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COLEGIO CORAZÓN

EUCARÍSTICO DE JESÚS

TRASTORNOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA


(TCA) DERIVADO DEL USO DE REDES
SOCIALES EN PANDEMIA

AUTORES: Celina Cermele, Julia Etchart y Lucia Romeo


MATERIA: Proyecto de Investigación en Cs. Sociales
PROFESORA: Lorena Vilchez
DIVISIÓN: 6to B
Año: 2021

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………1
MARCO TEÓRICO…………………………………………………………………………………….
1) TRASTORNO DE CONDUCTA ALIMENTICIA ………………………………………………2
a) Definición……………………………………………………………………………………..2
b) Tipos………………………………………………………………………………………..…2
c) Efectos causales…………………………………………………………………………....4
d) Consecuencias……………………………………………………………………………...4
i) Físicas……………………………………………………………………………………5
ii) Psicológicas…………………………………………………………………………..…5
e) TRATAMIENTO…………………………………………………………………………..…5
i) Rehabilitación nutricional……………………………………………………………….6
ii) Rehabilitación psicológica………………………………………………………………6
iii) Tratamiento farmacológico……………………………………………………….……6
f) SEÑALES DE ALERTA
i) En relación con la alimentación………………………………………………………..7
ii) En relación con la imagen corporal……………………………………………………7
iii) En relación con el ejercicio físico………………………………………………………7
iv) En relación con el comportamiento……………………………………………………7
2) REDES SOCIALES (TikTok e Instagram)…………………………………………………....8
a) Uso en pandemia……………………………………………………………………………8
b) Influencia en adolescentes…………………………………………………………………8
c) Abordaje directo de los TCA……………………………………………………………….8
3) DESARROLLO…………………………………………………………………………………..
4) CONCLUSIÓN…………………………………………………………………………………….
5) REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………………………………

INTRODUCCIÓN
En la siguiente investigación se quiere examinar como influyó el uso de las redes sociales
como Instagram y TikTok, en el incremento de adolescentes con Trastornos de Conducta
Alimentaria (TCA), en el contexto de la pandemia 2020-2021.
Para ello, luego de explicar su definición, cuales son los tipos, las causas y el tratamiento,
analizaremos cómo los estereotipos, dentro de las redes sociales, afectan las conductas
alimentarias en los adolescentes. Como al estar expuestos a ideas de cuerpos
hegemónicos, se provocan inseguridades en los adolecentes, ya que tienden a compararse,
y eso los lleva a tener una percepción errónea y distorsionada de su propia imagen. Y como
consecuencia, esto provoca que cambien su manera de alimentarse, se obsesionen con su
peso, la comida y el ejercicio, que sientan frustración, ansiedad y depresión.
Además, indagaremos cómo se vincula el aumento de casos de TCA con el uso de las
redes sociales en pandemia. Realizaremos entrevistas en profundidad a psicólogos,
pediatras, nutricionistas y especialistas del tema, sumado a un sondeo de opiniones entre
adolescentes sobre cómo se tratan los TCA en las redes sociales.
La hipótesis de la que partirá y se fundamenta la labor de la investigación expresa que el
aumento del uso y exposición a las redes sociales durante la pandemia, provocó un
aumento de casos de adolescentes con TCA y una mayor visibilidad del tema.

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1) TRASTORNO DE CONDUCTA ALIMENTARIA
a) Definición
Los trastornos de conducta alimenticia son un conjunto de alteraciones psicológicas e
influencias sociales que intervienen creando perturbaciones a la hora de comer, generando
así una distorsión de la percepción del cuerpo y creando cambios tales como la reducción
de la ingesta de alimentos o momentos de hambre desmesurada.
Estos trastornos se encuentran más presentes en las mujeres y suelen tomar lugar durante
la adolescencia como una enfermedad crónica. Al tener la dificultad de la inexistencia de un
tratamiento farmacológico de eficacia demostrada, se toman diferentes estrategias para
poder afrontarlos de manera adecuada. Por ejemplo, la utilización de psicólogos,
psiquiatras, endocrinólogos y nutriólogos.
Existen una alta tasa de incidencia de estas alteraciones, permanencia y recaídas, así como
al incremento de casos que no tienen una sintomatología evidente sobre todo entre los más
jóvenes (12-18 años)

b) Tipos
Entre los distintos tipos de trastornos de conducta alimenticia podemos encontrar: las más
comunes, llamadas anorexia y bulimia, y los demás que, normalmente, se los engloba con
la etiqueta de trastorno alimentario no especificado. A continuación, vamos a ver una
explicación más detallada de estos tipos de TCA.
Anorexia nerviosa: las personas que padecen de anorexia tienden a rechazar mantener un
peso corporal normal, presentan temor intenso a aumentar de peso y tienen alterada su
propia percepción sobre el peso, el tamaño y la forma del cuerpo. En el caso de las
mujeres, la anorexia puede provocar amenorrea.
Los pacientes diagnosticados con anorexia suelen compartir ciertas características tales
como: la ambición, son trabajadores y sobresalen en sus estudios, tienen dificultad a la hora
de expresar sus emociones, a veces poseen antecedentes de obesidad y rechazan el
alimento como un síntoma de rebeldía.
Desde el punto de vista psicológico, las características pueden ser: el insomnio, el mal
humor, la dificultad en la concentración, los cambios drásticos del humor, el sentimiento de
falta de adecuación social y el retraimiento, los pensamientos obsesivos y la dificultad para
tomar decisiones, así como sentimientos depresivos y de ansiedad.
Bulimia nerviosa: por otro lado, las personas con bulimia se caracterizan por practicar una
ingesta impulsiva de gran cantidad de alimentos y, una vez satisfecho su deseo, aparece el
sentimiento de culpabilidad, que las inclina a cometer acciones purgativas mediante la
provocación del vómito, el uso de laxantes o diuréticos, y la realización excesiva de
ejercicios con el fin de la pérdida de peso.
Algunas diferencias que posee este trastorno con respecto a la anorexia son, por ejemplo,
la diferencia de edad, ya que en las personas con bulimia, se suele presentar en edades
más tardías. También, con la anorexia se suele llegar al infra peso o al peso muy bajo,
mientras que en la bulimia, el peso varía entre alto, normal o bajo.
Respecto a las diferencias en los factores de riesgo psicológicos tenemos que, en la
anorexia se presenta cierta dificultad para independizarse, acompañada de dependencia
parental, aislamiento socio-sexual, déficit conceptual y de pensamiento abstracto. Por otro
lado, en la bulimia podemos observar disminución de la autoestima, insatisfacción con la
imagen corporal, largo historial de dietas para mantener del peso, familia exigente y
emocionalmente fría (en la mayoría de los casos).

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Trastorno por atracón: dentro de las personas que padecen este trastorno podemos notar
que, con frecuencia, se consumen grandes cantidades de alimentos acompañados de una
sensación de pérdida de control durante el atracón; luego de este consumo excesivo,
aparece una angustia severa junto con una preocupación respecto al peso aumentado.
Este trastorno es un importante problema en la obesidad tanto como en la anorexia
nerviosa, y es primordial en el diagnóstico de la bulimia nerviosa.
Estas personas suelen convivir con enfermedades como la depresión, trastornos de
ansiedad y abuso de sustancia, además de autoestima baja, pérdida del apetito sexual y
realización de dietas frecuentes sin éxito.
Los síntomas más característicos del trastorno por atracón son: el consumo de cantidades
abundantes de comida a pesar de no tener hambre, la sensación de pérdida de control
sobre la cantidad de comida ingerida, la ingesta más rápida de lo normal y a solas. Luego
de tener un episodio de atracón, sufren de sentimientos de tristeza, disgusto, depresión,
vergüenza y culpabilidad.
Ortorexia: cuando una persona sufre de ortorexia, se obsesiona con la comida sana;
suprime todo tipo de carnes, alimentos cultivados con pesticidas y las grasas.
Algunas de las características principales de las personas con ortorexia son:
extremadamente ordenados, meticulosos, con necesidad de autocuidados y de protección;
suelen manifestarlo personas predispuestas genéticamente a ello o con conductas
obsesivo-compulsivas.
La mayoría de los pacientes que poseen este trastorno comparten ciertos síntomas como la
preocupación excesiva por lo que se come, la obsesión con la planificación y la elaboración
de las comidas, el sentimiento de culpabilidad al no ser estrictos y el castigo con dietas y
ayunos. También, pueden perder el sentido del hambre, saltándose comidas sin percatarse
de ello.
Potomanía: este trastorno suele ser desencadenado por otros trastornos tales como la
ansiedad, el desorden de la personalidad, los cuadros delirantes y algunos síntomas
histéricos; y se caracteriza por la ingesta de grandes cantidades de líquido, principalmente
agua, evitando la sensación de sed.
Al ser el hipotálamo la parte del cerebro encargada de la percepción de sed, un mal
funcionamiento de este podría desencadenar en potomanía.
Pica: las personas con este trastorno tienden a ingerir sustancias u objetos no comestibles
como por ejemplo tierra, hormigas, bicarbonato, pegamento, insectos, papel, plástico o
madera.
Este se suele presentar en niños o en personas con alguna discapacidad intelectual, con
trastorno del desarrollo y autismo.
Vigorexia o anorexia atlética: este trastorno normalmente influye en varones que se
perciben como muy delgados y con poca masa muscular, es decir, tienen una imagen
corporal distorsionada.
Las características de la vigorexia son: realización de manera continuada de ejercicio físico,
el rechazo por alimentos grasos y la incorporación de proteínas e hidratos de carbono a su
dieta.
Manorexia: este trastorno tiene gran similitud con la bulimia, la anorexia y la vigorexia, pero
se encuentra asociado con los hombres. Se caracteriza por la obsesión con el bajo peso, la
provocación de métodos purgativos, la pérdida del apetito, entre otros.
Drunkorexia: este trastorno se produce cuando se dejan de consumir alimentos en pos de
contrarrestar el exceso calórico producido por la ingesta de grandes cantidades de alcohol.

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Las personas que padecen drunkorexia suelen estar en la etapa de la adolescencia o bien
ser adultos jóvenes.
Pregorexia: la pregorexia la sufren mujeres embarazadas con una obsesión a las dietas y a
la realización de rutinas de ejercicio muy intensas. Estas, sienten presión por disminuir o
evitar el aumento de peso característico del embarazo.
Este, suele presentarse en mujeres con antecedentes de anorexia.
Permarexia: este trastorno se describe como un síndrome psicológico que hace que los
que lo padecen, piensen en todo momento en la comida y en las calorías que ingieren,
siguiendo también dietas estrictas de adelgazamiento.
El trastorno de permarexia afecta principalmente al sexo femenino y puede derivar en
anorexia o bulimia.

c) Efectos causales
Respecto a los efectos causales, desde la perspectiva psicoanalista, de los trastornos de
conducta alimenticia, López dice que: “el modelo psicoanalítico considera a la anorexia
como un síntoma resultante de un conflicto psíquico que puede representarse en diversas
estructuras patológicas”.
Por otro lado, la percepción distorsionada del cuerpo de uno mismo es la principal causa de
este problema. En la bulimia nerviosa, las personas tienden autoevaluarse, siendo muy
exigentes consigo mismos en varios aspectos de la vida.
Las personas que poseen algún TCA, se enfocan únicamente en la forma y el peso de su
cuerpo y en la capacidad que poseen de controlarlo; la sobrevaloración del aspecto físico y
el control sobre ello, logra el mantenimiento de este tipo de trastornos.
En la adolescencia, podemos distinguir distintas causas que suelen aparecer en todas o
casi todas las personas con TCA. Las más normales son, la genética, los cambios
corporales debidos a la pubertad (responsables de un 50% al 85% de factores de riesgo),
los estándares de delgadez y el cumplimiento de estos, el disgusto por la imagen propia, la
dieta restrictiva, la depresión y la baja autoestima.
Pasando a los medios de comunicación, podemos decir que estos tienen gran incidencia en
los adolescentes, sobre todo respecto a los estereotipos y a la supuesta hegemonía del
cuerpo perfecto, promoviendo una imagen de delgadez “necesaria” para cumplirlos. De
forma contradictoria, son los medios de comunicación los mismos que mandan avisos de
alimentos insalubres y llamativos, mientras muestran mensajes de que ser delgado es
hermoso, enviando informaciones opuestas a los niños, niñas y adolescentes. También, las
redes sociales afectan de manera bastante directa a sus receptores mostrando estos
cuerpos hegemónicos, o incluso “enseñando” técnicas de pérdida de peso poco saludables
y muy drásticas.
Por último, podemos nombrar la afección que tienen las relaciones interpersonales sobre
estos temas. La adolescencia se caracteriza por tener cierta inestabilidad y por demostrar
más facilidad a las influencias externas, sobre todo si son de sus propios pares. Se ha
demostrado que los padres y amigos tienen un gran afecto en la insatisfacción por la
imagen corporal y los síntomas de la bulimia. También, al mantener relaciones con
personas del mismo sexo, la tendencia a compararse, puede desembocar en atracones o
en el uso de estrategias para la pérdida de peso o el aumento muscular.

d) Consecuencias
Los trastornos de conducta alimenticia pueden conllevar complicaciones médicas que
afectan a los distintos órganos del cuerpo. También, podemos señalar distintas

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consecuencias psicológicas que no tienen tratamiento psicofármaco, sino que necesitan un
seguimiento psicológico.

i) Físicas
Los signos y síntomas físicos durante la adolescencia se deben principalmente a la
malnutrición y a las consecuencias de las conductas compensatorias. Entre estas
consecuencias podemos notar: metabólicas, hipoglicemia; médula ósea, anemia,
leucopenia y trombocitopenia; fluidos y electrolitos, bajos potasio, sodio, fosfato,
calcio, cloro, magnesio y zinc; cardiovascular, hipotensión, arritmias y taquicardia y
cambios en el ECG; pulmonar, neumotórax (poco común); gastrointestinal,
hematemesis, úlcera gástrica y constipación; renal, aumento urea y creatinine,
oliguria y anuria; neurológicas o de función cognitiva, convulsiones metabólicas,
encefalopatías metabólicas Disfunciones cognitivas y disminución del volumen
cerebral; músculo esqueléticas, disminución de la masa ósea, pérdida de fuerza
muscular y miopatía proximal; endocrinas, amenorrea, ovario poliquístico,
hipotiroidismo, aumento de cortisol, secreción inapropiada de hormona y
antidiurética; secundarias a purgas, esofagitis, erosiones del esmalte dental,
síndrome de Mallory-Weiss, ruptura esofágica o gástrica, neumonía aspirativa
Acidosis metabólica, deshidratación crónica, aumento nitrógeno ureico sanguíneo
Predisposición a nefroliatiasis e hiperuricemia.

ii) Psicológicas
Ahora, pasando a las afecciones psicológicas, podemos encontrar actitudes tales
como el aislamiento social y conflictos familiares, dificultades para fortalecer el auto
concepto, autoestima, autonomía y capacidad para intimidad. Es decir, interfiere
directamente en las tareas propias de la adolescencia.
Respecto a las consecuencias psiquiátricas que pueden tener los pacientes con
anorexia nerviosa podemos ver a la depresión (vista como una consecuencia de la
desnutrición), los trastornos de ansiedad y, en particular, obsesivo-compulsivos
(suele presentarse de forma independiente). También, se registraron conductas
impulsivas tales como autoagresiones y abuso de sustancias.
Y, por otro lado, tenemos a las consecuencias de la bulimia nerviosa, en las que
podemos observar trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, síndrome
por déficit atencional con hiperactividad, trastorno obsesivo-compulsivo, conductas
impulsivas, trastorno de personalidad límite, baja autoestima, autoagresiones e
intentos de suicidio.

e) TRATAMIENTO
El tratamiento ara los TCA debe ser muy delicado, y cien por ciento dedicado a las
características y situación específicas de cada paciente, focalizándose en su historial, tipo
de alimentación, salud mental.
Entonces, según Carolina López (2011) en la Revista Clínica Médica Los Condes, sobre
“Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes: descripción y manejo”, decimos
que:
El tratamiento óptimo implica, por lo mismo, la acción de un equipo interdisciplinario
que esté capacitado para abordar las múltiples facetas de estos trastornos. Este
equipo idealmente debiese estar comprendido por un médico especialista en el
desarrollo adolescente, especialista en nutrición (ya sea nutricionista o nutriólogo),

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especialistas en salud mental (psiquiatra y psicólogo) y, en los casos de
hospitalización, enfermeras especialistas en el manejo de los TCA.

i) Rehabilitación nutricional
La rehabilitación nutricional implica, primero que nada, una revisión física del
paciente, en donde se midan los índices de su masa corporal, se indague sobre
dieta, es decir su modo de alimentación, y en la mayoría de los casos, sobre la
actividad física que realiza. Además se debe hacer hincapié en la educación
nutricional.
Según la nutricionista Miriam Maguiña Álvarez, en su revisión en nutrición clínica
“Trastornos de la Conducta Alimentaria”:
Sus objetivos contemplan: corregir la malnutrición energética proteica y
normalizar los patrones alimentarios. Esto implica alcanzar un peso saludable
que permita 58mantener un correcto estado de salud. Para algunos autores
alcanzar un peso saludable implica la recuperación de los ciclos ovulatorios
normales. (p. 57)
Nutrioterapia de la Bulimia Nerviosa. Sus objetivos sugieren: normalizar los
patrones de ingesta reduciendo los episodios de atracones y purgas y
alcanzar un peso normal porque la mayoría de los pacientes presentan
sobrepeso u obesidad.
La re-educación nutricional debe incluir la orientación acerca de lo que
constituye una dieta saludable y equilibrada junto con la adquisición de
hábitos de ingesta apropiados con tomas fraccionadas y la desmitificación de
conceptos erróneos en cuanto a alimentación, balance energético, ejercicio,
etc. (p.58)

ii) Rehabilitación psicológica


Según lo dispuesto por Lola Lechuga Navarro y Ma. Nieves Gámiz en su tesis
sobre Trastornos en la conducta alimentaria 2 (2005):
El tratamiento de los TCA debe abordar los problemas psicopatológicos y los
orgánicos desde una aproximación multidisciplinar. El cuadro psicológico se
caracteriza por la ansiedad, obsesiones, depresión, distorsiones cognitivas, baja
autoestima y falta de autocontrol. Los objetivos terapéuticos en el área
psicológica son: orientación educativa, modificación conductual, modificación
cognitiva, […] y prevención de recaídas. La evaluación inicial de la situación del
paciente determinará la modalidad del tratamiento pertinente: ingreso
hospitalario, hospital de día y tratamiento ambulatorio. (p. 143)

iii) Tratamiento farmacológico


En algunos casos, el tratamiento farmacológico con antidepresivos también
puede ser muy útil para la recuperación del paciente. Esto es más frecuente en
casos de bulimia nerviosa. Y según lo dispuesto por el Dr. Dr. Daniel Seijas. y la
Dra. Ximena Sepúlveda en su ensayo Trastornos de la conducta alimentaria
(2005):
Los tratamientos que han recibido mayor apoyo en estudios controlados de
bulimia nerviosa son las aproximaciones psicoterapéuticas
multiprofesionales, principalmente psicoterapia cognitiva, medicación

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antidepresiva y la combinación de ambas. Todos los tipos de antidepresivos
parecerían ser útiles en el corto plazo para aliviar los síntomas bulímicos (30)

f) SEÑALES DE ALERTA
i) En relación con la alimentación
Existen varios comportamientos y actitudes que presentan las personas con TCA
a la hora alimentarse, que pueden darnos una señal e indicarnos que algo no
está bien. Por ejemplo, cuando una persona, empieza a comer cada vez menos,
poca cantidad, saltea comidas, o come mucha cantidad en un momento pero
luego hace largos ayunos. Otro ejemplo puede ser cuando es una persona que
se preocupa mucho por las calorías de la comida, tiene cierta obsesión con la
comida saludable, evita comidas como aquellas que son altas en azúcar y
carbohidratos, entre otras. Todas estas son ejemplos de las señales más
frecuentes, que muchas veces no le damos la importancia necesaria o en el
momento adecuado, y luego termina siendo tarde.

ii) En relación con la imagen corporal


En este caso no apuntamos solamente a la composición corporal de una
persona, ya que un TCA va mas allá de que una persona esté “flaca” o “gorda”.
Sino que se debe tener en cuenta lo que es el autoestima de la persona, si se
trata de alguien que está constantemente preocupado en su figura, en como se
ve, si se observa en los espejos, si le afecta mucho las opiniones de los demás,
si se compara con sus pares.
Otras observaciones dentro de lo que es la imagen corporal, son la pérdida de
cabello, pero el aumento del vello. También la pérdida del ciclo menstrual en las
mujeres.

iii) En relación con el ejercicio físico.


En muchos casos sucede que las personas con TCA comienzan a tener una
obsesión con la actividad física, ya que, al no estar conformes con su cuerpo o al
tener una mirada distorsionada de su imagen corporal, comienzan a ejercitarse
para bajar de peso y/o tonificarse. Sin embargo, como toda obsesión, ese
ejercicio es llevado a un extremo, que junto con el tipo de alimentación y la poca
ingesta de energías, llevan a un desequilibrio en el cuerpo de la persona.
Comienzan a probar nuevos tipos de entrenamiento y cada vez más duros, se
sobre exigen, y se sienten culpables cuando no realizan ejercicio un día. Si bien
esto se puede relacionar con un modelo de persona “deportista”, no hay que
dejarlo para, ya que puede ser una señal de que esa persona, este atravesando
un TCA.

iv) En relación con el comportamiento


En cuanto al comportamiento es muy normal ver a la persona en cuestión
“apagada”, que se aleja de lo que más le gustaba hacer, se aleja de sus amigos,
pasa más tiempo a solas, triste. También aparece la ansiedad, la frustración a la
hora de no tener ese “cuerpo perfecto”, la sensación de no poder auto
controlarse, la baja autoestima. Las obsesiones, que siempre suelen ser con: el
peso, la comida y el ejercicio. Donde los objetivos de la persona son
inalcanzables, y a ellos les causa dicha frustración y depresión.

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2) REDES SOCIALES (TikTok e Instagram)
a. Uso en pandemia
El aislamiento fue una de las causas por las cuales los jóvenes comenzaron a utilizar
con mayor frecuencia las redes sociales. Al tener tiempo libre se hizo habitual el uso
de ciertas redes, como Instagram y TikTok. En ellas se puede observar un contenido
variado, pero al estar aislado, sin poder realizar actividad física, entre otras cosas, se
hizo visible el tema de las comidas, los cuerpos “hegemónicos” y los trastornos de
conducta alimentaria (TCA). Por otro lado también la pandemia causo cierta
distancia afectiva entre pares, lo que le quitó a los jóvenes parte de un apoyo
psicológico importante.

b. Influencia en adolescentes
TikTok e Instagram tuvieron gran influencia en los adolescentes, ya que al tener
tiempo libre muchos empezaron a hacer actividad física para su bienestar y
empezaron a subir sus propias rutinas de ejercitación y sus dietas, para contagiar
sus hábitos a la sociedad. Pero en muchos casos, esto se llevó al extremo,
causando muchos trastornos en los adolescentes. Obviamente en diferentes casos,
esto fue una parte positiva, ya que fue un incentivo para comenzar a llevar una vida
saludable y generar buenos hábitos. Además las redes sociales tienen un algoritmo,
lo cual genera que a los usuarios les aparezca el contenido más visto, ya sea por
ellos mismos o por la sociedad. En este contenido comúnmente se suelen ver los
cuerpos “hegemónicos”, lo que puede causar ciertas inseguridades en los
adolescentes, ya que tienden a compararse, causando una mala una mala
percepción de su propio cuerpo

c. Abordaje directo de los TCA


Por lo general la gente que sufre estos trastornos o los que tienen casos cercanos,
abordan este tipo de contenido dando un mensaje positivo, informando y
concientizando a las personas para ayudar a la gente que padece los TCA. También
en pandemia surgieron muchas páginas de nutricionistas, abordando estos temas, y
dando ciertas herramientas para no llegar a los extremos, es decir, muchas páginas
daban el mensaje de que se puede llevar una vida saludable sin tener que dejar de
comer determinadas cosas.
Por otro lado, nos encontramos con el contenido que promueve los trastornos o que
ayudan a generarlos, como por ejemplo, cuando se critican los cuerpos de mayor
contextura o de menor contextura, o cuando se critica a los cuerpos por ser “flaca” o
por ser “gorda”. Y los adolescentes, al estar comparándose constantemente, pueden
caer en los TCA.

3) DESARROLLO (luego de las entrevistas)


4) CONCLUSIÓN (luego de las entrevistas)
5) REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Juan Pablo Méndez, Verónica Vázquez-Velázquez y Eduardo García-García
(noviembre-diciembre 2008). Los trastornos de la conducta alimentaria:
http://www.scielo.org.mx/pdf/bmim/v65n6/v65n6a14.pdf
María Ángeles del Águila Cano, María del Pilar Segura Sánchez y Elena del Águila
Cano. Salud y cuidados durante el desarrollo Volumen I capítulo 3: Identificación de los

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distintos tipos de trastornos alimenticios y sus características:
https://www.formacionasunivep.com/Vciise/files/libros/LIBRO_5.pdf#page=27
Sergio Constantino Ochoa Encalada, Julio Luis Peñafiel Álvarez y Ana Lucía Naspud
Bonte. LA PUBLICIDAD EN INTERNET Y LA PRESENCIA DE TRASTORNOS
ALIMENTICIOS EN LOS ADOLESCENTES:
https://www.pedagogia.edu.ec/public/docs/discos/b98d37c91f76b36c84cab71a91f109a7
.pdf
Martha Carolina Berny Hernández, Denice Rodríguez López, Jesús Cisneros Herrera y
Gelacio Guzmán Díaz. Trastornos de la Conducta Alimentaria:
https://repository.uaeh.edu.mx/revistas/index.php/atotonilco/article/view/6036
M. L. Portela de Santana, H. da Costa Ribeiro Junior, M. Mora Giral y R. M. Raich
(2012). La epidemiología y los factores de riesgo de los trastornos alimentarios en la
adolescencia; una revisión: https://scielo.isciii.es/pdf/nh/v27n2/08_revision_07.pdf
CarolinaLópez G.PS. JanetTreasureDRA. (Enero 2011). Trastornos de la conducta
alimentaria en adolescentes: descripción y manejo:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0716864011703960
Miriam Maguiña Álvarez, nutricionista (2007). Revisión en Nutrición Clínica. Trastornos
de la Conducta Alimentaria. https://revistarenut.org/index.php/revista/article/view/39/48
Carolina López (2011). Revista Médica Clínica Los Condes. Trastornos de la conducta
alimentaria en adolescentes: descripción y manejo
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0716864011703960
Lola Lechuga Navarro y Nieves Gámiz (2005). Tratamiento psicológico de los
Trastornos de la Conducta Alimentaria, aproximación cognitivo-conductual
file:///D:/Downloads/Dialnet-TratamientoPsicologicoDeLosTranstornosDeConductaAl-
1382754.pdf
Dr. Daniel Seijas y Dra. Ximena Sepúlveda T. (2005). Clínica Los Condes. Trastornos de
la conducta alimentaria
http://www.clc.cl/clcprod/media/contenidos/pdf/MED_16_1/TrastornosDeLaConductaAli
mentaria.pdf

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