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Arq. Abg.

José Antonio Robles

Política y liderazgo
colectivo en Venezuela
¡Una tarea pendiente!

La evolución de un liderazgo individual a liderazgo colectivo, responde, en gran


medida, a las transformaciones experimentadas por la sociedad. El liderazgo
colectivo, representa esta nueva forma de entender, cómo los partidos políticos y la
sociedad civil en general pueden superar las deficiencias tradicionales del liderazgo
individual. Necesitamos un liderazgo que deje de encarnarse en un único individuo y
que aproveche la inteligencia y esfuerzo de los demás.

En Venezuela, en las últimas dos décadas vemos como el término “Unidad” es algo
que se utiliza y se escucha a diario de boca de casi todos los líderes políticos y
representantes en todos los sectores de la sociedad. Entonces, nos preguntamos
¿por qué si la oposición lleva años estando en unidad, luchando contra el régimen
chavista-madurista, no se han logrado cumplir los objetivos, siendo mayoría y
trabajando coordinadamente? o estamos ante un reto demasiado grande para que los
venezolanos podamos resolverlo solos conjuntamente, a pesar de que siempre
hemos dado ejemplo de lucha y organización para vencer la adversidad ¿Pero será
todo esto correcto?

Desde mi punto de vista, no basta solo con estar en unidad, se necesita además,
tener compromiso y una estrategia unitaria, para poder obtener resultados y así
cumplir los objetivos. Esto solo se puede lograr trabajando bajo el modelo de
liderazgo colectivo, el cual es necesariamente urgente en un contexto de
efervescencia social como el que vivimos. Pero, para poder entender lo que significa,
debemos explicar que un aspecto clave del liderazgo colectivo es que el éxito
depende del liderazgo de todo un equipo y no de las habilidades de una sola persona.

En nuestro país hay miles de líderes anónimos dejando numerosas y hermosas


huellas. A lo largo y ancho de nuestra geografía encuentra uno gente que en medio
de enormes dificultades, están haciendo inmensos sacrificios personales,
contribuyendo a la creación de un mejor país. Tenemos que entender que los
violentos y los corruptos están acabando con la esperanza de fortalecer y multiplicar
el liderazgo colectivo que tanto necesita Venezuela para poder ser un lugar justo,
amable y próspero para los hijos de todos. Este desorden está impactando a
Venezuela desde hace más de dos décadas sin que haya un liderazgo político
cohesionado, con ideas bien definidas, que sea capaz de responder asertivamente a
la crisis y al caos.
La idea principal detrás del liderazgo colectivo, no es solamente constituir y
juramentar un grupo de personas, sino producir resultados. Es, aunar en una causa
común, las inquietudes de un amplio y diverso espectro de la población. Favoreciendo
la adhesión por parte de los ciudadanos, no tanto, a un individuo, sino, a una causa,
el liderazgo colectivo, actúa como una estructura, que mantiene unida a un amplio
número de personas, no sólo, muy diversas, sino, altamente complejas.

Una de las virtudes del liderazgo colectivo, es que puede ser un antídoto eficaz contra
el populismo, Nuestra sociedad siempre ha buscado afanosamente la contrafigura
que encarne una política distinta. Ha olvidado la fuerza del liderazgo colectivo, de la
responsabilidad compartida, tanto de los líderes como los demás actores, que
debemos mirar hacia el mismo punto, lo que implica tener la misma visión acerca de
cuál es la razón de ser de la sociedad como actores que reclaman y exigen un cambio
en el país. Además, la misión es definida en conjunto, de acuerdo a los intereses y a
las necesidades de todos. Cuando ésta es compartida, se hace más fácil el trabajo en
conjunto, garantizando resultados positivos.

Desafortunadamente algunas de las actuaciones y estrategias de los factores de


oposición en el país han estado supeditadas, salvo escasas excepciones, a
conveniencia de intereses particulares de los actores, donde algunos deciden
apelando a razones incomprensibles plegándose a las decisiones de otros, siendo
como excusa la unidad, aun cuando estén convencidos de su inutilidad y fracaso.
Todo esto gracias a los tercos e inútiles liderazgos caudillistas y mesiánicos que aún
prevalecen en Venezuela. Esta es alguna de las razones por la cual no ha sido
posible poder lograr una cohesión necesaria entre los líderes de la oposición y la
sociedad venezolana, pues donde cabe uno no caben los demás, pero guardando
falsas apariencias de unidad.

Ante todo lo planteado anteriormente, para poder cambiar y lograr los objetivos,
debemos combatir el individualismo, reconstruir y consolidar los vínculos sociales,
recuperando y reinventando la participación de todos los actores de la sociedad, para
que formen parte del proyecto de construcción de una ciudadanía crítica, participativa
y transformadora. Reconociendo, por tanto, el poder que todas las personas tenemos
para crear, decidir y actuar. Desafiando el autoritarismo y el individualismo
construyendo un yo colectivo, un "nosotros" que se elabore en forma progresiva y se
reorganice y evolucione permanentemente. Recuperando el espacio político al
reconocer los objetivos colectivos vinculados a deseos y creencias compartidas.

Lograr una verdadera unidad, que logre cumplir los objetivos de una sociedad
democrática en Venezuela es posible, solo si se trabaja bajo el modelo de
liderazgo colectivo.

XXX

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