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UNIVERSIDAD PSICOLOGÍA INDUSTRIAL

DOMINICANA
(UPID)

NOMBRE:
WENDY GERMAN REYES CEPEDA

MATRICULA:
21010037

ASIGNATURA:
DERECHO LABORAL Y SEGURIDAD SOCIAL

TEMA:
PRACTICA I

FACILITADOR (A):
KATHERINE MARTINEZ, M.A

FECHA:
06-03-2021

CALLE 1RA. NO.27, URB. KG, CARRETERA SÁNCHEZ KM. 6 1/2, SANTO
DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA.
TEMA I

1-Definicion de Derecho de Trabajo

2-Sujetos de Derecho de Trabajo

3- Origen del Derecho de trabajo

4-Historia del Derecho de Trabajo

5-El Derecho de Trabajo en la Época de la Colonización

6-Codigo de Trabajo de 1951

7- Derecho de Trabajo en la Constitución de la Republica Dominicana

8- Tratados internacionales sobre Derecho de Trabajo


TEMA I:

Concepto de derecho de trabajo.

El derecho laboral, derecho del trabajo o derecho social es una rama del derecho cuyos


principios y normas jurídicas tienen por objeto la tutela del trabajo humano realizado en
forma libre, por cuenta ajena, en relación de dependencia y a cambio de una
contraprestación.

Se trata del conjunto de reglas jurídicas que garantizan el cumplimiento de las


obligaciones de las partes que intervienen en una relación de trabajo.

Sujetos del derecho del trabajo.

Cuando utilizamos la expresión “sujetos” desde el punto de vista jurídico, hacemos


referencia a seres humanos que son titulares de derechos u obligaciones y a quienes
también se pueden identificar como “personas”, los cuales en determinadas condiciones
construyen y forman parte de una relación jurídica que puede ser de muy variada
naturaleza.

Para el presente tema nos importan aquellos sujetos que establecen entre sí una relación
de trabajo o laboral, según la cual uno de ellos presta o realiza para el otro una actividad
subordinada o trabajo, y en esa medida recibe el nombre de “trabajador”, en tanto que el
sujeto en cuyo favor se presta el trabajo o la actividad, y bajo cuyas instrucciones o
subordinación se encuentra aquél, recibe el nombre de “patrón”.

Empleador.

El primero de los sujetos del derecho del trabajo es el empleador, este se define como“
La persona natural o jurídica que utiliza los servicios intelectuales o materiales de una o
más personas, en virtud de un contrato de trabajo.”

Aun cuando en la mayoría de las ocasiones el empleador reviste la forma jurídica de una
empresa, por ejemplo ello no ocurre en el caso del contrato de los trabajadores de casa
particular, razón por la cual no cabe asimilar ambos conceptos, que además, a nuestro
entender, atienden a dos cuestiones distintas, ya que, además, como veremos, habiendo
nuestra legislación adoptado un concepto institucional de la empresa, entendiéndose que
los trabajadores también forman parte de ella, ya que serían parte de los medios
“personales”.

Trabajador.

“Toda persona natural que preste servicios personales, intelectuales o materiales, bajo
dependencia o subordinación, y en virtud de un contrato de trabajo”. En relación al
trabajador, como sujeto del Derecho del Trabajo, es el centro de atención para estudio
del Derecho Laboral, ello en razón de la finalidad proteccionista de esta disciplina
jurídica.

Origen del derecho laboral.

El Derecho Laboral nace con la Revolución Industrial como consecuencia de las malas
condiciones de trabajo en la que los trabajadores no tenían ningún tipo de seguro social,
la jornada era agotadora, se explotaba a mujeres y a niños, los salarios apenas
alcanzaban para comer y no existían condiciones de seguridad e higiene en el trabajo.

Es en este momento cuando se produce una reacción por parte de los obreros obligando
a que el Estado intervenga creando una serie de normas tuitivas, que protejan a la parte
más débil de la relación laboral, el trabajador.

Historia del derecho laboral en la Republica Dominicana.

Evolución del derecho de trabajo

El trabajo es una condición esencial del hombre, una imperiosa necesidad humana.
Desde la más remota antigüedad, el hombre ha trabajado. El ha extraído del suelo, o de
la casa o de la pesca, lo necesario para alimentarse.

Pero el trabajo humano no siempre ha sido el mismo. Cada época de la historia de la


humanidad ha conocido una forma de trabajo predominante. Esto ha servido para
clasificar la vida humana en grandes periodos la esclavitud, la servidumbre, el sistema
corporativo y el salariado.

La esclavitud se inicia cuando el primer vencedor se percata de que un enemigo esclavo


era más útil que un enemigo muerto. De este modo inicia uno de los periodos más
largos de convivencia contemporáneos.
La guerra y la piratería fueron las principales fuentes de esclavitud. Pero también lo fue
el nacimiento. Los hijos de los esclavos nacían esclavos. Estos eran como un estado que
aumentaba. Las penas impuestas al deudor o a otras personas que incurrían en
determinadas violaciones a las leyes, fue también otras causa de esclavitud. Esta como
todas las cosas, tuvo su origen, desarrollo y muerte. Ella también fu vencida por el
tiempo y los cambios sociales.

Con el descubrimiento de América, la esclavitud paso y continuo en nuestro continente


cuando ya había dejado de existir en Europa. El feudalismo produjo el fraccionamiento
de los estados en feudos, y, consecuentemente, el siervo pasó a ser un vasallo. Esto
motivo el establecimiento de oficios, de pequeña industrias manuales en torno a la
mansión del señor.

El artesano y los gremios de la edad media, integran pues, otra forma de trabajo. Este es
organizado en las ciudades.

En sus comienzos las corporaciones agrupaban personas de un mismo oficio o de otros


semejantes que se unían para defensa de sus intereses comunes. El gremio era
autónomo. Tenía personalidad jurídica. En tal grado de disgusto y degeneración, el
sistema corporativo fue incapaz de resistir los grandes cambios que afectaron al mundo
de entonces, y desaparece con la revolución industrial iniciadas originalmente en
Inglaterra.

La revolución industrial no fue una revolución inmediata, rápida sino a largo plazo.
Tampoco fue radical, total, con ella subsistieron otras formas tradicionales de trabajo.

La revolución industrial creo una división honda entre los hombres. Se recrudece la
lucha de clase en grado superlativo. Nace con ella el proletariado y, consecuentemente,
el salariado, sistema de trabajo que predomina en nuestros días.

El derecho de trabajo en la época de la Colonización.

La colonización de América fue una colonización de antiguo régimen. La Corona


española implantó en el mundo indígena formas, instituciones jurídicas, y un sistema
político, premoderno, monárquico y cortesano. La empresa colonial fue legitimada
teóricamente por el naturalismo jurídico escolástico, y fue implementada por una corte
de burócratas –administradores de justicia– de segundo orden que actuaron día a día en
contacto directo con la población aborigen.

El sistema colonial tuvo el objetivo “natural” de desmantelar el ordenamiento


jurídico/político americano. Para ello se basó en una cultura jurídica/teológica que
permitía la protección sólo de los derechos, y la subsistencia de las instituciones, que
tuvieran sentido para la Iglesia y los invasores.[1] La llegada de los españoles en 1532,
comenzó la demolición del proceso de unificación jurídica y política del Tawantinsuyo,
se trataba en los esquemas coloniales de derribar la sociedad política autóctona y para
eso era fundamental desconocer el ordenamiento precolombino y reemplazarlo por otro
Derecho sustentado en la forma cómo los españoles imaginaban a los indígenas.

Utilizando la escolástica medioeval cristiana, los juristas de la Escuela de Salamanca,


aportaron a este imaginario. Con la teoría que justificaba la “guerra justa” contra los
indígenas, y con la legitimación de la conquista, trasplantaron al nuevo mundo las
instituciones de la feudalidad peninsular. La invasión occidental, que incorporó
abruptamente a las naciones andinas al capitalismo y el colonialismo, generando una de
las mayores hecatombes humanas, fue una empresa militar, pero de manera
sobresaliente fue una empresa jurídica, de implementación del Derecho imperial.

Sin embargo, junto a la realización del imperialismo jurídico, los colonialistas


preservaron algunas instituciones normativas y estructuras de poder precolombinas que
les interesaban para desenvolver su dominio. Éstas se tradujeron al Derecho y la
administración de justicia de los conquistadores, como centro de la relación colonial.

Con estas imposiciones y sobrevivencias jurídicas, la Colonia gestionó racionalmente la


desestructuración de los pueblos originarios, y manejó el desmantelamiento de sus
estructuras económicas, sociales y de sus sistemas religiosos. El control del territorio, y
de la población indígena, se efectuó según instrumentos normativos, legales, fiscales y
políticos que reprodujeron las modalidades de guerra propias de la sociedad española de
la reconquista de la península Ibérica.

El primer punto de quiebre con el sistema autóctono fue la transformación de los


derechos ancestrales en derechos coloniales, el cambio de las prácticas nativas a las
prácticas españolas. El segundo fue la reorganización del territorio. Con la llegada de
los españoles la mayor parte comunidades indígenas fueron desaparecidas
completamente, trasladadas, reestructuradas o fundidas con otras comunidades.

La Conquista socavó las estructuras prehispánicas de regulación de los conflictos e


impuso nuevas instancias que desestructuraron las sociedades autóctonas. El “nuevo
Derecho” fue un efecto del dominio político, de la reestructuración colonial de las
sociedades indias, de la integración de las instituciones hispánicas impuestas por los
invasores y adoptadas por los vencidos. La incorporación de los indígenas a la
monarquía hispánica a través del Derecho y la administración de justicia, la aceptación
y el sometimiento al orden colonial por parte de los propios pueblos originarios, son
centrales para comprender cómo la colonia pudo implantarse, consolidarse y mantenerse
con relativa facilidad. 

Reseña histórica del código de trabajo de la Republica Dominicana.

El Código de Trabajo de la República Dominicana es un documento por el que se rige la


ley laboral dominicana, llevado a Cabo por una comisión redactora del trabajo. Creado
bajo la ley 16-92 promulgada el 26 de mayo de 1992.

Este código tiene por objeto fundamental, regular los derechos y obligaciones de
Empleados y empleadores, trabajadores y proveer los medios, conciliar sus respectivos
intereses, y definir el contrato de trabajo, aquel por el cual una persona se obliga
mediante una retribución, a prestar un servicio personal a otra, bajo la dependencia y
dirección inmediata o delegada de ésta.

Código de trabajo del 1951

Los IX Libros del Código. El CT de 1951, derogado y sustituido por el CT de


1992, estaba integrado por VIII Principios Fundamentales y por IX Libros.

Los referidos IX libros trataban “Del Contrato de Trabajo” “De la Regulación privada
de las Condiciones del Contrato de Trabajo”, “De la Regulación Oficial de las
Condiciones Ordinarias del Contrato de Trabajo”, “ De la regulación Oficial de las
condiciones de trabajo de algunos Contratos De Trabajo”, “ De los Sindicatos”, “De los
Conflictos
Económicos, de la Huelga y Paros”, “De la Aplicación de la Ley”, “De la
Responsabilidad y las Sanciones”, “Disposiciones Transitorias”. En total dicho código
tenía 693 artículos.

Los VIII Principios Fundamentales. Estos principios fundamentales son de los


que dan fisonomía característica al Derecho de Trabajo. Para hacer resaltar su
importancia, se han colocado fuera del artículo del Código con el carácter de normas
superiores a que debe estar supeditada la economía de las regulaciones de la legislación
social.

Evolución y Características. El CT 1951, recopiló casi todas las leyes anteriores,


dándole unidad a las mismas. Este Código fue objeto de diversas modificaciones, estas
incluyendo las introducidas en 1992, señalan otras características: su evolución
negativa.

La gran mayoría de las leyes que modifican y completan el CT de 1951, tiene por objeto
restar o disminuir los derechos o ventajas económicas reconocidas con anterioridad a los
trabajadores; incluso, el mismo código constituyó uno de los primeros pasos negativos
de esta evolución.

Las leyes votadas posteriormente no escapan a esta evolución negativa. La Ley 338, de
1972, v.g. que modifica varios artículos del Código del Trabajo, incluyendo las
vacaciones anuales, lo hace con el propósito de adaptar nuestra legislación a
Convenciones adoptadas por la Organización Internacional del Trabajo en 1919, cuando
la práctica contractual proveniente de los pactos colectivos de condiciones de trabajo de
frecuente uso en el país, establece sistemas vacacionales más avanzados y favorables
para el trabajador.

Evolución del código de trabajo


En el año 1992 mediante la Ley Número 1692 del 29 de mayo es aprobado el Código de
Trabajo de la Republica Dominicana y el 2 de octubre de 1993 se dicta el Reglamento
Número 258-93 para su aplicación.

El 12 de mayo del año 1995 se dictó el Decreto Número 107-95 sobre Igualdad de
Oportunidades y Derechos Laborales a las personas con limitaciones físicas, mentales y
sensoriales.

En el 1997, mediante el Decreto Número 144-97 del 24 de marzo, se crea e integra el


Comité Directivo Nacional de Lucha Contra el Trabajo Infantil que pone a cargo de una
de las subsecretarías de Estado de Trabajo las funciones de Secretaría Ejecutiva de la
misma.

Finalmente, el 6 de febrero del año 2010 el entonces presidente de la República Leonel


Fernández, emitió el Decreto 56-10 que ordena el cambio de denominación de todas las
secretarías de Estado por ministerios. Desde ese momento y hasta la fecha contamos con
el Ministerio de Trabajo.

Derecho de trabajo en la constitución de la Republica Dominicana

Según la Constitución dominicana “el trabajo es un derecho, un deber y una función

social que se ejerce con la protección y asistencia del Estado”, para el cual se garantiza

“la igualdad y equidad de mujeres y hombres”. Además, “todo trabajador tiene derecho

a un salario justo y suficiente que le permita vivir con dignidad”. Además, se establece

“el desarrollo progresivo de la seguridad social para asegurar el acceso universal a una

adecuada protección en la enfermedad, discapacidad, desocupación y la vejez”.

Comparemos ahora la Constitución con algunos datos de actualidad:

1) El salario real promedio nacional es un 20% inferior al salario real que se devengaba

en 1999, es decir permite comprar un 80% de los bienes y servicios que se podían

adquirir en 1999.

2) La participación de los trabajadores en la riqueza producida es cada vez menor,

variando de un 50% en 1996 a menos de un 30% hoy. Esto significa más pobreza

mientras hay más riqueza y más concentrada.

3) En 2017 el 60% de quienes percibían ingresos declaró tener, en promedio, un ingreso

de RD$11,734.78, por debajo del costo de la canasta familiar más baja (RD$13,346.74).

El 80% declaró percibir, en promedio, un ingreso por debajo del costo de la canasta

media, calculada en RD$23,422.


4) Tomando en cuenta sólo los ingresos laborales (excluyendo remesas y asistencia del

gobierno), el 48% de los trabajadores y sus familiares se encuentra por debajo de la

línea de pobreza, establecida en RD$4,644 por persona.

5) Hablando específicamente de las mujeres, solo el 49 % de las dominicanas en edad

de trabajar puede participar activamente en la economía, y son apenas el 40 % de todos

los ocupados. Las mujeres padecen más del doble de desocupación ampliada que los

varones, y ganan menor salario que los hombres, en todas las categorías laborales.

Tratados internacionales sobre derecho del trabajo.

El Consejo de Administración de la OIT ha establecido que ocho convenios son


«fundamentales». Estos abarcan temas que son considerados principios y derechos
fundamentales en el trabajo: la libertad de asociación y la libertad sindical, y el
reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva; la eliminación de todas
las formas de trabajo forzoso u obligatorio; la abolición efectiva del trabajo infantil; y la
eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación. Estos principios
también están incluidos en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos
fundamentales en el trabajo (1998).

Al 1 de enero de 2019, se habían registrado 1.376 ratificaciones de esos convenios, lo


que representa casi el 92% del número posible de ratificaciones. Hasta esa fecha,
todavía se necesitaban 121 ratificaciones para alcanzar el objetivo de la ratificación
universal de todos los convenios fundamentales.

Los ocho convenios fundamentales son los siguientes:

 Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948


(núm. 87) 
 Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 (núm.
98) 
 Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29)  (y su Protocolo de 2014 )
 Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957 (núm. 105) 
 Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138) 
 Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182) 
 Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100) 
 Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111) 

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