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Julian  Ramírez

EL LENGUAJE DE LA IMAGEN Y EL DESARROLLO DE LA


ACTITUD CRÍTICA EN EL AULA: PROPUESTA DIDÁCTICA
PARA LA LECTURA DE SIGNOS VISUALES
[The Language of Images and the Development of Critical Attitudes in the Class-
rooms: A Didactic Proposal for the Reading of Visual Signs]

Rafael Barragán Gómez RESUMEN


holds a master’s degree in Semiotic
Studies from Universidad Industrial de Dentro del proyecto de investigación titulado “Didáctica de la imagen”, financiado
Santander. He currently works as full por la Vicerrectoría de Investigaciones y Extensión de la Universidad Industrial de
time professor at Escuela de Idiomas Santander (código5229), se ha planteado en una primera etapa la necesidad de rea-
of Universidad Industrial de Santander, lizar una labor interpretativa de la relación entre los imaginarios y las prácticas de un
Bucaramanga-Colombia. Mailing grupo de maestros en relación con la imagen visual (o para ser más exactos, con los
address: calle 10 # 34-15, Apto. 804, signos visuales). Simultáneamente con los resultados obtenidos en este proyecto,
Torre 3, Torres de los Pinos, Barrio los se han venido construyendo las bases de una didáctica específica que permita abor-
Pinos, Bucaramanga, Colombia. dar este tipo de sistemas de significación, ya no como simples medios para facilitar
Email: rbarraga@uis.edu.co la comprensión de nociones abstractas por parte de los estudiantes, sino también
como objetos de enseñanza y aprendizaje cuya interpretación presupone procesos
Wilson Gómez Moreno complejos de pensamiento. Por esta razón el presente artículo sintetiza, en primer
holds a master’s degree in Educa- lugar, una base teórica para sustentar las complejas operaciones cognoscitivas in-
tion with emphasis in Reading and volucradas en la lectura de un tipo particular de imagen (caricaturas) y establece
:ULWLQJ IURP 3RQWLÀFLD 8QLYHUVL- las consecuencias de estos procesos en el concepto de alfabetización que aún tiene
dad Javeriana Convenio UNAB. He fuerte arraigo en la escuela; en segundo lugar, intenta ejemplificar la tesis anterior a
currently works as full time pro- partir de una propuesta didáctica general orientada al análisis de una serie de signos
fessor at Escuela de Idiomas of visuales que, como las caricaturas, buscan persuadir mediante el empleo de opera-
Universidad Industrial de Santander, ciones retóricas diversas. Todo esto, tiene como objetivo demostrar que la lectura
Bucaramanga-Colombia. de imágenes está en capacidad de promover la actitud crítica en los estudiantes en la 79
Email: wilgomor@uis.edu.co misma medida en que lo hace la lectura del texto escrito.

Palabras clave: Imagen, didáctica, lectura, retórica visual, caricatura

ABSTRACT
As a part of the project “Didactic of the Image”, supported by Vicerrectoría de
Investigaciones y Extensión de la Universidad Industrial de Santander (code 5229),
of the need for an interpretative study of the relationship between the imaginary
and the teaching performance of educators concerning the visual image (or to
be exact, concerning the visual signs) has been proposed. Based on the findings
derived from this ethnographic work, we aspire to lay the foundations of a specific
didactic method which can address this type of signification systems, not only as
instruments that facilitate the apprehension of abstract notions by the students, but
also as teaching and learning objects whose understanding implies complex thought
processes. For this reason, this article proposes, firstly, a proposes, firstly a theoretical
basis which supports the complex cognitive operations involved in the reading of any
image; secondly, it attempts to corroborate the above thesis ascribing an argumentative
nature to a kind of image— specifically to the political cartoon, considered text and
discourse by virtue of its tendency to use sophisticated rhetorical operations inherent
to the visual signs—all with the aim to argue that reading images is a process that also
promotes critical thought among students in the same way that written texts do

Key words: Image, didactics, reading, visual rethorics, cartoon

Recibido: 13-09-11 / Revisado: 12-01-12 / Aceptado: 18-02-12 / Publicado: 01-04-12

Íkala, revista de leguanje y cultura


MEDELLÍN – COLOMBIA, VOL. 17, ISSUE 1 (JANUARY–APRIL 2012), PP. 79-92, ISSN 0123-3432 www.udea.edu.co/ikala
Íkala RAFAEL BARRAGÁN GÓMEZ, WILSON GÓMEZ MORENO

1. INTRODUCCIÓN En cuanto al primer factor, el hecho de que la ima-


gen visual actúe como soporte por excelencia de los
Cuando se habla de procesos de lectura existe la medios masivos de comunicación y que una cierta
tendencia a limitarlos a la interpretación de textos “cultura aristocrática”, al decir de U. Eco, haya esta-
escritos. Incluso, autores reconocidos como W. blecido una diferencia entre una cultura alta y una
Ong (2000) consideran que no es posible hablar cultura baja, y recluido esta última al ámbito de los
de lectura más allá de los sistemas ideográficos, si- medios masivos, puede ser la causa de que su papel
lábicos o alfabéticos tradicionales. formativo haya sido desestimado con bastante fre-
cuencia por las instituciones educativas:
No obstante, tanto la comprensión como la inter-
pretación de textos soportados fundamentalmente Si la cultura es un hecho aristocrático, cultivo celoso,
en signos visuales, entendidos como auténticos ejer- asiduo y solitario de una interioridad refinada que
cicios de lectura, son opciones perfectamente se opone la vulgaridad de la muchedumbre […],
la mera idea de una cultura compartida por todos,
plausibles, pues implican procesos cognoscitivos producida de modo que se adapte a todos, es un
tan complejos como los requeridos en la lectura contrasentido monstruoso. La cultura de masas es
del texto alfabético, como veremos a continuación. la anticultura. […] la cultura de masas no es signo
Lo anterior, y el hecho de que los textos de natu- de una aberración transitoria y limitada, sino que llega
raleza visual sustentados en elementos icónicos (o a constituir el signo de una caída irrecuperable,
ante la cual el hombre de cultura […] no puede
signos visuales, que es el nombre establecido por la expresarse más que en términos de Apocalipsis
semiótica) no sean nuevos en la cultura, y que su (2010, p. 30).
incidencia en la lectura lineal del texto escrito aún
esté por determinarse, invita a abordar estos len- Como el concepto de formación ha estado aparejado
80 guajes de manera rigurosa y sistemática (Groupe al de gran cultura y esta no se asimila por fuera de
µ, 1993, Beuchot, 2007, González, 1986).1 En la la lectura de los libros agrupados en un canon, la
segunda parte se intentarán explicar las nociones cultura popular sintetizada casi siempre en la tele-
de alfabetización visual y las implicaciones de esta visión y los juegos de video aparece como la gran
en la escuela. enemiga de la verdadera educación pues no se con-
cibe por fuera de la lectura del texto escrito. Pero
Parece que no hay duda sobre el importante rol des- no parece que nos hayamos dado cuenta de que,
empeñado por la imagen visual a lo largo de la historia como afirma Simone (2001, p. 88), antes que una
y su incuestionable influencia sobre la sociedad mo- pérdida de la capacidad de pensar “lo que ha toma-
derna. Como afirma G. Sönesson (2004) “nuestra do el relevo en la formación de conocimientos no
sociedad de información es una sociedad de imáge- ha sido la televisión, sino algo más radical, es decir,
nes” pero con la particularidad de que esta “sociedad una modalidad perceptiva que he llamado visión
de imágenes es por primera vez en la historia, una no-alfabética”.
sociedad de información”. Pero consideramos que
dos factores: el cultural y el epistemológico, han En lo que respecta al campo de la imagen y los len-
ejercido una enorme influencia en la desconfianza guajes apoyados en ella, es evidente la agudización
mostrada por los sistemas educativos y la deno- de la distancia que existe entre el currículo oficial
minada “gran cultura” hacia los lenguajes basados y los imaginarios de los estudiantes: “es realmente
primordialmente en signos visuales en la formación inaudito que la mayoría de los jóvenes pasen por
de los ciudadanos. la escuela sin que apenas gocen de oportunidades

1 En adelante, siempre que nos refiramos a la imagen, la categoría de lo visual excede los límites de lo meramente
aludiremos a textos apoyados más que todo en los denominados icónico (al respecto, ver las explicaciones de M. Beuchot,
signos visuales, de naturaleza fundamentalmente icónica tal 2007 y C. González, 1986).
y como la aborda el Groupe µ (1993), debemos precisar que

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para estudiar y comprometerse con las formas definido como la competencia mediática2 o la alfa-
contemporáneas más significativas de la cultura y betización visual3, nociones que serán desarrolladas
la comunicación” (Buckingham, 2005, p. 12). Es la con más detenimiento en el apartado siguiente.
clásica frontera entre las formas de conocimiento es-
colar y extraescolar, con la consecuencia de que en Este documento aspira a justificar, en primer lugar,
esta disociación la educación formal tiende a ser la necesidad de introducir el análisis y la produc-
desplazada como referente principal en la educa- ción de imágenes en los planeamientos didácticos
ción de los ciudadanos. del área de Lengua Castellana (o incluso como un
área autónoma) y lo hará a partir de una síntesis
Adicionalmente a este factor eminentemente de algunas nociones de “alfabetización visual” ela-
cultural, existe el epistemológico que puede re- borada por diversos autores, y de “pensamiento
sumirse en que el pensamiento occidental ha visual” de R. Arnheim (1998) que intenta expo-
separado percepción de cognición, con la conse- ner la compleja actividad cognoscitiva involucrada
cuente reducción de la primera a la condición de en el procesamiento de la imagen por parte de un
simple actividad mecánica de registro pasivo de es- sujeto humano. Seguidamente, ejemplificará estos
tímulos externos, lo que ha conducido a reafirmar “principios” con una propuesta didáctica aplicada
la creencia de que la interpretación de signos visua- a un tipo concreto de imagen, la caricatura, la cual
les no supera los límites de la percepción sensorial. puede considerarse como un texto argumentativo
Para defender este punto de vista en el apartado en sentido estricto que actúa como detonante de
siguiente este documento se apoyará en la idea de operaciones cognoscitivas altamente complejas
“pensamiento visual” desarrollada por Arnheim. gracias a su riqueza semántica y expresiva.

Provisionalmente podríamos responsabilizar a estos 2. LA IMAGEN: UN RETO PARA LA 81


factores de la subvaloración o, incluso, la estigma- ESCUELA
tización que han hecho las escuelas de los lenguajes
no verbales —como erróneamente los denominan Conviene resaltar que
los Estándares y los Lineamientos para el área de
Los niños viven en un mundo visual complejo
Lengua Castellana— Barragán, 2005), situación que y, más que las generaciones anteriores, bajo un
parece confirmarse por la escasa teorización sobre es- constante bombardeo de estímulos visuales. Y sin
tos códigos en el currículo (MEN, 1998 y 2003). embargo, muy pocos maestros se toman el tiempo
Esto explica la dificultad de que la enseñanza de para ayudarlos a ordenar, reconocer y comprender
las muchas formas de información visual que
estos sistemas semióticos en la educación formal se
encuentran, ciertamente no del mismo modo en
abra paso, no como asunto de un área en especial, que tratan con el texto escrito (Arizpe y Styles,
sino como campo autónomo que es transversal a 2004, pp. 26-27).
todo el sistema educativo.
La imagen siempre ha sido una herramienta eficaz
Sin una aproximación sistemática desde lo teórico en los procesos de comunicación; sin embargo,
a los problemas y retos planteados por la imagen las maneras de producirla y movilizarla han cam-
al pensamiento, esta seguirá confinada a seguir biado, pues el desarrollo de medios tecnológicos
sirviendo sólo como recurso didáctico para la en- permite que en nuestra época esta sufra un proceso
señanza, en lugar de ser un objeto de estudio que de densificación, es decir, de expansión de su pre-
permita desarrollar lo que algunos autores ya han sencia en espacios tanto públicos como íntimos.

2 Según José Ignacio Aguaded (2002, p. 37), la competencia 3 Para conocer el origen y desarrollo de este concepto, ver
mediática es “la capacidad que tiene cualquier ciudadano de Arizpe, E., y Styles, M. (2004), en especial el capítulo 2
conocer, comprender, interpretar y valorar de una forma “Procesos, marcos de referencia y modelos de alfabetización
creativa los mensajes de los medios”. visual”.

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Si antiguamente la creación de una imagen era emotividad y a la carencia de racionalidad, la


trabajo exclusivo de artistas o de genios que dedi- escuela y las instituciones culturales tienden
a menudo a un exceso de racionalidad, por lo
caban mucho tiempo a elaborar un producto que
menos comparativamente respecto a la carencia
era original y réplica simultáneamente, hoy las tec- de emotividad. En otras palabras, los excesos que
nologías digitales permiten que una imagen pueda los críticos radicales denuncian en los medios
ser reproducida hasta el infinito. La tecnología no de masas audiovisuales se corresponden con los
sólo nos ha convertido en consumidores voraces de déficits que se detectan en la escuela y en la cultura
oficial. (2000, p. 24)
imágenes, sino que también nos ha dado la posibi-
lidad de ser creadores. Nuestros estudiantes, hijos de su tiempo a fin de
Hay quienes aseguran que vivimos en un mundo cuentas, son consumidores eficientes de esa cultura
gobernado por la imagen, y aunque esta afirmación del espectáculo y aunque ello pueda encerrar ma-
parezca ya un cliché, debemos admitir que buena los augurios para la continuidad de la escuela, los
parte de los procesos de intercambio masivo de maestros no podemos seguir al margen de la rea-
información están apoyados en el impacto de los si- lidad o asumiendo posturas tan ingenuas como la
gnos visuales. La televisión, la Internet, la publicidad de aquellos que suponen que la solución es alejar a las
afianzada en el uso de las imágenes fijas y en mov- nuevas generaciones de las máquinas, como si el
imiento saturan todas las esferas de la vida diaria. problema fuera la tecnología y no la industria de
Adicionalmente, los dibujos animados, los juegos poder que de ella se beneficia. Los medios de produc-
en 3D, las consolas de Xbox, Playstation 2, las
ción de información están al servicio de los grupos
maravillosas creaciones del cine animado, por citar
algunos ejemplos, nos están demostrando que la dominantes, luego, si aceptamos la idea de que los
imagen no sólo es un intento exitoso de reproduc- medios se apoyan en la imagen, tendríamos que
82 ción o deformación de la realidad, sino que es, en aceptar que esas imágenes, independientemente del
esencia, una forma de representación de la reali- soporte en que se manifiesten, están cargadas de un
dad, es decir, opera como mediador. fuerte contenido ideológico puesto al servicio de
esos grupos de poder.
J. Ferrés insiste en que ese avance vertiginoso de los
medios de información y de comunicación apoyados Sólo de esta manera puede entenderse la conexión
en el uso de la imagen nos ha insertado en lo que él estrecha entre el rol de la educación y la actitud
denomina “la cultura del espectáculo”: del ciudadano frente a poderes tan avasalladores
como el de los medios; no en vano, Buckingham,
La omnipresencia de las cámaras ha transformado al plantear su idea de “educación mediática”, pro-
el mundo entero en un inmenso plató. La simple
presencia de una cámara y de unos focos comporta
pone que el objetivo de esta no consiste en una
que cualquier persona pueda acabar sintiéndose un protección contra los medios, sino en una prepa-
actor, un intérprete. […] el espectáculo impregna ración para ellos, pues a los estudiantes hay que
hasta tal punto la vida de los ciudadanos que en “capacitarlos para que decidan por su cuenta con
las sociedades más desarrolladas han acabado por conocimiento de causa” (2005, p. 35). Tal vez esta
convertirse en espectáculo desde la política, con sus
impresionantes shows electorales, hasta la religión,
idea de educación en los medios se desprenda de la
como demuestra el relieve que han ido adquiriendo de “alfabetización visual”. Según Arizpe y Styles fue
en Estados Unidos los predicadores electrónicos. Debes (1968) quien empleó por primera vez dicha
(2000, p.21) expresión para referirse a una persona “visualmen-
te letrada” como aquella capaz de “discriminar e
Esa cultura, continúa Ferrés, se puede definir interpretar las acciones, objetos y símbolos visibles,
“recurriendo a cinco grandes rasgos diferenciales: la naturales o artificiales que encontrase en su medio”
potencialización de lo sensorial, de lo narrativo, de lo (2004, p. 74).
dinámico, de lo emotivo y de lo sensacional”. (2000, p. 21)
Pero esta definición es bastante reduccionista y las
Si los medios de masas tienden al exceso de

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mismas autoras citan a Raney (1997) para quien la Con base en estas ideas, puede resumirse en este
alfabetización visual punto que la imagen es un producto social y como
tal vehicula sistemas de creencias. No hay imá-
[…] es la historia de pensar sobre lo que significan
genes neutras puesto que obedecen a un proceso
las imágenes y los objetos: cómo se unen, cómo
respondemos a ellos o los interpretamos, cómo pue- intencional que no coincide necesariamente con los
den funcionar como modos de pensamiento y cómo usos que el creador u otros sujetos hacen de ella.
se ubican en las sociedades que los crearon (2004, Esto ya tiene unas implicaciones pedagógicas y
p. 76). didácticas: por un lado, se redefine el papel de la
educación y, por el otro, se introduce el proble-
Puede apreciarse en la definición anterior la im-
ma de la circulación y el consumo de la imagen en
plicación de factores no sólo cognoscitivos y
la sociedad contemporánea con miras a desarro-
fisiológicos, sino también sociales e históricos,
llar el pensamiento crítico en los educandos.
pues Raney sostiene que la alfabetización visual
contiene cinco dimensiones: sensibilidad percepti- Debe anotarse que el éxito de la imagen frente a los
va, hábito cultural, conocimiento crítico, apertura demás sistemas de comunicación, especialmente
estética y elocuencia visual. frente al código verbal/escrito, es apabullante y lo
es en esencia por una aparente economía cognitiva:
Esta definición encaja en la idea de “alfabetización
cultural” de J.P. Gee, que resulta ser coherente con Las tecnologías de la comunicación audiovisual
la propuesta didáctica que se esbozará adelante por juegan a favor de la concreción, más que de la
cuanto la tarea del maestro no se circunscribe al abstracción. Las invenciones del alfabeto y de
la imprenta habían instaurado una cultura en la
desarrollo de la capacidad para leer o escribir tex- que la realidad era conceptualizada: abstracción
tos o, en otras palabras, a la habilidad cognoscitiva sobre abstracción. En la comunicación escrita
para traducir unos signos gráficos en sus equivalen- los significantes son abstractos, y en este sentido
83
tes sonoros, sino, y ante todo, en la inmersión del tan sólo tiene valor como mediación, como
sujeto en unas “prácticas sociales histórica y cultu- proceso previo e inevitable en el camino hacia el
significado. En la comunicación audiovisual, en
ralmente contextualizadas de las que la lectura y cambio, los significantes son concretos y tienen
la escritura son sólo elementos, elementos que se un valor autónomo, un interés intrínseco, por sí
sitúan de forma diferente en distintas prácticas so- mismos. La representación puede perder entonces
ciales”. (2005, p. 57) su valor de signo para convertirse en una realidad
autónoma. Y más cuando los significantes no
Más adelante analizaremos de qué manera la hacen referencia a realidad alguna. En estos casos
postulación de la idea de lectura y escritura de —cada vez más frecuentes— lo único que cuenta
es el flujo incesante de impresiones momentáneas,
imágenes tiene como corolario el replanteamien-
instantáneas, fugaces. Esta tendencia al predominio
to del concepto de alfabetización, pues incluso el de lo concreto sobre lo abstracto en la comunicación
medio del libro y su correlato tradicional, es decir, audiovisual suele traducirse en una hegemonía de
el modo de la escritura, se funden —gracias al avance lo material y, en consecuencia, de la apariencia,
de las nuevas tecnologías y la penetración de los me- de lo que se puede ver y oír: la apariencia física de
los personajes, los vestuarios y los maquillajes, los
dios masivos— en una nueva forma de difusión de
entornos físicos, los objetos. (Kress, 2005, p. 25)
la información: la multitextualidad; y un nuevo
soporte para estos textos: la multimodalidad. La Pero si nos conformásemos con esta posición de
primera se refiere al texto que combina distintos Kress, reduciríamos precisamente el efecto de la
medios de producción de significados (un libro imagen al ámbito de lo sensorial y emotivo. El acto
electrónico donde se combinan libro y pantalla, de la percepción también involucra un acto de la
por ejemplo) y, la segunda, a la utilización de mu- imaginación, pues el acto de ver, que casi siempre es
chos modos (distintos o unidos a la escritura) en un acto de mirar, se sustenta en las imágenes pasadas e
objetos textuales variados (Kress, 2005). inevitablemente en una anticipación sustentada en

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el deseo (Wunenburger, 2005, p. 25). como tal está impregnada de un contenido ideo-
lógico, es decir, construye, reproduce, legitima
De lo dicho hasta aquí se podrían plantear tres gran- y confronta determinados sistemas de creencias
des retos para el aula: primero, la obligación de que socialmente compartidos. La realidad de las imá-
los maestros se eduquen en el lenguaje de la imagen genes como vehículos ideológicos las convierte en
si quieren propiciar el desarrollo de procesos objeto ideal para el desarrollo de una “conciencia
eficientes de interpretación de los códigos visua- crítica” en los ciudadanos, pero no en el sentido
les en sus estudiantes. Segundo, que se admita la de un rechazo radical de la imagen y los medios,
necesidad de considerar la imagen como hecho o de negación de todas aquellas manifestaciones
socio-cultural y, tercero, la reafirmación de que los que no se enmarquen en la “alta cultura” de la que
procesos de lectura de imágenes entrañan procesos nos habla Eco en la referencia inicial, sino del desa-
complejos de pensamiento.4 Desarrollemos a con- rrollo de la autonomía para decidir qué y por qué
tinuación cada uno de tales retos. se consume cierto tipo de textos. Siguiendo a Buc-
kingham (2005) podríamos resumir la conciencia
En cuanto al primero, en la medida en que profundi-
crítica como una forma de pensar los medios, más
zamos en la comprensión de lo que significa la
allá del análisis formal de sus mensajes, vinculán-
didáctica, avanzamos, por lo menos en apariencia,
dolos con las propias vivencias de quien se expone
en la idea de que, estrictamente, no tiene sentido
a ellos. Es en este lugar donde las imágenes pueden
hablar de una didáctica general que pueda servir
servir como fuente de reflexión sobre los propios
como guía o referencia para aplicar a cualquier tipo
estereotipos e imaginarios. De esta manera se desa-
de conocimiento. Un buen número de maestros
rrolla una capacidad para controlar y justificar las
coinciden en que la naturaleza de cada campo del
propias decisiones5.
84 saber determina las maneras como puede ser en-
señado. De allí se deriva una consecuencia: nadie En cuanto al tercer factor y, precisamente por sus
puede enseñar un conocimiento que no maneja efectos persuasivos, la imagen es un recurso efi-
a plenitud. Para que un maestro pueda conducir a caz para el desarrollo de procesos complejos de
sus estudiantes en la interpretación de textos visuales pensamiento. En la interpretación de los signos
debe ser un consumidor crítico y activo de imá- visuales no sólo se llevan a cabo procesos receptivos
genes, un cinéfilo y, de ser posible, un creador. donde el sujeto es pasivo sino que, adicionalmente,
Si bien la escuela ha avanzado en la compresión están implicadas operaciones cognoscitivas que,
de los procesos de lectura de lo verbal/escrito, y en nuestra tradición, han estado circunscritas a
la imagen es efectivamente un texto, es impres- los procesos mentales. Procesos tales como: explo-
cindible reconocer que la lectura de una imagen ración activa, selección, captación de lo esencial,
demanda una compresión eficiente de la semánti- abstracción, análisis, síntesis, completamiento,
ca, la gramática y la sintaxis propias de los textos corrección, comparación, solución de problemas,
visuales (Arizpe y Styles, 2004; Vilches, 1988 y combinación, separación y puesta en contexto, se
Aumont, 1992). efectúan cuando percibimos y no se limitan a la esfe-
ra de los procesos mentales (Arnheim, 1998, p. 27).
En cuanto al segundo reto, es necesario compren-
der que la imagen es un producto socio-cultural y Esto conduce forzosamente a una ampliación

4 Entendemos por procesos complejos de pensamiento inductivamente (generalizar), desarrollar y utilizar


aquellos que, en el caso de la educación, son la base modelos conceptuales y entender. cf. Nickerson, Perkins
del desarrollo de habilidades del pensamiento y suelen y Smith (1998, pp. 26-37).
asociarse a la inteligencia como capacidad para: clasificar 5 Buckingham desarrolla ampliamente esta idea en el capítulo
patrones, modificar adaptativamente la conducta (o siete (2005, pp. 171-194).
aprender), razonar deductivamente (inferir), razonar

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de la definición de la idea de cognición, que en se refiere nunca a una forma única e individual, sino
adelante debería abarcar “todas las operaciones más bien a la clase de pauta en la que el percepto
consiste. (1998, p. 42)
mentales implicadas en la recepción, almacena-
je y procesamiento de información: percepción Finalmente, y para que no se deduzca que las opera-
sensorial, memoria, pensamiento, aprendizaje” ciones perceptivas a nivel visual están circunscritas
(Arnheim, 1998, p. 28). La percepción sería, pues, a procesos de orden fisiológico, es conveniente
mucho más que aquello que los sentidos reciben en considerar que la percepción lleva tiempo, exige
el momento en que el medio exterior los estimula. aprendizaje y este se ubica necesariamente en un
La primacía de la visión dentro de los demás senti- contexto cultural. La captación de una forma no
se da solamente por la repetida exposición a ella.
dos se debe a que proporciona información mucho
más rica sobre los objetos y acontecimientos del Así como la percepción de formas depende de las
mundo exterior; por ello es medio “primordial características de cada especie y del grado de
del pensamiento”. Al surgir en función de la super- adiestramiento del espectador, también la cultura
vivencia y no como instrumento de la cognición impone formas de ver. Es lo que se ha denominado
la educación de la mirada.
por la cognición misma, la visión tiene fines y es
selectiva. En consecuencia, la visión no registra pa- Este último factor encuentra su mejor ejemplo en el
sivamente realidades externas, más bien, impone un fenómeno de la perspectiva. Esta, nacida en el Renaci-
orden conceptual al material percibido. Esto explica miento, introduce el punto de vista del espectador
las características de la percepción del color y de las con lo cual se crea el método de observación.6 Es el
formas. origen de la distinción entre ver y mirar. Esta última
La forma que surge como resultado de la percep- está situada en unas coordenadas espacio-tempo-
rales, es decir, su naturaleza es histórica. Hemos 85
ción no es un mero registro mecánico como el de
llegado pues, al campo de lo visual, en sentido es-
la imagen óptica proyectada en la retina; antes
bien, ella resulta de contrastar formas extraídas de tricto. Algo muy distinto de lo perceptivo. Esta es
un conocimiento cultural e imponerlas a los regis- la razón por la cual tantos expertos rechazan aquel
tros ópticos: “un objeto contemplado por alguien lugar común que afirma que “una imagen vale más
que mil palabras”, pues la imagen no se da porque
es realmente percibido en la medida en que se lo
sí ni en condiciones de total aislamiento, razón por
adecue a alguna forma percibida”. (Arnheim, 1998,
p. 41) la cual su interpretación siempre va a estar deter-
minada por las coordenadas espacio-temporales en
Es bien importante este aspecto referido a la per- que es producida y comprendida.
cepción de la forma, pues es allí donde Arnheim
argumenta que los perceptos son, en realidad, con- Para ilustrar la idea que hemos venido afirmando
ceptos: a lo largo de este escrito (que la interpretación de
cualquier imagen involucra un proceso intelec-
Las pautas de formas percibidas […] tienen dos tivo tan complejo como los que acontecen en la
propiedades que las capacitan para desempeñar el lectura de textos alfabéticos), presentaremos un
papel de conceptos visuales: poseen generalidad y tipo particular de textos visuales: las caricaturas.
son fácilmente identificables. […] ningún percepto
Fundamentalmente, nos apoyamos en la sospecha

6 “Es verdad que la vista es un sentido privilegiado, que dota ello; el mundo se convierte en un mundo creado desde el punto
al mundo de una especie de estructura que hace inteligible de vista del observador, y éste sabe que no sólo está fuera, sino
las cosas, que las coloca en su lugar; pero también es cierto también en una posición fija. El privilegio del sentido de la
que asumir un punto de vista es tomar una posición , y con vista da por resultado el alejamiento del hombre del mundo y
la asignación de posiciones se cae en una cierta falsificación, de su conversión en espectador”. (González 1986, p. 12)
pues el observador se sabe alejado de lo que observa, ajeno a

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de que esta clase de imágenes, ricas en una amplia estereotipos ya consolidados que cada grupo tiene
gama de recursos retóricos y sobrecargadas de valor sobre los otros. En este sentido, no concibe la cari-
simbólico e ideológico, postulan un ideal de lector catura como un texto que intente persuadir, sino
crítico, sagaz y analítico, que no solamente debe como un elemento marginal que refuerza los he-
emocionarse o reír, sino también, asumir una pos- chos noticiosos del día a día. Este efecto se logra
tura política y ética ante el reto que le plantea el por la renuncia al desplazamiento de los elementos
texto caricaturesco. mágicos y míticos hacia un lenguaje sustentado en
la metáfora, pues si el mito ofrece
3. UN MODELO DIDÁCTICO PARA EL
ANÁLISIS DE TEXTOS VISUALES: EL Una explicación de los hechos de la naturaleza, la
CASO DE LA CARICATURA metáfora hábilmente aplicada presentará al menos
una explicación imaginaria de los acontecimientos
del mundo. De ahí que nada sea más característico
La caricatura, como texto visual por excelencia,
de la sátira pictórica que su conservadurismo,
también demanda unas operaciones cognoscitivas la tendencia a recurrir al mismo viejo fondo de
altamente complejas que atañen no sólo a la esfera motivos y estereotipos. (p. 200)
de lo psicológico, sino también cultural.
Bien sea porque los dibujos analizados por Gom-
Una de nuestras definiciones de la caricatura pasa brich no parecen mostrar unas imágenes satíricas
por concebirla como un género de la expresión cuya pretensión sobrepase el deseo de “facilitar”
gráfica donde predominan signos visuales. Estos la comprensión de una situación política o social
son considerados signos en tanto correlacionan compleja mediante ilustraciones sencillas, o bien
ciertas formas convencionales (plano de la expre- porque no podemos apreciar en el libro de referen-
sión) muy específicas con unos significados (plano cia una gama más amplia de caricaturas con mayor
86 del contenido), todo ello en el marco de conoci- elaboración conceptual y estética, es indudable
mientos enciclopédicos y referentes culturales del que este tipo de imágenes, si somos consecuentes
lector, bajo ciertas condiciones específicas. con las ideas planteadas desde el comienzo de este
escrito, pueden arrogarse una intención persua-
Gombrich (2003) sostiene que la caricatura, o lo siva derivada, precisamente, del empleo sofisticado
que él denomina, la sátira política, ya desde el siglo de recursos retóricos que no buscan otra cosa que
XVI, se sirvió originalmente de la figura del dia- “vincular lo familiar con lo no familiar”, para usar
blo. El tema constante era el del personaje objeto palabras del mismo Gombrich (2003).
de la sátira, o anatema, conducido al infierno por
Satanás. Pero lo que en un principio fue parte de la Esto sólo es posible mediante el recurso a opera-
utilización del mito con fines de adoctrinamiento, ciones retóricas que demandan procesos complejos
se transformó en metáfora, lo cual se refleja en la de pensamiento que van desde la movilización de
asociación entre el Mal y los políticos a los que se un saber sobre el mundo (entiéndase, historia), pasan
atacaba con virulencia. A este respecto, Gombrich por el reconocimiento de unos signos propios de
(2003, p. 190) escribe que su amigo Ernst Kris se un código y llegan hasta la conexión entre unos sig-
refería a la sátira política “como un instrumento de nificantes con unos elementos de contenido.
impulsos hostiles”.
Debe enfatizarse que gracias a las operaciones
Al analizar detalladamente el desarrollo de la sátira retóricas que le son propias, la caricatura funge
política que, al alcanzar un cierto grado de estetici- como un texto de naturaleza argumentativa; es
dad, pasa a llamarse caricatura en sentido estricto, decir, el texto construido con caricaturas, como
Gombrich (2003) afirma que la pretensión real de las práctica discursiva, tiene una intención comu-
caricaturas no va más allá de la potenciación del sen- nicativa que va más allá de la información o
tido de pertenencia a un grupo y del refuerzo de los exposición. Sus características formales, el con-

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texto donde se produce (normalmente dentro de A manera de síntesis podemos decir que la retórica
las páginas de opinión de medios de circulación ma- es
siva) y los contenidos que aborda, lo convierten en
Un arte explícitamente visual […] hace transitar
un instrumento de debate político e ideológico cuya
el discurso de la palabra a la imagen. […] la
influencia en la esfera de lo público es impredeci- imagen argumento es una esquematización, una
ble, mas no desdeñable. Consideramos que estos representación global de la situación discursiva.
rasgos son comunes a otros tipos de signos visuales Representación que es también la del productor y de
gráficos, pero nos concentraremos en las caricatu- su público: de sus actitudes y comportamientos, de sus
interrelaciones y del contexto, es decir, de los supuestos
ras para poder dar una idea general de cómo podría
culturales. La imagen como esquematización
plantearse una propuesta didáctica en esta direc- es portadora de lo verosímil más que de la verdad
ción. (Rojas, 2006, p. 457).

Es notable esta disposición casi que “natural” de Al privilegiar su función persuasiva, la caricatura se
la caricatura para la argumentación, es decir, para concentra en el argumento. Rojas afirma que “una
buscar la adhesión de amplias audiencias a unas figura es argumentativa si su empleo, que provoca
tesis determinadas, porque es allí donde las opera- un cambio de perspectiva, parece normal respecto
ciones retóricas cumplen con su función ideológica, a la nueva situación sugerida” (Rojas, 2006, p. 458).
más allá de la simple representación de la realidad. Esta Esta es, en nuestra opinión, la fractura o quiebre
característica no le viene por el texto escrito que suele que la semiótica ha postulado, la cual exige al lector
acompañarla, pues es bastante frecuente que la caricatu- la construcción de un vínculo imaginativo entre un
ra sólo acuda a la escritura como simple mecanismo estado de cosas presente y uno figurado. Este giro
de refuerzo de una idea claramente expresada con o fractura se da porque se mezclan categorías de lo
los recursos propios de la imagen, sino porque en visual tales como: la clase de construcción (que es 87
ella, a diferencia de lo que ocurre en la fotografía, el la que determina la diferencia entre una fotografía y
cine y aún en la pintura, las operaciones retóricas no una pintura), con la clase de función (que es la que
se basan en la búsqueda del “efecto de realidad” del determina la diferencia, por ejemplo, entre la pro-
que hablara Barthes (1974), sino en una transgre- paganda, con su objetivo de vender algo, y la sátira,
sión enérgica de esa realidad circundante, pues otra que ridiculiza algo), con las clases de circulación
de las características de la caricatura es la actualidad (lo que diferencia el cartel de la foto en el perió-
y vigencia de sus contenidos. dico), tal y como lo ejemplifica Sönesson (2004,
p. 5). Así, cuando, por ejemplo, la imagen de La
Se hace necesario precisar qué entendemos por re- Monalisa aparece impresa en cientos de camisetas,
tórica. Básicamente, es el mecanismo que produce se han mezclado estos órdenes o categorías de lo
una ruptura frente a las expectativas que albergamos visual y se ha instalado una ruptura o fractura re-
frente a un texto con el fin de persuadir, modificar tórica.
una actitud o un comportamiento.7 Es lo que ocu-
rre, por ejemplo, cuando en un comercial se presenta En la caricatura, como en cualquier texto visual,
un relato que parece una noticia y que, simultánea- estas fracturas o quiebres de las expectativas que
mente, oculta su interés en persuadir al consumidor tenemos como producto de nuestra experiencia
para que adquiera un bien determinado. y conocimiento del mundo cotidiano son parte

7 La semiótica del signo visual define la Retórica como superposición del grado concebido “playa” en el percibido
“la superposición dialéctica de un grado concebido sobre “cama”. El proceso es como sigue: producción de una
un grado percibido de un elemento manifestado en un desviación o alotopía, identificación y nueva evaluación de
enunciado”. Por ejemplo, en el verso de Saint-John Perse la desviación. Estas operaciones no se hacen al azar sino que
“la cama rehecha de arenas que chorrean” hay una alotopía siguen leyes muy estrictas” (Groupe µ, 1993, p. 32).
(desviación) entre “cama” y “arena” y el contexto impone la

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esencial y constitutiva de su función semiótica (es Figura 1


decir, las figuras que en el plano de la expresión y
del contenido establecen una correlación signi-
ficativa) y contribuyen solidariamente a crear un
conjunto expresivo variado y rico con múltiples
posibilidades para el creador.

Basados en Rojas (2006), se ejemplificarán algu-


nos efectos retóricos, desde los más habituales,
hasta los más elaborados, en un grupo de carica-
turas para, al final, plantear algunas estrategias
que podrían contribuir a una utilización más
productiva de estos elementos en los procesos
de formación de ciudadanos críticos, analíticos y
sensibles en un lenguaje que tradicionalmente ha
estado confinado a una función meramente expo-
sitiva, pues
Más generalmente, la cuestión de la persuasión se La figura 1 mezcla varias operaciones retóricas: re-
plantea desde que la información se convierte en produce, por un lado, la figura metonímica de un
uno de los elementos esenciales de la sociedad. monumento ampliamente reconocido que encarna
Informar participa ya por eso de la persuasión, el valor de la libertad y, por otro, el estereotipo de
pues «hacer pasar información» implica con mucha un dirigente atraído por el señuelo que le presenta
frecuencia la voluntad de iniciar un mínimo de
88 adhesión, con mira a conformar con ello su acción. el gigante del Norte.
La persuasión es pues un hecho social. (Bellenger,
1999, p. 15) Figura 2

La siguiente muestra de caricaturas servirá para


ejemplificar la idea de retórica visual desarrollada
hasta este momento y de la exigencia que hacen es-
tas imágenes a todo aquel que se enfrente a ellas. Se
trata de algunas obras del humorista gráfico mexi-
cano Paco Calderón, nacido en 1959 y cuya obra
goza de alta estimación dentro del mundo cultu-
ral mexicano por su agudeza política. Casi toda su
obra está dedicada a cuestionar las formas de ejer-
cicio de la política en México. Las imágenes fueron
obtenidas del sitio web del autor.

La operación retórica planteada en la figura 2 es la


analogía. Esta figura establece una correspon-
dencia entre dos zonas de lo real, hasta entonces
separadas, de tal manera que puede transferirse a
una zona las cualidades reconocidas de la otra. En
este caso, la sátira hace aparecer al político mexica-
no de izquierda Andrés Manuel López Obrador,
conocido en el medio local como AMLO, con dos

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de los personajes más siniestros de la filmografía completa allí el círculo de la lectura que es un proceso
hollywoodense de terror. Puede apreciarse, una vez donde se relacionan lector, texto y contexto:
más, que la sátira política más dura busca relacio-
El hecho de asumir la caricatura como texto y, en
nar al objeto de la crítica con el mal.
consecuencia, como el producto de unas prácticas
discursivas, implica también la presencia de
Figura 3 un enunciador que, en un acto de enunciación
concreto, postula o prefigura un enunciatario, un
sujeto discursivo de ciertas características a quien
va dirigido el mensaje. Esto determina que unas
caricaturas demanden una clase particular de saber
enciclopédico y que estén elaboradas con unos
significantes particulares. (Gómez y Barragán,
2007)

De lo anterior se deduce la necesidad de que el


análisis profundice en las condiciones de produc-
ción de la imagen. A continuación presentamos
un instrumento experimental que puede orientar
el análisis critico de la caricatura a partir de tres
La estulticia, la tosquedad y la vulgaridad de la cla-
momentos: análisis del contexto (condiciones de
se política quedan magistralmente representadas
producción), análisis de composición (sintaxis de
en esta metáfora visual de la figura 3 que, muy al
la imagen) y lectura inferencial.
estilo de la fábula, satiriza las medidas económicas
desacertadas en épocas de crisis gracias a la anima-
lización. 89

El ejercicio anterior permite la integración de diver-


sas áreas del conocimiento, pues la caricatura siempre
estará estructurada multidimensionalmente: es un
medio de representación (dimensión simbólica), es
una forma de conocimiento (dimensión psicológi-
ca); se refiere a una época en particular (dimensión
socio-cultural) y asume posiciones evaluativas de
la realidad (dimensión axiológica). Un aprovecha-
miento de la imagen que no pierda de vista tales
dimensiones, contribuirá sin duda a lo que se ha
denominado formación integral y desarrollo de ac-
titudes críticas.

Pero la propuesta didáctica debe ir más allá de la iden-


tificación de las operaciones retóricas, por lo que debe
incluir la consideración de los elementos formales
(líneas, trazos, marcas especiales, viñetas, perspectiva,
relación escritura/imagen, entre otros) y el hecho de
que la caricatura demanda, en general, un lector infor-
mado sobre el contexto en el cual se producen estos
discursos; es decir, como todo texto, al postular un
enunciatario, se convierte en práctica discursiva. Se

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Análisis de la composición Lectura inferencial


Descripción de los recursos 6LJXLHQGRD'RQGLV   Recursos retóricos: Hipérbole, alegoría, metonimia,
básicos de la composición: los elementos básicos de la PHWiIRUDYLVXDOSHUVRQLÀFDFLyQHWF
(Línea, punto, color, efectos comunicación visual son: el
de luz ––tono––, dirección, punto, la línea, el contorno Estructuras narrativas sutiles (situaciones que no se
WH[WXUDHWF dirección, tono, color, FXHQWDQGHIRUPDH[SOtFLWDSHURVHLQÀHUHQGHODLPDJHQ 
textura, escala, dimensión
Escenario y personajes: y movimiento. Hipótesis sobre los posibles enunciados que propone
elementos del entorno, objetos, el caricaturista, argumentos.
rol de los personajes dentro del
escenario, rasgos expresivos
destacados, cualidades físicas, 4 .CONCLUSIONES
posturas corporales, forma de
vestir de los personajes. De lo expuesto a lo largo de este documento, sinteti-
zaremos algunas cuestiones que podrían servir como
Estructura narrativa. ¿Se insumo para fundamentar estrategias didácticas con-
cuenta una historia? ¿Cuál es la cretas que promuevan el aprovechamiento de los
secuencia narrativa? ¿Cuántas signos visuales en el aula.
viñetas? sentidos de lectura
de los cuadros, planos, ángulos En primer lugar, se hace necesaria una ampliación
de composición y encuadre, del concepto de lectura, pues la tradición científi-
profundidad de campo. co-filosófica occidental y las prácticas educativas
90 tradicionales no contemplan la posibilidad de que
Texto verbal. VL DSDUHFH  las imágenes —asumidas en su dimensión textual
¿Duplica la información que y discursiva— puedan ser abordadas como objetos
proporciona la imagen –– de enseñanza y de aprendizaje orientados a desa-
redundancia––? ¿El texto rrollar habilidades superiores de pensamiento. La
agrega una información adicional noción de “literacia” debe trascender los textos sus-
o establece una relación de tentados en la escritura alfabética, como se explicó
contraste para sugerir otros en el apartado dos.
contenidos? Adicionalmente, es plausible que una clase de imá-
genes como las caricaturas puedan reclamar para
Elementos paralingüísticos sí el estatuto de textos argumentativos, en virtud
(Elementos que refuerzan los del alto nivel de complejidad semántica que las
matices fonéticos y psicológicos define tanto formal como socioculturalmente.
GHORSHUVRQDMHV &DUDFWHUtVWLFDV Se pasa con ello de la consideración de la imagen
de los trazos que encuadran las como una mera representación más o menos fiel de
expresiones de los participantes la realidad, y sin otro propósito comunicativo que
en los diálogos. Letras o globos el de impactar o afectar la sensibilidad de quien la
temblorosos, trazos gruesos interpreta, a una repotenciación de su valor como
o enérgicos, tamaño y rasgos agente de procesos de pensamiento formal con ple-
expresivos de las letras, etc. no derecho a existir dentro del currículo.

Se pueden argüir más razones en favor de este ar-


gumento: el hecho de que los signos visuales casi

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siempre hayan estado vinculados a la creatividad les, no podría arrojar resultados favorables para el
y dado que esta, erróneamente, ha sido separada desarrollo de habilidades intelectuales complejas,
de la postura crítica, su interpretación suele cir-
si los agentes involucrados en el proceso educativo
cunscribirse a la esfera del goce estético (proceso
no pasan de ser consumidores acríticos de imáge-
excluido también de manera ingenua de la esfera nes o usuarios poco reflexivos de los fenómenos
de lo cognoscitivo). Con ello se pasa por alto quevisuales a ser productores de estos lenguajes. Con
“el pensamiento crítico es una condición necesaria,
ello se revalida el principio didáctico según el cual
aunque no suficiente, de la creatividad” (Nicker- nadie puede enseñar aquello que no sabe hacer y
son, Perkins y Smith, 1998, p. 110). se refuerza la idea general de que es poco probable
que un lector asuma posiciones críticas cuando ig-
Finalmente, podemos afirmar que cualquier incur- nora los mecanismos esenciales que posibilitan la
sión desde la pedagogía y la didáctica en el poco producción de sentido en un sistema de significa-
estudiado campo de la imagen y los signos visua- ción particular.

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