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Primera Infancia. Impacto Emocional en La Pandemia
Primera Infancia. Impacto Emocional en La Pandemia
Impacto emocional
en la pandemia.
Impacto
emocional
en la pandemia.
PRIMERA INFANCIA. IMPACTO EMOCIONAL EN LA PANDEMIA.
UNICEF ARGENTINA
Coordinación editorial:
Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo
Coordinación:
Javier Quesada
Autores:
Marcela Armus, Marisa Factorovich, Javier Quesada y Flavia Rainieri
Revisión de contenidos:
Carolina Aulicino, Oficial de Política Social
Edición:
Daniela Acher
Diseño y Arte:
LAND STUDIO
UNICEF ARGENTINA
Buenosaires@unicef.org
www.unicef.org.ar
ÍNDICE.
7 Prólogo
11 Capítulo 1
La primera infancia, entre la pandemia y la pobreza
Por Javier Quesada
21 Capítulo 2
Desarrollo infantil, factores de riesgo y de protección
en la pandemia y la pospandemia
Por Flavia Rainieri
29 Capítulo 3
El desarrollo emocional: bajo el cielo de la pandemia
Por Marcela Armus
39 Capítulo 4
Pensando en los reencuentros: criterios y miradas que importan
Por Marisa Factorovich
45 Bibliografía
Nota: Deseamos aclarar que apoyamos el uso de un lenguaje que no marque diferencias discriminatorias de
género. Sin embargo, a fin de facilitar la lectura, no se incluyen recursos como la @ o las barras «os/as». En aquellos
casos en que se ha optado por pluralizar en masculino, se debe únicamente a la necesidad de agilizar la lectura.
En el caso de «niñas y niños», hemos optado por pluralizar en masculino y femenino. En el caso específico de
cuidadoras, educadoras y maestras, hemos optado por pluralizar en femenino, para visibilizar que la gran mayoría
de las que cumplen este rol son mujeres.
PRÓLOGO.
El Fondo Conjunto de ODS (Joint SDG Fund) apoya a sociedad civil, desde un enfoque de derechos, en fun-
los países a acelerar el progreso hacia los Objetivos de ción de lo establecido en la Ley Nacional de Protec-
Desarrollo Sostenible (ODS) y cumplir con el compro- ción Integral de niñas, niños y adolescentes -26.061- y
miso de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás. La en la Ley Nacional de Centros de Desarrollo Infantil:
naturaleza transformadora de la Agenda 2030 depen- Promoción y Regulación -26.233-.
de de que todos los segmentos de la sociedad se unan Durante 2019/2020, se realizaron esfuerzos por desa-
urgentemente para lanzar trayectorias de crecimiento rrollar políticas integrales de primera infancia bajo el
sostenibles e inclusivas en un corto período de tiempo. marco de la ENPI en una serie de provincias, en las que
El Fondo tiene como objetivo estimular cambios de se ha conformado una Mesa Interministerial de Prime-
política integrados y transformadores, apoyar a las Na- ra Infancia. Se realizó la sistematización de un diag-
ciones Unidas en la creación de estrategias de finan- nóstico de la situación de la primera infancia en cada
ciamiento de ODS y realizar inversiones estratégicas provincia y se avanzó en las discusiones para priorizar
para que los países aceleren el progreso en los ODS. las problemáticas principales, acordar líneas de inter-
En el caso de Argentina, el objetivo del proyecto vención prioritarias y establecer metas para cada una
aprobado consiste en apoyar al Gobierno Nacional y de las dimensiones de la Estrategia Provincial.
los gobiernos provinciales en la implementación de En este marco, una intervención fundamental fue
la Estrategia Nacional, y de Estrategias Provinciales y la realización de Planes Provinciales de Formación
Municipales de Primera Infancia para asegurar para Continua para cuidadoras/es y educadoras/es de cen-
cada niña y niño en su primera infancia, el pleno ejer- tros de desarrollo infantil y educación de los diferen-
cicio de derechos. Para ello, se propone abordar la tes territorios. En un año atravesado por la pandemia
primera infancia desde una mirada integral que tome de Covid 19, la formulación de nuevas competencias
en cuenta las dimensiones de vida y salud, identidad, destinadas a elaborar el impacto emocional del ais-
las condiciones para garantizar la crianza, los servicios lamiento de la primera infancia ha constituido una
de educación y cuidado, la promoción y restitución prioridad de UNICEF. La evidencia recogida permite
de derechos. Se focaliza en poblaciones de vulnera- identificar los efectos que la pandemia y las medidas
bilidad extrema, población indígena, población con de aislamiento han tenido en términos socioemocio-
discapacidad, ámbito rural. nales sobre la primera infancia. Esta obra recoge esa
El proyecto conjunto se desarrolla durante 2020 y experiencia de aprendizaje y esperamos que contri-
2021, bajo la coordinación de la Oficina del Coordina- buya en la enorme tarea que llevan adelante cada día
dor Residente, el liderazgo técnico de UNICEF y en todas las personas que trabajan en el cuidado y edu-
articulación con CEPAL, OIT y PNUD, autoridades na- cación de las niñas y niños en su primera infancia.
cionales, provinciales y municipales.
La Estrategia Nacional de Primera Infancia es una
política pública dirigida a garantizar los derechos de
las niñas y los niños más pequeños de la Argentina.
Tiene por propósito reducir las brechas sociales y te-
rritoriales que inciden en el desarrollo integral de la
primera infancia, garantizando la promoción y pro-
tección de sus derechos. Se trata de una propuesta
intersectorial y federal, que busca introducir trans- Luisa Brumana.
formaciones de corto, mediano y largo plazo, con la
finalidad de optimizar las políticas públicas, los pro- Representante
cedimientos y las prácticas gubernamentales y de la UNICEF Argentina
PRESENTACIÓN.
Escribir estas páginas en un contexto de pandemia riesgos y efectos particulares en las niñas, los niños y
como lo es la de COVID-19 es algo novedoso no solo para las familias.
nosotros sino para toda la humanidad. Estamos hacien- «Es indispensable brindar apoyo psicosocial y vi-
do aportes para pensar la post-pandemia y los cuida- gilar la salud mental de la primera infancia. Las
dos particulares de la primera infancia —niños y niñas soluciones para evitar los efectos colaterales de la
de 0 a 6 años—, desde una mirada que analiza cómo pandemia de COVID-19 tienen que considerar las
han impactado los efectos de esta epidemia mundial consecuencias psicológicas y los efectos que el con-
directamente en las niñas y los niños pequeños. finamiento y el aislamiento provocan, para generar
Podemos reconocer que «la situación actual no es soluciones que tomen en cuenta estos desafíos.²»
solo una crisis sanitaria sino también una crisis eco- En solo dos semanas, se organizó un dispositivo de
nómica. Los padres y las madres de muchos niños, formación con profesionales en la materia, que contó
niñas y adolescentes no tienen ingresos, lo cual los con el incansable apoyo de los funcionarios y equipos
coloca en situaciones vulnerables (…) En un momen- técnicos de las provincias de Entre Ríos, Mendoza y
to de encierros y aislamiento en el hogar y en otros Salta. El enfoque de la experiencia estuvo puesto en la
lugares, los niños corren un mayor riesgo de sufrir primera infancia, en lo que le sucede a nivel emocio-
violencia y explotación, así como problemas de sa- nal y, específicamente, en la coyuntura de pandemia.
lud mental. Esto es especialmente cierto para aque- Estas clases se convirtieron en artículos, en recomen-
llos que ya están en situaciones vulnerables y que no daciones, en herramientas, en nuevos saberes y desa-
deben ser dejados atrás»¹. Las provincias de nuestro fíos, para ser instrumentados en nuevas competen-
país conocen estos escenarios de necesidades insatis- cias que se van a requerir en el retorno a la modalidad
fechas y se están ocupando de ello. presencial, en el reencuentro con las niñas y los niños.
Las reflexiones aquí plasmadas son producto de un La instancia de formación provincial se ha hecho
módulo intensivo de formación que tuvo lugar en- en forma virtual y ha contado con 2.625 dispositivos
tre junio y agosto de 2020, destinado a educadoras, conectados (teléfonos, computadoras, televisores, ta-
cuidadoras, personal de centros de cuidado infantil blets). Además, en muchas ocasiones, las participan-
y jardines maternales, maestras de nivel inicial y sus tes se reunieron en un centro de desarrollo infantil
equipos de conducción. para estudiar juntas. Agradecemos profundamente a
Esa capacitación fue llamada «Primera infancia. las participantes el compromiso de seguir formándo-
Impacto emocional en la pandemia», nombre con el se para prestar mejores servicios en busca del pleno
que decidimos titular este manual. Su principal obje- bienestar de la primera infancia.
tivo fue dar respuestas a las inquietudes de las pro- Este manual recoge preguntas, experiencias y con-
vincias, que tuvieron que cerrar su ciclo lectivo 15 días ceptos vertidos en las clases y las jornadas de este
después del inicio y continuar sus tareas de forma vir- curso de formación. Deseamos que puedan recorrer
tual. Por otro lado, la capacitación buscó dar elemen- sus páginas junto a sus colegas y que los niños y niñas
tos para entender el impacto emocional que tuvo la las inspiren para que se produzcan los mejores retor-
pandemia de COVID-19 en un escenario caracterizado nos a los espacios.
por las condiciones de inequidad en que viven las ni-
ñas y los niños. Esta emergencia de salud pública tuvo Los autores.
impactos multidimensionales inmediatos y los tendrá
en el largo plazo. Ambos tipos de impacto conllevan
¹ Najat Maalla M’jid, Representante Especial del Secretario General de la ONU sobre la violencia contra los niños. Informe Alto Comisionado
Derechos Humanos 2020.
² UNICEF (2020). Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población. El Impacto de la pandemia COVID-19 en las familias con niñas, niños
y adolescentes. Tercera ola-Informe de resultados. Diciembre de 2020. Conocida como «Encuesta Rápida».
CAPÍTULO 1
La primera
infancia:
entre la pandemia
y la pobreza
Por Javier Quesada
12
3 Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (2020). citado en UNICEF Op. cit
4 Pobreza en niñas, niños y adolescentes estimada en base a datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC Argentina) y pronósticos
del Producto Bruto Interno (PBI), provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI). En las proyecciones del PBI por países publicadas por el FMI el
24 de junio de 2020 se indica una caída de 9,9 puntos para la Argentina. Ver: «UNICEF actualiza la estimación de pobreza infantil: Alcanzaría a más de 8
millones de chicas y chicos». Disponible en: https://www.unicef.org/argentina/informes/pobreza-desigualdad-infantil-covid19
⁵ UNICEF. Op. cit.
⁶ UNICEF. Ibídem.
7 Secretaría de Evaluación e Información Educativa del Ministerio de Educación Argentina y UNICEF (2020). Informe Preliminar Encuesta a Hogares.
Continuidad pedagógica en el marco del aislamiento por Covid 19, julio 2020. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe_preli-
minar_encuesta_a_hogares.pdf.
13
mente en las condiciones de desarrollo. Indicar a los lencia durante la cuarentena. De estos, el 66% de los
padres, madres o adultos referentes qué tarea o acti- casos involucró a mujeres, y el 34%, a niñas y niños10.
vidad educativa deben realizar con sus hijos e hijas no Si las medidas de control no tienen en cuenta las
es posible si no hay condiciones previas de educabi- vulnerabilidades y las necesidades específicas de mu-
lidad en los adultos. jeres, niñas y niños, el peligro de que sufran estas si-
La mayor presencia de los adultos en el hogar tuaciones puede aumentar.
puede haber resultado en algunos casos una opor- Las escenas de tensión derivadas en violencia in-
tunidad para desarrollar el rol de crianza por parte trafamiliar y las prácticas «disciplinarias» de crian-
de los varones. Muchos de ellos han aprehendido la za, exteriorizadas en violencia verbal y física hacia
crianza como algo beneficioso para sí mismos y para los más pequeños, constituyen para las niñas y los
las niñas y los niños, un camino hacia nuevas paterni- niños un conjunto de factores que pueden derivar
dades y crianza compartida. Sin embargo, en la prác- en estrés tóxico.
tica los datos relevados indican que estos cambios En las niñas y los niños pequeños, podría darse una
no han sido significativos. Al contrario, la pande- adaptación pasiva al conjunto de situaciones de vulne-
mia también ha profundizado la crisis del cuidado: ración y maltrato. Algunos niños y niñas podrían acos-
frente a la ya existente distribución inequitativa de tumbrarse a estas situaciones e incorporar formatos de
las tareas del hogar y de cuidado, han sido las mu- vinculación con los diferentes miembros de la familia
jeres quienes han absorbido en mayor medida las que, tal vez, no abandonen en la pospandemia, lo cual
demandas. Un 57% de las mujeres consultadas en la reconfiguraría el nuevo modo de relacionamiento.
encuesta realizada por UNICEF indicó sentirse más so- Pero también, al contrario, este momento marcado
brecargado desde el inicio de la pandemia por tareas por las 3T podría convertirse en una oportunidad para
como la limpieza del hogar, la preparación de las comi- desarrollar el rol de crianza de una manera respetuo-
das, el cuidado de niñas y niños, y el acompañamiento sa y más positiva, que es el camino en el cual se debe
escolar. A modo de ejemplo, en el 85% de los casos, son insistir en el acompañamiento a las familias.
las madres quienes acompañan a los niños y niñas en Las coordinadores de jardines maternales, educa-
la realización de las tareas escolares. Si bien la partici- doras y cuidadoras de centros de cuidado infantil y el
pación de los padres ha aumentado a lo largo del año, personal del cuidado en establecimientos municipales
sigue siendo baja (apenas un 24%)8. o provinciales son los garantes de los derechos de los
Las actuales circunstancias familiares ligadas a la niños y las niñas, y pueden contribuir a que esta forma
pandemia y el aislamiento social conllevan una recon- de crianza respetuosa y positiva sea una realidad. Los
figuración de los vínculos. Se habla de un nuevo fenó- derechos son indivisibles y se promueven en conjun-
meno: la convivencia de las 3T: «todo el día, todos jun- to. En este tiempo, es fundamental poner énfasis en
tos, todos los días». Tanto en el período de Aislamiento el interés superior del niño y la niña, en el derecho a
Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) como en el de la vida, la supervivencia y el desarrollo (Convención de
Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO), los Derechos del Niño, CDN, art. 6), a la no discrimina-
las escenas familiares multiplicaron los umbrales de ten- ción (CDN, art. 2), a impedir cualquier trabajo que no
sión y discusiones, y fueron las mujeres, las niñas y los permita su educación (CDN, art. 28) y a ser escuchado
niños los que se vieron expuestos en mayor medida a y considerado seriamente en sus opiniones (CDN, art.
situaciones de violencia, maltrato, abuso o explotación9. 12). En particular, la Organización de las Naciones Uni-
En especial, porque las mujeres se han visto aisladas en das (ONU) recomienda escuchar las necesidades de
sus casas, sin acceso a sus redes de apoyo de familiares y las niñas, los niños y adolescentes sobre la pandemia,
amigos. En el 12,4% de los hogares se identificó que hay durante la pandemia y en primera persona.
más enojos y discusiones; un 33% ocurre entre adultos;
un 20%, entre adultos e hijos e hijas; y un 22%, entre
hijos e hijas. En el 2% de los hogares encuestados (es
decir, 122.000 hogares) se vivieron situaciones de vio-
11 Dym Bartlett, J., Griffin, J. y Thomson, D. (2020). Resources for Supporting Children’s Emotional Well-being during the COVID-19. Massachusetts: Centro
de Capacitación en Trauma Infantil de la Universidad de Massachusetts.
12 UNICEF. Op. cit.
13 Sandstrom, H. y Huerta, S. (2013). The Negative Effects of Instability on Child Development: A Research Synthesis. Washington D. C.: Urban Institute.
14 UNICEF. Op. cit.
15
alteraciones respecto de las comidas en el tiempo que en comunidades, quienes entienden que una niña o
se lleva de cuarentena. El 42% refiere alteraciones del un niño no se cría solo, sino que es clave la experiencia
sueño y, finalmente, el 15% de las niñas y los niños pre- conjunta de sostén y crianza, sobre todo en los secto-
senta problemas de comunicación. Es habitual que los res de mayor vulnerabilidad. En muchas organizacio-
efectos no estén aislados, sino combinados; por ejem- nes sociales hay espacios que son ejemplos de am-
plo, alteraciones en el sueño y las comidas o proble- bientes comunitarios saludables.
mas de comunicación y de sueño. Se impone la necesidad de establecer otros «ma-
En cuestión de meses, la pandemia ha cambiado pas» para leer el nuevo paisaje, es decir, la adquisi-
por completo la vida de las niñas, los niños y las fa- ción de nuevas competencias y habilidades ligadas
milias de todo el mundo. Las medidas tomadas en al abordaje del impacto emocional de las niñas y los
cuarentena, como el cierre físico de las escuelas y es- niños durante el aislamiento para entender las sensa-
pacios de educación y cuidado o la restricción de los ciones de miedo, amenaza e inseguridad, el manejo
desplazamientos están interrumpiendo los sistemas de la angustia, las retracciones ligadas al sueño o a la
de apoyo y las costumbres habituales de niñas y niños. alimentación, toda una serie de factores estresantes.
Además, añaden nuevos factores de estrés a las cui- Cuando las niñas y los niños vuelvan al centro infan-
dadoras, educadoras y adultos a cargo. til no serán los mismos. Todos estarán atravesados por
Por otro lado, las medidas de aislamiento han gene- este fenómeno mundial. Requerirán y reclamarán una
rado efectos en torno al acceso a los servicios de salud nueva educación para nuevas infancias. Las educado-
de las familias. El 42% de los hogares encuestados no ras también cambiarán. Serán sin duda más cuidadoras,
pudo mantener los controles de salud para el conjunto más sensibles, más receptivas y disponibles. No hay que
del hogar o alguno de sus miembros y al 20% no le fue dejar de cuidar a las que cuidan, habrá que prestar
posible continuar la vacunación de sus hijas e hijos. Es- particular atención a los equipos de cada centro.
tos valores ascienden en aquellos hogares que perci- En el trabajo con gobiernos provinciales en la rea-
ben la Asignación Universal por Hijo (AUH): 47% y 22%, pertura de centros de desarrollo infantil, espacios de
respectivamente. El 25% de los hogares que no habían primera infancia y jardines maternales se problema-
asistido a controles de salud durante estos meses los tizó el regreso, se imaginaron escenarios de escalona-
ha retomado a medida que se relajaron las medidas miento en la recepción y salida de las niñas y los niños
de cuarentena y el 24% ha retomado la vacunación de pequeños. Se diseñaron nuevas estrategias de juego
sus hijos e hijas15. («nada para chupar», por ejemplo, recomendó una
Las niñas y los niños pequeños son una prioridad, educadora) y se estableció la necesidad de incorporar
no en cuanto a grupo de riesgo de la enfermedad, hábitos de distancia, higiene y autocuidado en forma
sino por la imperiosa necesidad de satisfacer sus de escenas lúdicas. Son estos los nuevos objetivos de
condiciones básicas de vida, su salud emocional, aprendizaje: aprender a tomar la fiebre, cómo estor-
su bienestar psíquico y la restitución y promoción nudar, qué hacer cuando se va a toser o cuando uno
de sus derechos. se siente mal («demostraciones con muñecos», indi-
có una educadora). Se disparó una batería creativa de
Nuevos mapas para mediaciones pedagógicas. Los títeres con nombres
de sentimientos permitirán el abordaje y la identifica-
nuevos paisajes. ción de los sentimientos de angustia, tristeza y enojo,
entre otros. La promoción del autocontrol y la autono-
En medio de la pandemia, se fueron desarrollando mía se sugirió como un eje estratégico: la importancia
prácticas innovadoras. ¿Qué otros lugares de cuida- de ser parte del cuidado de todos con pequeñas ta-
do de la primera infancia se han conformado a nivel reas y responsabilidades.
social en este tiempo? Se puede hablar de ambientes Se proclamó un principio básico de los nuevos tiem-
comunitarios saludables, que son espacios donde se pos: nunca sancionar a las niñas y los niños por rom-
reconoce un entramado social de contención y perte- per el distanciamiento social, para lo cual habrá que
nencia generado por las propias familias y los vecinos inventar juegos de distanciamiento.
2. Asegurar la presencia de un
cuidador sensible y receptivo.
El factor principal en la recuperación de un even-
to traumático es la presencia de un adulto solidario
y comprensivo en la vida de las niñas y los niños que
ayude a decodificar lo que está sucediendo. Incluso
cuando un padre o una madre no está disponible, las
16 Marchesi, Á. y Bernt, A. (2021). Presentación. En Peralta, V. y Hernández,
niñas y los niños pueden beneficiarse enormemente
L. (coord.). Antología de experiencias de la educación inicial iberoamerica-
na. Organización de Estados Americanos (OEI), UNICEF y BBVA. de la atención brindada por otros adultos (abuelos, pa-
17 Dym Bartlett, J., Griffin, J. y Thomson, D. Op. cit. rientes, amigos) que pueden ofrecerles atención con-
17
sistente y sensible que los ayude a protegerse de los 5. Crear un entorno físico y
efectos nocivos de una pandemia.
emocional seguro con la práctica
de la tranquilidad, las rutinas
y la regulación.
3. Entender que el distanciamiento
social no debe significar En primer lugar, los adultos deben tranquilizar a las ni-
aislamiento social. ñas y los niños sobre su seguridad y la seguridad de
sus seres queridos, y decirles que es el trabajo de los
Las niñas y los niños, especialmente los pequeños, ne- adultos garantizar su seguridad. En segundo lugar, de-
cesitan tiempo de calidad con sus cuidadoras y otras ben mantener rutinas para proporcionar a las niñas y
personas importantes en sus vidas. La conexión social los niños una sensación de seguridad y previsibilidad
mejora las posibilidades de las niñas y los niños de (por ejemplo, horarios y comidas regulares, horarios
mostrar resistencia a la adversidad. Los enfoques crea- diarios para aprender y jugar).
tivos para mantenerse conectados son importantes Y en tercer lugar, deben apoyar el desarrollo de la re-
(por ejemplo, escribir cartas, chats de video en línea). gulación por parte de las niñas y los niños. Cuando es-
tán estresados, sus cuerpos responden activando sus
sistemas de respuesta al estrés. Para ayudarlos a ma-
nejar estas reacciones, es importante validar sus senti-
mientos («Sé que esto puede ser aterrador o abruma-
4. Proporcionar a los niños dor») y alentarlos a participar en actividades que los
y niñas información apropiada ayuden a autorregularse (por ejemplo, ejercicio físico,
para su edad. respiración profunda, actividades de atención plena
o meditación, rutinas regulares para dormir y comer).
Además, es esencial para el bienestar emocional y fí-
Las niñas y los niños tienden a confiar en su ima- sico de las niñas y los niños garantizar que las familias
ginación cuando carecen de información adecuada. cuenten con los recursos necesarios para satisfacer sus
Las decisiones de los adultos de retener información necesidades básicas (comida, vivienda, ropa).
suelen ser más estresantes para las niñas y los ni-
ños que decir la verdad de manera apropiada para
su edad. En cambio, los adultos deberían estar dis-
ponibles para que niños y niñas hagan preguntas 6. Hacer que las niñas y los niños
y hablen sobre sus preocupaciones. Podrían, por
ejemplo, proporcionar oportunidades para que las tengan actividades.
niñas y los niños accedan a libros, sitios web y otras
actividades que presentan información sobre CO- Cuando las niñas y los niños están aburridos, sus nive-
VID-19 de manera amigable. Además, deben limitar les de preocupación y conductas disruptivas pueden
la exposición de las niñas y los niños a la cobertura aumentar. Los adultos pueden proporcionar opciones
de los medios, las redes sociales y las conversaciones para actividades seguras (por ejemplo, juegos al aire
de adultos sobre la pandemia, ya que estos canales libre, bloques, plastilina, arte, música, juegos) e involu-
pueden ser menos apropiados para su edad. El acce- crar a las niñas y los niños en una lluvia de ideas sobre
so continuo a noticias de la televisión y redes socia- otras ideas creativas. Las niñas y los niños necesitan
les sobre la pandemia y la conversación constante tiempo suficiente para participar en juegos y otras ex-
sobre las amenazas a la seguridad pública pueden periencias alegres o de aprendizaje sin preocuparse o
causar estrés innecesario. hablar sobre la pandemia. Sin embargo, en niñas y ni-
ños menores de 3 años hay que mantener una activi-
dad que permita la gradualidad de los estímulos para
evitar la fatiga sensorial.
18
Desarrollo infantil,
factores de riesgo
y de protección en
la pandemia y la
pospandemia
Por Flavia Rainieri
22
Como se vio en el Capítulo 1, si bien la niñez no es el Otra estrategia es crear espacios de reflexión y
grupo de población más afectado en términos de sa- capacitación que generan sostén y permiten acom-
lud por el COVID-19, los efectos indirectos (debidos a la pañarse, pensar propuestas innovadoras, revisar los
crisis socioeconómica, la situación emocional, el estrés conceptos y conocimientos que se tienen y aplicarlos
y la incertidumbre de los adultos, entre otros factores) a la luz de estas nuevas situaciones.
pueden ser numerosos y graves. La reflexión es importante para fortalecer la red
Durante la pandemia, los niños y las niñas han sufri- de cuidado y acompañamiento de las familias, pero
do interrupciones de sus rutinas, quiebres en la orga- también para sostener a las cuidadoras como equi-
nización familiar, imposibilidad de trasladarse dentro po de trabajo. Además, es fundamental para generar
del barrio o fuera de él, cambios en el trabajo de sus nuevas preguntas que orienten a mirar los fenóme-
padres, alteraciones en su cuidado, modificaciones nos que suceden con nuevas perspectivas. Parte de
en los roles de otros miembros de la familia como la reflexión de las cuidadoras consiste en retomar los
abuelas y abuelos, y también cambios en los víncu- conceptos conocidos, trabajarlos contextualmente y
los y las relaciones con el entorno. La pandemia ha usarlos como herramientas al servicio del bienestar
modificado, en síntesis, el entramado de vínculos y de las niñas y los niños.
relaciones, y los espacios de sostén que se confor- Dentro de los equipos, la reflexión permite arribar
man en las comunidades. a mejores intervenciones. Ser conscientes del propio
Este entramado social desarticulado lleva a cambios estado de ánimo es muy importante especialmente
que desestructuran. La ruptura de la cotidianidad pro- cuando uno se relaciona con las niñas y los niños, y es
duce en los niños y las niñas un estrés que puede dejar fundamental en estos momentos donde también las
daño o no, según cómo sea el niño o niña y cómo lo cuidadoras están atravesados por la situación de pan-
acompañen los adultos que lo rodean. demia en sus propios hogares. Para cuidar las emocio-
Los niños y las niñas pueden sufrir inhibiciones y nes propias y las de las personas con las que conviven,
regresiones en el cuerpo, en lo emocional y en lo vin- los adultos pueden:
cular. El quiebre de lo cotidiano lleva a un aumento
de la angustia y la incertidumbre en las familias. Esto Adquirir un registro consciente de cómo se sienten.
puede provocar la llamada «pulsión de muerte», que
puede manifestarse mediante algunas de las siguien- Cuidar sus expresiones frente a las niñas y los niños.
tes características:
Expresar sus sentimientos de la mejor manera posible.
Exceso de información relacionada con la muerte y
constantes comentarios sobre la situación. Ser flexibles y creativos a la hora de fijar pautas de
conductas que mejoren la convivencia.
Temor por pérdidas futuras, permanente incertidumbre.
Profundizar en las habilidades sociales, generando
Aparición de miedos nuevos o que ya se habían superado. ambientes positivos, sin mentir, valorando las pequeñas
o grandes situaciones que transcurren durante el día.
Pesadillas y trastornos del sueño, entre otros síntomas.
Utilizar el humor en todo lo que se pueda.
¿Cómo deben prepararse los adultos
Mantener las rutinas: ordenar el día y respetar el
referentes para acompañar durante tiempo de noche.
la pandemia y pospandemia?
El último punto es importante ya que muchos ni-
Es importante que los adultos referentes del cuidado ños y niñas han sufrido de trastornos del sueño du-
de la primera infancia, que acompañan a las familias y rante este período. Los adultos deben acompañar,
a las niñas y los niños pequeños, cuiden su propia salud respetar y hacer respetar algunas pautas básicas de
emocional y su bienestar. Pueden, por ejemplo, hablar ordenamiento para las rutinas. Un ejemplo relaciona-
con personas de confianza y mantenerse comunicados do con el sueño es mantener un horario para ir a dor-
con sus vínculos afectivos, aunque sea a la distancia. mir, no irse a la cama en un clima de angustia y preo-
23
cupación muchas veces generado por la escucha de La pandemia ha puesto a prueba la capacidad y los
noticias, no quedarse despierto todos los días hasta recursos de toda la comunidad. La pregunta clave es:
muy tarde, levantarse a un horario adecuado. Dejar la ¿Cómo se puede ayudar a atravesar esta situación
posibilidad de dormirse y levantarse muy tarde solo protegiendo y permitiendo el crecimiento de las ni-
para los fines de semana. De esa manera, también las ñas y los niños?
niñas y los niños pueden diferenciar los días de la se-
mana de los del fin de semana.
Factores de riesgo
¿El desarrollo infantil siempre y factores de protección.
es en contexto? Los factores de riesgo son aquellas características de
la niña o el niño, de su entorno familiar o de su medio
«Conocer los contextos y los marcos temporales en los comunitario y social que dan lugar a que no existan o
cuales transcurren las trayectorias de vida de niños y se pierdan las condiciones adecuadas para los cambios
niñas es un buen punto de partida para acercarnos a evolutivos que implica el desarrollo.
la comprensión del desarrollo como una manifestación Los factores de protección son aquellos recursos de la
de las condiciones de vida.18» niña o el niño, o aspectos y modos del entorno que lo ro-
El desarrollo infantil es un proceso de cambio por el dea, que le permiten atravesar de modo más protegido
cual todo niño o niña, de acuerdo con sus posibilida- las situaciones adversas que le toca vivir.
des biológicas y con la interacción dinámica con su fa- Reconocer los factores individuales y ambientales más
milia y el contexto social, va construyendo movimien- frecuentes que pueden actuar como factores de riesgo
tos, pensamientos, emociones y relaciones con otros, o factores de protección para el desarrollo infantil permite a
ejerciendo un rol activo al modificar su entorno. las cuidadoras estar atentas y trabajar con las niñas y los ni-
El desarrollo humano es un proceso complejo, de ños, pensando en cada uno de manera individual, sabien-
cambios dinámicos; es un fenómeno multidimen- do que el desarrollo es una trayectoria. Así, las cuidadoras
sional (que implica aspectos biológicos, psicológicos, se transforman en agentes de cambio en esta situación.
ambientales y culturales). Es plástico y varía entre las Conocer la situación familiar de todos y cada uno de
diferentes personas. los niños y las niñas permite a las cuidadoras planifi-
El desarrollo se da en el entramado de los vínculos y car intervenciones realmente eficaces. Algunos de los
las interacciones, con aquello que las niñas y los niños factores importantes de los niños y niñas para tener en
traen (como su biología y su temperamento) y con las cuenta son los siguientes:
experiencias vividas, en un contexto marcado por el
lugar y el momento histórico donde nacieron. El de- Historia de salud perinatal y posnatal.
sarrollo, entonces, se sitúa en un contexto social, his-
tórico y cultural específico, y también puede variar a lo Nutrición prenatal y posnatal.
largo de la vida de cada persona.
«El ingrediente más importante en las experiencias Educación materna y de los adultos referentes.
positivas para las niñas y los niños pequeños es contar
con adultos receptivos que formen parte de su vida y Salud mental de los padres.
que promuevan su aprendizaje y su desarrollo. Desde
un nivel genético y neuronal, el desarrollo humano se Sucesos de vida negativos en el hogar y la escuela.
despliega en profunda articulación entre lo interper-
sonal, lo vincular y lo socioafectivo, hasta lo cultural y Calidad de interacción en el hogar.
colectivo. En ese camino, las niñas y los niños, adultos,
familias y comunidades enfrentan adversidades que Interacciones sociales en los contextos de crianza.
ponen a prueba sus capacidades y recursos.¹⁹»
18 Cordero Vega, M., Molina Milman, H. y Mercer, R. (comps.) (2017). De las moléculas al capital humano. Para entender las ciencias del desarrollo humano.
FACIMED, Universidad de Santiago de Chile.
¹⁹ Cordero Vega, M., Molina Milman, H. y Mercer, R. (comps.). Op. cit.
24
Estos factores de riesgo, que generan estrés, pue- Conocer los factores de riesgo y de protección que
den ser también pasajeros e inesperados. En ese atraviesan las niñas y los niños, saber también a
caso, exigen que las familias utilicen sus recursos cuántas situaciones adversas están sometidos y
para resolverlos. Pero si se vuelven crónicos y se ex- cuánto tiempo se prolongaron permite planificar
tienden a lo largo del tiempo, sumados a situaciones intervenciones que apunten a transformarse en ac-
de privación monetaria, las niñas y los niños serán ciones concretas durante la pandemia y la pospan-
más vulnerables y tendrán más probabilidades de demia. Como se dijo en el Capítulo 1, las niñas y los
presentar signos de sufrimiento en su desarrollo. En niños que vuelven a los centros espacios de primera
estos casos, los riesgos se vuelven múltiples y acu- infancia no serán iguales: han vivido situaciones que
mulativos. requerirán paciencia y mucho acompañamiento.
Cuando el estrés es pasajero, generado por una Sin embargo, es bueno que recordar que cada niña
situación simple, se denomina eustrés y es una re- o niño es diferente y cuenta con herramientas para
acción habitual en la vida cotidiana. Pero cuando el hacer frente a las situaciones de estrés. Algunas de
estrés se vuelve crónico, y tiene gran intensidad, deja ellas son las siguientes:
una marca, una huella en la memoria biológica. Este
estrés es el denominado estrés tóxico o distrés. Plasticidad del yo. Es la capacidad de adaptarse y
El estrés tóxico se relaciona con rupturas psicoló- transformarse ante situaciones nuevas, sean adversas
gicas generadas por situaciones como negligencia, o no. El psiquismo se adapta a lo que sucede.
abuso, violencia, desnutrición. Deja marcas que con-
tinúan en la edad adulta. El aumento de hormonas Neuroplasticidad. Es la capacidad de que sea el cere-
que provoca el estrés puede modificar algunas áreas bro el que cambie y se modifique a partir de experien-
del cerebro, lo cual puede a su vez generar enferme- cias en relación con el entorno.
dades que quizás aparezcan muchos años después.
El impacto negativo que el estrés causa durante pe- Cambio del ambiente como factor de protección.
ríodos en que el cerebro madura más rápidamente El ambiente donde están los niños y las niñas puede
puede afectar el aprendizaje, el comportamiento y la cambiar y ser un factor de protección que les permi-
salud física y mental. ta enfrentar y desenvolverse mejor ante las situacio-
Estas experiencias que los adultos les proporcionan a nes de estrés.
las niñas y los niños en esos primeros años son el anda-
mio, la base fundamental para su desarrollo posterior. La Además, hay un concepto que también se aplica al
adversidad puede incluso provocar cambios biológicos. momento actual, que es el de resiliencia.
25
Algunas
recomendaciones.
A continuación, se presentan algunas
sugerencias para reflexionar junto al
equipo de educadoras y cuidadoras
de cada centro:
No dar información en exceso, incompleta, inexac- Acompañar y sostener a las familias con propuestas
ta o falsa sobre la pandemia, ya que puede tener un innovadoras, ya que el desarrollo de los niños y niñas
efecto contraproducente en el estado de ánimo de las se da en un contexto de interacciones (madre, padre,
niñas, los niños y los adultos. familia, vecinos, maestros).
Entender que las niñas y los niños comprenden y Incentivar a las redes de familias y a las organizacio-
perciben el contenido o el tono de lo que se está escu- nes de la comunidad para generar encuentros virtua-
chando, viendo o conversando. les donde pueda circular la palabra y puedan compar-
tirse los recursos.
Estar atentos a los propios estados emocionales. Hablar sobre las rutinas y recuperar la organización
del día. Establecer momentos para jugar, para comer,
para dormir.
Tratar de escuchar, contener y permitir que los sen-
timientos sean expresados.
Ser receptivos y ayudar a los niños y las niñas a entu-
siasmarse con el aprendizaje y el juego.
Hacerse a la idea de que se está viviendo un mo-
mento de gran incertidumbre y aceptar que uno no
siempre tiene todas las respuestas. Permitir el despliegue de los niños y las niñas inte-
ractuando dinámicamente con el ambiente, la expe-
riencia y el entorno familiar. Esta dinámica modificará
Interactuar con las niñas y niños más pequeños de y actualizará el valor de la interacción entre gen y am-
manera predecible, estable, dando respuestas a sus biente durante la vida, de forma que el peso de uno u
necesidades. otro no sea fijo u homogéneo.
27
CAPÍTULO 3
El desarrollo
emocional:
bajo el cielo
de la pandemia
Por Marcela Armus
30
Este texto tiene como objetivo llevar al trabajo terri- ¿Qué necesitarán saber o tener como herramientas
torial con niñas, niños y sus cuidadoras (primarias y las cuidadoras para recibir a los niños y las niñas en esos
complementarias) la experiencia de intercambio entre espacios con un nuevo protocolo, con una disponibili-
teoría y trabajo de campo. Para esto, se deberán revi- dad corporal y afectiva limitada («sin besos ni abrazos»)?
sar, revisitar, «poner en remojo» los saberes, en un
momento inédito de la vida en todo el mundo, que
requiere una reformulación de las prácticas. ¿Cómo comunicarán las niñas y los niños lo que les
La experiencia de recambio solo será posible si ocurrió, lo que vivieron, lo que aprendieron, lo que pade-
teoría y práctica van junto a la capacidad de inte- cieron, lo que descubrieron, las nuevas maneras de vivir?
rrogarse, de hacerse preguntas.
La pandemia ha sido democrática en todo menos
en su impacto, en sus efectos y en sus consecuencias. ¿Qué les pasó a las niñas y los niños con los vínculos,
Las desigualdades socioeconómicas y de accesibili- con los afectos distantes, con los desencuentros, con
dad, las inequidades han marcado las grandes dife- las violencias internas, con los excesos, con las noveda-
rencias. Es fundamental tener en cuenta este factor en des que los hicieron crecer?
el esfuerzo creativo para pensar con qué ejes, con qué
representaciones, con qué herramientas se acompaña
este momento incierto de manera que los efectos sobre ¿Cómo saber del sufrimiento de los bebés antes del
niños y niñas sean menos negativos. acceso al lenguaje en una época de tantas diversida-
Repensar las prácticas hoy y a futuro requiere salir de des en las tareas de cuidado, generalmente a cargo de
cualquier preconcepto que produzca limitaciones, con las mamás o mujeres de la casa?
el necesario relato de una memoria histórica y sensible
que permita trasmitir esta experiencia. Hay que salir
del prejuicio de suponer que las consecuencias esta- ¿Hubo reorganizaciones de las actividades de acom-
ban anticipadas, que el efecto del trauma que se vive pañamiento y cuidados? ¿Se promovió efectivamente
es homogéneo e igual para todos, que las restricciones una mayor participación de los varones en las tareas
a la vida habitual y las nuevas convivencias familiares y de cuidado y crianza?
sociales producen las mismas reacciones.
El desarrollo
Hay que tratar de escuchar las singularidades de
cada caso, de buscar alternativas a las crianzas, de ver
nuevas formas de compartir el mundo, de entender
las enormes restricciones que se produjeron en la emocional.
vida afectiva, los temores, los sufrimientos, las regre-
siones pero también las evoluciones, los crecimientos Como se vio en el Capítulo 2, cuando se habla de desa-
y las autonomías. rrollo emocional o afectivo se hace referencia al proceso
Todos estos fenómenos que ocurrieron durante la por el cual los niños y las niñas construyen su identidad,
pandemia no fueron iguales para todas las niñas, los su autoestima, su seguridad, la confianza en sí mismos y
niños ni las cuidadoras. Algunas resiliencias20 e histo- en el mundo que los rodea, a través de las interacciones
rias familiares permitieron sobrellevar mejor este difí- que establecen con sus pares significativos, ubicándo-
cil acontecimiento. se como una personas únicas y distintas. Mediante este
En este contexto, las siguientes son algunas de las proceso, la niña o el niño puede distinguir las emociones,
preguntas que pueden plantearse las cuidadoras: identificarlas, manejarlas, expresarlas y controlarlas. Es
un proceso complejo que toma particular importancia
¿Qué van a necesitar las niñas y los niños en el re- en estos tiempos porque en el reencuentro presencial
encuentro con sus cuidadoras en los CDI, espacios de habrá que poder nombrar los afectos y sus intensidades,
primera infancia o jardines maternales? en muchas ocasiones compartidos, hablar de ellos, dra-
matizarlos, ubicarlos en objetos externos, darles sentido.
La regulación afectiva.
El sostén emocional. En la primera infancia las niñas y los niños carecen
La necesidad de ser sostenido emocionalmente por de la capacidad de regular por sí mismos sus estados
otro y la búsqueda e interés en la relación humana son emocionales y quedan a merced de reacciones inten-
rasgos de salud mental que los niños y las niñas mani- sas. Frente a ello, el contacto físico y emocional (acu-
fiestan desde su nacimiento. nar, hablar, abrazar, tranquilizar) permite a las niñas y
El sostén emocional es la respuesta apropiada fren- los niños establecer la calma en situaciones de necesi-
te al sentimiento universal de desamparo con el que dad y aprender a regular por sí mismos sus emociones.
todos los niños y las niñas llegan al mundo. Cuando una niña o un niño llora sin ser consolado, se
Este sostén permite construir un lazo emocional ín- encuentra solo en el aprendizaje del paso del malestar
timo con las y los cuidadores primarios más cercanos a la calma, lo que puede generar carencias para desa-
y con las cuidadoras de los espacios de cuidado de pri- rrollar su autorregulación afectiva. En estos casos, es
mera infancia, y es posible en el contexto de un vínculo posible que la niña o el niño presente dificultades para
estable, de apego con estos cuidadores. Un vínculo es- autocalmarse, no únicamente en sus primeros meses
table es un vínculo cotidiano y previsible, y que en los sino a lo largo de todo su desarrollo.
primeros tiempos cuente con la presencia central de Como la regulación afectiva solo es posible en el
una o más personas que se ocupan de la crianza. contexto de una relación con otro ser humano, el
A partir de una estabilidad y de la previsibilidad en adulto a cargo de la crianza de un bebé debe poner
el vínculo con sus cuidadores y cuidadoras, es posible en juego una capacidad empática que le permita
que las niñas y los niños construyan una relación de acercarse a la comprensión de lo que necesita esa o
apego seguro. Ningún bebé crece bien en soledad: ese bebé que, si bien aún no puede expresarse con
siempre tiene que haber un adulto en condiciones palabras, se comunica con otros recursos (gestos, mi-
asimétricas. La pregunta es si se ha podido mantener radas, movimientos, llantos, sonrisas). Las respuestas
esta asimetría bajo el cielo de la pandemia. emocionales del adulto en sintonía con el estado
Todos los vínculos han estado profundamente com- interior de niñas y niños crean un estado comparti-
prometidos durante la pandemia y es posible que las do de regulación emocional que lleva, unos meses
relaciones de sostén de muchas niñas y niños se ha- después, al logro de la autorregulación afectiva por
yan desestabilizado, incluso porque los cuidadores y parte de los pequeños.
cuidadoras durante la pandemia han visto sus subje- Entonces, en el aprendizaje de las emociones, pri-
tividades afectadas y desorganizadas. mero es el adulto el que las nombra; luego comparte
Hay que volver al encuentro con intensidades con- con las niñas y los niños esa manera de nombrarlas y,
troladas, con exigencias moderadas, con planes que por último, las niñas y los niños las nombran y explican
recuperen el contacto permitido, la capacidad de ju- por su propia cuenta: «Estoy triste, enojado, contento,
gar sobre lo sucedido, con una actitud abierta y no exi- celoso, enojado, alegre».
gente. Habrá que retornar a escenas novedosas en su Durante la pandemia las mayores regresiones se
geografía, en su utilización del uso del tiempo y el es- produjeron a partir de las dificultades en la regulación
pacio. Será importante emplear lo que hay disponible: afectiva. Se perdieron algunas autonomías y algunas
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emociones nuevas (como el miedo) tuvieron que ser será necesario retomar la construcción de confianza
nombradas para poder elaborarlas y asimilarlas. con otra figura. La expectativa que tienen las niñas y
El miedo, ese sentimiento intenso y de variados los niños sobre los demás se crea a partir de experien-
destinos (al otro que puede contagiar, al afuera, al vi- cias tempranas concretas de interacciones positivas y
rus) fue el afecto más desplegado en los niños y niñas repetidas en el tiempo. De esta forma, se construyen
durante la pandemia, compartido con adultos y sin esquemas mentales acerca de cómo es estar con el otro.
que pueda ser significado con formas no retraumati- Los vínculos afectivos estables y contenedores re-
zantes. Deberá, entones, ser tomado y elaborado es- ducen el malestar emocional y refuerzan los senti-
pecialmente en sus formas de expresión. mientos positivos en niñas y niños. A esto es a lo que
En pandemia hay algunas acciones corporales que hay que tender con la vuelta a los centros de desarro-
han quedado suspendidas. Sin embargo, es impres- llo infantil y los espacios de cuidado.
cindible buscar estrategias sustitutivas que permitan
el aprendizaje emocional y sus diferencias: el rostro y
la voz, los gráficos expresivos, las dramatizaciones, el
El cerebro y el psiquismo
uso de personajes que representan emociones, la in- son propios de cada persona.
vención de lo cotidiano.
Al nacer, todos los seres humanos tienen un cerebro
con muchas capacidades. Por ejemplo, la de hablar la
Los vínculos afectivos lengua materna (es decir, la que se habla en el hogar,
y la confianza básica. sea español, aymará o inglés).
Tanto los vínculos afectivos como las experiencias
La confianza básica es un logro que se da como re- vividas influyen en desarrollo del cerebro. Esto es
sultado de la repetición de interacciones satisfac- muy importante para la crianza porque todo lo que
torias entre niña o niño y sus cuidadores primarios. ocurra en los primeros años de vida tienen el poten-
Puede entenderse como un pilar para la interacción cial de marcar el desarrollo cerebral.
con el otro: el niño o niña que desarrolla su confian- Como se vio en el Capítulo 2, la capacidad del ce-
za básica podrá después explorar el mundo, crecer, rebro de poder modificarse con las experiencias se
separarse de sus cuidadores primarios y así consti- denomina neuroplasticidad. Esto permite desarrollar
tuirse como individuo. especialmente durante la niñez capacidades como
La confianza se relaciona con la seguridad que tie- aprender, recordar, armar juego con el otro, desplazar-
ne cada niño o niña al saber que sus cuidadores son se, recuperarse de situaciones y olvidar.
sensibles a sus necesidades tanto físicas como emo- Por eso, es importante entender que cada persona
cionales, y que estarán a su disposición si los necesita. tiene un cerebro único: vive situaciones diferentes a
Los niños y las niñas que se sienten seguros respecto las del resto, tiene estímulos distintos, se alimenta de
de las y los adultos que los cuidan no ignoran los ries- diversa manera, mantiene vínculos particulares.
gos de aventurarse alejándose un tanto de ellos, pero Y así como el cerebro se modifica con las experien-
avanzan de todas formas sabiendo que tendrán dón- cias, de la misma manera lo hace la vida psíquica y
de apoyarse si llegaran a necesitarlo. Otro ejemplo se mental. Eso se llama, como también se vio en el Ca-
puede ver en las primeras veces que las familias dejan pítulo 2, plasticidad del yo. La plasticidad del yo es,
a los niños o niñas en el CDI o jardín de infantes: en un entonces, la capacidad para adaptarse a los distintos
principio es probable que se sientan angustiados, pero acontecimientos de la vida. Aquí entran en juego la
superada esa etapa, tendrán confianza en que volve- adaptación a la realidad, a aprender lo que se puede y
rán a buscarlos y se quedarán sin mayores angustias. lo que no se puede hacer, a darse cuenta de las cosas
A causa de la pandemia, se va a necesitar la re- que suceden en el mundo y a poder modificar actitu-
construcción de la confianza básica en las cuidado- des para no sufrir cuando algo no se puede concretar.
ras y en los espacios. A partir de la plasticidad del yo es posible desa-
Existen casos en los que la confianza básica de una rrollar la tolerancia a la frustración, sin que aumen-
niña o un niño se puede ver interrumpida, como ocu- te excesivamente la angustia y sin tener que reaccio-
rre cuando una persona que tiene el rol de cuidado pri- nar de formas muy regresivas. Tanto la plasticidad del
mario muere o se ausenta de la relación. En esos casos, cerebro como el aprendizaje a tolerar la frustración
33
dependen mucho de las experiencias tempranas gra- la proximidad con la figura de apego, resistirse a la se-
tificantes. Durante la pandemia hubo que regular paración, protestar si sucede (lo que se llama ansiedad
con las niñas y los niños situaciones de angustia, de separación), y utilizarla como sostén de seguridad
de restricciones, de imposibilidades y desarrollar desde el cual explorar el mundo.
aprendizajes que permitieran soportar mejor la Los tres elementos fundamentales del proceso de
frustración y los sufrimientos. apego son sintonía, equilibrio y coherencia.
¿Cómo acompañar estos procesos de organización
de la angustia que han compartido las niñas, los ni- Sintonía. Es la armonía entre el estado interno de las
ños y las familias? Un ejemplo de esto fue el uso de madres y los padres o cuidadores primarios y el estado
las pantallas. El uso excesivo y contradictorio de las interno de las niñas y los niños, que suele ser alcanza-
tecnologías permitió «acercar» a los niños y las niñas a da cuando unos y otros comparten de manera conti-
sus cuidadoras pero también los cargó de altos niveles nua las señales no verbales.
de excitación y angustia, lo cual demandó a las cuida-
doras distintas estrategias. Intentaron generar mayor
protección, transmitir calma, proveer información cla- Equilibrio. Es la sintonía con el estado de las madres
ra y no tóxica, dar esperanzas de encontrar una salida, y los padres que permite a los niños y las niñas equi-
explicar en lenguaje simple, colaborar con el estable- librar sus propios estados corporales, emocionales y
cimiento de rutinas y horarios, facilitar ideas y pro- mentales.
puestas de actividades para la casa que ayuden a de-
sarrollar la creatividad y elaboración. No se perdieron
aprendizajes formales: se aprendieron otras cosas21. Coherencia. Es el sentido de integración que alcan-
La pérdida más trascendente para las niñas y los ni- zan las niñas y los niños cuando experimentan cone-
ños durante la pandemia es la del lazo social, el con- xión interpersonal e integración interna en relación
tacto con sus pares. con los adultos cuidadores.
21 Tonucci, Francesco. Ciclo de Conferencias Ciudades Amigas de los Niños y Niñas. 2020
34
Este apego ansioso puede, a su vez, ser de dos tipos: producción expresiva, experimentar mutuamente la
gratificación del encuentro, compartir la emoción y
Apego ambivalente: es el que se produce cuando modular esa danza de sonoridades. Pero abusar de lo
las niñas y niños responden a la separación con angus- verbal, al igual que de lo musical, es riesgoso: someter-
tia intensa y mezclan comportamientos de apego con los a una continua lluvia de palabras o aplicarle estimu-
expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a lación musical constante, puede resultar tóxico para la
la inconsistencia en las habilidades emocionales de progresiva evolución de la comunicación y el vínculo.
sus cuidadores, estos niños y niñas carecen de expec-
tativas de confianza con respecto al acceso a sus cui- Importa más el «cómo se dice»
dadoras y la respuesta de estos. que el «que se dice».
Apego evocativo: se da cuando el cuidador deja
de atender constantemente las señales de necesidad En la comunicación humana intervienen la expresión
de protección del niño o niña, lo que no le permite el (lo que se dice), la escucha (para lo cual se hace silen-
desarrollo del sentimiento de confianza que necesita. cio) y el intercambio (donde se hacen pausas). Así, los
Debido a las experiencias de abandono que han sufri- lenguajes sonoro, corporal y verbal se entrelazan en los
do, estos niños y niñas se sienten inseguros hacia los intercambios donde la escucha y la expresividad van
demás y esperan ser desplazados. haciendo durar el encuentro. La disponibilidad sen-
El apego desorganizado desorientado aparece sible y atenta es la mejor propuesta para compartir
cuando el cuidador tiene respuestas desproporciona- emocionalmente el diálogo.
das y/o inadecuadas ante las señales del niño o niña. Para promover un desarrollo saludable, es esencial
En su desesperación, al no poder calmar a la niña o favorecer la comunicación sin apresuramientos ni in-
niño, el cuidador entra en procesos de disociación. terrupciones. Es importante evitar la sobreestimula-
Esta conducta del adulto desorienta a la niña o niño, le ción así como las provocaciones que anulen las inicia-
quita seguridad y le genera ansiedad adicional. tivas del niño o niña, y permitir y alojar el despliegue
La pandemia va a generar nuevas sincronías en los espontáneo del deseo de comunicarse.
sistemas de apego y desapego. Serán encuentros y
desencuentros, a veces juguetonamente desarrolla- Algunas pautas útiles para aplicar
dos a través de las pantallas, de las ventanas al exte-
rior, de los videos o mensajes de voz. En el regreso a
en tiempos de pandemia.
los espacios, va a ser importante recrear las formas de
Para favorecer una comunicación que estimule el
apego seguro en nuevas formas de interacción entre
desarrollo emocional de niños y niñas en tiempos de
las niñas y los niños y sus familias.
pandemia, es importante:
Corporalidad y sonoridad.
Integrar la expresión sonora a las manifestaciones
Ausencias y presencias infantiles.
en la pandemia.
Ofrecer a niños y niñas la oportunidad de experi-
Desde el embarazo, los intercambios de la madre con mentarse a sí mismos como seres comunicativos.
el bebé se sostienen en la sonoridad y la escucha que
ambos integrantes del vínculo ensayan, practican, Estimular vivencias gratificantes para ambas partes
construyen y experimentan. Por ello, es importante en el diálogo vincular.
«hablarles» a las y los bebés, ya que desde el principio
están disponibles a la comunicación. Valorar los modos de decir de niños y niñas: diálogos
Los sonidos que expresa desde el nacimiento son un hechos de susurros, miradas, laleos, chasquidos, gritos,
lenguaje que sostiene el vínculo. Para ello, es relevante palabras, risitas, llantos, quejidos, canturreos, mimos,
propiciar el juego sonoro, el diálogo, dejarse llevar por canciones, caricias. Si son en la casa, son además con
las producciones vocales que surgen naturalmente du- besos y abrazos.
rante el entonamiento afectivo que envuelve la relación.
Dialogar con las y los bebés o la beba es valorar su En el vínculo sonoro no hacen falta juguetes pero
35
sí hace falta que haya disponibilidad de un adulto a transmitir a niños y niñas la idea de que el distancia-
entrar en diálogo sin un lenguaje formalmente orga- miento social no implicó desapariciones ni ausencias.
nizado, utilizando todos los objetos que un entorno
familiar y natural puede ofrecer. Estos entornos han El cuerpo habla.
sido lugares de experimentación y aprendizajes que sos-
tuvieron mucho el desarrollo emocional en pandemia. El rostro, la cara, las miradas, las manos, el cuerpo en-
Cuando se produzca el reencuentro con las niñas y tero se transformaron debido a los nuevos formatos de
los niños, será importante: cuidado que se instalaron a partir de esta pandemia.
Esto produjo impacto en niños, niñas y adultos. Por
Ejercer la protección, el cuidado y el sostén emocional. eso, será importante en la vuelta presencial:
Crear experiencias emocionales estables y placen- Que la cara sea un rostro expresivo.
teras. Más que nunca, los vínculos con las niñas y los
niños requerirán un despliegue de momentos tiernos Que la voz sea un elemento de identidad y acompa-
más que de un desarrollo en los aprendizajes formales. ñamiento.
Atender sus necesidades, que seguramente serán Que las manos que se lavan, se frotan, se rozan, que
diferentes a las habituales debido a todo el escenario fueron protagonistas del cuidado, que habilitan los es-
de readaptación. pacios virtuales de conexión, que se usan para sustituir
sonrisas escondidas, que saludan, que muestran la sim-
Estimular más que nunca la confianza básica y, en bolización del abrazo no pierdan su lugar en las caricias,
muchas oportunidades, reconstruirla a partir de una los sostenes, las expresividades, los juegos corporales.
relación estable con las cuidadoras.
Que el distanciamiento físico no haga más lento el
Disminuir las situaciones de alarma y condiciones adver- uso del cuerpo.
sas que facilitan el estrés tóxico en las niñas y los niños para
crear las condiciones de un buen desarrollo cerebral. Que el juego corporal sea más libre y con disponibili-
dad de tiempo, alimentado por los gestos, las muecas,
Estimular la comunicación y el lenguaje, sin intoxi- los cambios en el rostro, los movimientos mímicos, las
car de estímulos sonoros y visuales que producen una imitaciones, las dramatizaciones, la utilización de ele-
enorme fatiga sensorial (pantallas, audios permanen- mentos de uso cotidiano de los hogares.
tes, saturación de los sentidos).
Que se retomen cuando sea posible los juegos cor-
Crear nuevas sintonías para reconstruir los vínculos porales vinculados a los elementos de la naturaleza:
de apego.
Con el agua: los charcos, los trasvasamientos, la llu-
Desarrollar la empatía para reconocer los síntomas via, los cuerpos mojados.
emocionales (angustia, depresión, ansiedad) que han
dejado huellas en los desarrollos de las niñas y los niños. Con el aire: globos, burbujas, plumitas.
Encuentros próximos
y cercanos. Reencuentros
deseados.
En poco tiempo volverán los encuentros tan anhela- A todas las cuidadoras de los espa-
dos. Se volverá con grandes experiencias muy diferen- cios de cuidado y educación les es-
tes, con momentos pasados de muchas angustias y
pera una tarea algo novedosa pero
sentimientos encontrados, con muchos aprendizajes
emocionales para las niñas, los niños y sus familias,
muy creativa. Desde el lugar que
con muchas formas nuevas de estar en los espacios cada una de ellas ocupe, será porta-
y en el tiempo. Todos los implicados deberán tener dora de esperanza.
paciencia y capacidad de sorprenderse. No todo fue
traumático y catastrófico. Que este texto sirva para encuentros amorosos entre
Seguramente, las formas en las que cada familia niños, niñas, cuidadoras y educadoras.
pudo llevar estos tiempos tendrán su impacto en el re-
torno a los espacios comunes. También serán distintas
las formas de ejercer la función por parte de las cuida-
doras. Habrá que construir colectivamente «un jardín
de los recuerdos de la pandemia», junto a «un árbol de
los deseos para encontrarse mejor».
Deberá surgir como nunca la vocación de cada cui-
dadora en sus funciones de apoyo y acompañamien-
to en la crianza. Es ahí donde podrá disponer de los
recursos aprendidos, vividos, conocidos. Algunas inte-
racciones serán nuevas y otras permitirán reconocer
cada historia que han tenido con las niñas, los niños
y sus familias. Protección, cuidado y sostén emocional
para recibir los nuevos tiempos. Reconocimiento de
las nuevas emociones y su elaboración por medido de
juegos, movimientos, cuentos, palabras, inventos. Mu-
chas creaciones y pocas exigencias.
En los tiempos inciertos, habrá que ir por la confianza
básica. Nuevas y no tan nuevas interacciones en la co-
municación y el lenguaje. Van a ser necesarias las mues-
tras de apego, para después poder desapegarse. Las ni-
ñas, los niños, sus mamás, sus papás y las familias van
a estar más atentos que siempre a los modos en que
cada cuidadora los reciba, y las tomarán más que nun-
ca como referencia o consulta. Los encuentros con las
familias se harán imprescindibles, deberán ser encuen-
tros de elaboración y de intercambio de experiencias.
37
CAPÍTULO 4
Pensando
en los reencuentros:
criterios y miradas
que importan
Por Marisa Factorovich
40
La situación de confinamiento vivida durante la pan- de la crianza y es lo que las cuidadoras pondrán en
demia de COVID 19 lleva a pensar qué ha sucedido y marcha más que nunca en estos tiempos y sobre todo
cómo será la vuelta a los centros y espacios educativos en momentos de pospandemia para lograr una bue-
y de cuidado. Todo esto implica un desafío para el cual na adaptación, tanto de todo el sistema como de las
las cuidadoras deben estar preparadas. En este texto familias, las niñas y los niños. La función de anticipa-
se intentará pensar y ubicar lo que la pandemia ha ción es entonces un factor de protección. Cuanto más
traído como consecuencia en las familias, las niñas, los pequeños sean los niños y las niñas, más tendrán que
niños, y las cuidadoras y educadoras para apoyar a las anticipar las cuidadoras. Cuanto más sepan los niños y
cuidadores y educadoras en su rol central. niñas lo que quieren y cuanto más puedan expresarlo,
menos anticipación requerirán.
Esta función va de la mano de la empatía, que impli-
Las cuidadoras y ca ponerse en el lugar del otro, y calcular y pensar qué
no ha podido elaborar todo ese estímulo en el sueño. En las niñas y niños se han visto efectos diferentes.
Las niñas y los niños atraviesan sus traumas ayudados En algunos, hubo regresiones, pérdidas de adquisicio-
y acompañados por sus afectos cercanos y también a nes, angustias, temores, detenciones en el desarrollo.
través del juego, que es el refugio que tienen a mano y Algunos padecieron angustias irracionales o llantos in-
espontáneamente. consolables. También, caídas o pequeños accidentes,
Si los adultos responsables de la crianza están bien cambios en el lenguaje o en los hábitos alimentarios.
ubicados en su rol, tranquilos, seguros, pueden ser un En otros, la situación de estar juntos en la casa resul-
filtro importantísimo para que la realidad no trastoque tó una muy buena oportunidad de crecimiento. ¿Por
la vida anímica de las niñas y niños. Por supuesto, esto qué sucede de esta manera? Porque lo que es traumá-
no siempre es posible. tico para alguien no lo es para otra persona. Aquello
que para algunos se transforma en una crisis negativa,
El impacto del estrés. para otros es una oportunidad positiva de realización.
Esto es muy importante. No se puede entonces tra-
tar a todas las familias de la misma manera. Si bien la
El impacto del estrés dependerá de tres cuestiones: pandemia a nivel mundial ha sido un estallido traumá-
1. La severidad del acontecimiento. La pandemia es tico en todos los niveles de la vida, especialmente en la
una sola, pero los efectos en cada familia son muchos. salud pero también en lo social, económico, familiar,
Para quienes esta situación ha dejado sin trabajo, sin educativo y emocional, hay que entender que impacta
recursos básicos, es evidente que el impacto y la an- de manera diferente en cada familia.
gustia serán mayores. Si se parte del prejuicio, o se generaliza, se corre el
2. La edad de las niñas y los niños, y sus recursos. riesgo de equivocarse. No se sabe de antemano qué es
Cuanto más pequeños sean los niños y las niñas, más traumático para quién. A veces uno puede sorprender-
difícil será entender sus expresiones como efecto del se; tal vez algo que parecía terrible es tomado de modo
estrés. Sin embargo, hay indicadores de qué les suce- muy positivo y otras veces un detalle aparentemente
de. Por ejemplo, la aparición de cuestiones que antes menor ha traído para alguien mucha infelicidad. Uno
no estaban: en la alimentación, el llanto, el sueño, el de los factores que ha resultado traumático en esta
juego, sus hábitos cotidianos, su ánimo. Hay quienes pandemia ha sido la separación y la distancia respec-
tienen más recursos para salir adelante en situaciones to de los afectos de referencia. Los niños y las niñas
adversas. Poseen más defensas, más recursos simbóli- han necesitado mucho a sus pares, a sus abuelos, a
cos o simplemente más fortaleza. sus cuidadoras y educadoras.
3. La accesibilidad y capacidad de los adultos. Aquí Hay personas de distintas edades para quienes estos
tendrá importancia en qué medida el adulto se puede meses de estar en casa han sido muy interesantes y
sobreponer a sus adversidades, para seguir cumplien- positivos. Les vino bien a su «sistema psíquico», a su
do el rol de protector, anticipador y sostén de la crian- mente. En la función de las cuidadoras y educadoras
za. Si puede recurrir a otros para que lo acompañen y es fundamental poder ubicar en qué punto de elabo-
ubicar su rol y amortiguar el impacto, tendrá un efec- ración de este trauma están los niños y las niñas, ya
to positivo en niñas y niños. Si por el contrario, adop- que lo traumático pide ser elaborado. O sea, que no
ta conductas inestables, negligentes, sin rutinas, muy solo necesitarán saber cómo están las niñas, los niños
violentas o sobreestimuladoras, dejará marcas nega- y sus familias, sino también pensar estrategias, modos
tivas en la crianza. Si esto último es transitorio, tiene de ayudarlos a continuar. Deberán destrabar los pun-
posibilidades de revertirse. La intensidad y la perma- tos del desarrollo y las adquisiciones que se hayan tra-
nencia de vínculos tóxicos complejiza el pronóstico. bado, para seguir creciendo.
negativos pero también los hubo positivos. Las niñas y ¿Cómo se puede trabajar con estas situaciones una
los niños pequeños no pueden por lo general decir en vez que se ha podido localizar que esto está sucedien-
palabras lo que les sucede, entonces lo dicen con sus do en las familias de niñas y niños?
conductas. Eso requiere que los adultos estén atentos Lo fundamental es lograr la confianza con las fami-
y hagan una lectura, traten de interpretar qué signi- lias para que relaten lo que está pasando y sepan que
ficado tiene una conducta atípica en ese niño o niña. pueden contar con las cuidadoras. Hay que tratar de
Además, las niñas y los niños son muy perceptivos y que lo pongan en palabras para reducir las violencias.
receptivos de los climas emocionales que se viven en También hay que intentar que las niñas y los niños no
sus entornos, tanto positivos como negativos. se queden en lugar de víctimas, y que entre adultos
Durante la pandemia, muchos niños y niñas logra- y niños haya un respeto necesario. Se puede también
ron signos positivos debido a la presencia de sus re- tratar de ver qué otros referentes afectivos cercanos a
ferentes afectivos en sus casas: control de esfínteres, la familia hay, que puedan intermediar saludablemen-
desarrollo de habilidades cognitivas o motoras, ma- te en el hogar (abuelos, vecinos o las mismas cuida-
yor estabilidad, etc. doras). Todos los dispositivos, como conversaciones,
Los cambios negativos que las cuidadoras observen grupos de padres, talleres, información que se pueda
en las niñas y los niños requerirán acciones: hablar con alcanzar a las familias sobre el tema, serán muy positi-
las familias, escuchar qué sucede, pensar juegos e in- vos y funcionarán de amortiguación.
tervenciones. Muchas veces, preguntarle a un padre o
una madre qué está pasando en la casa es una inter- El juego como factor de protección
vención de mucho valor, que permite que ese conte-
nido angustioso circule y se escuche y, tal vez, recibir en el desarrollo infantil.
un consejo o indicación ayude a modificar la situación.
Todas las niñas y los niños juegan. El juego es el len-
guaje de la infancia. Los niños y las niñas juegan des-
El impacto de la violencia de que nacen.
en el desarrollo infantil. Puede ser que el juego este trabado, detenido, inte-
rrumpido, pero todos los niños y las niñas se apoyan en
Como se ha visto en los capítulos anteriores, durante la el juego y los juguetes para crecer y elaborar su mun-
pandemia, las situaciones de violencia al interior de las do. El juego constituye un factor de protección funda-
casas y de las familias han aumentado. mental para niños y niñas, y es a la vez el lenguaje que
Distintos estudios han demostrado que a violencia tiene para decir y armar su mundo desde su perspec-
tiene en la infancia un efecto profundo y duradero en el tiva, que es diferente de la de los adultos.
desarrollo, porque afecta la salud física y emocional, la El juego es, además, una actividad que permite tem-
capacidad de aprender e incluso el desarrollo cerebral22. pranamente mirar el desarrollo infantil. Se puede ob-
Las niñas y los niños que sufren violencia son más pro- servar si el niño o la niña va logrando las adquisicio-
pensos a tener una salud más vulnerable tanto física nes esperables para cada momento de su desarrollo,
como mental, ya que la tensión excesiva vivida a cau- y también si encuentra placer en ellas. El juego es una
sa de la violencia puede traer disfunciones cognitivas. actividad que ayuda a la creación de un vínculo de
Los vínculos que luego establecen suelen ser inesta- apego y de salud entre las niñas y los niños y sus re-
bles, y muchas veces estas niñas y niños tienen con- ferentes afectivos. El juego entre padres, madres y sus
ductas agresivas y problemas de conducta en general. hijos e hijas, y entre educadoras y niñas y niños es la vía
La confianza en el otro se ha quebrado y la función de para una construcción afectiva inolvidable y duradera.
anticipación ha fallado. La Convención de los Derechos del Niño ha postula-
22 Cabrera Díaz, E. y Astaiza Arias, G. M. (2016, 22 de julio). Secuelas del maltrato infantil. Revista Psicología Científica; Janin, B. (2002). Las marcas de la
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Maltrato Infantil y desarrollo: hacia una revisión de los factores de resiliencia. Pensamiento Psicológico. Pontificia Universidad Javeriana Cali. Facultad de
Humanidades y Ciencias Sociales
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do como derecho universal el juego, el esparcimiento estadías en el interior del hogar, los encuentros con
y el acceso a la cultura. Las educadoras y cuidadoras las familias y con otros niños y niñas, deben planificar-
deberán hacer cumplir y valer ese derecho. El juego se través de los juegos. Esto implica creatividad, ideas,
es además una pantalla de protección donde niños y música, espacios seguros y la predisposición para jugar
niñas arman una realidad más placentera para su vida. por parte de los adultos. Es necesario dejarse tomar por
Por medio del juego, elaboran las situaciones que el juego: estar disponibles, volver a hablar ese lenguaje.
viven y transitan por el principio de placer, es decir, lo- Hay que recordar que alguna vez se fue niño o niña, y
gran satisfacción con poco esfuerzo o trabajo psíquico. cuáles eran los juegos preferidos, para levantar un poco
En el juego las niñas y los niños pueden hacer activo las represiones y convocar a los recuerdos para que
lo que vivieron pasivamente. Les permite armar per- sean una guía para volver a jugar.
sonajes: maestras o maestros, superhéroes y heroínas, A nivel de las comunidades, lo mejor que se puede
médicas y médicos, madres y padres, entre otros. esperar es propiciar encuentros lúdicos entre adultos,
Como dice Sigmund Freud, el juego, si bien es di- niñas y niños, que permitan seguir protegiendo las
vertido, es una actividad muy seria. Los niños y las ni- crianzas y ayudándolos a crecer y a fortalecer los vín-
ñas pasan enormes cantidades de tiempo jugando y culos primarios saludables que dejarán vivencias posi-
expresando en el juego su mundo interior. Por eso es, tivas para el resto de la vida.
importante no interrumpirlos y respetar ese momen-
to. El juego se realiza y se sostiene solamente si no
hay riesgo. Si hay algún factor de riesgo, el «como si»
del juego se interrumpe.
El juego requiere del apoyo en los juguetes o elemen-
tos de la realidad que se transformarán en juguetes.
Como el momento de su desarrollo aún no permite a ni-
ños y niñas solamente fantasear en su mente como los
adultos, ya que su psiquismo aún no está del todo forma-
do, los niños y las niñas necesitan desplegar esas accio-
nes que llaman juegos y utilizar los juguetes como apoyo
en donde poder proyectar sus vivencias.
El juego les sirve además para conocer, explorar el
mundo, aprender, armar espacialidades. A través del jue-
go, arman y descubren su cuerpo. Se puede jugar con las
manos, con los pies. Las y los bebés descubren su voz y
juegan con ella. En el juego, sienten la pulsión de domi-
nio, a través de la cual son agentes de sus propias accio-
nes. Eso es placentero y contrario al trauma, que los deja
en actitud o posición pasiva.
En sus juegos, los niños y las niñas imitan el mundo de
los adultos, y arman roles, ya que se identifican con lo que
ven de la realidad de su entorno. Por eso, también es im-
portante que el entorno sea saludable y protector. Si algo se
sale del carril del juego, y comporta un peligro, es esperable
que el juego sea interrumpido por la persona adulta a cargo.
Que algo sea o no sea juego es una atribución del otro.
Es el adulto el que sanciona como juego una acción, o
decide que con eso o de esa manera no se juega. Con el
juego, las niñas y los niños establecen vínculos. Se puede
jugar con otros y también es importante que aprendan
a jugar solos. El juego tiene un adentro y un afuera, se
puede entrar y salir de él.
Por todas estas características, el regreso a los cen-
tros de desarrollo infantil y los centros educativos, las
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