Cerón González Roberto Francisco

Acción capilar

La tendencia de los líquidos a subir por los tubos capilares (tubos de agujero
estrecho; el nombre proviene de la palabra latina para “cabello”), que se llama
acción capilar, es una consecuencia de la tensión superficial.

Hay que considerar lo que sucede cuando un tubo capilar de vidrio se sumerge
primero en agua o en cualquier líquido que tenga tendencia a adherirse a las
paredes. La energía es más baja cuando una película delgada cubre la mayor parte
del vidrio posible. A medida que esta película sube por la pared interior, tiene el
efecto de curvar la superficie del líquido dentro del tubo. Esta curvatura implica que
la presión justo debajo del menisco curvo es menor que la presión atmosférica en
aproximadamente 2𝛾/𝑟, donde 𝑟 es el radio del tubo y asumimos una superficie
hemisférica. La presión inmediatamente debajo de la superficie plana fuera del tubo
es 𝑝, la presión atmosférica; pero dentro del tubo debajo de la superficie curva es
solo 𝑝 − 2𝛾/𝑟. El exceso de presión externa presiona el líquido hacia arriba del tubo
hasta que se alcanza el equilibrio hidrostático (presiones iguales a profundidades
iguales) (figura 1).

Figura 1. Tomado del Atkins, P. & de Paula, J. (2014). Physical Chemistry:

Thermodynamics, Structure, and Change. (10𝑎 ed.). Gran Bretaña: Oxford
University Press.

Para calcular la altura a la que se eleva el líquido, se observa que la presión ejercida
por una columna de líquido de densidad 𝜌 y altura ℎ es
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𝑝 = 𝜌𝑔ℎ (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 1)

Esta presión hidrostática coincide con la diferencia de presión 2𝛾/𝑟 en equilibrio.

Por tanto, la altura de la columna en equilibrio se obtiene igualando 2𝛾/𝑟 y la
Ecuación 1, lo que da

2𝛾
ℎ= (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 2)
𝜌𝑔𝑟

Esta simple expresión proporciona una forma razonablemente precisa de medir la

tensión superficial de los líquidos. La tensión superficial disminuye al aumentar la
temperatura (figura 2).

Figura 2. Tomado del Atkins, P. & de Paula, J. (2014). Physical Chemistry:

Thermodynamics, Structure, and Change. (10𝑎 ed.). Gran Bretaña: Oxford
University Press.

Cuando las fuerzas adhesivas entre el líquido y el material de la pared capilar son
más débiles que las fuerzas cohesivas dentro del líquido (como en el caso de
mercurio en vidrio), el líquido del tubo se retrae de las paredes. Esta retracción curva
la superficie con el lado cóncavo de alta presión hacia abajo. Para igualar la presión
a la misma profundidad en todo el líquido, la superficie debe caer para compensar
la presión elevada que surge de su curvatura. Esta compensación da como
resultado una depresión capilar.
Cerón González Roberto Francisco

En muchos casos hay un ángulo distinto de cero entre el borde del menisco y la
pared. El origen del ángulo de contacto se puede rastrear hasta el equilibrio de
fuerzas en la línea de contacto entre el líquido y el sólido (figura 3). Si las tensiones
superficiales sólido-gas, sólido-líquido y sólido-gas (esencialmente la energía
necesaria para crear un área unitaria de cada una de las interfaces) se denotan 𝛾𝑠𝑔 ,
𝛾𝑠𝑙 y 𝛾𝑙𝑔 , respectivamente, entonces las fuerzas verticales están en equilibrio si

𝛾𝑠𝑔 = 𝛾𝑠𝑙 + 𝛾𝑙𝑔 cos 𝜃𝑐 (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 3)

Esta expresión se puede resolver a

𝛾𝑠𝑔 − 𝛾𝑠𝑙
cos 𝜃𝑐 = (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 4)
𝛾𝑙𝑔

Si notamos que el trabajo superficial de adherencia del líquido a el sólido (el trabajo
de adhesión dividido por el área de contacto) es

𝑤𝑎𝑑 = 𝛾𝑠𝑔 + 𝛾𝑙𝑔 + 𝛾𝑠𝑙 (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 5)

La Ecuación 4 se puede escribir

𝑤𝑎𝑑
cos 𝜃𝑐 = −1 á𝑛𝑔𝑢𝑙𝑜 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑎𝑐𝑡𝑜 (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 6)
𝛾𝑙𝑔

Figura 3. Tomado del Atkins, P. & de Paula, J. (2014). Physical Chemistry:

Thermodynamics, Structure, and Change. (10𝑎 ed.). Gran Bretaña: Oxford
University Press.
Cerón González Roberto Francisco

Ahora vemos que (interpretación física):

-El líquido “moja” (se esparce) la superficie, correspondiendo a 0 < 𝜃𝑐 < 90°,
cuando 1 < 𝑤𝑎𝑑 ⁄𝛾𝑙𝑔 < 2 (Figura 3).

-El líquido no moja la superficie, correspondiendo a 90° < 𝜃𝑐 < 180°, cuando 0 <
𝑤𝑎𝑑 ⁄𝛾𝑙𝑔 < 1. [1]

Corrección del menisco

El volumen del menisco generalmente se supone insignificante en relación con el

volumen del tubo capilar. En tubos de pequeño calibre (r<0,2 mm) esta
aproximación es adecuada excepto para trabajos precisos donde, asumiendo un
menisco semiesférico, se agrega un término de corrección r/3. En tubos más
grandes debe aplicarse una corrección considerablemente más complicada.

Se puede escribir una expresión para 𝛾 adecuada para cualquier tamaño de tubo
siguiendo la notación de Sugden:

𝑔∆𝜌𝑎2
𝛾= (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 7)
2

donde

𝐻
𝑎2 = (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 8)
1⁄𝑏1 − 1⁄𝑏2

Aquí, ∆𝜌 = 𝜌2 − 𝜌1 , 𝐻 = ℎ2 − ℎ1 , y 𝑏1 y 𝑏2 son los radios de curvatura desconocidos

de los meniscos en los dos tubos medidos en sus mínimos.

Si se igualan los radios de curvatura desconocidos de los meniscos son los radios
de los tubos capilares se tiene:

𝑟1 𝑟2 𝑔(𝜌2 − 𝜌1 )(ℎ2 − ℎ1 )
𝛾= (𝐸𝑐𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 9)
2(𝑟2 − 𝑟1 )

Se calcula a partir de la Ecuación 9 y se obtienen las razones 𝑟1 ⁄𝑎 y 𝑟2 ⁄𝑎. Se

obtienen de tablas y libros los valores de los radios de curvatura desconocidos de
las razones 𝑟1 ⁄𝑏 y 𝑟1 ⁄𝑏 y obtenemos 𝛾 de las ecuaciones 7 y 8.
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Se repite el ciclo y si no se observan cambios, la aproximación no requiere de

mayores cambios. La corrección de menisco puede ser del 3% o mayor.

Aparato

En la figura 4 se representa el aparato utilizado que involucra un vaso de

precipitados de 180 mL, un bloque de teflón de 4 cm de diámetro y 2-3 cm de grosor
que sirve como sostén de los tubos capilares. [2]

Figura 4. Tomado de Kay, M. McLure, D.W. (1970). A simple, Surface and Interfacial
Tension Experiment. Journal of Chemical Education. Volumen 47, Número 7. 540-
541.

Referencias

[1] Atkins, P. & de Paula, J. (2014). Physical Chemistry: Thermodynamics, Structure,

and Change. (10𝑎 ed.). Gran Bretaña: Oxford University Press.

[2] Kay, M. McLure, D.W. (1970). A simple, Surface and Interfacial Tension
Experiment. Journal of Chemical Education. Volumen 47, Número 7. 540-541.