Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FUEGO Y FOGON
LA ALQUIMIA
Pero, del fuego nace también la alquimia como búsqueda de vivir en salud a
través del elixir de la eterna juventud, como lo hicieron los chinos o como una
manera de transformar los metales burdos en oro mediante la piedra filosofal, como
lo intentaron los griegos.
Todavía en China, se festeja el día 23 de la duodécima luna, a Zao Wang,
espíritu tutelar del horno alquímico y protector del hogar culinario.
Komarios, Chymes, Petasios, Pammenes, Zósimo de Panópolis, ilustres
alquimistas de Alejandría se preocuparon con Demócrito y Leucipo por la
constitución de la materia. Para algunos autores, Demócrito es también un
alquimista.
Pero, la alquimia no era exclusiva de los hombres, sino nace femenina: María
la Judía, Pafnucia y Theosebcia, representaron dignamente a la mujer investigadora.
María la Judía, destaca, por ser la inventora de equipos para destilación ,
perfeccionadora de los primeros ‘‘ambix’’ o redomas y aparatos fundamentales del
taller del alquimista. María la judía se inmortalizó con su muy utilizado "baño
María" que usamos cotidianamente muchas veces sin conocer su origen.
A Zósimo le llamaban también Chemnes, nombre egipcio, de donde derivan
palabras como chemía, chemie, química, chemistry.
Para químico francés Marcelino Berthelot, (1827- 1907), la alquimia no es
empírica, sino se desarrolla gracias a una investigación incipiente acorde a los
conocimientos de su época.
En la edad Media, la ciencia de las transformaciones alcanza su máximo
esplendor con la invención árabe de la al-kimia, donde destaca Mussah-al-Sofi o
Geber, 760 d.C. quien desarrollo diferentes métodos para la evaporar líquidos o
sublimarlos, fundir metales, destilar esencias, cristalizar extractos y filtrar
sustancias disueltas. Otros como Ibn-Sina, mejor conocido como Avicena,
clasificaron minerales y sustancias químicas y describieron su elaboración.
Mohamed-Abu-Bek-Ibn-Zacarías-al-Razi llamado en forma latina Rhazes
dice: "ningún hombre merece ser llamado filósofo mientras no sea un maestro en la
teoría y práctica de la alquimia". Los árabes del Al-Andalus, son los inventores de
los alambiques y de las alquitaras. Alambique y alquitara son palabras árabes. Al-
inbiq es un vaso para destilar; al guittar es sinónimo de “ambix” o destilador. La
diferencia entre esos dos equipos estriba en las fuentes de calor y en las formas de
sus tubos de salida. Mientras que los alambiques reciben el calor a través de una
olla con agua, las alquitaras descansan sobre el fuego directo. Los alambiques
tienen sus bocas en formas de trompa de elefante o de cuello de cisne, mientras las
alquitaras llevan el destilado sobre un recipiente integrado a su salida.
LA COCINA
1
Isidoro de Sevilla. Etimologías, Biblioteca de autores cristianos, Madrid, 1982.
EL ESPACIO CULINARIO
LA MOLIENDA
EL NIXTAMAL
Pero en el México prehispánico, las cenizas no requieren flogistizarse para
ser valiosas. Su uso está presente en el nixtamal.
A su vez, la tierra del maíz, se enriquece con el nixtamal (del nahuatl nextli =
cenizas, tamalli = masa. Masa de cenizas, o masa elaborada con cenizas).
El nixtamal, legado valioso de las civilizaciones prehispánicas a la ciencia
alimentaria es un descubrimiento único, maravilloso donde el grano de maíz poco
nutrivivo, se transforma para mejorar su calidad alimenticia, por el simple remojo y
cocción en agua alcalina con cenizas, tequesquite, conchas marinas molidas o cal de
piedra.
Es un paso superior al hecho de hacer tortillas (tlaxcalli) o tamales (tamalli);
beneficio a la textura masas y verdadera fuente de salud, donde los aminoácidos
esenciales contenidos en las proteínas del grano se balancean para proporcionar
además la niacinamida o niacina una vitamina fundamental. De paso, los dientes y
huesos agradecen ese remojo de calcio.
La zeina o proteína del maíz, es deficiente en algunos aminoácidos esenciales
como la lisina y el triptofano, está desequilibrada en la proporción de los
aminoácidos leucina e isoleucina.
Esto importa porque la leucina aparece en el maíz en cantidad superior
einhibe la absorción del triptofano. El bajo consumo de triptofano en la dieta por
su parte, causa una deficiencia de niacina. El resultado de ingerir maíz sin procesar
es la manifestación del síndrome conocido como “mal de la rosa” nombre que le dio
el español Gaspar Casal (1680-1759) y más conocido con el nombre de pelagra que
le dio Francesco Frapoli de Milán quien la denominó "pelle agra" por pelle, piel y
agra, agria. El síndrome se explica como el de las tres "D"s. dermatitis, diarrea y
demencia. El triptofano es el precursor de la síntesis de niacinamida. Es decir, por
cada 60 mg de triptofano que se ingieran se sintetizará en el organismo 1 mg de
niacina..
Con los tratamientos térmico-alcalinos de la nixtamalización la leucina se
destruye, por lo que la relación leucina / lisina se reduce. A su vez la niacina del
triptofano queda disponible para su aprovechamiento durante la digestión.
En síntesis, podemos afirmar que el nixtamal representa para el mexicano de
todos los días una herencia más valiosa que todas las pirámides de la antigüedad.
Mi padre, filósofo y académico decía que la cultura es lo que el hombre hace
sobre la naturaleza y aun, sobre su propia naturaleza. El maíz es la naturaleza, el
nixtamal es la cultura..
México representa, no sólo a la cultura del maíz sino a la cultura del
nixtamal.
DESHIDRATACION
AHUMADO
El chilli poctle o chile de humo aparece cuando se sustituye el sol por leña.
No solo calienta sino que produce humo. Dentro del humo se arrastran más de 500
compuestos químicos capaces frenar el crecimiento de hongos levaduras y
bacterias, cambiar el color, el sabor y el aroma de chiles generalmente maduros y
por tanto, rojos. Los cuaresmeños chicos se harán moritas y los grandes chipotles.
CONCENTRACION
COCINADO
FERMENTACIONES
EL CACAO
LOS EMPAQUES
LA COCINA BARROCA
Sobre las piedras, donde se quiebran las semillas obscuras y rojizas de cacao,
con azúcar, almendras y fragancias de todo el mundo, surge la mezcla del
chocolate de mesa. Se servirá en jícaras con leche caliente batida.
Gracias a la ilustre académica Virginia Armella de Aspe conocí el origen
oriental de influencia china de los molinillos, durante el virreinato, con ellos se
sustituye el espumado con jícaras y los agitadores de madera. Aunque hubo
molinillos de hueso, marfil y plata la mayoría son tallas laboriosas sobre madera
para formar aros concéntricos sobre su eje. Con el movimiento de las manos juntas
giran y se desplazarán hacia adelante y hacia atrás, para permitir el ingreso de aire
sobre el líquido y obtener espumas apetitosas sobre tazas y jícaras.
Las xicaras o jícaras como menciona Landa, son “los vasos que cuelgan de
los árboles”. Se obtienen de las plantas de güaje Leucaena leucocéfala o jícaro
(Cresentia cujete), las hubo policromadas o naturales son recipientes fundamentales
para beberlo, excepto para el virrey Mancera, quien inventa las mancerinas o tazas
colocadas sobre aros de filigrana integradas un plato de ala ancha de porcelana fina,
oro o plata. Un capricho del virrey para no usar jícaras o precaución de no escurrir
el chocolate a causa de su mal de Parkinson.
En el siglo XVI los fogones se integran al marco alegre y pintoresco cuando
se engalanan las paredes revestidas de ladrillitos de colores principalmente azules
con vivos amarillos o blancos inventados por los almohades en el siglo IX con el
nombre de azulech o azulejos, famosos en Talavera de la Reina y posteriormente,
traídos a la Puebla de los Angeles donde se fabrican con el mismo esmero.
Las cocinas mexicanas Talaveranas, repletas de ollas autóctonas de cazos de
cobre y cazuelas semejantes a las ibéricas, constituyen el marco ceremonial de la
actividad coquinaria de sublime espiritualidad.
Muchos aparatos manuales para moler y cortar todavía no se inventaban. La
carne se picaba con cuchillos o se molía en los mismos metates. Se picaban trozos,
se hacía gigote y salpicón.
La cocina mexicana además se deleita con el bacalao festivo de las vigilias
pascuales cuando se introduce el arte de desmenuzar.
Los cazos procedentes de los minerales novohispanos serán también de
cobre. Algunos serán redondeados en forma de pera o peroles.
Las cocineras siempre femeninas, agitan sopladores prehispánicos y mueven
a ritmo acompasado palas de madera de naranjo. Algunos guisos requieren "dos
fuegos", para ello, las cazuelas se cubren con un comal de barro con brasas
incandescentes.
El Beluchistán produce en el siglo XI un azúcar llamado khayendy o candy.
La caña de azúcar nacida en Tailandia se desarrolló en la India donde se llamó
Sákara.en sánscrito en árabe qasah farisi, qasab hindi , sukaron en griego a donde
llega a través de Persia y la Arabia Feliz, arriba a Venecia de donde se distribuye
por Europa; en latín se llamará Saccharum y en español sacarosa o azúcar. Rhazes
utilizará el azúcar para hacer píldoras minúsculas con substancias medicinales. El
azúcar es el vehículo de medicinas más adecuado.
Colón usa como energía para sus viajes azúcar y cañas. Cortés las siembra en
los Tuxtlas, Cuernavaca y Coyoacán. En 1525 Cortés inicia la producción de
azúcar en nuestro primer trapiche el Tlaltenango en los Tuxtlas, después el
Axomulco en Tetela cerca de Cuernavaca.
En el siglo XVII en la Nueva España, los conventos de monjas elaboran y
venden dulces. Destaca San Jerónimo, donde vivió Sor Juana Inés de la Cruz.
Sor Juana, en su Respuesta a sor Filotea de la Cruz, nos confirma su labor
culinaria no sin descuidar su tendencia investigadora a través de las siguientes
palabras:
"Pues qué os pudiera contar, Señora, de los secretos naturales que he descubierto
estando guisando?
Ver que un huevo se une y fríe en la manteca o aceite y, por contrario se despedaza
en el almíbar; ver que para que el azúcar se conserve fluida basta echarle una muy
mínima parte de agua en que haya estado membrillo u otra fruta agria; ver que la
yema y clara de un mismo huevo son tan contrarias, que en los unos, que sirven
para el azúcar sirven cada una por sí y juntas no. Pero no debo cansaros con tales
frialdades, que sólo refiero por daros entera noticia de mi natural y creo que os
causará risa; pero Señora, "que podemos saber las mujeres, sino filosofías de
cocina? Bien dijo Lupercio Leonardo; que bien se puede filosofar y aderezar la
cena. Y yo suelo decir viendo estas cosillas: si Aristóteles hubiera guisado, mucho
más hubiera escrito."
Sor Juana experimentada cocinera entre los secretos que descubre estando
guisando y que llamó "filosofías de cocina" visualizó lo que muy pocos cocineros
observan: "el azúcar se hace más fluida si se cocina en un cazo donde se haya
cocinado membrillo o alguna fruta agria".
Los buenos dulceros conocen bien lo que la química constata: La sacarosa, se
transforma en glucosa y fructosa al contacto de ácidos. La sacarosa es cristalizable
mientras sus azúcares constituyentes separados son poco cristalizables y hacen más
fluidas las masas del dulce. Algunos dulces antiguos se hacían inclusive en
presencia de vinagre.
Sor Juana se presenta no solo como una monja cocinera experimentada, sino
como observadora e investigadora, como plantea Claudio Bernard en el siglo XIX
lo más importante de un investigador es la observación. De ella se hace la
experimentación mediante la repetición del fenómeno, hasta obligar a la naturaleza
a descubrirse.
En el siglo XVII, la sombra fresca del día, el agua corriente y a veces el hielo
eran los únicos elementos para conservar las materias primas, las sobras se
regalaban o tiraban. En el convento de Tepotzotlán, por ejemplo, admiramos el
frigorífico y la cava, estancias divididas por un muro dentro del cual circula agua
para posteriormente caer a una fuente. El flujo del agua mantenía el frío necesario
para conservar por más tiempo los alimentos.
En el frigorífico, permanecían corto tiempo frutas y verduras autóctonas y
extranjeras.
Los sabores prehispánicos se modificaron notablemente a partir del siglo
XVI. Muchos de los vegetales extranjeros se adaptaron rápidamente a las tierras, a
las cocinas y a los paladares. Basta con mencionar al cilantro de Babilonia, cuya
semilla condimenta carnes y embutidos y es el centro del dulce conocido como
colación; sus hojas y tallos, se usan picadas en platillos y salsas diversas.
Coriandro, culantro, cilantro una hierba con olor a chinche llamada Koris en griego
es la kuzbara o qilantra árabe, indispensable en aderezos y ensaladas deja en
segundo lugar el nutritivo perejil o makadunis ( de Macedonia,
necesario para sopas, salsa, guisos y entremeses, y también se utiliza en la comida
novohispana.
La canela nativa de Ceylán, encuentra en los fogones mexicanos su última
morada. Aquí se usa en platillos dulces y salados pues México es el principal
importador de canela. Los andaluces y romanos ya utilizaban: la canela
Cinnamomun zeylanicum) de Ceilán. Nerón, en el año 66 d.C., después de asesinar
a su esposa, manda incinerar su cuerpo con toda la canela almacenada. Inicialmente
la canela y su hermana la cassia arriban por Veracruz y posteriormente por
Acapulco con la Nao de China. La canela es las especia más utilizadas en la cocina
barroca.
La pimienta del Cáucaso, es esencial en la cocina mexicana, y está presente
en todo platillo salado.
El tamarindo interviene como especia en algunos currys y chutneys de la
India y en la salsa inglesa, es fruto utilizado como pulpa en bebidas y dulces típicos
mexicanos.
El delicado tomillo del Peloponeso, se integra junto con el victorioso laurel y
la inseparable mejorana, dentro de los ramilletes de especias básicas de la
condimentación mexicana. No hay casa sin hierbas de olor. La lacrimógena cebolla
(Allium cepa) y el ajo (Allium sativum) inundarán de aroma los rincones alejados
del lugar y vivirán castigados en los almacenes para no contaminar mantequillas,
cremas, grasas y productos delicados.
La menta ahora llamada inglesa (Menta piperita) y la suave (Menta spicata)
con su variante acuática la yerbabuena (Menta arvensis o menta sativa) refrescan
bebidas y condimentan platillos.
La fragante albahaca africana indispensable en Roma, convivirá
posteriormente con el jitomate (Lycopersicum esculentum) de origen sudamericano,
cultivado por los mexicas quienes le dieron nombre así como al miltomatl
(Lycopersicum esculentum var. cerac) con tomate o tomate de bolsa (del género
Physalis costomatl) y tomiles (Physalis ixocarpa)
Del monte Himet el versátil hinojo cuyas semillas se usan como especia, sus
hojas como hierba de condimento, sus tallos para aromatizar carnes y su raíz como
verdura.
La alcaravea de Armenia, el anís de Egipto, el romero (de ro-maris = rocío
del mar) del Adriático flores como azahares, rosas y azafrán. El amarillo azafrán
(asfar y za'frarán) cultivado en La Mancha, colorante, cosmético y fundamental
proveedor de sabor está de moda en Nueva España, donde todavía no era tan caro y
se usaba como ahora la pimienta o la canela; de tal suerte en algunas recetas del
siglo XVII se solicita expresamente "no agregar azafrán". La galanga, tubérculo
nudoso y de color café-rojizo aromático y picante, Pegolotti en 1340 menciona
como gengiovo , es el chinchíbero oriental o jengibre.
A pesar del amplio repertorio de condimentos para la Nueva España, no se
usan en la cocina mexicana barroca otras especias como el polvo o pólvora de
garrofolí (de garrofa o garrofi es decir algarrobo), la aromática y fresca frígola, el
mirto de baya (Myrtus communis) se usó antes de la pimienta para aromatizar
carnes y embutidos, la nuez de Abisinia o malagueta (Amomum granum paradisi),
la juncia al parecer nardo griego (Lavendula Spica), la arañuela (Nigella sativa)
parecida a la pimienta en sabor, la ajedrea originaria de Cos, en el Mediterráneo
(Satueria Hortensis) el astringente mirobálano, el muy apreciado y extinto silfium,
la cubeba, el luki mencionado por Apicio, similar al orégano, el macer u olivo indio
en hojas o cortezas, la Pimienta etiópe o raíz del pimentero se usaban en platillos
con fines curativos. (Piper longum y Piper officinarum) la ruda (Ruda graveolens)
cuyo uso actual es muy bajo, el zumaque (Rhus coriaria), el pelitre, también
utilizado en perfumería, el kermes, parásito del roble-kermes la flor de sal de color
amarillo y sabor picante junto con el saxifrago y el fenogreco o alhova, (Trigonella
foenum-graecum) leguminosa utilizada en gachas, con los helenios y mastuerzos
El ruibarbo, el chalote (Allium Ascaloniculum), berenjenas aparecen en
América en el siglo XIX.
El comino (Kuminum Cyminum), crece en Sevilla en el siglo XI
probablemente traído de Persia. La alcaravea (karawiya) karos de Dioscórides es
quizás el bíblico camoun se cultiva en Andalucía procedente de Armenia. El anís
(Pimpinella anisum) llamado comino blanco o hinojo griego es decir rumi o romano
proveniente de Bizancio el meum bisbas de Siria, será ingrediente importante en
moles y postres mexicanos.
El arameo sumsema o sésamo se traduce al árabe como juljulán, y al español
como ajonjolí. Especialmente importante por ser el ajonjolí de todos los moles.
HONGOS
Los hongos no eran excepción, pues abundan en estas tierras hongos
alucinógenos, y algunos terriblemente mortales.
Además del huitlacoche Ustilago maydis. en Nueva España aparece un gran
repertorio de aristócratas hongos: Las esponjadas morillas, (Morchella Spp.), las
llamativas yemitas (Amanita caesarea), los descriptivos clavitos, las mechudas
escobetas llamadas en nahuatl xelhuaznanacatl (Clavaris flava), las suculentas
setas (Agaricus bisporus), los abiertos duraznillos y otras cantarelas (Cantharellus
spp) , variedades participantes en el gran repertorio comestible cuya importancia
gastronómica y nutricia trasciende los límites de nuestra imaginación.
FLORES
Además, la comida prehispánica incluye el consumo de flores: de calabaza,
de izote (Yuca elephantipes), de malvas, colorín o tzom-pantli (Eritrina Spp),
cabuches o flor de biznaga (Ferocactus pringlei), flor de mayo o cacaloxochitl
(Plumeria acutifolia)
RAICES
Raíces como el salsifí (Tragopogon porrifolius) y el chinchayote o raíz del
chayote (Sechium edule), y los feculentos camotes (Ipomea batatas) y yucas
(Manijot dulces Pax)
FRUTAS
Aunque peras, naranjas, duraznos, zarzamoras y otras frutas europeas se
aclimataron en la Nueva España, llamaron la atención de la Marquesa Calderón de
la Barca las frutas mexicanas o como ella las llamaba "postres que cuelgan de los
árboles": Tilzapotl o zapote prieto, (Diospyros ebanaster, Diospyros digyna),
zapote blanco (Casimiroa edulis), xolococotl o guayaba, (Psydium guajaba),
texocotl o tejocote (Crataegas mexicana), capolin o capulín, (Prunus capuli),
xocotl o ciruela, (Spondias purpurea), (Spondias mombin) , guanábana, (Anona
muricata), tetzapotl o mamey, (Colocarpum mammosum), Papaya, (Carica
papaya), Xicozapotl o chicozapote (Achras zapota), xocopaconi, arrayan,
(Gaultheria acuminata), tuna, (Opuntia, spp.), zapote blanco (Casimiroa edulis)
nanche, (Byrsonima crassifolia); cosahuico (Sideroxylon tempisque), chirimoya
(Anona cherimolia), pitahaya, acachul.
Único en sabor textura y color efímero es el aguacate (Persea americana),
fruto celestial, considerado en México como verdura se impone en la cocina
mexicana en ensaladas y en la salsa de guacamole.
De los frutos, el exótico mango típico de las zonas tropicales mexicanas
proviene de la India; los higos del Atica y el higo bonigar de Constantinopla; los
pegajosos membrillos de Corinto, las manzanas símbolos del fruto del bien y del
mal cultivadas en el mismo Paraiso, abundaban en la isla de Eubea en Grecia; el
melón y la sandía de Egipto, no pueden faltar en la dieta cotidiana del mexicano; la
granada safaride de Siria se hará indispensable en los chiles en nogada de la
independencia, los cítricos agrios como la naranja (naranj) el limón (limun) y la
lima (lim), con para hacer jugos y la cidra procedentes de tierras andaluzas, se
aclimatan en tierras novohispanas; la espinaca llamada isfanah en árabe,
procedente de Nepal; la alcachofa, el espárrago, la colocasia o haba copta llegó de
Mesopotamia y la berenjena de la India, difundidas a través del Mediterráneo.
Del Egeo, donde Démeter cubrió los prados de innumerables tesoros
vegetales, encontramos a los triunfales olivos, se convertirán en aceitunas verdes o
maduras, de ahí se obtendrá el aceite de oliva, indispensable en muchos platillos
como el huachinango a la Veracruzana con aceitunas o aquellos mestizajes hechos
sin querer como por ejemplo cuando al guacamole se le agregan unas gotitas de
aceite de oliva.
El escandaloso ajo, la sápida alcaparra (nuwar al-kabbar), en yemas o flores;
las almendras o amígdalas, relacionadas con la Ciudad de Mygdale o
Mygdonia, tierra muy cultivadas en Naxos, las llamará Linneo Prunus amigdalas.
El boun o bunium o moka yemenita fue consumido en Abisinia en
Sudán o Mozambique desde una época bastante antigua En Etiopía el café, todavía
se llama bunnu.
Según el Manuscrito de Argel: El boun es el fruto de un árbol de Yemen. El
del puerto de Moka es especialmente apreciado. El café es un brebaje para refrescar
y poner el espíritu alegre en paises tropicales. El café llega a la Nueva España en
1790 para ganar amplia popularidad y competir junto con el té, inicialmente
llamado chá por su origen oriental, con el chocolate.
CEREALES
El arroz del extremo oriente (arruz); viaja por Africa a la codiciada Valencia
de los almorávides donde posteriormente se hará paella. En México se hará rojo con
xiltomate o verde con chile poblano, incluirá rajas y granitos de elote, acompañará
moles y guisos. Será indispensable en toda comida.
El trigo de Egipto se hará pan nuestro de cada día, bizcochos, roscas y panes
de muerto.
La avena será muy utilizada en sopas y platillos, la cebada se hará cerveza
prestigiada.
Los árabes introducen el fidew fundamental en la sopa cotidiana aderezada
con un chilito verde o pasilla.
DESPENSA
COLORANTES
CONFITERIA
LOS VINOS
LAS RECETAS