Está en la página 1de 7

Universidad De Panamá

Facultad De Humanidades

Escuela De Geografía E Historia

Departamento De Geografía E Historia

Profesor: Denis Chávez

Trabajo de: Historia de las Relaciones de Panamá con los Estados Unidos

Integrantes: Edylma Sire


Juan Valencia
Melissa Aguilar
El Tratado Remón-Eisenhower de 1955
Convenio – Las negociaciones para este nuevo tratado entre Panamá y Estados
Unidos comenzaron en 1953 y terminaron dos años más tarde, después de que
José Antonio Remón fuese asesinado. Levó el nombre de Mutuo Entendimiento y
Cooperación entre la República de Panamá y Estados Unidos. Este nuevo tratado
con realidad puso mas énfasis en conseguir mejoras económicas que de otros
indoles, tales como la siempre ofendida soberanía nacional. Aún cuando el
profesor Justino E. combeg , en su obra historia de las Relaciones entre Panamá y
Estados Unidos dice que el pueblo con gran ingenio llamó al nuevo documento “
Tratado de Carne y de Cerveza” por las ventajas que según muchos con el nuevo
convenio consiguieron, nosotros, no muy bien informados,, apenas nos enteramos
de esto, lo que además de ingenioso, como ya anotamos, parece que si contenía
una buena dosis de verdad. Por medio de este tratado, nuestra República logró
desde entonces y hasta la retirada norteamericana, el poder cobrarle impuesto
sobre sus ingresos a los empleados panameños de la antigua zona canalera.
Además, la anualidad de 430 mil dólares que esa nación pagaba a la nuestra
aumentó hasta un millón 930 mil. En teoría se establecía el que los trabajadores
panameños tuviesen iguales ingresos y oportunidades con respecto a las de los
estadounidenses. Panamá recobró las tierras de lo que se conoce como Punta
Paitilla, que estaban bajo jurisdicción de EU, con lo cual se han enriquecido unos
cuantos no muy allegados por ningún lado de los conciudadanos de bajos
ingresos de Panamá. Fue por medio de este tratado que se aseguró la
construcción de lo que hoy es el Puente de las Américas, que no costó tanto como
el del Centenario, que ojalá, además de inaugurado, esté listo para poder cruzado
antes de que se le cumplan casualmente cien años más de su también costosa
inauguración. Nuestros primos del norte quedaron comprometidos en acabar con
los contrabandos que proveniente de los comisariatos en el área canalera
enriquecían las casas y hogares criollos. Por medio del tratado en cuestión, que
como se ve, no fue mucho los que nos brindó, también los comerciantes criollos
pudieron vender a los barcos que por entonces transitaban por el Canal. EU
también se comprometió a construir ese bello parque conocido como Anayansi, el
que ha estado frente a la embajada de Estados Unidos y que en un próximo futuro
quien sabe con la nueva sede diplomática de dicha nación qué destino irá a tener.
Más cemento y dinero en ese espacio para los comerciantes de costumbre, no les
caería muy mal que digamos.
Contenido del Tratado Remón-Eisenhower
Comencemos por expresar por expresar que la cláusula de renuncia, propuesta
por Holland, que la misión panameña calificó de “callamiento perpetuo”, quedó
reducida a lo que se lee en el preámbulo y en la parte final del artículo 1o., así:
“reconociendo que ni las estipulaciones de la Convención firmada el 18 de
noviembre de 1903, ni el Tratado General firmado el 2 de marzo de 1936, ni el
presente Tratado, pueden ser modificados excepto por mutuo consentimiento,” lo
que tienen toda las trazas de una afirmación aparentemente inútil, ya que es obvio
que los pactos de dos o más partes sólo se modifican por mutuo consentimiento,
tanto en el Derecho Común, como en el derecho internacional. No hay ni puede
haber modificación “unilateral”; de una parte. Pero esa frase del preámbulo suscita
el siguiente interrogante: ¿puede ser interpretada en el sentido de que Panamá a
los Estados Unidos renuncian a una modificación obtenida por la vía de algún
organismo internacional? Como argumento, la respuesta afirmativa no es
desdeñable.
El inciso último del articulo1o., sobre el aumento de la anualidad, (que finalmente
se estipuló en la suma tope de B/. 1.930.000.00), dice: “No obstante lo estipulado
en este Artículo, las Altas Partes Contratantes reconocen la inexistencia de
obligación alguna de parte de cualquiera de las partes de alterar el monto de la
anualidad”. Este inciso tenía todo el objetivo de cerrar el paso a cualquier
reclamación para un aumento ulterior de la anualidad. Pero el hombre propone y
las circunstancias disponen, porque el 9 de enero de 1964 ha puesto a un lado
toda la problemática tradicional en materia de negociaciones, sin que ninguna de
las partes, en 1953-1955, hubiera estado pensando en que la hermenéutica
tradicional podría sufrir el embate de un desenlace totalmente imprevisto por ellas.
Las dilatadas negociaciones que se efectuaron entre septiembre de 1953 y
diciembre de 1954 terminaron terminaron con un tratado de Mutuo Entendimiento
y Cooperación, que consta de trece artículos y un Memorandum de
Entendimientos de 15 puntos. Nada menos que siete artículos del Tratado carecen
de importancia práctica, pues en su mayoría se presentan como consecuencia
directa de las otras estipulaciones, en la que se acuerda, esencialmente, lo que
continúa:
a) Fijación de la anualidad del Canal en un millón novecientos treinta mil
balboas, lo que equivale a un aumento de millón y medio, con respecto al
pago que se venía haciendo;
b) Facultad de Panamá para cobrar impuestos sobre la renta a quienes
trabajen en la zona, excepto al personal norteamericano o al de servicio en
el canal;
c) Restricción de los comisariatos para los no residentes en la zona;
d) Devolución de ciertas tierras en las ciudades de Panamá y Colón, a la
República de Panamá;
e) Concesión de la base aérea de Río Hato, por parte de Panamá, como área
de entrenamiento y adiestramiento militares, por 15 años prorrogables.
Por su parte, el Memorandum anexo se reduce a lo siguiente:
a) Promesa de igual trato y salario para los empleados panameños en la
zona del Canal, aunque se admite que los norteamericanos devengarán
mayores sueldos en concepto de viáticos para vacaciones y otros
gastos. Ya existía una provisión igual en el Tratado de 1936, pero nunca
se cumplió.
b) Especificación de los terrenos que serían devueltos a Panamá,
mediante autorización del Congreso Norteamericano;
c) Facilidades para vender mercancías a las naves que pasan por el
Canal; no aplicación del “By American Act” al comercio panameño;
ratificación de las restricciones para comprar en los Comisariatos a los
no residente de la Zona;
d) Construcción de un puente sobre el Canal, lo que ya cosntaba en el
Convenio incumplido de 1942;
e) Panamá cede ciertos terrenos anexos a la Embajada de los Estados
Unidos en Panamá; reduce impuestos a los alcoholes que desde
Panamá se vendan para la Zona del Canal, y permite el uso de las
playas de Rio Hato. En esencia, las negociaciones se circunscribieron a
algunas concesiones económicas hechas por los Estados Unidos, y a la
entrega de Rio Hato por parte de Panamá. En tal medida fue notorio en
las negociaciones el interés del Gobierno Remón, por lograr ventajas
para los comerciantes y los industriales de Panamá, que se obtuvo la
estipulación expresa correspondiente en el Memorandum anexo, la que
es del siguiente tenor:
“La política de las agencias del Canal de Panamá y la de las Fuerzas
Armadas en la Zona del Canal, a hacer compras de materiales, abastos
y equipo y en cuanto lo permita la legislación de los Estados Unidos de
América, Es Y CONTINUARA SIENDO LA DE PROPORCIONAR A LA
ECONOMÍA DE LA REPÚBLICA DE PANAMÁ PLENA OPORTUNIDAD
DE COMPETIR EN ESOS NEGOCIOS”.
No obstante, mientras el Gobierno Remón gestionaba un nuevo Tratado,
la Administración Norteamericana del Canal reducía más y más el
personal panameño empleado en la Zona, mediante despidos en masa;
t durante el año de 1954, o sea en plenas negociaciones, las
autoridades norteamericanas desahuciaban de sus viviendas en las
Zonas acerca de cinco mil jamaicanos, que necesariamente pasaban a
vivir en las ciudades de Panamá y Colón, sin que el Gobierno remonista
se preocupara en lo más mínimo por encarar los problemas inherentes a
tal éxodo. Desde el punto de vista de las pretensiones iniciales del
Gobierno Remón, los acuerdos afirmados no pasaron de ser mas que
una franca derrota.

Significado nacional del Tratado

Hemos puntualizado al comienzo de esta nota, que la vía oligárquica de


reclamaciones ante Norteamérica siempre ha tenido motivaciones
principalmente económicas. En 1904, en 1924, en 1936, y en 1953, los
Gobiernos de turnos se interesaron, fundamentalmente, por las ventajas
económicas que pudieran lograr para beneficio de la burguesía
panameña, como tributaria de la burguesía internacional, principalmente
norteamericanas. Solo cuando esas reclamaciones económicas debían
reforzarse en argumentaciones políticas, jurídicas, nacionalistas, etc., se
utilizaron planteamientos profundos, pero de manera secundaria.
Pedir el aumento de la anualidad del Canal, o aceptar el aumento
concedido, era algo irrisorio en todo el complejo de la economía
canalera. Solicitar concesiones fiscales y de mercado en la Zona del
Canal, favorecía muy escasamente al gobierno y bastante más a la
burguesía panameña, pero sobre todos a los grandes proveedores
norteamericanos, quienes constitucionalmente pueden ejercer incluso el
comercio al por menor en Panamá. En cambio, la actitud
norteamericana de poner un alto a las reclamaciones panameñas y
legalizar la ocupación de Rio Hato suministraba la tónica del futuro
inmediato, en materia de negociaciones, para la vía oligárquica, de
éstas. Por ese camino, habría sido muy difícil replantear nada con
respecto al Canal.
De este modo, el sentido nacional del Tratado Remón-Eisenhower no
podía ser otro que el de la culminación de las reclamaciones
económicas de la oligarquía panameña, ante Norteamérica, con un
resultado magro, pequeño, si se tiene en cuenta lo que implica la
economía global canalera. Y esa posición oligárquica siempre estuvo de
espaldas a los intereses profundos, de espaldas a los intereses
nacionales, que siempre han reclamado otro tipo de planteamientos. No
son las ventajas económicas del mercado de la Zona del Canal lo
importante en las relaciones panameño-norteamericanos, si no el
destino nacional de Panamá, tan oprimido y distorsionado hasta el
presente por la influencia del Canal. Esa vía de reclamaciones
oligárquicas llegó exhausta hasta su culminación en el Tratado Remón-
Eisenhower, y con él la oligarquía panameña liquidó su diferendo con
los Estados Unidos. Las negociaciones que se iniciaron bajo el mote de
“ni millones ni limosnas, queremos justicia” no encontraron ésta, sino
únicamente unas cuantas limosnas. Pero si el tratado Remón-
Eisenhower cerró el capitulo de las reclamaciones mendicantes de la
burguesía panameña, el 9 de enero de 1964 vendría a abrir el capitulo
histórico de las reclamaciones de contenido nacional, cimentada con el
heroísmo de las clases populares panameñas.
El propósito esencial de la visita del presidente Remón al presidente
Eisenhower es hacerle presente a la necesidad y conveniencia de
efectuar una revisión de todo el campo de las relaciones creadas entre
la Republica de Panamá y los Estados Unidos de América por razón de
la construcción y el funcionamiento del Canal Ístmico. Esas relaciones
son tan estrechas como delicadas, pues por una parte están envueltas
en ellas cuestiones que son de vida o muerte para la existencia y
desarrollo económicos de la Republica de Panamá, y por la otra se
rozan con la defensa de la República y del Canal, que es parte vital de
la defensa de los Estados Unidos. Al propio tiempo, la situación que se
ha creado en Panamá por razón de la manera como se entienden, se
interpretan o se aplican en la Zona del Canal determinadas cláusulas de
los tratados vigente entre Panamá y los Estados Unidos, son factores
que contribuyen a que no sean todos los vivos y cordiales que es de
desear los sentimientos de amistad que deben reinar siempre entre dos
pueblos que mas que amigos son aliados vinculados por los fuentes de
los ideales democráticas, de la solidaridad continental y del interés
conjunto en el servicio mundial de la comunicación interoceánica.
Conclusión
El tratado Remón-Eisenhower fue firmado el 25 de enero de 1955, poco más de
veinte días después del asesinato del presidente
José Antonio Remón Cantera, entre el ministro de relaciones exteriores de
Panamá Octavio Fábregas y el embajador de los Estados Unidos Salden Chapín.
Estados Unidos y Panamá firmaron el Tratado de Mutuo Entendimiento y
Cooperación con el documento adicional denominado Memorandum de
Entendimiento Acordados, mejor conocido como Tratado Remón-Eisenhower.
Por medio de este tratado, nuestra republica logró desde entonces y hasta la
retirada norteamericana, el poder cobrarle impuestos sobre sus ingresos a los
empleados panameños de la antigua zona canalera.
En teoría se establecía el que los trabajadores panameños tuviesen iguales
ingresos y oportunidades con respecto a las de los estadounidenses. Panamá
recobró las tierras de lo que se conoce como Punta Paitilla, que estaban bajo
jurisdicción de EU, con lo cual se han enriquecido unos cuantos no muy allegados
por ningún lado a los ciudadanos de bajos ingreso de Panamá. Fue por medio de
este tratado que se aseguró la construcción de lo que hoy es el puente de las
Américas, que no costó tanto como el del centenario, que ojalá, además de
inaugurado, esté listo para poder ser cruzado antes de que se le cumplan
casualmente cien años más de su también costosa inauguración.
Los ciudadanos panameños que residían en la Zona del Canal debían pagar
impuestos sobre la renta a la República de Panamá….
Así mismo se estipuló la reducción del 75 % del derecho de importación de licores
que se compraban en Panamá con destino a la Zona del Canal.
Se estableció que los comisariatos ya no abastecerían a las naves en transitos;
que solos los norteamericanos residentes en la Zonas del Canal de Panamá
podrían comprar en dichos establecimientos comerciales.
Este nuevo tratado en realidad puso mas énfasis en conseguir mejoras
económicas que de otras índoles, tales como la siempre ofendida soberanía
nacional.

También podría gustarte