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La Didáctica de Resumen
en construcción
Palabras clave
Didáctica de la literatura, formación de docentes, for-
mación de maestros investigadores.
Abstract
Didactics of literature in Colombia: The concept of kaleidoscope comes from the Greek
words: kalós-beautiful-, éidos-image-, and scopéo-to
A kaleidoscope in construction observe-. This “imago-logical” triad permits to hold
how at the moment of analyzing some conceptions of
didactics of literature in Colombia diverse relations and 99
O ensino da literatura na approaches of this discipline in construction are revea-
led. Their tonalities and emphasis put in movement re-
Colômbia: A construção de markable questions that will stay outlined in this article.
um caleidoscópio Key words
Didactics of literature, teacher education, researcher-
teachers education.
L
a didáctica de la literatura en Colombia presenta fican como producto de los desarrollos de las teorías
diferentes desarrollos que se hacen evidentes del discurso en sus diversas variantes (dialogismo,
en los modos, las formas, los énfasis y los enfo- polifonía, interdiscurso, antidiscurso). Este cambio
ques presentados por los maestros de literatura y los replantea la mirada estratégica que distinguía a la di-
investigadores en este campo. En efecto, para Vásquez dáctica de la lengua y ubica en su lugar una pedagogía
(2005) uno de los aspectos que ha motivado en el del lenguaje. Este giro considera el lenguaje como una
país la realización de seminarios y coloquios acerca disciplina científica interesada en preguntarse por el
de las didácticas de las lenguas y de la literatura ha lugar del sentido en relación con su naturaleza teórica,
sido el predominio de asignaturas y referentes aca- epistémica, metodológica y técnica.
démicos relacionados con la lingüística, la historia de En este cambio la inferencia ocupa un lugar pri-
la literatura y las ciencias del lenguaje; a diferencia mordial, pues propone superar la idea de la lectura
de la pedagogía y la didáctica de la literatura que como alfabetización o decodificación; en especial, por
han contado con un relativo bajo número de eventos la participación del sujeto en la construcción del sen-
académicos en el ámbito educativo nacional. tido del texto mediante la apropiación discursiva de
Desde tal premisa, este texto configura tres mo- la palabra escrita. La producción de sentido del texto
mentos: una reflexión relacionada con la didáctica de se convierte en un mapa que el lector debe recorrer
la lectura literaria en Colombia, una exposición del con la ayuda de algunas estrategias de lectura que lo
lugar de la literatura en el currículo, sin dejar de lado lleven a tal producción.
su relación con la formulación de estrategias de lectu- Adquirir estas estrategias significa apropiarse
100 ra y escritura literaria, y, finalmente, una disertación de proyectos y trayectos de lectura. El proyecto,
en la cual se ubica la didáctica de la literatura en la como exploración y construcción de sentido, lo lleva
perspectiva de la formación de un maestro investi- a moverse entre lo lógico y lo analógico, lo azuza a
gador en el campo propio de la lengua y la literatura. interrogar el texto para tener un dominio sobre el
Este último aspecto se convierte en el punto de ar- juego conjetural que lo acerca a la interpretación, y
ticulación de las reflexiones que le preceden. Es decir, esta última lo motiva a la producción de su propio
se intenta demostrar que una lectura comprensiva de texto. De esta manera, el sujeto establece un pacto
los diversos enfoques y énfasis sugiere algunas pistas enunciativo con el discurso leído y el leído por otros;
que nos pueden conducir a pensar la práctica peda- éste y aquél se convierten en partícipes del juego
gógica del maestro de literatura como un proceso de intersemiótico y en sujetos dialogantes.
investigación de carácter abductivo y hermenéutico. Este juego, entre lo dicho y lo oculto, produce un
Esta intención, además de enriquecer su labor en la vacío o una laguna que el lector esclarece cuando en
escuela –al tener en cuenta su capacidad de creación su comunicación literaria diferencia el uso y el empleo
e imaginación propia de su vivencia con los textos de la lengua. En la primera modalidad, la lengua se
literarios–, cualifica la investigación en didáctica de entiende como significación; y, en la segunda, el senti-
la literatura al problematizar las relaciones entre la do se constituye en un valor cultural de corte herme-
docencia y la investigación con propósitos formativos néutico que moviliza la triada lector-texto-contexto
y estéticos. de la obra. En tal proceso, los prejuicios del lector
son determinantes para otorgarle sentido a la obra.
Hacia una didáctica de la lectura Este enfoque interactivo de la lectura también ha
literaria sido estudiado por Jurado (2000), quien adelanta una
investigación en la ciudad de Bogotá con el propósito
De acuerdo con Cárdenas (1998a) en la última década de caracterizar los modos de leer de los docentes
del siglo XX se produce una ruptura epistemológica para determinar si existe alguna relación entre sus
en los estudios del lenguaje al ser mirados, analiza- potencialidades y dificultades con las formas de leer
dos y comprendidos a partir de sus vínculos con los y las maneras de escribir de sus estudiantes.
problemas del conocimiento y de la interacción social1. Como punto de partida, les propone leer el cuento
“Una mujer amaestrada” de Juan José Arreola por
1 A continuación se sintetizan tres artículos del profesor- considerar su título provocador, abierto a su hori-
investigador Alfonso Cárdenas Páez: “Pensar bien para leer
mejor. Pedagogía de la lectura”, “Argumentación, interpretación parte de la investigación que el profesor realizara en 1998,
y competencias de lenguaje” e “Implicación, inferencias y el segundo trabajo corresponde a otra de sus investigaciones
competencias de interpretación”. Los dos primeros hacen culminada en el año 2000.
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zonte de expectativas como lectores e igualmente interpretado. De igual modo, el lugar de los saberes
tapizado de trampas. Después de realizada la lectu- que moviliza el texto, en relación con el horizonte de
ra, los docentes adelantan de manera individual un expectativas del lector, se pierde. Se trata, entonces,
comentario escrito del cuento. Uno de los primeros de prácticas de lectura autoritarias donde la eficacia
resultados que llama su atención se relaciona con las se pone por encima de la conciencia del maestro/
diferencias entre el uso y la interpretación del texto. lector.
Es decir, una parte del grupo evita interactuar con el Una manera de superar estas dificultades consiste
texto, otros establecen un proceso de interpretación. en entender la lectura y la escritura como una aven-
Así, en el primer grupo algunos describen comenta- tura cognitiva; por tanto, como proceso abductivo.
rios personales, otros acuden al uso de tecnicismos Desde esta perspectiva, la lectura abductiva incluye
a y citas de autoridad de manera indiscriminada, en las reacciones afectivas y sensitivas de quien hace la
un intento por escamotear el texto; así se alejan de la abducción. En este proceso el lector debe estar en
construcción del sentido. No obstante, otros maestros condiciones de describir las deducciones, las infe-
“sí logran dar el paso hacia abducciones creativas rencias y las abducciones que le permitieron bucear
(lecturas en el ámbito crítico e intertextual)” (Jurado, en el texto. El primer razonamiento explica el juego
2000, p. 7). de probabilidades; el segundo, analiza las pruebas
El autor, a modo de conclusión, dice que la “falta que lo llevaron a la formulación de la hipótesis; y en
de contacto con la escritura constituye un factor que la abducción del juego proposicional, surge la predic-
ha influido en la calidad de las lecturas, tanto en ción –de tal conjetura y de ese movimiento emerge el
profesores como en estudiantes” (p. 5). Asimismo, descubrimiento de una nueva idea que se convierte
una prosa como la de Arreola promueve la formación en una abducción creativa–.
de maestros (y estudiantes) dispuestos a identificar La lectura abductiva también ha sido abordada 101
las trampas del relato. En palabras de Jurado, quien por Vélez, quien expresa que “la abducción propor-
se inspira en Ricoeur (1996), “[…] el narrador no ciona al lector el saber conjetural que luego la induc-
digno de confianza se propone modificar las expec- ción y deducción verifican” (1996, p. 18). Este tipo
tativas del lector al empujarlo por una cuerda floja
moralizante y descriptivo– a una lectura crítica que le De manera semejante, para Vásquez (1995) la lec-
permita referirse a las propuestas conceptuales y a las tura abductiva no consiste en un conjunto de habili-
visiones de mundo que sugiere el enunciado del texto; dades, tampoco un ejercicio para la decodificación de
además por el cómo hacer para que los estudiantes signos. Se constituye en una actividad de abducción;
de la básica y del nivel medio desarrollen las com- un ejercicio conjetural que le permite al lector lanzar
petencias necesarias para una lectura comprensiva hipótesis relacionadas con el sentido posible del texto,
e interpretativa del texto ficcional. un proceso de permanente semiosis, una apuesta a
Su propuesta se apoya en los planteamientos de las posibilidades de sentido.
Umberto Eco (1997) y Tardif (1997), quienes reco- Este juego de posibilidades, de acuerdo con Vás-
nocen el diálogo entre los saberes del lector, el autor quez (2002a), se amplía cuando el maestro apoyado
y el contexto de la obra. Con base en estos referentes, en la semiótica, la hermenéutica y la literatura pro-
muestra algunos modelos de lectura susceptibles de mueve el dinamismo creador entre la escritura y la
convertirse en una “posible didáctica” de la lectura lectura. Mientras la primera es testimonial, pues hace
literaria: la lectura literal del texto, expuesta am- parte de la tradición, en la segunda se actualiza, se
pliamente por Van Dijk; la lectura abductiva, donde apropia, se empieza a domeñar lo ajeno al convertir
aparecen figuras como Umberto Eco y Sebeok; y una la lectura en un espacio para la libertad.
lectura simbólica del texto, apoyada en diversas cien-
cias y disciplinas como la hermenéutica filosófica, la “La lectura en su relación
antropología cultural, la fenomenología y la semiótica dialógica con la escritura
narrativa. En el primer modelo, el lector realiza proce-
sos de generalización, construcción y categorización,
convierte al lector en copartícipe
entre otros; en el segundo, debe activar su capacidad del pacto enunciativo: un
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de análisis, comparación, clasificación, asociación y explorador interesado en la
explicación con el fin de construir hipótesis explicati- expansión del significado y el
vas del sentido del texto; en el tercero, y último, debe
alcanzar la comprensión del texto y realizar procesos sentido del texto; en suma, lo
de correlación y proyección inter y extratextuales. motiva a producir un nuevo texto
Desde el punto de vista cognitivo, esta forma de a partir de lo “ajeno”.”
proceder con el texto de ficción desarrolla habilida-
La lectura en su relación dialógica con la escritura
des particulares: análisis, comparación, clasificación,
convierte al lector en copartícipe del pacto enuncia-
asociación y explicación. Asimismo, la hipótesis ex-
tivo: un explorador interesado en la expansión del
plicativa, al resolver el enigma, le permite al lector
significado y el sentido del texto; en suma, lo motiva
acceder al mundo posible del relato, el del autor, y
a producir un nuevo texto a partir de lo “ajeno”. Este
su propio horizonte de expectativas como perceptor
proceso al estar motivado por la relación entre se-
del texto. Por ello, el mundo posible construido por el
miosis y hermenéutica le permite al lector aprender
lector debe entenderse como aquel “objeto cultural”
a mirar lo que los demás dan por visto. Esta perspec-
que al surgir de una “realidad compleja” de la obra
tiva configura el punto de encuentro entre Jauss y
de ficción adquiere un valor simbólico.
Pierce. Mientras el primero propone una teoría de la
A modo de conclusión, la autora señala que sus recepción estética, basada en la fusión de horizontes
concepciones pretenden sugerir otros “modos dife- (texto-contexto-lector), el segundo invita al lector
rentes de leer” los textos de ficción. Pues se trata de a ingresar al laberinto de las indeterminaciones, al
“una mirada tripartita” en donde la lectura literaria apoyarse en la semiosis o, lo que es lo mismo, en el
abarca aspectos formales y semánticos, además de carácter indicial del texto literario.
procesos de comprensión e interpretación. Esto via-
En última instancia, el trabajo permanente entre
biliza el diseño de tareas y actividades de la clase de
la lectura y la escritura, además de mejorar las es-
literatura, con la idea de que los estudiantes adquie-
trategias de enseñanza y aprendizaje del maestro y
ran diversos tipos de conocimientos (declarativos,
su aprendiz, les permite crear nuevos horizontes de
procedimentales, condicionales y procedimentales
entendimiento. Una forma complementaria de dicho
en diversos grados). Por ello, una didáctica de la
entendimiento se encuentra en el taller. Para Vás-
lectura del texto literario es, desde tal perspectiva,
quez (2002b), el taller de literatura consiste en una
“pertinente y apropiada” para estudiantes de prima-
mímesis, una imitación, un aprendizaje basado en un
ria, bachillerato, y aún para sus maestros.
modelado en donde el aprendiz observa un patrón
para ir en búsqueda de su propio estilo.
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De esta manera, para que el aprendizaje se pro- miento narrativo”. Asimismo, en toda obra literaria se
duzca, el profesor debe convertirse en el artífice movilizan dos dimensiones: las tradiciones, normas
del modelado. Esto significa impulsar una práctica y convenciones que posee el lector y los enunciados
pedagógica donde el predominio de su palabra ceda de la obra literaria portadores de la tradición literaria
a la lógica de la creación, al papel artesanal al cual que le precede y los procesos de intertextualidad; di-
pertenece el taller, pues se trata de un proceso de mensiones que se constituyen en la base del universo
fabricación donde poiesis, aistesis, semiótica, her- referencial de todo acto de lectura comprensiva.
menéutica y abducción se reúnen en un dialogismo La presencia del lector tiene una relación directa
expansivo2. con los enunciados del texto, pues ha sido pensada de
De manera analógica, para Cruz, hablar de lectura manera premeditada por el autor. Esto quiere decir
literaria significa reconocerla a partir de sus rela- que el lector construye los significados del texto; por
ciones con la estética de la recepción. Su exposición tanto, la tarea de la escuela consiste en posibilitar en
comienza con tres interrogantes: “¿Qué es literatura?, los estudiantes la comprensión e interpretación de los
¿Qué implica la enseñanza de la lectura literaria?, y enunciados que proyecta el texto literario.
¿Qué es enseñar a leer literatura?” (2007, p. 65). Su in- Con todo y lo anterior, la teoría del efecto estético
dagación le permite sustentar que la lectura literaria consiste en una propuesta “epistemológica y me-
se reconoce como una práctica para el fortalecimiento todológica” que le permite al maestro de literatura
de los procesos cognitivos de los estudiantes en sus romper paradigmas por dos razones fundamentales:
procesos de formación académica y personal. el texto literario reclama la presencia de un “lector
Sustenta lo anterior a partir del texto clásico de ideal”, quien tiene la posibilidad de moverse entre el
Wolfgang Iser El acto de leer. Teoría del efecto estético. horizonte de sentido del texto y su punto de vista; y la
Advierte que, si bien Iser no asume una postura pe- lectura es, ante todo, un “proceso de transformación”, 103
dagógica para explicar el efecto estético de una obra, “una experiencia admirable” que se percibe cuando el
se hace posible trasladar sus planteamientos a un lector siente como si llevara una vida distinta, como si
enfoque fenomenológico para mostrar las relaciones fuera “otra persona”, gracias al efecto transformador
2 En palabras de Jauss, precursor de la estética de la recepción, 3 A propósito, se considera pertinente recordar que, desde la
“la poiesis (creación), la aisthesis (conciencia estética y hermenéutica de Gadamer (2005), el intérprete no puede
receptiva) y la catarsis (experiencia intersubjetiva), son tres situarse por fuera de su precomprensión o de sus prejuicios:
principios de la comunicación literaria que le permiten al lector de su mundo o su propio horizonte, conformado por su
superar el carácter instrumental de la literatura” (1992, p. 15). lenguaje, su cultura y su historia. Interpretar consiste en el
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Número 33 / Universidad Pedagógica Nacional. / Facultad de Educación. / 2010 / Paginas. 99 - 110 PDFelement
De manera similar, Álvarez, Rodas y Piedrahíta que convierta su práctica pedagógica en un espacio
(2005) expresan que a la didáctica de la literatura le de “saber”. Actuar en consecuencia significa superar
corresponde articular y estudiar particulares dimen- las prácticas de enseñanza interesadas en “gramati-
siones y campos del ámbito escolar: las intenciones calizar, semantizar y moralizar” la relación entre el
de quienes diseñan el currículo en esta área, las lector y el texto.
concepciones de estudiante que se derivan de dichas
propuestas, las nociones de aprendizaje y las situa- Estrategias de lectura y
los planteamientos de García Márquez, quien señala estas dimensiones, la estética comunicativa, incluye
que los mejores enseñantes del misterioso arte de la las relaciones entre el autor (biografía, entrevistas,
creación escrita son “los buenos libros”. diarios), el texto (relaciones con el autor, el contexto
Por consiguiente, si la relación entre lectura y de la obra, proceso de recepción) y el lector (situación
escritura es directa, el maestro debe hacerse cons- social, conocimientos previos, experiencia de lectura,
ciente de que la corrección del texto debe fundamen- entre otros factores).
tarse en los criterios generales que rigen a estas dos Esta opción didáctica se propone comprender tres
competencias comunicativas: corregir, de una parte, dimensiones: las relaciones del lector con el texto
aspectos formales como la puntuación, la lógica en como un proceso productivo, donde interviene la co-
el proceso argumentativo, el tono, entre otros, y, de municación literaria, en tanto proceso de recepción;
otro lado, comprender que darle al texto “el sentido la presencia de diversas disciplinas interesadas en
estético” anhelado se convierte en una tarea de lar- comprender la recepción estética; y los referentes
go aliento –pues la asunción de un “estilo” significa conceptuales del docente orientados a fortalecer su
“ampliar los caminos y la visión del aprendiz sugi- propuesta pedagógica. En suma, tal apuesta didáctica
riendo libros”, “buenos libros” en palabras de García exige comprender la recepción estética de la obra
Márquez, citado por Gómez (p. 89)–. como un proceso de aprendizaje.
A modo de conclusión, Gómez dice que “el taller Por ello, la interacción pedagógica (o comuni-
de escritura como estrategia didáctica es un punto de cativa) se asume en términos habermasianos. Así,
llegada” (p. 90), en tanto se inscribe en un proceso la “comunicación literaria en el aula de clase” debe
de preparación. Un taller con estas características ser comprendida a partir de su efecto emancipador
solamente puede ser adelantado por un maestro y como una invitación al diálogo y la reflexión. Esto
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“apasionado por la didáctica y por la escritura” (p. le permite al maestro, al lector, al texto y al autor ser
91). Esta didáctica incluye el arte de enseñar y al arte comprendidos en su dimensión histórica y ser reco-
de escribir. El desconocimiento de alguna de estas nocidos como sujetos creativos, dispuestos al diá-
artes podría mostrar que no han sido vividas por el logo, a escuchar las voces del texto, sus silencios, a
maestro; por tanto, sería “imposible enseñar algo, fusionar su horizonte de expectativas previas con las
si no se ha puesto de manifiesto lo que pretenden nuevas para alcanzar la comprensión interhumana.
exponer” (p. 93). De este enfoque disciplinar y didáctico se con-
sidera pertinente rescatar de la didáctica: su posi-
La didáctica de la literatura en la bilidad como acontecimiento dialógico –debido a
perspectiva de la formación de un la comunicación del maestro y el estudiante con las
voces del texto literario y su posterior socialización–,
maestro investigador su condición multidimensional –es decir, el carácter
problémico e histórico del texto, en cuyo interior se
De acuerdo con Gómez de González, González y Rin- insinúa un enigma que el lector debe resolver en el
cón (1997), la teoría literaria ha ocupado en los últi- contexto de la pregunta de dónde ha surgido– y su
mos años un lugar importante en Colombia, al igual posibilidad en la recepción estética de la obra –que,
que los estudios literarios. Pero no ocurre lo mismo unida a su “comprensión dialógica”, sugiere la corres-
con la “producción de materiales didácticos” para la pondencia entre los modos de lectura de los estudian-
promoción de una práctica pedagógica que acerque tes y los objetivos de aprendizaje–. En suma, se trata
a los estudiantes a la pasión por la literatura y el de una didáctica de la indagación que reconoce el
placer por el texto. Por ello, se proponen desarrollar carácter social e histórico del texto literario, el lector,
una investigación que integre lo teórico-práctico al el maestro y el grupo de estudiantes dispuestos a la
“quehacer literario”, con la idea de hacer evidentes “conversación” interhumana.
modelos pedagógicos que reconozcan la diversidad
de actores y de géneros, los derechos del lector, la En efecto, la formación de un maestro de litera-
infinitud de la obra literaria, la polifonía, el humor, tura como investigador de su práctica pedagógica
la risa y la intertextualidad, entre otras expresiones se constituye en una tarea de largo aliento en la es-
asociadas y propias del texto literario. En su marco cuela colombiana. Esta idea la confirman Arboleda,
teórico retoman el concepto de texto de Lotman y de Castañeda, Cifuentes, Rondón y Rosas, quienes se
Bajtín, quienes expresan que el texto debe ser com- propusieron adelantar un proceso de investigación
prendido a partir de sus dimensiones y entendido cualitativa de corte etnográfico y abductivo con un
como un proceso de la comunicación literaria. Una de grupo de maestros en ejercicio adscritos a una Maes-
tría en lectura y escritura en educación.
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Cada autor, investigación y enfoque relacionado el modelo alfabetizador hacia otro más innovador
con la didáctica de la literatura insta al maestro a y significativo centrado en la comprensión e inter-
asumir el rol de investigador en el aula de clase como pretación crítica de los textos literarios. Por tanto,
una alternativa para conducir con responsabilidad la puesta en escena de dicha didáctica podría ampa-
social y estética la formación literaria de los estu- rarse en la teoría de la abducción y la hermenéutica
diantes. Asimismo, los tres tópicos estructurantes literaria para enriquecer el horizonte expectativas
de este texto, la didáctica de la lectura literaria, la de los maestros y los estudiantes en su interacción
literatura en el currículo, unido a sus estrategias de comunicativa con los textos de la tradición regional,
lectura y escritura, y la investigación en didáctica de nacional e universal.
la literatura, se encaminan hacia la búsqueda de la Es perentorio promover en maestros en ejercicio y
“abducción” como un punto de articulación entre el en formación una reflexión en torno de la didáctica de
saber literario y el saber didáctico del maestro en la literatura. Esto exige acercarlos a los marcos teóricos
ejercicio y en formación. que sustentan los procesos de lectura y de escritura con
Desde esta perspectiva se concibe la hermenéuti- propósitos estéticos y comunicativos en general. Por
ca y la abducción como dos enfoques teóricos perti- otro lado, es alentador saber que en Colombia existe una
nentes, creativos y significativos para la construcción preocupación por la didáctica de la lectura literaria y las
de una didáctica de la lectura literaria, en la medida estrategias de lectura y escritura creativa. Sin embargo,
que asumen el texto literario no como objeto per se sigue pendiente la realización de proyectos de investi-
sino como obra humana donde su creador (el autor) gación en didáctica de la literatura que le muestren al
y lo creado (el texto) dialogan con un lector dispuesto maestro las posibilidades que tiene esta disciplina re-
a una búsqueda de significados y una actitud flexible constructiva de fortalecer su saber didáctico y disciplinar.
y atenta para hallar el sentido y, tal vez, así llegar a Hacerlo de esta manera, se convierte en un aliciente para
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la comprensión hermenéutica y abductiva del texto. fortalecer su capacidad de indagación creativa en el aula.
Por otro lado, estos hallazgos señalan que al En conclusión, para la mayoría de los autores
interior de los estudios en didáctica de la literatura presentados, la didáctica de la literatura se entiende
es dable encontrar tres temas macro que, si bien como una estrategia de lectura, para otros es un
se asumen de manera “interrelacionada” tanto en ejercicio de creación y hay quienes la ubican como
el ámbito escolar como universitario, se considera un detonador cognitivo y/o un método para la in-
importante analizarlos a partir de la visión histórica, vestigación en el aula. Esta última opción motiva a
epistemológica y didáctica que los sustenta. Hacerlo los autores del presente artículo a seguir analizando
de esta manera, le permite al maestro en ejercicio y al nuestra pregunta de investigación: ¿cómo traducir la
formador de maestros de literatura tomar conciencia recepción estética de la obra literaria y la teoría de
de la opción social y política en que se inscribe su la abducción para formar maestros investigadores
propuesta didáctica. en el contexto de la didáctica de la literatura en la
El balance que arroja este recorrido por algunas educación superior?
concepciones de la didáctica de la literatura en el Finalmente, se ha de advertir que estos autores,
país hace evidente que están dadas las condiciones investigaciones y enfoques, y seguramente otras
para la formación de lectores críticos del texto lite- figuras destacadas del panorama nacional, harán
rario. Para ello, el maestro colombiano debe asumir parte de una segunda revisión relacionada con
la posibilidad de construir e implementar en el aula otras concepciones de la didáctica de la literatura
una didáctica de la lectura literaria que trascienda en Colombia.
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Sistematización
de experiencias
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