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EVALUACIÓN DEL CONTEXTO FAMILIAR.

La finalidad de la evaluación del contexto familiar dentro de la Evaluación


Psicopedagógica, es el esclarecimiento de los aspectos de la vida familiar del niño
que están afectando su proceso de enseñanza-aprendizaje.

En la Evaluación del contexto familiar hay que ser especialmente cuidadosos. Esta
precaución se debe en gran medida a que se está recogiendo información en un
medio que no va a ser el medio prioritario de actuación, y, por otra parte, muchas de
las familias de niños con dificultades han tenido y tendrán que comentar datos de la
historia de su hijo y aspectos de su vida familiar repetidas veces en varios servicios.

Esto supone hacer un esfuerzo por acotar el campo de información, de forma


ajustada a cada caso y en función de la información previa ya disponible. Ni por
razones de tiempo ni de oportunidad conviene pretender una información exhaustiva
de todas y cada una de las variables que se examinarán a continuación.

Por otra parte, en una dinámica de colaboración, es fundamental no sólo hacer


partícipes a las familias del por qué y para qué de los distintos aspectos que se les
pide, sino también incorporar aquellos que desde el punto de vista de la familia son
relevantes: sus propias explicaciones, su visión de qué aspectos facilitan y cuáles
dificultan el aprendizaje de su hijo, etc.

En la información que las familias aportan pueden distinguirse tres grandes


campos, estrechamente relacionados:

DATOS SOBRE EL ALUMNO/A EN SU CONTEXTO FAMILIAR


DATOS SOBRE EL PROPIO MEDIO FAMILIAR
DATOS SOBRE EL ENTORNO FAMILIAR

A. Datos sobre el alumno/a en su entorno familiar.

En gran medida, este primer campo está relacionado con la evaluación del alumno,
ya que interesa la expresión de sus capacidades, su estilo de relación, sus
preferencias, sus dificultades, sus expectativas, etc., todo ello tal como se manifiesta
en el medio familiar. Estos datos permiten conocer mejor el grado de generalización
de los aprendizajes escolares. así como contrastar el comportamiento y actitud del
alumno en distintos contextos, pudiendo identificar los elementos más constantes y
aquellos más dependientes de las variables ambientales. Entre los datos que
interesa explorar cabe destacan

1. Características personales y relaciones sociales: es fundamental contar con la


percepción que la familia tiene de la forma de ser su hijo, así como de las relaciones
sociales que establece el alumno fuera del contexto escolar.

2. Grado de autonomía: incluye muy distintos aspectos en función de las distintas


edades, desde la autonomía en los cuidados fisiológicos en los más pequeños hasta
el desenvolvimiento en el barrio en el caso de los más mayores.

3. Juego y ocio: conocer las preferencias y gustos del niño en sus actividades
Indicas proporciona interesantes pistas a la hora de tomar decisiones en el proceso
de enseñanza y aprendizaje.

4. Salud y otras intervenciones: las distintas intervenciones de las distintas


intervenciones sanitarias, rehabilitadoras, e incluso educativas a través de la familia
permite recabar su opinión sobre las mismas.

5. Actitud y hábitos en los estudios: en todas las edades es importante conocer


las vivencias de los alumnos respecto al proceso de enseñanza aprendizaje, sobre
todo con los más mayores, los hábitos y estrategias que han ¡do incorporando
respecto a las tareas escolares en casa.

En muchos de estos apartados, la familia aporta no sólo la visión sobre la situación


actual del niño, sino su evolución, es decir, las constantes y los cambios más
significativos que se han dado a lo largo de su crecimiento y escolarización.

Por otra parte, cuando el alumno presenta un déficit determinado es imprescindible


plantear cuestiones muy directamente relacionadas con el mismo: autonomía para
los desplazamientos, comunicación, etc.

B. Datos sobre el propio medio familiar que favorecen o dificultan el desarrollo


del niño.

En este apartado no se pretende hacer una evaluación exhaustiva del medio


familiar, y muy probablemente no todos los casos requieran un conocimiento
pormenorizado de todos los puntos que a continuación se señalan. Éstos deben
plantearse siempre estrechamente relacionados con el alumno y su evaluación
puede ser más operativa si se hace al hilo de los temas señalados en el apartado
anterior. Por ejemplo, conocer los planteamientos familiares en tomo al juego y ocio
a partir de la descripción de cómo ocupa el alumno su tiempo libre.

Estructura familiar: permite obtener una visión global de la composición familiar,


dedicaciones de los distintos miembros, etc., como marco donde ubicar los otros
datos.

Relaciones familiares y dinámica interna: relaciones que se establecen entre los


distintos miembros y el sujeto de evaluación. Las relaciones jerárquicas y el ejercicio
de la autoridad. Las reglas familiares y la forma de establecer límites. Formas de
afrontar los conflictos. Niveles de comunicación. Especialmente importante es la
información referida a las pautas educativas y a los aspectos en que se favorece o
no la autonomía de los hijos.

Valores predominantes: por la importancia que tienen sobre el desarrollo del


alumno los valores más o menos explícitos predominantes en su medio familiar, es
fundamental conocer la valoración que se da en la familia a las distintas
capacidades, a los estudios, a las alternativas profesionales, así como las actitudes
ante las diferencias de sexo, las minusvalías, etc.

Vida cotidiana y ocio: el desarrollo de la vida diaria proporciona el marco donde se


plasman los valores, las relaciones familiares y las vivencias del alumno. Es un tipo
de información que permite establecer el contraste y el grado de coherencia entre la
realidad y los ideales que la familia tiene sobre su propio funcionamiento. La forma
de entender y vivir el ocio también proporciona indicadores. valiosos sobre cómo se
entienden las relaciones familiares, etc.

Actitud en el proceso de enseñanza-aprendizaje: la evaluación de las


posibilidades de ayuda en el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro del contexto
familiar van desde los elementos más materiales (condiciones de la casa para el
estudio, libros de consulta, etc.) hasta las más personales (predisposición,
capacidad, motivación y posibilidades reales de los familiares para ayudar al alumno
en distintas actividades).

Relación familia-escuela: la información sobre la relación pasada y presente que la


familia establece con el centro escolar y el profesorado más directamente implicado
en la educación de su hijo/a, proporciona indicios fundamentales para planear las
posibilidades de colaboración. Estos datos permiten entender algunos de los
comportamientos de los alumnos, que reflejan la fluidez o tensión entre ambas
instituciones, dentro de este apartado se incluiría la relación de la familia con el
equipo psicopedagógico, dado que se trata de uno de los servicios pertenecientes al
ámbito escolar que también influye en buena medida sobre las posibilidades de
colaboración e implicación de la familia en el proceso educativo.

C. Datos sobre el entorno social que favorecen o dificultan el desarrollo del


alumno.

El estudio de los factores que transcienden el entorno familiar debe realizarse


también en función de las necesidades del alumno, y no como simple enumeración
de recursos o características estadísticas.

Características y servicios del pueblo o barrio: posibilidades que brinda al


alumno. Servicios extraescolares con los que cuenta el alumno para atender las
necesidades de salud, económicas, sociales, etc., la medida en que la familia los
conoce y utiliza, y su grado de satisfacción al respecto.

Grupos de referencia fuera del contexto escolar y familiar: en la Etapa


Secundaria cobran especial relevancia los grupos de amistades con los que el
alumno se identifica y comparte su tiempo de ocio, el grado de integración en los
mismos, y el tipo de valores que sustentan. Asimismo, las relaciones afectivas y de
pareja que aparecen en estas edades pueden incidir en el proceso educativo de
algunos alumnos y alumnas.

Después de hablar sobre los aspectos necesarios a evaluar en el contexto familiar,


creo que es conveniente añadir lo que según el MEC considera importante en el
momento de realizar una Evaluación Psicopedagógica en dicho contexto.
Instrumento de recogida de información

Las pruebas esenciales para efectuar la valoración psicopedagógica y poder


establecer unas conclusiones y unas medidas a adoptar con el niño, tanto dentro
como fuera de del aula, son las siguientes:

1. Entrevista con el tutor:

En esta entrevista se pretende orientar sobre el desarrollo del alumno dentro del
aula. Saber cómo se encuentra tanto a nivel académico, social y emocional.
Además, se puede concretar cuales son las mayores dificultades que presenta.

Entrevista con la familia:

Para realizar una evaluación, no sólo es necesario la opinión de los profesionales


del centro escolar si no también conocer los problemas que presentan en el entorno
familiar, cómo está estructurada la familia, si disponen de límites y normas, ¿la
comunicación entre los diferentes miembros?

3. Observación entrevista con el alumno:

Se tendrá que efectuar una entrevista con el niño para observar su conducta. Los
aspectos a valorar serán si mantiene una actitud participativa, si es correcto en las
intervenciones, la manera de expresarse, su opinión ante el centro y su familia.
4. Pruebas psicométricas básicas:

Escalas de Wechsler

David Wechsler es el autor de estas escalas para medir la inteligencia o determinar


el CI (coeficiente intelectual) de una persona. Son escalas formadas cada una por
una escala verbal y una escala de ejecución, de modo que con la aplicación de
cualquiera de ellas se obtienen tres puntuaciones: un CI verbal, un CI manual y un
CI total.

WISC (de 5 a 16 años)


Ofrece información sobre la capacidad intelectual general del niño (CI Total) y sobre
su funcionamiento en Compresión verbal, Razonamiento perceptivo, Memoria de
trabajo y Velocidad de procesamiento. La Escala se compone de 15 tests, 10
principales y 5 optativos.

WAIS (de 16 a 64 años)


Tiene por objetivo medir la inteligencia del adulto, dentro de un enfoque global de
ésta. El WAIS es un test construido para evaluar la inteligencia global, entendida
como concepto de CI, de individuos de cualquier raza nivel intelectual, educación,
orígenes socioeconómicos y culturales y nivel de lectura. Es individual y consta de 2
escalas: verbal y de ejecución. Está basada en la teoría bifactorial de Spearman.
Inteligencia, tomada desde un punto de vista global, ya que está compuesta por
habilidades cualitativamente diferentes (rasgos), pero no independientes.

EDAH (Evaluación del TDAH)

Escala para evaluar la hiperactividad, déficit de atención, impulsividad y trastornos


de la conducta que influyen muy negativamente en el desarrollo escolar del niño.
Aplicable a niños de entre 6 y 12 años, de manera individual, con una duración de 5
a 10 minutos aproximadamente. La finalidad del EDAH es recoger información sobre
la conducta habitual del niño. Permite evaluar los rasgos principales del TDAH de
una manera sencilla y objetiva.

PROLEC-R (Batería de evaluación de los procesos lectores)


La batería PROLEC se ha convertido en el referente más importante para la
evaluación de la lectura en español. Basada en el modelo cognitivo, se centra en los
procesos que intervienen en la comprensión del material escrito: Identificación de
letras, Reconocimiento de palabras, Procesos sintácticos y Procesos semánticos.

El PROLEC-R sigue la misma filosofía que su predecesora: tratar de averiguar qué


componentes del sistema lector están fallando en los niños que no consiguen
aprender a leer.

Sin embargo, esta nueva versión introduce una serie de mejoras sustanciales. En
primer lugar, se consideran los tiempos de ejecución junto con los aciertos para
poder determinar la precisión y eficiencia lectoras.

Por otro lado, se han eliminado las tareas poco discriminativas y se ha modificado la
estructura de otras para mejorar sus propiedades psicométricas.

Igualmente, se ha ampliado el ámbito de aplicación a los últimos niveles de la


Educación Primaria (5º y 6). Por último, se incorpora a la evaluación un nuevo
mecanismo relevante: la comprensión oral.

PROESC (Batería de evaluación de los procesos de escritura)

El objetivo de la batería es detectar dificultades mediante la evaluación de los


aspectos que constituyen el sistema de escritura, desde los más complejos, como
puede ser la planificación de las ideas, a los más simples, como puede ser la
escritura de sílabas.

La batería, formada por 6 pruebas, engloba el dominio de las reglas ortográficas, de


acentuación y de conversión fonema-grafema, el uso de las mayúsculas y de los
signos de puntuación, el conocimiento de la ortografía arbitraria y la planificación de
textos narrativos y expositivos. Además, se proporcionan pautas de orientación para
trabajar y recuperar los componentes afectados que hayan sido detectados durante
la evaluación.
Conceptualizando: ¿qué son los procesos cognitivos?
Los procesos cognitivos se entienden como todo aquel conjunto de operaciones
mentales que realizamos de forma más o menos secuenciada con el fin de obtener
algún tipo de producto mental. Se trata de cada una de las operaciones que
realizamos que nos permiten captar, codificar, almacenar y trabajar con la
información proveniente tanto del exterior como del interior.

Todos y cada uno de los procesos cognitivos que llevamos a cabo son
fundamentales a la hora de lograr nuestra adaptación al medio social, e incluso
nuestra supervivencia, a a través de su influencia en la conducta. Hemos de pensar
que cada acto físico o mental que llevamos a cabo, desde coger un cubierto para
comer hasta cantar bajo la ducha, besar a alguien o simplemente escribir este
artículo supone que hemos procesado una serie de informaciones y que estamos
operando con ellas.

Un aspecto a tener en cuenta es que generalmente se considera que proceso


cognitivo y emoción van por separado. Sin embargo, es posible observar que en el
procesamiento de la información tiene una gran importancia la activación emocional,
ya que contribuye a dotar a la experiencia de una significación y resulta fundamental
a la hora de procesar la información y valorarla. Es por ello que bajo dicha
perspectiva podría llegar a considerarse el hecho de que formara parte de dichos
procesos cognitivos.

Tipos de procesos cognitivos


Existe una gran cantidad de procesos cognitivos, pero a grandes rasgos podrían
dividirse en dos tipologías: los básicos y los superiores.

Procesos cognitivos básicos


Los procesos cognitivos básicos sirven de base para la posterior elaboración y
procesamiento de la información. Son aquellos que permiten que la información sea
captada y mantenida en nuestro sistema con tal de poder trabajar con ella.

Sensopercepción
A veces separado en sensación y percepción, este tipo de proceso cognitivo básico
es el que permite que la información sea procesada por nuestro sistema. Captamos
las sensaciones a través de los diferentes receptores de los que disponemos en
nuestro organismo y posteriormente los percibimos al organizar la información de
los receptores y dotarla de un sentido.
Dentro de esta categoría incluiríamos entre otros aspectos el análisis y la
organización perceptivas y la recepción de información.

Atención
La atención es el proceso cognitivo que permite que el ser humano seleccione,
focalice y mantenga sus recursos mentales en una estimulación determinada, dejar
de dedicárselos o separar los recursos. Existen diferentes tipos de atención, entre
ellas la focalizada o la sostenida, la dividida, la voluntaria o la involuntaria, la abierta
o la encubierta.

Procesamiento de la información
Muy vinculado a la atención y a la percepción, el procesamiento de la información es
uno de los procesos cognitivos básicos el cual nos permite que la información
captada sea procesada y pueda llegar a ser elaborada.

En este sentido hay que tener en cuenta la existencia de procesamiento automático


(involuntario y con poca interferencia con otros procesos) y controlado (que
requieren un cierto nivel de esfuerzo mental), serial (secuencial) y paralelo (varios
procesamientos se llevan a cabo a la vez), bottom-up (se parte de la estimulación
para generar el procesamiento) y top-down (las expectativas nos llevan a procesar
la estimulación) y global o local (según si captamos primero la totalidad o los
detalles de la estimulación).

Memoria
Otro de los procesos básicos, la memoria ejerce un papel fundamental en la
cognición puesto que permite mantener en el sistema la información percibida
previamente y trabajar con ella tanto a corto como largo plazo.

Dentro de la memoria podemos encontrar la declarativa (dentro de las cuales


encontramos la autobiográfica y la procedimental) y la no declarativa (como por
ejemplo la memoria procedimental). También forma parte de ella la memoria de
trabajo, elemento esencial que nos permite trabajar con la información reunida en la
actualidad o recuperar elementos de la memoria a largo plazo.

Procesos cognitivos superiores

Se consideran como procesos cognitivos superiores a aquellos que suponen el nivel


máximo de integración de la información, siendo procesos que se derivan de la
unión de la información proveniente de diversas modalidades sensoriales y
procesos cognitivos básicos. A menudo son conscientes y que requieren de un
esfuerzo mental para realizarlos.

Pensamiento
El principal y más conocido proceso cognitivo superior es el pensamiento. En él
integramos toda la información y a partir de él realizamos diferentes operaciones
mentales. Nos permite formarnos conceptos, elaborar juicios y deducciones y
aprender. Algunos de los tipos de pensamiento que podemos encontrar son el
razonamiento inductivo, deductivo e hipotético-deductivo. Dentro del pensamiento
se incluye tanto la capacidad de representación y simbolización como el análisis e
integración de informaciones, además de la realización de inferencias.

Funciones ejecutivas
Aunque podrían ser incorporadas como parte del pensamiento o bien separarse en
distintos procesos básicos, el conjunto de las funciones ejecutivas nos permite
gestionar la conducta y el conjunto de procesos cognitivos mediante la puesta en
marcha de distintas habilidades como la inhibición conductual, la planificación o la
toma de decisiones entre otras muchas. Se trata, pues, de funciones que permiten
orientar el comportamiento hacia metas a medio y largo plazo y que evitan que los
impulsos urgentes tomen el control de la conducta.

Aprendizaje
La capacidad de aprendizaje se deriva en gran medida de la capacidad de prestar
atención a la estimulación para posteriormente almacenarla en la memoria y poder
recuperarla posteriormente.

Lenguaje
El lenguaje es considerado un proceso cognitivo superior, que además de para
comunicarnos con el entorno y nuestros semejantes es utilizado para regular
internamente nuestra conducta (a través de autoinstrucciones). Es importante tener
en cuenta de que no hablamos solo de lenguaje oral, sino también de otros tipos de
comunicación.

Sin embargo, es importante señalar que el lenguaje no es lo mismo que el


pensamiento. Esto se ha sabido a partir de comprobaciones empíricas en personas
con afasia, es decir, que tienen las estructuras cerebrales responsables del lenguaje
destruidas y no operativas.

Creatividad
La creatividad es considerada por algunos autores como un proceso cognitivo
superior, ya que supone la elaboración de estrategias o vías de pensamiento
novedosas y alejadas de lo aprendido y adquirido mediante la experiencia.

Así pues, los procesos cognitivos que pertenecen al ámbito de la creatividad son
aquellos que escapan a las rutas convencionales de pensamiento, las que a partir
de una imagen o una intuición le dan la vuelta a una idea y, a partir de ahí, crean
algo nuevo.

Motivación
Se trata del proceso cognitivo mediante el cual vinculamos y dedicamos nuestra
energía a una empresa en particular, relacionando cognición, emoción y arousal.
Gracias a ella podemos dirigir nuestra conducta y puede facilitar o dificultar la
adquisición o el procesamiento de la información. También podemos encontrar
diferentes tipos de motivación, como por ejemplo la intrínseca y la extrínseca.

La crítica conductista
Es importante que no todo el ámbito de la psicología acepta la existencia de los
procesos cognitivos. En concreto, muchas variantes del paradigma del conductismo
señalan que estos son, como máximo, una metáfora de lo que ocurre en realidad.
Para estas perspectivas conductistas, lo que llamamos procesos mentales son en
todo caso atribuciones a fenómenos mentales internos que en teoría explican parte
de lo que realmente explica (o debería explicar) la psicología: la conducta, entendida
como relaciones entre estímulos y acciones que pueden ser modificadas mediante
el entrenamiento o el aprendizaje.

Así, para el conductismo el concepto de proceso mental es un salto de fe


innecesario, dado que no es necesario asumir que hay procesos psicológicos
privados que generan desde dentro hacia afuera el comportamiento que podemos
observar.
¿QUÉ SON LOS PROCESOS PERCEPTIVOS?

Los procesos perceptivos auditivos y visuales, involucran a las sensaciones que son
códigos físicos a partir de los estímulos, significan una interpretación y comprensión
de la realidad. Juegan un papel fundamental en la capacidad del ser humano para
pensar, razonar, actuar y adaptarse (por ejemplo, antes de cruzar una calle, la
persona percibe todos los detalles que le den seguridad de no ser atropellada).

Son procesos activos de conocer y codificar las sensaciones que nos llegan;
permiten la organización de los estímulos auditivos y visuales en unidades
significativas, pues, de lo contrario, nos llegarían los fenómenos fragmentados,
imposibilitando la comprensión.

Por esto los problemas en la percepción crean confusión, impiden la codificación de


los estímulos y la capacitación de su totalidad, y por lo tanto, se hacen menos
significativos.

Los procesos perceptivos pueden ser simples, como escuchar un ruido, o


complejos, como escuchar una sinfonía.

Estos procesos tienen las siguientes características (Bernstein, 1988):

Se basan en el conocimiento: la persona debe tener datos mínimos para poder


captar las consecuencias de los fenómenos que percibe.
Son inferenciales: aunque no tengamos todos los elementos podemos inferir o hacer
conclusiones de lo que vemos u oímos.
Significan categorizaciones: tendemos a establecer categorías de acuerdo con los
estímulos y conocimientos recibidos. Esta capacidad de ordenar los estímulos y
datos en categorías (tamaño, color, textura, forma, cultura, raza, etc.) nos permite
una acción más efectiva y un aprendizaje más rápido y seguro.
Son relacionales: los estímulos percibidos en categorías podemos relacionarlos
unos con otros, en formas coherentes consistentes. En el conocimiento esta
capacidad de relacionar es sumamente importante, de no ser así, se podrían dar
respuestas insuficientes o incompletas a las preguntas o problemas que se
plantean, pues no se usan todos los elementos al alcance.
Son adaptativos: por medio de la percepción podemos también captar aquello
fundamental o determinante de un problema o situación, lo que permite responder
acertadamente.
El propósito de la evaluación psicopedagógica: el apoyo psicopedagógico

La evaluación psicopedagógica tiene por objetivo encontrar las ayudas que le


permitan progresar al sujeto en su proceso de aprendizaje ya que está centrada en
el modo de aprender y los procesos de cambio a que está
La evaluación psicopedagógica no debe ser tanto un método para diagnosticar o
clasificar alumnos, sino un proceso encaminado a facilitar la toma de decisiones
sobre la evolución escolar y la específica forma de aprender de cada alumno. En
este sentido, es una búsqueda sistemática de información, con la finalidad de
analizar el pensamiento, la conducta y el contexto de un alumno para establecer
recursos y medidas de mejora e intervención que impulsen su avance educativo.
Según Vidal y Manjón, no existe un solo modelo de evaluación psicopedagógica,
sino que ésta se desarrolla según enfoques en cada uno de los cuales subyace una
filosofía diferente de entender los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Los 4 enfoqué:
En la Evaluación Psicopedagógica se pueden distinguir cuatro grandes
enfoques:
Enfoque Psicotécnico.
ENFOQUE PSICOTÉCNICO Es aquel que considera que el procedimiento ideal en
evaluación psicopedagógica es la aplicación de tests o pruebas estandarizadas. 
El término psicotécnico hace referencia explícita a los procedimientos de medida,
que tradicionalmente se han identificado con los llamados tests psicológicos.

Enfoque Conductual.
El enfoque conductual del aprendizaje se centra en la conducta observable; de
acuerdo con este enfoque el aprendizaje es un cambio en la conducta, es la forma
como responde una persona ante una situación en particular, estudio de las
conductas observables y los cambios conductuales.
Enfoque del Potencial de Aprendizaje.
Enfoque de potencial de aprendizaje: es un enfoque de carácter cognitivista y
constructivista que considera que las deficiencias cognitivas se deben a deficiencias
cualitativas y cuantitativas en la instrucción recibida. A este enfoque le preocupa la
respuesta educativa que se le puede dar a un sujeto determinado para que se
desarrolle y no trata solamente de establecer un diagnóstico del déficit del alumno.
El concepto de desarrollo depende de factores sociales y culturales, y entiende la
inteligencia como un repertorio de conductas que puede ser entrenado. Tiene en
cuenta factores afectivos, emocionales, familiares, sociales y culturales.
Normalmente los instrumentos que utiliza integran test psicológicos normalizados y
test psicológicos de potencial de aprendizaje, así como técnicas de recogida de
datos de carácter observacional.
Enfoque del Diagnóstico Pedagógico.
El diagnóstico pedagógico trata de describir, predecir y, en su caso, explicar el
comportamiento del sujeto en el contexto educativo; incluye actividades para medir y
evaluar al alumno con el fin de realizar una intervención oportuna.

Apoyo psicopedagógico
La psicopedagogía es una profesión de gran necesidad y altamente gratificante. Y
es que, la labor del psicopedagogo se centra en el estudio de “una persona en
situación de aprendizaje” de cualquier edad, evaluando, diagnosticando y ayudando
a las que tienen más dificultades en el proceso de aprendizaje.
Algunas señales que pueden indicar una posible dificultad de aprendizaje son:
• Evolución escolar más lenta de lo esperado con respecto a su grupo de
referencia.
• Bajo rendimiento académico en relación al tiempo dedicado al estudio.
• Aparente falta de concentración y atención.
• Falta de motivación a la hora de aprender.
Principales modelos de orientación psicopedagógica

Modelo clínico o counseling


Consiste en la intervención y asesoramiento directo e individual del alumno (o
cliente) a través de la entrevista, técnica principal de este modelo.
Modelo de consulta
Para una completa e idónea orientación psicopedagógica, el orientador necesita la
colaboración de las personas que rodean al alumno o cliente.
Redacción del informe de evaluación.

Los informes de evaluación son documentos en los que se valoran de forma


detallada todos los elementos relacionados con un proyecto o actividad.

Su función primordial es comunicar determinados resultados a un público


interesado, (¿se han cumplido los objetivos? ¿se han cumplido los plazos? ¿se han
cumplido las actividades propuestas? ¿cuánto ha costado?¿qué procedimientos o
metodología se ha utilizado? ¿cuáles son sus puntos fuertes o débiles? ...)
procurando alcanzar la máxima objetividad en su elaboración y planteamientos.

Aunque, en algunos casos y para ciertos destinatarios, los informes de evaluación


pueden ser orales, lo habitual es que se trata de informes escritos y, en cualquier
caso, los profesionales que realizan la evaluación y elaboran el informe deben
hacer un importante esfuerzo por que éste sea entendido y comprendido por todos
aquellos sujetos a los que va dirigido. Por esto, resulta muy importante identificar y
conocer bien a quién va dirigido nuestro informe.

En todo proyecto o actividad existen muchos “implicados” que, en mayor o menor


medida, pueden hacer uso de los informes siempre que estos les ofrezcan
informaciones oportunas y asequibles. Todo informe debe responder a las
preguntas que sean pertinentes para la audiencia a la que va destinado. Por
ejemplo no será lo mismo un informe evaluativo de un servicio de mediación escolar
para el profesorado del centro que para el colectivo de padres.

Aunque es habitual que se planteen varios informes, distinguiendo entre un


documento amplio de uso estrictamente interno, y otros informes que, dependiendo
de la audiencia, difunden solo algunos elementos de su contenido, existen algunos
teóricos que se muestran partidarios de la elaboración de un solo informe. Esta
opción, además de resultar más sencilla, resulta más fuerte y potente ya que, a
través de un único mensaje se transmite un acuerdo general. En cualquier caso,
resulta imprescindible un informe de uso interno o privado para los responsables del
proyecto o actividad y un informe público para hacerlo llegar a una audiencia abierta
y amplia.

En líneas generales, en la elaboración de informes hay que prestar atención a:

Utilizar un lenguaje claro, preciso, sin florituras innecesarias y sin ambigüedades.


Asimismo, conviene evitar el uso de palabras vulgares y usar una ortografía,
gramática y puntuación correctas para evitar que se deteriore la imagen del
profesional y del contenido del informe
Ajustar el lenguaje y terminología a los destinatarios. El objetivo es que éstos
entiendan perfectamente el contenido del informe. Como regla general, no deben
usarse abreviaturas.
Explicitar siempre los datos originales sobre los que se basan las inferencias. Se
debe evitar incluir apreciaciones personales haciendo uso de formas verbales como:
«creo», «pienso», «me gustaría,… las cuales deben ser sustituidas por otras como:
«se observa», «se ha analizado»,…
Remarcar con expresiones del tipo «tal vez”, “probablemente”, “parece que”
nuestras afirmaciones cuando no estamos completamente seguros de ellas.
Una posible propuesta en relación a los apartados que deben contemplarse en la
elaboración y presentación del informe evaluativo puede ser la siguiente:

☑ Introducción donde aparezca la Intención y sentido del documento, es decir, en


qué consiste el informe y cuál es su propósito y la Indicación del profesional, es
decir, la institución o colectivo que ha realizado la evaluación y emite el informe.

☑ Sumario, en el que se resuma brevemente el contenido del informe y se


especifiquen los apartados y subapartados en que se organiza el informe

☑ Descripción del programa, actividad o caso que ha sido objeto de evaluación,


indicando toda la información relevante en torno al mismo. Por ejemplo, si se trata
de un programa breve historia, objetivos, características, actividades, recursos,
institución que lo pone en marcha, apoyo económico,…

☑ Descripción del estudio evaluativo, lo que implica hablar del proceso de


evaluación desarrollado, haciendo referencia a los contenidos de la evaluación, sus
fases, los indicadores utilizados, el método y los procedimientos de recogida de
información y de análisis de la misma, etc.

☑ Presentación de los principales resultados, procurando que dicha presentación


sea clara y recurriendo para ello a herramientas como las tablas, gráfica, mapas
conceptuales, etc. En definitiva, a todo aquello que facilite que la información sea
fácilmente legible.

☑ Discusión de los resultados y valoración. En el informe de evaluación no se


pueden solo describir los resultados, sino que deben aparecer comparados con los
referentes que se usen en la evaluación (necesidades, metas del programa,) y emitir
la oportuna valoración.

☑ Conclusiones y recomendaciones, lo que constituye la toma de decisiones


posterior a la valoración. Es decir, la valoración realizada en el paso anterior debe
llevar a tomar decisiones que se encaminan a plantear mejoras y/o acciones
futuras.

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