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Maracaibo, 8 / 08 / 2020
La relación entre la democracia y la libertad es una relación que conlleva la una a la otra.
Apelar únicamente a democracia puede arrastrarnos a formas de populismo que tanto daño
hacen a los derechos fundamentales y a la calidad de vida de las personas.
Es imprescindible que para que una democracia funcione se necesita que en un país impere
el Estado de derecho. En un sentido amplio, el Estado de derecho requiere que el Estado
sujete a sus ciudadanos únicamente al cumplimiento de leyes promulgadas legalmente y que
exista una separación de poderes entre las distintas instituciones del Estado, de tal forma que
ninguna persona, sea de la condición social, política, raza, etc. que sea, esté por encima de la
ley.
La compleja situación del país se complica aún más con la permanencia de muchos presos
políticos, la inflación indetenible, la escasez y el desabastecimiento de bienes de todo tipo, a
lo cual se añaden el alto deterioro institucional generalizado del sistema judicial y el
continuado desacato a las decisiones de la Asamblea Nacional, siendo máximo órgano de
representación popular.
Muchos académicos se atreven a decir que Venezuela en estos momentos presenta algunas
características de un Estado débil o fracasado e inclusive hasta fallido. En un poco más de 10
años se dio un proceso por el cual se desintegro aceleradamente casi todas estructuras
estatales. Además han reaparecido enfermedades extinguidas, el índice de criminalidad es
uno de los más altos de América Latina, con presencia de grupos guerrilleros y carteles de la
droga que operan en parte del territorio nacional. Existe una situación de hambre y
desnutrición en este momento en la población venezolana. Estas son las causas la causas
fundamentales por la cual más de 2.5 millones de venezolanos han emigrado.
Cuando se coacciona e intimida a una persona para que vote por determinado candidato o
para impedirle que elija libremente al candidato de su preferencia son conductas que violan el
principio de elecciones libres y auténticas, vulnerando el ejercicio del derecho al sufragio libre,
contraviniendo las normas constitucionales y legales.
De acuerdo a lo previsto en el artículo 175 del Código Penal, Cualquiera que, sin autoridad o
derecho para ello, por medio de amenazas, violencias u otros apremios ilegítimos, forzare a
una persona a ejecutar un acto a que la ley no la obliga o a tolerarlo o le impidiere ejecutar
alguno que no le está prohibido por la misma.
La coacción e intimidación puede tomar muchas formas, y puede ser sutil o recurrir a la
fuerza bruta, pero su propósito es normalmente intimidar a los electores para que voten a
favor o en contra de cierta persona, partido o posición afectando la conducta electoral y el
fraude puede alterar el resultado de la elección. Algunas de estas formas son:
Realizar de manera sistemática acciones de coacción e intimidación del voto a través del
chequeo de electores en las inmediaciones a los centros de votación, para chequear quiénes
han votado, ya sea bajo el temor de sentirse amenazado con despido laboral o con la
promesa de recibir un beneficio.
Utilizar un instrumento de coacción social y control político como el carnet de la patria
impuesto por el gobierno para chantajear a las personas con los la utilización con fines
electorales de las bolsas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción
(CLAP) y un sinfín de bonificaciones.
EN CONCLUSIÓN
Las políticas públicas que implementa el actual gobierno solo son un mecanismo de control
social para buscar la permanecía indefinida en el poder y no el bienestar social y desarrollo
del país para una mejor calidad de vida