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UNIDAD I NOCIONES GENERALES

INTRODUCCIÓN

¿Tiene sentido dedicar recursos escasos, como el tiempo o la capacidad intelectual para estudiar Economía? Si y mucho ya que
existen varias razones para esto: en primer lugar, dado que la Economía estudia cómo es que la sociedad asigna recursos a las
actividades productivas, y segundo cómo distribuye entre sus miembros los resultados de la producción, para cualquier persona es
importante conocer los efectos que su trabajo tiene sobre el resto de la sociedad, y viceversa.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

1.1 Realiza las lecturas que se presentan en la unidad.

1.2 Explica brevemente tres ejemplos en los que expongas tu idea del por qué es inevitable elegir en economía.

1.3 Elabore una mapa conceptual de las siguientes expresiones:

 Reglamentación

 Planificación

 Monopolista

 Especulación

 Cárteles

 Austeridad

 Atesoramiento

 Costos de productividad

1.4 Explica brevemente tres ejemplos de disyuntiva, relacionándolos con el punto anterior.

1.5 Realice un trabajo escrito de una cuartilla de extensión en el que precise una definición de la economía y plantee los términos y
relaciones entre éstos para formalizar o expresar el propósito de la ciencia.

A partir de la lectura del periódico "El Financiero" (una semana), identifique dos afirmaciones (dedicando un máximo de cinco
líneas a cada afirmación) que se refieran a la economía positiva y dos afirmaciones que se refieren a la economía normativa,
posteriormente elabore un resumen ejecutivo sobre la Situación Económica de nuestro país, en pareja o de manera individual.

OBJETIVO PARTICULAR
Informar de manera intuitiva el estudio de la Economía, buscando despertar el interés en esta disciplina y contestar a las
interrogantes sobre la misma.

CONTENIDOS

1.1 ¿Qué es la Economía?

1.2 ¿Por qué debe estudiarse la Economía?


1.3 Vinculación con otras disciplinas

1.4 Campo de acción del Economista

1.5 Mercado de trabajo del Economista


SUBTEMA 1.1 ¿QUÉ ES LA ECONOMÍA?

CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN
La edad de la caballería ha pasado; a esta ha sucedido la edad de los sofistas, los economistas y los matemáticos.

EDMUND BURKE.

HACE más de medio siglo, al fundarse la Escuela de Comercio de Harvard, su presidente, A. Lawrence, describió el comercio como
«la más antigua de las artes, la más nueva de las profesiones». Casi las mismas palabras pueden utilizarse para describir la economía: la
más vieja de las artes, la más nueva de las ciencias; en realidad, la reina de las ciencias sociales.

Como disciplina académica, la economía tiene justamente dos siglos. Adam Smith escribió su libro pionero La riqueza de las
naciones en 1776, año notable también por la Declaración de Independencia de Estados Unidos. La coincidencia de tiempo no es una
casualidad: la libertad política frente a la tiranía de los monarcas estuvo íntimamente ligada a la emancipación de la formación de
precios en el mercado libre frente a la intervención del Estado.

Adam Smith, naturalmente, representaba solo un comienzo. En más de siglo y medio que transcurrió desde la publicación de La
riqueza de las naciones hasta la publicación de la Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936), de John Maynard Keynes, la
economía-o la economía política como solía llamarse-ha pasado por muchas fases de desarrollo. Casi a mitad del camino apareció la
masiva crítica del capitalismo por Karl Marx: El capital (1867, seguido de dos volúmenes póstumos). Mil millones de personas, casi un
tercio de la población del mundo, consideran El capital como la verdad económica.

Y, sin embargo, sin un estudio disciplinado de la ciencia económica, ¿cómo puede formar nadie una opinión razonada sobre los
méritos o deméritos de la economía tradicional o clásica? ¿O sobre los logros de la «Nueva Economía» desarrollada desde 1929? ¿O
sobre problemas aún sin resolver por la economía convencional?

Por quién doblan las campanas

Pocos estudian economía solamente para juzgar los méritos en los grandes debates relativos al capitalismo histórico, la economía
mixta moderna o los sistemas económicos colectivistas del Este. Se estudia economía para contestar a numerosas y diversas preguntas.
Aquí presentamos algunas de las más corrientes.

Pobreza, desarrollo y abundancia. América es una nación próspera. Nuestra prosperidad aumenta cada año y nuestra abundancia
actual ha salido del bajo nivel de productividad que prevalecía en generaciones pasadas. En los últimos años, en todo el mundo, los
hombres se han preocupado del desarrollo económico.

¿Cómo pueden las economías preindustriales, rebosantes de masas de personas y pobremente dotadas de recursos naturales,
romper el círculo vicioso de la pobreza y del atraso? ¿Cómo pueden formularse políticas y promulgarse programas que aceleren el
ritmo de desarrollo y crecimiento económico?

Hoy, sin embargo, en el opulento Occidente el «crecimiento cero de la población» constituye un nuevo objetivo, propuesto por
personas alarmadas por el agotamiento de recursos irreemplazables del globo y por la deterioración del equilibrio ecológico del medio
ambiente.

¿Cómo puede una economía moderna, si es que lo desea, mejorar la calidad de su vida económica y prescindir del simple
crecimiento cuantitativo, y lograrlo sin incurrir en el riesgo de una gran depresión con desempleo masivo?

Indudablemente, este nuevo interés por el desarrollo y el crecimiento ha convertido la economía en un tema vital y excitante en las
capitales del mundo, tanto en la Main Street de la City de Londres como en la Wall Street de Nueva York.

Interés personal en la economía. Una razón incluso más inmediata para estudiar economía es que esta trata de muchos de los
problemas que más afectan a todos:

¿Qué clases de trabajos existen? ¿Cuánto pagan en ellos? ¿Qué cantidad de bienes se puede comprar ahora por un salario de un dólar,
y cuánto en tiempos de inflación galopante?

¿Cuáles son las probabilidades de que llegue un momento en que un hombre que ha recibido enseñanza no consiga encontrar trabajo?

¿Hay probabilidad de que vuelvan los negros días de la depresión de los años treinta de este siglo?
¿Harán anticuado al hombre la automatización y los descubrimientos científicos? ¿Cómo se puede triunfar en la Bolsa? ¿O cómo llevar
lo mejor posible la gestión de una empresa?

La economía es importante para estas cuestiones; pero, como veremos, no son el objetivo básico de un curso introductorio.

La economía para el ciudadano. Fuera de los asuntos familiares, la economía se ocupa de forma más importante de las decisiones que
debe tomar todo ciudadano. He aquí una docena de problemas vitales:

¿Va el gobierno a gravarme con un impuesto para ayudar a los mineros en paro o deben tomarse otras medidas para ayudar a
mitigar el problema del paro?

¿Debería yo votar por la construcción de una nueva escuela y una carretera ahora, o por su aplazamiento hasta que la actividad
económica afloje, bajen los precios del cemento y sean necesarios más puestos de trabajo? ¿Debería votar para que las mujeres
casadas no concurran a los empleos públicos, de forma que haya más puestos de trabajo para los hombres? ¿Qué opinar de la
legislación que intenta combatir los monopolios?

Si usted es una persona humanitaria, preocupada profundamente por mejorar la suerte del pobre, la de la población negra
relegada económicamente y la de los ancianos, ¿cree que el establecimiento legal de un salario mínimo alto, rígido y adecuado,
servirá para ayudar o para obstaculizar la buena causa por la que usted lucha?

¿Por qué no implantar un racionamiento equitativo?

¿Qué consecuencias tendrá en que el presupuesto del Estado no esté equilibrado todos los años? ¿Es cierto, como afirmaba Moscú
hasta hace poco, que la prosperidad americana depende de los gastos militares de la guerra fría? Si «estallara la paz», ¿habría una
recesión? ¿Puede el gobierno lavarse las manos en relación con este asunto, sabiendo que podemos confiar en las fuerzas
espontáneas del mercado privado para convertir las espadas de la guerra en los arados de la paz?

¿Se ha extinguido la pobreza antigua causada por la avaricia de la naturaleza? ¿Y qué decir de la «pobreza en medio de la riqueza»,
como en el período posterior a la «gran depresión» de 1929, cuando las fábricas permanecían ociosas y las gentes no podían
encontrar empleo? ¿Ha dado esto pasó a las modernas bolsas de pobreza de los guetos y las zonas rurales de miseria?

Según Adam Smith, para un país la seguridad es más importante que la opulencia. La supervivencia puede depender de la
economía.

¿Puede un país moderno permitirse elevados gastos militares (como, p. ej., en Vietnam o en la OTAN)? ¿Es cierto que, según advirtió en
una ocasión el ex presidente Hoover, «la inflación es peor que Stalin»?

Qué es la economía

Los principiantes quieren con frecuencia una definición breve de la economía. Y en respuesta a esta demanda existe una abundante
oferta. Veamos algunas de las definiciones:

1. La economía es el estudio de las actividades que, con dinero o sin él, entrañan transacciones de cambio entre los hombres.

2. La economía es el estudio de la forma en que los hombres eligen la utilización de recursos productivos escasos o limitados
(tierra, trabajo, bienes de capital, como la maquinaria y los conocimientos técnicos) para producir distintos bienes (trigo, carne
de vacuno, abrigos, conciertos, carreteras, aviones, yates, etc.) y distribuidos entre los miembros de la sociedad para su
consumo.

3. La economía es el estudio de los hombres en sus negocios ordinarios mientras ganan dinero y disfrutan de la vida.

4. La economía es el estudio de cómo la Humanidad organiza sus actividades de consumo y de producción.

5. La economía es el estudio de la riqueza.

6. La economía es el estudio de los modos de mejorar la sociedad.

Esta lista es suficiente. Pero el estudioso puede ampliada mucho más. Siempre es difícil reducir a unas pocas líneas la descripción exacta
de una materia distinguiendo su campo del de otras disciplinas y revelando al principiante todo lo que hay en ella. Ciertamente, la
economía contiene todos los elementos resaltados en las definiciones expuestas y todos los que pudieran incluirse en una lista mayor.

Hoy los economistas darían un asentimiento bastante general a una definición como la siguiente:

La economía es el estudio de la manera en que los hombres y la sociedad terminan por elegir, con dinero o sin él, el empleo de unos
recursos productivos «escasos» que podrían tener diversos usos para producir diversos bienes y distribuirlos para su consumo, presente o
futuro, entre las diversas personas y grupos que componen la sociedad. Analiza los costes y beneficios derivados de la mejora de los
patrones de distribución de los recursos.

Calidad de la vida económica

Una introducción sirve de visión general. Aun sin haber estudiado economía, todo el mundo ha oído hablar del «producto nacional
bruto». Este, según veremos en el cap. 10, trata de medir el total de los bienes y servicios producidos cada año en una nación. Aunque
se mide en dinero, puede decirnos mucho acerca de los bienes y servicios reales, como alimentos, vestidos, penicilina, etc.

Ahora bien: últimamente han aparecido numerosas críticas de la economía política. Deploran la atención preferente que se concede
a la cantidad de bienes económicos. Según las llamativas palabras de uno de los miembros de la Nueva Izquierda: «No me hable usted
del producto nacional bruto, PNB. Para mí, PNB significa polución nacional bruta.»

¿Qué pensar de esto? ¿Ha de convertir la economía moderna la cantidad en un fetiche a expensas de la calidad de la vida? ¿O
podemos corregir la medida oficial del PNB de forma que sea más bien una medida del bienestar económico neto? Es decir, ¿podemos
complementar el PNB con una medida más significativa del BEN?

La figura 1-1 representa mediante la curva de trazo grueso la medida tradicional del PNB per capita. De 1929 a 1973, aquel se ha
doblado con exceso. Pero durante ese mismo período hemos estado acumulando nuevas necesidades y caprichos, hemos tenido que
viajar mayores distancias por carreteras congestionadas para acudir al trabajo y hemos tenido que gastar más para contrarrestar la
contaminación creciente de la atmósfera.

De ahí que dos economistas de Yale: William Nordhaus y James Tobin, convencidos de que el bienestar económico es demasiado
importante para dejarlo en manos de estadísticos y no economistas, hayan tratado de corregir las cifras tradicionales del PNB de forma
que tengan en cuenta las incomodidades de la vida urbana moderna, el mayor tiempo de ocio de que hoy disfrutan los ciudadanos, el
trabajo de las amas de casa, que en la actualidad no cuenta en el PNB estadístico, y algunos otros ajustes.

La curva de trazo fino de la figura 1-1 indica que la medida resultante del bienestar neto per capita, abreviadamente BEN, ha
aumentado desde 1929, pero evidentemente no tanto como el PNB.

FIG. 1-1. Necesitamos calcular el bienestar económico neto para


valorar la calidad de la vida económica.-La curva de trazo grueso
representa el PNB real per capita (es decir, los bienes y servicios
producidos en Estados Unidos después de tener en cuenta las
variaciones inflacionistas del poder adquisitivo del dólar y las
variaciones de la población). La curva de trazo fino representa el
bienestar económico neto (abreviadamente, BEN). Este ajusta la
medida convencional del PNB de modo que tenga en cuenta los
costes de la contaminación, las incomodidades de la vida urbana
moderna, el ocio, etc. El gráfico indica que alrededor de un tercio
del crecimiento del PNB desde 1929 representa una exageración
desde el punto de vista del bienestar humano.
Observemos ahora las proyecciones de futuro crecimiento del PNB
y del BEN indicadas por las líneas rectas de trazos largos entre
1973 y el año 2000. Estas indican qué es lo que podría pasar si no
hacemos nada en relación con la contaminación, etcétera. Si la
gente desea realmente mejorar la calidad de la vida y no
simplemente hablar de ello, deben adoptarse medidas públicas y
privadas que sacrifiquen algo del crecimiento ordinario del PNP
para obtener un mayor crecimiento del BEN. Así lo representamos
mediante la línea de trazos cortos del PNB, que permite un mayor
crecimiento de la línea de trazos cortos del BEN. Obsérvense las
flechas de coste del PNB y de beneficio del BEN. (Fuente:
Adaptación de la figura 10-4.)

Menos cantidad y más calidad. La figura nos muestra todavía algo más. La economía no puede contentarse simplemente con describir
verdades. También debe contribuir a que la opinión pública haga algo por corregir los males patentes.

Obsérvense las rectas de trazos cortos de crecimiento desde mediados de los años setenta hasta el final del siglo. Indican que el
electorado, si realmente lo desea, puede ayudar a mejorar la calidad de la vida económica.

Según gustan repetir los conservadores, «nada hay como un almuerzo gratuito en este valle de lágrimas». Obsérvese, pues, la recta
de trazos cortos inferior, que muestra el crecimiento del BEN en el futuro por encima y más allá de la proyección inferior en trazos
largos del crecimiento señalado dentro de la política actual. Y véase cómo para que aumente el BEN hemos de estar dispuestos a pagar
el precio de un menor ritmo de crecimiento del PNB (obsérvese el sacrificio desde la línea de trazos largos hasta la línea de trazos
cortos del PNB). Así, pues, la economía política muestra cómo la gente, si realmente lo desea, puede cambiar cierta cantidad de bienes por
calidad de la vida.

No vamos a ocuparnos de estos temas en esta visión introductoria. Los estudiaremos en la parte 6, para ver cómo la moderna
economía política responde a las preocupaciones de nuestra época por la ecología y por la calidad de la vida humana.

La luz y los frutos

La exposición precedente ha aclarado una verdad importante: todos los problemas mencionados requieren comprensión económica
para poder progresar en su solución. Las personas que nunca han estudiado sistemáticamente la economía tropiezan con dificultades al
tratar de reflexionar sobre los problemas nacionales. Son como sordos intentando valorar una sinfonía: proporcionadles un aparato
1
para oír y, aunque carezcan de talento, podrán al menos sentir lo que es realmente la música. El jefe de un Estado debe adoptar
constantemente decisiones vitales sobre asuntos económicos, pero evidentemente no necesita ser un estudioso de la economía; lo que
realmente necesita es ser un inteligente «consumidor» de la información económica (a veces contradictoria) que le llega.

Naturalmente, la mayoría de los estudiantes no piensan especializarse en economía. Estudiarán esta materia durante un cursillo o
dos, y este libro intenta dar una visión general de toda la materia. La opinión que una persona tenga del mundo nunca puede ser la
misma después de estudiar economía, aunque solo sea durante un semestre.

C. P. Snow, científico y novelista, pidió una vez que se terminara con la separación de «las dos culturas». La economía pertenece a
estas dos culturas, y es un tema que puede combinar los rasgos atractivos de las humanidades y las ciencias. Durante dos siglos los
hombres cultivados han encontrado en ella el interés humano de la propia vida, mientras que al mismo tiempo los principios de la
economía presentan algo de la belleza lógica de la geometría euclidiana. Para apreciar los encantos de la física cuántica hay que
dominar primero técnicas matemáticas complicadas; pero para apreciar la estructura estética del análisis económico solamente es
necesario cierto sentido de la lógica y cierta capacidad para advertir que tales construcciones mentales tienen realmente un significado
trascendental para miles de millones de hombres de todo el mundo. Naturalmente, la simple belleza no es suficiente. No estudiamos
economía por sí misma, sino por la luz que arroja.

La reina de las ciencias sociales

La economía limita con otras disciplinas académicas importantes. La sociología, la política, la psicología y la antropología son otras
tantas ciencias sociales cuyo objeto de estudio se entremezcla a veces con el de la economía. Veamos un ejemplo:

En la empobrecida India las vacas son animales sagrados a los que se permite pasear por las calles en busca de alimento. Mientras que
un economista ingenuo podría ver en esos rebaños una fuente de proteínas con que complementar una dieta insuficiente, el
observador más profundo tendrá en cuenta la psicología del hábito al estudiar el desarrollo económico de la India.

La economía también hace gran uso del estudio de la historia.

¿Fue pura coincidencia que los precios se elevaran durante siglos en España y el resto de Europa después que Colón descubrió América
con sus ricos yacimientos de oro y plata? ¿Por qué la edad del vapor y del ferrocarril favoreció a los granjeros de Iowa, perjudicó a los
de Vermont y Oxfordshire y redundó en provecho de la población pobre de Londres? ¿Estaba ya, antes de la Guerra Civil, en trance
económico de desaparición la institución de la esclavitud?

Para interpretar la historia hemos de recurrir a técnicas analíticas, pues los hechos «no se explican por sí solos». Ahora bien: esta
necesidad de teoría no desmiente el antiguo proverbio chino: «Más vale una observación que mil sutilezas.» Los hechos cuentan.

Entre las muchas otras materias relacionadas con la economía, el estudio de la estadística tiene especial importancia. Los
organismos públicos y privados dan a conocer ingentes cantidades de información numérica. La mayor parte de lo que sabemos sobre
la forma de las curvas que se examinarán a lo largo de las páginas de este libro procede de un cuidadoso análisis estadístico de los

1
Como ejemplo, Winston ChurchilI fue un gran hombre-un dirigente sin par, un orador, un escritor bien dotado y un agudo juez de la amenaza
hitleriana, mientras que la mayoría de los que le rodeaban dormían. Sin embargo, toda su vida Churchill fue como un niño perdido en el campo de la
economía. En 1925, siendo ministro de Hacienda, hizo volver a Inglaterra al patrón oro, a la paridad anterior a 1914, de 4,87 dólares por libra esterlina (el
cap. 33 explicará lo que esto significa). Los expertos de la época le desaconsejaron esta locura, y la Historia ha comprobado que Inglaterra no se ha
recobrado nunca totalmente de su estancamiento de los últimos años veinte.
datos recogidos.

Los métodos matemáticos del cálculo de probabilidades y de la estadística encuentran en el campo de la economía muchas de sus
aplicaciones más importantes.

Aunque todo libro de texto de introducción a la economía ha de hacer uso necesariamente de las representaciones geométricas, el
conocimiento de la matemática solo es necesario en campos más avanzados de la teoría económica. El razonamiento lógico es la clave
del éxito para dominar los principios fundamentales, mientras que la ponderación sagaz de los datos empíricos es la llave para dominar
las aplicaciones económicas.

El premio Nóbel de economía. Desde finales de siglo, se han concedido anualmente premios Nóbel de física, de química, de medicina
y psicología, de literatura y de la paz. Como si quisieran conmemorar la puesta de largo de la economía como ciencia, se ha instituido
en 1969 un premio Nóbel de economía.

El primero de ellos se concedió conjuntamente a los profesores Ragnar Frisch, de Noruega, y Jan Tinbergen, de Holanda. Ambos
han sido vanguardistas en los avances estadísticos, teóricos y matemáticos de la moderna generación. Sin embargo, ambos se han
ocupado apasionadamente de la política económica, tanto dentro del propio país como para el conjunto del mundo. Al honrar a estos
hombres de genio, la Academia Sueca de Ciencias no podría haber resumido mejor la naturaleza de la labor intelectual del economista.
¡Ojala sus sucesores imiten su ejemplo!

Descripción y análisis económicos

El primer objetivo de la ciencia económica moderna consiste en describir, analizar, explicar y correlacionar el comportamiento de la
producción, el desempleo, los precios y. fenómenos análogos. Para que tengan sentido, esas descripciones han de ser algo más que
una serie de narraciones inconexas; han de ajustarse a cierta sistemática, es decir, constituir un verdadero análisis.

A causa de la complejidad de la conducta humana y social, no puede esperarse alcanzar aquí la precisión de las ciencias físicas, ni
realizar los experimentos controlados del químico o del biólogo; hemos de contentamos con «observar», de modo parecido a como lo
hace el astrónomo, aunque lamentablemente los acontecimientos y los datos económicos no se comportan de forma tan ordenada
como las trayectorias de los planetas. Afortunadamente, nuestras respuestas no han de ser exactas hasta el límite; poder determinar el
sentido general correcto de causa y efecto significa ya un tremendo avance.

Política y reforma económica

Esto nos lleva al importante problema de la política económica, puesto que el conocimiento debe ayudar a controlar y perfeccionar
la realidad en nuestro provecho. ¿Cómo mitigar el ciclo económico? ¿Qué medios existen para estimular el progreso económico y la
eficiencia? ¿De qué manera pueden ampliarse los niveles de vida decorosos? ¿Cómo puede el mundo evitar un desastre ecológico?

En todos los momentos de nuestro análisis intentaremos proyectar luz sobre estos problemas de política. Para conseguirlo,
debemos desarrollar la capacidad de ver las cosas tal como son, objetiva y desapasionadamente, sin relacionarlas con nuestras
preferencias o antipatías. Es preciso no olvidar, en efecto, que las cuestiones económicas nos afectan a todos emocionalmente; que la
presión sanguínea y el tono de voz se elevan siempre que se trata de creencias y de prejuicios profundamente arraigados, y que
muchos de estos prejuicios no son sino veladas razones dictadas por intereses económicos particulares.

Deseos frente a opiniones razonadas. Un médico apasionadamente interesado en vencer las enfermedades debe primero
autoeducarse para observar las cosas tal como son. Su bacteriología no puede ser diferente de la de un sabio enloquecido que se
dispusiera a destruir la raza humana mediante epidemias. Pensar con arreglo a nuestros deseos es un mal método que nunca nos
conduciría al logro de nuestras aspiraciones. «Cuando es obligatorio adorar al sol, mal pueden comprenderse las leyes del calor.»

«La belleza está en los ojos del que mira» es un aforismo que nos recuerda que los juicios sobre lo mejor o lo peor implican
valoraciones subjetivas, si bien esto no significa negar que la nariz de una muchacha pueda ser objetivamente más pequeña que la de
otra. Análogamente, en una situación económica dada existen elementos de realidad válidos, por difícil que sea reconocerlos y aislarlos.
No existe una teoría económica para los republicanos y otra para los demócratas, una para los trabajadores y otra para los empresarios,
una para los rusos y otra para los chinos. La mayoría de los economistas está bastante de acuerdo sobre los principios básicos relativos
a los precios y el empleo.


Al profesor Paul A. Samuelson, autor de este Curso de Economía, le honró la Academia Sueca de Ciencias con el premio Nobel de economía en 1970
por su labor científica en el estudio de esta ciencia. (N. del E.)
Esto no quiere decir que los economistas concuerden siempre en el terreno de la política económica. Quizá el economista A
defienda el pleno empleo a toda costa y, en cambio, el economista B no le otorgue importancia tan primordial como a la estabilidad de
los precios. La ciencia no puede decidir las cuestiones básicas referentes a lo correcto o incorrecto de unos objetivos propuestos; eso
pertenece al campo de la ética y de los «juicios de valor» y ha de ser decidido por todos los ciudadanos. Lo único que puede hacer el
técnico es señalar las alternativas posibles y lo que cada una puede costar realmente. En todo caso, la mente debe dar al corazón lo que
es del dominio de este. Pues, en frase de Pascal, el corazón tiene razones que nunca entenderá la razón.

En particular en las ciencias sociales, debemos tener en cuenta que somos objeto, e incluso víctimas, de nuestras preconcepciones,
2
prejuicios, sentimientos y sórdidos intereses .

El objetivo último. La cita que figura al comienzo del capítulo 42, lo veremos más adelante, se expresa así:

Hasta hoy los filósofos se han contentado con interpretar el mundo de diversas maneras. Lo que importa, sin embargo, es cambiarlo.

Estas palabras de Karl Marx cuando tenía 26 años fueron elegidas para figurar en su sepulcro en el cementerio Highgate de
Londres. Pero podrían haber servido de lema en los escudos de todos los grandes maestros de la economía política. Pues de todos los
grandes economistas de la historia solamente dos, a lo sumo (siendo en todo caso una especie de pose), no se ocuparon
primordialmente de «hacer el bien».

Metodología de la economía: breve visión introductoria

Nadie puede entender una materia complicada como la química sin antes realizar largos y concienzudos estudios. Esto es a la vez
una ventaja y un inconveniente. Por una parte, ni el hombre de la calle ni el periodista se consideran a sí mismos autoridades en la
materia, lo que es una suerte. Por otra parte, el que empieza a estudiar química ha de familiarizarse con todos los conceptos básicos, lo
que requiere bastante esfuerzo.

En cambio, desde nuestra infancia sabemos algo sobre economía, lo que si bien es una ventaja, ya que así pueden darse por
sabidas muchas cosas, resulta a veces un inconveniente, puesto que es natural y humano aceptar superficialmente opiniones plausibles.
Tener un conocimiento ligero de algo puede ser peligroso; en un examen profundo, el sentido común puede resultar en realidad falta
de sentido.

Un dirigente sindical que ha negociado con éxito varios convenios laborales puede considerarse un experto en el campo de la
economía de los salarios. Un empresario que «ha satisfecho la nómina de salarios» puede sentirse inclinado a creer que sus opiniones
sobre el control de precios son definitivas. Un banquero que logra equilibrar sus cuentas puede concluir que sabe todo 10 que puede
saberse sobre la creación de dinero.

El individuo tiende, de forma natural, a ver solamente los efectos inmediatos que un hecho económico representa para él. Así, no
hemos de esperar que un obrero despedido de un taller de carruajes se dé cuenta de que quizá con eso haya nuevos empleos en la
industria del automóvil; nosotros, como estudiantes de economía, hemos de estar dispuestos a investigar si realmente es así y en qué
medida.

En una visión introductoria, el economista se interesa por el funcionamiento de la economía en su conjunto, más bien que por el
estudio de determinado grupo o sector, ocupándose de la política social y nacional antes quede la política individual. Pero con
demasiada frecuencia «los asuntos de todos son asuntos de nadie». Por esto, conviene insistir desde el principio en que un curso
elemental de economía no aspira a enseñar a cada uno cómo llevar un negocio o un banco, cómo gastar bien el propio dinero o cómo
hacerse rico en la Bolsa, lo cual no significa negar que la economía general sirva como una valiosa base para muchas de esas
actividades.

Desde luego, el economista ha de saber bastante acerca de la forma en que los empresarios, los consumidores y los proveedores
piensan y actúan; lo que no significa que todos ellos empleen, para llegar a sus decisiones, el mismo lenguaje y el mismo método que el
que un economista considera conveniente para describir las actividades correspondientes; del mismo modo que un planeta no necesita
saber que está siguiendo la órbita dibujada por el astrónomo, igual que la mayor parte de nosotros llevamos muchos años hablando en
prosa sin saberlo, muchos hombres de negocios se quedarían asombrados si supieran que su modo de actuar es susceptible de análisis
económico sistemático. Pero esto no quiere decir que sea preciso corregir su ignorancia, por la misma razón que un jugador de tenis
no ganará más partidos por el hecho de conocer las leyes de la aerodinámica. En realidad, hasta el sencillo gesto de abotonarnos la

2
Las preguntas que nos hacemos y el enfoque mediante el cual captamos la «realidad objetiva» tienen de suyo una naturaleza fundamentalmente
subjetiva.
camisa puede resultar bastante complicado si nos ponemos a pensar en el modo de hacerlo científicamente.

La teoría y la práctica. El mundo económico es muy complicado y, como ya dijimos, generalmente no es posible realizar
observaciones económicas en las peculiares condiciones experimentales características de los laboratorios científicos.

Mientras que un fisiólogo, cuando desea determinar los efectos de la penicilina en la pulmonía, puede hacerlo en igualdad de
condiciones empleando dos grupos de enfermos que no solo difieran entre sí por el hecho de que se les inyecte o no la penicilina, en
cambio, el economista no se encuentra en tan buena situación, y si quiere averiguar en qué forma afectará un impuesto sobre la
gasolina al consumo de combustibles líquidos, podrá verse comprometido por el hecho de que en el mismo año en que se creó el
impuesto entraron en servicio los oleoductos. Sin embargo, debe intentar-aunque solo sea mentalmente-aislar los efectos del impuesto
por el método de suponer que «todo lo demás ha permanecido igual»; de lo contrario, no comprenderá los efectos económicos de los
impuestos, ni de los adelantos del transporte, ni de ambas cosas a la vez.

La falacia <<post hoc>> La dificultad de analizar las causas, cuando no es factible la experimentación controlada, se comprende
claramente observando la confusión del médico-brujo primitivo, que cree que un sortilegio y un poco de arsénico son necesarios,
ambos a la vez, para matar a su enemigo, o que solo después de haberse vestido él en primavera con un traje verde se decidirán los
3
árboles a hacer lo mismo . A esta limitación y a muchas otras se debe que nuestros conocimientos económicos cuantitativos se hallen
muy lejos de ser completos, lo cual no quiere decir que no dispongamos de numerosos y exactos datos estadísticos aprovechables. Los
tenemos. Montones de datos censales, informaciones de mercados y estadísticas financieras son recogidos por organismos oficiales,
asociaciones comerciales y empresas.

Pero aunque tuviéramos más y mejores datos, todavía sería necesario-como en todas las ciencias-simplificar y abstraer la infinita
cantidad de pormenores, porque ninguna inteligencia puede comprender un montón de hechos inconexos. Todo análisis implica una
abstracción. Es necesario, en definitiva, idealizar, omitir detalles, establecer sencillas hipótesis y esquemas que permitan relacionar los
hechos, determinando así los verdaderos problemas antes de mirar al mundo tal cual es. Toda teoría, ya se trate de ciencias físicas,
biológicas o sociales, falsea la realidad en cuanto la simplifica excesivamente; pero si es una teoría acertada, lo que omite queda
sobradamente compensado por la claridad con que ilumina los diversos datos empíricos y por los conocimientos que acerca de ellos
facilita.

De aquí que, entendidas correctamente, la teoría y la observación, la deducción y la inducción de los hechos no puedan estar en
contraposición. La prueba de la validez de una teoría nos la da su utilidad para aclarar la realidad observada, sin que tengan
importancia su elegancia lógica y su belleza de composición. Por eso, cuando alguien dice: «Todo esto está muy bien en teoría, pero en
la práctica es otra cosa», o quiere decir en realidad que «eso no está muy claro en teoría» o está diciendo una tontería.

La tiranía de las palabras. Especialmente en las ciencias sociales, hemos de estar alerta en la cuestión de la «tiranía de las palabras»,
pues el mundo está ya bastante enrevesado sin necesidad de añadir nuevas confusiones y ambigüedades, como cuando: 1) una misma
cosa se designa, sin saberlo, con dos nombres diferentes; 2) se aplica una misma palabra a dos cosas distintas.

Así es como puede darse el caso de que A censure a B por sostener que la causa de la depresión es el exceso de ahorro, y diga que
«la verdadera causa es la escasez de consumo», e incluso que C tercie en la discusión afirmando que «ambos están equivocados y que
la causa real es la escasez de inversión». De este modo podrían continuar discutiendo toda una noche, cuando, en realidad, si se
parasen a analizar sus frases, se encontrarían con que de ningún modo discrepaban sus opiniones sobre los hechos, y que se trataba
solo de una mera confusión verbal.

De forma análoga, las palabras pueden traicionarnos si no reaccionamos ante ellas de una manera neutral. Como ejemplo, baste
decir que si alguien mira con aprobación un proyecto oficial para acelerar el crecimiento económico lo describirá como un programa de
«planificación sensata», mientras que quien no esté conforme se referirá a la misma actividad como a una «reglamentación burocrática
totalitaria». ¿Quién puede objetar nada al primero ni excusar totalmente al segundo? No obstante, ambos se refieren a la misma cosa.
Así, pues, sin necesidad de ser un especialista en semántica-el estudio del lenguaje y su significado-, es fácil comprender que la
argumentación científica ha de obligarnos, en lo posible, a no emplear terminologías que lleven consigo un matiz emocional.

¿Las ciencias sociales frente a las ciencias físicas? Algunas tergiversaciones del pensamiento que resultan de las emociones y de los
prejuicios son tan evidentes que se reconocen con claridad. Pero a un nivel más profundo podemos preguntarnos:

Puesto que la economía se ocupa del hombre y no de objetos inanimados, y puesto que el científico es necesariamente un

3
Este es el tipo de error que en lógica se denomina con la expresión Post hoc, ergo propter hoc (Sucede después de esto, luego es consecuencia de
esto).
hombre, ¿es posible la existencia de una ciencia económica objetiva? ¿Es posible aplicar los métodos de las ciencias físicas-observación
y medición cuantitativa, construcción de modelos matemáticos-al estudio de los asuntos humanos?

No puede darse una contestación sencilla a esta profunda cuestión. En cierto sentido, y precisamente porque somos hombres,
tenemos una ventaja sobre el científico de la naturaleza. Este no puede decir: «Suponiendo que yo fuera una molécula de H2O, ¿qué
podría hacer en esas circunstancias?». El científico social emplea con frecuencia, a sabiendas o sin saberlo, tales actos introspectivos.

Queda todavía un problema, que los estudiosos experimentados plantearían de esta forma:

La imitación exacta de las ciencias físicas en el estudio de la humanidad y de la sociedad es un error, pero no hay otro medio para
la observación paciente de los hechos empíricos de la vida, ni para el razonamiento sistemático de esos hechos. Igual que en el caso de la
moderna biología, se han logrado grandes avances con los métodos científicos matemáticos, a pesar de las previas advertencias contra
la imitación de las ciencias físicas. Dejemos que la experiencia diga la última palabra. Y que a nadie le impresione la simple elegancia
técnica.

Exactitud y subjetividad. Pero recordemos otra vez este punto importante. Incluso en las llamadas ciencias físicas exactas, la forma de
percibir los hechos observados depende de las gafas teóricas que llevemos puestas. La luz que hiere los ojos de un recién nacido no
forma una estructura: el niño recién nacido ve, pero no percibe nada. Los modernos historiadores de la ciencia han aprendido la misma
lección de la psicología de la Gestalt: los posnewtonianos perciben los «mismos hechos» de forma diferente que los prenewtonianos.
Hasta cierto punto todos somos prisioneros de nuestras preconcepciones teóricas. No es, pues, incongruente que de la muerte de una
vieja teoría falsa salga como resultado final una teoría nueva.

Por eso, la ciencia pertenece a los jóvenes. Los viejos saben demasiadas cosas que no son lo que parecen. Para ilustrar esto no
tenemos que acudir a una ciencia fácil, como la economía, en la que se da por supuesto que nuestros antepasados creían que lo que
era bueno para Calvin Coolidge también lo debía ser para ellos. Escuchemos a un premio Nóbel, Max Planck, el físico renombrado por
el descubrimiento de la revolucionaria teoría de los quanta. En su Autobiografía científica informa sobre sus observaciones acerca del
desarrollo de la física:

Esta experiencia me dio también la oportunidad de aprender un hecho-un hecho notable en mi opinión-: una nueva verdad
científica no triunfa convenciendo a sus oponentes y haciéndoles ver la luz, sino porque, finalmente, sus oponentes acaban por morir y
nace una nueva generación familiarizada con ella.

Igual que Galileo, Newton, Einstein y Planck revolucionaron la comprensión en las ciencias físicas, así Smith, MarshaIl y Keynes
transformaron la comprensión en el campo económico.

La figura 1-2, tomada de un estudio filosófico de la física, ilustra el elemento subjetivo irreducible de toda ciencia. La figura adjunta
¿representa un pájaro mirando hacia la izquierda? ¿O un antílope (o un conejo) mirando hacia la derecha? No es una ilusión óptica
4
decir una cosa o la otra; ambas son admisibles . Así ocurre con las teorías y los hechos científicos en general. Cuando se adopta un
nuevo modelo sistemático de principios económicos se capta la realidad de una forma nueva y diferente. No hace falta que seamos
estudiantes de física o de psicología de la Gestalt para comprender con qué exactitud se aplican estas palabras al contraste existente
entre la vieja y la nueva economía, o entre la economía del mundo libre y la del mundo tras el telón de acero. Estemos advertidos de
antemano.

Compárese la propia percepción de Gestalt de la imagen de la figura 1-2 con la obtenida al colocarla junto a este
campo de antílopes. La ambigüedad antílope-pájaro no puede desecharse como una «ilusión» óptica. No ocurre
como con las dos líneas que acompañan al dibujo, que tienen realmente la misma longitud, aunque la mayoría
de las personas deduce, equivocadamente que la línea inferior es más larga. Lo que reproduce la figura 1-2 es
una forma reproducible objetivamente, que parece subjetivamente diferente según el contexto en que aparece.
Una vez que vemos las patas delanteras de los animales, estamos en lo cierto al considerarlos como antílopes.
FIG. 1-2. Los hechos pueden contar una historia diferente a
cada observador científico según los anteojos teóricos que
use.-Si usted mira los problemas del paro causado por la
depresión a través de unas gafas prekeynesianas, puede
pensar que la causa de esa situación es una serie de
fuerzas que no puede cambiar la política oficial de gastos
e impuestos. ¿Qué es la figura a)? ¿Un pájaro mirando
hacia la izquierda? ¿O un antílope (o un conejo) mirando a
la derecha? Si miramos la figura b), que representa una
bandada de pájaros, la mayoría de las personas pensarán
que la primera figura es un pájaro.

Pero si miramos la manada de antílopes de la llamada a pie de página (véase nota 4), la mayoría creerá que es un antílope. (Fuente:
N. R. HANSON: Patterns of Discovery (Cambridge University Press, Londres, 1961.)

Probabilidad de errores: normal o no. Existe otra importante diferencia entre una ciencia exacta, como la física, y una menos exacta,
como la economía. Nuestras leyes pueden cumplirse solo «por término medio», con considerable dispersión de las excepciones en
torno a la media.

La figura 1-3 da una idea general de una relación estadística vital, según la cual los gastos de consumo de las familias guardan
relación con la renta en dólares de esas familias. Obsérvese que los puntos que se han representado no caen exactamente sobre la
línea, como podría ocurrir en química o astronomía. Pero vemos un patrón estable en sentido probabilístico-el mismo sentido en el que
una compañía de seguros de vida puede contar con una proporción estable de muertes en una muestra de 100.000 asegurados de una
edad dada (aunque no pueda predecirse la vida o muerte de cada uno).

FIG. 1-3. Las leyes económicas son leyes de


probabilidad, no relaciones exactas.-Los
puntos observados del gasto de consumo
caen en las proximidades de la línea de trazo
grueso. Así, el punto superior, para 1972, se
halla tan próximo a la línea CC que podría
haberse predicho partiendo de esta misma
línea incluso antes de terminar el año. Esta
regularidad entre la renta y el gasto
monetarios es típica en economía. (Fuente:
(Figura 11-5.)

Y obsérvese otro punto importante: las desviaciones aleatorias alrededor de los valores esperados forman un patrón de
frecuencias especialmente sencillo, llamado «curva normal de error». La curva normal es simétrica y de forma acampanada, debido a
que la suma de muchos errores independientes tiende a dar un error que (a través de las probables compensaciones) es más probable
que sea pequeño que grande. En los casos en que aparece en economía esta distribución normal, se parece a las distribuciones
5
procedentes del juego de dados, la genética o las mediciones geodésicas .

5
Las casas de juego de Nevada y Montecarlo saben muy bien por experiencia que la repetición de tiradas de dados generará una sucesión con estas dos
propiedades: a) Si escribimos 1 para las caras y O para las cruces, una serie de tiradas dará sucesiones-tales como las O, 1, 1, O, 1, O, 1, O, O, O, 1, Q-que
finalmente tendrán un promedio próximo a 1/2, según la famosa «ley de los grandes números». b) Para una sucesión suficientemente grande de tiradas
aleatorias de una moneda simétrica, la parte de caras aparecidas se aproximará a una dispersión de error normal alrededor del valor esperado de 1/2.
Esta «ley del límite central» (de aproximación a una distribución normal) permitió a matemáticos como De Moivre, Laplace y Gauss predecir con gran
exactitud la periodicidad de las desviaciones, reduciéndose a la mitad el tamaño esperado de los errores absolutos al cuadruplicarse en longitud la
sucesión. (Así, si el número de clientes de una empresa se duplica, esta necesita unas existencias de solo 1,4 (o, J2) veces las anteriores. Sin embargo,
muchas distribuciones económicas, como la de la renta, pueden presentar extremos demasiado dispersos para poder sujetarse a esta distribución
normal.
FIG. 1-4. En economía se dan patrones normales y anormales de
probabilidades.-Aunque en economía es predecible la conducta
promedio, existen excepciones y desviaciones alrededor del
mismo. La curva simétrica representa el caso de «buen
comportamiento», en el que las desviaciones siguen la curva
acampanada denominada «curva normal de error». La curva
asimétrica de error no normal, sesgada hacia la derecha, tiene
desviaciones más extremas, relativamente, que la curva normal.
En el campo de las ciencias sociales no pueden garantizarse leyes
de conducta promedio con tanta exactitud. (Fuente: Figura 5-5,
que compara la distribución normal de capacidades con la
distribución simétrica de la renta monetaria y con la desviación
de las grandes rentas.)

En economía no siempre prevalece la «normalidad». La figura 1-4 reproduce un diagrama posterior, el de la figura 5-5, mostrando
cómo las rentas individuales presentan una distribución anormal en comparación con la distribución supuestamente «normal» de sus
aptitudes (coeficiente de inteligencia, capacidad verbal o matemática, etc.).

La curva de trazos de distribución de la renta. es asimétrica; a diferencia de la curva normal simétrica, la de línea continua, tiene una
larga cola asimétrica por la derecha, lo que refleja el hecho de que hay unos pocos multimillonarios con rentas iguales a cientos de
veces la renta media, pero no hay nadie que tenga una renta inferior a la media en la misma proporción. Estas distribuciones
asimétricas, muy corrientes, aparecen con frecuencia, desgraciadamente, en economía. Y decimos «desgraciadamente» porque cuando
aparecen tales leyes probabilísticas no normales nos impiden contar con la misma precisión de comportamiento medio que las ciencias
naturales.

A pesar del carácter aproximado de las leyes económicas, este es un campo en el que existen muchas regularidades importantes y
muchos principios válidos.

El todo y la parte. La «falacia de composición»

Una última advertencia en este campo de la economía es que las cosas no son lo que parecen a primera vista, como puede verse
por las siguientes afirmaciones correctas:

1.ª Si todos los labradores trabajan mucho y la Naturaleza los ayuda en la obtención de una cosecha abundante, sus ingresos totales
pueden disminuir, y probablemente disminuirán.

2.ª Un solo hombre, si tiene habilidad para buscar empleo y está dispuesto a trabajar por menos salario, puede resolver su problema
personal del paro; pero el conjunto de todos ellos no podrá resolver la cuestión del mismo modo.

3.ª El alza de los precios de una industria puede beneficiar a las empresas de esa industria; pero si suben también en la misma
proporción los precios de todo lo que ellas han de comprar y vender, ninguna resultará beneficiada.

4.ª Quizá convenga a Estados Unidos reducir los aranceles aduaneros sobre las mercancías importadas, aunque otros países se nieguen
a hacer lo mismo.

5.ª A una empresa puede convenirle continuar con la explotación de un negocio aunque no llegue a cubrir los costes totales por un
notable margen.

6.ª Los intentos individuales de ahorrar más en épocas de depresión pueden hacer que disminuya el total del ahorro de la colectividad.

7.ª Lo que es una conducta prudente para un individuo o para una sola empresa puede resultar a veces una locura para una nación.

Insistamos: todas las proposiciones anteriores son verdaderas, aunque parecen paradojas. Serán debidamente resueltas a lo largo
de este libro. En la ciencia económica no existen fórmulas mágicas o trucos ocultos. En ella todo lo que es de verdad correcto debe
parecer perfectamente razonable una vez desarrollada debidamente la argumentación.

Pero, llegados a este punto, es preciso decir que muchas de las paradojas expuestas se deben a una sola confusión o engaño,
llamado por los lógicos «falacia de composición», que en los libros de lógica se define así:

FALACIA DE COMPOSICIÓN: Sofisma en el que se afirma que lo que es cierto para alguna de las partes es también necesariamente cierto,
solo por esa razón, para el todo. .

En efecto, y concretamente en el campo de la economía, resulta que lo que es verdad para cada individuo es siempre verdad para
el conjunto de la sociedad; y, al contrario, lo que parece cierto para todos puede ser completamente falso para cada individuo. Si todas
las personas que presencian un desfile se alzan de puntillas, nada ganan con ello; pero si lo hace una sola persona aislada, conseguiría
ver mejor. Podrían citarse infinidad de ejemplos en el campo de la economía. El lector puede entretenerse comprobando cuáles de los
siete casos anteriores están probablemente relacionados con la falacia de composición; o, mejor aún, tratar de encontrar nuevos
ejemplos.

Con esto damos por terminada la introducción a la materia. Quizá la mejor contestación a la pregunta «¿Para qué estudiar
economía?» es una, muy conocida; dada por lord Keynes. He aquí el famoso pasaje, tomado del final de su conocida obra Teoría
general del empleo, el interés y el dinero (1936):

Las ideas de los economistas y de los filósofos políticos, tanto cuando son correctas como cuando son erróneas, tienen más
influencia de lo que generalmente se cree. En realidad, el mundo apenas se rige por otra cosa. Los hombres prácticos, que se creen
libres de toda influencia intelectual, son generalmente esclavos de algún economista difunto. Los locos que ostentan el poder, que
oyen voces en el aire, extraen su locura de las obras de algún escritorzuelo académico de algunos años atrás. Estoy seguro de que se
exagera mucho el poder de los intereses creados en comparación con la gradual aceptación de las ideas. Es cierto que esta influencia
no es inmediata, sino que requiere cierto tiempo, pues en el campo de la filosofía económica y política son pocos los que sufren la
influencia de las nuevas teorías una vez que han pasado de los 25 o 30 años. De ahí que no sea probable que las ideas que aplican los
funcionarios, los políticos e incluso los agitadores a los acontecimientos actuales sean las más recientes. Pero más pronto o más tarde
son las ideas, no los intereses creados, las que influyen, para bien o para mal.

RESUMEN
1. La economía, a la vez ciencia y arte, se estudia por varias razones: comprender los problemas con los que se enfrentan el ciudadano y
la familia; ayudar a los gobiernos, tanto en los países subdesarrollados como en los avanzados, a promover un crecimiento vigoroso,
evitando al mismo tiempo la depresión y la inflación; analizar los fascinantes patrones del comportamiento social; modificar las
desigualdades en la distribución de la renta y de las oportunidades.

2. Entre muchas definiciones, la más aceptada hoy define así la economía: la elección entre usos alternativos de recursos productivos
escasos para lograr los fines establecidos; qué bienes producir, cómo producirlos y para quién, ahora y en el futuro.

3. Igual que otras ciencias sociales o del comportamiento, como la psicología, la sociología y la historia, la economía utiliza el método
deductivo de la lógica y la geometría, y el método inductivo de la inferencia estadística y empírica. Como no puede emplear los
experimentos controlados del físico, tiene que solucionar importantes problemas metodológicos: elementos subjetivos de la
introspección y los juicios de valor; problemas semánticos de significados ambiguos y emocionales; leyes de probabilidad de los
grandes números, tanto del error normal como del error de tipo asimétrico; falacias de argumentación y de inferencia.

1 NATURALEZA Y MÉTODO DE LA ECONOMÍA


Los seres humanos, criaturas inconformes, tenemos demasiadas necesidades. Deseamos, entre otras cosas, tener amor,
reconocimiento social, colmar necesidades materiales y disfrutar las comodidades de la vida. La lucha por mejorar el bienestar material,
para “un mejor vivir”, se constituye en el interés de la economía. La economía es el estudio de nuestro comportamiento como
productores, distribuidores y consumidores de bienes materiales y servicios, en un mundo de recursos escasos.

Los seres humanos nos caracterizamos por tener necesidades determinadas biológica y socialmente. Buscamos alimento, vestido,
refugio y una gran cantidad de bienes y servicios asociados a un estándar de vida cómodo. También tenemos la bendición de poseer
aptitudes y estar rodeados por una cantidad de recursos propios, tantos naturales como manufacturados. Hacemos uso de recursos
disponibles humanos y propios -capacidad laboral y administrativa, herramientas y maquinaria, tierras y depósitos minerales- para
producir bienes y servicios que satisfagan las necesidades materiales. Este proceso se desarrolla a través de un mecanismo
organizacional denominado sistema económico.

Sin embargo, las consideraciones cuantitativas descartan una solución ideal. El hecho contundente es que la totalidad de nuestras
necesidades materiales va más allá de la capacidad productiva de los recursos disponibles. Por tanto, la abundancia material absoluta
no es posible. Este hecho inexorable constituye la base para la definición de economía que ofrece este libro: la economía se interesa por
el uso o manejo eficiente de los recursos productivos limitados para conseguir la satisfacción máxima de las necesidades materiales
humanas. Sin embargo, esto no puede constituir una evidencia por sí misma; todos los titulares de las noticias cotidianas (inflación,
desempleo, problemas de salud pública, déficit fiscal y comercial, acuerdos de libre comercio entre los países, pobreza y desigualdad,
contaminación y regulaciones gubernamentales de los negocios) se basan en la utilización eficiente de los recursos limitados.

No obstante, en este primer capítulo no se profundizará en los problemas y las causas. El interés inmediato se relaciona con ciertos
cuestionamientos preliminares básicos: (1) ¿Qué importancia o consecuencia tiene el estudio de la economía? (2) ¿Cómo se debe
estudiar la economía, cuáles son los procedimientos correctos? ¿Cuál es la metodología de esta materia? (3) ¿Qué problemas,
limitaciones y dificultades específicas podrían encontrarse en el estudio de la economía? (4) ¿Qué piensan los economistas acerca de
los problemas? ¿Cuál es la "perspectiva económica"?

LA ERA DE LOS ECONOMISTAS


¿Vale la pena invertir tiempo y esfuerzo en el estudio de la economía? Hace medio siglo, John Maynard Keynes (1883-1946) -el
economista más influyente de este siglo- dijo:

Las ideas de los economistas y de los filósofos políticos, tanto si fueran correctas o erróneas, son más poderosas que lo que
comúnmente se cree. En verdad, el mundo está regido por algo más que eso. Los hombres prácticos, quienes se consideran estar
exentos de cualquier influencia intelectual, son a menudo esclavos de las ideas de algunos economistas muertos.

La mayoría de las ideologías del mundo moderno han sido influidas por grandes economistas del pasado como Adam Smith,
David Ricardo, John Stuart MilI, Carlos Marx y John Maynard Keynes. En realidad es muy común que los líderes mundiales adopten y
apliquen la visión y los planteamientos políticos de los economistas.

Por ejemplo, el presidente de EE.UU. se beneficia de la asesoría permanente proporcionada por su Council of Economic Advisers.
El amplio espectro de problemas económicos que enfrentan los líderes políticos se presenta en el contenido del Economic Report of the
President. Los temas tratados incluyen desempleo, inflación, crecimiento económico y productividad, gravámenes y gastos públicos,
pobreza y conservación del ingreso, la balanza de pagos y el sistema monetario internacional, relaciones obrero-patronales, cuidado de
la salud, contaminación, discriminación, inmigración, competencia y regulación industrial, entre otros.

La economía para el ciudadano


Si el ciudadano desea estar bien informado es necesario que tenga una comprensión básica de la economía. La mayoría de los
problemas actuales tienen aspectos económicos importantes, y como votantes las personas pueden influir en las decisiones de los
líderes políticos al abordar estos problemas. ¿Cuáles son las causas y consecuencias de los "déficit gemelos" -el déficit fiscal y el déficit
comercial-, sobre los cuales constantemente hay informes en los medios de comunicación? ¿Qué sucede con las deplorables historias
sobre la gente desamparada que vive en las calles? ¿Por qué no es deseable la inflación? ¿Qué se puede hacer para reducir el
desempleo? ¿Los actuales programas de bienestar son efectivos y se justifican? ¿Se debe continuar subsidiando a los agricultores? ¿Se
necesitan futuras reformas al sistema tributario? ¿EE.UU. necesita una "reindustrialización" para asegurar su posición predominante en
el mundo financiero y comercial?

Puesto que las respuestas a tales preguntas están determinadas en gran medida por los funcionarios elegidos democráticamente,
la Información obtenida por los electores dependerá en lo básico del conocimiento sobre el funcionamiento de la economía es más
que útil para los políticos mismos.

Un estudio reciente del National Center for Research in Economic Education sugiere que es muy grande la ignorancia sobre temas
económicos. La opinión pública nacional, los bachilleres y los universitarios demuestran una gran ignorancia de los conceptos básicos
en este campo, necesarios para comprender los hechos v cambios económicos a nivel nacional. Cuando se les interrogó acerca de
algunos aspectos fundamentales de la economía, sólo 35% de los bachilleres y 39% de la opinión pública en general, al igual que 51%
de los universitarios, dieron respuestas correctas.

Aplicaciones personales
La economía también es vital en los negocios. Una cabal comprensión del funcionamiento general del sistema económico permite
al ejecutivo una mejor formulación de políticas. El ejecutivo que entiende las causas y las consecuencias de la inflación podrá tomar
decisiones más inteligentes en los negocios durante periodos inflacionarios. Por esta razón, hay economistas en la nómina de la
mayoría de las grandes compañías. Su trabajo consiste en compilar e interpretar información económica sobre la cual se pueden tomar
decisiones racionales en los negocios.

La economía también da al individuo, en su condición de consumidor y trabajador, claridad acerca de cómo tomar decisiones más
acertadas sobre las compras y el empleo. ¿Cómo "protegerse" contra la reducción del poder adquisitivo de la moneda que acompaña a
la inflación? ¿Qué ocupaciones son mejor remuneradas? ¿Cuáles profesiones son más inmunes al desempleo? ¿Se debe comprar o
alquilar un automóvil? ¿Se debe utilizar tarjeta de crédito o pagar en efectivo? De igual manera, quien comprende la relación entre el
presupuesto y el déficit comercial, por un lado, y los títulos valores (acciones y bonos), por el otro, puede tomar decisiones sobre
inversiones personales de manera más adecuada.
A pesar de sus beneficios prácticos, el estudiante debe saber de antemano que la economía es esencialmente un tema académico,
no un asunto vocacional. A diferencia de la contabilidad, la publicidad, las finanzas y el marketing, la economía en principio no es un
área de estudio acerca de cómo hacer dinero. El conocimiento de la economía ayudará al individuo a administrar un negocio o a
manejar sus finanzas personales, pero éste no es su objetivo básico. En economía, los problemas generalmente se examinan desde el
punto de vista social, más que desde el personal. La producción, el intercambio y el consumo de bienes y servicios se analizan desde el
punto de vista de la sociedad como un todo, no desde la perspectiva de lo que se tenga depositado en el banco.

METODOLOGÍA
¿Cuál es la labor de los economistas? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Qué procedimientos emplean? El subtítulo de este libro -
principios, problemas y políticas- contiene una respuesta concreta a los primeros dos interrogantes. Los economistas formulan principios
económicos útiles en la formulación de políticas diseñadas para la solución de problemas económicos.

En la figura 1.1 se resumen los procedimientos empleados por los economistas, quienes se encargan de indagar y compilar hechos
relevantes sobre un problema específico. Esta tarea algunas veces se denomina economía descriptiva o empírica (recuadro 1). El
economista también formula principios económicos, es decir, hace generalizaciones acerca de la forma como se comportan en realidad
los individuos y las instituciones. Los principios derivados de esta generalización se llaman teoría económica o "análisis económico"
(recuadro 2).

Como se observa en la figura 1.1, es muy probable que los economistas en el estudio del comportamiento económico se muevan
de la teoría a los hechos, así como también pasen de los hechos al planteamiento teórico. Expresado de manera más formal, los
economistas pueden utilizar métodos tanto deductivos como inductivos. Mediante la inducción se extraen o crean principios a partir
de los hechos. En este punto es donde se ordena y analiza sistemáticamente una acumulación de hechos a fin de posibilitar la
derivación de una generalización o conjunto de principios. La inducción pasa de los hechos a la teoría, de lo particular a lo general. El
método inductivo se representa con la flecha izquierda ascendente que va del recuadro 1 al 2 en la figura 1.1.

También se pueden hacer generalizaciones mediante la deducción o método hipotético. En este procedimiento, el economista
recurre a la observación casual, la percepción, la lógica o la intuición para estructurar un principio tentativo no probado llamado
hipótesis. Por ejemplo, puede conjeturar, con base en una "lógica Informal", que resulta racional el hecho de que los consumidores
compren más un producto cuando su precio baja.

3. POLÍTICAS

La política económica se ocupa del control o la influencia


del comportamiento económico o sus consecuencias

2. PRINCIPIOS O TEORÍAS

La teoría económica implica generalizaciones acerca del


comportamiento económico

Inducción Deducción

1. HECHOS

La economía descriptiva o empírica se encarga de


compilar hechos relevantes respecto a un problema o
aspecto específico de la economía y de probar las
hipótesis frente a los hechos para validar las teorías.

Figura 1.1 La relación entre hechos, principios y políticas en la economía

En el análisis de problemas o aspectos económicos, los economistas pueden utilizar el


método inductivo con el cual recopilan, organizan sistemáticamente y generalizan hechos.
De forma alternativa, el método deductivo se encarga del desarrollo de hipótesis que luego
se prueban con respecto a los hechos. Las generalizaciones derivadas de cualquier método
de investigación son útiles no sólo para explicar el comportamiento económico sino
también como base para formular políticas económicas.

Para probar la validez de las hipótesis que han deducido, los economistas deben someterlas a un examen sistemático y repetido
de hechos relevantes. ¿Los datos del "mundo real" revelan una relación negativa o inversa entre el precio y la cantidad comprada? Este
proceso de verificación se representa con la flecha derecha descendente que va del recuadro 2 al 1 en la figura 1.1.

La deducción y la inducción son técnicas de investigación complementarias, no opuestas. Las hipótesis formuladas mediante el
proceso de deducción proporcionan parámetros al economista para la recolección y sistematización de datos empíricos. Por el
contrario, tener comprensión cierta de la evidencia práctica de hechos -del "mundo real"- constituye un prerrequisito para la
formulación de hipótesis significativas.

Finalmente, el conocimiento general del comportamiento económico, que proporciona principios económicos, puede entonces
utilizarse en la formulación de políticas, es decir, los remedios o soluciones para corregir o evitar el problema objeto de estudio. Este
aspecto de la economía algunas veces se denomina "economía aplicada" o política económica (recuadro 3).

Si continuamos con la figura 1.1 como referencia, podemos examinar la metodología del economista en forma más detallada.

Economía descriptiva
Todas las ciencias son empíricas; se basan en hechos, es decir, en un comportamiento observable y verificable a partir de ciertos
datos u objetos de estudio. En las ciencias físicas, los datos tomados de los hechos no tienen vida. En cambio la economía, como
ciencia social, examina el comportamiento de los individuos y las instituciones comprometidas en la producción, intercambio y
consumo de bienes y servicios.

La recopilación de hechos puede ser una tarea compleja. Dado que el mundo de la realidad está colmado de innumerables hechos
interrelacionados, los economistas deben ser muy prudentes cuando están en su proceso de compilación. Deben diferenciar lo
económico de lo no económico y después determinar cuáles hechos económicos son relevantes y cuáles no para el problema en
consideración. Incluso terminado el proceso de clasificación, los hechos económicos seleccionados podrán parecer aun diversificados e
inconexos entre sí.

Teoría económica
La tarea de la teoría o análisis económico consiste en organizar, interpretar y generalizar de manera sistemática los hechos. Los
principios y las teorías -el resultado final del análisis económico- proporcionan orden y significado a los hechos al vincularlos,
relacionarlos correctamente entre sí y hacer generalizaciones a partir de ellos. "Las teorías sin hechos pueden ser estériles, pero los
1
hechos sin teorías no tienen significado” .

Los principios y las teorías son enunciados significativos, a partir de los hechos, pero a la vez los hechos sirven para verificar la
validez de los principios ya establecidos. Los hechos -la forma como los individuos y las instituciones actúan respecto a la producción,
el intercambio y el consumo de bienes y servicios- pueden cambiar a través del tiempo. Por esta razón, los economistas deben verificar
continuamente los principios y teorías con relación al cambiante entorno económico.

Terminología. Los economistas hablan acerca de "leyes", "principios", "teorías" y "modelos". Todos estos términos significan en esencia
lo mismo: generalizaciones o proposiciones acerca de la regularidad del comportamiento económico de los individuos y las
instituciones. El término "ley económica" es un poco engañoso puesto que implica altos grados de exactitud, aplicación universal e
incluso moralidad. Lo mismo ocurre, aunque en menor grado, con el término principio. Algunas personas de manera errónea
consideran que la "teoría” no tiene nada que ver con los hechos y realidades del mundo. El término "modelo" tiene mucho que ver con
tal consideración. Un modelo es una representación simplificada de la realidad, una abstracción de la forma como en realidad se
comportan los datos pertinentes.

En este libro, estos cuatro términos se usarán como sinónimos. La selección de los términos para señalar cualquier generalización
en particular se regirá por el hábito o la conveniencia. Así, la relación entre el precio de un producto y la cantidad que compran los
consumidores se llamará "ley" de la demanda, antes que teoría o principio de la demanda, simplemente porque así se acostumbra
llamarla.

A continuación aparecen muchos otros puntos relativos al carácter y la derivación de los principios económicos.

Generalizaciones. Los principios económicos son generalizaciones y, como implica el término, se caracterizan por un enunciado
cuantitativo un poco impreciso. Por lo general, los hechos económicos son variados; algunos individuos e instituciones actúan de una
manera y otros de otra forma. Los principios económicos, por tanto, se plantean con frecuencia como promedios o probabilidades

1
Kenneth E. Boulding, Economic Analysis: Microeconomics, 4th ed. (Nueva York: Harper & Row, Publishers, Incorporated. 1966), p. 5.
estadísticas. Por ejemplo, cuando los economistas dicen que la familia promedio obtuvo un ingreso aproximado de $37,000 en 1993,
están haciendo una generalización. Esta afirmación reconoce que algunas familias ganaron mucho más y otra gran cantidad obtuvo
mucho menos. Sin embargo, dicha generalización interpretada y manejada correctamente resulta bastante significativa y útil.

En forma similar, las generalizaciones económicas se plantean con frecuencia en términos de probabilidades. Un investigador
puede decir que existe una probabilidad de 95% de que por cada $1.00 que se reduzca el impuesto sobre la renta personal se generará
un incremento de $0.92 en el gasto de consumo.

Presunción de "todo lo demás constante". Así como otros científicos, los economistas utilizan la presunción ceteris paribus o todo
lo demás constante para formular sus generalizaciones. Ellos presumen que las demás variables, a excepción de aquellas bajo
consideración inmediata, se mantienen constantes. Esto simplifica el proceso de razonamiento al aislar la relación bajo consideración.
Por ejemplo, al analizar la relación entre el precio de la Pepsi Cola y la cantidad adquirida, permite asumir que, de todos los factores
que pueden influir en la cantidad de Pepsi comprada (por ejemplo, el precio de esta gaseosa, los precios de otros bienes como Coca-
Cola, los ingresos y preferencias del consumidor), únicamente varía el precio de la Pepsi. El economista puede entonces concentrarse en
la relación "precio de Pepsi Cola-compras de Pepsi Cola", sin reflexionar sobre la confusión ocasionada por la inclusión de otras
variables.

En las ciencias naturales, los experimentos controlados usualmente pueden llevarse a cabo donde las "demás cosas" permanecen
constantes o casi iguales. De esta forma, los científicos de las ciencias naturales pueden probar con alto grado de precisión la presunta
relación entre dos variables. Pero la economía no es una ciencia de laboratorio. El economista basa el proceso de verificación empírica
en los datos tomados del "mundo real", y generados por la operación real de la economía. En este ambiente un poco impredecible, las
"demás cosas" sí cambian. A pesar del desarrollo de complejas técnicas estadísticas diseñadas para mantener constantes otras cosas,
tales controles son menos que perfectos. Como resultado, los principios económicos son menos ciertos y menos precisos en la
aplicación que aquéllos utilizados en las ciencias de laboratorio.

Abstracciones. Los principios o teorías económicas necesariamente son abstracciones. No reflejan toda la complejidad de la realidad.
El solo proceso de clasificar hechos no económicos e irrelevantes en el proceso de recolección implica una abstracción de la realidad.
Infortunadamente, la abstracción teórica induce a individuos no formados a identificar la teoría como algo no práctico e irreal. ¡Esto no
tiene sentido! Las teorías económicas simplemente son prácticas debido a que son abstracciones. La realidad es demasiado compleja e
impredecible para ser significativa. Los economistas teorizan para dar significado a un laberinto de hechos que de otra forma serían
confusos e inútiles, planteándolos en una forma más práctica y útil. Por tanto, generalizar es abstraer o simplificar a propósito; las
generalizaciones hechas con este objetivo son prácticas; lo mismo podemos decir de la abstracción.

Una teoría económica es un modelo -una imagen o mapa simplificado- de determinado segmento de la economía. Este modelo
ayuda a comprender mejor la realidad puesto que evita detalles confusos de ella. Las teorías -las buenas teorías- están fundamentadas
en los hechos y en consecuencia son realistas. Las teorías que no se ajustan a los hechos simplemente no son buenas teorías.

Macro y micro. Existen dos niveles de análisis de los cuales el economista puede derivar leyes respecto al comportamiento económico.
La macroeconomía se ocupa tanto de la economía en su totalidad como de las subdivisiones o agregados básicos -tales como el
gobierno, los hogares y las empresas- que conforman la economía. Un agregado es un conjunto de unidades económicas específicas
consideradas como si fueran un todo. De esta forma, podría considerarse conveniente agrupar los más de veinte millones de negocios
de la economía estadounidense y tratados como si fueran una gran unidad.

La macroeconomía, al considerar los agregados, se ocupa de obtener una visión o bosquejo general de la estructura de la
economía y las relaciones entre los grandes agregados que la conforman. No se presta atención a las unidades específicas que
constituyen los diferentes agregados. La macroeconomía se refiere a magnitudes tales como producción total, nivel de empleo total,
ingreso total, gastos agregados, nivel general de precios, etc., en el análisis de los diversos problemas económicos. La macroeconomía
se encarga de examinar el bosque, no los árboles. Proporciona una visión "a vuelo de pájaro" de la economía.

La microeconomía se ocupa de las unidades económicas específicas y de una consideración detallada de estas unidades
individuales. En forma figurada, en este nivel de análisis, es como si el economista colocara bajo el microscopio una unidad económica,
o segmentos muy pequeños de la economía, para observar los detalles de su funcionamiento. Aquí hablaremos de una industria, firma
o unidades de familia, concentrados en magnitudes como la producción o precio de un producto específico, el número de trabajadores
empleados por una sola firma, las ganancias o ingresos de una firma o familia en particular, o los gastos de determinada firma o familia.
La microeconomía examina los árboles, no el bosque. La microeconomía es útil para lograr una visión detallada de algunos
componentes específicos de nuestro sistema económico.

La distinción entre macro y microeconomía no significa que la materia objeto de estudio de la economía se encuentre dividida de
tal manera que cada tema pueda marcarse con facilidad como "macro" o "micro"; muchos tópicos y subdivisiones de la economía están
fuertemente arraigados en ambos conceptos. Durante los últimos años ha habido una convergencia de la macro y la microeconomía en
áreas importantes. Mientras el problema del desempleo se consideraba como un tema macroeconómico hace 20 o 25 años ("el
desempleo depende del gasto agregado"), los economistas de hoy en día reconocen que las decisiones tomadas por los trabajadores
individuales en búsqueda de empleo y la forma como funcionan los mercados específicos de productos y del trabajo también son
críticos al determinar la tasa de desempleo. (Pregunta clave 5).

Expresión gráfica. Muchos de los modelos económicos o principios en este libro se representarán gráficamente. Los modelos más
importantes están titulados como "Gráficas clave". Usted debe leer el apéndice de este capítulo para repasar la representación gráfica y
otras relaciones cuantitativas relevantes.

REPASO 1.1

 La economía se ocupa del manejo eficiente de los recursos escasos.

 La inducción consiste en observar la regularidad de datos tomados a partir de los hechos y hacer generalizaciones a
partir de éstos; la deducción usa la lógica para formular hipótesis que se prueban con datos reales.

 Las teorías económicas ("leyes", "principios" o "modelos") son generalizaciones, basadas en hechos concretos
relacionados con el comportamiento económico de los individuos y las instituciones.

 La macroeconomía se ocupa de la economía como un todo; la microeconomía se concentra en unidades específicas


que se encuentran dentro de la economía.

Política económica
Las teorías económicas son la base de la política económica. La comprensión de los principios económicos puede aplicarse en la
solución o alivio de problemas específicos y en la profundización de la realización de todas las metas de la sociedad (recuadro 3 de la
figura 1.1). Los principios económicos son valiosos como instrumentos de predicción. Y se requiere una predicción exacta si se desea
alterar algún evento o resultado. Si algún suceso no deseable como el desempleo o la inflación se pueden predecir o comprender
mediante la teoría económica, entonces se puede influir o controlar dicho evento.

Formulación de una política económica. El diseño de políticas para lograr metas específicas no es un asunto sencillo. A continuación
haremos un breve examen de los pasos básicos para la formulación de políticas.

1. Establecer los objetivos: El primer paso consiste en formular con claridad los objetivos. Si se afirma que se desea tener "pleno
empleo", ¿esto significa que todas las personas con edades entre 16 y 65 años deben tener empleo? ¿O esto significa que quien desee
trabajar debe tener empleo? ¿Se debe considerar "normal" el hecho de que haya un nivel de desempleo causado por cambios
inevitables en la estructura industrial y la voluntad de los trabajadores por cambiar de empleo?

2. Opciones políticas: En seguida, se deben formular y reconocer los posibles efectos producidos por las políticas alternativas
diseñadas para lograr la meta prevista. Esto requiere una comprensión clara del impacto económico, los beneficios, los costos y la
viabilidad política de los programas alternativos. Por ejemplo, los economistas debaten las ventajas y desventajas relativas de la política
fiscal (la cual implica cambios en el gasto gubernamental y los impuestos) y la política monetaria (la cual se vincula con la variación de
la oferta monetaria) como medidas alternativas para conseguir y conservar el pleno empleo.

3. Evaluación: Estamos obligados con nosotros mismos y con las generaciones futuras a revisar nuestras experiencias con las políticas
seleccionadas y evaluar su efectividad. Sólo a través de esta evaluación se puede esperar mejorar la aplicación de tales políticas. ¿Un
cambio específico en los impuestos o en la oferta monetaria alteró el nivel de empleo hasta el punto que inicialmente se pronosticó?
¿La desregulación de una industria en particular (por ejemplo, la industria de transporte aéreo) produjo los resultados positivos
previstos? Si no, ¿por qué razón? (Pregunta clave 1).

Objetivos económicos: Si las políticas económicas se diseñan para lograr ciertos objetivos económicos, entonces es necesario
reconocer varios objetivos que sean aceptados ampliamente por la propia sociedad y por muchas otras. Estos incluyen:

1. Crecimiento económico: Producción de más y mejores bienes y servicios, o sencillamente, un mejor nivel de vida.

2. Pleno empleo: Empleos adecuados para todos aquellos individuos que estén dispuestos y puedan trabajar.

3. Eficiencia económica: Beneficios máximos al mínimo costo a partir de los recursos disponibles limitados.

4. Estabilidad de precios: Evitar los fuertes aumentos y disminuciones en el nivel general de precios, es decir, la inflación y la deflación.

5. Libertad económica: Los ejecutivos, trabajadores y consumidores deben disfrutar de un alto grado de libertad para sus actividades
económicas.
6. Distribución equitativa del ingreso: Ningún grupo de ciudadanos debe afrontar pobreza absoluta mientras otros disfrutan de una
opulencia excesiva.

7. Seguridad económica: Reserva para atender todos aquellos individuos que sean enfermos crónicos, discapacitados, inválidos,
despedidos, de la tercera edad o quienes no estén en capacidad de obtener un nivel mínimo de ingreso.

8. Balanza comercial: Balance razonable en el comercio internacional y las transacciones financieras.

Esta lista de objetivos es la base de varios puntos significativos.

1. Interpretación: Éste o cualquier otro enunciado de los objetivos económicos básicos inevitablemente implica problemas de
interpretación. ¿Cuál es la "dimensión" de los cambios en el nivel de precios? ¿Qué es un "alto grado" de libertad económica? ¿Qué es
una distribución "equitativa" del ingreso? A pesar de que la gran mayoría de los individuos podrían considerar estos objetivos como de
común aceptación, igualmente podría haber un gran desacuerdo en cuanto a los significados específicos de cada uno de ellos y, en
consecuencia, con respecto al tipo de políticas necesarias para su logro. A pesar de que los objetivos 1 a 4 y 8 están sujetos a
cuantificaciones razonablemente precisas, la incapacidad para medir los objetivos 5 al 7 contribuye a la controversia sobre su
significado preciso.

2. Complementariedad: Algunos de estos objetivos son complementarios en el sentido que cuando se logra uno de ellos, otro u
otros objetivos también se cumplirán. Por ejemplo, alcanzar el pleno empleo (objetivo 2) significa eliminar el desempleo, una causa
básica de ingresos bajos (objetivo 6) e inseguridad económica (objetivo 7). Al comparar los objetivos 1 y 6, en particular cierto grado de
desigualdad en el ingreso es más aceptable si el crecimiento económico está contribuyendo a que todos los ingresos aumenten
absolutamente.

3. Conflictos: Algunos objetivos pueden entrar en conflicto o excluirse mutuamente, ocasionando tradeoffs (un tire y afloja), lo
que significa que para lograr un objetivo se debe sacrificar otro. Por ejemplo, los objetivos 1 y 6 pueden entrar en conflicto. Los
esfuerzos para conseguir una mayor equidad en la distribución de los ingresos pueden debilitar los incentivos para trabajar, invertir,
innovar y asumir riesgos en los negocios, todos los cuales promueven un rápido crecimiento económico. Si el gobierno trata de igualar
la distribución de los ingresos por medio de una fijación de impuestos más fuertes a las personas con ingresos altos y transfiere esos
ingresos por tal concepto a los individuos de bajos ingresos, los incentivos de un individuo cuyos ingresos son altos pueden disminuir
debido a que la imposición reduce la retribución por concepto de ingresos. En forma similar, una persona cuyos ingresos sean bajos
puede estar menos motivada a trabajar y comprometerse en otras actividades productivas cuando el gobierno está dispuesto a
subsidiarla.

Ejemplo internacional: en la antigua Unión Soviética, la planificación central se encargó de eliminar virtualmente el desempleo, de
manera que desapareció esta fuente de inseguridad en el trabajador. Ante el poco temor de perder sus empleos, los trabajadores
soviéticos tenían una actitud absolutamente reticente a mejorar esfuerzos en su trabajo y, en consecuencia, la productividad y la
eficiencia en la Unión Soviética fueron bastante bajas. En este caso se presenta un conflicto entre los objetivos 7, seguridad económica,
y 1, crecimiento de la productividad del trabajador.

4. Prioridades: Cuando los objetivos entran en conflicto, la sociedad debe desarrollar un sistema de prioridades. Si el pleno empleo
y la estabilidad de precios hasta cierto grado son mutuamente excluyentes, es decir, si el pleno empleo está acompañado de cierto
nivel de inflación y la estabilidad de precios ocasiona cierto nivel de desempleo, la sociedad debe decidir sobre la importancia relativa
de estos dos objetivos. Evidentemente, sobre este punto se pueden generar amplios debates, pero la sociedad debe evaluar las
compensaciones y tomar decisiones.

Economías positiva y normativa. A medida que los niveles de hechos y principios (recuadros 1 y 2) de la figura 1.1 se desplazan
hacia el nivel de políticas (recuadro 3), se da un salto crítico de la economía positiva a la normativa.

La economía positiva se encarga de los hechos (una vez extraídos del nivel teórico) y evita juicios de valor. Esta economía intenta
formular enunciados científicos acerca del comportamiento económico.

La economía normativa, en contraste, incorpora juicios personales de valor sobre lo que debe ser la economía o qué política o
acción particular se debe recomendar, basada en determinada generalización o relación.

La economía positiva se preocupa del qué es, mientras que la economía normativa incorpora percepciones subjetivas acerca del


N. de R.T.: El término trade off no tiene traducción exacta al castellano, y varía de acuerdo con el contexto. AsÍ, algunas veces significa compensación,
regateo, negociación, "tira y afloja".
deber ser. La economía positiva se ocupa de lo que es en realidad la economía. La economía normativa examina si son deseables o no
ciertas condiciones o aspectos de la economía.

Ejemplos: Enunciado positivo: "El desempleo es 7% de la fuerza laboral". Enunciado normativo: "El desempleo se debe reducir".
Segundo enunciado positivo: "Permaneciendo otras cosas constantes, si se incrementan las matrículas disminuirán las inscripciones en
Gigantic State University". Enunciado normativo: "Las matrículas deben disminuirse en GSU de tal forma que más estudiantes puedan
obtener educación". Cada vez que en un enunciado aparezcan palabras como "debe" o "deberá", es altamente probable que se esté
tratando con un enunciado normativo.

La mayoría de los aparentes desacuerdos entre los economistas se presentan por cuestionamientos sobre políticas normativas.
Para soportar sus argumentos los economistas presentan y sustentan sus afirmaciones basadas en diferentes teorías o modelos. Pero
en la gran mayoría de los casos, las mayores controversias económica reflejan diferentes puntos de vista o juicios de valor con respecto
a cómo debería ser la sociedad. Por ejemplo, es mayor el acuerdo en torno a la distribución real de los ingresos en la sociedad
comparada con la manera como se deberían distribuir los ingresos. En este sentido, se busca volver a resaltar que los juicios de valor o
enunciados normativos entran en escena a nivel de las políticas económicas. (Pregunta clave 6).

PELIGROS PARA EL PENSAMIENTO OBJETIVO


El análisis sobre los procedimientos de los economistas enfrenta algunos problemas y peligros concretos que con frecuencia
obstaculizan el pensamiento objetivo sobre los problemas económicos. Considérense los siguientes obstáculos para un razonamiento
económico válido.

REPASO 1.2

 La política económica plantea enunciados claros sobre los objetivos de la sociedad, la evaluación de opciones
políticas y los resultados de éstas.

 Algunos de los objetivos económicos de la sociedad son complementarios mientras otros entran en conflicto.

 La economía positiva se ocupa de los enunciados a partir de los hechos ("qué es"), mientras la economía normativa se
encarga de los juicios de valor ("qué debe ser").

Sesgos
En contraste con un físico o químico neófitos, el economista novato comúnmente trae al campo económico un conjunto de sesgos
y predisposiciones acerca del mismo. Por ejemplo, usted puede sospechar de las utilidades de un negocio o sentir que el gasto
deficitario es nocivo. Los sesgos que usted presente pueden ensombrecer el pensamiento e interferir con el análisis objetivo. Por ello, el
estudiante en el nivel inicial de introducción a la economía debe estar dispuesto a desprenderse de sesgos y preconcepciones sin
respaldo en hechos reales.

Terminología cargada
La terminología económica en periódicos y revistas populares algunas veces tiene una carga emotiva. El escritor -o el grupo
interesado que éste represente- puede tener una causa para defender o intereses creados, y los términos que use estarán orientados a
ganar el apoyo del lector. Un proyecto gubernamental para el control de inundaciones en la Zona de las Praderas puede ser llamado
"socialismo disfrazado" por sus opositores, y para sus proponentes puede tratarse de un "plan democrático inteligente". El estudiante
debe estar preparado para analizar esta terminología a fin de comprender con objetividad los aspectos económicos.

Definiciones
Ningún científico está obligado a usar definiciones entendibles o términos popularizados de inmediata comprensión. El
economista puede hallar conveniente y esencial definir los términos de esta forma, de manera que estén de acuerdo con las
definiciones mantenidas por la mayoría de las personas en el lenguaje cotidiano. No hay problema mientras el economista sea explícito
y consistente en estas definiciones. Por ejemplo, el término "inversión" para el ciudadano común está asociado con la compra de bonos
y acciones en el mercado de valores. ¿Con qué frecuencia se escucha a alguien hablar de "invertir" en acciones de General Motors o en
bonos del Estado? Pero, para el economista "invertir" significa adquirir activos o capital real como maquinaria y equipo o la
construcción de un nuevo edificio para una fábrica, no la pura transacción financiera de cambiar efectivo por un título valor que es un
papel muy bien impreso.

Falacia de composición
Otro peligro en el pensamiento económico es el presumir que "lo que es verdadero para el individuo o parte de un grupo debe ser
verdadero para el grupo o para la totalidad". Esta falacia de composición lógica no es correcta. La validez de una generalización
particular para un individuo o parte no necesariamente asegura su exactitud para el grupo o la totalidad.

Un ejemplo no económico: usted está viendo un partido de fútbol en casa y el equipo local hace una jugada brillante. Con la
emoción, usted brinca para ver mejor. Generalización: "Si usted, un individuo, se levanta, entonces su apreciación del partido será
mejor". Pero, ¿este hecho también tiene validez para el grupo, para todo aquel que observa el juego? ¡No necesariamente! Si todos se
levantan para observar el juego, todos -incluso usted- probablemente tendrán la misma o peor apreciación que cuando estaban
sentados.

Considérense dos ejemplos a partir de la economía: Smith desea un incremento salarial ya que, con los constantes aumentos de
precios de los productos, tal incremento aumentaría su poder adquisitivo y estándar de vida. Pero si todas las personas obtienen un
incremento en el salario, los precios de los productos aumentarán, es decir, podría presentarse inflación. Por tanto, el estándar de vida
de Smith puede no modificarse, a medida que los altos precios equiparen su alto salario.

Segundo ejemplo: es probable que un agricultor, en forma individual, suficientemente afortunado para recoger una abundante
cosecha (muy grande) obtenga una rápida ganancia en su ingreso. Sin embargo, esta generalización no se aplica a los agricultores
como grupo. Para el agricultor individual los precios de la cosecha no se verán influidos (reducidos) por esta abundante cosecha,
debido a que cada agricultor genera una insignificante fracción de la producción agrícola total. No obstante, para ellos como grupo los
precios varían inversamente con la producción total. Así, a medida que todos obtienen cosechas abundantes, aumenta la producción
total de los bienes agrícolas, reduciendo, en consecuencia, los precios de las cosechas. Si las reducciones de los precios son
relativamente mayores que el incremento de la producción, los ingresos agrícolas descenderán.

Al retomar el análisis anterior entre macroeconomía y microeconomía, la falacia de composición nos recuerda que las
generalizaciones válidas en uno de esos niveles de análisis pueden ser o no válidas en el otro.

Falacias de causalidad
Las causas algunas veces son difíciles de discernir en la economía. Considérense estas dos falacias.

Falacia post hoc: usted se debe ser muy cuidadoso antes de concluir que puesto que el suceso A precede al suceso B, A es la causa de
B. Este tipo de razonamiento errado se conoce como falacia post hoc, ergo propter hoc o después de esto, en consecuencia debido
a esto.

Por ejemplo, supóngase que al comienzo de cada primavera el curandero de una tribu realiza su ritual danzando alrededor de la
aldea con un disfraz verde. Una semana después o más, los árboles y la hierba se vuelven verdes. ¿Se puede concluir sin lugar a dudas
que el suceso A, los movimientos giratorios del curandero, ocasionaron el hecho B, que el paisaje se volviera verde? Por supuesto que
no. El gallo cacarea antes del amanecer ¡pero eso no significa que él sea el responsable de la salida del sol!

Gigantic State University contrata un nuevo entrenador de baloncesto y el récord del equipo mejora. ¿Será el nuevo entrenador la
causa? Tal vez. Pero, quizá la presencia de jugadores con más experiencia, un horario más sencillo o la violación de las reglas de
reclutamiento de la NCAA, sea la causa verdadera.

Correlación versus causalidad: No se debe confundir correlación con causalidad. La correlación es un término técnico que indica que
dos conjuntos de datos están asociados en determinada forma sistemática y dependiente. Por ejemplo, se puede encontrar que cuando
X aumenta, Y también lo hace. Pero esto no necesariamente significa que X sea la causa de Y. La relación podría ser puramente
coincidencial o estar determinada por algún otro factor Z, no incluido en el análisis.

Por ejemplo, los economistas han encontrado una correlación positiva entre la educación y el ingreso. En general, las personas con
más alto grado de educación obtienen mayores ingresos que aquéllas con un menor grado de educación. El sentido común sugiere
que la educación es la causa y los altos ingresos constituyen el efecto; más formación académica indica un trabajador más productivo y
tales trabajadores reciben grandes retribuciones monetarias.

Pero, ¿no podría la causalidad funcionar a la inversa? ¿Las personas con mayores ingresos adquieren más educación de la misma
manera como adquieren más automóviles y filetes? ¿O la relación es explicable incluso en términos de otros factores? ¿La educación y
el ingreso se correlacionan positivamente debido a un conjunto de características -habilidad, motivación, hábitos personales-
necesarias para tener éxito en la educación? ¿Se requieren las mismas características para constituirse en un trabajador productivo de
alta remuneración? (Pregunta clave 9).

ÚLTIMA PALABRA
FILAS PARA COMPRAR COMIDAS RÁPIDAS: UNA PERSPECTIVA ECONÓMICA
¿Cómo podría la perspectiva económica ayudamos a entender el comportamiento de los consumidores de comidas rápidas?
Usted entra a un restaurante de comidas rápidas. ¿Cuál fila se moverá más rápido? ¿Qué hace cuando se halla en la mitad de una larga
fila y abren una nueva caja? ¿Alguna vez ha ido a un restaurante de comidas rápidas sólo para ver largas filas y luego abandonar el
sitio? ¿Alguna vez en una fila de comidas rápidas ha tenido delante de usted a alguien cuyo pedido tome bastante tiempo para
atender?
La perspectiva económica es útil al analizar el comportamiento de los consumidores de comidas rápidas. Estos clientes se encuentran
en el restaurante porque esperan el beneficio marginal o satisfacción a partir de la comida que compran para equiparar o exceder su
costo marginal. Cuando el consumidor entra en un restaurante se lanza a la fila más corta creyendo que ésta reducirá el costo del
tiempo empleado para obtener sus alimentos, está actuando a propósito; el tiempo es limitado y la mayoría de las personas preferiría
utilizarlo en otra forma diferente de esperar en una fila.
Por lo general todas las filas para comprar comidas rápidas son cruelmente iguales de largas. Si temporalmente una es más corta que
las otras, algunas personas se desplazarán hacia ella. Al parecer, estos individuos consideran que el ahorro de tiempo asociado con la
fila más corta excede el costo del desplazamiento desde su fila actual. El cambio de fila normalmente genera un equilibrio de la
longitud de ésta. No se presentan más desplazamientos de los clientes entre las filas una vez que todas tienen la misma longitud.
Los consumidores de comidas rápidas enfrentan otra decisión costo-beneficio cuando un empleado abre una nueva caja en el
mostrador. ¿El cliente debe pasarse a la nueva caja o permanecer en la antigua? Aquellos que sí lo hacen, deciden que el beneficio del
ahorro de tiempo a partir del desplazamiento excede el costo extra del movimiento físico. Bajo tal decisión, los clientes también deben
considerar cuán rápido pueden llegar a la nueva caja en comparación con quienes puedan tener la intención de efectuar el mismo
movimiento. (¡Aquellos que duden en esta situación están perdidos!)
Los consumidores en el negocio de comidas rápidas seleccionan las filas sin tener una información completa. Por ejemplo, no observan
primero a los que se encuentran en ellas para determinar lo que están pidiendo antes de decidirse a hacer cualquier fila. Hay dos
razones para esto. En primer lugar, la mayoría de los consumidores les dirían: "No es de su incumbencia" y por tanto no obtendrían
ninguna información. En segunda instancia, aunque pudieran obtener la informaci6n, es muy probable que la cantidad de tiempo
necesario para conseguirla (costo) exceda cualquier ahorro en tiempo asociado con encontrar la mejor fila (beneficio). Debido a que la
información es muy costosa de obtener, los defensores de las comidas rápidas seleccionan filas con base en la información imperfecta.
En consecuencia, no siempre se tomará la mejor decisión. Por ejemplo, algunas personas pueden ingresar en una fila en la cual el
individuo que se halla adelante está solicitando hamburguesas y patatas fritas para las cuarenta personas del bus Greyhound que se
encuentra estacionado en la parte de atrás. No obstante, en el momento en que el cliente toma la decisión, piensa que fue óptima.
La información imperfecta también explica por qué algunas personas que llegan a un restaurante de comidas rápidas y observan largas
las filas deciden abandonarlo, puesto que concluyen que el costo marginal (costo monetario más costo del tiempo) de obtener comida
rápida es demasiado amplio con relación al beneficio marginal. No habrían acudido al restaurante si en primera instancia hubieran
sabido que las filas eran tan largas. Pero, obtener esa información mediante, por ejemplo, el empleo de un informador previo
acompañado de un teléfono celular costaría más que el beneficio percibido.
Finalmente, los clientes deben decidir qué pedir cuando llegan al mostrador. Cuando hacen estas selecciones, de nuevo comparan
tanto los costos marginales como los beneficios marginales al tratar de obtener una mayor satisfacción personal o un bienestar.

Los economistas creen que lo que es verdadero para el comportamiento de los clientes en los restaurantes de comidas rápidas es
verdadero para el comportamiento económico en general. Enfrentados ante un conjunto de elecciones, los consumidores, los
trabajadores y los negocios comparan racionalmente los costos marginales y los beneficios marginales al tomar decisiones.

LA PERSPECTIVA ECONÓMICA
La metodología utilizada por los economistas es común a todas las ciencias naturales y sociales. Y todos los científicos tratan de
evitar los errores de razonamiento ya analizados. Por tanto, los economistas no piensan de una forma especial, sino que ven las cosas
desde una perspectiva especial.

La perspectiva económica se ocupa de varias características importantes estrechamente interrelacionadas, que incluyen la
escasez, un comportamiento racional y comparaciones entre costo y beneficio.

Escasez y elección

A partir de la definición de economía es fácil ver por qué los economistas visualizan el mundo desde la posición ventajosa de la
escasez. Dado que los recursos humanos y de la propiedad son escasos se deduce que la producción de bienes y servicios debe ser
escasa o limitada. Como la escasez limita nuestras opciones, se necesitan alternativas. El individuo "no puede tenerlo todo"; si no, ¿qué
tendría para escoger?

En el corazón de la economía existe la idea de que "no hay comida gratis”; una persona puede invitar a otra a comer, haciéndolo
parecer "gratuito" ante el invitado, pero hay un costo para alguien: -en último término para la sociedad. Se requieren insumos escasos
de productos agrícolas y el trabajo de cocineros y meseros. Estos recursos pudieron haberse utilizado en actividades productivas
alternativas y aquéllas -relacionadas con otros bienes y servicios- se han sacrificado para proporcionar la comida.

Comportamiento racional

La economía se fundamenta en el supuesto del "propio interés racional”. Los individuos toman decisiones racionales para lograr la
mayor satisfacción o el máximo cumplimiento de sus objetivos. De esta forma, los consumidores buscan gastar sus ingresos de manera
racional para conseguir el mayor beneficio o satisfacción a partir de los bienes y servicios que sus ingresos les permitan comprar.

Un comportamiento racional significa que las personas harán diferentes elecciones debido a que sus circunstancias (restricciones)
y la información disponible difieren. El individuo pudo haber decidido que es de su propio interés asistir a la universidad antes de
vincularse a trabajar, pero un compañero de secundaria ha optado por desistir de una educación adicional y emplearse. ¿Por qué se
dan diferentes elecciones? Las habilidades académicas del primero, junto con el ingreso de su familia, pueden ser mayores que el de su
compañero. También puede estar mejor informado, al darse cuenta de que los trabajadores recién egresados de la universidad
perciben mayores ingresos y tienen menos probabilidad de estar desempleados que los trabajadores con una educación secundaria. De
esta manera, el primer individuo opta por la universidad mientras que su compañero con menores recursos humanos y financieros y
menos información escoge un empleo. Ambas son alternativas racionales, pero están basadas en restricciones e informaciones
diferentes.

Por supuesto, las decisiones racionales pueden cambiar a medida que se modifican las circunstancias. Por ejemplo, supóngase que
el gobierno federal decide que es de interés nacional aumentar la oferta de trabajadores con educación universitaria. Como resultado
de estos, la política gubernamental cambiará y proporcionará mayor ayuda financiera a los estudiantes universitarios. En estas nuevas
condiciones su compañero de secundaria puede optar por la universidad, en vez de pasar de inmediato de la secundaria al mercado
laboral.

El propio interés racional no es lo mismo que ser egoísta. Los individuos hacen sacrificios personales para ayudar a los miembros
de su familia o amigos y contribuir con obras de caridad, ya que sienten gusto al hacerlo. Los padres contribuyen financieramente con
la educación de sus hijos porque sienten satisfacción a partir de esa elección.

Marginalismo: beneficios y costos

La perspectiva económica se concentra ampliamente en el análisis marginal -las decisiones que comparan los beneficios
marginales y los costos marginales. Marginal significa "extra", "adicional" o un "cambio en". La mayor parte de las elecciones o
decisiones económicas ocasiona cambios en el statu quo. Cuando una persona termina sus estudios de secundaria se ve enfrentada a la
pregunta sobre si debería buscar educación adicional. De manera similar, las empresas continuamente están decidiendo si deben
emplear más o menos trabajadores o si deben generar una mayor o una menor producción.

Tomar tales decisiones de forma racional implica comparar los beneficios marginales y los costos marginales. Debido a la escasez,
cualquier opción o elección acarreará tanto beneficios extra como costos adicionales. Por ejemplo, el tiempo de una persona es escaso.
¿Qué hará con dos horas "libres" un sábado en la tarde? Opción: ver por televisión el partido de baloncesto del torneo Fighting
Aardvarks de Gigantic State University. Beneficio marginal: el placer de ver el partido. Costo marginal: cualquier otra actividad que la
persona sacrifique, al emplear dos horas extra frente al aparato, lo que incluye estudiar (economía, seguramente), correr o tomar una
siesta. Si el beneficio marginal excede el costo marginal, entonces es racional observar el juego. Pero si la persona considera que el
costo marginal de observar el juego excede sus beneficios marginales, entonces debe escoger una de las otras opciones.

A nivel nacional, el gobierno toma continuamente decisiones que implican beneficios y costos marginales. Mayores gastos en
salud pueden significar menores gastos en protección para los desamparados, ayuda a los pobres o seguridad militar. Lección: en un
mundo de escasez la decisión de obtener el beneficio marginal con alguna elección específica, incluye el costo marginal de privarse de
algo adicional. Nuevamente, ninguna comida es gratuita.

Las decisiones basadas en el análisis marginal implican que allí puede haber demasiado de una "cosa buena". Aunque ciertos
bienes y servicios parecen esencialmente deseables -educación, salud, un ambiente limpio y puro- podemos en efecto tener muchos de
ellos. "Demasiado" ocurre cuando impulsamos su producción hasta el punto donde su costo marginal (el valor de las opciones
descartadas) excede su beneficio marginal. Si decidimos cuidar nuestra salud hasta el punto en que su costo marginal exceda su
beneficio marginal, se proporcionará "demasiado" cuidado de la salud, aunque esto constituya un factor positivo. Si el costo marginal
del cuidado de la salud es mayor que su beneficio marginal, entonces se estarían sacrificando productos alternativos (por ejemplo,
reducción de la educación y la contaminación) los cuales son más valiosos que el cuidado de la salud en el margen. (Pregunta clave 13).

La sección complementaria "Última palabra" proporciona una aplicación cotidiana de la perspectiva económica.

REPASO 1.3

 Cuidado con los errores lógicos como la falacia de composición, la falacia post-hoc y la confusión entre correlación
y causalidad cuando se dedique al razonamiento económico.

 La perspectiva económica insiste en: a. la escasez de recursos y la necesidad de hacer elecciones; b. la presunción
del comportamiento racional y c. el análisis marginal.

RESUMEN DEL CAPÍTULO 7. Los principios económicos son valiosos como herramientas
para pronosticar, lo cual constituye la base para la formulación
1. La economía se ocupa de la utilización eficiente de los
de la política económica diseñada para resolver problemas y
recursos escasos en la producción de bienes y servicios para
controlar hechos indeseables.
satisfacer las necesidades materiales.
8. El crecimiento económico, el pleno empleo, la eficiencia
2. El conocimiento de la economía contribuye a una efectiva
económica, la estabilidad de precios, la libertad económica, la
cultura del ciudadano y proporciona discernimientos útiles a
distribución equitativa del ingreso, la seguridad económica y
los consumidores ya los hombres de negocios.
el equilibrio razonable en nuestro comercio internacional y
3. Las tareas de la economía descriptiva o empírica son: a. financiero son objetivos económicos ampliamente aceptados
compilar aquellos hechos económicos relevantes para un en nuestra sociedad. Algunos de éstos son complementarios;
problema particular o un segmento específico de la economía otros se excluyen mutuamente.
y b. probar las hipótesis frente a los hechos a fin de validar las
9. Los enunciados positivos se ocupan de los hechos ("qué
teorías.
es"), mientras los normativos expresan juicios de valor ("qué
4. Las generalizaciones establecidas por los economistas se debe ser").
denominan "principios", "teorías", "leyes" o "modelos". La
10. Al estudiar economía el alumno de nivel básico puede
derivación de estos principios es tarea de la teoría económica.
encontrar peligros como a. sesgos y prejuicios, b. dificultades
5. La inducción extrae las teorías de los hechos; la deducción terminológicas, c. la falacia de composición y d. la dificultad
utiliza la lógica para derivar las hipótesis que luego se para establecer relaciones claras de causa-efecto.
prueban frente a los hechos.
11. La perspectiva económica representa a los individuos e
6. Algunos principios económicos tienen que ver con la instituciones que toman decisiones racionales con base en los
macroeconomía (la economía como totalidad o mayor costos marginales y los beneficios marginales.
agregado); otros pertenecen a la órbita de la microeconomía
(unidades o instituciones económicas específicas).

TÉRMINOS y CONCEPTOS

Economía descriptiva o economía empírica Objetivos económicos

Teoría económica Tradeoffs

Inducción y deducción Economía positiva y economía normativa

Principios o generalizaciones Correlación y causalidad

Hipótesis Falacia de composición

Ceteris paribus o supuesto de "todo lo demás constante" Falacia post hoc, ergo propter hoc o después de esto, en
consecuencia, debido a esto
Política económica
Perspectiva económica
Macroeconomía y microeconomía
Análisis marginal
Subtema 1.2 ¿Por qué debe estudiarse la Economía?
Subtema 1.3 Vinculación con otras disciplinas
Subtema 1.4 Campo de acción del Economista
Subtema 1.5 Mercado de trabajo del Economista

NOTA DEL ASESOR: Se sugiere revisar la introducción del libro citado, para complementar los contenidos de esta unidad, de los
subtemas a abordar con el presente texto.

El contenido de este subtema se encuentra en el libro que es necesario adquirir


GUÍA DE AUTOEVALUACIÓN

Preguntas abiertas
INSTRUCCIONES: Lee detenidamente cada pregunta y responde según lo que se te pida:

1.1 Explica brevemente ¿Por qué se dice que la economía no es una ciencia de laboratorio?

1.2 Explica detalladamente ¿Cuál sería el costo de oportunidad de comer en un restaurante tipo Buffet, que únicamente
cobra un solo precio por todo lo que la persona consume?

Preguntas Opción Múltiple


INSTRUCCIONES: Subraya la respuesta correcta que conteste a la pregunta

1.3 En este procedimiento, el economista recurre a la observación casual, la percepción, la lógica o la intuición para
estructurar un principio tentativo:

a) Método hipotético-deductivo.

b) Método económico.

c) Método etnográfico.

d) Método empírico.

1.4 La tarea de la teoría o análisis económico consiste en:

a) Organizar, proporcionar, relacionar.

b) Proporcionar, generalizar, corregir.

c) Interpretar, generalizar, organizar.

d) Relacionar, corregir, interpretar.

Preguntas Falso-Verdadero
Responde FALSO o VERDADERO según sea el caso

1.5. La concepción de la Economía como ciencia de la escasez ya había sido propuesta por filósofos de la Antigüedad,
como Platón y Aristóteles. ___________
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
 MANKIW, Gregory, Principles of Economics, Third Edition, 2004.

 PARKIN, Michael, Microeconomía, Edit. Addison Wesley Longman, México, 1998, Págs. 13-25.

 SAMUELSON, Paul A. y NORDHAUS, William. Economía, 15ª. ed., Edit., Mc. Graw Hill-Interamericana de España, Madrid,
1998.

 SADKA, E. (eds.) “Economic Policy in Theory and Practice”, St. Martin´s Press, New York, 1987.

 FRANK, Robert y BERNANKE, Ben, Principios de Economía, Edit. McGraw-Hill, Madrid, 2003.

 PASCHOAL, José, Introducción a la Economía, Edit. Harla, México, 1985, Págs. 3-60.

Para cubrir la información de los subtemas, consultar las siguientes fuentes:

Fichas bibliográficas de los documentos

Documento Fichas

1. A SAMUELSON, PAUL, A.,


CURSO DE ECONOMÍA MODERNA,
17ª ed., Edit. Aguilar ediciones, España, 1979,
Págs. 3-18.

1. B Mc CONNELL Campbell R/ BRUE Stanley L.,


ECONOMÍA, PRINCIPIOS, PROBLEMAS Y POLÍTICAS,
13ª, ed. Edit. Mc Graw Hill, Colombia, 1997,
Págs. 3-22.

1. C ÁVILA, Y LUGO JOSÉ,


INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA,
13ª. ed., Edit. Plaza y Valdés Editores, México, 2004,
Págs. 25-59.

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