
fueron necesarias para introducir las leyes de Fourier y de
Fick, ni la ley de Newton de la viscosidad en un
flujo con
cortadura simple como el esquematizado en la Figura
1.1. Se trata de analizar en esta sección cómo
es el
movimiento de un fluido en el entorno de un punto, con objeto de
describir la deformación que
experimenta un elemento de fluido en
el tiempo.

Consideremos, en un mismo instante , dos puntos en el campo


fluido separados una distancia d : el punto

de
referencia y    d . La
diferencia de velocidad entre ellos vendrá dada por

d d (2.15)

o, en notación de subíndices,

d    d (2.16)

donde es el tensor gradiente de velocidad,


para el que trataremos en lo que sigue de encontrar un

sentido
físico. Para ello se va a considerar la siguiente descomposición
del tensor en suma de otros dos:

(2.17)

Obsérvese que es la componente de un tensor


simétrico, denominado tensor de velocidades de

deformación,
y la de un tensor antisimétrico, denominado tensor de
rotación.

Es fácil demostrar2.8que el tensor antisimétrico da lugar a una velocidad relativa


d d d (2.18)

siendo un
vector asociado al tensor , tal que

(2.19)

Por tanto, la contribución expresada por la ecuación (2.18)


a la velocidad relativa entre los dos puntos
considerados es
debida a una rotación como sólido rígido, con velocidad angular
, del elemento fluido. A

se le
denomina vorticidad.

Puede también demostrarse2.9 que cada una de las componentes de la diagonal


principal del tensor de
velocidades de deformación ( )
representa el ritmo de deformación longitudinal de un elemento de
línea

fluida paralelo a la dirección del eje de coordenadas


correspondiente a , relativo a la longitud del elemento

(o
velocidad de dilatación lineal unitaria); por ejemplo,

(2.20)

Los elementos que están fuera de la diagonal principal


( , ) pueden interpretarse2.10 como la mitad

del ritmo de reducción del ángulo que


forman dos líneas fluidas inicialmente paralelas a los ejes
correspondientes a y (o velocidad de dilatación angular).

Es también muy interesante comprobar que

(2.21)

es decir, que la divergencia del vector velocidad representa el


ritmo de dilatación volumétrica de una
partícula fluida relativo
al volumen de ésta (o velocidad de dilatación cúbica unitaria).

A las contribuciones al movimiento en el entorno de un punto que


se acaban de describir, asociadas a la
rotación del elemento
fluido como un sólido rígido y a su deformación, debe añadirse la
debida a la
traslación uniforme del elemento con la velocidad
local del fluido .
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Circulación. Movimientos irrotacionales


La circulación del vector velocidad a lo largo de una línea
definida en el seno de un fluido se define como

(2.22)

Cuando la línea es cerrada, aplicando el teorema de Stokes


resulta

(2.23)

siendo una superficie cualquiera que se apoya en y


el vector unitario normal a cada elemento de

superficie,
con sentido positivo hacia el lado de la superficie desde el que
se ve recorrer la línea en el
sentido opuesto al de las agujas
del reloj. Es importante destacar que debe estar
definida y ser continua en

un dominio que contenga .

Si la circulación a lo largo de cualquier línea cerrada es nula,


el vector vorticidad, , es nulo en todo
el campo fluido, como resulta obvio si se toma una línea cerrada
tan pequeña como se quiera alrededor de
cada punto y se aplica la
ecuación (2.23). El recíproco (
) es en general cierto sólo si
el dominio en
el que tiene lugar el flujo es simplemente conexo. Un dominio es
simplemente conexo si es
posible encontrar, para cualquier línea
cerrada , una superficie que se apoye en y esté
íntegramente
contenida en el campo fluido. No es simplemente
conexo, por ejemplo, el campo fluido alrededor de una
superficie
toroidal. En un movimiento plano, no es simplemente conexo un
campo fluido que contenga un
sólido inmerso.

Como se verá más adelante, a los flujos en los


se les denomina flujos
irrotacionales.

Es fácil demostrar que la derivada temporal de la circulación a lo


largo de una línea fluida cerrada2.11

es igual a la circulación de la
aceleración a lo largo de :

(2.24)
Si la aceleración deriva de un potencial, se deduce de esta
expresión que su circulación es nula, y, por tanto,
que la
derivada temporal de la circulación de la velocidad a lo largo de
cualquier línea fluida cerrada es nula.
Esto quiere decir que, si
el flujo es inicialmente irrotacional, seguirá siéndolo en todo
instante. Es
interesante, por tanto, conocer en qué condiciones la
aceleración deriva de un potencial,2.12 pero para ello
será necesario deducir antes la
ecuación de conservación de la cantidad de movimiento, lo que se
hará en la
Sección 3.3.

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Derivadas temporales de integrales extendidas a


volúmenes
fluidos
En este capítulo se utilizará frecuentemente el concepto
de volumen fluido (o sistema material). Un volumen
fluido
es cualquier porción de fluido separada del resto por una
superficie fluida3.1 cerrada, y por tanto está
constituido en todo momento por las mismas partículas
fluidas.3.2 Un volumen fluido es, por tanto, un
volumen
material, de forma análoga a como una superficie fluida es una
superficie material. Durante el
movimiento, el volumen fluido
cambia de forma y va ocupando diferentes regiones
del espacio. En sucesivos
instantes, el volumen de la región
ocupada por el volumen fluido se denotará con . La masa
del

volumen fluido, que obviamente permanecerá constante en el


tiempo, es

d (3.1)

Análogamente, si es una función continua


que define en cada punto e instante una magnitud

cualquiera por unidad


de volumen (p. ej., la energía interna por unidad de volumen,
, o la cantidad de

movimiento por unidad de volumen, ), la correspondiente magnitud3.3 asociada


al volumen fluido
es

d (3.2)

En las secciones siguientes, en las que se introducirán las


ecuaciones que expresan los principios de
conservación que
describen el movimiento de los fluidos, será necesario hacer uso
de la derivada material d
d . Dado que la
integral de la ecuación (3.2) está extendida a un volumen
variable en el tiempo,

, no es posible introducir el
operador derivada dentro de la integral y aplicarlo sólo al
integrando. Si

es el volumen geométrico fijo (volumen de


control) que ocupa el volumen fluido en el instante en el que

se
expresa la derivada, es fácil deducir,3.4mediante consideraciones puramente cinemáticas,

(3.3)

siendo la superficie cerrada que limita . La ecuación


(3.3) expresa el denominado teorema del
transporte de
Reynolds, y los dos términos del último miembro pueden
interpretarse fácilmente: el primero
representa la variación en el
tiempo que experimenta la magnitud en el volumen fijo , y
el segundo, el

flujo neto saliente de a través de la


superficie fija .

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Ecuación de conservación de la masa

Subsecciones

Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de las especies

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General

Forma integral
La ecuación de conservación de la masa expresa que la masa de un
volumen fluido no varía en el tiempo.
Haciendo
en la ecuación (3.3), resulta

(3.4)

Cuando el fluido se comporta como incompresible, la ecuación


(3.4) se reduce a

d (3.5)

que expresa que el flujo volumétrico neto a través de cualquier


superficie fija cerrada es nulo.

Cuando el flujo es estacionario,

d (3.6)

es decir, el flujo de masa neto a través de cualquier superficie


fija cerrada es nulo.

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General

Forma diferencial
Utilizando el teorema de Gauss,3.5 la ecuación (3.4) puede expresarse de la
forma siguiente:

d (3.7)

Dado que puede ser un volumen geométrico fijo cualquiera (en


cada instante, cualquier volumen fijo es

ocupado por un cierto


volumen fluido), y teniendo en cuenta la continuidad de las
magnitudes fluidas y de
sus derivadas, se deduce que el integrando
de la ecuación (3.7) deber ser nulo:

(3.8)

lo que puede expresarse, teniendo en cuenta la ecuación


(2.10), de la forma siguiente:

(3.9)

(3.10)

La ecuación (3.8) es la denominada forma conservativa de la


ecuación de conservación de la masa, obtenida
a partir de la
ecuación de conservación en forma integral. La ecuación (3.10) es
la denominada forma no
conservativa. Aunque en general
ambas ecuaciones (3.8) y (3.10) pueden utilizarse indistintamente,
en
dinámica de fluidos computacional puede no ser equivalente
emplear una u otra forma para discretizar las
ecuaciones.

Cuando cualquier partícula fluida en el flujo conserva su densidad


en todo instante (
D D ), se dice

que el
flujo es incompresible,3.6 y la ecuación de conservación de la
masa se reduce a

(3.11)

o, en notación tensorial,

(3.12)
El que un fluido sea incompresible no implica que la densidad de
todas las partículas fluidas en el flujo tenga
que ser la misma
(considérese el caso del movimiento de un fluido incompresible
estratificado, en el que D
D y
). Frecuentemente, sin embargo, la
distribución de densidad de un fluido antes de

iniciarse el
movimiento es uniforme, lo que hace que, si el flujo es
incompresible y, por tanto, D D
, la
distribución de densidad se mantenga uniforme en todo instante. En
estos casos, la condición de flujo
incompresible puede sustituirse
por la condición de densidad constante, y cada uno de los tres
términos del
primer miembro de la ecuación (3.9) es
nulo.

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General

Ecuación de conservación de las especies


Consideremos un fluido constituido por especies químicas. La
variación en el tiempo de la masa de

la especie en un
volumen fluido podrá deberse al transporte por difusión de
masa de dicha especie a
través de la superficie que limita el
volumen fluido, o a la existencia de reacciones químicas:

(3.13)

siendo el vector flujo de masa de la especie por


unidad de área que se introdujo en la ecuación (1.36)

y
definido, por ejemplo, en la ecuación (1.40), y
el ritmo de producción de masa de la especie
por
unidad de volumen debida a reacciones químicas.

Haciendo en la ecuación (3.3), siendo


la fracción másica de la especie , y
teniendo en cuenta la ecuación (3.13), se obtiene la
siguiente ecuación de conservación de la fracción másica
de la
especie :

d d d d (3.14)

Dado que , y , al sumar las expresiones correspondientes a


la

ecuación (3.14) para las especies, se obtiene la


ecuación (3.4). Sólo serán necesarias, por tanto,
ecuaciones de conservación de la masa de otras tantas especies,
además de la ecuación de conservación de la
masa
total,3.7 para obtener las distribuciones de las especies.

Análogamente a como se dedujo la ecuación (3.8) a partir


de la ecuación (3.4), de la ecuación (3.14) se
obtiene

(3.15)

(ecuación en forma conservativa). Teniendo en cuenta la ecuación


(3.8), y suponiendo que la difusión de
masa puede
describirse mediante la ley de Fick expresada en la ecuación
(1.40), resulta

(3.16)
(ecuación en forma no conservativa), siendo el coeficiente
de difusión de la especie .

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General

Ecuación de conservación de la cantidad de


movimiento

Subsecciones

Forma integral
Forma diferencial
Ley de Navier-Poisson
Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos
Ecuaciones de Navier-Stokes

Ecuación de la vorticidad
Ecuación de conservación de la energía mecánica

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General

Forma integral
De acuerdo con la segunda ley de Newton, la variación en el tiempo
de la cantidad de movimiento de un
volumen fluido , expresada
por la ecuación (3.3) haciendo ,
es igual en cada instante a la

resultante de las fuerzas


exteriores aplicadas sobre él:

(3.17)

siendo el volumen geométrico fijo que ocupa el volumen fluido


en el instante considerado, y la
superficie que limita
dicho volumen fijo. Los términos [1] y [2] de la ecuación
(3.17) representan,
respectivamente, la variación en el tiempo
de la cantidad de movimiento en el volumen geométrico fijo ,y

el flujo convectivo neto saliente de cantidad de movimiento a


través de la superficie que limita dicho
volumen. Los términos [3]
y [4] son las resultantes de las fuerzas de superficie y de
volumen,
respectivamente, que se ejercen sobre el volumen fluido.

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Forma diferencial
Utilizando el teorema de Gauss para transformar las integrales de
superficie en integrales de volumen, la
ecuación (3.17) puede
expresarse, en notación de subíndices, de la forma siguiente:

d (3.18)

Dado que cualquier volumen geométrico fijo es ocupado en cada


instante por un cierto volumen fluido, la
ecuación (3.18) es
aplicable a cualquier volumen fijo . Teniendo en cuenta esto y
la continuidad de las
magnitudes fluidas y sus derivadas, se
deduce que el integrando de la ecuación (3.18) debe ser nulo:

(3.19)

(ecuación en forma conservativa). Teniendo en cuenta la ecuación


(3.8), que en notación de subíndices se
expresa

(3.20)

la ecuación (3.19) puede escribirse de la siguiente forma


no conservativa:

(3.21)

o, en notación vectorial,

(3.22)

La ecuación (3.22) expresa que la fuerza de inercia por


unidad de volumen (producto de la densidad por la
aceleración) que
experimenta una partícula fluida es igual a la resultante de las
fuerzas de superficie y de
volumen que actúan por unidad de
volumen sobre la partícula fluida. Introduciendo la ecuación
(1.9) en la
ecuación (3.22), resulta

(3.23)
La ecuación (3.23) puede expresarse en la forma
conservativa de la ecuación (3.19):

(3.24)

donde es el tensor identidad y un


tensor de segundo orden.3.8

Subsecciones

Ley de Navier-Poisson
Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos
Ecuaciones de Navier-Stokes

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Ley de Navier-Poisson
En la Sección 1.5.4 se introdujo la ley de la ecuación
(1.44) para el flujo con cortadura simple de la Figura
1.1, y se comentó que la relación entre el tensor
y las derivadas del vector velocidad, análoga a las
establecidas por las leyes de Fourier y Fick (con la salvedad de
que en este caso la magnitud que se
transporta es vectorial), se
introduciría después de discutir algunos conceptos cinemáticos.
Esto es lo que se
va a hacer a continuación, una vez analizado el
movimiento relativo en el entorno de un punto en la Sección
2.4.

En la Sección 1.3.2 se introdujo la siguiente


descomposición del tensor de tensiones:

(3.25)

Si el fluido está en reposo, las componentes del tensor de


tensiones debidas a la viscosidad,
, son nulas,

y el estado tensional queda definido por


la presión. Las tensiones que aparecen en fluidos
en
movimiento están asociadas a la desviación respecto del estado
de equilibrio debida a dicho movimiento. La
ley experimental de
Navier-Poisson, aplicable a fluidos newtonianos, relaciona las
tensiones debidas a la
viscosidad con las
componentes del tensor de velocidades de deformación
definido en la ecuación

(2.17), estableciendo una


proporcionalidad entre ellas:

(3.26)

siendo un tensor de cuarto orden (81 términos).


Dado que los fluidos newtonianos son isótropos, la

ecuación
(3.26) en realidad se simplifica y queda de la forma

(3.27)

siendo el coeficiente de viscosidad (viscosidad dinámica) ya


introducido en la Sección 1.5.4, y un

segundo
coeficiente de viscosidad que sólo es relevante en problemas muy
particulares. Obsérvese que el
último término de esta ecuación se
anula cuando el fluido se comporta como incompresible (al ser en
este
caso ), y que la suma de los
elementos de la diagonal principal del tensor de
tensiones debidas a
la viscosidad es

(3.28)
Es posible definir la ``presión mecánica'' en un punto como la
media (con signo opuesto) de las tres tensiones
de la diagonal
principal del tensor de tensiones en
dicho punto:

(3.29)

Obsérvese que la ecuación anterior establece una relación entre la


presión mecánica y la presión
termodinámica, que coinciden si el
flujo es incompresible (
) o el fluido
es un gas monoatómico

( ).3.9 El efecto de puede ser


importante en el estudio de la estructura de ondas de choque, por

ejemplo, pero en general suele ser despreciable incluso para gases


poliatómicos, y puede suponerse también
para éstos .

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Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos


La ley constitutiva de la ecuación (3.27) es aplicable en la
mayoría de los flujos que aparecen en aplicaciones
prácticas. No
obstante, existen aplicaciones en campos tales como los de la
fabricación de plásticos, la
tecnología de la lubricación, la
producción de pinturas, el procesamiento de alimentos o la
biología, en las
que intervienen fluidos con efectos no
newtonianos importantes. Ejemplos de este tipo de fluidos son los
líquidos formados por macromoléculas (polímeros), o suspensiones
formadas por una gran concentración de
partículas sólidas en una
solución líquida.

En fluidos no newtonianos no es válida la relación constitutiva


lineal de la ecuación (3.27). La obtención de
sus leyes
constitutivas está basada en consideraciones semiempíricas y en el
empleo de los métodos de la
mecánica estadística. Existen
distintos tipos de fluidos no newtonianos. En un primer grupo se
incluyen
aquellos en los que el tensor de velocidades de
deformación es sólo función del tensor de tensiones (un caso
particular es el de los fluidos
newtonianos). Un segundo grupo lo forman los fluidos en los que
la relación
entre velocidades de deformación y tensiones depende
también del estado tensional previo del fluido. Por
último,
existen fluidos que presentan a la vez características de
líquidos viscosos y sólidos elásticos, y que
reciben el nombre de
fluidos viscoelásticos.

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Ecuaciones de Navier-Stokes
Introduciendo la ley de Navier-Poisson de la ecuación (3.27)
en la ecuación (3.21) de conservación de la
cantidad
de movimiento, sustituyendo previamente en ésta la descomposición
de la ecuación (3.25), se
obtienen las ecuaciones de
Navier-Stokes:

(3.30)

En notación vectorial,

(3.31)

siendo

def (3.32)

Suponiendo que los coeficientes de viscosidad son uniformes, la


ecuación (3.31) puede escribirse como
sigue:3.10

(3.33)

donde , y teniendo en cuenta la


identidad vectorial

(3.34)

y la definición del vector vorticidad de la Sección 2.4,

(3.35)
se obtiene

(3.36)

Cuando el fluido puede considerarse incompresible, la ecuación


(3.33), teniendo en cuenta la ecuación
(3.11),
se reduce a

(3.37)

o en notación tensorial,

(3.38)

Con la misma hipótesis de flujo incompresible, la ecuación


(3.36) queda como sigue:

(3.39)

Obsérvese que en la ecuación (3.39) desaparece el


término viscoso cuando el flujo es irrotacional, con lo que
la
ecuación se reduce a la correspondiente a un fluido ideal (sin
viscosidad).3.11 Es decir, un fluido
viscoso
incompresible se comporta como un fluido ideal en zonas
del campo fluido en las que .

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Stokes
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Ecuación de la vorticidad
La ecuación de conservación de la cantidad de movimiento puede
expresarse de otra forma alternativa más
introduciendo la
identidad3.12

(3.40)

y en el primer término de
la ecuación (3.23). Dividiendo por la expresión
resultante, se
obtiene

(3.41)

Tomando el rotacional de la ecuación anterior se obtiene la


ecuación de Helmholtz:

(3.42)

Si el flujo es incompresible
(
) y la viscosidad cinemática
uniforme, teniendo en cuenta la ley de
Navier-Poisson de la
ecuación (3.27), el penúltimo término de la ecuación
(3.42) queda de la forma
siguiente:

(3.43)

La condición también permite


simplificar la identidad vectorial de la ecuación
(3.34),

obteniéndose

(3.44)
Introduciendo este resultado en la ecuación (3.43), y ésta
a su vez en la ecuación (3.42), y utilizando las
condiciones de que el fluido sea de densidad uniforme y de que
derive de una función potencial, la

ecuación
(3.42) queda de la forma siguiente:

(3.45)

La ecuación (3.34) aplicada al vector ,

(3.46)

teniendo en cuenta que

(3.47)

al ser el operador vectorial ortogonal a


, se reduce a

(3.48)

Sustituyendo esta última ecuación en el último término de la


ecuación (3.45), ésta queda finalmente de la
forma
siguiente:3.13

(3.49)

o bien,

(3.50)

Obsérvese que, dado que ,


la única variable dependiente en la ecuación (3.49) es
, no

apareciendo en ella el término correspondiente al


término de presión que aparecía en la ecuación (3.42).

Es obvio que en un flujo bidimensional


, con lo que la
ecuación (3.50) se reduce a

(3.51)
En el flujo de un fluido sin viscosidad ( ),

(3.52)

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Stokes
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Ecuación de conservación de la energía mecánica


La ecuación de conservación de la energía mecánica puede obtenerse
multiplicando escalarmente por la
ecuación de
conservación de la cantidad de movimiento

(3.53)

Teniendo en cuenta la identidad vectorial de la ecuación (3.40),

(3.54)

se obtiene

(3.55)

que puede escribirse de la forma siguiente:

(3.56)

Debe observarse que la ecuación (3.56) no expresa un nuevo principio


de conservación, sino que se ha
deducido directamente de la
ecuación de conservación de la cantidad de movimiento.

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Ecuación de conservación de la energía

Subsecciones

Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de la energía interna
Ecuación de conservación de la entalpía
Ecuación de la entropía

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Forma integral
La primera ley de la termodinámica establece que la variación en
el tiempo de la energía total
(interna+cinética)3.14 de un volumen fluido es igual a la suma del
trabajo realizado por unidad de tiempo
sobre el volumen fluido por
las fuerzas de superficie y de volumen, y el calor comunicado al
volumen fluido
por unidad de tiempo:

    

En esta ecuación, el término [1] representa la variación en el


tiempo de la energía total en el volumen de
control fijo que en el
instante considerado ocupa el volumen fluido; [2] es el flujo
convectivo neto de energía
total que sale a través de la
superficie del volumen de control;
[3] es la potencia de las fuerzas másicas que
actúan sobre el
fluido contenido en el volumen de control; [4] es la potencia de las fuerzas de presión y las
debidas a la viscosidad que se
ejercen sobre el fluido a través de la superficie de
control; [5] es el flujo neto
de
calor por conducción que se comunica al fluido a través de la
superficie de control (
tiene sentido
saliente), y [6] el calor comunicado por unidad de
tiempo al fluido que ocupa el volumen de control por
radiación y
reacción química.

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Forma diferencial
Siguiendo un razonamiento análogo al utilizado para deducir las
ecuaciones de conservación de masa y de
cantidad de movimiento en
forma diferencial a partir de las correspondientes formas
integrales, de la
ecuación (3.57) se deduce la
ecuación de conservación de la energía en forma conservativa:

(3.58)

y teniendo en cuenta la ecuación (3.8), la forma no conservativa


siguiente:

(3.59)

Subsecciones

Ecuación de conservación de la energía interna


Ecuación de conservación de la entalpía
Ecuación de la entropía

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Ecuación de conservación de la energía interna


La ecuación de conservación de la energía interna se obtiene
restando la ecuación (3.56) de conservación de
la
energía mecánica, de la ecuación (3.59) de
conservación de la energía total:

(3.60)

El primer sumando del segundo miembro es el trabajo por unidad de


tiempo que desarrollan las fuerzas de
superficie al actuar sobre
la partícula fluida, y el segundo, el trabajo por unidad de tiempo
que ejercerían
dichas fuerzas sobre la partícula fluida si ésta se
moviese como un sólido rígido. La diferencia entre ambos
es, por
tanto, el trabajo por unidad de tiempo que desarrollan las fuerzas
de superficie al deformar la
partícula fluida. Es fácil demostrar
que dicha potencia de deformación puede expresarse de la forma
siguiente:

(3.61)

En esta expresión, es el trabajo por


unidad de tiempo que realizan las fuerzas de presión al
comprimir
la partícula fluida, y es obviamente nulo cuando el fluido se
comporta como incompresible. El
término (función de
disipación de Rayleigh) es la potencia que desarrollan las fuerzas
debidas a la

viscosidad al deformar la partícula fluida, y puede


demostrarse que es siempre positivo:

(3.62)

(el producto escalar del tensor de tensiones debidas a la viscosidad por el tensor gradiente del
vector
velocidad). Sustituyendo la ecuación (3.61) en
la ecuación (3.60), se obtiene la siguiente expresión
para la
ecuación de conservación de la energía interna:

(3.63)

La variación de energía interna de una partícula fluida se debe,


por tanto, al trabajo que realizan las fuerzas
de presión al
comprimirla, al trabajo de las fuerzas debidas a la viscosidad al
deformarla, y al calor que
recibe la partícula fluida por
conducción, radiación y reacción química. Introduciendo la ley de
Fourier para
describir la conducción de calor, la ecuación
(3.63) queda como sigue:

(3.64)
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Ecuación de conservación de la entalpía


Teniendo en cuenta que

   

puede escribirse

(3.65)

y sustituyendo

(3.66)

(ecuación (3.10) de conservación de la masa) en el


último término de la ecuación (3.66), lo que proporciona

(3.67)

a partir de la ecuación (3.63) es inmediato obtener la


siguiente ecuación de conservación de la entalpía:

(3.68)

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Ecuación de la entropía
A partir de la ecuación (3.63), haciendo uso de la
ecuación (3.67) y de la ecuación (1.18),

se obtiene la siguiente ecuación para la variación de la entropía


específica de una partícula fluida:

(3.69)

que indica que el aumento de entropía de la partícula fluida se


debe al trabajo de deformación que realizan
las fuerzas debidas a
la viscosidad y al calor que recibe por conducción, radiación y
reacción química.

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Resumen de las ecuaciones de la mecánica de


fluidos
Las ecuaciones (3.8), (3.31), (3.64)
y (3.16), junto con las ecuaciones de estado y
condiciones iniciales y de
contorno apropiadas, describen el
movimiento tridimensional y no estacionario de un fluido
newtoniano, no
homogéneo, compresible y viscoso:

(3.70)

(3.71)

(3.72)

(3.73)

Los términos y deben ser


modelados apropiadamente, lo que en general puede llegar a suponer
una gran dificultad. En lo que sigue se supondrá que el fluido
tiene un único componente, por lo que
prescindiremos de las
ecuaciones de conservación de las especies, y que el término
es conocido en

función de y , o, en
todo caso, que puede expresarse en función de las variables
dependientes. Si

tomamos , , , y como las


variables dependientes, son necesarias las siguientes ecuaciones

adicionales para cerrar el sistema:

(3.74)

(3.75)

(3.76)
(3.77)

Las ecuaciones (3.75) y (3.76) son las ecuaciones de


estado térmica y calórica, a las que ya se hizo referencia
(en
particular para los casos de líquidos y gases perfectos) en la
Sección 1.4.2. Las ecuaciones3.15 (3.77) y
(3.78) son
necesarias (generalmente, la dependencia suele ser sólo con
respecto a la temperatura, según se
indicó anteriormente) salvo
que pueda considerarse que y son constantes, lo
cual es aceptable en
numerosas ocasiones. La fuerzas másicas
suelen ser datos del problema, aunque en el caso de las fuerzas de
Coriolis, por ejemplo, dependen de la velocidad del fluido. La
función de disipación ,

y por tanto es también una función de las variables


dependientes.

A las ecuaciones que forman el sistema de ecuaciones (3.71) a


(3.73) se les suele denominar frecuentemente,
y por
extensión, ecuaciones de Navier-Stokes (aunque la denominación
original se refiere exclusivamente a
las tres ecuaciones escalares
expresadas en la ecuación (3.72)). Estas ecuaciones son de
carácter muy
general, aunque se han deducido adoptando algunas
hipótesis restrictivas (excluyen, por ejemplo, efectos no
newtonianos, de difusión de calor debidos a gradientes de
concentración de especies o de difusión de masa
debidos a
gradientes de temperatura3.16), y requerirían ecuaciones
adicionales para describir fenómenos tales
como los
electromagnéticos y de radiación térmica, o la generación de calor
y producción y destrucción de
especies debidas a reacciones
químicas, como se acaba de indicar. Desafortunadamente, la
resolución de
dicho sistema de ecuaciones, aun con dichas
hipótesis simplificadoras, puede ser en general
extraordinariamente complicada y requerir en algunos casos unos
medios informáticos de cálculo no
disponibles actualmente.

Subsecciones

Condiciones iniciales y de contorno

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ecuaciones
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Condiciones iniciales y de contorno


La descripción matemática de un flujo requiere obviamente no sólo
establecer las ecuaciones de
conservación adecuadas sino también
fijar unas condiciones iniciales (si el flujo es no estacionario)
y de
contorno que deben satisfacerse, respectivamente, en el
instante inicial del periodo de tiempo objeto de
estudio y en los
límites del dominio considerado. Al imponer estas condiciones se
consigue obtener
soluciones particulares de entre las múltiples
soluciones posibles de las ecuaciones de conservación. En
ocasiones puede existir alguna incertidumbre a la hora de fijar
los límites del dominio en los que deban
aplicarse las condiciones
de contorno, debido principalmente a que no se conocen con
exactitud las
condiciones del flujo en los posibles límites. En
estos casos deben imponerse condiciones de contorno de
forma que
la solución obtenida sea la misma que la que se obtendría alejando
el correspondiente contorno de
la zona de interés en el flujo. La
determinación de las condiciones de contorno adecuadas para cada
tipo de
flujo constituye un problema que puede llegar a ser
complejo en algunos casos. La especificación de
insuficientes
condiciones de contorno puede impedir obtener una solución única,
mientras que la
especificación de excesivas condiciones de
contorno puede dar lugar a soluciones con falta de sentido físico,
particularmente en las proximidades del contorno correspondiente.
En lo que sigue se comentan brevemente
las condiciones de contorno
más típicas en problemas fluidodinámicos.3.17

En problemas no estacionarios, deben imponerse como condiciones


iniciales las distribuciones del vector
velocidad y de las
variables termodinámicas. Cuando el fluido es un líquido, la
distribución de velocidad que
se imponga debe satisfacer la
ecuación . Cuando en el problema que
debe resolverse las
condiciones de contorno son estacionarias o
periódicas, y es posible obtener una solución estacionaria o
periódica,3.18 no se necesita imponer
condiciones iniciales.3.19

Una de las condiciones de contorno más típicas es la


correspondiente a un contorno en el que existe una
pared
impermeable. La experiencia demuestra que los fluidos no deslizan
sobre una pared,3.20 sino que
satisfacen la condición de adherencia:

(3.78)

es decir, la velocidad del fluido en contacto con la pared


coincide con la de ésta. En particular, si la pared
permanece
inmóvil, el fluido en contacto con ella debe tener velocidad nula.
Análogamente, la temperatura
del fluido en contacto con la pared
debe coincidir con la temperatura de ésta:

(3.79)

Otro tipo de condición que es posible imponer en la superficie de


una pared es la de continuidad en el flujo
de calor en el sólido y
en el fluido a través de la superficie, lo cual es correcto si el
sólido no emite ni absorbe
calor por radiación ni reacción
química:

(3.80)
siendo el vector unitario normal a la pared, y
y las conductividades térmicas del fluido y del
sólido,
respectivamente. Esta condición debe imponerse cuando se conoce el
flujo de calor a través de la
pared. Un ejemplo de esta situación
podría darse en la refrigeración de un componente electrónico que
emite
un flujo de calor conocido.

Si la conductividad del sólido es muy pequeña (material muy


aislante térmicamente), la pared puede
considerarse adiabática e
imponerse como condición de contorno en ésta

(3.81)

En la superficie de separación de dos fluidos inmiscibles pueden


imponerse condiciones de contorno
análogas a las de las ecuaciones
(3.79), (3.80) y (3.81). La velocidad de
los dos fluidos y la temperatura debe
ser la misma en la
superficie de separación, y si en ésta no existen fenómenos de
radiación, reacciones
químicas o cambio de fase, el flujo de calor
a través de la superficie debe ser el mismo en ambos fluidos. A
través de la superficie de separación debe existir asimismo
continuidad de la tensión (flujo de cantidad de
movimiento)
existente sobre dos elementos de superficie contiguos, paralelos a
la superficie de separación y
a ambos lados de ésta, siempre que
no existan fenómenos de tensión superficial. Cuando la tensión
superficial es relevante,3.21 la diferencia entre las tensiones sobre los
mencionados elementos de superficie
debe ser igual a una fuerza
por unidad de superficie, normal a la superficie de separación,
que depende de la
curvatura de ésta y de la tensión superficial
correspondiente a los fluidos de que se trate.

Cuando el flujo se considera ideal, algunas de las condiciones de


contorno que se acaba de describir deben
ser modificadas tal y
como se indica en la Sección 5.3.4.

En flujos incompresibles, en zonas de flujo entrante cabe la


posibilidad de fijar un flujo de masa entrante y
flujos
convectivos entrantes de velocidad y temperatura, o bien fijar
valores de la velocidad y la temperatura.
En zonas de flujo
saliente, frecuentemente se desprecian los gradientes de las
distintas magnitudes en
dirección perpendicular al contorno y se
fija un valor de la presión igual al de la presión en el exterior
del
dominio.

En flujos compresibles subsónicos de fluidos ideales en los que se


resuelvan ecuaciones para cinco variables
dependientes, deben
imponerse cuatro condiciones en contornos de flujo entrante y una
en contornos de flujo
saliente. Cuando el flujo es supersónico,
deben imponerse cinco condiciones en contornos de flujo entrante y
ninguna en contornos de flujo saliente. Si existen efectos
viscosos, en principio deben imponerse cinco y
cuatro condiciones,
respectivamente, en contornos de flujo entrante y saliente, tanto
si el flujo es subsónico
como supersónico.

Para flujos con elevados números de Reynolds en cuyo análisis sea


necesario retener los efectos de la
viscosidad, es muy frecuente
que, lejos de la zona de interés (por ejemplo, en zonas
suficientemente alejadas
de un cuerpo inmerso en un flujo), la
solución se comporte como si el flujo estuviese descrito por las
ecuaciones de Euler en lugar de por las ecuaciones de
Navier-Stokes. En estos casos, en contornos situados
en dichas
zonas, suele dar buen resultado imponer las condiciones de
contorno que corresponderían a un
problema descrito por las
ecuaciones de Euler.

En la Sección 6.2, después de haberse discutido sobre


algunas propiedades matemáticas de las ecuaciones de
conservación,
se hacen comentarios adicionales sobre condiciones iniciales y de
contorno.

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Análisis dimensional y semejanza física


Considérese un flujo de un gas perfecto4.1 descrito por las ecuaciones (3.8),
(3.30) y (3.69) (introduciendo en
esta última la
ley de Fourier), con unas condiciones iniciales y de contorno
determinadas:

(4.1)

(4.2)

(4.3)

El sistema de ecuaciones se completaría con la ecuación de estado de los


gases perfectos:

(4.4)

Se ha supuesto que la única fuerza másica existente es la de


gravedad (dirección vertical para ) y que
el calor específico
es constante, aunque el análisis podría generalizarse fácilmente.
La solución de estas
ecuaciones, que consistirá en las
distribuciones de las variables dependientes (se tomará como tales
, ,

, y ) en función de , , y ,
dependerá obviamente de los parámetros que aparecen en las

ecuaciones y en las condiciones iniciales y de contorno. Se


supondrá que en el problema intervienen, entre
otros, los siguientes parámetros
conocidos4.2: , , , , , ,
. Se trata de utilizar estos
parámetros para
adimensionalizar las ecuaciones y las condiciones de contorno, y
para ello se va a hacer un
cambio de variables de forma que las
nuevas variables dependientes e independientes no tengan
dimensiones. Veremos que en las ecuaciones adimensionalizadas los
parámetros conocidos aparecerán
agrupados en números o parámetros
adimensionales. Más adelante se discutirá lo que esto implica.

Se van a definir las siguientes magnitudes adimensionales:


(4.5)

(4.6)

(4.7)

Se tomará y . Introduciendo las ecuaciones


(4.5) a (4.7) en las ecuaciones

(4.1) a (4.3), se obtiene

(4.8)

(4.9)

(4.10)

En estas ecuaciones, los factores entre llaves son magnitudes con


dimensiones que multiplican a términos de
orden unidad en los que
aparecen exclusivamente magnitudes adimensionales. En cada
ecuación, las
dimensiones de dichos factores son las mismas en
todos los términos. Dividiendo los factores
correspondientes a dos
términos cualesquiera de una determinada ecuación, se obtiene un
número
adimensional cuyo valor, para cada combinación dada de
valores de los parámetros que en él intervienen,
proporcionará una
estimación del orden de magnitud relativo de dichos términos.

Si se divide cada una de las ecuaciones (4.8) a


(4.10) por el factor que aparece en cada una de ellas en
el
término convectivo (segundo término), se obtiene

(4.11)
(4.12)

(4.13)

La ecuación de estado (4.4) adimensionalizada queda de


la forma siguiente

(4.14)

Las magnitudes entre llaves en las ecuaciones (4.11) a


(4.14) son ahora adimensionales. Teniendo en cuenta
las
siguientes definiciones de números adimensionales:

St (4.15)

Re (4.16)

Fr (4.17)

Pr (4.18)

M (4.19)
(4.20)

las ecuaciones (4.11) a (4.14) pueden escribirse


de la forma siguiente:

St (4.21)

(4.22)

(4.23)

La ecuación de estado (4.4) adimensionalizada queda de


la forma siguiente

(4.24)

Es importante entender las conclusiones e implicaciones del


análisis que se acaba de realizar. Ya se indicó
que la solución de
la ecuaciones (4.1) a (4.4), determinada por las
distribuciones de , , , y en

función de , ,
y , dependerá de los parámetros que aparecen en dichas
ecuaciones y en las
condiciones iniciales y de contorno. Los
parámetros que se han utilizado para adimensionalizar las
ecuaciones, junto con los restantes que aparecen en ellas, son los
siguientes: , , , , , ,

, , y . Es inmediato observar tras una


simple inspección de las ecuaciones (4.21) a
(4.24) que la

solución dada por las variables


adimensionales , , , y en función de
, , y

sólo dependerá de los seis números


adimensionales siguientes: St, Re, Pr, Fr, M y , y de
aquellos que
pudiesen aparecer en las condiciones iniciales y de
contorno adimensionalizadas. Esto significa que la
dependencia de
la solución con respecto a los parámetros que intervienen en el
problema ha podido ser
simplificada de forma notable, y que, una
vez obtenida la solución en forma adimensional para un conjunto
determinado de valores de los parámetros que intervienen, dicha
solución permitirá determinar la solución
correspondiente a
cualquier otro conjunto de valores de parámetros siempre que éstos
proporcionen los
mismos valores de los números adimensionales que
aquellos para los que fue obtenida la solución
adimensional. Éste
es un resultado extraordinariamente útil también en mecánica de
fluidos experimental: la
descripción de un flujo puede hacerse a
partir de los resultados de un experimento en el que las
condiciones
sean semejantes a las que existen en dicho flujo. La
semejanza entre dos flujos queda precisamente
garantizada por la
igualdad de los números adimensionales relevantes en el problema,
determinados a partir
de los parámetros que definen las
condiciones que describen cada uno de los flujos.

De las ecuaciones (4.21) a (4.23), teniendo


en cuenta que han sido obtenidas dividiendo los factores entre
llaves de las ecuaciones (4.11) a (4.13) por el
que aparece en el término convectivo de cada una de ellas,
puede
deducirse fácilmente el significado físico de cada una de los
números adimensionales definidos en las
ecuaciones (4.15) a
(4.20).

El denominado número de Strouhal, St, expresa la


importancia relativa del término de variación local de cada
una de
las ecuaciones (primer término) frente al correspondiente término
convectivo (segundo término).
Obsérvese que si St ,
el primer término de cada ecuación puede despreciarse frente al
segundo, y el
flujo puede generalmente considerarse
quasi-estacionario.4.3 Esto último significa que el tiempo
característico asociado a la no estacionareidad del movimiento,
, es mucho mayor que el tiempo que

emplea una partícula


fluida en recorrer la longitud característica del problema,
.4.4

El número de Reynolds, Re, expresa la relación entre los


órdenes de magnitud de los términos convectivo y
viscoso en la
ecuación de conservación de la cantidad de movimiento. Establece,
por tanto, el orden de
magnitud relativo de las fuerzas de inercia
debidas a la aceleración convectiva frente a las fuerzas debidas a
la viscosidad que actúan sobre el fluido. Cuando el número de
Reynolds es suficientemente grande (según el
tipo de flujo, Re
puede tomar desde valores próximos a cero hasta valores del orden
de o incluso

superiores,4.5 el término viscoso de la ecuación de conservación de la


cantidad de movimiento tiende a
anularse (excepto en determinadas
zonas del campo fluido, según se discutirá más adelante).***

El cuadrado del número de Froude, (Fr) , expresa la


relación entre los términos que representan las fuerzas
de inercia
debidas a la aceleración convectiva y las fuerzas gravitatorias en
la ecuación de conservación de la
cantidad de movimiento.
Obsérvese que el último término de la ecuación (4.22),
que representa la
contribución de las fuerzas gravitatorias en el
balance de cantidad de movimiento de la partícula fluida,
puede
despreciarse cuando el número de Froude es suficientemente grande.
En el estudio de flujos con
superficie libre4.6 el número de Froude es
importante. En este tipo de flujos, la acción de la gravedad
consigue mantener la superficie libre horizontal sólo cuando el
número de Froude es suficientemente bajo, en
cuyo caso puede
despreciarse la resistencia al movimiento de un cuerpo que flote
sobre la superficie libre,
asociada a la generación de olas.

El número de Mach, M, expresa la relación entre la


velocidad del fluido y la velocidad de propagación

del
sonido en el fluido , y proporciona una
medida de la importancia de los efectos de

compresibilidad en el
flujo.4.7Si la velocidad típica del fluido es suficientemente pequeña
frente a la
velocidad del sonido, las variaciones relativas de
densidad debidas a variaciones de presión en el flujo serán
muy
pequeñas.

El número de Prandtl, Pr, expresa la relación entre la


difusividad de cantidad de movimiento (o viscosidad
cinemática),
, y la difusividad térmica,
. Obsérvese que esta relación

viene dada por el cociente de los factores entre llaves que


afectan a los términos de difusión de cantidad de
movimiento y de
conducción de calor de las ecuaciones (4.12) y
(4.13). Pr es de orden unidad en gases. En
agua,
Pr a 15 C, y disminuye rápidamente al aumentar
la temperatura. En metales líquidos como el
mercurio y el sodio,
Pr es mucho menor que la unidad.

Si se adimensionaliza también la ecuación (3.16),


pueden introducirse otros dos números adimensionales
análogos al
número de Prandtl: el número de Schmidt,

Sc (4.25)

que expresa la relación entre las difusividades de cantidad de


movimiento y de masa4.8, y el número de
Lewis,

Le (4.26)

que relaciona las difusividades térmica y de masa de la especie


.

Debe observarse que, a diferencia de lo que ocurre con los números


de Reynolds, Strouhal, Froude y Mach
(entre otros), que dependen
de las condiciones del flujo, los números de Prandtl, Schmidt y
Lewis se
determinan exclusivamente a partir de propiedades del
fluido que dependen del estado termodinámico para el
que se
evalúen.

Existen bastantes más números adimensionales que los que se acaba


de comentar, que aparecen en problemas
en los que intervienen, por
ejemplo, fenómenos de tensión superficial (número de Weber, We),
procesos de
transmisión de calor por convección natural (número de
Grashof, Gr, o de Rayleigh, Ra Gr Pr ),

transmisión de calor entre fluidos en movimiento y sólidos (número


de Nusselt, Nu), etc. También suelen
utilizarse números
adimensionales que son combinaciones de otros ya mencionados aquí,
tales como el
número de Peclet
(
Pe Re Pr ). Una descripción más
detallada de los números adimensionales más

importantes y de
problemas en los que intervienen puede encontrarse en algunas de
las referencias indicadas
al final del texto. También pueden consultarse
estas referencias para estudiar conceptos y métodos que
facilitan
el análisis dimensional, en particular el teorema de
Buckingham, que permite simplificar de
forma sistemática la
relación funcional entre los diversos parámetros que intervienen
en un problema dado.
En cualquier caso, la mejor forma de aplicar
el análisis dimensional a un problema, y particularmente si lo
que
se pretende es llevar a cabo posteriormente un estudio numérico,
es el basado en la adimensionalización
de las ecuaciones de
conservación y condiciones de contorno, que deben incluir todos
los términos
necesarios para la descripción apropiada del flujo.
Aunque la discusión que se ha presentado en este capítulo
ha sido
necesariamente muy breve, es importante comprender los conceptos
básicos y la utilidad del análisis
dimensional en mecánica de
fluidos.

Ejemplo 1: Un depósito de grandes dimensiones


contiene un líquido de densidad y viscosidad sobre

cuya superficie libre, situada a una altura sobre el fondo,


existe una presión manométrica . El líquido

se descarga
a la atmósfera a través de una tubería lisa horizontal, de
longitud y sección circular de
diámetro , conectada al
fondo del depósito. Mediante análisis dimensional, se trata de
simplificar la

dependencia funcional del caudal de descarga, ,


con los parámetros que intervienen en el problema.

Si suponemos que el flujo es quasi-estacionario al ser el depósito


muy grande, las ecuaciones que describen
el flujo son las
siguientes:

(4.27)

(4.28)

que deberían ser resueltas con las condiciones de contorno


apropiadas:

En la superficie libre del líquido,


situada a
una altura , la presión manométrica es .

En las paredes de la tubería (definidas geométricamente por


el
diámetro de la tubería, , y su

longitud, , se impone la
condición de no deslizamiento y de velocidad normal a la pared nula. (En
el
depósito, al ser de grandes dimensiones, puede suponerse que el fluido
está en reposo, y la condición
de contorno en la pared no tiene apenas influencia en la solución.)
En la sección de salida de la tubería (definida
geométricamente por
y por la distancia, , a la que

se encuentra del depósito), la


presión manométrica es nula.

Como puede observarse, en el conjunto de ecuaciones y condiciones


de contorno aparecen los siguientes
parámetros: , ,
, , , y . La solución (distribuciones de
velocidad y presión en todo el

campo fluido) va a depender, por


tanto, de ellos. Una magnitud como el caudal, , que se obtiene

integrando la distribución de velocidad en una sección de la


tubería, por ejemplo, dependerá también, por
tanto, de dichos
parámetros. Las ecuaciones adimensionalizadas toman la forma
siguiente:

(4.29)

(4.30)

siendo , ,
, ,
Re y Fr

, y las condiciones de contorno (tomando el


origen de coordenadas en el centro del

orificio de salida, el eje


vertical y el eje a lo largo de la tubería):

En la superficie libre del líquido, situada a


una altura , la presión manométrica es

.
En las paredes de la tubería [
],
.

En la sección de salida de la tubería


( ), .

De las ecuaciones (4.29) y (4.30) y de las condiciones


de contorno se deduce que la solución, definida por las
distribuciones de y en función de ,
y, por tanto, el caudal adimensional

, dependerán de los siguientes parámetros: Re, Fr,


y .

Ejemplo 2: Supóngase un canal


vertical formado por dos placas planas y paralelas, una de las
cuales se
mantiene a una temperatura uniforme, , siendo la
otra adiabática. La altura del canal es y la

separación
entre placas, . El problema se considerará bidimensional y
estacionario. Se trata de estudiar el

flujo de un gas perfecto


inducido por flotación en el canal, que se supondrá que puede
describirse mediante
las correspondientes ecuaciones de
conservación de la masa, cantidad de movimiento y energía interna,
en
las que la densidad, la viscosidad y la conductividad térmica
se considerarán variables. Demuéstrese que a
partir de dichas
ecuaciones es posible deducir las siguientes ecuaciones en forma
adimensional ( e son

las coordenadas en dirección vertical


y transversal al canal, respectivamente; se tomará el origen de
en el

extremo inferior del canal, y el de en la placa


caliente):

(4.31)

(4.32)

Gr (4.33)

(4.34)

en las que aparecen las siguientes magnitudes adimensionales:

(4.35)
Gr    Pr (4.36)

es la diferencia entre la presión dentro del canal y la


presión ambiente en el exterior, , que se

supondrá que
satisface d d , y
. Si se desprecian las

variaciones de presión en la ecuación de estado, puede tomarse

(4.37)

Se supondrá que es posible utilizar las siguientes expresiones


para y :

(4.38)

donde y son constantes.

Como condiciones de contorno se supondrá que pueden imponerse las


siguientes: En las paredes, la
condición de no deslizamiento; una
temperatura fija en la pared caliente, igual a ( ),
y un flujo de

calor nulo en la pared adiabática


(
). En la sección de salida
(
Gr ), se fijará

y se supondrán
despreciables las variaciones de las magnitudes fluidas en la
dirección del eje . En

la sección de entrada al canal ( ),


se supondrá que el flujo másico depende de la raíz cuadrada de la

diferencia entre la presión ambiente (en el exterior del canal) y


la presión en la sección de entrada
(equivalente a aplicar la
ecuación de Bernoulli entre un punto en el exterior del canal,
alejado de la sección
de entrada, y cualquier punto de ésta); en
la ecuación de la energía, puede suponerse que no hay flujo de
calor por conducción a través de la sección de entrada, y que el
fluido entrante tiene la temperatura ambiente
.

De las ecuaciones (4.31) a (4.34), (4.37) y


(4.38) y las condiciones de contorno, se deduce que la
solución, y
en particular el número de Nusselt

   Nu

siendo Nu el número de Nusselt local, dependerá en general


de seis parámetros

adimensionales; por ejemplo, Ra, Pr, ,


, y
,4.9 siendo
Ra Gr Pr . Ra

es el número de
Rayleigh, y Gr el número de Grashof, definido en la
ecuación (4.36).
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Índice General

Formas aproximadas de las ecuaciones de


conservación

Subsecciones

Introducción
Aproximaciones de tipo cinemático
Flujos con distribución de velocidad solenoidal
Flujos irrotacionales. Concepto de potencial de
velocidad
Flujos bidimensionales. Concepto de función de
corriente
Otros tipos de flujos

Simplificaciones de las leyes constitutivas o


de las ecuaciones de estado
Flujos barotrópicos
Gases perfectos
Fluidos incompresibles
Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente
Fluidos ideales
Ecuación de Euler-Bernoulli
Flujos de fluidos de densidad constante
Flujos de gases ideales
Condiciones suficientes de irrotacionalidad

Aproximaciones basadas en consideraciones sobre la dinámica del


problema
Fluidos en reposo
Flujos estacionarios
Flujos con efectos de viscosidad dominantes
Flujo de Couette
Flujo de Hagen-Poiseuille
Flujo alrededor de cuerpos con Re
Flujos a altos números de Reynolds
Tratamiento estadístico de las ecuaciones en flujos
turbulentos
Modelos de turbulencia
Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl
Modelo
Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared
Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos
Aproximación de capa límite
Aproximaciones en flujos compresibles
Flujo ideal
Flujo viscoso
Aproximación de Boussinesq
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de las
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Introducción
Como se puede observar, las ecuaciones de Navier-Stokes son
ecuaciones en derivadas parciales no lineales,
de primer orden en
el tiempo y de segundo orden en las tres coordenadas espaciales.
Debido a su gran
complejidad matemática, se conocen escasas
soluciones analíticas exactas, de las cuales la mayoría
corresponden a problemas lineales con fluidos incompresibles y a
unos pocos problemas no lineales. Ante
esta dificultad de
encontrar soluciones analíticas a las ecuaciones en la mayoría de
los problemas de interés,
son posibles varias alternativas (que
evidentemente pueden ser complementarias): 1) Utilizar modelos
basados en simplificaciones de las propiedades del fluido o de las
condiciones del movimiento, que permitan
obtener soluciones
analíticas exactas o que puedan ser abordados mediante técnicas
numéricas elementales.
2) Recurrir a métodos experimentales y
técnicas de análisis dimensional y semejanza física. 3) Resolver
numéricamente las ecuaciones, lo cual puede hacerse directamente
sólo en algunos problemas, siendo
necesario en otros establecer
previamente un modelo simplificado.

El empleo de modelos simplificados5.1 representó en su momento el único recurso teórico


disponible para
afrontar la dificultad que en muchos casos supone
la resolución matemática de las ecuaciones del
movimiento. En
ocasiones, las simplificaciones que pueden introducirse son
obvias, como en el caso de
considerar que la densidad del fluido
es constante en casi todos los movimientos de líquidos y en
determinados movimientos de gases a baja velocidad, como ya se ha
indicado anteriormente; con ello,
además de reducirse el número de
incógnitas, si se supone que la viscosidad no depende de la
temperatura
los problemas mecánico y térmico quedan desacoplados.
En definitiva, lo que se pretende con la
introducción de modelos
simplificados es obtener ecuaciones y condiciones de contorno más
simples. Sin
embargo, como se indica más adelante, muchas de las
soluciones aproximadas de estas ecuaciones más
sencillas dejan de
ser válidas en ciertas regiones del campo fluido (o a partir de un
cierto tiempo en
problemas no estacionarios), siendo precisamente
dichas regiones las de mayor interés en el problema.

En este capítulo lo que interesa destacar es que la introducción


de aproximaciones en las ecuaciones puede
dar lugar a sistemas
mucho más simples, que permitan obtener soluciones numéricas
aproximadas con un
esfuerzo computacional razonable y un nivel de
precisión aceptable. Se trata de exponer algunos
conocimientos
necesarios que, a la hora de plantear la resolución numérica de
distintos problemas
fluidodinámicos, faciliten la selección de las
ecuaciones apropiadas que deben ser utilizadas en cada caso
(con
los términos relevantes que deben retenerse en ellas), y de las
condiciones de contorno que permitan
reproducir de forma realista
las condiciones del flujo. La utilización de programas ``CFD''
(dinámica de
fluidos computacional), en la actualidad muy
frecuente en empresas de ingeniería en los campos más
diversos
para resolver muy distintos tipos de flujos, requiere, de forma
absolutamente imprescindible, que el
usuario disponga de los
mencionados conocimientos sobre dinámica de fluidos,
independientemente de lo
``amigables'' que puedan ser las
interfaces de usuario y de la sencillez en la introducción de
datos para definir
las condiciones del flujo.

Los diversos tipos de aproximaciones dan lugar a distintas


categorías de flujos, que generalmente se
caracterizan porque de
las correspondientes ecuaciones de conservación aproximadas en
forma adimensional
se ha hecho desaparecer determinados números
adimensionales (lo que implica que ciertos términos han sido
despreciados), o bien porque dichas ecuaciones sólo son adecuadas
para determinados rangos de números
adimensionales que aparecen en
ellas.

Una ``clasificación'' sistemática de los diversos tipos de


aproximaciones de las ecuaciones de conservación, a
pesar de los
inconvenientes y limitaciones que conlleva, puede ayudar a fijar y
aclarar conceptos y facilitar el
estudio introductorio de la
mecánica de fluidos. Las posibles aproximaciones se ordenarán y
analizarán en
este capítulo considerando aspectos relacionados con

las características cinemáticas del flujo,


las ecuaciones constitutivas y ecuaciones de estado del
fluido de que se trate, y
la dinámica del flujo.

Debe tenerse en cuenta que la utilización de estos criterios de


clasificación no es obviamente la única opción
posible, y que los
tipos de flujos que pueden establecerse de acuerdo con ellos
pueden tener características
comunes entre sí y estar
estrechamente relacionados. La necesaria limitación de la
extensión del contenido
de este texto impide analizar con mayor
detalle cada uno de los distintos tipos de flujos. Por otra parte,
se
pretende a la vez dar una visión suficientemente amplia de
distintas áreas de la mecánica de fluidos. Todo
ello dificulta en
cierta medida una estructuración más sistemática y exhaustiva de este
capítulo.

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Aproximaciones de tipo cinemático


Introduciendo aproximaciones o restricciones basadas en
consideraciones de tipo cinemático, se pueden
considerar los
siguientes tipos de flujos:

Subsecciones

Flujos con distribución de velocidad solenoidal


Flujos irrotacionales. Concepto de potencial de
velocidad
Flujos bidimensionales. Concepto de función de
corriente
Otros tipos de flujos

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Flujos con distribución de velocidad solenoidal


La condición de que la distribución del vector velocidad sea
solenoidal, es decir,

(5.1)

permite simplificar la ecuación (3.10) de conservación


de la masa, que se reduce a

(5.2)

Obsérvese que ésta fue la condición de flujo incompresible


que se utilizó para obtener la ecuación (3.11).

La ecuación (3.31) también se simplifica, resultando

(5.3)

Si la viscosidad tiene una distribución espacial uniforme, la


ecuación (5.3) se reduce a la ecuación
(3.37),

(5.4)

Finalmente, la ecuación (3.64) de conservación de la


energía queda de la forma siguiente:

(5.5)

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distribución de
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Flujos irrotacionales. Concepto de potencial de


velocidad
Como se ha indicado anteriormente, en este tipo de flujos se
satisface la condición

(5.6)

de forma que la distribución de las tres componentes de la


velocidad queda determinada a partir de una única
función escalar
, denominada potencial de velocidad:

(5.7)

razón por la cual a los flujos irrotacionales se les denomina


también flujos potenciales.

La ecuación de conservación de la masa puede entonces expresarse


de la forma

(5.8)

Cuando (flujo
incompresible), es una función potencial que satisface

(5.9)

La ecuación (3.36) de conservación de la cantidad de


movimiento, teniendo en cuenta la ecuación (3.40), se
simplifica y
queda como sigue:5.2

(5.10)

Si las fuerzas másicas derivan de un potencial , y puede


suponerse que , es decir, que existe

una relación de
barotropía que permite expresar como
el gradiente de una función escalar (tal

como
se discutirá en la Sección 5.3.1), al integrar la ecuación anterior
se obtiene

(5.11)
siendo una función de y
. Si la densidad del fluido es constante
(con lo que

, de acuerdo con la ecuación


(5.9), y ), resulta

(5.12)

y si además el flujo es estacionario (el primer término de la


ecuación (5.11) es nulo y obviamente
no

depende de ), se obtiene finalmente la


denominada ecuación de Bernoulli para flujos
irrotacionales,

   constante (5.13)

o bien,

(5.14)

siendo (no debe confundirse con la componente


cartesiana del vector según el eje que

aparece en otros contextos).

Obsérvese que en la discusión anterior no hemos supuesto en ningún


momento que el fluido sea ideal (es
decir, con viscosidad nula),
lo que quizá esté en aparente contradicción con la noción previa
que el lector
pueda tener de que la ecuación de Bernoulli es
aplicable cuando los efectos de la viscosidad son
despreciables.
Esto se debe a que se ha supuesto que el flujo es incompresible,
en cuyo caso se satisface5.3
que , lo que determina que
cuando el flujo es irrotacional y, por tanto,
que

el término de difusión de cantidad de movimiento se anule, lo


cual obviamente ocurriría también cuando la
viscosidad del fluido
fuese nula.5.4

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distribución de
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Concepto de
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Flujos bidimensionales. Concepto de función de


corriente
Como ya se indicó en la Sección 2.3, un flujo
bidimensional es un flujo plano (una de las componentes del
vector
velocidad en un sistema de referencia cartesiano es nula) en el
que el vector velocidad no varía en
dirección perpendicular al
plano que lo contiene:

En estos flujos, cuando el fluido es incompresible, la ecuación


(3.11), que en este caso se reduce a

(5.15)

garantiza la existencia de una función ,


denominada función de corriente, definida
por5.5

(5.16)

(5.17)

de forma que

d d d (5.18)

Obsérvese que el campo de velocidades queda completamente definido


una vez conocida la función
. Ésta puede determinarse
en cualquier punto , salvo por una constante de
integración,
mediante

d d

donde la integral curvilínea puede hacerse a través de cualquier


línea de integración que una con el punto

,
en el que .
Asimismo obsérvese que las líneas de corriente definidas en la
ecuación (2.14) son líneas en las que

constante. Por tanto, las líneas de


constante son tangentes al vector velocidad en cada
punto, de lo que

se deduce que el flujo volumétrico a través de


ellas debe ser nulo. Teniendo esto último en cuenta, aplicando
la
ecuación (3.5) al volumen ``bidimensional'' sombreado de
la Figura 5.1,

Figura 5.1:

se deduce que el flujo volumétrico por unidad de


longitud5.6

es el mismo, e igual a , a través de cualquier


línea que una dos puntos cualesquiera y ,

situados en sendas líneas de corriente definidas por y


, respectivamente. Si en un flujo se

representan las
líneas de corriente correspondientes a valores equiespaciados de
, la distancia entre ellas
será inversamente proporcional a
la velocidad del fluido.

En un flujo plano, la vorticidad tiene una única componente en


dirección perpendicular al plano que contiene
a :

(5.19)

Si el flujo es, además de incompresible, irrotacional, se tiene,


en vista de la ecuación anterior,

(5.20)

y, teniendo en cuenta la ecuación (5.7),

(5.21)
(5.22)

Las segundas igualdades de las ecuaciones (5.21) y


(5.22) expresan las condiciones de Cauchy-Riemann que
aparecen en la teoría de funciones de variable compleja. Estas
condiciones son necesarias y suficientes (si las
derivadas en las
ecuaciones (5.21) y (5.22) son continuas) para que
sea una función

analítica de la variable
compleja . A la función se le denomina potencial complejo.5.7

En principio, por tanto,


cualquier función analítica de puede proporcionar un campo de
velocidades

irrotacional en un flujo incompresible.

Las componentes de están directamente relacionadas con


d d :

(5.23)

Obsérvese que, dado que las líneas de constante y


las líneas de corriente constante son

perpendiculares (
) y tangentes,
respectivamente, al vector velocidad, ambos tipos de líneas deben

ser perpendiculares entre sí.

Cuando el fluido es compresible pero el flujo es estacionario, de


forma que la ecuación de continuidad queda
de la forma

(5.24)

puede introducirse también una función de corriente, aunque su


utilización no resultan tan interesante como
en el caso de flujo
incompresible.

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Concepto de
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bidimensionales. Concepto de
  Índice General

Otros tipos de flujos


En la Sección 2.3 ya se describieron brevemente algunos
tipos de flujos relativamente simples desde el punto
de vista
cinemático. En flujos uniformes, la velocidad del fluido no
depende de la posición (
).

En flujos
axilsimétricos existe simetría con respecto a un eje (no existe
componente acimutal de la velocidad,
y las componentes radial y
axial no dependen de la coordenada acimutal :

), y
también es posible, como en el caso de flujos planos

bidimensionales, introducir una función de corriente.

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Simplificaciones de las leyes constitutivas o


de las
ecuaciones de estado

Subsecciones

Flujos barotrópicos
Gases perfectos
Fluidos incompresibles
Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente

Fluidos ideales
Ecuación de Euler-Bernoulli
Flujos de fluidos de densidad constante
Flujos de gases ideales
Condiciones suficientes de irrotacionalidad

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General

Flujos barotrópicos
En flujos barotrópicos la densidad es en cada instante
función de la presión exclusivamente: .
Como un caso
particular, los flujos de fluidos de densidad constante son
siempre barotrópicos, pero
obviamente los flujos de otros tipos de
fluidos pueden también serlo. Los flujos isotermos y los flujos
homentrópicos (que serán descritos a continuación) son casos
particulares de este tipo de flujos. La relación
de barotropía
permite expresar

(5.25)

siendo un punto de referencia arbitrario, habiéndose


introducido la función , definida
de la

forma siguiente:5.8

(5.26)

Aplicando el operador gradiente a la ecuación (5.25), y


teniendo en cuenta que, de acuerdo con la (5.26),

(5.27)

resulta, utilizando notación de subíndices,

(5.28)

Es decir, en flujos barotrópicos,

(5.29)

En flujos de fluidos de densidad constante,


(5.30)

En flujos homentrópicos la entropía es uniforme en cada


instante, de forma que y

(5.31)

y de acuerdo con la ecuación (1.19),

(5.32)

Obsérvese que la ecuación (5.32) coincide con la ecuación (5.29) con


.

En flujos isentrópicos, la entropía de una partícula fluida


permanece constante en su movimiento,5.9 es decir

(5.33)

por lo que, de acuerdo con la ecuación (1.19),

(5.34)

Si en un flujo isentrópico todas las partículas fluidas tienen


inicialmente la misma entropía (es decir, si el
flujo es inicialmente
homentrópico), la entropía será en todo instante la misma en todas
ellas, por lo que se
cumplirá la ecuación (5.31), además de la
ecuación (5.33), y el flujo será también homentrópico en todo
instante.

En flujos isentrópicos estacionarios, la ecuación (5.33) se reduce


a la condición de que la entropía sea
constante a lo largo de una
línea de corriente (
). Si todas las
líneas de corriente proceden de
una región donde la entropía es
constante, el flujo será también homentrópico.

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Gases perfectos
Según se indicó en la Sección 1.4.2, en un gas
caloríficamente perfecto se satisface la ecuación de estado
(1.20),

(5.35)

y además los calores específicos son constantes, de forma que


y . Es inmediato

deducir que, en un gas


caloríficamente perfecto, la condición de entropía constante, para
la que la ecuación
(1.19) se reduce a

d d (5.36)

proporciona la siguiente relación de barotropía:

(5.37)

siendo la relación de calores específicos.

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Fluidos incompresibles
En flujos de fluidos incompresibles la distribución de velocidad
es solenoidal (
), por lo que son
aplicables los comentarios realizados en la Sección 5.2.1.

En realidad, esta sección podría haberse incluido en la Sección


5.4, ya que la justificación5.10 de la
aproximación que supone despreciar los efectos de
compresibilidad no es trivial, y requiere analizar con
detalle las
ecuaciones del movimiento. En el texto de Batchelor (1967) (p. 167 y siguientes) se examinan las
condiciones bajo las cuales es
aceptable la simplificación que supone considerar el fluido como
incompresible. En esta sección nos limitaremos a aceptar que es
posible aplicar la condición de que D D

Es importante destacar que en flujos de fluidos incompresibles la


presión es una variable dependiente que no
puede expresarse, como
ocurre en el caso de flujos compresibles, en función de otras
variables de estado.
Como ya se indicó en la sección de
introducción de este capítulo y en el Capítulo 4, si la
viscosidad no
depende de la temperatura las ecuaciones de
conservación de la masa, que con la condición D    D
se reduce a

(5.38)

y de cantidad de movimiento,

(5.39)

quedan desacopladas de la ecuación de conservación de la energía,


y pueden ser resueltas
independientemente de ésta. Las variables
dependientes que intervienen en el problema mecánico son
exclusivamente las tres componentes de la velocidad y la presión.
Dado que la presión sólo interviene en la
ecuación
(5.39), obsérvese que es posible restar una constante a
la presión en dicha ecuación sin que ello
afecte a la solución:

(5.40)

Cuando es la presión atmosférica, a la variable se


la denomina presión manométrica. Es
frecuente en este tipo
de flujos resolver las ecuaciones utilizando la presión
manométrica como variable
dependiente.

Si el fluido, además de incompresible, es de densidad uniforme, la


ecuación (5.39) puede ponerse de la forma
siguiente:
(5.41)

y si las fuerzas másicas derivan de un potencial ,

(5.42)

Obsérvese que puede definirse una nueva variable, ,


denominada habitualmente presión reducida,

para la que se
obtendría una solución idéntica a la que se hallaría para en
ausencia de fuerzas másicas.

Una vez determinada la distribución


de presión reducida, y conocido el potencial de fuerzas másicas,
es
posible determinar la distribución de presión.

La ecuación (3.64) de conservación de la energía queda


de la forma

(5.43)

Esta ecuación, utilizando como dato para su resolución la


distribución de velocidad determinada a partir
exclusivamente de
las ecuaciones mecánicas, permite obtener la distribución de
temperatura en el fluido. Es
muy frecuente que el término
de disipación viscosa sea muy pequeño en flujos de fluidos que se

comportan como incompresibles, salvo en algunos casos de líquidos


muy viscosos que se muevan a alta
velocidad en conductos muy
pequeños, por lo que la ecuación (5.43) suele
simplificarse, quedando

(5.44)

Subsecciones

Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente

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Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente


En flujos bidimensionales y laminares de fluidos que se comportan
como incompresibles es posible
considerar una formulación
alternativa a la correspondiente a las ecuaciones (5.38) y
(5.39), que en este caso
toman la forma

(5.45)

(5.46)

(5.47)

(las ecuaciones se presentan en forma adimensional).5.11 Dicha formulación


alternativa se basa en la
utilización de la vorticidad
y la función de corriente como variables
dependientes.

Tomando la derivada parcial con respecto a en la ecuación


(5.46) y la derivada parcial con respecto a

en la
ecuación (5.47), y restando las igualdades resultantes, se
obtiene

(5.48)

siendo la única componente del vector vorticidad


(
),

(5.49)

Obsérvese que en la ecuación (5.48),5.12 que


coincide con la ecuación (3.51), no aparece la presión.

Por otra parte, introduciendo la función de corriente definida en


las ecuaciones (5.16) y (5.17),

(5.50)
en la ecuación (5.49), se obtiene la ecuación (5.19)

(5.51)

Tal como se indicó en la Sección 5.2.3, la función de


corriente satisface la ecuación (5.45) de
conservación de la masa.

Esta formulación vorticidad/función de corriente queda por tanto


definida mediante las ecuaciones (5.48),
(5.50) y
(5.51). La sustitución de las expresiones de la ecuación
(5.50) en la ecuación (5.48) eliminaría la
presencia explícita de las componentes de la velocidad, resultando
un sistema formado por las ecuaciones

(5.52)

(5.53)

en el que sólo intervendrían las dos variables dependientes


y , aunque ello podría dar lugar a la

obtención de
soluciones menos precisas al resolver numéricamente las ecuaciones
(Fletcher, 1991).

Una vez resueltas las ecuaciones (5.52) y (5.53), es


posible obtener la distribución de presión reducida
resolviendo la
siguiente ecuación

(5.54)

que se deduce tomando la divergencia en la ecuación de


conservación de la cantidad de movimiento.

En problemas tridimensionales es también posible, en principio,


utilizar una formulación de este tipo, aunque
en este caso la
vorticidad tiene tres componentes y la función de corriente debe
sustituirse por un potencial
vector.

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Fluidos ideales
Son fluidos ideales los fluidos sin viscosidad y sin conductividad
térmica.5.13 En la Sección 5.4.4 se discutirá
brevemente bajo qué condiciones puede ser aceptable la hipótesis
de fluido ideal. En esta sección nos
limitamos simplemente a
simplificar las ecuaciones (3.77) y (3.78), haciendo
y ,ya
introducir estos valores nulos de los
coeficientes de transporte en las ecuaciones (3.72) y
(3.73). Las
ecuaciones resultantes que describen el flujo de
este tipo de fluidos son las denominadas ecuaciones de
Euler:5.14

(5.55)

(5.56)

(5.57)

Estas ecuaciones, junto con las correspondientes ecuaciones estado,

(5.58)

(5.59)

constituyen un sistema que permite determinar


cinco variables dependientes: las componentes de la
velocidad y
dos variables de estado (por ejemplo, y ), en función de la
posición y del tiempo.

La aproximación de flujo ideal introduce un cambio muy importante


en la formulación matemática con
respecto a la correspondiente a
flujos de fluidos viscosos debido a la reducción a que da lugar en
el orden de
las ecuaciones. Obsérvese que en las ecuaciones de
Euler han desaparecido los términos de difusión de
cantidad de
movimiento y de conducción de calor de las ecuaciones de
Navier-Stokes, en los que intervienen
derivadas espaciales de
segundo orden. Al reducirse el orden de las ecuaciones, no resulta
posible imponer
algunas de las condiciones de contorno utilizadas
en las ecuaciones de Navier-Stokes. En particular no puede
imponerse la condición de no deslizamiento ni fijarse la
temperatura en la superficie de un sólido ni en la
superficie de
separación de dos fluidos.5.15 Sí debe
imponerse la condición de velocidad relativa normal nula
de un
fluido con respecto a una pared, o de igualdad de velocidades
normales en los fluidos a ambos lados de
una superficie de
separación. Por otra parte, la diferencia de presiones a ambos
lados de una superficie de
separación entre dos fluidos sería
debida exclusivamente a fenómenos de tensión superficial. En
ausencia de
dichos fenómenos, la diferencia de presiones sería
nula.

Aunque la hipótesis de fluido ideal puede ser aceptable en


bastantes casos prácticos en una gran parte del
campo fluido, es
obvio que no va a permitir describir de forma realista el flujo en
determinadas zonas en las
que los fenómenos de transporte no
pueden ser despreciados, tal como se comenta en la Sección
5.4.4.

Subsecciones

Ecuación de Euler-Bernoulli
Flujos de fluidos de densidad constante
Flujos de gases ideales
Condiciones suficientes de irrotacionalidad

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Ecuación de Euler-Bernoulli
Introduciendo la identidad de la ecuación (3.40)

(5.60)

en la ecuación (5.56),

(5.61)

resulta

(5.62)

Multiplicando escalarmente esta ecuación por el vector unitario


, paralelo al vector velocidad en cada

punto,
y teniendo en cuenta que es perpendicular a , se obtiene

(5.63)

siendo la coordenada a lo largo de una línea de corriente.


Si las fuerzas másicas derivan de un potencial
(

), de la ecuación anterior
resulta finalmente la denominada ecuación de
Euler-Bernoulli,

(5.64)

Subsecciones

Flujos de fluidos de densidad constante


Flujos de gases ideales
Condiciones suficientes de irrotacionalidad
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Flujos de fluidos de densidad constante

Cuando el fluido puede suponerse de densidad constante


(incompresible y con densidad uniforme), la
ecuación (5.64)
queda de la forma siguiente:

(5.65)

Si además el flujo es estacionario, se obtiene la denominada


ecuación de Bernoulli

(5.66)

o bien,

(5.67)

Cuando el flujo es además irrotacional,5.16 la constante en la ecuación


(5.67) es la misma para todas las
líneas de corriente, como
puede deducirse de la ecuación (5.62), y, por tanto,

   constante (5.68)

en todo el campo fluido. Esto en particular ocurre cuando todas


las líneas de corriente proceden de una
región en el flujo donde
el fluido está en reposo y se cumple la ecuación (5.75)
de la fluidostática que se
deducirá más adelante, y que en este
caso se reduce a constante. Obsérvese que la
ecuación
(5.68) coincide con la ecuación (5.14) que
se obtuvo en la Sección 5.2.2.

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fluidos de
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Flujos de gases ideales

Si pueden suponerse despreciables los efectos de radiación térmica


y reacciones químicas, y teniendo en
cuenta que en un fluido ideal
no existen efectos de conducción de calor ni de disipación viscosa, la
ecuación
(3.70) se reduce a la condición

(5.69)

Es decir, cada partícula fluida conserva su entropía. Si todas las


partículas proceden de una región del flujo
en la que la entropía
es uniforme, o tienen inicialmente la misma entropía, será
uniforme y constante en el

tiempo en todo el campo


fluido.5.17 Existirá, por tanto, la relación de barotropía de la
ecuación (5.32), y la
ecuación (5.64) podrá
escribirse de la forma siguiente:

(5.70)

Si el flujo es estacionario y pueden despreciarse las fuerzas


másicas (lo cual suele ser aceptable dada la baja
densidad de los
gases), se deduce

(5.71)

A modo de resumen, de lo anterior se deduce que en un flujo


estacionario y barotrópico de un fluido ideal,
cuando las fuerzas
másicas derivan de un potencial, se satisface

(5.72)

Cuando el flujo es además irrotacional, la constante en la


ecuación (5.72) es la misma en todo el campo
fluido.

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fluidos de
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gases ideales
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Condiciones suficientes de irrotacionalidad

En la Sección 2.5 se dedujo que, cuando la aceleración


deriva de un potencial y el flujo es inicialmente
irrotacional,
éste seguirá siéndolo en todo instante. Resulta, por tanto,
interesante conocer en qué condiciones
la aceleración deriva de un
potencial.5.18 De la ecuación
(3.23), que puede escribirse como sigue:

(5.73)

si el segundo término del segundo miembro es nulo (lo cual ocurre


cuando el fluido es ideal) y las fuerzas
másicas derivan de un
potencial , se deduce

(5.74)

Obsérvese que derivará de un potencial si


puede expresarse como el gradiente
de una función
escalar, es decir, si el flujo es barotrópico, tal
como se demostró en la Sección 5.3.1. En resumen, un flujo
barotrópico e irrotacional de un fluido ideal, cuando las fuerzas
másicas derivan de un potencial,
permanecerá irrotacional en todo
instante.

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gases ideales
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irrotacionalidad
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Aproximaciones basadas en consideraciones sobre


la dinámica del
problema

Subsecciones

Fluidos en reposo
Flujos estacionarios
Flujos con efectos de viscosidad dominantes
Flujo de Couette
Flujo de Hagen-Poiseuille
Flujo alrededor de cuerpos con Re

Flujos a altos números de Reynolds


Tratamiento estadístico de las ecuaciones en flujos
turbulentos
Modelos de turbulencia
Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl
Modelo
Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared
Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos

Aproximación de capa límite


Aproximaciones en flujos compresibles
Flujo ideal
Flujo viscoso

Aproximación de Boussinesq

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basadas en consideraciones
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Fluidos en reposo
Un fluido está en reposo cuando es posible encontrar un sistema de
referencia, inercial o no, respecto del
cual la velocidad es nula
en todo el campo fluido. A partir de cualquiera de las expresiones
de la ecuación de
conservación de la cantidad de movimiento de la
Sección 3.3.2, introduciendo la condición , se
obtiene

(5.75)

Las fuerzas másicas se equilibran únicamente con las fuerzas


debidas a la presión.

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Flujos estacionarios
Este tipo de restricción, que quizás podría haberse introducido en
la categoría de la Sección 5.2, consiste en
eliminar
de las ecuaciones las derivadas parciales con respecto al tiempo.
Ya se comentó brevemente en el
capítulo de análisis dimensional
que en ocasiones, aun cuando las condiciones de contorno no sean
estrictamente estacionarias, puede utilizarse la aproximación de
flujo quasi-estacionario.

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Flujos con efectos de viscosidad dominantes


La presencia del término convectivo, no lineal, , en la ecuación de conservación de la
cantidad de
movimiento introduce una gran dificultad en la
resolución de las ecuaciones de conservación. En algunos
problemas
de interés dicho término es pequeño, y si el flujo es además
estacionario, o en todo caso
es
también suficientemente pequeño, puede ser aceptable la
aproximación que supone despreciar el término
de inercia que
aparece en el primer miembro de la ecuación de conservación de la
cantidad de movimiento
frente a los términos debidos a la presión
y a las fuerzas debidas a la viscosidad. En lo que sigue
supondremos además que el fluido es incompresible y de viscosidad
uniforme. La ecuación (5.39),

(5.76)

queda por tanto de la forma siguiente:

(5.77)

donde, tal como se ha hecho en alguna ocasión anterior, se ha


supuesto que las fuerzas másicas derivan de un
potencial y se
ha redefinido como presión reducida (véase la ecuación
(5.42)). La ecuación de
conservación de la masa es
obviamente

(5.78)

La aproximación introducida en la ecuación (5.77) al


despreciar las fuerzas de inercia frente a las debidas a
la
viscosidad puede ser aceptable si el número de Reynolds es
suficientemente pequeño:5.19

Re (5.79)

Si en las condiciones de contorno que especifican la


causa que genera el movimiento del fluido sólo
interviene
, el problema se reduce a resolver las ecuaciones

(5.80)
La segunda igualdad en la ecuación (5.80) se obtiene
tomando el rotacional de la ecuación
(5.77).5.20Obsérvese que la distribución de
no dependerá de . La distribución de presión puede

obtenerse a partir de la ecuación (5.77).

Si las condiciones de contorno que especifican la causa que genera


el movimiento del fluido se imponen sólo
sobre , el problema se
reduce a resolver la ecuación

(5.81)

(que se deduce tomando la divergencia en la ecuación


(5.77)). Obsérvese que la distribución de no

dependerá de . La distribución de velocidad se deduce a


partir de la ecuación (5.77), teniendo en cuenta la
ecuación (5.78).

Debe tenerse en cuenta que el término


puede ser despreciable en la
ecuación (5.76) no solamente

cuando Re .
Por ejemplo, en un flujo de un fluido de densidad y
viscosidad que circula con

velocidad media a través de


un conducto de longitud y sección de paso de tamaño , es
fácil

demostrar5.21 que
el término convectivo es despreciable si se satisface la condición

   Re (5.82)

Obsérvese que esta condición puede satisfacerse aun siendo Re de


orden unidad, o incluso muy superior,5.22
si es suficientemente
pequeño frente a . Es decir, la unidireccionalidad del flujo,
favorecida con valores
pequeños de la relación , contribuye a
que se satisfagan las condiciones necesarias para que los efectos

de viscosidad sean dominantes. Se hará referencia a continuación a


algunos ejemplos sencillos de flujos
estacionarios y laminares de
fluidos incompresibles, con efectos de viscosidad dominantes. Los
dos
primeros, flujos de Couette y de Hagen-Poiseuille, son flujos
unidireccionales (se supondrá que según la
dirección de la
coordenada ). En estos flujos, el gradiente de presión reducida
no tiene componentes en

dirección transversal al flujo y la


componente en la dirección del flujo, si existe, es constante, de
forma que
la presión reducida varía linealmente con
.5.23

Subsecciones

Flujo de Couette
Flujo de Hagen-Poiseuille
Flujo alrededor de cuerpos con Re

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Flujo de Couette

Se trata del flujo bidimensional entre dos placas planas,


paralelas e infinitas, separadas una distancia . Una

de las
placas está en reposo, y la otra es la que induce el flujo al
moverse en la dirección de ,

paralelamente a sí misma, con una


velocidad , no existiendo gradiente de presión reducida. Se
tomará el

eje en la dirección perpendicular a las placas, con


origen en la placa fija. En este caso, la ecuación
(5.77)
se reduce a

(5.83)

que debe resolverse con las condiciones de contorno

obteniéndose la solución

(5.84)

en la que, de acuerdo con lo dicho anteriormente, no interviene la


viscosidad. Es inmediato deducir que el
módulo de las fuerzas por
unidad de área que el fluido ejerce sobre las placas, iguales en
módulo y de signo
opuesto, es .

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Flujo de Hagen-Poiseuille
En el caso bidimensional, el fluido circula entre dos placas
planas, fijas, paralelas e infinitas, separadas una
distancia .
El flujo se induce debido a la existencia de una diferencia de
presión reducida, , entre dos

secciones de la tubería
separadas una distancia (la presión reducida obviamente
disminuye en la dirección
del flujo; se tomará
positivo). El eje tiene la dirección perpendicular a las
placas y el origen en una
de ellas. En este caso, la ecuación
(5.77) se reduce a

(5.85)

que debe resolverse con las condiciones de contorno

obteniéndose la solución

(5.86)

Cuando el conducto es de sección circular, en lugar de


bidimensional, la ecuación (5.77)
se reduce a

(5.87)

donde es la coordenada radial, que debe resolverse con la


condición en , siendo el

radio del conducto,


obteniéndose,

(5.88)

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General

Flujo alrededor de cuerpos con Re


Para analizar flujos estacionarios de fluidos incompresibles
alrededor de cuerpos a bajos números de
Reynolds pueden en
principio utilizarse las ecuaciones (5.77) y
(5.78). Sin embargo, en el flujo alrededor de
una
esfera, por ejemplo, la solución de Stokes que se obtiene de
dichas ecuaciones no es válida a grandes
distancias del cuerpo.
Esto es debido a que en dichas zonas el término convectivo no es
despreciable frente al
viscoso. Para resolver esta dificultad
Oseen introdujo una aproximación basada en retener una forma
linealizada del término convectivo.5.24 Por otra parte, para
el caso del flujo a bajos números de Reynolds
alrededor de
un cilindro circular de longitud infinita, no existe solución de
las ecuaciones simplificadas que
satisfaga simultáneamente las
condiciones de contorno en la superficie del cilindro y en el
infinito, lo que da
lugar a un problema de contorno singular.

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alrededor de cuerpos
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Flujos a altos números de Reynolds


Mediante una estimación de órdenes de magnitud en las ecuaciones
de conservación, pueden establecerse las
condiciones bajo las
cuales, en principio, podría ser aceptable la hipótesis de flujo
ideal utilizada en la
Sección 5.3.4 (véase, por ejemplo,
Crespo (1997)). En el movimiento estacionario de un fluido
incompresible alrededor de un cuerpo de tamaño considerado en
la Sección 5.4.3,5.25 la condición que en
principio debe satisfacerse para
que pueda despreciarse el término viscoso en la ecuación de
conservación de
la cantidad de movimiento es opuesta a la de la
ecuación (5.79):

Re (5.89)

y en el caso de flujos unidireccionales en conductos, la condición


será en este caso opuesta a la de la
ecuación (5.82), es decir,

   Re (5.90)

Sin embargo, es muy importante destacar que la hipótesis de fluido


ideal no permite en muchos casos
analizar adecuadamente flujos con
elevados números de Reynolds. En particular, por ejemplo, no
permite
describir el flujo a altos números de Reynolds en la parte
posterior de cuerpos romos. En este caso, el flujo
hipotético de
un fluido ideal (sin viscosidad) sería totalmente diferente del
flujo de un fluido de viscosidad
muy pequeña, no pudiendo ser
contemplado el flujo de este fluido real de pequeña viscosidad
para altos
números de Reynolds como una forma ligeramente
perturbada del flujo de un fluido ideal.

La razón de esto está relacionada con el diferente comportamiento


de fluidos reales e ideales en la
proximidad de una superficie
sólida. Por ejemplo, en el caso del flujo alrededor de un cuerpo
fuselado en
reposo, situado paralelamente a la dirección del
flujo, con condiciones para las que en principio resulta
adecuada
la hipótesis de flujo ideal, existirá una zona muy delgada,
denominada capa límite, adyacente a la
superficie del
cuerpo, en la que el fluido pasa de tener la velocidad que
proporcionaría la teoría ideal en el
exterior de la capa límite a
una velocidad nula en la superficie del cuerpo. Para que tenga
lugar este ajuste en
el flujo y se satisfaga la condición de no
deslizamiento, es obviamente necesario que existan efectos
viscosos
dentro de la capa límite que tiendan a frenar el fluido
en las proximidades de la pared. Cuanto menor sea la
viscosidad
del fluido, tanto menor será el espesor de la capa límite y tanto
mayores serán los gradientes de
velocidad a través de ella. Es
posible entonces tratar el flujo en la capa límite mediante las
ecuaciones
aproximadas apropiadas (Sección 5.4.6), y suponer
que el flujo es ideal en el exterior de la capa límite.

Dado que una gran parte de los fluidos presentes en la naturaleza


y de los que tienen interés por sus
aplicaciones tecnológicas
poseen coeficientes de transporte pequeños, la hipótesis de fluido
ideal y la teoría
de la capa límite constituyen herramientas de
extraordinaria utilidad en mecánica de fluidos.

El espesor de la capa límite aumenta aguas abajo al difundirse


cada vez más lejos de la pared los efectos
debidos a la presencia
de ésta. En la capa límite que existe en el flujo que circula por
el interior de una
tubería, por ejemplo, si la longitud de la
tubería es suficientemente grande5.26 el espesor de la capa límite
puede llegar
a ser importante frente al diámetro de la tubería, y el flujo
llegar a desarrollarse plenamente,
resultando los efectos de la
viscosidad dominantes a pesar de que el número de Reynolds pueda
ser elevado
(Sección 5.4.3).

Por otra parte, en determinadas circunstancias la capa límite


puede separarse de la pared a la que está
adherida, dando lugar a
que el flujo resultante alrededor del cuerpo de que se trate,
aguas abajo del punto de
desprendimiento, a pesar de la baja
viscosidad del fluido, resulte totalmente diferente del que
predice la
teoría ideal. Este fenómeno de desprendimiento o
separación de la capa límite ocurre, por ejemplo, en la
región de
aguas abajo de cuerpos romos, en conductos de sección divergente,
o en cuerpos fuselados cuando
se sitúan frente al flujo incidente
con un ángulo de ataque suficientemente grande.

Tal como se indica en la Sección 5.4.5, en los flujos


laminares, como consecuencia de inestabilidades que
aparecen
cuando se alcanzan ciertos rangos de determinados números
adimensionales relevantes en el flujo,
puede producirse la
transición a la turbulencia, lo que da lugar a flujos turbulentos
en los que existen
fluctuaciones temporales y espaciales rápidas
de las magnitudes fluidas, incluso bajo condiciones de
contorno
estacionarias. Se comentará también en la mencionada sección que
en dichos flujos el movimiento
de agitación turbulenta da lugar a
una intensificación muy importante de los procesos de mezcla, que
podría
interpretarse como el resultado una modificación aparente
de los coeficientes de transporte.

En el caso del flujo, antes mencionado, de un fluido incompresible


a través de un conducto con una sección
circular de diámetro ,
se puede garantizar que el flujo será laminar cuando el número de
Reynolds sea
inferior a 2000. La transición a la turbulencia para
números de Reynolds más elevados (el valor del número
de Reynolds
de transición depende de las condiciones experimentales), da lugar
a un aumento muy
importante de los procesos de mezcla, y en
concreto se observa una mayor disminución de presión a lo largo
del conducto.

A pesar de que los fenómenos de transporte turbulento, que se


tratarán con mayor detalle en la Sección 5.4.5,
son
mucho más importantes que los laminares, en muchos problemas
prácticos también pueden ser
despreciados frente al transporte
convectivo debido a la velocidad media del flujo, siendo posible
entonces
hacer uso de la teoría de fluidos ideales. Sin embargo,
también en este caso existirá una zona de pequeño
espesor en las
proximidades de las paredes en la que no podrán despreciarse los
efectos de la turbulencia
(capa límite turbulenta).

Muchos flujos en los que la turbulencia tiene efectos importantes


suelen tener una cierta característica
común: las magnitudes
fluidas varían más intensamente en dirección transversal a la
dirección predominante
del flujo, en una zona de pequeño espesor,
como ocurre en la capa límite. Ejemplos de estos flujos son
chorros, estelas, penachos, etc., para los que es posible
introducir en las ecuaciones de conservación la
aproximación de
capa límite o la aproximación de capa de cortadura delgada,
similar (aunque menos
restrictiva) a la aproximación de capa
límite que se describirá en la Sección 5.4.6. En todos estos
casos, a
diferencia de lo que ocurre en flujos plenamente
desarrollados en conductos, la transición de flujo laminar a
turbulento se produce cuando el número de Reynolds basado en el
espesor de la mencionada zona, que va
creciendo aguas abajo,
alcanza un cierto valor crítico.

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alrededor de cuerpos
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números
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Tratamiento estadístico de las ecuaciones en flujos


turbulentos
Como implícitamente se ha indicado, la validez de las soluciones
aproximadas que proporcionan las
diferentes formas simplificadas
de las ecuaciones de conservación está restringida a una serie de
situaciones
en las que determinados parámetros adimensionales
varían dentro de un cierto rango. Sin embargo, en
principio debe
existir formalmente al menos una solución exacta estacionaria de
las ecuaciones generales
para cualquier tipo de problema en el que
las condiciones de contorno sean estacionarias. No obstante, esto
no quiere decir que tal solución corresponda a un flujo que
necesariamente exista en la naturaleza, para lo
cual la solución,
además de satisfacer las ecuaciones, debe ser estable. De hecho,
en la naturaleza y en la
mayoría de las aplicaciones tecnológicas
predominan los flujos turbulentos, en los que las magnitudes
fluidas
fluctúan de forma aparentemente aleatoria en el espacio y
en el tiempo, incluso bajo condiciones de contorno
estacionarias,
y que aparecen como consecuencia de la inestabilidad (generalmente
a altos números de
Reynolds o de otros parámetros relevantes) de
flujos laminares. El determinar si un flujo laminar dado es o
no
inestable, y si da lugar, en caso de que lo sea, a la aparición de
otro flujo laminar estacionario (cuya
unicidad no está
garantizada) o a la transición a la turbulencia, es objeto de
estudio de la teoría de la
estabilidad hidrodinámica. El
experimento de Reynolds es un ejemplo5.27 de transición a la
turbulencia del
flujo de Hagen-Poiseuille, descrito en la Sección
5.4.3. Como ya se ha indicado, este tipo de flujos suele ser
turbulento para números de Reynolds por encima de 2000. Aunque en
una etapa inicial del proceso de
transición a la turbulencia de la
corriente laminar aparecen inestabilidades frente a pequeñas
perturbaciones,
una completa descripción de todo el proceso
requiere la consideración del desarrollo de perturbaciones de
amplitud finita, lo que representa una tarea muy complicada dado
que ello conduce a problemas no lineales.

En flujos turbulentos completamente desarrollados, como ya se ha


dicho, las propiedades varían con el
tiempo, en cada punto del
campo fluido, de una forma aleatoria en apariencia, siendo las
amplitudes de las
fluctuaciones, en general, comparables a los
valores medios. El movimiento turbulento se caracteriza además
por
ser tridimensional y presentar altos niveles de vorticidad
fluctuante, y por la existencia de multitud de
escalas de longitud
y tiempo, asociadas a torbellinos de distintos tamaños, en un
rango comprendido entre las
escalas correspondientes al mecanismo
generador de la turbulencia y las disipativas (en las que la
energía
cinética de la turbulencia se transforma en energía
térmica), lo que hace imposible un enfoque determinista y
una
descripción detallada del movimiento, a pesar de que, obviamente,
el movimiento sigue estando descrito
por las ecuaciones de
Navier-Stokes.

Por ello suele recurrirse a la utilización de métodos estadísticos


que proporcionen información acerca de la
variación de valores
medios de las magnitudes fluidas o de correlaciones entre
fluctuaciones de éstas. La
teoría estadística de la turbulencia
tuvo su origen en el tratamiento de flujos turbulentos homogéneos
e
isótropos, en los que las fluctuaciones de presión y velocidad
son estadísticamente independientes de la
posición y de un cambio
de orientación del sistema de referencia. En dichos métodos
estadísticos, las
magnitudes fluidas son consideradas variables
estocásticas cuyos valores instantáneos pueden
descomponerse en
suma de un valor medio y un valor fluctuante:

(5.91)

definiéndose los valores medios mediante

(5.92)
d

En realidad, las ecuaciones (5.91) y (5.92) son


estrictamente válidas sólo cuando el flujo es estacionario. En
caso contrario, los valores medios también dependerían del tiempo.
No obstante, si la escala de tiempo
asociada a las fluctuaciones
turbulentas es mucho menor que la escala de tiempo característica
en la que
varían las magnitudes medias, , el promediado de la
ecuación (5.92) puede ser aceptable si se utiliza un

valor
suficientemente grande de (que permita promediar las
fluctuaciones de cualquier frecuencia), que a

la vez satisfaga la
condición . Puede consultarse, por ejemplo, el texto
de Wilcox (1994) para un

estudio detallado de modelos de


turbulencia de tipo estadístico. Aquí nos limitaremos a introducir
la
descomposición de la ecuación (5.91) en las ecuaciones de
conservación, y a poner de manifiesto que el
promediado de dichas
ecuaciones, utilizando la ecuación (5.92), da lugar a la
aparición de correlaciones de
segundo orden entre magnitudes
fluctuantes, procedentes de los términos convectivos de las
ecuaciones
instantáneas, que pueden interpretarse como flujos
turbulentos que se suman a los flujos correspondientes al
transporte laminar de las magnitudes fluidas medias, siendo
generalmente los segundos mucho menores que
los primeros. En
principio, las correlaciones de segundo orden entre magnitudes
fluctuantes podrían
determinarse a partir de las correspondientes
ecuaciones de transporte para dichas correlaciones.
Desafortunadamente, en estas ecuaciones de transporte, que pueden
obtenerse mediante manipulación de las
ecuaciones instantáneas y
posterior promediado, aparecen nuevas correlaciones desconocidas
entre
magnitudes fluctuantes, de segundo y tercer orden. Esto
constituye el denominado problema del cierre: en
las
ecuaciones de transporte para correlaciones de un determinado
orden aparecen correlaciones de orden
superior. La única forma de
resolver esta dificultad consiste en la introducción de modelos
que permitan
expresar las correlaciones desconocidas en un
determinado nivel de cierre en función de los valores medios
de
las magnitudes fluidas y de correlaciones de orden inferior.

En lo que sigue, consideraremos, para simplificar, flujos de


fluidos incompresibles con propiedades
constantes, descritos por
las ecuaciones (3.12), (3.38) y
(5.44):5.28

(5.93)

(5.94)

(5.95)

Introduciendo la descomposición de la ecuación (5.91) en las


ecuaciones anteriores y promediando, se
obtiene5.29

(5.96)
(5.97)

(5.98)

Obsérvese que la ecuación promediada de conservación de la masa se


obtiene de la instantánea sin más que
sustituir la magnitud
instantánea por la magnitud media . Con las
ecuaciones de conservación de la
cantidad de movimiento y la
energía no ocurre lo mismo; además de sustituir magnitudes
instantáneas por
magnitudes medias, deben añadirse los términos
y dentro de la
divergencia que

aparece en los segundos miembros. Estos términos


representan los ya mencionados flujos turbulentos de los
valores
medios de la cantidad de movimiento y de la energía,
respectivamente, que proceden de los términos
convectivos de las
ecuaciones, y han sido agrupados en las ecuaciones (5.97) y
(5.98) con los flujos de
magnitudes fluidas medias debidos a
la difusión con coeficientes de transporte laminar ( y
). La

presencia de dichos términos en las ecuaciones se


corresponde con la gran intensificación de los procesos de
mezcla
que se produce cuando en un flujo laminar tiene lugar la
transición a flujo turbulento. En realidad, los
flujos de difusión
de las magnitudes medias con coeficientes de transporte molecular
(
y

) suelen ser despreciables frente a los flujos


turbulentos (
y ,

respectivamente).5.30 El
tensor de segundo orden queda definido por
seis componentes,

denominadas tensiones de Reynolds. El


vector flujo turbulento de calor tiene obviamente tres
componentes.

Subsecciones

Modelos de turbulencia
Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl
Modelo

Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared


Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos

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Modelos de turbulencia
Todos los modelos de cierre propuestos (desde los basados en los
conceptos de longitud de mezcla de Prandtl
y viscosidad
turbulenta de Boussinesq hasta los modelos de segundo orden)
requieren la introducción de
hipótesis de cierre basadas en
consideraciones de tipo semiempírico para determinar las
correlaciones

y . Sólo mencionaremos
dos tipos de modelos de cierre: uno muy sencillo, basado en el
concepto de

longitud de mezcla de Prandtl, y el


modelo , que ha sido hasta ahora, con distintas
variantes y junto
con otros ``modelos de dos ecuaciones'', el más
utilizado en CFD.

Subsecciones

Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl


Modelo

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Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl

Es un modelo que utiliza simplemente ecuaciones algebraicas para


relacionar las tensiones de Reynolds y los
flujos turbulentos de
calor con valores medios de las magnitudes
fluidas,5.31 y está basado en una
interpretación del movimiento
de agitación turbulenta en la que se establece una analogía con el
movimiento
de agitación molecular. En los textos de Crespo (1997)
y Wilcox (1994), por ejemplo, puede encontrarse una
descripción
detallada de este modelo y de otras variantes de modelos
algebraicos. El modelo tiene mayor
interés en flujos
quasi-unidireccionales, en los que existe una dirección
predominante del flujo y la variación
de las magnitudes fluidas
medias tiene lugar principalmente en dirección transversal.
Supondremos en lo que
sigue que el movimiento medio es plano, de
forma que , y que cualquier
magnitud fluida

media es sólo función de


(
). El modelo utiliza la siguiente
expresión para la correlación

entre los valores fluctuantes de la


magnitud escalar y de la componente de la velocidad
según :5.32

(5.99)

donde es una difusividad turbulenta de , que se


expresa de la forma siguiente:

(5.100)

siendo la longitud de mezcla de Prandtl, que es un


parámetro que varía en cada problema. Aunque la

determinación de
un valor adecuado para constituye una dificultad
importante, en muchos problemas el

análisis dimensional muestra


que sólo depende de la geometría, lo que facilita hacer
hipótesis sobre su

valor. Prandtl postuló que en flujos en las


proximidades de una pared la longitud de mezcla es proporcional a
la distancia desde la superficie de la pared, lo cual es aceptable
en una zona limitada de las capas límite
turbulentas. En flujos
tales como chorros, estelas y capas de mezcla, la longitud de
mezcla es proporcional a
la anchura de éstos. El problema reside
en que la constante de proporcionalidad es diferente en todos
estos
tipos de flujos, y debe conocerse para obtener una solución.

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Modelo

En este modelo, como en otros similares,

(5.101)

(5.102)

donde es la denominada viscosidad cinemática


turbulenta,5.33 es un
número de Prandtl para la

difusión turbulenta de calor (que suele


tomarse constante), y

(5.103)

es la energía cinética de la turbulencia por unidad de


masa. La ecuación (5.101) fue propuesta por
Boussinesq por analogía con
la expresión que relaciona las tensiones debidas a la viscosidad
con las
velocidades de deformación, lo cual no tiene justificación
física, dada la disparidad de los fenómenos
considerados.

En el modelo la viscosidad cinemática turbulenta se


determina mediante la expresión

(5.104)

donde

(5.105)

es el ritmo de disipación de energía cinética de la


turbulencia por unidad de masa y es una constante.

Las magnitudes y se determinan mediante las


correspondientes ecuaciones de conservación:
(5.106)

(5.107)

donde , , y
son constantes. En cada una de estas dos
ecuaciones, los términos primero,
segundo y tercero del segundo
miembro representan, respectivamente, difusión, producción y
disipación.

Los valores de las constantes que suelen utilizarse en el modelo


son los siguientes: ,

,
, , .

La utilización de las ecuaciones (5.106) y (5.107) implica


que la viscosidad turbulenta es mucho mayor que
la viscosidad del
fluido (
), lo cual no es cierto cerca de una pared,
donde la presencia de ésta

suprime las fluctuaciones turbulentas.


Pero antes de hacer algunos comentarios sobre condiciones de
contorno en flujos turbulentos cuando se utilizan modelos como el
, es necesario describir, aunque sea

muy brevemente,
las características de los flujos turbulentos en las proximidades
de una pared.

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Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared


A elevados números de Reynolds, los flujos turbulentos
tienden a ser macroscópicamente independientes de
la viscosidad
(aunque no en las escalas más pequeñas). Sin embargo, los efectos
viscosos afectan al
movimiento en la proximidad de una pared de
forma muy importante. Considérese el flujo en un conducto
bidimensional de paredes lisas (sin rugosidad). Lejos de las
paredes, en la mayor parte del conducto, la
tensión de Reynolds
es mucho mayor que ,
mientras que en su proximidad estos dos

términos se hacen del


mismo orden, tendiendo el primero a anularse en la pared debido a
que la presencia de
ésta inhibe la fluctuaciones turbulentas. Es
fácil demostrar5.34 que
en una zona adyacente a la pared,
denominada subcapa
viscosa, donde la tensión cortante puede suponerse uniforme e
igual a la tensión en la
pared y las tensiones turbulentas son
despreciables frente a las debidas a la viscosidad, la velocidad
del
fluido crece linealmente con la distancia a la pared, , de
acuerdo con la ley

(5.108)

siendo la denominada velocidad de


fricción, que puede interpretarse como un valor

típico de la
velocidad de agitación turbulenta, y la tensión cortante
en la pared. Experimentalmente se ha
encontrado que esta
distribución lineal de velocidad se mantiene hasta una distancia
adimensional desde la
pared

(5.109)

que puede considerarse como límite de la subcapa viscosa.

Desde un valor aproximado de hasta


un límite superior de que aumenta con el número de
Reynolds,
existe una zona lo suficientemente próxima a la pared como para
que se satisfaga

(5.110)

pero lo suficientemente alejada como para que las tensiones


turbulentas dominen sobre las debidas a la
viscosidad, en la que

(5.111)
donde es una constante, de valor igual a 5, que se ha
determinado experimentalmente. A esta zona se la
conoce como
capa logarítmica o subcapa inercial. Obsérvese que las
funciones de las ecuaciones (5.108) y
(5.111) no dependen de
la forma del conducto, por lo que describen una ley universal del
flujo en las
proximidades de superficies sólidas, denominada ley
de la pared.

En la zona , en la que las tensiones de


Reynolds y las debidas a la viscosidad son del mismo
orden, no se dispone de expresiones analíticas
con fundamento teórico para la distribución de velocidad,
aunque
existen fórmulas aproximadas basadas en resultados experimentales.
Para zonas del flujo más
alejadas de la pared que la capa
logarítmica, se satisface la denominada ley del defecto de
velocidad, que
depende de la forma geométrica del conducto.

Cuando la pared tiene una rugosidad , la constante


en la ecuación (5.111) dependerá de .
En

lugar de dicha ecuación (5.111), puede utilizarse

(5.112)

donde es también función de .

Debido al comportamiento de los flujos turbulentos en las


proximidades de una pared que se acaba de
describir, la aplicación
de una condición de contorno de no deslizamiento en las paredes y
la integración de
los modelos de cierre de dos ecuaciones a
través de la subcapa viscosa proporciona resultados
insatisfactorios. Esto es debido a la incapacidad de estos modelos
de predecir un valor aceptable de la
constante en la ley de la
pared de la ecuación (5.111). Por ello se recurre generalmente
a imponer
condiciones de contorno en las paredes para la
velocidad, y mediante las denominadas funciones de
pared. Este procedimiento se basa en utilizar la ley de la pared
para relacionar velocidad y tensión cortante.
Conocida la velocidad de fricción, pueden determinarse los valores
de y en los puntos de la malla de

cálculo más
próximos a la pared mediante

(5.113)

(5.114)

Uno de los inconvenientes de este procedimiento se debe a que las


soluciones numéricas obtenidas son
generalmente sensibles a la
posición del punto elegido para aplicar las funciones de pared con
respecto a la
superficie de ésta.

Una alternativa a la utilización de funciones de pared consiste en


la introducción de correcciones debidas a la
viscosidad en el
modelo , que permitan su integración a través de la
subcapa viscosa.

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Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos


La utilización de métodos numéricos para el cálculo de flujos
turbulentos se ha visto especialmente
potenciada con la mejora de
los medios informáticos de cálculo disponibles. Los métodos de
tipo estadístico
suelen ser adecuados para el estudio de
movimientos turbulentos de carácter suficientemente isotrópico y
homogéneo; sin embargo, se ha comprobado experimentalmente en
distintos flujos con cortadura, en
régimen completamente
turbulento, la existencia de estructuras coherentes que persisten
y evolucionan de
una forma ``organizada''. En problemas con
números de Reynolds relativamente bajos, para los que
precisamente las hipótesis utilizadas en modelos de tipo
estadístico no suelen ser aceptables, es posible
recurrir a
métodos de simulación directa, basados en la resolución numérica
de las ecuaciones instantáneas
de Navier-Stokes, resolviendo todas
las escalas del movimiento turbulento. Un procedimiento
alternativo
consiste en simular explícitamente sólo el movimiento
de los torbellinos de mayor tamaño, y recurrir a
modelos de tipo
estadístico para tratar el movimiento en escalas pequeñas. La
utilización de estos dos
métodos de simulación de la turbulencia
como herramienta de diseño en ingeniería no suele ser todavía
económicamente rentable, aunque están apareciendo ya algunas
aplicaciones de este tipo de simulación en
flujos con números de
Reynolds relativamente altos. Sus aplicaciones más
interesantes por ahora están
relacionadas con estudios sobre
transición a la turbulencia, estructuras coherentes, evaluación de
modelos de
turbulencia, y simulación de flujos a bajos números de
Reynolds. Para el cálculo de flujos turbulentos en
aplicaciones en ingeniería los modelos numéricos más utilizados
son los de tipo estadístico, particularmente
los basados en
modelos de cierre de dos ecuaciones, y en mucha menor medida los
de segundo orden (que
resuelven ecuaciones de transporte para las
tensiones de Reynolds y los flujos turbulentos de calor).

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Aproximación de capa límite


Como ya se ha indicado anteriormente, la capa límite es una zona
delgada junto a una pared en la que están
confinados los efectos
viscosos en flujos con elevados números de Reynolds. En ella las
fuerzas de inercia y
las debidas a la viscosidad son del mismo
orden.

Cuando el número de Reynolds basado en el espesor de la capa


límite y en la velocidad exterior supera un
cierto valor, la capa
límite se hace inestable y se produce la transición a la
turbulencia. El número de
Reynolds de transición depende del
gradiente de presión reducida (la capa límite es más estable si el
gradiente de presión reducida es positivo y elevado); del nivel de
turbulencia de la corriente exterior (un
nivel alto favorece la
transición); de la rugosidad de la pared (una rugosidad elevada
favorece la transición),
y de otros factores tales como la succión
de la capa límite, fenómenos de transmisión de calor, etc. En una
placa plana lisa, con un nivel de turbulencia en el flujo exterior
del 1%, la transición se produce para un valor
de
Re ( es la velocidad de la
corriente exterior y el espesor de desplazamiento).

La
capa límite turbulenta se caracteriza por ser más gruesa y dar
lugar a tensiones cortantes mayores que la
capa límite laminar.

Cuando la capa límite permanece adherida a la pared, es posible


tratar el flujo utilizando ecuaciones
apropiadas para describir el
movimiento en la capa límite y las ecuaciones de Euler en el
exterior de ésta.

En esta sección se presentarán las ecuaciones simplificadas que


permiten describir el flujo en la capa límite,
así como otros
flujos en los que se satisfagan las condiciones de aplicabilidad
que se indicarán en lo que
sigue. Las ecuaciones de conservación
de partida serán las correspondientes a un flujo bidimensional,
estacionario y laminar, de un fluido incompresible con viscosidad
constante (se supondrá que las fuerzas
másicas derivan de un
potencial, y se utilizará la presión reducida, en lugar de la
presión, como variable
dependiente):

(5.115)

(5.116)

(5.117)

La coordenada es perpendicular a la pared. Las ecuaciones para


la capa límite turbulenta pueden
deducirse a partir de las
ecuaciones (5.96) y (5.97) utilizando consideraciones
análogas a las que se presentan
a continuación para la capa límite
laminar.
En la capa límite la velocidad varía desde un valor nulo en la
pared (en una pared en reposo) hasta un cierto
valor
característico de un flujo ideal en el exterior de la capa límite.
Si el espesor de la capa límite (a lo largo
del cual se produce
dicha variación de velocidad) se supone muy pequeño frente a la
longitud característica
paralela a la pared en la que la velocidad
del fluido varía apreciablemente, mediante estimación de órdenes
de magnitud en las ecuaciones se deduce fácilmente que las
ecuaciones (5.115) a (5.117) pueden
simplificarse y adoptar la
siguiente forma aproximada (véase, por
ejemplo, Liñán, 1967; Crespo, 1997;
Batchelor, 1967):

(5.118)

(5.119)

(5.120)

Obsérvese que en la ecuación (5.119) se ha despreciado el


término de difusión en la dirección del flujo y que
la ecuación de
conservación de la cantidad de movimiento según ha quedado
reducida a la condición de

la que las variaciones transversales de


presión reducida son nulas. La presión es la presión
reducida en el

exterior de la capa límite, que en principio puede


determinarse a partir de la solución del problema de flujo
ideal
en el exterior de la capa límite. La ecuación de Bernoulli en el
flujo exterior es

   constante (5.121)

siendo la componente de la velocidad en el exterior de


la capa límite, o la velocidad de deslizamiento

de un fluido ideal
sobre la pared. Derivando la ecuación (5.121), resulta

(5.122)

Como consecuencia de la eliminación del término , el carácter mixto elíptico/hiperbólico de las

ecuaciones (5.115) a (5.117) pasa a ser parabólico/hiperbólico


en las ecuaciones (5.118) a (5.120) de la capa
límite,
jugando en éstas la coordenada el papel que desempeña el
tiempo en problemas no estacionarios,

lo que permite obtener la


solución siguiendo un procedimiento de avance según la coordenada
, tal como
se explicará en la Sección 6.1. Por tanto,
será necesario imponer una condición inicial

(5.123)
y condiciones de contorno,

(5.124)

siendo el espesor de la capa límite.

Como ya se ha indicado, el flujo no puede describirse mediante la


aproximación de capa límite cuando se
produce el fenómeno de
desprendimiento, que se favorece tanto más cuanto mayor sea el
gradiente de
presión adversa en el flujo (aumento de presión en la
dirección del flujo, lo que se da, por ejemplo, en la
parte de
aguas abajo de flujos alrededor de cuerpos romos o en conductos de
sección divergente). El punto de
desprendimiento en capas límite
laminares depende de la geometría de las paredes, y no de la
viscosidad (es
decir, no depende del número de Reynolds). Sin
embargo, al producirse la transición de capa límite laminar a
turbulenta el punto de desprendimiento se retrasa hacia zonas
situadas más aguas abajo en el flujo.

Existen otros tipos de aproximaciones (aproximación de capa de


cortadura delgada (``TSL''), y la que
conduce a ecuaciones de
Navier-Stokes ``parabolizadas''), relacionadas con la aproximación
de capa límite
aunque menos restrictivas que ésta, cuya
descripción puede consultarse, por ejemplo, en el texto de
Hirsch
(1988).

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Aproximaciones en flujos compresibles


A partir de la ecuación de estado , se puede escribir

(5.125)

y teniendo en cuenta la definición de velocidad del sonido

(5.126)

de la ecuación (5.125), adimensionalizando con el tiempo característico


de convección, , y la densidad,

se obtiene

(5.127)

Con ayuda de la ecuación (5.127) es posible analizar con detalle las


causas que pueden dar lugar a que las
variaciones relativas de
densidad en un flujo sean relevantes, aunque en lo que sigue sólo
se hará una
discusión muy breve. De la ecuación (3.70) se deduce que
la contribución del último término de la ecuación
(5.127) se debe a
fuentes externas de calor y a irreversibilidades asociadas a la
disipación viscosa y a la
conducción de calor, siendo la debida a
estas últimas generalmente despreciable en la práctica. En cuanto
al
primer término del segundo miembro, puede estimarse a partir de
la ecuación de Euler-Bernoulli,
deduciéndose que las variaciones
de densidad pueden despreciarse si el tamaño típico del problema
es tal
que (condición que no se da en
meteorología y sí en aplicaciones técnicas); si el tiempo

asociado
a posibles efectos no estacionarios, , es tal que (esta condición no se satisface

en acústica), y si
. En flujos estacionarios, en lo que se refiere
al término primero del

segundo miembro de la ecuación (5.127), esta


última condición es la única que debe tenerse en cuenta en
aplicaciones prácticas.

A continuación se hará referencia muy brevemente a las posibles


aproximaciones que en general pueden
utilizarse para describir
flujos con efectos de compresibilidad apreciables.
Subsecciones

Flujo ideal
Flujo viscoso

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compresibles
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Flujo ideal
Los flujos compresibles de fluidos con viscosidad y conductividad
térmica despreciables se describen
mediante las
ecuaciones (5.55), (5.56) y (5.57) de Euler. Si además el flujo es estacionario,
homentrópico5.35
e irrotacional, y las fuerzas másicas son despreciables,
se satisface la ecuación (5.71) y la constante es la
misma para todas
las líneas de corriente,

   constante (5.128)

Al ser el flujo irrotacional, es posible definir un potencial de


velocidad, de forma que

(5.129)

De las ecuaciones (5.36) y (5.126) se deduce

d d (5.130)

e introduciendo esta expresión en la ecuación (5.55) de conservación de


la masa, teniendo en cuenta la
ecuación (5.129) (que además permite
expresar ), y que el flujo
se está suponiendo

estacionario, se obtiene

(5.131)

Haciendo uso de la ecuación (5.128), la ecuación (5.131) puede


expresarse finalmente de la siguiente forma:

(5.132)

o bien, en notación de subíndices,

(5.133)
Para un gas caloríficamente perfecto, para el que la velocidad del
sonido definida en la ecuación (5.126)
resulta

(5.134)

y , a partir de la ecuación (5.128) se deduce la siguiente


relación entre el módulo del vector

velocidad y :

(5.135)

y teniendo en cuenta la ecuación (5.129),

(5.136)

donde es la velocidad del sonido en condiciones de


remanso.5.36Introduciendo la ecuación (5.136) en la

ecuación (5.133), se obtiene


una ecuación que permite determinar . Dicha ecuación, junto
con las

ecuaciones (5.129) y (5.136),5.37 permiten describir flujos estacionarios subsónicos ( ), transónicos (


) o
supersónicos ( ), cuando son aceptables las
aproximaciones introducidas. En lugar de la
ecuación que resulta
de introducir la ecuación (5.136) en la ecuación (5.133), que es
altamente no lineal,
suele resolverse en realidad el sistema
formado por la ecuación que resulta de sustituir

por en la
ecuación (5.133),

(5.137)

junto con las ecuaciones (5.129) y (5.135).

Para cuerpos aerodinámicos delgados dispuestos paralelamente a un


flujo incidente de velocidad uniforme,
las
ecuaciones (5.133) y (5.135) pueden linealizarse si se supone que el
cuerpo sólo introduce pequeñas
perturbaciones en la velocidad del
flujo incidente,5.38lo que da lugar a una forma más simple de la ecuación
(5.137), que
en los casos de flujos subsónicos o supersónicos puede quedar
reducida a la ecuación lineal5.39

(5.138)
que, como se observa, es muy parecida a la ecuación de Laplace
(5.9) que describe los flujos potenciales de
fluidos
incompresibles.

En algunos problemas en los que existen zonas de flujo supersónico


(la velocidad del fluido es superior a la
velocidad local del
sonido), pueden aparecer superficies de discontinuidad a través de
las cuales se producen
saltos de magnitudes fluidas, denominadas
ondas de choque, que introducen una dificultad adicional en
el
procedimiento numérico de resolución. Las ondas de choque
pueden ser móviles (como las que se producen
en explosiones) o
estacionarias (como las que pueden aparecer en el flujo
estacionario a través de toberas
convergentes-divergentes);
normales (la onda de choque es normal al flujo a través de ella) u
oblicuas;
fuertes (el flujo incidente relativo a la onda es
supersónico y, el flujo detrás de ella es siempre subsónico) o
débiles (en ondas oblicuas, aunque la componente de la velocidad
normal a la onda, detrás de ésta,
corresponde a un flujo
subsónico, el flujo puede resultar supersónico debido a la
componente tangencial). En
una onda de choque, los efectos de la
viscosidad y la conductividad térmica dan lugar a fenómenos
disipativos que producen un aumento de entropía a través de la
onda. Lo que ocurre es que las ecuaciones de
Euler no permiten en
ciertos casos, definidos por condiciones de contorno determinadas,
proporcionar una
solución isentrópica en todo el campo fluido. Sin
embargo, si las condiciones de aplicabilidad de la teoría
ideal se
cumplen, el tamaño de la onda de choque, en la que existirán
elevados gradientes de las magnitudes
fluidas y los fenómenos de
transporte no pueden despreciarse, será muy pequeño en comparación
con la
longitud característica del problema. De hecho, las ondas
de choque son tratadas generalmente como
superficies de
discontinuidad. Las condiciones de salto través de ellas,
denominadas condiciones de Rankine-
Hugoniot, se determinan
aplicando las ecuaciones de conservación de la masa, de la
cantidad de movimiento
y de la energía, teniendo en cuenta que la
entropía del fluido debe aumentar al atravesar la onda de
choque.5.40 Las
siguientes relaciones determinan el salto de propiedades a través
de una onda de choque
normal para un gas perfecto:5.41

(5.139)

(5.140)

(5.141)

(5.142)

La disminución de la presión de remanso a través de una onda de


choque normal viene dada por

(5.143)
La entalpía de remanso se conserva a través de la onda de choque.
Obsérvese que la intensidad de la onda de
choque aumenta con
.

En flujos en los que no existen ondas de choque (o éstas son


débiles) es mucho más eficiente resolver el
sistema formado por
las ecuaciones (5.133), (5.129) y (5.136) que las
ecuaciones (5.55), (5.56) y (5.57) para
las variables primitivas
(
) (Fletcher, 1991). Las
ecuaciones (5.129), (5.133) y (5.136) suelen
aplicarse en la
resolución numérica de flujos alrededor de perfiles aerodinámicos
con ángulos de ataque
pequeños, para los que no exista separación
de la capa límite.

En flujos supersónicos con ondas de choque, es posible utilizar


las ecuaciones (5.139) a (5.143) para calcular
la variación
de las magnitudes fluidas a través de las ondas, en combinación
con esquemas numéricos
adecuados para flujos sin ondas de choque.
Sin embargo, cuando no se conoce a priori la localización de las
ondas de choque, este enfoque resulta poco efectivo. Es preferible
obtener soluciones que satisfagan la
denominada formulación débil
de las ecuaciones de conservación (que se tratará en capítulos
posteriores), ya
que dichas soluciones satisfacen también las
condiciones de salto de Rankine-Hugoniot, prediciendo
adecuadamente, por tanto, la intensidad y localización de las
ondas de choque.

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compresibles
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Flujo viscoso
En flujos compresibles, los efectos viscosos pueden también
frecuentemente quedar confinados en capas
límite, para las que
cabe introducir la aproximación descrita en la Sección 5.4.6.
En este caso, en la ecuación
de conservación de la masa se deben
retener los términos de variación de densidad, y debe plantearse
también la ecuación de conservación de la energía y considerar la
existencia de una capa límite térmica. La
densidad es ahora una
función de la posición, y los coeficientes de transporte suelen
ser función de la
temperatura. Cuando la capa límite es
turbulenta, en las ecuaciones promediadas aparecen términos
asociados a fluctuaciones de densidad y temperatura, existiendo
las versiones correspondientes de distintos
modelos de
turbulencia.

Cuando existen en el flujo zonas extensas de flujo afectado por el


desprendimiento de la capa límite, deben
resolverse en principio
las ecuaciones de conservación completas, con algunas
simplificaciones como puede
ser la de despreciar las fuerzas
másicas.

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Aproximación de Boussinesq
En esta sección se describirá una aproximación que suele
utilizarse en flujos inducidos por convección
natural5.42 para tratar las variaciones de densidad
debidas a variaciones de temperatura de una forma
simplificada.
Los efectos de compresibilidad no se deben, en este caso, a que
existan altas velocidades en el
flujo, sino a gradientes de
temperatura generalmente causados por calentamiento del fluido a
través de
superficies sólidas con las que está en contacto.

En flujos inducidos por convección natural (en los que el


movimiento del fluido es originado por efectos de
flotación
debidos a diferencias de densidad en el seno del fluido, a su vez
producidas por variaciones de
temperatura), es frecuente hacer una
aproximación que consiste en suponer constante la densidad del
fluido
excepto en el término gravitatorio de la ecuación de
conservación de la cantidad de movimiento. En dicho
término, la
densidad se supone que varía de acuerdo con la expresión
siguiente:

(5.144)

donde es el coeficiente de expansión térmica,

(5.145)

y es la densidad a una temperatura de referencia


. En gases perfectos, .

Haciendo en la ecuación (5.39),

(5.146)

y restando a esta ecuación la ecuación que describe la variación


de la presión hidrostática con la altura en un
fluido con la
densidad de referencia ,

(5.147)

resulta

(5.148)
y sustituyendo en esta ecuación la ecuación (5.144),

(5.149)

Obsérvese que al resolver esta ecuación junto con las de


conservación de la masa y de la energía interna, se
obtendrá la
solución para , y la diferencia de presiones
.

Esta aproximación supone una linealización de la dependencia de la


densidad con la temperatura,5.43por lo
que es aceptable para variaciones de temperatura no
excesivamente grandes.

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Introducción al MEF en mecánica de fluidos

Subsecciones

Ecuaciones hiperbólicas, parabólicas y elípticas


Ejemplos de ecuaciones de distintos tipos
Problemas no estacionarios
Ecuaciones parabólicas
Ecuaciones hiperbólicas
Problemas estacionarios
Ecuaciones hiperbólicas y parabólicas
Ecuaciones elípticas

Condiciones iniciales y de contorno


Métodos de residuos ponderados
Introducción
Planteamiento de los métodos de residuos ponderados

Formulación débil
Caso unidimensional
Caso multidimensional

Método de los elementos finitos de Galerkin


Aplicación del MEF a distintos tipos de flujos
Flujos potenciales
Problemas de convección-difusión
Ecuaciones de Navier-Stokes en flujos incompresibles
bidimensionales

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Ecuaciones hiperbólicas, parabólicas y elípticas


Las propiedades matemáticas de las diferentes ecuaciones de
conservación que se han presentado en los
capítulos anteriores
obviamente están estrechamente relacionadas con las
características físicas de los
distintos tipos de flujos que
describen. El carácter parabólico, hiperbólico o elíptico de las
ecuaciones
aproximadas depende del carácter de los distintos
términos que aparecen en ellas.

La clasificación de las ecuaciones diferenciales en derivadas


parciales puede hacerse utilizando el concepto
matemático de
superficies características. Consideraremos en lo que sigue, para
simplificar la discusión,
problemas descritos por ecuaciones
diferenciales en derivadas parciales en las que sólo intervienen
dos
variables independientes (el tiempo y una coordenada espacial
en problemas no estacionarios, o dos
coordenadas espaciales en
problemas estacionarios). En estos problemas, en la integración a
lo largo de las
líneas características (cuando éstas existen) de
las ecuaciones que describen el flujo sólo intervienen
diferenciales totales. Esto es lo que precisamente define a las
líneas características, a lo largo de las cuales se
verifican unas
relaciones de compatibilidad que representan una formulación
alternativa al sistema de
ecuaciones original.

Veamos el ejemplo sencillo de una ecuación hiperbólica de primer


orden,

(6.1)

para la que existe una única característica real a través de


cualquier punto en el plano , cuya dirección
está definida
por

(6.2)

A lo largo de esta dirección característica, la ecuación


(6.1) se reduce a

(6.3)

(6.4)
Estas ecuaciones diferenciales ordinarias pueden integrarse en una
malla definida por la ecuación (6.2),
siempre que las condiciones
iniciales se impongan sobre una línea que no sea característica.
Las líneas
características serán rectas si y
son constantes, y en general curvas si son funciones
de , o .

Consideremos ahora una ecuación de segundo orden. El carácter de


una ecuación viene determinado por los
coeficientes de las
derivadas de mayor orden, por lo que consideraremos una ecuación
expresada de la forma
siguiente:

(6.5)

donde , y pueden ser


funciones de e ,y contiene términos con
derivadas primeras. Se

trata de encontrar dos familias de curvas


en el plano que satisfagan la condición de que, cuando se

integra a largo de ellas la ecuación (6.5), sólo intervengan


derivadas totales. Consideremos una curva ,

cuya tangente en
cada punto tiene una pendiente d d , a lo largo
de la cual se satisface

d d d (6.6)

d d d (6.7)

Despejando y
en las ecuaciones (6.6) y
(6.7), respectivamente, y sustituyendo las

expresiones
resultantes en la ecuación (6.5), resulta

(6.8)

Obsérvese que si se elige d d de forma que

(6.9)
la ecuación (6.8) se reduce a

(6.10)

donde debe notarse que sólo aparecen derivadas totales de


y , lo cual facilita obviamente

la
integración a lo largo de la curva .

El discriminante
determina el número de soluciones para la pendiente d d
que

satisfacen la ecuación (6.9) en cada punto, y que, por


tanto, definen las direcciones características a lo largo
de las
cuales se satisface y puede integrarse la ecuación (6.10).

Si , existirán dos
soluciones reales de la ecuación (6.9) y, por tanto, dos líneas

características reales, a lo largo de las cuales se satisface la


relación de la ecuación (6.10). Se dice entonces
que la ecuación tiene
un carácter hiperbólico. Veremos a continuación que las ecuaciones
en derivadas
parciales hiperbólicas están asociadas con problemas
de propagación de ondas en los que no existen procesos
disipativos, lo que determina que si las condiciones iniciales o
de contorno contienen discontinuidades, éstas
se propagarán en el
interior del dominio. Esto es consistente con la posibilidad de
que en las características
existan discontinuidades en las
derivadas normales de las magnitudes fluidas (las derivadas
tangenciales son
continuas). El hecho de que la ecuación (6.5) pueda
resolverse mediante la integración de la ecuación (6.10)
a lo largo de
las características reales que existen en problemas hiperbólicos
indica que la información se
propaga en dichos problemas a lo
largo de éstas. La solución en el segmento de línea AB de la
Figura 6.1
(que no coincide con una característica) se
propagará a lo largo de las características que parten de AB.

Figura 6.1:

Obsérvese que esto implica que las dos características que parten
de los puntos A y B y se cruzan en el punto
P( y )
delimitan la zona APB que determina la solución en P. Cualquier
perturbación en el flujo que

se produzca, por ejemplo, en los


puntos C o D, no afectará a la solución en P. Por otra parte, la
solución en el
punto P sólo tendrá influencia en la región de
aguas abajo de P limitada por las características que pasan por
dicho punto.
Si , existirá una
única línea característica real, y la ecuación correspondiente
tiene

carácter parabólico. La característica a través de un punto


P divide las zonas de dependencia e influencia de
dicho punto.
Puede argumentarse que la información se propaga a velocidad
infinita, por lo que, en un
problema no estacionario
unidimensional, por ejemplo, cualquier perturbación introducida en
un punto P en
un instante dado puede afectar a la solución
en todos los puntos del dominio en , si bien la

influencia será progresivamente menor en puntos cada vez más


alejados de P. En problemas estacionarios
bidimensionales, las
características serán perpendiculares a la dirección del flujo y
cualquier perturbación del
flujo en un punto P no tendrá
influencia aguas arriba de P. Obviamente, las características no
desempeñan en
estos flujos el papel que juegan en problemas
parabólicos, y utilizar una malla de cálculo basada en las
características no permitiría avanzar en el tiempo o en la
dirección predominante del flujo para determinar la
solución. En
contraste con lo que ocurre en ecuaciones hiperbólicas, las
derivadas de la variable dependiente
son siempre continuas
en las características, y, debido a la presencia de mecanismos
disipativos, ninguna
discontinuidad que pueda existir en las
condiciones iniciales o de contorno persistirá en el interior del
dominio de cálculo.

Si , no existirá
ninguna característica real, y la ecuación correspondiente tiene
carácter

elíptico. En este caso, cualquier perturbación


introducida en un punto P del dominio de cálculo afectará a la
solución en cualquier otro punto, si bien de nuevo la influencia
será pequeña en puntos alejados. Mientras
que en flujos
parabólicos e hiperbólicos es posible utilizar un procedimiento de
avance en el tiempo o a lo
largo de la dirección del flujo a
partir de las condiciones ``iniciales'', en problemas elípticos
esto no es
posible. Cualquier discontinuidad que pueda existir en
el contorno es suavizada en el interior del dominio
debido a los
mecanismos disipativos.

Un sistema de ecuaciones puede contener ecuaciones de distinto


tipo. Por otra parte, también es posible
definir el carácter de
una ecuación con respecto a direcciones particulares.

Comentaremos a continuación algunos ejemplos de ecuaciones de


distinto carácter que aparecen en mecánica
de fluidos.

Subsecciones

Ejemplos de ecuaciones de distintos tipos


Problemas no estacionarios
Ecuaciones parabólicas
Ecuaciones hiperbólicas
Problemas estacionarios
Ecuaciones hiperbólicas y parabólicas
Ecuaciones elípticas

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Ejemplos de ecuaciones de distintos tipos

Subsecciones

Problemas no estacionarios
Ecuaciones parabólicas
Ecuaciones hiperbólicas

Problemas estacionarios
Ecuaciones hiperbólicas y parabólicas
Ecuaciones elípticas

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Problemas no estacionarios
Los problemas no estacionarios están descritos por ecuaciones de
tipo parabólico o hiperbólico con respecto
al tiempo.

Subsecciones

Ecuaciones parabólicas
Ecuaciones hiperbólicas

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Ecuaciones parabólicas

Las ecuaciones parabólicas corresponden a flujos en los que


aparecen mecanismos disipativos debidos, por
ejemplo, a efectos
viscosos o de conducción térmica; en estos problemas la solución
presenta distribuciones
suaves de magnitudes, y los gradientes
tienden a reducirse con el tiempo si las condiciones de contorno
son
estacionarias. Un ejemplo típico de problemas parabólicos de
este tipo es el de la conducción no estacionaria
de calor, que en
el caso unidimensional está descrito por una ecuación de la forma

(6.11)

En este caso, los coeficientes de la ecuación (6.5) son


, , de forma que la
ecuación

(6.9) (en este caso ) sólo tiene la solución


d d , que define la dirección de la única línea
característica.

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Ecuaciones hiperbólicas

Como ya se ha indicado, si no existen mecanismos disipativos, la


solución permanece con amplitud
constante en el tiempo si las
ecuaciones son lineales, pudiendo incluso crecer si las ecuaciones
son no
lineales. Este tipo de solución es típica en flujos
descritos por ecuaciones hiperbólicas. El ejemplo más
sencillo de
este tipo de problemas es la propagación de ondas descrita por una
ecuación lineal de la forma

(6.12)

Las ecuaciones que describen flujos no viscosos y no estacionarios


son también de tipo hiperbólico no
lineales. También es
hiperbólica la ecuación lineal de convección pura siguiente:

(6.13)

donde es una velocidad conocida.

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hiperbólicas
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Problemas estacionarios

Subsecciones

Ecuaciones hiperbólicas y parabólicas


Ecuaciones elípticas

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Ecuaciones hiperbólicas y parabólicas

Como ya se ha comentado, también pueden estar descritos por


ecuaciones de tipo parabólico o hiperbólico
problemas
estacionarios denominados de ``propagación'', con mecanismos
disipativos cuando están descritos
por ecuaciones parabólicas y
sin ellos cuando se trata de ecuaciones hiperbólicas. En este tipo
de problemas
de propagación existe una coordenada espacial
(que hace el papel que tiene el tiempo en problemas no
estacionarios) a lo largo de la cual se puede avanzar en el
cálculo sección a sección, de forma que la solución
en un punto
del dominio de cálculo de coordenada depende sólo de lo
que ocurre en secciones aguas

arriba ( ) en problemas
parabólicos, o de lo que ocurre en puntos dentro de un cono con
origen en

y situado aguas arriba del origen en problemas


hiperbólicos. Paralelamente, cualquier perturbación que

se
produzca en un punto del dominio de coordenada sólo se
transmite a puntos situados aguas abajo,

dentro de la región
en problemas parabólicos y dentro de una región cónica
en problemas
hiperbólicos.

Como ejemplos de problemas estacionarios parabólicos pueden


citarse el flujo en la capa límite o en un
chorro libre subsónico,
y de problemas hiperbólicos el de un flujo supersónico no viscoso.

El carácter parabólico del flujo en la capa límite está


relacionado con la posibilidad de introducir la
aproximación
descrita en la Sección 5.4.6, en la que se elimina el término
de difusión de cantidad de
movimiento según la dirección
predominante del flujo, desapareciendo por tanto los términos que
contienen
derivadas de segundo orden según dicha dirección, y la
presión en dirección transversal es constante. Estas
simplificaciones no pueden hacerse, por ejemplo, en el caso de un
chorro libre que impacte sobre una
superficie sólida, lo que hace
que el problema resulte de carácter elíptico. Los flujos descritos
por las
ecuaciones de Navier-Stokes parabolizadas, resultado de
introducir una aproximación menos restrictiva que
la aproximación
de capa límite, consistente en eliminar los términos que contienen
derivadas segundas según
la dirección predominante del flujo, , son también parabólicas en .

La forma bidimensional de la ecuación (5.137) para flujos


potenciales estacionarios de fluidos
compresibles,

(6.14)

puede expresarse en la forma de la ecuación (6.5) haciendo

(6.15)

(6.16)
(6.17)

El discriminante de la ecuación (6.9) resulta

(6.18)

siendo el número de Mach. Se deduce entonces que la


ecuación (6.14) es hiperbólica en flujos
supersónicos, elíptica
en flujos subsónicos y parabólica en la línea sónica . Este
carácter mixto de la
ecuación para el potencial entraña una
especial dificultad, al ser la línea de transición entre zonas de
flujo
subsónico y supersónico parte de la solución. Ya se comentó
en la Sección 5.4.7 la complicación adicional
que
supone la posible aparición de ondas de choque en el flujo.

La ecuación (5.138), resultante de linealizar la ecuación (5.137) y


realizar una simplificación adicional para
flujos subsónicos y
supersónicos, para flujo bidimensional queda de la forma

(6.19)

En este caso, las soluciones de la ecuación (6.9) son

(6.20)

lo que indica que existen dos características cuando el flujo es


supersónico (líneas de Mach), que son dos
rectas que forman un
ángulo con la dirección de la
velocidad incidente.

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parabólicas
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Ecuaciones elípticas

En mecánica de fluidos las ecuaciones elípticas corresponden


siempre a problemas estacionarios. El ejemplo
más simple es el de
la ecuación de Laplace

(6.21)

que describe el flujo potencial incompresible o la transmisión de


calor por conducción en ausencia de fuentes
de calor ( sería
la temperatura en este caso). Ya se ha comentado que el flujo
potencial, estacionario,
compresible y subsónico también es un
problema elíptico. Las ecuaciones de conservación estacionarias de
la cantidad de movimiento y de la energía, por ejemplo, son
también en general de tipo elíptico. La ecuación
(6.21) es
en realidad un caso muy particular de la ecuación (3.64)
cuando no hay movimiento, el problema es
estacionario y no hay
fuentes de calor. La ecuación (5.77) de Poisson, que permite
determinar a partir de
la distribución de presión en un
flujo estacionario a bajos números de Reynolds de un fluido
incompresible,
es también de carácter elíptico.

Una dificultad adicional en algunos tipos de problemas se debe al


distinto carácter que adquieren las
ecuaciones de conservación en
diferentes regiones del dominio.

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parabólicas
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General

Condiciones iniciales y de contorno


En esta sección, una vez realizada la discusión de la Sección
6.1 sobre el carácter y algunas propiedades de
los
distintos tipos de ecuaciones que aparecen en mecánica de fluidos,
se ampliarán algunos comentarios
realizados en la Sección
3.5.1.

Las ecuaciones de conservación junto con las condiciones iniciales


y de contorno correspondientes
constituyen un problema
matemáticamente ``bien puesto'' si la solución existe, es única y
depende de forma
continua de las condiciones auxiliares (iniciales
y de contorno) . La cuestión de la existencia no suele
plantear
dificultades. En cuanto a las causas de no unicidad, suelen
deberse a una falta de adaptación de las
condiciones iniciales y
de contorno al tipo de ecuaciones de conservación, como ya se
mencionó
anteriormente. También se ha indicado ya que para las
ecuaciones de Navier-Stokes, aunque las condiciones
de contorno
apropiadas en superficies sólidas sean conocidas, existe cierta
flexibilidad en la imposición de
condiciones en contornos
``alejados''. La carencia de condiciones de contorno suficientes
da lugar a falta de
unicidad en la solución, mientras que la
imposición de más condiciones de las necesarias hace que la
solución pierda sentido físico en la proximidad del contorno en
cuestión. En cuanto a la dependencia
continua de las condiciones
auxiliares, ésta requiere que una pequeña variación en las
condiciones iniciales y
de contorno dé lugar a una pequeña
variación en la solución; dado que las condiciones auxiliares se
introducen de forma aproximada en cualquier algoritmo de cálculo,
si no se cumple esta condición los
errores introducidos en la
condiciones auxiliares se propagan al interior del dominio de
cálculo, haciendo que
la solución crezca rápidamente,
particularmente en ecuaciones de tipo hiperbólico.

Paralelamente, se podría decir que un procedimiento computacional


está ``bien puesto'' si la solución
numérica existe, es única y
depende de forma continua de las condiciones auxiliares
aproximadas. Para ello
es necesario que el problema matemático
planteado sea ``bien puesto'' y el algoritmo utilizado sea
estable.

Si no distinguimos entre las variables independientes espacio y


tiempo, y consideramos que las condiciones
auxiliares se imponen
sobre , podríamos decir que dichas condiciones auxiliares
son ``extrapoladas'' por el
algoritmo de cálculo (basado en las
ecuaciones de conservación) para proporcionar la solución sobre el
interior del dominio, . Cada tipo de ecuación en derivadas
parciales requiere diferentes condiciones
iniciales y de contorno,
y cuando el carácter de una ecuación cambia de unas regiones a
otras del dominio de
cálculo, las condiciones de contorno deben
elegirse teniendo en cuenta el carácter de la ecuación en la zona
adyacente al contorno. En la mayoría de los flujos que requieren
la resolución de las ecuaciones de Navier-
Stokes en variables
primitivas,6.1 se
conoce al menos una componente de la velocidad en un contorno de
flujo entrante, lo que proporciona una condición de contorno de
tipo Dirichlet para la velocidad. La mezcla
de condiciones de
contorno de tipo Dirichlet y Neumann no suele ser frecuente en
mecánica de fluidos, pero
ocurre en problemas de transmisión
convectiva de calor.

Las condiciones de contorno pueden básicamente ser de tres tipos:

Condiciones de tipo Dirichlet, con las que se fija el


valor de las variables dependientes en el contorno.
Condiciones de tipo Neumann, con las que se fija el valor
de las derivadas de las variables
dependientes en el contorno.
Condiciones de tipo mixto, o de Robin, que
son combinaciones de las anteriores.

En la mayoría de los flujos que requieren la resolución de las


ecuaciones de Navier-Stokes en variables
primitivas,6.2 se conoce al menos una componente de la
velocidad en un contorno de flujo entrante, lo que
proporciona una
condición de contorno de tipo Dirichlet para la velocidad. La
mezcla de condiciones de
contorno de tipo Dirichlet y Neumann no
suele ser frecuente en mecánica de fluidos, pero puede darse en
problemas de transmisión convectiva de calor.

En problemas con dos variables independientes (tiempo y coordenada


espacial, o dos coordenadas
espaciales), para ecuaciones
hiperbólicas el número de condiciones auxiliares que deben
imponerse es igual
al número de líneas características que apuntan
desde el contorno hacia el interior del dominio. Para
ecuaciones
parabólicas, deben imponerse condiciones ``iniciales'' de tipo
Dirichlet, y en cada punto del
contorno (dos líneas a las que
corta la única característica), una condición de cualquiera de los
tres tipos
antes indicados. Al imponer condiciones de tipo
Dirichlet en el contorno, debe garantizarse la continuidad
con las
condiciones iniciales en el contorno. Para ecuaciones elípticas,
deben imponerse condiciones en todo
el contorno, que pueden ser de
cualquiera de los tres tipos anteriores. Si se impone una
condición de tipo
Neumann en todo el contorno, la especificación
debe ser consistente con las ecuaciones de conservación. Por
ejemplo, en un flujo potencial incompresible, una condición que
especifique un valor uniforme en todo el
contorno de la derivada
del potencial de velocidad en dirección normal al contorno (es
decir, una velocidad
normal uniforme), no es consistente con la
ecuación de conservación de la masa.

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Métodos de residuos ponderados

Subsecciones

Introducción
Planteamiento de los métodos de residuos ponderados

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ponderados
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Introducción
El método de los elementos finitos se originó históricamente en el
campo de la mecánica estructural, y
conserva en su terminología
expresiones que recuerdan este origen. En mecánica estructural, la
formulación
en derivadas parciales de un problema puede ser
reemplazada por una formulación variacional equivalente,
basada en
la minimización de cierta integral de energía sobre el dominio de
cálculo. Esta formulación
variacional constituye una formulación
integral natural para el método de los elementos finitos. En
mecánica
de fluidos esta formulación variacional no es en general
posible, lo que hace menos obvio el procedimiento
para formular un
método de elementos finitos.

Debido a lo anterior, la forma de introducir procedimientos de


aproximación de las ecuaciones de
conservación en mecánica de
fluidos consistió inicialmente en sustituir las derivadas por
expresiones en
diferencias finitas, mediante la utilización, por
ejemplo, de desarrollos en serie de Taylor. Una variante de
estos
procedimientos de diferencias finitas son los métodos de volúmenes
finitos, basados en la integración
de las ecuaciones de
conservación sobre los distintos elementos o celdas del dominio
discretizado,
transformando previamente las integrales de volumen
correspondientes a los términos de difusión en
integrales de
superficie mediante el teorema de la divergencia, y expresando los
flujos a través de las caras
de cada celda mediante expresiones en
diferencias finitas. Veremos en lo que sigue que los métodos de
diferencias finitas y de volúmenes finitos, al igual que los
métodos de elementos finitos, pueden
contemplarse, de forma
unificada, como métodos derivados de los métodos de residuos
ponderados.

La historia de la dinámica de fluidos computacional muestra que


todo avance esencial ha tenido siempre
lugar en el contexto de los
métodos de diferencias finitas, y que siempre ha requerido un
tiempo
considerable, a menudo más de una década, la incorporación
de la misma idea a métodos de elementos
finitos. La historia
también muestra que, una vez encontrada una adecuada formulación
del método de los
elementos finitos para un problema determinado,
dicho método es ampliamente utilizado debido a su
elegancia y
rigor.

El esfuerzo de investigación sobre el método de los elementos


finitos en mecánica de fluidos es actualmente
muy importante.
Podría decirse que, para problemas relativamente simples,
correspondientes a flujos de tipo
potencial, tanto incompresibles
como compresibles, o los descritos por las ecuaciones de
Navier-Stokes para
números de Reynolds relativamente bajos, el
método de los elementos finitos ha alcanzado un alto grado de
madurez, aunque siguen produciéndose nuevas aportaciones,
particularmente en problemas descritos por las
ecuaciones de
Navier-Stokes. En problemas más complejos, tales como flujos
compresibles descritos por las
ecuaciones de Euler o de
Navier-Stokes, la evolución del método de los elementos finitos es
más incompleta.
Esto es lógico si se tiene en cuenta que incluso
sobre métodos de diferencias finitas o volúmenes finitos la
actividad investigadora sigue siendo muy importante en este tipo
de problemas más complejos.

En la sección siguiente se va a hacer una breve descripción de los


métodos de residuos ponderados (MRP),
que, como ya se ha indicado,
proporcionan un marco general para realizar la comparación entre
distintos
tipos de métodos numéricos, que en realidad pueden ser
interpretados como métodos de residuos
ponderados, y constituyen
el punto de partida para introducir el método de los elementos
finitos.

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ponderados
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Planteamiento de los métodos de residuos ponderados


La principal diferencia entre un MRP y los métodos de diferencias
finitas consiste en que en aquéllos se
supone que la solución
puede ser representada analíticamente. Consideremos la ecuación en
derivadas
parciales para la variable representada por

(6.22)

El asterisco denota la solución exacta. Supondremos que la


siguiente es una solución aproximada de la
ecuación
(6.22):

(6.23)

donde se ha elegido de forma que


satisfaga las condiciones iniciales y de contorno, si

es posible de forma exacta. Las funciones de aproximación


son conocidas. Los coeficientes


son desconocidos, y se trata de determinarlos resolviendo un
sistema de ecuaciones aproximadas
obtenido a partir de la ecuación
(6.22). Si la ecuación (6.22) es estacionaria, dicho sistema será de
ecuaciones
algebraicas, y si es no estacionaria, las ecuaciones
del sistema serán diferenciales ordinarias en el tiempo.

Al sustituir la solución aproximada de la ecuación (6.23)


en la ecuación (6.22) se obtiene

(6.24)

siendo el residuo de la ecuación, que en


general será una función continua
.

es exactamente igual a cero si , es


decir, si es solución exacta. Haciendo
suficientemente

grande en la ecuación (6.23), los coeficientes


pueden en principio elegirse de forma que
, que
será una medida de la precisión de la solución
aproximada, sea pequeño sobre todo el dominio de cálculo.

Cualquier algoritmo de resolución empleado para determinar los


coeficientes convergerá si permite

hacer tender
a cero, aunque no será posible alcanzar este valor
mediante un número finito de

operaciones. En el MRP se trata de


obtener una solución adecuada (definida por el conjunto de los
coeficientes ) imponiendo que un número apropiado de
integrales del residuo ponderado sobre el
dominio de cálculo sean
nulas:
(6.25)
   d    d    d

siendo las funciones de ponderación. Haciendo variar


desde 1 hasta , se obtiene un sistema de

ecuaciones para
los coeficientes . Si la solución aproximada converge a
la solución exacta, la

formulación de residuos ponderados de la


ecuación (6.25) es, para , completamente
equivalente a
la formulación fuerte del problema expresada por la
ecuación (6.22) y las correspondientes condiciones de
contorno. Por tanto,
para un valor finito de se obtendrá una solución aproximada.

Los distintos métodos que pertenecen a esta clase de métodos de


residuos ponderados se obtienen eligiendo
diferentes funciones de
pesado (Fletcher, 1991).

En el método de los subdominios, el dominio de cálculo se divide


en subdominios , siendo

en y
fuera de . Este método evalúa la integral
de la ecuación (6.25) del mismo
modo empleado en el método
de volúmenes finitos.

En el método de colocación, , siendo la delta de


Dirac y .A

partir de la ecuación
(6.25) se deduce que este método es equivalente a hacer
, lo que recuerda

a los
métodos de
diferencias finitas, con la distinción de que en éstos no se
utilizan funciones de
aproximación.

En el método de mínimos cuadrados se toma , con lo que la ecuación


(6.25) resulta

equivalente a la condición de que

   d    d    d (6.26)

sea mínima.

En el método de residuos ponderados de Galerkin, las


funciones de ponderación se toman iguales a las
funciones de
aproximación, . Si
las funciones de aproximación forman

un conjunto completo, la
ecuación (6.25) expresa que el residuo es ortogonal a
cualquier elemento del
conjunto, por lo que, si se hace tender
a infinito, la solución aproximada, , convergerá a la
solución

exacta, . Si se eligen, por ejemplo, polinomios


como funciones de aproximación, un conjunto completo

sería el
siguiente: .

Obsérvese que por el momento no se está haciendo referencia


directamente al método de los elementos
finitos (MEF) de Galerkin,
que será descrito en el siguiente capítulo como un caso particular
del método de
Galerkin de residuos ponderados que se acaba de
describir. Antes de ello, vamos a hacer una breve referencia
al
método espectral de Galerkin, y a comentar su relación con el
método de los residuos ponderados de
Galerkin. El método
espectral, a diferencia de los métodos de diferencias finitas,
volúmenes finitos y
elementos finitos, que son de tipo local, es
de carácter global. Como en el método de residuos ponderados de
Galerkin antes descrito, en el método espectral las funciones de
aproximación y de ponderación son no nulas
sobre todo el dominio
de cálculo; por el contrario, el método de los elementos finitos,
que, como se verá a
continuación, identifica los coeficientes
con las incógnitas en los nodos de una malla de
cálculo, es

de carácter local. La principal diferencia del método


espectral con el MRP de Galerkin consiste en que aquél
utiliza
funciones de aproximación y de ponderación ortogonales (series de
Fourier, polinomios de Legendre,
etc.):

   d    d    d    si  

     si (6.27)

El método espectral, aunque más complicado, permite obtener, si la


solución exacta es suficientemente
suave, soluciones de alta
precisión con un reducido número de términos en la solución
aproximada.

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Formulación débil

Subsecciones

Caso unidimensional
Caso multidimensional

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Caso unidimensional
Se considerará en esta sección la siguiente ecuación diferencial:

(6.28)

que se satisface en , con las condiciones de


contorno

(6.29)

(6.30)

La ecuación (6.28) coincide con la forma estacionaria y unidimensional


de la ecuación (5.44), de la que
además se ha
eliminado el término convectivo, y es también equivalente a la
ecuación (5.85) si (que sería
en este caso la viscosidad del fluido) se
supone uniforme y es el gradiente de presión reducida. En
estos
dos casos citados, las condiciones de contorno de las
ecuaciones (6.29) y (6.30) equivalen, respectivamente,
a fijar la temperatura
o la velocidad en , y un flujo de calor por unidad de área o
una tensión cortante

en .

En muchos problemas no es conveniente utilizar como solución


aproximada una función, como la de la
ecuación (6.23), que
satisfaga las condiciones de contorno. Si la solución aproximada
se expresa mediante la
ecuación (6.23) con ,
no sólo existirá un residuo de la solución aproximada respecto de
la ecuación
en derivadas parciales (6.28), sino también
respecto de las condiciones de contorno. Los residuos
correspondientes a las condiciones de contorno son

(6.31)

(6.32)
La ecuación equivalente a la ecuación (6.25), en la que se
introducen funciones de ponderación adicionales
en el contorno, es
ahora

   d    d    d (6.33)

Dado que el número de grados de libertad de la solución aproximada


de la ecuación (6.23) es , puede
elegirse un número
de funciones de ponderación independientes , mientras
que y serán

dependientes de
.

Para el problema descrito por la ecuación (6.28), la


ecuación (6.33) resulta

(6.34)

y las funciones de ponderación en el contorno se reducen a los dos


únicos factores y .

Integrando por partes el primer término de la ecuación


(6.34), tomando

   d

con lo que

   d

se obtiene

con lo que la ecuación (6.34) resulta

(6.35)

Suponiendo que , se obtiene


(6.36)

y si la condición de contorno de tipo Dirichlet puede imponerse


sobre la solución aproximada, y


pueden entonces elegirse iguales a cero, de forma que la ecuación
anterior se simplifica, quedando

(6.37)

sujeta a las condiciones de contorno

(6.38)

La ecuación (6.37) corresponde a la denominada


formulación débil.

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Caso multidimensional
Generalizando lo anterior a un problema multidimensional, es
decir, considerando la siguiente ecuación en
lugar de la ecuación
(6.28):

(6.39)

que se satisface en el dominio , con las condiciones de


contorno

   en (6.40)

   en (6.41)

siendo el vector unitario normal al contorno ,


la correspondiente formulación débil está expresada por

(6.42)

sujeta a las condiciones de contorno

   en (6.43)

   en (6.44)

La formulación débil expresada en las ecuaciones (6.42),


(6.43) y (6.44) no es estrictamente equivalente
a la
formulación fuerte expresada por las ecuaciones
(6.39), (6.40) y (6.41), incluso para
. Aunque
cualquier solución de la segunda
satisface la primera, el inverso no es cierto. La denominación de
formulación débil se debe a que dicha formulación permite
soluciones con un grado más bajo de regularidad.
Por ejemplo, la
solución de la ecuación (6.39) con las condiciones
(6.40) y (6.41) debe tener derivadas
primeras
continuas (grado de regularidad ), mientras que la
correspondiente formulación débil sólo

requiere continuidad de la
función misma (grado de regularidad ); es decir, la
formulación débil permite
soluciones con discontinuidades en las
derivadas primeras. Precisamente esto es deseable en problemas de
mecánica de fluidos. Obsérvese asimismo que la reducción del grado
de regularidad requerido en la solución
va acompañada de un
aumento en el grado de regularidad necesario
en las funciones de ponderación.

Como se observa, en la formulación débil no es necesario imponer


explícitamente en la solución las
condiciones de contorno de tipo
Neumann, que son introducidas de forma natural a través de la
integración
por partes en la formulación. Es por esto por lo que
este tipo de condiciones de contorno son denominadas
condiciones de contorno naturales. Las condiciones que
deben ser impuestas de forma explícita en la
formulación débil son
denominadas condiciones de contorno esenciales.

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General

Método de los elementos finitos de Galerkin


Como se indicó al principio de este capítulo, pocos tipos de
problemas de mecánica de fluidos admiten ser
expresados en forma
variacional. Sin embargo, la formulación de Galerkin del método de
los elementos
finitos es en muchos casos equivalente al método de
Ritz para resolver problemas variacionales. La mayoría
de las
aplicaciones del MEF en mecánica de fluidos emplean el método
estándar de Galerkin (también
denominado método de
Bubnow-Galerkin, para distinguirlo del método de Petrov-Galerkin,
en el que las
funciones de ponderación no coinciden con las de
aproximación), por lo que será el que principalmente se
considere
en lo que sigue.

Para empezar se va a hacer referencia a los dos aspectos más


importantes que caracterizan el MEF de
Galerkin frente al método
de Galerkin de residuos ponderados. En primer lugar, los
coeficientes que
aparecen en la solución aproximada van a
coincidir con los valores de las incógnitas en los nodos
resultantes
de la discretización espacial del dominio de cálculo.
La solución aproximada de la ecuación (6.23) se expresa
ahora directamente de la forma

(6.45)

es decir, la solución se aproxima en cada punto del dominio


mediante una interpolación de los valores de la
solución en los
nodos, . Con ello resulta más fácil entender el MEF
como un medio de discretizar las

ecuaciones en derivadas
parciales, lo cual resulta siempre más evidente en métodos de
diferencias finitas.

La segunda característica relevante se refiere al tipo de


funciones de aproximación que se utilizan, que suelen
ser, casi
exclusivamente, polinomios de bajo grado restringidos a
determinados subdominios o elementos en
los que, como se indicará
más adelante, se divide el dominio de cálculo, que dan lugar a
matrices con pocos
elementos distintos de cero. Puede conseguirse
además que estos elementos no nulos estén próximos a la
diagonal
principal, lo que facilitará la resolución del sistema de
ecuaciones algebraicas a que da lugar la
discretización.

El dominio debe ser subdividido en subdominios no


solapados, llamados elementos, de forma geométrica
simple. Las
integrales que aparecen en la formulación débil (ecuación
(6.42)) pueden expresarse como suma
de integrales sobre los
elementos.

Una vez realizada la subdivisión del dominio físico en elementos,


el problema de representar de forma
aproximada la variación de una
variable dependiente sobre todo el dominio resulta mucho más
sencillo al
referir dicha variación a los distintos elementos. Las
funciones de aproximación suelen denominarse
funciones
de interpolación en la literatura matemática y funciones de
forma en ingeniería (utilizando el
símbolo en lugar de
en este último caso).

En principio, y aunque también pueden emplearse funciones de


interpolación cúbicas y de orden superior, en
la práctica no es
usual, en problemas de mecánica de fluidos, emplear
interpolaciones de orden superior al
cuadrático. En dinámica de
fluidos computacional la eficiencia de los métodos empleados es
particularmente
importante, sobre todo en problemas
tridimensionales con geometrías complicadas y modelos matemáticos
complejos, por lo que el compromiso entre economía y precisión
suele aconsejar descartar funciones de
interpolación de orden
elevado, que dan lugar a sistemas de ecuaciones con muchos más
términos no nulos.
Lógicamente, la interpolación cuadrática se
hace progresivamente más precisa que la interpolación lineal a
medida que la malla se hace más fina. En principio cabe esperar
que, a medida que la malla se hace más fina,
el error en la
solución numérica se reduzca al mismo ritmo en que lo haga el
error de interpolación. Para una
cierta malla, generalmente el
error en la solución será mayor que el de interpolación al existir
un error
adicional debido a que la solución en un nodo no coincide
con la solución exacta. A modo de idea
orientativa, puede decirse
que el uso de funciones de forma lineales produce soluciones de
precisión similar a
la obtenida empleando métodos de diferencias
finitas de segundo orden, mientras que el uso de funciones de
forma cuadráticas proporciona la misma precisión que los métodos
de diferencias finitas de tercer orden.

Una importante característica del MEF es la facilidad con la que


permite tratar dominios de cálculo con
mallas no uniformes y
distorsionadas. Desde que comenzó a aplicarse el MEF se utilizaron
muy
frecuentemente elementos triangulares debido a que permiten
representar formas geométricas complicadas.
Sin embargo, también
es posible representar dichas formas complejas utilizando
elementos rectangulares
distorsionados haciendo uso de la
transformación isoparamétrica. Además, los elementos rectangulares
tienen ventajas sobre los triangulares desde el punto de vista de
la utilización de programas de generación de
mallas, especialmente
en problemas tridimensionales.

Obsérvese que al expresar, de acuerdo con la ecuación (6.45),

(6.46)

(en lo que sigue se sustituirá por para denotar las


funciones de forma), se está asignando una función

de forma a cada
valor nodal o grado de libertad. Aunque estas funciones pueden ser
de muy diversos tipos,
ya se ha indicado que en los métodos
estándar de elementos finitos son polinomios definidos localmente,
de
manera que son nulas fuera de los elementos a los que pertenece
el nodo correspondiente. Es decir,

   (6.47)

siendo la función de forma local correspondiente al nodo


del elemento , que ocupa el subdominio

. Dado que
se ha tomado , en cualquier punto
en el que está localizado un nodo

del elemento
se cumplirá

(6.48)

Finalmente, para que pueda representarse de forma exacta una


función constante sobre del

elemento
, debe satisfacerse la condición

   (6.49)
siendo el número de nodos en el elemento . Aplicando en
cada elemento el esquema de interpolación

que se acaba de
describir (con las propiedades de las funciones de forma
expresadas en las ecuaciones (6.47),
(6.48) y (6.49)),

(6.50)

se garantiza la continuidad del valor de la función aproximada en


todo el dominio. Sumando la interpolación
sobre todos los
elementos, resulta

(6.51)

En el segundo miembro, el primer sumatorio se extiende sobre todos


los elementos del dominio de cálculo, y
el segundo, sobre todos
los nodos del elemento . Las funciones , asociadas a
cada elemento, se

denominan funciones de forma locales o


elementales, y las funciones , funciones de forma
globales. Las

funciones de forma globales se obtienen ensamblando


las contribuciones de todos los elementos a los

que
pertenece el nodo .

Los elementos y funciones de forma asociadas que generalmente se


utilizan pueden clasificarse en dos
categorías, dependiendo del
grado de continuidad que se requiera entre elementos y de los
valores asociados
a los nodos. Si los valores nodales se
corresponden con los de las variables dependientes y el orden de
las
ecuaciones de conservación no es superior a dos, es suficiente
una continuidad en los límites entre

elementos. A los
elementos con estas características se les suele denominar
elementos lagrangianos. Cuando
se consideran las derivadas
primeras de las variables dependientes como grados de libertad
adicionales,
generalmente se impone una continuidad en los
límites entre elementos. Los elementos con estas

características
se denominan elementos hermitianos. En los textos de
Hirsch (1988) y Wendt (1992), por
ejemplo, pueden encontrarse
discusiones concisas sobre la elección de funciones de forma y
elementos de
distintos tipos.

Introduciendo la ecuación (6.45) en la ecuación (6.42), haciendo en ésta


, puede deducirse la

ecuación discretizada siguiente para


el nodo :

d    d d (6.52)
donde es el subdominio formado por todos los elementos
que contienen el nodo , y el sumatorio sobre

está extendido
a todos los nodos del subdominio . La matriz formada por
los elementos

d (6.53)

es la matriz de ``rigidez'', que sólo depende de la


geometría de la malla y de los elementos utilizados si
es
constante.

Obsérvese que la integración que debe hacerse en la formulación


débil ha dado lugar a una suma de
contribuciones sobre elementos a
los que pertenece el nodo considerado. En lugar de esto, sin
embargo,
también es posible hacer en primer lugar la integración
sobre todos los elementos separadamente, y a
continuación
construir la ecuación para cada nodo a partir de la suma de las
contribuciones de los elementos
a los que pertenece el nodo,
siguiendo un procedimiento de ``ensamblado''. Este ha sido el
procedimiento
considerado, por ejemplo, en la Sección
6.6.2.

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Aplicación del MEF a distintos tipos de flujos

Subsecciones

Flujos potenciales
Problemas de convección-difusión
Ecuaciones de Navier-Stokes en flujos incompresibles
bidimensionales

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Flujos potenciales
Consideraremos un flujo potencial y estacionario de un fluido
incompresible en el interior de un conducto, en
el que se halla
inmerso un cuerpo fuselado. El flujo quedará descrito por la
distribución del potencial de
velocidad , que satisface la
ecuación (5.9),

(6.54)

El problema es obviamente elíptico. Las componentes de la


velocidad se obtienen a partir de la distribución
de
mediante la ecuación (5.7),

(6.55)

Las condiciones de contorno pueden ser de tipo Dirichlet en los


contornos de flujo entrante y de flujo
saliente y de tipo Neumann
en las paredes interiores del conducto y del cuerpo
(
), siendo

la normal a la pared, lo que


equivale a imponer que las paredes son impermeables. Por ejemplo,
fijar un valor
uniforme de en cada uno de los contornos de
entrada y salida, al ser en tal caso , siendo
la tangente al contorno, equivale a imponer que la velocidad es
normal al contorno. El caudal a través del
conducto vendrá
determinado por la diferencia entre los valores de
impuestos en dichos contornos de

entrada y salida. También sería


posible fijar en uno de estos contornos (el de
entrada o el de

salida), lo que equivaldría a fijar la velocidad


normal a éste.

La formulación débil equivalente a la de la ecuación (6.42) es en este


caso

d d (6.56)

Introduciendo

(6.57)

en la ecuación (6.56), se obtiene

(6.58)
d d

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Problemas de convección-difusión
Se va a considerar en esta sección un problema descrito por la
ecuación (5.44) de conservación de la energía
interna para
flujos incompresibles,

(6.59)

con las condiciones de contorno

(6.60)

en una parte del contorno ,y

(6.61)

en el contorno , y con la condición inicial

(6.62)

en . Se considera que la conductividad térmica y el calor


específico pueden ser variables con la

temperatura. Los parámetros


y pueden especificarse de forma arbitraria. La
distribución de velocidad

se considera también conocida.


La ecuación (6.59) podría describir asimismo la
conservación de especies
o de otro escalar.

En cada elemento, se supone que la distribución de temperatura


puede aproximarse mediante

(6.63)

donde contiene las temperaturas en los nodos del


elemento y es un vector de funciones de forma:

(6.64)
siendo el número de nodos por elemento. La derivada temporal
es

(6.65)

siendo d .

La expresión equivalente a la ecuación (6.42), resultante


de la aplicación de la formulación del método de los
residuos
ponderados de Galerkin, es en este caso

(6.66)

donde es un operador Booleano que almacena las


contribuciones de la matrices elementales en las

matrices
globales.

Debe recordarse que la condición expresada en la


ecuación (6.60) es válida para representar, por ejemplo,
tanto condiciones de contorno convectivas (
) como
de flujo de calor constante ( ,

). Las integrales
de la ecuación (6.66) extendidas al contorno puede por tanto aplicarse,
con los

valores apropiados de los parámetros y , a


distintas partes del contorno, según sea necesario.

Debe observarse que la ecuación (6.66) constituye un sistema


de ecuaciones diferenciales ordinarias que
permite determinar la
evolución temporal de la temperatura en los nodos. En el caso de
que el problema
fuese estacionario, se obtiene un sistema de
ecuaciones algebraicas no lineales que proporciona la
distribución
de temperaturas en los nodos.

La ecuación (6.66) puede escribirse de la forma siguiente:

(6.67)
Las condiciones de contorno de tipo Dirichlet deben tenerse en
cuenta como se ha indicado anteriormente.
es la matriz
de capacidad térmica, es una matriz no simétrica que
procede del término de convección

en la ecuación diferencial,
procede del término de difusión,
contiene parte de la contribución de las

condiciones de contorno
convectivas (término homogéneo) y es el vector flujo de
calor (contribuciones

procedentes de condiciones de contorno y de


términos fuente en las ecuaciones). También se incluyen en

contribuciones procedentes de nodos del contorno donde


se aplican condiciones de contorno de tipo
Dirichlet, como
resultado de la partición que debe hacerse para igualar el número
de ecuaciones al de
incógnitas contenidas en .

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Ecuaciones de Navier-Stokes en flujos incompresibles


bidimensionales
Se van a discutir en esta sección algunos aspectos de la
aplicación del MEF a un problema descrito por las
ecuaciones
estacionarias de Navier-Stokes para flujos incompresibles de
fluidos con viscosidad constante.
Como ya se comentó
anteriormente, en este tipo de flujo las ecuaciones de
conservación de la masa y de la
cantidad de movimiento están
desacopladas de la ecuación de conservación de la energía, por lo
que en lo
que sigue se considerarán sólo las dos primeras. La
ecuación de conservación de la energía podría resolverse
a
continuación, una vez conocida la distribución de velocidad en el
flujo. Las ecuaciones a resolver son, por
tanto, las ecuaciones
(5.38) a (5.39):

(6.68)

(6.69)

( se supondrá que es una presión reducida).

Utilizando una función de ponderación asociada a la ecuación


(6.68) y otra función vectorial asociada

a la ecuación
(6.69), la formulación de residuos ponderados puede
escribirse de la forma

d    d    d    d (6.70)

Integrando por partes los términos segundo y cuarto de esta


ecuación, se obtiene

(6.71)

siendo el vector unitario normal al contorno.

Los términos del segundo miembro de la ecuación (6.71) para


un problema bidimensional pueden ponerse de
la forma

d (6.72)
Las condiciones de contorno para un problema correspondiente a un
flujo interno en un conducto de forma
arbitraria, por ejemplo,
para el que se utiliza un dominio de cálculo limitado por las
paredes del conducto y
por las secciones de entrada y salida,
serán las siguientes:

En las paredes se impone la condición de no deslizamiento:

(6.73)

En la sección de entrada se impone una determinada


distribución de velocidad. Suponiendo que el
flujo entra sólo con
componente , las condiciones son:

(6.74)

Tanto estas condiciones como las anteriores son obviamente


condiciones de contorno esenciales.
En la sección de salida
(suponiendo que ésta es perpendicular al eje y que, por tanto,
y

), los términos del segundo miembro de la


ecuación (6.71) toman la forma

d (6.75)

Si se comparan estos términos con los correspondientes de la


ecuación (6.37), se observa que como
condiciones de contorno
naturales pueden imponerse valores de las magnitudes
y

. Si
se los gradientes de y según pueden suponerse
despreciables en la sección de
salida, lo que suele ser aceptable,
y se tiene en cuenta que la presión tan sólo aparece en las
ecuaciones
en el término , de forma que la solución
para la distribución de presiones satisface las ecuaciones

si se
le suma una constante, se deduce que pueden imponerse valores
nulos para las magnitudes
mencionadas. De esta forma, los términos
del segundo miembro de la ecuación (6.71) pueden
despreciarse.

Dado que la presión no interviene en la ecuación (6.71)


dentro de una derivada, a diferencia de lo que ocurre
con las
componentes de la velocidad, cuyas derivadas primeras sí aparecen,
parece razonable elegir
diferentes funciones de forma para la
presión y las componentes de la velocidad. Introduciendo las
funciones
de forma en la ecuación (6.71) se obtiene el
sistema de ecuaciones

(6.76)

(6.77)
donde es el vector de componentes de la velocidad en los
nodos, el vector de presiones en los nodos,

y
vectores que incorporan las condiciones de contorno,
una matriz simétrica definida positiva,

y
una matriz asimétrica indefinida. Debido al carácter
indefinido de la matriz , es posible, por ejemplo,

que
para , y , la ecuación
permita soluciones no triviales para .

Para evitar problemas de este tipo se recurre a utilizar una


interpolación mixta, empleando esquemas de
interpolación
diferentes para las componentes de la velocidad y de la presión.
Al ser inferiores las
condiciones de regularidad para la presión
que para la velocidad, la presión se aproxima mediante
polinomios
de interpolación de un grado más bajo que los utilizados para la
velocidad.

En cuanto al tipo de elementos empleados para este problema,


suelen preferirse elementos triangulares con
siete grados de
libertad para las componentes de la velocidad y tres grados de
libertad para la presión, o bien
cuadriláteros con nueve y tres
grados de libertad para componentes de la velocidad y presión
respectivamente. Puede consultarse el texto de Cuvelier et al. (1986) indicado en la bibliografía donde se
discute la elección de
los elementos.

Por último, cabe indicar que la resolución de los sistemas


(6.76) y (6.77) no es sencilla al contener la matriz
correspondiente ceros en la diagonal. Para facilitar la resolución
se suele hacer uso del método de
penalización, ya mencionado en
otras asignaturas. Una revisión sobre el uso del método de los
elementos
finitos en flujos incompresibles viscosos puede
encontrase en la publicación de Gresho (1989) indicada en la
bibliografía.

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