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LA ASUNCION DE LA VIRGEN MARIA

Esta verdad de fe del catolicismo establece que la Virgen fue "asunta al Cielo" al


término de su vida terrenal, es decir, que su cuerpo y su alma fueron llevados al
Paraíso. El Dogma no especifica si la Virgen pasó por la muerte o fue un momento de
tránsito, sino que, pasara lo que pasara, fue asunta al cielo
El Dogma de la ASUNCION A LOS CIELOS consiste en que la Inmaculada Madre de
Dios, siempre Virgen, cumplido el curso de su vida terrena fue subida en cuerpo y
alma a la gloria celestial. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de
noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus
BIOGRAFIA DE SANTA ANA CATALINA DE EMMERICK
Nació el 8 de septiembre de 1774 en Flamske, la quinta de nueve hermanos. Sus
progenitores, Bernardo Emmerich y Ana Hillers, fueron muy pobres y de sencilla piedad
cristiana. Fue bautizada en la iglesia de Santiago en Koesfeld (Kösfeld). Luego
fue costurera durante varios años. Fue enviada a estudiar música a la casa
de Stöntgen, organista pobre, a quien le dio todo lo que había ahorrado para entrar en
un convento y esperó con ellos varios años como sirvienta.

En 1802, a los 28 años de edad, entró en el convento agustino de Agnetemberg, Dülmen.


Sus hermanas de claustro creían que había recibido facultades sobrenaturales debido a
sus continuos éxtasis. Cuando Jerónimo Bonaparte, rey de Westfalia, cerró el convento
en 1812, ella fue la última en abandonarlo; se le otorgó refugio en casa de una viuda,
hermana del sacerdote dominico Joseph Aloys Limberg, su confesor. Allí llegaban
enfermos y pobres en busca de ayuda, y según sus contemporáneos, ella sabía cuáles
eran sus enfermedades y daba alivio a los necesitados. 2En 1813 estando ella enferma en
cama, aparecieron los estigmas en su cuerpo. Una comisión episcopal fue la encargada de
investigar su vida y examinar sus signos milagrosos. El Vicario general Orvergerg y tres
médicos, uno de ellos protestante, se encargaron de la investigación. El procedimiento
duró más de tres meses. Al parecer ellos se convencieron de su santidad y la autenticidad
de sus estigmas.

A finales de 1818 Ana Catalina revela que Dios le concede a través de la oración el alivio
de sus estigmas; y las heridas de sus manos y sus pies se cierran, pero los demás se
mantienen, y el Viernes Santo todos se vuelven a abrir.
En 1819 Emmerick vuelve a ser investigada. Fue trasladada a la fuerza a un cuarto grande
en otra casa y se mantiene bajo vigilancia estricta durante el día y la noche en un lapso de
tres semanas, lejos de todos sus amigos excepto su confesor. 3

En 1812 aparecen sus estigmas y a partir de entonces permanece confinada en cama;


murió el 9 de febrero de 1824 en Dülmen y fue enterrada en el cementerio fuera de la
ciudad cuatro días más tarde. En 1975, después de reiniciar el proceso
de beatificación por el postulador de la causa Josef Adam, sus restos fueron trasladados a
la cripta de la cercana Iglesia de la Santa Cruz.
LOS 5 SANTOS PERUANOS
 Santa Rosa de Lima

Isabel Flores de Oliva se convirtió en santa Rosa de Lima el 12 de abril de 1671, más de
50 años después de su muerte a los 31 años de edad, y desde entonces cada 30 de agosto
los fieles acuden a su santuario en el Centro Histórico para pedir que les cumpla un
deseo.

La santa nació en Lima en 1586 y sus padres fueron Gaspar Flores, un arcabucero de la
guardia virreinal, natural de Puerto Rico, y la limeña María de Oliva y Herrera.

El apelativo de Rosa se lo ganó de bebé, cuando su madre vio sus mejillas, estando en la
cuna, del mismo color de las rosas.

Fue una laica consagrada a Dios y al prójimo, dado que vivió dedicada a servir a los
necesitados y ofreció sus propios sacrificios personales en una pequeña celda construida
en su hogar.

"Ella se sacrificaba con continuas penitencias, pero es un ofrecimiento de su dolor por la


salvación de los pecadores, por los moribundos de Lima", explicó a "Efe" el historiador
Rafael Sánchez-Concha.

Santa Rosa "es un ejemplo de mujer que se sacrifica por su sociedad, porque se ocupaba
de los pobres, de enseñarles a las niñas los rudimentos de la fe".
 Santo Toribio de Mogrovejo

Nació en 1538 en España, donde estudió leyes antes de ser ordenado diácono, sacerdote
y consagrado obispo en una misma ceremonia en la catedral de Sevilla, para ser enviado
a Lima como arzobispo por el rey Felipe II.

"Era un hombre muy culto, un hombre recio y duro, temido por los curas párrocos",
contó el también catedrático a raíz de la labor de inquisidor que antecedió a Toribio de
Mogrovejo.

Una vez en Perú, santo Toribio estuvo a cargo de organizar la Iglesia católica en el
entonces virreinato con la aplicación del concilio de Trento, sobre la renovación del
catolicismo, y organizó el Tercer Concilio Limense, que produjo los catecismos en los
idiomas nativos de quechua y aimara en 1582.

Toribio de Mogrovejo viajó por toda su diócesis supervisando que se cumplan las
normas y se respete su jurisdicción. Murió en Zaña, en el norte de Perú, en 1606.
 San Martín de Porres

A su vez, san Martín de Porres, nacido en Lima en 1579, demostró que la santidad es lo
más importante en la sociedad y que puede ser para todos, pues él era un mulato
despreciado, como todos los de su clase social, recordó el experto.

"A pesar de ser mulato (de padre español y madre negra panameña), como tenía fama de
santo él aconsejaba al virrey, y era respetadísimo y queridísimo", afirmó Sánchez-
Concha.

A pesar de que su nombre de pila era Martín de Porras, por ser hijo del español Juan de
Porras, el papa Juan XXIII lo canonizó como San Martín de Porres en 1962, quizás para
evitar las connotaciones indebidas de su apellido.

San Martín era el portero y barrendero en el convento de los Dominicos y desde su


puesto vivía pendiente de ayudar a los enfermos y pobres con cariño y generosidad.

Se sabe que el Papa Francisco tiene una especial devoción por el Santo de la Escoba,
como se conoce a San Martín, y que tiene una imagen del santo mulato, fallecido en
1639 y canonizado en 1962.
 San Juan Macías

Fue un fraile dominico, amigo personal de San Martín, nacido en Extremadura, España,
en 1585, que llegó a Lima para cuidar ganado a la ribera del río Rímac.

"Era un santo retraído, que ayudaba mucho a los pobres", pero también fue un asceta,
"que se golpeaba el pecho con una piedra hasta escupir sangre".

Sánchez-Concha explicó que esta práctica de mortificaciones físicas era regulada en esa
época con maestros espirituales que las supervisaban.
San Francisco Solano

De igual manera, asceta y además misionero fue san Francisco Solano, dedicado a
predicar en el Centro de Lima con una calavera en la mano y una cruz para que la gente
se enmendase del pecado, según dijo el experto.

Francisco Solano nació en España en 1549 y murió en 1610 en Lima, después de


dedicarse a evangelizar por toda Sudamérica como fraile franciscano, en absoluta
sencillez.

Durante su largo viaje de evangelización de pueblos indígenas y colonos españoles, el


padre Solano llegó al Chaco paraguayo, al Río de la Plata en Uruguay, y a Santa Fe y
Córdoba en Argentina.

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